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EL DOLOR: EXPRESIÓN DE NUESTRA HUMANIDAD

Contemplemos a María que sufre, que llora, que se lamenta por la muerte de su Hijo.
Hemos rezado el rosario de los 7 dolores recordando de manera especial el sufrimiento de
nuestra Madre Santísima. Con esto podemos decir que el Sí de María aunque trajo muchas
alegrías para su existencia, tuvo que soportar muchas incomprensiones, dolores que todo
ser humano experimenta: la angustia, el desconsuelo, la desesperanza, la falta de fe, el
rechazo, la tristeza. El dolor hace más concreta nuestra expresión de humanidad. Sentimos
dolor y por ello no dejamos de ser lo que somos, antes bien se afianza lo que somos delante
de Dios. Por eso no hay que huir del dolor como quien corre de un espanto. Antes bien hay
que asumir el dolor como una oportunidad para reconocer nuestra necesidad, nuestro
abandono, nuestro arraigo total en el Señor. María lo comprendió y dio sentido a su dolor
desde la donación. Por eso debemos asumir la experiencia del dolor como una forma en la
cual el Señor nos habla y nos pide que convirtamos nuestro corazón a él.
Reflexionemos sobre la condición del ser humano que arrojado a su existencia experimenta
su nada ante el que es TODO:

- LA SOLEDAD: Estando solos descubrimos la necesidad más profunda de Dios.


- LAS CRISIS: Nos encerramos en los aspectos negativos: necesidad de un guía
espiritual.
- EL DOLOR: No es posible una definición del dolor. Es una experiencia
trascendental que nos une a los padecimientos de Jesús en la cruz.
- EL SINSENTIDO DE LA VIDA: Cuando nuestra existencia está llena de nada,
experimentamos la vaciedad de nuestro ser.
- LA FALTA DE RECONOCIMIENTO: Reconocernos y que nos reconozcan como
otro. El respeto por la dignidad del ser humano.
- LA FALTA DE AMOR: El amor como don de Dios que se da a la humanidad.
Damos amor cuando hemos vivido amor. Resignificar nuestras experiencias. Ej.:
Padre.
- LA IMPOTENCIA: Ante el dolor del otro, el sufrimiento del otro no poder hacer
nada.
- LA DESESPERACIÓN Y LA DESESPERANZA: Cuando nos falta la fe.
- LA DUDA: Cuando no tenemos claro lo que queremos de nuestra vida. EL
PROYECTO DE VIDA. El discernimiento.
- LA INCOMPRENSIÓN: No ir al mundo del otro. Comprender al otro desde lo que
es. La donación y el amor.

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