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LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE TRANSPORTE EN LA CIUDAD DE AREQUIPA

Por: Billy Klauer García


Ingeniero de Sistemas
Mayo de 2020

La pandemia actual nos ha llevado a reconsiderar muchas cosas y advertir situaciones


erradas, descubriendo todo lo que estaba mal y lo dábamos como normal.
Una de esas tantas cosas es el transporte urbano. Un problema que por años busca una
solución y que en la misma cantidad de tiempo ha sido ignorado, fallido, temporario,
controvertido, dado por alto o archivado.
En realidad, la solución a implementar debe considerar varios puntos que empiezan por poner
orden a lo que ya se tiene, lo cual no significa el gasto de un gran presupuesto, sino mostrar
una eficaz capacidad de administración. Una vez ordenado, la incorporación de sistemas para
cada tipo de transporte se convertirá en acciones consecuentes, una a continuación de la otra.
Al tener el transporte limitado por la coyuntura actual, da pie a incorporar acciones efectivas,
novedosas y funcionales para, por fin, contar con un transporte urbano adecuado.
En este ámbito de la realidad presento una propuesta capaz de modernizar y ayudar a la
disminución del tráfico caótico, así como brindar mejores servicios a la población que necesita
transportarse día a día.

El Tipo de Transporte
El principal problema por el que atravesamos es el tipo de transporte de pasajeros cuyo
número es excesivo y el desorden que ocasiona se ha hecho inmanejable.
Por ello, el transporte urbano no debe contar con vehículos pequeños. Todos deben ser buses
con capacidad mínima de 42 asientos.
Sin embargo, al eliminar los vehículos denominados “combi” y los automóviles colectivos, se
tendrá como consecuencia:
• El desempleo en las personas que conducen estos vehículos menores.
• La quiebra de las empresas de transporte que ofrecen únicamente este tipo de
transporte si es que no optan por un cambio de giro.
• Y, en contraposición, la gran ventaja de liberar el caos vehicular ocasionado por estos
vehículos que abusan de la velocidad, el bloqueo de tránsito y el agolpamiento de
personas en su interior.
El problema del desempleo y la quiebra de empresas se soluciona aplicando una fórmula
sencilla y concertada: Si una “combi” tiene capacidad para 12 personas, en promedio,
entonces, la solución está en agrupar 3 choferes en una sociedad, debidamente inscrita en
Registros Públicos, cuyos beneficios económicos se repartan por igual, para lograr la
capacidad de adquirir un bus, el cual puede llevar más personas a la vez que la suma de sus
pequeños vehículos y así ofrecer una mejor calidad de servicio.
En el caso de los automóviles, la fórmula también funciona, aunque, posiblemente,
necesitarán un apoyo financiero adicional o la aplicación de un pequeños sistema de
cooperativa.
La compra de buses por estas pequeñas nuevas asociaciones y que, a la vez, pertenecerán a
una Línea de Transporte, debe tener un financiamiento, el mismo que puede ser
proporcionado por las entidades financieras a través de líneas de crédito adecuadas a este
propósito y, además, por la venta de las unidades que ya no usarán.
De esta forma se obtiene las siguientes ventajas:
• Se reduce la cantidad de vehículos de transporte público a la tercera parte.
• Se moderniza el transporte eliminando las combis y los colectivos.
• Se ofrece una mayor comodidad a los pasajeros y un mejor servicio
• Se mantiene en el mercado laboral a los choferes, dándoles, inherentemente, la
oportunidad de crear turnos de trabajo para manejar su propio vehículo, de tener una
mayor ganancia de manera individual y de obtener una mejor calidad de vida al no
tener que conducir por 12 o hasta 15 horas diarias.
Paradas y Paraderos: El caos del público
El siguiente punto a resolver es la frecuencia de paradas de los buses. Ya no pueden detenerse
a dejar o recoger pasajeros cada cuadra o cada que una persona levanta la mano. Esta
situación desordenada sólo ocasiona un tráfico innecesario.
La solución es crear paraderos fijos cada 4 ó 5 cuadras. Sin embargo, estas paradas deben
ser organizadas y para ello se requiere un sistema que haga este trabajo de la siguiente
manera:
• La municipalidad provincial debe tener el control (de gestión, mas no económico) de
las Líneas de transporte, lo que incluye su fluidez. Así, lo óptimo es que la distancia
entre uno y otro bus de una misma línea sea lo más exacta posible. Por ejemplo, entre
5 y 7 minutos entre uno y otro vehículo.
• La velocidad máxima y mínima debe ser regulada por la administración municipal con
las penas y multas que correspondan. De esta manera ningún bus puede ir a menos de
30 Km/h ni a más de 45 Km/h.
• Los buses sólo pueden detenerse en los paraderos autorizados de acuerdo a su ruta.
• Los paraderos pueden estar ubicados cada una o dos cuadras, pero no todas las líneas
pueden usar todos esos paraderos. Es decir, cada paradero recibe a un grupo de líneas
autorizadas. Por ejemplo: Si en la Avenida Ejército, a lo largo de 7 cuadras hay 5
paraderos (A, B, C, D y E) y por dicha avenida corren, entre otras, las líneas 2; 5; 10;
20 y 35; tendremos que, los paraderos A y D recibirán a las líneas 2 y 5. Los
paraderos B y E a la 20 y a la 35. La línea 10 parará en la C y así, sucesivamente.
• Al mantener un orden de paradas y tiempos precisos de llegada de cada bus, las
personas van a tender a ordenarse por sí mismas. En este sentido, los pasajeros
deberán hacer cola para tomar el bus en cada paradero, de tal manera que no se
genera aglomeración y las personas suben a su respectivo bus en orden de llegada.
Este comportamiento no es extraño verlo en otras ciudades del mundo. Es, más bien,
una práctica común desde hace muchos años atrás.
• Los pasajeros deberán subir por la puerta delantera del bus y bajar por la posterior. De
esa manera se evita el desorden entre los que suben y bajan en un mismo paradero.
• Todos los buses deben estar equipados con timbres en su interior para que los
pasajeros puedan anunciar su bajada, en lugar de tener que gritar para que el chofer
les oiga, sobre todo, ahora que, por protocolo, el chofer debe estar aislado.
• Debe prohibirse y sancionarse recibir o dejar pasajeros en lugares que no sea un
paradero autorizado para cada bus.
• Cada paradero contendrá un afiche con la ruta que siguen las líneas autorizadas a
parar allí. Y cada vehículo también exhibirá en su interior un afiche con su propia ruta,
marcando sus paradas. De esta manera el pasajero estará enterado y podrá memorizar
donde debe esperar su transporte además de calcular con facilidad la hora a la que
debe llegar al paradero.
Inicialmente, al implantar el sistema, deberá realizarse un trabajo de difusión de la
ubicación de los paraderos a través de los medios de comunicación masivos y otros
medios propios de la municipalidad, permitiendo que las personas se adapten.
• Debe prohibirse que los encargados de los vehículos griten llamando a la gente o
anunciando sus destinos. De esta manera se logra eliminar la contaminación sonora
que causa esta pésima costumbre. En su lugar, letreros luminosos en la parte frontal de
los buses o letreros pintados en los costados pueden indicar los principales destinos.
Los Semáforos: Fluidez con criterio
Un elemento que causa tráfico innecesario y ralentiza considerablemente la fluidez del tránsito
son los semáforos. Lejos de brindar facilidades, han sido programados sin ningún criterio
práctico ni técnico, pues en una misma línea de señalización, existe una cuadra en rojo y la
siguiente en verde. En una esquina la luz verde de la avenida dura hasta 70 segundos
mientras que la calle que la cruza sólo cuenta con 20 segundos o menos. Esto causa que se
acumule tráfico en la calle y las avenidas sean difíciles de cruzar y que se formen colas de
vehículos que pueden bloquear otras calles cuadras atrás.
Debe eliminarse definitivamente la idea de que los semáforos se programan de acuerdo a la
cantidad de vehículos que pasan por una vía. Esa fórmula, simplemente, no sirve.
La solución al anterior punto es programar los semáforos de la siguiente manera:
• Todos los semáforos en una misma vía recta (a lo largo de una avenida o calles) deben
tener un sólo color mientras dure el tiempo de la luz que corresponda.
• La luz (roja o verde) de todos los semáforos deben durar un mismo tiempo: 30
segundos. Ni más ni menos.
La solución planteada tiene como ventajas:
• Mayor fluidez en el tráfico.
• Disminución considerable de los embotellamientos.
• Disminución de la contaminación al mantener vehículos detenidos menos tiempo.
La Modernización del Transporte
La modernización en el transporte se ve de muchas maneras. Un elemento es el sistema de
cobranza. Y éste, en el transporte urbano, debe ser una consideración importante en la nueva
organización. Para ello, los pasos a seguir son:
• Eliminar los cobradores y, por ende, la bulla que hacen al vociferar el nombre de los
lugares a donde van los vehículos.
• En muchas ciudades, alrededor del mundo, el pago del pasaje ya no se hace con
dinero en efectivo desde hace varias décadas atrás. Nuestro sistema aún mantiene un
retraso en este sentido que es inaudito. Para pagar el pasaje se puede utilizar
diferentes modalidades, todas automatizadas, como pueden ser:
◦ Adquisición en lugares autorizados (bodegas, tiendas, y otros) de tarjetas
recargables por montos variables, desde 3 soles (O el equivalente a dos pasajes).
Cada vehículo tendrá un lector de estas tarjetas que permitirán descontar el valor
del pasaje al pasar la tarjeta y generar e imprimir un boleto. La recaudación
periódica de recarga de tarjetas es canjeada por las empresas de transporte contra
la cantidad de boletos emitidos.
◦ Uso de los celulares inteligentes (smartphones) para pagar por medio de códigos
QR asociados a una cuenta de banco del pasajero contra otra cuenta perteneciente
a la empresa de transportes.
◦ Suscripciones mensuales ante las empresas de transporte a las que se paga un
monto a cambio de recibir una tarjeta diferenciada que se presenta al subir al bus.
Por ejemplo, si la suscripción es mensual, la del mes de mayo genera una tarjeta de
color amarillo, mientras que la de junio es celeste (Así se puede reducir la
suspicacia de algunas personas). Este sistema sería ideal para los estudiantes de
colegios, universidades e institutos o trabajadores que todos los días toman
vehículos de una misma línea para transportarse.
• El uso de GPS, de cámaras de video-vigilancia en los paraderos, lectores de QR y sus
respectivas etiquetas adosadas a las carrocerías de los buses, hoy dispositivos
comunes que pueden ser adquiridos sin mucho costo, permitirán controlar aspectos
como ubicación de los vehículos, hora de llegada a los paraderos, seguridad de las
personas que esperan, abordan o descienden de los vehículos, entre otros.
Los Taxis: Pago justo
Los taxis han sido parte del dolor de cabeza de muchas gestiones municipales. Pero el
problema no son los taxistas, sino la forma en que se encararon los problemas a resolver.
En principio, los taxis deben tener, todos, un sólo color: Amarillo. Puede combinarse con negro
como detalle. Pero el color amarillo, es un estándar. La licencia para hacer el servicio de taxi
debe incluir la exigencia del color.
Cambiar el color a un auto no es barato, por ende debe contarse con el apoyo del sistema
financiero para que se otorgue un producto crediticio acorde a esta necesidad y que ayude a
realizar el cambio en el lapso de un periodo prudente hasta lograr el cien por ciento de
vehículos pintados.
Deben eliminarse los casquetes, pues no ofrecen una función práctica. Y como medio
publicitario ya es ignorado. En su lugar sólo debe existir el típico casquete pequeño
trapezoidal con la palabra “TAXI” de color blanco con letras negras.
Los taxis deben incorporar un taxímetro. El monto mínimo a cobrar (Denominado en otros
países como “bajada de bandera”) debe ser un monto único y concertado para todas las
empresas de taxi. El uso de este equipo ofrece algunas ventajas notorias:
• Se elimina la negociación con el pasajero. Esta práctica suele, en ocasiones, detener el
tráfico en calles angostas y ralentizar el tránsito siendo una gran molestia. Con el nuevo
sistema, el pasajero sube al vehículo y el taxista sólo debe activar el conteo hasta llegar
al destino. El pago será lo justo de acuerdo a la distancia recorrida.
• Otorga confianza, pues si un taxi usa taxímetro, significa que está regulado y que tiene
una licencia, sumado al color obligatorio, la informalidad y la delincuencia perpetrada
por falsos taxistas disminuye de manera considerable.
Un taxímetro en la actualidad es un equipo fácil de adquirir y no es costoso. La municipalidad
debe controlar periódicamente que no se manipulen de forma maliciosa y debe definir
sanciones adecuadas así como garantías de ser un equipo instalado adecuadamente y
regulado.
El modelo de cobranza a través de tarjetas o sistemas de transferencia usando teléfonos
móviles también puede ser considerado para este tipo de transporte, de tal manera que el uso
de efectivo disminuya.
Conclusión
La solución planteada ha sido pensada para adaptarse a la realidad de nuestra ciudad.
Arequipa es una ciudad con calles que no están hechas para el tránsito excesivo y
desordenado que hasta antes de la cuarentena ha ostentado. Y que, en adelante, debe
evitarse con un sistema adecuado.
La inversión pública en esta organización no es millonaria. Puede llevarse a cabo por etapas y
terminar de implementarse antes de dos años, considerando la burocracia que prima en el
aparato municipal.
La organización del tránsito no tiene por qué ser planteado en un contexto macro, con la
anuencia de asesores extranjeros y gastando en planes a largo plazo que van perdiendo el
sentido con los años. Sólo es cuestión de ver alrededor y poner las cosas en su lugar. Todo
pasa por una primera decisión de buena voluntad.

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