Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Hace ya algunos meses que estoy de este lado del salón. Me siento
mejor ubicado porque el encuentro con la gente tiende a ser más rápido,
aunque es verdad que el sol de la tarde no da como cuando estaba al lado del
mostrador. Lo que más me gustaba de ese lugar era que, a partir del mediodía,
me iba entibiando despacio, con esa sensación exquisita que va llevando poco
a poco al sopor. A eso de las tres y algo de la tarde, el sol me pegaba de forma
tal que hacía un reflejo insoportable justo donde se sentaba el garca gerente.
Capaz fue por eso que me corrieron. Al menos, durante un tiempo, pude
disfrutar de irritarlo.
entrando se enfoca en mí para ver cómo tienen el pelo, las tetas o los músculos
de sus brazos y pectorales. Siempre son los mismos puntos de sus cuerpos, y
puedo jurar que no hay vez que alguien no se acomode una parte de sí al
También están los mamarrachos que espían con carpa a través mío.
Esos que ya los ves desde la puerta pispieando para elegir un asiento que les
paraguas de la duda. Con tantos años colgado acá, puedo decir que el acoso
Mis favoritas son las viejas que se empujan los rulos de abajo hacia
el mentón hacia abajo para terminar casi que espiándome con el rabillo del ojo,
hasta que al fin siguen de largo con la vista como si jamás se hubiesen
acomodado el pelo.
tienen que ir, y en el camino, todos terminan por cruzar miradas conmigo. A
partir de ese momento solo les restan unos pocos segundos para mimosearse
a sí mismos sin que nadie los descubra. Es divertido como todos hacen
exactamente lo mismo pero piensan que nadie los ve hacerlo. Puedo jurar que
A pesar de todo esto, hace un tiempo que empecé a sentir que lo que
siempre quise fue poder reflejar los sonidos. Las imágenes tienen un límite que
éstos no. Hay algo en la vibración que me deslumbra. Claro que la siento, vibro
Yo solo puedo devolver las imágenes que me llegan de toda esta gente
pero lo más interesante son las vibraciones de sus cuerpos, que solo puedo