Excusación y recusación de los peritos

Uno de los elementos para tener en cuenta a la hora de hablar del dictamen pericial y de
la intervención del perito en el proceso está en relación con las circunstancias en que se
pueden presentar en esta. Con esto nos referimos a las causales de excusación y
recusación de los peritos, que, como veremos más adelante, influyen en el desarrollo
del proceso e, indefectiblemente, en el dictamen pericial. En el transcurso de esta
lectura describiremos diferentes situaciones que tienen de protagonista al perito
criminalista como sujeto procesal.

Excusación y recusación

Valoración judicial de la pericia

Referencias
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Excusación y recusación

Muchas veces, en su actuación profesional, el criminalista debe enfrentarse a situaciones judiciales en las que
debe conocer algunos elementos jurídicos básicos para tomar decisiones y para responder a los inconvenientes
que se puedan presentar en el proceso.

Para poder comprender dicha situación, te invito a reflexionar sobre la siguiente situación:

En una causa civil, se solicita la intervención de un perito accidentólogo para la realización de

una pericia accidentológica sobre siniestro vial. La profesional seleccionada por sorteo es la
Lic. en Criminalística Jimena Luque, de 22 años. Luego de aceptar el cargo, Jimena es citada
en la fiscalía para que proceda a retirar los elementos (dubitados e indubitados) para la
realización de la pericia respectiva y, a su vez, una copia del expediente de la causa. 

Tres días después de aceptar el cargo, Jimena recibe un escrito de la fiscalía en el que, a
pedido de la parte demandada, se le solicita al juez de control que se nombre a otro perito,
debido a que Jimena resultó ser nieta de la parte actora, es decir que la madre de Jimena es
hija adoptiva de la persona que inicio la demanda (parte actora).

Con respecto a dichas situaciones, es bueno preguntarnos lo siguiente: ¿qué sucede cuando el perito designado
o propuesto tiene algún interés por alguna de las partes?, ¿el perito criminalista debe ser siempre imparcial?

Para ir respondiendo a las preguntas, ingresaremos al ámbito de la excusación y de la recusación de los peritos.
Desde un sentido general, cuando hablamos de recusación, nos referimos a aquellas circunstancias que no le
permiten al perito intervenir en el proceso. Y, cuando mencionamos las causales de excusación, hacemos
referencia a las circunstancias por las cuales el perito manifiesta no poder participar en el proceso judicial.

Debemos recordar que la actividad por excelencia de todo perito —y hablando del perito criminalista
específicamente— es la pericia. Al respecto el art. 231 del Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba
establece: “Pericias. Se podrá ordenar una pericia, aún de oficio, cuando para descubrir o valorar un elemento de

prueba fuere necesario o conveniente poseer conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica”1. 

[1] Art. 231. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.

Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba.

Por su parte en relación con las causales de excusación y recusación el art. 234 del mismo código prescribe:

No podrán ser peritos: los incapaces; los que deban o puedan abstenerse de declarar como
testigos o que hayan sido citados como tales en la causa; los condenados o inhabilitados. Sin
perjuicio de lo dispuesto precedentemente, son causas legales de excusación y recusación de

los peritos las establecidas para los jueces.2 

[2] Art. 237. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.

Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba.

Referente a estos artículos y al caso relatado, podemos encontrar respuestas a las preguntas planteadas
anteriormente. En cuanto a la primera pregunta, cuando el perito tiene algún interés en algunas de las partes,
debe excusarse del cargo si cumple alguna de las causales dispuestas en las legislaciones vigentes. Esto se
encuentra relacionado con la segunda pregunta, en la que debemos tener en cuenta que el perito debe ser
imparcial. Es por ello por lo que las situaciones de excusación y de recusación son muy frecuentes cuando se
presentan situaciones como las estipuladas a continuación.
1 Haber intervenido en el mismo proceso como juez, fiscal, abogado, mandatario, denunciante,
querellante, perito o testigo.

2 Haber manifestado extrajudicialmente su opinión sobre el proceso, que conste documentalmente.

3 Ser cónyuge o conviviente, pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad o por adopción de algún interesado o de las partes.

4 Ser tutor o curador o haber estado bajo tutela o curatela de alguno de los interesados o de las
partes.

5 Tener interés en el proceso o sus parientes en los grados preindicados.

6 Tener proceso pendiente o sus parientes en los grados preindicados con alguno de los interesados
o de las partes, iniciado con anterioridad al proceso penal.

7 Ser socio, o sus parientes, en los grados preindicados de alguno de los interesados o de las partes,
salvo que se trate de sociedades anónimas.

8 Ser acreedor, deudor o fiador, o sus padres o hijos u otra persona que viva a su cargo, de alguno de
los interesados o de las partes, salvo que se trate de entidades bancarias y financieras; ser
ascendiente o descendiente del juez o de algún miembro del tribunal que dictó la sentencia o auto
apelado.3

[3] Art. 316. Ley N° 1970. (25 de marzo de 1999). Código Procesal Penal de Bolivia.
Honorable Congreso de la Nación.

En el caso expuesto, Jimena, como nieta de una de las partes, no tiene interés en el
proceso. Por lo tanto, puede actuar como perito.

Es verdadero porque la legislación establece causal de excusación o recusación cuando

exista primer grado de consanguinidad.
 Es falso porque Jimena tiene una relación de consanguinidad de dos grados con una de las
partes, lo que la hace no compatible con la función.

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Ahora bien, es bueno preguntarnos, con respecto al caso expuesto, cuándo procede
una recusación y cuándo una excusación. O, dicho de otra forma, ¿qué diferencia
existe entre recusación y excusación? Lo podemos ver explicado en el siguiente
gráfico.

Figura 1. Excusación y recusación de peritos

 
 

Recusación

Procede cuando se cumplen algunas de las causales por las que el juez o las partes solicitan que el perito no participe
del proceso.
 

Excusación

Procede cuando se cumplen algunas de las causales por las que el perito se excusa de participar del proceso.

Con respecto a las causales de excusación y de recusación, estas responden a la obligación que tienen los
peritos de participar de los procesos cuando son designados. Es decir, los peritos llamados por los jueces deben
comparecer. En caso contrario, pueden excusarse si median causales. En referencia a ello, el art. 233 del Código
Procesal Penal de la provincia de Córdoba establece:

OBLIGATORIEDAD DEL CARGO. El designado como perito tendrá el deber de aceptar y

desempeñar fielmente el cargo, salvo que tuviere un grave impedimento. En este caso, deberá
ponerlo en conocimiento del órgano judicial correspondiente al ser notificado de la

designación.5

[5] Art. 232. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.

Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba. 

Es importante tener en cuenta también que, por ejemplo, en el caso expuesto, Jimena tiene un título habilitante,
es decir, es Lic. en Criminalística. ¿Qué pasaría si no se encontraran profesionales titulados para una
determinada pericia? El art. 232 del Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba nos indica lo siguiente:
 Los peritos deberán tener título de tales en la materia a que pertenezca el punto sobre el que
han de expedirse, siempre que la profesión, arte o técnica estén reglamentados. En caso

contrario, deberá designarse a persona de idoneidad manifiesta.6

[6] Art. 233. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.

Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba.

Con respecto a esto último, Ibáñez (2015) nos comenta:

Los peritos pueden ser o no titulares. Son peritos titulares los que tienen título oficial de una
ciencia o arte cuyo ejercicio esté reglamentado por la Administración. Son peritos no titulares
los que, careciendo de título oficial, tienen, sin embargo, conocimientos o práctica especiales
en alguna ciencia o arte (p. 710).
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Valoración judicial de la pericia

Corresponde preguntarnos qué valor tiene la pericia. ¿Es vinculante para

el juez o para el tribunal? 

Los peritos, como hemos visto, son terceras personas ajenas al objeto del litigio y su característica común es su
competencia acreditada en una ciencia o rama de esta, o una especialidad artística, expresiones que debemos
interpretar en su máxima extensión, como expertos o especialistas en cualquier actividad científica, técnica,
artística, industrial, etcétera. Es el juez el que debe analizar la coordinación lógica y científica entre los hechos
que son objeto de análisis y la explicación aportada por el perito. Por ello, es importante la motivación de las
conclusiones a las que llega el perito y que plasma en su informe (Ibáñez, 2015).

Podemos graficar lo expuesto hasta aquí de la siguiente manera:

Figura 2. Valoración de la pericia

Fuente: elaboración propia.

Por otro lado —y teniendo en cuenta la actuación del perito una vez ingresado al proceso—, el Código Procesal
Penal de la provincia de Córdoba hace referencia a los elementos que se le aportan a este profesional para la
realización de su pericia y cómo se deben conservar. Como vimos en el caso expuesto, luego de aceptar el cargo,
Jimena es citada en la fiscalía para que proceda a retirar los elementos (dubitados e indubitados) para la
realización de la pericia y, a su vez, una copia del expediente de la causa.

¿Qué debe hacer Jimena con esos elementos una vez concluida la tarea pericial? La legislación referida nos
indica al respecto:

Artículo 239.- CONSERVACIÓN DE OBJETOS. El órgano judicial y los peritos procurarán que
las cosas a examinar sean en lo posible conservadas, de modo que la pericia pueda
repetirse. Si fuera necesario destruir o alterar los objetos analizados o hubiere
discrepancias sobre el modo de conducir las operaciones, los peritos deberán informar

antes de proceder.7

[7] Art. 239. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de

Córdoba. Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba. 

A su vez, puede ocurrir que Jimena sea designada para la realización de una pericia, pero las circunstancias del
proceso establezcan que deben realizarse más apreciaciones. Es lo que se denomina ejecución y peritos nuevos.

A RT. 2 4 0 - E J E C U C I Ó N A RT. 2 4 1 - PE RI T O S N U E V O S

Ejecución. Siempre que sea posible y conveniente, los peritos practicarán unidos el examen; deliberarán en
sesión secreta, a la que sólo podrá asistir quien la hubiere ordenado; y, si estuvieren de acuerdo, redactarán el
dictamen en común; en caso contrario, lo harán por separado. Los peritos de control no estarán obligados a
dictaminar8.
 [8] Art. 240. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.
Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba.

A RT. 2 4 0 - E J E C U C I Ó N A RT. 2 4 1 - PE RI T O S N U E V O S

Peritos Nuevos. Si los informes fueren dubitativos, insuficientes o contradictorios, se podrá nombrar uno o más
peritos nuevos, según la importancia del caso, para que los examinen y valoren o, si fuere factible y necesario,
realicen otra vez la pericia.
De igual modo podrán actuar los peritos propuestos por las partes, cuando hubieren sido nombrados después de
efectuada la pericia9.

[9] Art. 241. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba.
Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba. 

Con respecto a lo anterior, te invito a realizar la siguiente actividad: 

Si el perito, al realizar su pericia, debiera destruir el elemento de estudio, deberá

procurar que las cosas en el lugar sean_______________.

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Por último, debemos recordar que la actividad del perito debe realizarse bajo un formato; es decir que la pericia
que debe presentar ciertos elementos importantes. Al respecto, el art. 242 del Código Procesal Penal de la
provincia de Córdoba establece lo siguiente:

El dictamen pericial podrá expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y
comprenderá, en cuanto fuere posible: 

1) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las condiciones en

que hubieren sido hallados.

2) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados y sus
respectivos fundamentos bajo pena de nulidad.

3) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su ciencia, arte o
técnica.

4) La fecha en la que la operación se practicó11.

[11] Art. 242. Ley N° 8123. (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de

Córdoba. Senado y Cámara de Diputados de la provincia de Córdoba.

Es decir que, si Jimena como perito estuviera a cargo de una pericia, deberá tener en cuenta las formalidades
correspondientes. Por último, el contenido propio del dictamen pericial se puede resumir de la siguiente manera:

Figura 3. Elementos del dictamen pericial

 Fuente: elaboración propia.

Para poder comprender cada uno de los apartados, te invito a escuchar el siguiente audio en el que se explican
los elementos constitutivos de la pericia y sus características. 

01:40

Elementos de la pericia. Fuente: elaboración propia.

Como cierre del presente apartado, podemos indicar que es muy importante conocer los aspectos procesales
que implican la participación como perito en un proceso judicial. Las causales de excusación y recusación nos
recuerdan lo imparcial de nuestra tarea. Como vimos en el caso expuesto, al perito se le confían elementos
(dubitados e indubitados) que debe resguardar. Por último, se debe dejar en claro que la actividad pericial es una
actividad muy importante, que, si bien no es vinculante, aporta conocimientos al juez y crea convicción sobre una
determinada cuestión controvertida.
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Referencias

Ibáñez, P. J. (2015). Técnicas de investigación criminal (2.a ed.). Madrid, ES: Dykinson.

Ley N° 1970. (25 de marzo de 1999). Código Procesal Penal de Bolivia. Honorable Congreso de la Nación.
Recuperado de https://www.wipo.int/edocs/lexdocs/laws/es/bo/bo033es.pdf.

Ley N° 8123.  (16 de enero de 1992). Código Procesal Penal de la provincia de Córdoba. Senado y Cámara de
Diputados de la provincia de Córdoba. Recuperado de http://bit.ly/CPPCordoba.