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Introduccion El sentido de Ia ética or Miguel Giusti ALEMPEZAR UN LIBRO que nos anuncia una incursién.en los debates principales de los ques ocupa actualimente la éics, debiéramos quizis preguntarnos en primer lugar por lo que ella es y cepreseats. cA qué experiencia humana nos estamos tefiriendo cuando hablaanos de étics y por qué se ha convenido on daele este sombre? Una introduccin asf no es inusual en los textos que nos explican el origen de ética. Es ends bien frecuente que se busque responder a esas preguntas ‘encionando un episodio dela Mada, al que se ie atribuye una fuerza simbélica «jempla‘, El episodio se halla en los iltimos cantos del poema, Aquiles, dolido y enfurecido por la muertede su amigo Patroclo, desaffaa Héctor ante as puertas de la muralla de Troy, y pelea en duelo personal con él hasta hacerlo morir. Sediento aiin de venganca, aa su cadiver a un carro y lo atrastea repetidas veces alrededor de la.ciudad amurailada en presencia de sus couciudadanos y sus ‘Fay chor estos intodcsoras que stan de explicae sei y los aleances delta como ‘experiencia como dsiplina, Mencionescontinuesin sol algunos ue puedenset partiulrsneate ales y repeeteatins:Athor, ane, iar y matin Valentin, Toorene 1998; Comme Venera (ed), Hiri dea, Barcelona: Critica, 1989) vamener Cape, Vicia, avaldo Gesrgia erase Saleern (es Concepeionesd lca, Mai Teta, 982 Contene tpn bibioers fia)xCorin, Adin Etcson moral Madrid Tecnos, 1990, Hare, M, lengua ls one Msc ECE, (975; vom Kutcher, F, Fimdamentas de ice, Mad Cited, 1989: Maclaryr, Aas, tise de ls dice, Barcelona: Pd, 1982; Siage, Peter, ic pdtice, Cambridge: Cambie Univescy Pres, 1995; Taylor, Chices, La de de ls antentidad, Baer Paudée, (994, Tugenctat, Ems, Probleme deca, Buclons: Ceca, 1984, Wiliam, Bera, tbc nd te ims of Pony, Cambridge Mas: Hacvacd Universiy Pree 1985, Wiliam Betaaed neroae nel tice, Mavic: Cand, 982. Baayen encasellao el Disionarade cca oltade por Otiied He, Baesons Critica 1994, familiares, y se lleva consigo luego el cadaver con la intencién de enteegarlo.a los perros, Es precisamente en el momento en que Aquiles desata su furia para casaflarse coi el eadiver de su enemigo muerto, que comienzan a oitse y a smulkiplicarse las voces que reclaman un «Basta yals, basta de semejance desme- stra, Inicialmente es Priamo, el padre de Héctor, quien expresa su protesta recordindolea Aquiles que élcambign ha tenido una familiay un padre, apelando asia. su experiencia vivida para que se apiade de ellos y les devuelva el cadéver, al que quieren darle una debids sepultura, El reclamo de Priamo no se refiere ala muerte de su hijo en el duelo, sino al ensaiiamiento y a la crueldad de Aquites. Luego siguet los dioses, quiznes, pee a haber estado siempre tomando partido por uno 0 por otro en los combates, reconocen tambidn que se esté produciendo una desmesura, y deciden intervenit para deteneria. Lemos asi que los dioses protegen el cuerpo de Héctor para que no se deteriore con los maltratos ni el Siempo, yalientan a Préamo ar en busca de su hijo por entre la tropas enemigas, luasta que Zeus, fiaalmente, persuade al propio Aqoiles aaplacarsuiray aucceder al encuentro con Priamo para devolverle el cuerpo. Ladtica se refierea esta experiencia de la mesura en la convivencia humana, y ala conciencia de los Kenites que a0 debieran sobrepasarse para poder hacerla posible, Naturalmence, no siempre se hatrazado el limite en ol miseno lugar ni la coucieacia se ha mantenido invariante en la historia. Veremos, mis biea, en los diferentes trabajos que componea este libro, que se ha ido produciendo una evoluciéa deauesta conciencia moral alo largo del tiempo, y que la caracteri= zacién de esta conciencia no esti exenta de controversias. Pero lo que si parece constante, y cousticutivo de la ética, es fa convicciba de que la convivencia ‘humana requiere de una concienciay una internalizacién de ciertos limites, que habrin de expresarseen un cédigo regulador delaconducta, Hemosiluscrado esta experiencia recordando el ejemplo del episodio de la Mada, pero podriamos, debetfamos, sememorarla también pensando en otro caso que noses mds cercan0 y tals vital: el de la dolorose experiencia del conflicto armado que vivi6 el Pert, enel que se produjo una Magrance transgeesin de los limites de la convivencia sucial y del respeto a fa vida humana. Las imagenes desgarradoras que nos ha ‘ransintido el Informe Final de la Comisién de la Verdad y ReconciliaciSn? ‘lTofocme Final deta Comin ela Verda y Recondlisciba dl Peri se balla disponible on a Sguieae ditecciba web: bap/ wwe. crerdad.orgpefnal. Ea es misma pga puaden verse Ins idgenes dela exposcin que preparaa ls Comistoa cone ilo « Vuyanapa: Para recordar™ lcci: santo dea ea pueden asociarse a las que hemos mencionado hace ua momento sobre el snsafiamientode Aquiles yu desmesurs,y puede igualmente decirse que ellasnos sefialan fos limices de la convivencia que nunca debigraimos haber permitido sobrepasar. Ellas nos muestran, pues cul es el origen de la experiencia humana ala que nos referianos coa la palabra éece. A esta situacin se refiere el fildsofo ‘spaiiol Carlos Thiebaut, en st ensayo sobee la colerancia’, cuando define fa ‘uestién central de la tica como el «rechazo del dafiow,es decir, como la renccién de indignacién y de protesta ante el maltrato del otro producido por obra fhumana. Asocia por eso dicha cuestion con el trabajo de tas comisiones de fa verdad de las Slkimas décadas, y ve sinteizada su hipétesis en el famoso titulo de ta comisién argensiaa: «Nunca més», Nunca mis debiéramos aceptar semejance aivel de inburmanidad y de violencia, aunca mis debigramos permnitir at dafio al otro, ausica més deberlamos eludir la responsabilidad que nos corresponde para lograr vivir en paz, Es de es0 que nos habla la ética. No obstame, lo que se ha expresido hasta aqui es solo unaincuicioa general, que requiere de muchas precisiones. Con el daimo de aproximarnos mis una explicacién del sentido y los alcances de la ética, vamos a dividir la siguiente exposicibn en cinco partes, quehabrin deservirnoscomo unasecuenciaarguaen- tativa de creciente complejidad. En la primera parte, aos refericemos a Ja ambivalencia que posee el término «écicas en el lenguaje cotidiano, y a las immplicaciones que ello trae consigo. En Ia segunda parte, nos ocuparemos de la selacibn existence entre los términos «éticas y «morals, pero principalmente con lafinalidad de caracterizar experiencia humana bisicas la que remiteeltérmino jrlego, Ello nos conducts, en la tercera parve,a precsar anejor la peculiaridad de 4a ica o del lenguaje moral, especialmente silos distinguimos del enguaje de la siencia o del arte. En la cuarta parte propondremos una definicién simple y operativa de la ética, que recoja los rasgos que hemos ido acarando en la cxposicién anterior. Y eu la quinta parte veremos céamo el desarrollo de dicha definicioa ba conducido a los autores a diferenciar dos grandes paradigmas de comprensin de la écica en la historia, Terminaremos la exposicién con una sellexidn tinal. (GF Thiebat, Casto, De le tolerancia, Made: Visor, 998 1, Ambivalencia del término «ética» ‘Cuando enmplearnos en el lenguaje cotidiano la palabra ética», solemos eferimnos 1 dos cosas distineas, sin diferenciarls entre si, De un lado, llamamos ética a la ‘manera que una persona o un sociedad tienen de concebirsu sistema de creencias valorativas, esdecis, ala reflexidn consciente o terica queellas poseen en relacioa con-el tema, Pero, de otro lado, Uamamos también dries a la manera en que una persona o una sociedad s¢ comportar efectivamente en la vida, es decir, a la condueta que demuestran et la prictica, Decimos, asi por ejemplo, que una persona tiene una écica utilitarista o altruista, dando a entender que la ética se refiere a la concepcién que posee, pero decimos también que determinadas conductas de una persona son 0 no son wéticas», queriendo dara entender que lo quemerece dicho vaificativo no essuconcepcidadelsscosassinosu vida prictice, Enel primer caso, la palabra «Sica» se refiere ala manera de hablar o de concebir tas cosas, en el segundo a la manera de van sta peculiar ambivaléncia que venimos constatando la comparte a palabra sética» con algunas otras palabras del castellano, por ejemplo con la palabra shisrorian. Usanos, en efecto, este rérmnino canto para refeiraos alas acciones 0 a los hechos ocurvidos en el pasado como para ceferirnos a su recuento 0 su aarraciéa, Historia es ambas cosas, y ello se ve relejado en el uso cotidiano que hacemos de la palabra. Para el caso especifico de la étca, la ambivaleacia del cérmino es algo que, en lugar de cechazar, deberiamos tomar con la méxima sxencién y seriedad, porque de all se deriva uia serie de consecuencias importan+ ‘es para su caracterizacién, Retengamos, pues, por el momento, la coustatacion deluso ambivalente del sérmino, y preguntémonos qué implicancias trae consigo semejante peculiaridad, La primera de las consecuencias ¢5, sin duda, la que nos es también lamentablemeste eds familiar, a saber: que puede producirse, wobservarse,enlas personas yea las ocieduades, una contradiccidn entre los dos sentidosde apalabra séticay: puede Aablarse de ella de una manera y vivine de otra. Desde muy remiprano advirtieron los ldsofos griegos sobre la particularidad de exa contre slicsibn, y sostavieron por eso que la écea no podia enseiarse como se ensefan Jas clencias, ya que muchas de estas son puramente tedricas, mientras que la ética «std directamente vinculada con la manera de vivir. Sila ética se ensefia solo como tun curso teGrico, eotonces puede agravarse esa conttadicciéa entre lo que se piensa y to que se hace; su ensedauza deberia comprometer més bien los habitos Ne conducta. Una seguada consecuencia, menos evidente que ia anterior, es que nosis: condo da ice ‘odas las personas, si bien pueden no disponer de una concepcién ética, poseen, sijuna conducta o una forma de vivir que puede mereces el caificativo de eéticaw Entalsentido, todas las personas o todas las sociedades participan de la dimensiba prictcao vital de a écica, Una tercera consecuencia de a meacionada ambivalen- cia, estrechamenteligadaala anterior, esque paratener competencia ocalificacién en la ética, no serequiere poseer una concepeién teévicao una rflexidn explicita sobre ella, Precisamente porque no solo es una manera de hablar sino sobre todo tuna manerade vivir, puede ocurrir que haya personas o sociedades que merezcan ‘ua gran aprecio por su conducta sit que posean una formactén tebrica capaz de articular conceptualmente su estilo de vida. No es diffi constatar, en efecto, que personas sin instruccién ai estudios especiales sean consideradas buenas, ay al revés, que personas muy instruidas muestren una conducta éticamente reproba- ble, En la &ica, pues, a diferencia de lo que ocurce en la ciencia, todos somos competentes. Ahora bien, siguiendo la misma ldgica de esta argumentacién, tendriamos que extraer una cuarta consecuencia, a saber, que precisamente porque lo fundamental dela ética esa formade vivir, esta misma nos bastara para inferie que todas las personas o sociedades poscea na concepeidi ética al menos implicita. Esto pensaba Kant, por ejemplo, cuando decta que todas las personas se guian en la prictica por pautas de conducta, por «miximase, que son la ‘expresién conceptual implicita de las reglas que orientan su proceder en la vida', Como vemos; la simple constatacién de la ambivalencia del término «ética» nos ha dejado vatiasleccianes sobre nuestracomprensién implicitadel problema, Resumiendo, hemos aprendido all: 1) que puede haber una contradicciéa entre 4a tworia y la conducta éticas; 2) que todos poseemos una forma de vivir merevedora del calificativo de ética: 3) que todos somos competences en ética: y 4) que todos tenemos una concepcién écica implicita en nuestea forma de vivie. No obstante, se podri haber advertido que, a cravés de estos comentarios, se ha ido produciendo us ligero desplazamiento del sentido inicial dl térmaino. En efecto, al comieazo decfamos que, en su uso cotidiang, a palabra rican se sorte cempleat en referencia tanto alas concepciones como a las conductas; pero si en eleaso de ls concepciones esti claro que decimos que son «éticase aun cuando puedan diferir entre ellas, en ol caso de las conductas pareciera que lo que ‘Rant expone su concep de as mximas t2nco en la Critic del ean précis eine en a Fundanentaciindelerenpsicadelasosumbns Cf sppecialnente ea ihima a, Barcelona: Ace 1896, pL ew Gus queremos decir es que son cbuenas conductas». Sin pretender corregir este uso cotidiano, lo que abora hemos visto es que la éxica, en lugar de resteingirse a calificar-una categorfa de conductas, lo que ella comprende es més bien todo el conjunto de las accioaes humanas, canto as buenas conao las repeobables, o, mis exactamente, que ella se refierea la pauta que empleamos para diferenciar entre unas y otras. En este sentido mis récnico dela palabra, la wética» es el criterio del que nos valemos para establecer una jeranqufa de valor entre nuesteasacciones Aborabien, hastael momento hemos venido comentando el uso del teeming « pues la rivalidad entre las concepciones 7 g fodos conera todos, parecta extenderse a sdessociacibn humans. Pus, sia duda, Kane el fdsofo que loge Toon ella ibe Rane ; tipi des eyes mos i deberes qu ls corepoadenn gf Teor @) a ibvopimeroce naire coe leraminone Analica des Crease See ain ek is ia as ECE UaM/UN A 9S tls publicidad pare dese sens lostcven ede a nee Seo, 7 sonelpropssie de comrade alg modo sbalaia see ea ors ea: Hobbes, Thomas, pee phono gate noe 5 Molesworth, Loades Janos Bat, 139, vol fy ME MAR rip ea cde W, M conceptualizar, con la mayor genialidad y riqueza, esta intencién moderna, Consstruyé por eso primero una érca sobre la base del priacipio de}a autonom{a, por medio de la cual fuese posible fundamentar la conciliacin entre la libercad individual y la constivucién de un consenso universal. La pieza central de esa construccién 5 lz idea de un principio general, egulador de todas nuestras -elaciones valorativas, que nos obliguea actuar siempre cuidando que el eercicio cde questa libertad no entre en contflicto con el orden. impaccial que permite el ciercicio de fa libertad de todos. Kant Uamé ese principio ef imperasivo fy sa8f 0408 texto su Jacitado emayo «Mertan arobjesones se Hegel aa ambit ala ica doug?) QF Kan, Cumsnue, a metaficade ascosamirs aiconde AéelaCorinayjesis Cl Madd ‘Teens, 155, 35 igual Gita ce ongamos poreaso, aden gue vos os indvduos enn derecho a expreser su parecer a condicion de permits el que otcos haga lo propio: no oe now day tampoco en este caso, qué opiniba debemos defender, sino solo que ella debe sce compatible con elejecicio dea ibertad de todos a opinae, Commoseve,cloieeng 0 la pauta que aqut se proponen cenen la forma de ua examen, deus sar het ‘oncibié también Kaat al isperatva categirio, pues este nos iapele examines siempre sas aeciones que queemos relia, ean estas lsu fueron, podria ser compatibles com ua sistema imparcial de regs de conviveuca en cl geodon tienen derecho asctuar sin prjuicaralosdemis Sinvestrasdecisonese neers scclonesaprusbas exe examen, ecxonces clas erin Juanas en sentido oral) o ists en seatido juriice), ya que en ambos casos haben respetado el peineipio, (format) ordenador del Paradigms, que sel de hacer respetar la sutonoenia ob et marco de un orden regido por la jusicia. Por lo dicho hasta aqui, se entenderi seguramente por qué el concepeo sore el menos ea pina insanca, un sarpo meadoend Panto, dela ice del autonomta Los vlores esti sociados ana sera homogtees deinerpretar el sentido del vida yexpesan, como hers vito, elapresio por Sonducts reconoridas como sjemplares en ut ethos determina, Agu, en cambio, dichas conductas pasa a ser celatvizadas iguiladaes muchas ras cn l marco de un plurlismo de opiniones que es vonsiderado como am heck rotuado y bisic, sobre cuyo reconocimiento debe reciém iniiarsecualuier slscusi6n moral. Son precissmente los valores los que son shors vomerione eximen: si pasen la prucha del principio formal, entonces seria jzguos some buenos 0 juss —Io cual equivale 4 sosteaer que se est inwrodarionds ug Parimetro mis abarcador, mis abstracto, que lamaremos el concepto de «prin. Sipio»o de snormss. Estos dimos teins expresan con mayor pec e Up deexigencia moral quese hace valerea aconcepsiSn moderns la aceptaién voluntara y consensuadadeinaregladeconcucta general que eahibe nected valorativa, Por lo misao, no enconteatnos agu, como en el caso anevion ona aan varedad de preceptos concretoslgados a las exferas dstacas de a vida, sine ana sola norma, un solo principio, que hace las veces de pron voncinds a ‘elerencia part el enjuicaiesto dels sitaciones cones, Ahora bien leclamos que el coacepto de wwalorese es solo en prnipio un cuerpo extevign orgie dds Paige ded edt en comin sues acenelntoarassy uela norma general que ahora consentatnos sen realidad, igualmesns on lon solo que no debidamente reconocido come wl ee ee 36 lnc Et send don tea Un sistema de principios no exige tampoco que nos adhiramos a él con la conviccién o el compromiso emocional que requerian los valores. Lo que aqui se exige és por sobre todo el acatamienco racional del gran pacto de imparcialidad, ¥, come existen fundadas reservas de que todos lo vayan a cumplir espontines- mente, el propio pacto dispone medidas especificas de fiscalizactén reeiproca. Se ‘rata, pues, de acatar la norma y de hacerlo racionaimente, esdecie,deconvencerse de su evidencia, su necesidad y su conveniencia, aunque no fuese sino por ust cileulo de costo-beneficio. Es interesante, y reveladora, esta doble cara de ia saciotalidad politica moderna: ella puede significa of respeto deliberado de la igualdad de los seres humanos, pero ella puede ser también una esteategia de supervivencia con propésicos egoistas;paracada vein hay aucores importantes que sirven de respaldo”, Esto no quiere decir, sin ersbargo, que no pueda existir ‘una fe, una creenica firme, et la democracia o en sus principios, sino solo que esa feao es necesara, en sentido estricto, paralalegitimacién ai para el mantenimies todela vigencia de principio general. El propio Kant nos ofrece [as dos versiones ‘omentadas de Ia racionaidad: el deber moral de todo ser humano es, nos dice, clegirdeliberadamence un orden igualitario y tolerante,respetando fadignidad de Ins personas, pero, si esto uo llepara a serle convincente, al menos debiera ‘comprender que ei respeto de la ley es lo que mis le conviene para vivir en paz ¥ prosperidad, «Hasta un pueblo de deronios», dice Kant en ua pasaje fumoso®, Sedejaria persuadir por la idea de que el contrat acta es la forma mis vazonabie de vivir, aun cuando lo que los demonios buscaran fuesesatisfacer sus intereses egoistas Ante Jos sentimientos y las emociones, el Paradigma de la étios de la autonomia expresa una cautelosa, pero firme, desconfianza. Una presencia excesiva de las emociones en la defensa de los valores puede conducir al fundamentalism, al dogmatismo y hasta al Einatismno, como fue el caso en la ‘mencionada Guerrade as Religiones. Para sortear este peligrode intoleranciaque tas emociones suelen llevar consigo, el modelo solicita precisamente que se tome tuna decisién racional, entendiendo por elo una decisibn que sea fruto de un azonamiento sobre las causas y las consecuencias det libre aecionar de todos los "Ta versa arava lrencontramos priacipslmenre ents obra de Bune, aversion clewlaoraca ‘ba de Hobbes. De abs versiones hay muchas variates desde entonces ® CF Kun, mmacuel, Maciel pez perpen, din de fusbo Muon, Made: Bibotecs Nueva, 1999, p05, ” Mlgwel Giuset involucrades, Como es nacra, no se puede pretender gue desaparesu las emosionesiloquesedemandaesmisbienquecilastanensierae cnn, se fncién de un bien mayor, Puede adopcase también one post Giferencads al rapecto, como lo hacen alguaos autores, y agers ge Be greciones tienen un espacio propio, por ejemplo el mbito prisadeo cl eben carictamente moral, y que ellis deberian ser celaivizada tle 06 dl Seta: piblico o en el eictamentejucsico o poltico!, Ex cualquier exo per nan importici que secon al compromisn de nests oereann see ovina, ett claro que clas pierdealegitimidad y capacided de tian we es contexto de este Paradigina PPT Sane Por coatsaste con el modelo al que babi odelo aaeeriar, al que hablamos vineulalo com fa penpastva dele primera persona, debe decice ahora que a Bea delesoron ae Sconce y formula desdeis perpen dela trerapentona tarmecnn is is terra pena oe sueleemapleac para design un punto de vse ana

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