Introducción
1. Objetivos
2. Definición
3. Mecanismo de formación de cristales
3.1. Sobresaturación
3.2. Nucleación
3.3. Crecimiento
4. Forma de los cristales
5. Influencias de los aditivos en la cristalización
5.1. En la nucleación
5.2. En el crecimiento cristalino
5.3. En las características de los cristales
6. Efectos de las impurezas en la cristalización
7. Equipos cristalizadores
7.1. Cristalizador de enfriamiento superficial
7.2. Cristalizador de evaporación de circulación forzada
7.3. Cristalizador evaporador de desviador y tubo de extracción
(DTB)
7.4. Cristalizador de refrigeración de contacto directo
7.5. Cristalizador de tubo de extracción (DT)
8. Aplicaciones
9. Ventajas y desventajas
10. Conclusiones
4. FORMA DE LOS CRISTALES
La forma geométrica de los cristales es una de las características de cada sal pura o
compuesto químico, por lo que la ciencia que estudia los cristales en general, la
cristalografía, los ha clasificado en siete sistemas universales de cristalización:
a) Sistema Cúbico
Las sustancias que cristalizan bajo este sistema forman cristales de forma cúbica,
los cuales se pueden definir como cuerpos en el espacio que manifiestan tres ejes
en ángulo recto, con “segmentos”, “látices”, o aristas” de igual magnitud, que
forman seis caras o lados del cubo. A esta familia pertenecen los cristales de oro,
plata, diamante, cloruro de sodio.
b) Sistema Tetragonal
Estos cristales forman cuerpos con tres ejes en el espacio en ángulo recto, con dos
de sus segmentos de igual magnitud, hexaedros con cuatro caras iguales,
representados por los cristales de óxido de estaño.
c) Sistema Hexagonal
Presentan cuatro ejes en el espacio, tres de los cuales son coplanares en ángulo de
60°, formando un hexágono bencénico y el cuarto en ángulo recto, como son los
cristales de zinc, cuarzo, magnesio, cadmio, etc.
d) Sistema Romboédrico
Presentan tres ejes de similar ángulo entre si, pero ninguno es recto, y segmentos
iguales, como son los cristales de arsénico, bismuto y carbonato de calcio y
mármol.
e) Sistema Monoclínico
Presentan tres ejes en el espacio, pero sólo dos en ángulo recto, con ningún
segmento igual, como es el caso del bórax y de la sacarosa.
f) Sistema Triclínico
Presentan tres ejes en el espacio, ninguno en ángulo recto, con ningún segmento
igual, formando cristales ahusados como agujas, como es el caso de la cafeína.
5.1. En la nucleación
Cuando la distancia entre las unidades del aditivo es menor que el germen
critico bidimensional, el movimiento del escalón se detiene completamente,
Sin embargo, después de cierto tiempo, también las unidades de aditivo
fuertemente adsorbible se desadsorben, y el movimiento del escalón puede
proseguir.
Partículas de aditivos
adsorbidas sobre el cristal
(a) en fracturas, (b) a lo
largo de los escalones de
crecimiento, (c) en la
superficie entre escalones.
La forma de los cristales originados puede variar notablemente por la acción de los
aditivos activos. Así, por ejemplo, el NaCl en una disolución pura cristaliza en
forma de cubos limitados por caras (100). Sin embargo, en presencia de urea, se
originan octaedros regulares con caras (111). Si en la disolución en la que
cristaliza el NaCl hay ácido bórico, entonces se forman cristales en forma de cubo
con esquinas cortadas por pequeñas superficies octaédricas.
Algunas veces el pH de una solución tiene una influencia sobre el tipo de cristal que
está creciendo. Por ejemplo, el sulfato de cobre cristaliza normalmente en la forma
de grandes gránulos, pero puede cristalizar en la forma de hojas delgadas desde
una solución ácida. Sin embargo, el pH no es uno de los principales factores que
afectan el hábito de un cristal, siendo la causa más común de la modificación, la
presencia de impurezas en la solución. Pequeñas impurezas o de otros
componentes aparte del soluto y el solvente pueden influir fuertemente sobre la
cristalización afectando la nucleación y el crecimiento.
Iones trivalentes, tales como ión férrico, pueden actuar como un activo
modificador del hábito cristalino; esta modificación es esencialmente un fenómeno
de superficie, las moléculas de impurezas o iones son atrapadas en las caras del
cristal y físicamente absorbidas en la superficie.
No hay ninguna ventaja real justificada en relación con el tamaño del cristal ya que
los cristales grandes no son necesariamente más puros que los pequeños cristales.
Las impurezas pueden ser atrapadas en los cristales el momento de estar
creciendo o pueden incorporarse dentro de la estructura cristalina o bien quedar
absorbidas en la superficie especialmente si la velocidad de crecimiento es alta y
los cristales grandes.
La única generalización segura es que los cristales de la más alta pureza son
obtenidos a expensas de un crecimiento lento partiendo de una solución la cual es
agitada lentamente. Las siguientes consideraciones pueden aplicarse para obtener
cristales relativamente puros.
Mientras más alta sea la pureza de los licores madres, menor cantidad de
impurezas entrarán en el cristal.
La separación de los cristales de los licores madres deberá ser tan completa
como sea posible, asimismo el lavado deberá ser efectivo.
La mayor pureza puede obtenerse por un crecimiento cristalino ordenando
con una velocidad de desarrollo lenta a expensas de una baja sobresaturación.
C) Lavado