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SCADA
POR NANCY GUTIÉRREZ, CEO, INTRAVE.COM LATINOAMERICA
8 octubre, 2016
A principios de la década de los 80s, nace el concepto de Control Distribuido (DCS), lanzado al
mercado con el sistema TDC2000 de Honeywell, que ofrece una gama
de gabinetes de control con tarjetas acordes con el I/O de la planta y una
red de comunicaciones que conecta cada una de estas unidades al sistema
mismo, añade consolas de operación con un software que permite por
primera vez aplicar el concepto de configuración de sistema, es decir, el
usuario ya no tenía que hacer programación, solo elegía un módulo de
operación funcional y completaba la data solicitada en una planilla que
se llenaba en pantalla.
Los sistemas anteriores eran programados en lenguaje de muy alto nivel, inaccesible para la gran
mayoría de los usuarios y por tanto dependientes de una élite de expertos que mundialmente
apoyaron al mundo industrial en esta necesidad.
Los PLCs para este periodo cuentan con una interfaz humana (HMI) que es un accesorio opcional
para reemplazar elementos de maniobra de operación en el tablero.
Finalmente, en la década pasada (2000 a 2009) se consolidan las redes de comunicación entre
sistemas y crecen hacia el propio proceso, creando las redes de campo de instrumentos inteligentes,
que pueden comunicarse de una manera mucho mas
eficiente con los PLCs, constituyendo el golpe final para los
DCS y SCADA, tal y como habían sido concebidos
originalmente y de ellos solo queda el concepto, ya que son
reemplazados por las redes de PLC.
CONCLUSIÓN
Luego de lo antes expuesto, no hay razones técnicas o económicas que justifiquen el uso de los
sistemas tradicionales DCS o SCADA, por ello las empresas mejor informadas han emigrado a los
sistemas PLC y OPLC. Adicionalmente lo acechan las sombras de los virus ya que estos sistemas
depende de computadores.
Existen sistemas DCS y SCADA que están operativos en grandes plantas y redes de distribución de
servicios, que solo esperan expirar su vida útil o esperan que se acelere el paso de la burocracia o
conveniencia que no permite mayores investigaciones, o que las noticias tecnológicas penetren con
sus mil razones para justificar financiera y técnicamente que se reemplacen los casi obsoletos DCS y
SCADA por la nueva tecnología PLC y OPLC. Hay gente que se resiste o le teme al cambio.
Hoy día oímos y leemos opiniones de teóricos que conocieron DCS, SCADA, y otros similares
software en los 80´s y siguen calificándolos como la crema del control, o los ven desde la perspectiva
de una sola marca, la que mas gasta en publicidad para saturar el mercado y no dejarnos ver a los
lados los esfuerzos de otros países y nuevas líneas.
Basta mirar el teléfono móvil y asimilar que pasaría con los PLCs,
que hoy son capaces de transmitir video en tiempo real, desde la
planta a la sala de control lejana y sin cables, o con un clic via
webserver permiten cambiar parámetros de un PLC que está en otro
país.