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Universidad Católica de Honduras

Campus Sagrado Corazón de Jesús


Nuestra Señora Reina de La Paz
“LAUDATO SI CAPITULO II”

Ing. José Mario Franco

Cindy Ruiz Monge


0101 1999 02887

Doctrina Social de la Iglesia


1202

Tegucigalpa, Honduras 15/06/2020


INTRODUCCION
En el segundo capítulo de Laudato Si el Papa Francisco nos hace parte de la
creació n de Dios y responsables del dominio que tenemos ante la naturaleza
siendo este el labrar y cuidar no un poder sobre esta en el que solo nos
beneficiamos nosotros, pero no la cuidamos. Nos invita a conocer nuestra
funció n y saber que tenemos una relació n de tres dimensiones, con Dios, la
naturaleza y nuestro pró jimo, al entender esto es que encontramos la armonía
que Dios nos llama a buscar.
CAPITULO II
Para este capítulo de la encíclica Laudato Si el Papa Francisco nos dice que, al
ver la complejidad de los problemas ecoló gicos y sus mú ltiples causas, no
podemos concentrarnos en que la solució n está en una sola disciplina, sino
que se deben juntar todas las artes y las ciencias y hasta la iglesia para
resolver de raíz y poco a poco el problema que nos compete a todos. La iglesia
de igual manera porque para enriquecer su doctrina es necesario que se
actualice con lo má s reciente.
Existen dos términos que son “Naturaleza” y “Creació n”. Cuando hablamos de
naturaleza entendemos que se analiza, se comprende y se gestiona, pero al
hablar de creació n lo vemos mas como algo divino hecho por el Padre como
una realidad iluminada con amor y que nos llama una comunió n universal.
Decir creació n nos coloca como el ser principal y por esta razó n tenemos la
obligació n de crear nuestras propias capacidades para poder proteger y
desarrollar todo el potencial que tiene la naturaleza. Segú n el Papa la
existencia humana radica en tres relaciones fundamentales: Una relació n con
Dios, con el pró jimo y con la tierra. De esta triple dimensió n relacional se
habla en la Biblia, desde el libro de Genesis incluyendo los Salmos y los libros
proféticos, el Papa resalta que la tierra nos ha sido dada como don de Dios.
Tenemos un dominio sobre esta que no se basa en poder sobre ella sino una
relació n de reciproca responsabilidad dando a entender que somos
responsables de cuidarla porque ella también es responsable de garantizar
nuestra sobrevivencia con sus recursos. Menciona también que si la tierra se
labra o sea que se cultive, pero no se cuide esta será explotada, pero de igual
forma si solo se cuida, pero no se labra ni se trabaja esta quedara
infrautilizada o que su potencial no se alcanzara. Como dice en las escrituras
que estamos todos relacionados y es por esto por lo que debemos el cuidado
de nuestras propias vidas y la relació n que tenemos con la naturaleza lo que
es inseparable de justicia, fidelidad, y fraternidad con el pró jimo. Leyendo este
libro o sea la biblia es como nos damos cuenta de que Dios a todas las
criaturas nos ha dado una funció n y ninguna esta exenta de esto. Nosotros
como seres humanos capaces de razonar, aprendemos cual es nuestra relació n
con el resto de la creació n y de qué forma influimos en las demá s criaturas y
desarrollar nuestras virtudes ecoló gicas sin pensar que la naturaleza es algo
que debemos idolatrar ni divinizar puesto que no es Dios sino creació n de É l.
El Papa viendo el ejemplo de Jesú s nos insiste en tres puntos fundamentales,
el primero es la contemplació n y participació n en la creació n donde
reconocemos la relació n paterna que Dios tiene con todas las criaturas, el
segundo es que vemos en Jesú s la necesidad de vivir en contacto permanente
con la naturaleza, lo vemos cuando sube al monte de Sinaí, cuando va al
desierto y los milagros que hizo en el agua. El tercero es la armonía plena con
todas las criaturas y todos los hombres de todos los tiempos, por lo tanto,
comprendemos que el medio ambiente es un bien comú n del que todos somos
responsables. Por eso el Papa dice que por ser herencia comú n sus frutos
deben de beneficiarnos a todos, por lo tanto, no podemos decir que la
propiedad privada es un derecho legítimo. La encíclica advierte que si bien es
cierto debemos de preocuparnos que no todos los seres vivos está n siendo
tratados con responsabilidad, primero debemos reconocer que hay
indiferencias e inquietudes entre nosotros, algunos está n en la total miseria
mientras otros suponen que nacieron con mas derecho y hacen un uso
descontrolado de los recursos que no saben el valor que tienen y lo
desperdician generando desechos y residuos que destruyen el planeta. Aquí
logramos captar que primero debemos de resolver nuestras diferencias como
hombres sabiendo que son necesarias pero que debemos de saber vivir con
ellas y no hacer caso omiso a que las personas que sobrepasan su libertad
estorben el derecho del resto. Entiendo que el Papa nos llama a reconocer
nuestra funció n e importancia en la creació n que Dios nos dio y de la cual nos
hizo la parte principal, que, si logramos consolidar una relació n con Dios, el
pró jimo y la naturaleza alcanzaremos la armonía a la que estamos llamados a
tener cuidá ndonos unos a otras y a la naturaleza.

COMPARACION CON LA REALIDAD DE HONDURAS


Es indiscutible que en Honduras esta el grupo beneficiado que no reconoce el
valor de su propiedad privada y no saben como labrarla y cuidarla, por lo
tanto, se desperdician muchos recursos de los cuales los pobres podrían hacer
un mejor uso. Es reducido el numero de personas que ha comprendido cuá l es
su funció n en la relació n de triple dimensió n. Aun vemos que no hay respeto
para con la naturaleza cuando las quemas de los bosques son constantes y sin
razó n alguna, les importa má s tener muchas má s tierras para seguir
construyendo que mas arboles para que conservar la biodiversidad, para el
oxigeno y la vida en general. Este ejemplo lo vemos claro en la situació n con
La Tigra y la construcció n de la nueva residencial, queman continuamente los
bosques que ya está n declarados que deben protegerse, pero hacen caso
omiso a esto y aunque haya personas que se opongan por ser ellos los del
poder siguen otorgando el permiso de construcció n, aunque sea ilegal. Esta es
la realidad de Honduras, solo se busca el beneficio propio sin importar que
afecte a los demá s y esto conlleva a una gran degradació n del ecosistema
porque piensan estar por encima de la ley que los protege.

CONCLUSION
En conclusió n con el segundo capitulo de la encíclica el Papa Francisco nos
recuerda como todos estamos conectados en una interdependencia y que el
cuidado del medioambiente involucra un compromiso de parte de todos a
respetar y cuidar con amor lo que se nos ha dado como un don de Dios y así
poder luchar contra los problemas ecoló gicos y mostrar a las futuras
generaciones como somos la creació n principal y como esto nos hace no solo
responsables sino que nos da la obligació n de encontrar nuestra funció n.

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