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APORTES PARA UNA METODO DE

NEGOCIACIÓN COLECTIVA

MIGUEL ÁNGEL ARANCIBIA SILVA

PRESENTACIÓN

Este magnífico trabajo de compromiso y testimonio permite


recoger algunas de las características más vivas de nuestro
amigo Miguel Ángel Arancibia. Destacado jurista y luchador
social, Miguel Ángel desarrolló un intenso trabajo en defensa
de los derechos humanos y de los trabajadores durante la
dictadura. Su total identificación con los valores de la
democracia y de la justicia social, guiaron permanentemente su
acción como ciudadano, abogado y laboralista. Especial
mención se debe hacer a su afán pedagógico, reunía a los
trabajadores y a sus representantes, debatía y guiaba la acción

1
colectiva sindical. Ello se expresa fuertemente en este trabajo.
Junto al ideario, el método, además del contenido, la forma. No
es lo usual. Menos en épocas difíciles. Con prescindencia del
marco normativo en el que se desenvuelva la acción sindical, la
definición de fondo a que invita el trabajo, es al reconocimiento
profundo de la dignidad de las personas, de ello no cabe duda.
Coherente por lo demás, con la acción desplegada por el autor
como abogado en la defensa de los derechos humanos y de
los trabajadores. Un testimonio, a la vez que una guía.

Francisco Tapia Guerrero


Abogado

AP0RTES PARA UN MÉTODO DE NEGOCIACIÓN


COLECTIVA

MIGUEL ÁNGEL ARANCIBIA SILVA1

1
Abogado Laboralista. Ex Vicepresidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, AGAL.

2
SUMARIO

1.-Introducción. 2.-Concepto de Negociación Colectiva. 3.-La


Negociación Colectiva y el Derecho del Trabajo. 4.-Objetivos
de la Negociación Colectiva. 5.-Algunas consideraciones
adicionales. 6.- ¿Por qué es importante un método para la
negociación colectiva? 7.-Factores que inciden en la
negociación colectiva. 8.- Los factores objetivos de la
negociación. 9.- Los factores subjetivos de la negociación. 10.-
Etapas de la Negociación Colectiva. 11.- Preparación de un
Proyecto de Contrato Colectivo. 12.- Presentación del Proyecto
de Contrato Colectivo. 13.- El Proceso de Negociación. 14.-
Aprobación de la última oferta del empleador o huelga. 15.- La
huelga.- 16.- Evaluación del resultado de la negociación
colectiva. 17.- Vigencia del contrato colectivo. 18.- Palabras
finales.

1.- INTRODUCCIÓN

El proceso de negociación colectiva que han vivido y


viven los trabajadores chilenos, está condicionado por diversos
factores.
El primer y fundamental, es el desequilibrio que existe
entre las organizaciones empresariales y las de los
trabajadores, determinadas por la unidad de las primeras y la
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fragmentación de las segundas, éstas, fuertemente influidas
por factores políticos.
Un segundo factor es el marco jurídico de la negociación
colectiva, en que no obstante los avances alcanzados en los
gobiernos pos dictadura de Pinochet, conserva todavía
importantes limitaciones del llamado Plan Patronal. Es este un
tema relevante. El marco político institucional del país, en la
medida que se perfecciona el sistema democrático, facilita el
que hacer de los trabajadores, mientras que cuando el sistema
democrático deja de serlo y pasa a una dictadura como la de
Pinochet, resulta poco menos que imposible negociar
colectivamente. También se hace difícil la negociación colectiva
para los trabajadores cuando en el gobierno del país están a su
cabeza los actores políticos de derecha que expresan
claramente los intereses de los empleadores, especialmente de
las grandes empresas.
Un tercer factor de importancia es el marco económico
nacional que condiciona la realidad de la empresa que negocia
colectivamente, constituyendo un límite objetivo a las
aspiraciones de los trabajadores. Es del caso que la
negociación colectiva en el caso chileno, radica principalmente
en la empresa.
A propósito de la realidad que vivían los trabajadores
chilenos, en el año 1986, en plena dictadura, ya
denunciábamos al modelo implantado: expuse la necesidad de
elaborar un método de negociación colectiva dado que “Aquí
hay un supuesto que es fundamental: nosotros entendemos
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que en Chile, no solo en el campo jurídico, no solo en el campo
político, sino que también en el campo cultural y económico,
hay un proceso en marcha desde hace 13 años, que tiene por
objeto maniatar al pueblo en sus aspiraciones de justicia y
libertad”.2

Es verdad que los tiempos han cambiado en términos de


que hoy vivimos en democracia y gozamos de mayor libertad,
pero la realidad económico social aún muestra un desequilibrio
descomunal entre los grandes empresarios, su riqueza e
influencia en la economía y el quehacer político nacional y la
vida modesta y escasa influencia en la economía y política
nacional de los trabajadores chilenos.
Por lo mismo es que rescato mi convicción de hace más
de treinta años: es imprescindible buscar una forma de trabajo
de los trabajadores en los procesos de negociación colectiva,
que les permita enfrentarlos adecuadamente. Es este el
propósito de estos apuntes, cuya idea central es cómo, a partir
de esta necesidad que los trabajadores tienen de conversar
con sus empleadores sus condiciones de trabajo y
remuneraciones, se pueden obtener resultados probables de
mejoramientos, pero resultados seguros de conciencia y de
fortalecimiento de la organización sindical en los niveles de
empresa, federación o confederación y Central Unitaria de
Trabajadores.
2
Ante los dirigentes del Comando Nacional de Trabajadores y de la Asociación de Abogados
Laboralistas en la presencia del representante de la Organización Internacional del Trabajo en
Chile.

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2.-CONCEPTO DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA.

Es un proceso reconocido constitucionalmente y


reconocido legalmente por el que un empleador se relaciona
con una o más organizaciones sindicales con el fin de
establecer las condiciones comunes de trabajo y de
remuneraciones por un tiempo determinado.
La importancia de la negociación colectiva radica en que
constituye la forma concreta en que los trabajadores pueden
acceder por sí, a remuneraciones y condiciones de trabajo que
superan los mínimos que establece la ley y los contratos
individuales de trabajo.
La ley establece dos modalidades de negociación: una
reglada por la que todo el proceso se ciñe a lo que la ley
dispone, y otra no reglada, por el que los sindicatos y el
empleador pueden convenir un instrumento colectivo sin
sujeción alguna a las normas de procedimiento legal.

3.-LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA Y EL DERECHO DEL


TRABAJO.

Es indispensable ubicar el proceso de negociación


colectiva en el marco de lo que es y constituye la esencia del
Derecho del Trabajo. Esta disciplina jurídica es un cuerpo
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normativo que regula las relaciones de los trabajadores con
sus empleadores, principalmente del sector privado, que
obedece a ciertos principios que le son esenciales y que se
caracteriza por establecer normas de orden público,
indisponibles e irrenunciables, de modo de protegerlos frente a
la superioridad económica y social de los empleadores.
Surge históricamente para compensar a través de la
protección de la norma a los trabajadores, estableciendo
derechos mínimos tales como un ingreso mínimo, vacaciones
legales y jornadas de trabajo máximas.
El derecho civil, salvo en algunas materias, como, por
ejemplo, derecho de familia, se basa en el principio de la
autonomía de la voluntad, que autoriza a las partes a pactar
cuanto sea su voluntad, lo que en materia laboral resulta
inimaginable. Tal es la importancia del Derecho del Trabajo.

4.-OBJETIVOS DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA.

¿Para qué se negocia colectivamente? La respuesta a


esta pregunta es clave, pues para poder desarrollar
negociaciones beneficiosas para los trabajadores es necesario
que los trabajadores sepan bien cuáles son los objetivos que
con ella se persiguen.
Entre los objetivos de la negociación colectiva se pueden
señalar, entre otros, los siguientes:

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a.- Elevar las remuneraciones y mejorar las condiciones
en que se desarrolla el trabajo. Es necesario tener presente
que el derecho del trabajo asegura condiciones mínimas
irrenunciables del trabajo como de las remuneraciones, razón
por la que el proceso de negociación colectiva es el camino
idóneo para superar dichas condiciones mínimas.
b.- Contribuir al fortalecimiento de la necesidad y
representación de la organización, que permita el
fortalecimiento del sindicato y de las organizaciones de grado
superior, en el nivel de actuación que tiene cada una de ellas.
Constituye un momento privilegiado en la vida de las
organizaciones sindicales, que debe vivirse intensamente.
En los procesos de negociación colectiva que se viven
intensamente, con la participación de todos los niveles, se
asegura la consecución de los objetivos recién señalados y uno
que es trascendental, el mejoramiento del Derecho del Trabajo
y con ello la suerte de todos los trabajadores, incluidos los que
no negocian colectivamente.

5.- ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS.

Para elaborar una metodología de negociación colectiva,


es necesario detenerse en algunas consideraciones
adicionales:
a.- La negociación colectiva es un proceso complejo que
requiere de mucho estudio, preparación y análisis de
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experiencias que deben ponerse al servicio de ese momento.
El empleador y los trabajadores buscan el mejor resultado
posible para cada uno, en que normalmente se requerirá de
concesiones recíprocas entre las partes. Aquí es fundamental
que los trabajadores tengan claridad absoluta de lo que pueden
aceptar y qué deben exigir del empleador. En otras palabras,
es fundamental que exista una voluntad de negociar, pero con
objetivos claramente determinados.

6.- ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER UN MÉTODO PARA


ENFRENTAR UNA NEGOCIACIÓN COLECTIVA?

Partimos de la base que con la instalación de la dictadura


en Chile el año 1973 se vivió un proceso que tuvo por objeto
maniatar al pueblo en sus aspiraciones de justicia y libertad,
proceso que en materia laboral se tradujo en el Plan Laboral,
sólo morigerado por los gobiernos democráticos posteriores.
Uno de los aspectos principales del Plan Laboral fue la
rigidización de la negociación colectiva reduciendo los espacios
del cómo obtener mejores condiciones de trabajo y de
remuneraciones para los trabajadores, a través de normas
restrictivas de los derechos de índole colectiva.

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Ello hace necesario descubrir maneras de enfrentar esta
situación de tanto deterioro, de tantas dificultades para los
trabajadores. Aquí, entonces, surge la necesidad de buscar un
método, una forma de trabajo que permita enfrentar esta
situación. Pero, es también, una estupenda oportunidad para
elevar la conciencia y fortalecer las organizaciones de los
trabajadores. Esta es la propuesta fundamental que nosotros
queremos presentar aquí.
Queremos apuntar a ese objetivo, de cómo, a partir de
esta necesidad que los trabajadores tienen de conversar con
las empresas sus condiciones de trabajo y remuneraciones, se
pueden obtener mejoramientos en las condiciones de empleo,
pero, además, de fortalecimiento de la conciencia de
organización, que no parte de un mero voluntarismo, sino de la
reflexión profunda de construir democracia desde lo social.
Es este el momento privilegiado de la pedagogía social y
democrática de la conciencia de organización. En la medida en
que los trabajadores asumen la realidad, es posible entonces
que asome la voluntad de superar los desafíos.
No podemos esperar que la gente, en este cuadro de
opresión tan general, pueda atisbar posibilidades de respuesta
si no hay una actividad consciente encaminada a ayudar la
toma de conciencia de su propia situación, creando
condiciones de participación de los trabajadores de la empresa
de qué y para qué se negocia, contando además con los
elementos técnicos y la asesoría que les permita una acción

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colectiva eficaz, atendiendo, además, a los distintos factores
que envuelven un proceso negociador.

7.- FACTORES QUE INCIDEN EN LOS PROCESOS DE


NEGOCIACIÓN COLECTIVA.

Existen a nuestro juicio, factores objetivos y subjetivos


que están presentes en estos procesos de negociación
colectiva, entendiendo que en estos procesos hay una
contradicción entre el capital y el trabajo, y que este es un
conflicto limitado que no se debe confundir con
transformaciones más profundas en la sociedad, ni que está en
cuestión la propiedad de la empresa o la condición asalariada
del trabajador.
Estimamos que de una parte se encuentran los factores
objetivos, que son aquéllos independientes de la voluntad del
trabajador y del empleador, y de la otra, los factores subjetivos
que son más próximos a la voluntad de las partes. En verdad,
estos factores cohabitan y resultan determinantes unos y otros,
constituyendo el entorno del proceso negociador.

8.- LOS FACTORES OBJETIVOS DEL PROCESO DE


NEGOCIACIÓN COLECTIVA.

Nos parece que es determinante la realidad económica,


sea del país o del área o sector económico al que pertenece la

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empresa con la que negociamos. Los negociadores deben
conocerla para saber cuáles son las condiciones que pueden
definir sobre la base de expectativas reales, alcanzables, con
verdaderas posibilidades de obtener resultados positivos. No
es lo mismo vivir procesos de negociación colectiva con altos
porcentajes de cesantía que aquellos otros con bajos
porcentajes de cesantía.
También es clave la situación político-institucional. Un
proceso de negociación colectiva bajo dictadura, sin
posibilidades de acceso a los medios de comunicación, los que
no pueden decir lo que tienen que decir, en que los
trabajadores tienen dificultades para reunirse, es un proceso
que se vive en condiciones bastante deterioradas y constituye
un dato de la realidad que es necesario asumir. La plena
vigencia de un régimen democrático verdadero, es el marco
apropiado para la realización de procesos de negociación
colectiva efectivos. Se ha señalado por la propia OIT: para que
exista libertad sindical, se requiere de la plena vigencia de los
derechos civiles y políticos.
Es también determinante el marco legal. El Plan Laboral
constituyó durante la dictadura, expresión de fuerza y violencia
sobre los trabajadores. Pero aún en ese marco impuesto, fue
posible conquistar espacios de libertad y de conciencia
democrática y social. Se pudo superar el marco legal impuesto.
Es también importante factor, el nivel organizativo. Se
debe asumir que, a nivel nacional, cómo de los sectores
económicos, los empleadores tienen organizaciones
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generalmente únicas, y un solo discurso, mientras los
trabajadores tienen muchas organizaciones y diversos
discursos. Los empleadores tienen organizaciones únicas muy
poderosas, tales como la Sociedad Nacional de Agricultura que
agrupa a los grandes empresarios agrícolas, la Sociedad de
Fomento Fabril que agrupa a los grandes empresarios
industriales, y otras, todas ellas en la Confederación de la
Producción y el Comercio. No es el caso de los trabajadores.
La unidad ideológica y política de los empleadores, le otorga
una gran ventaja para desarrollar sus objetivos, así como les
asegura mayores posibilidades para negociar colectivamente,
mientras que los trabajadores muestran una gran debilidad,
atendida la falta de unidad.

9.- LOS FACTORES SUBJETIVOS DEL PROCESO DE


NEGOCIACIÓN COLECTIVA.

Creemos que además de aquellos factores que se sitúan


en un marco más lejano a los trabajadores, existen otros que
se sitúan en la experiencia del día a día, en el que es
precisamente el aporte que el trabajador puede hacer al
colectivo, porque en este plano, se advierten notorias ventajas
del “conocimiento de la cancha” en la que se desarrollan las
relaciones del trabajo.
De ahí que un primer elemento subjetivo sea el
conocimiento que las partes tienen de sí, del marco en el que
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se desenvuelven y del propio empleador: qué es, cómo
funciona, cuáles son las proyecciones, y en general, el
conocimiento profundo de la empresa, indispensable para una
negociación colectiva, toda vez que la aparente fortaleza del
empleador puede verse superada por la realidad.
Un ejemplo de lo que afirmo lo vivimos en pleno gobierno
militar, cuando en la negociación colectiva de los maquinistas y
fogoneros de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, excluída
del derecho a huelga, al momento de negociar, la empresa
tenía trabajando a tres mil maquinistas y fogoneros, en
circunstancias que en años anteriores lo hacía con más de
7.000. Esta circunstancia, que aparentemente constituía una
debilidad de los trabajadores, era su mayor fortaleza. Cuando
en las negociaciones no se avanzaba, los trabajadores
resolvieron no trabajar horas extraordinarias ni repetir turnos,
todo lo cual era totalmente ajustado a la ley. Estábamos
negociando en el tercer piso de las oficinas de su Gerente
General, cuando éste, mirando desde su oficina, observó que
un tren que debía haber partido a las 11,00 horas aún estaba
en la estación siendo las 16,00 horas, monta en cólera y
anuncia que pedirá que se aplique la ley de Seguridad Interior
del Estado, mirando a los cinco dirigentes sindicales, a los tres
asesores legales de la empresa y a este asesor de los
trabajadores. Poco después, el Gerente se dio cuenta de su
error y accedió a elevar en un 2 %, sobre el I.P.C. las
remuneraciones de los trabajadores, que era el punto en que
habíamos tropezado para firmar el nuevo contrato colectivo.
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Otro factor importante es la voluntad de negociar, esto es,
que las partes estén dispuestas a hacerse concesiones
recíprocas, deben ser flexibles, no obstante disponer de gran
capacidad negociadora, que, en la perspectiva de los
trabajadores, tiene su límite en la conciencia de lo justo.
Cuando los trabajadores están luchando por condiciones muy
concretas de trabajo y remuneraciones, deben tener la
conciencia de que lo que están planteando es lo que
corresponde, es lo justo, que introduce en el marco del
conflicto, consideraciones de carácter moral que adquieren
peso en los procesos de negociación.

10.- ETAPAS DEL PROCESO DE NEGOCIACIÓN


COLECTIVA.

Es muy importante la planificación de la negociación


colectiva. Es mucho más que elaborar un proyecto de contrato
colectivo, o de obtener determinados beneficios. Por eso, es
necesario seguir ciertos pasos que permitan lograr una buena
negociación colectiva y medir el esfuerzo realizado. Para ello
es necesario cumplir varios pasos antes de elaborar el proyecto
de contrato colectivo.
Es importante asumir la identidad del colectivo y de aunar
los objetivos, es decir, que el proyecto nos identifique y nos
entusiasme. No debemos olvidar que el sindicato es un
instrumento de representación de los intereses colectivos, más
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allá del trabajador como individuo, por lo que a la vez que las
aspiraciones que se puede pretender cumplir en el proceso, se
obtengan, lo relevante es que exprese la voluntad colectiva, es
decir, de todos y de cada uno, que le da la fuerza y justificación
misma de la organización.
Esto se logra con el efectivo ejercicio del liderazgo
sindical, que convoca a los trabajadores, idealmente en grupos
de intereses comunes, para tomar conciencia de organización
y de reivindicación, pero que, a la vez, es capaz de formular
propuestas responsables y que sean posibles de lograr. Con
ello vamos creando conciencia de colectivo y de solidaridad a
través del trabajo serio que no mira sólo el interés individual
sino del grupo inicial y después en las asambleas sindicales,
del colectivo sindical.

11.- PREPARACIÓN DEL PROYECTO DE CONTRATO


COLECTIVO.

La preparación del proyecto de Contrato Colectivo es


más de la mitad de la negociación colectiva, pues provee de
una gran batería de argumentos para cuando se está
negociando con el empleador y, con mayor razón, cuando se
debe optar entre aceptar o no la última oferta del empleador. La
riqueza delos argumentos está en la realidad, la que viven los
trabajadores en el día a día, que enriquece además el diálogo
con la mesa negociadora de la empresa que, muchas veces,

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desconoce lo que ocurre en el piso. Pero, además, la realidad
debe también iluminar las propuestas.
Aparece en esta etapa el liderazgo sindical que permite
recibir los aportes del conjunto de los trabajadores que
negocian colectivamente, pero también de los representantes
de las organizaciones de grado superior sobre la realidad
económica y político- institucional del país, con una visión más
amplia de la situación de los trabajadores del país. En este
punto me parece central destacar el valor que tiene para el
movimiento sindical chileno, la circunstancia de que un
dirigente nacional de los trabajadores comparta con un
sindicato de base los conocimientos que posee, para aportarlo
a sus compañeros de base, de modo tal que esta actividad se
convierte en una forma concreta de fortalecimiento también de
la organización nacional de que forma parte el dirigente. De
este modo se entrega a los trabajadores que negocian
colectivamente el primer marco, la gran cancha en que se
desenvuelve la lucha de los trabajadores.
Es parte de una necesidad de debate, de diálogo
pluralista y democrático.
El programa ya instalado en una determinada realidad
amplia como es la nacional o sectorial, debe profundizarse con
el conocimiento de la realidad concreta de la empresa con la
que se negociará, que debe comprender su situación
económica y la historia de las relaciones del sindicato con la
empresa. Se trata de conocer las posibilidades reales que tiene
el sindicato de tener una buena negociación colectiva. Aquí es
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necesario destacar la necesidad ineludible que tienen los
trabajadores de tratar de identificar los factores que constituyen
la fortaleza y debilidad de la empresa y, al mismo tiempo,
identificar los factores que constituyen la fortaleza y debilidad
de los trabajadores.
Con el panorama claro, es posible iniciar el proceso
definitivo de elaboración del proyecto, recibiendo los aportes de
los grupos que han iniciado el proceso de convergencia de
propuestas, que se hace necesario calibrar con realismo y
responsabilidad, identificando con claridad las necesidades
más sentidas de los trabajadores, definiendo
responsablemente las propuestas que formularán en el
proyecto de contrato colectivo, con el convencimiento de que lo
que se propondrá es lo justo y posible de otorgar por ella y con
la clara disposición de luchar por lo propuesto con todas las
herramientas que le otorga la ley y la experiencia de lucha de
los propios trabajadores.
La experiencia enseña que, hecho este proceso de
reflexión, de estudio, de debate, los trabajadores están en
condiciones de tener un proyecto de contrato colectivo que va
a tener características que lo harán un instrumento muy útil a la
hora de negociar con la empresa, realista en el sentido de que
va recoger la verdadera realidad de la empresa y de los
trabajadores, y razonable, es decir, que va a ser sin tejo
pasado ni quedado.
En este momento es oportuno destacar que en la
experiencia acumulada de los trabajadores se recoge la
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frustración de comprobar que es un camino de derrota pedir
más allá de lo que realmente quisieron o creyeron que podrían
obtener y se produce el hecho de que la parte empleadora le
responde no ofreciendo nada prácticamente, produciéndose un
verdadero diálogo de sordos que no favorece a los
trabajadores.
Habiendo construido el proyecto de contrato colectivo con
seriedad y responsabilidad, la asamblea del sindicato debe
aprobarlo y disponerse a defenderlo con toda la fuerza que les
da la razón de que lo que proponen es justo y posible y las
herramientas que les da la ley, la principal de las cuales es el
derecho a huelga. En este punto se debe destacar que la
experiencia acumulada por los trabajadores enseña que
cuando las peticiones contenidas en el proyecto de contrato
colectivo no reúnen las condiciones señaladas, de seriedad y
responsabilidad, las negociaciones se tornan imposibles de
manejar adecuadamente, con lo que se termina normalmente
con una pésima negociación colectiva. Cuando el proyecto de
contrato colectivo contiene las aspiraciones legítimas de los
trabajadores detrás del cual están en condiciones de aplicar
fuerza, no sólo fuerza moral sino la fuerza real de los
trabajadores.
El hecho de que un proyecto de contrato colectivo sea lo
más ajustado posible a lo que los trabajadores van a poder
reivindicar, tiene particular importancia en las negociaciones
colectivas en que no está permitida la huelga, sino que existe
el arbitraje obligatorio. Un proyecto de Contrato Colectivo que
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reúna las características de ser razonable, con peticiones
posibles de ser acogidas por la empresa, con buenos
fundamentos, hace perfectamente posible que se pueda
obtener un fallo arbitral favorable.

12.- PRESENTACIÓN DEL PROYECTO DE CONTRATO


COLECTIVO.

En la presentación a la empresa del proyecto de Contrato


Colectivo debe expresarse con mucha claridad que lo que
contiene es lo que responsablemente los trabajadores están
convencidos que la empresa está en condiciones de
proporcionarles, razón por la que esperan que las
conversaciones que las partes tendrán en este proceso los
lleve a un buen acuerdo, favorable para los trabajadores y para
la propia empresa. En mi opinión es totalmente pertinente
destacar la circunstancia de que el hecho de que se pueda
lograr un buen Contrato Colectivo es de un gran valor positivo
para los trabajadores como para la propia empresa. No puedo
imaginar un Contrato Colectivo que sea solo bueno para los
trabajadores o solo bueno para las empresas que negocian
colectivamente. Ello lleva a inestabilidad y fractura las
relaciones laborales.

13.-EL PROCESO DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA ( Las


conversaciones entre las partes)

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En el proceso de negociación colectiva es esencial el
estudio y conocimiento profundo de la respuesta al proyecto de
contrato colectivo de los trabajadores. Normalmente las
respuestas son muy malas. En este caso sugiero que los
trabajadores hagan asambleas para estudiar las medidas
concretas que puedan adoptar frente a tal respuesta. Por
ejemplo, pueden adoptar medidas defensivas de trabajo a
reglamento, ni más ni menos de lo que el contrato obliga,
dejando de trabajar sobretiempo, por ejemplo, haciendo
demostración de solidaridad, pues es claro que ello involucra
un costo para los trabajadores.
Si la respuesta del empleador contiene elementos
positivos que denotan la voluntad de negociar efectivamente y
no de rechazar lo más importante del petitorio de los
trabajadores, hay que crear un ambiente positivo de diálogo.
En las conversaciones con la empresa considero muy
importante el rol que juegan los trabajadores, la comisión
negociadora, y los asesores, de apoyo a los dirigentes, en
buscar mecanismos que permitan mantener permanentemente
informados a las bases, sea en asambleas, con delegados por
secciones para llevar y traer inquietudes, de manera de ir
creando las condiciones que permitan razonablemente acceder
a un Contrato Colectivo o votar y hacer efectiva la huelga
cuando esta sea necesaria. Esto es posible sólo cuando en el
proceso se está conversando, se está negociando, las bases
están siendo informadas y están viviendo tal proceso. Por el
contrario, hay gente que cree que esto se debe mantener muy
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en secreto y después se extrañan de que los trabajadores no
los acompañan en los momentos difíciles. Llaman a huelga,
pero, ¿a qué huelga, si los trabajadores no tienen idea de lo
que está pasando, qué razones ha habido para ello? Cuando
se acercan los plazos en que se debe votar la aceptación de la
respuesta patronal o la huelga hay que hacer tantas asambleas
como sean necesarias para debatir democráticamente tal
alternativa. La participación es clave.

14.- AROBACIÓN DE LA ÚLTIMA OFERTA DEL


EMPLEADOR O DECLARACIÓN DE HUELGA.

Terminada la etapa de negociaciones lo que queda es


resolver si los trabajadores aceptan la última oferta del
empleador o la rechazan votando huelga. Es evidente que la
aprobación de la última oferta del empleador será dada cuando
ella contenga una respuesta positiva a las principales
peticiones formuladas por los trabajadores. Por el contrario, se
votará la huelga cuando, a juicio de los trabajadores, la última
oferta del empleador éste la puede mejorar.
Es este un momento muy decisivo, en que se deben
medir bien los pasos que se deben dar.
En mi opinión, la huelga debe votarse favorablemente en el
momento que los trabajadores llegan al convencimiento de que
es la única manera de decirle que no a la última oferta del
empleador y se vea como un mecanismo eficaz para obtener
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mejoramientos de importancia y la perspectiva de una huelga
sea capaz de producir una alteración de la voluntad del
empleador.

15.- LA HUELGA.

La huelga es un derecho fundamental y también


contiene un sentido profundamente democrático: los
trabajadores disponen de su capacidad de trabajo y en el
conflicto se restan cuando estiman que su aporte no es
retribuido como corresponde. Es expresión de dignidad.
Pero la huelga debe ser eficaz, debe contribuir al objetivo
propuesto, porque es un medio y no un fin. En el evento que
los trabajadores consideren que la huelga puede ser un
instrumento eficaz para obtener mejoramientos de
remuneraciones y de condiciones de trabajo, es importante que
ella se prepare con la anticipación necesaria para vivir
exitosamente esa experiencia, con meses de anticipación.
De realizarse la huelga, ésta debe proyectarse fuera de la
empresa, pues se sabe que si no se sale de ella, el efecto que
produce es muy débil y no se obtiene la solidaridad de la
comunidad y de otros trabajadores.
El término de la huelga es un acto de profunda
democracia, expresión de la voluntad colectiva de los
trabajadores, de su existencia, de sus reivindicaciones, que da
cuenta de ser actores de un proceso social. Es un momento
muy importante en la vida del sindicato o del grupo de
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trabajadores que negoció colectivamente, en el que se pueda
medir sus resultados, como expresión de un gran momento de
educación popular, sea que ellos sean buenos o malos, y que
da cuenta de la necesidad de permanencia y de vigencia de la
organización.

16.- EVALUACIÓN DEL RESULTADO DE LA NEGOCIACIÓN


COLECTIVA.

Terminado el proceso de negociación colectiva, el


sindicato debe avocarse a la realización de una evaluación de
dicho proceso, tratando de identificar las causas y
características del proceso que lleva al resultado obtenido.
Considero este momento como de enorme importancia
en la formación de los trabajadores del sindicato. Es importante
que en esta evaluación participen los dirigentes del sindicato y
de los trabajadores que se reunieron para negociar
colectivamente, de los dirigentes de federación o confederación
que los apoyaron y de los dirigentes nacionales que los
orientaron.
El resultado está a la vista: el contrato colectivo al que se
ha llegado.
Es el momento de analizar las debilidades y fortalezas
que se hicieron presente en las negociaciones. Es hora de
mirar autocríticamente el papel que jugaron los dirigentes del
sindicato, las bases del sindicato y los diririgentes nacionales
que los orientaron.
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17.- LA VIGENCIA DEL CONTRATO COLECTIVO.

Es lo construido con el aporte de los trabajadores, y


obliga a las partes, de modo que la existencia de una
organización viva, fuerte, unida, atenta, permite exigir su
cumplimiento. Puede haber un contrato colectivo muy bueno,
pero si no hay una organización que sea capaz de exigir su
cumplimiento, será letra muerta. A la inversa, un mal contrato
colectivo, por el hecho de tener un organización viva, atenta,
alerta, es capaz de revertir la situación y, en cualquier
momento, atento el sindicato y la organización a la coyuntura
propicia, puede cambiar positivamente ese contrato, de manera
que uno tiene que entender que este es un instrumento
esencialmente modificable.
Es el sentido de unidad y pertenencia el que contribuye a
que el contrato se sienta como una construcción propia, de
muchos, pero de uno.

Palabras finales.

Tengo el convencimiento íntimo muy profundo de que


algo que se parezca a un método que recoja básicamente los
elementos que se proponen aquí van a permitir que muchos
trabajadores de nuestro país puedan sacar fuerzas de
flaqueza, puedan masivamente a través del país, aprovechar
estas instancias para hacer mucha crítica, mucha conciencia y

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mucho fortalecimiento de las organizaciones a nivel de
empresa, a nivel del sector económico y a nivel nacional. En
muchos casos va ser posible, si aplicamos este método de
negociación, en donde no existe organización quede
organización. Estas ideas que aporto en este modesto trabajo
pretenden constituir una humilde contribución a la construcción
de un método de negociación colectiva que vayamos
perfeccionando sistemáticamente para sacar algo de esta
situación tan difícil de los trabajadores chilenos. Creo
sinceramente que con este modesto trabajo aporto un granito
de arena al suministrar algunos elementos teóricos, elementos
de conocimiento de la realidad, elementos para el
fortalecimiento de la organización de los trabajadores, que son
garantías indispensables de cualquier proyecto de libertad y de
justicia de los trabajadores.
Al terminar este trabajo, que pretende ser un modesto
aporte a los trabajadores chilenos, no puedo dejar de hacer un
llamado a la unidad de todos ellos, más allá de sus
convicciones políticas, a fin de lograr el peso necesario para
lograr el respetos que se merecen en nuestra patria y lograr
que ésta sea cada vez más democrática, solidaria y respetuosa
de todos los chilenos.

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