Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ddanimales
Ddanimales
Semana 2
<<Hacia una fundamentación filosófica de los derechos de los
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
animales>>
RESUMEN
1
Introducción.
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
definido al hombre como ser racional para delimitarlos de los demás
seres vivos, que quedaban limitados al nivel de meras máquinas
(Descartes).
En este texto me propongo mostrar como la tradición occidental de
desprecio a los animales no ha sido ni la única, ni la más extendida. De
hecho, esta actitud radical se enfoca dentro del ámbito de hegemonía
judeo-cristiano, en contraste con el resto de las culturas primigenias del
planeta, basadas en el respeto por la vida y la naturaleza, y donde el
hombre era un ser vivo más dentro del orden natural.
2
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
que supone maltratar a los animales: el hecho de que los animales
pueden sufrir, apoyándome en las estructuras fisiológicas que el hombre
y algunos animales (mamíferos y aves) tenemos en común. Y el
postulado de que si los animales sienten dolor es inmoral maltratarlos. De
ambos se deduce que provocar daño innecesario a un animal es un
mal moral.
3
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
los pueblos aborígenes. La tradición judeo-cristiana: los animales como
meros instrumentos.
4
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
Esta tradición occidental, caracterizada por el maltrato generalizado a
la especie animal, considerada como mero instrumento, encuentra su
justificación filosófica a partir del siglo XVI. Así, Descartes y el
racionalismo en general, tenderán a considerar al hombre como espíritu
o "res cogitans", mientras que el animal es simplemente materia o "res
extensa" dotada de movimiento, o lo que es lo mismo una simple
máquina.
"...lo cual no parecerá de ninguna manera extraño a los que, sabiendo
cuántos autómatas o máquinas semovientes puede construir la industria
humana, sin emplear sino poquísimas piezas, en comparación de la
gran muchedumbre de huesos, músculos, nervios, arterias, venas y
demás partes que hay en el cuerpo de un animal, consideren este
cuerpo como una máquina que, por ser hecha de manos de Dios, está
incomparablemente mejor ordenada y posee movimientos más
admirables que ninguna otra de las que pueden inventar los hombres. Y
aquí me extendí particularmente haciendo ver que si hubiese máquinas
tales que tuviesen los órganos y figura exterior de un mono o de otro
cualquiera animal, desprovisto de razón, no habría medio alguno que
nos permitiera conocer que no son en todo de igual naturaleza que
esos animales; mientras que si las hubiera que se asemejasen a nuestros
cuerpos e imitasen nuestras acciones, cuanto fuere moralmente posible,
siempre tendríamos dos medios muy ciertos para reconocer que no por
eso son hombres verdaderos; y es el primero, que nunca podrían hacer
5
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
tienen ninguna, pues ya se ve que basta muy poca para saber hablar...
Y no deben confundirse las palabras con los movimientos naturales que
delatan pasiones, los cuales pueden ser imitados por las máquinas tan
bien como por los animales, ni debe pensarse, como pensaron algunos
antiguos, que las bestias hablan, aunque nosotros no comprendemos su
lengua, pues si eso fuera verdad, puesto que poseen varios órganos
parecidos a los nuestros, podrían darse a entender de nosotros como de
sus semejantes" (3).
6
derecho de los animales que nos ofrecen los empiristas ingleses y los
utilitaristas, para Kant, hablar de la moralidad de los animales es
absurdo. La razón pura o humana autofunda su propia moralidad, luego
los animales no tienen moralidad, y por lo tanto, tampoco derechos.
Ahora bien, esto no significa que no tengamos deberes para con ellos.
Tanto para Tomás de Aquino, como para Kant, los animales existen
únicamente como medios ya que no tienen conciencia de sí mismos,
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
pero como quiera que los hombres sí tenemos moral, nuestros deberes
para con los animales son indirectos. Así ambos coinciden en que no es
bueno maltratar a los animales, ya que aquel que tortura a los animales,
también podría ser cruel con los hombres. Así, dirá Kant que "aquel que
se comporta cruelmente con ellos (animales) posee asimismo un
corazón endurecido para sus congéneres (5)" . Y, por tanto, "se puede
conocer el corazón humano a partir de su relación con los animales(6)”
. Por tanto, Kant advierte que tenemos obligaciones morales directas
sólo para con los hombres, que deben ser respetadas siempre y de
modo absoluto (deontologista), mientras que indirectas para los
animales, que deben ser usadas de acuerdo con el principio de utilidad
(teleologista). De ahí que Nozick haya definido la postura ética kantiana
como utilitarismo para los animales, kantismo para las personas (Gracia,
1991, p. 181). "Juzgando según la mera razón, el hombre no tiene
deberes más que hacia el hombre (hacia él mismo o hacia otro);
porque su deber hacia cualquier sujeto es una coacción moral ejercida
por la voluntad de éste. Por tanto, el sujeto que coacciona tiene que
ser, en primer lugar, una persona, en segundo lugar, esta persona tiene
que actuar en pro del fin de la voluntad de esta persona, y esto sólo
puede suceder en la relación recíproca entre dos seres existentes...
Ahora bien, contando con toda nuestra experiencia, no conocemos
ningún otro ser capaz de obligación (activa o pasiva) más que el
hombre. De aquí que el hombre no pueda tener ningún deber hacia
cualquier otro ser más que hacia el hombre y en el caso que se imagine
7
que tiene un deber semejante, esto sucede por una anfibología de los
conceptos de reflexión, y su presunto deber hacia otros seres es
sencillamente un deber hacia si mismo; a este malentendido llega al
confundir su deber con respecto a otros seres con su deber hacia esos
seres.
[...] Con respecto a la parte viviente, aunque no racional, de la
creación, el trato violento y cruel a los animales se opone mucho más
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
íntimamente al deber del hombre hacia sí mismo, porque con ello se
embota en el hombre la compasión por su sufrimiento, debilitándose así
y destruyéndose paulatinamente una predisposición natural muy útil a la
moralidad en la relación con los demás hombres; si bien el hombre tiene
derecho a matarlos con rapidez (sin sufrimiento) o también a que
trabajen intensamente, aunque no más allá de sus fuerzas... son, por el
contrario, abominables los experimentos físicos acompañados de
torturas... Incluso la gratitud por los servicios largo tiempo prestados por
un viejo caballo o por un perro (como si fueran miembros de la casa)
forma parte indirectamente del deber de los hombres, es decir, del
deber con respecto a estos animales, pero si lo consideramos
directamente, es sólo un deber del hombre hacia sí mismo (7)”.
8
rendían culto a los animales cazados, así los yaquis de México bailan la
danza del venado, en la que el cazador se identifica con los sufrimientos
de su víctima, tratando así de pedir perdón por haber cometido el
crimen de cazarla. También podemos señalar a Zaratustra, quien abolió
los sacrificios de bueyes, y cuya actitud pasó de Irán a la India, donde la
vaca pasó a ser un animal sagrado, y a Grecia, donde se manifiesta
claramente en los pitagóricos y en Empédocles. Pero es en la India
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
donde encontramos dos de las corrientes filosóficas que han prestado
mayor atención tanto a la convivencia de los hombres entre sí, como
del hombre con la naturaleza, cayendo en un biocentrismo quizá
exagerado o radical: el jainismo y el budismo.
Según Mahavira († 468 a.C.), fundador del jainismo (8), tanto los
organismos vivos como los elementos materiales poseen alma o vida
(jiva), así cuando encendemos una llama, la llama nace, y cuando la
apagamos muere. En lo que respecta a los seres vivos, los jainas los
dividían en cinco clases según el número de sentidos que poseyesen.
Así, la clase más elevada era la de los dioses, los hombres, los animales
superiores y los demonios, quienes poseían los cinco sentidos. Dentro de
este grupo, los dioses, los hombres, los demonios, los monos, las vacas,
los caballos, los elefantes, las palomas, los loros y las serpientes, poseían
inteligencia. En la segunda clase se agrupaban los seres que poseían los
cuatro sentidos de la vista, oído, olfato, gusto y tacto, a saber, las
moscas, avispas, mariposas y otros grandes insectos. Los de la tercera
poseían solamente olfato, gusto y tacto, los de la cuarta clase gusto y
tacto, y finalmente, los de la quinta clase, donde se incluían tanto los
vegetales como los cuerpos de tierra, agua y fuego, sólo poseían el
sentido del tacto (Mosterín, 1986, p. 49-50). El hombre se puede
reencarnar, en el ciclo del samsara, de renacimiento y muerte, en
cualquier ser con alma, de ahí que dependiendo del karman (el peso
de los actos) nos reencarnaremos en uno u otro ser, hasta que nuestra
alma sea tan pura que rompamos este ciclo fatal y se produzca la
9
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
karman material.
El karman es la materia inerte y coloreada que se va introduciendo en
nuestras almas como consecuencias de nuestras acciones, haciéndola
pesada y opaca. Lo que más karman introduce es la himsa. Pero
cuando matamos o hacemos daño a un ser vivo, la cantidad de
karman que introducimos en nuestra alma será tanto mayor cuanto más
elevada sea la posición de ese ser vivo en la escala anterior. Por ello es
peor matar a un cerdo que a una mosca, y peor matar a una mosca
que golpear a un cerdo. De ahí que todos los jainas sean vegetarianos,
y tengan el máximo cuidado en no dañar sin querer cualquier
microorganismo, por lo que filtran el agua que beben o barren
suavemente el suelo por el que caminan, ya que lo que contamina el
alma no es la intención, sino el hecho material de dañar a un ser vivo,
aunque sea de modo no intencional (Mosterín, 1986, p. 51).
También Buddha integró la ahimsa dentro de su doctrina, así el primero
de los 10 preceptos o mandamientos budistas era el de abstenerse de
matar o dañar seres vivos. Y de hecho entre las ocho cosas que podía
poseer un monje (9) estaba un filtro para filtrar el agua y evitar así ingerir
sin querer los microorganismos que pudiera contener esta.
Pero la generalización del budismo se debió a la conversión del
emperador Asoka (siglo III a.C.) quien arrepentido de sus sangrientas
victorias militares, abrazó el dharma (la doctrina ética de las escuelas
heterodoxas) y se dedicó a propagarlo. Así, impuso el respeto y el amor
a la vida en todas sus manifestaciones, hizo plantar árboles frutales y
10
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
p.24-25). En esta tradición, se inserta Porfirio († 304), quien defiende en
Sobre la abstinencia de animales que el régimen alimenticio carnívoro
es superfluo, costoso y nocivo para la salud; y que la ingestión de carne
constituye un grave delito, porque requiere dar muerte a animales
inocentes. Para Porfirio, los animales tienen vida, sensación y memoria, y
por tanto inteligencia, con lo que están emparentados con nosotros.
Por aquella época, Mani (o Manes; † 275) impuso el respeto moral hacia
los animales y el vegetarianismo estricto a los maniqueos. Se opusieron a
la caza y a la jardinería, ya que suponía la poda y la tala de árboles.
Pero si queremos encontrar posturas filosóficas que no caigan en este
biocentrismo radical, debemos dar un salto en el tiempo y llegar hasta
el siglo XIX. Fue Jeremy Bentham quien inició el debate moderno acerca
del respeto y los derechos de los animales dentro ya, de una postura
menos radical, cierto antropocentrismo débil. De hecho la postura
contemporánea, a mi juicio más coherente, de respeto por la
naturaleza y los animales sería este cierto antropocentrismo no radical o
moderado (Norton, Sosa) frente al biocentrismo contemporáneo (Paul
W. Taylor) y al antropocentrismo fuerte, heredero de la tradición judeo-
cristiana (Watson).
11
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
argumentación.
Como señala Nicolás Sosa (2001), el esfuerzo más coherente por
presentar una ética medioambiental biocentrista lo supone Paul W.
Taylor, profesor del Brooklyn College de la Universidad de Nueva York. El
objetivo de Taylor es presentar "un sistema de ética medioambiental
centrado-en-la-vida (life-centered), como alternativo a los sistemas de
ética centrados-en-lo-humano (Sosa, 2001, cap.4 p.15)".
La teoría de Taylor parte de dos conceptos: i) la consideración del bien
de los seres vivos como "proporcional" y "medio" (average good). Y ii) el
concepto de valor inherente (inherent worth).
12
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
3) Los organismos individuales, entendidos cada uno como un fin en sí
mismo que persigue su propio fin a su propio modo.
13
Ahora bien, este debate no se acaba en estos extremos, sino que cabe
una postura media entre biocentrismo y antropocentrismo radical, que
acerque ambas sin caer en los errores de una y en los prejuicios de la
otra. Se trata del antropocentrismo débil.
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
Brian G. Norton, del New College de la Universidad de Florida del Sur y
Nicolás M. Sosa, han incidido sobre la necesidad de apartarse de los
puntos de vistas tradicionales, dejando de un lado el debate entre
antropocentrismo y biocentrismo, y dándole la primacía a la dicotomía
entre individualismo y no-individualismo, para poder pensar en una ética
ecológica distintiva.
14
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
"La introducción de este concepto de antropocentrismo débil, procede
que valoremos la otra gran idea directriz de la propuesta de Norton, a
saber, la de que ninguna ética medioambiental puede derivarse de
una base individualista, sean humanos o no humanos los individuos en
cuestión. En otras palabras, para Norton, si una ética
medioambientalista es distintiva, lo es, no por ser necesariamente no-
antropocéntrica, sino por ser no-individualista" (11)
15
contrario solo el hombre es un ser moral, pero ello no quiere decir que
necesariamente los animales no sean sujetos de derechos.
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
animales pero no de derechos, ya que no es posible ampliar la teoría
contractual hasta incluir en ellas a los animales de un modo natural.
No obstante, a mi juicio Rawls no consigue superar la perspectiva de
Bentham acerca de los derechos de los animales. El gran acierto de
Jeremy Bentham es el de enfocar la cuestión acerca de si los animales
son o no sujetos de derechos, no desde el punto de vista contractual,
de si son o no racionales, sino desde un punto de vista más vital, si son o
no capaces de sufrimiento.
16
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
intereses. Que todo animal sufre es un hecho. El dolor es un estado
neurofisiológico real y objetivo cuya finalidad es lograr la supervivencia
del individuo. Por lo tanto, el sufrimiento es el mismo para hombres y
para animales, y si torturar, a un hombre es un delito, hacer sufrir
voluntariamente a un animal carece de toda justificación moral, y ha
de ser penado legalmente.
"Si un ser sufre, no puede existir ningún tipo de justificación moral para
rechazar que ese sufrimiento sea tenido en cuenta. Cualquiera que sea
la naturaleza del ser, el principio de igualdad requiere que el sufrimiento
sea considerado de igual manera que el sufrimiento de cualquier otro
ser -hasta donde pueden establecerse comparaciones de esta índole -.
Si un ser no es capaz de sufrir, ni de experimentar goce o felicidad, no
hay nada que tener en cuenta. Esta es la razón por la que el límite de la
sensibilidad es el único límite defendible de preocupación por los
intereses de los demás. Señalar este límite mediante alguna
característica como la inteligencia o la racionalidad, sería restringirlo de
forma arbitraria. ¿Por qué no elegir otra característica como por
ejemplo el color de la piel? (13).
17
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
el dolor sufrido por un cerdo o un toro, como el sufrido por un hombre?.
En lo que sigue se demuestra que las estructuras sensitivas de todos los
mamíferos y las aves son prácticamente idénticas, por lo tanto, tan malo
es hacer sufrir a un hombre como a un animal capaz de sentir dolor.
18
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
transpiración, y finalmente caída de la presión sanguínea. Todo esto se
explica por el hecho de que neurológicamente, y aunque la corteza
cerebral del hombre esté más desarrollada, la parte del cerebro donde
se localizan los impulsos básicos, las emociones y los sentimientos es el
diencéfalo, muy desarrollado en los mamíferos y las aves.
Además, el desarrollo de los sistemas nerviosos de las especies animales
cumple una función evolutiva específica para garantizar su
supervivencia y la de su especie, así existen casos en los que la
manifestación exterior del dolor es útil, como el caso señalado por David
McFarland, en que un chimpancé al que se le ha clavado una espina
en el pie grita hasta que sus compañeros acuden a ayudarle,
sacándole la espina. Y casos en lo que esta manifestación en conducta
no es útil, como el del ñu que está siendo desgarrado por los licaones en
la sabana y sufre en silencio porque sus gritos no ayudarían a salvarlo,
mientras que pondría en peligro a sus compañeros de manada que
acudieran a salvarlo. Volviendo a la base neurológica del dolor, la
teoría del control del dolor mediante puertas sinápticas, de Melzack y
Wall, en 1965, y actualmente aceptada, y los experimentos de
estimulación eléctrica sobre ciertas áreas del diencéfalo y del
mesencéfalo, llevados a cabo por James Olds y José Rodríguez
Delgado, entre otros, evidencian que la arquitectura neurológica de la
mayoría de los vertebrados, y de todos los mamíferos, es virtualmente
idéntica y, por tanto, el placer y el dolor son procesos objetivos que
tienen que ver con la frecuencia con la que los impulsos nerviosos llegan
19
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
4. El mal moral hacia los animales.
Ahora bien, con esto no basta. Es el deber del hombre, evitar el mal
moral con respecto a los animales. El mal moral consiste en la
20
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
matanza de animales para robarles la piel (14).
21
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
para nada en esta cuestión nuestro grado de inteligencia o
racionalidad. De modo que, concluye, "parece que es moralmente
ilícito provocar daño innecesario a los animales" (16).
Algunos autores han criticado a los defensores de los animales,
malinterpretando sus intenciones, un intento de suplir los Derechos
Humanos por los derechos de los animales. Pero nada de eso, como
dice explícitamente LaFollette, cada facultad específica está ligada a
un derecho particular. De este modo los Derechos Humanos se
fundamentan en la racionalidad del hombre y en el contrato social. No
hay nada en estos argumentos que pretendan socavar los derechos
inalienables del hombre, al contrario, los Derechos Humanos están aquí
para quedarse, o mejor aún para potenciarse. De lo que se trata es de
dar un paso más en la evolución moral del hombre: si la gran conquista
ética y política del siglo XX fue la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre, el siglo XXI debería ser el siglo de la implantación definitiva
de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Una vez
que esto sea una realidad, desaparecerán prácticas bárbaras como las
peleas de gallos, las corridas de toros o la matanza.
22
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
psicológicos en los animales, papel que creo que deben ser al menos
señalados.
Creo que la postura de Bentham-Singer-LaFollete, según la cual los
animales tienen derecho a no sufrir tortura y ser respetado como seres
vivos, debido a que sufren, tal y como lo haría un hombre, ante estas
prácticas, debe de ser la piedra angular sobre la que se levante una
legislación que prohiba todo daño innecesario provocado a un animal.
No obstante, en esta postura se deja de lado la cuestión acerca de si
realmente los animales son <<inteligentes>> o simplemente son meras
máquinas que nos hacen creer que detrás de sus actos existe cierta
intención.
Desde el punto de vista de las ciencias cognitivas apenas hay lugar
para la duda: los animales, al igual que los hombres e incluso algunas
máquinas, son inteligentes.
23
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
dicho muy brevemente, necesita de un mecanismo de entrada de
información y una salida de la información ya computada, mediadas
por una memoria donde se almacenan los datos, y una unidad interna
de control que manipule la información. Desde este prisma, la
inteligencia se define como la capacidad de resolver problemas,
mediante la manipulación interna de símbolos. Ejemplos de tareas que
evocan inteligencia (resuelven problemas) serían resolver problemas
lógicos, jugar al ajedrez o usar un palito para coger la miel de un panal.
Si echamos un vistazo al mundo que nos rodea, es fácil advertir que
tanto los hombres, como los animales e incluso las máquinas son
sistemas de procesamiento de información capaces de mediar
soluciones a los problemas que se les plantean. De este modo, para las
ciencias cognitivas, los animales son inteligentes.
No me voy a detener más en explicar los principios de la psicología
cognitiva. Pero si me parece relevante observar ciertas conductas
animales bajo la luz de este paradigma. Lo que quiero dejar de
manifiesto es que la nueva filosofía de la mente (P. Martínez-Freire,
1995), esto es, la filosofía de la mente que se desarrolla (desde 1977) en
el marco de las ciencias cognitivas (17) nos ofrece el punto de vista
filosófico capaz de fundamentar los derechos de los animales, no ya
desde la capacidad de sufrir, sino desde su puesto en el mundo como
seres inteligentes y conscientes.
24
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
y que fue grabada con videocámara haciéndose signos a ella misma
(también los chimpancés hablan solos). En la actualidad docenas de
simios (chimpancés, orangutanes, gorilas y bononos) han aprendido a
emplear el lenguaje por señas.
25
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
dice explícitamente:
Bibliografía:
26
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
MARTÍNEZ-FREIRE, P.F. 1995: La nueva filosofía de la mente. Barcelona,
Gedisa.
27
ÍNDICE:
· Introducción.
1. Dos tradiciones ante los derechos de los animales.
2. Antropocentrismo versus biocentrismo.
3. ¿Pueden sufrir los animales?.
4. El mal moral ante los animales.
5. Conclusiones. Y sin embargo los animales son inteligentes.
· Bibliografía.
· Notas.
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
NOTAS:
1. "Maybe one day our children will look back on the current generation
and wonder how we ever believed it was tolerable to treat animals the
way we do. I sincerely hope so (H. LaFollette 1989, p.8)"
2. Tomás de Aquino, Summa contra gentiles, libro III, cap.112, citado por
J. Mosterín, 1995, p.18.
3. R. Descartes, 1981, pp. 80-82.
4. Como luego veremos, el chimpancé Washoe emplea un lenguaje de
signos para comunicarse con sus cuidadores, y además está enseñando
ese lenguaje a su hijo adoptivo Louis, en el zoo de Atlanta, Georgia.
5. I. Kant, Lecciones de Ética, Crítica, Barcelona, 1988, p. 287, citado por
Gracia Guillén, 1991, p. 179.
6. Ibid.
7. I. Kant, 1994, pp. 308-310.
8. Junto al budismo, la escuela heterodoxa más importante de la India
clásica.
9. Tres hábitos azafranados, un cinturón, un tazón para las limosnas, una
navaja de afeitar, una aguja y un filtro.
10. Watson, "A critique of anti-antropocentrism biocentrism", en
Environmental Ethics 5 (1983), p.256, citado por N. M. Sosa, 2001, cap.4,
p.18.
11. N. M. Sosa, 2001, cap.4, p.20.
12. Bentham, J. Introducción a los principios de la moralidad y la
legislación, cap. 18, sec. 1, nota, citado por P. Singer, 1984, p. 71.
13. P. Singer, 1984, p.72.
14. Un caso delicado es el de la experimentación farmacológica o
científica. Como necesitaría un estudio caso a caso no me pronunciaré
sobre él. Solamente decir que cualquier experimento innecesario o sin
justificación debe de ser prohibido.
15. "Suppose a race of super aliens came to Earth, aliens whose
intelligence was vastly superior to ours. Let us suppose they were brighter
relative to us than we are relative to other mammals. If that happened
woud these aliens be justified in roasting us or using us to test some new
28
cleanser for their spacecreft? I would surely have thought (and hoped)
not. If they aren´t, it seems we must conclude that intelligence and
racionality do not justify our belief that it is wrong to inflict needless pain
on humans (H. LaFollette 1989, p. 5)".
16. "Consequently, it seems that it is morally impermissible to inflict
unnecessary pain on animals (Ibid.)".
17. La nueva filosofía de la mente trabaja en tres niveles distintos: i)
como filosofía de las ciencias cognitivas (filosofía de la psicología y
filosofía de la Inteligencia Artificial) trata de elucidar la naturaleza de la
mente en general (humana, animal y artificial), ii) como nueva teoría
Politécnico
Grancolombiano
en
alianza
con
Whitney
International
University
System
del conocimiento basada en los datos aportados por las ciencias
cognitivas, opuesta a la vieja teoría del conocimiento de orientación
metafísica, y iii) como semántica filosófica o teoría de la representación,
ocupándose del análisis de los sentidos, significados y referencias. Por lo
tanto la nueva filosofía de la mente es tanto filosofía de la ciencia, del
conocimiento y del lenguaje (P. Martínez-Freire, 1995, pp.17-24).
18. P. Singer, 1984, p.163.
www.albertofortes.com
e-mail: correo@albertofortes.com
29