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ADICCIONES

2020

6 JUNE

COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA


Creado por: Rogelio Hernández Vázquez

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ADICCIONES - ALCOHOLISMO
INTRODUCCIÓN
Muchas veces, las personas con problemas de alcoholismo no pueden aceptar
cuándo su consumo de la bebida está fuera de control. Cuando su cuerpo depende del
alcohol para funcionar y por lo tanto, su consumo causa problemas con la salud, la vida
social, la familia o el trabajo. Reconocer que se tiene un problema de alcoholismo es el
primer paso para lograr estar libre del alcohol. Y eliminar como tal ese hábito
descontrolado.

¿Tienes hábitos que sientes incapaz de cambiar? ¿Te has


preguntado alguna vez por qué sigues usando una sustancia
que sientes que te hace daño? ¿Qué hace que nos volvamos
adictos?

Para cambiar este hábito lo primero que se debe hacer es cambiar el estilo de
vida y por lo tanto realizar lo siguiente:
 Evitar las personas con las que normalmente bebería o los lugares donde
tomarías.
 Planear actividades que disfrutes y que no impliquen beber.
 Mantener el alcohol fuera del hogar.
 Seguir un plan para manejar las ganas de beber.
 Hablar con alguien de confianza cuando tengas ganas de beber.
 Inventar una manera amable pero firme de negarse a beber cuando le ofrezcan
un trago.
No solamente se tiene una adicción al alcohol, existen tantas adicciones a diferentes
sustancias.
A menudo podemos vernos repitiendo comportamientos, sin saber exactamente por
qué lo estamos haciendo. Ya sea fumar, trabajar en exceso, comer compulsivamente,
mantener una relación tormentosa o mirar el celular y las redes sociales cada dos
minutos. Existe una gran variedad de formas de actuar cuya motivación muchas veces
no es evidente, ni mucho menos consciente.

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Como es habitual, la causa de la adicción normalmente se achaca a una causa
externa, en este caso las diferentes sustancias adictivas como los opiáceos (amapola),
la nicotina o el alcohol. Sin embargo, la reacción que estas sustancias generan en
nuestro cuerpo no es otra cosa que la estimulación de diferentes neurotransmisores
asociados con el placer, como la dopamina, la serotonina o las endorfinas.

El cuerpo humano tiene la capacidad de generar estos neurotransmisores de forma


natural, sin embargo,  las personas adictas buscan sobre-estimular estos centros
neurológicos a través de sustancias o acciones que acaban transformándose en
compulsiones.

El profesor de psicología Bruce Alexander ha estudiado las adicciones durante décadas,


llegando a unos resultados revolucionarios que contradicen todo lo que popularmente
se pensaba sobre las drogas adictivas.

Veamos uno de sus experimentos:

1. Estudió a una rata encerrada en una jaula con dos recipientes de los que
podía beber: uno de agua potable y otro de agua con heroína. En este
ambiente la rata consumía el agua adulterada con la droga hasta tener una
sobredosis y morir. Sin embargo, para poder validar este experimento, se
planteó llevar a cabo el mismo estudio con un grupo mayor de ratas, hembras
y machos, que convivían en lo que podría llamarse un “parque de
atracciones” para ratas. Curiosamente, en este ambiente, en el que podrían
jugar, relacionarse entre ellas y reproducirse, solamente bebían agua
potable, y ninguna consumió agua con heroína.

2. En siguientes estudios intentó probar esta misma influencia del ambiente en


seres humanos. En este caso se estudió a los militares que volvían de la
conocida y cruel guerra de Vietnam. En aquel ambiente bélico, el 20% de los
soldados del ejército norteamericano consumían recurrentemente heroína.
Según la teoría clásica sobre adicciones se suponía que, al volver a sus casas,
ya habrían desarrollado la adicción y proseguirían con estos hábitos nocivos.
La sorpresa fue descubrir que el 95% dejó de consumir heroína una vez había
cambiado el ambiente en el que vivían.

De igual forma, las personas que son tratadas después de una operación con
diamorfina – una droga más potente aún que la heroína-, no desarrollan adicciones una
vez son dadas de alta, ya que regresan a un ambiente emocional del que no tienen la
necesidad de evadirse. Existen muchos más estudios y meta-análisis que refrendan esta
hipótesis.

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Como vemos, en última instancia no es la droga en sí la causante de la adicción, sino la
dependencia del estado conseguido a través de la misma. Por ello podemos afirmar
que el ambiente emocional es un factor determinante en el desarrollo de adicciones.

Las adicciones sirven a las personas para evadirse de una situación o ambiente
conflictivo que no saben afrontar, por no tener las herramientas o capacidades
necesarias. Del mismo modo, podemos considerar que existen también adicciones o
dependencias emocionales, mediante las cuales una persona se hace dependiente de
alguien externo, que sirve –al igual que el resto de adicciones- de paliativo para su
propio malestar, resolviendo esta tercera persona aquello que el individuo no sabe
solucionar por sí mismo.

Cuando nos desconectamos de nuestro entorno, por no saber gestionarlo


emocionalmente, surgen las adicciones como una nueva forma de conexión, en este
caso con una sustancia o comportamiento determinado con el que establecemos una
relación de dependencia.

John Grant, psiquiatra y director de la Clínica de Trastornos Adictivos, Compulsivos e


Impulsivos de la Universidad de Chicago afirma que: 

“Cualquier realidad que reporte una recompensa excesiva, cualquier elemento de


efectos euforizantes o calmantes, puede crear adicción. Que llegue o no a crearla
depende de la vulnerabilidad de la persona, influida por la genética, la ansiedad y la
depresión, entre otros factores. No todos desarrollamos adicciones.”

Por ello, la Bioneuroemoción propone, en estos casos, el estudio de la historia


familiar y la herencia epigenética para comprender qué predispone a una persona a
tener una personalidad adictiva. Además, será de enorme utilidad conocer el contexto
donde se ha desarrollado la adicción para comprender cómo superar esta
dependencia emocional.

Cuando somos capaces de interpretar y reaccionar de una forma más adaptativa


frente a nuestro entorno, las adicciones dejan de tener sentido. Mediante este cambio
de percepción, y el desarrollo de aquellas habilidades que permiten al individuo
desenvolverse con una mayor madurez emocional, modifica su forma de percibir su
realidad; y puede elegir, esta vez sin condicionamientos, una forma más saludable de
relacionarse con sí mismo y con el mundo.

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Conclusión:

El consumo de drogas o los comportamientos adictivos sirven de evasión frente al


ambiente en el que estamos viviendo.

Todas las adicciones, esconden algo. Toda adicción evita el contacto con la emoción.
Puede ser un sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo, querer
formar parte de un grupo, desconexión con nuestro ser superior. Nuestra realidad nos
hace sufrir y la adicción enmascara nuestro sufrimiento, de forma temporal para luego
recrudecerlo.

"No soy capaz de afrontar una situación".


"Con esto (droga) me siento fuerte". "Con un cigarrito me siento seguro". "Con una
copa me siento seguro". "Con una dosis me siento seguro". "Con una pastilla me siento
seguro".

La única forma de evitar las adicciones es además de tener voluntar y coraje,


afrontar el tema emocional que se pretende cubrir, enfrentarlo y crear hábitos que
eviten seguir con la adicción, rompiendo así la sobre estimulación toxica por una
saludable para que los neurotrasmisores se desarrollen de forma natural.
 

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