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Capitulo de Muestra - Neuropsicologia Infantil PDF
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Síndrome de Asperger
Suspenso en recreo
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Mientras esta popularidad ha supuesto una dros cualitativa y etiológicamente diversos, el sín-
atención mayor sobre las dificultades específicas drome de Asperger y el autismo, permitiría inci-
de los niños y adolescentes autistas en general, la dir en las necesidades específicas de cada uno a la
literatura científica incide en la importancia de la hora de establecer un diagnóstico precoz, diseñar
delimitación conceptual del síndrome de Asper- una intervención eficaz e incluso incorporar me-
ger en especial frente al autismo de alto funcio- didas preventivas o ajustar el pronóstico. Sin em-
namiento, aún sin criterios consensuados, el tras- bargo, si las diferencias son cuantitativas, aquellos
torno semántico-pragmático (v. cap. 19) o el de niños y adolescentes con síndrome de Asperger
aprendizaje no verbal (v. cap. 34), así como frente podrían verse beneficiados del abundante cuerpo
a otras alteraciones con las que presenta una eleva- de conocimientos relativos al autismo (Macintosh
da comorbilidad, como el trastorno por déficit de y Dissanayake, 2004). La literatura neuropsicoló-
atención con hiperactividad (v. cap. 24), el nega- gica y neurocientífica en general ofrece datos en
tivista desafiante e incluso los problemas afectivos. esta misma línea: la dificultad para establecer un
De esta manera, delimitar si se está ante dos cua- perfil de déficits del síndrome de Asperger tan-
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Punto de corte/puntuación
Algoritmo diagnóstico ADI-R Puntuación de César
máxima en la escalaa
Alteraciones cualitativas de la interacción social recíproca 10/26 19
gos solitarios, como escribir nombres en un folio, origen andaluz (como una articulación marcada
no cabía interpretar tales conductas como timidez de la /s/ en posición inversa). Su vocabulario era
o ansiedad social, puesto que no presentaba pro- adecuado desde el punto de vista cuantitativo,
blemas para acercarse a desconocidos, y llegaba si bien mostraba un alto interés por palabras de
incluso a mostrarse desinhibido en la interacción baja frecuencia, como «alternativa», «nocturno» o
con los adultos. Se valoró asimismo una limitada «significado», que convertían su habla en pedante.
reciprocidad emocional: era capaz de reír cuando A la vez, presentaba dificultades progresivas ante
otros lloraban, a pesar de reconocer y denominar los mayores niveles de abstracción conceptual y
el estado de ánimo que presenciaba. empleaba este tipo de vocablos fuera de contexto.
Realizaba en aquel momento inversiones prono-
Comunicación minales (p. ej., hablaba de sí mismo en tercera
persona) y mostraba algunas ecolalias inmediatas
Comenzó a hablar en torno al año de edad. Co- y demoradas, que fueron disminuyendo.
nocía numerosas palabras ya en ese momento […]. Su Los aspectos comprensivos del lenguaje oral po-
desarrollo gramatical era bueno, aunque se refirió a sí dían considerarse adecuados, aunque con ligeras
mismo en tercera persona hasta los 4 o 5 años. Nunca dificultades para responder a frases interrogativas
había sido muy comunicativo. Incluso de adulto sólo
que comenzaran con pronombres del tipo quién,
daba información si se le preguntaba, y aun así contes-
taba de la manera más breve posible. Sus expresiones cómo, etc. Por otra parte, si bien en aquel mo-
faciales y sus gestos eran limitados, y su voz monótona. mento inicial esta comprensión de los contenidos
Sobre K.N. Wing (1981)
se ceñía a lo literal del discurso y, por lo tanto, a
lo que se espera de un niño de esta edad, confor-
En cuanto a la comunicación no verbal, César me pasaron los meses y años fue desajustándose
apenas mantenía contacto ocular con su interlo- con respecto a su grupo normativo a la hora de
cutor, no respetaba los espacios interpersonales, entender el lenguaje con mayor carga inferencial,
hablaba a escasos centímetros del otro, y durante como metáforas, fórmulas indirectas, juegos de
las interacciones realizaba frecuentes manieris- palabras, chistes o ironías. Esta falta de claridad
mos o adoptaba posturas corporales poco correc- para percibir significados múltiples, junto con la
tas, como contorsionarse mientras se le hablaba. baja capacidad para interpretar claves no verbales
Además, su expresión facial y su prosodia eran y sus dificultades para interpretar intenciones en
a menudo incongruentes con el contenido de la los demás, le llevaban a realizar interpretaciones
conversación. literales de los mensajes (p. ej., en una ocasión,
En lo que se refiere a la comunicación verbal, mientras montaba un rompecabezas, el terapeuta
y en concreto a sus aspectos formales, el lengua- le animó a que intentara colocar una de las piezas
je era correcto, con excepción de algunos errores diciéndole: «prueba», e inmediatamente se llevó la
morfosintácticos habituales desde un enfoque pieza a la boca como si le estuvieran demandando
evolutivo, como la sobregeneralización de reglas que la degustase).
(p. ej., /estoi inagusto/ por «no estoy a gusto»). En esta misma línea, las principales dificultades
La pronunciación aparecía, en ocasiones, exage- de César se observaban en los aspectos pragmáticos.
radamente correcta para un niño de su edad y de Su conocimiento y aplicación del conjunto de re-
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◆◆ La literatura científica sigue tratando de estable- autismo o sólo en la mayoría de los individuos
cer un perfil de alteraciones neuropsicológicas diagnosticados? En la actualidad, los datos apun-
asociadas al autismo, así como la correlación con tarían a una pluralidad de factores como respon-
el sustrato anatómico, metabólico y funcional sables del autismo.
que pueda dar cuenta de estos déficits. ◆◆ De esta manera, y a tenor de los resultados, se
◆◆ En cuanto a las alteraciones anatómicas, se ha han propuesto diversas teorías neurocognitivas
observado un mayor volumen de la sustancia para explicar el síndrome de Asperger (v. cap.
gris y la blanca, sobre todo frontal, así como un 20). Las que cuentan con mayor respaldo serían
menor volumen en la amígdala, el hipocampo, la del déficit en la adquisición de una teoría de
el núcleo caudado y el cerebelo. Un metaanálisis la mente o déficit en la mentalización, la de la
de Yu et al. (2011) sobre las investigaciones con disfunción ejecutiva y la de la coherencia central
resonancia magnética en cerebros de personas débil (Hill y Frith, 2004; Townsend y Westerfield,
con autismo y con síndrome de Asperger para 2010). Baron-Cohen (2010) añade una cuarta
apreciar similitudes y diferencias entre ellos, teoría que pretende abarcar la globalidad de
concluye que en ambos trastornos se detecta los síntomas y las evidencias empíricas hasta el
un volumen mayor de sustancia gris en regiones momento, denominada teoría de la «empatía-
ventrales del lóbulo temporal izquierdo, pero sistematización», que hace referencia a la diver-
que difieren en la distribución de las alteraciones gencia entre dos dimensiones de estilo cogni-
halladas, ya que en el caso del autismo se obser- tivo: la empática, deficitaria en el síndrome de
va una distribución hemisférica más bilateraliza- Asperger, y la de sistematización (entendida
da. Unos años antes, el mismo grupo había co- como la búsqueda de las reglas que rigen los
municado una distribución también diferente de sistemas de cualquier tipo –mecánicos, numéri-
las anomalías en la sustancia blanca. En el caso cos, motores, de colección, etc.–, para predecir
de los déficits funcionales se ha detectado hipo- su funcionamiento) en la media o por encima de
metabolismo en las zonas asociadas al «cerebro la media en este síndrome. Esta teoría abarca-
social»: corteza medial y orbitofrontal y corteza ría la propuesta del autor de la concepción del
cingulada, circunvolución frontal inferior y tem- cerebro masculino extremo, a partir de las dife-
poral superior, unión temporoparietal, circun- rencias de género en estas dimensiones: las mu-
volución fusiforme y amígdala (Baron-Cohen, jeres puntuarían mejor en tareas que miden la
2010) (Recuadro 22-3). empatía, mientras que los hombres lo harían en
◆◆ Sin embargo, el conocimiento acerca de las bases las que implican sistematizar, siendo esta venta-
neurobiológicas es limitado, los datos son incon- ja extrema en las personas con síndrome de As-
sistentes, cuando no abiertamente contradicto- perger. Baron-Cohen recoge una quinta teoría:
rios, y las hipótesis explicativas carecen de espe- la magnocelular, focalizada en una disfunción
cificidad, singularidad y universalidad. En otras visual, en concreto de las vías magnocelulares
palabras: a) ¿emergería el autismo a partir de un que procesan el movimiento.
único factor etiológico o hay diversos factores ◆◆ Sin embargo, hasta el momento cada una de es-
implicados?; b) ¿es ese factor (o factores) única- tas teorías se centra en aspectos específicos del
mente explicativo para el autismo o da cuenta trastorno, sin que una sola pueda dar cuenta de
de las alteraciones observadas en otros trastor- la globalidad de los síntomas observados. De he-
nos del neurodesarrollo?, y c) ¿está presente ese cho, es muy probable que las diversas teorías no
factor (o factores) en todos los individuos con sean incompatibles entre sí.
◆◆ En contraste con otros trastornos del espectro ciones negativas y de carácter social más que bá-
autista, los individuos que padecen síndrome sicas. También se han encontrado en lesionados
de Asperger a menudo pueden desear interac- bilaterales dificultades para establecer juicios so-
tuar socialmente o tener amigos y una pareja. ciales en general, por ejemplo los que implicaban
Sin embargo, las dificultades a la hora de rela- detectar en fotografías el contacto ocular directo
cionarse con los otros son evidentes. ¿Es una o la dirección de la mirada, o en tareas de razo-
forma extrema de egocentrismo cognitivo, no namiento verbal que incluían engaños o trampas
deliberado, que da lugar a una ausencia de con- en interacciones sociales.
sideración hacia los otros? ¿Se trata de una fal- ◆◆ En la actualidad se han incrementado los datos
ta de empatía, de sintonía emocional hacía los a favor del papel de la amígdala en las dificulta-
demás; un déficit básico en el reconocimiento des de procesamiento de la información social
de emociones, en especial las más complejas, y emocional en el autismo y en el síndrome de
las sociales, o una dificultad para integrar los Asperger. Así, en los estudios post mortem en
aspectos cognitivos y afectivos de los estados individuos diagnosticados como autistas se ha
mentales? (Frith, 2004). observado una disminución de la densidad y
◆◆ Las dificultades en la interacción social y en la un tamaño menor de las células de esta estruc-
comunicación observadas en los trastornos del tura. La neuroimagen estructural ha revelado
espectro autista se han postulado secundarias a anormalidades en el tamaño o en el volumen
anormalidades en las estructuras límbicas o en amigdalino, si bien en este caso se ha constata-
sus conexiones. El denominado «cerebro social» do tanto un incremento como un decremento
incluiría zonas frontales y temporales y sus co- y no específico de la amígdala, sino aplicable
nexiones: en el primer caso, la corteza cingulada también al hipocampo, e incluso no se ha halla-
y la orbitofrontal contribuirán al desarrollo de la do relación entre el volumen y los parámetros
autoconciencia y de la capacidad de entender las conductuales asociados al autismo (Dziobek et
intenciones de los otros; en el segundo, la amíg- al., 2006).
dala, la ínsula y el hipocampo tendrán un impor- ◆◆ Especialmente fructífera parece la relación entre
tante papel en la memoria emocional, que inclu- la amígdala y la teoría de la mente. De hecho, la
ye el procesamiento afectivo de claves visuales neuroimagen funcional ha proporcionado datos
o la percepción de caras (Pugliese et al., 2009). a favor de una menor activación de la amígdala
Los patrones anormales de crecimiento neuro- ante tareas tradicionalmente asociadas a la teo-
nal en períodos críticos de desarrollo sugerirían ría de la mente o de mentalización: atribución
un compromiso de la integridad de la materia de estados mentales epistémicos (de carácter
blanca en estos sistemas cerebrales asociados a general acerca de conocimientos, creencias,
la cognición social (zonas corticales prefrontales etc.), atribución de intenciones (p. ej., si un acto
ventromediales y cinguladas anteriores, encruci- ha sido intencionado o accidental) y atribución
jada temporoparietal, surco temporal superior, de estados mentales emocionales o afectivos
áreas adyacentes a la amígdala, tractos tempo- (deseo, miedo, enfado), bien con material verbal
rooccipitales, rodilla del cuerpo calloso), con lo en forma de historias, bien como material visual
que se produciría un proceso de crecimiento ex- (fotografías).
cesivo seguido de un enlentecimiento en la ma- ◆◆ Más allá de la amígdala y su papel en la cognición
duración posterior. Este proceso se relacionaría social y de nuevo en relación con las anormali-
con una conectividad defectuosa de la sustancia dades en la sustancia blanca en la etiopatogenia
blanca y una pérdida acelerada de tejido cerebral del síndrome de Asperger, se ha podido observar
con el envejecimiento (Townsend y Westerfield, mediante tractografía en individuos diagnostica-
2010). dos de este síndrome diferencias respecto a con-
◆◆ En el caso concreto de la amígdala, se ha ob- troles sanos en las proyecciones hacia el lóbulo
servado que los monos con lesiones en esta es- temporal anterior y la corteza orbitofrontal en
tructura se han mostrado aislados socialmente o ambos hemisferios, especialmente marcadas en
desinhibidos (dependiendo de la especie), pero las fibras del cíngulo derecho, con un menor me-
básicamente con conductas inapropiadas, mien- tabolismo de éstas. La corteza cingulada, como
tras que los seres humanos con daño bilateral se ha comentado, forma parte de la red que par-
presentan dificultades para el reconocimiento de ticipa en los procesos que median la empatía, el
las expresiones emocionales, sean éstas faciales comportamiento social o la percepción del dolor
o verbales (prosódicas), y en especial si son emo- (Pugliese et al., 2009) (Fig. 22-1).
400
* **
Número de líneas de corriente
350
300
(streamlines)
150 * *
100 Control
*
50 Síndrome
de Asperger
0
Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho
Hemisferio
Figura 22-1. Tractografía en la que se comparan los principales hallazgos en individuos con síndrome de Asperger e
individuos de control. Los asteriscos indican que las diferencias entre ambos grupos son estadísticamente significativas.
Adaptado de Pugliese et al. (2009).
un mismo problema, inflexibilidad, falta de inhi- Desde este momento, se propuso un plan de
bición de respuestas predominantes, pero irrele- intervención que se asentó sobre tres ejes: el me-
vantes para la demanda, y baja ejecución en tareas nor, la familia y el entorno.
que requerían atención sostenida o vigilancia, con En relación con el primero de los ejes y confor-
gran tendencia a la distracción, si bien, en este úl- me pasaban las sesiones de intervención, íbamos
timo caso, mediada por la motivación ante el con- conociendo más cómo era César, a qué atendía,
tenido de la tarea (Tabla 22-2 y Recuadro 22-4). cómo pensaba, qué lo motivaba, etc. Poco a poco
se confirmó nuestra hipótesis diagnóstica. Eran
innumerables las anécdotas que daban cuenta de
■■ INTERVENCIÓN NEUROPSICOLÓGICA. sus excelentes capacidades de memoria, princi-
SI TÚ Y YO SOMOS DOS palmente de tipo visual, como aquel día en que
le administramos un test de elección múltiple, el
¿Qué significa guiñar un ojo? Test de comprensión de estructuras gramaticales
Trabajar la cognición social (CEG), que no se pudo concluir hasta 2 sema-
Tras finalizar la evaluación, la hipótesis diag- nas después. Al mostrarle una de las últimas lá-
nóstica era un síndrome de Asperger, a la espera minas, la 72, César comentó «es igual que la 16».
del seguimiento de la evolución del caso. El pri- La sorpresa fue mayúscula al comprobar que la
mer paso, entonces, fue explicar a los familiares lámina 16, que había visto en la primera sesión,
qué le ocurría a César y en qué consistía el tras- efectivamente contenía las mismas imágenes. Su
torno que sospechábamos que presentaba. Los atención, una vez más, había sido captada por es-
padres y familiares de niños con síndrome de tímulos nada significativos socialmente, mostrán-
Asperger, al igual que ocurre con cualquier otro dose como uno de los aspectos fundamentales que
tipo de discapacidad, se enfrentan a una serie de se debían trabajar en la intervención.
retos y situaciones para los cuales tienen escasa o Así pues, el primer objetivo que nos propusi-
ninguna formación. Por esta razón, necesitan una mos fue mejorar algunos de los requisitos de la
información ajustada a sus capacidades, asesora- comunicación y de la interacción social, como
miento y apoyo. Todo ello favorece el proceso de la atención conjunta y el contacto ocular. Fueron
aceptación y adaptación a la nueva situación, lo frecuentes los juegos en los que el terapeuta y el
que consideramos de vital importancia para el óp- niño tenían un foco de interés común, y la eje-
timo desarrollo del menor. cución dependía de esta capacidad de compartir
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Función
Procesos Prueba utilizada Resultado
evaluada
Cociente CI verbal WPPSI-III Superior
intelectual CI manipulativo Normal-alto
CI total Superior
Velocidad de procesamiento Normal-alto
Atención Auditiva Subescala Memoria de números Alto
directo (MSCA)
Visuoespacial Corsi directo Alto
Memoria Información cultural Subtest Información (WPPSI-III) Máxima puntuación
escalar
De trabajo
Auditiva Subescala Memoria de números Alto
inverso (MSCA)
Visuoespacial Corsi inverso Alto
Verbal
Retención auditiva inmediata Subescala Memoria de números Alto
directo (MSCA)
Aprendizaje verbal Memoria verbal (Luria-Inicial) Alto
Visual
Retención visual inmediata Corsi directo Alto
Material estructurado Test de Copia de una figura compleja Alto
de Rey. Recuerdo
Aprendizaje visual Memoria visual (Luria-Inicial) Alto
Lenguaje Formación de conceptos verbales Subtest Vocabulario (WPPSI-III) Normal
Designación Subtest Dibujos (WPPSI-III) Superior a la media
Praxias Visuoperceptivas Test de Copia de una figura compleja Normal-bajo
de Rey. Copia
Visuoconstructivas Subtest Cubos (WPPSI-III) Superior a la media
la atención en una actividad. Una muestra era la peculiares. Destacaba en este sentido una mira-
tarea en la que colocábamos 5 o 6 fichas de per- da siempre fija y rígida, de ahí que el contacto
sonas que realizaban acciones: nosotros imitába- visual se promoviera sistemáticamente antes de
mos alguna de las fotos y él tenía que adivinar satisfacer su petición en actividades u objetos que
cuál estábamos representando; posteriormente se le interesaban mucho. En la misma línea, en las
intercambiaban los roles. Al emplear actividades sesiones se realizó una lista de reglas sociales para
lúdicas vimos como, poco a poco, iba «introdu- el aula, apoyada en pictogramas, que incluía la
ciéndose» en entornos sociales y disfrutaba en consigna «Debo mirar a los ojos de quien me está
ellos. De ese aislamiento inicial había pasado a ser hablando». Se añadieron otras relativas a su com-
cada vez más activo en las interacciones, aunque portamiento, como «Debo estar sentado mientras
la forma de relacionarse mantenía características realizamos las actividades».
Neuropsicología Infantil. Arnedo ©2015. Editorial Médica Panamericana. 283
◆◆ Hasta el momento no ha sido posible estable- ◆◆ En la línea de un bajo rendimiento en tareas ma-
cer un cuadro homogéneo acerca de los défi- nipulativas, se han encontrado datos de déficits
cits neuropsicológicos propios del síndrome de motores finos, hasta el punto de que dichos ha-
Asperger: los datos, al igual que sucede con los llazgos serían indicativos de que el desarrollo psi-
hallazgos en la neuroimagen, son inconsistentes comotor pudiera considerarse una característica
y hasta contradictorios. De la misma manera, el crítica en el diagnostico diferencial del síndrome
uso de baterías y protocolos neuropsicológicos frente a los demás trastornos del espectro autista
tampoco ha conseguido delimitar un perfil que (Bade-White et al., 2009).
permita diferenciar este síndrome de otros tipos ◆◆ También se ha hablado mucho de las alteracio-
de trastornos del espectro autista, en particular nes disejecutivas en el autismo, al comparar los
del autismo de alto funcionamiento. síntomas de los trastornos del espectro con los
◆◆ En el conocido trabajo de Miller y Ozonoff (2000) manifestados por los individuos con lesión fron-
desde el ámbito neuropsicológico, se observaron tal. Pero tampoco en este campo los datos son
diferencias significativas en el cociente intelec- homogéneos. Sí se han observado en individuos
tual (CI) y en habilidades visuoespaciales a favor con síndrome de Asperger dificultades para inhi-
del síndrome de Asperger, pero en el momento bir respuestas automáticas que parecen relacio-
en que se eliminaron estadísticamente las dife- nadas con las estereotipias, la restricción de in-
rencias atribuidas al CI, desaparecieron las de- tereses o la inflexibilidad conductual que suelen
tectadas en habilidades visuoespaciales. No se mostrar en la vida cotidiana, así como dificultades
objetivaron diferencias en las funciones ejecuti- en el inicio y el control de la acción. Estos déficits
vas, pero se mantenía un ligero déficit psicomo- estarían mediados por alteraciones en los circui-
tor en el grupo con síndrome de Asperger junto tos frontobasales y frontoestriados, sin olvidar el
con una mayor discrepancia entre el CI verbal y el papel del cerebelo –tanto en aspectos del control
manipulativo, a favor del primero. De esta forma, cognitivo como en las conductas estereotipadas
consideran que serían el nivel cognitivo global y y los intereses restringidos– o las alteraciones en
las habilidades verbales generales superiores los los sistemas dopaminérgicos, serotoninérgicos y
que podrían diferenciar este síndrome de los res- opioides en sus relaciones con los ganglios basa-
tantes cuadros del espectro autista. les (Solomon et al., 2008).
Respecto al desarrollo de la cognición social, se para comprender las emociones ajenas, sino tam-
pusieron en marcha numerosas actividades men- bién las propias.
talistas que tenían que ver con la interpretación Para estos objetivos mentalistas nos servimos
de intenciones y emociones ajenas. Comenzamos de material de elaboración propia y otros ya pu-
identificando las expresiones faciales y compren- blicados, como En la mente (Monfort y Monfort,
diendo la relación entre situación y emoción. 2001) o Enseñar a los niños autistas a comprender
Así, por ejemplo, jugábamos a lo que habíamos a los demás: guía práctica para educadores (Howlin
denominado «¿A quién le pasa?». En este juego et al., 2006), siempre con apoyo visual. Parti-
se presentaban cinco caras con las emociones mos también de juegos de perspectivas, donde
básicas (contento, triste, enfadado, sorprendido el terapeuta y el niño describíamos objetos desde
y asustado), se le mostraba una escena y tenía distintas posiciones espaciales con el fin de crear
que decir a cuál de las caras le había sucedido. conciencia de que cada uno percibe de forma dis-
Si acertaba, él narraba situaciones en las que se tinta un mismo objeto dependiendo de su punto
sentía así. La reciprocidad emocional también se de vista. De la percepción se pasó a las creencias, y
abordó comparando sus emociones con las aje- realizamos ejercicios del tipo «¿qué crees que hay
nas, haciéndole consciente de cómo se sienten los en esta caja cerrada?», a lo que cada uno daba una
otros ante diversas circunstancias. Aun así, siem- respuesta y la representaba visualmente median-
pre que era posible, se intentaba incluir la iden- te bocadillos. Se abordaron conceptos sociales
tificación y la comprensión de las emociones en como «ayudar» o «disculparse» y se asociaban a los
situaciones reales, centrando su atención en sus contextos en los que debían emplearse. Presentá-
componentes psicofisiológicos en el momento en bamos frecuentes situaciones mediante juego de
que le estaban ocurriendo, pues son frecuentes en roles, y se evaluaba la idoneidad de la conducta en
el síndrome de Asperger las dificultades no sólo esa situación. También se hacía hincapié en el uso
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RESUMEN
●● Juicio clínico: síndrome de Asperger. al «cerebro social»; importancia de la relación
−− Hallazgos en la exploración: desarrollo di- entre la amígdala y la teoría de la mente.
sarmónico con capacidades cognitivas ●● Las teorías neurocognitivas actuales sobre el
dentro de la normalidad o por encima de síndrome de Asperger se centran en aspectos
ésta (habilidades mnésicas o caudal léxico) específicos del trastorno que no permiten ex-
y cognición social y habilidades lingüísticas plicar la globalidad de los síntomas observados,
pragmáticas deficitarias; escasa interacción de forma que pueden ser compatibles entre sí.
con los otros y reciprocidad emocional, inte- ●● Intervención neuropsicológica en atención
reses estereotipados, inflexibilidad cognitiva temprana:
y baja tolerancia a la frustración. −− Con el niño: partir de requisitos de la comu-
●● En la actualidad, los datos ofrecidos por los nicación y de la interacción social (p. ej., la
análisis post mortem, la neuroimagen o los pro- atención conjunta o el contacto ocular) y
tocolos neuropsicológicos no han conseguido potenciar el desarrollo de la cognición so-
proporcionar un perfil claro y específico de los cial a través de actividades mentalistas re-
procesos cerebrales implicados que caracteri- lativas a la interpretación de intenciones y
cen al síndrome de Asperger frente al autismo. emociones ajenas.
Datos de neuroimagen: a) morfológicos: mayor −− Con la familia: psicoeducación (sobre las
volumen de sustancia gris y blanca, en especial características del trastorno y el manejo de
frontal, y menor volumen de la amígdala, el hi- contingencias).
pocampo, el caudado y el cerebelo, y b) funcio- −− En la escuela: psicoeducación con maestras
nales: hipometabolismo en las áreas asociadas y compañeros; estructuración del ambiente.
✎ ACTIVIDADES