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Síndrome de Asperger

Suspenso en recreo

A. Montes Lozano y J. Bembibre Serrano

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al finalizar el capítulo el alumno será capaz de:


■■ Indicar los síntomas característicos que describen el síndrome de Asperger en los diferentes ámbi-
tos de comportamiento dentro del espectro autista.
■■ Describir los principales déficits neuropsicológicos observados en el síndrome de Asperger.
■■ Identificar los circuitos cerebrales asociados al denominado «cerebro social», que darán cuenta de
las dificultades de las personas con síndrome de Asperger en la interacción y en la comunicación
con los otros.
■■ Establecer los principales componentes de una intervención terapéutica en el ámbito de las habili-
dades sociales y comunicativas en un niño con síndrome de Asperger.

■■ INTRODUCCIÓN dades restringidos, repetitivos y estereotipados, en


ausencia de un retraso clínicamente significativo
El síndrome de Asperger ha tenido una vida del lenguaje, intelectivo o de las habilidades de
corta en alguno de los manuales diagnósticos que autoayuda, las conductas adaptativas y la curio-
habitualmente se utilizan para el abordaje tera- sidad propia de la edad, como se describe en el
péutico de los pacientes (p. ej., en la 5ª versión DSM-IV-TR (APA, 2002). En la actualidad, este
del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos síndrome ha adquirido difusión en libros (¿quién
mentales [DSM-5] de la American Psychiatric Asso- puede olvidar a Christopher John Francis Boone
ciation [APA], 2013). Ya en 1981, Lorna Wing se en El curioso incidente del perro a medianoche, y
hizo eco de las dudas acerca de la validez teórica cómo no reconocer la labor de Temple Grandin
y clínica de dicha entidad nosológica, al describir a la hora de darnos a conocer la mente de estos
el conjunto de síntomas a los que dio el nombre niños en primera persona?) y series de televisión
del psiquiatra austríaco Hans Asperger basándose (Boston Legal, The Big Bang Theory) o películas
en la semejanza entre los casos por él expuestos y (Mary and Max), y reivindicado en pegatinas,
los evaluados por ella misma, dudas que aún con- llaveros o tazas («Amo a una persona con el sín-
tinúan (Macintosh y Dissanayake, 2004) (Recua- drome de Asperger», «Tenía Asperger antes de que
dro 22-1). fuera cool», «Viendo el mundo desde un ángulo
Clásicamente, el síndrome de Asperger se ha diferente») que pueden comprarse por internet.
considerado un trastorno generalizado del de- Asimismo, al revisar la biografía de algunos perso-
sarrollo que se caracterizaría por una alteración najes relevantes de la historia (Newton, Einstein,
cualitativa de la interacción social, así como por entre otros) se ha postulado que, tal vez, pudieran
patrones de comportamientos, intereses y activi- haber sufrido este síndrome.
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III Trastornos del neurodesarrollo

Recuadro 22-1.  Cuestiones relativas al diagnóstico del síndrome de Asperger

◆◆ La historia es sobradamente conocida: mientras el comportamiento adaptativo o la curiosidad del


Leo Kanner en Estados Unidos publicaba en 1943 individuo ante el ambiente que lo rodea. Toman-
sus observaciones sobre un grupo de niños con do como ejemplo el caso concreto del desarrollo
estereotipias y problemas de comunicación y lingüístico, su retraso tampoco se requiere de for-
relación social, Hans Asperger, en alemán y en ma obligatoria para el diagnóstico de autismo.
Austria, apenas con un año de diferencia divulga- ◆◆ Hasta tal punto parece extenderse la confusión
ba su trabajo con un grupo semejante de niños en relación con los criterios nosológicos del sín-
pero que presentaban un mejor funcionamiento drome de Asperger, que una autora de tanto
lingüístico e intelectivo. prestigio en este campo como Uta Frith (2004)
◆◆ En su artículo de 1981, Lorna Wing comparaba indica que las evidencias encontradas hasta el
los datos clínicos recogidos por Asperger con sus momento (comportamentales, neurofisiológicas,
propias observaciones relativas a un conjunto de etc.) sugerirían que se trataría de una variante del
niños autistas. Indicaba que en ambos grupos autismo en individuos de alto funcionamiento y
de individuos se detectaban alteraciones en la no ante un trastorno diferente y que, incluso, al-
comunicación verbal y no verbal, junto a proble- gunos de los casos descritos por el propio Asper-
mas en la interacción social, conductas estereo- ger hoy no podrían diagnosticarse como síndro-
tipadas y resistencia al cambio, así como cierta me de Asperger siguiendo los criterios del DSM.
habilidad o interés especialmente desarrollado, ◆◆ Así, la propuesta que en este momento ofrece el
aunque algunos podían presentar dificultades DSM-5 (APA, 2013) es una categoría global deno-
en tareas aritméticas, en la escritura o en la lectu- minada «trastornos del espectro autista» con dos
ra. Destacaba asimismo la elevada frecuencia de criterios principales centrados en los déficits per-
alteraciones en la coordinación motora. sistentes en la comunicación y la interacción social
◆◆ Dicha caracterización ha sido adoptada en los junto con las conductas repetitivas y los intereses
manuales diagnósticos al uso, ya que se incorpo- estereotipados, sin introducir los retrasos en el len-
ra como entidad nosológica en la 4ª edición del guaje por no representar una característica defini-
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos toria única y universal de los trastornos de este es-
mentales de la APA (DSM-IV) y en la 10ª edición pectro. Se trataría de incrementar de esta manera
de la Clasificación Internacional de Enfermedades la validez y fiabilidad de esta categoría diagnóstica
(CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud, y su capacidad de representar las diversas mani-
aunque no sin resistencia. Por ejemplo, se califica festaciones clínicas individuales, junto con sus va-
de «trastorno de validez nosológica dudosa» en riaciones evolutivas, situacionales o de gravedad.
la CIE-10 (1992). ◆◆ Y si bien el DSM-5 continúa sin proponer hipóte-
◆◆ De hecho, ya Wing apreciaba las dificultades para sis etiológicas, tampoco los datos ofrecidos por
una delimitación sindrómica del síndrome de As- los análisis post mortem, la neuroimagen o los
perger al establecer como criterio diferenciador protocolos neuropsicológicos proporcionan en
frente al autismo la ausencia de un retraso clínica- la actualidad un perfil claro y específico de los
mente significativo en el lenguaje, en el desarrollo procesos cerebrales implicados que caractericen
cognoscitivo o en las habilidades de autoayuda, al síndrome de Asperger frente al autismo.

Mientras esta popularidad ha supuesto una dros cualitativa y etiológicamente diversos, el sín-
atención mayor sobre las dificultades específicas drome de Asperger y el autismo, permitiría inci-
de los niños y adolescentes autistas en general, la dir en las necesidades específicas de cada uno a la
literatura científica incide en la importancia de la hora de establecer un diagnóstico precoz, diseñar
delimitación conceptual del síndrome de Asper- una intervención eficaz e incluso incorporar me-
ger en especial frente al autismo de alto funcio- didas preventivas o ajustar el pronóstico. Sin em-
namiento, aún sin criterios consensuados, el tras- bargo, si las diferencias son cuantitativas, aquellos
torno semántico-pragmático (v. cap. 19) o el de niños y adolescentes con síndrome de Asperger
aprendizaje no verbal (v. cap. 34), así como frente podrían verse beneficiados del abundante cuerpo
a otras alteraciones con las que presenta una eleva- de conocimientos relativos al autismo (Macintosh
da comorbilidad, como el trastorno por déficit de y Dissanayake, 2004). La literatura neuropsicoló-
atención con hiperactividad (v. cap. 24), el nega- gica y neurocientífica en general ofrece datos en
tivista desafiante e incluso los problemas afectivos. esta misma línea: la dificultad para establecer un
De esta manera, delimitar si se está ante dos cua- perfil de déficits del síndrome de Asperger tan-
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to desde el punto de vista anatómico y funcional la información relevante acerca de su desarrollo
como desde los procesos psicológicos básicos y psicoevolutivo, así como los antecedentes familia-
superiores (Woodbury-Smith y Volkmar, 2009). res. En este último aspecto el único dato signifi-
Así, la elección del caso que a continuación cativo era la enfermedad renal crónica que sufría
describimos, el de César, estaría motivada fun- la madre.
damentalmente por el cuadro que presenta este En relación con el desarrollo previo del niño
niño: su perfil de déficits y destrezas, si bien per- relataron que el embarazo estuvo muy controla-
mitió establecer con relativa facilidad un diag- do, ya que la madre padeció diabetes gestacional
nóstico temprano, es ejemplo significativo de las y que el parto fue inducido a término por exceso
relaciones del síndrome de Asperger con otros de líquido amniótico. La lactancia fue mixta has-
trastornos de inicio en la infancia. A la vez, se pre- ta los 6  meses. Referían también que César ha-
tende incidir en la relevancia de una intervención bía sido un bebé «normal»: inició la marcha con
precoz y multidisciplinar centrada no tanto en 12 meses, para ser independiente a los 13 meses;
una etiqueta diagnóstica específica cuanto en las las primeras palabras las presentó en torno a los
necesidades observadas a través de una evaluación 12 meses, y combinaba varias a los 18 meses; con-
neuropsicológica. troló esfínteres con 36 meses.
Igualmente indicaron que las señales iniciales
de alarma aparecieron alrededor de los 15 meses.
■■ PLANTEAMIENTO GENERAL DEL CASO. Su tía materna, y cuidadora principal durante la
A LOS 3 AÑOS YA SÉ LEER actividad laboral de la madre, relataba como ma-
yor motivo de preocupación que el menor apenas
Es fácil recordar nítidamente el primer día en respondía a su nombre ni obedecía órdenes. Con
que César acudió al Centro de Atención Infantil posterioridad observaron que casi no se relacio-
Temprana del Hospital Universitario San Rafael naba con los iguales y, en general, lo describían
de Granada. Tenía 3 años y 2 meses y venía de- como un niño enormemente independiente. En
rivado por su pediatra por presentar «dificultades ningún momento sospecharon que pudiera su-
en la relación y en la comunicación». frir una deficiencia auditiva, porque exhibía, por
Al entrar en la consulta no intercambió una ejemplo, buenas aptitudes musicales e iba adqui-
mirada con nosotros; ni siquiera lo hizo con su riendo los hitos lingüísticos a la edad esperada.
madre, buscando la seguridad que se suele obser- Además, les llamaba mucho la atención el hecho
var en cualquier niño de su edad cuando se en- de que a edad temprana ya reconociera letras o
frenta a una situación desconocida. Simplemen- logotipos, dentro de lo que consideraban como
te se dirigió de manera resuelta a un calendario una admirable memoria visual global.
mientras verbalizaba: «es 4 de marzo, estamos en Podía deducirse, pues, de este relato que César
el mes  3», y se dedicó a pasar las páginas como presentaba un desarrollo disarmónico: mientras a ni-
si adivinar el siguiente mes le produjese un gran vel intelectivo se presumía un potencial de apren-
placer. Nuestra sorpresa fue en aumento cuando dizaje superior al de un niño de su edad, mostraba,
se hizo patente que aquel pequeño era capaz de sin embargo, un deterioro importante de la cogni-
leer los meses del almanaque y otros letreros de ción social. Para profundizar en estos aspectos se
la consulta. Desde ese primer instante dejó claro incluyó en la evaluación la Entrevista para el diag-
su enorme interés por todo lo que tuviera que ver nóstico del autismo, edición revisada ADI-R (Ta-
con secuencias ordinales. bla 22-1). Se especifican a continuación, siguiendo
Centrándonos en la anamnesis, como reco- los criterios requeridos para el diagnóstico, los da-
mienda la Guía de buena práctica para el diagnósti- tos más relevantes en las áreas exploradas.
co de los trastornos del espectro autista (Díez-Cuer-
vo et al., 2005), se llevó a cabo una evaluación que
comprendía tanto una historia clínica detallada ■■ ¿QUÉ DIRÍA EL DOCTOR ASPERGER
como pruebas neuropsicológicas estandarizadas ACERCA DE LO QUE ME PASA?
que permitieran establecer el perfil específico de EVALUACIÓN INICIAL
las necesidades personales, educativas y sociales
del niño, a las que se sumaron observaciones en Interacción social
situaciones de juego libre y dirigido. En la evaluación inicial pudo establecerse que,
A la sesión de acogida César asistió junto a su si bien César apenas se interesaba por la interac-
madre y una tía materna, quienes proporcionaron ción con el otro y únicamente participaba en jue-
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III Trastornos del neurodesarrollo

Tabla 22-1.  Competencias de César según la entrevista diagnóstica

Punto de corte/puntuación
Algoritmo diagnóstico ADI-R Puntuación de César
máxima en la escalaa
Alteraciones cualitativas de la interacción social recíproca 10/26 19

Alteraciones cualitativas de la comunicación 8/26 14

Patrones de conducta restringidos, repetitivos


3/12 6
y estereotipados
Alteraciones en el desarrollo evidentes a los 36 meses
1/5 3
o antes
a
Las puntuaciones más elevadas indicarían una mayor alteración.
ADI-R: Entrevista para el diagnóstico del autismo revisada (Autism Diagnostic Interview Revised).

gos solitarios, como escribir nombres en un folio, origen andaluz (como una articulación marcada
no cabía interpretar tales conductas como timidez de la /s/ en posición inversa). Su vocabulario era
o ansiedad social, puesto que no presentaba pro- adecuado desde el punto de vista cuantitativo,
blemas para acercarse a desconocidos, y llegaba si bien mostraba un alto interés por palabras de
incluso a mostrarse desinhibido en la interacción baja frecuencia, como «alternativa», «nocturno» o
con los adultos. Se valoró asimismo una limitada «significado», que convertían su habla en pedante.
reciprocidad emocional: era capaz de reír cuando A la vez, presentaba dificultades progresivas ante
otros lloraban, a pesar de reconocer y denominar los mayores niveles de abstracción conceptual y
el estado de ánimo que presenciaba. empleaba este tipo de vocablos fuera de contexto.
Realizaba en aquel momento inversiones prono-
Comunicación minales (p. ej., hablaba de sí mismo en tercera
persona) y mostraba algunas ecolalias inmediatas
Comenzó a hablar en torno al año de edad. Co- y demoradas, que fueron disminuyendo.
nocía numerosas palabras ya en ese momento […]. Su Los aspectos comprensivos del lenguaje oral po-
desarrollo gramatical era bueno, aunque se refirió a sí dían considerarse adecuados, aunque con ligeras
mismo en tercera persona hasta los 4 o 5 años. Nunca dificultades para responder a frases interrogativas
había sido muy comunicativo. Incluso de adulto sólo
que comenzaran con pronombres del tipo quién,
daba información si se le preguntaba, y aun así contes-
taba de la manera más breve posible. Sus expresiones cómo, etc. Por otra parte, si bien en aquel mo-
faciales y sus gestos eran limitados, y su voz monótona. mento inicial esta comprensión de los contenidos
Sobre K.N. Wing (1981)
se ceñía a lo literal del discurso y, por lo tanto, a
lo que se espera de un niño de esta edad, confor-
En cuanto a la comunicación no verbal, César me pasaron los meses y años fue desajustándose
apenas mantenía contacto ocular con su interlo- con respecto a su grupo normativo a la hora de
cutor, no respetaba los espacios interpersonales, entender el lenguaje con mayor carga inferencial,
hablaba a escasos centímetros del otro, y durante como metáforas, fórmulas indirectas, juegos de
las interacciones realizaba frecuentes manieris- palabras, chistes o ironías. Esta falta de claridad
mos o adoptaba posturas corporales poco correc- para percibir significados múltiples, junto con la
tas, como contorsionarse mientras se le hablaba. baja capacidad para interpretar claves no verbales
Además, su expresión facial y su prosodia eran y sus dificultades para interpretar intenciones en
a menudo incongruentes con el contenido de la los demás, le llevaban a realizar interpretaciones
conversación. literales de los mensajes (p. ej., en una ocasión,
En lo que se refiere a la comunicación verbal, mientras montaba un rompecabezas, el terapeuta
y en concreto a sus aspectos formales, el lengua- le animó a que intentara colocar una de las piezas
je era correcto, con excepción de algunos errores diciéndole: «prueba», e inmediatamente se llevó la
morfosintácticos habituales desde un enfoque pieza a la boca como si le estuvieran demandando
evolutivo, como la sobregeneralización de reglas que la degustase).
(p. ej., /estoi inagusto/ por «no estoy a gusto»). En esta misma línea, las principales dificultades
La pronunciación aparecía, en ocasiones, exage- de César se observaban en los aspectos pragmáticos.
radamente correcta para un niño de su edad y de Su conocimiento y aplicación del conjunto de re-
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glas que gobiernan el uso del lenguaje en un con- como deletrear palabras, eran los rompecabezas
texto social era deficiente. Lo empleaba con una y pintar. Tenía centros de interés algo llamativos
función eminentemente imperativa y de negación, para su edad, por ejemplo, le gustaba enorme-
haciendo escaso uso de la función declarativa. Así, mente lo relacionado con la señalización de tráfi-
sus mensajes iban destinados a modificar el mun- co. Estos centros fueron haciéndose más comple-
do físico y no tanto el mundo mental de los otros. jos: historia de las civilizaciones, sistema solar, etc.
Sus familiares comentaban que nunca les narraba Mostraba siempre un gran afán de conocimiento.
de manera espontánea hechos o actividades coti- Tanto la familia como en la escuela nos infor-
dianas, y mostraba un limitado deseo de compartir maban de que no disfrutaba de juegos en equipo
información y experiencias con los otros. Como se donde tuviese que cooperar o competir y, como
ha dicho, utilizaba la tercera persona del singular nos relataba su maestra, tendía a permanecer en
en lugar de la segunda incluso con el interlocu- actividades y juegos que interesaban poco a sus
tor delante, como si hablase para sí pero en voz iguales. Esta condición era sin duda un obstáculo
alta: «María se va a enfadar conmigo si hago…», en la integración del menor en su contexto escolar.
aunque María era la persona que estaba interac- En lo que se refiere a su comportamiento, se
tuando con él. En aquel momento inicial, sus ha- puede decir que la rabieta y el llanto eran, den-
bilidades conversacionales estaban muy por debajo tro de su repertorio, las conductas más empleadas
de lo esperable en un niño de su edad: no existía para actuar sobre su entorno, tanto para conse-
coherencia en su diálogo, realizaba respuestas tan- guir un objetivo material como para finalizar una
genciales, cambiaba radicalmente de temática y no actividad que no era de su agrado. La familia, por
se adaptaba al oyente ni al conocimiento que éste aquel entonces, reconocía que el menor estaba
disponía con respecto al tema de conversación. Por acostumbrado a recibir todo lo que demandaba y
ejemplo, podía relatar un episodio de una serie de las contingencias utilizadas no eran del todo ade-
dibujos animados sin introducir elementos con- cuadas (Recuadro 22-3).
textuales (que eran dibujos animados, el título de A nivel ejecutivo se observaba inflexibilidad
la serie o el nombre de los personajes, cuándo y cognitiva y comportamental. Se mostraba intole-
dónde los había visto) y sin tener presente que no rante ante algunos cambios en las rutinas. Así, por
se había compartido con él esa vivencia. ejemplo, tenía que cruzar las calles siempre por
los pasos de cebra, y si la calle no tenía se negaba
Intereses, rutinas y conducta a hacerlo, porque así había aprendido esa regla, o
lloraba desconsoladamente si el calendario estaba
Otro niño autista estaba obsesionado con los ve- en un mes distinto al que correspondía.
nenos. Demostraba unos conocimientos inusitados en
esta área y poseía una numerosa colección de venenos,
algunos preparados por él. Este niño llegó a nuestra Motricidad
consulta porque había conseguido robar una impor-
En el área psicomotora, César era un niño con
tante cantidad de cianuro del aula de química de su
escuela. una pobre coordinación dinámica. Su carrera era
poco estética (con aleteos); se movía en bloque,
Hans Asperger (1944), citado en Attwood (2009)
disociando escasamente la cintura pélvica y la
En el contacto con César destacaba un interés escapular. Tenía dificultades con ejercicios como
absorbente por letras y números. En concreto, era saltar con los pies juntos o caminar sobre una lí-
muy llamativa la presencia de una hiperlexia desde nea recta y, en general, con actividades que reque-
los 2  años y 10  meses, con una moderada com- rían mayor grado de equilibrio, como permanecer
prensión de lo leído. Un ejemplo sugerente de este de pie sobre una sola pierna. Su motricidad fina
interés obsesivo ocurría al presentarle fichas con estaba sólo ligeramente por debajo de lo esperable
un contenido emocional llamativo, como un niño para su edad, característica que se evidenciaba en
con una herida, en las que su atención era captu- actividades como enhebrar o en su caligrafía, ya
rada en mayor medida por el número de la ficha que los trazos eran poco precisos, a pesar de gus-
que por el contenido semántico (Recuadro 22-2). tarle tanto el ámbito de las letras.
Espontáneamente no participaba apenas en
juegos simbólicos y, cuando lo hacía, era ante de- Autonomía
manda. Mostraba unas destrezas bastante limita-
das en este sentido. Sus juegos favoritos, además En lo que se refiere a la autonomía en las activi-
de cualquiera que tuviese que ver con las letras, dades básicas de la vida diaria, César no presenta-
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III Trastornos del neurodesarrollo

Recuadro 22-2.  Teorías neurocognitivas y síndrome de Asperger

◆◆ La literatura científica sigue tratando de estable- autismo o sólo en la mayoría de los individuos
cer un perfil de alteraciones neuropsicológicas diagnosticados? En la actualidad, los datos apun-
asociadas al autismo, así como la correlación con tarían a una pluralidad de factores como respon-
el sustrato anatómico, metabólico y funcional sables del autismo.
que pueda dar cuenta de estos déficits. ◆◆ De esta manera, y a tenor de los resultados, se
◆◆ En cuanto a las alteraciones anatómicas, se ha han propuesto diversas teorías neurocognitivas
observado un mayor volumen de la sustancia para explicar el síndrome de Asperger (v. cap.
gris y la blanca, sobre todo frontal, así como un 20). Las que cuentan con mayor respaldo serían
menor volumen en la amígdala, el hipocampo, la del déficit en la adquisición de una teoría de
el núcleo caudado y el cerebelo. Un metaanálisis la mente o déficit en la mentalización, la de la
de Yu et al. (2011) sobre las investigaciones con disfunción ejecutiva y la de la coherencia central
resonancia magnética en cerebros de personas débil (Hill y Frith, 2004; Townsend y Westerfield,
con autismo y con síndrome de Asperger para 2010). Baron-Cohen (2010) añade una cuarta
apreciar similitudes y diferencias entre ellos, teoría que pretende abarcar la globalidad de
concluye que en ambos trastornos se detecta los síntomas y las evidencias empíricas hasta el
un volumen mayor de sustancia gris en regiones momento, denominada teoría de la «empatía-
ventrales del lóbulo temporal izquierdo, pero sistematización», que hace referencia a la diver-
que difieren en la distribución de las alteraciones gencia entre dos dimensiones de estilo cogni-
halladas, ya que en el caso del autismo se obser- tivo: la empática, deficitaria en el síndrome de
va una distribución hemisférica más bilateraliza- Asperger, y la de sistematización (entendida
da. Unos años antes, el mismo grupo había co- como la búsqueda de las reglas que rigen los
municado una distribución también diferente de sistemas de cualquier tipo –mecánicos, numéri-
las anomalías en la sustancia blanca. En el caso cos, motores, de colección, etc.–, para predecir
de los déficits funcionales se ha detectado hipo- su funcionamiento) en la media o por encima de
metabolismo en las zonas asociadas al «cerebro la media en este síndrome. Esta teoría abarca-
social»: corteza medial y orbitofrontal y corteza ría la propuesta del autor de la concepción del
cingulada, circunvolución frontal inferior y tem- cerebro masculino extremo, a partir de las dife-
poral superior, unión temporoparietal, circun- rencias de género en estas dimensiones: las mu-
volución fusiforme y amígdala (Baron-Cohen, jeres puntuarían mejor en tareas que miden la
2010) (Recuadro 22-3). empatía, mientras que los hombres lo harían en
◆◆ Sin embargo, el conocimiento acerca de las bases las que implican sistematizar, siendo esta venta-
neurobiológicas es limitado, los datos son incon- ja extrema en las personas con síndrome de As-
sistentes, cuando no abiertamente contradicto- perger. Baron-Cohen recoge una quinta teoría:
rios, y las hipótesis explicativas carecen de espe- la magnocelular, focalizada en una disfunción
cificidad, singularidad y universalidad. En otras visual, en concreto de las vías magnocelulares
palabras: a) ¿emergería el autismo a partir de un que procesan el movimiento.
único factor etiológico o hay diversos factores ◆◆ Sin embargo, hasta el momento cada una de es-
implicados?; b) ¿es ese factor (o factores) única- tas teorías se centra en aspectos específicos del
mente explicativo para el autismo o da cuenta trastorno, sin que una sola pueda dar cuenta de
de las alteraciones observadas en otros trastor- la globalidad de los síntomas observados. De he-
nos del neurodesarrollo?, y c) ¿está presente ese cho, es muy probable que las diversas teorías no
factor (o factores) en todos los individuos con sean incompatibles entre sí.

ba grandes problemas, salvo con la alimentación. Desarrollo neuropsicológico global


Se adaptaba con dificultad a nuevos alimentos, y
se negaba a comer en numerosas ocasiones por la En resumen, se pudo observar que en el perfil
aversión a ciertas texturas, como las gelatinosas. neuropsicológico destacaban, como ya se ha in-
Esta hipersensibilidad frente a alguna clase de es- dicado, numerosas destrezas, como las habilida-
tímulos sensoriales se daba también en la moda- des mnésicas (verbales y visuales) o el caudal de
lidad táctil, por ejemplo, al manipular plastilina. vocabulario, pero también otros déficits relevan-
Por lo demás, colaboraba adecuadamente en el tes, en especial los relativos a su funcionamien-
vestido y el desvestido, quitándose incluso pren- to ejecutivo y a la cognición social, en concreto,
das pequeñas. dificultades para generar distintas soluciones ante
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Síndrome de Asperger 22

Recuadro 22-3.  Circuitos límbicos y conducta social

◆◆ En contraste con otros trastornos del espectro ciones negativas y de carácter social más que bá-
autista, los individuos que padecen síndrome sicas. También se han encontrado en lesionados
de Asperger a menudo pueden desear interac- bilaterales dificultades para establecer juicios so-
tuar socialmente o tener amigos y una pareja. ciales en general, por ejemplo los que implicaban
Sin embargo, las dificultades a la hora de rela- detectar en fotografías el contacto ocular directo
cionarse con los otros son evidentes. ¿Es una o la dirección de la mirada, o en tareas de razo-
forma extrema de egocentrismo cognitivo, no namiento verbal que incluían engaños o trampas
deliberado, que da lugar a una ausencia de con- en interacciones sociales.
sideración hacia los otros? ¿Se trata de una fal- ◆◆ En la actualidad se han incrementado los datos
ta de empatía, de sintonía emocional hacía los a favor del papel de la amígdala en las dificulta-
demás; un déficit básico en el reconocimiento des de procesamiento de la información social
de emociones, en especial las más complejas, y emocional en el autismo y en el síndrome de
las sociales, o una dificultad para integrar los Asperger. Así, en los estudios post mortem en
aspectos cognitivos y afectivos de los estados individuos diagnosticados como autistas se ha
mentales? (Frith, 2004). observado una disminución de la densidad y
◆◆ Las dificultades en la interacción social y en la un tamaño menor de las células de esta estruc-
comunicación observadas en los trastornos del tura. La neuroimagen estructural ha revelado
espectro autista se han postulado secundarias a anormalidades en el tamaño o en el volumen
anormalidades en las estructuras límbicas o en amigdalino, si bien en este caso se ha constata-
sus conexiones. El denominado «cerebro social» do tanto un incremento como un decremento
incluiría zonas frontales y temporales y sus co- y no específico de la amígdala, sino aplicable
nexiones: en el primer caso, la corteza cingulada también al hipocampo, e incluso no se ha halla-
y la orbitofrontal contribuirán al desarrollo de la do relación entre el volumen y los parámetros
autoconciencia y de la capacidad de entender las conductuales asociados al autismo (Dziobek et
intenciones de los otros; en el segundo, la amíg- al., 2006).
dala, la ínsula y el hipocampo tendrán un impor- ◆◆ Especialmente fructífera parece la relación entre
tante papel en la memoria emocional, que inclu- la amígdala y la teoría de la mente. De hecho, la
ye el procesamiento afectivo de claves visuales neuroimagen funcional ha proporcionado datos
o la percepción de caras (Pugliese et al., 2009). a favor de una menor activación de la amígdala
Los patrones anormales de crecimiento neuro- ante tareas tradicionalmente asociadas a la teo-
nal en períodos críticos de desarrollo sugerirían ría de la mente o de mentalización: atribución
un compromiso de la integridad de la materia de estados mentales epistémicos (de carácter
blanca en estos sistemas cerebrales asociados a general acerca de conocimientos, creencias,
la cognición social (zonas corticales prefrontales etc.), atribución de intenciones (p. ej., si un acto
ventromediales y cinguladas anteriores, encruci- ha sido intencionado o accidental) y atribución
jada temporoparietal, surco temporal superior, de estados mentales emocionales o afectivos
áreas adyacentes a la amígdala, tractos tempo- (deseo, miedo, enfado), bien con material verbal
rooccipitales, rodilla del cuerpo calloso), con lo en forma de historias, bien como material visual
que se produciría un proceso de crecimiento ex- (fotografías).
cesivo seguido de un enlentecimiento en la ma- ◆◆ Más allá de la amígdala y su papel en la cognición
duración posterior. Este proceso se relacionaría social y de nuevo en relación con las anormali-
con una conectividad defectuosa de la sustancia dades en la sustancia blanca en la etiopatogenia
blanca y una pérdida acelerada de tejido cerebral del síndrome de Asperger, se ha podido observar
con el envejecimiento (Townsend y Westerfield, mediante tractografía en individuos diagnostica-
2010). dos de este síndrome diferencias respecto a con-
◆◆ En el caso concreto de la amígdala, se ha ob- troles sanos en las proyecciones hacia el lóbulo
servado que los monos con lesiones en esta es- temporal anterior y la corteza orbitofrontal en
tructura se han mostrado aislados socialmente o ambos hemisferios, especialmente marcadas en
desinhibidos (dependiendo de la especie), pero las fibras del cíngulo derecho, con un menor me-
básicamente con conductas inapropiadas, mien- tabolismo de éstas. La corteza cingulada, como
tras que los seres humanos con daño bilateral se ha comentado, forma parte de la red que par-
presentan dificultades para el reconocimiento de ticipa en los procesos que median la empatía, el
las expresiones emocionales, sean éstas faciales comportamiento social o la percepción del dolor
o verbales (prosódicas), y en especial si son emo- (Pugliese et al., 2009) (Fig. 22-1).

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III Trastornos del neurodesarrollo

Uncinado Frontooccipital inferior Longitudinal inferior Cíngulo

400
* **
Número de líneas de corriente

350

300
(streamlines)

150 * *
100 Control
*
50 Síndrome
de Asperger
0
Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho Izquierdo Derecho
Hemisferio

Figura 22-1.  Tractografía en la que se comparan los principales hallazgos en individuos con síndrome de Asperger e
individuos de control. Los asteriscos indican que las diferencias entre ambos grupos son estadísticamente significativas.
Adaptado de Pugliese et al. (2009).

un mismo problema, inflexibilidad, falta de inhi- Desde este momento, se propuso un plan de
bición de respuestas predominantes, pero irrele- intervención que se asentó sobre tres ejes: el me-
vantes para la demanda, y baja ejecución en tareas nor, la familia y el entorno.
que requerían atención sostenida o vigilancia, con En relación con el primero de los ejes y confor-
gran tendencia a la distracción, si bien, en este úl- me pasaban las sesiones de intervención, íbamos
timo caso, mediada por la motivación ante el con- conociendo más cómo era César, a qué atendía,
tenido de la tarea (Tabla 22-2 y Recuadro 22-4). cómo pensaba, qué lo motivaba, etc. Poco a poco
se confirmó nuestra hipótesis diagnóstica. Eran
innumerables las anécdotas que daban cuenta de
■■ INTERVENCIÓN NEUROPSICOLÓGICA. sus excelentes capacidades de memoria, princi-
SI TÚ Y YO SOMOS DOS palmente de tipo visual, como aquel día en que
le administramos un test de elección múltiple, el
¿Qué significa guiñar un ojo? Test de comprensión de estructuras gramaticales
Trabajar la cognición social (CEG), que no se pudo concluir hasta 2 sema-
Tras finalizar la evaluación, la hipótesis diag- nas después. Al mostrarle una de las últimas lá-
nóstica era un síndrome de Asperger, a la espera minas, la 72, César comentó «es igual que la 16».
del seguimiento de la evolución del caso. El pri- La sorpresa fue mayúscula al comprobar que la
mer paso, entonces, fue explicar a los familiares lámina 16, que había visto en la primera sesión,
qué le ocurría a César y en qué consistía el tras- efectivamente contenía las mismas imágenes. Su
torno que sospechábamos que presentaba. Los atención, una vez más, había sido captada por es-
padres y familiares de niños con síndrome de tímulos nada significativos socialmente, mostrán-
Asperger, al igual que ocurre con cualquier otro dose como uno de los aspectos fundamentales que
tipo de discapacidad, se enfrentan a una serie de se debían trabajar en la intervención.
retos y situaciones para los cuales tienen escasa o Así pues, el primer objetivo que nos propusi-
ninguna formación. Por esta razón, necesitan una mos fue mejorar algunos de los requisitos de la
información ajustada a sus capacidades, asesora- comunicación y de la interacción social, como
miento y apoyo. Todo ello favorece el proceso de la atención conjunta y el contacto ocular. Fueron
aceptación y adaptación a la nueva situación, lo frecuentes los juegos en los que el terapeuta y el
que consideramos de vital importancia para el óp- niño tenían un foco de interés común, y la eje-
timo desarrollo del menor. cución dependía de esta capacidad de compartir
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Síndrome de Asperger 22
Tabla 22-2.  Evaluación neuropsicológica de César

Función
Procesos Prueba utilizada Resultado
evaluada
Cociente CI verbal WPPSI-III Superior
intelectual CI manipulativo Normal-alto
CI total Superior
Velocidad de procesamiento Normal-alto
Atención Auditiva Subescala Memoria de números Alto
directo (MSCA)
Visuoespacial Corsi directo Alto
Memoria Información cultural Subtest Información (WPPSI-III) Máxima puntuación
escalar
De trabajo
 Auditiva Subescala Memoria de números Alto
inverso (MSCA)
 Visuoespacial Corsi inverso Alto
Verbal
  Retención auditiva inmediata Subescala Memoria de números Alto
directo (MSCA)
  Aprendizaje verbal Memoria verbal (Luria-Inicial) Alto
Visual
  Retención visual inmediata Corsi directo Alto
  Material estructurado Test de Copia de una figura compleja Alto
de Rey. Recuerdo
  Aprendizaje visual Memoria visual (Luria-Inicial) Alto
Lenguaje Formación de conceptos verbales Subtest Vocabulario (WPPSI-III) Normal
Designación Subtest Dibujos (WPPSI-III) Superior a la media
Praxias Visuoperceptivas Test de Copia de una figura compleja Normal-bajo
de Rey. Copia
Visuoconstructivas Subtest Cubos (WPPSI-III) Superior a la media

Velocidad de Visuomotor Subtest Claves (WPPSI-III) Normal


procesamiento Subtest Búsqueda de símbolos Normal
(WPPSI-III)
Funciones Razonamiento
ejecutivas   Abstracto verbal Subtest Adivinanzas Normal
  Abstracto visual Subtest Matrices Superior a la media
Subtest Conceptos Normal
Fluencia Subescala Fluencia verbal (MSCA) Normal
Habilidad Comprensión (WPPSI-III) Inferior a la media
para utilizar
información
práctica
MCSA: Escalas McCarthy de aptitudes y psicomotricidad para niños; WPSSI-III: Escala de inteligencia de Wechsler para preescolar y primaria-III.

la atención en una actividad. Una muestra era la peculiares. Destacaba en este sentido una mira-
tarea en la que colocábamos 5 o 6 fichas de per- da siempre fija y rígida, de ahí que el contacto
sonas que realizaban acciones: nosotros imitába- visual se promoviera sistemáticamente antes de
mos alguna de las fotos y él tenía que adivinar satisfacer su petición en actividades u objetos que
cuál estábamos representando; posteriormente se le interesaban mucho. En la misma línea, en las
intercambiaban los roles. Al emplear actividades sesiones se realizó una lista de reglas sociales para
lúdicas vimos como, poco a poco, iba «introdu- el aula, apoyada en pictogramas, que incluía la
ciéndose» en entornos sociales y disfrutaba en consigna «Debo mirar a los ojos de quien me está
ellos. De ese aislamiento inicial había pasado a ser hablando». Se añadieron otras relativas a su com-
cada vez más activo en las interacciones, aunque portamiento, como «Debo estar sentado mientras
la forma de relacionarse mantenía características realizamos las actividades».
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III Trastornos del neurodesarrollo

Recuadro 22-4.  Perfil neuropsicológico del síndrome de Asperger

◆◆ Hasta el momento no ha sido posible estable- ◆◆ En la línea de un bajo rendimiento en tareas ma-
cer un cuadro homogéneo acerca de los défi- nipulativas, se han encontrado datos de déficits
cits neuropsicológicos propios del síndrome de motores finos, hasta el punto de que dichos ha-
Asperger: los datos, al igual que sucede con los llazgos serían indicativos de que el desarrollo psi-
hallazgos en la neuroimagen, son inconsistentes comotor pudiera considerarse una característica
y hasta contradictorios. De la misma manera, el crítica en el diagnostico diferencial del síndrome
uso de baterías y protocolos neuropsicológicos frente a los demás trastornos del espectro autista
tampoco ha conseguido delimitar un perfil que (Bade-White et al., 2009).
permita diferenciar este síndrome de otros tipos ◆◆ También se ha hablado mucho de las alteracio-
de trastornos del espectro autista, en particular nes disejecutivas en el autismo, al comparar los
del autismo de alto funcionamiento. síntomas de los trastornos del espectro con los
◆◆ En el conocido trabajo de Miller y Ozonoff (2000) manifestados por los individuos con lesión fron-
desde el ámbito neuropsicológico, se observaron tal. Pero tampoco en este campo los datos son
diferencias significativas en el cociente intelec- homogéneos. Sí se han observado en individuos
tual (CI) y en habilidades visuoespaciales a favor con síndrome de Asperger dificultades para inhi-
del síndrome de Asperger, pero en el momento bir respuestas automáticas que parecen relacio-
en que se eliminaron estadísticamente las dife- nadas con las estereotipias, la restricción de in-
rencias atribuidas al CI, desaparecieron las de- tereses o la inflexibilidad conductual que suelen
tectadas en habilidades visuoespaciales. No se mostrar en la vida cotidiana, así como dificultades
objetivaron diferencias en las funciones ejecuti- en el inicio y el control de la acción. Estos déficits
vas, pero se mantenía un ligero déficit psicomo- estarían mediados por alteraciones en los circui-
tor en el grupo con síndrome de Asperger junto tos frontobasales y frontoestriados, sin olvidar el
con una mayor discrepancia entre el CI verbal y el papel del cerebelo –tanto en aspectos del control
manipulativo, a favor del primero. De esta forma, cognitivo como en las conductas estereotipadas
consideran que serían el nivel cognitivo global y y los intereses restringidos– o las alteraciones en
las habilidades verbales generales superiores los los sistemas dopaminérgicos, serotoninérgicos y
que podrían diferenciar este síndrome de los res- opioides en sus relaciones con los ganglios basa-
tantes cuadros del espectro autista. les (Solomon et al., 2008).

Respecto al desarrollo de la cognición social, se para comprender las emociones ajenas, sino tam-
pusieron en marcha numerosas actividades men- bién las propias.
talistas que tenían que ver con la interpretación Para estos objetivos mentalistas nos servimos
de intenciones y emociones ajenas. Comenzamos de material de elaboración propia y otros ya pu-
identificando las expresiones faciales y compren- blicados, como En la mente (Monfort y Monfort,
diendo la relación entre situación y emoción. 2001) o Enseñar a los niños autistas a comprender
Así, por ejemplo, jugábamos a lo que habíamos a los demás: guía práctica para educadores (Howlin
denominado «¿A quién le pasa?». En este juego et al., 2006), siempre con apoyo visual. Parti-
se presentaban cinco  caras con las emociones mos también de juegos de perspectivas, donde
básicas (contento, triste, enfadado, sorprendido el terapeuta y el niño describíamos objetos desde
y asustado), se le mostraba una escena y tenía distintas posiciones espaciales con el fin de crear
que decir a cuál de las caras le había sucedido. conciencia de que cada uno percibe de forma dis-
Si acertaba, él narraba situaciones en las que se tinta un mismo objeto dependiendo de su punto
sentía así. La reciprocidad emocional también se de vista. De la percepción se pasó a las creencias, y
abordó comparando sus emociones con las aje- realizamos ejercicios del tipo «¿qué crees que hay
nas, haciéndole consciente de cómo se sienten los en esta caja cerrada?», a lo que cada uno daba una
otros ante diversas circunstancias. Aun así, siem- respuesta y la representaba visualmente median-
pre que era posible, se intentaba incluir la iden- te bocadillos. Se abordaron conceptos sociales
tificación y la comprensión de las emociones en como «ayudar» o «disculparse» y se asociaban a los
situaciones reales, centrando su atención en sus contextos en los que debían emplearse. Presentá-
componentes psicofisiológicos en el momento en bamos frecuentes situaciones mediante juego de
que le estaban ocurriendo, pues son frecuentes en roles, y se evaluaba la idoneidad de la conducta en
el síndrome de Asperger las dificultades no sólo esa situación. También se hacía hincapié en el uso
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Síndrome de Asperger 22
y la interpretación de verbos mentalistas, como que él participaba directamente, se anticipaban las
pensar, entender, creer o recordar. actividades más llamativas del día para que lue-
Para las situaciones sociales que le provocaban go las relatase a personas que no habían estado
mayor confusión se emplearon historias sociales presentes. De esta manera, el menor comenzó a
(Gray, 1998), que son cuentos cortos que se apo- describir a sus padres lo que había comido en el
yan en pictogramas, se narran en primera persona colegio o, a nosotros, en qué columpios se había
y ayudan a mejorar la conducta en contextos in- subido en el parque. A pesar de ello, la narración
terpersonales que pueden generar dificultades de se centraba con frecuencia en los detalles y rara-
interpretación. Las historias sociales traducen la mente en los aspectos importantes o claves, por lo
ambigüedad que rodea a la interacción social en que mediante preguntas era necesario moldear la
información tangible y comprensible que propor- descripción.
ciona predictibilidad a las personas con síndrome En relación con lo anterior, las habilidades
de Asperger. Constan de cuatro tipos de frases: a) conversacionales se trabajaron mediante el uso de
descriptivas: detallamos la situación objeto de pro- contingencias, el moldeado o el modelado, para
blema; b) directivas: orientamos sus actos, dicien- evitar los cambios bruscos de tema o las preguntas
do lo que tiene que hacer; c) perspectivas: le antici- fuera de contexto y reiterativas que presentaba.
pamos lo que puede pasar y cómo pueden sentirse En este sentido, realizábamos actividades en las
él y los demás, y d) de control: suelen ir al final y que César tenía que detectar errores pragmáticos,
las escribe el propio niño con el fin de identificar como cambios radicales de temática, en un diá-
estrategias útiles que le permitan recordar infor- logo entre dos personas. En las sesiones grupales
mación incluida en una historia social y delimitar (3-4 niños) se generaban situaciones conversacio-
su propia respuesta (v. un ejemplo en la Fig. 22-2). nales y se le entrenaba para demandar informa-
A la vez, se fue implementando un programa ción relevante en torno a un tema, como pregun-
de habilidades sociales y de seguimiento de normas tar a los compañeros qué habían hecho durante
básicas de comportamiento en sesiones grupales. algún período concreto e identificable: el recreo
Sirviéndonos de los principios de aprendizaje de la mañana, la feria o el día de Reyes. Para esta
(moldeado, modelado, reforzamiento, etc.), se le finalidad también se acudía a juegos habituales,
fue dotando de competencias, desde cómo iniciar como el ¿Quién es quién?, las adivinanzas o ma-
una interacción hasta cómo dar un cumplido. teriales como Pragma y Sintax: un soporte gráfico
En estrecha relación con los contenidos socia- para la comunicación referencial (Monfort y Juárez,
les mencionados, se dedicó gran esfuerzo a mejo- 2002).
rar sus habilidades pragmáticas. El mero hecho de La idoneidad de los temas de conversación y
trabajar aspectos sociocognitivos como interpretar de su comportamiento en los distintos contextos
intenciones ajenas ya tiene una repercusión en el se trabajó mediante «guiones sociales» (p. ej., qué
uso social del lenguaje. Aun así, centramos gran pasos dar en un cumpleaños al que había sido in-
parte de la intervención en trabajar las funciones vitado) y mediante «círculos de privacidad», que
comunicativas. Ante la queja de la familia de la consisten en círculos concéntricos que represen-
incapacidad de César para narrar e informar sobre tan desde las personas más familiares a las menos,
hechos cotidianos, se decidió crear una agenda de y se ha de elegir ante quiénes es conveniente ha-
rutinas en la que, mediante dibujos y texto en los blar de un tema y ante quiénes no (Fig. 22-3).
Con el paso de los meses la conducta de César
fue volviéndose más difícil, ya que desarrolló una
Las personas jugamos para divertirnos . forma de relación con los demás marcada por el
negativismo. Todo en él era oposicionista: si le de-
Cuando jugamos, todos queremos ganar . cías que ibas a darle la pelota verde, él te decía que
En el juego, algunas veces se gana y otras se pierde.
quería la azul; si le decías que estabas contento, él
te decía que triste; si le leías un cuento que comen-
Si lloro cuando pierdo , los otros niños se zaba con el clásico Érase una vez, él interrumpía
enfadarán y no querrán jugar más conmigo. diciendo: «Érase una vez, no; éranse dos veces».
También se dieron algunos episodios de con-
Cuando pierda, no lloraré ni gritaré e intentaré
ductas disruptivas, como pegar a algún compañe-
ganar la próxima vez que juegue. ro. Con el fin de extinguir este tipo de comporta-
mientos se empleó un programa de modificación
Figura 22-2.  Historia social. Tema: el juego. de conducta. El grueso de esta intervención se di-
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III Trastornos del neurodesarrollo

numerosos estímulos al mismo tiempo. Además,


Desconocidos
La comida el resto de iguales percibían como rara o extraña
Partes del cuerpo
la manera de actuar de César, sus estereotipias o
Profesora y médico
algunas rabietas sin motivo aparente, lo que pro-
Amigos Fútbol vocaba que tuviesen una imagen negativa del me-
Papá y mamá Sistema solar nor y, por lo tanto, no lo buscasen con la misma
frecuencia que al resto. Lo primero que hicimos
César Defectos físicos
de otras personas fue intentar que se interpretaran las actitudes del
niño de manera ajustada a sus dificultades y que
evitaran tratarlas como problemas de conducta sin
Figura 22-3.  Círculos de privacidad: apoyo visual para
trabajar la idoneidad de los tópicos conversacionales ante más («es caprichoso», «es muy inquieto», «no tiene
distintas personas y contextos. límites marcados»), ya que esto podía tener efectos
negativos en la relación maestra-alumno.
rigió a sus padres, con un entrenamiento centrado Otras recomendaciones al centro escolar fueron
en contingencias para el manejo eficaz de este tipo las siguientes (para una completa guía de estrategias
de episodios. Es de destacar que César se había de intervención en el aula, v. Martos et al., 2012):
mostrado siempre muy poco sensible al castigo, lo
que había supuesto un obstáculo para su familia • Utilizar herramientas que facilitaran la com-
a la hora de establecer las normas de conducta. Se prensión del entorno. Se crearon apoyos visua-
incidió con ellos en el uso de la extinción y en el les para indicar las normas básicas de convi-
reforzamiento de conductas alternativas que fue- vencia en clase. También nos servimos de un
sen más adaptativas. plan visual y escrito para prepararlo frente a las
novedades ambientales o a las alteraciones de la
En la escuela somos más rutina, como asambleas, excursiones o modifi-
caciones del horario. Su inflexibilidad cogniti-
Uno de los puntos que cobra enorme impor- va y su alta sensibilidad a los cambios podían
tancia en el tratamiento del síndrome de Asperger propiciar que apareciesen, en estas situaciones,
es la integración escolar, por ser la escuela un en- conductas disruptivas y un alto nivel de estrés.
torno social complejo en el que es necesario enten- • Fomentar su participación en grupo, reforzan-
der bien las relaciones humanas y las reglas explí- do positivamente a los compañeros para que lo
citas e implícitas que las rigen. Una inadaptación estimulasen a colaborar e intervenir, creando
en este contexto puede desencadenar en el niño los llamados «círculos de amigos».
problemas emocionales y de autoestima. Diversas • Disminuir los tiempos de contacto no estruc-
investigaciones registran un aumento significativo turado con los compañeros: las actividades for-
de la prevalencia de episodios depresivos y de tras- males con cierto grado de organización hacían
tornos de ansiedad en personas con síndrome de que su funcionamiento fuese más ajustado.
Asperger, en especial a partir de la adolescencia. • Evitar que empleasen con él un lenguaje con
Para lograr un tratamiento integral, nos dirigi- conceptos abstractos y generalistas. Por ejem-
mos al colegio en el que César estaba escolarizado plo, tratar de no preguntarle «¿por qué te has
y tratamos de aunar esfuerzos con los profesionales portado mal?», y en su lugar decir: «No me gus-
implicados con el fin de seguir unos objetivos y ta que me pegues cuando va a acabar la sesión;
metodología de trabajo similares. Desde el princi- si no quieres que termine y estás enfadado dime
pio, las referentes del menor en el centro educativo “me gustaría seguir más tiempo, por favor”».
(maestra y psicóloga) se mostraron muy motivadas • Generar un enfoque positivo: alabar sus logros
a colaborar y receptivas ante las recomendaciones, y no centrarse únicamente en sus déficits o di-
pues, según ellas, era el primer niño con «estas ficultades.
características» que habían tenido. En el aula pu-
dimos observar lo aislado que se encontraba: pare- Crecer juntos
cían dos clases paralelas con normas distintas, una
para el resto de los 19 compañeros y otra para él. Durante estos años hemos observado que César
Cuando se visita a estos niños en entornos gru- va comprendiendo mejor el mundo que lo rodea y
pales, en los que se dan gran cantidad de inter- que su integración en él es más sólida.
acciones sociales simultáneas, se confirma que se Ahora, a la edad de 6 años, puede ser más cons-
desenvuelven peor, ante la demanda de procesar ciente de que las personas perciben, entienden,
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Síndrome de Asperger 22
creen o sienten de manera distinta a la suya, y de intercambios suelen ser fugaces y muy condicio-
que esto los llevará a comportarse en una determi- nados por la actividad en la que se contextualizan.
nada dirección. Va aprendiendo que una persona Por otra parte, demanda mucha información
puede decir una cosa y pensar otra distinta, como y tiene un gran afán de conocimiento, sobre todo
ocurre en la ironía, aunque es necesario valorar en lo relacionado con sus intereses que, en la ac-
también las características del contexto en el que tualidad, se centran en la historia de las civiliza-
este tipo de contenidos aparecen. Resuelve tareas ciones. Cuando domina algún tema suele dismi-
de falsa creencia de primer orden y comprende nuir su motivación y tiende a cambiar de materia,
conceptos mentalistas como parecer, conven- por lo que se hace complicado que permanezca
cer, opinar, etc. Aun así, las dobles intenciones, atento a algunas explicaciones en clase, pues son
las conductas sociales más ambiguas o las claves aprendizajes que él ya ha adquirido.
sociales sutiles, como que le guiñen un ojo bus- Su forma de organizar el entorno sigue siendo
cando su complicidad ante una mentira, le siguen arbitraria e insiste en realizar rituales, como subir
sumiendo en una gran confusión y desconcierto. los primeros dos pisos de su bloque andando y los
Lo anterior, a la vez, ha influido favorablemen- siguientes hasta el 4º en ascensor.
te en sus habilidades pragmáticas, en el sentido Las rabietas, sin embargo, van disminuyendo
de ser capaz de tomar el punto de vista del otro ligeramente y es capaz de emplear comportamien-
y ajustarse a la información que su interlocutor tos más funcionales para influir sobre su entorno.
maneja, sin darlo todo por sabido. Tiene mejores Aun así, su escasa tolerancia a la frustración faci-
habilidades para iniciar y mantener una conversa- lita la aparición de conductas disruptivas, que se
ción, aunque sigue mostrando escaso interés por acompañan a menudo de reacciones emocionales
las vivencias o experiencias ajenas, por lo que los exageradas (p. ej., llora porque no le enseñamos
diálogos son aún algo unilaterales. la pestaña «Todos los programas» de nuestro or-
Participa más y mejor en juegos grupales típi- denador).
cos de patio, como el «pilla-pilla» o el fútbol, a pe- Dada su edad, César aún no es consciente de
sar de que desde el punto de vista motor es poco sus déficits y no observamos por sus verbalizacio-
habilidoso, y se adapta a las reglas, tolerando la nes que se perciba como diferente a los demás.
derrota. Sin embargo, se mantiene poco integrado Esta condición probablemente sea uno de los
socialmente, no dispone de amigos estables, y sus puntos clave de la intervención futura.

RESUMEN
●● Juicio clínico: síndrome de Asperger. al «cerebro social»; importancia de la relación
−− Hallazgos en la exploración: desarrollo di- entre la amígdala y la teoría de la mente.
sarmónico con capacidades cognitivas ●● Las teorías neurocognitivas actuales sobre el
dentro de la normalidad o por encima de síndrome de Asperger se centran en aspectos
ésta (habilidades mnésicas o caudal léxico) específicos del trastorno que no permiten ex-
y cognición social y habilidades lingüísticas plicar la globalidad de los síntomas observados,
pragmáticas deficitarias; escasa interacción de forma que pueden ser compatibles entre sí.
con los otros y reciprocidad emocional, inte- ●● Intervención neuropsicológica en atención
reses estereotipados, inflexibilidad cognitiva temprana:
y baja tolerancia a la frustración. −− Con el niño: partir de requisitos de la comu-
●● En la actualidad, los datos ofrecidos por los nicación y de la interacción social (p. ej., la
análisis post mortem, la neuroimagen o los pro- atención conjunta o el contacto ocular) y
tocolos neuropsicológicos no han conseguido potenciar el desarrollo de la cognición so-
proporcionar un perfil claro y específico de los cial a través de actividades mentalistas re-
procesos cerebrales implicados que caracteri- lativas a la interpretación de intenciones y
cen al síndrome de Asperger frente al autismo. emociones ajenas.
Datos de neuroimagen: a) morfológicos: mayor −− Con la familia: psicoeducación (sobre las
volumen de sustancia gris y blanca, en especial características del trastorno y el manejo de
frontal, y menor volumen de la amígdala, el hi- contingencias).
pocampo, el caudado y el cerebelo, y b) funcio- −− En la escuela: psicoeducación con maestras
nales: hipometabolismo en las áreas asociadas y compañeros; estructuración del ambiente.

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III Trastornos del neurodesarrollo

✎ ACTIVIDADES

Actividad 22-1.  Repasar la neuroanatomía Test infantil del síndrome de Asperger


infantil (Childhood Asperger Syndrome Test [CAST],
de Scott, Baron-Cohen, Bolton y Brayne, 2002)
✓ Ejercicio 1.  Localice en una lámina de neuroa- Consta de 37 ítems que evalúan áreas generales
natomía el denominado «cerebro social», cuyas de socialización, comunicación, juego, intereses y
alteraciones se asocian con las dificultades en las patrones de conducta repetitiva, si bien serán sólo
interacciones y en la comunicación observada en el 31 preguntas las que contribuyan a la puntuación
síndrome de Asperger en sus dos principales áreas: total del niño, con una valoración de 0 o 1. Una
−− Áreas frontales: corteza cingulada y orbitofrontal. puntuación total superior a 15 sería indicativa de
−− Áreas temporales mediales: amígdala, ínsula e que el menor probablemente presente un cuadro
hipocampo. clínico dentro del espectro autista, lo que justifica-
ría una evaluación más profunda.

Actividad 22-2.  Aprender a evaluar


Escala Gilliam para evaluar el trastorno
en neuropsicología infantil. Principales pruebas
de Asperger (Gilliam Asperger Disorder Scale
[GADS], de Gilliam, 2002)
Las escalas y cuestionarios tienen un valor clí-
nico importante, pues permiten una exploración Se compone de 32 ítems que describen conduc-
preliminar de un conjunto variado de comporta- tas específicas, observables y medibles. Se divide
mientos, sobre todo sociales y comunicativos. Sin en 4  subescalas: interacción social, patrones res-
embargo, tienen importantes limitaciones con res- tringidos de comportamiento, perfil cognitivo y ha-
pecto a las propiedades psicométricas de validez o bilidades pragmáticas. Se emplea para individuos
fiabilidad que impiden que el diagnóstico se asien- desde los 3 hasta los 22 años.
te sólo en ellos. Se describen a continuación las
más usadas para explorar el síndrome de Asperger. ✓ Ejercicio 2. Elija una de las tres escalas pre-
sentadas previamente (la versión española pue-
de encontrarse en Martos et al., 2012) y trate de
Escala australiana del síndrome de Asperger
completarla con los datos sobre César que se han
(Australian Scale for Asperger´s Syndrome [ASAS],
proporcionado a lo largo del capítulo. Realice un
de Garnett y Atwood, 1998)
breve comentario sobre los resultados obtenidos
Es probablemente la más utilizada en España. acerca de las áreas más deficitarias de cara a una
Consiste en un listado de 24 ítems, con una escala de intervención clínica.
7 puntos para cada uno de ellos. Evalúa las siguien-
tes dimensiones: las habilidades sociales y emocio-
nales, la comunicación, las habilidades cognitivas, Actividad 22-3.  Neuropsicología infantil
los intereses específicos, las habilidades motoras y en el cine y la literatura
otras características específicas del individuo.
Para leer
Cuestionario de detección del espectro autista
(Autism Spectrum Screening Questionnarie
• Grandin, T. Pensar con imágenes. Mi vida con el
autismo. Barcelona: ALBA, 2008.
[ASSQ], de Ehlers, Gillberg y Wing, 1999)
• Haddon, M. El curioso incidente del perro a me-
Consiste en un listado de 27  afirmaciones so- dianoche. Barcelona: Salamandra, 2006. p. 69-
bre los comportamientos del niño y está diseñado 108.
como prueba de cribado para individuos con un
nivel intelectivo alto y una alteración social en el Cinefórum
espectro autista. Los ítems se puntúan 0, 1 o 2. Una
puntuación superior a 19 indicaría una alta proba- • Elliot A, director. Mary and Max. Fitzroy VIC (Aus-
bilidad de presentar un trastorno del espectro au- tralia): Melodrama Pictures, 2009.
tista, con lo que se recomendaría proceder a una • Johar K, director. Mi nombre es Khan. India: Dhar-
evaluación más completa. ma Productions, 2010.

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Síndrome de Asperger 22
BIBLIOGRAFÍA disorder: a review of the empirical evidence. J Child Psy-
chol Psychiatry 2004;45:421-34.
Attwood T. Guía del síndrome de Asperger. Barcelona: Paidós, Martos J, Ayuda R, Freire S, González A, Llorente M. Trastor-
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