ANÁLISIS DE LA TRASCRIPCIÓN DE UNA CONVERSACIÓN COTIDIANA

El discurso oral es una de las herramientas que utilizamos todos los días con fines
comunicativos, pues somos seres que necesitamos de la lengua para poder realizar nuestras
actividades cotidianas, dentro de las diferentes conversaciones que podemos realizar en un
corto periodo de tiempo, nos encontramos con la sorpresa de que caemos en algunos
errores, repetimos palabras o hacemos ruidos que pueden confundir e incluso ser mal
interpretados por nuestros oyentes.

Analizando la transcripción cotidiana realizada en la clase de Semántica y Pragmática,

obtuvimos lo siguiente:

1. Repetición de palabras:

Locutor 1: imagínese mija que me fui para donde mis abuelos no, y yo llegue allá muy
campante a Itagüí, me bajé del bus, esperé a mi papá, cuando yo era media hora y media
hora y media hora y nunca llegaba, a lo último agarré una buseta de esos buses todos
destortolados que están por allá en los pueblos y me monté.

La repetición de palabras dentro de un laxo de tiempo corto puede catalogarse dentro de la

figura literaria llamada “polisíndeton”, la cual consiste en la repetición de una o varias
conjunciones dentro de una misma frase o texto con el fin de dar más fuerza a lo que se
expresa.

2. Muletillas:

Locutor 2: no, pues a ver, yo me fui para la finca, la finca es de mi nono, pues allá trabaja
mi papá como campesino yyy pues, él recoge lo que es la cosecha, la trae para acá yyy
entre mi mamá, mi hermano y mi persona pues la vendemos, el caso fue que pues yo me fui
con él ee queda en Gramalote, pero bueno, en Gramalote no, más arriba de Gramalote.

En la lengua española hay palabras e interjecciones que al ser utilizadas constantemente

pueden empobrecer el discurso oral de una persona, puesto que al abusar de su empleo
estamos dejando a un lado la variedad existente de nuestra lengua, estas muletillas pueden
significar diferentes factores como: pobreza de vocabulario, nerviosismo o inseguridad, lo
que promueve a que los oyentes perciban en el hablante una falta de claridad, y la
necesidad de valerse de palabras vacías para ganar tiempo y poder expresar sus ideas, como
una especie de tic verbal en el discurso.