Es un ámbito comunicativo basado en la retroalimentación, los valores individuales y
la formación de valores culturales (locales, regionales). En este modelo no se presentan cualidades funcionalistas, ya que prima la diversificación y no la obsesión práctica/simplista.
Dejando atrás el modelo lineal como el de la aguja hipodermica puramente
unidireccional, centralizado y conservador.
Descentralizar la comunicación es evidenciar otras racionalidades otros lenguajes,
otras percepciones de las realidades... otra comunicación posibles, otra modernidad.