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sobre
Taludes y Laderas Inestables
VIII Simposio Nacional
sobre
Taludes y Laderas Inestables
E. Alonso, J. Corominas y
M. Hürlimann (Eds.)
Palma de Mallorca, 11 – 14 de Junio de 2013
Volumen II
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas
Inestables
E. Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
Publicado por
Centre Internacional de Métodes Numèrics en Enginyeria (CIMNE)
Barcelona, España
© Los autores
Impreso por:
DSIGNUM Estudi Gràfic, s.l., Barcelona, Spain
En Junio de 2013 tiene lugar en Palma de Mallorca el VIII Simposio Nacional sobre
Taludes y Laderas Inestables.
En los últimos años, especialmente desde finales de 2008, se han producido en la Isla de
Mallorca diversos desprendimientos y deslizamientos que han llamado poderosamente
la atención por su número y dimensiones. El debate sobre la causa de esta anómala
concentración de eventos, incluyendo la influencia del cambio climático, sigue abierto a
día de hoy.
La edición 2013 es una excelente oportunidad para conocer de primera mano los
detalles de estos eventos, los reconocimientos y soluciones adoptadas, así como las
enseñanzas extraídas.
Entidades Patrocinadoras
Caixa Forum, Palma de Mallorca
Consell Insular de Mallorca
Organizan
Escola Tècnica Superior d'Enginyers de Camins, Canals i Ports de
Barcelona (ETSECCPB)
Centre Internacional de Métodes Numèrics en Enginyeria (CIMNE)
Instituto Geológico y Minero de España
Entidades Colaboradoras
Asociación Española de Geología Aplicada a la Ingeniería
Comité Nacional Español de Grandes Presas
Sociedad Española de Geomorfología
Sociedad Española de Mecánica de Rocas
Sociedad Española de Mecánica de Suelos e Ingeniería Geotécnica
Asociación de Geólogos de las islas Baleares AGEIB
Universitat de Les Illes Balears
Comité Científico
Antonio Abellán Roberto Luis Fonseca
U. Lausana Geobrugg Iberica
Eduardo Alonso Rosa María Mateos
U.P. Catalunya IGME
Manuel Arlandi Carlos Monge
Geoconsult ADIF
José M Azañón Vicente Navarro
U. Granada U.C. La Mancha
Jordi Corominas Claudio Olalla
U.P. Catalunya U.P. Madrid
Joaquín Celma Pere Oller
U.P. Valencia IGC
José Chacón Luis Ortuño
U. Granada URIEL y Asociados
Enrique Dapena Carlos Oteo
CEDEX U. Coruña
Ventura Escario Fernando Pardo de Santayana
Consultor CEDEX
Carlos Delgado Manuel Pastor
U.P. Madrid U.P. Madrid
Luis Fernández Aurea perucho
CYGSA CEDEX
Mercedes Ferrer Isabel Reig
IGME ACCIONA
Antonio Gens Juan Remondo
U.P. Catalunya U. Cantabria
José A. Gili José M. Rodríguez-Ortiz
U.P. Catalunya U.P. Madrid
Rene Gómez Manuel Romana Ruiz
C. Hidrográfica Hebro U.P. Valencia
Luis González de Vallejo Moisés Rubín de Célix
U. Complutense Ministerio de Medio Ambiente
J.M. Gutiérrez Manjón Eugenio Sanz
FCC U.P. Madrid
Gerardo Herrera Cesar Sagaseta
IGME U. Cantabria
Marcel Hürlimann José B. Serón
U.P. Catalunya U.P. Valencia
Francisco A. Izquierdo Davor Símic
U.P. Valencia Ferrovial Agroman
José L. justo Alpañés Antonio Soriano
U. Sevilla U.P. Madrid
Alberto Ledesma Meaza Tsige
U.P. Catalunya U. Complutense
Alejandro Lomoschitz Pedro Varona
U. Las Palmas GC ITASCA
Carles López Carreras Joan M. Vilaplana
Eurogeotécnica U. Barcelona
Irene Villegas
CEMOSA
ÍNDICE
CONFERENCIAS INVITADAS
La Mallorca Inestable
R.M. Mateos ......................................................................................................................... 23
Estabilidad de Taludes de Cierre de Vertederos de Residuos P. Lapeña, J. Cañizal,
C. Sagaseta, A. Da Costa y J. Castro .................................................................................. 35
Auscultación de Movimientos de Ladera para la Implementación de Sistemas de Alerta.
Ejemplos del Pirineo y Prepirineo Central y Oriental
M. Hürlimann, J. Moya, C. Abancó y I. Vilajosana ............................................................ 51
Estabilización de Taludes Mediante Pilotes
L. Ortuño Abad y T. Murillo Pérez ...................................................................................... 83
Taludes de Gran Altura. Enfoque Actual
M. Romana Ruiz ................................................................................................................ 123
Modelling of Landslide Propagation: a SPH Approach
M. Pastor, T. Blanc, M. Martin Stickle, P. Dutto, P. Mira,
J.A. Fernández Merodo, S. Sancho y A.S. Benítez ............................................................ 152
509
ESTABILIDAD
Factores de Seguridad en la Estabilidad de Taludes de Acuerdo con
el Eurocódigo EC-7 y el Anejo Nacional Español
J. Estaire y G. Olivenza ..................................................................................................... 269
Papel del Agua Subterránea en la Concentración de Arcillas de Elevada
Plasticidad a la Base de Deslizamientos (Caso de Diezma, Granada, España)
J.M. Azañón, J. Castro, F.J. Lamas, M.J. Rodríguez-Peces y C. Ureña ........................... 281
¿Por qué Calcular sólo a Rotura? Estado Límite de Servicio = Deformación
Máxima Admisible. Software BIOS
R. Majoral, J. Valdes, A. Eseverri y G. Giacchetti ............................................................ 290
Rotura Plana Diferida de un Desmonte en Pizarras Paleozoicas
E. Alonso, D. Tarragó y E. Romero................................................................................... 302
Cálculo de Estabilidad de Terraplenes sobre Terrenos Blandos Reforzados
Mediante Columnas de Mezcla Profunda (DMM)
S. Melentijevic y P. Morilla ............................................................................................... 314
Influencia del Desembalse en la Estabilidad de una Ladera. Caso Real
N.M. Pinyol, E.E. Alonso, J. Corominas y J. Moya........................................................... 326
Importancia de la Presencia de Niveles de Caolin en la Estabilidad y Drenaje
de Taludes: el Caso de un Desmonte en la Aautovia A-52 de Orense a Pontevedra
E. Sanz Pérez, I. Menéndez Pidal, A. Lomoschitz Mora-Figueroa y P. Sanz de Ojeda .... 337
SUSCEPTIBILIDAD
Peligrosidad de los Movimientos de Ladera en la Vertiente Meridional de Sierra
Nevada (Granada) a partir de la Estimación Multi-Técnica de la Actividad
J.D. Jiménez-Perálvarez, C. Irigaray Fernández, R. El Hamdouni Jenoui,
T. Fernández del Castillo, J.A. Palenzuela Baena, D. Costanzo y J. Chacón Montero.... 351
Análisis de la Susceptibilidad a los Desprendimientos Rocosos en la Isla de Ibiza.
Identificación de las Zonas de Mayor Riesgo
S. Farriol Cristóbal, R.M. Mateos y M. Vilaplana ............................................................ 363
Análisis de la Susceptibilidad de las Inestabilidades de laderas por Efectos
Sísmicos en los Andes Ecuatorianos
D. Gordón y M.J. Rodríguez-Peces ................................................................................... 375
Análisis de la Susceptibilidad por Caída de Rocas en un Tramo de la Carretera
C-13 en Camarasa (la Noguera-Catalunya) a Partir de Datos LIDAR
M. Guinau, J. Mencos, N. Marsal y E. Álvarez ................................................................. 387
Análisis Geomorfológico de la Susceptibilidad al Deslizamiento Traslacional
de un Macizo Rocoso sobre la GC-2 en el Tramo de El Rincón, Gran Canaria
J. Yepes Temiño, C. Cabrera Fuentes, M. Martin Betancor y M.J. Rodríguez-Peces ...... 399
Posible Interrupción de la Autovía GC-2 (Gran Canaria) por Deslizamientos y
Desprendimientos Rocosos: Análisis de Estabilidad del Acantilado de el Rincón
M.J. Rodríguez-Peces, J. Yepes y C. Cabrera Fuentes .................................................... 411
510
ESTABILIDAD-CASOS PRÁCTICOS
Los Megadeslizamientos de las Islas de Fogo (Cabo Verde) y el Hierro (Canarias),
Diferencias y Semejanzas: una Revisión
A. Lomoschitz Mora-Figueroa y I. Galindo Jiménez ........................................................ 425
Descripción y Caracterización Geotécnica del Deslizamiento, de abril de 2009,
del Talud del IES Santa Margalida, Mallorca, Illes Balears
M. Oliver ............................................................................................................................ 437
Análisis Retrospectivo de la Desestabilización de un Muro de Escollera
en Obra Urbana
S. Alija, F.J. Torrijo, R. Valiente y S. Sobrecases ............................................................ 448
Implicaciones Geotécnicas de las Sucesivas Reactivaciones del Deslizamiento
de Pajonales-Rosiana(Depresión de Tirajana, Gran Canaria)
M.J. Rodríguez-Peces, J. Yepes, M. Tsige y B. Carrera................................................... 460
Determinación de Mecanismos de Deslizamientos en Areas Urbanizadas
de la Sierra de las Apretaderas, Término de Alcuzcuz, Benahavís, Málaga
I.
Menéndez Pidal, E. Sanz Pérez, A. Lomoschitz Mora-Figueroa y L. Jiménez Donaire ... 472
Caracterización y Efectos de las Posibles Reactivaciones en el Pie del
Gran Deslizamiento del Forn de Canillo (Andorra)
M. Vilalta, J. Torrebadella y J.M. Vilaplana ................................................................... 484
PELIGROSIDAD Y RIESGOS
Reconstrucción de la Frecuencia de Corrientes de Derrubios en el Barranc d‘Erill
C. Raïmat, R. Luis Foncesa, M. HÜRLIMANN, J. Corominas y J. Fernandez ................ 519
Análisis del Riesgo por Desprendimientos Rocosos en Zonas Urbanizadas:
Aplicación en Cala LLamp (Andratx, Mallorca)
I. García-Moreno, R.M. Mateos, P. Reichenbach y G. Herrera ....................................... 530
Aplicación del Indice RHRS para la Evalucación del Riesgo de Inestabilidad
de Taludes en la Carretera MA-10 de la Serra de Tramuntana de Mallorca
J.M. Rius Gibert y R. Aguiló .............................................................................................. 542
Exposición a los Desprendimientos de Rocas en Montserrat
S. Fontquerni, J.M. Vilaplana, M. Guinau y M.J. Royán .................................................. 554
Metodología para la Evaluación Cuantitativa del Riesgo por Desprendimientos
de Rocas en Escala Específica y Local
J. Corominas, O. Mavrouli, J. Moya y R. Ruiz .................................................................. 566
Marco de Acción Global para Reducción de Desastres y Campaña de la UN/ISDR
para Mejorar la Resiliencia de las Ciudades
L.M. Laguna Megal y H. Molin Valdés ............................................................................. 578
Risk Assessment of a Unstable Cliff above a Housing Estate
in Vully-les-Lacs, Switzerland
J. Fretz, E. Prina Howald, C. Bonnard y J.-D Berchten ................................................... 590
511
Relación Magnitud-Frecuencia de Cicatrices por Desprendimientos de Rocosos,
Utilizando Datos de Láser Escáner Terrestre
D. Santana, J. Corominas, O. Mavrouli y D. García-Sellés ............................................. 602
El Mapa Para la Prevención de Riesgos Geologicos de Cataluña
1:25 000: Aplicación de una Metodología a Escala Regional para la Evaluación
de la Susceptibilidad a Generar Flujos Torrenciales
M. González, J. Pinyol, M. Camafort, J. Vilaplana y P. Oller .......................................... 614
Valoración de 10 Años de Mitigación del Riesgo de Caída de Rocas
en el Cremallera de Montserrat
M. Janeras, J. Palau, E. Prat, J. Pons, H. Rodríguez, P. Martínez y J. Comellas ........... 624
512
TÉCNICAS DE AUSCULTACIÓN
Análisis de la Deformación Precursora en Desprendimientos de Rocas
Mediante LiDAR Terrestre
M.J. Royán, A. Abellán, J.M. Vilaplana, M. Jaboyedoff y J. Calvet ................................. 741
Análisis y seguimiento de las laderas del Monasterio de Montserrat
mediante LiDAR Terrestre
M.J. Royán, M. Guinau, J.M. Vilaplana y A. Abellán ....................................................... 751
Ladera Inestable en Leintz-Gatzaga. Estudio Geotécnico y Control del
Deslizamiento con Técnicas Terrestres y Espaciales
B. Gascón, G. Bru, A.G. Camacho, M. Avellaneda, J.F. Prieto, P.J. González,
G. Herrera, J.J. Mallorquí, K.F. Tiampo, J.A. Navarro, A. Morales y J. Fernández ....... 763
Monitorización de Deslizamientos del Terreno con SAR Terrestre
M. Crosetto, O. Monserrat, G. Luzi, M. Cuevas-González, N. Devanthéry
y R. Copons Llorens........................................................................................................... 775
Monitorización de Deslizamientos muy Lentos en el Valle de Tena
(Pirineo Central, España) Mediante Análisis de Imágenes SAR Multi-banda
J.C. García-Davalillo, G. Herrera, F. Gutiérrez, M. Hernández, J. Guerrero,
D. Notti, J.P. Galve, J.A. Fernández-Merondo, G. Cooksley y T. Strozzi ......................... 787
Consideraciones sobre el Deslizamiento del Forn de Canillo
(Principat d’Andorra) a partir de Datos de Interferometría Radar y Nuevas
Observaciones sobre el Terreno
J. Corominas, R. Iglesias, A. Aguasca, J.J. Mallorquí, X. Fàgregas,
X. Planas y J.A. Gili .......................................................................................................... 799
Metodología para Mejorar el Análisis de Datos Satélite Radar en el Estudio
de los Movimientos de Ladera: Resultados del Proyecto FP7 DORIS en la Serra
de Tramuntana (Mallorca)
S. Bianchini, G. Herrera, R. Mateos, I. García-Moreno, O. Mora, C. Sánchez,
J.C. García-Davalillo, M. Sanabria, M. López y J.A. Merodo ......................................... 811
Monitorización de un Talud en Yesos Mediante Laser Scanner Terrestre (TLS):
el Caso de la Peña de Finestrat, Alicante
R. Tomás, A. Abellán, M. Cano, M. Jaboyedoff, J. Delgado, J.M. Saval,
A. Tenza y F. Baeza ........................................................................................................... 821
Medida de los Desplazamientos en un Talud Inestable Sobre la Autovia A-44
Mediante Técnicas de Láser Escáner Terrestre
J.L. Pérez García, T. Fernández del Castillo, E. Mata de Castro,
M.A. Hernández Caro, A. López Arenas, F.J. Cardenal Escarcena,
A. Mozas Calvache y J. Delgado García........................................................................... 833
Determinacón de la Causa de un Deslizamiento de Ladera, el Caso de la Font
del Molla (Els Cortals D’Encamp), Principado de Andorra: Comparación
entre Ensayos de Trazador e Infiltrometías y el Uso de la Resonancia Magnética
Nuclear de Superficie (SNMR)
V. Turu, MªC. Gutiérrez y X Ros ....................................................................................... 845
513
Resultados Preliminaries del uso de Piezómetros de Cuerda Vibrante
como Herramienta a Considerar para el Estudio de la Generación de
Deslizamiento en Morrenas Glaciales
C. Raïmat, M. Zarroca, M. Hürlimann, J. Corominas y R. Luis Fonseca ........................ 857
Empleo de una Plataforma Aérea Ligera No Tripulada (UAV) y Técnicas
Fotogramétricas para el Estudio de una Zona Inestable en la Guardia de Jaén
T. Fernández, J.L. Pérez, A. López, J.M. Gómez, M. Sánchez, F.J. Cardenal,
J. Delgado y A.M. Pérez de la Torre ................................................................................. 869
Análisis Cinemático de un Talud Carretero de la Provincia de Jaén Mediante
Técnicas de Laser Escáner Terrestre
F. Moya Giménez, J.L. Pérez García, T. Fernández del Castillo y J. Chacón Montero... 881
Estimación de la Magnitud de Procesos Torrenciales Mediante Diferentes
Técnicas Geomáticas. Aplicación a la Cuenca el Rebaixader (Pirineo Central)
M. Hürlimann, F. Buill, A. Nuñez, J. López, C. Abancó, J. Moya y J. Bonet ................... 893
Análisis de la Evolución de un Deslizamiento Diacrónico Mediante la
Comparación entre MDE Obtenidos Mediante Técnicas de Fotogrametría Digital
y Lidar en las Alpujarras (Granada)
T. Fernández del Castillo, J.L. Pérez Garcia, F.J. Cardenal Escarcena,
J. Delgado García, C. Colomo Jiménez, C. Irigaray Fernández y J. Chacón Montero ... 905
Control y Seguimiento de una Grieta de Tracción Relacionada con Extracciones
Mineras. Medidas de Drenaje. El Caso de Padul (Granada)
M. A Diaz Puga y R. M Mateos ......................................................................................... 917
514
Corrección de Inestabilidad de Ladera-Terraplén en Margas Miocenas
en la Construcción de la Autovía A-316, PK 0+600, en el T.M de Baeza (JAÉN)
I. Mochón López, G. Dios Fuentes, A. Romero Bella y L.M. Salazar Martín ................. 1009
Utilización de la Malla de Alambre de Acero de Alto Límite Elástico TECCO®
en la Estabilización del Desmonte D-1 de la obra: Vía de Conexión Corredor
del Nalón – Autovía del Cantábrico, Fase III (Asturias).
F. Valperga Ovejero, J. Requena Guerra, P. Roza Manzano, J. Prieto Fernández
y A. Álvarez Bengoechea ................................................................................................. 1021
Corrección de un Talud Inestable en el Puerto de Jávea (Alicante)
F.A. Izquierdo Silvestre, V. Ibarra Damía y M. Cánovas Carreño ................................. 1033
El camino de Balaam. Soluciones Geotécnicas Integradas en las Carreteras
de Mallorca
F. Grimalt Vigo................................................................................................................ 1044
515
ALUDES DE NIEVE
Efecto Combinado de la Temperatura y la Precipitación en la Actividad de
Grandes Aludes en el Pirineo Oriental
S. Manguán, C. García-Sellés, G. Martí, P. Oller y P. Martínez .................................... 1169
Experiencias de Estudio del Riesgo de Aludes de Nieve en Explotaciones
Mineras de los Andes Centrales de Chile y Argentina
M. Janeras, P. Oller, R. Arancibia, J. Pons, O. Costa y C. Garcia1181
Cuantificación de Aludes de Nieve a partir de las Señales Sísmicas
y de Infrasonido Generadas
C. Pérez-Guillén, P. Roig, E. Suriñach y M. Tapia ......................................................... 1193
Evaluación del Desencadenamiento de un Alud en el Vallèe de la Sionne (Suiza)
Causado Posiblemente por un Terremoto Próximo
C. Pérez-Guillén, M. Tapia, E. Suriñach y G. Furdada .................................................. 1205
Plan de Zonificación del Terreno Según la Peligrosidad por Aludes
para el Pirineo de Cataluña
P. Oller, M. Janeras, O. Costa, C. García-Sellés, E. Muntán, G. Martí
y P. Martinez.................................................................................................................... 1217
SISMICIDAD Y DESLIZAMIENTOS
Primeros Datos Experimentales sobre el Comportamiento Dinámico
de Grandes Deslizamientos en la Cordillera Bética (SE España)
J. Delgado, C. Esteve, J. Garrido, J.J. Giner, P. Jáuregui, L. Lenti,
C. López-Casado, S. Martino y J.L. Soler ....................................................................... 1231
Análisis de la Interacción entre el Campo de Ondas y la Geometría
de una Ladera Inestable durante el Terremoto de 2011 en Lorca (Mw 5.1):
Implicaciones Prácticas
J. Delgado, P. Alfaro, F.J. García-Tortosa, J.J. Giner, L. Lenti, C. López-Casado,
S. Martino y G. Scarascia-Mugnozza ............................................................................. 1242
La Orientación de la Sacudida Sísmica como Factor Desencadenante de
Inestabilidades de Ladera: El Caso del Terremoto de Lorca de 2011
M.J. Rodríguez-Peces, J.J. Martínez-Díaz, J. García-Mayordomo y M. Tsige .............. 1254
Movimientos de Ladera Inducidos por Terremotos en la Península Ibérica
J. Delgado, F.S. Marques y T.G. Vaz ............................................................................. 1266
516
PELIGROSIDAD Y RIESGOS
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
El resultado de este trabajo ha permitido cartografiar los depósitos generados por los
episodios del S.XX así como cuantificar un volumen acumulado correspondiente a estos
eventos de más de 150.000m3.
519
520 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Los movimientos en masa, entre los que se incluyen las corrientes de derrubios constituyen
una de las causas más frecuentes de desastres. La evaluación de la amenaza por
deslizamientos y la capacidad de predecir estos movimientos es un tema de gran interés entre
la comunidad científica.
Fig. 1. Localización de la cuenca del barranco de Erill, en la comarca de la Alta Ribagorza (Lerida-España).
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 521
2. METODOLOGÍA
3
522 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Se ha realizado la búsqueda de datos históricos documentados del S.XX, que es el Siglo más
próximo y del que se esperaba conseguir más datos objetivos.
Fig. 2. (A) Fotografía histórica del cono de Erill tomada en 1920 (B) Fotografía histórica tomada en 1953
durante la construcción de la carrera de acceso a la Prese de Cavallers con vistas al Barranco de Erill y pueblo de
Erill-la-Vall.
Fig. 3. (A) Fotografía histórica tomada el 7 de agosto de 1920 desde el pueblo de Boí con vistas al Barranco de
Erill y pueblo de Erill-la-Vall.(B) Fotografía tomada en 1954.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 523
Esta tarea se ha dividido en tres partes de igual importancia: registro histórico fotográfico,
registro histórico de series meteorológicas de precipitación y encuesta personal a los
habitantes del Valle de Boí de mayor edad que hayan podido ser testigos oculares de los
acontecimientos.
Fig. 3. Fotografía histórica del evento de 1952 interpretada con los distintos eventos del S.XX.
A partir de la observación de las fotografías históricas que mostraban el área afectada por los
eventos del S.XX se decidido realizar una cata estratigráfica de unos 80 metros de longitud,
interceptando estos depósitos, en la parte más baja del cono aluvial, perpendicularmente al
5
524 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
flujo (Fig. 4). Con esta cata se ha podido identificar y medir la potencia del depósito de cada
uno de los eventos identificados fotográficamente y muestrear restos fósiles que permitan la
datación absoluta de algunos niveles y con ello la datación relativa los niveles supra yacentes
(Fig. 5).
Fig.4. Cata excavada en el cono aluvial y detalles de la toma de datos estratigráficos y arqueológicos.
Fig.5. Cartografía de los eventos históricos de la primera mitad del S.XX por comparación con el área del
abanico aluvial.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 525
3. DATOS OBTENIDOS
La auscultación ha permitido registrar 30 eventos de volumen inferior a los 100 m3 cada uno,
4 flujos han transportado entre 100 y 1000 m3 y solamente 1 ha superado los 1.000 m3 de
sedimento (Tabla 1). De todos ellos se conocen las condiciones desencadenantes, tipo de
flujo, velocidad y calado. Además se ha podido muestrear el depósito de material producto de
la intercepción con el Sistema VX, permitiendo tomar granulometrías y densidades.
7
526 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Este aspecto permite afirmar, considerando que la cata no está centrada con respecto al
abanico aluvial y algunos eventos han podido ocurrir sin reflejarse en la sección de estudio,
que el volumen calculado sedimentado con posterioridad a la referencia absoluta de datación
es de mas de 4·106 m3, transportados por un total mínimo de 42 eventos de distinta magnitud a
juzgar por el espesor y tamaño de los bloques de cada uno de ellos observados en la cata
estratigráfica.
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 527
El resultado de esta parte del trabajo permite confirmar la existencia de actividad de las
corrientes de derrubios en el Barranc d’Erill en el último interglaciar así como perfilar con
mayor precisión el intervalo de la curva magnitud-frecuencia a la escala secular y con ello
mejorar el conjunto de la curva magnitud-frecuencia.
nº Ventana
INTERVALO MAGNITUD FRECUENCIA
eventos (años)
10<X<100 10 30 4 7,500
100<X<1.000 100 4 4 1,000
1.000<X<10.000 1000 9 105 0,086
10.000<X<50.000 10000 3 105 0,029
50.000<X<100.000 50000 30 34000 0,00088
100.000<X<1.000.000 100000 12 34000 0,00035
X>1.000.000 1000000 1 34000 0,00003
Tabla 3. Tabla resumen de los datos de los eventos considerados para la obtención de la curva magnitud-
frecuencia (M-F)
Fig.7. Curva magnitud-frecuencia de episodios de corrientes de derrubios en la cuenca del Barranco de Erill a
partir de los datos de los últimos 34.000 años.
9
528 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
4. CONCLUSIONES
Los datos obtenidos permiten afirmar que ya existían las corrientes de derrubios y que ya
fueron en el último interglaciar un problema para la ocupación humana en el Valle de Boí
hace más de 34.000 años.
Los datos obtenidos permiten afirmar que ya existían las corrientes de derrubios y que ya
fueron en el último interglaciar un problema para la ocupación humana en el Valle de Boí.
BIBLIOGRAFÍA
Crosta, G., Frattini, P. 2003. Distributed modeling of shallow landslides triggered by intense
rainfall. Natural Hazard and Earth System Sciences 3. Pág. 81-93.
Guzzetti, F., Malamud, B.D., Turcotte, D.L., and Reichenbach, P., 2002. Power-law
correlations oflandslide areas in central Italy. Earth and Planetary Science Letters, 195: 169-
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10
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Hungr, O., Evans, S.G. and Hazzard, J. 1999. Magnitude and frequency of rock falls and rock
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Geotechnical Journal 36(2), 224–38.
Hürlimann, M.; Baeza, C., 2002. Analysis of debris-flow events in the eastern Pyrenees,
Spain. A: "Proceedings". Balkema, 2002, p. 213-220.
Hürlimann, M., Corominas, J., Moya, J., Copons, R., 2003. Debris-flow events in the Eastern
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(Eds.), 3rd Int. Conf. on Debris-Flow Hazards Mitigation. Millpress, Davos, pp. 115-126.
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1996 Biescas campsite disaster in the Central Spanish Pyrenees and its spatial and temporal
context. Hydrological Processes 11:1797–1812
11
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
(1) Unidad de Palma de Mallorca del Instituto Geológico y Minero de España. Avda.
Ciudad Querétaro s/n. 07007 Palma de Mallorca. E.mail: inmaculada.garcia@igme.es
(2) Unidad de Granada del Instituto Geológico y Minero de España. Urb. Alcázar del
Genil, 4. Edificio Zulema, bajo. 18006 Granada. E.mail: rm.mateos@igme.es
(3) Consiglio Nazionale delle Ricerche, Instituto di Recerca per la Protezione
Idrogeologica. Via della Mdonna Alta 126, 06128 Perugia (Italia). E.mail:
paola.reichenbach@irpi.cnr.it
(4) Instituto Geológico y Minero de España. C/ Ríos Rosas, 23 Madrid. 28003 Madrid.
E.mail: g.herrera@igme.es
RESUMEN
Cala Llamp es una urbanización de lujo situada en la costa del municipio de Andratx, al SO
de la Serra Tramuntana (Mallorca), construida al pie de un escarpe rocoso de 150 metros de
altura. Su ubicación, así como el gran número de viviendas construidas, ha determinado su
selección para la aplicación de una metodología de análisis del riesgo por desprendimientos
rocosos, basada en la aplicación del Código STONE (Guzetti et al., 2002). Este software
genera tres mapas raster de los siguientes parámetros: número de trayectorias y alcance de
bloques desprendidos, altura máxima del bloque en su caída y la velocidad máxima que
pueden alcanzar en su descenso por la ladera. La combinación de estos tres mapas (ArcGIS)
ha permitido obtener el mapa de peligrosidad a los desprendimientos rocosos en el área
urbanizada. La superposición de la cartografía de peligrosidad con el mapa de ubicación de
viviendas permite identificar las zonas de mayor riesgo a este tipo de procesos.
530
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 531
INTRODUCCIÓN
Durante los años 2008-2010, la isla de Mallorca sufrió uno de los episodios más fríos y
lluviosos que se recuerdan. En la Serra de Tramuntana, las lluvias acumuladas fueron el doble
de la media y se registraron los valores de lluvias intensas más elevados (hasta 296 mm/24h)
desde que se tiene registro instrumental (1944). Adicionalmente, las elevadas precipitaciones
coincidieron con bajas temperaturas, que dejaron copiosas nevadas e intensas heladas en las
zonas más altas de la sierra (Mateos et al., 2011). Como resultado se desencadenaron 15
desprendimientos rocosos, algunos de ellos de gran envergadura, destacando el de Son Cocó
(300,000 m3) (Mateos et al., 2010), el del Gorg Blau (30,000 m3) o el de Biniforani (28,000
m3), que ocasionaron cuantiosos daños económicos, tanto directos como indirectos. Los daños
relacionados con el desprendimiento del Gorg Blau, que mantuvo cortada la principal
carretera de la sierra (Ma-10) durante tres meses y medio, se estiman en 2,5 millones de Euros
(Mateos et al., 2011).
Los bloques desprendidos han afectado a zonas urbanizadas en diversas ocasiones, atravesado
paredes y tejados de edificios, como se ha podido constatar en los últimos años durante el
citado periodo lluvioso. Los casos más relevantes son: El hotel Siesta (Costa de la Calma,
Calvià) (08 enero 2009), una vivienda rural en el municipio de Puigpunyent (14 septiembre
2009), y dos viviendas en el litoral de Valldemossa (s'Estaca, 15 febrero 2008).
2
532 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Desde el punto de vista climático, la Serra de Tramuntana se encuentra dentro del ámbito del
clima mediterráneo, con variaciones climáticas típicas de las zonas montañosas controladas
por la orografía. Así, en la zona central más elevada de la Serra (área de Lluc), las
precipitaciones medias anuales pueden ser superiores a los 1200 mm, mientras que hay áreas
del litoral meridional (Andratx, Calvià) que no superan los 400 mm anuales. Los episodios de
lluvias intensas concentradas en cortos periodos de tiempo, así como la ocurrencia de heladas
durante los meses invernales, constituyen el motor desencadenante de los desprendimientos
rocosos en esta región (Mateos et al., 2011).
3
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 533
Fig.1. Mapa geológico simplificado de la Serra de Tramuntana. Localización de la zona de estudio y distribución
de los desprendimientos rocosos inventariados a lo largo de la cadena montañosa.
Cala Llamp está situada en la costa del municipio de Andratx, en el extremo SO de la sierra
(Fig.1), y queda delimitada tierra adentro por un escarpe rocoso de 150 metros de altura casi
vertical (Sa Talaia, 150 m). Este escarpe está formado en la base por materiales de edad
Rethiense: carniolas, dolomías y margas, sobre los que se superponen las calizas y dolomías
del Lías, que coronan la cima. Ambos materiales constituyen una escama de cabalgamiento
que se superpone sobre los depósitos del Jurásico superior (Dogger-Malm), formados por
margas y calizas. De forma discordante, sobre los anteriores, se dispone un conjunto de
depósitos coluviales, resultado de la denudación del escarpe rocoso, constituidos por gravas y
bloques de calizas y dolomías, que presentan una matriz fina con una proporción variable de
limo y arcilla, y algunos niveles cementado (Fig.2). Las viviendas de la urbanización han sido
construidas sobre la ladera, que presenta pendientes muy elevadas, en torno a los 42º.
4
534 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Fig. 2. Mapa y corte geológico en la zona de estudio donde se localiza la urbanización de Cala Llamp (Andratx),
al pie de los relieves rocosos que conforman Sa Talaia. Las viviendas han sido construidas a lo largo de la
ladera, que ofrece una pendiente media en torno a los 42º.
5
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 535
La urbanización de Cala Llamp bordea una pequeña playa de rocas de la que toma el nombre.
Andratx es uno de los municipios de Mallorca con más porcentaje de residentes extranjeros.
Según el censo de 2001, aproximadamente el 15% de la población procedía de otros países,
principalmente de Alemania, Gran Bretaña y Francia. El desarrollo urbanístico de Cala Llamp
se llevó a cabo en la década de los noventa y al comenzar el presente siglo, con la
construcción de una serie de viviendas de alto standing destinadas a los residentes extranjeros.
En la actualidad hay edificadas unas 336 viviendas, con un precio medio del metro cuadrado
de 7,000 Euros. La cercanía del mar y el aislamiento y privacidad de la zona han sido los
criterios imperantes para su desarrollo urbanístico. Obsérvese en la Fig. 3 la virginidad de la
cala a mediados de la década de los 50 del pasado siglo, y la situación actual donde las
viviendas han colonizado las laderas.
Fig. 3. Ortofoto de 1956 (izquierda) y ortofoto de 2010 (derecha). Se observa el desarrollo urbanístico de Cala
Llamp durante las últimas décadas.
6
536 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
7
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 537
El software aplica un GIS para obtener en dos-tres dimensiones los siguientes resultados: el
total de trayectorias de caída de rocas y su alcance, la velocidad máxima alcanzada, y la altura
de vuelo. La validación del STONE en la Tramuntana se realizó previamente, ajustando los
parámetros de entrada a 4 casos reales de desprendimientos que tuvieron lugar durante el
lluvioso periodo 2008-2009, y cuyos resultados se presentan en otra comunicación del
presente Simposio.
Resultados
Para cada salida del STONE se realizó una clasificación de cada uno de los parámetros (Tabla
3). Posteriormente, para analizar la peligrosidad se ha utilizado un índice de tres dígitos- H(t,
a, v)-que tiene en cuenta las cuatro clases obtenidas en la clasificación, similar al utilizado por
Cardinali et al (2002) y Guzzetti et al (2004) en diferentes regiones de Italia (ver tabla 4). El
dígito (t) se refiere al número de trayectorias; el dígito (a) a la altura de vuelo del bloque, y el
dígito (v) a la velocidad alcanzada por la roca. Combinando estos tres dígitos se obtiene el
valor del índice de peligrosidad por desprendimientos de rocas. La clasificación resultante
presenta cuatro grados de peligrosidad: L peligrosidad baja, M peligrosidad media, H
peligrosidad alta y VH peligrosidad muy alta.
8
538 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Tabla 3.Valores usado para reclasificar los mapas raster obtenidos con el STONE
Tabla 4.Valores del índice H(tav) obtenidos por combinación de los tres mapas raster. La columna Hazard
muestra cuatro grados de clasificación de la peligrosidad a los desprendimientos de roca: L peligrosidad baja, M
peligrosidad media, H peligrosidad alta VH peligrosidad muy alta.
9
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 539
Fig. 4. A) Número de trayectorias de roca; 1) 1-3 bloques, 2) 3-10 bloques, 3) 10-50 bloques 4) >50 bloques. B)
Altura máxima de vuelo de bloques; 1)˂5 m, 2)5-10 m, 3) 10-30 m, 4)˃30 m. C) Velocidad máxima de bloques;
1) ˂12 m/seg, 2) 12-20 m/seg, 3) 20-32 m/seg. D) Mapa de peligrosidad a los desprendimientos rocosos; L,
peligrosidad baja, M, peligrosidad media, H, peligrosidad alta, VH, peligrosidad muy alta.
10
540 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
La información espacial de las viviendas de Cala Llamp se transformó en formato raster, con
un espaciado de rejilla de 5 x 5 m, igual al espaciado de la rejilla del mapa raster del DEM. El
mapa resultante, con la ubicación de las edificaciones, se ha superpuesto al mapa de
peligrosidad generado (Fig. 4), con la finalidad de identificar aquellas viviendas que ofrecen
un mayor riesgo a ser alcanzadas por bloques. Esta superposición permite la elaboración del
mapa de riesgo de las viviendas (Fig.5), estableciendo cuatro grados similares a los de la
peligrosidad. Las viviendas ubicadas en mayor zona de riesgo (muy alta) se concentran en el
sector central de la ladera suroriental, bajo el escarpe del Puig de sa Talaia, representando casi
el 40% del total de las viviendas construidas.
Fig. 5. Mapa de riesgo a desprendimientos rocosos de las viviendas de la urbanización de Cala LLamp
6. CONCLUSIONES
11
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 541
ladera son muy patentes, y concretamente los desprendimientos rocosos. Son numerosos los
ejemplos de urbanizaciones de alto standing construidas al pie de escarpes de roca, como es el
caso de Cala Llamp, en el municipio de Andratx. Los resultados del presente trabajo ponen de
manifiesto que un 40% de las viviendas construidas en esta urbanización presentan un riesgo
muy alto a los desprendimientos rocosos; y un 12% de ellas en riesgo alto. La metodología
que ofrece el presente trabajo, basada en la simulación de desprendimientos con el código
STONE, puede ser extrapolable a cualquier otra zona de la Tramuntana, ya que los parámetros
de entrada del modelo han sido optimizados para esta región. La necesidad de incluir este tipo
de metodologías en la planificación urbanística y territorial de zonas turísticas es cada vez más
imperante, ante los daños que pueden causar este tipo de procesos.
Agradecimientos
Este trabajo ha sido financiado por el proyecto DORIS, del 7º Programa Marco de la Unión
Europea (FP7/2007-2013), nº 242212. También ha sido financiado por el proyecto
TOPOBÉTICA- CGL2011-29920, del Ministerio de Economía y Competitividad.
REFERENCIAS
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2011, FAO, Rome, Italy, ISPRA. Pag. 351.
12
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Palma de Mallorca, Junio 2013
E. Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
CIMNE, Barcelona, 2013
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++++++++
= (2)
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Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 555
1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
Los desprendimientos rocosos son uno de los fenómenos más comunes en escarpes
montañosos (Copons and Vilaplana, 2008). Es un fenómeno de gran frecuencia y se considera
el movimiento de ladera de mayor velocidad (Varnes, 1978) llegando a energías de impacto
muy elevadas (Agliardi and Crosta, 2003 y Agliardi et al. 2009). Copons (2007) define los
desprendimientos como toda masa rocosa que se separa de una ladera rocosa y que se
fragmenta en cuerpos rocosos más pequeños que se propagan ladera abajo mediante una caída
libre y/o rebotando y/o rodando.
Según Vilaplana and Payàs (2008) la peligrosidad natural es la probabilidad de que pueda
ocurrir un peligro natural de determinada magnitud en un lugar concreto y en un período de
tiempo determinado, y el riesgo natural es la probabilidad de daños debidos a un fenómeno
natural en un lugar concreto y en un período de tiempo determinado.
Existe un gran número de estudios de caída de bloques (Frattini et al. 2008 y Stoffel et al.
2005) pero pocos son los autores que abordan el estudio de la exposición y la vulnerabilidad a
este fenómeno (Ferlisi et al. 2012). En algunos casos se evalúa el riesgo asignando valores de
exposición y vulnerabilidad (Corominas et al. 2005), en otros se focaliza en la vulnerabilidad
estructural (Marouli and Corominas, 2010). Sin embargo, algunos autores abordan la
definición y la cuantificación de la exposición, como es el caso de (Peduzzi et al. 2002), que
define el término exposición física como la combinación de la frecuencia de un peligro y la
población expuesta. Otros autores como Bell and Galde (2004), agrupan vulnerabilidad y
exposición y lo definen como elementos en riesgo. En el informe de evaluación global sobre
la reducción del riesgo de desastres de la UNISDR – ONU (2009) se estima que el gran
aumento del riesgo de desastres se debe, sobre todo, al rápido incremento de la exposición.
556 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
2. OBJETIVOS
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A. METODOLOGÍA DESARROLLADA
a) Definición de la metodología
El riesgo se puede estimar como el producto de la peligrosidad por la exposición y por la
vulnerabilidad en un determinado período de tiempo. Para los desprendimientos de roca,
Varnes (1978) ya propuso la siguiente ecuación:
R = H × E × (V × C ) (1)
Donde:
H: peligrosidad o probabilidad potencial de una caída de roca de magnitud determinada.
E: exposición de un elemento o un grupo de elementos en riesgo a la caída de rocas.
V: vulnerabilidad de los elementos expuestos.
C: valor de los elementos expuestos.
Figura 2. Relación de funciones de exposición f(ev) que se proponen para el cálculo del índice de exposición de
los elementos vulnerables considerados a escala 1:25.000.
Ie = F × f (eV ) (3)
Donde:
IE: índice de exposición para una tipología de elemento vulnerable.
F: Frecuencia de ocurrencia de un fenómeno.
f(ev): función de exposición para una tipología dada de elemento vulnerable.
560 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Este valor se obtiene mediante el análisis con sistemas de información geográfica (SIG)
asignando a cada categoría de frecuencia un valor numérico y el valor de la función de
exposición del elemento. La asignación numérica de la frecuencia de ocurrencia de
desprendimientos se ha basado en una progresión geométrica con razón igual a 2. Los
resultados se han agrupado en 4 intervalos: 1 muy baja; 3 baja; 5 media; 7 alta. Esta decisión
refleja y delimita con claridad los grados de frecuencia de ocurrencia del fenómeno dando
más peso a los grados de mayor rango.
Vehículos en carreteras
El grado de exposición de vehículos en carreteras se ha realizado en 26 tramos en zona de
desprendimientos con una longitud total de 13.91 km en su proyección horizontal. En la
figura 3 se puede observar la zonificación del grado de exposición de este elemento
vulnerable. E grado muy alto presente en el escenario C se observa en el aparcamiento del
Monasterio de Montserrat. La carretera BP-1103 presenta una circulación de vehículos menor
que la BP-1121, esta característica se ve reflejada con un grado de exposición menor en el
escenario A. Los resultados obtenidos para el escenario B y C son iguales a excepción de un
pequeño tramo de la carretera BP-1121 de frecuencia de ocurrencia baja donde el grado de
exposición en el escenario B es medio y en el C es alto.
Figura 3. Grado de exposición de los vehículos que circulan por carretera en la zona de estudio para los
escenarios A y C.
La relación en porcentaje de kilómetros expuestos a cada grado respecto el total para cada
escenario mostrado en la figura 5 se puede destacar que en el escenario A el 85’4 % de los
kilómetros presentan grado medio y que el 14.6 % restante tienen grado alto. En el escenario
B destacan los tramos con grado alto que representan un 81’9 % de los kilómetros dentro de
zona afectada por desprendimientos, y que el grado medio y muy alto tienen un peso menor
con un 13’4 % y un 4’7 % respectivamente. En el escenario C se mantiene la misma relación
que en el escenario A pero un grado por encima. De manera que los tramos de grado medio en
en escenario A en el C presentan grado alto y los tramos de grado alto en el C tienen grado
muy alto.
En los mapas de grados de exposición de los tres escenarios evaluados (ver figura 6) no se
identifican tramos con grado de exposición bajo. El escenario B presenta un solo tramo con
exposición muy alta y se ubica en el tramo que cruza la única zona de frecuencia de
desprendimientos alta. El escenario C es el que presenta un grado de exposición mayor ya que
aumenta el porcentaje de exposición alta y muy alta respecto los escenarios A y B, y tampoco
presenta grado medio. El grado de exposición muy alto presente en los escenarios B y C solo
se observa en algunos tramos del aparcamiento del Monasterio.
Figura 6. Grado de exposición de las personas en vehículos que circulan por carretera en la zona de estudio
para los escenarios A, B y C.
564 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
5. CONCLUSIONES
Para el cálculo del grado de exposición se ha propuesto una metodología que consta de seis
fases:
1- Identificación, clasificación e inventario de los elementos potencialmente amenazados
2- Zonificación de la frecuencia de ocurrencia del fenómeno en la zona de estudio.
3- Diseño de la función de exposición específica para el elemento en estudio.
4- Obtención del índice de exposición que es el producto de la frecuencia de ocurrencia
del fenómeno por la función de exposición del elemento vulnerable mediante análisis
SIG con el programa ArcGis 10.0 de ESRI.
5- Obtención del grado de exposición a partir de agrupar los valores numéricos del índice
de exposición en 4 categorías: bajo, medio, alto y muy alto
6- Realización del mapa de zonificación de la exposición.
En este trabajo se presenta la aplicación del método a la exposición de las carreteras de acceso
al Monasterio de Montserrat. Los resultados son satistactorios. La propuesta metodológica
desarrollada es capaz de reflejar la realidad del territorio frente a la exposición a los
desprendimientos en escenarios definidos. Creemos que es una buena aproximación a la
evaluación del riesgo geológico.
6. AGRADECIMIENTOS
7. BIBLIOGRAFÍA
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VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
566
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 567
1. INTRODUCCIÓN
La Evaluación Cuantitativa de Riesgo (ECR) es una herramienta cada vez más solicitada por
las administraciones que se encargan de la gestión de los riesgos naturales. La ECR tiene
como objetivo el cálculo de las pérdidas potenciales de manera objetiva, estandarizada y
reproducible, para evitar el uso de términos ambiguos y para permitir la comparación entre
distintos lugares y tipos de daño. La ECR proporciona resultados sobre las pérdidas anuales
esperables (por ejemplo en € por año), que son imprescindibles para la planificación
urbanística y la optimización de las intervenciones para la protección civil, a partir de su
comparación con los criterios de aceptación y tolerabilidad.
Las metodologías de ECR para los deslizamientos en general varían según el tipo de
deslizamiento, la escala de aplicación y los datos disponibles. Hungr et al. (1999), Roberds
(2005), Corominas et al. (2005), Agliardi et al. (2009) y Li et al. (2009) han desarrollado
metodologías específicas para los desprendimientos rocosos. El objetivo de esta comunicación
es presentar una metodología para la cuantificación de riesgo para los edificios que están
sujetos a impactos de rocas en el pie de un talud. Se tiene en cuenta la fragmentación de la
masa rocosa original por impacto con el terreno y las características geométricas y
estructurales de los edificios amenazados. Se trata de una metodología analítica que incluye
subprocesos independientes entre si, lo cual permite variar el refinamiento de los mismos
según los datos de entrada disponibles, la escala de aplicación y el nivel de detalle deseado.
Su aplicación se puede realizar a escala local o de detalle, y tiene en cuenta tanto las
condiciones topográficas locales como la delimitación de la zona edificada.
Figura 1. Vista del mapa topográfico de Santa Coloma en Andorra, donde están representadas las zonas
potenciales de salida de desprendimientos rocosos, los puntos de llegada y los volúmenes de bloques producidos
en eventos eventos recientes.
568 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
2. MÉTODOLOGIA
Σ Σ[λ(M )xP(X ]
i j
donde
Rk(P): pérdida anual para el edificio k, en relación a su valor
λ(Mi): frecuencia de un desprendimiento rocoso de magnitud (tamaño) Mi
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 569
incorporado en la mayoría en los modelos de análisis de trayectorias los más comunes, aunque
puede afectar seriamente la fiabilidad de los resultados. Omitir el efecto de la fragmentación
en el análisis de caídas de bloques puede tener dos consecuencias muy importantes: (i)
resultar en recorridos más largos de los reales, a causa de la elevada energía cinética de los
volúmenes iniciales que pueden ser muy grandes y (ii) resultar en una frecuencias de bloques
en la zona de llegada menores de las reales, porque no se tiene en cuenta que el número de
bloques aumentado en la zona de llegada, debido a la partición de la masa rocosa inicial.
Volumen de bloques (m3) Volumen de los desprendimientos rocosos en la zona de salida (m3)
≤5 10 25 150
1 1 2 4 12
2.5 1 1 1 8
10 0 0 1 2
30 0 0 0 1
Tabla 2. Número y volumen de bloques para distintos volúmenes de
desprendimientos rocosos en la zona de salida
La frecuencia de caída de bloques de tamaño “s” se obtiene por la expresión siguiente:
(3)
i =1
Donde
λ(Ms): frecuencia de bloques de tamaño s
λ(Mi): frecuencia de desprendimientos rocosos de tamaño i
Ns (Mi): número de bloques de tamaño s para cada desprendimiento rocoso de volumen i.
Las trayectorias se calibraron con eventos históricos y así minimizar la distancia entre los
puntos de parada calculados y de los casos reales, para los distintos tamaños de bloques
(Tabla 3). Para bloques de 30m3, sólo se dispone de un caso en el que la trayectoria quedó
interrumpida porque impactó contra un edificio. En este caso, la calibración de los
coeficientes de restitución solo permitió la reproducción de las trayectorias observadas pero
no los puntos de parada. En algunos casos las velocidades obtenidas dan niveles de energía
extremadamente altos, lo que indica que los análisis deberán ser validados con eventos
futuros.
Los valores de P(XEj, Ms) obtenidos se resumen en la Figura 3. Además, la Figura 2 presenta
un ejemplo de todas las trayectorias posibles producidas por un bloque de 2.5 m3, las zonas
de salida potenciales y los edificios potencialmente afectados. El número total de las
simulaciones para cada clase de magnitud es 1500.
Figura 2. Las trayectorias posibles producidas por un bloque de 2.5 m3, las
zonas de salida potenciales y los edificios potencialmente afectados
Para evaluarla, aplicamos la metodología propuesta por Mavrouli y Corominas (2010a) para
la respuesta de edificios de hormigón armado sujetos a impactos de rocas sobre sus pilares. Se
trata de un método de análisis que puede ser adaptado a varias tipologías estructurales, y que
tiene como objetivo la evaluación de los daños físicos en el caso de destrucción de uno o
múltiples elementos estructurales o no estructurales de un edificio, incorporando el potencial
de una rotura progresiva debido a la destrucción inicial.
Los cuatro escenarios de daño que estudiamos son: (i) perdida de un tabique entre columnas,
(ii) perdida de una columna central, (iii) perdida de una columna esquinera y (iv) pérdida de 2
574 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
[ ]
k
lc + d 1 lc + d 1 lw + d
Pec = (6) Ps = (7) Pw = (8)
αx sin ψ n αx sin ψ n αx sin ψ
Donde
Pec: la probabilidad de encuentro de un bloque con cualquier columna
Ps: la probabilidad de encuentro de un bloque con una columna especifica
Pw: la probabilidad de encuentro de un bloque con un tabique
n: el número de columnas proyectado sobre una línea paralela a la trayectoria del bloque
lc: la longitud de la columna
lw: la longitud del tabique
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 575
Si cada edificio consiste en 4 apartamentos de valor 400.000 €cada uno, el valor total de cada
edificio es igual a 1.6 millones €. De tal manera, la pérdida anual para toda la zona es la suma
de las pérdidas en cada uno de los 7 edificios, lo que equivale a unos 30.000 €/año. Los
edificios A, B y C tienen riesgo más alto para bloques pequeños (1 y 2.5 m3). Por otro lado,
los edificios E, F y G están amenazados solo por los bloques grandes, puesto que solo los
bloques de 30 m3 pueden llegar a impactarles con una energía suficiente alta para causar
daños (Figura 4). El edificio D no corre ningún riesgo como ninguna de las trayectorias le
afecta. Sin embargo, queda pendiente la validación de estos resultados con eventos reales.
2.6 Conclusiones
El cálculo de riesgo por el método propuesto es cuantitativo y puede ser expresado en
términos de pérdida anual. El proceso que presentamos tiene en cuenta el número, la
trayectoria y energía cinética de los bloques que se producen por fragmentación de la masa
rocosa inicial despegada. Para confirmar la bondad de la metodología es necesario validar sus
resultados con casos reales.
daños causados. La vulnerabilidad además varía en función del tamaño y la energía cinética
de los bloques. De este modo, la vulnerabilidad calculada puede introducirse directamente en
la ecuación de riesgo. El ejemplo de esta comunicación tiene en cuenta una única tipología
estructural. Por lo tanto es necesario poder generalizar la metodología para más tipologías
estructurales.
La metodología que se presenta aquí puede ser usada para el cálculo de riesgo para un edificio
concreto y por agregación para el sector entero. El ejemplo se presenta a escala de detalle.
Este análisis indica que puesto que los bloques tienden a seguir trayectorias predeterminadas,
el riesgo para los edificios expuestos varía, aunque todos tengan la misma vulnerabilidad y
todos estén situados en el pie del talud. Esto puede ser útil para la optimización de la relación
coste/beneficio de las medidas de protección.
REFERENCIAS
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3D modelling techniques. Natural Hazards and Earth System Sciences, 9: 1059–1073.
Copons, R., 2004. Avaluació de la perillositat de caigudes de blocs a Andorra la Vella (Principat d’Andorra),
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Corominas, J., Copons, R., Moya, J., Vilaplana, J., Maltimir, J. y Amigó, J., 2005. Quantitative assessment of the
residual risk in a rock fall protected area. Landslides, 2: 343–357.
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Li Z.H., Huang H.W., Xue Y.D. & Yin J., 2009. Risk assessment of rockfall hazards on highways, Georisk, 3
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Landslide Risk Management, Vancouver, 31 May–3 June 2005, Taylor & Francis, London, 129–157.
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
¹ Consultor
Promotor de la Campaña “Desarrollando ciudades resilientes-¡Mi ciudad se está preparando!”
Madrid (España)
RESUMEN
Se presentan en éste documento las principales líneas de acción en que trabaja Naciones
Unidas con el propósito de reducir los desastres provocados por fenómenos naturales,
que en múltiples ocasiones están en íntima relación con acciones condicionadas de una u
otra manera por los agentes sociales, ocasionando daños de todo tipo a los seres
humanos y bienes materiales. Se aporta un resumen histórico de hechos más relevantes
acontecidos bajo iniciativas de Naciones Unidas, y se describe una de las principales
campañas lanzadas más recientemente (“Desarrollando Ciudades Resilientes”). Con ella
se brinda una excelente oportunidad a los Gobiernos Locales, y a todos aquellos Agentes
implicados en acciones enfocadas a la Reducción de Desastres de participar activamente
del conocimiento generado, herramientas de gestión y abundantes sinergias que aporta
la adhesión a la misma. Se invita a sumar esfuerzos de manera coordinada y
consensuada, como mejor posibilidad de acometer acciones realmente eficaces.
1. INTRODUCCIÓN
Los desastres producidos por movimientos de ladera en sentido amplio están en numerosas
ocasiones en íntima relación con otros riesgos naturales, especialmente con terremotos y con
aquellos relacionados con fenómenos meteorológicos extremos. Aunque no siempre es así,
suele ser el caso de los que mayores daños producen en términos económicos o de pérdida de
vidas humanas. En cualquier caso, es un riesgo natural más que como tal debe ser tratado con
el mismo enfoque y metodologías que a nivel internacional se están consensuando (Briceño,
S. 2011).
578
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 579
Cualquier proceso de gestión de riesgo de desastres (Disaster Risk Management – DRM), para
ser verdaderamente efectivo requiere cooperación, coordinación y consultas con diversos
Agentes, al objeto de incorporar de manera efectiva todos los elementos que afectan al mismo.
Numerosos estudios al respecto coinciden en que a largo plazo, los enfoques parciales
(mitigación de riesgos, prevención, aseguramiento, concienciación…) son mucho menos
eficaces si se plantean de manera aislada. Incluso el “mix” ideal de diferentes enfoques puede
ser muy distinto dependiendo de numerosos factores y circunstancias particulares a nivel
local. La complejidad e interrelaciones entre fenómenos naturales causantes de desastres y
todo tipo de actividades humanas que condicionan los asentamientos en zonas de elevado
riesgo es tal, que en la práctica las decisiones se suelen basar en simplificaciones de la
realidad y enfoques sesgados, orientados a proyectos concretos, en los que queda
absolutamente comprometida a medio y largo plazo la eficiencia real de la solución decidida.
Un enfoque así muy raramente puede aportar la propuesta realista de transformación
sustancial inherente a la Reducción del Riesgo de Desastres. Es por todo ello muy difícil que
cualquier gobierno, sea de índole nacional, regional o local, pueda aportar soluciones que
realmente contribuyan a mejorar de manera sostenida la resiliencia de las comunidades locales
ante la ocurrencia de desastres, a no ser que se planteen en los términos de enfoque holístico,
de gestión integral de riesgos, y de mutua colaboración entre instituciones de diferentes
niveles, como se viene proponiendo en las diversas acciones emprendidas por la ONU en
éstos temas. La reducción del riesgo debe formar parte integrante del desarrollo local,
respondiendo simultáneamente a las necesidades de muchos socios participantes y de las otras
prioridades competidoras, contribuyendo de manera visible en la mejora del bienestar
2
580 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
económico y social.
Existen multitud de estudios y datos disponibles que avalan el hecho de que la Gestión del
Riesgo de Desastres debe integrarse plenamente en las políticas de toda índole, y
especialmente en las de Ordenación Territorial, si se quiere lograr un Desarrollo Sostenible.
También hay un amplio consenso en que conviene aumentar los esfuerzos en actividades de
prevención, basado en una amplia casuística de estudios coste-beneficio que demuestran que
el coste de actividades preventivas es notablemente menor que la inversión necesaria en
asistencia, rescate y recuperación post-desastre.
Figura 1: Catástrofes naturales 1980 – 2012. Número de eventos. Fuente: NetCat Service. Munich Re.
3
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 581
Tabla 1.: Incrementos de diferentes parámetros relacionados con desastres en el mundo desde 1950.
Fuente: David Alexander. Global Risk Forum GRF Davos
Figura 2: Un ejemplo conceptual del IPCC en su informe SREX (2012) sobre el riesgo de desastres en un clima
cambiante. Se analiza en términos probabilísticos la incidencia de los fenómenos climáticos en la ocurrencia de
desastres, enormemente condicionada por los fenómenos socioeconómicos que están llevando a nivel global a un
aumento de la vulnerabilidad y especialmente de la exposición, aspectos que sí son gestionables.
Se recomienda también consultar la página web del Global Risk Forum GRF Davos (ver
referencias), centro de excelencia y transferencia de conocimiento en materia de Gestión
Integral de Riesgos, que entre otras muchas actividades organiza una Conferencia bianual
denominada IDRC (International Disaster and Risk Conference), que en 2012 ha celebrado su
cuarta edición. Se puede acceder en su web a las presentaciones y videos de las sesiones.
4
582 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
adoptó el “Mandato de Ginebra para la Reducción de Desastres”, que recogía los avances
obtenidos en la Década, y que constituyó el documento fundacional y de principios por los que
posteriormente se regiría la UN/ISDR (United Nations International Strategy for Disaster
Reduction). Ésta fue creada formalmente en Diciembre de 1999 por la Asamblea General de la
ONU (Resolución 54/219), como sucesora de la Secretaría de la IDNDR, con el propósito de
asegurar la implementación de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
(EIRD), como su propio nombre indica.
5
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 583
4.1.- OBJETIVOS
La Campaña pretende por un lado concienciar de ésta realidad, justificándola con datos
objetivos y contrastados, y por otro aportar herramientas de gestión para abordar los
6
584 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
POR QUÉ es beneficioso trabajar en pro de mejorar la resiliencia ante los desastres.
QUÉ clase de estrategias y acciones concretas se requieren para ello
CÓMO llevar a cabo de manera práctica las mismas.
Dado que las ciudades, pueblos y municipalidades difieren en tamaños, perfiles socio-
económicos y culturales, y exposición al riesgo, el enfoque debe ser diferente y personalizado
para cada caso, por lo que cada cual debe elaborar sus propios planes, y traducirlos en
acciones concretas de distinta manera. El mensaje esencial es que la resiliencia y reducción
del riesgo de desastres deben formar parte de la planificación urbanística y territorial y de
todas las estrategias que se articulen para lograr un desarrollo sostenible. Ello requiere como
premisas básicas alianzas sólidas y una amplia participación de todos los Agentes
involucrados. Aplicando los principios generales y herramientas aportados en el Manual de la
Campaña, los gobiernos locales pueden obtener una inestimable ayuda que les permitirá
aprender y compartir información y recursos, así como establecer indicadores y métodos de
medición que permitan realizar seguimiento de los progresos obtenidos.
7
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 585
Para transmitir los conceptos descritos, el Manual, de un total de unas 100 páginas, se
estructura de la siguiente forma:
8
586 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Capítulo 3: “Cómo ejecutar los diez aspectos esenciales para desarrollar ciudades
resilientes”. Por un lado se desarrollan los conceptos fundamentales de la planificación
estratégica y se detallan las ventajas de aplicar ésta metodología, sugiriendo a la vez
seguir como guía la Norma Internacional ISO 31000:2009 de Gestión de Riesgos.
Se aportan como en otros capítulos casos reales de éxito para ilustrar lo descrito, y una
lista descriptiva de los principales socios que han contribuido junto a la UN/ISDR en
el desarrollo del manual. Ésta lista es especialmente importante porque dichos socios
constituyen las principales instituciones involucradas en los conceptos y acciones
descritas en el Manual y la presente comunicación. Se recomienda explorar sus
páginas, pues son una enorme fuente de información y de oportunidades en todos los
sentidos. Cabe destacar la GFDRR (Global Facility for Disaster Reduction and
9
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 587
10
588 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Se están obteniendo grandes logros en muchas ciudades de todo el mundo. Lanzada en 2010,
en Marzo de 2013 hay 1350 ciudades adheridas, habiendo superado las previsiones más
optimistas. En una evaluación realizada en 2012 entre 42 ciudades se han evidenciado los
amplios beneficios que ofrece la adhesión a la Campaña, entre los que cabe destacar el acceso
a información y aprendizaje de otros, la generación de oportunidades de colaboración en
relaciones “ganar-ganar”, mayor involucración de gobiernos nacionales con los locales, la
estandarización de conceptos y estrategias a seguir, y muchos otros provenientes de un
concepto innovador que ha conseguido catalizar numerosas iniciativas que se está demostrado
contribuyen a una mejora de la resiliencia de las ciudades. La Campaña está planteada hasta
2015, y se trabaja continuamente en la implementación de todas las actividades en desarrollo.
Hay auténtica necesidad de especialistas que puedan aportar conocimiento y experiencia a las
muchas iniciativas que surgen en las ciudades adheridas a la Campaña. Se anima a
explorarlas, pues también constituyen una gran fuente de oportunidades, así como a transmitir
la información aportada en ésta comunicación a los responsables de gobiernos locales y
ayudarles a caminar en la senda de la mejora de la resiliencia de las ciudades, proponiendo su
adhesión a la Campaña como una alternativa que a buen seguro solo aportará mejoras y
hechos positivos.
5.- CONCLUSIONES
11
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 589
6.- AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren agradecer a la organización del Simposio la oportunidad de realizar ésta
comunicación, así como a los socios de la Campaña y entidades colaboradoras, que están
haciendo posible su difusión y los éxitos obtenidos al aplicar los principios y conceptos
propuestos para mejorar la resiliencia de las ciudades ante la ocurrencia de desastres.
7.- REFERENCIAS
Briceño, S. 2011. Developing Policy-Oriented Research to Reduce the Risk of Disasters: from
integrated research to effective risk management. Second World Landslide Forum. International
Consortium of Landslides. Roma, Octubre 2011.
GFDRR, The WB and UN/ISDR, 2011. World Reconstruction Conference (WRC) Proceedings 2011.
https://www.gfdrr.org/node/1962
IDRC, 2012 (y anteriores). 4th International Disaster and Risk Conference. "Integrative Risk
Management in a Changing World - Pathways to a Resilient Society". Global Risk Forum GRF
Davos. http://www.idrc.info/pages_new.php/Retrospect-IDRC-Davos-2012/831/1/
IPCC, 2012: Summary for Policymakers. In: Managing the Risks of Extreme Events and Disasters to
Advance Climate Change Adaptation. A Special Report of Working Groups I and II of the
Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press, Cambridge, UK, and
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ISO (International Standard Organization), 2009. ISO 31000:2009, Risk Management.
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UN/ISDR, 2013. PreventionWeb. Serving the information needs of the disaster reduction community.
http://www.preventionweb.net/english/
UN/ISDR, 2013. Acceso a diferentes bases de datos con estadísticas e información cuantitativa sobre
desastres. http://www.unisdr.org/we/inform/disaster-statistics
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http://www.unisdr.org/we/coordinate/hfa.
12
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
SUMMARY
The studied unstable cliff in Vully-les-Lacs, Switzerland, overhangs a housing estate of some
15 houses built between the fifties and the seventies. Rockfall events, superficial slides and
debris flows are common there and have become more and more dangerous since the eighties
despite of protection measures. Two important landslides obliged the municipality to
withdraw the inhabitants’ occupation permits. The estate cannot be saved, but the cantonal
road RC 502c, at the toe of the slope, needs some protection.
The purpose of this study is to define the characteristics of all types of phenomena as well as
their causes. Hazard maps for each phenomenon were produced with three levels of danger,
as well as a vulnerability analysis. Four different hazard scenarios were defined, which might
cause damage to the exposed elements. They allowed us to quantify the risk for each element.
This risk assessment is useful to identify the most fragile elements and to propose protection
works. Finally the impacts (social, economic and environmental) were assessed.
RESUMEN
590
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 591
así como sus causas. Mapas de azar para cada fenómeno fueron establecidos con tres niveles
de peligro, así como un análisis de vulnerabilidad. Cuatro escenarios de azar fueron
definidos, susceptibles de causar daños a los elementos expuestos. Así pudo cuantificarse los
riesgos para cada elemento. La evaluación de los riesgos es útil para identificar los
elementos más frágiles y para proponer obras de protección. Finalmente los impactos
(sociales, económicos y ambientales) fueron considerados.
1. INTRODUCTION
1.1 Location
Vully-les-Lacs is a small group of villages of about 2.300 inhabitants in the Canton of Vaud,
located some 75 km north of Lausanne. The unstable cliff extends over 500 m on the west coast
of Morat Lake (Fig.1). The altitudes of the cliff vary between 450 and 500 m a.s.l. The natural
hazards caused by landslides can be seen on a 3D modelled photograph (Fig.2).
Fig. 1: Location of the study area Fig. 2: 3D modelled photograph of the study area
The road RC 502c connects two small villages, Vallamand and Mur. About 1.900 vehicles use
this road every day. However, in summer, a lot of tourists pass by with bikes or motorcycles.
Indeed the Tour of the lake is a very nice activity for people.
1.2 Geological and hydrological setting
The geology of the area is quite simple; it is made of molassic aquitanian rocks composed by
sedimentary deposits alternating sandstone and marl. Both types of rock are fairly impervious
and these formations have a low cohesion.
Concerning the hydrological setting, there are two small rivulets near the area which have no
2
592 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
influence on the instabilities. An old water tank confirms the presence of several water
sources, but their position could not be defined with certainty; nevertheless they have an
influence on instability phenomena. sources, but their position could not be defined with
certainty; nevertheless they have an influence on instability phenomena.
1.3 Characteristics of the area
Dimensions
The unstable zone is 500 m long and the difference of altitude between the highest point of the
cliff and the RC502c is about 55 m. The housing estate is 45 m lower than the highest point of
the cliff.
Area
The hazard area extends over 5.6 ha.
Slope
The particularity of this case study is the slope. It is very significant in some places and can
reach 50°. Indeed the steeper the slope, the more dangerous the area. Numerous rockfall
events were listed when the slope exceeds 40°. Figure 3 shows the difference of slope in the
studied area.
3
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 593
The intensity classes are determined according to the Swiss federal recommendations (OFAT,
OFEE, OFEFP, 1997). This recommendation considers three ranges of energy:
Low intensity: E < 30 kJ
Medium intensity: 30 < E < 300 kJ
High intensity: E > 300 kJ
The corresponding hazard matrix is shown in figure 5. The lower limits of the high
probability, respectively the lower limit for the low probability class, are stated as a 30 and
300 year return period, with reference to the federal recommendation related to snow
avalanche.
4
594 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Fig. 5: General matrix representation of the relations between intensity and probability to
qualify the hazard level (OAT, OFEE, OFEFP, 1997)
5
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 595
3. HAZARD MAPPING
The final hazard map is the result of three different maps, carried out for each type of
phenomenon. These maps were prepared on the basis of the history of the region and of what
has been observed on the site during different visits. The different levels (low, medium and
high) were applied considering the matrix given in figure 5. When two levels of hazard are
superimposed, the highest one is chosen and applied on the map (Swiss federal
recommendation). Zones in red are principally due to rockfall phenomena. They are the most
significant hazards observed. In blue or yellow are represented areas where either superficial
slides or debris flow are observed (see Figure 7).
Fig. 5: Hazard map considering rockfall, superficial slide and debris flow; the red dots
indicate the houses still in use.
4. VULNERABILITY
6
596 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
The main exposed elements are of course the abandoned houses (Les Roches estate) that are
still owned by their owners, although a global arrangement has been settled to compensate
their loss; but everything is not yet finalized.
5. RISK ASSESSMENT
5.1 Theoretical approach
There is no legal method in Switzerland to evaluate the risk. However, several parameters are
important to state it. First of all, the probability of occurrence of the natural phenomenon (P0)
is one of the most important parameters. Then, the intensity and the location of each
phenomenon must also be considered. Finally the potential damage to each element is
considered. When all of these parameters are known, a first approximation of the risk can be
given (Prina et al., 2004). Nevertheless some other probability values must be assessed to
determine the equation of the risk and thus give an appropriate risk level. These other
probability values are:
Pa : probability that the phenomenon reaches the exposed element
Pp: probability that the exposed element is there when the phenomenon occurs (it is
equal to 1 for fixed elements, like houses).
Considering these parameters the notion of specific risk can be given. The specific risk is the
risk incurred by each exposed element.
7
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 597
Rg Rsi Vi
Equation 2: Global risk
With:
Vi: actual value of the exposed element or of a set of exposed elements with the same
level of damage
These parameters change for each danger because the length of the exposed section of the
road is not the same for each phenomenon. This little example shows the complexity of the
study and how much a rigorous analysis is required. When each probability is found for each
scenario with each type of phenomenon, the risk level can then be found. A map of the area
with the risk levels can finally be designed. In this study a map was prepared for each scenario
(5 years, 30 years, 100 years and 300 years).Table 1 shows the five chosen risk levels.
At the end, it is possible to determine the risk for each exposed element and take a decision to
this respect. Is the risk acceptable? If not, what can be done to reduce it? For each scenario
these two questions were asked and some protection works were proposed, in order to reduce
the risk level, when it appears to be necessary.
8
598 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Residual risk: either the risk is very low or the hazard level is high but the zone is either
1 Yellow protected by specific works that are well designed and maintained, either by natural or
man-made protection (vegetation, houses of les Roches estate).
Public awareness zone: information must be given (sign posts). Wildlife shelter are in
2 Geeen
danger
Prescription zone: as people are exposed outside of buildings, namely even in their cars,
traffic may be tolerated, but requires control measures (monitoring, maintenance works,
3 Blue study of possible protection works in case of increase of risk level). Animals and
vegetation are strongly threatened, their shelter may be partially destroyed or strongly
damaged.
Prohibition zone: the high level of risk requires immediate realization of protection works
and an eventual stop of traffic in case of serious danger, as there is a severe risk for
4 Red
human life. People are threatened inside buildings. Animals and vegetation are in death
danger. Their shelter are destroyed
9
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 599
Fig. 6: R-Pod
Source. www.r-pod.ch
Another measure would be to install a GPS system along the cliff. This measure will help to
see possible movements of the cliff and order the evacuation of the area if necessary
(especially during the deconstruction works).
Fig. 7: Final risk map (T=100 years); the road only incurs residual risks
10
600 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
5.5 Impacts
We may consider three types of impact:
Economical
Social
Environmenal
In the economical perspective, impacts are small. Indeed all costs due to the rehabilitation of
the zone (town and country planning, protection works, monitoring with GPS, etc.) are
divided among the Swiss Confederation, the Canton de Vaud and the Commune of Vully-les-
Lacs.
The final impacts of the project will be positive in a social perspective. The zone will be
secured and all the inhabitants of the estate Les Roches, once they have settled in their new
homes, will not be threatened and worried anymore. However it is necessary to recall that they
have lived in stress conditions for more than 20 years and that they have not yet obtained
some land to rebuild a house with the insurance compensation received
Environment impacts will be minimal, except in the case of a road accident, due to a natural
phenomenon. In that case fuel could contaminate the area (soil and water). This case is
unlikely but some urgent measures should be taken; for example, a dam could be built in the
rivulet in order to stop the contamination. Indeed both rivulets are directly connected to the
lake. So the pollution must be stopped before it reaches the lake.
6. CONCLUSIONS
The present paper only develops a condensed part of the study of the unstable cliff in Vully-
les-Lacs, focussing more on the risk analysis and less on the landslide mechanisms and their
causes. With a sufficient background of what happened during the last 23 years, it is possible
to find reasons for the instability phenomena and to suggest protection works consistent with
the case study and its circumstances.
The vulnerability assessment shows damage to houses that in turn may cause hazardous
situations. The risk analysis confirmed the necessity of building protection works. Moreover,
the notion of protection objective is useful to determine which protection works are realistic
and feasible. The final risk analysis is very important to insure that the designed protection
works are the appropriate ones, because they are efficient and cost effective.
Finally the impact assessment shows that the costs are reasonable and the zone should be
secured, in order to guarantee enough safety on the road in the long term.
11
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 601
REFERENCES
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12
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
602
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 603
1. INTRODUCCIÓN
Los métodos tradicionales para la caracterización de las discontinuidades del macizo rocoso
(ubicación, orientación, persistencia y espaciamiento) incluyen la técnica de scan-line (Priest,
1993). Sin embargo la caracterización manual de discontinuidades puede ser lenta y tediosa e
incluir errores sistemáticos y restricciones por falta de acceso al afloramiento.
En las últimas décadas, el uso de aplicaciones basadas en láser escáner terrestre (TLS) para la
caracterización del macizo rocoso se ha incrementado por su capacidad de generar imágenes
digitales de alta resolución y reproducir el relieve de un talud de manera fácil y rápida y en un
formato que facilita su elaboración. Una síntesis de las aplicaciones más importantes se puede
consultar en Jaboyedoff et al. (2010). Éstas consisten en la reconstrucción de la topografía y
generación del Modelo Digital del Terreno, MDT; la identificación y caracterización de las
familias de discontinuidades y su espaciamiento; la determinación del tamaño y de la
distribución espacial de los volúmenes de masas rocosas potencialmente inestables; la
detección y medición de los desplazamientos en la cara de talud; la evaluación de la
distribución espacial y de la magnitud de los desprendimientos; la monitorización de la
erosión del talud y estimación del ritmo de recesión.
Una cicatriz es una superficie de ruptura en la pared generada por la separación de una
masa rocosa en un único o en múltiples eventos. La distribución de los volúmenes o la
densidad de las cicatrices, es indicativa de la actividad de los desprendimientos rocosos y
se puede usar como una medida cualitativa de la frecuencia de eventos. En este sentido, el
objetivo de esta comunicación es presentar una metodología para obtener la distribución
estadística de los volúmenes de las cicatrices en la cara del talud, usando una nube de
puntos obtenido por TLS. Integramos metodologías recién desarrolladas para la
elaboración (filtrado y segmentación) de la dicha con el motivo de extraer las superficies
planas del talud, identificar las principales familias de discontinuidades, calcular el área
de las superficies expuestas de cada uno los planos de discontinuidad y evaluar la
distribución de los volúmenes de masas de roca que se han desaparecido en las cicatrices.
El proceso además incluye una metodología propia para refinar y validar las orientaciones
de los planos que sirve para la definición de las familias de discontinuidades.
2. METODOLOGÍA
2.1 Paso 1: Ajuste de planos a cada punto y cálculo del vector normal y de sus
características
El objetivo del primer paso es la visualización de la nube de puntos para la zona de
estudio y la adquisición de información preliminar sobre la orientación e inclinación de la
superficie topográfica en cada punto. La reconstrucción topográfica precisa de una zona
requiere la fusión de varias nubes de puntos obtenidas con diferentes puntos de vista,
teniendo que alinearse e incorporarse en una única nube. La alineación incluye la
identificación de puntos en común a las distintas nubes de puntos, y se realiza siguiendo
un proceso automático que garantice la optimización de la superposición de las mismas,
minimizando los errores para los puntos en común. Una vez alineada la nube de puntos,
se ajusta un plano a cada punto, por regresión a todos los puntos que están en su vecindad
y que se encuentran dentro de los límites de una esfera predeterminada. El centro de la
esfera es el punto mencionado y su diámetro se define por el usuario de tal manera que los
puntos aislados queden excluidos (Garcia-Sellés et al. 2009). Después, para cada uno de
estos planos se calculan los índices de co-linealidad y co-planaridad, K y M
respectivamente, que expresan la calidad de los planos ajustados (Fernandez et al. 2004;
Garcia-Sellés et al. 2011).
Cada clase se define por puntos que tienen vectores normales con una deviación angular
máxima entre ellos, que demuestre que pertenezcan a la misma superficie. La clasificación
se hace manualmente utilizando el programa Gocad (Earth Decision Sciences,
http://www.earthdecision.com), por rotación y observación de la nube de puntos para el
control visual de la variabilidad de la desviación. El criterio de aceptación para que un
punto pertenezca a una clase es la consistencia de la misma respecto a su orientación e
inclinación. En este paso, también se filtran los puntos que representan la vegetación, por
no cumplir con la calidad deseada de los planos, según los índices M y K (paso 1) y por
no poder incorporarse en ninguna clase.
606 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
A B
A 100% Número (A ∩ B)/ Número A *100%*
B Número (A ∩ B) / Número B *100%* 100%
*
A, B: clases de puntos
Tabla 1. Matriz de co-existencia de las clases de puntos sobre las cicatrices
primera (C) es el plano basal de la masa desprendida que creó la cicatriz, y las otras dos
(A) y (B) son planos de tracción casi-ortogonales que confinan el volumen y definen la
altura de la cicatriz. A partir de análisis cinemático para diferentes tipos de rotura se
decide cuáles de las discontinuidades identificadas son los planos (A), (B) y (C).
Los planos basales y las alturas pueden calcularse sistemáticamente para la totalidad de
las cicatrices en el talud. Para el área de los planos basales se usa un algoritmo (SEFL)
desarrollado por los autores y programado en Visual Basic que se basa en la discretización
de cada superficie en una malla de celdas cuadradas de dimensión constante. Se calculan
las dimensiones máximas entre los puntos más alejados de una superficie, X’max y Y’max
(Fig. 3). El área de las superficies es la suma de las áreas de celdas que contienen puntos
en su interior. El cálculo manual de la altura de cada cicatriz es imposible dado su elevado
número. Por esto, la distribución de las alturas se calcula de manera indirecta, basándose
en la hipótesis siguiente: para una cierta cicatriz (Fig. 1), los planos A y B comparten un
lado que es su línea de intersección (h). Para planos A, B y C casi-ortogonales entre sí la
altura de la cicatriz es equivalente a la longitud de la línea de intersección. Si no, hay que
aplicar una corrección en la longitud de esta línea. Como los volúmenes se producen por
la intersección de las mismas discontinuidades a lo largo del talud, la distribución de
longitudes de las líneas de intersección corresponde a la distribución de las alturas y se
puede usar para el cálculo de los volúmenes. Es importante tener en cuenta que aunque la
altura de algunas cicatrices coincide con el espaciado de las discontinuidades respectivas,
en el caso general puede contener varios espaciados.
Figura 3 A) Proyección de puntos que pertenecen a una cicatriz sobre el plano de la cuya B) Malla para el
cálculo de las áreas
3. ZONA DE ESTUDIO
4. APLICACIÓN
Por otro lado, realizamos 13 escaneos de la pared rocosa con un equipo ILRIS-· D
(OPTECH) de resolución 0.7 cm a 100 m de distancia y una distancia máxima de 700 m
(Fig. 4). En total obtuvimos 22.121.604 puntos en un área de 22.000 m2. Se atribuyó un
plano a cada punto, para una esfera de radio 0.25 m. Los criterios de aceptación han sido
M igual o mayor que 3.5, K menor que 1.2 y la presencia de mínimo 6 puntos dentro de
cada esfera. Se calcularon los respectivos vectores verticales. Usando las herramientas de
Gocad,, se obtuvieron 30 clases de puntos.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 609
Figura 4 Vista de Forat Negre (izquierda), mapa topográfico (centro) y nube de puntos (derecha abajo)
decímetros. El espaciado mínimo observado en las imágenes TLS es 0.1 m. Este valor es
igual a la distancia mínima entre 784 superficies contiguas que pertenecen a la familia de
discontinuidad F1, calculado usando Rhinoceros®. Resulta que para distancias entre 0.1 y
0.25 m, existe un solape entre ondulación y espaciado. Para tomarlo en cuenta en la
generación de superficies, establecimos el valor de s máximo igual a 0.2 m. Esto significa
que dos superficies contiguas con distancia perpendicular inferior a 0.2 m se fusionan para
formar una superficie mayor. Los valores definitivos para el D y α son 1 m y 11.5°,
respectivamente, y el número mínimo para la generación de una superficie es 6. De esta
manera se generaron en total 22.112 superficies.
Para verificar que las fusiones de las clases de puntos para la formación de familias de
discontinuidades han sido correctas, calculamos las relaciones frecuencia acumulada-área,
antes y después de la fusión. La comparación indicó un aumento en el número de áreas
grandes y una reducción en las áreas pequeñas, que valida la fusión realizada.
El análisis cinemático indicó que las familias F3 y F5 dan lugar a superficies potenciales
de rotura plana, que es la predominante en la zona de estudio como confirman los casos
inventariados (Copons, 2004). Las discontinuidades F1 y F7 dan superficies que confinan
los bloques rocosos y constituyen planos potenciales de tracción, y su distribución se usa
para el cálculo de la altura de las cicatrices. Las áreas de los planos basales se ajustan bien
mediante una distribución Log-Pearson III y las alturas de las cicatrices por la distribución
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 611
Generalizada del Valor Extremo. Además, las áreas de los planos basales siguen una
distribución exponencial con exponentes entre -0.9 y -1.2 para las distintas familias de
discontinuidades.
Los volúmenes de las cicatrices se suponen prismáticos. Según Palmstrom (2005), para
ángulos entre la altura y la base iguales o mayores que 60°, el volumen puede aproximarse
por el volumen de prismas ortogonales. En ese sentido, el volumen de las cicatrices es
igual al producto de las áreas de superficies basales por las alturas de las cicatrices.
La distribución de los volúmenes se obtiene a partir de una simulación Monte Carlo, con
5000 muestras aleatorias. Los volúmenes calculados se ajustan bien a una distribución
exponencial con exponente -0.9 (Fig. 5).
Un efecto “roll-over” se observa para volúmenes menores que 0.75 m3, como ocurre en
otros tipos de deslizamientos (Hungr et al., 2008). En este trabajo, dada la alta resolución
de la metodología (se detectan áreas y alturas a partir de 0.1 m2 y 0.2 m respectivamente,
que corresponden a volúmenes mínimos de 0.02 m3) este efecto no puede atribuirse a una
deficiencia de muestreo.
Los volúmenes obtenidos varían entre pequeños y medios. Una cicatriz puede ser el
resultado de múltiples eventos de desprendimientos rocosos. Por el otro lado, el
desencadenamiento de grandes masas por roturas escalonadas no se ha considerado en esta
metodología, y así los volúmenes calculados no tienen en cuenta el desarrollo de grandes
roturas potenciales.
En comparación con algunos estudios, el valor absoluto del exponente b es relativamente
612 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
alto (Dussage-Peisser et al., 2002, Guzzetti et al., 2002) pero es bastante similar a otros
casos (Malamud et al., 2004). Varios autores relacionan el valor b con la litología y el
nivel de fracturación de un talud (Dussage-Peisser et al., 2002). El valor alto de b en
nuestro se caso podría atribuir a la exclusión de las roturas escalonadas.
5. CONCLUSION
REFERENCIAS
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Monografies del CENMA.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 613
² Grup RISKNAT
Departament de Geodinàmica i Geofísica. Facultat de Geologia
Universitat de Barcelona
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
614
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 615
Para dar respuesta a las funciones que otorga la Ley 19/2005, del 27 de diciembre, del
Institut Geològic de Catalunya (IGC) de la Generalitat de Catalunya, se inició en 2007, entre
otros planes de cartografía geotemática, el Mapa para la Prevención de los Riesgos
Geológicos 1:25.000 (MPRGC25M), constituido por un total de 304 hojas que cubrirá la
totalidad del territorio catalán. Este plan de cartografía se engloba dentro de los “Geotrabajos”
que realiza el IGC, y que tienen como objetivo adquirir, elaborar e integrar la información
geológica, edafológica y geotemática, a escalas adecuadas para la planificación territorial y el
urbanismo.
Las metodologías utilizadas son revisadas periódicamente para su mejora. En este artículo,
se presenta la adaptación de la metodología basada en el análisis de los diferentes parámetros
morfométricos de las cuencas hidrográficas y sus relaciones, propuesta por Wilford et al.
(2004), como herramienta complementaria a la metodología clásica de cartografía. El objetivo
es optimizar y mejorar las tareas de evaluación de la susceptibilidad del terreno a generar
flujos torrenciales en el MPRG25M.
2
616 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
El método escogido es el propuesto por Wilford et al. (2004) que, a partir del análisis de
diferentes parámetros morfométricos de las cuencas hidrográficas y de diferentes relaciones
existentes entre ellos, determina la susceptibilidad de éstas a generar un tipo u otro de
fenómeno asociado a la dinámica torrencial: inundaciones, flujos hiperconcentrados o
corrientes de derrubios.
Las inundaciones se caracterizan por tener un volumen de carga sólida inferior al 20% del
volumen total del flujo, los flujos hiperconcentrados pueden tener concentraciones de carga
sólida de entre el 20 y el 47%, y para las corrientes de derrubios el porcentaje es superior a
estos valores. Los parámetros morfométricos utilizados son: el área de la cuenca; la longitud
de la cuenca, definida como la longitud en línea recta desde el ápice del cono hasta el punto
más distal de la cuenca; y el relieve de la cuenca, definido como la diferencia de altitud entre
el su punto más alto y el ápice del cono (Figura 1). Las relaciones entre éstos parámetros
propuestos por Wilford et al. (2004) son la Relación de Melton (relieve de la cuenca / √área
de la cuenca) y la de Relieve (relieve de la cuenca / longitud de la cuenca).
3
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 617
Límites de clase
Variables
Inundaciones Flujos hiperconcentrados Corrientes de derrubios
R. Melton 0.3 – 0.6 Relación de Melton > 0.6 y
R. Melton vs Longitud R. Melton < 0.3 Longitud < 2.7
R. Melton > 0.6 y Longitud > 2.7
R. Melton 0.3 - 0.77 Relación de Melton > 0.77 y
R. Melton vs R. Relieve R. Melton < 0.3 Relación de Relieve > 0.42
R. Melton > 0.77 y R. Relieve < 0.42
R. Relieve 0.15 – 0.35 Relación de Relieve > 0.35 y
R. Relieve vs Longitud R. Relieve < 0.15 Longitud < 2.7
R. Relieve > 0.35 y Longitud > 2.7
Tabla 1. Tabla con los valores de los parámetros propuestos para clasificar los diferentes tipos de flujos
torrenciales (Wilford et al., 2004).
Se pudo constatar como limitación importante del método, que por mucho que éste
pronostique que en una cuenca se puedan producir flujos torrenciales con un porcentaje
considerable de carga sólida (flujos hiperconcentrados o corrientes de derrubios), si en la
cuenca no hay material disponible para ser movilizado, se producirán probablemente
fenómenos de tipo inundación. Así, esta limitación condiciona que su aplicación vaya
acompañada del método de cartografía clásico, que ayude a verificar los resultados obtenidos
con el método, como son las observaciones de campo, la interpretación de ortofotomapas o
fotografías aéreas de diferentes años, o las encuestas a la población, entre otras.
4
618 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Una vez seleccionadas las cuencas, se obtienen tres escenarios posibles: a) la cuenca es
susceptible a que en ella se generen flujos torrenciales; b) la cuenca no es susceptible a que se
generen flujos torrenciales, por lo tanto se generaran inundaciones; c) el método no pronostica
si se puede producir un flujo torrencial o una inundación. A partir de este punto, es necesario,
validar los resultados obtenidos a través de las observaciones de campo, de la interpretación
exhaustiva de ortofotoimágenes, y de las encuestas a la población.
5
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 619
Para las cuencas A y B, una vez calculados los parámetros morfométricos y las relaciones
entre ellos, se obtienen unos valores de relación de Melton de 0.49 y 0.25 y de longitud de la
cuenca de 901 y 1,925 metros respectivamente. Según estos valores, la cuenca A es
susceptible a generar flujos hiperconcentrados; y la B es susceptible a que se generen
inundaciones. Para validar estos resultados se han realizado visitas a la zona, que nos ha
permitido reconocer, por una parte, todos los indicios de actividad observados durante el
análisis de las fotografías aéreas, e identificar un depósito importante, formando un cono de
deyección, en la parte más baja de la cuenca A, de tamaño hectométrico. En él, se han
6
620 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
observado diferentes episodios más antiguos y un canal funcional reciente (Figura 4),
confirmando que se trata de una cuenca susceptible a que se generen flujos torrenciales. La
visita de campo, en el caso de la cuenca B, ha permitido comprobar los indicios de actividad
torrencial, observados por fotointerpretación. Por lo tanto, se trata de una cuenca susceptible a
generar flujos torrenciales y no únicamente inundaciones como pronosticaba el método. Este
ejemplo pone de manifiesto que el método no puede utilizarse de forma automática y que
requiere de la validación de los resultados por técnicas tradicionales, ya sea fotointerpretación
exhaustiva o trabajo de campo.
Cuenca A Cuenca B
Cuenca C Cuenca D
FIGURA 3. Cartografía de la cuenca hidrográfica, del cono de deyección y de los indicios de actividad
torrencial observados para cada una de las cuencas utilizadas como ejemplo en este artículo.
Los valores obtenidos para la relación de Melton son de 0.30 y 0.28, y la longitud de la
cuenca es de 1,726 y 2,045 metros, para las cuencas C y D, respectivamente. Estos
valores indican que la cuenca C es susceptible a generar flujos hiperconcentrados, y la
cuenca D es susceptible a que se produzca inundaciones. En ninguno de los dos casos
7
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 621
8. CONCLUSIONES
Las conclusiones extraídas de la aplicación del método en el territorio son las siguientes:
- El método de Wilford et al. (2004) se considera una metodología apta para la
evaluación preliminar de la susceptibilidad de las cuencas hidrográficas a generar
flujos torrenciales en el MPRG25M.
8
622 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
REFERENCIAS
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10
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.E.Alonso,
Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
624
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 625
con cierta facilidad pueden sobrepasar los 40 m3 en volumen o las 100 t en masa, lo cual ya
denota un peligro elevado. De todos modos, en el amplio rango de la peligrosidad, podemos
distinguir 3 escalas de fenómeno, como se muestra en la Tabla 1. Los rangos de magnitud
tienen sus tramos de transición entre les tres mecanismos, y la estimación de frecuencia en la
tabla es meramente orientativa para el ámbito de los accesos terrestres al monasterio.
El número de visitantes del área del monasterio de Montserrat ha tenido una evolución
creciente, alcanzando los 2 millones de visitantes actualmente. Para acceder al monasterio
existen tres modos de transporte, dos terrestres y uno aéreo:
Dos carreteras procedentes de los pueblos aledaños de Monistrol de Montserrat y del
Bruc alcanzan el aparcamiento a media ladera, a la entrada del recinto del santuario. Este
modo de transporte cuenta con más del 50% de los visitantes y buena parte de ellos
corresponde a autobuses colectivos.
Desde 2003 un ferrocarril de cremallera de FGC (Ferrocarrils de la Generalitat de
Catalunya) ha atraído pasajeros hasta cerca de un 35% de los visitantes. Asciende desde
el pueblo de Monistrol de Montserrat situado al pie de la montaña y a orillas del río
Llobregat hasta el monasterio, a 700 m de altitud, con una pendiente máxima del 18%
que supera gracias a su sistema de tracción por cremallera.
Como acceso aéreo existe un teleférico inaugurado en 1930 y operado por una compañía
privada. Tiene una limitada capacidad de transporte de 350 personas/hora, y absorbe una
cuota inferior al 10% del total de visitantes.
2
626 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Dadas las características del entorno de montaña en el que se emplaza este ferrocarril, en el
cual existe una notable actividad de desprendimientos, desde el principio y a lo largo de estos
10 años de servicio del Cremallera, FGC ha estado acompañado por el IGC (Institut Geològic
de Catalunya) y GEOCAT Gestió de Proyectes S.A. en la asistencia técnica para la mitigación
de riesgos geológicos. Es de destacar que desde la inauguración de la línea se ha instaurado
un programa de seguimiento geológico-geotécnico atento a detectar las necesidades de mejora
y a definir las prioridades de actuación a partir de las cuales se elaboran los proyectos de
defensa y se efectúan las intervenciones oportunas. El resultado de esta política ha sido una
mejora constante de la seguridad del Cremallera.
El primer día del presente simposio (11 de junio de 2013) se cumple el décimo aniversario de
la inauguración de la nueva línea férrea de Cremallera de Montserrat, y mediante este trabajo
se pretende realizar balance y revisión histórica del proceso de implantación de esta
infraestructura y, en particular, de la gestión del riesgo geológico que ha llevado asociada
desde el primer momento.
3
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 627
mejor ajuste de un conjunto de GDMU a la SAD, por medio de la minimización del error
cuadrático (Loye et al. 2009). Cada unidad morfológica queda caracterizada por la media y la
desviación estándar de su distribución normal. El punto de cruce de las GDMU de ladera con
la de pared (punto A en la Figura 1) puede interpretarse como el valor umbral de pendiente a
partir del cual el terreno corresponderá a zona de escarpe con mayor probabilidad y, por lo
tanto, se puede ser considerado como zona susceptible de salida de desprendimientos.
Tal como es esperable y explican Loye et al. 2009 y otros trabajos paralelos, mediante el
aumento de la resolución del MET se reproducen con mayor realismo las zonas de mayor
pendiente como son principalmente las paredes rocosas. Esto comporta que los MET de alta
resolución derivados de LIDAR desplacen parte del peso de su SAD hacia valores mayores de
pendiente. Tanto es así, que para los MET 1x1 y 2x2 no se ha podido ponderar la frecuencia
de la pendiente por el inverso de su coseno, porque la presencia de valores superiores a 89º
induce una singularidad que distorsiona su aplicación numérica. Por el contrario, sí que se
aplica esta ponderación a los histogramas de los MET 5x5 y 15x15, ya que permite que las
paredes tengan su debido peso correspondiente a la superficie real de roca y no a su extensión
proyectada en planta, que es mucho menor.
A la vista del SAD obtenido para todos los MET (Figura 1), se definen simplemente tres
unidades morfológicas que son las paredes de afloramiento rocoso, las laderas de formación
coluvial que en gran parte tienen recubrimiento vegetal, y los llanos o pies de ladera según el
caso, por la diferente forma de representar las zonas construidas y los pequeños llanos, según
el origen de la topografía del MET. Pero en este caso el aspecto que interesa es la
identificación del afloramiento del macizo rocoso en forma de pared o escarpe, ya que
configura la zona de salida potencial de caída de rocas. Se observa claramente que el umbral
de distinción de zona de salida crece con la resolución. Igualmente, para MET convencionales
de 20 a 30 m de tamaño de celda, se comprueba como el valor habitualmente considerado de
45º sería acorde a este análisis realizado. Además, se observa una oscilación acusada en la
distribución SAD de los MET derivados de LIDAR que está pendiente de analizar en detalle
sus posibles causas, y que es mucho más acusada en el caso de 1x1. Por este motivo, y dado
que se pretende extender el cálculo a ámbitos mayores más allá de la cobertura de la campaña
LIDAR, se ha tomado el MET 5x5 como referencia, con el valor de 51.5º de umbral inferior
para considerar el terreno como zona de salida potencial.
4
628 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Así pues, el producto del área por el periodo de tiempo proporciona la medida del grado de
observación de la montaña. Para el total de la muestra, es de 1646 ha·año, pero con magnitud
umbral de detección variable por sectores. De los 40 desprendimientos disponibles, se han
seleccionado los 25 que entran dentro de esta pauta de control y observación. Esto permite
realizar una estimación de la recurrencia de desprendimientos, ampliando las estimaciones
iniciales de Janeras et al. 2011 y de Palau et al. 2011.
5
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 629
Figura 2. Localización de desprendimientos conocidos que entran (azul) o no entran (rojo) en el cálculo
de recurrencia y sectores definidos al efecto, sobre cartografía base del ICC.
Este resultado estaría acorde a los derivados del estudio de Royán & Vilaplana 2012 sobre los
indicadores geomorfológicos de la actividad de desprendimientos en la montaña de
Montserrat en base a la comparación de ortofotomapas en un periodo de 31 años. A partir de
las trayectorias identificadas (de magnitud desconocida, pero estimable superior a 10 – 30 m3,
para ser reconocibles en ortofotomapa al cabo de unos años) estiman también una decena de
desprendimientos anuales.
Si se realiza el cálculo por rangos de magnitud, seleccionando los sectores según su detalle
en la vigilancia, se puede inferir una cierta relación magnitud – frecuencia, pero los
primeros resultados de momento son poco convincentes, ya que muestran una variación
lenta del periodo de retorno entre 1 m3 y 100 m3 respecto a otros estudios con mayor
6
630 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Más allá de esta reducida actividad reciente dentro de este dominio propio de FGC dónde se
ha protegido intensamente, dos grandes desprendimientos recientes ilustran la problemática
derivada de la peligrosidad que proviene de la parte superior de la ladera, por encima de las
carreteras (Janeras et al. 2011). El día 2 de enero de 2007 un gran desprendimiento de unos
300 m3 se desencadenó desde la pared de Degotalls a 835 – 850 m de altitud, bloqueó el
aparcamiento y la carretera de acceso a la cota 665 m y atravesó con fuertes impactos la línea
férrea del cremallera que cruza la ladera a cota 550 m. Después de los trabajos considerados
de inmediata prioridad (saneamiento de la pared rocosa incluyendo voladuras e instalación de
barreras dinámicas) y antes de completar la actuación con la estabilización del macizo
proyectada, ocurrió un nuevo desprendiendo de el 28 de diciembre de 2008 de 1.000 m3
aproximadamente como progresión del colapso. En ambos desprendimientos, el ángulo de
máximo alcance fue de 37º a 38º, estando la carretera y el ferrocarril en el tramo de mayor
intensidad de su trayectoria.
7
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 631
En 2011 se realizó un estudio del grado de mitigación del riesgo de caída de rocas en el
ferrocarril de Cremallera para FGC (Palau et al. 2011). Se utilizó una aproximación en
base a SIG para obtener una visión general del estado de la peligrosidad de la línea. Se
realizó un análisis cualitativo para estimar la susceptibilidad de salida de los 39 dominios
en que se subdividió la ladera, estructurados según la disposición de niveles sedimentarios
horizontales cruzados por cuencas torrenciales. Se tuvo en cuenta una estimación visual en
términos de magnitud combinada con probabilidad de desencadenamiento, para
caracterizar la susceptibilidad de salida según una escala de 5 grados. Muchos autores,
Pierson 1991 y Budetta 2004 entre otros, han realizado distintas aproximaciones a un
sistema de puntuación de la peligrosidad, especialmente para infraestructuras lineales, con
el propósito de tramificar en sentido comparativo y priorizar las secciones. En nuestro
caso, la valoración debía distinguir grados entre dominios similares, y dado que no existía
la pretensión de exportar la valoración a otros ámbitos, nos mantuvimos en un plano
cualitativo, tomando en consideración algunas características específicas de diferenciación
de escarpes.
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632 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
La valoración distingue dos situaciones: el estado inicial de peligrosidad natural antes del
año 2000 sin obras de protección relevantes, y la situación presente a 2012 con todas las
protecciones planificadas para el ferrocarril ya construidas, considerando el efecto de
reducción de la susceptibilidad de salida que conlleva la protección activa, especialmente
la estabilización.
Durante estos años, se han realizado múltiples proyectos parciales para la protección por
sectores, con análisis detallado de estabilidad para las masas potencialmente inestables y
cálculos de trayectorias en 3D y sobre perfiles 2D para dimensionado de barreras. Pero
más allá del inventario inicial, no se ha realizado ningún estudio de zonificación del
peligro a modo de visón global.
9
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 633
5. GRADO DE PROTECCIÓN
En los últimos 12 años se ha realizado una labor intensa de protección de las infraestructuras,
especialmente para el ferrocarril y en menor medida para las carreteras y edificaciones. Las
principales medidas de protección aplicadas se pueden clasificar como es habitual:
Saneamiento y purga con palancas, gatos hidráulicos i voladura;
Estabilización con anclajes de barra, mallas y cables, y apeos de hormigón;
Barreras dinámicas de detención de caída de rocas.
A modo de resumen de toda la inversión en obras de defensa contra caída de rocas se puede
cifrar en unos 4,1 M€ (corrientes, no regularizados), de los cuales la mitad corresponden a la
inversión inicial de las obra de puesta en marcha (Comellas et al. 2005) y la otra mitad a
obras efectuadas durante estos 10 primeros años de funcionamiento como política de mejora
progresiva de la seguridad, en el marco de una estrategia en la que se han sucedido distintas
fases con actuaciones de distinta naturaleza e intensidad, con el objetivo de compatibilizarlas
al máximo con el servicio ferroviario.
Como sumario de las obras de defensa realizadas en este periodo de tiempo en el ferrocarril,
se puede decir que se han instalado un total de 2800 m de longitud de barreras dinámicas de
distintos modelos comerciales según ha evolucionado el mercado y la normativa, y de
capacidad energética de 500 a 5000 kJ, de acuerdo con los sucesivos proyectos y sus cálculos
trayectográficos, con objeto de obtener un nivel de protección acorde a los grados de
peligrosidad. En cierto momento se han reutilizado barreras dinámicas procedentes del
cremallera de Núria, dónde la construcción de un nuevo túnel ha eludido la exposición en el
tramo de mayor peligro (Janeras et al. 2009). Aunque para reutilizarlo se debe desinstalar el
material, trasladarlo, realizar los nuevos anclajes y la preparación del terreno y montaje, se ha
conseguido un ahorro cercano al 50% en el coste global. Se han implantado también barreras
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634 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
estáticas, en áreas de menor intensidad de caída de rocas, como son zonas de posible
deslizamiento de material coluvial de la ladera. En grandes taludes verticales se han instalado
barreras a modo de visera y pórtico. Finalmente, en el tramo de cruce de dos torrentes activos,
se ha instalado una malla deflectora para evitar rodamientos hacia la vía.
A pesar de todas las limitaciones de este tipo de aproximación, se ha podido extraer una
visión de conjunto sobre el riesgo a lo largo del Cremallera para valorar el nivel de protección
obtenido al cabo de 10 años de inversión en mitigación de riesgos por parte de FGC. La
reducción de la peligrosidad es evidente, pero quedan algunas partes de la ladera superior a la
carretera con afectación clara también ladera abajo sobre el ferrocarril, que son ahora el foco
de atención de las futuras intervenciones de defensa. Este tipo de resultado visual, a pesar de
11
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 635
Finalmente, cabe remarcar que hasta el momento solo se han analizado aspectos relativos
a la peligrosidad, asumiendo para la línea del ferrocarril una vulnerabilidad homogénea,
para trasladar los resultados al concepto de riesgo. Futuras fases de estudio en la línea de
Gallach 2012, Michoud et al. 2012 y Fontquerni et al. 2012 podrán ahondar en las
metodologías de cuantificación de la susceptibilidad de salida y propagación para una
valoración pormenorizada de la peligrosidad, e introducir los aspectos propios de la
vulnerabilidad, especialmente en una visión comparada de todas las infraestructuras.
REFERENCIAS
Alsaker, E., Gabrielsen, R. H. & Roca, E., 1996. The signficance of the fracture pattern of Late-
Eocene Montserrat fan-delta, Catalan Coastal Ranges (NE Spain). Tectonophysics, 266: 465-491.
Budetta, P., 2004. Assessment of rockfall risk along roads. Natural Hazards and Earth Science
Systems, 4: 71–81.
Comellas, J., Paret, D., Terrado, E. & Oliveras, R., 2005. Tratamiento del macizo rocoso del ferrocarril
de cremallera de Monistrol a Montserrat. In: J. Corominas, E. Alonso, M. Romana, M. Hürlimann
(Editors), VI Simposio Nacional de Taludes y Laderas Inestables, Valencia. Vol II, pp. 591-603.
Dussauge-Peisser, C., Helmstetter, A., Grasso, J.R., Hantz, D., Desvarreux, P., Jeannin, M. & Giraud,
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analysis. Natural Hazards and Earth Science Systems, 2: 15–26.
Fontquerni, S., Vilaplana, J.M., Guinau, M., Royán, M.J., Barberà, M. & Janeras, M., 2012. Los
elementos vulnerables expuestos a los desprendimientos de rocas en Montserrat. In: VIII
Congreso Geológico de España, Oviedo.
Gabarró, X., 1996. Propagació de despreniments en roca. Influència de les característiques del
vessant i dels incendis forestals. Aplicació a Montserrat. Tesina de grado de Ingeniería civil,
Universitat Politècnica de Catalunya.
Gallach, X., 2012. Estudi de susceptibilitat de caiguda de roques a la paret del Monestir de
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636 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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SISTEMAS DE CONTENCIÓN Y PROTECCIÓN PARA
DESPRENDIMIENTOS ROCOSOS
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
Las intensas lluvias que acontecieron a finales de 1995, después de una pertinaz sequía de
casi cinco años de duración, produjeron importantes desprendimientos de tierras, troncos y
enseres domésticos, en una gran parte de la ladera oriental, vertiente al río Guadalquivir, de
la localidad de Montoro (Córdoba). Al menos cinco viviendas se vieron afectadas por
impactos importantes en sus muros y patios, con la rotura y penetración de algunos
elementos en sus propios recintos. Como medida preventiva el Servicio de Obra Civil del
Ayuntamiento de Montoro, se vio en la necesidad de desalojar estas viviendas ubicadas al pie
de la ladera en la calle Herrerías. El análisis global de la ladera mostró que las
inestabilidades estaban asociadas a desprendimientos de carácter superficial. Por tanto, las
medidas propuestas estuvieron condicionadas por actuaciones integradoras en el paisaje del
núcleo urbano, al ser Montoro un pueblo de gran acogida turística e interés patrimonial.
1. INTRODUCCIÓN
639
1
640 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 1.- Mapa topográfico digital del terreno (MDT) con la geología de Montoro sobreimpuesta. Perfil
de detalle obtenido a partir del MDT de la parte oriental del pueblo con la geología
Esta población se encuentra asentada sobre dos dominios geológicos (Fig. 1). La cuenca del
Guadalquivir, representada por calizas bioclásticas a la base de una potente secuencia de
margas azuladas de edad Mioceno superior. La Meseta Ibérica que en este sector conforma
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 641
una sucesión monótona de pizarras y cuarcitas de edad Carbonífero. Por encima de la Meseta
se dispone la Cobertera Tabular, formada por conglomerados sobre los que se superpone una
serie de areniscas y arcillas rojas de edad Triásico.
Montoro ocupa un altiplano modelado por el proceso erosivo del río Guadalquivir que
configura un meandro muy cerrado (Fig. 1). Este altiplano muestra unas vertientes muy
escarpadas que han disectado parte de los materiales antes descritos. Las diferencias de cota
entre este altiplano y el nivel de base del río Guadalquivir no superan los 80 m, si bien la
localidad cuenta con calles muy empinadas y edificaciones situadas en escarpes acusados. El
perfil medio que tienen las laderas suele ser de 1:1 (45º), aunque en algunos lugares la
pendiente es vertical.
Las construcciones existentes en la c/ Castillo de Julia, con una longitud de 270 m, mostraban
un buen estado en sus estructuras. Están generalmente cimentadas sobre calizas bioclásticas
que les confieren una estabilidad aceptable a las edificaciones. Sin embargo, en las zonas
ajardinadas de la parte de atrás de las casas, se observaron grietas superficiales que afectaban
exclusivamente a los muros de contención y separación de los patios entre viviendas y la
ladera. Las casas de la c/ Herrerías construidas sobre areniscas rojas ("piedra molinaza",
denominación local), dan gran estabilidad a los cimientos de estas construcciones.
3
642 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
ladera, con el fin de ratificar las observaciones previas que finalmente fueron confirmadas.
Como actuaciones de tipo general sobre la ladera, se propusieron aquellas que iban
encaminadas a evitar los desprendimientos superficiales mediante medidas de protección
como son: mantas orgánicas, mallas metálicas, muros de contención de carácter ecológico
y revestimiento con gunita en taludes verticales. Otras medidas fueron de prevención con
la construcción de canales y arquetas en cornisas y bajantes empedrados sobre la ladera.
Figura 2. A) Desbroces en la parte alta de la ladera para el reconocimiento de grietas ocultas bajo las casas
de la c/ Castillo de Julia. B) Tala y limpieza de la ladera para evitar la caída de elementos inestables a las
casas de la c/ Herrerías
Las tareas de desbroce y limpieza, con personal altamente especializado, mostraron que
había elementos ocultos en situación de clara inestabilidad, como eran troncos secos,
arbustos sueltos, escombros y elementos domésticos procedentes de vertidos
incontrolados desde las casas de la c/ Castillo de Julia, con riesgo de desprendimiento
sobre las casas de la c/ Herrerías como así sucedió (fig. 2 B).
Derribos de muros inestables, afianzamiento de otros y construcción de gaviones
ecológicos
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 643
5
644 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
manta tiene una tracción mínima de 225 kg/m2. La manta viene enrollada en paños de 2 m
de ancho para su fácil manejo.
Figura 4. Colocación de manta orgánica y malla metálica. A) Sujeción de la manta orgánica y la malla
metálica. B) Colocación de la malla metálica y soporte de los rollos para su extensión
La malla metálica utilizada ha sido de triple torsión de tipo TT, 8x10-2, 70. Se usó la que
está fabricada en rollos de 2 m de ancho para que la instalación fuese cómoda, precisa y
rápida (Fig. 4 B). La malla siempre queda sujeta en la cabecera del talud, abrochándola
con piquetes de acero corrugado de 80 cm de longitud y 12 cm de diámetro, en algunos
casos asegurándolos con lechada de cemento. En el talud se fija de igual modo, pero los
piquetes tienen forma de bastón. Los paños se cosen entre sí por los bordes con alambre
de 3 mm. En el pie del talud se cosen, a la malla en forma de solapa, barras de acero
corrugado de 20 mm paralelos al talud, que sirven de contrapesos para que la malla quede
pegada a la ladera y en momentos determinados puedan extraerse los fragmentos
retenidos en su interior.
Hidrosiembra y revegetación
A toda la superficie de la ladera, revestida con manta orgánica y protegida con malla
metálica, se le aplicó una hidrosiembra con mezcla de diversas semillas. la composición
aproximada fue de 25 gr/m2 de semillas, 30 gr/m2 de fijador, 100 gr/m2 de mulch, 100
gr/m2 de turba y 15 ml/m2 de abono líquido. las semillas tienen la siguiente composición:
15% de agropyrum cristatum, 5% agropyrum intermedium, 25% lolium rigidum, 10%
lolium multiflorum, 10% festuca arundinacea, 5% bromus inermis, 5% medicago sativa,
trebol violeta, 10% vicia y 10% melilotus officinalis.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 645
La vegetación autóctona existente en la ladera, como son las riparias e higueras, fueron
segadas y taladas para poder colocar estos elementos de protección (Fig 6 A). Con el paso
de los meses esta vegetación y la procedente de la hidrosiembra atravesó la manta y la
malla metálica, formando una cobertera tupida después de algunos meses (Fig. 6 B).
Figura 6. Aspecto de la ladera. A) Con la manta y malla metálica recién puesta. B) Con la hidrosiembra
después de algunos meses
Protección de taludes verticales con gunita
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646 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 7. A) Estado inicial del talud en el que se aprecian algunas fisuras. B) Talud desbrozado y
protegido con malla metálica para su posterior revestimiento con gunita
Una vez colocada la malla metálica, se proyecto con una manguera a presión la gunita en
una primera capa para adosarla a la pared del talud. Se taparon las fisuras proyectando
más cantidad de gunita y se colocaron mechinales para drenar las posibles filtraciones del
talud (Fig. 8 A). Con una segunda pasada se le dio más solidez y consistencia al talud,
adquiriendo un espesor medio de unos 15 cm (Fig. 8 B).
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 647
Figura 8. Gunitado del talud. A) Primera capa de proyección de gunita en la que todavía se aprecian los
paños de malla. B) Segunda capa de gunitado que le dan solidez y consistencia al talud.
6. CONCLUSIONES
Las medidas correctoras y protectoras que se ejecutaron, en la ladera que separa las calles
Castillo de Julia y Herrerías en la localidad de Montoro, (Córdoba), por peligro de
desprendimientos, siguieron un patrón de integración paisajística al ser una localidad
monumental y turística.
Las actuaciones realizadas han permitido proteger prácticamente toda la ladera con manta
orgánica y malla metálica de triple torsión. Sobre estos elementos se aplicó una hidrosiembra
para que la vegetación pudiera cubrir estos elementos y no evidenciaran impacto visual. En
zonas donde había escarpes en situación de inestabilidad y con alto riesgo de desprendimiento,
se han sujetado y protegido con mallas metálicas verticales y en la mayoría de los casos con
gaviones ecológicos. En un sector de la ladera con talud vertical se protegió con malla
metálica revestida de un proyectado de gunita, para darle solidez y consistencia a la pared. La
gunita fue previamente teñida de color marrón-ocre de acuerdo con las tonalidades originales
del talud.
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648 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 9. Localidad de Montoro. Aspecto de la ladera entre las casas de la c/ Castillo de Julia, parte alta del
pueblo, y la c/ Herrerías en la parte baja del pueblo
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS
Roldán, F.J., Rodríguez-Fernández, J., Villalobos, M., Lastra, J., Díaz-Pinto, G., Pérez
Rodríguez, A.B. (2012). Zonas: Subbético, Cuenca del Guadalquivir y Campo de Gibraltar.
In GEODE. SIGECO. IGME. (Navas, J., Ed.) Disponible en:
http://cuarzo.igme.es/sigeco.default.htm.
Consejería de Obras Públicas y Transportes (2005). Modelo Digital del Terreno (MDT) (CD).
Junta de Andalucía.
10
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
2
Ars Geotecnica S.L. Avinguda Mas d’en Puig, 13. 08870 Sitges (Barcelona).
info@arsgeotecnica.com
3
GRQ (Grup de Recerca del Quaternari). SERP (Seminari d’Estudis i Recerques Prehistòriques).
Dept. Prehistòria, H. Antiga i Arqueologia. Facultat de Geografia i Història. Universitat de Barcelona.
C/ Montalegre, 6. 08001 Barcelona. grq@ub.edu
RESUMEN
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650 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
En el año 2002 fue hallado el yacimiento arqueológico de la Cova del Rinoceront, que había
permanecido inédito hasta el momento (Daura et al., 2005). El yacimiento es en realidad una
cavidad kárstica descubierta gracias a que fue seccionada y, en gran parte destruida, por la
explotación de caliza de la antigua cantera de ca n’Aymerich. Como consecuencia del corte
vertical de la cantera, parte del relleno sedimentario de la cueva se desplomó al pie del talud
donde se documentaron los primeros restos y donde se centraron también los primeros
trabajos arqueológicos basados en tamizar los sedimentos (Daura, 2008). Los resultados
obtenidos en estos trabajos certificaban la relevancia del yacimiento y la necesidad de
continuar las excavaciones en los sedimentos que se preservaban en posición estratigráfica en
la parte de la cueva que no había sido destruida, pero para ello era imprescindible la
consolidación y restauración del talud rocoso donde se ubicaba la cavidad (Sanz et al., 2011).
La necesidad de mejorar la estabilidad del talud puso en contacto al equipo científico (Grup de
Recerca del Quaternari-SERP de la UB) y la administración responsable del patrimonio
arqueológico (Servei d’Arqueologia i Paleontologia) con la empresa de trabajos verticales
Inacces Geotecnia Vertical SL para la evaluación del proyecto. Esta estabilización debía
afectar lo menos posible la integridad del yacimiento, formado por el relleno de la cavidad, y
asegurar las condiciones de trabajo de las excavaciones arqueológicas. El conjunto de las
actuaciones, que fueron sufragadas por distintas administraciones como el Servei
d’Arqueologia i Paleontologia y el Departament d’Energia i Mines de la Generalitat de
Catalunya así como el Ayuntamiento de Castelldefels, se realizaron en distintas fases en los
años 2003, 2006 y 2012.
Por este motivo la consolidación del talud donde se ubica la Cova del Rinoceront creemos que
puede ser un buen ejemplo para futuras obras de consolidación de laderas donde se hallan
yacimientos arqueológicos. Además, este tipo de actividad puede representar una aplicación
comercial que hasta el momento ha sido poco frecuente en el ámbito de la consolidación de
taludes y laderas inestables. Con este objetivo, en el presente artículo, juntamente con otros
estudios realizados anteriormente (Sanz et al., 2011), detallamos el tipo de intervención
desarrollada.
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 651
Esta cantera, actualmente inactiva, se encuentra situada justo al pie del Macizo del Garraf, por
encima de la llanura aluvial del rio Llobregat y a tan sólo 25 metros sobre el nivel del mar.
Tectónicamente está ubicada dentro de la unidad estructural denominada Bloque del Garraf,
correspondiente al extremo meridional de la Cordillera Litoral Catalana. En esta zona, el
Macizo del Garraf está formado por elevaciones estructurales que están generalmente
constituidas por rocas carbonatadas de edad jurásica y cretácica. Estos materiales suelen
desarrollar morfologías kársticas por disolución de la roca.
3
652 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 1: La Cova del Rinoceront. 1-2: Mapa de situación del yacimiento. 3: Cova del Rinoceront antes de los
trabajos de consolidación. 4: Estado actual del yacimiento.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 653
A grandes rasgos, estas tres zonas, se disponen en franjas verticales, las cuales, siguiendo su
disposición de sur a norte, las podemos zonificar de la siguiente manera (Figura 3): la Zona
Sur (1), formada por calizas grises masivas; la Zona Central (2), formada por el relleno
pleistoceno de la cavidad kárstica, la Cova del Rinoceront; la Zona Norte (3), formada por
calizas muy fracturadas con abundante arcilla roja.
La Cova del Rinoceront se generó justamente en la zona de contacto (Zona Central 2) entre las
rocas carbonatadas menos tectonizadas (Zona Sur 1) y la roca intensamente fracturada (Zona
Norte 3). Esto también explicaría la naturaleza sedimentaria de los depósitos de relleno de la
cueva, los cuales están conformados por bloques de roca caliza envueltos en una matriz
arcillosa rojiza, como los materiales que conforman el talud en su Zona Norte 3.
Figura 3: 1: Vista general de la cantera de ca n’Aymerich 2: Zonificación litológica en una vista frontal del talud.
3: Representación de la estratificación (continuas) y de barrenos de voladura (discontinuo) en el talud.
También hay que destacar que el frente rocoso se vio afectado por un deficiente diseño de las
voladuras de la actividad minera, no habiéndose realizado ni precorte ni recorte alguno. Según
las observaciones realizadas, se puede deducir que no se replantearon los barrenos para crear
superficies de talud bien definidas y las cargas eran excesivas pues generaron un frente
irregular, con fracturación de la masa rocosa que actualmente conforma el talud e incluso con
la existencia de juntas rocosas abiertas por el efecto de la presión de los gases de la voladura.
5
654 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Esta zona se caracteriza por presentar una masa rocosa caliza sana, con resistencia a la
compresión simple elevada (superior a los 400 Mpa), y estratificación masiva de orden
métrico (1,5 a 3,5 metros de potencia), con las superficies de estratificación planares, muy
continuas y cerradas, orientadas 255º/30º.
Esta masa rocosa está atravesada por un sistema de diaclasado conformado por juntas
orientadas a 140º/75º (J1) y a 080º/80º (J2). Estas juntas presentan una continuidad limitada
(entre 2 y 4 metros), son planares, algo rugosas y algunas presentan recristalizaciones de
carbonato cálcico sellando las juntas.
Como circunstancia a tener en cuenta, hay que considerar la afectación de las voladuras a la
que fue sometido el talud, las cuales generaron nueva fracturación y apertura de las juntas.
Analizando la masa rocosa como un sistema rocoso, la estabilidad del cual viene regido por la
orientación de las discontinuidades de la masa rocosa respecto la superficie del talud, y
considerando el talud como una superficie regular y plana, se obtiene que la disposición de las
juntas respecto a la orientación general del talud no genera la posibilidad de bloques rocosos
inestables. No obstante, la realidad es que el talud presenta una superficie muy irregular
debido al método de excavación utilizado por la cantera y a la presencia de una cavidad de
origen cárstico, la cual agudiza aún más este fenómeno. El resultado final es una superficie del
talud muy irregular, con abundantes relieves en voladizo, en los cuales sí se generan bloques
rocosos con la posibilidad de deslizamientos de bloques a favor de las discontinuidades
rocosas tipo J2 (Figura 4), las cuales, en muchos casos, se presentan abiertas por efecto de las
voladuras quedando la estabilidad de los bloques rocosos generados en un estado muy
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 655
precario. Este es el caso de los boques denominados como B1 y B2 (Figura 3). El B1, en el
lado sur, se caracteriza por ser un conjunto rocoso de 6,5 metros de altura y 24 m3 de
volumen, la estabilidad del cual viene definida por una junta orientada 090º/60º (junta tipo
J2). El segundo, el B2, tiene un volumen rocoso de 8 m3, está ubicado justo encima de la
vertical del yacimiento pleistoceno y separado del macizo por una junta orientada 080º/90º
(junta tipo J2).
Figura 4: Perfiles transversales de las Zona Sur 1 (S1), de la Zona Central 2 (S2), de la Zona Norte 3 (S3) y del
círculo de rotura con el factor de seguridad más bajo obtenido en la Zona Norte 3.
4.2 Zona Norte 3: Calizas muy fracturadas con abundante arcilla roja
Esta zona (Figura 4) se caracteriza por presentar una matriz rocosa con un elevado grado de
fracturación (RQD siempre inferiores a 35) mezclada con abundante arcilla de color rojizo.
7
656 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Dado que el objetivo de estabilizar el talud era el de garantizar la seguridad de los trabajos
arqueológicos y la integridad del yacimiento, se plantearon dos actuaciones posibles. La
primera opción contemplaba excavar con medios mecánicos desde la loma, la parte superior
del talud, hasta llegar al techo del yacimiento y facilitar así su acceso por esta zona, dejando la
parte inestable por debajo del área de trabajo. Las características del yacimiento, formado por
relleno arcilloso inestable, descartaron esta propuesta, pues la ejecución de la misma hubiera
comportado la necesidad de utilizar maquinaria y procedimientos de trabajo que hubieran
podido conllevar la pérdida de buena parte del depósito.
La solución encontrada fue consolidar los bloques rocosos de la Zona Sur (1) mediante un
cosido con bulones de pequeño diámetro (Stillborg, 1986) ejecutables con maquinaria de baja
potencia (martillos mineros manuales capaces de perforar bulones de hasta 3 metros de
longitud y con unos niveles de vibración extremadamente bajos que no afectaran la estabilidad
de los sedimentos pleistocenos). Este mismo tipo de bulones se utilizaron para la realización
de un claveteado (Clouterre, 1991) de la zona del talud más fracturada (Zona Norte 3) con el
fin de mejorar la resistencia al corte de la brecha de falla. El claveteado fue complementado
con una aplicación de hormigón proyectado armado con malla electrosoldada con el fin de
evitar desprendimientos procedentes de esta masa rocosa fracturada. Además, esta solución
permitía la estabilización de las paredes del yacimiento cuando éstas quedaran al descubierto
por la excavación arqueológica así como unos costes bajos de implantación de maquinaria.
Para el cosido de los bloques rocosos se decidió realizar bulones ejecutables con perforadoras
ligeras y utilizar como bulones barras de acero tipo GEWI o similar de 25 mm de diámetro
(Tabla 1 y Figura 6). Estas barras permiten trabajar con resistencias al corte de hasta 120 KN y
con resistencias a tracción de hasta 207 KN. Además, su reducido diámetro, permite trabajar
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 657
con diámetros de perforación pequeños (Ø=42 mm) que no necesitan grandes equipos ni
energías de perforación elevadas.
Para el Bloque B2, que se presentaba en voladizo y con una junta de separación del macizo
vertical, las fuerzas que favorecían el movimiento eran el peso del bloque en su integridad,
mientras que las fuerzas de estabilidad eran la cohesión proporcionada por la continuidad de
la roca en la Zona Sur 1. Así, para el cálculo se consideró el peso íntegro a contrarrestar por
los bulones trabajando a corte, habiéndose considerado necesario la instalación de 3 bulones
para obtener factores de seguridad Fs≥1,5. Este bulonado también se incrementó con el fin de
garantizar el cosido de subunidades de fracturación de bloque.
En cuanto al claveteado diseñado para estabilizar la brecha de falla (Zona 3), se consideró
realizar inclusiones de bulones de las mismas características que los empleados en la Zona Sur
1. La densidad de bulones instalados fue de un bulón cada 2,5 m2 de talud. Con esto se
consiguió mejorar la resistencia al corte del terreno a lo largo de las posibles superficies
potenciales de plastificación o rotura. Con el fin de contener los previsibles derrames de
9
658 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
tierras y piedras procedentes de los espacios entre bulones, se procedió a aplicar una capa de
hormigón proyectado armado con malla electrosoldada 200x200x5 que arriostra los bulones.
Bulón pasivo en barra de acero de l=3m Claveteado de suelo y hormigón proyectado
1 2
Figura 6: 1: Anclaje en barra 500/550 N/mm2. 2: Sección tipo de la intervención del claveteado de suelo.
1 4 6 8
2 3 5 7 9
Figura 7:1: Saneo previo. 2-3: Armado de las paredes interiores de la cavidad. 4-5: Bulonado. 6-9: Gunitado
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 659
6. CONCLUSIONES
Así, mediante la utilización de equipos ligeros y de baja energía y utilizables con equipos de
trabajo versátiles, se han aplicado los elementos de estabilización necesarios en cada zona de
talud sin dañar el relleno de la cueva. Además, la versatilidad de los equipos ha permitido
realizar intervenciones periódicas a medida que avanzan los trabajos de excavación a costes
asumibles por la sociedad, siendo en este caso la conservación del patrimonio un objetivo
llevado a cabo con éxito.
De este modo las técnicas aquí descritas de consolidación de taludes y laderas se presentan
como la solución más optima para la rehabilitación de yacimientos arqueológicos ubicados en
este tipo de contextos. La Cova del Rinoceront es el primer yacimiento de la Península Ibérica
en que estas técnicas han sido descritas por primera vez en su aplicación al patrimonio
arqueológico y de esta forma se convierte en un ejemplo para futuras intervenciones.
7. REFERENCIAS
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con escasa presencia humana: la Cova del Rinoceront (Castelldefels, Barcelona). En: Baquedano.
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35.
Stillborg, B. (1986). "Professional Users Handbook For Rock Bolting", Trans Tech Publications,
Clausthal-Zellerfeld, Germany.
8. AGRADECIMIENTOS
Las intervenciones arqueológicas en la Cova del Rinoceront se encuentran dentro del proyecto
Humans, carnívors i medi natural durant el Plistocè al massís del Garraf-Ordal i curs baix del
riu Llobregat, del GRQ-SERP, financiado por los programas SGR2009-1145 y HAR2011-
26193 (MICINN). JD ha sido financiado mediante el programa Juan de la Cierva y MS con
beca predoctoral (FI) del Comissionat per a Universitats i Recerca del Departament
d’Innovació, Universitats i Empresa de la Generalitat de Catalunya i el Fons Social Europeu.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
VIII Simposio Nacional sobre Palma deyMallorca,
Taludes Junio 2013
Laderas Inestables
E.Alonso, J. Corominas
Palma de yMallorca,
M. Hürlimann (Eds.)
Junio 2013
CIMNE, Barcelona, 2013
E. Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
CIMNE, Barcelona, 2013
RESUMEN
Se mostrarán los resultados de la instalación de las barreras de alta energía tipo GBE en la
carretera GC200 en las Palmas de Gran Canaria en el tramo de Andren Verde y se
mostrará de forma comparada con los resultados que pudieran generarse con la aplicación
habitual de intercepción. El desarrollo de sistemas flexibles de alta energía ensayados y
certificados ha permitido avanzar de forma importantes términos de seguridad, a la par que
garantizar soluciones compatibles con las necesidades ambientales y sostenibilidad..
1.- INTRODUCCIÓN
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Fig1. Barrera dinámica para la protección en la carretera GC-200 entre Agaete y La Aldea. Gran Canaria.
Desde junio de 2001 la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza, elaboró una normativa
para la homologación de los kits de barreras dinámicas par la protección contra
desprendimientos rocosos la Guideline for the approval of rock protection kits (Fig 2). Este
documento normativo establece de forma rigurosa la metodología para ensayar los sistemas,
con el objeto de garantizar su perfecto funcionamiento. Esta normativa ha sido muy bien
acogida por países donde los problemas de desprendimientos tienen un peso muy
importante, es de uso obligatorio en Suiza, en algunas regiones de los Estados Unidos, en
Australia y Japón entre otros países, y muy recomendada en Andorra para la protección de
viviendas y carreteras con elevada intensidad de tráfico.
Fig2. Barrera dinámica RXI-300 previo ensayo a caída libre. Bloques de ensayo estandarizados en Walenstadt.
2
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El requisito más importante exigido por esta Normativa es el ensayo a caída libre vertical a
escala natural como paso previo a la certificación y comercialización. Este punto es básico
para garantizar la energía de diseño así como elongación máxima, necesario para poder
aplicar estos sistemas como sistema para la protección contra caída de rocas con el concepto
de “zona de sombra”.
Así mismo desde hace varios años, la Organización Europea de Normalización con sede en
Bruselas (EOTA), ha elaborado una normativa, la Guideline for european technical
approval of falling rock protection kits, para estandarizar esta actividad en Europa, dicha
normativa (ETAG-27) fue publicada el 1 de febrero de 2008. La aplicación de esta Norma
ha permitido por lo general incrementar las exigencias de seguridad de los países de la
Unión Europea en lo que se refiere a la protección contra caída de rocas.
Para comprender con facilidad la terminología a la que se hace referencia en este tipo de
estudios, es necesario hacer algunos apuntes al respecto que ayudan a comprender el proceso
de balance energético que se produce en el momento de la detección de un impacto. Con
independencia de la rigidez del elemento de interposición (sistema de protección contra
desprendimientos), la detención de la roca se produce cuando se alcanza la condición de
equilibrio entre la energía que trae la roca y el trabajo que realizan las fuerzas resistentes de
reacción de la estructura unido a la deformación o desplazamiento de la misma. La energía
se transforma en trabajo de las fuerzas de reacción en una distancia.
E=W
W=R· D
donde:
E: energía, J W: trabajo de las fuerzas de reacción, J
R: fuerza de reacción, N D: desplazamiento, m
3
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Obsérvese que para garantizar áreas iguales bajo la curva (trabajo o energía) en ambos
casos, la reacción máxima (RP) del caso 2 ha de ser muy superior al caso 1. El impacto de
las rocas desprendidas, se mide en regla general, como energía cinética total en kilo-Julios
(kJ) o en kiloNewtons-metro (kN-m).
A continuación se muestran ejemplos simples, que ayudan a interpretar los valores
energéticos empleados. El impacto de un vehículo del tipo turismo que viaja a una velocidad
de 90km/h (25m/s) y pesa 1t, equivale a una energía cinética de 312kJ. Por otra parte un
vehículo pesado (un camión), a menor velocidad 60km/h (17 m/s), pero con un peso
superior, (40t), se desplaza con una energía cinética de 5.780kJ (Fig. 4).
Fig. 4 Ensayos de impacto frontal de coches, velocidad 50km/h (14m/s), energía cinética 150kJ.
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de hormigón o falsos túneles, con una menor ocupación espacial y un menor impacto visual
desde el punto de vista medioambiental (Fig. 7).
Des del punto de vista del análisis de alternativas han de considerarse además otros aspectos
condicionantes a la toma de decisión sobre la solución más idónea para iguales prestaciones
técnicas como las expropiaciones para la implantación de la nueva infraestructura de
protección, la gestión y/o afección al tráfico durante la construcción, tiempo de construcción
(muy importante cuando se trata de atender situaciones de emergencia), inversión
económica, etc. (Fig. 8).
Fig.8 Ejemplo de un cuadro de análisis de alternativas para la protección contra caída de rocas.
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Los datos topográficos, deben ser lo más detallados posibles y mas si se desea aplicar la
técnica de “zona de sombra”, deben extraerse de planos topográficos detallados y
representativos (restitución fotogramétrica) a la escalas 1/1000, 1/500, o 1/200 en las zonas
de obra; y es importante no ignorar la presencia de muretes o cortes verticales, pistas,
pequeños taludes que modifican las trayectorias (efecto trampolín, puntos duros que
favorecen los rebotes) y que no son siempre representados en los planos; para ver sobre el
terreno las pequeñas irregularidades del relieve, que pueden estar fácilmente ocultas por la
vegetación, es indispensable desbrozar la zona para poder efectuar el levantamiento.
La superficie del terreno. Desde la roca sana hasta el terreno suelto, que influye en los
rebotes (disipación de energía variable durante los impactos), así como la dimensión y la
forma de los bloques que se pueden originar. Cada ladera es diferente en cuanto al ángulo de
inclinación, al perfil de la sección transversal, a la superficie del suelo y a la vegetación.
Todo análisis debe incluir un plano del perfil transversal, el cual debe ser elaborado sobre la
base de una inspección detallada de la ladera. El perfil de sección transversal debe comenzar
en la zona de desprendimiento, terminando en la zona de detención/impacto, garantizando
un galibo adecuado para uso y explotación de la infraestructura.
Rugosidad, las laderas deben clasificarse como lisas, irregulares o rugosas. Esta descripción
del estado de la ladera es muy importante, dado que éste influye decisivamente en el
comportamiento de una piedra rodante. Por lo general, la rugosidad de la ladera está
relacionada con el tamaño de la roca, en relación con las irregularidades del terreno La
consideración de este aspecto es clave para la aplicación de las barreras dinámicas para crear
una “zona de sombra” pues es muy sensible al cambio en las trayectorias.
La vegetación constituye otro factor en el análisis de los desprendimientos de piedras. La
vegetación reduce normalmente tanto la velocidad como también la altura de los saltos. A
menudo, una vegetación compacta detiene un alto porcentaje de los desprendimientos de
piedras. Estudios de campo han mostrado que en las laderas muy arboladas
aproximadamente el 60% de los desprendimientos inducidos de piedras es detenido a causa
de la colisión con árboles.
Se define “zona de sombra” como el área protegida, ubicada a una cota inferior a la línea
creada por la barrera dinámica a salvo de trayectorias de rocas y libre de la influencia de la
deflexión del sistema sometido al máximo nivel de energía para la que fue diseñado (MEL).
El uso de este tipo de protección debe considerar que la no intercepción de la roca en la línea
de la barrera en su trayectoria de caída no será una amenaza a cotas inferiores (Fig.9).
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Fig.9 Ejemplo de un emplazamiento protegido contra caída de rocas donde la orografía en combinación con la
infrastructura impiden la aplicación del concepto “zona de sombra”.
En cualquier estudio tradicional de caída de rocas por un lado debe determinarse el punto de
salida de donde caen las piedras. Este se designa como zona del desprendimiento. Por el
otro, también debe delimitarse la zona donde se detienen las piedras. El conocimiento de los
puntos de partida y finales de los desprendimientos de piedras permiten averiguar el
recorrido de las mismas así como los desniveles superados. Los datos son aplicados en un
perfil del corte transversal de la ladera.
La investigación detallada del recorrido del desprendimiento de las piedras permite
identificar los puntos de impacto en la ladera y el fondo de la misma y recopilar así
informaciones sobre la trayectoria y la velocidad de las piedras desprendidas. Otros
"portadores de información" son árboles u obstáculos grandes similares contra los cuales
chocan las piedras.
La evaluación del tamaño de las rocas existentes en la zona de detención/ impacto y la zona
de desprendimiento indica si las piedras se rompen al caer cuando sucede el
desprendimiento. Por lo general los estudios para la protección contra la caída de rocas
buscan estadísticamente el mejor emplazamiento para instalar una protección, con una
capacidad para la absorción de energía garantice la mayor durabilidad frente a impactos
frecuentes y/o excepcionales y una altura que garantice la óptima intercepción de bloques
(en porcentaje).
Algunos países definen y exigen el porcentaje óptimo de intercepción en función del uso del
suelo como por ejemplo Andorra (>98% de intercepción). Este planteamiento habitual
supone a la práctica la búsqueda de la posición sobre el terreno, capacidad de absorción de
energía y altura de protección de prácticamente la totalidad de los bloques y por ello
implementando a mayores rangos de sobredimensionamiento para subsanar posibles
menosprecios de observación y/o de cálculo.
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Fig.10 Ejemplo real de aplicación en GC-200 de simulación mediante RockFall de la trayectoria de caída de
rocasy aplicación conceptual de la “zona de sombra”.
donde:
D = H/ sen
= arc cos (h/D)
= arc cos (h/H sen )
= 180º - -
Fig.11 Determinación del ángulo óptimo de protección, que garantiza la máxima sombra.
Sin embargo el concepto “zona de sombra” proporciona, para orografías extremas (Fig.12)
y siempre que la orografía o el trazado de la infraestructura no lo impidan, una solución
técnica y económicamente ventajosa que concibe la única y exclusiva intercepción de los
bloques que por su trayectoria puedan afectar a la plataforma a proteger de ancho definido,
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permitiendo el paso de todos los bloques que en su trayectoria no fuesen a afectar la zona a
proteger.
Fig.12 Detalle del caso real de aplicación en GC-200 de simulación mediante RockFall de la trayectoria de
caída de rocasy aplicación conceptual de la “zona de sombra”.
Fig.13 Instalación de barreras dinámicas de alta energía GC-200 en Tramo 10. Caso aplicación conceptual de
la “zona de sombra”.
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Fig.14 Instalación de barreras dinámicas de alta energía GC-200 en Tramo 10. Detalles de la proyección de la
sombra de protección de la barrera sobre la carretera.
Fig.15 Instalación de
barreras dinámicas de
alta energía GC-200 en
Tramo 6. Detalles de la
proyección de la sombra
de protección de la barre-
ra sobre la carretera.
Visión laterla del perfil
de la ladera y posición de
la barrera dinámica.
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4.- CONCLUSIONES
El concepto “zona de sombra” puede proporcionar, para orografías extremas y siempre que
la topografía o el trazado de la infraestructura no lo impidan, una solución técnica y
económicamente ventajosa. La simulación y el diseño bajo este concepto requieren de
minucioso trabajo de campo para la identificación de las zonas de salida de los bloques,
determinación de la rugosidad del terreno y topografía de detalle. Esta técnica puede
utilizarse tanto en zonas extremas de elevada generación de energía como para zonas menos
complejas. En la práctica implica la aplicación de barreras dinámicas en clara igualdad con
los falsos túneles, con una óptima altura de protección y menor coste de mantenimiento.
REFERENCIAS
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E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
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2013
¹ Departamento de Geodinámica
Facultad de Ciencias Geológicas
Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN
1. ANTECEDENTES
El macizo rocoso inestable estudiado y estabilizado, se sitúa dentro de la parte antigua del
casco urbano de la localidad de Chinchilla de Montearagón. A lo largo de los años se habían
ido construyendo edificaciones, tanto junto al pie del escarpe como sobre su coronación.
Además, en la base, se habían realizado cuevas excavadas a mano y colindantes entre las
fincas. Una de ellas, tenía grandes dimensiones, suficiente para aparcar varios coches. Esta
cueva, fue la causa principal y última que terminó descalzando y movilizando el macizo
rocoso (ver figuras 1 y 2).
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1
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Figura 1. Vista cueva accesible y escarpe Figura 2. Vista interior cueva accesible, con plazas de garaje
desde patio
Ante los avisos de los vecinos afectados, el Ayuntamiento, como propietario del terreno
público y tomando consciencia del riesgo que podía suponer tanto para los vecinos como para
sus viviendas, tomó la iniciativa para resolver el problema adjudicando mediante concurso a
ORBIS TERRARUM, consultoría especializada en Ingeniería del Terreno, la redacción de un
proyecto constructivo eficaz. Posteriormente, se adjudicó también la Dirección Facultativa y
Coordinación de Seguridad y Salud en fase de obra.
Por último, uno de los objetivos y compromisos en el desarrollo de la solución técnica fue
que, en la cueva que quedaba accesible, y que albergaba espacio para 4 plazas de garaje,
pudiera mantener su uso después de la obra.
2
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El escarpe de roca está formado en su parte superior por dolomitas de grado de alteración III-
IV con intercalaciones margosas, y por un estrato de margas alteradas en la base de unos 3 m
de potencia. Ambos tipos de roca, de naturaleza evolutiva, se estaban viendo afectados no
solo por el clima del municipio, de inviernos fríos con heladas y veranos secos y calurosos,
sino también por la presencia de flujos discontinuos de agua provenientes de tuberías de
drenaje y abastecimiento con fugas, generando una degradación tanto física como química.
Estas condiciones, unidas al diaclasado natural de la roca, estaban generando no solo
desprendimientos locales de piedras sino además, un vuelco general del bloque delimitado por
las diaclasas verticales y paralelas al frente, lo cual se reflejaba a través de grietas en el
pavimento de la calle superior, sus encuentros con las fachadas de los edificios anexos y en el
peto de protección del vial, coincidiendo con las cuevas presentes (ver figuras 3 y 4).
Figura 3. Esquema de la geología y problemática Figura 4. Detalle diaclasas paralelas al frente del
del talud escarpe
La geometría del bloque descalzado, era de unos 15 m de altura llegando hasta la parte
superior del escarpe, 28 m de ancho y diaclasas verticales a unos 6-7 m de profundidad. Por
otro lado, la cueva accesible, tenía unas dimensiones máximas de 7,3 m de altura, 8,6 m de
anchura y una profundidad de 37 m, quedando además justo por debajo de uno de los
edificios de la coronación del escarpe. El resto de cuevas, no visitables, al parecer tenían
menores dimensiones que la anterior, pero aun así eran de importantes dimensiones y muy
próximas entre sí, limitando la transmisión de cargas a través de los hastiales entre las
mismas.
3
688 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
3. SOLUCIÓN ADOPTADA
La solución técnica adoptada tuvo que ser concebida teniendo en cuenta principalmente las
grandes limitaciones de acceso y espacio, debido a las condiciones propias de las cuevas y el
talud, junto con las del entorno con edificios de viviendas tanto a pie como en coronación,
vías urbanas estrechas y con limitación de carga, y la necesidad de trabajar sobre un patio
interior con forjado unidireccional concebido únicamente para sobrecargas de uso privado.
Todos los condicionantes expuestos hacían de la obra un auténtico reto técnico de muy alta
especialización, pero a la vez la convertían en un trabajo artesanal al tener que acudir a
equipos y herramientas de pequeño tamaño, lo que condicionaba la productividad de la obra y
por tanto sus plazos de ejecución.
Fue necesario planificar el trabajo por fases para no desestabilizar el bloque y mantener las
máximas condiciones de seguridad, para lo cual se establecieron unas diecisiete etapas
sucesivas. Cada etapa no podía ejecutarse hasta terminarse la anterior. De esta forma, se
aseguraba que el trabajo se realizase desde zona segura. Para el fiel cumplimiento de esta
premisa se realizaban supervisiones constantes durante la obra.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 689
Atendiendo a estas limitaciones se diseñaron distintas actuaciones, según el acceso por cada
uno de los edificios al frente de la zona inestable, distinguiendo dos zonas de trabajo: cueva y
patio. En la zona de la cueva, se realizaron distintos trabajos. En la entrada de la cueva se
dimensionó una estructura metálica de pilares y vigas capaz de permitir la transmisión de
cargas desde la bóveda a la base estable del sustrato y liberar el espacio para uso de las 4
plazas de garaje existentes. Esta estructura se diseñó con 3 pilares y perfiles arriostrando los
pilares para reducir los efectos de pandeo, dada su altura. Por otro lado, se realizó un refuerzo
de los hastiales de la cueva, mediante muros de hormigón en masa de 40 cm de espesor, doble
mallazo y bulones permanentes de 3 m de longitud mediante barras de 25 mm de diámetro. En
ambos hastiales estaban empezando a aparecer, antes de los trabajos, grietas horizontales que
mostraban que la roca estaba soportando una carga excesiva. Por último, en la parte de la
cueva de menores dimensiones y más profunda se realizó un nuevo gunitado con doble
mallazo metálico reforzado con bulones del mismo tipo que en la entrada de la cueva. Ver
figuras 6 y 7.
Por otro lado, en la zona del patio, se realizó un gunitado de 10 cm y una serie de anclajes
permanentes activos ascendentes, con barras de acero de 40 mm de diámetro, y de una
profundidad entre 12 y 15 m, para soportar las cargas del bloque en una zona estable del
mismo, dada la inaccesibilidad de las cuevas bajo esta zona del talud. Para poder ejecutar
tanto la gunita como las cuatro filas de anclajes, hubo que recurrir al montaje de un andamio
5
690 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
especial en toda la altura del escarpe. Además, este andamio, al descansar sobre el patio de la
vivienda, con forjado unidireccional, hubo que repartir las cargas más uniformemente y apear
la estructura desde el forjado inferior, el cual tenía un uso como garaje, estando bajo rasante y
estando accesible para los trabajos.
Figura 8. Máquina de perforación fijada al andamio Figura 9. Máquina de perforación fijada al andamio
La disposición de los anclajes en las cuatro filas previstas, tuvo que realizarse con
inclinaciones y rumbos variables detallados en planos, dado el escaso espacio disponible en el
frente del escarpe disponible, una vez salvada la altura de las cuevas y el muro de gravedad
con el que se había tapiado las cuevas con anterioridad. Ver figura 10.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 691
Dadas las posible incertidumbres del macizo rocoso, y en especial de las dimensiones de las
cuevas tapiadas y de las grietas y diaclasas presentes, además de la posible inestabilidad
adicional generada en el bloque de roca descalzado durante los trabajos de perforación, se
previeron desde fase de proyecto una serie de controles en obra para medir los posibles
movimientos del terreno y asientos en las casas.
Antes del inicio de los trabajos, se realizó una serie de visitas técnicas a las viviendas para
identificar el estado de conservación estructural de las mismas, que quedó plasmado en un
acta notarial. Seguidamente se elaboró un plan de auscultación de movimientos tanto del
frente del escarpe, como del peto y viviendas de la calle superior, donde se realizaban lecturas
topográficas semanales y se establecían unos umbrales de movimiento, teniendo en cuenta los
criterios de daño para cada tipo de estructura. Este seguimiento se realizaba con dianas
reflectantes en elementos planos y fisurómetros en las grietas ya abiertas con anterioridad a
los trabajos. Durante la obra y siguiendo las fases definidas en proyecto, los datos mostraron
que los movimientos detectados fueron muy poco significativos, inferiores a 3 mm, quedando
estabilizados.
Adicionalmente y durante los trabajos, se llevó un control de los materiales de obra, tanto de
los fabricados en planta o taller como son hormigón, gunita, acero; como de los elaborados o
dispuestos en obra como lechada de inyección o la pintura epoxi de pasivado de acero. Todos
estos ensayos quedaron reflejados en el plan de calidad solicitado al contratista.
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692 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Por otro lado, el control técnico continuo, se tradujo en unos excesos de mediciones muy
limitados e incluso inferiores a los que las condiciones iniciales de obra podrían hacer pensar,
dada la presencia de cuevas, grietas, superficies irregulares tanto en cueva y frente de talud.
Adicionalmente y durante los trabajos, se llevó un control de los materiales de obra, tanto de
los fabricados en planta o taller como son hormigón, gunita, acero; como de los elaborados o
dispuestos en obra como lechada de inyección o la pintura epoxi de pasivado de acero. Todos
estos ensayos quedaron reflejados en el plan de calidad solicitado al contratista.
Finalmente, se debe hacer especial hincapié en la importancia de las tareas de los técnicos
especialistas en fase de proyecto y obra, ya que, dado el bajo presupuesto de estas obras de
reparación, no se hace obligatoria una calificación mínima del contratista según la ley de
contratación pública vigente. La falta de supervisión del contratista por parte de los técnicos
adecuados, podría haber dejado la obra en manos de un contratista con poca o nula
experiencia, que priorizaría la producción, quedando mermada la calidad de la obra y por
tanto su funcionalidad y durabilidad.
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VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.E.Alonso,
Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
No es novedad para nadie que la malla hexagonal de Triple Torsión es la solución más usada
para el tratamiento de Taludes frente al riesgo de desprendimientos. Cubre las necesidades en
más del 90% de los metros cuadrados de taludes a tratar, de una forma eficaz y económica.
1
693
694 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
El CEN, a través del ECISS/TC106 (European Committee for Iron and Steel Standardization;
Technical Committee 106) cuya secretaria detenta AFNOR, inició los trabajos para la revisión
de la Norma EN 10223-3 en el año 2009. Que a fecha de hoy todavía no hayan finalizado los
trabajos para la publicación de la nueva versión, demuestra la intensidad del trabajo realizado.
Hablamos de revisión por una sola razón: partimos de una norma ya existente. Pero realmente
el resultado final es una norma nueva, infinitamente más completa, que cubre en mayor
profundidad las definiciones y características del producto Malla Hexagonal de Triple
Torsión.
This European Standard specifies requirements for the dimensions, coatings, test
methodology and delivery conditions of steel wire mesh products having meshes of hexagonal
shape specified for engineering purposes
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 695
Figura 2: Gaviones.
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696 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 4: Estructuras de Suelo Reforzado, con paramento vertical (tipo gavión) o vegetalizable
(muros verdes). En ambos casos, estas unidades están fabricadas con una sola pieza de malla
de Triple Torsión: parte enterrada en el terreno, parte frontal y parte superior, doblada.
Figura 5: Grapas de acero de alto carbono como alternativa al tradicional alambre de atar.
Las grapas estarán fabricadas con alambre de acero de alto carbono de 3 mm de diámetro, de
1.720 MPa de resistencia a tracción, lo que garantiza una resistencia a la apertura mínima de 2
kN por grapa. Espesor mínimo de recubrimiento: 255 g/m2 (Clase A de EN 10244-2).
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 697
Figura 6: utillaje para el ensayo a tracción de la malla de Triple Torsión de 8 x 10 según EN 10223-3
5
698 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Los cuatro enganches laterales en la placa de ensayo (Nº 10 de la figura 6; dos en la parte
inferior y dos en la parte superior) restringirán la muestra lateralmente. Si no se ensaya de esta
forma, las mallas se "cierran", aumentando el número de alambres por metro y distorsionando
la resistencia a tracción por metro lineal de malla de Triple Torsión. El alargamiento a rotura
aparentaría valores exagerados.
Para garantizar estos valores, la nueva versión de la Norma ha cambiado la resistencia unitaria
del alambre (en que se basa la resistencia a tracción de la malla) pasando de un rango 350 –
500 MPa, a otro más extenso: 350 – 550 MPa. En consecuencia, el alargamiento mínimo,
medido sobre 250 mm, pasa del 10% al 8%.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 699
La versión que anterior de la Norma hablaba solo del recubrimiento del alambre: "el alambre
recubierto de cinc o de aleación de cinc debe satisfacer los requisitos mínimos del Proyecto
de Norma Europea prEN 10244-2 (clase A) para la masa de recubrimiento, la adherencia del
recubrimiento y, cuando se especifique, la uniformidad del recubrimiento."
7
700 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 701
El concepto "Vida Útil del Producto" requiere una explicación: En el apartado 3.2, Tabla 2 del
Documento Guía F de la Directiva Europea 89/106/CEE sobre productos de Construcción se
define (extraído del pie de Tabla A.1 de FprEN 10223-3:2013)
9
702 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Una precisión importante: la "vida útil de un producto" depende de muchos factores fuera del
control del productor, tales como el diseño, la ubicación del uso (exposición), la instalación,
el uso y el mantenimiento. El concepto "vida útil de un producto" no puede interpretarse
como una garantía dada por el fabricante.
La nueva versión de la Norma introduce una nueva calidad: Galvanizado con aleación
de 90% de Zinc y 10% de Aluminio. Permite una "Vida Útil" mayor de 50 años en
Ambiente C3 = Ambiente de agresividad media. Condiciones secas. Atmósferas con
contaminación media o con influencia "leve" de cloruros. Por ejemplo, áreas urbanas
o cercanas a la costa con baja exposición a cloruros; Zonas tropicales con baja
contaminación.
Para Ambiente C3 o en todas las condiciones húmedas (C4, C5 y CX), las calidades
plastificadas aportan una vida útil superior o igual a 120 años. La relación
durabilidad/precio de las calidades plastificadas está fuera de toda duda.
En ambientes C5 y CX no se contempla el uso de calidades sin recubrimiento
orgánico. En ambiente C4, aún con la calidad 90%Zn10%Al no se superan los 25
años, con la calidad 95%Zn5%Al solo se cubren 10 años y la calidad solo Zn ni se
contempla.
La propia Norma establece: los Gaviones en contacto con agua (en condiciones salinas
o con agua contaminada) y/o en contacto con soluciones alcalinas o gaviones que
están sujetos a condiciones abrasivas (tormentas de arena, ...) se harán con alambre
galvanizado y plastificado o con alambre inoxidable.
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 703
BIANMAT® R Es una Geomanta reforzada, compuesta por una Malla metálica de Triple
Torsión íntimamente unida durante la fase de producción a una geomanta de polímero con
matriz extorsionada en tres dimensiones.
Aplicando una geomanta y encima una Malla de Triple Torsión (en dos capas separadas) se
mejora la resistencia del conjunto, pero sigue siendo posible la rotura y deslizamiento de la
geomanta por debajo de la malla metálica.
El uso de Bianmat® R (con una sola colocación) resuelve de forma ideal el revestimiento de
taludes cuando la vegetalización es requerida. Con menos piquetas de adose, la malla metálica
"libera" de cualquier esfuerzo a la malla polimérica y por tanto evita su rotura.
Los menores costes de colocación (una sola capa, sin solapes, menos piquetas) y las mejores
prestaciones mecánicas, han hecho de este producto uno de los preferidos en taludes de suelo,
donde el crecimiento de la vegetación es posible (por las condiciones climatológicas y la
inclinación del talud). La aplicación de tierra vegetal o sustrato, o una hidrosiembra ayudarán
a los mejores resultados.
11
704 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
REFERENCIAS
FprEN 10223-3:2013 - Steel wire and wire products for fencing and netting - Part 3:
Hexagonal steel wire mesh products for civil engineering purposes. Prepared by
Technical Committee ECISS/TC 106 “Wire rod and wires”, the secretariat of which is
held by AFNOR.
EN 10218-1 - Alambres y productos trefilados de acero. Generalidades. Parte 1: Métodos de
ensayo.
EN 10218-2 - Alambres y productos trefilados de acero. Generalidades. Parte 2: Medidas y
tolerancias.
EN 10244-1 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos metálicos no
ferrosos sobre alambre de acero. Parte 1: Principios generales.
EN 10244-2 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos metálicos no
ferrosos sobre alambre de acero. Parte 2: Recubrimientos de cinc o de aleación de cinc.
EN 10245-1 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos orgánicos del
alambre de acero. Parte 1: Reglas generales.
EN 10245-2 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos orgánicos del
alambre de acero. Parte 2: Alambre recubierto de PVC.
EN 10245-3 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos orgánicos del
alambre de acero. Parte 3: Alambre recubierto de PE.
EN 10245-5 - Alambres de acero y productos de alambre. Recubrimientos orgánicos del
alambre de acero. Parte 5: Alambre recubierto de poliamida.
EN ISO 4892-2 - Plásticos. Métodos de exposición a fuentes luminosas de laboratorio. Parte
2: Lámparas de arco de xenón (ISO 4892-2:2006)
EN ISO 4892-3 - Plásticos. Métodos de exposición a fuentes luminosas de laboratorio. Parte
3: Lámparas UV fluorescentes (ISO 4892-3:2006)
EN ISO 6988 - Recubrimientos metálicos y otros recubrimientos no orgánicos. Ensayo al
dióxido de azufre con condensación general de la humedad. (ISO 6988:1985).
EN ISO 9227 - Ensayos de corrosión en atmósferas artificiales. Ensayos de niebla salina.
(ISO 9227:2012).
EN ISO 9223:2012 - Corrosion of metals and alloys - Corrosivity of atmospheres -
Classification, determination and estimation (ISO 9223)
EN ISO 16120-1 - Alambrón de acero no aleado para la fabricación de alambre. Parte 1:
Requisitos generales. (ISO 16120-1:2011).
EN ISO 16120-2 - Alambrón de acero no aleado para la fabricación de alambre. Parte 2:
Requisitos específicos del alambrón de uso general. (ISO 16120-2:2011).
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VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
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Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E. Alonso,J.J.Corominas
E.Alonso, CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
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706 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Su longitud es de 16’5 kilómetros y discurre por una orografía muy accidentada, habiéndose
tenido que ejecutar 20 desmontes en difíciles condiciones geotécnicas y en un marco severo
de condicionantes medioambientales que requirieron importantes medidas de integración
medioambiental y paisajística (Izquierdo et al., 2009).
En Proyecto, y por motivos medioambientales, para los desmontes se propuso una excavación
con bermas de 1,5 m de anchura y de 5 m de altura, y por la futura ampliación por el lado
derecho, un talud izquierdo inclinado al 3V:1H y el derecho al 2V:1H.
Con las primeras excavaciones, se detectaron condiciones geotécnicas más desfavorables que
aconsejaron la unificación de los taludes al 2V:1H, y tras comprobar la práctica imposibilidad
de excavar las bermas proyectadas, incluso con voladuras de precorte muy cuidadosas, se
adoptó, en algunos de los desmontes de mayor altura, una anchura de berma mínima de 3 m.
En cualquier caso, ante la seria patología de caídas de piedras que comenzaron a mostrar los
taludes, y en orden a controlarla, se adoptó como medida sistemática la disposición de
cunetones tipo Ritchie, con distancia horizontal de 5 metros entre el talud y el borde de
calzada. Según Pierson (2001), esta medida se presentaba muy eficaz para las inclinaciones
adoptadas y con alturas inferiores a 12-15 metros. Para alturas superiores, se hacía necesario
ampliar el cunetón, tender malla metálica, disponer de valla o de murete en el pie.
Las primeras voladuras pusieron de manifiesto un macizo muy fracturado, señalando un serio
problema de desprendimientos rocosos, y con un elevado grado de karstificación que exigió
acometer una campaña de investigación específica para detectar posibles cavidades con riesgo
de colapso por debajo de la explanada, y más aún, en tanto y en cuanto el marco legal de la
Comunidad Valenciana protege, con carácter general, todas las cuevas, simas y demás
cavidades, prohibiendo su alteración o destrucción de sus características físicas o de sus
condiciones de equilibrio ecológico.
2. CARACTERIZACIÓN GEOMECÁNICA
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 707
Las características tectónicas de la zona son algo complejas y el macizo rocoso presenta una
elevada fracturación.
Con los taludes 2V:1H, se obtuvieron valores del SMR comprendidos entre 50 y 60 en el
talud izquierdo, y entre 45 y 55 en el derecho, valores que se sitúan en el límite de los
tratamientos sistemáticos.
3. ANÁLISIS DE ESTABILIDAD
En el talud izquierdo, los análisis de estabilidad solo apuntaban ligeros riesgos por
deslizamientos de cuñas, si bien la elevada densidad de discontinuidades, esencialmente en la
zona de coronación, y la irregularidad del paramento señalaron una patología seria de caídas
de rocas que exigió un estudio profundo una vez finalizada la excavación del desmonte.
3
708 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
(a) (b)
(c) (d)
Figura 2.- (a) Ensayo in situ de caídas de rocas. (b) Calibración del RocFall. (c) Sección de Proyecto y
barrera rígida. (d) Solución adoptada.
Para analizar el problema de los desprendimientos rocosos se utilizó el programa RocFall 4.0
de RocScience que utiliza un procedimiento de masas discretas, es decir, la masa rocosa
desprendida se concentra en un punto.
El análisis presenta como inconveniente la dificultad de estimar los valores de los parámetros
de cálculo, razón por la que el modelo debe calibrarse, variando paulatinamente los
parámetros de entrada, hasta alcanzar un ajuste razonable con alguna determinación real.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 709
La mayoría de las trayectorias reales mostraron dos puntos de rebote. Adoptando esta forma y
el máximo alcance medido (Figura 2-b), el mejor ajuste se alcanzó con los siguientes valores:
o Masa equivalente: 10 kg
o Velocidad vertical: 1 m/s
o Velocidad horizontal: 1 m/s
o Velocidad angular inicial: 0 rad/s (Pero se considera en el cálculo)
o Coeficiente de Restitución Normal escalado por la velocidad
o Ángulo de rozamiento estimado en función del coeficiente de restitución tangencial.
o Coeficientes de restitución:
Talud: RN=0,53 y RT=0,99
Explanada: RN=0,35 y RT=0,85
Calibrado el modelo, ya es posible acometer el análisis que proporcionó unos resultados muy
interesantes. Y así, la sección tipo inicial con pequeñas bermas iniciales adolece de un serio
problema de desprendimientos que no puede controlarse ni siquiera con la disposición en el
pie de una barrera rígida tipo New Jersey (Figura 2-c). La solución del problema exigió,
además de la barrera rígida en el pie, modificar la geometría del talud izquierdo, adoptándose
dos bermas superiores de 10 metros de altura y anchuras de 8 y 5 metros (Figura 2-d).
4. MEDIDAS DE ESTABILIZACIÓN
o Gunita armada con malla metálica de triple torsión, sujeta al talud con bulones cortos.
5
710 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
LEYENDA
Tramo 1
Tramo 2
Tramo 3
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 711
5. PROBLEMÁTICA KÁRSTICA
Puesto que cabía la posibilidad de existir cavidades que, por su escaso recubrimiento y/o por
sus dimensiones, fuesen potencialmente inestables frente a las cargas impuestas por la CV-13,
y teniendo en cuenta el marco legal de la Comunidad Valenciana sobre protección de cuevas
y demás cavidades, se consideró oportuno emprender una campaña de investigación geofísica
para detectar y caracterizar por debajo del fondo de excavación la presencia de cavidades.
7
712 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Para la tomografía eléctrica se utilizó una configuración dipolo-dipolo de alta resolución, con
48 electrodos, realizando un total de 668 medidas por sección de 160 metros en planta. Los
datos de campo fueron filtrados e interpretados con diferentes métodos de inversión.
Los tres perfiles eléctricos señalaron claramente las fracturas importantes y presentaron una
buena correlación transversal (Figura 4). La mayor parte de las “anomalías” se situaban con
profundidades inferiores a 5 metros y mostrando dimensiones muy variadas. Una de ellas
(AT-24) alcanzaba una sección de 140 m2 y otra (AT-25) los 100 m2 y a escasa profundidad.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 713
(a) (b)
(c)
Figura 6.- Excavaciones en fondo de caja (a) Sima S-2) (b) PK 4+755 (c) PK 4+811 y PK 4+830.
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714 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
6. AGRADECIMIENTOS
Los Autores desean expresar su agradecimiento por las facilidades prestadas para hacer
posible esta comunicación, a la Conselleria d’ Infraestructures, Territori i Medi Ambient,
y a los Ingenieros D. Pedro Rodríguez (CIOPU-INDECAS, UTE), D. Alfonso Mascagni y
D. Francisco José García Novillo (UTE FCC-BECSA),
REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFIA
Garrido, M.E. 2011. Estabilización de las formas cársticas y de los taludes del desmonte nº 8 (P.K.
4+630 a P.K. 5+060) excavado para la nueva carretera CV-13 Torreblanca-Instalaciones
Aeroportuarias de Castellón. P.F.C. E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos. U.P.V.
Hungr, O. and Evans, S.G., 1989. Engineering aspects of rockfall hazard in Canada.
Geological Survey of Canada, Open File 2061, 102 pages.
Izquierdo, F.A., Zamarbide, F., Rodríguez, P., Serón, J.B., 2009. Corrección y tratamientos de
desmontes inestables en la construcción de la CV-13 (Castellón). In: E. Alonso, J. Corominas y
M. Hürlimann (Editors), VII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables, Barcelona,
pp. 1263-1273.
Izquierdo, F. A., 2009. Nueva carretera CV-13. Asesoría geotécnica desmonte 8. Informe geológico-
geofísico. Problemática de cavidades. No publicado.
Ministerio de Fomento, 1996. Protección contra desprendimientos de rocas. Pantallas
dinámicas. Secretaria de estado de Infraestructuras y Transportes. Dirección General de
Carreteras. Ministerio de Fomento.
Pfeiffer, T.J., and Bowen, T.D., 1989. Computer Simulation of Rockfalls. Bulletin of the
Association of Engineering Geologists. Vol. XXVI, No. 1, 1989 p 135-146.
Pierson, L.A., Gullison, C.F., Chassie, R.G., 2001. Rockfall catchment area design guide.
Final Report SPR-3(032). Oregon Dept. Trans., Federal Highway Administration, 78 pp.
Romana, M. 1995. The geomechanics classification SMR for slope correction. Proc. 8th Int.
ISRM Congress (Fujii ed.).
Romana, M. Serón J.B. y Montalar, E., 2001. La clasificación geomecánica SMR. Aplicación
experiencias y validación. V Simposio Nacional de Taludes y Laderas Inestables. Madrid,
pp. 393-404.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
VIII Simposio Nacional sobre Taludes
Palma y LaderasJunio
de Mallorca, Inestables
2013
Palma de Mallorca, Junio 2013
E. Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
E. Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
CIMNE, Barcelona, 2013
CIMNE, Barcelona, 2013
RESUMEN
El relieve natural de las islas volcánicas montañosas tiene profundos barrancos, taludes
rocosos de pronunciadas pendientes y elevados acantilados costeros. Las formaciones
geológicas de origen volcánico incluyen materiales rocosos y suelos muy heterogéneos en
cuanto a su disposición espacial y comportamiento geomecánico. Además, en las zonas
del sur de Gran Canaria y Fuerteventura, con frecuencia las construcciones civiles y de
edificación muestran altos taludes practicados en el terreno y, como resultado, en
diversos puntos se ven afectados por desprendimientos de rocas y deslizamientos. En el
presente trabajo se muestran dos casos de estudio: 1) Estudio del riesgo de
desprendimientos de rocas y métodos de estabilización aplicados en el talud de Los
Teques, T.M. de Mogán, sur de Gran Canaria, y 2) Estudio geológico-geotécnico para el
proyecto de construcción del paseo peatonal en el acantilado costero de Morro Jable,
T.M. de Pájara, sur de Fuerteventura. La variación espacial de las formaciones
volcánicas, su grado de soldadura y alteración variables y la dificultad de establecer
familias de fracturas características, han hecho que los métodos clásicos de clasificación
geomecánica resultaran poco eficaces. En estos casos, el reconocimiento geológico
detallado y una estimación del comportamiento geomecánico de los materiales ha sido el
método empleado para definir y evaluar las zonas inestables en los taludes y para
establecer los métodos de estabilización más convenientes.
715
1
716 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Las formaciones volcánicas de las islas Canarias incluyen una gran variedad de materiales
(Lomoschitz, 1996, Rodríguez-Losada et al., 2007, Hernández et al., 2012). Con frecuencia
los macizos rocosos están formados por coladas lávicas y coladas piroclásticas, de elevada
resistencia, y que son consideradas en Geotecnia como “rocas” o “rocas blandas”, según su
naturaleza. Pero también incluyen intercalaciones de materiales piroclásticos, sueltos o con un
grado de soldadura variable. Además, en los terrenos de Canarias existen niveles de suelos
edáficos (residuales) y capas de materiales sedimentarios (fluviales, eólicos, marinos, etc.)
que aparecen incluidos en los macizos rocosos, o bien como formaciones superficiales.
Esta amplia diversidad es una consecuencia de la variada génesis de los materiales, que
depende del tipo de actividad volcánica y de los factores externos que controlan la dinámica
de las erupciones, y del transporte, emplazamiento y removilización de los productos
volcánicos (del Potro y Hürlimann, 2007). A esta diversidad se suman los procesos y
materiales sedimentarios, principalmente asociados a las zonas costeras y a los barrancos.
Los trabajos presentados en estos Workshops pueden agruparse en cuatro temas principales: a)
Caracterización geomecánica de rocas intactas, desde coladas lávicas a piroclastos, que son de
una amplia variedad de composiciones y texturas; b) reconocimiento y clasificación
geomecánica de formaciones volcánicas; c) modelos de resistencia y deformación de rocas
volcánicas; y d) casos de estudio de proyectos y obras de ingeniería civil.
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 717
En este trabajo se presentan dos casos de estudio de taludes en rocas volcánicas (Figura 1) con
desprendimientos y deslizamientos que afectaban a construcciones existentes o en proyecto.
Las tareas realizadas se orientaron a obtener una caracterización geológica, geomorfológica y
geomecánica de los taludes, con el objeto de prever posibles movimientos de ladera y ayudar
a decidir cuáles eran las soluciones constructivas más convenientes para estabilizarlos o
evitarlos.
Figura 1. Mapa de las Islas Canarias orientales y situación (1 y 2) de los dos casos de estudio.
El talud de Los Teques, en el sur de Gran Canaria, se eleva unos 30 m sobre los
apartamentos que le dan nombre y tiene unos 105 m. En diciembre de 2005 un bloque
rocoso de 11,6 toneladas se desprendió del talud y cayó sobre el pasillo posterior,
produciendo un enorme cráter sobre el forjado, afectando a las conducciones generales y a
las paredes de dos apartamentos. Antes y después se produjeron desprendimientos
menores. Una vez solicitado el estudio del talud por la propiedad, los trabajos se
orientaron a: 1) la caracterización geológica de suelos y rocas; 2) la identificación de
bloques rocosos inestables y 3) la definición de los métodos constructivos más adecuados,
para retener o evitar nuevos desprendimientos, teniendo en cuenta el coste y la efectividad
de cada método.
Los materiales geológicos del talud son de tres tipos: a) un aglomerado volcánico de
líticos gruesos con cenizas y pómez, que se comporta como una roca blanda, asimismo
afectada por una surgencia de agua; b) 2 a 3 coladas ignimbríticas, de resistencia media a
alta; y c) coluviones y depósitos de derrubios superficiales. Todas las rocas son de
composición traquítico-riolítica y pertenecen al ciclo mágmático I de Gran Canaria, del
Mioceno medio. El aglomerado volcánico aflora en la base del talud, con un espesor de
10-15 m. Su elevada pendiente (70-80º) y alto grado de alteración han causado el
3
718 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 2. Vista general de los apartamentos “Los Teques” con el talud superior, de unos 30 m de altura y
105 m de longitud.
Figura 3. Operación de retirada del bloque de roca de 11,6 toneladas del pasillo posterior de los apartamentos.
Cráter formado por la caída de esta roca.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 719
Figura 4. Mapa de riesgos del talud de Los Teques. Los métodos de estabilización se centraron en las zonas
de riesgo alto a medio.
Fueron propuestas diversas soluciones para la estabilización del talud, si bien algunas de
ellas resultaban excesivamente costosas y generales. Se pensó emplear una variedad de
técnicas (bulones, redes de cables, muros de apeo, hormigón proyectado, mallas de triple
torsión, drenes, cinturones de cable y barreras estáticas) para ser aplicadas sobre áreas
específicas. Con el fin de evaluar el coste de los trabajos de estabilización que eran
necesarios, fueron consultadas 5 empresas. Algunas de ellas propusieron soluciones que
abarcaban el conjunto del talud, o métodos de estabilización más costosos de los requeridos.
5
720 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
El coste final de los trabajos de estabilización fue de unos 45.000 euros, menos de la mitad
del coste presupuestado para soluciones más generales y costosas.
Figura 5. Esquema de los métodos de estabilización aplicados en el talud de Los Teques, Sur de Gran Canaria.
En 2006 se redactó el proyecto del paseo peatonal costero de Morro Jable, sur de
Fuerteventura, con el objeto de unir el puerto con la zona de playas, siendo el área
turística principal del sur de la isla. El paseo tendría unos 450 m de largo y debía ser
proyectado sobre una estrecha franja de terreno, a lo largo de un acantilado rocoso de 30
m de altura, con numerosas cavernas en su base. Existen zonas con grandes
deslizamientos y desprendimientos, que se han producido en materiales volcánicos de
diverso tipo.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 721
(a)
(b)
Figura 6 a) Vista general del acantilado de Morro Jable, Sur de Fuerteventura; b) ejemplo de diferenciación
de los materiales geológicos presentes en el acantilado (extremo oriental).
El 40% de la traza del paseo podía apoyarse directamente en el terreno, mientras que el 60%
restante sería soportado por una estructura metálica de pilas y vigas. Fue necesario un
reconocimiento geológico de detalle y una caracterización geotécnica de los materiales, para
un adecuado desarrollo del proyecto; debido a la morfología irregular de la costa y el variado
comportamiento geotécnico que se esperaba de los materiales. En el estudio fueron incluidos:
(a) un mapa geomorfológico de la costa, indicando las zonas con cavernas y deslizamientos,
plataforma de erosión rocosa y depósitos de arenas y gravas; (b) una sección geológica del
acantilado con una descripción de las coladas y diques volcánicos; (c) localización de cuñas y
bloques rocosos inestables; (d) dimensiones volumétricas de las cavernas y cuevas; (e)
propuesta de métodos de protección para evitar la erosión costera y de estabilización de las
zonas potencialmente inestables; y (f) estimación de la capacidad portante de los suelos y
rocas que quedarían por debajo de cada cimiento de las pilas.
El estudio geológico se orientó a las partes que influían en el proyecto: el acantilado rocoso y
la plataforma costera afectada por el oleaje y las mareas. La plataforma costera está
compuesta de rocas basálticas, que son principalmente cuerpos intrusivos y aglomerados de
escorias volcánicas, y también tiene algunos parches de beachrock (conglomerados
carbonatados) y estrechas playas de gravas y bolos.
7
722 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 723
Figura 8. Imagen 3D del tramo en pasarela del paseo peatonal. La estructura consiste en una serie de pilas de
hormigón armado inclinadas y con forma de Y, y dos bandejas de vigas metálicas en celosía, donde descansan
los tablones de madera tratada del paseo y la cubierta, a modo de visera (cortesía de Jofrahesa, S.A.)
Además, a lo largo de la costa acantilada, por donde discurre la traza del proyecto, existen una
serie de zonas potencialmente peligrosas:
- 2 zonas han sido afectadas por grandes movimientos de ladera: la primera al Oeste, de
20 m de alto y 60 m de largo, afectó a una sucesión de coladas basálticas que sufrieron
el vuelco y caída de bloques decamétricos de roca; y la segunda al Este, de 18 m de
alto y 40 m de largo, ha ocasionado un flujo de derrubios a partir del aglomerado de
escorias volcánicas. La causa ha sido la socavación del mar en la base del acantilado.
- 7 zonas resultan inestables en diferentes puntos de la pared del acantilado, pues
forman cuñas y columnas de roca.
- 9 zonas con cavernas y cuevas en la base del acantilado.
- 3 zonas del acantilado con un alto grado de meteorización y, por ello, muy
erosionables.
Cada zona fue identificada y medida, y se buscó una solución constructiva adecuada a sus
características propias. Por ejemplo: contrafuertes de hormigón y muros de piedra para
soportar las cuevas y cavernas, quedando así protegidas frente a la erosión marina; limpieza
de bloques sueltos de roca en puntos determinados; relleno con mortero de cemento de las
juntas de roca abiertas, combinado con bulones perforados en los bloques de roca; malla de
cable reforzada y anclada con bulones sobre una zona de roca fracturada; etc.
4. CONCLUSIONES
Los dos casos descritos sirven de ejemplo para mostrar que los taludes rocosos en
formaciones volcánicas con frecuencia no siguen unas pautas homogéneas ni simples (en
términos de geometría, espesor e inclinación de las capas, densidad de fracturación, grado de
9
724 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Agradecimientos
Debemos agradecer la buena disposición de los directivos de Vista Noruega, S.L., propietaria
de los apartamentos Los Teques (Gran Canaria), por permitirnos utilizar datos y figuras del
informe que realizamos en su día. Así mismo, reconocemos el buen hacer y consejos prácticos
de los técnicos de INACCÈS Geotécnica Vertical, S.L., empresa encargada de los trabajos de
estabilización. Por último, agradecemos al estudio de ingeniería JOFRAHESA, S.A. el
permiso para emplear diversa información del “Proyecto de paseo peatonal en Morro Jable,
Fuerteventura”, cuyo anejo de Geología y Geotecnia nos encargaron.
REFERENCIAS
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11
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
El Surco Flysch Alicante-Villajoyosa constituye una zona densamente poblada por la que
discurre el trazado de las tres principales vías de comunicación de la provincia de
Alicante. Esta área presenta una gran complejidad sedimentológica y tectónica,
existiendo una gran heterogeneidad de afloramientos. Por otra parte, para poder
recomendar medidas de actuación tendentes a corregir o prevenir inestabilidades en
taludes resulta imprescindible poder identificar y caracterizar dichos mecanismos de
inestabilidad. En el presente trabajo se han inventariado 194 taludes, que han sido
caracterizados geomecánicamente, atendiendo especialmente al tipo de mecanismo de
inestabilidad observado. Una vez identificados y caracterizados los mecanismos de
inestabilidad, se han inventariado los sistemas de estabilización, analizando su
idoneidad, su comportamiento, y si es el caso, las causas del mal funcionamiento de la
medida adoptada. Como resultado de este trabajo, se propone una guía de
recomendaciones de medidas correctoras que permitan ser adoptadas para las diferentes
situaciones existentes.
1. INTRODUCCIÓN
726
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 727
trincheras y taludes. Las inestabilidades generadas en los taludes provocan un elevado coste
de mantenimiento de estas vías. Asimismo, la franja costera está dominada por la presencia de
numerosos acantilados densamente urbanizados, afectados por episodios de inestabilidades,
además del peligro que conlleva el uso lúdico de las numerosas calas asociadas a estos
acantilados debido a los frecuentes desplomes de bloques de tamaño considerable.
Las medidas correctoras de las inestabilidades, que se emplean en los taludes rocosos han
sido objeto de estudio por parte de numerosos autores desde hace tiempo (e.g. Fookes and
Sweeney,1976; Hoek and Bray, 1981; Pierson, 1990; Romana, 1992; Wyllie and Mah,
728 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
2004; Andrew et al., 2011). En este apartado se hace un repaso a las medidas
habitualmente adoptadas en taludes rocosos en general, sin abordar las características
especiales de las litologías flyschoides, donde la bibliografía no es tan extensa
(Šestanović, 1994; Uribe-Etxebarria et al., 2005; Arbanas et al., 2007; 2008).
Sin embargo, también se puede clasificar este tipo de medidas según la fase de la obra en
la que nos encontremos. Durante las fases de planificación, proyecto y construcción las
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 729
medidas adoptadas son preventivas, sin embargo durante la vida útil de la obra la
implementación de medidas de estabilización de inestabilidades, las medidas son
consideradas correctivas. La mayor parte de las medias preventivas pasan por implementar
sistemas de estabilización y protección, pero durante la fase de planificación o en las fases
tempranas del proyecto se pueden aportar medidas, de nulo o bajo coste, tendentes a evitar
el desarrollo de las inestabilidades.
Las columnas litológicas en los taludes y acantilados costeros estudiados son muy
complejas, debido al alto número de combinaciones de litologías, de diversa competencia,
que se han observado, presentando además una gran variabilidad. No obstante, es muy
importante establecer una clasificación de las mismas, pues en función del tipo de
columna litológica y de los condicionantes geométricos, que más adelante trataremos, se
desencadenan diferentes tipos de inestabilidades. A partir de una columna general del
Flysch de Alicante, se pueden definir 9 tipos de columnas tipo, que se dan, sobre todo, en
taludes de pequeña y mediana altura. A medida que la altura aumenta, lo hace también,
generalmente, la complejidad de la columna. En el caso de taludes formados por columnas
muy complejas, que pueden considerarse como combinación de las columnas tipo, las
inestabilidades asociadas serán la adición de las correspondientes a dichas columnas
sencillas. La clasificación de estas columnas tipo, atendiendo al criterio de su relación con
las inestabilidades observadas, es la siguiente:
Columna tipo 1: Alternancia de estratos de competencia moderada, baja y muy baja
(margas y calizas margosas), con más del 50% del set de litologías margosas, aunque en
ocasiones, se intercalan estratos de espesor centimétrico de calcarenitas tableadas finas.
Columna tipo 2: Paquete de potencia métrica a decimétrica de calcarenitas tableadas
gruesas de espesor decimétrico sobre materiales mayoritariamente margosos de
730 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
competencia baja.
Columna tipo 3: Paquete de potencia métrica de calcarenitas con estructura pillow-beds
de espesor decimétrico sobre materiales mayoritariamente margosos de competencia baja.
Columna tipo 4: Paquete de potencia métrica a decamétrica de materiales calcáreos de
estructura caótica sobre materiales mayoritariamente margosos de competencia baja.
Columna tipo 5: Paquete de estratos de potencia centimétrica a decimétrica de calcarenitas
tableadas finas de espesor centimétrico sobre materiales mayoritariamente margosos de
competencia baja.
Columna tipo 6: Estrato o paquete de estratos de calcarenitas tableadas gruesas entre
materiales mayoritariamente margosos.
Columna tipo 7: Alternancia de estratos de competencia media (calizas margosas) con
margas L y H y estratos de calcarenitas tableadas gruesas.
Columna tipo 8: Materiales calcáreos con estructura caótica: debritas (en ocasiones con
olistolitos), olistostromas, mélanges y otros.
Columna tipo 9: Calcarenitas tableadas gruesas.
Una exhaustiva caracterización de las columnas tipo se puede consultar en Cano y Tomás
(2013).
Tal y como se ha comentado, para poder recomendar unas medidas correctoras ad hoc
resulta imprescindible poder identificar y caracterizar previamente dichos mecanismos de
inestabilidad. Los mecanismos de inestabilidad se han dividido en seis grupos principales:
Caídas de rocas (tipo RF), deslizamientos planares (tipo PS), fallos por vuelco (tipo TF),
fallos por pandeo (tipo BF), deslizamientos rotacionales (tipo RS) y raveling y erosión
(tipo RE). El modo de fallo más general, presente en todos los taludes observados, es la
caída de rocas (rockfall, RF). Aunque en general no se trata de movimientos que afectan a
grandes masas, excepto el rockfall masivo (RF7), las inestabilidades se producen
continuadamente, obligando a un mantenimiento regular de los taludes, de las cunetas y de
la propia calzada. Desde el punto de vista de su génesis, cabe distinguir entre
inestabilidades originadas por descalce de bloques de litologías competentes, causado por
la alteración y la movilización del material margoso infrayacente (tipos RF1 a RF5) y
otros rockfalls que tienen un origen distinto de éste (RF6 y RF7). El tipo RF1, se refiere a
desprendimientos de grandes bloques de calcarenitas tableadas gruesas. El tipo RF2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 731
El segundo grupo de mecanismos de rotura (tipo PS) está constituido por deslizamientos
planares convencionales. Estos modos de fallo se han subdividido en función de las
litologías presentes y de su posición relativa. Se ha realizado una primera división entre
los deslizamientos planares sobre margas (PS1) de aquellos que no lo son. A su vez este
primer grupo está subdividido en tres tipos: Tipo PS1.1 (Deslizamiento planar de bloques
aislados) donde se producen deslizamientos de bloques de tamaño métrico de litologías
competentes sobre materiales margosos, mientras que en el tipo PS1.2 (Deslizamiento
planar de un paquete estratificado en series alternantes) los deslizamientos afectan a una
gran masa del talud, donde se produce el movimiento de una masa compuesta por
alternancia de materiales competentes y margosos sobre una capa margosa. También
pertenece a esta clase un tipo particular de deslizamiento, el PS1.3 (Deslizamiento planar
evolutivo). Este deslizamiento de litologías competentes sobre margas se produce tras
incrementarse la pendiente del material infrayacente, degradado y movilizado por los
agentes externos (e.g. erosión costera). Los dos últimos tipos de deslizamientos planares
se producen cuando en el talud afloran prácticamente paralelos a él estratos de litologías
calcáreas (PS2 y PS3), deslizamientos planares standard y con giro, respectivamente.
Los fallos por vuelco se han dividido en función de la dirección del movimiento: hacia la
cara libre del talud (tipo TF1), vuelco lateral (tipo TF2), que se producen en taludes donde
la estratificación es muy vertical y oblicua al talud con litologías competentes intercaladas
entre litologías que se alteran y se movilizan, y contravuelcos (tipo TF3), que se
desarrollan en condiciones cinemáticas de deslizamiento, cuando las litologías margosas
infrayacentes son movilizadas y las capas competentes giran hacia el talud.
En las formaciones del Flysch de Alicante se han observado dos tipos de modo de fallo
por pandeo (Tipo BF1 y BF2). El primer tipo (BF1) se produce en situaciones de
paralelismo entre estratificación y talud en materiales calcáreos muy verticalizados sobre
margas. Por otra parte, en condiciones de oblicuidad entre la estratificación y el talud y
732 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
En el área de estudio hemos observado dos tipos de deslizamiento rotacional (Tipos RS1 y
RS2. El primero, deslizamiento rotacional tipo suelo (Tipo RS1), se produce en taludes
formados por litologías mayoritariamente margosas. El otro tipo de inestabilidad (tipo
RS2) se da en taludes formados por rocas con estructura caótica con multitud de juntas
erráticas que independizan bloques de distinta forma y tamaño.
Figura 2. Algunas medidas de estabilización y protección en taludes del Flysch carbonatado de Alicante. a.
Medida de protección mediante cunetas captadoras. El talud se degrada. La eficacia de la protección es
prácticamente nula, debido al bajo mantenimiento. b. Medidas de protección insuficientes para la
inestabilidad incipiente (large rockfall). c y d. Malla de triple torsión grapada. Soluciones poco eficaces
por realizarse el grapado en litologías margosas, las cuales se degradan y erosiona, quedando expuesta la
grapa (c). Grapas de longitud inferior al tamaño del bloque. La tensión de la grapa provoca el arranque de
dicho bloque (d). e. Red de cables bulonada. Estabiliza el deslizamiento, pero el talud se degrada y se
producen rockfalls. f. Malla tipo cortina. El talud se degrada, acumulando material degradado a su pie. g.
Gunitado armado, con drenaje en litologías margosas. Integración paisajística moderada. h. Gunitado de
litologías de estructura caótica, muy integrado en el entorno, por su color y su textura.
734 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 3. Medidas de estabilización y protección en taludes del surco Flysch de Alicante (continuación). i.
Apeo de hormigón aislado. El resto del talud queda expuesto a la meteorización. j. Apeo de mampostería
empleado para estabilizar un deslizamiento planar. k. Barrera mixta (hormigón-acero) dañada tras el
impacto de un bloque de un set de materiales caóticos. l. Diferentes medidas de estabilización (apeos de
mampostería discontinuos y escalonados) y de protección (foso de captación de mampostería con pantalla
flexible en coronación. m. Gunitado del pie del talud de litologías margosas (estabilización), muy integrado
por color y textura y malla tipo cortina en las litologías de estructura caótica. n. Gunitado y bulonado de un
talud mayoritariamente margoso Estabilización de un deslizamiento rotacional tipo suelo. o. Túnel de
protección frente a diversos rockfalls, raveling y erosión. p. Estructura metálica de retención estabilizadora
de un deslizamiento planar de un paquete de estratos sobre litologías margosas.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 735
Del análisis de las medidas correctoras observadas, en este trabajo hemos dado mayor
valoración a las medidas estabilizadoras, frente a las de protección, pues aunque a corto
plazo conllevan una inversión mayor, evitan la degradación remontante del talud y a largo
plazo llevan aparejadas un gran ahorro en trabajos de mantenimiento.
7. CONCLUSIONES
C1
C2
C2
C2
C4
C5
C6
C7
C8
C9
COLUMNA
C2‐C3
C2‐C6
C2‐C3‐C6
C2‐C3‐C6
Inestabilidad
RF2
RF6
PS1.2
RS1
RE1
RE2
RF1
RF3
RF5
RF6
RF7
PS1.1
PS1.2
PS1.3
PS3
TF1
TF2
TF3
BF1
RE1
RE2
RF3
RF4
RF6
RF7
PS1.2
TF1
RS2
RE1
RE2
RF2
RF6
RF7
PS1.2
PS3
TF1
RE1
RE2
BF2
RF1
RF2
RF6
PS1.2
TF1
RE1
RE2
RF6
RS2
RF6
PS2
PS3
TF1
Modificación
geométrica
Anclajes
Bulones
Grapas
Pasadores
Red de cables
Mallas
grapadas
Muros y vigas
anclados
Inyección de
resinas masiva
Drenaje
Gunitado
Apeos
“Dentition”
Control de
erosión
Estructuras de
contención
Cunetas de
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
captación
Mallas tipo
cortina
Obras de
protección
Pantallas din.
Pantallas est.
Tabla 1.Tabla resumen de medidas correctoras (gris: protección; negro: estabilización) del Flysch carbonatado de Alicante.
11
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 737
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TÉCNICAS DE AUSCULTACIÓN
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
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E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
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RESUMEN
741
742 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Desde que Terzagui (1950) describiera por primera vez la existencia de deformación previa al
desencadenamiento de un deslizamiento, fueron diversos los trabajos que avanzaron en el
estudiado de estas deformaciones (Saito, 1969; Voight, 1989; Leroueil, 2001). Los estudios
clásicos de monitoreo de laderas para el análisis de estos desplazamientos han utilizado
métodos puntuales de medida (extensómetro, GPS, estación total) que poseen precisiones de
orden milimétrico (Zvelebil and Moser, 2001; Crosta and Agliardi, 2003; Rose and Hungr,
2006). Pero, además de proporcionar solo información puntual, el uso de este tipo de métodos
obliga a conocer de antemano las zonas que se desplazan para proceder a su instalación. Así el
uso de los datos LiDAR para el monitoreo de laderas, que no necesita la instalación de ningún
tipo de instrumentación previa y que proporciona información de toda la ladera estudiada, ha
supuesto un gran avance.
La mayoría de los trabajos existentes que usan la tecnología LiDAR para estudiar la
deformación, lo hacen en deslizamientos con el fin de definir las partes más activas y de
predecir su caída (Teza et al., 2007 y 2008; Travelletti et al., 2008; Prokop and Panholzer,
2009; Avian et al., 2009; Baldo et al., 2009; Pedrazzini et al., 2011). Es aún poca la
bibliografía referente al estudio de las deformaciones en laderas rocosas con LiDAR Terrestre.
Entre los trabajos más importantes se pueden encontrar los realizados por Oppikofer et al.
(2008) y (2009) que detectan deformaciones precursoras en grandes movimientos rocosos y el
realizado por Viero et al., (2010) que calcula movimientos rotacionales en columnas rocosas
de los Alpes italianos. Las deformaciones precursoras también pueden ser detectadas en
desprendimientos de menor magnitud (<100 m3) y así predecir espacialmente las futuras
caídas como demuestran Abellán et al. (2009) y (2010).
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 743
2. METODOLOGÍA
La adquisición de datos fue realizada con un LiDAR Terrestre ILRIS-3D de Optech (para
más información y especificaciones técnicas consultar www.optech.ca/i3dprodline-
ilris3d.htm). La primera toma de datos (nube de puntos de referencia) corresponde al 27
de noviembre de 2007. Durante los 1705 días del periodo de estudio, se repitieron 12
tomas de datos de forma no periódica (nubes de puntos de comparación) (Figura 2). El
espaciado medio entre puntos de los scans es entre 3 y 6 cm. En cuanto al error
instrumental, la desviación estándar es de 1.68 cm (Abellán et al., 2010); dicho valor ha
sido calculado en base a la comparación entre dos scans tomados consecutivamente a una
distancia media de 150 m.
3
744 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
2.2.- Pre-tratamiento
En una primera fase los datos son sometidos a un pre-tratamiento consistente en una
eliminación manual de puntos que se encuentren fuera de la zona de estudio, en una
alineación y en una sucesiva comparación de los datos. Para la alineación y comparación
de las nubes de puntos se ha seguido el siguiente proceso (ver Rosser et al. 2007): (a) la
primera toma de datos se establece como nube de puntos de referencia y se elabora la
superficie de referencia (S0); (b) las demás nubes de puntos se consideran nubes de
puntos de comparación (P1, P2,…Pn) y se alinean con la S0; y (c) se compara cada nube
de puntos de comparación con la S0 y se calculan las diferencias para cada periodo.
Para poder detectar de forma fiable las deformaciones de orden centimétrico que se
producen en el escarpe se utilizó la técnica de filtrado mediante vecinos próximos
desarrollada por Abellán et al. (2009). Dicha técnica consiste en tres fases principales: a)
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 745
interpolación de los datos en una malla cuadrada (10 cm en este estudio), b) búsqueda de
los kth vecinos más próximos para cada punto y c) cálculo de la mediana de los kth
vecinos próximos para cada punto. El valor de k fue modificado para obtener los
resultados óptimos. Para un valor de k=8 los resultados muestran mucho ruido. Para unos
valores de k=48 y k=80 los resultados enmascaran los valores pequeños de deformación y
suavizan en exceso la morfología del área en movimiento. En consecuencia el valor
óptimo de k elegido fue 24.
3. RESULTADOS
c) PERIODO A (489 días desde el inicio del monitoreo, Figura 3a): En este periodo se
observa la detección de 5 áreas afectadas por deformación. La deformación del área 1
alcanza los 12 cm. En el área 2 la deformación posee un valor de 4 cm. Las áreas 3, 4 y 5
se observan en una fase inicial del movimiento.
d) PERIODO B (865 días desde el inicio del monitoreo, Figura 3b): Se detectan los
desprendimientos de las áreas 1 y 2 (370 y 16 m3 respectivamente). La deformación en el
área 3 ha aumentado probablemente como consecuencia de la proximidad al área 1. En
cuanto a las áreas 4 y 5 se observa un aumento remarcable de la deformación en la
primera (5 cm) y la detección de nuevas pequeñas zonas en movimiento en la segunda.
Por último, en este periodo se comienza a detectar deformación en las áreas 6 y 7.
e) PERIODO C (1582 días desde el inicio del monitoreo, Figura 3c): El área 4 aumenta su
5
746 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
deformación máxima hasta 13 cm, el área 5 hasta 7 cm y el área 6 hasta 11 cm. El área 3
permanece estable con una deformación máxima de 3 cm durante los tres periodos. El
área 7 aumenta su deformación en el periodo G hasta los 8 cm. Por último se detecta una
nueva área deformada, el área 8.
f) PERIODO D (1705 días desde el inicio del monitoreo, Figura 3d): En el último periodo
de monitoreo el cambio más importante es la caída de la parte superior del área 6 (32 m3)
que era las más deformada, mientras que el resto del área sigue con el aumento de su
deformación. El área 4 alcanza ya valores máximos de deformación de 15 cm y el área 5
en su parte superior de 9 cm. Se observa también un aumento remarcable de deformación
en el área 7 (12 cm). Y por último las áreas 3 y 8 parecen en una fase estable y se
comienza a detectar el movimiento de lo que parece una nueva área, el área 9, que tendrá
que ser verificada con nuevas tomas de datos.
Se han tomado diversos puntos dentro de las áreas deformadas de la figura 3 para realizar
un análisis temporal de su evolución. En la figura 4 se representan los valores de la
deformación respecto al tiempo de las áreas 1, 4, 6 y 7.
Área 1 (Figura 4b): En este área se detectó movimiento desde el inicio del monitoreo y
hasta los 239 días la deformación fue mínima (de 2 a 2.9 cm). En el siguiente periodo
(442 días) la deformación se aceleró llegando a alcanzar un valor máximo en el punto 1A
de 12.1 cm y detectándose su caída a los 865 días. Observamos como la deformación en
el área es mayor a más altura, es decir, aumenta desde el punto 1D al punto 1A.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 747
Área 4 (Figura 4c): La deformación en esta área se detectó a los 489 días del comienzo
del monitoreo y su evolución ha sido constante y rápida, llegando a alcanzar los 15.8 cm
de deformación máxima en el punto 4B.
Área 6 (Figura 4d): La deformación se detectó a las 865 días y hasta los 1402 días era
constante alcanzando en el punto 6A 5.8 cm. En los sucesivos periodos la deformación se
aceleró hasta la caída de la parte superior de esta área donde se encuentra el punto 6A que
mostró una deformación máxima a los 1582 días de 11 cm. El resto del área sigue en fase
de aceleración y ahora el punto más deformado es el 6B que posee una deformación
máxima a los 1705 días de monitoreo de 8.7 cm.
Área 7 (Figura 4e): La deformación en esta área se detectó a los 489 días desde el inicio,
7
748 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
comportándose de manera constante hasta los 1402 días. En los posteriores periodos la
deformación se observa en fase de aceleración y ha alcanzado un valor máximo a los
1705 días en el punto 7A de 12.2 cm.
4. DISCUSIÓN
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 749
5. CONCLUSIONES
Se han detectado nueve áreas afectadas por deformación precursora. En las áreas 1 y 6 se
observó una relación directa entre la deformación y los desprendimientos de rocas. En las
áreas restantes, la detección de esta deformación ha permitido la predicción de la
localización de los futuros desprendimientos. El máximo valor de deformación detectado
ha sido 15.8 cm en el área 4. En cuanto a la ocurrencia temporal, la detección de la fase
de aceleración en distintas áreas podría indicar la inminencia de las caídas. En
consecuencia, la observación de este patrón en la evolución de la deformación permitiría
la activación de sistemas de alerta temprana para los desprendimientos de rocas.
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS
9
750 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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10
VIII
VIII Simposio Nacional sobre
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E. Alonso,J.J.Corominas
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Hürlimann (Eds.)
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RESUMEN
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752 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
La Montaña de Montserrat (Barcelona, España) (figura 1) es uno de los parques naturales más
emblemáticos de Cataluña. En dicha montaña se sitúa uno de los lugares de peregrinación
cristiana más importantes a nivel nacional, el Monasterio de Montserrat que recibe más de 2
millones de visitantes al año.
Figura 1: Localización geográfica de la Montaña de Montserrat y panorámica de las laderas del monasterio. Los
recuadros de la panorámica señalan la sección mostrada en la figura 2 (línea continua) y la zona de salida del
desprendimiento de rocas detectado (línea discontinua).
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 753
1.1. Antecedentes
2. METODOLOGÍA
3
754 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 755
Figura 2: Resultados de los pasos seguidos para la obtención del modelo morfométrico de discontinuidades
en una zona del afloramiento analizado. La zona que se muestra se señala en la panorámica de la figura 1.
A: nube de puntos inicial. B: puntos clasificados en función de la familia a la que pertenecen. C: modelo
morfométrico 3D.
2.2. Monitoreo
El Grupo RISKNAT lleva años realizando tareas de monitoreo con LiDAR Terrestre en
diversos escarpes de Cataluña (Abellán et al. 2010 y Abellán et al. 2011). Entre los
avances más significativos se encuentra la predicción espacial de desprendimientos de
rocas conseguida a partir de la detección de deformaciones precursoras (Abellán et al.
2010).
En este caso se llevaron a cabo 6 campañas de toma de datos que cubrieron 630 días
(tabla 2). En cada campaña se realizaron 3 scans desde la misma estación con el fin de
cubrir toda la pared del Monasterio de Montserrat (figura 3). El análisis se realizará en
cada scan por separado (derecha, central e izquierda) con el fin de minimizar errores. La
metodología empleada está basada en la comparación multitemporal descrita por Rosser
et al. (2007) con el fin de detectar los cambios ocurridos en las paredes (desprendimientos
o desplazamiento de bloques).
5
756 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
En una fase previa las nubes de puntos fueron sometidas a un filtrado de ruido con el fin
de eliminar aquellos puntos que no tenían interés para el estudio y que generaban errores
mayores en el análisis, principalmente la vegetación. Para dicho filtrado se utilizó la
aplicación de clasificación de datos LiDAR denominada CANUPO basado en las
características geométricas de la escena 3D (ver más detalles en Brodu y Lague, 2012).
Como resultado se consiguió quitar aproximadamente un 27% de los puntos y se
obtuvieron únicamente los puntos pertenecientes a la superficie de los conglomerados.
Figura 3: visión general de las nubes de puntos obtenidas en las campañas con señalización de cada parte
usada en el análisis. El recuadro rojo de la parte izquierda señala la zona de salida del desprendimiento
detectado en el scan del 06/11/2012.
A continuación con las nubes resultantes del filtrado anterior se construyeron modelos
digitales de la superficie y se alinearon los datos tomando como superficie de referencia
los datos de la primera campaña (15/02/2011). Este proceso se realizó con la aplicación
IMAlign (Polyworks, Innovmetric). De la misma manera cada modelo se comparó con la
superficie de referencia y se calcularon las diferencias para así detectar las caídas o las
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 757
deformaciones.
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
7
758 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
A partir del análisis de las discontinuidades se puede observar una correlación con las
halladas y descritas por Alsaker et al. (1996) (Figura 5). Para realizar la comparación, las
familias propuestas por el autor anterior se han representado solo con el valor de
dirección, ya que no existen valores concretos de buzamiento en dicho trabajo. Así se
observa que la familia 2 determinadas en este trabajo corresponde claramente con el set
BNW. La familia 1 podría corresponder tanto con el set C como con el E. Debido a la
cantidad de planos determinados de la familia 1 y a que en Alsaker et al. (1996) el set C
es considerado principal y el E es secundario, se puede interpretar que la familia 1
principalmente corresponde con el set C. El set principal A tendría correspondencia con
las familias 4 y 5. La división en dos familias de este set puede ser debido al aumento de
detalle del presente estudio, respecto al realizado por Alsaker et al. (1996). La familia 6,
aunque con unos grados de diferencia podría corresponder con el set BNE. Y por último no
se observa correspondencia para la familia 3 de este trabajo. Analizando el número de
planos obtenidos para cada familia (ver tabla 3), se observa un número muy bajo para la
estratificación, esto es debido a que principalmente esta se refleja en lineaciones en el
afloramiento, y no en planos claramente desarrollados.
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 759
Figura 5: Comparación de las familias resultantes del presente trabajo (líneas continuas) y los sets
determinados en Alsaker et al. (1996) (líneas discontinuas). Los sets determinados por este autor solo se
indican en función de su dirección, debido a la falta del dato de buzamiento.
3.2. Monitoreo
Después de 630 días de seguimiento solo se detectó un desprendimiento de rocas entre los
datos del 22 de Junio y el 6 de Noviembre de 2012 aunque, sin saber la fecha exacta, se tiene
constancia de que la caída se produjo antes del 6 de Octubre de 2012. El bloque caído se sitúa
en la zona izquierda de las laderas estudiadas (figura 6) y corresponde a un bloque de
conglomerados con forma de placa de 0.68 m3 de volumen. El mecanismo de salida
probablemente fue caída libre y no ocasionó ningún tipo de daño en los elementos expuestos
ya que se detuvo en la densa vegetación que se encuentra justo debajo de la zona de salida.
9
760 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 6: zona de salida del desprendimiento detectado con el scan del 06/11/2012.
5. CONCLUSIONES
En el presente trabajo se ha empleado un LiDAR Terrestre para analizar por un lado, uno
de los factores condicionantes de los desprendimientos de rocas (orientación y número de
discontinuidades que afectan a la pared) y por otro lado para conocer la frecuencia y
magnitud de los desprendimientos durante el periodo de estudio.
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 761
AGRADECIMIENTOS
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VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
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Inestables
Palma de Mallorca, Junio
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E. Alonso,J.J.Corominas
E.Alonso, CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
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RESUMEN
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764 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Aunque las grietas siguen evolucionando, desde esa fecha no hay más estudios ni actuaciones
hasta los realizados en 2009 y 2011 por la DFG, que abordan la inestabilidad de toda la
ladera, al tener como objetivo el control de grietas y deformaciones en las carreteras que la
atraviesan (GI-3310 y GI-3681). En estos informes geotécnicos se recopiló toda la
información disponible y se propuso instalar inclinómetros y piezómetros, lo que la DFG
llevó a cabo en 2010. Posteriormente se cartografiaron zonas inestables, acumulaciones de
suelos y afloramientos rocosos, con el fin de poder interpretar el fenómeno que origina la
inestabilidad en la ladera. A partir de toda la información disponible, se realizó una
interpretación y se propuso un plan específico de control e instrumentación que permitiera
confirmar o modificar con el paso del tiempo las hipótesis planteadas y cuantificar los
posibles movimientos.
Las últimas propuestas de control que está abordando la DFG en esta zona incluye (aparte de
medir los movimientos con fisurómetros e inclinómetros), incluyen el control de las
deformaciones con topografía de precisión.
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 765
2. ESTUDIOS GEOTÉCNICOS
El punto de partida principal han sido los dos estudios más recientes (2009 y 2011), en los
que se recopila la información existente y se realiza un reconocimiento de campo. Esto
permite llevar a cabo una interpretación geológica, y basada en ella, una propuesta concreta
de instrumentación (actualmente ya instalada) para el control de las deformaciones en la
ladera.
3
766 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 767
5
768 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
3. PROYECTO EOSLIDE
A continuación se describen el estado actual del desarrollo de los diferentes aspectos del
proyecto de investigación EOSLIDE.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 769
causas, fueron importantes para la selección de esta zona, varios aspectos: (1) Euroestudios
posee una amplia información geotécnica de la zona debido a que ha realizado numerosos
estudios geológicos y geotécnicos que van desde 1975 hasta 2011, necesarios para las
actuaciones de estabilización de la Villa de Leintz-Gatzaga y alrededores; (2) las dimensiones
actualmente conocidas del deslizamiento (aprox.600 m x 300 m) eran las mayores entre las
posibles zonas identificadas, asegurando un mayor número de datos con los que poder
contrastar las metodologías propuestas; (3) la orientación del desplazamiento (aprox. E-W),
adecuada para el estudio InSAR; y (4) el importante apoyo logístico local del Ayuntamiento y
Diputación Foral de Guipúzcoa.
Fig. 5. (a) Estacionamiento de instrumentos. (b) Localización de estaciones gravimétricas sobre ortofoto 2011 de
la Diputación Foral de Guipúzcoa.
Se utilizó en la observación un Gravímetro CG-5 Scintrex, dos equipos GNSS Leica
GX1230GG de doble frecuencia con antena geodésica Leica AX1202GG y una estación total
7
770 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Para lograr las precisiones esperadas se hace necesaria la monumentación en cada una de los
puntos de estudio como paso previo a la lectura y medición de datos, además de la adecuación
y construcción de una caseta que albergue la estación total robotizada.
-Control topográfico con Estación Robotizada (TPS), con precisión del instrumental de 0,5’’
en precisión angular y 0,6 mm + 1 ppm en medición de distancias (Leica, 2009) (ISO 17123-
3; ISO 17123-4), con sensor meteorológico para corregir las mediciones por variaciones de
presión y temperatura. El instrumental, instalado de forma permanente, estará ubicado en una
caseta, realizando mediciones en modo continuo a prismas colocados en diferentes edificios
del núcleo urbano. Mediante el software Leica GeoMoS (Kayesa, 2006) podemos controlar
íntegramente y de forma telemática la Estación Robotizada obteniendo datos de las
mediciones en tiempo real, además de poder configurar un sistema de alarma que notificará
posibles movimientos que superasen los parámetros prefijados, mediante SMS o correo
electrónico. Tanto las referencias fijas como la Estación Robotizada se ubican en estaciones
de control, construidos expresamente para el proyecto, y ubicados en afloramientos rocosos
que garantizan, en principio, la estabilidad del sistema.
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 771
-Control topográfico mediante receptores GNSS y Niveles Digitales de Alta Precisión. La red
de hitos topográficos consta de 20 estaciones. Se usarán equipos GNSS Leica bifrecuencia
GX1230, que proporcionan coordenadas de los puntos con precisión de 3 mm + 0,5 ppm en
planimetría (Leica, 2008) (ISO17123-8), en observaciones de entre 3 y 4 horas en sesiones de
mañana y tarde y líneas de base inferiores a 3 km (Hoffmann-Wellenhof et al., 2007), la
altitud, más precisa, se calcula a partir de la línea de nivelación de ida y vuelta de alta
precisión con Nivel Leica DNA03 con miras invar de código de barras (Leica, 2006) (ISO
17123-2). y con desviación típica de 0,3 mm en 1 kilómetro de nivelación doble (Li-Qiang et
al., 2011). Tanto para las observaciones GNSS como para la Nivelación de Alta Precisión nos
apoyaremos en la Red de Estaciones de Referencia GNSS de Euskadi, además de los clavos
de nivelación de la REDNAP del IGN y de la Infraestructura Geodésica de Guipúzcoa, de
modo que el trabajo quedará vinculado al Sistema Geodésico de Referencia ETRS89. Se han
programado 4 campañas anuales. Los datos observados mediante GNSS se procesarán
utilizando efemérides precisas a través de los programas Leica Geo Office y Bernese GNSS
Software.
9
772 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 6. Información sobre número y periodo temporal de imágenes radar disponibles de la zona de Leintz-
Gatzaga disponibles para los diferentes satélites.
4. CONCLUSIONES
A partir de todos los datos disponibles en 2011, se propuso como hipótesis la existencia de un
gran deslizamiento metaestable de 600 m de longitud, 300 m de anchura y 20-25 m de
espesor, afectado por varias escamas de rotura que provocarían movimientos diferenciales en
la ladera.
Este deslizamiento ha sido seleccionado como zona test para ensayar nuevas técnicas de
control de deformaciones y movimientos en el marco del proyecto EOSLIDE, dentro del cual
se ha realizado ya una campaña de observación gravimétrica en septiembre de 2012, que, tras
completarse en meses próximos permitirá obtener información sobre la existencia,
localización y morfología de anomalías de densidad en el subsuelo. Estas anomalías son
relevantes a la hora de interpretar el origen y evolución del fenómeno de deslizamiento de
ladera. Los resultados finales serán comparados con los estudios geotécnicos y geológicos
previos.
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 773
El uso conjunto de todas estás técnicas de monitorización, que se complementan unas a otras
dentro del proyecto EOSLIDE, permitirán disponer de un mayor banco de mediciones de
deformaciones no solo de la ladera de Leintz-Gatzaga y su entorno en los próximos meses,
que esperamos permita definir sistemas de monitorización lo más óptimos posible en el
sentido de costes/rendimiento para las características del deslizamiento.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se ha desarrollado en el marco del proyecto EOSLIDE del MINECO (IPT-2011-
1234-310000) de la convocatoria INNPACTO 2011. Las imágenes radar de satélite se
obtienen en el marco de los proyectos Cat.-1 13933 de la ESA y GEO1409 de la Agencia
Espacial Alemana (DLR). La investigación de AGC, JFP y JF ha sido también sufragada por
el proyecto AYA2010-17448 del MINECO, y la de KFT y PJG por una Ontario Early
Researcher Award y una NSERC Discovery Grant. PJG agradece la Banting Postdoctoral
Fellowship del Gobierno Canadiense. Agradecemos a la Diputación Foral de Guipúzcoa toda
la información facilitada y el apoyo prestado, y especialmente al Ayuntamiento de Leintz-
Gatzaga su implicación en el proyecto. Esta investigación se desarrolla en el marco de
Campus de Excelencia Internacional, CEI, Campus Moncloa.
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VIII Nacional sobre
VIII Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E. Alonso,J.J.Corominas
E.Alonso, CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
En este artículo se describe una técnica de teledetección terrestre con un gran potencial
para medir y monitorizar deformaciones del terreno: la interferometría SAR terrestre
(GBSAR). En concreto, se detallan los fundamentos de la interferometría GBSAR para
medir deformaciones y se describen las ventajas e inconvenientes de la monitorización de
deformaciones con GBSAR. La técnica es capaz de proporcionar medidas de
desplazamientos sobre áreas de varios kilómetros cuadrados y con una alta resolución
espacial. En este documento se presentan los resultados obtenidos a partir de datos GBSAR
en dos casos de estudio de monitorización de deslizamientos de ladera en una zona rural y en
una zona urbana. El instrumento usado para tomar las medidas interferométricas (IBISL) es
un SAR terrestre que trabaja en la banda Ku. Las imágenes adquiridas con el GBSAR se
combinaron para obtener mapas de desplazamiento del terreno de las zonas de interés.
1. INTRODUCCIÓN
775
776 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Este documento ofrece una visión general de los principales aspectos técnicos
relacionados con la monitorización de deformaciones con GBSAR. Se proporcionan los
fundamentos de la interferometría GBSAR y se discuten las ventajas e inconvenientes de
la técnica. Además, la técnica GBSAR se describirá y analizará mediante dos casos de
estudio que tienen como objetivo la estimación del movimiento en laderas inestables en
un periodo de tiempo determinado. En concreto, se describirá la monitorización de un
deslizamiento del terreno en una zona rural y otro en una zona urbana. Estos resultados
experimentales se han obtenido a partir de imágenes obtenidas con un GBSAR IBISL y
las cadenas de procesamiento de datos desarrolladas en el Institute of Geomatics.
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 777
largo del cual se mueve el sensor radar durante la adquisición de datos, un ordenador portátil
para controlar el sistema y el almacenamiento de los datos adquiridos, y un módulo de
suministro de energía. Este interferómetro de microondas trabaja en la banda Ku, en la
longitud de onda de 17,6 mm, puede adquirir datos hasta una distancia de 4 km y tiene una
frecuencia de muestreo de hasta una imagen cada 5 minutos. Este sistema radar puede medir
desplazamientos de píxeles del área observada con una precisión de hasta 0.1 mm. La
descripción detallada del sensor IBISL está descrita en Bernardini et al. (2007).
Utilizando los datos obtenidos mediante el desplazamiento del sensor a lo largo del raíl se
obtiene una imagen 2D completa. Como el sensor radar es coherente, el sistema asocia un
número complejo para cada píxel de la imagen, a partir del cual se puede derivar la señal de la
fase φ y la amplitud A. La amplitud se utiliza principalmente para interpretar la escena y para
estudiar las características de la señal reflejada en la zona observada (ver Ulaby et al., 1986),
mientras que la fase se utiliza para medir deformaciones, que es el objetivo de este estudio, o
para generar modelos digitales de elevaciones (Nico et al., 2004; Noferini et al., 2007;
Rödelsperger et al., 2010). A continuación se considerará un escenario de medida de
deformación, tomando las fases φ1 y φ2 de dos píxeles homólogos (píxeles que corresponden a
un mismo blanco), a partir de dos imágenes adquiridas en momentos diferentes:
4 ⋅ π ⋅ R1
ϕ1 = ϕ geom −1 + ϕ scatt −1 = + ϕ scatt −1
λ
4 ⋅ π ⋅ R2 (1)
ϕ 2 = ϕ geom − 2 + ϕ scatt − 2 = + ϕ scatt − 2
λ
donde R1 y R2 son las distancias sensorblanco de cada adquisición, φscatt es la variación de
fase generada durante la interacción entre las microondas y el blanco, λ es la longitud de onda
de la señal emitida, y el factor 4π está relacionado con la relación fasedistancia y el camino
de dos vías radarblancoradar. La fase interferométrica ϕ21, principal observable GBSAR,
viene dada por:
4 ⋅ π ⋅ ( R2 − R1 ) (2)
ϕ 21 = ϕ 2 − ϕ1 = + (ϕ scatt − 2 − ϕ scatt −1 )
λ
Si las componentes debidas a la interacción ϕscatt2 y ϕscatt1 permanecen constantes entre las
dos adquisiciones (es decir, su variación en el tiempo es despreciable), ϕ21 está directamente
relacionada con la diferencia de la distancia (R1 R2) y por lo tanto con el desplazamiento del
blanco. En la práctica existen al menos otros tres términos:
4 ⋅ π ⋅ ( R2 − R1 )
ϕ21 = ϕ 2 − ϕ1 = + (ϕatmo 2 − ϕ atmo1 ) + ϕ noise + 2 ⋅ k ⋅ π
λ (3)
3
778 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
donde el ruido ϕnoise es la componente debida al ruido instrumental y puede incluir también
un posible residuo de la fase debida a (ϕscatt2 ϕscatt1) y otras fuentes de ruido; (ϕatmo2
ϕatmo1) es la componente de la fase debida a los efectos atmosféricos durante la adquisición de
la imagen; k es un valor entero, y el término 2kπ es debido al hecho de que ϕ21 está
enrollada, es decir, limitada en el intervalo [π, π].
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 779
Desde el año 2011, las vertientes en donde se encuentra el pueblo han mostrado movimientos
gravitaciones que han conducido a la formación de importantes grietas en las casas y en la
iglesia. Las paredes de ciertas casas se muestran levemente inclinadas y algunas presentan
patologías añejas ya reparadas. Aunque los edificios presenten patologías producidas por el
movimiento del terreno ladera abajo, las observaciones realizadas mediante fotointerpretación
no muestran indicios evidentes de que la población se encuentre ocupando un deslizamiento
antiguo de grandes dimensiones que haya sido reactivado. A falta de grandes morfologías
sobre deslizamientos, podríamos pensar que el deslizamiento podría ser superficial, a modo de
reptación, afectando sólo los primeros metros de profundidad del terreno.
4.2. Resultados
La Figura 1 muestra la zona monitorizada con el GBSAR, en la que se indica que las medidas
se tomaron a una distancia de 480 m de la zona de máximo movimiento. Se realizaron tres
campañas, con un lapso de tiempo de un mes y seis meses entre la primera campaña, y la
segunda y tercera, respectivamente. En la Figura 2 se puede observar que se consigue una alta
densidad de muestreo en la que se distinguen los siguientes movimientos: (i) los puntos rojos
indican un movimiento hacia el punto de medida GBSAR de unos 11mm; (ii) los puntos
naranjas y amarillos indican un movimiento hacia el GBSAR de unos 5mm; (iii) los puntos
verdes indican un movimiento nulo respecto al GBSAR, es decir, son estables: y finalmente
5
780 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
(iv) los puntos azules que indican un movimiento alejándose del GBSAR de alrededor 5mm.
Los puntos rojos coinciden con el área de mayores patologías en los edificios y en el
pavimento de las calles. Coinciden también con el sector de mayor pendiente y de edificios de
mayor altura (como por ejemplo la iglesia). Se interpreta que es la zona con mayor velocidad
de movimiento vertiente abajo, y el posible efecto de cabeceo de los edificios podría
amplificar el movimiento del terreno calculado mediante el GBSAR. Es decir, el movimiento
del terreno calculado puede ser superior al que se manifiesta en la vertiente. Los puntos
naranjas y amarillos coinciden con edificios de menor altura con patologías, los cuales no
presentan una inclinación de sus paredes significativa, por lo que el movimiento calculado
podría ser representativo del movimiento del terreno. Los puntos azules suelen coincidir con
los edificios situados en la parte superior de la vertiente y tienen patologías menores. Se
podría interpretar que, mediante el GBSAR, se ha detectado un movimiento más profundo en
dirección a la vertiente opuesta de la montaña. Finalmente, los puntos verdes coinciden con
edificios sin patologías o con patologías muy leves o muy antiguas. Se podría interpretar como
una zona con movimiento muy leve, o nulo, durante el intervalo de tiempo en que se han
realizado las medidas. En base a los resultados obtenidos, se puede afirmar que mediante el
uso de la tecnología GBSAR se han podido detectar los movimientos del terreno, tanto en la
ladera frontal como en la opuesta al punto de medida. Además, el uso de esta técnica ha
permitido analizar el movimiento global de la vertiente. Las medidas también han detectado
aquellas edificaciones que presentan un mayor movimiento, ya sea por el terreno en el que se
asientan o por el cabeceo de sus paredes, y que por tanto podrían tener un mayor riesgo de
derrumbe.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 781
Figura 2. Deformación del terreno, calculada con el GBSAR y superpuesta a una ortoimagen de la
población objeto de estudio, ocurrida en un periodo de un mes (arriba) y de seis meses (abajo).
7
782 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
encuentra a 2.400 msnm cortando circos glaciares del Pleistoceno. El pie está situado en la
parte inferior del valle a 1.400 msnm y está cortado por el río Valira. Posiblemente, la
inestabilidad principal se produjo inmediatamente después de la retirada de los glaciares del
Pleistoceno que ocupaban el valle unos 20.000 años atrás (Copons et al., 2005). Varias
características geomorfológicas revelan que el deslizamiento de “Forn de Canillo” obstruyó el
río Valira en el pasado. Hoy en día, el flujo de tierra principal es un deslizamiento inactivo
maduro (Keaton y Degraff, 1996) afectado por deslizamientos más recientes. Uno de estos
movimientos recientes es el del “Cal Ponet” que es el seleccionado para su monitorización.
Como la velocidad de movimiento de este deslizamiento es lenta se optó por una campaña de
medidas en modo discontinuo, en la cual el movimiento se mide mediante una serie de
campañas en intervalos de tiempo suficientemente grandes, del orden de días a meses, para
detectar movimientos. La presencia de una zona urbanizada estable permite obtener al mismo
tiempo un buen lugar para instalar el GBSAR y un gran conjunto de puntos estables en el
área monitorizada.
5.2. Resultados
Figura 3. Situación del deslizamiento más pequeño de “Cal Ponet” (marcado con la línea blanca
continua) localizado en el flanco derecho del deslizamiento principal de “Forn de Canillo” (indicado
por la línea blanca discontinua).
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 783
Los datos adquiridos con CRs permiten discriminar varias zonas con movimientos distintos.
Los puntos amarillos muestran movimientos de 34 mm ladera abajo entre la segunda y
tercera campañas, con los puntos rojos mostrando desplazamientos de hasta 8 mm.
Suponiendo un movimiento lineal, los resultados obtenidos con la técnica GBSAR muestran
valores más altos que los obtenidos con inclinómetro (entre 0,5 mm y 1,8 mm entre la primera
y segunda campañas, y entre 0,8 mm y 3 mm entre la segunda y tercera campañas).
Finalmente, las series temporales de desplazamiento de los CRs instalados en la zona de
estudio se muestran en la Figura 5.
Figura 4. Mapa de desplazamiento obtenido a partir de los datos GBSAR adquiridos en la segunda y
tercera campañas con un lapso de tiempo entre ellas de 35 días. Los valores positivos indican
movimiento hacia el GBSAR.
9
784 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 5. Series temporales del desplazamiento obtenido en los reflectores artificiales (CRs)
correspondiente al intervalo entre la segunda y tercera campañas (35 días). Los valores negativos
indican movimiento hacia el radar terrestre (GBSAR).
6. CONCLUSIONES
En este trabajo se describe una técnica de teledetección terrestre para medir y monitorizar
deformaciones del terreno llamada interferometría SAR terrestre (GBSAR). El objetivo
principal es proporcionar una visión general de esta técnica, que abarca sus principios básicos
así como las principales ventajas e inconvenientes de su uso, así como mostrar resultados
experimentales mediante dos casos de estudio.
El uso de la interferometría GBSAR ha demostrado ser una técnica fiable para monitorizar
laderas inestables. En este documento se han mostrado los resultados obtenidos al medir la
velocidad de deformación de dos deslizamientos de ladera, uno que afecta a una zona urbana y
el otro situado en una zona con cobertura vegetal, con la técnica GBSAR. En el segundo
caso se tuvieron que instalar reflectores artificiales (CRs) para obtener muestreo en la zona
vegetada. En ambos casos se consiguió obtener mapas de deformaciones que muestran el
comportamiento de la ladera usando datos correspondientes a blancos coherentes naturales y
artificiales.
AGRADECIMIENTOS
Esta investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto SAXA (2010 CTP 00048)
“Monitorización de desprendimientos de rocas y deslizamientos con interferometría SAR
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 785
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Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E. Alonso,J.J.Corominas
E.Alonso, CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
2013
1. INTRODUCCIÓN
Los movimientos de ladera son un peligro geológico que produce importantes daños
económicos y sociales en áreas de montaña. Una parte importante de estos daños está
directamente relacionada con la actividad o la reactivación de movimientos de ladera
preexistentes. Así pues, para cualquier análisis de peligrosidad y el posterior diseño de
estrategias de mitigación del riesgo es imprescindible disponer de un inventario cartográfico y
787
788 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
una buena caracterización tanto de las dimensiones y como de la actividad de cada tipo de
movimiento de ladera presente en la zona de estudio. El aumento en la disponibilidad de
imágenes de satélite radar y el desarrollo de nuevas técnicas de procesado interferométrico
están haciendo posible la detección y el seguimiento de movimientos de ladera lentos o muy
lentos (según la clasificación de Cruden and Varnes, 1996) que anteriormente solo podían
registrarse mediante laboriosas y costosas campañas de topografía. En este trabajo se integran
y analizan los resultados de dos trabajos recientemente publicados (Herrera et al 2013 y
García-Davalillo et al 2013) en los que se presentan los datos de movimientos superficiales
obtenidos a partir de técnicas clásicas y avanzadas de interferometría radar diferencial
(DInSAR). Estos resultados han servido para detectar y monitorizar flujos y/o deslizamientos
lentos que afectan aproximadamente a un 30% de los 42 Km2 que conforman la parte alta del
Valle de Tena. El presente análisis se centrará en las potencialidades y carencias de la
utilización de imágenes multi-banda y de las técnicas de interferometría diferencial clásica y
avanzada en la monitorización de movimientos de ladera lentos.
2. EL ÁREA DE ESTUDIO
Figura 1. Situación, geología e inventario de deslizamientos de la parte alta del Valle de Tena. (Elaborada a
partir de Ríos et al., 1989 y Guerrero et al., 2013)
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 789
La parte alta del Valle de Tena (Pirineos Centrales, España), coincide con la cabecera de
la cuenca del río Gállego, que discurre en dirección ONO-ESE desde sus fuentes, situadas
junto al paso fronterizo del Portalet (1.794 m s.n.m), hasta el embalse de Lanuza (1.300 m
s.n.m.). Desde el punto de vista geológico este valle se encuentra situado en la Zona Axial
del Pirineo, constituida por un gran cabalgamiento de basamento varisco afectado por
complejas estructuras compresivas resultantes de la superposición de las orogenias Varisca
y Alpina. En el sector estudiado, los principales pliegues y cabalgamientos muestran una
dirección ONO-ESE y una vergencia generalizada hacia el Sur. De esta manera, en el
flanco norte de esta depresión glacial los estratos generalmente buzaran hacia dentro de la
ladera y en el flanco opuesto el sustrato buzará hacia el valle. Como se observa en la
figura 1 alrededor del 80% del área de estudio está constituida por un basamento de
pizarras devónicas y carboníferas que presentan una foliación muy marcada y una
resistencia del macizo rocoso baja. Cuando este sustrato es afectado por movimientos de
ladera sufre una rápida reducción de su resistencia al corte y se transforma en un
sedimento con reología plástica. Así, en esta zona del Valle de Tena tanto la estructura
como la litología condicionan fuertemente la distribución espacial y la tipología de los
movimientos de ladera. La tabla 1 resume los datos estadísticos de los 83 movimientos de
ladera más grandes incluidos en el inventario del mapa de deslizamientos 1:5.000
recientemente elaborado en el proyecto DO-SMS (Guerrero et al. 2013) y que contiene un
total de 294 deslizamientos.
3
790 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 791
Las principales características de los datos SAR, el procesado SPN y los resultados obtenidos
se resumen en la siguiente tabla siguiente:
Banda L C X
Longitud de onda (cm) 23 5,8 3
Ángulo de incidencia (º) 38 23 45
Ángulo entre azimut y norte (º) 13,7 14,5 12,83
Orbita Ascendente Descendente Descendente
Resolución en azimut (m) y range (m) 3,5 × 4,7 4×8 1,9 × 0,9
Intervalo temporal mínimo entre dos
46 35 11
adquisiciones (días)
Máxima velocidad teórica (mm/yr) 460 150 250
Ventana temporal (mes/año) 12/06-03/10 07/01-09/07 05/08-11/08
Número de interferogramas 42 163 55
Dimensiones del pixel PS (m) Resolución 37×37 40×40 8×8
Multi-look operation 8×8 10×2 4×4
Nº de PS detectados 11.930 374 32.706
Vlos µ±σ (mm/año) -8±12 -5±6 -8±7
Intervalo de estabilidad (mm/año) ±10 ±6 ±10
Nº de PS detectados 8.803 310 26.991
Vslope µ±σ (mm/año) -20±22 -12±12 -15±14
Intervalo de estabilidad (mm/año) ±21 ±14 ±16
Tabla 2. Características de los datos SAR, del procesado SPN y de los resultados de velocidad obtenidos.
Como se observa en la tabla 2 y en la figura 2, los resultados de Vlos obtenidos para los tres
sensores muestran resultados heterogéneos. La dispersión en banda-L es el doble que para las
otras bandas y la densidad de PS detectados en la banda-L es 32 veces mayor que para la
banda-C y 2,7 veces menor que para la banda-X. Esta heterogeneidad depende de las
características de cada sensor. La longitud de onda condiciona la capacidad de detección de
objetos, siendo la banda-L la que permite cobertura más homogénea (Fig. 2b) debido a su
mayor capacidad de penetración en zonas cubiertas de vegetación como es el caso (57% del
área son pasto y matorral). La geometría de adquisición (ascendente o descendente, órbita y
ángulo de incidencia) condiciona la posibilidad de observación (zonas de sombra) y los
efectos de distorsión de la imagen radar (escorzo o inversión por relieve). En nuestro caso el
disponer de varios sensores permite complementar las observaciones en deslizamientos que
no podrían ser observados por un único satélite. Por último, un tiempo de revisitado corto
junto con una longitud de onda alta permiten la observación de un mayor número de PS y de
movimientos más rápidos. Así por ejemplo la banda-X proporciona un conjunto de medidas
PS muy denso y espacialmente concentrado (Fig 2f). Utilizando los datos de Vslope se reduce
significativamente la dispersión de los datos de movimiento a nivel local de deslizamiento.
5
792 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 2. Tasa de desplazamiento Vlos en banda-L (a), banda-C (c) y banda-X (e) y tasa de desplazamiento
Vslope en banda-L (b), banda-C (d) y banda-X (f) obtenidas a partir de los datos SAR. (Herrera et al 2013)
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 793
Estas señales permiten así mismo, estimar los máximos desplazamientos superficiales
registrados durante el periodo de observación (46 o 736 días) para cada deslizamiento (Tabla
3). En los interferogramas de 46 días (Fig 3 a, b y c) se pueden observar señales de
movimientos relativamente rápidos. Destacan las señales correspondientes a los
deslizamientos de Sextas (A) y La Selva (C), donde se han detectado aceleraciones en el
movimiento de sus masas deslizadas (Tabla 3) después de periodos de intensas
precipitaciones y deshielo. El interferograma de dos años (2007-2009) muestra un mayor
número de señales, pero en este caso, se trata de movimientos más lentos, observándose
decorrelación en los dos deslizamientos anteriores.
Figura 3. Inventario de deslizamientos superpuesto a los interferogramas filtrados de las imágenes ALOS
PALSAR adquiridas entre: a 13 de Junio y 29 de Julio de 2007 (46 días); b 15 de Marzo y 30 de Abril de 2008
(46 días) c 18 de Junio a 03 de Agosto de 2009; d 13 de Junio de 2007 a 18 de Junio de 2009 (736 días). A - H =
Señales de deformación descritas en la tabla . L= Embalse de Lanuza.
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794 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 4. Número de movimientos de ladera detectados con suficientes datos PS y número medio de PS por
movimiento de ladera para cada una de las distintas bandas.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 795
Las tasas de desplazamiento medias obtenidas para los movimientos de ladera activos han
oscilado entre los 14 mm/año y los 138 mm/año. Como muestra la figura 5, que clasifica el
inventario de deslizamientos según la tasa de desplazamiento medio para cada banda, es
posible observar variaciones en el desplazamiento medio detectado en cada banda. Por
ejemplo, en el deslizamiento de Sextas, se observa cómo entre diciembre de 2006 y marzo de
2010, periodo de adquisición de las imágenes ALOS, la tasa media de desplazamiento es
mayor (color rojo en Fig. 5b) que en el intervalo comprendido entre mayo y octubre de 2008,
periodo de adquisición de las imágenes TerraSAR-X (color amarillo en Fig. 5c). Esta
diferencia podría deberse bien a la capacidad de la banda L para detectar movimientos más
rápidos o bien a una menor actividad del deslizamiento en 2008. Esto último, no concuerda
con la señal A del interferograma de la figura 3, dato que nos ayuda a resolver esta
ambigüedad.
Figura 5. Inventario de deslizamientos clasificado según la capacidad de detección de cada sensor radar satelital
(a). Tasa de desplazamiento medio en cada deslizamiento medida a partir de datos SAR de banda-L (b), banda -
X (c) y banda-C (d). (Herrera el al. 2013)
9
796 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
La técnica SPN permite asimismo obtener datos del desplazamiento relativo de todos los
puntos PS entre cada fecha de adquisición de las imágenes incluidas en el procesado. Son las
series temporales o time series. El análisis de estas "historias del desplazamiento" ha
permitido a Herrera et al. en 2013, la monitorización de los desplazamientos superficiales de
varias masas deslizadas, relacionando las aceleraciones y/o reactivaciones de los movimientos
observadas con sus principales causas naturales (precipitaciones estacionales y deshielo) y
antropogénicas (excavaciones del pie). Un ejemplo se recoge en la figura 6, que muestra la
buena correlación entre de precipitación y aceleración del movimiento registrado en los
deslizamientos próximos a la frontera del El Portalet.
Figura 6. Desplazamiento medio de las series temporales de PS en banda-X obtenidos en los deslizamientos 1 y
2a con respecto a los registros de precipitación acumulada.
5. CONCLUSIONES
La principal limitación de la técnica SPN es que no permite detectar movimientos con tasas
de desplazamiento superiores a aproximadamente 460 mm/año (tasa teórica para banda-X).
Su principales ventajas son la posibilidad de cartografiar zonas con diferentes tasas de
movimiento dentro de una misma masa deslizada (ejemplo: desde 14 mm/año a 97 mm/año en
diferentes zonas del deslizamiento de El Portalet) y la disponibilidad de datos de series
temporales de deformación para cada punto PS, lo que permite la monitorización de los
deslizamientos entre las fechas de adquisición de las imágenes.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 797
Figura 7. Mapa de daño potencial por deslizamientos para la carretera A-136 basado en la medida de la
velocidad media de los deslizamientos. (Herrera et al. 2013)
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798 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
5. AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por los proyectos Terrafirma Global Monitoring for
Environment and Security program de la ESA, DO-SMS "Desarrollo de herramientas para el
Seguimiento de Movimientos del Suelo para la gestión sostenible del SUDOE"
(SOE1/P2/F157, INTERREG IV B) y DORIS Project “Ground Deformation Risks Scenarios:
an Advanced Assessment Service” (EU-FP7-SPACE-2009-1 n° 242212).
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VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
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800 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
de Maians (de hasta 4 cm/año), delimitando una masa rocosa inestable hasta ahora
desconocida. El posterior reconocimiento sobre el terreno ha mostrado la presencia de
indicadores de actividad (agrietamientos, perturbaciones en la vegetación y
deformaciones en estructuras) que confirman la existencia de estos movimientos y que
obligan a replantear tanto los mecanismos de rotura que se desarrollan en la ladera
como el nivel de estabilidad existente. Los resultados demuestran que el uso combinado
de las técnicas de radar con la instrumentación convencional permite obtener una
imagen global y más representativa del comportamiento de la ladera.
1. INTRODUCCIÓN
El deslizamiento de Canillo (Principat d’Andorra) descrito por primera vez por Corominas
y Alonso (1984), consiste en una secuencia de deslizamientos y coladas de tierras, de
estructura compleja que afecta a una masa estimada en el entorno de los 300 Mm3 (figura 1 y
2). Santacana (1994) identificó tres grandes unidades deslizadas, la primera corresponde a
una colada de tierras que tiene su origen en el sector del Pla del Géspit-Costa de les
Gerqueres, en el SE, y que alcanzó la parte baja de la ladera, posiblemente cerrando el valle
del río Valira que discurre por la base; una segunda colada originada bajo el Pic de Maians, se
superpone a la colada anterior alcanzando la cota 1640m, sin descartar que pudiera llegar a
cotas inferiores; finalmente un deslizamiento de características rotacionales y con menor
desarrollo se origina en la ladera de la Roca del Forn en el extremo NE. Su extensión sería
menor, estando delimitada por el Serrat de la Palanqueta y dando lugar a la ladera por encima
de la urbanización Riba Grossa. El río Valira se ha abierto paso a través de los depósitos
deslizados, sin llegar a alcanzar todavía el substrato rocoso.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 801
Figura 1. Límite del deslizamiento de tierras del Forn y situación de los sondeos instrumentados
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802 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 3. Distintas fases ocurridas en el deslizamiento del Forn de Canillo (modificado de Santacana, 1994): (1)
Pla del Géspit-Costa de les Gerqueres; (2); Maians (3); la Roca del Forn
En 1990 se confeccionó el primer mapa de riesgos geológicos de los Valles Gran Valira y
Valira d’Orient. Si bien fueron utilizados por la administración andorrana en diversas
ocasiones, las cartografías no eran legalmente vinculantes por lo que su aplicabilidad era
limitada. El cambio fundamental en la gestión de los riesgos naturales en Andorra se produce
en 2000, momento en que se aprueba la ley de Ordenación Territorial. Los aspectos clave en
relación a la gestión de los riesgos naturales son los siguientes (Escalé, 2001): (a) las zonas
expuestas los peligros naturales no pueden ser urbanizadas; (b) los planes de urbanismo
locales deben tener en consideración las zonas expuestas a los peligros naturales; (c) se faculta
al Gobierno de Andorra para encargar los correspondientes estudios geológico-geotécnicos y
la cartografía riesgos naturales. Este último apartado incluye el inventario de peligros, la
zonificación del peligro y regulaciones para la gestión de las áreas amenazadas.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 803
5
804 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
La base del radar terrestre se instaló en el inicio de la carretera de Canillo a Coll d’Ordino
proporcionando una cobertura sobre la mitad inferior del deslizamiento, entre las cotas de
1500m hasta aproximadamente 1900m, donde a priori se presumían los mayores movimientos
en función de datos obtenidos anteriormente. Por otro lado, las observaciones de satélite se
ordenaron con el objetivo de cubrir el conjunto del deslizamiento, su entorno inmediato y
disponer de una medida alternativa a la proporcionada por el sensor terrestre y comparar los
resultados obtenidos. La técnica de DInSAR es una tecnología reciente que puede ser tan
efectiva y precisa como otras técnicas convencionales de auscultación de deslizamientos. Sin
embargo, presenta algunos inconvenientes y limitaciones (Hansen, 2001). Así, las
deformaciones sólo pueden ser detectadas en la línea de observación del sensor , ‘line of sight’
(LOS), y por tanto sólo pueden ser obtenidas de una forma fiable en aquellos deslizamientos
orientados consecuentemente. Para el caso orbital, éste fenómeno viene establecido por la
órbita y por este motivo, dada la orientación este-oeste del deslizamiento, se ordenaron
imágenes en órbita descendiente con el objetivo de minimizar este fenómeno. Mediante el
sensor GB-SAR, ésta limitación puede ser fácilmente superada porque se puede escoger la
posición del sensor y éste se instaló al inicio de la carretera de Coll d’Ordino. Los
deslizamientos que experimentan desplazamientos rápidos, pueden contener incertidumbres
en la estimación de las velocidades debido al fenómeno conocido como enrollado de la fase
(Hansen, 2001). Para combatir este fenómeno, se decidió realizar campañas mensuales de
medida y obtener las imágenes TerraSAR-X con la máxima frecuencia de revisita, 11 días.
Dada la velocidad del deslizamiento del Forn, esta frecuencia de revisita ha resultado ser
suficiente para evitar el enrollado. Finalmente, el uso de frecuencias altas para auscultar
laderas cubiertas con vegetación arbórea o herbácea da lugar a la falta de coherencia entre las
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 805
Fig 4. Velocidades medidas con el dispositivo (a) RISKSAR (GBSAR) y (b) TerraSAR-X de la parte inferior del
deslizamiento del Forn de Canillo
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806 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Fig 5 Velocidades medidas con TerraSAR-X para el conjunto del deslizamiento del Forn y sus aledaños para el
periodo Octubre 2010 a Octubre 2011. Si bien el conjunto del deslizamiento muestra un movimiento en el
entorno de 2cm/año, se identifica un sector con velocidades que superan los 4cm/año en la parte superior y
central de la ladera, el sector de Clots Fondos de la Fig. 1 (nótese que la escala de velocidades ha cambiado
respecto la figura 4)
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 807
Las observaciones mediante TerraSAR-X, sin embargo, han puesto en evidencia que las
velocidades son significativamente mayores en la parte alta de la ladera, bajo el Pic de Maians
(de hasta 4 cm/año), delimitando una masa rocosa inestable con una extensión superior a los
400000m2 y cuyo comportamiento específico era hasta ahora desconocido (Figura 5). Las
velocidades muestran un comportamiento coherente de la masa rocosa que se desplaza en
bloque desde la cresta superior de la ladera hasta el desmonte realizado para las instalaciones
de la estación de esquí, situado a la cota 2050m (sector de Clots Fondos en la Figura 1).
Asimismo, la Costa de les Gerqueres, que corresponde a la cicatriz del primer deslizamiento
pre-histórico del Forn (ver Figura 1), experimenta velocidades del orden de los 2cm/año e
incluso superiores. Finalmente, la cresta que une el Pic de Maians y el Pic de Encampadana
(ver Figuras 1 y 5) también experimenta deformaciones cercanas a los 4 cm/año, fuera del
perímetro del deslizamiento del Forn. Estas últimas observaciones deben ser objeto de
comprobación porque, como se ha comentado, los sistemas SAR sólo tienen capacidad de
detectar movimiento en la dirección LOS y, por lo tanto, el desplazamiento medido no
siempre se corresponde con el movimiento real si la dirección de éste difiere del ángulo de
incidencia y orientación conveniente. Mientras que las velocidades detectadas en la masa
rocosa de Clots Fondos ha comprobado que está bien orientadas según la dirección LOS del
satélite y, por tanto, tienen un elevado grado de fiabilidad, no así el relieve de la Costa de les
Gerqueres y de la cresta de los picos de Maians y Encampadana que se orienta en sentido
oblicuo u ortogonal a la visual del satélite. En este último caso, las deformaciones resultantes
se han obtenido proyectando el mapa de velocidades obtenido en la LOS sobre las direcciones
de máxima pendiente del terreno, con un factor de mayoración de hasta 5. Valores superiores
se han supuesto poco fiables y han sido eliminados del mapa final de deformaciones
9
808 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
como la presencia basculamientos y rotaciones de bloques con las superficies alteradas, lo que
sugiere que el proceso de rotura de la ladera se inició en una fase bastante alejada en el
tiempo.
Figura 6. (Izquierda). Deformación del muro de la cerca perimetral que bordea el Prat del Fornet. La ondulación
del muro, inicialmente rectilíneo, evidencia la presencia de movimientos diferenciales en el terreno. (Derecha)
Bloques rocosos distorsionados y apertura de grietas en el terreno (sin rellenar) en los afloramientos de Clots
Fondos (Hondonadas profundas, en catalán), indicativos de actividad reciente.
5. CONCLUSIONES
Las observaciones mediante TerraSAR-X han puesto en evidencia que las velocidades son
significativamente mayores en la parte alta de la ladera, bajo el Pic de Maians (de hasta 4
cm/año), delimitando una masa rocosa inestable cuyo comportamiento específico hasta ahora
desconocido (Figura 5). Como ventaja sobre otras técnicas de auscultación tradicionales, los
interferogramas obtenidos permiten definir el alcance y extensión de la zona de mayor
actividad, que supera los 400000m2. El reconocimiento posterior sobre el terreno ha
confirmado la presencia de indicadores de actividad como depresiones recientes sin rellenar y
el desarrollo de grietas de tracción continuas, muchas de ellas abiertas, confirmando el notable
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 809
AGRADECIMIENTOS
Este estudio se ha llevado a cabo dentro del marco del proyecto “BIGRISK”, financiado
por el Ministerio de Ciencia e Innovación (BIA2008-06614).
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810 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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12
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
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E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
1 Earth Sciences Department, University of Firenze, Via G. La Pira 4, 50121, Florence, Italy.
2 Geohazards InSAR laboratory (InSARlab). Geohazards group. Geoscience Research dept.,
Geological Survey of Spain (IGME); C/. Alenza 1;28003 Madrid, Spain.
3 Geological Survey of Spain (IGME). Urb. Alcázar del genil, 4. Edificio Zulema, bajos.
18006 , Granada, Spain.
4 Geological Survey of Spain (IGME). Avda. Ciudad Querétaro s/n. 07007 Palma de
Mallorca, Spain. E-mail: inmaculada.garcia@igme.es.
5 Altamira Information, C/. Còrsega 381-387; 08037 Barcelona, Spain. E-mail:
geraint.cooksley@altamira-information.com
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
811
812 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
2. AREA DE ESTUDIO
Fornalutx.
3. DATOS Y METODOLOGÍA
Los datos de partida del trabajo son: (i) los desplazamientos del terreno (puntos PS)
estimados a partir del procesado PSI de las imágenes radar (Tabla 1) de los satélites
ALOS (banda L), ERS y ENVISAT (banda C) y COSMO-SKYMED (CSK) (banda X);
(ii) los datos geomorfológicos, las ortofotos de la area de estudio y los datos derivados
desde el Modelo de Elevación Digital del terreno (Fig.1.a).
La metodología propuesta consta de tres partes (Fig. 1). Primero, se propone un modelo
previo al procesado PSI que determina cuales son las zonas idóneas para detectar puntos
PS a través del cálculo de dos índices, RI y LU, relacionados con los parámetros de
adquisición del satélite, la topografía y los usos del suelo. De esta manera se puede
determinar de antemano qué satélite es el idóneo para nuestra zona de estudio (Fig. 2b).
En la segunda parte (Fig. 2c) se propone un modelo posterior al procesado PSI en el que
se proyecta el vector de desplazamiento medido en la línea de vista de los distintos
satélites (VLOS) a lo largo de la línea de máxima pendiente local (VSLOPE).
Posteriormente, se propone un método para determinar los rangos de estabilidad de la
velocidad de los desplazamientos observados. En la tercera parte, se combinan los datos
radar post-procesados con el inventario de deslizamientos disponible en la zona de
estudio, generando un mapa de áreas activas (Fig. 1d). Todo ello ha sido comprobado y
validado con un inventario de daños disponible así como con trabajos de campo realizados
en febrero de 2013.
4. PRE-PROCESADO
814 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Antes de explotar los datos PS de desplazamiento, hemos aplicado dos modelos que tienen
en cuenta la geometría del radar y las caracteristicas de la ladera (relieve y uso del suelo)
para predecir cuál es la densidad de PS esperable en la zona de estudio. Para ello se han
calculado los índices RI y LU basados en Notti et al., (2010). El indice RI se ha calculado
mediante la ecuación:
R sin(S sin( A ) ) (1)
Donde S y A son la pendiente y la orientación, ω es el angúlo del satélite con el norte y α
es el angúlo de incidencia. R varía desde el valor máximo +1, cuando la idoneidad del
área para ser investigada por el satélite es buena, a un valor negativo cuando hay efectos
de shadow o layover que impiden una correcta visibilidad del área de estudio; R tiene un
valor de 0 cuando el área está afectada por efecto del foreshortening.
El índice LU está relacionado con la tipología del uso del suelo. Para calcular este indice,
las categorias del Corine Land Cover de las Islas Baleares se han dividido en cinco clases
en función de la capacidad teórica del terreno para reflejar la señal radar. Las cinco clases
son: (i) tejidos urbanos o areas con estructuras artificiales; (ii) roquedos, talus y espacios
con vegetación escasa; (iii) cultivos y terrenos principalmente agrícolas; (iv) bosques; (v)
agua. En general, la banda L (ALOS), debido a su mayor capacidad de penetración,
permite obtener en zonas desfavorables una mayor densidad de PS que las otras bandas
(i.e. zonas vegetadas).
5. POST-PROCESADO
VLOS y VSLOPE, dado que las distribuciones de ambas poblaciones de PS son diferentes
(Fig. 2).
Para VLOS, el umbral de estabilidad se determina con cero ± la desviación estándar σ,
utilizando múltiplos de σ para las otras clases de velocidad.
Sin embargo, para VSLOPE, el umbral de estabilidad se basa en un porcentaje de la
población de PS (68%) que tiene la misma distancia con respecto al cero (Herrera et al.,
2013), utilizando para las otras clases los valores 10 y 16 mm/año. Siendo estos últimos
los umbrales propuestos por Mansour et al. (2012) para indicar la velocidad de un
deslizamiento a la que pueden ocurrir daños, y los propuestos por Cruden & Varnes
(1996) para clasificar deslizamientos extremadamente lentos y muy lentos.
7. DISCUSION Y CONCLUSIONES
En este trabajo se presenta una metodología para mejorar el análisis de datos SAR multi-
banda aplicados al estudio de los movimientos de ladera. De esta manera las estimaciones
de los desplazamientos del terreno obtenidos mediante técnicas PSI se pueden utilizar para
confeccionar mapas de actividad de deslizamientos. La metodología consta de tres partes.
En el pre-procesado PSI, se determinan cuáles son las zonas idóneas para estimar
desplazamientos del terreno desde el punto de vista de los distintos sensores satélite
disponibles, la topografía y los usos del suelo. En la Sierra de Tramuntana, el análisis del
índice RI revela que dada la orografía de la zona de estudio el 78% del área es idónea para
ALOS, el 60% para CSK, el 22% para ERS, y 21% para ENVISAT ya sean en órbita
descendente o ascendente. En cuanto a la evaluación del índice LU, se observa que los
roquedos con vegetación escasa tienen la mayor densida de puntos PS, especialmente con
datos ALOS debido a su mayor capacidad de penetración en zonas vegetadas.
En el post-procesado PSI, en primer lugar se han resuelto las distorsiones geométricas
introducidas por cada satélite mediante la proyección de VLOS a lo largo de la línea de
máxima pendiente (VSLOPE), observando no obstante, una marcada reducción de la
población PS: desde un 55% con ALOS a un 73% con CSK. Posteriormente se han
816 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
propuesto rangos de estabilidad de la velocidad con un criterio común. De esta manera los
rangos de estabilidad varían desde ± 0.5 mm/año (ERS/ENVISAT) hasta ± 5.4 mm/año
(CSK). Esta gran variabilidad (1000% aprox.) demuestra la necesidad de aplicar un criterio
común para tratar conjuntos de datos tan diferentes como en este caso. Los datos de
ERS/ENVISAT cubren 7-8 años, mientras que CSK solo cubre 3 meses.
La combinación de los datos radar junto con el inventario de deslizamientos pre-existente y el
trabajo de campo realizado, ha permitido detectar 5 movimientos no cartografiados
previamente, y redefinir los límites cartografiados de 5 otros deslizamientos.
Finalmente los PS incluidos dentro de los deslizamientos se han utilizado para calcular los
valores promedio de RI, LU, VLOS y VSLOPE. Se han fijado los valores de velocidad 10 y
16 mm/año para elaborar el mapa de actividad de los deslizamientos de la Sierra de
Tramuntana, en la que por ejemplo hay 39 movimientos muy lentos detectados por datos
ALOS, susceptibles de producir daños en las estructuras e infraestructuras. Este trabajo se ha
financiado mediante el proyecto europeo EC-GMES-FP7 DORIS (Ground Deformation Risk
Scenarios: an Advanced Assessment Service), Grant Agreement n°242212.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 817
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476
818 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Fig. 1. Metodología
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 819
b c
ssdx
Estellencs area
a b
c d
e f
Fi. 4 – Mapa de actividad de los deslizamientos: (a) Indice R; (b) Indice LU, (c) Promedio VLOS;
(d) Coeficiente C de la proyección VSLOPE; (e) Minimo VSLOPE; (f) Promedio VSLOPE
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
821
822 VIIITaludes
VIII Simposio Nacional sobre Simposio Nacional
y Laderas sobre Taludes y Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio 2013
E.Alonso, J. Corominas y M. Hürlimann (Eds.)
CIMNE, Barcelona, 2013
1. INTRODUCCIÓN
Los sensores remotos como el Laser Scanner o Light Detection and Ranging (LIDAR) y
la Interferometría SAR diferencial (DInSAR) se han convertido durante la última década
en una herramienta esencial para el estudio de los movimientos de ladera (Abellán et al.,
2010; Abellán et al., 2009; Abellán et al., 2011; Abellán et al., 2006; Jaboyedoff et al.,
2012; Oppikofer et al., 2009; Rosser et al., 2005; Viero et al., 2010). Estas técnicas
proporcionan información tridimensional de los desplazamientos del talud en amplias
zonas, proporcionando datos de gran interés para el estudio, comprensión y la posterior
mitigación del riesgo asociado a las inestabilidades del talud. La técnica LIDAR permite
obtener información tridimensional del terreno de alta resolución (>1.5 cm) desde
distancias de adquisición comprendidas entre 800 y 2500 m. En lo relativo a la detección
y caracterización de movimientos de ladera, el LIDAR puede ser empleado en estudios de
peligrosidad y susceptibilidad, modelización y monitorización de movimientos de ladera
así como para el reconocimiento automático de discontinuidades (Jaboyedoff et al., 2012).
En este trabajo se estudian los desplazamientos de una ladera formada por yesos masivos
de facies Keuper, sobre la que se asienta el casco urbano de Finestrat (Alicante) y de los
edificios situados en su coronación a través de un Láser Escáner Terrestre. Finestrat se
encuentra cerca de Benidorm, constituyendo una importante atracción turística de la
comarca. La mayor parte del casco antiguo de Finestrat se sitúa sobre un relieve
escarpado, de hasta 30 m de altura, compuesto principalmente por yesos versicolores de
facies Trías-Keuper con alternancias de capas arcillosas, margosas y areniscas. Las caídas
de rocas son frecuentes en todo el talud tal y como muestran los antecedentes de la zona.
Asimismo, algunos edificios situados sobre la ladera se han visto afectados por estos
procesos, presentando en algunos casos daños considerables. La monitorización de este
talud ha permitido caracterizar una inestabilidad de unos 100 m3 ocurrida la noche del 25
de enero de 2012. Aunque la inestabilidad no ocasionó víctimas, afectó a la carretera C-
761 que permaneció cerrada al tráfico durante varias horas. Esta monitorización ha
permitido medir desplazamientos de varios centímetros en los edificios situados sobre la
coronación del talud en las proximidades de la inestabilidad.
2. METODOLOGÍA
El Laser Scanner terrestre (del inglés Terrestrial Laser Scanner, TLS) es un instrumento
de captura de datos que permite obtener una nube de puntos del terreno en 3D de forma
masiva a gran velocidad, con una elevada precisión y desde gran distancia. Para la
monitorización del talud objeto de estudio se ha empleado un TLS Ilris-3D de largo
alcance (Optech, 2013). Este sistema láser Scanner consta de un elemento emisor/receptor
de pulsos infrarrojos (laser) y un instrumental de barrido de puntos (scan). El sistema
permite determinar la distancia () entre el láser scanner y el terreno a partir del tiempo de
vuelo (tf) que emplea el pulso láser para viajar y reflejar en la superficie de interés a
velocidad de la luz (c):
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 823
c t f
(1)
2
El sistema, modifica continuamente los ángulos horizontales () y vertical () a través de
un dispositivo interno de espejos rotatorios que permiten escanear la totalidad de la zona
de interés. Como consecuencia, el sistema permite definir la localización de cada punto de
la escena mediante coordenadas esféricas en las cuales la distancia () y los ángulos
vertical () y horizontal () son conocidos. Normalmente, estos datos se expresan en
coordenadas cartesianas (x,y,z) que son calculadas a partir de los parámetros definidos
previamente del siguiente modo:
Donde rxyz,Di y rxyz,S0 son las distancias (ranges) del punto de coordenadas (x,y,z) en las
superficies de comparación y referencia respectivamente. Obsérvese que para poder
3
824 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
3. En tercer lugar, los datos de campo fueron procesados mediante las funciones
imAlign y ImInspect del software Innovmetric Polyworks v10.0© En primer lugar se
procedió al alineamiento de ambas series de datos en un sistema de referencia
común (co-registration) y posteriormente se realizó una triangulación de Delaunay
de los puntos adquiridos en 2011 (referencia) para poder comparar las dos series de
datos De este modo, el procesado de las adquisiciones llevadas a cabo permitió
identificar el desprendimiento ocurrido el 25 de enero de 2012 e incluso medir los
desplazamientos de los edificios localizados en la coronación de la ladera
estudiada.
4. Posteriormente, los resultados proporcionados mediante el TLS junto con los datos
de campo han permitido realizar una interpretación de los mecanismos de
inestabilidad que afectan a la ladera.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 825
5
826 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 1. Localización y geología de la zona de estudio. En el mapa se ha incluido también la localización de los
movimientos de ladera inventariados, los bloques caídos, los sondeos realizados, las surgencias de agua y el
edificio dañado.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 827
4. RESULTADOS
Figura 2. Cartografía de las inestabilidades identificadas en la zona de estudio mediante el láser scanner
comparando las adquisiciones realizadas en febrero de 2011 y agosto de 2012. Los bloques desprendidos han
sido marcados con elipses.
7
828 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 3. Desplazamientos medidos en la parte superior de la ladera y en las edificaciones existentes. Obsérvese
que la escala de color ha sido modificada convenientemente para únicamente incluir los desplazamientos de
menor entidad.
Los resultados proporcionados por el láser scanner han permitido identificar el bloque de
unos 100 m3 de yeso desprendido el 25 de enero de 2012 junto con otros desprendimientos
de menor entidad. Asimismo, se ha podido medir los desplazamientos de algunos
elementos constructivos de las edificaciones localizadas en la coronación del talud. El
bloque de mayores dimensiones desprendido presentaba originalmente una gran cantidad
de vegetación en su parte superior, que ha actuado como factor condicionante de la
inestabilidad debido fundamentalmente al incremento de peso y al efecto desestabilizador
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 829
Figura 4. Fotografías de la zona de la ladera afectada por la inestabilidad del 25 de enero de 2012. Los puntos
azules de la imagen superior indican la localización de bloques secundarios desprendidos y las cruces negras
indican la posición de los elementos constructivos que han sufrido desplazamientos de orden centimétrico.
9
830 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 831
6. CONCLUSIONES
- En este trabajo se ha aplicado la técnica LiDAR para detectar, por un lado, las caídas
de rocas que afectan a un talud formado por yesos masivos de facies Keuper en el
municipio de Finestrat (Alicante), y por otro lado, para cuantificar los
desplazamientos de elementos constructivos emplazados en la coronación del talud.
- Esta información junto con la procedente de futuras campañas de monitorización
mediante LIDAR, otras observaciones de campo y datos instrumentales permitirán
una interpretación objetiva de los procesos que afectan a este sector de la ladera
facilitando la toma de decisiones para la estabilización de la misma.
AGRADECIMIENTOS
11
832 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
REFERENCIAS
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12
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
Como consecuencia de las fuertes lluvias del invierno de 2009/10, el talud de la autovía
A-44 y la ladera superior se inestabilizó, causando interrupciones importantes del tráfico
durante varios meses. Para estudiar el movimiento y su evolución se realizaron dos
campañas de observación mediante escáner láser terrestre (TLS), que debido a la
morfología de la zona y las condiciones de observación, requirieron escanear la zona
desde diferentes estaciones con varias capturas de cada punto. Los centros de fase de la
antena se midieron con técnicas de GPS y se incorporan a las nubes de puntos. Una vez
obtenidos los datos, se procedió a la orientación relativa de las nubes de puntos, la fusión
en un sola nube por campaña y la transformación de los datos a un sistema de referencia
global y común a las dos campañas, en las que los modelos de superficie y el terreno se
pueden comparar. Los resultados obtenidos por la comparación de los modelos muestran
dos zonas de ruptura que ocasionan un importante volumen de material que fluye
desplazamientos superficiales de alrededor de 0,55-0,65 m/día. Se calculó igualmente 210
m3 de material erosionado y 124,5 m3 de material acumulado, explicándose la diferencia
entre ambos por el volumen retirado por las obras civiles de limpieza de la vía.
833
834 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los riesgos naturales más extendidos a lo largo de obras lineales (autovías, carreteras,
vías férreas, etc.) son los movimientos de ladera, como el caso de los desprendimientos de
rocas o los deslizamientos de materiales sueltos en los taludes de las vías, que terminan
cayendo y ocupando la calzada. Este tipo de movimientos son a veces impredecibles, aunque
existen métodos para el análisis de estabilidad de los taludes que pueden ayudar a resolver el
problema. Para ello, es fundamental conocer de forma precisa la geometría del terreno y los
cambios que en ella se produzcan como consecuencia de la actuación de dichos procesos.
En los últimos años el uso de datos de láser escáner terrestre (TLS) para la medición y el
control de deformaciones está ganando un creciente interés (Abellán et al., 2006; Montserrat y
Crosetto, 2008). Esto es debido a que el TLS es un sistema de adquisición de datos de gran
alcance que proporciona una nube de puntos de alta densidad y calidad posicional, en un
periodo de tiempo relativamente corto, en comparación con otras técnicas convencionales de
medición. Sin embargo, surgen algunos problemas relacionados, en primer lugar, con la
referenciación y alineación de las diferentes nubes de puntos y, en segundo lugar, con la
necesidad de gestionar grandes volúmenes de datos, así como a su filtrado y clasificación.
En este trabajo se aplica un método para monitorizar el deslizamiento de una ladera y un talud
inestables mediante el uso de TLS y un sistema de georreferenciación basado en la medición
de las estaciones del escáner mediante GPS (Pérez et al., 2011; Hernández et al., 2012). El
empleo de un sistema de referencia estable (ETRS89) permitirá un estudio multitemporal para
el seguimiento del avance de dicho talud. El método se aplica en virtud de las desfavorables
condiciones del entorno: inestabilidad de toda la zona de estudio (a priori no es posible definir
zonas estables); la mala o nula accesibilidad de la zona (impidiendo el uso de dianas); la
geometría deficiente de los análisis de la red (las estaciones encuentran en la ladera opuesta);
una zona muy grande para ser investigada; y una superficie pendiente compleja, ya que hay
una gran cantidad de rocas caídas y con una fuerte presencia de vegetación.
En la actualidad, este método está siendo comprobado con trabajos adicionales basados en la
integración de varias técnicas de medición: TLS y fotogrametría de objeto cercano,
fotogrametría aérea (tanto imágenes actuales como históricas) y LIDAR aerotransportado
(Cardenal et al., 2009, González et al., 2009).
2. ZONA DE ESTUDIO
Figura 1. Ortofotografía de la zona de estudio: con la linea roja discontinua se marca la zona del deslizamiento y
en amarillo se muestran las posiciones de las estaciones. Fotografía panorámica del deslizamiento en estudio. En
el rectángulo rojo detalle de zona de ruptura. Escáner OPTECH ILRIS 3D TLS realizando el escaneo.
Con el fin de analizar el desplazamiento sufrido en la zona colapsada se llevan a cabo dos
campañas de observación mediante un TLS con un intervalo temporal de 14 días. El
sistema TLS utilizado es el Optech ILRIS 3D de largo alcance, cuyo valor nominal
máximo es de 1500 m. Con el fin de cubrir toda el área y teniendo en cuenta la necesidad
de un mínimo de tres estaciones con observación GPS, para la posterior transformación al
sistema de referencia base, se realizan un total de 9 escaneos en 3 estaciones en la primera
campaña y de 13 escaneos en 4 estaciones en la segunda (Figura 2). La ubicación de las
diferentes estaciones se determina en función de una serie de factores como evitar o
reducir zonas de sombra en la nube capturada, facilidad de acceso a las diferentes
posiciones y una geometría correcta para la posterior transformación local-global del
sistema de referencia (puntos no alineados, bien distribuidos y distanciados).
cada una de las tomas individuales fue de 5-6 cm a la distancia media de escaneado, lo que
permitirá, una vez fusionadas todas las tomas, obtener una nube de mayor densidad.
Figura 2. Fusión de los diferentes escaneos junto con los puntos estación en cada una de las campañas.
Figura 3. Antena GPS sobre el escáner ILRIS. Sistema de referencia y offsets (dy, dz) entre centro de fase de la
antena y el origen del escáner. Posición de los centros de la antena de los escaneos tras la orientación relativa.
Las observaciones GPS fueron procesados con el software GeoOffice (Leica Geosystems).
Todos los centros de la antena se calcularon en el Sistema de Referencia Terrestre
Europeo 1989 (ETRS89) con una precisión sub-centimétrica.
838 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
En primer lugar, la nube de puntos de cada uno de los diferentes escaneos se amplió con
un punto adicional teniendo en cuenta la compensación entre el centro de fase de la antena
GPS y el origen del escáner. Así, la posición de la antena GPS se incorporó a la nube de
puntos en el sistema de referencia del escáner (Figura 3).
Figura 4. Ejemplo de alineación de nubes individuales mediante el uso de zonas comunes o solapadas.
(Orientación relativa).
Tras la fusión de los distintos escaneos individuales se obtuvieron dos nubes de puntos
correspondientes a cada una de las campañas en un sistema local propio, con una densidad
media de 1 punto cada 3 ó 5 cm en zonas sin oclusión o sombra, y con una total de
5.800.000 y 8.600.000 puntos, respectivamente.
Una vez obtenida una única nube de puntos para cada una de las campañas, se procederá
a la clasificación de los puntos en “puntos-terreno” y “puntos-no terreno”, para
posteriormente obtener la superficie correspondiente al modelo digital del terreno (Figura
5) en cada una de ellas.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 839
Figura 5. Diferentes vistas de la clasificación de los “puntos-no terreno” en verde (vegetación y otros objetos)
sobre la superficie del MDT (marrón)
Tras el registro de todas las nubes de puntos correspondientes a cada una de las campañas
en un sistema de referencia local, se procede a la transformación de los datos a un sistema
global y común a ambas campañas, donde ambas superficies puedan serán comparables y
donde se pueda abordar el estudio y análisis del fenómeno estudiado.
Mediante el uso de los puntos comunes en ambos sistemas de referencia (local del
escaneado final de cada campaña y global ETRS89), de las antenas GPS de cada uno de
los escaneos (Figuras 2, 3 y 4) y de una transformación rígida 3D de 6 parámetros
(ecuación 1), las nubes de puntos de cada campaña son llevadas a un sistema común
donde podrán ser comparadas (Pérez et al., 2011; Hernández et al., 2012)
.
X m 11 m 12 m 13 x TX
Y = m 21 m 22 m 23 · y + TY
(1)
Z ETRS89 m 31 m 32 m 33 z LOCAL TZ
donde:
X, Y, Z: Coordenadas de las estaciones de escaneo en el sistema ETRS89.
x, y, z: Coordenadas de las estaciones de escaneo en el sistema de referencia local
(después de la orientación de las nubes de puntos).
m11, m12,…m33: Elementos de la matriz de rotación.
TX, TY, TZ: Traslaciones.
Sin embargo, se tendrán que tener en cuenta algunas precauciones debido a que estos
puntos se ven afectados de los posibles errores del proceso de orientación de los escaneos
individuales mediante correlación superficial, y la posterior propagación de dichos
errores.
840 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Teniendo en cuenta esta circunstancia, se lleva a cabo una ponderación de los puntos para
el cálculo de los parámetros de transformación. Esta ponderación se realiza en función de
la calidad de cada uno de los puntos, que se puede obtener de varias formas, aunque sea de
manera relativa. En este caso, se han tomado como pesos los residuos de la
transformación (diferencias entre las coordenadas calculadas y las reales), que se muestran
en la Tabla 1 para la campaña 2. Así, el procedimiento de transformación 3D ponderada se
llevó a cabo en dos etapas: en primer lugar se realiza una transformación en la que todos
los puntos tienen el mismo peso; tras este ajuste inicial, se recalcula la transformación
ponderada de acuerdo a los residuos obtenidos.
Estaciones Rx Ry Rz Rxy
f11 -0,0084 0,0183 -0,0365 0,0168
f12 -0,0075 -0,0093 -0,0569 0,0112
f13 -0,0042 -0,0309 -0,0022 0,0327
f14 -0,0248 -0,0600 -0,0013 0,0647
f21 0,0383 0,0284 0,0857 0,0506
f31 0,0298 0,0449 -0,0732 0,0535
f32 0,0330 0,0426 -0,0428 0,0528
f41 -0,0236 0,0368 0,0295 0,0408
f42 -0,0222 0,0095 0,0184 0,0229
f43 -0,0016 0,0109 0,0308 0,0075
f44 -0,0001 -0,0205 0,0288 0,0241
f45 -0,0085 -0,0375 0,0034 0,0419
f46 -0,0004 -0,0333 0,0163 0,0368
f11 -0,0084 0,0183 -0,0365 0,0168
f12 -0,0075 -0,0093 -0,0569 0,0112
Tabla 1. Residuos obtenidos para la transformación tridimensional inicial y que posteriormente son utilizados
como pesos en la transformación final, correspondientes a la campaña 2.
Los errores encontrados en los residuos (Tabla 1) son muy similares en la tendencia a los
errores obtenidos para cada escaneo en la fase de orientación relativa, por lo que éstos
podrían ser utilizados para ponderar las posiciones de de las estaciones de escaneo en la
transformación 3D. Sin embargo, estos errores de correlación entre los diferentes escaneos
durante el proceso de alineación pueden estar afectados por varias causas (vegetación,
extensión de las áreas de solape común entre escaneos a correlacionar, la morfología del
terreno y punto de vista del escáner, etc.), por lo que podrían no ser homogéneos. Por ello,
una solución basada en una transformación 3D con ponderaciones basadas en los residuos
calculados debe proporcionar resultados más fiables.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 841
6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Una vez llevada a cabo la orientación de los datos en un sistema de referencia común y
estable, se puede realizar el análisis, bien sobre la nube de puntos directamente o bien
sobre las superficies del terreno derivadas de la clasificación de las mismas.
Así, se ha podido comprobar que han aparecido dos zonas de ruptura en el talud (Figuras 6
y 7), en relación con la inestabilidad general de zona a consecuencia de las intensas
lluvias del invierno de 1996/97. En el talud estudiado se movilizó un importante volumen
de material que invadió una de las calzadas de la autovía A-44 y produjo una interrupción
del tráfico durante varios meses. Además, a partir del análisis multitemporal se ha
determinado como el deslizamiento evolucionó en el periodo transcurrido entre las dos
campañas analizadas; así, en una vista rápida de los dos modelos de superficies, se pueden
observar importantes desplazamientos, así como la formación de escarpes, escalones y
grietas. En las zonas más activas hay desplazamientos del terreno y la vegetación de hasta
8-9 metros (Figura 6), lo que supone una tasa desplazamiento de 0.55-0.65 metros/día.
Figura 6. Desplazamientos observados del terreno y la vegetación es zonas inestables del talud de la carretera.
De la misma manera, se han llevado a cabo cálculos del volumen desplazado en estas
zonas. Estos cálculos indican unos 210 m3 de material erosionado en las zonas superiores
de depresión y 124,5 m3 de material acumulado en las partes bajas del talud (Tabla 2). La
diferencia entre estos volúmenes se debe al material evacuado por la actuación de urgencia
llevada a cabo por la Administración Pública con el propósito de frenar el movimiento.
Esta actuación comenzó después de la primera campaña y acabó meses después de la
segunda campaña de observación. Consistió básicamente en la retirada de material del pie
del talud que había invadido la carretera y la colocación de un muro de contención.
842 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Las técnicas de escáner laser terrestre se prueban una vez más como una herramienta muy útil
para los estudios de movimientos de ladera y su evolución temporal. En este sentido, han
llegado a constituirse en una de las técnicas más empleadas para la monitorización de
deformaciones ya que son capaces de proporcionar una nube de puntos del terreno de alta
densidad y exactitud posicional.
Dado que la zona no es accesible para la colocación de forma idónea de dianas o marcas y
no es posible definir a priori las zonas estables presentes en la zona, fue necesario el
empleo de un marco de referencia estable externo. El marco de referencia fue el sistema
ETRS89 y los datos TLS serán referenciados mediante la medida de la estaciones de
escaneo con tecnología GPS. Posteriormente se aplica una transformación 3D rígida para
trasladar la nube de puntos de un sistema de referencia local al sistema global ETRS89.
Una vez realizadas las medidas y procesados los datos, se han obtenido unos desplazamientos
superficiales máximos de 8-9 m en el terreno y la vegetación entre ambas campañas, lo que
indica una tasa diaria de 0,55-0,65 m/día. En relación con los volúmenes movilizados, se
estiman unos 210 m3 de material erosionado, y 124,5 m3 de material acumulado; las
diferencias entre ambos (pérdidas) son explicadas por la remoción de material como
consecuencia de las obras civiles ejecutadas para recobrar el tráfico de la autovía A-44.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por el proyecto ISTEGEO RNM-06862 (Plan Andaluz de
Investigación), el proyecto TIN2009-09939 del Plan Nacional de Investigación, el proyecto RICMI de
la Corporación Tecnológica de Andalucía, así como el Grupo de Investigación PAIDI TEP-213.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes yy Laderas
VIII Laderas Inestables
Palma de
Palma deMallorca,
Mallorca, Junio 2013
E. Alonso,J.J.Corominas
E.Alonso, CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE, Barcelona,
CIMNE, Barcelona, 2013
2013
¹ Fundació Marcel Chevalier; ² Igeotest SL1; 3 Geo3 SL: Av. Príncep Benlloch 72, AD 500,
Andorra la Vella, Principat d’Andorra
RESUMEN
En Febrero del 2004 tuvo lugar un deslizamiento en el sector conocido como “El Mollà” en
la zona de “Els Cortals d’Encamp”. Aunque el sector presenta una dinámica activa, el frente
de infiltración de una rotura de la red de agua potable 62 días antes, actuó como detonante
de la inestabilidad en incrementar la presión intersticial y reducir la cohesión del terreno. La
relación causa-efecto se ha determinado en confirmarse la existencia de una mezcla de aguas
en la fuente del Mollà mediante análisis químicos y isotópicos. Esta relación de causa-efecto
entre rotura de la red de agua y el deslizamiento producido también se ha determinado en
base a los resultados de los ensayos hidrogeológicos (Sondeo a Resonancia Magnética,
infiltrometrías, ensayos de trazador), ya que se ha obtenido el desfase de tiempo entre la
rotura y el deslizamiento por medio del cálculo de la velocidad del frente de infiltración.
1. INTRODUCCIÓN
Els Cortals d’Encamp se sitúa en el centro del Principado de Andorra y la memoria popular
reconoce el sector por ser frecuentes los episodios de deslizamiento superficial. La mayor
parte de las cicatrices de importancia se les atribuye una edad post-glaciar, pero hay
constancia escrita de la existencia de eventos muy recientes (Gallego, 2004) de baja magnitud
(< 2000 m3). Durante el transcurso de la ampliación de la carretera (CS220) en Noviembre
1995, a unos 200 m al SW del sector de estudio, una datación por 14C (β-124015) efectuada
en el sedimento (13C/14C = -26,6 ‰) de una muestra con raíces extraída a 15 m de
profundidad mediante sondeo mecánico (Mapa 1, Tabla 1), arrojó una edad posterior a 1950
DC (Ao = 117,5±0,6%; β-124015), hecho que pone de manifiesto la existencia de
movimientos en la ladera muy recientes. Una revisión geomorfológica de las fotografías
aéreas del sector ha permitido determinar la existencia de dos cicatrices anteriores en el sector
de estudio (Mapa 1), las cuales arrancan cerca de la cabecera del deslizamiento objeto de
estudio. La identificación de las fuentes del sector ha permitido efectuar la cartografía de la
intersección entre el nivel freático con la topografía (Mapa 1), y en base a ella calcular el
gradiente hidráulico que es de unos 15º sexagesimales respecto a la horizontal. El nivel
845
846 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
freático pasa por la cicatriz de los deslizamientos acontecidos, hecho que indica la posibilidad
que el agua haya sido el motor principal de la inestabilidad.
1.2 Antecedentes
Cuando se realizó la ampliación de la CS220 la administración hizo auscultar desde
junio 1997 un muro de hormigón por parte de una empresa que participó en la dirección de
obra del mismo. Al pie de dicho muro se realizó una excavación a inicios de 2003 para la
edificación de la vivienda unifamiliar anteriormente mencionada. La excavación se hizo
escalonada siguiendo la pendiente del terreno junto con una barrera de micropilotes
arriostrada para aumentar el factor de seguridad del desmonte de tierras. La edificación se
efectuó en la segunda mitad de 2003 empotrando con tierras buena parte del muro de la
carretera. El muro de hormigón de la carretera se encontraba parcialmente descalzado
anteriormente al inicio de la construcción de la vivienda unifamiliar situada a su pie, y. dado
que no se respetaba el principio de independencia la propiedad vecina procedió a efectuar una
auscultación paralela, de la cual son los resultados que a continuación se exponen.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 847
2. METODOLOGÍA Y RESULTADOS
Durante la realización de los sondeos eléctricos verticales se detectó la existencia de corriente
espontánea en el subsuelo, hecho que acostumbra a estar relacionado con una importante
presencia de electrolitos en un flujo de agua subterráneo. Esto motivó la conveniencia de
analizar el agua del subsuelo que afloraba al pie de la escollera, el seguimiento físico-químico
848 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
básico de los afloramientos de agua del sector (conductividad eléctrica, pH, temperatura y
Eh), mediante sondas portátiles con compensador de temperatura de la casa Hanna
Instruments, y la realización de ensayos de permeabilidad, tanto en zona no saturada como en
zona saturada.
La conductividad eléctrica del agua que afloraba por la escollera de refuerzo
del muro de mampostería (Font del Mollà, 1488 m) arrojó un valor de 1.240 µS/cm, muy por
encima de la media del sector (428 µS/cm). El contenido de cloruros analizados fue superior
al rango de medida del laboratorio de análisis (> 20 mg/l) y el de los sulfatos que se situó en
los 100 mg/l. Pensando que podía tratarse de agua residual se procedió a analizar el amonio
(0,015 mg/l), nitratos (0,95 mg/l) y nitritos (0,008 mg/l) teniendo que abandonar esa hipótesis
a las luces de los valores obtenidos. Un análisis químico completo de un muestreo efectuado
el 20 de diciembre 2003 permitió ver que la Font del Mollà se clasifica como clorada-
bicarbonatada cálcica mientras que el resto de fuentes (Mapa 1) son bicarbonatadas-cálcicas.
La desproporción de sodio, potasio, cloruros y sulfatos obtenidos en la Font del Mollà
respecto ql resto de fuentes del sector, mostró su interconexión entre las aguas pluviales con
fundentes hibernales ya que éstos presentan sal común (NaCl) junto con un 1,45% a 3,77% de
sulfatos (datos facilitados por Carreteras).
dren horizontal. La primera inyección se efectuó por gravedad situando un tanque con la
solución salina unos 10 metros (≈ 10 KPa de presión). Para la segunda prueba se utilizó un
presiómetro de la casa Geomatech (CV200) inyectando el trazador con fluoresceína a 10 KPa
con nitrógeno gas.
La primera inyección se realizó un ensayo de trazador con sal común el 14 de octubre 2004, el
ensayo consistió en inyectar 88 Kg de sal disuelta en agua e inyectada por gravedad en uno de
los drenes de 14 metros del muro de mampostería (Figura 1). Antes de comenzar el ensayo se
midió la conductividad del agua de la fuente situada a la base de la escollera (490 µS/cm) y el
agua que se tomó para disolver la sal (428 µS/cm). El tiempo total de inyección fue de 1H y
26 minutos, parando cuando empezó a salir agua por el pie del muro que era originaria de la
inyección. Los valores de la conductividad eléctrica fueron tomados con un registro
automático desde el 11 de octubre 2004 hasta el 11 de julio 2005. Los valores iniciales
obtenidos correspondían a la conductividad original de la fuente con un valor medio en torno
a 472 µS/cm en el momento de hacer la inyección, pero rápidamente (1h26’ después de la
inyección, minutos 4455-4545) se llegó a la saturación de la sonda (>2000 µS/cm). La
concentración salina pudo alcanzar valores muy elevados durante este período debido a la
elevada cantidad de sal inyectada. Así pues parte del volumen de la inyección se infiltró
directamente en la zona saturada aunque la mayor parte se hizo en zona no saturada, llegando
directamente a la fuente y la sonda de lectura por vía superficial.
El 28 de octubre 2004 se hizo una segunda inyección con 15 ml de fluoresceína junto con ½
Kg de sal disueltos en 33 litros de agua en uno de los anclajes no terminados del muro de
mampostería (Fotografía 1). Dado que la fluoresceína no afloró durante la inyección se está
seguro de que el trazador se quedó en la zona previamente saturada. Restando de los datos
experimentales el valor inicial de la conductividad, multiplicando los valores de
conductividad neta por un factor de conversión estimado igual a 0,7 se transforma de forma
aproximada la concentración salina. A partir de la evolución de la concentración se calculó la
cantidad de sal que afloró por la fuente suponiendo un caudal de 120 ml/s. La curva de salida
del trazador obtenida en la experiencia indica que ya en diciembre de ese mismo año (minuto
67680) la conductividad del agua de la fuente alcanzó un valor prácticamente igual al valor
inicial, es decir, que toda la sal inyectada había salido ya por dicha fuente. La interpretación
del ensayo hay que agradecerla al Dr. Antonio Plata Bedmar, que examinando el ensayo de
inyección aseguró que en presentar una cola muy larga era indicador del lento lavado y por
tanto, a la lenta incorporación al nivel freático de la solución de sal inyectada. Éste es el caso
observado para el pico de conductividad detectado por la sonda sobre el minuto 24322, el cuál
presentaba una larga cola que se interpreta como respuesta de la primera inyección.
Posteriormente la conductividad tiende a su valor natural hasta la llegada de un segundo pico
a los 49515 minutos, producido a raíz de la segunda inyección, interpretándose que se deba a
un arrastre adicional de sal retenida en el terreno producido por los 33 litros de agua
inyectada, si bien el cambio de conductividad fue muy bajo. A partir de los ensayos realizados
se obtuvo la respuesta del acuífero a la segunda inyección que fue de unos 25200 minutos
(≈17,5 días), mientras que la respuesta a la primera inyección fue ligeramente menor (unos
20000 minutos, unos 14 días). La distancia recorrida por el primer trazador corresponde a la
de la longitud del dren horizontal y del anclaje al segundo trazador, ambos de 15 metros y
850 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
solo éste último presentaba 10º de inclinación respecto a la horizontal. Con esta geometría el
gradiente hidráulico entre el punto de cada inyección y la fuente (Figura 1) habría sido entre
9º para el anclaje y 15º para el dren, por tanto el trazador habría viajado en los dos ensayos
con una velocidad de entre 1,64 y 1,54 m/día.
Fotografía 1: Cicatriz dejada por el deslizamiento de tierras al pie del muro de mamposteria. Diagrama del ensayo de trazador químico
efectuado para determinar la permeabilidad.
para la situada cerca de 300 m por encima (Clot) el resultado fue de 4,83±0,54 UT. El sistema
acuífero se ha interpretado como de tipo pistón arrojando edades de 25,5 años para las fuentes
cercanas al muro (Mollà y Dallaire) y de 13 años para la situada en la parte alta (Clot).
para ello se requieren diferentes secuencias de registro que permiten estimar T1, la más
sencilla de las cuales es la secuencia de doble pulso. En esencia T2* <T2 <T1, pero en el caso
ideal (medio sin ruido electromagnético), el valor de los tres es muy cercano. La duración del
pulso (τ) debe de ser más corta que la constante de relajación (T2*), ya que en caso contrario
la excitación pasaría desapercibida, y en el caso del aparato utilizado es de 40 milisegundos.
La corriente máxima (I0) depende de la tensión máxima (V) del dispositivo y de la impedancia
de bucle (Z). La impedancia se administra principalmente por el factor de inductancia (grosor
del cable, longitud de la antena), la cual depende del campo magnético terrestre que a su vez
varia geográficamente (Bernard, 2007). Para una frecuencia de Larmor dada, se puede
considerar que los datos son validos si las desviaciones en emisión y recepción se sitúan a ±
10 Hz de ésta. La permeabilidad está en función del tiempo de decaimiento y la amplitud
inicial (E0), que está directamente relacionada con la cantidad de agua (θ), según la ecuación
siguiente: KMRS = Cpx θMRSaT2d en dónde: θMRS es la porosidad obtenida a partir de E0, “a”
puede ser 1 o 4 si se utiliza T1 o T2*, y el coeficiente Cpx es un coeficiente geológico que
tabulado por en Vouillamoz et al. (2007).
El 8 de marzo 2013 se procedió a realizar un sondeo a resonancia magnética nuclear en una
terraza silvícola del terreno contiguo al pie de la escollera en su sector norte (Mapa 1, Tabla
1). La geometría de la antena fue la de un rectángulo de 20 m por 10 m (S = 200 m2),
efectuando 2 vueltas de cable para aumentar la inducción del circuito. Con esta geometría y la
resistividad del terreno se consiguió una profundidad de investigación de 20 metros según la
relación siguiente: Z = 1,5 √ S. Dado que el sector presentaba un importante ruido
electromagnético (5,8 µV) en existir líneas eléctricas cercanas, se utilizó un filtro Notch para
eliminar los armónicos de 50 Hz. La frecuencia de Larmor (1948,9 Hz) se calculó (fL =
0,04258 B0) a partir de la medida del campo magnético total (B0 = 45457 nT) con un
magnetómetro de protones de la casa Geometrics (G-856AX). Los primeros 8 momentos del
sondeo se efectuaron con una configuración de doble pulso y 256 iteraciones, en los cuales la
amplitud obtenida (E0) no superaba los 50 nV (Gráfico 1a). Los 3 momentos siguientes
fueron de 64 iteraciones (a doble pulso) obteniendo algún valor con 150 nV de E0 (Gráfico
1a). El último momento fue de 32 pulsos no consiguiendo señal de agua (bajo valor de
amplitud E0 = 50 nV) e interpretándose como substrato rocoso. La mayor parte de los tiempos
de decaimiento de T2* obtenidos fueron cercanos o inferiores a los 140 ms (milisegundos). El
modelo interpretativo arrojó un terreno con dos niveles acuíferos (Gráfico 1b), uno más
superficial asociado a los materiales morrénicos con una porosidad media de un 9,75±2,77%,
y de 14,7±6,67% para el nivel de transición. Las permeabilidades medias obtenidas fueron
0,58±0,72 m/día y 0,22±0,19 m/día para los materiales morrénicos y de transición
respectivamente (Gráfico 1c), teniendo en cuenta un coeficiente CPx = 5*10-9 (m/ms·s) que
corresponde a gravas con limos (Vouillamoz et al. 2007) como el terreno glaciar estudiado.
porosidad SRM de 9,75±2,77% se obtiene 0,24 < KINFILTRACIÓN < 0,44 m/día. Por otro lado
aplicando Darcy a la velocidad del flujo obtenida a partir de los ensayos de inyección (1,54 <
V < 1,64 m/día), teniendo en cuenta los respectivos gradientes hidráulicos (15º y 9º) y la
porosidad SRM anterior, se obtiene permeabilidades de 0,56 < KTRAZADOR < 1 m/día. Estos
valores quedan dentro del rango de valores los obtenidos directamente con SRM (0,22±0,19 <
KSRM < 0,58±0,72 m/día), siendo éstos utimos más cercanos al valor de permeabilidad que se
obtendría de aplicar Darcy al escenario esgrimido en el análisis retrospectivo, en base al cual
el terreno habría presentado una permeabilidad de 0,13 m/día < K < 0,24 m/día para un
gradiente de i = Tan [26º] y una porosidad de nSRM = 9,75±2,77% para terrenos morrénicos.
4. CONCLUSIONES
Los ensayos de infiltración y de inyección arrojan permeabilidades que se encuentran dentro
de los márgenes de confianza obtenidos con el sondeo a resonancia magnética (SRM), siendo
las obtenidas por este último método más cercanas a las que se desvelan en el análisis
retrospectivo de los acontecimientos. Si bien los ensayos de infiltrometría són relativamente
sencillos y rápidos de ejecutar, tienen como inconveniente que solo pueden ser efectuados en
afloramientos de superficie y habitualmente en zona no saturada. Por otro lado los ensayos de
trazador requieren de una vía de inyección que no siempre se dispone y un tiempo de
seguimiento que puede ser largo. Finalmente los SRM tienen la ventaja de poder obtener la
permeabilidad directamente en un día de campo si se conoce la naturaleza del terreno.
5. AGRADECIMIENTOS
Agradecer a título póstumo la ayuda del Dr. Antonio Plata Bedmar en la interpretación de los
ensayos e indicar la forma de proceder en materia de isótopos y analíticas del agua.
6. BIBLIOGAFIA
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856 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
1
Geobrugg Ibérica S.A
2
Departamento de Geologia, Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, E-08193, España.
3
Universitat Politècnica de Catalunya
RESUMEN
Los depósitos glaciales del tipo morrena, suspendidos en forma de hombrera, yacentes sobre
sustratos paleozoicos y terciario, en los valles Pirenaicos, son en su mayor parte inestables a
medio y largo plazo. La evolución de estos depósitos desde el mismo momento en que se
inició la retirada de los glaciares que los generaron ha sido la de inestabilizarse ya fuese en
forma de deslizamientos rotacionales y/o flujos torrenciales.
La dinámica de laderas probablemente nunca había interferido como ahora con la actividad
humana y muestra de ello son los cada vez más numerosos desastres generados con las
lluvias en entornos de montaña. La actividad económica de la última década ha propiciado
una descontrolada ocupación del territorio construyendo en zonas históricamente conocidas
por la afectación de fenómenos torrenciales.
Los datos tomados automáticamente cada 6 horas durante los últimos dos años combinados
con el registro en la propia cuenca de la precipitación pueden ser de gran utilidad para
determinar la relación entre la precipitación y la infiltración en términos de presión de poro
efectiva y por ende poder llegar a determinar las condiciones de presión de poro en el
momento de la rotura del terreno.
857
858 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Los factores que condicionan y desencadenan deslizamientos, que pueden además evolucionar
a una corriente de derrubios, son múltiples y pueden concatenarse de manera compleja. Los
factores condicionantes pueden ser de tipo estático, tales como la naturaleza, estructura y
disposición de los materiales; o preparatorios-dinámicos, como la reducción de la resistencia
al corte por alteración o por la variación de las condiciones piezométricas (Glade and Crozier,
2005).
Las variables asociadas a los movimientos en masa desencadenados por lluvias son varias. La
complejidad en encontrar las probabilidades de alcanzar una profundidad de saturación crítica
y por lo tanto pronosticar la ocurrencia de movimientos en masa desencadenados por lluvias
es función de una gran cantidad de parámetros involucrados e íntimamente relacionados.
Gostelow (1991) e Iiritano et al. (1998) consideran que la lluvia puede actuar de dos formas
diferentes en la estabilidad de las laderas: por una parte (1) los eventos muy intensos que
causan una reducción de la resistencia al cortante por reducción de la cohesión aparente
generando movimientos en masa inicialmente superficiales o por otra parte (2) eventos de
lluvia de larga duración que generan deslizamientos mucho más profundos en terrenos
arcillosos y frecuentemente a lo largo de superficies de cizalla pre-existentes (Corominas,
2000). Determinar y monitorear los condicionantes preparatorios es fundamental, puesto que
pueden suponer el paso de un situación estable a inestable. En tal situación, un factor externo
como una sacudida sísmica o un episodio de precipitaciones puede llegar a desencadenar, de
manera casi inmediata, una corriente de derrubios (Wang y Sassa, 2006). El monitoreo de las
condiciones piezométricas en los depósitos potencialmente inestables puede mejorar
sensiblemente la comprensión de la respuesta hidrogeología frente a los episodios de
precipitación, especialmente en aquellos sistemas complejos que puedan albergar sistemas
multiacuífero colgados. Por lo tanto, dicho monitoreo junto con el de las variables climáticas
puede contribuir significativamente al desarrollo de sistemas de alerta temprana.
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 859
2. METODOLOGÍA
El valle de Boí se sitúa en la unidad estructural del Pirineo Axial (Fig. 1A). En la parte más
alta de la cuenca, hasta la altura de la Farga, está compuesta por un sustrato granodiorítico.
Los relieves más pronunciados corresponden a materiales devónicos, formados por calizas,
calco-esquistos y calizas “griotte”, alternando con niveles pizarrosos. Los relieves más
suaves, como los de la cara sur de Taüll o Durro, corresponden a pizarras y areniscas
cambro-ordovícicas y pizarras negras silúricas (Figura 1B).
Fig. 1. (A) Localización de la cuenca del barranco de Erill, en la comarca de la Alta Ribagorça (Lleida). (B)
Depósitos Cuaternarios; 2. Oligoceno; 3. Cretácico Superior; 4Jurásico y Cretácico Inferior; 5. Permo-
Triásico; 6. Carbonífero Post-Hercínico; 7. Carbonífero Pre-Hercínico; 8. Devónico; 9. Silúrico; 10.
Cambro-Ordovícico; 11. Silicified homfels; 12. Granodiorita de la Maladeta (Zwart, 1972).
En la cabecera de la subcuenca del Barranco de Erill se encuentran los picos de l’Aüt (2.530
m) y d’Erill (2.514 m), localizándose el thalweg del Río Noguera de Tor a una cota de 1.165
m, a su paso por la población de Erill la Vall (Figura 1A). En el área también se encuentran
formaciones cuaternarias que corresponden a coluviales de tipo canchal (Tarteres d’Erill),
depositados al pie de la ladera del Faro d’Erill (2.061m) y depósitos aluviales de terraza de la
Noguera de Tor. El barranc d’Erill-Barranc de Basco forma un cono de deyección en el límite
SSW de la población de Eril la Vall que, asentada sobre materiales paleozoicos, queda
ligeramente elevada respecto del vértice del cono. Colgados respecto de las citadas unidades
activas quedan colgados relictos de depósitos glaciares y periglaciares. El techo del depósito
de tipo morrena localizado al NNW de la población de Erill la Vall buza unos 18º SSE hacia
la dirección de valle y su relieve local es de casi 500 m. En su flanco E se observa la cicatriz
de resultado de varios eventos de corriente de derrubios, que deja expuestos los materiales de
3
860 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
tipo till que componen el depósito y que constituyen la principal área fuente del cono de
deyección de Erill la Vall.
El till del NNW de Erill la Vall está formado por una Unidad Inferior, constituida por una
diamictita compacta de matriz limo-arenosa, de color gris claro. Soporta bloques, cantos
rodados y gravas glaciagénicas de granito, esquisto y cuarcita. También incluye alternancias
de niveles lenticulares de lutitas y arenas, algunos de ellos con la laminación deformada.
Hacia el techo de esta unidad, la matriz es arenosa, con niveles de lutitas laminadas y gravas
lavadas, y la disposición de los bloques morrénicos es a contrapendiente (Vilaplana,JM;
1983). La Unidad Intermedia se dispone discordante, en contacto erosivo, sobre la unidad
inferior. Está formada por un sedimento compacto con matriz lutítica gris-azulada, con cantos
rodados y gravas estriadas. La litología es similar a la de la unidad inferior. Incluye bloques
que se encuentran orientados siguiendo un plano inclinado buzando SSE, hacia el valle,
circunstancia que sugiere una estructura de plano de cizalla producido sub-glacialmente por
la compresión del glaciar (Vilaplana,JM; 1983). Hacia el techo de esta unidad, y coincidiendo
con los llanos de “Les Bordes d’Erill”, se aloja un nivel de escasa potencia asociado a
depósitos de ladera más recientes, que se interpretan como removilizaciones de depósitos
morrénicos de glaciaciones anteriores. Por último la Unidad Superior está formada por
depósitos petrológicamente, texturalmente y estructuralmente equivalentes al techo de la
unidad inferior.
Los datos meteorológicos recopilados y analizados han sido facilitados por AEMET
(Agencia Estatal de Meteorología), ENDESA (Empresa Nacional de Energía) y METEOCAT
(Servei de Meteorología de Catalunya), además de los registrados directamente por la
estación instalada en la propia cuenca del barranco de Erill por parte del Convenio de
Investigación entre Forestal Catalana S.A., Centre Tecnològic Forestal, Universidad
Politécnica de Catalunya y Geobrugg (Tabla 1).
Cota Localización
Estación meteorológica Periodo observación
(m s.n.m.) Long (º) Lat. (º)
Erill-La-Vall (9740ª) 1.280 50..1 4231.. Mayo 1924 – Abril 1936
Enero 1951 – Septiembre 1959
Boí Central (PR9741) 1.096 48133 423022
Junio 1967 – diciembre 1997
Diciembre 1912
Octubre – Diciembre 1915
Senet (Pr 9734) 1.093 43561 423238 Enero 1917 – Noviembre 1931
Diciembre 1949
Enero 1952 – Diciembre 1991
Vilaller (9736) 960 42341 422734 Enero 1951 – Diciembre 1991
Llesp (PR 9744) 1.090 47101 422942 Enero 1967 - 1979
Tabla 1. Estaciones meteorológicas de las que se dispone registros.
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 861
Durante el mes de enero de 2011 se perforó un sondeo con recuperación continua de testigo
hasta una profundidad de 55 m. En sondeo se ubicó en el llano de Les Bordes, sobre la
Unidad Intermedia y a una cota de 1.600 m. Dicha perforación atravesó el depósito de till y
se empotró en el zócalo paleozoico una profundidad de 8 m. En el interior de los sondeos, y
coincidiendo con los niveles de mayor permeabilidad, se ejecutaron ensayos de conductividad
hidráulica de tipo Lefranc, de carga variable.
5
862 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Los datos de precipitación local fueron registrados por una estación meteorológica
automatizada, instalada en la propia subcuenca del barranco de Erill en el marco del Convenio
de Investigación entre Forestal Catalana S.A., Centre Tecnològic Forestal, Universidad
Politécnica de Catalunya y Geobrugg. Los valores se midieron de forma continuada, con una
medición cada hora pero se representaron de forma que pudieran ser comparados con los
piezómetros a la misma escala temporal. La correlación de los registros de precipitación local
y piezometría deberían permitir establecer la respuesta hidráulica de las distintas unidades
acuíferas albergadas en el depósito de till frente a dichas precipitaciones. Mediante el análisis
de dichas relaciones se ha pretendido definir el patrón de circulación de agua subterránea en el
seno del depósito.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 863
3. RESULTADOS
5 ARCILLAS
6,05 · 10 (-6)
ARENOSAS
GRAVAS
3,04 ·10 (-5)
GRUESAS PIEZO 4
10
15
ARCILLAS
6,32 · 10 (-7)
ARENOSAS
20
GRAVAS
9,05 · 10 (-5)
GRUESAS PIEZO 3
25
ARCILLAS
30 5,82 · 10 (-6)
ARENOSAS
35
GRAVAS PIEZO 2
8,55 · 10 (-5)
GRUESAS
40 ARCILLAS
9,02 · 10 (-5)
ARENOSAS
GRAVAS
2,60 · 10 (-5)
GRUESAS
45 PIEZO 1
50
CUARCITAS Y
MÁRMOLES
55
Fig.3. (A) Vista oblicua del afloramiento de la Unidad Intermedia y zonas de muestreo (B) Registro de los
materiales atravesados por el sondeo, resultados de los ensayos de conductividad hidráulica Lefranc y
profundidades a las que se instalaron piezómetros de cuerda vibrante.
Los principales niveles atravesados mediante el sondeo mecánico fueron correlacionados con
los expuestos en la cicatriz localizada a 15 m al E del sondeo (Figura 3). En dicho
7
864 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
afloramiento se muestrearon los niveles que se correspondían con aquellos en los que se
instalaron los piezómetros de cuerda vibrante. Los resultados de las determinaciones de
humedad natural y límites de Atterberg (Tabla 2), así como de su análisis granulométrico
(Figura 4), ponen de manifiesto que se trata de materiales predominantemente granulares y de
baja plasticidad.
Límites de
Profundidad Humedad natural
Identificación muestra Atterberg
(m) (%)
LL IP
M-5 3 0,9 No plástica
M-4 7 0,4 No plástica
M-3 15 0,4 20,2 6,9
M-2 27 0,3 20,2 6,5
M-1 33 0,3 No plástica
Tabla 2. Estado de humedad natural mediante secado en estufa (según norma UNE 103300:1993) y límites de
Atterberg (según norma UNE 103103:94 y 103104:93), de las muestras obtenidas sobre los materiales expuestos
en la cicatriz localizada al E del sondeo UNE 103101:1995.
100
90
Porcentage que pasa (%)
80
70
M-1
60
M-2
50
M-3
40
M-4
30
20 M-5
10
0
100 10 1 0,1 0,01
Tamaño (mm)
Figura 4. Curvas obtenidas mediante análisis granulométrico por tamizado (según norma UNE 103101:1995)
para las muestras en Tabla 1.
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 865
tras los episodios de lluvia (Figura 5). La amplitud de la variación piezométrica ha sido
similar para todos los piezómetros, en torno a los 20 kPa, equivalentes a 2 metros de columna
de agua. Por el contrario, los piezómetros instalados a mayor profundidad (36 y 44 m)
presentan variaciones piezométricas mínimas, manteniéndo siempre valores muy próximas a
0 kPa, que no parecen guardar relación alguna con dichos episodios de precipitación (Figura
5). Tal circunstancia pone de manifiesto que, mientras los niveles más superficiales (3, 9, y
23 m) han registrado presiones intersticiales positivas, es decir han entrado en carga
hidráulica, los niveles más profundos (36 y 44 m) no lo han hecho. Los valores negativos de
presión registrados pueden responder a ligeros cambios de humedad en el área circundante al
piezómetro (los piezómetros instalados pueden llegar a medir presiones negativas de hasta 35
kPa); al hecho de que los piezómetros se calibran en condiciones de laboratorio a 1 atm y, a
una altura de 1.600 m, la desviación del 0 relativo sería de hasta casi 20 kPa, y/o a cierta
deriva del transductor de cuerda vibrante debida a la relajación del filamento de acero.
Fig. 5 Representación gráfica de la precipitación diaria nivel piezométrico registrada por la estación
automatizada instalada en la subcuenca del barranco de Erill y piezómetros de cuerda vibrante.
9
866 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
en su nivel piezométrico tras las precipitaciones (Figura 6), de respuesta casi inmediata en el
más superficial (t1) y algo más espaciada en el tiempo para los otros dos (t2 y t3). Tras un
incremento rápido en el nivel piezométrico (carga), la presión se disipa con mayor lentitud,
durante periodos de tiempo que suelen ser del orden de 3 veces superiores (descarga). En
cuanto a la amplitud de la variación piezométrica (Δp) es similar, si bien para el piezómetro a
9 m de profundidad es algo superior (Δp2) (Fig.6).
Fig. 6 Ejemplo real de la respuesta de los piezómetros superficiales tras los episodios de lluvia.
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 867
4. CONCLUSIONES
De los resultados obtenidos se deduce que el depósito de till presenta un patrón de circulación
de agua subterránea complejo. A diferencia de lo que podría suponerse para un depósito de
materiales más o menos homogéneo y de permeabilidad moderada, la circulación vertical de
agua subterránea parece limitada y la mayor parte del flujo es canalizada por niveles de gravas
permeables y de reducido espesor. Teniendo en cuenta la sensibilidad de los niveles
piezométricos a las precipitaciones locales, todo parece indicar que las zonas de recarga están
muy próximas y que la circulación de agua subterránea responde a flujos muy locales. En
tales condiciones, si se tratase de un depósito homogéneo en el que la saturación se produce
por infiltración de agua de lluvia, se requerirían episodios de lluvia de gran magnitud para
inducir presiones intersticiales que llegaran a comprometer la resistencia al corte de los
materiales. Por el contrario, al tratarse de un sistema acuífero multicapa compuesto por
unidades acuíferas de limitado espesor, precipitaciones muy inferiores pueden hacer entrar en
carga hidráulica a dichos niveles y provocar localmente presiones intersticiales elevadas en
los niveles arcillosos que los confinan.
El espesor de los niveles permeables de gravas parece también un factor fundamental. Los
niveles más superficiales de reducido espesor (2 m) han respondido a precipitaciones
moderadas con aumentos del nivel piezométrico de hasta 2 metros de columna de agua; por el
contrario, los niveles más profundos y potentes (4-5 m) no han experimentado carga
hidráulica para dichas precipitaciones. Cabe señalar que los piezómetros se instalaron entre a
unos 2 metros por encima de la cota del muro y, por lo tanto, el hecho de que los piezómetros
no hayan registrado variación piezométrica no descarta que dichos niveles la hayan
experimentado.
11
868 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
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12
VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
869
870 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Por su parte, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) , que comenzaron a utilizarse en el
ámbito militar, han ido ampliando sus campos de aplicación al ámbito civil (Cox et al., 2004;
Nonami, 2007), como en agricultura de precisión (Jiménez-Berni et al., 2008; Grenzdorffer et
al., 2008), protección civil, incendios (Maza et al., 2011) y últimamente en la ingeniería, el
medio ambiente y los estudios del terreno (Longo et al., 2004). En el caso de los movimientos
de ladera, el empleo de los UAV va desde el apoyo a otras técnicas de detección remota
(Gong et al., 2010), la realización de inventarios mediante fotointerpretación (Lin et al.,
2010), el estudio de los efectos de eventos catastróficos (Yeh et al., 2011) o la evaluación de
la exposición de edificaciones o infraestructuras al riesgo de deslizamientos (Liu et al., 2011).
En otros casos, se abordan análisis más complejos elaborando modelos digitales del terreno y
ortofotografías de varias campañas, lo que permite estudiar la evolución de los movimientos
midiendo desplazamientos verticales y horizontales (Niethammer et al., 2012) o analizando
las fisuras en la masa movilizada (Stumpf et al., 2013).
En este trabajo se ha empleado un UAV para capturar información del terreno de forma rápida
al tiempo que de gran precisión y resolución. A partir de las fotografías tomadas a una altura
se obtienen los modelos estereoscópicos que permiten, por un lado, la observación de detalle
de los rasgos del terreno; y por el otro, la elaboración de modelos digitales del terreno y
ortofotografías. Comparando los datos de una campaña realizada en noviembre de 2012 y un
vuelo fotogramétrico de 2010, se puede estudiar la evolución de un flujo de tierras y avanzar
algunos datos sobre su actividad y diacronía (WP/WPL, 1993, Chacón et al., 2010).
En esta zona, las Unidades del Guadalquivir se encuentran cabalgadas por las Unidades
Intermedias Béticas, representadas por potentes series de calizas tableadas del Jurásico
Medio (Navarro et al., 2012), que forman un relieve prominente. Dicho cabalgamiento
está cortado por fallas normales de orientación NNW-SSE. Tanto el uno como las otras
presentan evidencias geomorfológicas y sísmicas de actividad (Sánchez-Gómez et al.,
2008; Peláez et al., 2005), por lo que pueden relacionarse con la elevación de los relieves
y con la desestabilización última de las laderas. El contacto está jalonado por pequeños
abanicos aluviales, potentes pies de ladera y travertinos, asociados a surgencias al pie de
las calizas jurásicas. La mayor parte de los travertinos de la zona aparecen involucrados
en los paleomovimientos, indicando una relación directa entre éstos y las surgencias. En el
caso estudiado, sobre las arcillas y margas deslizadas, se observan costras travertínicas de
varios decímetros evidenciando una surgencia de agua de forma más o menos continua.
Figura 1. Localización de la zona y distribución de los vuelos. Izquierda: Planificación del vuelo UAV.
2. METODOLOGÍA
Para poder comparar con datos previos, se ha recurrido a un vuelo de 2010, combinado de
cámara digital (Z/I DMC) y sensor LiDAR (Leica ALS50-II), con sistema inercial
GPS/IMU para la orientación directa del vuelo, que proporciona un pixel de 20 cm.
Para la orientación del vuelo UAV ha sido necesario levantar una serie de puntos de apoyo
fotogramétrico, en concreto 16 puntos repartidos por la zona de trabajo. Los puntos se han
materializado sobre el terreno mediante unas dianas, perfectamente identificables en las
fotografías, y han sido medidos mediante GPS diferencial, alcanzado una precisión
centimétrica (Figura 4).
A partir de estos puntos de apoyo y una serie de puntos de paso se ha orientado el vuelo,
mediante un proceso de aerotriangulación y ajuste de bloques por haces, obteniéndose las
precisiones que se muestran en la Tabla 2. Para ello se ha empleado una estación
fotogramétrica digital y el software Socet Set 5.5. Se puede observar un error planimétrico de
1,6 cm y un error altimétrico de 0,7 cm, lo que va a permitir medir desplazamientos de
elementos del terreno y modificaciones de la superficie del mismo, de orden centimétrico.
Por su parte, el vuelo de 2010 se ha orientado a partir de los parámetros de orientación directa
y una serie de puntos de control de segundo orden extraídos del vuelo UAV, lo que ha
permitido ajustarlo al mismo sistema de referencia que aquél. Estos puntos han de ser estables
y inequívocamente identificables en ambos vuelos, lo que no cumplen algunos de los puntos
medidos sobre el terreno que se sitúan en la zona inestable. Los datos y resultados de la
orientación de este vuelo se muestran igualmente en la Tabla 2. Los errores de este proceso y
los propagados de la orientación del vuelo de referencia son ahora algo superiores, de carácter
decimétrico, aunque con una precisión suficiente para medir desplazamientos en el flujo
estudiado, como se verá.
Los modelos digitales de superficie (MDS) de todos los vuelos (UAV y 2010), se han
obtenido por correlación automática (matching) a partir de los modelos estereoscópicos
orientados, utilizando las herramientas del software Socet Set 5.5. A partir de ellos, mediante
las herramientas de edición se elabora el modelo digital del terreno (MDT/MDE), incluyendo
líneas de rotura cuando sea necesario. La edición se realiza superponiendo las curvas de nivel
sobre los modelos estereoscópicos, ajustando las primeras al terreno y eliminado los detalles
correspondientes a la vegetación y otros objetos situados sobre aquél. La resolución de los
modelos es de 0,2 m para el vuelo UAV de 2012 y 1 m para el vuelo de 2010.
Las ortofotografías, que se muestran en la Figura 5, han sido obtenidas a partir de los
modelos, mediante las herramientas correspondientes del mismo software indicado antes. Las
ortofotografías del vuelo UAV se han elaborado con una resolución de 2,5 cm, y las del vuelo
de 2010 con una resolución de 25 cm, superiores al error planimétrico.
La comparación entre las campañas de observación ha sido hecha en este trabajo partiendo
de los productos descritos anteriormente:
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 875
Figura 5. Ortofotografías correspondientes a los dos vuelos fotogramétricos. Izquierda: Vuelo 2010; centro:
vuelo UAV 2012. Derecha: Vectores de desplazamiento horizontal.
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Figura 6. Evolución del movimiento (2010-2013): zonas de depresión (naranja) y de acumulación (azul).
La comparación entre los MDE muestra una cierta evolución entre 2010 y noviembre de
2012, mostrando las características zonas de depresión en la cabecera y acumulación en el
pie. No obstante, esta evolución se limita a una cierta retracción del talud ladera arriba,
que produce los mayores cambios, de orden métrico, entre las superficies del terreno
estudiadas; además, ya en la masa, se observan pequeños descensos de orden centimétrico
en la cabecera, y de una forma más clara, pequeños ascensos de magnitud decimétrica en
la zona de acumulación de la parte del pie y de los flancos (Tabla 3). Las tasas de
desplazamiento vertical medio en dos años y tres meses son de unos pocos centímetros por
año, tanto en las zonas de depresión como de acumulación, si bien lo más probable es una
evolución discontinua del movimiento, relacionada con episodios lluviosos.
observa una cierta dispersión de los vectores de desplazamiento en la zona central, lo que
es indicativo de ciertos giros característicos de una masa que fluye de una forma caótica.
5. CONCLUSIONES
El empleo de las plataformas o vehículos aéreos no tripulados (UAV) son un medio muy
útil para levantamientos rápidos a la vez que de gran precisión y resolución de zonas de
dimensiones hectométricas, y aún kilométricas. Hasta ahora han sido utilizados en el
ámbito civil, en agricultura de precisión y protección civil, pero está comenzando a
aplicarse en ingeniería y, más concretamente, en estudios de inestabilidad de laderas, y
también en taludes inclinados, debido a la posibilidad de realizar fotografías oblicuas.
En este sentido, equipos ligeros como el utilizado en este trabajo resultan muy adecuados
para actualizaciones y estudios evolutivos de movimientos de ladera, ya que permiten
trabajar a una escala intermedia entre las técnicas terrestres (GPS, topografía clásica, TLS,
fotogrametría terrestre…) y las aéreas (fotogrametría, LiDAR …). En esta escala se
pueden observar todavía rasgos morfológicos con bastante detalle, al tiempo que permite
abarcar zonas relativamente amplias. Asimismo estos equipos ligeros son muy ágiles y
sencillos de manejar, frente a otros equipos más pesados, pudiendo realizarse campañas en
unas pocas horas de trabajo, incluyendo la georreferenciación de los puntos de apoyo. A
medida que estos equipos ligeros vayan incorporando distintos sensores (cámaras
infrarrojas, LiDAR, Radar, etc.), su potencialidad irá en aumento.
Las mejoras del trabajo pasan en primer lugar por la utilización de más campañas UAV
para el seguimiento de la evolución futura del movimiento, al tiempo que de otros vuelos
previos disponibles, que permitan reconstruir su historia pasada, y relacionar todo ello con
el régimen de precipitaciones en la zona. De igual manera deberán incorporarse otros
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 879
Agradecimientos. Este trabajo ha sido financiado por los proyectos ISTEGEO RNM-06862
(Plan Andaluz de Investigación) y RICMI de la Corporación Tecnológica de Andalucía, así
como el Grupo de Investigación PAIDI TEP-213.
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VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palmade
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
Francisco MOYA GIMÉNEZ¹, José Luis PÉREZ GARCÍA¹, Tomás FERNÁNDEZ DEL
CASTILLO¹, José CHACÓN MONTERO2
¹
Grupo Sistemas Fotogramétricos y Topométricos (TEP 213 PAIDI). Departamento de Ingeniería
Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría.
Escuela Politécnica Superior de Jaén
Universidad de Jaén
RESUMEN
El presente estudio pretende valorar el uso de la técnica del láser escáner terrestre (TLS), en
el análisis cinemático de un talud de roca fracturado. Para ello se realizó una comparación
entre las familias de discontinuidades adquiridas por el método tradicional basado en la
brújula geológica con clinómetro, con las extraídas del modelo digital 3D derivado de éste
sensor, advirtiéndose resultados muy similares en ambos métodos. Los análisis cinemáticos
realizados coinciden en la detección de disposiciones potencialmente inestables, mediante
modos de rotura por vuelco y deslizamiento en cuña; y sin embargo, debido a problemas de
oclusión en la medición ajenos al método, difieren en la susceptibilidad al deslizamiento
planar. Los resultados obtenidos demuestran la utilidad de la técnica del láser escáner
terrestre como herramienta alternativa al método tradicional, para la extracción y el análisis
cinemático de datos de discontinuidades del macizo rocoso.
881
882 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
2. ZONA DE ESTUDIO
Los materiales rocosos aflorantes, presentan un alto grado de alteración en superficie y están
fuertemente fracturados, pudiéndose apreciar bloques caídos de tamaño métrico al pie del
talud. Se observa que el tratamiento del talud se encuentra en muy malas condiciones de
2
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 883
mantenimiento, con malla metálica y bulones de anclaje que han quedado aéreos en su mayor
parte, y un gunitado ya erosionado y casi completamente eliminado.
Figura 2. Vista del talud cubierto por malla metálica para retención de bloques y piedras.
3. METODOLOGÍA
El láser escáner terrestre utilizado en la investigación fue un Ilris-3D de la marca Optech con
un GPS acoplado (Figura 3), que proporciona una alta precisión geométrica y un alcance
suficiente. Se utilizó el software I-Site Studio 3.1 (Maptek, 2008) para la orientación de las
nubes de puntos y cambio de coordenadas, y el programa PolyWorks 9.0 (InnovMetric
Software Inc., 2005) para la generación y edición de los modelos de superficie y del terreno.
3
884 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
La metodología seguida se basó en un barrido láser desde tres estaciones de escaneo distintas,
situadas a una distancia aproximada del talud de 280 metros, evitando o minimizando de esta
manera zonas ocultas. Cada uno de estos barridos capturó una cantidad entre 1,5 y 2 millones
de puntos, con un espaciado en torno a 3 centímetros en la base y a 7 centímetros en la parte
alta del talud, resultando en una única nube de aproximadamente 2,2 millones de puntos
(Bueno, 2009).
3.3. Georreferenciación
Aun cuando la orientación relativa sería suficiente para obtener la nube de puntos y realizar
sobre ella el análisis cinemático, en este caso se ha optado por georreferenciar y orientar la
nube en un sistema global de coordenadas (SGC ETSR89), con objeto de que pueda ser
comparado y complementado con datos de campo o con otras campañas de escaneo (análisis
evolutivos). Las distintas metodologías aplicadas para el posicionamiento del sensor remoto,
dependen de la instrumentación utilizada, las distancias involucradas en las mediciones, el
número y distribución de las estaciones de medición, características del terreno y el software
de procesado de los datos (Pérez et al., 2011).
4
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 885
Una vez que se dispone de una nube de puntos única y georreferenciada, se procede al filtrado
de la misma para eliminar los artefactos no pertenecientes al terreno, tanto los de carácter fijo
(vegetación, cercas o construcciones), como móvil (vehículos, alambradas, etc.). En este caso,
la mayor parte de estos puntos corresponden a la malla protectora dispuesta sobre el talud. A
mayor ruido producido por la vegetación o por los errores de registro, más deficientes serán
los procedimientos de mallado automático, por lo que suele ser necesaria la participación
activa del técnico en la edición y diezmado de la nube de puntos (Pérez et al 2011).
A partir de la nube de puntos filtrada, se genera una superficie continua que corresponde al
modelo digital del terreno (MDT). A pesar de la alta resolución de la nube, existen vacíos
5
886 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
entre los puntos que es preciso llenar para facilitar la interpretación y la extracción de las
discontinuidades. Es posible además texturizar la superficie con una imagen orientada del
talud de alta definición, para construir un modelo foto-realístico (Buckley et al 2008).
La creación de un modelo de superficie continua se realizó a través del módulo IMMerge (del
paquete de programas Poyworks del grupo Innovmetric Software Inc., 2006). Este programa
permite la conversión de una familia de imágenes 3D alineadas, por ejemplo una nube de
puntos muy densa, en un modelo de redes de triángulos irregular (TIN) utilizando superficies
planas de ajuste entre las series de puntos (las ventajas de usar TIN han sido discutidas en
detalle por McCullagh, 1998).
En este caso la extracción se realizó con un método semiautomático con el apoyo del módulo
IMInspect (Polyworks Innovmetric Software Inc., 2006). Para ello se marcan manualmente
puntos que se identifiquen como pertenecientes a una discontinuidad y el programa extrae la
superficie, ajustándola a dichos puntos mediante un método de mínimos cuadrados (según el
algoritmo “best-fit point-to-surface alignment algorithm”, Guía de Referencia de IMInspect,
2005). De esta manera se detectan las áreas de alta discrepancia y se eliminan de forma
automática los puntos que no se ajusten bien a la superficie de referencia. Con esta
metodología de trabajo se han obtenido 122 superficies de discontinuidad, correspondientes 5
de ellas a la estratificación y 117 a los distintos juegos de diaclasas y fallas.
6
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 887
La fiabilidad de la técnica del láser escáner terrestre se llevó a cabo por comparación de los
datos así extraídos con los datos de discontinuidades obtenidos por el método tradicional de
brújula geológica con clinómetro (Sturzenegger and Stead, 2009 a y b; Ferrero et al., 2007,
2009). Para realizar una comparación correcta de dichas poblaciones de datos, hay que situar
ambas en un mismo sistema de referencia. Las medidas obtenidas con la brújula se
referencian al norte magnético, mientras que las nubes de puntos y los planos extraídos de
éstas se orientan en un sistema de referencia global con origen de ángulos horizontales en el
norte geográfico. Sin embargo, dado que la declinación magnética actual en el área de trabajo
apenas supera 1º, muy inferior al error instrumental, se ha desestimado esta corrección.
La población de datos obtenida mediante brújula y clinómetro se extiende hasta las 154
discontinuidades medidas, 11 de las cuales pertenecen a la estratificación, ordenadas según la
dirección de buzamiento y buzamiento de los planos; por el contrario, la población de datos
del TLS se ha de ordenar y a continuación realizar las operaciones trigonométricas, para poder
expresar los resultados de forma similar. Para evitar un procedimiento de ordenación manual
que consumiría mucho tiempo, se optó por exportar los datos a una hoja de cálculo y crear
una macroinstrucción que realizara la ordenación y las transformaciones de forma automática.
Una vez que se tienen los datos ordenados según la dirección de buzamiento y buzamiento, se
determinan los polos de los planos y se representan en una falsilla de Lambert o Schmidt. Se
genera un diagrama de contorno o densidad, en el que se promedia la concentración de polos
en un área de la red y se analizan las variabilidades de las familias de discontinuidades. Se
utilizó el programa DIPS v.5.1 de RocScience (http://www.rocscience.com/highlights), que
permite la proyección estereográfica de los datos así como el análisis de su distribución. Se
realiza un análisis clúster de los datos, mediante una distribución de Fisher, que representa el
porcentaje del total de polos por cada 1% de área del círculo de referencia, es decir, cuantifica
el grado de dispersión de los datos respecto de un vector promedio (Goodman, 1989).
7
888 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Las clasificaciones de los tipos de movimientos de ladera publicadas (Varnes 1978, 1984;
Cruden and Varnes 1996; Corominas y García-Yagüe 1997; Chacón, 2012), indican que los
tipos de movimientos característicos de los macizos rocosos son roturas planas, en cuña,
vuelcos, o bien roturas globales del conjunto, en el caso de macizos muy fracturados, con un
tamaño de bloque reducido y comportamiento mecánico isótropo. Las roturas de tipo planar,
en cuña o por vuelcos están fuertemente determinados por la disposición geométrica de las
discontinuidades respecto a la dirección e inclinación del talud.
Desde hace unos cincuenta años, multitud de autores han aplicado técnicas estereográficas en
el análisis cinemático de macizos rocosos (John, 1962; Goodman 1976; Piteau and Peckover
1978; Hoek and Brown 1980, Priest 1985). En esa línea, es frecuente que los programas de
análisis de la estabilidad de taludes rocosos incorporen la posibilidad de efectuar un análisis
cinemático previo mediante la proyección estereográfica. Para este trabajo se ha utilizado el
programa DIPS v 5.1 (Rocscience) basado en metodologías puestas a punto por Goodman
and Bray, (1976), Hoek and Bray (1981), y descritas en Turner and Schuster (1996).
8
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 889
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El diagrama de densidad de polos para los datos de discontinuidades (Figura 7) tanto del láser
escáner terrestre como los obtenidos por el método tradicional, presentan cuatro familias bien
diferenciadas cuyas orientaciones (polos) se muestran en la Tabla 2. En ambos casos, las
familias son bastante coincidentes y corresponden a la estratificación (S1), la menos
inclinada, y el resto (J1, J2, J3) a tres sistemas diferenciables de diaclasas. Esta coincidencia
permite validar los resultados de las medidas mediante TLS.
En general las cuatro familias muestran una baja dispersión (altos coeficientes de distribución
de Fisher), excepto la estratificación medida con el TLS (S1’). Este hecho puede deberse a las
dificultades para medir las discontinuidades subhorizontales desde una posición topográfica
más baja que el talud, como la que se tenía en el momento de la adquisición de los datos; a
esto se une el hecho de que pequeñas variaciones en la medida de superficies horizontales
produce una gran dispersión de la dirección de las mismas. Las dificultades de observación se
derivan a su vez de la oclusión de estas superficies a lo que se une su escasa apertura.
Figura 7. Familias de discontinuidades obtenidas por los métodos: a) brújula, b) TLS, c) comparación.
9
890 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 8. Análisis en el método TLS (1) y manual (2): rotura plana (a), en cuña (b) y por vuelco (c).
4. CONCLUSIONES
La técnica del láser escáner terrestre es una herramienta muy útil para la extracción de las
discontinuidades y para la elaboración del modelo tridimensional del macizo rocoso,
alternativa o complementaria del método tradicional de obtención de datos con brújula
geológica y clinómetro sobre el terreno. A partir de estos modelos, los análisis subsiguientes,
como los de tipo cinemático, objeto de este trabajo, se pueden abordar con mayores garantías.
10
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 891
Se observan varias ventajas sobre el método tradicional como la posibilidad de obtener datos
de las partes altas o inaccesibles del talud, disminuyendo los riesgos, y el disponer de un
modelo digital del talud correspondiente a un momento dado, a partir del cual se pueden
realizar análisis (clasificación del macizo, análisis cinemático, etc.) o estudios evolutivos. El
tiempo de ejecución, si se compara el empleado en la medida TLS con el necesario para la
técnica tradicional, es bastante similar e incluso inferior, teniendo en cuenta además el
almacenamiento automático de los datos. Sumando el tiempo de obtención del modelo en el
TLS, la duración es mayor, pero se dispone de un modelo realista y estable del talud.
Los trabajos futuros pasan por una mejora en las técnicas de georreferenciación (mediante el
posicionamiento GPS de las estaciones de escaneo o de dianas en la zona escaneada), la
extracción automática de las discontinuidades mediante el desarrollo de algoritmos y
programación de aplicaciones y la evitación de zonas ocultas, integrando para ello otras
técnicas cuando sea necesario. Asimismo se buscarán métodos de extracción de parámetros de
las discontinuidades como el espaciado o la ondulación, útil para el análisis cinemático.
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Simposio Nacional sobre Taludes
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Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
893
894 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Las corrientes de derrubios son procesos peligrosos, ya que pueden alcanzar velocidades muy
altas, movilizar un importante volumen de sedimento y recorrer grandes distancias. A parte de
este fenómeno, otros procesos como flujos hiperconcentrados, desprendimientos o
deslizamientos pueden ocurrir en cuencas torrenciales de alta montaña. Todos estos procesos
geomorfológicos pueden movilizar grandes volúmenes de material y producir cambios
topográficos en el terreno.
En las últimas décadas, las técnicas geomáticas han avanzado fuertemente (por ejemplo el uso
de Lidar o SAR) y su aplicación al estudio de movimientos de laderas ha aumentado
considerablemente nuestros conocimientos sobre mecanismos, causas y la dinámica (p.e.
Jaboyedoff et al., 2012). Sin embargo, existen muy pocos trabajos donde se han analizado los
procesos torrenciales a escala cuenca vertiente mediante técnicas geomáticas (Bremer y Sass,
2012)y ninguno que ha investigado la estimación de volumen de los eventos o de la tasa de
erosión.
Por ello, el objetivo principal del presente trabajo de investigación es la estimación de la tasa
de erosión en una cuenca torrencial muy activa. Para cumplir este objetivo, se intenta
determinar la magnitud de los eventos mediante diferentes técnicas.
2. LA CUENCA EL REBAIXADER
a) b)
Figura 1. a) Vista general y situación del barranco El Rebaixader. b) Mapa topográfico incluyendo las bases
del láser escáner terrestre (B) y de la verificación de los resultados(C).
La cuenca vertiente tiene su cota más elevada situada a unos 1710 metros de altura, con
una anchura de más de 200 metros y el cono de deyección finaliza aproximadamente a la
cota 1230, en la parte central de la cuenca se distingue claramente un canal de unos 200
metros de longitud i una anchura de 40 metros.
3. MÉTODOS Y DATOS
Los cambios morfológicos, que han afectado la cuenca, han sido analizados mediante
diferentes técnicas geomáticas para un intervalo de tiempo entre 1975 y 2012, incluyendo:
fotogrametría aérea, láser escáner terrestre (TLS) y láser escáner aerotransportado (ALS).
Cada una de estas técnicas ha aportado un modelo digital de elevaciones (MDE) con
diferentes características. A partir de los MDEs se han estudiado los cambios
morfológicos para determinar una tasa de erosión global que se puede relacionar a la
ocurrencia de corrientes de derrubios y otros procesos torrenciales. Las características de
cada uno de los modelos se resumen en la Tabla 1.
896 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Tabla 1. Características y origen de los diferentes modelos digitales de elevaciones analizados (la
resolución es tamaño de pixel del raster utilizado; ICC indica Institut Cartogràfic de Catalunya e IGN es
Instituto Geográfico Nacional).
Resolución
Fecha Área / extensión Técnica aplicada fuente abreviatura
(m x m)
1975 toda la cuenca 2x2 Fotogrametría Propia MDE1975
2005 toda la cuenca 5x5 Fotogrametría ICC MDE2005
2006 cono deyección 1x1 ALS ICC MDE2006
2010 toda la cuenca 5x5 ALS IGN MDE2010
Agosto/Octubre
toda la cuenca 2x2 ALS ICC MDE2011
2011
Mayo 2012 sólo zona activa 0.5x0.5 TLS Propia MDE2012.1
Octubre 2012 sólo zona activa 0.5x0.5 TLS Propia MDE2012.2
La obtención de Modelos Digitales de Superficie (MDS) empleando TLS está cada vez más
extendida. Existen diferentes tipos de sensores, atendiendo a su clasificación en función de la
forma de obtener las coordenadas de los puntos medidos, se puede diferenciar: triangulación
óptica, medida de diferencia de fase y tiempo de vuelo. Que irían de mayor a menor precisión,
de menor a mayor alcance y de mayor a menor velocidad de captura.
En el caso que nos ocupa se necesita un gran alcance por lo que se han de emplear sensores de
tiempo de vuelo. Los cuales miden la distancia a partir del tiempo que tarda un fotodiodo en
emitir y detectar una luz láser, de forma similar al proceso que utilizan los distanciómetros
electrónicos. Permiten obtener la situación de puntos en el espacio con una precisión
alrededor del centímetro para centenares de metros, capturando millones de puntos que
definen ese objeto tridimensionalmente.
Al realizar levantamientos para la obtención de Modelo Digital del Tereno (MDT) la zona de
estudio no se suele cubrir con un solo barrido, debiéndose realizar cambios de posición del
sensor. La nube de puntos en cada escaneado se encuentra referida al propio sistema de
referencia del sensor en cada estacionamiento, por lo se han de referenciar todas a un mismo
sistema para tener el modelo completo y posteriormente georreferenciarlas si fuese necesario.
La unión de las nubes se puede hacer de forma directa, cuando el sensor se puede estacionar y
orientar como en el caso tradicional topográfico, en este caso la nube ya estaría
georreferenciada. Pero también se puede realizar de forma indirecta, para ello es necesario la
utilización de dianas o puntos muy bien definidos en las nubes de puntos que sean visibles en
varios barridos y que permitirán el ajuste entre los diferentes conjuntos de datos. La
georreferenciación se realiza a partir de las coordenadas de las dianas o puntos de control.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 897
En el caso que se presenta se han realizado dos campañas empleando dos sensores diferentes.
En la primera de ellas realizada en mayo del 2012 se utilizó el HDS880 de Leica que tiene
rango nominal de escaneado de hasta 1400m a roca, con una ventana de captura de 80° V y
360° H, precisión 20mm a 1000m y 0.01º angular. En la segunda se empleo el LPM321 de
Riegl con un rango nominal de escaneado de hasta 6000m, una ventana de captura de 150º V
y 360° H, precisión 25mm a 50m y 0.009º angular.
En la primera campaña se realizó el barrido de la zona de estudio desde 8 bases. El
instrumento empleado es estacionable y orientable, introduciendo las coordenadas del
punto de estación y del punto visado, por lo que la georreferenciación es directa.
Desde estas 8 estaciones se debería haber cubierto toda la zona, pero posteriormente se
vio que debido a la menor reflectividad de la superficie en algunas de las zonas
superiores, correspondientes a las cárcavas, hay vacíos en los datos.
Una vez en gabinete se dio color a la nube de puntos pero, debido a la baja resolución de
la cámara interna del sistema, se comprobó que ésta no era de calidad. Antes de proceder a
la unión de las nubes de puntos capturadas en campo se realizó la limpieza de puntos
erróneos, causados principalmente por la niebla y lluvia presente durante la captura.
También se realizó el filtrado de la vegetación en función de la diferente reflectividad de
ésta respecto a la superficie del terreno. Esta labor se tuvo que finalizar de forma manual.
Se crearon polígonos que delimitan tanto la zona de estudio como aquellas con una alta
ocupación por parte de vegetación.
En la segunda campaña las diferentes nubes de datos se unieron y georreferenciaron
gracias a los prismas reflectantes situados en las bases de coordenadas conocidas. En este
caso se estacionó en 5 bases 3 de ellas coincidentes con las anteriores. Se colocó una
nueva base que permitía una mejor toma de la zona de cicatriz y otra que permitiera una
captura con más detalle del canal.
En este caso y debido al movimiento del sensor en una de las bases se tuvo que realizar un
proceso de unión de la nube con el resto atendiendo a la superficie y no a los prismas.
Al estar ambas nubes georreferenciadas se puede realizar la comparación de ellas de
forma directa. Pero al tener diferente resolución en las diferentes zonas es necesario crear
previamente una malla regular, en este caso se seleccionó un paso de malla de 25cm. De
esta forma posteriormente se puede calcular la diferencia de volúmenes en los prismas
creados entre ambas superficies (Schürch et al., 2011).
En el caso del ALS el sensor sigue el mismo principio de medida de distancias. El láser
emite pulsos y se determina el tiempo que tarda el pulso en rebotar y volver al sensor,
pero en este caso se pueden recibir varios pulsos (Baltsavias, 1999) conocidos como
primer y último rebote, siendo este último el que determina el MDT. El barrido se realiza
mediante un espejo que desvía el rayo de forma que se cubre el terreno en la dirección
perpendicular al avance del avión. Para el posicionamiento del sensor y
898 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
3.2 Fotogrametría
a) b)
Figura 2. a) Zona del fotograma central de la zona de estudio del vuelo de 1975. b) Ortofoto actual.
Las fotografías se efectuaron con una cámara Leica modelo RC30 de focal 152.96 mm,
con una altura media sobre el terreno de 3000 m, digitalizadas a un tamaño aproximado de
17000 columnas y 16000 filas, con una resolución de 25 µm/píxel. El programa escogido
para la orientación y obtención del modelo es el software Image Master de TOPCON,
debido a las posibilidades de trabajo que presenta. Para la orientación relativa se midieron
más de 60 puntos de control menor, haciéndolos coincidir con detalles bien definidos en
las fotografías y distribuidos de forma homogénea en toda la superficie de la segunda
fotografía. Se midieron los mismos puntos en las tres fotografías siempre que fue posible,
de esta manera se consigue formar un bloque que tendrá una mejor solución. Finalmente
se midieron 7 puntos de control de apoyo en terreno, desechando 2 puntos por sobrepasar
la tolerancia impuesta (1 m). Después del ajuste en bloque de los fotogramas se
consiguieron las orientaciones de las tres posiciones de cámara, así como las coordenadas
de los puntos de vista y apoyo menor. La resolución espacial conseguida en el terreno es
de 0.50 m en planimetría, con σ de 0.40 m tanto en planta como en altura (X, Y y Z), con
un residuo máximo de -0.97 m, 0.70 m y 0.52 m en X, Y y Z respectivamente.
Finalmente se restituyeron las líneas de ruptura, que en este caso se limitaron a la cabeza
del talud y a la línea de vaguada, y se creó un modelo por correlación automática con un
paso de malla de entre 0.50 y 0.60 m, y un total de 900000 puntos, de los cuales 300000
corresponden al modelo de estudio. Se editaron y desecharon aquellas partes del modelo
900 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
que correspondían con cubiertas vegetales o puntos mal correlados. A partir de este
modelo se pueden obtener otros derivados con paso de malla homogéneo y coincidentes
con los obtenidos por láser escáner o MDE actuales a partir de fotogrametría.
Los resultados obtenidos mediante técnicas geomáticas se han comparado con los datos
registrados en el sistema de auscultación in-situ. Los sensores instalados se pueden agrupar en
dos conjuntos: 1) unos están relacionados con la formación de corrientes de derrubios, y 2)
otros están instalados para observar la dinámica de flujo.
Para el presente trabajo, se han utilizado datos de los sensores relacionados a la dinámica
de flujo, con el objetivo de estimar el volumen de cada evento observado. Para esta tarea
se han estudiado los datos de los geófonos, que miden la vibración del terreno generada por
los procesos, un sensor de ultrasonidos, que mide el calado del flujo, y una videocámara.
Con toda esta información auscultada se ha podido estimar el volumen, V, de cada proceso
torrencial. Finalmente, se han estimado el volumen para 6 corrientes de derrubios, 11 flujos
hiperconcentrados y 4 desprendimientos que han ocurrido entre agosto 2009 y octubre 2012.
4. RESULTADOS
La verificación nos muestra que los MDE creados mediante Láser escáner (MDE2012.1 y
MDE2012.2) tienen una cierta variación de 0,5 metros alrededor de 0. Los modelos raster 5x5
(MDE2005 y MDE2010) muestran unos rangos de valores menos homogéneos (debido a la poca
resolución que tienen la variabilidad de los valores es mucho mayor), con los datos
obtenidos podemos concluir que la precisión está entre 0,5 y 1 metro. Los valores del
Modelo de 1975 nos confirman la precisión alrededor de 1 metro que nos indicaba el
programa de fotogrametría.
Se han realizado 4 comparaciones entre los modelos disponibles, la comparación consiste
en "restar" el modelo más antiguo del más actual. Los modelos obtenidos de la
comparación son los representados en la figura siguiente. Los valores negativos del raster
obtenido nos indican erosión y los positivos acumulación, para obtener los volúmenes de
erosión hemos calculado el volumen del modelo utilizando solo los valores negativos. Los
resultados son los descritos en la tabla siguiente y visualizado en Figura 4a. Los valores
de esta tabla nos dan una tasa de erosión media anual de casi 15000 metros cúbicos
(14579 m3).
Tabla 3. Cambios de volumen calculado en dos MDEs diferentes y estimación de la tasa de erosión.
MDEs comparados Erosión (m3) Intervalo (años) Tasa erosión anual (m3/a)
MDE2012.1 vs MDE2012.2 -14807 1 14807
MDE1975 vs MDE2011 -624028 38 16421
MDE2005 vs MDE2010 -79495 5 15899
MDE2011 vs MDE2012.2 -22376 2 11188
Los resultados obtenidos mediante la auscultación in-situ indican que los procesos
torrenciales detectados entre Agosto 2009 y Octubre 2012 movilizaron masas con volúmenes
muy pequeños (desprendimientos de 10 - 50 m3) a volúmenes grandes (corrientes de derrubios
de 2100 m3 a 16200 m3). El volumen de cada evento y la suma anual y la media anual están
ilustrados en Figura 4b mostrando una tasa de erosión media de aproximadamente 15000 m3
entre 2009 y 2012.
902 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Figura 3. Cambios morfológicos observados en diferentes MDEs. Ver Tabla 1 para las abreviaturas.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 903
a) b)
Figura 4. Resumen de la tasa de erosión estimada mediante técnicas geomáticas comparando diferentes
MDEs (a) y mediante auscultación in-situ (b).
Finalmente, se han comparado los resultados obtenidos mediante técnicas geomáticas con los
datos registrados en el sistema de auscultación in-situ. La comparación indica que los
resultados son muy similares. Los datos geomáticos nos reflejan una tasa de erosión anual
ligeramente inferior a 15000m3 mientras que la auscultación nos da unos resultados un poco
superiores a este valor.
20000
15000
volumen (m3)
10000
Figura 5. Comparación de las tasas de erosión calculadas mediante técnicas geomáticas y auscultación in-
situ.
904 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
5. CONCLUSIONES
Se han calculado la tasa de erosión en una cuenca vertiente afectada por procesos torrenciales.
Mediante técnicas geomáticas se han podido estimar cambios de volumen en los MDEs entre
los años 1975 y 2012; y comparar estos resultados con la estimación de volumen que se ha
obtenido de la auscultación in-situ del torrente.
A parte de diversos problemas en las dos campañas del láser escáner terrestre de larga
distancia se han creado MDEs de alta resolución. La comparación entre estos dos MDEs y
otros MDEs existentes ha revelado una tasa de erosión anual de aproximadamente 15000m3,
que coincide bien con los datos medidos entre 2009 y 2012 en la auscultación in-situ.
AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo ha sido subvencionado por los proyectos nacionales DEBRIS-CATCH y
DEBRISTART (CGL2008-00299/BTE and CGL2011-23300).
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VIII
VIII Simposio
Simposio Nacional sobre Taludes
Nacional sobre Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma
Palma de
deMallorca,
Mallorca, Junio
Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
905
906 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
1. INTRODUCCIÓN
Los resultados obtenidos se han aplicado para la identificación de diferentes parámetros del
movimiento tal como sus pautas de velocidad, actividad, diacronía e intensidad.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 907
2. ZONA DE ESTUDIO
El deslizamiento estudiado está localizado en torno al canal del Río Guadalfeo, próximo a la
localidad de Almegíjar, aunque no llega a afectar a infraestructuras o edificaciones relevantes
(Figura 2). Se trata de un deslizamiento en apariencia traslacional, con unas dimensiones
aproximadas de 250 m de longitud, 300 m de anchura y 140 m de desnivel. Las litologías
afectadas por el deslizamiento son principalmente filitas y cuarcitas de edad Permotriásica,
correspondientes al Complejo Alpujárride de las Cordilleras Béticas. Sin embargo, se localiza
en una zona general de inestabilidad, donde se pueden observar bloques inestables y grietas
que afectan a las rocas carbonatadas suprayacentes (Figure 2).
3. METODOLOGÍA
Los vuelos más antiguos, correspondientes a 1956, 1992 y 2001, al ser analógicos,
requieren una digitalización. Este se ha llevado a cabo mediante el escáner fotogramétrico
Vexcel Ultrascan 5000 con un tamaño de pixel de 15 micras que da lugar a imágenes con
la resolución mostrada en la Tabla 1.
El vuelo fotogramétrico más reciente se tomó como referencia debido a su alta resolución
y precisión. Previamente este vuelo había sido orientado mediante los datos de orientación
directa (GPS e inercial) y puntos de paso. Los parámetros de orientación y el control de
calidad de la misma realizado a partir de 20 puntos de chequeo se muestran en la Tabla 2.
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 909
Por su parte, los datos brutos de LiDAR (raw data) fueron orientados ajustando las
distintas pasadas en una única nube de puntos y a continuación ajustando altimétricamente
dicha nube al vuelo fotogramétrico. Este ajuste se produjo mediante una traslación o
desplazamiento vertical de los primeros de en torno a -0,45 m, una vez analizada la
relación entre ambas superficies. La operación es crítica ya que ambos conjuntos de datos
fueron tomados como referencia para orientar los modelos y elaborar los MDT históricos.
El resto de los vuelos correspondientes a otras campañas se han orientado mediante puntos
de control de segundo orden extraídos desde los fotogramas correspondientes al vuelo de
referencia y a los propios vuelos históricos. Los resultados de este proceso de orientación,
se muestran en la Tabla 2. Este procedimiento permite reducir el número de puntos de
control y al mismo tiempo asegura de forma inmediata que los puntos sean observables,
accesibles e inequívocamente reconocibles en ambos vuelos, lo que no siempre es posible
en las metodologías basadas solamente en puntos medidos sobre el terreno.
El MDE de referencia se obtuvo directamente a partir de los datos LiDAR (2010), una vez
que estos datos han sido corregidos procesados y editados a través de la observación de
las curvas de nivel superpuestas en el correspondiente modelo estereoscópico (Figure 3).
Para elaborar los MDE históricos, se observa el MDE de referencia sobre los distintos
modelos estereoscópicos y, a continuación, se edita en aquellas zonas donde se observe
una falta de coincidencia o se recalcula mediante correlación automática en caso de que la
superficie sea suficientemente amplia (Fernández et al., 2011). Este procedimiento
conserva la resolución y precisión del MDE reciente y al mismo tiempo evita introducir
ruido en aquellas áreas donde el terreno no ha sufrido cambios significativos (Figura 3).
Figura 3. Evolución del movimiento (1996-2010): zonas de depresión (naranja) y de acumulación (azul).
4. RESULTADOS
La comparación entre los MDE de 1956 y 2010 -el primero y el último de la serie-
muestra dos áreas bien diferenciadas: la zona de depresión en la parte superior del
deslizamiento y la zona de acumulación en la parte inferior (Figuras 3 y 4).
VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 911
En relación con los periodos considerados y puesto que estos tienen distinta amplitud, la
comparación más útil es la que se establece entre las tasas anuales de desplazamiento. Así,
las mayores tasas se producen en los periodos 1992-2001 (0,32 m/año en la zona de
depresión y 0,20 m/año en la de acumulación) y 2008-2010 (0,21 m/año y 0,12 m/año);
por el contrario, las menores tasas de desplazamiento se encuentran en el periodo 2001-
2008 (0,04 m/año en ambas zonas), mientras que la tasa del periodo 1956-2010 tiene un
valor intermedio (0,15 m/año y 0,07 m/año), similar a la del periodo completo de estudio.
No obstante, si en vez de considerar como primer periodo el correspondiente a 1956-1992,
se considera el de 1989-1992, la tasa del mismo alcanza un valor (1,74 m/año y 0,85
m/año), significativamente superior a todos los demás periodos.
912 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Por periodos, se encuentran unos resultados equivalentes, con valores máximos de los
materiales movilizados en los periodos 1992-2001 (9500, 5000 y 4440 m3/año) y 2008-
2010 (9200, 3600 y 5600 m3/año) y mínimos en el periodo 2001-2008 (1300, 1200 y 100
m3/año), mientras que en el periodo 1956-1992 se observan unas tasas similares (5000,
1500 y 3500 m3/año) a las del intervalo completo. Si se considera como origen del
deslizamiento el año 1989, las tasas volumétricas del primer periodo son
significativamente mayores (casi 60000 m3/año, más de 18000 m3/año y 13000 m3/año).
5. DISCUSIÓN
A partir de la observación de los modelos digitales del terreno y los perfiles, se deduce
una morfología plana para el escarpe y en consecuencia para la superficie del
deslizamiento, con una masa de espesor limitado a unos 50 metros, parcialmente
erosionada y afectada por corrientes derrubios en la superficie. No se observan evidencias
claras de rotación, aunque de acuerdo con datos complementarios (Palenzuela et al.,
2011), la reactivación del deslizamiento en el periodo 2009-2010 se produjo según un
patrón de acortamiento longitudinal a lo largo de la dirección de la pendiente con una
extensión perpendicular a ella, resultando en un abombamiento de la zona inferior
(Agliardi et al., 2001).
6. CONCLUSIONES
Sin embargo, la investigación en curso precisa de más datos de detalle sobre los
desplazamientos y su evolución, empleando un mayor número de vuelos, disponibles
principalmente en la última década, e incorporando otras técnicas como el láser escáner
terrestre (TLS), la fotogrametría de gran escala y bajo coste a partir de vehículos ligeros
no tripulados (UAV), así como redes de sensores inalámbricos dispuestos sobre la
superficie del terreno (WSN) para monitorizar el movimiento.
Por otra parte, la utilización de otras técnicas de análisis como la determinación de vectores
de desplazamiento 3D o el cálculo de distancias absolutas (ortogonales a la superficie del
terreno) pueden ayudar a definir el movimiento de una forma más precisa. Finalmente, debe
procurarse la extensión de los estudios locales a estudios regionales, que permitan la
elaboración de mapas de peligrosidad más precisos y realistas.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por el proyecto ISTEGEO RNM-06862 (Plan Andaluz de
Investigación) y los proyectos CGL2008.04854 y TIN2009-09939 del Plan Nacional de Investigación,
así como los Grupos de Investigación PAIDI TEP-213 y RNM-221.
REFERENCIAS
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VIII
VIII Simposio Nacional sobre
Simposio Nacional sobre Taludes
Taludes yy Laderas
Laderas Inestables
Inestables
Palma de Mallorca, Junio
Palma de Mallorca, Junio 2013
2013
E.Alonso,
E. Alonso,J.J.Corominas
CorominasyyM.
M.Hürlimann
Hürlimann (Eds.)
(Eds.)
CIMNE,
CIMNE, Barcelona,
Barcelona, 2013
2013
RESUMEN
En este trabajo se presentan las medidas adoptadas para frenar y vigilar la apertura de una
grieta de tracción de un posible deslizamiento, situado en la cabecera de una cantera de
áridos en el municipio de Padul (Granada). La grieta, muy penetrativa y con 200 m de
longitud, presenta ya desplazamientos verticales de varios centímetros, y amenaza la única
pista forestal de acceso al Parque Nacional de Sierra Nevada, en su sector occidental. La
actividad de la grieta, monitorizada con una serie de hitos topográficos, está directamente
relacionada con los eventos de lluvias intensas en la zona. Para desviar la escorrentía
superficial se han llevado a cabo una serie de medidas de drenaje, que han funcionado con
éxito en el reciente periodo lluvioso 2012-2013.
1. INTRODUCCIÓN
El Macizo de Sierra Nevada es el techo de la Península Ibérica, con varios picos que superan
los 3000 metros de altura, siendo el más alto el Mulhacén con 3479 m. Tiene una superficie de
unas 172.000 hectáreas y está situado en el corazón de las llamadas Zonas Internas de la
Cordillera Bética.
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918 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
En entorno del Parque Nacional, y dentro del Parque Natural, en el margen occidental de
Sierra Nevada (borde Padul), existen una serie de explotaciones mineras a cielo abierto donde
se explotan para áridos los materiales carbonatados triásicos dolomíticos del Complejo
Alpujárride. Estos materiales se encuentran intensamente tectonizados, fracturados y
diaclasados, ya que están afectados por numerosas fallas de borde del macizo de Sierra
Nevada, algunas de ellas activas desde el Mioceno Superior. Esto determina un
comportamiento homogéneo de sus dolomías, que puede asimilarse al de un suelo desde el
punto de vista geotécnico.
Para controlar la evolución de las fracturas, la Administración del Parque Nacional de Sierra
Nevada, en colaboración con el IGME, han instalado cuatro puntos topográficos de control, a
lo largo de la fractura principal, en los que se han realizado mediciones periódicas. Así mismo
se han establecido unas medidas de drenaje para la reconducción de la escorrentía superficial
de la zona fuera del área de influencia del posible deslizamiento.
En el presente trabajo se analizan las diferentes medidas adoptadas, tanto para hacer el
seguimiento de la evolución de la grieta de tracción, como para evitar su desarrollo, teniendo
en cuenta el interés estratégico de la zona como vía de acceso a este sector de Sierra Nevada.
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 919
Las unidades del Complejo Alpujárride se caracterizan en general por tener un paquete inferior
Paleozoico de metapelitas grafitosas oscuras y cuarcitas con niveles de gneises; un conjunto
intermedio de metapelitas pobres en grafito, de diversos colores claros con niveles de cuarcitas,
carbonatos y yesos, de edad Permo-Triásica; y por último un paquete carbonatado superior de edad
Triásica. Este último paquete está formado por calizas y dolomías más o menos marmorizadas
dependiendo de la unidad a la que pertenezcan, siendo en general más metamórficas las unidades
superiores. Tiene espesores de hasta varios cientos de metros y es el material más abundante en el
área, formando entre otras las sierras de la Silleta (1521 m) y del Manar (1336 m) (Fig.2).
Fig. 1. Contexto geológico de la zona de estudio en el ámbito del Complejo Alpujárride de las Zonas Internas de
las Cordilleras Béticas, en el borde occidental de Sierra Nevada.
En concreto los materiales objeto de estudio son las dolomías y mármoles dolomíticos muy
brechoides que llegan a tener aspecto de cataclasitas en grandes extensiones. Esta intensa
tectonización, fracturación y diaclasado, se debe a que están afectados por numerosas fallas de
borde del macizo de Sierra Nevada, algunas de ellas activas desde el Mioceno Superior. La
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920 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Fig. 2. Mapa geológico de la zona de estudio, donde se localizan las canteras de áridos que explotan las dolomías
Alpujárrides, en el entorno de la falla del Padul.
Las primeras observaciones de las grietas fueron realizadas a finales del año 2009 por los
agentes y celadores del Espacio Natural de Sierra Nevada, en una curva de la pista forestal que
discurre desde la población de Marchena (Padul), en dirección hacia La Maguera y Ermita
vieja en la Sierra de Dúrcal. Dichas fracturas afectaban tanto al firme y taludes de la pista
forestal como al cerro próximo rodeado por dicha curva. La mayor grieta que afectaba al firme
de dicha pista, que llego a tener hasta 60 cm de apertura y más de 3 m de profundidad, ha sido
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VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables 921
reparada en varias ocasiones en los últimos años, debido a que afectaba al tráfico que circula
por ella hasta llegar a imposibilitarlo.
Fig. 3. Cartografía de la grieta de tracción en la cabecera de la cantera, con una dirección N110ºE.
Los materiales geológicos que constituyen la zona, y que se explotan en la propia cantera, son
las dolomías triásicas del Complejo Alpujárride, muy tectonizadas y alteradas, debido a la
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922 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
penetrativa red de fracturación en este sector de la Sierra de Dúrcal, que sigue una dirección
predominante N135ºE, paralela a la falla del Padul-Nigüelas (Delgado et al., 2002). Esto
determina un comportamiento homogéneo del material que puede asimilarse a un "suelo",
desde el punto de vista geotécnico. Debido a las fuertes pendientes de la zona, y al fuerte
poder erosivo del agua provocado por las lluvias, en ocasiones torrenciales (hasta 547,7 mm
en un mes), se observan intensos procesos erosivos que dan lugar a morfologías de cárcavas,
que son muy patentes a cotas superiores de la cabecera de la cantera (Fig. 4).
En cuanto a las grietas, se trata de multitud de fracturas subparalelas que forman una familia
con dirección que varía entre N105ºE y N115ºE, y buzamiento subvertical, asociadas a una
fractura principal. Estas fracturas corresponden a grietas de tracción pertenecientes a la
cabecera de un deslizamiento incipiente. La anchura de estas fracturas varía entre los 5 y 15
cm, y la mayor parte no tienen aún relleno en su interior, lo que indica que son muy recientes.
La grieta dominante tiene una dirección N11OºE y está localizada a una cota media en torno a
los 1090 m.s.n.m. Es subparalela al frente de la cantera en este sector, el cual está situado a
unos 50 m al SO de dicha grieta. Este frente de explotación, más cercano a la zona afectada
por el deslizamiento, tiene una altura de unos 110 m y se encuentra abancalado mediante
taludes de entre 20 y 25 m de altura y bermas de unos 8 metros de anchura. La zona más baja
de este frente consiste en un talud de unos 75º de inclinación y una altura aproximada de 40
metros (Fig.4).
La grieta es muy penetrativa, con un buzamiento de unos 70º hacia el SSO, y puede seguirse
su trazado a lo largo de una longitud de 200 m (Fig. 3 y 4). La apertura y profundidad de la
grieta varía a lo largo de su recorrido, pero se han medido aperturas de hasta 60 cm y
profundidades superiores al metro. Cabe destacar que se observa en la grieta un
desplazamiento vertical de unos 30 cm, con sentido hacia SSO (Fig.4). Se trata de una grieta
reciente y activa, ya que corta al escaso suelo vegetal existente y no se observa ningún relleno
natural de la misma.
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Fig. 4. Detalles de la grieta de tracción que afecta a la cabecera de la cantera y llega a cortar la pista forestal de
acceso al Parque Nacional de Sierra Nevada.
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924 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
lluvia, saturando el terreno superficial y aumentando las presiones intersticiales puede explicar
la generación del deslizamiento. En nuestro caso, la capacidad de infiltración se ve favorecida
por la escasa vegetación, así como por la presencia de materiales altamente brechificados y
fracturados en la zona afectada, lo que determina una elevada permeabilidad de los mismos.
La influencia del agua está directamente relacionada con el volumen e intensidad de las
precipitaciones y con su distribución. También depende del régimen climático de cada zona.
En el área que nos ocupa el clima mediterráneo esta caracterizado por lluvias torrenciales,
pudiendo sobrepasarse la media anual en unos pocos días de lluvias intensas.
Para analizar los datos de precipitaciones en la zona de estudio hemos elegido la estación
meteorológica de “El Robledal de Cañar”, perteneciente a la red de seguimiento del cambio
global en Parques Nacionales. Está situado a 15 Km al SE y se localiza en la misma vertiente
de Sierra Nevada, por lo que las características climáticas son muy parecidas. El periodo de
tiempo de registros es desde enero de 2008 a febrero de 2013.
Como pueden apreciarse en la Fig. 5, la precipitación anual de los años 2011 y 2012 es
inferior a la media de la zona (452 mm), mientras que el resto de años fueron más lluviosos,
destacando el año 2010 que tuvo una precipitación anual cuatro veces superior a los valores
medios. Haciendo un análisis mensual, se observa cómo en el periodo comprendido entre
diciembre de 2009 y febrero de 2010, así como de noviembre a diciembre de 2010, los meses
fueron extraordinariamente lluviosos, destacando el mes de diciembre de 2010 en el que se
superó la media anual de la zona con 547.7 mm. También cabe destacar que, aunque el año
2012 no fue demasiado lluvioso, en el periodo comprendido entre septiembre y noviembre las
precipitaciones fueron muy abundantes, y continúan en la actualidad.
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Fig. 5. Valores de precipitaciones mensuales en el periodo comprendido entre 2008 y la actualidad. Los
vigilantes del parque constatan que, tras los picos de lluvias la grieta se abría, procediendo a su tapado en el
firme de la pista forestal
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926 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Para ello se efectuaron en el mes de noviembre de 2012 las siguientes actuaciones (Figura 6):
Para controlar la apertura de la grieta y hacer así un seguimiento del movimiento de la ladera,
en el mes de Julio de 2012, se instalaron una serie de testigos en tres estaciones de medida a lo
largo de la grieta de tracción. Las medidas se han ido realizando con una periodicidad de 15
días hasta el mes de Marzo de 2013, cubriendo un periodo de nueve meses. En ninguna de
estas medidas se han detectado movimientos significativos de apertura de la grieta, incluso
tras el actual periodo lluvioso, que comenzó en el mes de septiembre de 2012, y continúa
hasta la fecha de envío del presente artículo. Los resultados reflejan la eficacia de las medidas
de drenaje realizadas.
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Fig. 6. Medidas de drenaje para desviar la escorrentía superficial y evitar su infiltración en la zona de la grieta
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928 VIII Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables
Parece que la grieta tiene una relación directa con el descalce de la ladera, producido por la
actividad minera en ese sector, ya que se han modificado los esfuerzos naturales que
mantenían el equilibrio de la misma. La coincidencia de la dirección de la grieta con el frente
del talud minero, así como la relación temporal entre la apertura de la grieta y la explotación
de este sector de la cantera, parecen corroborar esta afirmación.
Las aperturas periódicas que ha tenido esta grieta de tracción entre los años 2009 y 2012, de
hasta 60 cm de anchura y profundidades de unos 3 metros, han estado influenciadas por los
periodos de abundantes e intensas precipitaciones.
Las medidas de drenaje adoptadas en noviembre de 2012 parecen tener un efecto muy positivo
sobre la estabilidad de la ladera, no detectándose movimientos significativos en la grieta. A
pesar del periodo húmedo que acontece desde el otoño de 2012 hasta el presente, ni la
apertura, ni el desplazamiento vertical en la grieta se han incrementado, lo que confirma la
eficacia de las medidas adoptadas.
Agradecimientos
Referencias
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