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ASPECTOS GENERALES ACERCA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA

El análisis etimológico del término comunicación nos remite a su raíz latina "communicare" que significa
"poner algo en común con otro". Ya este análisis establece per se la idea de 'poner en comunidad', de
'compartir' e implica, por tanto, una 'acción participativa'. Comunicación implica también 'comunicantes',
'proceso', 'necesidad', 'capacidad', 'relaciones', 'mensaje', 'código'.

A pesar de que en algunas especies animales, que viven en organizaciones bien estructuradas, podríamos
hablar de comunicación -en sentido técnico- (en tanto flujo de información, visible por ejemplo en estrategias
de caza de las sociedades lobunas); obviamente acotaremos nuestros análisis a la comunicación humana,
entendida esta como la transmisión de ideas y pensamientos con el objetivo de "ponerlos en común"
con otros, pues, en la escala biológica, somos los seres humanos los capacitados para construir y estructurar
lenguajes conformados por símbolos con significados, necesarios para el desarrollo de la comunicación. Todo
lenguaje tiene una función reguladora en tanto que a través de él nos comunicamos y coordinamos nuestra
actividad.

La vida en sociedad presupone la comunicación entre sus miembros y por tanto la creación y
utilización de un código de comunicación compartido. El hombre, como ser social, ha ejercido la práctica
de la comunicación desde que comenzó a agruparse con sus congéneres para emprender su ininterrumpida
marcha ascendente en el dominio del planeta que lo ha acogido.

Diferencias entre la comunicación y la información

Podemos establecer el concepto de información como "el conjunto de datos, procesados y organizados,
sobre un determinado ente o fenómeno. Estos datos son obtenidos fundamentalmente en la interacción con el
entorno y donde las percepciones sensibles juegan un papel primordial como base del conocimiento en una
posterior integración".
Los datos conforman la información y están dirigidos a aumentar la utilidad de la misma. A la vez, la
información tiene la propiedad de hacer más cómoda la utilización de los datos, en tanto estos son un medio
para organizar la información.

La información, por tanto, es base a la vez que resultado de los conocimientos obtenidos en la interacción con
el entorno y que en un proceso de espiral ascendente, servirá para "ajustar" las posteriores y sucesivas
interacciones con dichos entornos. Podemos asegurar, entonces, que la información es imprescindible para
tomar las decisiones correspondientes en nuestra interacción con el entorno.

La información, en tanto datos organizados, constituye un basamento fundamental en nuestro conocimiento


de los entornos que nos rodean y con los que interactuamos. En sí misma no constituye un conocimiento,
sino que aporta los datos necesarios que nos permiten documentar la realidad o la parte de ella de la que
provienen dichos datos, para que, en un proceso de elaboración y organización de estos, podamos extraer los
conocimientos necesarios sobre dicha realidad. La información es un proceso previo; es la actividad
consciente del hombre quien la dota de utilidad al valorar lo significativo de la información y organizarla y
convertirla en conocimiento. El conocimiento es el proceso conclusivo.

Breve historia en la evolución de los procesos comunicativos

La práctica de la comunicación ha estado indisolublemente ligada al desarrollo de las sociedades humanas


desde su etapa primitiva (Homo Sapiens, 150 mil años). Primero fueron gestos mímicos y sonidos guturales,
hasta que cambios en su evolución física y cognitiva permitieron en primer lugar la aparición del protolenguaje
y luego la aparición del lenguaje como tal, hace aproximadamente 100 mil años. Surgen así las conocidas
como "sociedades orales" que antes de la creación de la escritura necesitaron conservar, almacenar y
trasmitir todo tipo de información y conocimientos acerca de su historia, mitos, nombres, y rituales.
La aparición de la escritura, basada en lo que posteriormente se denominarían símbolos y signos lingüísticos,
se produce en el momento en que los hombres abandonan la vida nómada y pasan de ser recolectores y
cazadores a agricultores y ganaderos y donde aparece también la primera división social del trabajo. Las
primeras manifestaciones de la escritura fueron, sobre todo, anotaciones contables realizadas por los grupos
dominantes, fundamentalmente la clase sacerdotal, que eran los encargados de administrar y contabilizar los
excedentes productivos, en un primer momento, y posteriormente, los impuestos cobrados. Estas
anotaciones, donde el número tenía mayor protagonismo que la letra, se realizaban en tablillas de arcilla, las
cuales suponen el origen de la escritura cuneiforme.

La creación de la escritura significó un elemento de diferenciación social, puesto que su conocimiento y


control era privativo de los grupos de poder que la utilizó para ejercer su hegemonía sobre el resto de la
sociedad y desarrollar así su papel de control y organizador del pueblo.

La escritura no aparece de manera sincrónica en el tiempo. Aunque está ligada a la aparición de las grandes
civilizaciones antiguas, tendrá manifestaciones temporales y formales diferentes en cada una de ellas.

Se conoce cinco grandes civilizaciones antiguas en las cuales se desarrolló la escritura.

En la civilización mesopotámica apareció la escritura cuneiforme hace aproximadamente 5 mil años. El


antiguo Egipto es famoso, entre otras cosas, por su escritura jeroglífica surgida hace más de 4.500
años. También encontramos escritura jeroglífica desde hace 4 mil años en las civilizaciones surgidas en el
Valle del Indo. Los pueblos del Asia crearon la escritura ideográfica hace 3 mil años.

En América, los pueblos de Mesoamérica, de gran diversidad étnica y lingüística, acudieron también a
escrituras jeroglíficas. Otros pueblos más al sur del continente americano, fundamentalmente los quechuas y
los aimaras, crearon un sistema propio en el esplendor de su civilización (hace más de mil años) para
almacenar la información. Conocidos como khipus, estos sistemas consistían en cordeles de lana amarrados
a una cuerda principal más gruesa, y que en dependencia de la cantidad de cordeles subsidiarios atados a
esta cuerda principal, o al lugar que ellos ocuparan, tendrían un significado u otro.

Ya hemos visto cómo la escritura aparece ya en las primeras grandes civilizaciones antiguas, aun cuando
mantienen la oralidad que sigue teniendo más peso que lo escrito en la preservación de sus culturas. El
mundo acústico, el mundo de la oralidad -planteó Mechan en "La Aldea Global"- no tiene fin.
Estas civilizaciones no fueron asépticas, el comercio y las guerras desarrolladas entre ellas conllevó al
intercambio de prácticas sociales y culturales. Es así que los sistemas de escrituras también se
interrelacionan llevando a la conformación de distintos alfabetos comunes.

Veamos ahora brevemente cómo se desarrolló este proceso en los pueblos del Mediterráneo, hasta la
conformación del alfabeto latino, por ser este el que más nos interesa.

Los primeros en escribir las consonantes aisladas fueron los pueblos semíticos occidentales ubicados en las
orillas del Mar Rojo y en el Mediterráneo: los hebreos y los fenicios.

El alfabeto fenicio supone una creación progresiva, pues de la pictografía, que es una representación global,
se pasó a signos que descomponen el discurso en sus partes constitutivas. El origen de este proceso se
remonta a los siglos XIII y XII a.c. El fenicio arcaico está compuesto de 22 letras, únicamente consonantes y
está libre ya de elementos ideográficos.

Los principales alfabetos occidentales han tenido su origen en el alfabeto semítico septentrional, o cananeo,
datado hace más de 3.500 años en el Oriente Próximo.

El precedente del alfabeto occidental fue ideado en las regiones orientales de la costa mediterránea y fue
divulgado por los mercaderes fenicios. Los griegos conocieron este sistema de escritura y adoptaron este
alfabeto, aunque transformaron algunas consonantes y semiconsonantes en vocales. También variaron la
dirección de algunas letras y generalizaron la escritura de izquierda a derecha. Esto se suele fechar hacia el
900 a.c.
El alfabeto Latino es uno de los alfabetos locales que los etruscos tomaron del griego. Se diferencia de este
no sólo en la forma de las letras, sino también en su empleo. En el siglo I de nuestra era estaba constituido de
23 letras. Este alfabeto, heredado por los romanos, con las variantes propias, fue difundido por todo el
Mediterráneo y posteriormente a todo Occidente. La expansión de la civilización grecolatina y del cristianismo
jugó un papel decisivo en este proceso.

En el mundo greco-latino la oralidad continúa teniendo más peso que lo escrito, la escritura es asumida como
un soporte de esa oralidad y el desarrollo de las memorias alcanza una connotación muy importante. Son los
griegos los que comienzan a desarrollar disciplinas filosóficas de carácter filológico: la oratoria y la retórica.

La aparición del lenguaje y de la escritura marcaron un hito en el desarrollo de la sociedad humana, pero, y
sobre todo, por el papel determinante que tuvieron en la salvaguarda y transmisión de los conocimientos
acumulados.

La lengua y la escritura presuponen la existencia de un código de comunicación compartido entre sus


conocedores. La escritura y los textos escritos sirvieron para comunicar con sus contemporáneos, pero,
además, sirvieron para preservar en ellos (los textos escritos) el legado de sus praxis socioculturales y así, sin
proponérselo, comunicarlo a las generaciones siguientes.

Al enfatizar en la importancia del lenguaje y la escritura (código lingüístico: oral y/o escrito) en el proceso de la
comunicación, tendemos a generalizarlo e identificarlo con la comunicación en su totalidad. Es cierto que es el
elemento más idóneo para la transmisión de ideas, pensamientos, sensaciones y emociones, pero no el único.
Recordemos que la comunicación es un proceso inmanente a la sociedad humana y que pasarán muchos
años para que el texto escrito pueda estar al alcance de las masas por demás analfabetas durante mucho
tiempo. De ahí que se haya recurrido a otros soportes a lo largo de la historia, dada la necesidad perenne de
comunicar con sus semejantes.

La división social del trabajo y la posterior aparición de las clases sociales, determinaron que la actividad
intelectual se concentrara en la élite de poder y que esta hiciera uso de aquella como instrumento de dominio
social para consolidar su hegemonía.

Es así que las clases sociales hegemónicas, para mantener y consolidar los órdenes sociales establecidos,
recurren a otros códigos y soportes comunicacionales supletorios, dentro de los cuales el arte y sus
manifestaciones tiene un papel destacado por su función comunicativa.

No es de extrañar entonces que las expresiones artísticas dominantes en las grandes culturas antiguas
(Mesopotámica, Egipto) hayan sido la arquitectura y la escultura y que el sello distintivo de las mismas sea
justamente la monumentalidad en su escala constructiva con el afán de provocar un efecto de nimiedad y, por
tanto, de sometimiento, en sus observadores.

La suntuosidad, ha sido y es, un elemento diferenciador de clases sociales como signo distintivo de su poder y
opulencia, y se manifiesta tanto en la decoración de los receptáculos donde ha habitado (casas, palacios,
castillos, villas) como en la ornamentación de sus joyas y atributos de poder.

El período de la Edad Media se caracterizó, en lo social, por la difusión e implantación del cristianismo. En los
monasterios medievales los monjes conservaban el conocimiento acumulado y el legado artístico literario. Una
de sus actividades fundamentales, como "guardianes" del saber, consistía en copiar y reproducir los textos
escritos, así como también crear los famosos "manuscritos iluminados".

Durante todo el periodo medieval el arte constituyó el soporte fundamental para la divulgación de la fe y los
dogmas cristianos.

Las iglesias, como únicos espacios congregacionales existentes en la época y donde se ejercía la función
catequizadora-educativa, en fin, comunicativa, se llenaron de signos icónicos que transmitían la fe cristiana.
La Catedral Gótica, como el más digno ejemplo de lo antes expuesto, intenta transmitir -y lo logra- el espíritu
de recogimiento que convoca a la humildad y obediencia de sus fieles. La luz, matizada a través de los
grandes vitrales, llegaba a los amplios espacios, que habían podido ser ampliados gracias a los avances en
los materiales y técnicas constructivas. Las grandes alturas, tanto en el interior del templo gótico, como en sus
torres-agujas, indicaban a los fieles el camino de ascenso a los cielos bajo la mirada justiciera y
amedrentadora del 'Cristo Pantocrátor' que los observaba.

Un acontecimiento de vital importancia para el desarrollo de los procesos comunicativos, lo constituyó la


invención de la imprenta de tipos móviles hacia el año 1450 por el alemán Johannes Gutenberg. Si bien los
chinos, conocedores del papel desde el siglo II gracias a un proceso para su fabricación ideado por el eunuco
Ts'ai Lun, ya habían comenzado a reproducir textos, mediante un sistema de impresión consistente en
presionar sobre papel la tinta depositada en los relieves tallados en trozos de madera; es el invento de
Gutenberg, a partir de un sistema de caracteres móviles, el que marcó un antes y un después. Recordemos
que hasta ese momento los libros eran producidos o "reproducidos" por los monjes en los monasterios. La
copia de un texto de forma manual podía durar años por lo que la creación de la imprenta significó un aporte
revolucionario que permitió una rápida reproducción y de un gran número de ejemplares. A finales del siglo
XIX (1885), el también alemán Tomar Mergenthaler perfeccionó este proceso gracias a la invención de la
linotipia.

Estamos ya ante uno de los adelantos tecnológicos que provoca la creación del primer Medio de
Comunicación con un mayor carácter social. La imprenta impulsa la escritura y permite la reproducción del
libro a gran escala. En estos momentos ya se habían prestigiado las lenguas nacionales en contraposición al
latín como lengua única. La imprenta también permitió la aparición de panfletos informativos a finales del siglo
XV, que fueron evolucionando hasta lo que hoy conocemos como 'prensa escrita'.
Teorías y modelos.
Teoría de la aguja hipodérmica
Una de las primeras teorías elaboradas sobre la comunicación es la conocida como "teoría de la aguja
hipodérmica". Esta teoría fue construida a partir de varios estudios "a posteriori" realizados por distintos
teóricos, que analizaron la influencia que la propaganda, desplegada en los ya poderosos medios de
comunicación, había tenido en la participación ciudadana durante la Primera Guerra Mundial.

Al constatar el efecto manipulador que dicha propaganda había ejercido en las masas, se construyó este
modelo que absolutiza la relación directa entre el mensaje y el efecto. Se plantea que existe una reacción casi
mecánica e inmediata en los individuos expuestos a la propaganda, como si se "inyectara" el mensaje.
Influidos por las teorías conductista y determinista, se hiperboliza el binomio "estímulo-respuesta". Partiendo
de un esquema determinista, se crea un modelo lineal simplista que comprende sólo EMISOR - MENSAJE -
RECEPTOR.

Modelo de Hovland.

La comunicación en el entorno actual.

La Globalización es, sin dudas, uno de los procesos que tipifican el escenario actual. Sobre el mismo hay
innumerables teorías, versiones y posiciones. Lo que sí es indudable es que es un acontecimiento que existe,
es objetivo y que influye y repercute en todos los ámbitos de la sociedad actual.

El proceso de Globalización atraviesa de manera transversal y afecta en los campos de la economía, la


tecnología, lo social, lo político, y por ende, en lo cultural en su sentido más amplio. Originado en la llamada
Civilización Occidental y expandido a todo el mundo en las últimas décadas, unifica mercados, sociedades y
culturas produciendo grandes transformaciones de carácter global.

La llamada III Revolución Industrial, pero fundamentalmente, sus ininterrumpidos avances en la


información y en las comunicaciones han coadyuvado indiscutiblemente, entre otros factores y elementos,
a la consolidación de este macro fenómeno.
El complejo proceso de la Globalización se viene gestando desde tiempos inmemoriales. La sociedad humana
es y ha sido altamente dinámica y cambiante a lo largo de toda su historia. Ya en pleno siglo XX, en un primer
momento, y como consecuencia de las Guerras Mundiales, se afianzan dos sistemas sociopolíticos contrarios
que marcarán las contradicciones dialécticas que establecerán las pautas generadoras de los diversos
desarrollos en los distintos ámbitos de la vida social. A finales de la década de los 80 el socialismo da
muestras de su inviabilidad como sistema social. Por su parte, el sistema capitalista había atravesado varias
crisis a lo largo del siglo y en su constante regeneración acudió a esquemas conocidos como 'neoliberales'.
Por otro lado, la denominada III Revolución Industrial que constituye de hecho una Revolución en la Ciencia y
la Tecnología, condicionará también una transmutación en el esquema social.

En el plano ideológico, aunque no existe una construcción teórica que avale y sustente los cambios que se
están produciendo, no hay que olvidar que estos cambios se generan y transitan sobre el sustrato de las
corrientes posmodernas cuya iniciación estaba signada por la imposibilidad del logro de las utopías que la
modernidad había establecido.

Caracterizar la época actual resulta harto difícil, sin embargo, nos parece oportuno tratar de delimitar algunos
elementos que puedan darnos al menos un perfil de nuestra época. Algunos elementos de este perfil pudieran
ser:

- Globalización mercantil y financiera. Se produce una integración de las economías locales a una
economía global de mercado, para lo cual se establece el libre flujo de capitales de un país a otro. La falta de
una regulación responsable en este sentido es lo que ha llevado a la actual crisis financiera y económica
mundial que tuvo su pistoletazo con la quiebra del grupo financiero "Lehman Brothers" el 15 de septiembre de
2008.
- Emergencia de nuevas potencias económicas. Economías que hasta el momento no tenían un peso
significativo, emergen al nuevo orden establecido incluso como potencias regionales.
- Concentración de los poderes económicos fuera de los Estados. A finales del siglo XIX y principios del
XX aparecen los grandes monopolios como resultante de los niveles de socialización y unión de empresas y
donde el Estado tiene que participar en las regulaciones económicas. En la década de los años 30, la
implantación del modelo keynesiano como respuesta a la gran crisis sufrida, establece la participación del
estado, fundamentalmente como generador de empleo (o demandas inducidas) a través de obras de
infraestructura.
Los grandes monopolios se extienden hacia otros territorios dando origen a las compañías transnacionales,
siendo un primer elemento de ruptura de fronteras económicas. De forma paralela surgirá la teoría del "estado
de bienestar general", donde la participación estatal estaba marcada hacia las políticas sociales. Una nueva
crisis que se extiende hasta la década de los años 70 provocó una reorganización radical de la economía
(neoliberalismo) que limitaba la 'estatificación' por cuanto planteaba que el Estado restringía las libertades
individuales y frenaba el desarrollo económico y social. Posteriormente el llamado 'Consenso de Washington'
con su propuesta de regulaciones, se convertiría en el paradigma del capitalismo triunfante una vez
desaparecido el bloque soviético.
- Notable incremento de los flujos migratorios. El proceso de globalización ha establecido una libertad en
el flujo de capitales y bienes, pero también de personas. Los constantes movimientos de este capital, que
entran y salen de los países, van creando o destruyendo empleos según sea este movimiento. Unido a esto,
las desigualdades sociales generadas y mantenidas en la actualidad, conlleva a que la 'fuerza de trabajo' se
desplace hacia los lugares con mayores posibilidades generándose fuertes corrientes migratorias que buscan
mejores opciones. Por otra parte, se hace evidente una dependencia de los países ricos hacia los inmigrantes,
en tanto son estos los que asumen los empleos que muchos nativos no quieren cubrir. Este incremento del
flujo migratorio se hace posible también por la innegable mejora en los medios de transporte, que es otra
característica de la globalización a la vez que uno de sus presupuestos.
- Mundo Unipolar. La desaparición del campo socialista condicionó la desaparición de uno de los dos
bloques contendientes que había signado todo el siglo XX. La caída del Muro de Berlín (acontecimiento que
se toma como referente para este suceso), y la consiguiente unipolaridad, es un elemento que signa el
proceso de globalización, a la vez que se considera uno de los que lo impulsan.
En este acápite sería interesante decir, que aunque el mundo actual manifiesta una unipolaridad, donde se ha
preconizado el 'fin de las ideologías'; se observa un rediseño en la direccionalidad de los conflictos a partir del
enfrentamiento a los mesianismos religiosos. Los países islámicos plantean que la globalización les trata de
imponer estructuras políticas no acordes a su religión.
- Conversión de la ciencia en una fuerza productiva más. Aunque este elemento es característico de la
revolución científico-técnica que antecede al proceso de globalización, sí constituye uno de los rasgos que
caracteriza a nuestra época. Cada vez son más fuertes los lazos que involucran a la ciencia en el desarrollo
económico y cada vez son mayores los proyectos de investigación y desarrollo a todos los niveles.
- Mayor protagonismo de la sociedad civil. Las instituciones de la sociedad civil aumentan su participación
en la vida social y ciudadana. Se multiplican las ONGs y surgen nuevas asociaciones temáticas.
- Nuevas preocupaciones sociales. Los movimientos de igualdad sexual (reivindicaciones feministas), la
problemática gay, la preocupación por el medio ambiente y otras, son ahora preocupaciones y ocupaciones de
gran parte de los actores sociales.
- Integración de bloques. Se consolida el proceso de integración de los países europeos a través de la
Comunidad Europea, con una unidad monetaria, a la vez que se trabaja en la creación de otras alianzas
regionales.
- Se potencian organismos internacionales de regulación económica y mercantil como el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, a
la vez que surgen nuevos como la Organización Mundial de Comercio.
- Agudización de las desigualdades económicas, tecnológicas y sociales. Los informes globales sobre
Tecnología de la Información, emitidos cada año por el Foro Económico Mundial así lo atestiguan. El acceso a
las nuevas tecnologías de la comunicación no se encuentra al alcance de todos, un 50% de la población
mundial no ha usado nunca un teléfono.
- Avances en la comunicación, la información y el transporte. Contradictoriamente a lo planteado en el
aspecto anterior, las nuevas tecnologías de la comunicación y la información avanzan a ritmos vertiginosos, a
la vez que los medios de transporte, aumentando lo que conocemos como 'conectividad humana'.
- Crecimiento de los servicios. Uno de los rasgos que distingue a la economía actual es el crecimiento
producido en el sector de los servicios en detrimento del sector productivo. Se pasa de una economía de
producción a una economía de consumo.
- Contracción del ciclo de vida de los productos. Cada vez es más limitada la vida útil de los productos.
Esto no está dado, en esencia, por problemas de calidad de los mismos, sino, y fundamentalmente, por
innovaciones tecnológicas constantes o cambios en la moda, que imponen una reiterada renovación de los
mismos.
- Necesidad de fuerza de trabajo cada vez más calificada. Los adelantos técnico-investigativos suponen
una cualificación cada vez mayor de la mano de obra.
- Mayor pluralidad cultural. La globalización, en tanto libera los flujos de capitales, bienes y personas,
plantea un incremento de los flujos migratorios. Esto conlleva a la formación de sociedades multiculturales en
tanto conviven los valores culturales autóctonos con aquellos aportados por los grupos inmigrantes.
- Pérdida de las culturas locales. Uno de los aspectos más polémicos dentro del proceso de globalización
está dado por la 'formación' de una cultura global en detrimento de los valores de las culturas locales.
Es innegable que en este sentido, la expansión de la incidencia de los medios de comunicación a nivel global,
y el efecto de la 'cultura de masas', conlleva a una estandarización de valores culturales.
Ni con mucho son estos todos los elementos que caracterizan la sociedad actual en el proceso de
globalización; estos son sólo algunos referentes que intentan un boceto del complejo entramado de
interrelaciones que se genera.

Otro de los aspectos que marcan el actual período y al que ya hemos hecho referencia, es el avance
constante en las Tecnologías de la Información y la Comunicación dentro de la actual Revolución Científico-
Técnica.

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