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TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO, AUTISMO,

SÍNDROME DE RETT, SÍNDROME DE ASPERGER

Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) incluyen un grupo de trastornos


que afectan el crecimiento de los niños durante los primeros años de vida. Se trata de un
conjunto de alteraciones caracterizadas por retrasos en diferentes áreas del desarrollo,
como las habilidades para la comunicación y la interacción social que inciden a su vez
en las actividades, intereses y comportamientos de los niños. Sin embargo, aunque estos
trastornos comienzan en la infancia, sus alteraciones se suelen mantener hasta la edad
adulta.

El autismo es el TGD más conocido pero no es el único. Dentro de los TGD también se
encuentra el Síndrome de Rett, el Síndrome de Asperger, el Trastorno Desintegrativo
Infantil y el Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado. Todas estas
alteraciones del desarrollo comparten causas, signos y manifestaciones. De hecho, en
muchos casos es difícil distinguir entre una alteración y otra, razón por lo cual el nuevo
Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, ahora hace referencia a trastornos del
espectro autista.

CAUSAS DEL TGD

Las causas del TGD son variadas, la mayoría de los especialistas consideran que se trata
de trastornos multicausales. No obstante, hasta el momento uno de los factores más
estudiados ha sido la genética, y se ha descubierto que existen grandes probabilidades
de desarrollar un TGD si los niños tienen una herencia autosómica recesiva o una
herencia unida al cromosoma X frágil.

Asimismo, se conoce que las infecciones víricas como la rubeola, la sífilis, la


toxoplasmosis y la varicela durante el primer trimestre del embarazo también pueden
afectar al feto durante su desarrollo. De igual manera, las complicaciones durante el
parto como la isquemia, la hipoxia o una hemorragia intracraneal pueden provocar un
TGD.

Otros estudios han sugerido que el manejo y/o la exposición a productos químicos por
parte de los padres pueden aumentar también el riesgo de padecer TGD en sus hijos.
Este trastorno también se ha relacionado con el hipotiroidismo en los padres y la
infertilidad o los abortos en las madres. No obstante, no se puede hacer referencia a un
único factor, sino más bien a una concatenación de estos.

LOS SIGNOS QUE DEVELAN UN TGD

 Afectividad y comportamiento social.- Esta es una de las áreas más afectadas


en los niños con un TGD ya que son incapaces de desarrollar una comunicación
e interacción social adecuadas. Esto se debe a que tienen afectaciones en la
capacidad para comprender a las personas, así como para expresar y reconocer
las emociones y los sentimientos, tanto los propios como los ajenos. Por eso, es
usual que no miren a los ojos, que tengan problemas para crear nuevos vínculos
afectivos y que les resulte difícil mantener una simple conversación, sobre todo
cuando no versa sobre un tema que les interese.
 Capacidad intelectual.- La mayoría de los niños que tienen un TGD ligero
presentan un coeficiente intelectual normal o superior a la media. Sin embargo,
cuando se trata de un TGD profundo, es usual que aparezcan problemas en esta
esfera. De hecho, se conoce que alrededor del 30% de los niños con TGD tienen
un retraso intelectual ligero y cerca del 40% un retraso de moderado a profundo.
 Atención y memoria.- LLos niños con TGD se caracterizan por tener una
memoria muy selectiva; es decir, pueden recordar una gran cantidad de detalles
relacionados con temas que les resulten interesantes pero no le prestan atención
a otros asuntos. Por ejemplo, estos niños pueden memorizar cientos de números
de teléfonos pero no recuerdan un simple recado.
 Lenguaje y pensamiento.- Las alteraciones en el lenguaje es uno de los signos
más significativos del TGD, estos niños suelen tener dificultades para mantener
un ritmo, tono, volumen y una entonación adecuados a lo largo de una
conversación. Además, suelen presentar un vocabulario bastante reducido y
estereotipado, por lo que la ecolalia es frecuente. Asimismo, es usual que tengan
problemas para seguir instrucciones simples, ya que tienen dificultades para
comprender el lenguaje.
 Psicomotricidad y sensopercepción.- Los problemas en el desarrollo de la
psicomotricidad son frecuentes en los niños con TGD. De hecho, la mayoría
tiene dificultades para desarrollar la motricidad fina y la coordinación motora, a
la vez que presentan anomalías posturales y una conducta estereotipada.
Además, les resulta difícil manejar la información sensorial proveniente del
entorno, por lo que es usual que den respuestas inadecuadas a los estímulos
sensoriales.

AUTISMO

Autismo es una palabra que hace referencia a una gran variedad de trastornos del
desarrollo que algunas personas sufren desde el nacimiento o desarrollan en los
primeros años de vida. Este grupo de trastornos compone lo que los médicos llaman el
espectro autista. Una persona que sufre afecciones que se incluyen dentro de este
espectro tiene trastorno del espectro autista (austism spectrum disorder, ASD).

El autismo afecta el cerebro y hace que sea más difícil comunicarse e interactuar con
otras personas (conversar, jugar, reunirse o socializar con los demás).

Las personas que se encuentran en el espectro autista, a menudo, tienen dificultades


para hablar y comprender el lenguaje desde una edad muy temprana. Puede ser muy
difícil para ellas participar en juegos y comprender las reglas cuando son niños. Cuando
se convierten en adolescentes, las personas que se encuentran en el espectro autista
podrían tener problemas para saber qué ropa está de moda, cómo jugar un deporte o,
simplemente, como juntarse con amigos y conversar.

No todas las personas que sufren un trastorno del espectro autista tienen las mismas
dificultades. Algunas personas, pueden tener un autismo leve. Otras, pueden tener un
autismo más grave. Posiblemente, dos personas con trastorno del espectro autista no
actúen de la misma manera ni tengan las mismas habilidades. Algunas personas con
autismo son particularmente buenas para la música, las computadoras o el arte, al igual
que otros adolescentes. Otras, pueden tener dificultades con el habla, el equilibrio y la
coordinación (igual que les ocurre a otras personas).

Aproximadamente el 40 % de las personas con trastorno del espectro autista tienen una
inteligencia promedio o superior al promedio. El otro 60 % tiene deficiencias a nivel
intelectual que pueden ser de leves a graves.

¿Cuál es la causa del autismo?

En este momento, los médicos y los investigadores no comprenden totalmente cuál es la


causa del autismo. Los científicos piensan que está relacionado con los genes y algunos
factores del entorno. Algunas investigaciones recientes descubrieron que las personas
tienen más probabilidades de tener un trastorno del espectro autista si alguna otra
persona de su familia lo tiene, pero esto no necesariamente significa que el autismo se
transmita de padres a hijos. El autismo, definitivamente, no es contagioso: no puedes
tenerlo por el contacto con otra persona.

Algunos estudios sugieren que existe algo en el entorno que podría hacer que los niños
tengan más probabilidades de desarrollar un trastorno del espectro autista, pero, hasta el
momento, los científicos no han identificado qué podría ser. Otros estudios sugieren que
el autismo podría ser causado por virus, alergias o vacunas. Pero ninguna de estas
teorías fue comprobada científicamente. La mayoría de los estudios científicos sobre las
vacunas no han encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo.

Es muy difícil descubrir cuál es la causa del autismo porque el cerebro humano es muy
complicado. Las investigaciones actuales se centran en las causas genéticas, pero, como
el cuerpo humano tiene muchos genes, podría pasar mucho tiempo antes de que los
investigadores sepan exactamente qué genes están involucrados.

¿Cómo se diagnostica el autismo?

Por lo general, el autismo se diagnostica entre 18 meses y 4 años. Mientras más


tempranamente se diagnostique que un niño tiene un trastorno del espectro autista, más
rápido podrá comenzar a recibir ayuda con el lenguaje y las capacidades de aprendizaje.
No existen pruebas médicas para diagnosticar autismo, pero los médicos pueden realizar
ciertas pruebas para descartar otros posibles problemas, como pérdida de la audición y
dificultades para aprender y prestar atención.

Es posible que para diagnosticar el autismo se necesiten muchos profesionales de


atención médica, como psicólogos, neurólogos, terapeutas del habla, psiquiatras y
pediatras del desarrollo. Para decidir si un niño tiene un trastorno del espectro autista,
los médicos y otros profesionales comparan los comportamientos y los niveles de
desarrollo del niño con los de otros niños de la misma edad.

¿Cómo es la vida de las personas que tienen un ASD?

Los adolescentes que se encuentran en el espectro autista, tal vez, tengan más problemas
para aprender o hacer amigos. Algunos pueden ser como otros adolescentes la mayor
parte del tiempo, pero podrían tener diferencias en el modo en que aprenden o en sus
intereses. Algunas personas con autismo tienen talentos y dones especiales.
Algunos niños con trastorno del espectro autista pueden ir a la escuela al igual que el
resto de los niños. Por lo general, las personas con trastorno del espectro autista
moderado o grave no participan de clases comunes, normalmente, tienen más problemas
para hablar y algunas, tal vez, ni siquiera hablen.

Algunas veces, puede parecer que los niños y los adolescentes con autismo prefieren
quedarse solos porque tienen dificultades para mirar, hablar o relacionarse con las
personas. A veces, pueden parecer rudos o actuar como si no les interesaran las demás
personas.

Debido al modo en que funciona el cerebro, a algunos adolescentes con autismo les
puede resultar muy difícil mirar a las personas mientras hablan. También pueden tener
dificultades para entender el sarcasmo o los chistes. Y, como aprendieron a hablar de
otras personas, es posible que los adolescentes con autismo imiten lo que aprendieron y,
tal vez, sus voces puedan sonar aburridas o sin expresión.

Las personas con trastornos del espectro autista, a menudo, hacen cosas que parecen
raras o repetitivas, como decir la misma palabra una y otra vez, o mover una parte del
cuerpo de una manera determinada. Cuando hacen esto, es casi como si su cerebro
tuviera hipo. Saben que lo están haciendo, pero, por lo general, les cuesta mucho
controlarlo.

Algunas veces, las personas con autismo pueden parecer insensibles o sin emociones,
pero, a menudo, no saben cómo expresar lo que sienten. Esto no significa que no tengan
sentimientos, solo que puede resultarles más difícil demostrar esos sentimientos o
comprender los sentimientos de los demás.

¿Cómo se trata el autismo?

El autismo no tiene cura, pero el tratamiento puede marcar una gran diferencia, ya que
puede ayudar a las personas con trastornos del espectro autista a tener menos problemas
relacionados con su afección. La terapia puede ayudar a los niños con autismo a
aprender el lenguaje, las habilidades para la vida y ciertos modos de desarrollo a nivel
social y del comportamiento para poder disfrutar de la vida como los demás niños.

El cerebro de los niños menores de 5 años suele adaptarse más fácilmente. Por eso es
mejor comenzar el tratamiento del autismo lo antes posible. Un programa de tratamiento
puede incluir lo siguiente:
 Terapia de conducta (el uso de reconocimientos para ayudarles a los niños a
aprender todos los tipos de habilidades)

 Intervenciones educativas (ayuda a nivel escolar con las asignaturas académicas)

 Terapia del habla (para ayudar a los niños a hablar y a comprender las palabras)

 Terapia ocupacional (para ayudar a los niños en cuestiones, como el equilibrio,


la coordinación y la escritura)

 Terapia de habilidades sociales (para ayudar a los niños a aprender a jugar y


conversar con los demás)

 Medicamentos (para problemas relacionados con la atención, la hiperactividad y


el sueño)

Existen muchos otros tipos de terapia (como terapias relacionadas con el arte, la música
y la dieta) que pueden ayudar a las personas con trastorno del espectro autista. Los
adolescentes con autismo que no asisten a clases comunes en la escuela secundaria o
preparatoria también se pueden beneficiar de ir a clases de educación especial o
escuelas independientes para estudiantes con discapacidades.

Qué hacer cuando una persona que conoces tiene un trastorno del espectro autista

Es posible que, en algún punto, conozcas una persona con trastorno del espectro autista.
Si conoces a una persona que tiene un trastorno del espectro autista, intenta ser
comprensivo y paciente. No esperes que la persona perciba el mundo de la misma
manera que tú lo haces.

Algunas veces, los adolescentes con autismo pueden tener dificultades para interactuar
con otras personas. Para ellos, aprender a comunicarse y expresar emociones puede ser
como aprender un idioma extranjero. Para las personas con un trastorno del espectro
autista incluso tener una conversación informal requiere mucho esfuerzo y reunirse con
un compañero de la escuela o hablar con él puede convertirse en algo estresante y
frustrante; por ello, tener amigos puede ser muy difícil para estas personas.

Si conoces alguna persona con autismo, puedes ayudarla, simplemente, al incluirla con
los demás o, cuando se pueda, reunirte con ella a solas. El observar cómo interactúas
con otras personas puede ayudar a la persona a aprender las reglas de la amistad y hacer
que le resulte más fácil tener otros amigos.
Seguramente te asombrarás al ver cuánto te puedes divertir y te sorprenderás al
descubrir que a las personas con autismo también les encantan los videojuegos, la pizza
y otras cosas que todos los adolescentes disfrutan. Tal vez, también te sientas muy feliz
cuando descubras lo bien que te puedes sentir al ser amigo de una persona que podría
necesitarte.

SÍNDROME DE RETT

El síndrome de Rett es una enfermedad que afecta al neurodesarrollo de base genética.


Se trata de una enfermedad rara muy compleja que afecta al sistema nervioso. En la
actualidad se cree que pueda afectar a una de cada 10-12000 niñas nacidas.

La Asociación Española de Síndrome de Rett señala que es “un trastorno del


neurodesarrollo grave, de origen génico, que se presenta generalmente y casi en
exclusividad en niñas, ya que está originado en el cromosoma X, que da lugar al sexo
femenino”. Además añaden que “hoy sabemos que el origen del síndrome de Rett no
sigue las leyes clásicas Mendelianas de transmisión genética, sino que es una
enfermedad de causa epigenética. Quiere esto decir, que una mutación o deleción en un
gen, no altera la producción de una única proteína, sino que dicha mutación o deleción
afecta a la configuración y/o expresión de otros muchos genes, y por tanto afecta a la
producción y/o expresión adecuada de las muy importantes proteínas en el desarrollo
humano”. 

Causas

En la mayoría de los casos, el síndrome es causado por mutaciones en el cromosoma X


en un gen llamado MECP2.

Como explica Judith Amstrong, experta en Genética Molecular, síndrome de Rett y


errores congénitos del metabolismo del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona, “el
gen MECP2 regula la función de otros genes, ejerciendo como un director de orquestra:
si el director de orquestra no funciona bien, no puede dirigir a los músicos por más que
ellos sepan”.

El gen MECP2 sintetiza una proteína que es necesaria para el desarrollo normal del
sistema nervioso, especialmente el cerebro. El síndrome de Rett afecta a las áreas de la
función del cerebro que son responsables para el desarrollo cognitivo, el movimiento, el
desarrollo sensorial y emocional, la función motora y autonómica.

Según citan en la Fundación Internacional “la progresión y la gravedad de la


enfermedad depende del tipo, la localización y la gravedad de la mutación genética y el
equilibrio de la inactivación”. Explica además que “en las niñas, cada célula en el
cuerpo tiene dos cromosomas X, pero en cada una de las células del cuerpo uno de los
cromosomas X está inactivado y uno permanece activo. Dependiendo del equilibrio
determinado al azar de cual cromosoma X se inactiva (es decir, el que tiene o no tiene la
mutación MECP2) la gravedad de la condición en la niña puede variar”.

Por su parte, los niños solo tienen un cromosoma X, si tienen una mutación completa
del MECP2, se activa en todas las células y como consecuencia sucede el aborto
involuntario. 

Síntomas

Generalmente, la mayoría de los bebés con síndrome de Rett tienen un desarrollo


idéntico en que el resto de los bebés en los primeros meses de vida. Sin embargo, entre
los 6 y 18 meses el desarrollo empieza a disminuir y muchos niños tendrán una pérdida
de las habilidades que previamente han aprendido.

El primer síntoma que puede aparecer puede ser un bajo tono muscular (hipotonía) y el
contacto visual disminuido. Posteriormente las niñas con síndrome de Rett tendrán
problemas de comunicación, por lo que harán un uso intencional de las manos y
empezarán a realizar movimientos repetitivos con las manos.

Algunas niñas, además, pueden presentar convulsiones y/o patrones de respiración


irregular durante las horas de vigilia. Finalmente habrá una disminución en la función
motora que puede afectar a la capacidad para caminar.

Los niños que padecen el síndrome de Rett pueden mostrar una amplia gama de
discapacidades, que van de leves a severos, y la progresión y la gravedad de la
enfermedad dependerá de una variedad de los mecanismos genéticos. 

Además los síntomas pueden incluir:

 Problemas respiratorios que tienden a empeorar con el estrés.


 Generalmente la respiración es normal durante el sueño y suele ser anormal
al estar despierto.
 Cambio en el desarrollo.
 Babeo y salivación excesiva.
 Brazos y piernas flácidas, que frecuentemente son el primer signo.
 Discapacidades intelectuales y dificultades de aprendizaje.
 Escoliosis.
 Paso inestable, rígido o caminar sobre los dedos de los pies.
 Convulsiones.
 El crecimiento de la cabeza se hace más lento comenzando entre los cinco o
seis meses de edad.
 Pérdida de los movimientos de la mano.
 Estreñimiento.
 Generalmente suele darse reflujo gastroesofágico.
 Circulación deficiente que puede llevar a piernas y brazos fríos y de un tono
azulado.
 Problemas en el desarrollo del lenguaje.

La enfermedad puede empeorar hasta los años de la adolescencia, después los


síntomas puedes ser más llevaderos.

Según señala la Fundación Internacional “las expectativas de vida no se han estudiado


bien, aunque es probable la supervivencia al menos hasta aproximadamente los 25 años.
La expectativa de vida de una niña con síndrome de Rett puede ser hasta los 45 años”.
Agrega, además, que “la muerte a menudo está relacionada con convulsiones, neumonía
por aspiración, desnutrición y accidentes”. 

Tipos

Pueden existir variedades en el síndrome de Rett, la Asociación Española de Síndrome


de Rett lo clasifica de esta forma:

Rett típico: Se habla de síndrome Rett típico o clásico cuando existe un periodo
aparentemente normal hasta los 6-8 meses, donde luego iran apareciendo los dichos
síntomas. Aunque existe variabilidad en la afectación y fechas de aparición, la mayoría
de las niñas que padecen el síndrome típico siguen este patrón.

La Asociación Española de Síndrome de Rett agrega además que “parece ser que el
síndrome de Rett típico está originado por una alteración en el gen MECP2. En la
casuística estadística, estamos hablando de cerca de un 85 por ciento de los casos”.
Rett atípico: en este caso se habla de las niñas que no cumplen los criterios y las fases
de Rett clásico pero no tiene diagnóstico clínico o biológico. Aquí, en el
aproximadamente el 15 por ciento de los casos, suelen mostrar síntomas más leves o
más graves y pueden tener alteraciones tanto CDKL5, como en FOXG1, como no haber
evidencia de alteración biológica pero si evidencia clínica. En este caso la Asociación
Española de síndrome Rett especifica tres casuísticas:

1. Síndrome Rett de inicio congénito: donde el retraso psicomotor se hace


evidente poco después del nacimiento, no hay periodo de normalidad aparente, o
bien las convulsiones aparecen en los primeros días o meses. En este caso no se
observan pérdidas de habilidades. La discapacidad tanto física como intelectual
suele ser más severa. Además la hipotonía inicial es muy notoria en los primeros
días. No se observan etapas y los cambios son menos abruptos y evidentes.

2. Síndrome de Rett tardío: en este caso los síntomas y signos típicos aparecen
entre los tres y seis años. Aquí al existir un periodo de normalidad más largo, las
adquisiciones de destrezas y habilidades son más consistentes y aunque la
pérdida de las mismas son más evidentes, se conservan más capacidades y el
retraso, tanto en el desarrollo motor como en el lenguaje es menor.

3. Síndrome de Rett en varones: por lo general los niños que padecen el síndrome
suelen tener una sintomatología más grave que las niñas, y aunque los síntomas
no son exactamente los mismos, la aparición es muy precoz.

SÍNDROME DE ASPERGER

Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de
7 a 16 años), que tiene mayor incidencia en niños que niñas. Que ha sido recientemente
reconocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de
Trastornos Mentales en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica
Americana [DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]), siendo desconocido el
síndrome entre la población general e incluso por muchos profesionales.

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia,


frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para
relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados La
persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico, concreto e
hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de
comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares
problemas.

Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el
que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal
como son.

Características del síndrome de asperger:

Algunas de las características que presentan estos niños, cada niño las expresa de forma
distinta. Si algunas de ellas se adaptan a su hijo, un familiar o conocido, es aconsejable
que sea visto por un profesional (Psiquiatra infantil) que pueda establecer el diagnóstico
adecuado.

Habilidades sociales emocionales:

 Se relaciona mejor con adultos que con los niños de su misma edad.
 No disfruta normalmente del contacto social.
 Tiene problemas al jugar con otros niños.
 Quiere imponer sus propias reglas al jugar con sus pares.
 No entiende las reglas implícitas del juego.
 Quiere ganar siempre cuando juega.
 Le cuesta salir de casa.
 Prefiere jugar sólo.
 El colegio es una fuente de conflictos con los compañeros.
 No le gusta ir al colegio.
 No se interesa por practicar deportes en equipo.
 Es fácil objeto de burla y/o abusos por parte de sus compañeros, que suelen
negar a incluirlo en sus equipos.
 Dificultad para participar en deportes competitivos.
 Cuando quiere algo, lo quiere inmediatamente.
 Tiene dificultad para entender las intenciones de los demás.
 No se interesa por la última moda de juguetes, cromos, series TV o ropa.
 Tiene poca tolerancia a la frustración.
 Le cuesta identificar sus sentimientos y tiene reacciones emocionales
desproporcionadas.
 Llora fácilmente por pequeños motivos.
 Cuando disfruta suele excitarse: saltar, gritar y hacer palmas.
 Tiene más rabietas de lo normal para su edad cuando no consigue algo.
 Le falta empatía: entender intuitivamente los sentimientos de otra persona.
 Puede realizar comentarios ofensivos para otras personas sin darse cuenta, por
ejemplo: "que gordo".
 No entiende los niveles apropiados de expresión emocional según las diferentes
personas y situaciones:
 puede besar a un desconocido, saltar en una iglesia, etc.
 No tiene malicia y es sincero.
 Es inocente socialmente, no sabe cómo actuar en una situación. A veces su
conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.
 No tiene malicia y es sincero.
 Es inocente socialmente, no sabe cómo actuar en una situación. A veces su
conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.

Habilidades de comunicación:

 No suele mirarte a los ojos cuando te habla.


 Interpreta literalmente frases como: "malas pulgas".
 Se cree aquello que se le dice aunque sea disparatado.
 No entiende las ironías (A ti no te gustan los helados), los dobles sentidos, ni los
sarcasmos.
 Habla en un tono alto y peculiar: como si fuera extranjero, cantarín o monótono
como un robot.
 Posee un lenguaje pedante, hiperformal o hipercorrecto, con un extenso
vocabulario.
 Inventa palabras o expresiones idiosincrásicas.
 En ocasiones parece estar ausente (como en la luna), absorto en sus
pensamientos.
 Habla mucho.
 Se interesa poco por lo que dicen los otros.
 Le cuesta entender una conversación larga.
 Cambia de tema cuando está confuso.
Habilidades de comprensión:

 Le cuesta trabajo entender el enunciado de un problema con varias frases y


necesita que le ayuden explicándoselo por partes.
 Tiene dificultad en entender una pregunta compleja y tarda en responder.
 A menudo no comprende la razón por la que se le riñe, se le critica o se le
castiga.
 Tiene una memoria excepcional para recordar datos, por ejemplo: fechas de
cumpleaños, hechos y eventos.
 Aprendió a leer solo o con escasa ayuda a una edad temprana.
 Su juego simbólico es escaso (juega poco con muñecos)
 En general demuestra escasa imaginación y creatividad.
 Es original al enfocar un problema o al darle una solución.
 Tiene un sentido del humor peculiar.
 Le es difícil entender cómo debe portarse en una situación social determinada.
 Presentan problemas de atención.

Intereses específicos:

 Está fascinado por algún tema en particular y selecciona con avidez información
o estadísticas sobre ese interés.
 Por ejemplo, los números, vehículos, mapas, clasificaciones ligueras o
calendarios.
 Ocupa la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar o escribir sobre su
tema.
 Suele hablar de los temas que son de su interés sin darse cuenta si el otro se
aburre.
 Repite compulsivamente ciertas acciones o pensamientos. Eso le da seguridad.
 Le gusta la rutina. No tolera bien los cambios imprevistos (rechaza un salida
inesperada).
 Tiene rituales elaborados que deben ser cumplidos. Por ejemplo, alinear los
juguetes antes de irse a la cama.

Habilidades de movimiento:

 Poseen problemas de motricidad fina, se refleja en la escritura.


 Posee una pobre coordinación motriz.
 No tiene destreza para atrapar una pelota.
 Tiene el niño un ritmo extraño al correr.
 Tiene problemas para vestirse.
 Le cuesta abrocharse los botones y cordones de los zapatos.
 Dificultades en actividades de educación física.

Otras características:

 Miedo, angustia o malestar debido a sonidos ordinarios, como aparatos


eléctricos.
 Ligeros roces sobre la piel o la cabeza.
 Llevar determinadas prendas de ropa.
 Ruidos inesperados (la bocina de un coche).
 La visión de ciertos objetos comunes
 Lugares ruidosos y concurridos.
 Ciertos alimentos por su textura, temperatura.
 Una tendencia a agitarse o mecerse cuando está excitado o angustiado.
 Una falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.
 Tardanza en adquirir el habla, en pocos casos.
 Muecas, espasmos o tics faciales extraños.

Las diferencias principales entre el trastorno de asperger y el trastorno autista


clásico de Kanner son dos:

1. Los niños y adultos con Síndrome de Asperger no presentan deficiencias


estructúrales en su lenguaje, tienen limitaciones pragmáticas como instrumento
de comunicaciones, prosodias en su melodía (o falta de ella)
2. Los niños y adultos con Síndrome de Asperger tienen capacidades normales de
inteligencia y frecuentemente competencias extraordinarias en campos
restringidos.

BIBLIOGRAFÍA:

 Rodriguez – Sacristan. (1995) Psicopatología del niño y del adolescente,


Universidad de Sevilla.
 Gavino Lazaro. (1995). Problemas de alimentación en el niño, Ed. Pirámide,
España.
 Wichs, N., Allen, C. (2008). Psicopatología del niño y del adolescente.
McGraw. México

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