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El perfil del egresado EN UNA UNIVESIDAD DEL FUTURO

1. Amplias habilidades y capacidades para el desempeño en un campo profesional


específico.
Se alcanzan mediante la atención en el proceso de enseñanza al desarrollo de
competencias profesionales generales. Esto permite la movilidad relativamente amplia
dentro de una rama de los conocimientos.

2. Elevada especialización profesional, al interior de sub ramas relevantes del quehacer


profesional contemporáneo.
Se alcanza mediante la atención en el proceso de enseñanza al desarrollo de
competencias profesionales específicas. Permite desempeños exitosos dentro de
campos cada vez más estrechos de desempeño profesional. Garantiza la focalización en
determinadas áreas de interés, casi siempre identificadas como de interés académico, y
garantiza la reproducción de especialistas de alto rango y perfil estrecho.

3. Apertura hacia las problemáticas vinculadas a las NTICs (Nuevas Tecnologías de la


Información y la Comunicación) y la informatización de la sociedad.
Garantiza tanto el manejo de herramientas generales, como de otras específicas de las
profesiones, que elevan su efectividad práctica.

4. Limitadas capacidades y habilidades para el diálogo con otros campos profesionales,


en particular los opuestos en el binomio ciencias-humanidades .
Es el costo de la especialización, que descuida el resto de la formación universitaria y
produce como efecto de largo plazo, dos debilidades asociadas: 1) la incapacidad para
el diálogo con otras especialidades relativamente lejanas. 2) la profundización de la
separación en dos “culturas” incapaces de dialogar entre sí, la humanística y la
científico-técnica.

5. Falta de una formación “para-científica”, que complemente el currículo con


información de elevada utilidad para el desempeño profesional, concerniente a
legislación, economía y procesos económicos, política (en especial de ciencia,
tecnología y educación), inserción social de los conocimientos y aplicación de los
resultados de la ciencia y la tecnología en la vida social.
Esta trama curricular prácticamente inexistente en el nivel universitario enfrenta al
egresado a una práctica social que demanda conocimientos ausentes, que se buscan
entonces mediante la improvisación en la práctica y en algunas actividades de
postgrado que los introducen. Se debe en parte a una debilidad de la formación
académica práctico-productiva, que tiene un carácter casi siempre formal y
complementario; y en parte a la imposibilidad de sobrecargar el currículo universitario
intentando incorporar la diversidad de la vida profesional real.

6. Formación ambiental débil, que apenas rebasa los niveles de información mínimos
para superar la educación anti ambiental heredada de la modernidad europea.
Es una de las debilidades más agudas de la formación universitaria actual que cumple
parcialmente con los objetivos de la educación ambiental y la educación para el
desarrollo sostenible.

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