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EL REENVÍO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

  El reenvió tiene su origen en el denominado conflicto negativo de las leyes, esto es,
cuando la norma de conflicto del foro y la norma de conflicto correspondiente a la ley
extranjera declarada aplicable se inhiben de la regulación del supuesto de estimar que
ninguna de las dos es competente.  Junto al conflicto negativo de leyes, el reenvío implica
tres presupuestos:

1. La diversidad de puntos de conexión utilizados por las normas de conflicto de los


ordenamientos que concurren en un supuesto de tráfico privado externo.
2. La consulta de la norma de conflicto extranjera o, si se quiere, consideración del
Derecho extranjero en su integridad, tanto el Derecho material como el conflictual.
3. por último, la remisión de la norma de conflicto extranjera a otra ley. Si dicha norma
remite a la ley del foro, daremos ante un supuesto de reenvió de retorno o de primer
grado.

CONCEPTO

En Derecho Internacional Privado, el reenvío es un mecanismo de solución a los


conflictos negativos de jurisdicción, esto es, aquellos que acaecen cuando con ocasión de
una relación de Derecho privado con elementos extranjeros relevantes, surgen dos o más
legislaciones de distintos ordenamientos jurídicos nacionales y ninguna de ellas se
atribuye competencia a sí misma para resolver el asunto, sino que cada una de ellas (las
legislaciones) da competencia a una legislación extranjera.

El reenvío se produce cuando la norma de conflicto del foro (país en el que se juzga el
asunto) se remite a un Derecho extranjero (de otro país) y la norma de conflicto de ese
país, a su vez, se remite a otro (“reenvía”).

Sin embargo, para que surja el reenvío se precisa que inicialmente haya un conflicto
negativo, es decir, que las reglas de conflicto de dos o más Estados consideren aplicable
una norma jurídica distinta a la de ellos.

Ejemplo:

El estatuto personal de un inglés domiciliado en Francia está regido, en virtud de la regla


de conflicto francesa, por la ley inglesa, ley de su nacionalidad y en virtud de la regla de
conflicto inglesa, ley de su nacionalidad y en virtud de la regla de conflicto inglesa, por la
ley francesa, ley de su domicilio.

Para el reenvío: La ley francesa remite a la ley inglesa y esta a su vez a la ley extranjera.
Luego se precisa también una invocación de la norma de conflicto del Estado cuya norma
jurídica se considera competente ya que si se aplica la ley material, de fondo, no se
produce la remisión. Fuente: (lawdroitderecho.blogspot.com)

CLASES DE REENVÍO

El reenvío se divide en grados, que pueden ser:

 DE PRIMER GRADO; también llamado reenvío simple, cuando la regla de conflicto del
tribunal juzgador considera competente la regla de conflicto extranjera y esta a su vez
señala como competente la regla de conflicto del propio tribunal juzgador.

 DE SEGUNDO GRADO, o reenvío ulterior, en este la norma de conflicto del segundo
país remite no a la ley del juez que conoce del asunto, sino a la ley de un tercer país.

Sin embargo, algunos autores consideran que existen hasta tercer o cuarto grado según
se dé el reenvío.

CASO FORGO

Este mecanismo de reenvío se plantea por primera vez en el conocido caso Forgo
resuelto por el Tribunal de casación francés el 24 de junio de 1878 en el que la sucesión
de la propiedad mobiliaria de un bávaro afincado desde pequeño en Francia enfrentó a
unos parientes colaterales del mismo y al Fisco francés.

Admitir dicho mecanismo suponía considerar aplicable a la sucesión el Derecho francés


que consideraba heredero al Estado francés, y no admitirlo llevaba a concluir aplicable el
Derecho bávaro que consagraba los derechos hereditarios de los mencionados parientes.
La admisión del reenvío por el Alto Tribunal dio lugar a vivas polémicas doctrinales no
sólo en la doctrina francesa sino en la doctrina internacionalista en general.

En efecto, para los partidarios de este mecanismo, éste se justifica básicamente por la
comprensión de la remisión que efectúa la norma de conflicto como global respetando la
integridad del Derecho extranjero reclamado. Desde algún sector doctrinal se justifica
también en la pretendida uniformidad que se alcanza en la resolución de los conflictos de
leyes, uniformidad que no es tal en todos los casos. Sin embargo, hoy en día incluso para
los autores o legisladores favorables en principio a la admisión del reenvío hay sectores
del Derecho Internacional privado en que dicho mecanismo no debe operar, ya que su
admisión desvirtuaría el sentido de la remisión.

Los ejemplos más claros al respecto son los que hacen referencia a la aplicación de la
norma de la autonomía de la voluntad conflictual a las obligaciones y contratos, a la locus
regit actum aplicable al estatuto formal, a su inconveniencia en los casos de las
denominadas normas de conflicto materialmente condicionadas.

En conclusión, la solución que se le dio a este caso fue el 24 de junio de 1878, cuando la
Corte de Casación Francesa decidió que las sucesiones de bienes muebles se rigen por
la ley francesa cuando las disposiciones del Derecho Internacional Privado de la ley
extranjera designada por la regla de conflicto francesa descartan el ofrecimiento de
competencia que les es hecho y reenvían al derecho sustantivo francés.

La Corte de Casación aplica la noción del reenvío, por lo que la ley bávara reenvía a la
ley francesa y hereda el Estado francés.

OPOSICIÓN DOCTRINAL AL REENVÍO

Son numerosos los autores que se oponen al sistema de reenvío. Los argumentos para
oponerse son variados. Cabe destacar los siguientes:

a) La regla de conflicto a aplicar es la del tribunal juzgador -lex-fori, no la regla extranjera.


Cada país adopta la su propia regla de conflicto, es así como el legislador entiende
resolver por sí los conflictos de leyes.

El autor Bartin, al sostener esta argumentación y refiriéndose al caso Forgo, dice


que cuando la regla francesa de conflicto ha designado a la ley bávara de conflicto
puesto que el conflicto fue ya resuelto; se trata necesariamente de la ley bávara material,
la que determina los herederos.

Los autores como Despagnet y Pillet, esta argumentación la sostienen bajo la


soberanía, establecían que si la regla extranjera de conflicto sea la encargada de
determinar el campo de aplicación de su propia ley de este primero. En otro término que
si se aceptaba la aplicación de una ley distinta a la de su Estado atentaba a la soberanía
del mismo. Niboyet citaba en su obra “La admisión de la remisión es contraria al
fundamento mismo de la soberanía y al principio de la independencia de los Estados.”

b) El Reenvío conduce a un círculo vicioso o sucesivo reenvío de modo indefinido, si se


acepta el sistema del reenvío en virtud del cual la legislación extranjera forma un todo
indivisible, tomando en cuenta que en ella existen tantas normas conflictivas como
normas materiales, se cae en un círculo vicioso.

En efecto, si la ley extranjera a la que se remite es un todo indivisible, también lo es la ley


a la que se hace el reenvío y se aplicarían las normas conflictuales de este último la que
a su vez se reenvía a la ley extranjera, y así sucesivamente. Aun admitiendo la tesis de
Forgo, dice Niboyet, las disposiciones del derecho bávaro son indivisibles.
En efecto las ley bávara remite a la ley francesa, pero esta a su vez, es igual indivisible,
de modo que es necesario aplicarla tanto en sus reglas de Derecho Internacional como
en las otras.

Algunos autores consideran que el asunto se agrava en los casos de reenvío de segundo
grado, pues no se ve bajo qué pretexto sería posible escoger entre las dos leyes
extranjeras que “se reenvían la pelota”. Los que plantean esta objeción al reenvío,
reconocen, en cambio, que la tendencia de los jueces en el caso de reenvío de primer
grado para salir del círculo vicioso es aplicar la ley material.

REFERENCIAS:

JOSE LUIS BONNEMAISON W. CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO. CARACAS-


VENEZUELA 2013. EDITORIAL VADELL HERMANOS EDITORES.

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