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El reenvió tiene su origen en el denominado conflicto negativo de las leyes, esto es,
cuando la norma de conflicto del foro y la norma de conflicto correspondiente a la ley
extranjera declarada aplicable se inhiben de la regulación del supuesto de estimar que
ninguna de las dos es competente. Junto al conflicto negativo de leyes, el reenvío implica
tres presupuestos:
CONCEPTO
El reenvío se produce cuando la norma de conflicto del foro (país en el que se juzga el
asunto) se remite a un Derecho extranjero (de otro país) y la norma de conflicto de ese
país, a su vez, se remite a otro (“reenvía”).
Sin embargo, para que surja el reenvío se precisa que inicialmente haya un conflicto
negativo, es decir, que las reglas de conflicto de dos o más Estados consideren aplicable
una norma jurídica distinta a la de ellos.
Ejemplo:
Para el reenvío: La ley francesa remite a la ley inglesa y esta a su vez a la ley extranjera.
Luego se precisa también una invocación de la norma de conflicto del Estado cuya norma
jurídica se considera competente ya que si se aplica la ley material, de fondo, no se
produce la remisión. Fuente: (lawdroitderecho.blogspot.com)
CLASES DE REENVÍO
DE PRIMER GRADO; también llamado reenvío simple, cuando la regla de conflicto del
tribunal juzgador considera competente la regla de conflicto extranjera y esta a su vez
señala como competente la regla de conflicto del propio tribunal juzgador.
DE SEGUNDO GRADO, o reenvío ulterior, en este la norma de conflicto del segundo
país remite no a la ley del juez que conoce del asunto, sino a la ley de un tercer país.
Sin embargo, algunos autores consideran que existen hasta tercer o cuarto grado según
se dé el reenvío.
CASO FORGO
Este mecanismo de reenvío se plantea por primera vez en el conocido caso Forgo
resuelto por el Tribunal de casación francés el 24 de junio de 1878 en el que la sucesión
de la propiedad mobiliaria de un bávaro afincado desde pequeño en Francia enfrentó a
unos parientes colaterales del mismo y al Fisco francés.
En efecto, para los partidarios de este mecanismo, éste se justifica básicamente por la
comprensión de la remisión que efectúa la norma de conflicto como global respetando la
integridad del Derecho extranjero reclamado. Desde algún sector doctrinal se justifica
también en la pretendida uniformidad que se alcanza en la resolución de los conflictos de
leyes, uniformidad que no es tal en todos los casos. Sin embargo, hoy en día incluso para
los autores o legisladores favorables en principio a la admisión del reenvío hay sectores
del Derecho Internacional privado en que dicho mecanismo no debe operar, ya que su
admisión desvirtuaría el sentido de la remisión.
Los ejemplos más claros al respecto son los que hacen referencia a la aplicación de la
norma de la autonomía de la voluntad conflictual a las obligaciones y contratos, a la locus
regit actum aplicable al estatuto formal, a su inconveniencia en los casos de las
denominadas normas de conflicto materialmente condicionadas.
En conclusión, la solución que se le dio a este caso fue el 24 de junio de 1878, cuando la
Corte de Casación Francesa decidió que las sucesiones de bienes muebles se rigen por
la ley francesa cuando las disposiciones del Derecho Internacional Privado de la ley
extranjera designada por la regla de conflicto francesa descartan el ofrecimiento de
competencia que les es hecho y reenvían al derecho sustantivo francés.
La Corte de Casación aplica la noción del reenvío, por lo que la ley bávara reenvía a la
ley francesa y hereda el Estado francés.
Son numerosos los autores que se oponen al sistema de reenvío. Los argumentos para
oponerse son variados. Cabe destacar los siguientes:
Algunos autores consideran que el asunto se agrava en los casos de reenvío de segundo
grado, pues no se ve bajo qué pretexto sería posible escoger entre las dos leyes
extranjeras que “se reenvían la pelota”. Los que plantean esta objeción al reenvío,
reconocen, en cambio, que la tendencia de los jueces en el caso de reenvío de primer
grado para salir del círculo vicioso es aplicar la ley material.
REFERENCIAS: