Está en la página 1de 1

comportamiento moral desempeñan una función fundamental los hábitos.

A este
respecto, nuestro autor entiende por hábito una disposición a obrar de un modo
determinado que se adquiere mediante la repetición de actos. Así, si repetimos
el acto de estudiar, adquiriremos el hábito de estudiar.Cuando los hábitos son
buenos o positivos se denominan «virtudes», en cambio, cuando son malos o
negativos, reciben el nombre de «vicios». Los vicios nos alejan de nuestro fin y
de nuestra felicidad, mientras que las virtudes nos ayudan a conseguirlos.Ética y
libertadDebes tener en cuenta que un presupuesto esencial del compor-tamiento ético es la
libertad. Solo si los seres humanos actuamos libremente pueden exigirnos res-ponsabilidad
moral. En este sentido, el miedo, la igno-rancia o la coacción física pueden reducir y, a
veces, suprimir nues-tra libertad y, por tanto, nuestra responsabilidad.Pensamiento
críticoSegún Aristóteles, la virtud «es un hábito selectivo que consiste en un tér-mino
medio relativo a nosotros, determinado por la razón tal y como lo de-terminaría una
persona prudente».Así pues, según Aristóteles, para entender correctamente esta
definición, debemos tener en cuenta lo siguiente:• En primer lugar, que la virtud
consiste en un término medio entre dos extremos viciosos, el uno por exceso y
el otro por defecto. Así, por ejemplo, la valentía es un término medio entre la
temeridad y la cobardía.• En segundo lugar, respecto a nosotros, la virtud en
modo alguno supone una posición intermedia, sino que exige un esfuerzo
constante para mejorar, o dicho de otro modo, para conseguir una mejora que
nos aleje del peligro de caer en uno de los extremos.Tenemos, pues, que la
virtud, en tanto consiste en una elección, supone una dimensión intelectual:
debemos elegir de modo racional y «prudente». Pero, al mismo tiempo, es
necesario, también, «estar en forma», es decir, poseer la correspondiente

También podría gustarte