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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Trabajo Fin de Grado

ESTUDIO DEL BULLYING


EN EL SEGUNDO CICLO
DE EDUCACIÓN INFANTIL

Alumno/a: Cristina Barranco Romero

Tutor/a: Rafael Fco. Delgado Rodríguez


Dpto.: Psicología

Mayo, 2018
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Índice
Resumen. ................................................................................................................................................................ 2
Palabras Claves. .................................................................................................................................................... 2
Abstract.................................................................................................................................................................. 2
Key Words. ............................................................................................................................................................ 2
1. Introducción. ................................................................................................................................................. 3
1.1. Justificación.......................................................................................................................................... 6
2. Objetivos. ...................................................................................................................................................... 8
3. Definición de Bullying. ................................................................................................................................. 9
4. Tipos de Bullying. ....................................................................................................................................... 10
5. Características de las víctimas, agresores y espectadores/as. ................................................................. 14
5.1. Víctimas. ............................................................................................................................................. 15
5.2. Agresores. ........................................................................................................................................... 16
5.3. Espectadores y espectadoras. ............................................................................................................ 17
6. Bullying en infantil (3-6 años). .................................................................................................................. 17
6.1. Características específicas del bullying en población infantil. ....................................................... 18
6.2. Prevalencia. ........................................................................................................................................ 18
6.3. Curso/Pronóstico. .............................................................................................................................. 19
6.4. Etiología. ............................................................................................................................................. 23
6.5. Consecuencias. ................................................................................................................................... 25
6.6. El papel de la familia ante las situaciones de bullying. ................................................................... 28
6.7. Programas preventivos...................................................................................................................... 31
7. Conclusión general. .................................................................................................................................... 33
8. Referencias bibliográficas. ......................................................................................................................... 34

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Resumen.

El bullying, también conocido como acoso escolar, es un tema de actualidad por su alta
prevalencia y por cómo está afectado a su desarrollo factores como las nuevas tecnologías. Este
fenómeno tiene como consecuencias distintos efectos negativos que pueden desencadenar
diferentes trastornos. En el siguiente trabajo se ha llevado a cabo un análisis acerca de este
problema, dónde se analiza su origen, definición, los diferentes tipos que hay y las
características de los participantes que intervienen. Así mismo, se profundiza en la manera en
la que este problema se presenta en la Educación Infantil -en concreto, en el segundo ciclo (3-
6 años)-, especificando las características, la prevalencia de la que consta, su curso y pronóstico,
las consecuencias que este fenómeno produce, el papel que tiene la familia de cada uno de los
participantes y, por último, una serie de programas preventivos para intentar evitar que se
produzca el Bullying.

Palabras Claves.
Bullying, acoso escolar, Educación Infantil, programas preventivos.

Abstract.

The school bullying is a very current topic due to its prevalence and to how the technology
influences in its development. The bullying has as consequences different negative effects that
may lead to several disorders. This essay aims to review this problem, highlighting its etiology,
definition, types and the characteristics of the people that intervene in bullying. Furthermore, it
is analysed how bullying shows up during the Pre-primary Education –specifically in the second
cycle (3-6 years old)-, examining its characteristics, prevalence, course and prognosis,
consequences and the role of the family of all the students that participate in the process of
bullying. Moreover, some prevention programs are described.

Key Words.

Bullying, School bullying, Pre-primary Education, Prevention programs.

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1. Introducción.

Hasta 1972 se desconocía cualquier dato acerca del bullying, siendo ese año cuando un
doctor llamado Peter-Haul Heinemann (1972-1973) describió ciertas conductas agresivas
tras realizar un análisis llevado a cabo en colegios.

Este autor pensaba que el bullying hacía referencia a que un menor fuera agredido por
un grupo en determinadas situaciones, y asociaba esta agresión con aquella que se
caracterizaba por cólera, la cual se daba en algunas situaciones que provocaban rechazo
(Berkowitz, 1993; Dodge, 1991; Dodge y Coie, 1987).

Posteriormente, un psicólogo y profesor sueco llamado Dan Olweus realizó un estudio


de investigación mundial de intimidación sistemática -Bullying-, el cual fue publicado en
un libro en Suecia en 1973 con el nombre de “La agresión en las escuelas: los bullyies y los
niños agresivos”, y en el que obtuvo que alrededor del 5% de los niños pertenecían al grupo
de víctimas de agresiones graves, el mismo porcentaje de los menores pertenecían al grupo
de agresores que ejercían esa agresión de forma constante. Además, identificó a ciertos
sujetos que constaban de ambos roles, el que agredía y la víctima.

Más tarde, entre 1975 y 1976, el psicólogo Anatol Pikas escribió el primer libro sobre
el bullying, en el que realizó un análisis en profundidad de esta problemática y tuvo una
clara repercusión en los países nórdicos.

En 1982, dos jóvenes que habían sido víctimas de bullying durante un largo periodo de
tiempo se suicidaron, hecho que provocó que el Ministro de Educación se involucrase en
dicha situación para encontrar una solución a nivel nacional, y planteó un año después, en
1983, una campaña nacional en Noruega acerca del bullying en la cual participaban varios
políticos, Olweus y Ortega. Esta campaña sería la primera en hablar en contra del bullying,
y debido a ello captó la máxima atención por parte de los medios de comunicación, hecho
que ayudó a la captación de atención tanto de las escuelas como las comunidades locales
(Roland, 2000).

Unos años más tarde, en 1987, el Consejo de Europa aceptó el primer congreso
internacional acerca del bullying para extender la importancia de este tema a otros países,
lo cual tuvo como resultado un trabajo grupal por parte de investigadores, profesionales y
políticos dirigido por la representante de dicho consejo, Mona O’Moore. Gracias a esta
autora surgieron diversas investigaciones acerca del fenómeno bullying, aún desconocido

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por muchos en la época. En España, de los/as autores/as más destacados/as en la época se
encuentra Rosario Ortega (Ortega, 1994), quien realizaría un análisis de este fenómeno en
la sociedad española.

Tras esto, aunque el trabajo de Heinemann se había acercado bastante al verdadero


significado del bullying, a posteriori, diversas investigaciones han llegado a la conclusión
de que este problema es principalmente una agresión proactiva, es decir, aquella que es fría,
organizada y manipulada, y con la que se pretende conseguir algo (Ortega, 2010).

De manera más reciente, Serrano e Iborra (2005) describieron diferentes tipos de


violencia fuera del ámbito escolar, que eran fácilmente reconocibles en mayor o menor
grado: maltrato físico, maltrato emocional, negligencia, abuso sexual, maltrato económico
y vandalismo.

El maltrato físico se reconoce a través de agresiones violentas por parte del agresor a la
víctima como pueden ser: palizas, empujones, arrojar objetos hacia la víctima, etc.

En el caso de las agresiones verbales, éstas buscan dañar a la víctima con el uso de las
palabras y se utilizan insultos, apodos inadecuados, críticas, desprecios sexuales, groserías,
etc. (Valadez y González, 2007).

También se encuentra la apropiación de la identidad que es una violencia bastante cruel


y poco conocida. Tiene su origen en 1976, cuando en Argentina tuvo lugar una dictadura
en la cual se llevó a cabo la exterminación de muchas personas y niños sin dejar huellas de
dicho crimen, y por tanto, debido a esto, sus familias, no podían declarar sus muertes ya que
carecían de pruebas que lo corroborase, por lo que constaba de una desaparición
(Gambacorta, 2004; citado en Ortega, 2010). Además, en estos tiempos se llevaron a cabo
varios delitos falsificando los datos e identidad propia de millones de niños y niñas, los
cuales fueron adoptados por extraños o llevados a orfanatos (Lo Giudice, 2005). Sin
embargo, este tipo de violencia hoy en día ha cambiado, y en el caso de los niños suele darse
en robos, en adopciones de identidades diferentes por parte del agresor siendo él mismo
cociente, etc. (Valadez y González, 2007).

Otro tipo de violencia puede ser la sexual, la cual aparece como un cortejo en la
adolescencia, cuando llega la maduración sexual. Los adolescentes comienzan a sentirse
atraídos sexualmente y sus relaciones con los contrarios comienzan a ser diferentes
mostrando su atracción hacia la otra persona. Sin embargo, ambos géneros se comportan de

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forma diferente al principio cuando se muestra su interés sexual, por ejemplo, los chicos
utilizan empujones y agarrones mientras que las chicas utilizan insultos hacia el género
opuesto y ambos actos suelen llegar de forma positiva hacia su contrario (Ortega, 2010).

Sin embargo, dicho cortejo puede llegar a convertirse en bullying sexual a partir de la
obtención de poder y dominio sobre otra persona (Shute et al., 2008; citado en Ortega,
2010). En este tipo de violencia, la figura masculina suele representar el rol del agresor
sexual, y la figura femenina suele ser la víctima (Ortega, 2010).

Por lo tanto, según Ortega (2010) se puede definir la violencia sexual como:

“Un comportamiento de naturaleza sexual no deseado que provoca estrés, malestar e


incomodidad en las víctimas, y que interfiere en la vida social y personal de los y las
estudiantes, acompañado de consecuencias muy dañinas para la salud y el bienestar. Es un
fenómeno que incluye una gran variedad de comportamientos, como los insultos y motes
con connotaciones sexuales, los comentarios sexuales, los rumores, miradas y gestos
obscenos, los intentos de contacto sexual no deseados, y los ataques físicos de distinto nivel
de gravedad, incluidos los que son un verdadero crimen, como el abuso sexual y la
violación.” (p.219)

Se encuentra también la violencia relacionada con la pobreza y que se concibe como


una violencia estructural, que sólo padecen las personas que carecen de recursos básicos
que hay en su sociedad, como pueden ser recursos materiales, derechos a la educación, a la
salud y a la formación para trabajar o al desarrollo personal. Este tipo de violencia suele
tener lugar en países en vías de desarrollo como África subsahariana, América Latina o el
Caribe (Rodríguez, 2004).

Autores como Martínez y Carmona (2006) y Rodríguez (2004) definen la violencia


estructural como el resultado del proceso de desigualdad social que se produce a nivel
mundial debido a cuestiones económicas, sociales y culturales. Conlleva una forma de
exclusión que incluye desde discriminación, pasando por desigualdad económica hasta la
privación de educación o trabajo, es decir, conlleva una desigualdad total de oportunidades
(Monclús, 2005).

Dentro de la violencia que existe en la pobreza existen diversos tipos, como pueden ser
(Cabezas, Gilsanz y Sampayo, 2008; Del Rey, 2007):

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 Violencia social: se caracteriza por encontrarse en lo conocido como pandillas o
grupo de amigos que constan de un orden social desestructurado y llevan a cabo
la violencia y agresiones a la hora de solucionar los problemas que se plantean.
En este tipo existen desde pandillas inofensivas, las cuales no constan de un líder
y pocas veces utilizan la violencia, a pandillas que son gravemente peligrosas
debido a que trafican con drogas, armas e incluso personas. Estas pandillas
suelen existir debido a necesidades socioeconómicas, culturales o
interpersonales.
 Violencia intrafamiliar: Dentro de este tipo existen dos subtipos, por una parte
se encuentra la que llevan a cabo los padres con sus hijos, dónde el maltrato
puede ser físico, emocional, sexual, debido a la educación, salud, etc. y varía
según la cultura y el nivel de vida, es decir, trabajo y economía. Por otra parte,
se encuentra la violencia que ocurre en una pareja, la cual ocurre en todos los
países independientemente del nivel cultural y económico, aunque en los más
pobres prevalece mucho más que en el resto y se debe a factores de carácter
personal, social, cultural y económico.
También existe la violencia psicológica la cual consiste en un conjunto de conductas
las cuales conllevan siempre la agresión psicológica como críticas, amenazas, aislamiento,
etc. y produce un daño a largo plazo el cual tendrá mayor fuerza dependiendo de cuánto
tiempo tenga lugar (Valadez y González, 2007).

1.1.Justificación.

El bullying es un tema muy actual debido a que cada vez son más los menores que
han sido víctimas de violencia en el contexto escolar en algunos momentos de su vida.
No obstante, la violencia entre iguales o acoso escolar ha existido durante muchos años
atrás, pero con la diferencia de que no se le daba importancia al ser considerada “cosas
de niños”, además, en muchos casos, los padres aconsejaban que en situaciones de
violencia, pegar era la única solución, por lo que no mostraban preocupación alguna
para intentar detenerlo. En cuanto a los docentes, muchos de ellos no estaban
suficientemente informados para saber actuar en este tipo de situaciones e intervenir
poniendo los medios correctos para afrontar dicha circunstancia.

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Sin embargo, actualmente la concepción de acoso escolar -o más bien conocido
como bullying- ha cambiado bastante debido a que cada día es más común en nuestra
sociedad, ejerciendo un papel muy importante que ha desencadenado graves
consecuencias como pueden ser intentos suicidas. Dichas consecuencias han propiciado
que docentes y familiares se informen acerca de este tema. También en el bullying ha
influido mucho el gran avance de las tecnologías, en concreto las redes sociales, las
cuales en muchos casos pueden llegar a ser dañinas para los seres humanos debido a
que a través de éstas las personas corren el riesgo de ser acosadas de diferentes formas,
sea publicando imágenes junto con agresiones verbales escritas o recibiendo contenidos
inadecuados, etc.
Por lo tanto, se puede decir que el acoso se da en muchos casos como puede ser vía
internet, en aulas, en parejas, en el entorno familiar y en los últimos años se han ido
ejemplificando dichas situaciones en el cine. Una de las películas relacionadas con el
bullying que me ha llevado a trabajar con este tema es “Wonder”, una película
estadounidense dirigida por Stephen Chbosky, que cuenta la historia de un niño llamado
Auggi, que tiene una deformidad en la cara la cual ha sido causada por 27 operaciones
y, debido a esto, el niño recibe la educación en casa. Pero conforme el tiempo avanza y
se va acercando a la enseñanza obligatoria, Auggi es inscrito en un colegio dónde recibe
muchísimo acoso por parte de sus compañeros a causa de su apariencia, pero aún así al
principio se hace muy amigo de un compañero, por el cual después se siente traicionado.
Tras esto Auggi decide separarse de este amigo, y éste se da cuenta de que es un
niño que tiene un gran corazón y le pide perdón. Auggi, recibe en el colegio un premio
por “ser el alumno cuya fuerza callada ha sido el que más corazones ha levantado”.
Con esta película se puede observar claramente el rol que desempeña cada niño
dentro del acoso escolar: Auggi actúa como víctima, los compañeros que lo acosan
como agresores y, por último, su mejor amigo como espectador.
La visualización de la misma nos hace ver la gravedad que tiene el bullying, lo que
conlleva a la estimulación del público a intervenir de manera adecuada en dichas
situaciones para intentar detenerlo.
Aunque esta película consta de bastantes situaciones negativas, en la pantalla se han
ejemplificado otras películas o series de un rango de gravedad más elevado como puede
ser el caso de la serie “Por 13 razones” creada por Brian Yorkey para Netflix. Esta serie
trata principalmente de una caja de zapatos que incluye 13 cintas de casete que contiene
13 razones de la muerte de una compañera que recientemente se ha suicidado, y esas 13

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razones están relacionadas con 13 compañeros que le hacen algo para que esta chica
caiga en depresión y, posteriormente, se suicide.
En esta serie se puede ver claramente el bullying que recibe la protagonista, cinta
por cinta, pero en este caso el acoso consta de mayor gravedad, puesto que la serie
finaliza con el suicidio de la protagonista debido a que se ve agobiada por la situación
y no encuentra otra solución ante el acoso recibido.
A raíz de esta serie y película, he podido observar la gravedad e importancia que
esta temática tiene tanto en el mundo del cine como en la vida real, un ejemplo de ello
puede ser el caso de Lucía, una niña de Murcia de 13 años, quien tras aguantar diferentes
acoso como insultos acerca de su físico, golpes en el estómago, que le clavasen lápices
en la espalda, etc., tuvo un primer intento de suicidio a través de la toma excesiva de
medicamentos. Esta primera vez consiguió sobrevivir gracias a la intervención de los
médicos, sin embargo, 4 meses y medio después tuvo el segundo intento de suicidio, en
el que perdió la vida. Cada año en España se dan 300 casos de suicidios a causa del
bullying, por lo que considero que la profundización de ésta temática me ayudará, como
futura docente, a estar actualizada en este tema y si se me presentan ciertos casos seré
capaz de intervenir adecuadamente (periódico, El Mundo).

2. Objetivos.

El objetivo general de esta revisión bibliográfica es dar a conocer este fenómeno Bullying,
el cual está recibiendo mayor atención en los últimos años tanto desde el ámbito científico como
del escolar y mediático. Esta revisión bibliográfica pretende concienciar a todas las personas, y
especial a los docentes, de la gravedad que tiene el bullying, y dar a conocer las características
esenciales para poder identificarlo en el momento en el que se produzca.
Los objetivos específicos son:
 Definir el Bullying en términos generales, y concretar sus diferentes tipos.
 Introducir y caracterizar a las personas que están involucradas en este fenómeno:
víctimas, agresores y espectadores/as.
 Especificar el Bullying en el segundo ciclo de Educación Infantil.
 Determinar las características y prevalencia del Bullying Infantil.
 Pronosticar los trastornos comórbidos que puede causar.
 Detectar las consecuencias que puede tener este fenómeno.

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 Introducir una serie de programas preventivos que ayuden a prevenir la aparición del
Bullying.

3. Definición de Bullying.

A partir de que Olweus interpretara la violencia entre iguales como “Bullying” en 1970,
comenzó un gran interés por este tipo de violencia escolar, y tras esto muchos autores se unieron
al estudio de esta problemática.

Para Hernández Prados (2004), el bullying o maltrato entre escolares es un tipo concreto de
violencia escolar, siendo este último término mucho más genérico y amplio, ya que incluye
también: la violencia física y psicológica que los maestros aplican a sus alumnos/as en forma
de amenazas, sanciones y castigos, todo ello con la finalidad de restablecer el orden en el aula;
o la violencia en forma de vandalismo que supone atentar contra la infraestructura del centro
(robo, pintadas, destrozos de material, etc.), etc.

Alducin (2012, párrafo 28, 29), en su obra “Bullying”, define esta violencia como:

“Conflicto de violencia entre menores de edad, presentes desde tiempos remotos en las
aulas de clase, de escuelas públicas y privadas, que afecta a la convivencia escolar y la
manera en que se relacionan los niños. Se da con más frecuencia en niños, pero las niñas
suelen ser más crueles entre sí”.

Por lo tanto, podemos considerar el bullying como una actuación violenta y agresiva por
parte de un sujeto, la cual puede ser de forma física, psicológica, emocional o financiera y suele
tener lugar en colegios, institutos, universidades, trabajos y, últimamente mucho más, en
internet (Griffin, 2017).

Para que el bullying pueda llevarse a cabo es necesario que haya dos figuras fundamentales:
el acosador y la víctima, aunque estas no tienen por qué ser simples, cada figura puede constar
de una o varias personas, y pueden ejercer diferentes roles dependiendo de la situación que se
trate (Hernández y Solano, 2007).

En definitiva, “el bullying corresponde a una forma de violencia interpersonal en la que se


ejerce poder a través de la agresión” (Wolf y Estefan, 2008, p.182). Esta ejecución de poder se
lleva a cabo para intimidar al afectado, el cual es elegido de forma premeditada ya que es
considerado débil, y por lo tanto puede sufrir más. Se puede realizar de forma directa,

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inflingiendo un daño físico o verbal como insultos o agresiones, o de forma indirecta, aislando
a la víctima, humillándolo públicamente, o haciendo que otro sujeto le haga sufrir, quitándose
así el principal agresor la responsabilidad (Trautmann, 2008).

Según Alducin (2012), el bullying consta de varias características como:

- Desequilibrio de fuerzas  En estos casos, el acosador suele tener más edad, y por
tanto más fuerza y poder sobre las víctimas, las cuales ejercen una conducta sumisa
debido al miedo que les proporciona la situación.
- Obsesión por tener el poder y el control de todo y de todos  En este caso el
acosador sabe que teniendo poder puede conseguir muchas cosas, entonces ejerce el
papel de líder en su grupo de amigos, quienes lo imitan por temor, y por tanto tiene
poder y control sobre ellos; esto suele hacerse para no sentirse débil ante los demás.
- Intención de hacer daño  Esto suele estar relacionado con niños que tienen
familias desestructuradas desequilibradas, dónde están acostumbrados a ver
violencia y, por lo tanto, lo consideran como su manera de relacionarse. En estos
casos, el niño suele mostrarse violento hacia otras personas como causa del
descontrol de ciertas situaciones de su vida, las cuales manifiesta desahogándose de
forma violenta hacia otras personas.
- Repetición de episodios violentos  Esta situación debe ser “continua” para tratarse
de una situación de bullying. En este tipo de situaciones, como se ha dicho
anteriormente, se elige a la víctima de forma premeditada debido a que es débil, y
se opta por intimidarlo e insultarlo.

4. Tipos de Bullying.

Alducin (2012) destaca que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México
encontró dos formas de Bullying:

 Directa  Es más común en la edad de preescolar y primaria, dónde se trata de


agresiones físicas de un o unos alumnos hacia otros.
 Indirecta  Suele darse en adolescentes y jóvenes, y se trata ridiculizar, rumorear y
humillar a una determinada víctima.
A partir de estas dos formas se diferencian seis tipos:

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1) Verbal  Consiste en ofender de manera verbal mediante insultos, o de manera
descalificativa con resultado de una inferioridad por parte de la víctima, debido a
humillaciones, desvalorizaciones, rumores, etc. Los niños que suelen llevarlo a cabo son
aquellos que buscan obtener la máxima atención posible, y debido a esto, apuestan por
llevar este tipo de acoso, en el que buscan herir a través de palabras a la víctima. Algunos
ejemplos pueden ser: burlas, humillaciones, rumores, etc.

2) Físico  Se trata de uno de los acosos más comunes en edad infantil, específicamente
más en los niños, quienes quieren ejercer el poder de todo y todos, y opta por la violencia
física, la cual puede incrementarse con el paso del tiempo. Algunos ejemplos pueden
ser: golpes, palizas, puñetazos, escupir a otra persona, etc.
3) Psicológico  Oñate y Piñuel (2015) definen el acoso psicológico o también conocido
como mobbing como: “Un continuado y deliberado maltrato verbal y modal que recibe
un niño por parte de unos u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de
someterlo, apocarlo, asustarlo, amenazarlo y que atentan contra la dignidad del niño”.
El objetivo principal de este tipo de bullying es aterrar a la víctima a través de
humillaciones, y tiene como consecuencias el decrecimiento de la autoestima así como
del ánimo debido a que el agresor provoca en la víctima un sentimiento de culpa y
responsabilidad de dicha situación. Cuando el acosador recibe apoyo de sus iguales, y
por lo tanto se siente aceptado, su agresividad se incrementa. Es más propio en las niñas,
ya que ellas generalmente utilizan formas diferentes de agredir para dañar a otras
personas, evitando la violencia física (Alducin, 2012).
Este tipo de Bullying suele ser uno de lo más crueles y el más difícil de detectar.
Autores como Oñate y Piñuel (20015) han establecido tres criterios diagnósticos que
ayudan a identificarlo:
 Que exista una o varias conductas de acoso reconocidas como tal.
 Esos acosos deben ser continuos en el ámbito escolar, no algo puntual.
 Tienen que existir ciertas consecuencias por parte de la víctima en su
ámbito académico, afectivo, emocional y familiar.
Este tipo de Bullying se rige por determinados comportamientos, y, según estos
dos autores, se dan 8 tipos de conductas:
 Comportamientos de desprecio y ridiculización.
 Coacciones.
 Restricción de la comunicación y ninguneo.

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 Agresiones físicas.
 Comportamientos de intimidación y amenaza.
 Comportamientos de exclusión y de bloqueo social.
 Comportamientos de maltrato y hostigamiento verbal.
 Robos, extorsiones, chantajes y deterioro de pertenencias.
4) Ciberbullying  Smith, Malhdavi, Carvalho y Tippet (2006) definen este tipo de
bullying como un acto agresivo e intencional, utilizando formas electrónicas de
contacto, desarrollado por un individuo o grupo de forma repetida y mantenida en el
tiempo sobre una víctima que no puede defenderse fácilmente por sí misma.
También se considera un acto cruel hacia otra persona ya que lleva a cabo la utilización
de un contenido inadecuado que busca hacerle daño a la víctima, y esto puede ser
enviado o compartido hacia el mundo exterior (Bill Belsey, 2005, citado en Ortega,
2010).
Este tipo de bullying está basado en el uso de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC). Los teléfonos, correos electrónicos, ordenadores, móviles,
etc., son algunas de las tecnologías con las cuales el acosador contacta vía internet con
su víctima para amenazarlo, chantajearlo, humillarlo o discriminarlo (Belsey, 2005).
Según Hernández y Solano (2007) existen dos tipos diferentes de ciberbullying:
 Un ciberbullying con el cual se pretende incrementar un bullying comenzado
anteriormente, y en este tipo el acosador suele identificarse con facilidad debido
a que sus continuos acosos se encuentran claramente relacionados con los ya
llevados a cabo anteriormente de manera tradicional. El agresor busca que los
daños que pretende hacerle a la víctima se popularicen y visibilicen en un amplio
grupo de personas.
 Un ciberbullying que no está precedido por bullying. En estos casos, la víctima
comienza recibiendo acciones violentas a través de videos, imágenes, mensajes
de texto, amenazas, etc. El cyberagresor suele autodelatarse.
Algunos aspectos relevantes que diferencian el ciberbullying y el bullying
“tradicional” es que, en el primero, tanto el agresor como la víctima deben dominar con
facilidad las TIC’s y ser anónimos -a no ser que sea un caso en concreto dónde el
acosador pase del bullying tradicional al ciberbullying-. Así mismo, en el ciberbullying
el acoso llega rápidamente a toda la comunidad online, por lo que consta de más

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repercusión en la víctima debido a que las imágenes y vídeos pueden ser agresiones más
fuertes que la agresión verbal.

Willard (2005; 2006) destaca 8 formas diferentes de ciberbullying:

i. Provocación Incendiaria: Se trata de peleas online las cuales se llevan a cabo a


través de plataformas virtuales o redes sociales.

ii. Hostigamiento: Serie de mensajes continuamente repetidos por parte del agresor
hacia la víctima.
iii. Denigración: Son insultos, mentiras o rumores acerca de la víctima de forma que
a esta se le menosprecia.
iv. Suplantación de la personalidad: En este caso el agresor se involucra en la
intimidad de la víctima utilizando cuentas de esta como suya, y haciéndose pasar
por ella.
v. Violación de la intimidad o juego sucio: El agresor comparte información íntima
de la víctima sin su consentimiento o consigue manipularla para que sea ella
misma quien la comparta.
vi. Exclusión: Al igual que en los otros tipos de bullying, en este también puede
llevarse a cabo excluyendo a la víctima de forma online.
vii. Ciberacoso: Al igual que el hostigamiento, se trata de una repetición de
mensajes, pero en este caso son violentos, intimidantes y amenazantes.
viii. Ciberamenaza: Se trata de un contenido online con el que se pretende amenazar
a una persona, provocando cierto nivel de preocupación por lo que este
contenido pueda causar.
5) Bullying entre hermanos  Normalmente entre hermanos suelen haber tanto
discusiones como peleas, las cuales pueden afectar al niño tanto positivamente -
aprendiendo el respeto, la empatía, la forma de tratar a otra persona- como
negativamente -de modo que adquieran modelos violentos y los lleven a cabo en su
contexto escolar y social- (Brody, 2004; Bank, Patterson y Reid, 1996; y Patterson,
1986).
Es importante tener en cuenta las características que hay entre ellos: edad; sexo
-las niñas suelen ser poco conflictivas y predominan las relaciones afectivas hacia su
familia, mientras que los niños suelen ser más conflictivos y agresivos-; características

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personales y; el nivel de relación que haya entre ellos (Brody, 2004; Dunn, 2002;
Hetherington y Clingempeel, 1992; Hetherington, Henderson, Reiss, 1999).
También hay que tener en cuenta la importancia que tiene la familia en el
desarrollo total del/a niño/a, puesto que es con esta con quien adquiere las conductas
sociales, los valores, la relación con los demás, etc., y por ello es muy importante tanto
los padres como la madres y los/as hermanos/as, ya que de ellos es de quien el niño
aprenderá y se desarrollará de forma completa. Por lo tanto, los problemas que surjan
en su contexto familiar posiblemente sean concebidos también en su entorno social y
escolar (Bank, Burraston y Snyder, 2004; Criss y Shaw, 2005).
Cabe destacar que este tipo de Bullying suele ser más común en familias
coercitivas, es decir, aquellas en que los padres le imponen algo a sus hijos/as y estos
tienen un comportamiento agresivo mediante lloriqueos, gritos, etc., en respuesta de sus
padres para no hacerlo, y así sucesivamente hasta que el padre adquiere una conducta
más violenta y potente y, por lo tanto, el menor opta por eliminar su actuación
inadecuada. En este tipo de familias el niño adquiere el aprendizaje de la agresión y la
llevan a cabo con sus hermanos/as, lo que puede repercutir en la relación con sus
progenitores (Criss y Shaw, 2005; Patterson, 1986).

6) Violencia racista  También conocida como “bullying racista”, tiene lugar en aquellas
aulas pluriculturales y se caracteriza como un maltrato por parte de los compañeros,
quienes agreden a otro/a compañero/a debido a ciertos motivos relacionados con la etnia
o cultura que están ligados a la apariencia, comportamiento y actitud de la víctima
(Monks, Rodríguez y Ortega, 2003).
En este tipo de violencia se lleva a cabo el maltrato o agresión verbal ya citado
anteriormente, así como la exclusión social, la cual puede provocar más daño en las
víctimas deteriorando la convivencia entre los compañeros (Ortega, 2010).

5. Características de las víctimas, agresores y espectadores/as.

En el bullying mantienen un papel fundamental las víctimas y los agresores, puesto que son los
principales protagonistas, no obstante, también reciben especial mención todos los niños y niñas
que se encuentran alrededor de esta situación, bien por apoyar al agresor, o por estar de parte
de la víctima o por ignorar dicha situación. Por ello se pueden diferenciar varios tipos
(Salmivalli, Lagerspetz, Björkqvist, Österman y Kaukiainen, 1996) de participantes:

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5.1.Víctimas.

Las víctimas toman un papel esencial en el bullying puesto que son éstas las que
reciben de las agresiones, esto se debe a que los agresores tienden a considerar que las
víctimas son frágiles, carecen de seguridad, baja autoestima, gran timidez y suelen ser
muy negativas (Farrington, 1993). Respecto al ámbito familiar, las víctimas pasan la
mayor parte de su tiempo con su familia, lo que conlleva a una sobreprotección. Este
hecho es considerado por Olweus (1993) como uno de los principales causantes de que
sea víctima del bullying (Martínez, 2002).

En el ámbito físico, las víctimas suelen tener menos fuerza que los agresores, por lo
que son más débiles y padecen ansiedad e inseguridad. También influye bastante otros
aspectos físicos de la víctima, como por ejemplo: color de piel, nacionalidad diferente,
gafas, defectos, etc., aunque estos al principio pasan a un segundo plano hasta que el
agresor no elige a su determinada víctima y lleva todas estas diferencias a un primer
plano dónde a partir de ciertos defectos saldrán los primeros signos de bullying (Olweus,
1993; citado en Martínez, 2002).

Castro-Morales (2011) diferencian dos tipos de víctimas:

- Víctimas pasivas: Este tipo de víctimas se caracteriza por tener cierta dificultad a
la hora de entablar relaciones de amistad entre sus iguales, así como dificultad
para comunicarse y no son populares. Suelen ser bastante miedosas, inseguras,
constan de una muy baja autoestima y se autoculpabilizan de las situaciones
difíciles que le ocurren.
- Víctimas activas: Este tipo de víctimas carecen de amigos, por lo que siempre se
encuentran aisladas de sus iguales y, por lo tanto, no son populares. También son
conocidas como víctimas agresivas puesto que emplean la agresión y provocación
en diferentes situaciones en las cuales no aciertan, eligiendo una conducta
inadecuada, por lo que en ocasiones pueden ejercer el papel de agresor. Constan
de más bajo rendimiento escolar que las víctimas pasivas y parece que la ejecución
de esta conducta agresiva se debe a que en la infancia han observado en su
ambiente familiar ciertas conductas, las cuales han imitado con el paso del tiempo

15
hasta convertirse en una víctima activa. Suele haber más chicos que chicas dentro
de este perfil.

5.2.Agresores.

En diferentes estudios se ha señalado al agresor con sexos diferentes, por ejemplo,


varios estudios (Olweus, 1998; Ortega, 19994, citado en Martínez, 2002) consideran
que los agresores normalmente suelen ser los chicos, mientras que otros estudios (Smith,
1994) consideran que las chicas toman el papel de agresora utilizando elementos
psicológicos, los cuales pueden pasar más desapercibidos.
Autores como Olweus (1998) consideran al agresor -también conocido como
“bullies”- cómo violento y agresivo. Otros como Camacho (2008) opinan que los
agresores constan también de muy baja empatía. Este tipo de personas tienen ciertos
problemas a la hora de entablar relaciones con los demás debido a que piensan que con
quienes se relacionan continuamente están en contra suya, por lo que esto es una fuente
principal de conflictos.
Respecto a la apariencia física, ésta es muy importante para poder ejercer el papel
de agresor en el bullying, ya que los agresores constan de más fuerza física que sus
víctimas, y suele relacionarse casi siempre con los chicos.
Socialmente los agresores se encuentran en grupos de edad inferior a sí mismos
debido a que son repetidores (Cerezo, 1997).
Este tipo de participantes en el bullying, según Castro-Morales (2011), se
caracteriza por carecer de muchos amigos, aunque la diferencia que tienen respecto a
las víctimas es que éstos tienen ciertos amigos que no les rechazan y copian la actitud
agresiva que imponen, como puede ser la violencia, impulsos y relaciones bastante
malas con adultos y docentes. Constan de una alta autoestima y una falta de
familiarización con sus padres, es decir, no tienen relación de afecto con sus padres,
aunque principalmente con su madre, quien es incapaz de educarlo respetando ciertas
normas y límites o cumpliendo castigos cuando hagan algo mal o inadecuado.
Se puede diferenciar entre agresores activos, que se refiere a quienes llevan a cabo
la agresión sobre su víctima de una forma directa (Castro-Morales, 2011), y dentro de
este tipo se puede observar un subtipo conocido como agresores sociales-indirectos/as,
que se refiere a aquellos agresores que manipulan a sus iguales o seguidores y lo

16
introducen en la participación de la agresión de una víctima (Olweus, 1998); y agresores
pasivos, que se refiere a aquellos quienes observan y animan dicha situación violenta
(Castro-Morales, 2011).

5.3. Espectadores y espectadoras.

El Defensor del Pueblo (1999) considera que este tipo dentro del bullying, los cuales
también se conocen con el nombre de observadores o bystanders, está representado por
todas aquellas personas que observan una situación violenta entre iguales, en el caso del
bullying, los compañeros y compañeras. Estos espectadores se vuelven más agresivos
después de percibir dicha situación y, por lo tanto, serán probablemente más propensos
en el futuro a participar en ese tipo de situaciones violentas. Otros autores (Delgado,
2012), consideran que este tipo de actores dentro del bullying conciben el llamado
“círculo del silencio”, debido a que no comentan ni intentan solucionar nada de lo que
ven.

Este tipo suele tener cierto temor hacia el agresor, lo cual impide que intenten
solucionar o prevenir dicha situación de bullying en torno a un compañero, debido a que
tienen cierto miedo convertirse ellos en víctimas también (El Defensor del Pueblo,
1999).

También pueden presentar un sufrimiento similar al de las víctimas debido a que no


tienen como defenderse de los agresores y a esto se le suma el sentimiento de culpa y
remordimiento al ver el sufrimiento de sus iguales y no ser capaces de intervenir
(Defensor del Pueblo ,1999; citado en Martínez, 2002).

6. Bullying en infantil (3-6 años).

Existe una continua incertidumbre por parte de los docentes, padres y madres, e incluso
entre algunos investigadores, acerca de la existencia del bullying entre los 3 y 6 años. Sin
embargo, tal y como se ha demostrado, la existencia de esta problemática en la población
infantil ha sido documentada, aunque bien es cierto que su prevalencia es menor que en etapas
posteriores.

17
Según muchos investigadores, el bullying comienza a manifestarse a partir de la edad
infantil, y algunos ejemplos de los estudios realizados en población preescolar son los de la
guarderías de Noruega (Alsaker, 1993) y jardines de infancia de EEUU (Kochender-fer y Ladd,
1996), en Suiza (Alsaker, 2003; Alsaker y Valkanover, 2001; Perren y Alsaker, 2006), Reino
Unido, España e Italia (Monks, Ortega y Torrado, 2003; Ortega y Monks, 2005).

6.1. Características específicas del bullying en población infantil.

Debido a que existe una enorme diferencia entre el alumnado de infantil y los niveles
mayores, el bullying que se produce no es igual en cuanto a conductas de maltrato. Aun
así, se dan tanto los mismos roles como los mismos estados emocionales por los que
pasan los niños y niñas.
En esta etapa, se dan formas de agresión indirecta o agresión social (Crick et al.,
2006; Monks, Smith y Swettenham, 2005), y tanto el alumnado como los docentes lo
perciben de una manera particular como es la exclusión del grupo (Alsaker,
Françoise, Nägele y Christof, 2008); aunque el alumnado también percibe conductas
agresivas como se dio en el estudio de Kochenderfer y Ladd (1997).
La forma de bullying preescolar más común es la exclusión, que consiste en que el/la
alumno/a víctima es aislado por el resto de compañeros. Cuando se relacionan con
él/ella lo hacen de una manera despreciable como, por ejemplo, puede ser el caso de un
niño que es excluido por sus compañeros y compañeras, y cuando lo dejan jugar es para
ejercer el rol de un perro en el juego de las familias, dónde la víctima no tiene ninguna
autoridad y alcanza una actitud sumisa. Este tipo de bullying preescolar consta de la
agresión tanto física como verbal (Ortega y Monks, 2005), sin embargo, en pocas
ocasiones comienza de forma violenta, haciéndolo de una manera indirecta y poco a
poco se va incrementando (Monks, Ortega y Torrado, 2003; Ortega y Monks, 2005).

6.2.Prevalencia.

En un reciente estudio de 1.090 niños de educación infantil de segundo ciclo (3-6


años), Alsaker y Nägele (2008) encontraron que:

18
-6% eran considerados victimas pasivas puesto que eran agredidos 1 vez como mínimo
a la semana y éste no agredía a ningún compañero.

-11,7% eran considerados los agresores ya que estos agredían como mínimo 1 vez a la
semana sin ser agredidos.

-7,5% eran los llamados “victimas agresivas” ya que agredían y eran agredidos como
mínimo una vez a la semana.

-54,8% del alumnado permanecía al margen del bullying preescolar.

-20% no se podía clasificar con ningún rol puesto que este tipo de alumnado en
ocasiones agredía, y en ocasiones era agredido, por lo que la frecuencia de sus actos no
se relaciona con ningún tipo de los ya citados anteriormente.

Cabe destacar que recibe un papel importante la diferencia de género, ya que tanto
el 2,8% de las niñas como el 11,9% de los niños reciben el rol de victimas agresivas.

Prevalencia

20% 6%
11,70%
7,50%

54,80%

Victimas pasivas Agresores Victimas agresivas Al margen del bullying Sin clasificar

Según Duncan (1999) (citado en Ortega, 2010, p.174): “El 30% de niños/as son
maltratados/as por sus hermanos”, mientras que según Wolke y Samara (2004) (citados
en Ortega 2010, p.174): “El 16,2% de los niños entre 12 y 15 años fueron victimizados
en casa por sus hermanos”.

6.3.Curso/Pronóstico.

19
Según Alducin (2012), para que se produzca una situación de acoso escolar es
necesario que se dé un determinado proceso que lleva a ello y está constituido por varios
pasos:

- Primer paso: Tiene que haber una persona que ejerce de víctima, la cuál posee una
serie de características que molestan o incomodan al agresor, como puede ser una
discapacidad, obesidad, alto rendimiento académico, torpeza, defectos físicos, etc.,
entre otros. La existencia de estas características son la clave principal para
comenzar con acoso escolar.
- Segundo paso: En esta segunda fase es cuando se empieza a dar forma al acoso, de
modo que se comienza a iniciar hacia la víctima comentarios inadecuados acerca
del físico de ésta, bromas de mal gusto, motes, y así progresivamente hasta alcanzar
un nivel superior de acoso o bullying.
- Tercer paso: Tal y como se ha dicho en la segunda fase, el bullying poco a poco se
va incrementando, de modo que en esta fase tomarán lugar tanto los improperios
como las amenazas debido a que el agresor irá sustituyendo las bromas y burlas por
éstas, caracterizándose el bullying verbal por llevar a cabo menosprecios y chillidos
hacia la víctima, acompañado siempre de la vulgaridad. Si en esta fase no se detecta
el bullying, éste poco a poco se irá elevando y alcanzará un nivel bastante crítico e
incontrolable.
- Cuarto paso: A la agresión verbal se le une la física, la cual puede ir ascendiendo
hasta desembocar en una situación realmente peligrosa para la víctima, bien como
causa directa de la propia agresión o haciendo que la persona agredida tome la
decisión de suicidarse para escapar de tanto sufrimiento.

Se han encontrado diferentes problemáticas asociados a los componentes


pertenecientes al bullying:
-Los acosadores o agresores se han asociado al trastorno negativista desafiante
(Arroyave, 2012). Este trastorno (DSM-IV, APA, 1994) suele ser identificado antes
de los 8 años de edad, y se suele originar en aquellos ambientes familiares en los
cuales el cuidado de los hijos no lo llevan a cabo los padres sino cuidadores, aquellas
familias donde está presente una educación bastante disciplinada o tienen problemas
graves. El comportamiento negativista desafiante puede extenderse al ambiente
escolar, social, etc. y suele dirigirse hacia aquellas personas que el niño conoce bien
–ya sea un adulto conocido o compañero de clase-. Este comportamiento se

20
caracteriza por ser ofensivo, inadecuado y desobediente, además, estos menores lo
justifican por considerar que se da en situaciones irrazonables para ellos. Dicho
comportamiento puede manifestarse de las siguientes formas (DSM-5, APA, 2013):
 Se enfada muchísimo y como solución recurre a una rabieta.
 Discute normalmente con adultos.
 Reta a los adultos sin mostrar respeto hacia ellos y rechaza lo que ellos le piden.
 Incordia a todas aquellas personas que se encuentran a su alrededor e incluso
las agreden de forma verbal.
 Responsabiliza a otras personas de sus acciones inadecuadas.
 Suele sentirse incordiado por otros menores fácilmente.
 Tiene sentimientos de rencor y venganza.
En los niños de edad inferior a los cinco años estos comportamientos deben darse
casi todos los días durante 6 meses para que se pueda diagnosticar dicho trastorno,
sin embargo, en niños de más de cinco años, éstos deben comportarse de esta
manera una vez a la semana como mínimo para dar la constancia de dicho trastorno
(DSM-V, APA, 2013).

El trastorno negativista desafiante puede llevar al trastorno disocial (DSM-IV.


APA, 1994), el cual se caracteriza por una falta de empatía, una escasa preocupación
hacia los demás, insensibilidad referida a la culpa o al remordimiento, baja
autoestima, impulsos emocionales e impertinencia. Los niños que padecen este
trastorno normalmente suelen tener dificultades para entender adecuadamente las
intenciones de los demás hacia ellos, ya que las perciben de forma diferente, es decir,
como intenciones amenazantes u ofensivas, de forma que actúan agresivamente
hacia éstos por sentirse agredidos.
Existen dos tipos de inicio para este trastorno: de inicio infantil y de inicio
adolescente, aunque solo nos centraremos en el tipo de inicio infantil por el ser el
que se manifiesta a una edad inferior a los 10 años. Este tipo engloba a los niños que
llevan a cabo una violencia física, es decir, los agresores, ya que tienen problemas
escolares con sus compañeros.
-Bully/víctimas: los niños que a veces desempeñan el papel de víctima y otras el
de acosadores. Este cambio de roles se debe a que concibe una agresión como una
combinación de ansiedad y agresividad. Dentro de este tipo se encuentran varios
tipos que actúan de forma diferente como puede ser:

21
o Victimas activas o provocadoras, las cuales se caracterizan como su propio
nombre indica por actitudes provocadoras y agresivas. Este grupo suele
relacionarse con el trastorno de atención de predominio impulsivo o mixto,
además, de un trastorno oposicional desafiante ya descrito anteriormente
(Arroyave, 2012, pp.120).
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad se caracteriza por una
falta de atención e hiperactividad-impulsividad (DSM-V, APA, 2013) por
parte del sujeto y suele ubicarse a una edad anterior a los 12 años, para
identificarlo tiene que estar presente en situaciones como en el ámbito
familiar y escolar o laboral, lo cual tenga ciertas repercusiones en dichos
ámbitos que influyan su nivel de desarrollo.
El trastorno de atención también consta de un predominio impulsivo el cual
padecen las víctimas activas o provocadoras y se caracteriza por tener
impaciencia por todo, detener situaciones hasta llegar a conseguir problemas
en todo tipo de ámbitos, hacer comentarios inadecuados, involucrarse en
situaciones que no le incumben e incluso apropiarse de objetos que no le
pertenecen. Todos estos actos pueden tener como consecuencia problemas o
accidentes sin llegar a pensar en las consecuencias que puedan repercutir.
o Bully/víctimas las cuales se caracterizan por ser agredidos así como agredir,
es decir, al ser nerviosos e impulsivos, éstos devuelven la agresión al agresor
por lo que conforman tanto el papel de víctima como de agresor (Trautmann,
2008). Estos niños tienen también un bajo rendimiento académico, falta de
competitividad, baja autoestima e incordian a niños con menor edad. En este
tipo se consta de más problemas mentales. Además de poder presentar el
trastorno de atención e hiperactividad con predominio impulsivo, también
pueden padecer el trastorno oposicional desafiante, depresión y ansiedad
(Arroyave, 2012). Por tanto, los niños que padecen ansiedad pueden llegar a
tener el trastorno de ansiedad generalizada (DSM-V, APA, 2013) el cual
surge a causa de la preocupación de cualquier situación en la que el individuo
no tiene el control de la misma y por consiguiente surgen los siguientes
síntomas: inquietud, preocupación, falta de concentración, nerviosismo,
tensión muscular o dificultades en el sueño.
En el caso de los niños que padecen este trastorno, suelen preocuparse
generalmente por el rendimiento escolar aunque carezcan de evaluación y por

22
sus actos los cuales piensan que pueden ser juzgados fácilmente. Por tanto los
niños que pertenecen a este grupo suelen ser resignados, minuciosos e
indecisos en la realización de trabajos debido a que piensan que pueden ser
criticados fácilmente por sus iguales (DSM-IV, APA).

-Víctimas del bullying las cuales se caracterizan por ser acosadas y agredidas
por los agresores y suelen ser inseguras, débiles, carecen de amigos o si tienen son
pocos, constan de familias que los protegen demasiado. Este tipo cuando es
analizado psíquicamente se encuentra que padecen de fobia social, depresión y
ansiedad, de los cuales estos dos últimos ya han sido descritos anteriormente
(Jansen, Veenstra, Ormel, Verhulst & Reijneveld, 2011; Skapinakis, Bellos,
Gkatsa, Magklara, Lewis, Araya, Stylianidis & Mavreas, 2011; Trautmann, 2008).

La fobia social (DSM-5, APA, 2013) puede aparecer a partir de la segunda


infancia y se caracteriza por un continuo miedo hacia aquellas situaciones sociales
o actuaciones que pueden producir vergüenza y el individuo siente que puede
obtener una evaluación negativa. Este tipo de situaciones, en el caso de los niños,
pueden dar como resultado lloriqueos, tartamudez, acercamiento grato hacia sus
familiares y hasta rechazo de relaciones con sus iguales. Esto en el ámbito escolar
se ve claramente enfocado a la hora de una escasa participación en clase, negación
de ir al colegio o cualquier actividad propia de su edad.

6.4.Etiología.

Un conjunto de variables tales como familiares, escolares, sociales, culturales y


personales son los principales factores que influyen en el bullying, sea en el agresor o
en la víctima (Socías, 2006). Sin embargo, otros autores como Soutter y McKenzie
(2000) consideran que el factor más influyente en estos casos es el contexto dónde se
produzca. En este sentido, los niños que llegan a ser agresores se caracterizan por
presentar un comportamiento agresivo como consecuencia de haber sido testigos de este
tipo de conducta o, en algunos casos, por haber sido víctimas en el ámbito familiar
(Baldry, 2003; Gibb et al., 2004; Spinalle-Grieco, 2000). El haberse desarrollado en un
ambiente caracterizado por la agresividad tiene una gran influencia sobre los menores,
debido a que este tipo de niños y niñas adoptan la misma actitud violenta y agreden a

23
aquellos/as compañeros/as que son introvertidos, silenciosos, que carecen de amigos,
los que consideran débiles, que padecen alguna discapacidad o necesidades educativas
especiales (Nabuzoka y Smith, 1993). Por lo tanto, se podría decir que los agresores
escogen a víctimas que presentan algunas de estas características, al ser percibidos como
inferiores de manera real o personal (Socías et al., 2002).
Cabe destacar que en el Informe de Ziegler y Rosenstein-Manner (1991) (citado en
Socías, 2006) hay una revisión de los motivos por los que se produce el bullying y la
victimización. En este informe se establece que hay más probabilidad de que se dé
bullying en aquellos contextos familiares dónde hay una obvia falta de implicación por
parte de los padres, así como en los ámbitos escolares donde hay una falta de prevención
de esta problemática.
Castro-Morales (2011) también destaca la influencia directa de ambos contextos en
la conducta de bullying, y lo hace de la siguiente forma:

- La familia: En este factor se encuentran las bases de las personas, ya que es el


principal agente socializador en cuanto a la transmisión de valores y, por lo tanto,
el alumnado imitará y seguirá los modelos de conducta de éstos, adoptando
dichos valores a su personalidad, para así desarrollarse en el entorno en el que
viven. Sin embargo, existen casos en los cuales los niños encuentran cercana la
violencia, debido a que perciben, sufren o ejecutan ésta en sus entornos más
cercanos como el ámbito familiar. Esto repercute en su forma de ver la vida, en
la cual solo ven la existencia de dos papeles, el agresor y agredido.
La conducta agresiva del bullying se origina en familias desestructuradas en
las que hay escasa implicación por parte de los padres, severa disciplina,
conductas agresivas, etc.
La violencia familiar también influye en el niño en muchos otros aspectos de
forma negativa, como puede ser en la disminución del establecimiento de
relaciones. La violencia va ascendiendo con el paso del tiempo, y ésta se expande
hacia otros familiares.
- Entorno escolar: En este contexto los docentes tienden a crear diferentes
perspectivas positivas y negativas sobre el alumnado, lo que se conoce como
profecía autocumplida, y a partir de ésta actúan de una manera u otra, por lo que
en un aula siempre habrá grandes diferencias entre varios grupos de alumnos,
dónde algunos sobresalgan y sean alabados por los docentes, mientras otros

24
fracasen y sean criticados por el mismo, lo que influye de manera negativa en el
transcurso del ciclo escolar y lleva a la desmotivación. Por lo que se puede decir
que suelen tener más afinidad con unos estudiantes que con otros, pero si ésta se
lleva a la exageración puede llevar a que el alumnado padezca ciertos grados de
ansiedad y depresión, así como un descenso del rendimiento académico.
Esto en relación con el bullying tiene bastante repercusión, puesto que si los
agresores son aquellos alumnos que tienen muy buena relación con los docentes,
y las víctimas aquellas que son invisibles o criticadas por los mismos, el
profesorado ignorará dicha situación encontrándola sin mucha importancia.

Por lo que se puede decir que en el bullying suele darse en aquellos contextos
escolares dónde hay escasa intervención por parte del docente, una falta de respuesta
del alumnado que no se encuentra involucrado en el bullying pero son espectadores,
escasez de normas relacionadas con la violencia, poca coherencia del equipo directivo
y por lo tanto de los docentes, etc. Es decir, asocian todo este tipo de contextos con una
principal falta de medios que eviten que se produzcan el bullying, como pueden ser
culturas de prevención del bullying, o programas que eviten que se produzca el bullying
en centros escolares (Socías, 2006).
Autores como Rigby (2002) remarcan que hay que considerar los comportamientos
de los espectadores de bullying ya que éstos son quienes sostienen, fortalecen o agravan
con contestaciones activas o pasivas el comportamiento del agresor.

6.5.Consecuencias.

Los diferentes participantes del bullying (víctimas, agresores y espectadores)


presentan diversas consecuencias, en las cuales existen distintos síntomas y cota de dolor
(Garaigordobil, 2010)
Garaigordobil y Oñederra (2010) llevaron a cabo el análisis de los estudios existentes
en los cuales se plasmaban las consecuencias sufridas por los tres grupos de personas que
participan en el bullying (víctima, agresor y espectador):

 Víctimas  Hoy en día los alumnos víctimas del bullying suelen ser niños y niñas
que no son aceptados por sus iguales por determinadas diferencias como el nivel de
vida, religión, ser de otro país, etc., y por ello son sometidos a diferentes formas de

25
bullying o acoso, físico o psicológico. Ambos tipos de bullying provocan
consecuencias en las víctimas como puede ser un alto descenso de la autoestima y
un muy bajo rendimiento académico. Estas consecuencias, sin embargo, pueden
incrementarse aún más cuando son reforzadas por padres y docentes exigentes,
quienes regañan a estos niños y niñas por el bajo rendimiento escolar. Esta situación
puede llevar a un rechazo absoluto de la escuela debido a la exclusión que recibe
por parte de sus iguales, llegando a provocar violencia intrafamiliar a causa de este
comportamiento (Cepeda-Cuervo, 2012). El análisis realizado en este tipo de
participantes, se pudo observar (Garaigordobil & Oñederra, 2010):
o Un alto descenso del rendimiento escolar, lo que supuso el fracaso escolar
en el sujeto.
o Una negación hacia el centro, lo que en muchos casos se soluciona con un
cambio de escuela por parte del niño.
o Indecisión ante la vida, tristeza, melancolía y adversidad.
o Comportamiento retraído, vergonzoso y soledad y abandono social.
o Escasez de ser un niño admirado y en muchos casos puede llegar a ser
odiado por sus iguales.
o Muy poca autoestima.
o Falta de positividad ante la vida así como de inteligencia emocional.
o Alta responsabilidad y, por tanto, si no hay éxito, alta culpabilidad.
o Cambios en los comportamientos.
o Dolor corporal.
o Enuresis así como dificultad en el sueño.
o Ansiedad y depresión.
o Trastorno por estrés postraumático.
o Miedo.

Autores como Maidel (2009) consideran que el alumando que es víctima del bullying
consta además de tristeza, apatía, angustia, dolores estomacales o de cabeza, etc.

Otros, sin embargo, consideran que las víctimas del bullying padecen principalmente
problemas psicológicos, los cuales llevan a una de las consecuencias más sorprendentes
cómo es el intento de suicidio, que también puede llevarlo a cabo además de la víctima,
el agresor, y suele ser un pensamiento más propenso en mujeres que en hombres (Díaz-
Atienza, Prados Cuesta, Ruiz Veguilla, 2004; Kim, Koh, Leventhal, 2005; Rigby, 2003).

26
 Agresores Este otro tipo de participantes constan de (Garaigordobil & Oñederra,
2010):
o Al igual que las víctimas, éstos también constan de un descenso en el
rendimiento escolar y, por tanto, de fracaso escolar.
o Negación hacia el colegio.
o Comportamientos inadecuados en relación hacia la sociedad de la que
forman parte.
o Problemas a la hora de respetar y cumplir ciertas reglas o pautas.
o Escasez de relaciones sociales, y en caso de que haya, es de carácter
negativo.
o Escasa autocrítica así como capacidad de autoculpabilizarse.
o Maldad y apatía.
o Rabia y violencia.
o Falta de madurez y, por tanto, de obligación.
o En algunos casos en los que los agresores son de mayor edad, éstos pueden
consumir drogas y alcohol.

Cabe destacar que el agresor, para poder llevar a cabo este papel, necesita estimular la
propia autoestima y autoconfianza así como entablar ciertos límites en cuanto a su propio
comportamiento (Maidel, 2009, citado en Cepeda-Cuervo, 2012).

El acoso escolar o bullying, si es constante, puede llegar a provocar problemas de salud


y bienestar (Paredes, Alvarez, Lega y Vernon, 2008) llegando a causar síntomas
psicológicos y psicosomáticos tanto en el agresor como en la víctima. Tales
consecuencias pueden ser ansiedad, inseguridad, baja autoestima, problemas mentales,
dificultades en el sueño, enuresis, tristeza, frecuentes dolores estomacales y de cabeza,
depresión e infelicidad (Forero, McLellan, Rissel y Bauman, 1999).

 Espectadores En estos últimos participantes se ha observado (Garaigordobil y


Oñederra, 2010):
o Temor.
o Obediencia.
o Poca sensibilidad ante el dolor que se les produce a sus iguales.
o Poca solidaridad.

27
o Conductas poco sociales y conveniencia ante el logro de ciertas metas u
objetivos.
o Sentimientos de culpa.

6.6.El papel de la familia ante las situaciones de bullying.

La familia se ha considerado como uno de los factores más importantes de los que
consta el ser humano, debido a que se encargan de proteger en todos los ámbitos:
biológico, psicológico y social, y es la principal vía de desarrollo social, físico y
psicológico, así como también promueve ciertos valores que son esenciales para llegar a
la socialización con los iguales (García, del Río, Castaño, del Barco y Bullón, 2013).
Se han destacado algunas variables dentro de este ámbito que influyen en el desarrollo
de competencias sociales de los niños y, por lo tanto, pueden promover la aparición de
conductas agresivas (Ahmad y Smith, 1990; Besag, 1989; Cerezo y Esteban, 1992; Floyd,
1989; Laslet, 1980; Lowenstein, 1977; Olweus, 1978):
 Vinculaciones fuertes entre padres-hijos.
 La intervención por parte de los padres en el desarrollo y en el ámbito educativo
de sus hijos.
 La tipología familiar de la que conste dicho sujeto (Baumrind, 1991).

Por ello, se puede decir que la intervención de la familia en casos de acoso escolar es
muy importante para el niño, y por esto se dan a continuación ciertos consejos para la
actuación de dichos familiares de víctimas, agresores y espectadores (Garaigordobil y
Oñederra, 2010):

 Familiares de una víctima  En este tipo de casos, la familia debe encargarse


de hacerle entender al niño que el acoso no debe esconderse, y que tiene solución
si se afronta de la manera indicada, no obstante, en muchas situaciones las
víctimas no son capaces de contarles lo que está ocurriendo, por lo que la familia
deberá intervenir e intentar ayudarle de alguna forma para que el niño hable. La
familia puede ayudar a la víctima proporcionando seguridad, hacerle sentir
querido/a, positivismo, valentía, etc. lo cual ayuda de forma emocional y
primordial al sujeto sintiéndose capaz de abordar dicha situación.

28
En muchos casos, la familia interviene de manera individual en la circunstancia,
expiando, culpando o estimulando la agresión del niño que pueda llevar a cabo
en contra del agresor, sin darse cuenta que dichos actos pueden empeorar la
situación. La única actuación eficaz para intentar solucionarlo es tratar con
personas que sean capaces de parar el acoso a través de ciertas estrategias dónde
la víctima no salga perjudicada. Otra familias optan por ignorar la situación que
el niño le presenta, y pensar que es algo temporal y que son “cosas de niños” sin
darle ninguna importancia. Esta actitud puede tener consecuencias relevantes en
la víctima si el acoso escolar se cronifica.
Una estrategia a utilizar por los padres que han descubierto que su hijo/a está
sufriendo acoso escolar es, además del aviso inmediato al centro de dicha
situación, la realización de un diario con la ayuda del niño, dónde se indique de
forma detallada todas las circunstancias donde éste ha sido víctima de bullying,
incluyendo fecha, testigos, etc. El objetivo es que dicho diario pueda servir en
caso de denuncia futura si la situación se agrava con el tiempo, por lo que la
familia debería acudir a los servicios de inspección educativa, en caso de que el
centro escolar no colabore ni intervenga en dicha situación.
 Familia de un agresor  Muchos padres y madres de los agresores suelen
defender la conducta de su hijo culpando a otros niños o justificándola con
situaciones de provocación, sin darse cuenta de la gravedad del problema, por lo
que es necesario cambiar estos puntos de vista, haciéndoles ver a los padres que
sus hijos actúan de manera agresiva hacia otros niños y que investiguen el origen
de esa violencia hacia otros.
Por lo tanto, la familia debe ser muy disciplinada con el niño, de manera que no
tolere la conducta agresiva de éste, intentando reeducarlo: reconociendo el error,
haciéndose cargo de sus actos, es decir, intentando remediar el daño causado a
la víctima tanto de forma física, psicológica, moral, etc., El menor agresor debe
ser instado por la familia para cambiar su comportamiento, siendo capaz de pedir
disculpas, entendiendo que su conducta puede tener consecuencias como puede
ser el castigo u otras sanciones.
Para que los padres intervengan de manera eficaz han de ponerse en contacto
con el centro escolar al que el niño pertenece, poniéndose al día del
comportamiento de este con ayuda de los docentes y compañeros del mismo, así

29
como con el grupo de niños con los que mantiene relación y que también actúa
de manera violenta hacia otros niños, para que esta relación se acabe.
No obstante, para que esta conducta violenta finalice, es necesario que los padres
intervengan de manera activa dando un buen ejemplo, debido a que los hijos
tienen como mayor referencia a sus padres, por lo que éstos deben transmitirle
un modelo positivo que provoque en el niño una nueva conducta con
comportamientos diferentes. Pero para que esta nueva conducta se tome como
la definitiva, será necesario un seguimiento del niño, por parte del centro, tanto
docentes como psicólogos del mismo, compañeros y los mismos padres.
 Familiares de un espectador  Aunque estos participantes en el bullying pasan
desapercibidos, forman parte de uno de los papeles pasivos más importantes
puesto que observan toda la situación al detalle. La familia de los espectadores
debe hacerle ver a los mismos que intervenir en la situación contando lo que
ocurre no es convertirse en soplón sino que hay que empatizar con la víctima,
intentando pensar cómo puede llegar a sentirse en una situación de bullying.
En estos tipos de participantes, que los padres intervengan en situaciones injustas
y que sean solidarios con los demás tiene una alta repercusión en los niños,
debido a que toman su modelo a seguir. Sin embargo, el hecho de que los padres
de estos menores espectadores ignoren la situación de acoso puede llegar a tener
consecuencias negativas, haciendo que el bullying aumente cada vez más hasta
llegar a puntos elevados. Para evitar esta situación, es necesario que ayuden al
niño a que se relacionen con sus iguales que están en su misma situación y que
intenten afrontarla juntos.
Para que todo esto sea posible, es necesario el máximo apoyo por parte de la
familia, la cual valoren al niño de manera positiva, lo hagan sentir resguardado
e inatacable y le hagan empatizar tanto con el agresor como con la víctima,
puesto que ambos sufren aunque de manera diferente.

A pesar de la actuación que han de llevar a cabo las familias de los participantes en el
proceso de acoso escolar, es necesario que en los centros escolares se promuevan
programas anti-bullying para trabajar directamente con los menores implicados.

30
6.7. Programas preventivos.

Uno de los programas preventivos del bullying más conocido es el Programa Olweus,
desarrollado por este autor, el cual ha servido como modelo de referencia para programas
de prevención posteriores. Este programa se encuentra basado en cuatros principios, con
los que se pretende modificar ciertos comportamientos agresivos en el alumnado, y
pueden ser:
- Bondad, afecto y participación de parte de los adultos.
- Márgenes severos ante conductas inadecuadas.
- Aplicaciones de castigos siempre y cuando los menores se comporten de manera
inadecuada o incumpliendo normas.
- Autoridad por parte de los adultos que sirva como referencia para los/as niños/as.
El objetivo que se pretende alcanzar con este programa de prevención de bullying es
eliminar totalmente el acoso escolar de forma que no se recompense la actitud y
comportamiento agresivo de los agresores, tanto en el ámbito escolar como en el ámbito
social (Olweus, 1993).
Ortega (2010), en su libro “Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar”,
propone un programa llamado Be-Prox, el cual es un modelo suizo y sirve para prevenir
el bullying, debido a que se ha convertido en algo que normalmente padecen un alto
porcentaje de los niños en determinados momentos de su vida, y es muy difícil tanto de
reconocer como de detectar, y por tanto los niños y niñas que lo padecen constan de muy
poco apoyo lo que conlleva serias consecuencias psicológicas. Dicho programa se
fundamenta en cuatro aspectos:
1. El Be-Prox propone hacer ciertas modificaciones en el sistema de infantil, formado
por el alumnado y el docente, y estas modificaciones se basan en un enfoque
sistémico y orientado a los valores, principalmente valores positivos los cuales
ayuden al alumnado a tener una relación directa de buena calidad con sus iguales.
2. Este programa pretende transmitir conocimientos y apoyar a los docentes, debido a
que el profesorado está muy poco informado sobre el bullying infantil, lo que
conlleva que en situaciones en las que se lleve a cabo el bullying, el agresor
argumente sus acciones y el profesorado no sepa cómo actuar en dicho momento.

31
3. Está basado en un apoyo del equipo docente, el cual está integrado de un psicólogo
y un profesor. Este equipo ayudaría a disminuir la inseguridad que los docentes
puedan sentir a la hora de actuar para resolver problemas entre su alumnado.
4. Cooperación y participación externa: la cooperación se llevaría a cabo a través de
los programas desarrollados por investigadores expertos en acoso escolar, los cuales
podrían ser implementados en los centros escolares por los docentes. En cuanto a la
participación externa, se refiere a que los programas deben constar de un carácter
flexible debido a que en las aulas hay diversidad y, por lo tanto, el docente deberá
adaptar estos programas a las necesidades de su alumnado. Por último, para que los
autores de dichos programas confirmen que éstos se están llevando a cabo de manera
adecuada en el aula, se hacen diversas reuniones en las cuales los docentes les
enseñan el seguimiento del programa.

Este programa está formado por varios módulos:

I. Sensibilización: Este módulo sirve para enseñar a los docentes las diferencias
entre problemas transitorios entre iguales y bullying. Y en este módulo los
docentes tienen que observar a cada uno de los niños y las niñas que componen
su aula, y rellenar encuestas sobre dicho alumnado.
II. Hablar en común sobre el bullying y la victimización: En este módulo los
docentes hablan con varios expertos sobre la importancia, principios y derechos
del alumnado así como de la conducta modificada por parte de los docentes hacia
el alumnado que se encuentra inmerso en el bullying, siendo agresor o víctima,
de forma que les haga cambiar de perspectiva y adquirir ciertos principios y
valores que vayan totalmente en contra del bullying.
III. Código de conducta: En este módulo el profesorado determinará ciertas normas,
límites y estructuras que ayude al alumnado a adquirir ciertos valores en contra
del bullying.
IV. Emprender la acción: El profesorado deberá llevar a cabo todo lo aprendido en
módulos anteriores, enseñando al alumnado principios de aprendizaje básicos,
imponiendo castigos o recompensas e intensificar conductas positivas.
V. Mejora de recursos: En este módulo el profesorado deberá incluir actividades
físicas dónde el alumnado pueda ver las diferencias entre agresiones y fuerza
física jugando, de forma que sean capaces de concienciarse del bullying y

32
empatizar con las víctimas, lo que les llevará a que en dichas situaciones
violentas sean capaces de ayudar a las víctimas y denunciar la situación.
VI. Consolidación por medio de objetivos de prevención: En este último módulo se
hace una reunión conjunta dónde los profesores reflexionen acerca del programa
de prevención de bullying, y crear objetivos que les sirvan para volver a
utilizarlo en su próximo curso.

7. Conclusión general.

En esta revisión bibliográfica acerca del bullying he podido observar que el sistema
educativo y el ambiente familiar tienen un rol muy importante en esta temática, debido a que
son las principales bases del niño en cuanto al crecimiento personal y social.
Por lo tanto, para la reducción de esta problemática es necesario contar con un ambiente
que sea favorable a la convivencia, de manera que las problemáticas entre iguales que
ocurran en los centros sean resueltas de la forma más adecuada, para que dichos problemas
no se vayan acrecentando con el paso del tiempo hasta desencadenar situaciones en las que
se lleve a cabo cualquier tipo de violencia o agresión. Para ello es necesario un proceso de
socialización en el cual el alumnado desarrolle conductas empáticas hacia sus iguales, para
que haya un ambiente positivo y amigable. Se debe evitar que existan situaciones de
aislamiento, acoso, agresiones o rechazo.
En relación al ambiente familiar, los familiares deben trabajar para educar a los niños
en valores, enseñándoles que cada persona tiene unos derechos, los cuales nadie puede
arrebatarlos por el simple hecho de sentirse superior, sentir envidia, etc.
Personalmente, esta revisión bibliográfica me ha hecho ver y aprender mucho acerca del
tema elegido debido a que tenía bastantes ideas erróneas acerca del bullying, y creo que esto
ocurre bastante en la sociedad en la que vivimos debido a que actualmente, en los centros
escolares, cuando se da el más mínimo problema entre los niños, los padres están
interviniendo en la situación agravándola aún más. En muchos casos, esto puede ser
perjudicial, debido a que se llegan a situaciones no deseadas.
En otras ocasiones, en las aulas se dan algunos casos de bullying debido a que los padres
de los iguales tienen problemas entre ellos, lo que influye de manera negativa en los niños.
Por ello creo que en las aulas sería necesario un programa de prevención del bullying dónde
los familiares de los niños participen activamente y se informen bien del tema.

33
Con este intento de solución, las familias se concienciaran de que es necesario educar
por y para los derechos de las personas con los valores necesarios de forma que con el
trascurso de su desarrollo aprenderán la asertividad. Por lo que se creará una sociedad basada
en la igualdad, que respeta a sus iguales a pesar de sus diferencias.
He de decir que la realización del trabajo me ha hecho sentir bastante satisfecha debido
a que es un tema muy importante, además de actual, que se está dando en muchas aulas, y
creo que es bastante conveniente informarse para así poder ayudar a las personas que le
suceden.

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