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La unión

económica y
monetaria

Derecho de
Integración
Regional
La Unión Económica y
Monetaria (UEM).
Es la etapa de integración económica más compleja y perfecta: en ella, a
todas las condiciones anteriores, se le suma la existencia de una moneda
única para todos los Estados miembros, que son además regidos por una
política económica común (Freeland, 1996).

Por lo tanto, son requisitos de existencia de una Unión Económica y


Monetaria: 1) la supresión de todas las barreras internas, aduaneras y otras;
2) la fijación de un arancel externo común; 3) la libre circulación de
mercaderías, personal, servicios y capitales; y 4) la coordinación de las
políticas económicas entre los Estados miembros, que delegan a organismos
supranacionales el dictado de normas comunes sobre tales políticas y la
resolución de los conflictos (Uriondo, 1996).

La unión económica supone por lo tanto la armonización de las políticas


económicas nacionales, entre ellas, las políticas monetaria, financiera,
fiscal, industrial, agrícola, etc. con la finalidad de eliminar las
discriminaciones que derivadas de las disparidades entre las políticas
nacionales de cada uno de los Estados que la componen.

Como son objeto de la integración todas las actividades económicas en el


ámbito espacial de la unión económica –entre ellas la política financiera-, la
concertación de una política monetaria común lleva a la creación de un
banco central común y finalmente a la adopción de una moneda común, con
lo que se perfecciona una unión monetaria.

Ekmedjian define a la unión monetaria como una de las etapas más


avanzadas dentro de la unión económica, que implica “la utilización de la
misma unidad monetaria en todos los Estados miembros del bloque,
desprendiéndose éstos de sus atribuciones de emitir su propia moneda, que
es una de las clásicas funciones derivadas de la soberanía” (1996, p. 29).

Tanto para Ekmedjian (1996) como para Freeland (1996), la UEM


representa la etapa previa a la integración política, ya que implica la
adopción de políticas comunitarias en sectores cada vez más amplios de la
actividad estatal.

Existe un alto consenso entre los especialistas respecto a que en esta etapa
se deben crear no sólo organismos intergubernamentales, sino también
supranacionales, debido a que el proceso requiere de la unificación de las
políticas de todos los estados miembros, a lo cual, sólo es posible llegar
mediante la creación de entidades que tengan a su cargo el proceso de
uniformidad mencionado. Es decir, resulta necesario consolidar
instituciones y órganos comunitarios, cuyas decisiones sean obligatorias
para los países miembros y sus poblaciones, siendo de vital importancia que
estos órganos sean de carácter autónomo e independiente, ya que tendrán
la misión de coordinar y armonizar las políticas unificadas e impedir el
predominio de un Estado sobre otros. Ejemplo de unión económica y
monetaria es hoy la Unión Europea. Si bien se abordará este tema en la
Unidad 2, es importante señalar que la unión económica y monetaria en el
marco de la Unión Europea se alcanzó a partir de un proceso que
comprendió tres fases, que marcaron una evolución mesurada aunque
progresiva, como se exhibe en el gráfico siguiente:
Fuente: Banco Central Europeo. http://www.ecb.int

Primera fase de la UEM: el Comité de Gobernadores

La primera fase de la UEM comenzó el 1 de julio de 1990, fecha en que


quedaron suprimidas las restricciones a la circulación de capitales entre los
Estados miembros. En esta fase, el Comité de Gobernadores de los Bancos
Centrales de los Estados miembros de la Comunidad Económica Europea
recibió la atribución de nuevas competencias, entre ellas mantener
consultas sobre las políticas monetarias de los Estados miembros e impulsar
la coordinación en dicho ámbito, a fin de conseguir la estabilidad de precios.
Resultaba además necesario revisar el Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea (el Tratado de Roma) a fin de establecer la
infraestructura institucional necesaria para las fases subsiguientes. Con este
objetivo, se convocó una Conferencia Intergubernamental sobre la UEM,
que tuvo lugar en 1991, simultáneamente a la
Conferencia

Intergubernamental sobre la unión política.

Las negociaciones concluyeron con la adopción, en diciembre de 1991, del


Tratado de la Unión Europea, que fue firmado en Maastricht el 7 de febrero
de 1992, y entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. Este Tratado modifica
el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea, -que pasó a
denominarse Tratado constitutivo de la Comunidad Europea-, y le añade,
además de otros anexos, el Protocolo sobre los Estatutos del Sistema
Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo y el Protocolo
sobre los Estatutos del Instituto Monetario Europeo.

Segunda fase de la UEM: la constitución del IME y del BCE

La creación del Instituto Monetario Europeo (IME), el 1 de enero de 1994,


señaló el comienzo de la segunda fase de la UEM y supuso la disolución del
Comité de Gobernadores. Las dos funciones principales del IME eran: 1)
fortalecer la cooperación entre los bancos centrales y la coordinación de las
políticas monetarias; y 2) realizar los trabajos preparatorios necesarios para
la constitución del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), para la
dirección de la política monetaria única y para la creación de una moneda
única en la tercera fase.

En diciembre de 1995, el Consejo Europeo acordó que la unidad monetaria


europea, que habría de introducirse al inicio de la tercera fase, se
denominaría «euro», y confirmó que dicha fase comenzaría el 1 de enero de
1999. Además, se anunció el orden cronológico de una serie de
acontecimientos que marcarían el avance del proceso de transición al euro.
Estas actividades seguían, en su gran mayoría, diversas propuestas
detalladas elaboradas por el IME.

En una primera instancia, se estableció que once Estados miembros


cumplían las condiciones necesarias para la participación en la tercera fase
de la UEM y la adopción de la moneda única que habría de iniciarse el 1 de
enero de 1999. Dichos Estados eran Bélgica, Alemania, España, Francia,
Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia.
El 25 de mayo de 1998, los gobiernos de los once Estados miembros
participantes nombraron al presidente, al vicepresidente y a los otros cuatro
miembros del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). La toma
de posesión efectiva de estos cargos tuvo lugar el 1 de junio de 1998 y señaló
la constitución del BCE y el fin de las funciones del IME. El BCE y los bancos
centrales nacionales de los Estados miembros participantes constituyen el
Eurosistema, sobre el que recae el cometido de establecer y formular la
política monetaria única en la tercera fase de la UEM.

Tercera fase de la UEM: la fijación irrevocable de los tipos de cambio

El 1 de enero de 1999 dio comienzo la tercera y última fase de la UEM con la


fijación irrevocable de los tipos de cambio de las monedas de los once
Estados miembros participantes desde el principio en la Unión Monetaria y
el inicio de la ejecución de la política monetaria única bajo la
responsabilidad del BCE.

Tras la incorporación de Grecia el 1 de enero de 2001, de Eslovenia el 1 de


enero de 2007, de Chipre y Malta un año después, de Eslovaquia el 1 de
enero de 2009 y de Estonia el 1 de enero de 2011, diecisiete Estados
miembros participan en la tercera fase de la UEM. Los bancos centrales de
dichos países forman parte del Eurosistema desde el día de su incorporación
a la zona del euro.
Bibliografía
• Ekmekdjian, M. A. (1996). Introducción al Derecho Comunitario
Latinoamericano (2ª Ed.). Buenos Aires: Depalma.

• Freeland López Lecube, A. (1996). Manual de Derecho Comunitario (1ª


Ed.). Buenos Aires: Ábaco.

Bibliografía ampliatoria

• Arnaud, V. G. (1999). Mercosur, Unión Europea, Nafta y los procesos de


integración regional (2da Ed.). Buenos Aires: Abeledo Perrot.

• Basaldúa, R. (1999). Mercosur y Derecho de la Integración. Buenos


Aires: Abeledo Perrot.

• Llanquilef Durán, P. (2011). Reflexiones sobre la integración política en


la Unión Europea: ¿un callejón sin salida? Revista de Estudios Ius
Novum. Recuperado de
http://www.iusnovum.com/wordpress/unioneuropea/

• Pescatore, P. (1973). Derecho de la Integración: nuevo fenómeno en las


relaciones internacionales. Buenos Aires: BID/INTAL.

• Uriondo de Martinoli, A. (1996). Integración Regional. Córdoba:


Advocatus.

• Zelada Castedo, A. (1989). Derecho de la Integración Regional. Buenos


Aires, BID/INTAL.

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