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RESUMEN EJECUTIVO

DESARROLLO PRODUCTIVO
DEL CORREDOR BIOCEANICO NORPATAGONICO

Antonio López Crespo

Septiembre 2008

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INFORME EJECUTIVO

DESARROLLO PRODUCTIVO DEL CORREDOR BIOCEANICO


NORPATAGONICO

SÍNTESIS, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

1. Relevancia Estratégica del Corredor Bioceánico Norpatagónico

Introducción.

Las relaciones bilaterales entre Argentina y Chile no sólo muestran en los últimos años, un
importante incremento del intercambio sino una clara voluntad política de alcanzar
mayores niveles de integración binacional. Ello sucede en el marco de la decisión
estratégica de los países de Sudamérica de avanzar en un creciente proceso de integración
regional.

Las acciones de los gobiernos de ambos países a cada lado de la Cordillera ponen de
manifiesto, tanto a nacional como provincial, la decisión de encontrar los mecanismos que
posibiliten superar las barreras físicas, legales y de infraestructura que habiliten una
integración urgente y necesaria para enfrentar los desafíos globales de un nuevo orden
mundial con exigencias que no pueden ser atendidas desde la óptica limitada de los
intereses locales, sectoriales e incluso sólo nacionales.

El presente estudio ha tenido como objeto definir –a partir de un diagnóstico de la actual


situación del área de influencia del Corredor Bioceánico Norpatagónico– la identificación
de las potencialidades productivas del mismo y su prefactibilidad, en el marco de la
Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos del Corredor Bioceánico Norpatagónico? Tal

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como se explicará más adelante, se trata de Sistema de Integración y Desarrollo que
atraviesa de este a oeste, importantes áreas geográficas de Argentina y Chile en el norte de
la Patagonia, uniendo los océanos Atlántico y Pacífico. Tal como se analiza a lo largo de
este Estudio, la zona de influencia del Corredor (en adelante ZIC) abarca casi 500.000
kms.2 es decir, una superficie equivalente a España, o al 14,14 % del territorio conjunto de
Chile y Argentina y al 2.83 % de superficie de toda Sudamérica.

Definido ese importante contexto geográfico, paralelamente se han analizado, a lo largo del
estudio las principales fortalezas y debilidades de la producción regional así como los cuellos
de botella físicos e institucionales que dificultan el transporte de esa producción en la Zona de
influencia del Corredor (ZIC) y las deficiencias organizativas y normativas que impiden una
dinamización y desarrollo pleno de las actividades productivas.

En tal sentido, el estudio ha pretendido desarrollar un enfoque sistémico del llamado “Eje
9 – IIRSA” intentando superar las “visiones locales y sectoriales” acercando una visión
integral de los diversos aspectos del Corredor, de las necesarias articulaciones
institucionales internas en el país y en el proceso de integración binacional con la
República hermana de Chile. Un análisis de ese tipo ha permitido identificar las
potencialidades y restricciones presentes del Corredor Norpatagónico y proponer una serie
de acciones que hagan factible su desarrollo, el mejoramiento de sus sistemas de
infraestructura –en especial de transporte–, una mayor competitividad de las capacidades
productivas en la ZIC y una consolidación del actual proceso de integración sudamericana.
Este documento constituye una síntesis de los resultados obtenidos y de las conclusiones
alcanzadas.

En este Informe (Síntesis, Conclusiones y Recomendaciones) se ha incorporado un


diagnóstico acerca de las actuales condiciones de los países involucrados en el Corredor
Norpatagónico (Argentina–Chile) así como de las Provincias y Regiones que integran su ZIC.
Ello incluye el perfil geográfico, demográfico y socio-económico a fin de permitir una mejor
comprensión de la significación económica y productiva del área de influencia bajo estudio.
Asimismo se ha incorporado un perfil del comercio exterior de ambos países respecto del
comercio global, de su vinculación intrarregional y del intercambio binacional.

También se han incorporado algunas consideraciones acerca de la actual situación


ambiental y de la infraestructura de transporte, energética y de comunicaciones existentes
en el Corredor que tienen un fuerte impacto sobre la factibilidad del proyecto bajo estudio.
Para concluir se ha formulado una síntesis de las conclusiones alcanzadas en las distintas
actividades analizadas y las potencialidades por sector productivo, así como una serie de
recomendaciones y acciones necesarias destinadas a otorgar viabilidad a este proyecto que
reviste una importancia estratégica decisiva para el desarrollo de una vasta región de
Sudamérica –hoy subutilizada– pero que requiere para su puesta en marcha de significa-
tivas inversiones públicas y privadas que hagan factibles sus objetivos.

1. 2. Relevancia Estratégica del Corredor Bioceánico Norpatagónico

La relevancia estratégica del Corredor Bioceánico Norpatagónico como elemento poten-

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ciador de actividades productivas y/o económicas en su área de influencia fue enmarcado
en tres esferas de análisis: 1. La integración regional sudamericana; 2. El ordena-
miento territorial; y 3. El principio de sustentabilidad del desarrollo.

Propiciar una política de desarrollo nacional y ordenación territorial no es concebible en el


actual contexto mundial, sin una estrategia a escala transnacional, subcontinental y
regional. La globalización, los procesos intensos de integración económica y las
transformaciones tecnológicas y productivas imponen concebir el espacio de desarrollo
como un ámbito de articulación y gestión conjunta de los países que lo componen.

Por otra parte, el ordenamiento territorial nacional tampoco está exento de una fragmen-
tación socioespacial y de una coexistencia en el mismo territorio de espacios centrales y
periféricos o decididamente marginales. El proceso de dualización de la sociedad, agudiza-
do por la globalización, también se manifiesta en el territorio, con desarticulación de las
redes productivas y sociales en todos los niveles y escalas territoriales. Fenómeno que se
expresa de manera flagrante en nuestro país en la convivencia de territorios con una renta
per cápita equivalente a un país desarrollado europeo (Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
con provincias que comparten indicadores con los países más pobres del África (Formosa).

Como señala Roccatagliata, “el proceso de ordenación territorial debe apoyar un proceso
de promoción de la cohesión y la integración territorial, favoreciendo un desarrollo socio-
económico más equilibrado y potenciando la competitividad de ciudades y regiones... (las)
que conformarán una estructura que no sólo pondrá en valor a los espacios significativos,
sino que integrará a los subespacios estructuralmente más débiles y periféricos”. Se
impone, por tanto, “el desarrollo de estrategias comunes que permitan una integración
progresiva de los espacios en declive”.

En tal sentido, se hace visible que el proceso de integración sudamericana a través de


iniciativas como la de IIRSA, debe poner el acento en el desarrollo de aquellas regiones
manifiestamente subutilizadas y con enorme potencialidad de recursos, como es el caso
del área de influencia del Corredor Bioceánico Norpatagónico.

Una última esfera de análisis debe considerar que cualquier estrategia de desarrollo deberá
favorecer la conformación de redes y diversidad de centros y conciliar las expectativas de
crecimiento económico y social con el uso racional de los recursos que asegure su
disponibilidad futura, garantizando no sólo la sustentabilidad a largo plazo sino impulsan-
do un ordenamiento territorial y social equilibrado e incluyente.

1.3 La Integración Regional de Sudamérica

Un primer elemento constatable en cualquier análisis de la realidad latinoamericana de las


últimas décadas es el estancamiento de la región en cuanto a su significación económica
mundial. En la década del 60 superaba escasamente el 5,2% del total mundial, es decir
aproximadamente la mitad de la significación que Asia Pacífico alcanzaba en esos años
(12%). Cincuenta años después, mientras Asia Pacífico supera el 36% del total global,
América Latina persiste en una significación en torno a la que tenía en aquellos años. Es

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visible que la ausencia de una infraestructura suficiente ha sido uno de los elementos que
ha frenado las posibilidades de desarrollo económico y social de la región y ello es
manifiesto en Sudamérica.

El subcontinente mantiene una enorme deuda en la materia y, año a año, ese déficit posterga el
despegue de su economía, limita las posibilidades de una mayor equidad social y cristaliza las
diferencias regionales al interior de cada uno de sus países. Como manifiesta con precisión
Fernando Gualdoni, “Sudamérica, como el resto de América Latina, no está en red”.

Uno de los elementos diferenciales sustantivos con relación a los países del Asia Pacífico es
precisamente la manifiesta voluntad de éstos para avanzar en la incorporación de una
infraestructura al servicio de su inserción internacional, en el marco de un fenómeno de
integración regional muy dinámico, mientras el subcontinente manifiesta una crispante lentitud
para encarar ambos procesos pese a la mucho mayor homogeneidad cultural entre sus países.

El estudio ha puesto el acento en tres acontecimientos acertadamente sintetizados por


Andrés Barreda:

1. “desde los años 80, el tráfico comercial del Pacífico desplaza al del Atlántico”;
2. “de los 90 para acá, el tráfico portuario del Pacífico supera al del Atlántico”; y
3. “en el año 2000, en Estados Unidos el tráfico portuario del Pacífico ya doblaba al
del Atlántico.

“Por tanto, hay un problema en el momento en que la economía mundo se reinventa del
Atlántico al Pacífico”

Esos acontecimientos estratégicos han hecho que el canal de Panamá pierda parcialmente
su importancia y en su lugar aparezca la necesidad de contar con otros corredores
estratégicos para conectar ambos océanos. Tal como afirma Barreda, la región
sudamericana es una de las pocas del planeta que combina los cuatro recursos naturales
estratégicos: hidrocarburos, minerales, biodiversidad y agua.

Esos ejes o corredores deben combinar la infraestructura necesaria para el transporte inter-modal
con una moderna plataforma de telecomunicaciones. “Para la conexión en tiempo real, Internet
es básico. Para la conexión justo a tiempo, la intermodalidad es básica”. La intermo-dalidad se
asienta en la “revolución de los contenedores”: un mismo sistema para el transporte terrestre,
aéreo y fluvial con productos o mercaderías que deben poder pasar de uno a otro con fluidez
“Ello impone –señala Zibechi Monday– carreteras y camiones, aeropuertos y aviones, ríos y
barcos capaces de cargar grandes contenedores que ahora sustituyen el viejo concepto de
almacén o depósito en el que se guardaban las mercancías. Esto se vincula al nacimiento de las
“fábricas globales” que funcionan bajo la premisa just in time.”

1.4 El Proyecto Estratégico de Integración de la Infraestructura Regional Sudame-


ricana (IIRSA)

El proyecto de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), se

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constituye en ese marco, el más ambicioso y abarcativo plan para integrar a la región al
comercio internacional. En su desarrollo final, supone la conexión de las áreas de la región
donde se encuentran los recursos naturales (gas, agua, petróleo, biodiversidad) con los
grandes centros urbanos y con los principales mercados del mundo.

Ese macro proyecto estratégico apostaba a desarrollar e integrar las infraestructuras regionales
en una década, buscando organizar el espacio geográfico en base al desarrollo de una
infraestructura física de transporte terrestre, aéreo y fluvial; de oleoductos, gasoductos,
hidrovías, puertos marítimos y fluviales y tendidos eléctricos y de fibra óptica, etc. en la
convicción de que para el pleno desarrollo de la región, se hace necesario remover las
“barreras físicas, normativas y sociales” existentes. El proyecto supone:

1. realización de grandes obras de infraestructura,


2. armonización de las legislaciones nacionales de los doce países implicados en la
IIRSA y
3. ocupación de los espacios físicos claves (subutilizados) que suelen tener baja
densidad de población pero guardan las principales reservas de materias primas y
biodiversidad.

Para ello, se previeron doce ejes de integración y desarrollo, corredores que concentrarán las
inversiones para incrementar el comercio y crear cadenas productivas conectadas con los
mercados mundiales.

Nuevos rumbos en la visión estratégica

En el 2000, un estudio del BID plantea que el principal problema para alcanzar esa
integración física y mejorar el flujo comercial, está en la superación de tres “formidables
barreras naturales tales como la Cordillera de los Andes, la selva Amazónica y la cuenca
del Orinoco” que se constituyen a la vez en “recursos naturales de enorme magnitud” pero
también en formidables retos de ingeniería.

Cabe destacar que buena parte de los principales estudios iniciales, ponían el acento de la
integración en la necesidad de alcanzar con los recursos naturales sudamericanos, los
grandes mercados norteamericanos y europeos. Pero la fuerte presencia asiática en el
actual escenario económico internacional y la relevancia del comercio intrarregional han
impuesto una necesaria modificación de aquella inicial visión estratégica.

Por tanto, en el 2003 (Lima) los objetivos básicos de IIRSA quedaron sintetizados en:

1. apoyar la integración de mercados para mejorar el comercio intra-regional;


2. apoyar la consolidación de cadenas productivas para alcanzar competitividad en
los grandes mercados mundiales; y
3. reducir el “costo sudamericano” a través de la creación de una plataforma
logística vertebrada e inserta en la economía global,

y definidos los ejes coherentes con esos objetivos de integración y desarrollo:

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1. Eje Andino (Venezuela-Colombia-Ecuador-Perú-Bolivia)
2. Eje del Amazonas (Colombia-Ecuador-Perú-Brasil)
3. Eje Interoceánico Central (Perú-Chile-Bolivia-Paraguay-Brasil)
4. Eje Interoceánico Capricornio (Antofagasta en Chile-Jujuy en Argentina, Asunción
en Paraguay y Porto Alegre en Brasil)
5. Eje del Escudo Guayanés (Venezuela-Brasil-Surinam-Guyana)
6. Eje Mercosur-Chile (Brasil-Uruguay-Argentina-Chile)
7. Eje del Sur (Talcahuano-Concepción en Chile y Neuquén-Bahía Blanca en
Argentina)
8. Eje Amazónico del Sur (Perú-Brasil-Bolivia)
9. Eje Marítimo del Atlántico (todos los países)
10. Eje Marítimo del Pacífico (todos los países)
11. Eje de la Hidrovía Paraná-Paraguay
12. Megaproyecto para unir las cuencas del Orinoco, el Amazonas y el Plata, por
interconexión de 17 ríos, lo que permitiría el transporte fluvial entre el Caribe y el
Río de la Plata (en estudio).

De acuerdo con esa visión geoeconómica integrada de la región, el espacio sudamericano


prevé organizarse en relación a corredores que puedan concentrar los flujos comerciales
actuales y futuros y desarrollar las áreas actualmente subutilizadas. En esos Ejes de
Integración y Desarrollo o franjas multinacionales, los servicios de infraestructura de
transportes, energía y telecomunicaciones destinados a apoyar las actividades productivas
específicas de cada franja deben consolidar un ordenamiento y desarrollo armónico y
equitativo del espacio sudamericano y responder a estándares homogéneos de calidad.

Esos Ejes facilita no sólo el acceso a zonas de alto potencial productivo que hoy se encuentran
aisladas o subutilizadas por una deficiente provisión de aquellos servicios básicos (como
sucede especialmente con buena parte de la región sur de la provincia de Río Negro y el
área de influencia del Corredor Norpatagónico), sino que serán fundamentales para
promover el desarrollo de negocios y cadenas productivas con grandes economías de escala,
tanto para el comercio intrarregional como para la exportación a los mercados globales.

Es necesario considerar que si la región Asia Pacífico mantiene un crecimiento económico en


torno al 7% anual, tal como sostiene el Informe BRIC de Goldman Sachs, en el año 2020 su
PBI representará un 40% del total mundial, superando a la Unión Europea y a Estados Unidos.
Asimismo, las importaciones desde esa región no sólo se han incrementado
extraordinariamente (en la última década su mercado absorbe aproximadamente el 20% de las
exportaciones mundiales) sino que se prevé que se duplicarán en el siguiente quinquenio.

1.5 El Corredor Bioceánico Norpatagónico y el Proceso de Integración Sudamericana

El Corredor Bioceánico Norpatagónico como elemento potenciador de las actividades


productivas y/o económicas en su área de influencia no puede sustraerse del análisis mas
amplio del proceso de integración de Sudamérica y de las oportunidades y desafíos que
deberá enfrentar la región a lo largo del presente siglo.

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Tal como lo señala el documento “Hacia una visión estratégica compartida para la
integración de la infraestructura de América del Sur” elaborado por Iniciativa para la
Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) “América del Sur es una
región rica en recursos naturales, con una alta diversidad biológica, que ha mantenido un
ambiente de tolerancia racial y religiosa y goza de una alta homogeneidad lingüística, lo
que le ha permitido construir sociedades y estados democráticos y conferido un enorme
potencial de crecimiento y desarrollo”.

En los últimos años, los países de Sudamérica han asumido:

1. un profundo proceso de reformas en el que la estabilidad macroeconómica ha sido


un objetivo común.
2. nuevas ideas acerca del desempeño del mercado y de los roles insoslayables de los
ámbitos público y privado.
3. avances a nivel institucional, con fortalecimiento del sistema democrático y
gobiernos de mayor participación popular.

Todo ello ha permitido avanzar en un nuevo concepto de la integración de los países del
área. El creciente intercambio comercial intrarregional resalta el importante potencial de
negocios que representa una región cuya economía hoy en día supera los tres billones de
dólares de producto interno bruto (ppa), con un alto potencial de complementariedad entre
las economías nacionales.

Pese a ello, tal como se señala en el mencionado documento, persisten problemas estruc-
turales de arraigo histórico como la dependencia de exportaciones basadas en materias
primas, la vulnerabilidad de la región ante los choques externos, el bajo nivel de
competitividad y ahorro interno, el desempleo y los altos niveles de pobreza y desigualdad,
las dificultades de acceso a los mercados internacionales y la ausencia de cooperación
internacional para el desarrollo.

1. la dependencia de exportaciones basadas en materias primas: Si bien en los


últimos años la participación de ese tipo de productos (soja, petróleo, cobre, etc.)
en las exportaciones totales se redujo ligeramente, aún sigue siendo superior al
40% del total. “Si se agrega a esa cifra las manufacturas genéricas (acero y ciertos
petroquímicos), se observa que en realidad constituye el grueso de las
exportaciones sudamericanas (cerca del 80%). Las exportaciones de bienes con alto
contenido tecnológico, de alto valor agregado, que contienen conocimiento, si bien
han aumentado, lo han hecho de manera relativamente reducida”.

2. la vulnerabilidad de la región ante los choques externos: Sudamérica continúa


siendo muy vulnerable a los choques externos, con especial impacto en el área
comercial en la medida que sigue dependiendo de la exportación de recursos
naturales igual que a principios de la década de los cincuenta. Si bien el incremento
de la demanda de esos recursos se ha incrementado –en particular por los
volúmenes requeridos por la expansión de China– y han permitido un ciclo
favorable a las exportaciones sudamericanas, ello puede no prolongarse indefi-
nidamente. Tal como señala un informe del Deutsche Bank, la demanda china de

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soja se reducirá en los próximos años.

3. El bajo nivel de competitividad: El mejoramiento de la competitividad, entendida


como el conjunto de políticas, procesos, instituciones y actitudes que definen el
ritmo de cambio en la productividad y que significa el ritmo de crecimiento del
producto por habitante, es otro de los grandes desafíos sudamericanos. “En el
último índice de competitividad a nivel mundial, que anualmente calcula por la
Universidad de Harvard y el Foro Económico Mundial, se muestra que de un total
de 75 países, la posición promedio de las naciones de América del Sur es la número
59 y que en los últimos 15 puestos están 5 países de la región. Existe sólo una
nación suramericana entre las posiciones superiores (Chile, en la posición 27),
mientras que todos los demás países están en posiciones bastante rezagadas (en
promedio cerca de la posición 60)”.

4. el bajo nivel de ahorro interno

5. el desempleo y los altos niveles de pobreza y desigualdad. La inequidad social es


otro de los grandes problemas y es crucial para entender la realidad sudamericana y
sus dificultades para alcanzar estabilidad política y económica. La región, en
términos de distribución de la riqueza, muestra a nivel mundial los peores
resultados y se manifiesta como la más inequitativa del Planeta. En efecto, el 5%
más rico de la población de la región controla el 26% de las riquezas. Incluso en las
demás regiones en desarrollo, existe una distribución mucho más aceptable, aún
teniendo un ingreso per cápita menor y en los países desarrollados, el mismo 5% de
la población controla menos del 13% del producto, es decir la mitad de lo que
domina en Sudamérica. La pobreza es insostenible en la región como lo demuestra
el hecho de que un tercio de los sudamericanos vive con menos de dos dólares al
día.

6. el difícil acceso a los mercados internacionales comerciales y de capital: Esta es sin


duda una de las principales razones que explican la actual situación de postergación y
pobreza de los países de Sudamérica y que se refleja en la flagrante asimetría a nivel
internacional, que se manifiesta tanto en el ámbito comercial como financiero. En
materia de comercio pese al hecho de que “la región ha concretado en los últimos
quince años una política de gran apertura en materia de reducción de aranceles o de
tratamiento a la inversión extranjera” lamentablemente EEUU, Japón y la Unión
Europea, no han manifestado reciprocidad sino todo lo contrario. La región está
sometida a una serie de disposiciones para-arancelarias que perjudican diversos
productos, tales como, acero, textiles, banano, cereales, etc., precisamente aquellos en
lo que la región tiene ventajas comparativas, a los que se le crean una serie de
obstáculos de entrada a los mercados internacionales, tal como reiteradamente han
reclamado los sudamericanos en la Ronda de Doha.

7. La ausencia de cooperación para el desarrollo: Aunque cada diez años se


celebra una reunión mundial donde se establecen metas del desarrollo y se asumen
compromisos sobre metas de ayuda y cooperación internacional, lamentablemente
se ha comprobado reiteradamente que los países desarrollados no las cumplen. Es

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de recordar que en los años 60 los países de la OCDE se comprometieron a destinar el
1% del producto interno bruto a los países en desarrollo, en ayuda o préstamos
concesionales. Sólo Holanda y algún otro país europeo asignaron recursos por la mitad
de esa cifra mientras los demás no alcanzan siquiera esa cifra. Es destacable al respecto
el rol de EEUU que destina menos de una quinta parte de lo propuesto al
cumplimiento de esta meta y en algunos casos ha pretendido que fueran consideradas
“ayudas para el desarrollo” las ventas de armas a las dictaduras militares del
continente.

Todo ello se refleja en el estancamiento de la región frente a los países desarrollados y al


Asia Pacífico:

1. Frente a los países de la OCDE la brecha de los países en desarrollo de América Latina
se ha ampliado dramáticamente: mientras hacia 1980 ésta era de 5.372 dólares per
capita, se estima que en el 2007 supera los 25.600 dólares por habitante.
2. Por su parte, los países de Asia Pacífico, que tenían un producto per cápita de 1.160
dólares, lo han incrementado a más de 4.000 dólares por persona.

En el mejor de los escenarios -considerando tasas de crecimiento promedio anual similares


a la de los países asiáticos y un crecimiento poblacional de 1,6% anual- América Latina
requeriría más de un cuarto de siglo para alcanzar el nivel de producto per cápita actual de
los países de la OCDE y lograr cerrar esa brecha. Pero si creciera a tasas similares a las de
la década de los 90, tardaría más de un siglo (110 años) en hacerlo.

Para lograr ese objetivo, Sudamérica debe crecer de manera sostenida, a mayores tasas con
mejoramiento de la competitividad, aumento de la productividad y generación de un
crecimiento sostenible. Y debe hacerlo rápidamente.

Pero el crecimiento económico es condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo


integral de la región. Se hace imperativo que esa estrategia de crecimiento sea acompañada
de una distribución más justa de los frutos de la expansión económica, que aseguren la
reducción de la pobreza tal como está sucediendo en algunos países asiáticos que muestran
sustantivos avances económicos acompañados de mejoras notables en sus indicadores de
desarrollo humano.

La necesidad de superar la brecha que separa a la región de las zonas más dinámicas del
mundo, ha llevado a los países de la región a la convicción de la necesidad de superar una
visión aislacionista de las respectivas estrategias nacionales para afrontar el proceso de
reducción de esa brecha y evitar fuertes tensiones sobre la estabilidad política en el futuro.
Como señala el documento de IIRSA “la experiencia de las últimas décadas muestra que
nuestras economías enfrentan obstáculos de tales proporciones que incluso las mejores
estrategias nacionales se han visto limitadas en su capacidad de dar respuesta a los desafíos
planteados. Por lo tanto, es oportuno el intento de buscar un nuevo enfoque que optimice
nuestros esfuerzos por generar crecimiento y bienestar para todos y reduzca la vulnera-
bilidad de la región a los impactos externos”.

Sólo una región más cohesionada económica, social y físicamente, más fuerte y competitiva,

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podrá avanzar eficazmente en la superación de los obstáculos de su desarrollo. La integración
de Sudamérica es un elemento clave para una más sólida inserción en el concierto
internacional y una mayor penetración de sus productos en los mercados mundiales. En el
contexto de asimetrías internacionales en el que se desarrolla la economía mundial, sólo un
consenso claro de los países de la región sobre su destino común permitirá alcanzar un mayor
estadio de desarrollo sostenible.

Como ha señalado Helio Jaguaribe “no tenemos otra salida que consolidar, profundizar y
expandir la integración. La integración, más que un excelente mercado subrregional, es
nuestro pasaporte para la historia”. Los cambios en el actual orden mundial con la aparición
de nuevos actores globales lo hacen posible: han abierto una diversificación de las fuentes de
financiamiento para grandes proyectos de infraestructura destinados a mejorar el acceso, la
competitividad y la puesta en valor de las riquezas naturales de la región.

Al respecto es significativo el caso de China que, junto con India, protagonizan el cambio
histórico-económico más extraordinario de los últimos siglos, desplazando el centro de la
economía mundial hacia su región. Como actor relevante a escala regional, Argentina se
ha convertido en una pieza importante en la estrategia negociadora regional de China, en
especial por su significación dentro del Mercosur. El mercado chino como el resto del
mundo asiático, constituye un mundo de oportunidades para los productos argentinos. “Si
bien los vínculos comerciales entre ambos países se asientan hoy básicamente en la soja
(Argentina es uno de los tres proveedores mundiales -quizás el más confiable por razones
climáticas- y China requiere unos 18 millones de toneladas anuales de ese producto), sus
economías son fuertemente complementarias. Argentina es el país que ha experimentado el
mayor aumento en el intercambio comercial con la nación asiática, que en los últimos
cuatro años ha crecido 123,8%. China tiene –debido al enorme tamaño de su población–
una muy baja disponibilidad de recursos naturales por habitante: sólo el 10% de la tierra
arable, el 1% de las reservas de petróleo y el 3% de la superficie forestal del planeta. Ello
la enfrenta a la necesidad de garantizar su seguridad alimentaria futura y Argentina posee,
en tal sentido, ventajas comparativas en la producción de bienes intensivos en recursos
naturales (cereales, carnes, frutas, lácteos y vinos).

Los proyectos de cooperación entre ambos países giran precisamente en torno a la


capacidad de producción de alimentos de Argentina y de sus riquezas naturales (en
especial, agua y minerales).

Como en buena parte del mundo, el agua constituye sin duda, uno de los desafíos que
China enfrenta de cara al futuro. No sólo porque la meseta central del país afronta –como
otras regiones cerealeras del Planeta– descensos marcados de sus napas freáticas sino
porque el norte de China, la zona que alberga las dos terceras partes de los campos de
cultivo del país, sólo posee la quinta parte de sus recursos hídricos. Además el acelerado
proceso de desarrollo chino ha generado altos niveles de contaminación que han afectado
gravemente sus recursos hídricos, como ya lo han percibido los actuales dirigentes chinos,
que han hecho de la protección del medioambiente uno de sus objetivos estratégicos.

Según fuentes oficiales, más del 60% de los glaciares ubicados en China habrán
desaparecido para el año 2050, amenazando la provisión de agua potable para más de 250

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millones de chinos. China es uno de los trece países que sufren deficiencias en la provisión
de agua en el mundo, con una disponibilidad de solo 2.200 mt3. per capita. Se piensa que
la crisis del agua será severa en China en 30 años más, cuando habrá una disponibilidad de
solo 1.700 mt3. per capita, nivel que es considerado como “peligroso". En ese entonces la
población china se aproximará a los 1.600 millones de habitantes. Teniendo en cuenta que
Argentina es un importante poseedor de ese recurso en el Planeta y un proveedor
importante de alimentos, se prevé que el agua y los alimentos puedan constituir un ámbito
de cooperación e inversiones singularmente importante entre ambos países, lo que pone
de manifiesto la importancia de la generación de vías rápidas (Corredores) de
traslado de mercaderías hacia los puertos del Pacífico.

“China toma en cuenta la extraordinaria capacidad de expansión de la producción minera y


forestal que posee Argentina. Como destaca Lucio Castro, “si bien comparte fronteras con
Chile (el país que posee las reservas de cobre más grandes del mundo), sólo el 25% de la
franja andina de la Argentina está explorada. Ya que la cordillera es la misma de los dos lados,
falta inversión y un marco jurídico estable para destapar el potencial minero argentino. El
comprador ya está, es China”. Como recuerda un informe de Morgan Stanley, China consume
ya el 20% del aluminio, el 35% del hierro, acero y carbón del planeta”.

Lo mismo sucede con la industria forestal: “De acuerdo al WWF, China deberá importar
en los próximos cinco años alrededor de 125 millones de metros cúbicos de madera sólo
para satisfacer su demanda doméstica y sus exportaciones. Con una superficie disponible
para la explotación forestal que es tres veces más grande que la de Chile, Argentina
exporta cinco veces menos productos forestales que el país trasandino.

Esa situación se multiplica en el mundo que se avecina debido a los incrementos


poblacionales que Naciones Unidas prevé para los próximos 40 años (9.000 millones de
habitantes para el 2050) y a la extraordinaria demanda de alimentos y recursos naturales.
Por tanto, las expectativas sudamericanas no parecen ilusorias. Se asientan en la seguridad
de una demanda de recursos que el gigante asiático y sus vecinos requieren para sostener
su crecimiento. Dos economistas del Deutsche Bank, Tamara Trinh y Silja Voss realizaron
una profunda investigación destinada a calibrar la demanda futura de China y sus
implicaciones para América Latina y África: “Nuestros resultados demuestran que las
tasas de crecimiento de la demanda de petróleo crudo, cobre, hierro, manganeso, madera y
carne se mantendrán en alza a niveles de dos dígitos durante la próxima década a
excepción de la soja”.

Primer importador mundial de hierro, manganeso y cromo y segundo importador de acero,


China incrementará sustancialmente la demanda de esos metales utilizados por la industria
china del acero. Lo mismo sucederá con relación al cobre. Según el Informe de los
economistas del DB: “En términos de importaciones del mineral de cobre, China con el
19% del total se convirtió a partir del 2004, en el segundo importador mundial después de
Japón”. Siendo un mineral que China utiliza en innumerables productos de su industria, la
demanda creciente de este metal parece también asegurada.

“Algo similar sucede con las importaciones agrícolas, que explican cerca de un quinto de
importaciones totales de China. Su demanda de productos agrícolas creció rápidamente

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apoyada en el notable mejoramiento de las condiciones de vida de su población con una
renta per cápita más elevada y una mayor demanda de proteínas y carne. Las
importaciones agrícolas se duplicaron entre 2000 y 2005. Un caso singular lo constituye la
madera. Según la WWF, China para el 2010 sólo alcanzará a cubrir con la producción
interna, la mitad de su demanda de madera destinada a la industria”.

Según el Informe del DB es “probable que la necesidad de China de importar productos


agrícolas se incremente en el futuro”. La predicción de Trinh y Voss se basa en tres situaciones
que constituyen agudos desafíos para la China de los próximos años: la pérdida de tierras
cultivables por erosión del suelo, saturación de fertilizantes y un proceso de rápida
urbanización; la escasez inminente de agua (los recursos hídricos renovables per capita en
China son la cuarta parte del promedio mundial y en algunas regiones del país como el oeste y
el norte apenas alcanza a ser la décima parte de la media global) y la desertización que está
restando alrededor de 3.000 km2 de tierras por año.

Ello pone de manifiesto la importancia estratégica de la integración, cuya visión dispara un


nuevo enfoque del desarrollo de la región basado en la coordinación de los esfuerzos entre
los países sudamericanos que se expresa en:

1. una creciente coordinación de programas de inversiones en infraestructura para


incrementar el impacto de las acciones y optimizar el uso de los recursos financieros,
en la convicción de que determinados proyectos productivos y de infraestructura, por
la distribución de sus beneficios entre países, sólo pueden ser concebidos como parte
de un enfoque multinacional de desarrollo;
2. una mayor y mejor capacidad de negociación internacional de la región ya que el
desarrollo de posiciones económicas coordinadas permite incrementar la capacidad de
los gobiernos y las empresas para alcanzar acuerdos más beneficiosos.

Los países de la región han establecido una serie de “principios orientadores para la
formulación de una visión estratégica de América del Sur” a través de IIRSA que
contempla un Plan para la Integración de la Infraestructura Regional de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia; Ecuador; Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela:

1. Regionalismo abierto: América del Sur es concebida como un espacio geo-


económico plenamente integrado, para lo cual es preciso reducir al mínimo las
barreras internas al comercio y los cuellos de botella en la infraestructura y en los
sistemas de regulación y operación que sustentan las actividades productivas de
escala regional. Al mismo tiempo que la apertura comercial facilita la
identificación de sectores productivos de alta competitividad global, la visión de
América del Sur como una sola economía permite retener y distribuir una mayor
parte de los beneficios del comercio en la región y proteger a la economía regional
de las fluctuaciones en los mercados globales.

2. Ejes de Integración y Desarrollo: En concordancia con la visión geo-económica


de la región, el espacio sudamericano es organizado en torno a franjas multita-
cionales que concentran flujos de comercio actuales y potenciales, en las cuales
se busca establecer un estándar mínimo común de calidad de servicios de

13
infraestructura de transportes, energía y telecomunicaciones a fin de apoyar las
actividades productivas específicas de cada franja o Eje de Integración y
Desarrollo. La provisión de estos servicios de infraestructura busca promover el
desarrollo de negocios y cadenas productivas con grandes economías de escala a lo
largo de estos ejes, bien sea para el consumo interno de la región o para la
exportación a los mercados globales. Los Ejes de Integración y Desarrollo
representan una referencia territorial para el desarrollo sostenible amplio de la
región. Este ordenamiento y desarrollo armónico del espacio sudamericano
facilitará el acceso a zonas de alto potencial productivo que se encuentran
actualmente aisladas o subutilizadas debido a la deficiente provisión de servicios
básicos de transporte, energía o telecomunicaciones.

3. Sostenibilidad económica, social, ambiental y político-institucional: El pro-ceso


de integración económica del espacio sudamericano debe tener por objetivo un
desarrollo de calidad superior que sólo podrá ser alcanzado mediante el respeto a
los cuatro elementos de la sostenibilidad: (1) Sostenibilidad económica,
proporcionada por la eficiencia y la competitividad en los procesos productivos; (2)
Sostenibilidad social, proporcionada por el impacto visible del crecimiento
económico sobre la calidad de vida de la población en general; (3) Sostenibilidad
ambiental, que implica el uso racional de los recursos naturales y la conservación
del patrimonio ecológico para generaciones futuras; y (4) Sostenibilidad político-
institucional, que consiste en la creación de condiciones para que los diversos
agentes públicos y privados de la sociedad puedan y quieran contribuir al proceso
de desarrollo e integración.

4. Aumento del Valor Agregado de la Producción: El desarrollo y la integración


regional no deben ser simplemente para producir más de lo que tradicionalmente
hemos producido, sino que debe ser un proceso de mejoramiento constante de la
calidad y productividad de los bienes y servicios (mediante la innovación y la
generación de conocimiento) para que la economía genere cada vez más riqueza
para la sociedad. Como parte del proceso de integración regional, nuestras
economías deben reorientarse para conformar cadenas productivas en sectores de
alta competitividad global, capitalizando las diversas ventajas comparativas de los
países de la región y fortaleciendo la complementariedad de sus economías para
generar valor agregado en la producción que se traduzca en beneficios amplios para
todos.

5. Tecnologías de la Información: El uso intensivo de las más modernas tecnologías de


informática y comunicaciones permite promover una transformación total de los
conceptos de distancia y espacio a fin de superar barreras geográficas y operativas dentro
de la región y acercar la economía suramericana a los grandes motores de la economía
mundial. La difusión y uso intensivo de estas tecnologías apoya una transformación no
sólo de los sistemas productivos de la región, sino también del funcionamiento general
de la sociedad, incluyendo los sistemas educativos, la provisión de servicios públicos y
de gobierno, y la organización misma de la sociedad civil.

6. Convergencia Normativa: Como parte de los requisitos para viabilizar las inver-

14
siones en infraestructura regional, es necesaria la voluntad política de los gobiernos
para promover y facilitar el diálogo entre las autoridades reguladoras y de
planificación de los países con el fin de lograr compatibilidad entre las reglas que
rigen y orientan las actuaciones de la iniciativa privada en la región. Este diálogo
entre autoridades contribuye también a la convergencia de visiones y programas
entre los países más allá de lo específicamente relacionado con la infraestructura.

7. Coordinación Público-Privada: Los desafíos del desarrollo de la región plantean la


necesidad de coordinación y liderazgos compartidos entre los gobiernos (en sus distintos
niveles) y el sector empresarial privado, incluyendo tanto la promoción de asociaciones
estratégicas público-privadas para el financiamiento de proyectos de inversión, así como
consultas y cooperación para el desarrollo de un ambiente regulatorio adecuado para la
participación significativa del sector privado en las iniciativas de desarrollo regional e
integración. Esta noción de liderazgo compartido es la base para un diálogo constante en
gobiernos y empresarios en apoyo a la función planificadora y orientadora de los
primeros, y facilitando las responsabilidades de financiamiento, ejecución y operación de
proyectos de los segundos. La concepción del desarrollo como una responsabilidad
compartida de gobiernos y empresarios promueve el diseño de fórmulas innovadoras de
financiamiento, ejecución y operación de proyectos “estructurantes” (aquellos que hacen
posible la viabilidad de otros proyectos), compartiendo riesgos y beneficios y
coordinando las acciones de cada parte.”

Como se ha señalado, esos Corredores o Ejes representan una referencia territorial para el
desarrollo sostenible de la región y contribuyen a reducir las barreras comerciales internas
y los cuellos de botella en la infraestructura y en los sistemas de regulación y operación
que sustentan las actividades productivas de escala regional. Asimismo facilitan la
identificación de sectores productivos de alta competitividad global.

La visión de América del Sur como una sola economía integrada


va a permitir retener y distribuir
una mayor parte de los beneficios del comercio en la región
y proteger la economía regional de las fluctuaciones a las que está expuesta hoy
en los mercados globales.

1.6 Ejes de Integración y Desarrollo en el Proceso de Integración Sudamericana

Esa visión estratégica impone la necesidad de desarrollar mayores y mejores conexiones


terrestres entre los países de América del Sur y ha generado diversas iniciativas multilaterales
y bilaterales entre países que forman parte de un mismo eje de integración, buscando satisfacer
el desarrollo de infraestructura para el transporte internacional a través de sus territorios y un
marco normativo y operativo acorde con la facilitación del tráfico transfronterizo.

Desde el punto de vista regional, el establecimiento de corredores bioceánicos tiene como


objetivo:

15
1. facilitar e intensificar el intercambio entre los países de la región;
2. la formación de un espacio económico más integrado y con mayor potencial de
inserción internacional;
3. fortalecer los enlaces terrestres entre los principales centros de producción con
los puertos del Atlántico y del Pacífico abriendo nuevas conexiones hacia los
mercados externos.
4. una forma de impulsar, en el plano interno, el desarrollo de áreas, localidades y
sectores productivos que se sitúan a lo largo de un corredor.

En su funcionamiento intervienen una serie de factores que deben ser integrados y


compatibilizados y que requieren un esfuerzo asociativo multinacional (público y privado)
de singular importancia:

1. Factores normativos-institucionales: disposiciones legales relativas al transporte


y tránsito, cuestiones aduaneras, sanitarias, migratorias, etc.
2. Factores comerciales: políticas y regímenes aplicables al comercio interna-cional
y a las inversiones en los países intervinientes.
3. Factores vinculados al sistema de transporte internacional: normas análogas y
prácticas nacionales armonizadas en un conjunto de países, sustentadas en
acuerdos internacionales y operadores y usuarios de los mismos.

En ese marco de integración física y económica, Argentina y Chile protocolizaron en


1992, un acuerdo para la elaboración de un Plan Maestro General de Pasos Fronterizos que
incluyera la descripción de los respectivos accesos, la estimación de sus costos y el
calendario de ejecución de las obras, reafirmando la voluntad política de integrar
físicamente sus territorios para facilitar el tránsito y el intercambio comercial recíproco y
hacia terceros países, a través del establecimiento y desarrollo de vinculaciones terrestres,
fluviales, lacustres, marítimas y aéreas.

En ese Protocolo se determina -y ello es importante para solventar tensiones locales vinculadas
a intereses sectoriales de algunas localidades turísticas preocupadas por la intensificación del
tráfico binacional- que la integración física consiste “en el desarrollo, ampliación,
perfeccionamiento y mantenimiento de las interconexiones de tránsito bioceánico, así como
las vinculaciones intrazonales en materia de transporte y comunicaciones que faciliten el libre
tránsito de personas, bienes y mercancías, recíproco y hacia terceros países”.

La integración física comprende por tanto:

a. Obras actuales y futuras que identifiquen y definan interconexiones conforma-das


por vinculaciones viales, ferroviarias, portuarias, aeroportuarias, fluviales, lacustres,
marítimas y sus combinaciones.

b. Libre utilización de las interconexiones de infraestructura física en el espacio


económico ampliado sean éstas caminos, pasos fronterizos habilitados y sus
instalaciones, puertos fluviales, lacustres y marítimos situados en el Pacífico y en el
Atlántico, así como terminales de carga, ferrovías y canales.

16
El Protocolo binacional argentino-chileno se sustenta además en los principios sobre libre
tránsito del Tratado de Montevideo (1980) y en los acuerdos bilaterales sobre la materia entre
Mercosur y Chile, y también en los acuerdos multilaterales que garantizan el libre tránsito.

En ese contexto, Chile y Argentina acordaron desarrollar -coordinado las inversiones


necesarias- una serie de pasos entre Chile y el Mercosur: Jama, Sico, San Francisco, Agua
Negra, Cristo Redentor, Pehuenche, Pino Hachado, Cardenal Samoré, Coihaique, Huemules,
Integración Austral y San Sebastián, reconociendo la importancia particular de aquellos que
puedan formar parte de interconexiones bioceánicas.

En esa oportunidad, se tomó nota de la posición chilena de priorizar en tal sentido, los
pasos de Jama, Sico, Cristo Redentor, Pino Hachado, Cardenal Samoré, Integración
Austral y San Sebastián, quedando a cargo de la comisión administradora del Acuerdo los
análisis técnicos pertinentes así como la identificación de los proyectos de obras
programadas o en ejecución y la propuesta de nuevas obras de infraestructura,
preferentemente en puertos, aeropuertos y emprendimientos viales de infraestructura
física, “sin perjuicio de las obras que ambos decidan llevar a cabo a fin de perfeccionar
en sus respectivos territorios las interconexiones bioceánicas”.

Entre Chile y Argentina se identificaron trece ejes de integración, priorizando algunos


pasos fronterizos para un programa de inversiones para construcción o mejoramiento de
rutas de conexión entre ambos países, proceso que requería complementarse con la
creación de Aduanas Integradas de Frontera entre Argentina y Chile, a la manera de la
Aduana Integrada de Frontera existente entre Argentina y Brasil (Santo Tomé), que opera
como alternativa al intenso tráfico entre Argentina y Brasil en las aduanas de Paso de los
Libres (Argentina) y Uruguayana (Brasil):

1. Jama, conecta Jujuy con Antofagasta; se halla a 4.100 metros de altura. Vincula la
ruta principal nº 6 conectando Purmamarca, Aguas Blancas y Susques. La
extensión internacional total es de 726 km.y recientemente han sido concluidas las
obras del lado argentino.
2. Sico, conecta Salta con Antofagasta se halla a 4.275 metros de altura. La Ruta
Nacional nº 51 argentina llega hasta la frontera con Chile y continúa en territorio
chileno (la extensión total es de 770 km, 300 km del lado argentino y 470 km del
lado chileno). Falta pavimentarla en su totalidad. Tiene el inconveniente de las
lluvias estivales que producen la crecida de los ríos que interrumpen la circulación
y además, otro problema es la nieve: es intensa. Estos problemas están siendo
abordados para su pronta solución. Asimismo, debería posibilitar el tránsito de
camiones de mayor porte.
3. San Francisco: Conecta las ciudades de Catamarca (Argentina) y Copiapó (Chile),
con salida al puerto chileno de Caldera, y al Atlántico de Santos, Curitiba. El paso
se halla a 4.725 metros de altura. Del lado argentino participan las rutas nacionales
38-Chumbicha y 60. La ruta del lado chileno requiere importantes mejoras y
también las necesita el puerto de Caldera.
4. Pircas Negras: Conecta la ciudad de La Rioja con puertos chilenos (Caldera,
Coquimbo) y alternativas en el sur de Brasil y Uruguay. Posee una topografía llana,

17
menor altitud que otros pasos y menor distancia entre extremos portuarios.
Asimismo, podría ofrecer alternativas carreteras y ferroviarias. Argentina ofreció a
Chile establecer un control integrado de frontera en su territorio en la localidad de
Jagüel y en 1996, hizo hincapié en la necesidad de habilitar este Paso e
incorporarlo al Plan Maestro General de Pasos Fronterizos.
5. Agua Negra: Vincula la ciudad de San Juan (Argentina) con La Serena (Chile),
salida al puerto de Coquimbo. Se halla a 4.765 metros de altura. Conectaría la
región central chilena y argentina, con Uruguay y sur de Brasil. Deberá reactivarse
la ruta 41 (Chile) y mejorarse la ruta nacional 150 (Argentina), y también el puerto
de Coquimbo, que ha visto disminuido el fluir de cargas, pese a ser un puerto en
condiciones de operar todo el año, con adecuada infraestructura y tarifas
competitivas. Asimismo, puede convertirse en puerto de aguas profundas. En
Jachal (San Juan) existe una zona franca.
6. Pehuenche: Conecta las ciudades de San Rafael (Mendoza) y Talca (Chile). La
Argentina planteó la necesidad de orientar los montos acordados en el Protocolo
Adicional sobre Integración Física Mercosur-Chile, para garantizar al territorio
chileno una mejora integrada del tramo Puente Amarillo-Límite Internacional con
Argentina, concentrando los recursos en los sectores típicos del citado camino; se
están evaluando las propuestas para pavimentar la vía en territorio argentino; la
delegación de Chile comunicó que tiene previsto contratar un estudio en el primer
semestre de 1997, que recomienda la definición de las obras entre Puente Claro y el
límite internacional con la Argentina; con los resultados, se iniciará la
materialización de las inversiones comprometidas.
7. Pino Hachado: Este paso fronterizo conecta con los puertos de San Vicente y
Talcahuano en la VIIIª Región de Chile y comprende tramos ferroviarios tanto en
Argentina, como en Chile y constituye uno de los principales pasos internacionales
del transporte de mercadería. El Paso Pino Hachado es uno de los más altos de la
Patagonia (1.864 mts) por lo que en época invernal si bien permanece habilitado
para el tráfico vehicular durante la mayor parte de la temporada, suele sufrir
frecuentes cierres por las nevadas.
8. Cardenal Samoré (ex Puyehue): Se trata de uno de los pasos más transitados. Si
bien se encuentra en la Provincia de Neuquén, vincula la Provincia de Río Negro
(en especial Bariloche) con Osorno y Valdivia (Chile). La carretera entre ambos
países ha sido mejorada notablemente. Tiene la ventaja de ser el paso fronterizo
con menor número de horas de cierre en el año por nevadas y dispone del
mantenimiento adecuado para su despeje. Da lugar a la utilización de los puertos
chilenos de la zona de Talcahuano (Lirquén, Penco, Talcahuano, San Vicente), los
de la zona de Valdivia (Niebla y Corral), con las mejoras correspondientes y del
lado del Atlántico a los puertos de San Antonio y Bahía Blanca.
9. Coyhaique: Se busca consolidar las obras de enripiado para que presente un
adecuado nivel de transitabilidad para ese tipo de carpeta de rodamiento.
Conectaría las provincias de Chubut y Santa Cruz de Argentina, con las zonas
aledañas a Puerto Chacabuco en Chile.
10. Huemules: Este paso conectaría Comodoro Rivadavia (Argentina) con Puerto
Chacabuco (Chile), como salida bioceánica. Se deberá mejorar la ruta nacional Nº
40, pavimentándola por completo.
11. Integración Austral: Este paso conecta las ciudades de Río Gallegos (Santa Cruz)

18
con Punta Arenas (Chile).
12. San Sebastián: Conecta las localidades de San Sebastián (Tierra del Fuego) con
Cerro Sombrero (Chile).

En el marco de Plan para la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur


de IIRSA, los ejes actualmente identificados son por tanto:

1. Eje del MERCOSUR – Chile


2. Eje Andino
3. Eje Brasil - Bolivia - Perú - Chile
4. Eje Venezuela - Brasil - Guyana - Suriname
5. Eje Multimodal Orinoco - Amazonas - Plata
6. Eje Multimodal del Amazonas
7. Eje Marítimo del Atlántico
8. Eje Marítimo del Pacífico
9. Eje Neuquén - Concepción
10. Eje Porto Alegre Jujuy - Antofagasta
11. Eje Bolivia - Paraguay - Brasil
12. Eje Perú - Brasil

2. El Corredor Bioceánico Norpatagónico como Sistema

El Eje 9 Neuquén-Concepción, preveía en su versión original, la utilización del Paso


fronterizo de Pino Hachado para conectar con los puertos de San Vicente y Talcahuano en la
VIIIª Región. Era considerado por su potencial multimodal (ya que comprende tramos
ferroviarios no conectados, tanto en Argentina, como en Chile) y como enlace sur de la gran
conexión Chile-Mercosur, en el marco de IIRSA. Pero, ya en estudios realizados en 2003 con
relación a los Ejes Meridionales de IIRSA, así como en estudios posteriores sobre el Eje Sur,
se comenzó a tomar en cuenta una trama mucho más amplia de territorios comprendidos por
dicho Eje y la necesidad de incorporar otros Pasos.

Haciendo un análisis estratégico de las potencialidades productivas de la Zona de Influencia


del Corredor (ZIC) finalmente se ha concebido en este Estudio, al Corredor Bioceánico
Norpatagónico como un amplio Sistema de Integración y Desarrollo del norte de la
Patagonia, siguiendo los principios rectores de IIRSA:

• ocupación de espacios físicos claves (subutilizados),


• baja densidad de población,
• que guardan importantes reservas de materias primas y biodiversidad.

En su anterior versión, los análisis no tomaban en cuenta esos principios rectores ya que
contribuían a fortalecer el Eje centrado en la ruta 22 que atraviesa la provincia de Río
Negro enlazando el Puerto de Bahía Blanca con Neuquén, que concentra las actividades
productivas más desarrolladas de la región (fruticultura, petróleo y gas) en un área donde
habita la mayor parte de la población de ambas provincias y, por tanto, contribuyendo a

19
favorecer las actuales asimetrías territoriales y económicas, en abierto conflicto con
los objetivos planteados en IIRSA.

Se hacía necesario considerar entonces la necesidad de favorecer una más eficiente gestión
de los actuales flujos productivos de las áreas mas ricas de la región pero articulando esa
necesidad, con el aprovechamiento integral de enormes áreas hoy subutilizadas, de
baja densidad demográfica que poseen importantes reservas de recursos naturales,
donde se concentran los mayores requerimientos sociales, por necesidades básicas
insatisfechas (pobreza, restricciones educativas y de salud, insuficiencias de servicios
energéticos y de comunicación, etc).

Sobre ese principio, se definió la conveniencia de considerar una versión sistémica y


ampliada del Eje del Sur, en tanto puede observarse que la ZIC es atravesada por dos
grandes líneas vertebrales (rutas 22 al norte y 23 al sur) con desarrollos ferroviarios
existentes a lo largo de las mismas. Por tanto, tomando en cuenta el más eficiente uso del
transporte automotor de cargas (300 a 400 kms. de distancia de líneas férreas) es dable
considerar “una Zona de influencia” de esa magnitud, con una malla de rutas verticales,
lo que permitiría poner en valor un enorme territorio productivo (del tamaño de España o
Francia) subutilizado en la actualidad.

Como se verá más adelante, existen diversas oportunidades de desarrollo socio-económico


y de negocios en esa región que hoy se ven dificultados por la carencia de sistemas
eficientes de cargas y severas restricciones de infraestructura.

20
Eje 9
Neuquén-Concepción

Desde esa óptica, en este Estudio se ha formulado una versión más amplia e integradora de
la concepción original del Eje 9, que permite superar algunas visiones localistas que
reducen el Eje de Integración y Desarrollo al recorrido de la ruta nacional 22 o del Tren
Trasandino en territorio argentino o a las Regiones VIIª (del Maule) y VIIIª (Bio Bio)
postergando la llamada “Línea Sur” del territorio rionegrino o la Xª Región de los Lagos o
la nueva región de los Ríos, en territorio chileno.

Esas “visiones locales” se hacen presentes en las frecuentes controversias entre gobiernos
provinciales e incluso autoridades municipales con respecto a otorgar prioridad al Paso Pino
Hachado o al Paso Cardenal Samoré, para privilegiar intereses locales cuando, en ambos
casos, estos Pasos componen parte de un proceso de integración binacional de interés
estratégico para ambos países, que trasciende apetencias sectoriales que, por su propia
óptica, omiten la necesidad de “integrar y articular” intereses de enorme magnitud regional.

21
En la versión bajo estudio (Corredor Bioceánico Norpatagónico) se ha establecido como
premisa que, para la factibilidad de su desarrollo, debe considerarse un sistema de
articulación más integral que el previsto inicialmente y que presenta importantes
ventajas. No sólo amplía y mejora la cantidad y calidad de los pasos fronterizos (sumando
a Pino Hachado el más transitable paso de Cardenal Samoré y en el futuro, incluso el Paso
del Manso) sino la incorporación de otro ramal ferroviario completo (desde Viedma a San
Carlos de Bariloche, que si bien requiere una fuerte actualización y adaptación al
transporte de cargas, constituye un elemento de singular importancia estratégica para la
integración de la región patagónica de ambos países).

Asimismo el Sistema planteado articula no sólo las áreas portuarias de Talcahuano y Bahía
Blanca sino que incorpora a la trama tres puertos del lado chileno (Talcahuano, Valdivia y
Puerto Montt) y tres del lado argentino (Bahía Blanca, San Antonio Este y Puerto Madryn). En
el plano anexo queda de manifiesto la relevancia que, como Corredor Bioceánico, tiene la
ruta nacional nº 23 que transcurre a lo ancho de toda la provincia de Río Negro y que en la
actualidad el Gobierno nacional está pavimentando.

22
Esta concepción ampliada del Corredor, permite incorporar asimismo, el aeropuerto
internacional de San Carlos de Bariloche con la utilización potencial del actual aeródromo de
Ing. Jacobazzi, como alternativa de carga aérea para evitar la saturación de aquel en temporada
turística. Y a la vez, permite constituir un sistema articulado con el eje Neuquén-Concepción
que pasaría a funcionar como un ramal norte del Corredor, ampliando el impacto y la zona
de influencia del mismo en su anterior versión.

Una política de ordenamiento territorial debe favorecer –por razones de reequilibro,


superación de asimetrías y aprovechamiento de zonas ricas subutilizadas– la articulación
de la Patagonia Norte y contribuir al enlace con el Centro y Sur patagónico. Este
Corredor Bioceánico Sur es –de los tres ejes de integración con Chile– el que une los dos
océanos (Atlántico y Pacífico) con la menor distancia.

Las conexiones además pueden desarrollarse tanto por carreteras como por vía férrea. Los
puertos chilenos cercanos a Concepción (Talcahuano, San Vicente, Lirquén) requieren
mejoras sustanciales para manejar en el futuro los grandes volúmenes de importación y
exportación. El Paso de Pino Hachado tiene el inconveniente de su cierre por períodos en
la época invernal por las fuertes nevadas por lo que no constituye una única alternativa
consistente al Paso Cristo Redentor. Por otra parte, si bien del lado argentino el paso está
más desarrollado, requiere mejoras en el lado chileno. Existe un proyecto de conexión
ferroviaria entre Zapala (Argentina) y Lonquimay (Chile) y la sección faltante en la
frontera en ambos lados es de 170 kms aproximadamente, que ha sido postergado.

Tal como se ha manifestado ut supra, el Eje o Corredor Sur admite la alternativa


complementaria y más conveniente del Paso Samoré (abierto prácticamente todo el año),
lo que implica además incorporar regiones chilenas de gran importancia económica como
la Xª Región de los Lagos y Región de los Ríos (Osorno y Valdivia) y conectarlas hacia el
Atlántico por la ruta nacional nº 23, cuya pavimentación completa se encuentra en fase de
realización con más del 50% de su recorrido terminado.

Esa visión sistémica y de trama vial y ferroviaria que se ha considerado fundamental para el
desarrollo del Corredor Bioceánico Norpatagónico constituye, como señala Roberto Bloch,
“la estructura de un nuevo sistema de relaciones de carácter reticular (tal como está organizado
en Estados Unidos), que transforma la actual disposición radial del territorio. En el
dispositivo radial, los centros regionales son asentamientos en mayor o menor medida
periféricos convergentes hacia Buenos Aires, San Pablo y Santiago de Chile; en cambio, en la
estructura reticular los centros regionales se localizan como nudos en las intersecciones de
las redes, fortaleciendo y no debilitando todo el sistema y mejorando la conectividad e
interacción. Esta nueva disposición de los centros regionales con accesibilidad a mercados
internos y externos diversos, les permitirá organizar con mejores bases sus subsistemas
regionales y lograr así un desarrollo socioeconómico más equilibrado (..) EEUU, con núcleos
de desarrollo en toda su extensión, posee un sistema ferroviario descentralizado, en forma
de retícula; en cambio en la República Argentina, el período de tendido de su red coincidió
con el auge de su economía agro-exportadora y la mayoría de las líneas se tendieron según un
concepto radial, con centro en el puerto de Buenos Aires”.

Los corredores bioceánicos responden a esa concepción reticular: relacionan localiza-

23
ciones productivas con mercados internos y externos que demandan esa producción,
donde Sudamérica se concibe como un único espacio geoeconómico. Sin duda, las zonas
de producción, los servicios disponibles y, en especial, los diversos productos y
mercaderías, condicionarán que el desarrollo de algún Corredor sea más intenso que otro,
pero claramente la concentración en un solo ramal –en el caso del Corredor bajo estudio–
contribuiría, por ejemplo, a consolidar las actuales asimetrías entre el Alto Valle de Río
Negro y regiones como la Línea Sur de la misma Provincia o zonas del centro norte de la
Provincia de Chubut, de enormes riquezas potenciales en recursos naturales, pero aisladas
y por tanto, con baja densidad de población y carencia de servicios básicos.

En el Plan Estratégico Territorial Avance 2008, el Gobierno Nacional comparte esa visión
para el despliegue de la inversión pública y describe el actual modelo de territorio de las
provincias involucradas en el Corredor y el modelo deseado, favoreciendo esa concepción
reticular.

3. Perfil Geográfico y Demográfico del Corredor

El Corredor Bioceánico Norpatagónico une a través de la Cordillera de los Andes, los


océanos Atlántico y Pacífico, recorriendo de este a oeste importantes áreas geográficas de
Argentina y Chile. Cubre un inmenso territorio desde los puertos argentinos de Bahía
Blanca (al sur de la provincia de Buenos Aires), San Antonio Este (en la provincia de Río
Negro) y Puerto Madryn (al norte de la provincia de Chubut) hasta los puertos chilenos de
Concepción (en la Región del Bío Bío) y Puerto Montt (en la Región de Los Lagos).

Tal como se ha señalado ut supra, la zona de influencia del Corredor (ZIC), entendida
como un ámbito territorial binacional sobre un eje imaginario de 400 kms. al norte de la
ruta nacional 22 y 400 kms al sur de la ruta nacional 23, comprende una superficie de casi
500.000 kms.2 lo que equivale:

• a la superficie de España o Francia,


• al 14,14 % del territorio conjunto de Chile y Argentina y
• al 2.83 % de superficie de toda Sudamérica.

24
Aunque la densidad demográfica promedio en el territorio del Corredor es de 12,5 habitan-
tes/km2, del análisis poblacional surge un dato significativo: la baja densidad poblacional de la
Patagonia argentina (2,5 habitantes/km2) y la mayor densidad demográfica del sur chileno
(30,4 habitantes/km2). Las cinco regiones chilenas mucho más pobladas que la porción
argentina del Corredor explican más del 75% de la población total del mismo y representan
casi un tercio del total de habitantes de Chile. En cambio, la población argentina radicada en la

25
zona de influencia del Corredor, sólo alcanza al 4.1% del total nacional. Por el contrario,
mientras dos tercios de la superficie de influencia del Corredor corresponde a la Argentina
(sólo la provincia de Río Negro supone el 41% del área total del mismo) sólo un tercio
corresponde a Chile.

Zona de Influencia
del Corredor Bioceánico Norpatagónico (ZIC)
PAIS Area en kms.2 Población
Argentina 382.507 1.814.482
Chile 166.220 5.063.300
TOTAL 548.227 6.877.782

En Argentina esa superficie abarca el sur de la provincia de Buenos Aires y las provincias
de La Pampa, Neuquén, Río Negro y norte de Chubut, por lo que la ZIC no comprendería
strictu sensu la totalidad de la superficie del Chubut.

• La Provincia de Chubut cuenta con una población de 413.237 habitantes, con una
densidad de ocupación media muy baja –aproximadamente 1,8 hab/km2–, característica
común a toda la región patagónica argentina. Su territorio representa el 8,1% de la
superficie nacional y en él reside el 1,1% de la población del país. No obstante es una de
las provincias de mayor crecimiento demográfico, observándose que en los últimos 40
años triplicó la cantidad de habitantes. El 82% de la población se concentra en los cinco
principales municipios de la provincia: Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn,
Esquel y Rawson. La población rural es el 10,50%, concentrándose en las ciudades el
crecimiento demográfico.

• La Provincia de La Pampa tiene una población de 299.294 habitantes con una


densidad de 2,1 hab/km2, muy por debajo de la media nacional. Situada en el
centro geográfico del país, la transición climática (noreste subhúmedo y el sudoeste
árido) caracteriza su organización territorial, la distribución asimétrica de su
población y actividades económicas. El patrón original de asentamientos al noreste
de la región pampeana con mejores condiciones para la explotación agropecuaria
destinada al Puerto de Buenos Aires determinó que en esa área se concentren las
principales ciudades y la mayoría de la población, postergando la región suroeste
de la provincia, con limitantes climático-ambientales comunes a la meseta
patagónica, donde los asentamientos son aislados y existe escasa población
dispersa. La región oeste y sur de la provincia -la más vinculada al Corredor-
representa el 60% de su territorio y la menos poblada de las regiones, con una
densidad de 0,1 hab/kms2 donde existe un sistema de pequeños parajes y
localidades dispersas. Desde esos asentamientos se genera un permanente éxodo de
población hacia las ciudades principales.

• La Provincia de Neuquén ocupa una superficie de 94.078 kms2 (3,4% del


territorio nacional) con una población estimada de 512.221 habitantes en el año
2008 (1,3% del total nacional). Si bien su densidad es menos de la mitad del
promedio nacional (5 hab/ km2) es la más elevada de la región patagónica, con una

26
variación intercensal muy positiva (18,9‰) en consonancia con su carácter de polo
de desarrollo regional. De esa población un 11,4% es población rural, un tercio de
la cual habita en localidades de menos de 2 mil habitantes y los otros dos tercios en
forma dispersa en el territorio provincial. La población urbana se concentra
prioritariamente en las áreas vinculadas a los ríos Limay y Neuquén mientras en la
zona esteparia hay escasa población dedicada a la ganadería caprina u ovina. El
aprovechamiento de esos cursos de agua para riego y producción de energía junto
con la explotación de hidrocarburos ha conformado la actual base económica. La
mayor concentración poblacional se encuentra en el departamento de Confluencia,
específicamente en el aglomerado Neuquén- Plottier, donde vive el 48% de la
población provincial. Este área urbana se une con la localidad de Cipolletti
(provincia de Río Negro) conformando una aglomeración metropolitana de acuerdo
a la definición del INDEC. El eje Neuquén-Cutral Có-Zapala concentra el 78,3%
de la población urbana total, pero Neuquén cuenta con un sistema urbano de
incipiente policentrismo con tres ejes principales: un corredor central sobre la ruta
nacional, un eje andino (con cabecera norte en Chos Malal y cabecera sur sobre la
ruta nacional 234) y un corredor sureste sobre la ruta nacional 237.

• La Provincia de Río Negro tiene una superficie de 203.013 kms2 (7,5% de la


superficie total del país) y una población de 587.430 habitantes. El nivel de población
urbana es algo menor que el promedio nacional pero roza el 85% del total provincial.
La estructura territorial de la provincia se forjó inicialmente sobre los ejes ferroviarios
Buenos Aires-Zapala y Buenos Aires-Bariloche, para concentrarse más tarde a lo largo
de las rutas nacionales 3, 22 y 40 y la ruta provincial 6, donde se ubican sus
conglomerados urbanos más importantes. En el triángulo conformado por las ciudades
del Alto Valle (Cipoletti-Gral. Roca), San Carlos de Bariloche y el límite con Neuquén
se concentra casi el 60% de la población urbana rionegrina. Si se excluye la capital
provincial (Viedma) y Bariloche, el resto de las ciudades más importantes están
concentradas en el Alto Valle del Río Negro, donde se concentra la mayor parte de la
actividad productiva. San Carlos de Bariloche que es el mayor centro urbano
provincial no sólo constituye el principal nodo de la región andina sino el centro de la
actividad turística de Río Negro. La región de la Meseta Centro-Sur por la que
atraviesa la ruta nacional 23, eje vertebral del Corredor Bioceánico Norpatagónico, es
la de menor desarrollo, aunque posee importantes recursos naturales que conforman su
carácter de “región subutilizada” como se ha señalado ut supra. Posee escasa población
ya que no cuenta con ningún asentamiento de más de 10 mil habitantes y el mayor de
ellos, Ing. Jacobacci sólo roza los 6 mil habitantes). La tasa de analfabetismo en la
provincia fue de 3,1%, mientras que el 88% de la población cuenta con servicios de
saneamiento y agua potable y el 52,1% posee red cloacal.

27
Zona de influencia del Corredor Bioceánico Norpatagónico
Datos Básicos
Superficie Demografía % Hogares Mortalidad
Provincia Población (km2) (hab/km2) c/ NBI infantil ‰
Chubut 413.237 224.686 1.8 19.4 18
La Pampa 299.294 143.440 2.1 12 12.4
Neuquén 514.521 94.078 4.1 19.1 15.7
Río Negro 587.430 203.013 2.5 20.7 16.2
TOTAL 1.814.482 665.217 2,5 17,8 15,57

Tomando en consideración el territorio de las cuatro provincias argentinas directamente


involucradas en la Zona de influencia del Corredor, la superficie total se extiende a 665.217
kms2 en la parte argentina, con una densidad promedio de 2,5 habitantes por km2.

La Zona de influencia del Corredor Norpatagónico, incluye también las regiones del
Maule (VIIª), Bio Bio (VIIIª), Araucania (IXª), de Los Lagos (Xª) y de los Ríos, pertene-
cientes a la República de Chile.

La VIIª Región del Maule que se extiende sobre una superficie de 30.469,1 kms2 (4% del
total nacional) con una tasa de ruralidad del 33,6%, la más alta del país, tiene una
población regional superior al millón de habitantes (1.008.670) equivalente al 6% de la
población chilena. La población de la VIIIª Región de Bio Bio es aún mayor: 2.066.649
habitantes (12,3 % del total nacional - densidad de 53,49 hab/kms2). La IXª Región de la
Araucanía tiene una población total de 974.398 habitantes (5,8 % del total nacional) con
el 68% de población urbana y 32% rural, esta última con un alto porcentaje de etnia
mapuche con una densidad regional es de 27,31 hab/ kms2, que concentra uno de los
mayores porcentajes de población pobre del país. La Xª Región de los Lagos con 789.675
habitantes concentra el 4,7% de la población de Chile. Y en la nueva Región de los Ríos
la población estimada es de 223.908 habitantes.

En síntesis: Si bien se trata de una región mayoritariamente urbanizada, en la medida en


que la población que habita las ciudades de la ZIC representa un 76% del total (cifras
menores a las verificadas en el orden nacional de ambos países –Argentina, 89,3% y Chile
83,5%– vastas extensiones del territorio del Corredor comportan condiciones urbanas
deficitarias y con serios problemas de servicios básicos insuficientes (agua potable, sanea-
miento, gas y electricidad, centros de salud, etc)

En la ZIC existen varias ciudades importantes tanto en términos de población como de


relevancia económica y social. Con la excepción de algunas ciudades argentinas, casi la
totalidad de las ciudades con más de 100 mil habitantes corresponden a localidades de
Chile: diez sobre un total de doce. El principal conglomerado urbano en la ZIC es el área
metropolitana de Concepción (Chile), con una población de 979.937 habitantes , seguido
por el área metropolitana de Plottier-Neuquén-Cipolletti y la ciudad de Bahía Blanca,
ambos con más de 300 mil habitantes cada una, en Argentina.

También se destacan a lo largo del Corredor, otros centros urbanos importantes, como

28
Santa Rosa (110.000 hab.), Viedma, San Carlos de Bariloche, Neuquén, Puerto Madryn,
Temuco, Valdivia, Puerto Montt, General Roca, etc. cuyo crecimiento genera importantes
desafíos en materia de infraestructura y servicios básicos y la necesidad de una rápida
adaptación a los cambios que impondrá el desarrollo del Eje de Integración bajo estudio.

4. Perfil Productivo de la Zona de Influencia del Corredor (ZIC)

La estructura productiva de la Zona de Influencia del Corredor Bioceánico Norpatagónico


(ZIC) se caracteriza por el predominio de producciones primarias y sus manufacturas: frutas,
vinos, hidrocarburos, ganadería, minería, pesca, química y petro-química, producción forestal,
etc. Esa producción de bienes atiende el mercado interno y genera excedentes destinados a la
exportación.

La región tiene, asimismo, un importante desarrollo del sector turístico –en especial en la
parte argentina del territorio del Corredor– que hoy representa un significativo porcentaje
del PBI de la ZIC, revelando extraordinarias perspectivas sectoriales a escala regional –
incluyendo las áreas chilenas– teniendo en cuenta la “instalación” en los últimos años de la
marca “Patagonia turística” a nivel internacional.

El perfil productivo de las regiones involucradas en ambos países manifiesta fuertes


diferencias. Mientras en Chile se concentra en el área de influencia del Corredor la
producción agropecuaria, silvícola, ictícola y zonas de desarrollo industrial y turístico, en
Argentina predominan las explotaciones de petróleo, gas y minerales, la generación de
energía eléctrica, el turismo (tanto en el área atlántica como en la cordillera), la producción
agropecuaria y la vinicultura.

La economía del Corredor y su área de influencia supone un PBG conjunto de 25.000


millones de dólares en el año 2007. Su crecimiento se ha mostrado en determinados
períodos superior al crecimiento conjunto de Argentina y Chile, medido a través de la
evolución del Producto Bruto Geográfico (PBG).

La significación económico-productiva de la ZIC en lo que respecta al ámbito nacional


(Río Negro, Neuquén, Chubut y La Pampa), tomando como indicadores de la misma el
Producto Bruto Geográfico y sus exportaciones muestra que la región representa un 7,4%
del PBI -Producto Bruto Interno- de Argentina

29
ZIC: 7,4% Participación en el PBI Argentina

Resto del País ZIC

La Provincia de Neuquén lidera la composición por provincias del PBG regional por la
importante incidencia del valor agregado que significa la producción de hidrocarburos y,
en general, la generación de energía.

La Provincia de Chubut es la segunda en importancia relativa por el volumen de sus


aportes al PBG regional, seguida muy de cerca por la Provincia de Río Negro, en tanto
que la Provincia de La Pampa presenta la menor importancia relativa en términos del
PBG generado, con mayor especialización relativa en la actividad agropecuaria.

ZIC. Composición del PBG regional por provincias

13%

20% 43%

24%

Neuquén Chubut Río Negro La Pampa

En la composición del PBG regional se destacan singularidades regionales que la diferencian


de la estructura económica nacional. En primer lugar, la importancia del el Sector primario a
nivel regional –52% del PBG regional– influido por el peso de la explotación minera e
hidrocarburífera –44% del PBG regional–. Las provincias de Neuquén y Chubut –las de
mayor actividad hidrocarburífera– en ese orden, son las realizan los mayores aportes al PBG
regional en relación a la actividad minera. Las provincias de La Pampa y Río Negro son las
que hacen los mayores aportes a la producción agropecuaria y Chubut y Río Negro el valor
agregado por la actividad pesquera a nivel regional.

30
El Sector secundario tiene mayor significación en la Provincia de Río Negro (especialmente
agroindustria, generación y distribución de energía eléctrica y construcción) y atendiendo
exclusivamente a la actividad industrial en la ZIC los mayores aportes los hace la provincia del
Chubut (46% del valor agregado industrial).

El Sector terciario también resulta más importante en la Provincia de Río Negro por el
peso de las actividades de servicio relacionadas con la actividad frutihortícola y el turismo,
y también por la mayor significación relativa de la administración y los servicios públicos,
ya que, si la participación de las actividades vinculadas a la administración pública en
Neuquén representa el 3,5% en Río Negro se eleva al 6,3%, por encima de la media
nacional que alcanza el 5,5%.

En los siguientes gráficos puede observarse la composición por sectores del PBG regional
y su comparación con la estructura sectorial del PBI nacional:

ZIC. Composición del PBG por Sectores

31%

54%

15%

Sector Primario Sector Secundario Sector Terciario

Argentina. Composición del PBI por sectores

16%

54%
30%

Sector Primario Sector Secundario Sector Terciario

Tomando en consideración también las Regiones de Chile, la Región del Bío Bío y la
Provincia de Neuquén son las de mayor relevancia económica y productiva en la ZIC. La

31
Región del Bío Bío representa un 25% del PBG regional conjunto y Neuquén,
aproximadamente un 20%, componiendo las regiones de mayor dinamismo en el conjunto
del Corredor Norpatagónico. Lo siguen Chubut (15%), la Región del Maule (13%) y la
Región de Los Lagos (12%).

Provincia de Chubut

La Provincia de Chubut centra su actividad productiva en un conjunto de ciudades


(Comodoro Rivadavia Trelew, Puerto Madryn y Rawson) que configuran los vértices del
desarrollo del territorio provincial. Los dos primeros se emplazan sobre la franja costera,
donde se concentran la mayor cantidad de población y actividades económicas. Comodoro
Rivadavia es el nodo multimodal más importante de la provincia, como centro principal de
la cuenca petrolífera del golfo San Jorge y el subsistema compuesto por las ciudades de
Trelew, Puerto Madryn y Rawson –polo industrial y de servicios regionales, en cuya
dinámica actual se destaca la actividad turística nacional e internacional. El tercer vértice
de ese triángulo se localiza en el área cordillerana, con centro en las ciudades de Esquel y
Trevelín.

Su articulación vial con el territorio de la ZIC se produce a través de rutas asfaltadas, en


regular estado de conservación: la ruta nacional 3 (que articula todo el sistema de ciudades
atlánticas de la Patagonia), la nacional 25 (que atraviesa el centro de provincia) y las
nacionales 26 y 40 (que la atraviesan en sentido este-noroeste). La infraestructura de transporte
está reducida pues a esos troncales con rutas primarias y secundarias en regulares condiciones
de mantenimiento y alta vulnerabilidad a los fenómenos naturales. No cuenta con red
ferroviaria, ni desarrollo del transporte naval y tiene servicios de transporte aéreo, que no
responden a las necesidades actuales de los mercados.

Chubut es una provincia con abundantes recursos naturales (suelos con aptitud agrícola;
recursos hídricos, mineros de alto valor estratégico; extenso litoral marítimo sobre el
Atlántico con diversas pesquerías e importantes áreas turísticas). Cuenta además con
puertos de aguas profundas que cubren los requerimientos actuales de competitividad,
aunque como el resto de Sudamérica requieren una fuerte adaptación para afrontar los
desafíos de la creciente demanda internacional.

El Producto Bruto Geográfico de Chubut se estructura alrededor del sector terciario (52%)
mientras los sectores primario (24%) y secundario (24,40%), tienen similares significa-
ciones. La alta participación del sector primario en el PBG provincial -superior a la media
nacional- se debe al peso de la explotación petrolera, que además integran la pesca y la
ganadería ovina (orientada a la producción lanera). La explotación ganadera ocupa el 70%
del territorio provincial, mientras la actividad hidrocarburífera se encuentra en el sur y la
pesca en el extenso litoral marítimo.

El sector industrial está centrado en la producción de aluminio y productos derivados,


procesamiento de pescado, producción de textiles -sintético y lanero- y maquinaria y equipos
para la extracción de petróleo, que en conjunto generan más del 70% del valor de la produc-
ción industrial de la provincia.

32
El sector terciario tiene al turismo como una de las actividades de mayor crecimiento, en especial
por la atracción ejercida por la Península de Valdés, que concentra alrededor del 60% de oferta
hotelera de la provincia y, en menor medida, en la zona cordillerana (Esquel, etc).

Provincia de La Pampa

La Provincia de La Pampa es una la región con una excepcional productividad en el sector


agropecuario (oleaginosas, cereales, ganadería bovina y apicultura), pero cuenta además con
actividades en el sector agroindustrial y metalmecánica. Asimismo cuenta con un buen nivel
de servicios. La provincia por su ubicación geográfica, mantiene una excelente conectividad
con todo el país a través del nodo multimodal de Santa Rosa reforzada con el emplazamiento
del Aeropuerto Internacional de Cargas con Zona Franca de General Pico.

Una de las fortalezas destacables de La Pampa la constituye la posición estratégica de la


ciudad de General Acha, situada tanto en la intersección del Corredor Buenos Aires-
Valdivia (por el Paso Puyehue) como del corredor de integración Bahía Blanca-Valparaíso
(por el Paso Pehuenche) y del Corredor Norpatagónico. Este emplazamiento, asociado a la
dinámica de intensificación del comercio internacional brinda excelentes oportunidades al
desarrollo provincial.

La actividad económica predominante de la provincia está vinculada a la producción


agropecuaria pero reviste interés para el Corredor Bioceánico Norpatagónico la Subregión
de la Ribera del río Colorado, que constituye un corredor minero y energético por
excelencia, que además presenta condiciones naturales y paisajísticas muy diversas que la
hacen susceptible de desarrollar diferentes tipos de actividades turísticas.

También revisten particular interés los proyectos de ampliación de las obras de riego en 25
de Mayo y en la Planicie Curacó, en base a las cuales se pretende la creación de una nueva
área bajo riego en el Bajo de los Baguales en cercanías de La Adela y la interconexión de
estas áreas con la pavimentación de la ruta provincial 34.

La ciudad de 25 de Mayo, que por su situación geográfica gravita en el área de influencia de


Neuquén, presenta un sector terciario bien desarrollado, con adecuados servicios educativos y
de salud, mientras las otras localidades cuentan con bajo nivel de complejidad. El río Colorado
es aprovechado en la zona próxima a 25 de Mayo con centrales hidroeléctricas y agricultura
intensiva bajo riego (horticultura, fruticultura, forestación y vid). En la zona sin influencia
directa del río las actividades características son la ganadería extensiva, la explotación
hidrocarburífera de gas y petróleo (en el extremo oeste) y la minería.

El sistema productivo de La Pampa es fuertemente dependiente por tanto, del sector primario y
terciario, sobre todo de baja competitividad (comercio y servicios minoristas) en detrimento
del sector manufacturero agropecuario. Por otra parte, las actividades industriales (metalmecá-
nica, textil, calzado, química y plástico) son de base extraterritorial y no dependen de recursos
locales, por lo que son fácilmente deslocalizables. En cambio, la especial condición geográfica
y de dotación de infraestructuras de la provincia permite potenciar aquellos sectores vincula-
dos a la prestación de servicios relacionados al transporte y las comunicaciones.

33
La debilidad más pronunciada de la economía de La Pampa, desde el punto de vista de las
infraestructuras es su carencia hídrica (en especial en el este pampeano), por lo que se ha
previsto la construcción del acueducto que atraviese el territorio provincial.

Provincia de Neuquén

La Provincia de Neuquén se caracteriza como productora de bienes primarios. Es una de las


provincias argentinas que ha tenido en las últimas décadas el mayor crecimiento sostenido.
Entre 1960 y 2007 su PBG creció 25 veces asentado sobre todo en las actividades de
explotación de los recursos energéticos que posee (petróleo y energía hidráulica) y las
actividades conexas, como construcción y servicios. En el año 2007, el PBG alcanzó los
13.499 millones de pesos, lo cual representa aproximadamente el 3% del Producto Bruto
Interno (PBI). La mayor significación dentro de la composición del PBG la tiene la actividad
primaria (55%) muy superior a la media nacional. El sector terciario significa el 30% y el
secundario sólo el 15% (ambos inferiores a la media nacional, 66% y 25% respectivamente).

Las principales actividades económicas de Neuquén se relacionan la explotación de sus


recursos naturales: actividades relacionadas con sus recursos energéticos (hidrocarburos e
hidroenergía) dentro de las cuales la extracción y producción de petróleo crudo, gas y
destilados ocupa el primer lugar. En los últimos diez años, la extracción petrolera en la
provincia ha registrado descensos constantes, como ha sucedido en el país en su conjunto.
Esta caída se relaciona con la madurez de los yacimientos y con la falta de inversión de las
empresas concesionarias. En el 2007 la producción neuquina cayó un 2% y en la
actualidad Neuquén representa sólo el 25% de la producción argentina, cuando hace 10
años esa participación superaba el 32%.

La producción de gas en cambio ha registrado incrementos y Neuquén lidera la producción del


país, con una participación del 51%. La favorable situación de los precios internacionales ha
favorecido las finanzas provinciales y contribuído al importante desarrollo neuquino. Los
recursos naturales con que cuenta en su subsuelo hicieron el resto. Además Neuquén genera un
aporte de 12% de la generación eléctrica total del mercado eléctrico mayorista del país.

Otro de los sectores que ha contribuido al desarrollo económico provincial ha sido el


turismo nacional e internacional, centrado básicamente en su eje andino (San Martín de los
Andes, Villa La Angostura, etc).

La actividad agropecuaria y la silvicultura representan el tercer sector de importancia en


La economía provincial: agricultura (65% del producto bruto del sector, casi la totalidad
centrado en la producción de manzanas y peras). El resto se reparte entre la ganadería (de
impacto social en el interior) y la actividad forestal (variedades nativas y exóticas).

También tiene alguna importancia la actividad minera (0,87% del PBG de la provincia), las
actividades industriales vinculadas al aprovechamiento de los recursos naturales y otras activi-
dades manufactureras como destilación de petróleo, producción de cerámicos, elaboración de
jugos y fabricación de agua pesada.

34
Provincia de Río Negro

La Provincia de Río Negro se caracteriza por la producción primaria, en especial la frutícola ya


que, desde sus zonas agrícolas más conocidas como el Alto Valle y el Valle Medio del río
Negro aporta el 70% de la producción nacional de manzanas y peras, con una producción total
de más de 1,5 millones de toneladas. Otro de los productos primarios que produce es la vid,
con 3.200 hectáreas bajo cultivo y una producción de 12,5 millones de kilogramos, destinada
en su casi totalidad a la elaboración de vinos (40.297,53 hlts.). La Provincia produce además
una importante cantidad de hortalizas -entre las que se destaca el tomate con 56.000 toneladas,
destinadas a la industria procesadora- y el 70% de la producción total de lúpulo del país.

Su estructura económica correspondió en un 9% al sector primario, el 26% al secundario y el


65% restante al terciario. En este segmento se destaca el sector turístico que ha tenido un
extraordinario desarrollo en los últimos años. San Carlos de Bariloche recibe anualmente
alrededor de un millón de turistas anuales, convirtiéndose en uno de los principales destinos
del turismo en Argentina. Otro destino significativo en la Provincia lo constituye el balneario
de Las Grutas, en la costa atlántica, con más de 100 mil visitantes por año.

El perfil productivo de Río Negro varía según sus distintas regiones. En la Región Andina
predomina el sector turístico por sus recursos naturales de alto valor paisajístico y a la vez
participa del 50% de la explotación forestal provincial. También existen áreas agrícolas
(cultivo de lúpulo y frutas finas) y ganaderas (ovina extensiva en las mesetas y bovina (en los
valles precordilleranos). En la Región de la Meseta Centro-Sur (de condiciones climáticas
extremas), la actividad económica está centrada en la producción ganadera (ovina y caprina
extensivas). Posee importantes recursos mineros (oro, áridos y piedras ornamentales, etc) y de
manera incipiente, comienza a desarrollarse una industria del turismo aventura.

En la Región de los Valles Interfluviales –la más importante de la provincia en población y


actividades económicas– la principal producción se centra en la frutihorticultura (que abastece
los mercados regional, nacional y externo), producción de forrajes, vitivinicultura, ganadería y
apicultura. Al noroeste de esa región se desarrolla una intensa actividad petrolera y una
incipiente agricultura bajo riego que está bastante más desarrollada en el noreste de la región.
En la zona nororiental, se desarrolla el proyecto Salto Andersen, que además de generar
energía irrigará 20 mil nuevas hectáreas para cultivo, similar al Proyecto de Colonia Josefa
(Gral. Conesa) donde se busca poner en producción bajo riego presurizado otras 67 mil
hectáreas. También se desarrolla en los valles irrigados el otro 50% de la explotación forestal
rionegrina.

En la Región Atlántica, la actividad económica se apoya en la ganadería la pesca y el


turismo. La ganadería se ha desarrollado de manera importante en la provincia debido a
sus condiciones sanitarias y al desplazamiento por el avance de la soja en las zonas
tradicionales de cría. Posee existencias de 1,6 millones de cabezas de ganado ovino, 620
mil cabezas de bovinos y 180 mil cabezas de caprinos. Se prevé la construcción de un
acueducto ganadero que abastecerá 250 mil hectáreas ganaderas y a la vez alimentará a los
desarrollos turísticos de la costa atlántica. Asimismo se prevé incrementar otras 19.500
hectáreas de superficie regada en la localidad de Guardia Mitre y potenciar la zona bajo
riego con producción frutihortícola del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI)

35
en las cercanías de la capital provincial. La actividad pesquera se desarrolla sobre los
recursos existentes en el Golfo San Matías.

En la actualidad, Río Negro explota una de las principales zonas petroleras del país (5%
del total nacional) y en menor medida, explota sus reservas de gas natural (3,7% del total
nacional) lo que le ha permitido convertirse en la tercera provincia petrolera del país.

Tanto en el Plan de Desarrollo Estratégico provincial “Río Negro 2015” como en el Plan
Estratégico Territorial (2008) del Gobierno Nacional, se plantea la necesidad de atender
como uno de los proyectos regionales prioritarios la conclusión de las obras de
pavimentación de la ruta nacional 23 para conformar un eje junto a la línea ferroviaria
Viedma- Bariloche para atender el desarrollo del Corredor Bioceánico Atlántico-Pacífico,
así como la construcción de una playa multimodal de transferencia de cargas en Bariloche,
donde se prevé la puesta en marcha de un Complejo Tecnológico Industrial.

Ese proyecto estratégico permitirá a la vez vincular la región de la Meseta Centro-Sur con
el oeste y este de la provincia, mejorar la calidad de vida de los rionegrinos más
postergados y a través de la ruta provincial 8 conectar la producción de esa región con el
Alto Valle.

De igual manera, a fin de atender el eje norte del Corredor Bioceánico Norpatagónico se
requiere la ampliación y mejoramiento de la ruta nacional 22 y la construcción del ramal
ferroviario Choele Choel-Vintter-San Antonio Este-San Antonio Oeste, así como el
empalme al puerto de San Antonio (ramal Viedma-San Antonio Oeste).

Actividades Relevantes en la ZIC

Como se ha señalado, la ZIC se caracteriza por una baja densidad poblacional y centros
urbanos principales de carácter intermedio. Son por tanto, las actividades rurales las que
juegan un papel relevante. En la ZIC en territorio chileno, las regiones involucradas
generan el 20% del PIB de su país, mientras que las provincias argentinas representan un
4% del PBI total nacional. En ambos países existe un fuerte componente de productos
primarios y extractivos, agroindustria, industria pesada y provisión de servicios.

En el lado chileno, la presencia de agroindustrias (congelados, empaque de frutas,


aserraderos), e industrias manufactureras (siderurgia, celulosa, editoriales, vinos, refinación
petróleo) se combina con explotación primaria agropecuaria de distinto carácter –silvícola y
pesquera–1 donde también ocupan un lugar destacado la horticultura y la producción de frutas.
En el sector de servicios (financieros, turismo, sociales) el turismo juega un papel destacado.
En la mayoría de las regiones chilenas, el sector servicios es predominante conb excepción de
Bio Bio donde el predominio es del sector industrial. El sector agropecuario (pesca y
silvicultura es particularmente importante en la Región X de Los Lagos. Las regiones en su
conjunto exportan cerca de 10.000 millones de dólares a diferentes partes del mundo, entre las

1
Chile ha desarrollado en la Región una importante industria de acuicultura con preeminencia de la
explotación de salmones.

36
que se destacan Nafta, Unión Europea y Asia, con una menor participación de las destinadas a
los países del Mercosur.

Del lado argentino, se destaca en el sector primario, la explotación petrolera y de gas, la


generación de energía eléctrica y la explotación agropecuaria (fruticultura, vinicultura,
ganadería, pesca) y en el sector servicios tiene una importante preeminencia el sector turístico.
En general puede observarse que el sector agropecuario tiene menor participación mientras
que los sectores de industria y servicios cuentan con la mayor participación. En Neuquén el
sector industrial es el más importante seguido por los servicios y luego el sector
agropecuario- silvícola. En Río Negro, el primer sector es el de servicios, seguido por los
sectores industrial y agropecuario. En Chubut (petróleo y pesca) y La Pampa (cereales y
ganadería) predomina el sector primario, aunque con actividades secundarias y terciarias
de gran dinamismo como el turismo en Chubut.

5. Perfil socio-económico de Chile y Argentina

En los últimos años, la economía ha mantenido un crecimiento positivo en ambos países.


Chile en un proceso de crecimiento sostenido y estable y Argentina mostrando una
recuperación significativa a partir del modelo productivo implantado tras la crisis del
2000/01, lo que se refleja en el comportamiento del PIB total y por habitante, la evolución
positiva de la deuda externa y de las reservas internacionales, y la situación del empleo y
otros indicadores de desarrollo humano.

5.1 Crecimiento económico

En los últimos cinco años, el PIB de ambos países tuvo un significativo crecimiento del
orden del 6% y en conjunto, superó en el 2007 los 420.000 millones de dólares constantes.
El crecimiento económico en el último año fue de 8,7% para Argentina y 5% para Chile.
Argentina tuvo un PBI de 260 mil millones de dólares constantes (523,7 mil millones de
dólares ppa) y Chile de 163,8 mil millones de dólares (231,1 mil millones de dólares ppa).
A pesar de tener poco más de 16 millones de habitantes, la economía chilena fue en 2007,
la quinta más grande de América Latina.

EVOLUCION DEL PIB


350,000
325,000
300,000
Millones US$ de 2000

275,000
250,000
225,000
200,000
175,000
150,000
125,000
100,000
75,000
50,000
25,000
-
Argentina Chile
2003 2004 2005 2007

37
Tasa de crecim iento del PIB

Chile

Argentina

- 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
2003 2004 2005 2006 2007

Sin duda que ha influido en la evolución positiva de la actividad económica en ambos países el
notable incremento del intercambio comercial, dadas las actuales condiciones de la demanda
mundial de recursos en cuya producción se centran ambas economías. Pero también otros
factores están vinculados a ello, como el fortalecimiento de la inversión (sobre todo en el caso
chileno), el comportamiento de la demanda interna (en especial del consumo privado) y el
dinámico crecimiento de sectores como manufacturas y servicios (construcción, comercio,
etc.), que han permitido un quinquenio de expansión económica importante.

La evolución positiva del Producto Bruto Interno en los últimos años, que en ambos países ha
sido superior al crecimiento poblacional, ha permitido un mejoramiento de la renta por
habitante, que en el 2007 alcanzó los 13.308 dólares (ppa) en Argentina y los 13.900 dólares
en Chile.

EVOLUCION DEL PIB POR HABITANTE


15.000
14.000
13.000
12.000
11.000
10.000
Dólares

9.000
8.000
7.000
6.000
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
-
Argentina Chile
2003 2004 2005 2007

En los gráficos siguientes, puede observarse el aporte al PBI nacional que realizan las
regiones de Chile y las provincias argentinas vinculadas el Corredor:

38
Aporte al PBI de las Provincias de Argentina vinculadas al Corredor
y en relación a todo el país

Ranking Provincia % PBI nacional % Pobl. nacional

1 Chubut 1,54 % 1,1%


2 La Pampa 1,67% 0,63%
3 Neuquén 1,83% 1,30%
4 Río Negro 1,47% 1,63%
Fuente: Abeceb.com, 2008 y PET 2008

Aporte al PBI de las Regiones de Chile vinculadas al Corredor


y en relación a todo el país

Ranking Región % PBI nacional % Pobl. nacional

1 Metropolitana 42,7 40,1


2 Bio bio 8,7 12,3
3 Valparaíso 8,1 10,2
4 Antofagasta 7,1 3,3
5 O Higgins 4 5,2
6 Maule 3,4 6
7 Los Lagos 3,2 4,7
8 Araucanía 2,4 5,8
9 Tarapacá 2,1 1,6
10 Coquimbo 2,1 4
11 Atacama 1,6 1,7
12 Los Ríos 1,3 2,4
13 Magallanes 1,2 1
14 Arica Parinacota 1,1 1,3
15 Aysén 0,5 0,6

5.2 Deuda externa y reservas internacionales

En los últimos años debido a la creciente demanda de materias primas de los mercados
asiáticos, casi todas las economías de Sudamérica han registrado balanzas positivas lo que les
ha permitido disminuir sensiblemente de endeudamiento externo. Argentina y Chile, los países
del Corredor, no han sido ajenas a ese proceso. El dinamismo de ambos países y la consoli-
dación de sus economías, producto del crecimiento de las exportaciones, el mejoramiento del
producto interno y un superavit en la balanza comercial y fiscal han permitido reducir la
expansión de la deuda. En efecto, de un total de 207.000 millones (2003) se pasó a 185.050
(2007) aunque con un cierto incremento sobre los 158.000 millones (2005). Esto a su vez, se
reflejó, en los dos países, en una notoria disminución de la deuda como porcentaje del PIB. En

39
el año 2005 la deuda externa en Argentina representaba el 62% y hoy significa el 51,9%. En
Chile representaba el 39% y hoy sólo representa el 31%.

En cuanto a las reservas internacionales también en ambos países se manifiesta un


incremento significativo en los últimos años. En el caso de la Argentina, alcanzaron los
48.000 millones de dólares, en el 2007, mientras las reservas de Chile suman 16.840
millones de dólares, por lo que, ambos países en conjunto superan los u$s 64.660 millones.
Ello significa un incremento notable de las reservas conjuntas, ya que en el 2003 sumaban
28.240 millones de dólares y en 2005 rondaban los u$s 46.378 millones.

5.3 Situación laboral

La población económicamente activa en la ZIC asciende a 2.857.000 de personas, correspon-


diendo a la fuerza laboral chilena 2,3 millones y 650 mil a la Argentina. En ambos países se
estima que la fuerza laboral es de 16.030.000 personas en Argentina y 6.970.000 en Chile con
un muy distinto perfil de ocupación: en Chile el 13,6% está dedicado a la agricultura mientras
tan sólo el 1% de la fuerza laboral argentina tiene esa ocupación. En la industria, ambos países
tienen similares porcentajes de PEA ocupada en ese sector (Chile, 23,4% y Argentina 23%).
En cambio, en servicios mientras Argentina ocupa el 76% de su fuerza laboral en ese sector en
Chile sólo representa el 63%.

El crecimiento económico registrado por los dos países, ha permitido que también en
materia de empleo Chile y Argentina muestren una tendencia favorable respecto de indica-
dores anteriores. Si bien Argentina tiene un índice de desempleo a nivel nacional del orden
del 14,1%, mientras que Chile tiene sólo el 7%, en la Zona de Influencia del Corredor
existen en promedio tasas inferiores a un digito (Neuquén (6,8%), Río Negro (8,6%), La
Pampa (6,3%), Chubut (4,1%), Maule (7,1%), Bio Bio (9,7%), Araucanía (7,2%), Los
Lagos (4%), Los Ríos (4,5%), siendo el sector servicios el que aporta el mayor porcentaje
de población ocupada. En la Patagonia argentina, en general, el desempleo es de 6,1%, con
picos de 8,9% en Viedma-Carmen de Patagones.

TASA DE DESEMPLO
%

18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Argentina Chile
2003 2004 2005 2006

El área del Corredor muestra por tanto, una situación favorable en materia laboral, con
una población económicamente activa (PEA) del 40%, radicados prioritariamente en las
cinco Regiones chilenas, en especial en la VIIIª Región chilena. El peso relativo de la

40
fuerza laboral de Neuquén y Río Negro en el total del Eje es menor (20% de la PEA), pero
la tasa de desocupación en ambas provincias argentinas ha descendido siguiendo la
tendencia de todo el país a partir del 2003.

Para atender la producción regional, el área del Corredor presenta recursos humanos con
un alto nivel de alfabetización y educación. Sin embargo la situación no es similar en
ambos países: las provincias argentinas involucradas tienen un nivel mayor de alfabetismo
que la media nacional, mientras que las regiones chilenas, presentan por el contrario,
menores índices que los de Chile en su conjunto.

En el territorio conformado por el área de influencia del Corredor existe un importante


sistema de educación superior que dota a la ZIC de un valioso elemento para hacer factible
su desarrollo integral. Participan de ese sistema las Universidades del Comahue (con sedes
en varias localidades de Río Negro y Neuquén), del Sur (Bahía Blanca), Tecnológica
Nacional (con sedes en Bahía Blanca y Neuquén), Santo Tomás de Aquino (San Carlos de
Bariloche), Católica de Chile (con sedes en Concepción, Temuco, Maule y Talca), Austral
(Xª Región), de Los Lagos (Osorno), Arturo Prat (Araucanía), de Talca, de La Frontera,
Autónoma (Araucanía), de Concepción (VIIIª Región) y del Bio Bio (VIIIª Región). En el
presente año se ha incorporado a este sistema la Universidad Nacional de Río Negro (en
proceso de organización).

Una importante red de conocimiento da cuerpo al sistema de educación superior de la ZIC,


integrado a su vez por centros de investigación relevantes como la Comisión Nacional de
Energía Atómica (Bariloche-Argentina), el INVAP (Bariloche), la Fundación Bariloche, el
Criadero Patagónico de especies marinas (CRIAR) -Unidad de Investigación Tecnológica
del área maricultura y el Instituto de Biología Marina (San Antonio Oeste, Río Negro), el
Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA), la Planta
Industrial de Agua Pesada (Neuquén), a los que se agregan los centros de investigación de
diversas empresas privadas, en especial de los sectores del petróleo y el cemento.

6. Comercio internacional

El comercio internacional de Chile y Argentina ha crecido significativamente en los últimos


años. Las exportaciones totales de Argentina pasaron de 30.000 millones de dólares (2003) a
40.000 millones de dólares (2005), para alcanzar los 56.000 millones en el 2007. Las exporta-
ciones totales de Chile asimismo crecieron de 20.000 millones (2003) a 39.000 millones de
dólares (2005), 58.000 millones (2006) para superar los 68.000 millones en el 2007. Ambos
países han mostrado, en todo ese período, un superávit comercial significativo.

En 2007, el intercambio comercial de Argentina volvió a ocupar un lugar protagónico en el


desarrollo económico del país. Mientras que el incremento interanual de las exportaciones ascen-
dió al 20,4% (totalizando 55.933 millones de dólares), el de las importaciones alcanzó el 31,1%
(44.781 millones), arrojando un saldo positivo de balanza comercial de 11.154 millones de
dólares. Las exportaciones chilenas en el 2007 fueron 17,5% % superiores a las del año anterior.

41
6.1 Exportaciones de Argentina
Análisis del Comportamiento de los principales Productos de Exportación

Las exportaciones argentinas durante 2007 gozaron de un incremento del 20,4% respecto al
año anterior. En este sentido, el aumento de las exportaciones durante este período tuvo su
principal justificativo en el crecimiento de tres de los cuatro grandes rubros de exportación: los
Productos Primarios (PP: 44,7%), las Manufacturas de origen Agropecuario (MOA:
26,1%) y las Manufacturas de Origen Industrial (MOI: 17,3%). La excepción la marcaron
los Combustibles y Energía (CyE: -11,8%).

Las MOA representaron en el año 2007, el principal rubro de exportación de nuestro país, con
exportaciones por 19.221 millones de dólares, logrando un crecimiento del 26,1% con respecto
a 2006, donde habían alcanzado los 15.244 millones de dólares. Entre las manufacturas con
mayor participación, se destacaron los siguientes sectores:

• Residuos y desperdicios de la ind. alimenticia (Var. 33,6%; u$s 6.219 millones);


• Grasas y aceites (42,1%; u$s 5.510 millones);
• Carne y sus preparados (13,4%; u$s 1.828 millones);
• Pieles y cueros (9,9%; u$s 1.009 millones);
• Resto de MOA (5,8%; u$s 1.003 millones);
• Preparados de hortalizas, legumbres y frutas (26,1%; u$s 835 millones); y
• Productos lácteos (-17,2%; u$s 634 millones).

El mayor crecimiento del rubro lo registraron los Productos de molinería con una variación
positiva del 205% y montos por u$s 430 millones.

Las exportaciones de MOI (2007) crecieron un 17,3% respecto del año anterior, alcanzan-
do los 17.384 millones de dólares. Entre los principales sectores, se destacaron:

• Material de transporte terrestre (Var. 32,5%; u$s 5.344 millones);


• Productos químicos y conexos (13,1%; u$s 2.951 millones);
• Metales comunes, y sus manufacturas (13,8%; u$s 2.825 millones);
• Máquinas y aparatos, material eléctrico (26%; u$s 1.974 millones);
• Materias plásticas y sus manufacturas (-1%; u$s 1.205 millones); y
• Papel, cartón, impresos y publicaciones (7,7%; u$s 627 millones).

El mayor crecimiento del rubro lo registró el material de transporte terrestre.

En lo que respecta a las exportaciones de Productos Primarios, las mismas tuvieron un


crecimiento en el año 2007 del 44,7% interanual, pasándose de exportar en 2006 por 8.627
millones de dólares a hacerlo en 2007 por 12.482 millones. Entre los principales sectores
de exportación se destacan:

• Cereales (Var. 57,8%; u$s 4.663 millones);


• Semillas y Frutos oleaginosos (89%; u$s 3.707 millones).
• Mineral de cobre y sus concentrados (11,1%; u$s 1.486 millones); y
• Frutas Frescas (26,1%; u$s 909 millones).

42
En cuanto al comportamiento de las exportaciones de Fibras de Algodón, las mismas
registraron un incremento del 350% alcanzando exportaciones por 9 millones de dólares,
convirtiéndose así en el rubro de mayor crecimiento dentro de los productos primarios.

Con respecto al rubro Combustibles y Energía, éste registró en el año 2007 una merma
interanual del -11,8% del valor exportado. Los principales sectores de exportación fueron:

• Carburantes (Var. 14,8%; u$s 3.857 millones);


• Petróleo crudo (-45,8%; u$s 1.304 millones); y
• Gas de Petróleo y otros hidrocarburos (-15%; u$s 1.284 millones).

Pese a ello debe señalarse que por octavo año consecutivo, Argentina no logra elevar
puede su participación en el total de las exportaciones mundiales, donde representa tan
sólo un cuatro por mil (0,4%) ocupando el puesto 46 en el ranking de los exportadores
mundiales, detrás de Chile y Filipinas.

La situación se contrapone a la de Brasil ha mejorado de 0,96% a 1,17% su participación en


las exportaciones mundiales y el puesto 23. Si bien, en el último quinquenio, las exporta-
ciones argentinas crecieron a buen ritmo (10% promedio anual), lo hicieron levemente por
debajo de las mundiales (10,7%) y lejos de las brasileñas (16,5%), que lograron aprovechar el
contexto mundial e incrementar su participación en el comercio mundial.

Algunas de las diferencias con relación al perfil exportador de diez años atrás residen en
que mientras la UE perdió casi dos puntos de participación, el Nafta ganó más de tres, pero
las exportaciones hacia países desarrollados continúan representando menos de un tercio
de las exportaciones totales del país. Con relación al mercado intrarregional, las ventas
hacia el Mercosur muestran cierto deterioro: hace una década un tercio de las ventas
externas argentinas tenía ese destino mientras en la actualidad ronda el 20%, lo que
significa la pérdida de más de diez puntos de participación.

En cambio, las ventas hacia los demás países de América Latina, y especialmente hacia
Chile y el resto de Aladi muestran un incremento en su participación. Con relación a los
Países de Asia Pacífico, China ha sido el destino cuyo share creció más rápidamente.

La “presencia del Mercosur” sobre todo en las exportaciones manufactureras argentinas


tuvo una fuerte caída: 14% en los últimos 10 años si se analiza el bloque original (Brasil,
Paraguay y Uruguay) y 12% si se considera el Mercosur ampliado (Chile y Bolivia). Pero
un dato interesante es que en la última década las pymes argentinas reorientaron sus ventas
de Brasil hacia Chile. Mientras en 1997 el 60% de esas exportaciones tenían como destino
Brasil, en el 2007 la cifra bajó al 45% mientras hacia Chile pasó de 15%, al 28%.

6.2 Principales destinos de exportación

Mercosur
Al igual que en los últimos años, el principal destino de las exportaciones argentinas en el 2007

43
ha sido el Mercosur donde alcanzaron los 12.483 millones de dólares (variación interanual del
25,5%). El principal rubro de exportación hacia este destino fueron: Manufacturas de Origen
Industrial (var. 29%; u$s 7.325 millones), seguido por Combustibles y Energía (var.13%; u$s
1.934 millones), Productos Primarios (var. 22%; u$s 1.801 millones) y Manufacturas de Origen
Agropecuario (var. 31%; u$s 1.422 millones).

Unión Europea
En las ventas dirigidas hacia la UE, durante el año 2007, las mismas ascen-dieron a 9.895
millones de dólares sufriendo una variación positiva del 23,7%. El principal rubro de exporta-
ción fueron Manufacturas de Origen Agropecuario (var. 25%; (u$s 5.864 millones), seguido por
Productos Primarios (15%; (u$s 2.532 millones), Manufacturas de Origen Industrial (var. 41%;
(u$s 1.477 millones) y, por último, Combustibles y Energía (var. -68%; (u$s 22 millones).

Países del Asia Pacífico


Es de singular importancia para el Estudio bajo análisis, el comportamiento durante el mismo
período de los Países del Asia Pacífico que se posicionaron en conjunto como el tercer
destino de las exportaciones argentinas, con una significación similar a la de la UE. Las
ventas argentinas con ese destino alcanzaron los 9.772 millones de dólares (variación 38,5%).
El principal rubro de exportación fueron Manufacturas de Origen Agro-pecuario (var. 44,7%;
(u$s 4.535 millones) seguido por Productos Primarios (70,6%; (u$s 4.321 millones). Entre
ambos rubros sumaron el 90,6% de las exportaciones totales. Dentro de ese bloque de países,
China se consolidó como el principal destino de la región con envíos por (u$s 5.380 millones
(incremento interanual 47,7%).

Nafta
En cambio, el Nafta –pese a la presencia de la primera economía mundial– se ubicó como el
cuarto destino de las exportaciones argentinas durante el mismo período, con apenas una
variación del 1% respecto a igual lapso de 2006, lográndose exportaciones por 6.132 millones de
dólares. Las ventas de Manufacturas de Origen Industrial si bien lograron ventas por u$s 2.496
millones tuvieron un descenso de -2% respecto del año anterior. Los Combustibles y Energía
alcanzaron los u$s 1.969 millones, (var. 6%) mientras que las Manufacturas de Origen Agrope-
cuario, registraron ventas por u$s 1.290 millones (variación 1%). Los Productos Primarios
también registraron variación negativa de -1% con respecto a los montos registrados el año
anterior, con ventas por u$s 377 millones.
Destino de las exportaciones Argentinas por bloques
regionales - 2007
NAFTA
16% Mercosur
32%

AP
26%
UE
26%
Mercosur UE AP NAFTA

44
Destino de las exportaciones chileno-argentinas
100%
9,50
90% 18,40 18,20
80%
14,00 33,80 17,40
70%
60% 15,90
20,60
50%
11,40 23,30
40%
16,30
30%
16,20
20% 40,4
27,50
10% 17,20
0%
Argentina Chile Total
ALC USA UE ASIA RESTO MUNDO

6.3 Destino de las Exportaciones. Diferencias de patrón

Otro elemento de importancia para el análisis de las implicancias del Corredor Bioceánico
Norpatagónico es el diferente patrón de ambos países en cuanto al destino de sus exporta-
ciones. En Argentina, la mayor participación corresponde a las exportaciones hacia Mercosur
(22,3%) que junto a otros países de América Latina y el Caribe totalizan el 40%. El resto de
sus exportaciones se dividen en partes iguales entre Unión Europea (17,67%) y los países de
Asia Pacífico (17,45%), mientras que el Nafta sólo representa el 10,9%.

En Chile en cambio, la mayor participación corresponde a Asia Pacífico (33.8%) seguida de la


Unión Europea (24,04%), Estados Unidos (15,8%) y América latina y el Caribe (15,5 %). Los
países que reciben el mayor porcentaje de las exportaciones chilenas son China y Estados Unidos.
Las exportaciones industriales chilenas (productos químicos, metanol, salmón, vinos y
mostos, refinados de petróleo) por su parte tuvieron como destino: Asia (23,9%), Nafta
(23,6%), Unión Europea (18,1%), Comunidad Andina (13,9%) y Mercosur (8,3%).

Comercio Exterior de Chile


Exportaciones a Importaciones de
País % País %
15.8
China Estados Unidos 14.8 %
%
11,5
Estados Unidos Argentina 14.6 %
%
11.1
Japón Brasil 10.5 %
%
Reino Unido 6.0 % China 7.8 %
Corea del Sur 5.5 % Japón 3.6 %
Brasil 5.0 % Alemania 3.3 %
Otros 45.1% Otros 45.4 %

45
6.4 Productos exportados, Diferencias de patrón

Por otra parte, también existen diferencias respecto del tipo de productos exportados:
mientras los productos primarios son las exportaciones predominantes en Argentina, en
Chile predominan las manufacturas basadas en recursos naturales. Pero la situación es
distinta para Argentina con relación al mercado latinoamericano ya que predominan las
exportaciones de manufacturas basadas en tecnología media con ese destino, mientras que
Chile mantiene su perfil general. Es necesario mencionar que en ambos países los
productos primarios tienen una importante participación.

Las principales exportaciones de cada país incluyen una amplia variedad de productos:

Argentina
Soja, aceite de soja, tortas y nueces de semillas oleaginosas y otros aceites vegetales,
productos derivados del petróleo, petróleo crudo, maíz, trigo, gas natural, carne vacuna,
cobre, pescado, aceite de girasol, cueros bovinos, vehículos automotores, camiones y
camionetas.

Chile
Cobre refinado, mineral de cobre, otros minerales, pescado, cobre blister, pulpa de madera,
vinos, productos derivados de petróleo, tablas aserradas, uvas frescas, harina de carne,
alcohol metílico, oro.

Analizando las exportaciones de ambos países hacia el mercado intrarregional (América


Latina y el Caribe) se observa que en conjunto las exportaciones de Chile y Argentina con ese
destino se mantiene en el orden del 29% pero con un comportamiento diferente: mientras que
el comercio intrarregional argentino se incrementa (38% en el 2003, 39% en 2006 y 40,4% en
2007) las ventas chilenas hacia el propio continente tienden a descender ligeramente (19,3%
en 2003; 17,2% en 2006 y 15,5 % en 2007).

Exportaciones a América Latina y el Caribe


2003 2006
Total Exp Exp ALC % ALC Total Exp Exp ALC % ALC
Argentina 29.939 11.473 38,3% 40.106 16.206 40,4%
Chile 20.077 3.878 19,3% 38.596 6.639 17,2%
Total 50.016 15.351 30,7% 78.702 22.845 29%
Fuente: CEPAL.

Participación de las exportaciones a ALC por tipo de producto


Productos Argentina 05 Chile 05
Productos primarios 31,8% 22,9%
Manufacturas basadas en recursos naturales 23,3% 50,3%

46
Manufacturas basadas en baja tecnología 7,3% 7,4%
Manufacturas basadas en media tecnología 32,7% 14,8%
Manufacturas basadas en alta tecnología 3,7% 1,8%
Otros 1,2% 2,8%
Total 100% 100%

Descomposición exportaciones a ALC por tipo de producto 2007


Productos Argentina Chile
Productos primarios 31,8% 22,86%
Manufacturas basadas en recursos naturales 23,3% 50,32%
Manufacturas basadas en baja tecnología 7,26% 7,42%
Manufacturas basadas en media tecnología 32,7% 14,8%
Manufacturas basadas en alta tecnología 3,66% 1,76%
Otros 1,15% 2,78%

6.5 Comercio bilateral entre Argentina y Chile: una relación estratégica

Con más de 5.500 kms. de frontera Chile y Argentina comparten un espacio común único en el
mundo. A ello se suman el favorable escenario que ofrece el contexto internacional para
ambos países y a las múltiples oportunidades comerciales que ofrece la propia relación
bilateral. “Se trata de una relación natural, con acuerdos que han ido dinamizando el comercio
y con un tejido de Pymes exportadoras en ambos sentidos, que le dan características únicas a
esta relación”.

Como ha señalado Luis Maira, actual embajador de Chile en Argentina, la actual relación exitosa
aún puede incrementarse: “Hay que ponerle un segundo piso a esta casa. Chile ha suscrito una
serie de TLCs que Argentina puede aprovechar, ya sea invirtiendo o transformando en Chile”.
Entre ambos países pueden desarrollarse los llamados “encadenamientos productivos”, que
permiten que los bienes y servicios de terceros países con un mínimo de transformación pueden
ser exportados a mercados con los que Chile posee ventajas arancelarias. Para Rodrigo
Contreras, jefe del Departamento de Acceso a Mercados de la Direcon (Chile) “esa oportunidad
abre el mercado de más de 4.000 millones de habitantes alrededor del mundo”.

Para determinar cuáles son los productos y rubros más aptos para un proyecto de encadena-
miento productivo entre Argentina y Chile utilizando los beneficios de los TLCs de este país,
un estudio desarrollado por esa Dirección de la Cancillería chilena, identificó más de 200
productos con posibilidades de llegar con éxito a China; Corea; EE.UU y México, aunque
puede haber muchos más: 63 productos con posibilidades de llegar con éxito a China; 71 hacia
Corea; 76 a EE.UU, y 66 para México, en la asociación entre empresas chilenas y argentinas.2

2
Estudio DIRECON Chile, La oferta más apta de productos binacionales hacia los mercados mundiales,
11.9.2008

47
Para ello, se cruzaron datos referidos a la composición de las exportaciones argentinas a su
vecino, datos de la capacidad productiva chilena, y la información de los bienes que están
comprando los mercados mundiales más representativos. Para el análisis se escogió a
EE.UU., China, Corea, y México.

La elección de los países para efectuar el estudio tuvo que ver con la gran demanda que
significan hoy estos mercados. Los países asiáticos son los más dinámicos a nivel mundial
mientras que EE.UU. y México son referentes obligados, ya que integran el NAFTA. China es
el segundo socio comercial de Argentina, con una participación de 9% en sus exportaciones
mientras que Corea ofrece todavía mucho por recorrer ya que el intercambio todavía es bajo,
del orden de los u$s 650 millones. Por último, EE.UU. significa el 10% del comercio exterior
argentino.
En el presente, Argentina exporta a Chile principalmente gas natural, gas licuado, maíz, carne,
etc, y casi no paga aranceles al ingresar, a partir del acuerdo que ambos países mantienen,
salvo en productos muy puntuales, por lo que prácticamente la totalidad de los productos
argentinos que ingresan lo hace sin pagar aranceles.
Los sectores donde se observan muy buenas oportunidades de complementación económica
con Chile son la producción importante de autos, manufacturas de hierro y acero, y la industria
del plástico. Un ejemplo de la ventaja comparativa que implica salir a un tercer mercado en
asociatividad con Chile se ve en el rubro de aceites y grasas para China. Para el mundo, los
aranceles llegan a 30%, pero Chile paga de 0 a 21%. "Por otra parte, esto tiene la particula-
ridad de que son esquemas dinámicos que tienden a cero en el corto plazo, o sea que se puede
llegar con productos de la oferta exportadora desde Argentina un 30% más barato, lo que es
una ventaja competitiva importante,
Un ejemplo de las potencialidades surgidas como resultado del entrecruzamiento de datos en
el estudio de un proyecto de encadenamiento entre Argentina y Chile lo constituye el caso de
China, lo que tiene especial relevancia para el Corredor Bioceánico bajo análisis. Las mayores
exportaciones chilenas hacia el país asiático fueron gasolina, polvos para budines,
preparaciones de pescado, mientras que Argentina vendió gasolinas, cajas de cambio, mezclas
de hidrocarburos, entre otros artículos. A la vez, las mayores importaciones de China se dieron
gasolinas, polipropilenos, y cajas de cambio. Por lo tanto, en esos tres últimos están centra-
das las oportunidades.
“De 63 partidas analizadas hubo 18 que pagan arancel 0 si provienen de Chile, y el resto paga
de 0 y 24,5%, mientras que el mundo paga un arancel en China que fluctúa entre 3 y 35%. O
sea que ese margen preferencial es una ventaja fundamental” ha señalado Contreras. En el
caso de manufacturas de plástico, China fija aranceles de 10% pero Chile está pagando 7% y
va desgravándose hacia el 0%.
Argentina y Chile tienen mucho por explorar para detectar oportunidades en China, si se
considera que actualmente el 64% de las exportaciones chilenas corresponden a minería, el
30% es el sector industrial, y el agrícola está aumentando (hoy es de 4,6%). En esta última
actividad hay un lugar importante para Argentina por su avance en cuanto a protocolos
sanitarios, que en Asia pueden convertirse en una barrera. En mercados altamente especia-
lizados como el chino la clave sin duda es identificar nichos. Entre ellos pueden señalarse telas

48
de algodón, cuero curtido, etc., insumos para industrias donde China posee un lugar
relevante. Otro nicho posible son las cajas de velocidad para coches. En ese rubro, China
exportó cajas en el 2007 por u$s 7,3 millones y prevé llegar en el 2008 a u$s 15 millones. Sin
embargo, en el negocio de las autopartes aparece una oportunidad para el encadenamiento con
Argentina ante el interés de China por importar cajas.
El mismo análisis realizado en el caso de Corea, en base a 71 productos relevados, arroja
importantes oportunidades en artículos de grifería y en la industria de medicamentos. En Corea
los aranceles llegan hasta el 50%, por tanto una oportunidad fenomenal de negocios conjuntos.
En gasolinas, rigen aranceles de hasta 8%, mientras que Chile ingresa a Corea libremente.
En el caso de EE.UU. los productos que se destacaron fueron preparaciones de cereales,
algunas confecciones, gasolinas, herbicidas, etc. De las 76 partidas analizadas, 68 ingresan con
arancel 0 a EE.UU. mientras que el resto paga aranceles bajos gracias al TLC que Chile
suscribió. Las oportunidades se centran en cuero y calzado, sobre todo en este último donde
hay aranceles del 7%., mientras Chile ingresa ahora con arancel 0 en este tipo de producto.
Respecto a México aparecen además de muchos de los productos mencionados, las
autopartes, particularmente cajas de cambio donde es sabida capacidad productiva de
Argentina y donde Chile cuenta con fábricas que se podrían aplicar a un proyecto de
encadenamiento. En México los aranceles van de 0 a 200% y en cajas de cambio se sitúan
en 10%. En ese caso también Chile ofrece una ventaja porque entra prácticamente sin
pagar. Otros productos aptos son los medicamentos, manufacturas de caucho, y diversos
productos agrícolas en los que, si bien no hay acuerdos, los aranceles son muy bajos.
Actualmente hay ejemplos concretos de encadenamiento productivo en curso en Chile. Por
ejemplo con maquinaria para chocolatería que se está exportando a México y EE.UU.,
camiones manipuladores de cables que se venden a Colombia, brazos robóticos, y
alimentos para animales de exportación. El proceso de integración territorial que supone el
Corredor Bioceánico Norpatagónico refuerza y posibilita el actual encadenamiento y abre
extraordinariasd posibilidades de incrementar el comercio internacional conjunto.
Para el citado Estudio de la Cancillería chilena, “el encadenamiento productivo es un
camino que brinda oportunidades de negocios y es una forma concreta para avanzar en el
proceso de integración”. En este punto cabe aclarar que en Argentina no se están dando
créditos específicos para incentivar a las Pymes nacionales a la búsqueda de estos acuerdos
de asociatividad, mientras que la Corporación de Fomento a la Producción de Chile, tiene
líneas crediticias que si bien están disponibles para empresas chilenas, pueden beneficiar a
Pymes argentinas a través de las líneas de inversión extranjera.
Actualmente en Argentina se están llevando a cabo estudios de prefactibilidad de empresas
que están analizando la potencialidad de sus productos para concretar un acuerdo de
complementación entre Argentina y Chile. Dos casos puntuales lo constituyen un
fabricante de pasta alimenticia y otro de producción y exportación de mosto de uva, atento
el desarrollo exitoso de los TLC firmados por Chile, país que está penetrando en EEUU y
México con productos lácteos (quesos, leche en polvo y leche condensada).
Las mayores oportunidades y desafíos del proceso de asociativismo argentino-chileno se
presentan en realidad para las Pymes ya que las grandes empresas ya están instaladas y

49
consolidadas, mientras que las pymes pueden complementarse para salir a terceros mercados.3
La apertura de nichos por cuestión de escala, propia de las Pymes, es coincidente con la que
Chile despliega en EEUU y en los otros grandes mercados con TLC. Los productos chilenos
significan apenas el 0,49% de lo que compra por ejemplo, EEUU, lo que podría verse incre-
mentado notablemente con un proceso de encadenamiento productivo entre ambos países a cada
lado de la Cordillera. En esos nichos se destacan lácteos, manufacturas de la madera, trajes de
lana de alto costo, jeans y otros rubros textiles, además de partes de muebles de madera (EEUU);
manufacturas de la madera, productos de pesca y cueros para tapicería de autos (Corea); carnes
de cerdo, carnes de ave, frutas, patas de pollo, vinos a granel y lácteos (China), productos en los
que la colaboración binacional dispara potencialidades extraordinarias.
Como se ha señalado, “hay 380 millones de chinos que tienen mucho dinero y compran
productos muy caros, por ejemplo zapatos; donde Chile no tiene ni la calidad de cuero ni
la marca, por lo que necesitamos de terceros, y en eso Argentina puede ayudar” 4
Esas potencialidades empiezan a ponerse de manifiesto. Según Luis Maira, Embajador de
Chile en Argentina “el comercio bilateral arrojó una suma anual de 5.500 millones de dólares,
con un meteórico aumento del 17% en el primer semestre de 2008. Sin embargo, aún falta
una percepción tanto geoeconómica como geopolítica sobre lo que Chile y Argentina
representan en América del Sur en cuanto a fuentes de recursos naturales.” 5

Las relaciones entre Chile y Argentina, para Maira, proyectan un mundo de posibilidades
debido a que “compartimos la más extensa frontera de Sudamérica que propicia un espacio
de interrelación excepcional desde el punto de vista comercial sumado a que el fomento de
las relaciones subnacionales han hecho que los negocios se multipliquen. Estos actores
subnacionales son motores que articulan actividades en las provincias para trabajar
conjuntamente y encontrar nuevos espacios en el mundo”.

Un elemento decisivo en ese proceso de integración reside en que los gobernantes de la región
generen rápidamente acuerdos para constituirla como potencia económica, en un contexto
internacional extraordinariamente favorable, como queda reflejado en la magnitud y dinamis-
mo del vínculo entre ambos países en el primer semestre del 2008 que no fue próspero a nivel
mundial, mientras el comercio bilateral entre Chile y Argentina crecía al 17%.

En ese contexto, el comercio bilateral chileno-argentino en los últimos años viene mante-
niendo en líneas generales, un comportamiento positivo en los últimos años, alcanzando el
record de 5.430 millones de dólares en el año 2005. La merma del ciclo 2006/2007, donde
las ventas argentinas destinadas a Chile descienden a 4.505 (2006) y 4.329 millones de
dólares (2007), con una variación negativa del -5%, se debió al hecho puntual de las
restricciones argentinas para atender la demanda energética de Chile. En el 2007, el rubro
Combustible y Energía (u$s 1.159 millones), la variación negativa fue del -37%, lo que
impactó sobre el total, y en especial, sobre las exportaciones del Neuquén basadas en
hidrocarburos y gas natural, enviadas a través de ductos hacia Chile, que se ha visto
particularmente reducida en los últimos dos años. Pese a ello, el comercio bilateral
3
Baierlein, Semana de Chile en Argentina, septiembre 2008.
4
Baierlein, idem, septiembre 2008, cit. S.M, Mercosurabc.
5
Luis Maira, idem, sept. 2008

50
regional de bienes sigue presentando una singular importancia medido tanto en volúmenes
como en valores: las ventas de Manufacturas de Origen Industrial registraron en el 2007 un
incremento interanual de 8% (u$s 1.635 millones), las de Origen Agropecuario un 30%;
(u$s 926 millones) y los Productos Primarios un 39% (u$s 465 millones). También las
exportaciones chilenas hacia Argentina en el 2007 crecieron un 14,1%, con respecto del
2006, al alcanzar un monto de u$s 877 millones.

Como señala Ginés González García, embajador argentino en Chile, “es poco lo que no se
haya dicho ya sobre la interrelación económica y comercial entre nuestras dos naciones y
también es difícil exagerar su importancia. El año 2007 fue testigo de nuevas inversiones y
records en el comercio bilateral. Nuevos emprendimientos chilenos se suceden en distintos
lugares de la Argentina, mientras nunca en la historia Chile había exportado hacia nuestro
país una cifra tan alta de bienes y servicios. En la dirección inversa los datos son
igualmente positivos. Casi cuatro mil empresas chilenas confiaron el año pasado en
proveedores argentinos de todo tipo de bienes”.

Comercio Bilateral Argentina-Chile


2003-2007
Millones de u$s 2003 2004 2005 2006 2007
Exportaciones 323,68 447,80 626,12 768,93 877,13
Importaciones 3.765,10 4.143,23 4.804,34 4.505,94 4.329,42
Balanza comercial -3.442,00 -3.695,43 -4.178,21 -3.737,01 -3.452,29
Intercambio comercial 4.088,20 4.591,03 5.430,46 5.274,87 5.206,55

Fuente: ProChile Departamento de Desarrollo Estratégico, 2008

Matriz de Comercio Bilateral Argentina-Chile 2007


Argentina Chile Total
Argentina 4.329,42 4.329,42
Chile 877,13 877,13
Total 877,13 4.329,42 5.206.55

La relación comercial entre Argentina y Chile se ha ido dinamizando fuertemente en estos


últimos años. En el año 2007, Chile ocupó el tercer destino de las exportaciones argentinas,
totalizando el 7,5 % de las exportaciones de la Argentina al mundo. En forma inversa,
Argentina representó sólo el 1,3% de las exportaciones chilenas globales en el mismo año.

El intercambio comercial argentino-chileno se intensificó en los últimos años, con la


excepción de algunos sectores, sobre todo agrícolas, donde ha habido algunas restricciones
desde Chile. Por ejemplo el sector lácteo, que ha sufrido restricciones a las exportaciones
argentinas. Lo cierto es que han ido creciendo y en términos porcentuales mucho más las
exportaciones de Chile a Argentina que las de Argentina a Chile.

En el período 2006/ 2007 se han destacado algunos rubros: Argentina incrementó las
ventas de vehículos de navegación a Chile en un 250%, un 150% en molinería, un 90% en
carnes. Por otro lado se han reducido, lo que también afectó la balanza comercial, las

51
ventas de petróleo en un 77%, lácteos y huevos en un 62%, y lanas lavadas en un 60%.

Argentina es el sexto socio comercial de Chile pero ocupa la posición nº 16 como destino
de las exportaciones chilenas, donde representa el 1,3% del total de esas exportaciones y
4,2% de los envíos no tradicionales, lo que pone de manifiesto las enormes posibilidades
de incremento del intercambio bilateral, si se generan mejores condiciones para el
comercio a ambos lados de la Cordillera.

6.5.1 Exportaciones chilenas por Sector Productivo

Las exportaciones destinadas a Argentina durante el 2007, obtuvieron una participación de


73,1% del sector industrial; 15,1% del sector minero; 9,8% de otros y 2,1% del sector
agrícola.

Exportaciones Chilenas por sector productivo


9,58%
2,21%
15,11%

73,10%

INDUSTRIA MINERIA AGRICULTURA OTROS

Fuente: ProChile, Departamento Desarrollo Estratégico, 2008

Las actuales diferencias en el comercio bilateral constituyen un elemento importante de


análisis. Las exportaciones entre ambos países partícipes del Corredor son seis veces
superiores en valor, en el sentido Argentina –Chile que en sentido Chile – Argentina. El
hecho es de la mayor trascendencia para el Corredor bajo estudio por cuanto ello supone no

52
sólo un importante desbalance comercial, sino que, cuando se refleja en los volúmenes de
transporte de carga por carretera (hoy el principal y casi único modo de vinculación comer-
cial) genera que buena parte de los camiones de carga a Chile hagan su regreso a la Argentina
sin mercadería con las consiguientes distorsiones en los costos de transporte.

Si se analizan los compradores de Chile: Estados Unidos 15,6%, China, 12,6%, Japón 10,5%,
Netherlands 6,7%, Corea del Sur 5,9%, Brasil 4,8%, Francia 4,2 y la situación de sus
proveedores: EE.UU. 15,6%, Argentina 12,6%, Brasil 11,8%, China 9,7% *(inf.2006) se veri-
fica la baja presencia de Argentina como comprador de productos chilenos.

EXPORTACIONES CHILENAS POR SECTOR


2006 2007 % Var.
(millones us$) (millones us$) período
SECTOR
AGRICULTURA 14,98 19,40 29,48

Agricultura, fruticultura, ganadería 14,54 18,72 28,75

Silvicultura 0,41 0,64 57,84

Pesca Extractiva 0,03 0,03 3,72

MINERIA 122,51 132,52 8,17

Gas natural y carbón 0,00 0,03 892,64

Cobre y hierro 94,61 106,63 12,71

Resto de minería metálica 27,90 25,82 -7,43

Resto de minería no metálica 0,00 0,03 4. 176,14

INDUSTRIA 595,10 641,19 7,75

Industria Alimenticia 58,55 68,46 16,93

Industria Textil 18,30 19,33 5,64

Forestales 18,70 22,42 19,87

Celulosa y derivados 91,51 108,93 19,04

Productos químicos 179,68 170,72 -4,99

Productos de barro, loza, porcelana, vidrio 14,27 23,95 67,85

Industria de hierro, acero y no ferrosos 21,68 30,72 41,65

53
Productos metálicos, maquinaria, equipos 190,21 194,74 2,38

Industria manufacturera no expresada 2,20 1,93 -12,28

OTROS 36,34 84,02 131,19

Fuente: Prochile

6.5.2 Intercambio comercial por Productos


Importaciones por Productos

Los principales veinte productos exportados por Chile al mercado argentino, registraron
una concentración del 51,3%. Entre estos envíos se destacaron Cobre, Servicios
considerados exportación y Aceites combustibles destilados (gas oil), los que en conjunto
registraron un 27,2% del total exportado.

Exportaciones por Productos

Por su parte, los principales veinte productos vendidos por Argentina en el mercado
chileno mostraron una participación cercana a 58% del total. Entre aquellas de mayor
participación figuran: Gas natural 11,2%, los demás maíces, excepto para siembra 6,1%,
Propano licuado 5,9%, demás Preparaciones alimenticias (5,74%), carnes de bovinos
(4,01%) y aceites crudos de petróleo o de minerales (3,69%).

Los mayores flujos en el sentido Argentina-Chile y Brasil-Chile, superiores a los


correspon-dientes en sentido inverso, podrían verse compensados en parte por el desarrollo
del Corredor Bioceánico Norpatagónico por cuanto pueden significar para la producción
del sur de Chile una extraordinaria oportunidad de acceder a los mercados del litoral
atlántico (Brasil y costa este de Estados Unidos) como también a Europa y África con un
significativo ahorro de tiempo y costo marítimo.

En la actualidad, las exportaciones de Argentina hacia la zona de influencia del Corredor


en Chile representan el 35% y las de Chile sólo el 7,6%. Asimismo el 52% de las exporta-
ciones de Neuquén y el 12% de las correspondientes a Río Negro tienen como destino
Chile. Por otra parte, el 4% de las exportaciones de Maule, Bio Bio, Araucanía y Los
Lagos tienen como destino Argentina y Mercosur. Tal como señalan Sanchez y Sicra, las
provincias o regiones incluidas en la zona de influencia del Corredor (salvo la IXª Región)
“presentan en general, un importante volumen de mercancías producidas con un marcado
sesgo a la colocación de dichas producciones en el mercado externo”.

6.6 Inserción externa de la Región


La inserción externa de la región, medida por el valor de sus exportaciones, mejoró
sensiblemente entre fines de los años 90 y la actualidad, impulsada inicialmente por la mejora
competitiva del tipo de cambio operada a nivel nacional a partir de 2002 y por los mayores
precios internacionales. Como puede observarse en el siguiente Cuadro, el valor de las
exportaciones provenientes de la ZIC creció un 44% en la última década (1998/2007), pero

54
muy por debajo del crecimiento de las exportaciones totales del país que crecieron un 111% en
el mismo período.

Evolución de las exportaciones


Año ZIC(*) Argentina (*)

1998 2.113.616 26.433.698

2000 3.086.306 26.341.029

2003 2.969.826 29.565.801

2006 3.614.895 46.546.203

2007 3.046.385 55.779.556

Fuente: CFI. Exportaciones por provincia (*en miles de dólares corrientes)

En el siguiente gráfico puede observarse como -a pesar de la positiva evolución de las


exportaciones regionales- su significación en el promedio nacional se reduce significati-
vamente a partir del año 2003, en buena medida como consecuencia de los menores
volúmenes de exportación de hidrocarburos y la escasa promoción de las exportaciones desde
las administraciones locales.

ZIC: Participación en las exportaciones nacionales


14%
12%
10%
8%
6% 11,70%
10%
4% 8% 7,80%
5,50%
2%
0%
1998 2000 2003 2006 2007

Fuente: CFI. Exportaciones por provincia

La producción de las provincias argentinas comprendidas en la ZIC tienen como destino


de sus exportaciones preferentemente: Brasil y Estados Unidos (Río Negro); Chile y
Estados Unidos (Neuquén); Brasil X (La Pampa) y Chile, Estados Unidos, España y Japón
(Chubut). En cambio, el primer destino de las exportaciones chilenas -medidas en valor-
de las Regiones del Maule, Bío Bío y Araucanía, es Estados Unidos mientras que la

55
Región de Los Lagos y de los Ríos se centra en ese país y Japón.

Provincia de Río Negro: El destino de las exportaciones de Río Negro por bloques revela
que el comercio exterior de la Provincia mantiene una importante diversificación ya que de
un total de exportaciones por u$s. 414,8 millones de dólares se destinaron al Mercosur
96.7 millones (23,3%), a la Unión Europea, 146,92 millones (35,4%), al Nafta 79,87
millones (19,2%) y al resto 91,2 (22,1%). Provincia de Río Negro: El destino de las
exportaciones de Río Negro por bloques revela que el comercio exterior de la Provincia
mantiene una importante diversificación ya que de un total de exportaciones por u$s. 414,8
millones de dólares se destinaron al Mercosur 96.7 millones (23,3%), a la Unión Europea,
146,92 millones (35,4%), al Nafta 79,87 millones (19,2%) y al resto 91,2 (22,1%).

Las exportaciones durante el 2007 si bien crecieron un 14% en precio, debido a la mejor
cotización internacional, disminuyeron un 10% en volumen, en relación al 2006. Los
principales productos exportados se siguen centrando en la producción de peras y manzanas
con el 40% y 23% respectivamente. Las exportaciones de petróleo disminuyeron un 40% tanto
en volumen como en valores FOB, las ventas de hidrocarburos gaseosos disminuyeron en
volumen pero aumentaron 1% en valores. La composición por rubro muestra que las
principales exportaciones provinciales fueron las de productos primarios (67%), seguidas por
las Manufacturas de Origen Agropecuario –MOA- (17%), los Combustibles y lubricantes
(11%) y las Manufacturas de Origen Industrial –MOI (5%).

Composición de las Exportaciones 2007

11%
5%

17%

67%

Productos primarios MOA MOI Combustibles y lubricantes

Provincia de Neuquén: Los productos exportados por la provincia se centra en aceites


crudos de petróleo, gasoil, gas natural, gasolinas, propano licuado, jugo de manzana y
otras frutas, peras, manzanas y cerezas frescas, butanos licuados, minerales de metales
preciosos, cemento, àsta de papel, bentonita, baldosas de cerámica, etc. teniendo como
destinos principales: EEUU, Chile y Brasil en hidrocasrburos y gas y Rusia, Brasil y la UE
en frutas frescas.

Provincia de Chubut: Durante el 2007, la provincia del Chubut exportó productos por valor
de 2.030 millones de dólares (36% más que en el 2003, 70% más que en el 2000 y 4 veces
mayores al promedio de la década del ’90). En cuanto a los indicadores de exportación,

56
Chubut se consolida como la cuarta provincia exportadora y cómo la segunda en cuanto a las
exportaciones per cápita. La dinámica de las exportaciones muestra a Chubut tras las tres
primeras provincias argentinas líderes en exportaciones -Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba-
pero según fuentes provinciales, las ventas externas del Chubut se incrementaron comparati-
vamente casi el doble del crecimiento exhibido por la Provincia de Buenos Aires.

Las exportaciones de Chubut en relación a su PBG, están muy por encima del promedio
nacional. Su evolución en los últimos años es positiva, representando el 5% de las ventas
externas del país. Si bien la concentración de la matriz exportadora de Chubut sigue siendo
alta, debido a la importancia fundamental del petróleo y el aluminio que se han beneficiado del
incremento internacional de sus precios, es creciente la importancia de los nuevos productos:
la industria metalmecánica tuvo un alza en la exportación por valores 5 veces superiores a años
anteriores, crecimiento asociado a su vinculación productiva con el sector hidrocarburífero.
Sólo de bombas y partes de equipos petroleros se exportó por un valor de u$s.11,7 millones
(crecimiento interanual del 325%). El mercado latinoamericano es el principal destino de esta
producción, donde el sector comercializó con destino preferente hacia Colombia, Brasil,
Venezuela y Chile (90% de lo comercializado por el sector). El resto de las ventas internacio-
nales fueron realizadas a China y Rusia.

También la cantidad de mercados a los cuales Chubut exporta sus productos creció un 50%
respecto al total de destinos de la década del ’90. En el 2007 ello le permitió llegar a 92 países,
en especial EEUU, China, Japón, Chile y Colombia, con productos no tradicionales como
fruta fina, tecnología y equipamiento mecánico para servicios petroleros; energías renovables;
software; biocombustibles; aceites y esencias; pórfidos; y productos gourmet o delikatessen.

Otro sector productivo que ha tenido un crecimiento importante en los últimos años en la
Provincia ha sido el turismo. En los últimos cuatro años ha exhibido una mejor performance en
promedio que el resto de los sectores económicos. Su incremento fue superior al crecimiento
del Producto Bruto Geográfico de la Provincia, expresado en que por cada punto de aumento
del producto provincial, el turismo creció cuatro puntos porcentuales. El flujo de visitantes
extranjeros y nacionales ingresados a Chubut fue en el 2007 un 25% mayor que en el período
2003/2006. En algunas localizaciones como la Península de Valdés el número de turistas que
ingresó a esta Área Natural creció un 184,3% respecto de ese período y el turismo extranjero
pasó de representar el 17% al 34,6 % del total de visitantes.

Asimismo, durante el año 2007, Chubut tuvo un fuerte desempeño en inversiones de la


construcción, superior a la media nacional y una destacada performance de la economía
provincial por el lado de la demanda, apoyada en que sus asalariados ocupan el cuarto lugar
entre los salarios más altos del país, con tasas de desocupación y pobrezas más bajas del país.

Las exportaciones del Chubut, en relación a su PBG, están muy por encima del promedio
nacional, siendo los rubros principales el petróleo crudo, el aluminio y sus derivados y los
pescados y mariscos. En cuanto a su evolución, la tendencia es positiva, habiendo casi tripli-
cado su valor en la última década.

Reviste la máxima importancia estratégica dada por la significación del petróleo para la
economía provincial y el probable agotamiento de sus reservas petrolíferas en los próximos

57
quince años, la diversificación de la estructura productiva provincial así como urgente
necesidad de encontrar sustitutos energéticos.

Provincia de La Pampa: Las exportaciones de La Pampa están centradas en los productos


primarios que constituyen el 78% de las exportaciones totales provinciales. Las exporta-ciones
de Combustibles y energía –como provincia petrolera– significan el 9,2% de lo vendido en el
exterior mientras las manufacturas de origen agropecuario alcanzan una participación del 7,7%
y las de origen industrial el 5,2%. El volumen total de las exportaciones en el último trienio
rondan los 240 millones de dólares anuales.

Xª Región de los Lagos: El ritmo de las exportaciones provenientes de la Xª Región de los


Lagos chilena ha mostrado un particular dinamismo con crecimientos en torno del 20% anual
tanto en el 2006 como 2007 sobre años anteriores, según cifras del Servicio Nacional de
Aduanas de ese país. Esas exportaciones han estado concentradas en la producción de salmón
y truchas (88%) que sumaron 2.207 millones de dólares sobre los 2.506 millones de
exportaciones totales. Gracias al Salmón del Atlántico, el Salmón del Pacífico y la Trucha
Arco Iris, la Región de Los Lagos se ha consolidado internacionalmente en la industria del
salmón, cuyas exportaciones alcanzaron los u$s 1.941 millones (2007) hasta ubicar a Chile
como 2º productor mundial de Salmón de cultivo, superado sólo por Noruega.

Los principales productos enviados desde esa región al exterior correspondieron en el 2007
a filetes frescos o refrigerados de salmones del Atlántico o danubio (621 millones dólares),
a filetes congelados del mismo producto (377 millones de dólares), a filetes de truchas
congelados (197 millones de dólares), cholgas y choritos (72 millones de dólares) y a un
producto “exótico”, la carraghenina -que se extrae de algas rojas, como el pelillo- (59
millones de dólares –incremento del 86% sobre 2006). Salvo éste último, los demás
productos tuvieron un incremento interanual del orden del 30%. La Región también
exportó leche en polvo con un incremento de 118%.

El principal destino de las exportaciones de la Región de Los Lagos ha sido Estados


Unidos, con ventas cercanas a los 900 millones de dólares, en 2007. Y detrás, Japón con
exportaciones por valor de 700 millones de dólares; Alemania, España y Brasil, todos con
compras superiores a los 100 millones de dólares. China que ocupaba el octavo lugar en el
2006 se convirtió en el segundo destino de esas exportaciones en el 2007. Con destino a la
Argentina desde Chile se exportaron tan sólo u$s 15,6 millones en salmones y truchas.

En el año 2007, la aduana de Puerto Montt tramitó importaciones por 123 millones de
dólares y la Aduana de Osorno tramitó otros 69 millones en importaciones, con productos
provenientes básicamente de Estados Unidos, Perú y Argentina.

La Región de Los Lagos juega un relevante rol también en la industria maderera. Su superficie
de bosque nativo y plantaciones corresponde al 57 % de la superficie total regional con
6.701.310 has. sector donde las exportaciones forestales de Chile superan los u$s 3.400
millones al año. La industria de la celulosa, de tableros, chapas y astillas ha rendido excelentes
resultados en la región donde asoman con un importante potencial la elaboración de piezas y
partes de madera, parquets y muebles, entre otros productos.

58
De hecho desde Argentina se importan 24 millones de dólares de Papel prensa en bobinas
de ese origen, 14 millones de dólares de Cartulinas y 6 millones de los demás papeles kraft
para sacos (bolsas).

Las exportaciones desde Los Lagos se incrementaron entre el 2000 y 2007 de 16 millones a 65
millones de dólares, según información de ProChile y Webcomex y sus autoridades buscan
inversiones para el desarrollo de la industria del mueble, industria de pisos, industria de
puertas y ventanas e industria de casas prefabricadas con destino a los países desarrollados.

Región de Los Ríos: De reciente creación, tiene un enorme potencial para el desarrollo de
complejos productivos en lo forestal, agroalimentario, construcción naval, desarrollo
energético, turismo, industria pesquera, metalmecánica, y para servicios de alto nivel. La
región es –como Bariloche en Río Negro– un verdadero cluster del conocimiento y la
tecnología, ya que cuenta con una importante concentración de actividades culturales,
universitarias, científicas y tecnológicas de importancia nacional e internacional.

Centra su actividad productiva en los siguientes sectores: forestal, básicamente enfocado en la


industria secundaria de la madera (con incidencia de plantaciones de especies exóticas como
pino y eucalipto); servicios (en especial asociados a tecnologías de información, universidades
y centros de investigación, locaciones cinematográficas y de embarcaciones náuticas); agro-
industria (lácteos, carne y berries) y el turismo de intereses especiales. Sus exportaciones
registran un aumento de un 45,8 % en el período comprendido entre 2004 y 2007, pasando de
u$s 109 millones anuales a u$s.202 millones anuales. Sus principales productos de exportación
provienen de la madera aserrada y contrachapada, muebles y piezas, hojas para enchapado y
contrachapado, madera en bruto y astillas. Y también cuenta con exportaciones de carne
bovina y algunos subproductos, lácteos, miel, bulbos y flores. El 43% provienen del sector
agrícola, el 38% del sector forestal y el 12% de la industria láctea.

El destino de sus exportaciones es el siguiente: Japón 34,1%, EEUU 25,2%, México 10,9,
Holanda 5,7%, Venezuela 2,9%, Vietnam 2,4%, Reino Unido, 2%, China, 2%, Otros 14,8%
(en esta categoría en orden de importancia están Colombia, Taiwan, Alemania, Corea del Sur,
España, Islas Cayman, Rusia, Argentina y Canadá).

Los compradores internacionales de la Región demandan lo siguientes productos: Argentina:


maderas aserradas, árboles, cervezas y frutas; Colombia: lácteos (queso y requesón) levaduras
, maderas; Canadá: frutas y jugos de frutas, maderas y salmones; Estados Unidos y México:
frutas (arándanos, frambuesas, uvas, duraznos, uvas), flores (bulbos), maderas, mantequillas,
quesos; Venezuela y Perú: leche, queso, levadura y madera; Holanda y Reino Unido:
bulbos, frutas (manzana, pera, cerezas, arándanos, uvas) y flores; Alemania: miel natural,
carne, salmón, centolla, arándanos y frambuesas; España: productos del mar (merluza,
salmón), carne bovina y contrachapados; Países asiáticos (Japón, China y Vietnam): made-
ras, frutas, quesos, jugos, cervezas, flores y bulbos. Taiwán registra exportaciones principal-
mente de productos del mar tales como centolla, locos y aceite de pescado en cambio Corea
del Sur demanda productos como manjar, lácteos, queso gauda, mantarraya y jugos de frutas.

Como la Xª Región de los Lagos, también la Región Los Ríos tiene una privilegiada
proyección binacional, ya que mediante los caminos internacionales, el puerto de Corral, el

59
río navegable, el estuario y la bahía, se constituye en puerta importante de cara al Pacífico
Sur y vía el Paso Cardenal Samoré, se conecta con las Provincias de Río Negro y Neuquén
en Argentina.

Región del Maule (VIIª): También el Maule crece como región exportadora de Chile. La
Región ha tenido durante el 2007, un aumento de las exportaciones tanto en volumen como en
cantidad de especies ocupando un importante sitial dentro de las zonas exportadoras del país.
En la actualidad las exportaciones agrícolas y forestales representan más del 90% del total de
las exportaciones silvoagropecuarias del país. Entre noviembre 06 y junio07 exportó 33
millones de cajas de productos frutihortícolas, siendo los principales mercados de destino
Europa y EEUU, aunque comienza a hacerse presente una demanda importante de mercados
crecientes en las naciones asiáticas, con las que Chile mantiene tratados de libre comercio. Los
berries en especial, han desarrollado un notable crecimiento teniendo en consideración que
esta producción está ligada principalmente a la pequeña agricultura campesina. Actualmente,
según registros del SAG, existen en la región más de 15 mil productores de frambuesas y más
de 8 mil hectáreas plantadas lo que se traduce en el 62% del total nacional.

Región de Bio Bio (VIIIª): Es la segunda región más importante de Chile, después de la
Metropolitana, en términos de población y productividad económica y ocupa el cuarto lugar
como región exportadora con 8,5% del total de Chile. Los cinco primeros países donde se
enviaron las exportaciones regionales fueron China, EEUU, Japón, México e Italia. En
conjunto representaron el 52,0% del total exportado. Las exportaciones a estos países en el
2007 significaron un 25% más que 2006. Se destaca el incremento de las exportaciones a
China e Italia. El 17,5% de las exportaciones regionales se enviaron a China, país que aumentó
sus compras en la región en un 67,4%.Las exportaciones a Estados Unidos, en cambio,
disminuyeron un 15,7%. Japón ocupa el tercer lugar de destino de las exportaciones regionales
en 2007, con el 7,4% de las exportaciones regionales. México adquirió el 6,1% de las mismas
e Italia, representó el 4,7% del total exportado.

Los cinco principales productos exportados por la Región en 2007 son: Celulosa (primer
producto exportado por la región que significa el 36 % del total de las ventas al exterior),
Madera aserrada (14,8%), Harina de Pescado (6,2%), Tableros de Fibra de Madera (5,1 %)
y Perfiles y Molduras de Madera (3,9%). Esos cinco productos componen dos tercios del
total de las exportaciones regionales.

Un interesante elemento de análisis de las exportaciones de la Región se pone de manifiesto en


el incremento de las mismas con destino a los Países de Asia Pacífico cuyas compras crecieron
un 169% en el último año y significaron el 38,2%. Del total exportado a la APEC, el 45,7% se
envió a China y 19,5% a Japón. El bloque de la UE representó el 17,6%, mientras el Nafta
significó el 23,3% de las exportaciones regionales. Otro dato destacado es que las exporta-
ciones hacia los países de Mercosur disminuyeron más de un 20%, participando ese bloque
sólo con el 3% de las ventas mes repartidas casi en su totalidad entre Brasil (54,2%) y
Argentina (36,4%).

Región de la Araucanía (IXª): Esta Región asienta su estructura económica en la


actividad silvoagropecuaria, destacándose los cultivos tradicionales de cereales como
trigo, avena, cebada y raps, además de la papa y el lupino. Todos, excepto el cultivo de la

60
papa, representan las mayores superficies cultivadas del país. También es destacable la
producción pecuaria, especialmente, en el rubro de bovinos. Asimismo la actividad forestal
ha experimentado un gran incremento, principalmente en la provincia de Malleco, referido
a la plantación y cosecha de pino y eucalipto.

En lo que respecta a las exportaciones, puede observarse que la composición de la canasta


exportadora de la Región de La Araucanía está orientada principalmente a productos de baja
industrialización de origen silvoagropecuario, a pesar que en los últimos años, se han
incorporado algunos productos con mayor valor agregado, como productos agroindustriales y
manufacturas. Los principales productos exportados son: celulosa, muebles, chapados y
contrachapados de madera, avenas, lácteos, manzanas frescas, maderas aserradas, berries y en
menor medida, jugos de fruta y malta sin tostar.

En síntesis:

1. De la totalidad de las Provincias argentinas y Regiones chilenas analizadas,


Neuquén es quien tiene mayor nivel de integración regional en su comercio
exterior. Chile –sobre todo las regiones VIIIª, IXª y Xª– recibe más de la mitad de
sus exportaciones.
2. Neuquén y Río Negro utilizan el Puerto San Antonio Este para el despacho de una
parte importante de su comercio exterior, aunque esta última provincia también –de
manera creciente– lo hace a través del puerto de Bahía Blanca ya que la empresa
concesionaria a cargo de SAE también lo es desde hace algún tiempo, de una
Terminal bahiense.
3. Las exportaciones de ambas provincias, destinada a los países del Mercosur, se
realiza preferentemente a través del transporte automotor y, en mucha menor
medida, por ferrocarril.
4. Las exportaciones de las regiones chilenas hacia las provincias de Río Negro y
Neuquén son poco relevantes.

6.7 El intercambio comercial argentino-chileno al Norte de la Patagonia

Los mayores volúmenes de intercambio comercial entre Argentina y Chile corresponden al


Eje Central Mercosur–Chile y se realizan por carretera (aunque en la actualidad se estudia
la recuperación de algún enlace ferroviario con recuperación de la conexión existente por
Mendoza). El intercambio a través del área del Corredor Norpatagónico se realiza por
carretera, en volúmenes muy inferiores al correspondiente al Eje Central y básicamente
por dos Pasos principales: Cardenal Samoré y Pino Hachado.

Las Regiones chilenas pertenecientes a la ZIC utilizan mayoritariamente la vía marítima


para su comercio exterior, teniendo en cuenta la oferta portuaria que ofrece su litoral
marítimo, y en menor medida, el transporte automotor. En tal caso, sus envíos desde y
hacia el Mercosur se hacen preferentemente por el paso Cristo Redentor, ya que el Eje
Central ofrece mejores y más seguros servicios para dicho transporte. Pero la saturación de
dicho Paso y la frecuencia con que se cierra debido a condiciones climáticas adversas,
supone una oportunidad significativa para los Pasos Samoré y Pino Hachado, sobre todo

61
teniendo en cuenta que más de un tercio de la población de Chile habita al sur del Cristo
Redentor.

Paso Cardenal Samore

Paso Pino Hachado

Cinco razones avalan por tanto, esa opción para el incremento de los flujos en los citados
Pasos:
1. Mayor integración bilateral a escala regional;
2. Aumento de las actividades productivas y comerciales de la región Patagónica a
ambos lados de la Cordillera;

62
3. Mantenimiento de los pasos en buenas condiciones de transitabilidad durante
todo el año;
4. Niveles próximos a la saturación que manifiesta el Paso Cristo Redentor;
5. Frecuentes cierres de dicho Paso en épocas invernales.

Las obras de pavimentación, mejoramiento y mantenimiento de los accesos en ambos lados de


los Pasos, la reparación del Túnel Las Raíces, los avances de las obras de infraestructura
aduanera y migratoria en Cardenal Samoré y las nuevas instalaciones para el complejo de
control fronterizo de Liucura, son factores importantes para consolidar la viabilidad del
Sistema y brindar una mayor eficiencia y seguridad al transporte carretero entre los dos países.

En el mismo sentido, es importante destacar el desarrollo de trabajos de coordinación a través


de los Comités de Frontera entre Chile y Argentina para mejorar la celeridad de los trámites
aduaneros, migratorios y de control de mercaderías (tareas en las que deben acelerarse aún más
las gestiones binacionales) así como los trabajos de mantenimiento de las rutas libres de nieve
en los Pasos para asegurar la apertura casi permanente de las mismas durante todo el año. Ello
permite al Sistema del Corredor Bioceánico Norpatagónico, otorgar certidumbre de tránsito
que no pueden brindar la mayor parte de las restantes conexiones fronterizas binacionales,
especialmente la más utilizada en la actualidad -paso de frontera Cristo Redentor- que
permanece cerrada durante la temporada invernal a lo largo de prolongados períodos.

De manera creciente, también el comercio de Brasil con las Regiones chilenas incluidas en el
Corredor (que se canaliza hoy mayoritariamente por vía marítima) está utilizando esos pasos,
como sucede igualmente con las exportaciones argentinas con destino a Chile. El intercambio
terrestre entre Chile y Argentina en el Corredor bajo Estudio ha mostrado, en los últimos años,
un incremento extraordinario. En el quinquenio 2000/05 los volúmenes comerciados crecieron
en un 100% y en el 2007, ambos pasos de frontera en conjunto (Cardenal Samoré y Pino
Hachado), canalizaron más de 600.000 toneladas, en general en el sentido Argentina-Chile, lo
que los convierte en la segunda opción del comercio bilateral por carretera entre Argentina y
Chile y entre Chile y Brasil, en tránsito por Argentina. Los flujos en sentido inverso (Chile-
Argentina) a través del paso Cardenal Samoré están conformados mayoritariamente por
despachos Chile-Chile, que utilizan en tránsito la red vial de la Argentina, de acuerdo a los
Tratados y Convenios firmados por ambos países.

La importancia de articular la operativa de ambos Pasos y facilitar el funcionamiento trans-


fronterizo de Corredor Norpatagónico, ha generado que organismos técnicos de ambos países
a través del Encuentro del Comité de Integración inicien los estudios para establecer un
sistema de comunicación permanente y coordinar las acciones entre los controles fronterizos
integrados en los pasos Cardenal Samoré, Pino Hachado y Mamuil Malal.

Las mercaderías transportadas a través de los mencionados Pasos consisten, básicamente, en


combustibles, gas licuado, productos forestales y materiales para la construcción, cal agraria,
cemento, yeso, etc. aunque de forma creciente se desvían por los mismos, otras mercaderías
aprovechando sus mejores condiciones climáticas respecto del Paso del Cristo Redentor.

La participación de estos Pasos en 2007 superó el 15% del volumen transportado a través de
aquel, lo que ha significado que en conjunto, han sido los pasos binacionales entre Argentina y

63
Chile de mayor crecimiento relativo. En tal sentido, las cargas verificadas durante los dos
primeros meses del año sólo en Cardenal Samore, indican que el volumen proyectado para el
año por este Paso se ubicaría en torno a las 700 mil toneladas, o sea, un 17 % más que el año
anterior.

El incremento del comercio a través de ambos Pasos cobró nuevo impulso en los últimos
años, con la remoción total (Samoré) o parcial (Pino Hachado) de los inconvenientes de
infraestructura y mantenimiento que afectaban la operatoria de transporte de cargas en
ellos, permitiendo el paso durante la casi totalidad de días del año. Asimismo ha
contribuido a su expansión el mejoramiento de los servicios de control aduanero, la
articulación entre organismos de contralor de ambos países y el levantamiento de ciertas
restricciones al paso de camiones con contenedores.

La actividad del Paso Samoré muestra cabalmente la importante evolución del tráfico
comercial en la región y la trascendencia que cobra el mismo en el Sistema del Corredor
Bioceánico Norpatagónico. Como puede observarse en el siguiente gráfico, atento a la
circulación de vehículos en los primeros ocho meses del 2008 es previsible que el incremento
interanual supere el 17%.

PASO SAMORE
INGRESO EGRESO
2005 VEHICULOS
V. V.
PART BUS CARG PART BUS CARG
T. ING 46.532 3.331 13.001
T. EGR 46.689 3.081 11.535
2006
T. ING 47.589 3.517 12.837
T. EGR 51.999 3.369 10.334
2007
T. ING 58.060 4.209 15.749
T. EGR 57.799 4.217 13.302
8 meses
08
T. ING 45.003 3.105 11.628
T. EGR 44.057 2.969 8.757

Fuente: Gendarmería Nacional Argentina, sept. 08

La evolución de ambos Pasos consolida el Sistema del Corredor Bioceánico Norpatagónico


como el segundo Eje del vínculo bilateral argentino-chileno y un importante factor para el
desarrollo del comercio internacional al sur del continente.

Respecto del tráfico comercial Chile-Chile por territorio argentino, cabe señalar la notable
ventaja de distancia que aporta el Paso Samoré para el comercio del sur chileno, respecto de

64
Pino Hachado. Sin embargo, en consonancia con los estudios de impacto ambiental incorpo-
rados a este Estudio, queda de manifiesto la necesidad asumir la construcción de una ruta
alternativa a recorridos turísticos como el de los Siete Lagos o de circunvalación a localidades
como Villa La Angostura, para la protección de esos importantes recursos paisajísticos y
turísticos.

Como se ha señalado ut supra, las tasas de crecimiento alcanzado en los volúmenes


comerciados, a través de ambos Pasos binacionales en conjunto, los revelan como los de
mayor crecimiento relativo en los últimos años. Ese importante dinamismo mostrado por
el transporte de productos comercializados por vía terrestre en dichos Pasos no sólo podría
mantenerse en los próximos años, sino multiplicarse de manera significativa con la
conclusión de las obras de pavimentación de la ruta nacional 23 que atraviesa la Provincia
de Río Negro. En particular, productos derivados de la minería y de la ganadería ofrecen la
posibilidad de quintuplicar su volumen actual en muy pocos años, tanto en el ramal sur
del Sistema del Corredor Norpatagónico (ruta 23 y Tren Patagónico) como en el ramal
norte (ruta 22 y Ferrocarril Trasandino).

Basta con considerar la extracción de minerales y piedras de aplicación6 como el transporte de


cloruro de potasio desde las plantas de Neuquén y sur de Mendoza para establecer la
dimensión del flujo potencial estimable en el comercio bilateral a través de esos Pasos.

Otro elemento a tener en cuenta es la serie de acuerdos entre sectores ganaderos de la


Provincia de Río Negro y sectores de la industria cárnica del sur de Chile, que permiten
augurar un incremento extraordinario de las ventas de carne bovina conjunta, utilizando
los instrumentos y acuerdos de libre comercio de este país con Estados Unidos, Corea del
Sur y China y la situación de producción libre de aftosa y vacunación adquirida por el
sector en la provincia argentina a raíz del reconocimiento internacional que obtuvo la
Región Patagonia Norte B, como zona con esas condiciones sanitarias, por parte de la OIE
(Organización Mundial de Sanidad Animal) y la UE (Unión Europea).

La Región de Los Lagos concentra el 43,5 % del ganado bovino que existe en el país, con
1.227.440 cabezas de un total de 3.700.000, lo que la transforma en líder nacional en la
producción de carne y leche. De igual manera, Río Negro se ha convertido en los últimos años
como fruto del avance de la producción sojera y el desplazamiento de la ganadería en Argentina
en una importante región productora de carne de óptimas condiciones naturales y sanitarias.

Autoridades de ambos países están analizando en el marco XXVI Encuentro del Comité de
Integración las posibilidades de venta de ganado argentino en pie para su faenamiento en
Chile, lo que permitirá profundizar, en el futuro, los lazos comerciales en un sector
productivo de enorme trascendencia en el comercio global actual.

6
Ver Informe de Diagnóstico de potencialidades mineras en la Provincia de Río Negro.

65
7. Diagnóstico del Desarrollo Productivo y Potencialidades de las principales
actividades económico-productivas en la Zona de Influencia del Corredor

En el presente Estudio se realizó un pormenorizado diagnóstico del desarrollo productivo


de la zona de influencia del Corredor centrado en las cuatro Provincias argentinas
involucradas, así como de las potencialidades que cada sector manifiesta. Las perspectivas
relevadas en este Estudio, por sector de actividad, muestran la importancia que el
Corredor Bioceánico Norpatagónico puede aportar al desarrollo integral de una vasta
región de enormes capacidades productivas hoy subutilizadas.
1. Sector primario
La actividad productiva primaria presenta gran importancia en la economía zonal, reflejando
una estructura económica “joven”, en la que, para muchos sectores de actividad, aún resulta
incipiente el desarrollo de eslabonamientos industriales y de servicios.
Producción de frutas y hortalizas: En materia de producción agropecuaria alcanza gran
significación la producción de frutas y hortalizas que tiene lugar principalmente en áreas
irrigadas de los importantes valles fluviales de la zona. Principalmente la producción de
frutas de pepita y uva, pero también de frutas de carozo, finas y secas da lugar a
verdaderos complejos productivos que integran la producción primaria, la transformación
y acondicionamiento del producto y la comercialización hacia los mercados interno y
externo, así como la provisión de variados servicios complementarios. Esta actividad
alcanza la mayor relevancia en las provincias de Río Negro y Neuquén pero también en
Chubut y La Pampa.
Producción de ganadería ovina y lana: La ganadería ovina, principalmente orientada a la
producción de lana y completen-tariamente a la producción de carne, se extiende sobre todo en
las áreas de la meseta central patagónica. Habiendo sido la actividad iniciadora por excelencia
de la economía regional, recién en los últimos años se produjeron avances significativos en su
desarrollo industrial y comercial en la zona, principalmente en la provincia de Chubut.
Producción de ganadería bovina: En las áreas de secano de mayor aptitud -definida princi-
palmente por un régimen de lluvias relativamente más abundante- y, complementariamente, en
áreas bajo riego, se desarrolla la ganadería vacuna, orientada principalmente a la actividad de
cría y recría.
Producción forestal: La forestación –practicada tanto en secano en la zona andina como bajo
riego en áreas de valle- presenta un desarrollo moderado pero potencialmente interesante.
Complementa estas actividades la producción de forrajeras y de miel así como otras
actividades de menor importancia relativa actual como la cunicultura, la producción de
especies aromáticas, la cría y explotación de otras especies animales –como los camélidos y
los cérvidos- y la producción de cereales entre otras.
Pesca marítima y acuicultura: Otra de las actividades económico-productivas relevantes en
la ZIC es la pesca marítima – en las provincias con litoral marítimo- y la acuicultura –de
desarrollo muy incipiente y alta potencialidad. La pesca deportiva adquiere importancia en
el marco del desarrollo turístico, como atractivo específico tanto en áreas costeras
marítimas como -y especialmente- en áreas fluviales y lacustres de la zona andina.

66
Producción minera: La actividad minera, orientada principalmente a la explotación de
minerales no metalíferos y, en segundo término, de rocas de aplicación, alcanza relevancia en
todas las provincias de la zona, en tanto que aún alcanza escasa significación la explotación de
metalíferos, dedicada a la explotación de hierro en Río Negro y con yacimientos de interés
para la explotación aurífera, así como la de plomo, plata y zinc y manganeso, en las provincias
de Neuquén, Río Negro y Chubut. La explotación de hidrocarburos tiene gran incidencia en
la economía zonal, principalmente en las provincias de Neuquén y Chubut y más
recientemente en Río Negro, con grandes yacimientos en plena explotación y un importante
desarrollo del complejo que integra la distribución y servicios conexos y que aspira a seguir
avanzando en el procesamiento.
2. Sector Industrial
La actividad industrial de la ZIC alcanza su mayor relevancia en el procesamiento y la
transformación de la producción primaria local y el desarrollo de industrias vinculadas a la
demanda de la población zonal y la proveniente de las grandes obras de infraestructura
desarrolladas en la zona. Existe importante potencialidad para el desarrollo de emprendi-
mientos industriales de base tecnológica en vinculación con la alta capacidad acumulada, el
consecuente desarrollo de servicios y la experiencia ya desarrollada en la zona andina
rionegrina en torno a instituciones como el INVAP, el Centro Atómico Bariloche, la CNEA, el
Instituto Balseiro y una creciente oferta educativa de nivel terciario y universitario.
3. Sector terciario
Con respecto a las actividades terciarias, además de las que constituyen servicios a la
población y a la producción zonal, destaca la importancia actual y potencial del turismo,
una de las actividades que exhibe más alto y sostenido crecimiento en los últimos años.

7.1. COMPLEJO GANADERO OVINO

La región Patagónica en general y las provincias que componen la zona en estudio (ZIC)
presentan una alta especialización relativa en la actividad ganadera ovina a nivel nacional. Esta
queda reflejada en su participación porcentual en las existencias nacionales de ovinos, en la
faena ovina nacional y en la producción de lana del país.
Con respecto a las existencias ovinas la Región Patagónica posee (año 2007) el 65,4% del
stock total nacional, en tanto que la región en estudio (ZIC) reúne un 46,3% del stock
nacional. Por otra parte las provincias que componen la ZIC poseen el 35% de los
establecimientos de faena ovina del país y aportan en 34% de la faena nacional.
Lanas
En relación con la producción de lana, la región Patagónica aporta el 71,6% de la lana
producida en el país en tanto que el aporte de la ZIC es del 50,4% del total nacional.
Los siete países con mayores existencias de ovinos y a su vez, mayores productores de lana,
son China, Australia, India, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Reino Unido y Argentina, con
1,3% de las existencias mundiales. El país con mayor peso en la producción y
comercialización de lana es Australia, (10% de las existencias ovinas mundiales y 47% del
volumen total exportado). Le sigue Nueva Zelanda que aporta el 18% de las exportaciones

67
mundiales y Argentina ocupa el tercer lugar como país exportador de lana con el 8% del
volumen exportado.
Actualmente el mayor porcentaje de la producción mundial corresponde a lanas finas (42%),
seguido de lanas gruesas (38%). La producción de las primeras está liderada por Australia y la
de gruesas por Nueva Zelanda.
Los principales países importadores de lana son China/Hong Kong (23% de la demanda
mundial), EEUU (11%), Japón (11%), Italia (8%)y Alemania y Reino Unido (5% c/u) La
evolución del consumo en algunos mercados importantes como China y EEUU es positiva y
creciente y se espera que crezca también la demanda de otros países de importancia creciente
como Francia y Corea del Sur.
La actividad de exportación lanera en Argentina está concentrada en la Región Patagónica, de
donde provienen más del 85% de las exportaciones laneras nacionales. A su vez las
exportaciones regionales se exportan desde Puerto Madryn y provienen en su mayor parte del
polo lanero Trelew, que constituye el principal centro lanero del país.
Los principales países de destino de las lanas argentinas son Alemania, China, Italia, México
y Turquía. En el caso de lanas peinadas, los principales compradores son Alemania e Italia
(absorben entre ambos el 43% de la oferta argentina). También son relevantes las
importaciones de Turquía (11,1%), China (10,8%) y México (10,1%). Respecto a lanas
sucias, el principal comprador también es Alemania (49,3%), seguido de China (28,5%). Las
compras provenientes de China se distribuyen bastante uniformemente entre lanas sucias,
lavadas y peinadas. Italia y México compran principalmente lana peinada (57% y 71%
respectivamente).
Potencialidades de la actividad en la ZIC
Si bien no cabe esperar un crecimiento explosivo en la producción lanera, ya que la carga
actual de los campos de la zona es considerable, es razonable esperar que se vaya dando
una paulatina mejora en la producción –en cantidad pero sobre todo en calidad– basada en
un aumento de la eficiencia y eficacia productiva en las explotaciones, en la capacidad de
elaboración y en la eficiencia exportadora.
Existen, y probablemente se mantengan en el mediano plazo, interesantes estímulos e
incentivos para impulsar esta transformación. Por un lado, en el mercado internacional,
destino principal de la producción lanera nacional y más aun de la regional, se afirma una
situación de relativa estabilidad, con tendencia al crecimiento para determinados
productos. Desde 2002 se aprecia una favorable evolución de los precios, en especial para
las lanas finas. Puede preverse un moderado crecimiento del sector como resultado de la
favorable evolución de la demanda prevista en China, EEUU y países de la UE- y en los
precios.

La tendencia de los mercados internacionales –influida por la evolución de la moda– es


hacia el consumo de lana de mayor finura e incremento de la calidad. En la actualidad los
mejores precios se obtienen en lanas finas y superfinas con un valor para la lana base
limpia en el mercado australiano del Este (en u$s por kg.) de 5,79 para la de 20 micrones y
4,15 para la de 27 micrones, precios que rondan el record de los últimos 15 años (zafra
2002/2003: 6,73 y 4,89).

68
Argentina como tercer exportador mundial con el 8% del volumen comercializado,
puede aspirar desde la ZIC a aumentar ligeramente sus colocaciones en volumen y sobre
todo a mejorar sus precios medios de exportación, manteniendo la tendencia a mejorar la
calidad y aumentar la proporción de lanas finas en la composición de sus exportaciones.
El flujo exportador de lana tendió a concentrarse en la Región Patagónica, de donde
actualmente provienen más del 85% de las exportaciones laneras nacionales.
Frente a estas oportunidades, los principales problemas detectados en el ámbito de la
producción primaria se relacionan con los bajos niveles de productividad medios, con bajas
tasas reproductivas, alta mortandad por problemas nutricionales y de manejo y problemas de
sanidad que afectan la calidad.
Esta situación se relaciona en parte con un problema estructural, vinculado a la distribución y
tenencia de la tierra, particularmente importante en algunas subzonas productivas. Adicional-
mente, la escasa organización de los productores para enfrentar una demanda relativamente
concentrada, les resta capacidad para negociar su producción También ha influido negativa-
mente sobre la situación del sector productor la importante descapitalización y el
endeudamiento operados durante la década de los 90.
Otro factor a tener en cuenta en el ámbito de este sector es la presión que ejerce sobre la
sustentabilidad de los recursos naturales (pastizales, mallines) por sobrecarga y aplicación de
prácticas inadecuadas de manejo y las restricciones impuestas por el factor climático que
determina importantes variaciones anuales en su cantidad y calidad.
Para atender estas restricciones, cumplen un rol importante los instrumentos de promoción
implementados por el Estado nacional y provincial (Prolana, Ley Ovina, la acción del INTA y
planes específicos provinciales de la zona más los propios esfuerzos organizativosd de los
sectores productores.
En el nivel de la actividad transformadora, se observa un proceso de internacionalización con
la aparición de subsidiarias de las grandes empresas laneras mundiales solas o asociadas a
empresas locales.
Carne Ovina
Si bien las existencias ovinas y la producción de lana resultan significativas, como actor de
cierta relevancia en el mercado internacional de lana, Argentina no lo es en el de la carne ovina
cuya producción cárnica es insignificante (apenas un 0,6% de la producción mundial). La
orientación a la producción de lana en la ZIC que no genera excedentes significativos de carne
para exportar e incluso para abastecer el mercado interno que está subabastecido pero se
muestra receptivo para un aumento significativo de la oferta sobre características diferenciales
del producto Cordero Patagónico.
Los principales países productores de carne ovina son, en primer lugar, China (33% de la
producción mundial) seguido de la Unión Europea (7,4%, con una producción de un millón de
toneladas). Otros países de importancia como productores son Australia, India, Paquistan,
Nueva Zelanda e Irán. Los principales países exportadores son Nueva Zelanda y
Australia, que concentran entre ambos el 70% del volumen exportado a nivel mundial.
En el año 2005 las exportaciones totales de carne ovina y caprina (COC) fueron estimadas en
1.250.000 toneladas de res con hueso. En ese mismo año, las exportaciones de Australia
alcanzaron las 395.100 toneladas COC y las de Nueva Zelanda, 366.400 tns. seguidas de

69
Inglaterra, 86.300 tns. (6,9%), Irlanda con 55.100 tns. y Siria con 53.100 tns.
El 65% de las importaciones se concentran en Francia (19%), Inglaterra (15%), EEUU (13%),
Bélgica (8,7%) y Alemania (8,7%), China que ocupa el cuarto lugar cuando se trata de
volumen importado, pasa a ocupar el puesto número 11 al tratarse del ranking en dólares,
participando con tan sólo el 1,5% del valor de lo comercializado. Esto se debe a que participa
en la comercialización de cortes de bajo valor comercial. Lo mismo sucede con México que
importa cantidades significativas de cortes de menor calidad y bajos precios.
Las exportaciones nacionales de carne ovina alcanzaron su record en 2005 -el mayor nivel de
la última década- tanto en términos de valor como de volumen físico (u$s.21,4 millones y
8.653 tns). La Región Patagónica contribuyó con el 93% del total nacional exportado.
Posteriormente, la disminución de la faena 2006/07 provocó cierta disminución de las exporta-
ciones, pero si se considera el período 2000/06, las exportaciones de carne ovina fresca
crecieron más del 400% en volumen y 446% en valor. La participación de las exportaciones
argentinas en el mercado mundial de la carne ovina es casi insignificante (0,9% del volumen
exportado y 0,7% del valor).
El reconocimiento de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en mayo de 2007 de
la zona que se extiende al sur de los ríos Neuquén y Negro como libre de aftosa sin
vacunación genera una importante fortaleza comercial a la hora de participar en el mercado
internacional y genera importantes perspectivas al sector.
El producto de carne ovina que más se exporta es la carcaza - 65% del total exportado-. Le
siguen, con menor importancia, la pierna (8%), la carne sin hueso (7%) y la carne con hueso
(3,8%), entre otras. Los cortes de mayor valor son lomo, cuadril y bife angosto, pero estos tres
cortes representan sólo el 4,5% del volumen total exportado. El 90% de las exportaciones
argentinas de carne ovina se destinan a la Unión Europea, donde España absorbe el 55% del
total seguida del Reino Unido(16%), Portugal (5%), Italia (4%), Bélgica (3%) y otros. Las
compras de Israel representan también un 3% del total exportado.

Potencialidades de la actividad en la ZIC

Si bien por el momento, se trata de una actividad cuyo desarrollo aún debe considerarse
incipiente, una mirada prospectiva sobre la actividad en la ZIC permite advertir su
potencialidad, tanto por acciones de promoción desde el sector público como por programas
específicos orientados a facilitar el desarrollo de la actividad. El mercado internacional de la
carne ovina también muestra una tendencia creciente, con interesantes oportunidades
comerciales estacionales, que podrían ser aprovechadas por la producción de la ZIC, sobre
todo teniendo en cuenta el excelente status sanitario que posee la zona ovina dentro de la
región en estudio, lo que posibilita acceder a los más exigentes mercados internacionales.
También existen interesantes oportunidades de colocación de subproductos, como el cuero
y las menudencias, estas últimas elaboradas como alimento de animales.
Una limitante significativa para considerar el abastecimiento de mercados potenciales, es
que aún no se cuenta con volúmenes para satisfacer a los más importantes. De hecho, no se
logra cumplir con la cuota asignada por la Unión Europea (Cuota Hilton) para el ingreso
de carne ovina a ese mercado, el más interesante desde el punto de vista de los precios
obtenidos. Ello se debe a un déficit de desarrollo del mercado interno que garantice

70
estabilidad al sector ya que en la actualidad falta una adecuada promoción –la
denominación Cordero Patagónico es una estrategia que debe potenciarse- y canales de
comercialización internos para atender la demanda desde los supermercados en cortes y
no en carcazas enteras como hoy sucede. Ese desarrollo debe acompañarse de mejoras en
la tecnología de frío y transporte y del combate a la comercialización informal de carne
ovina que hoy se estima en un 50% del total.
Las potencialidades de una mayor inserción externa de la actividad son amplias pero supone
acciones dirigidas al aumento de la producción, recomposición de stocks y aumento de la
productividad, con herramientas de genética y de manejo. Y sobre todo, aprovechar el posicio-
namiento diferencial del cordero patagónico, con implementación de certificados de origen.
Otro elemento a tener en cuenta es que buena parte del área de producción no posee la
suficiente dotación de electricidad y gas que permita la instalación de frigoríficos con
tecnología de frío ni plantas de lavado de lana (v.gr. la Línea Sur de Río Negro) lo que
limita tanto para el acceso al mercado interno como para la exportación, el desarrollo de
capacidad de transformación (producción de cortes, productos congelados, etc).

7.2. COMPLEJO GANADERO BOVINO


En 2007, la producción mundial de carne vacuna superó los 66 millones de tns. presentando un
crecimiento promedio anual de 0,9% desde 1992 y un crecimiento de 1,75% en los últimos
cinco años. Los principales países productores son EEUU Unidos (22%), Brasil, China,
India y Argentina, que ocupa el quinto lugar con una participación del 6% en la producción
mundial.
En términos de dinámica productiva, los dos países que más han aumentado su producción
en los últimos años fueron China e India (incluyendo también carne de búfalo) y los que
más han visto descender su producción fueron Rusia y EEUU. La producción argentina en
esos mismos años resultó levemente creciente.
El consumo mundial de carne presenta también una tendencia ascendente, con una tasa de
crecimiento anual acumulada del 1,7%. El mayor consumidor mundial en términos
absolutos es China, seguida de EEUU. Si se considera el consumo anual por habitante,
Argentina encabeza la lista con 63,35 kgs./año/persona, seguida de Uruguay y Chile.
Los principales países exportadores son Brasil, Australia, Francia y Argentina. En el año
2000 Australia era el primer exportador mundial de carne vacuna (23% de la participación del
mercado), seguido por EE.UU. con un 19%. Pero en los últimos cinco años, Brasil pasó a ser
el primer exportador mundial (27% de las ventas internacionales) seguido de Australia
(20%) y Argentina (10%). Paralelamente, EEUU descendió al 9º lugar, luego de la confirma-
ción del primer caso de BSE detectado en el rodeo americano en diciembre de 2003.

Potencialidades de evolución de la actividad en la ZIC

Un Informe de la UE señala que en los próximos 10 años el mercado mundial de carne


tendrá un fuerte aumento de la producción. Y que Argentina es el 2º país después de Brasil
con mayores posibilidades de crecimiento Mientras que las exportaciones de EEUU,
Unión Europea y Oceanía –señala el Informe– se estancarán, los mayores compradores en

71
ese nuevo escenario del mercado mundial de carne serán Rusia, Japón EEUU, Canadá,
Arabia Saudita y México
Si bien la zona en estudio se considera en gran parte un área marginal para la producción
de carne, el desplazamiento de la frontera agropecuaria que se produce a nivel del país por
el avance de la soja y otros cereales y las buenas perspectivas existentes para la producción
de carne han establecido las condiciones para que, al menos en parte de su superficie,
pueda ser considerada una de las áreas promisorias de expansión ganadera del país.
La evolución de las existencias regionales es interesante en los últimos 15 años. Mientras
las existencias ganaderas nacionales cayeron un 14,3% a nivel nacional (1993 a 2002) en
la ZIC aumentaron, por especial influencia del crecimiento de cabezas de ganado en la
provincia de Río Negro, un 50% y con valores algo menores en las provincias de
Neuquén y Chubut y sólo un 9,2% en La Pampa.
Desde la perspectiva de las posibilidades de expansión de la actividad regional, generadas
por el mercado internacional, es necesario destacar que el sector está aprovechando una
coyuntura internacional altamente favorable y las exportaciones se han transformado
en el dinamizador comercial del complejo, absorbiendo el crecimiento en la actividad de
los frigoríficos.
Las fortalezas del sector están basadas en varios factores: 1. Consolidación gradual del
status de país libre de aftosa con vacunación, que se agrega al de país libre de “vaca loca”,
que se tradujo en la reapertura de casi todos los mercados externos; 2. Tipo de cambio
favorable para la exportación, lo cual elevó aún más la competitividad tradicional de las
carnes argentinas a nivel internacional; 3. Menor oferta en el mercado mundial de carnes
vacunas por problema sanitario en EE.UU. y retracción de la producción en la UE por
menores subsidios; 4. Sostenida demanda internacional, impulsada por un consumo mundial
que crece a una tasa de crecimiento anual acumulada del 1,7%, frente a un crecimiento de la
producción que no supera el 1% anual; 5. Disponibilidad de pasturas naturales para la
actividad de cría; 6. Elevado potencial para la producción de carne (engorde) en valles
irrigados. Posibilidades de complementación secano-riego; 7.Posibilidad de producir en
forma diferenciada (orgánica, ecológica, con certificación de origen); 8. Capacidad instala-
da para faena y procesamiento; 9. Disponibilidad de tecnología de producción apropiada
para la región que permitiría aumentar la productividad; 10. Buen posicionamiento en
genética; 11. Experiencia productiva, tradición ganadera en varias áreas de la zona; 12.
Transparencia en los precios del ganado en pie; 13. Ubicación territorial (Región Patagó-
nica, zona libre de aftosa, Corredor Bioceánico); 14. Organización gremial.
A nivel del mercado interno se asiste en la actualidad a nivel nacional a una reactivación
del consumo que, más allá de los conflictos relacionados con la determinación del precio
interno frente a las interesantes alternativas de colocación externa, genera oportunidades
de colocación interesantes. El mercado regional, recortado en gran medida por las
disposiciones establecidas por la barrera sanitaria para el control de la fiebre aftosa, que
impide el ingreso a la zona protegida (sur de los ríos Barrancas y Colorado) de hacienda en
pié y carne con hueso, constituye prácticamente un mercado cautivo para la producción
originada en la región.
Frente a estas promisorias posibilidades de colocación de la producción regional interesa
identificar los factores que condicionan la evolución de la actividad a nivel zonal: 1. El

72
volumen producido resulta insuficiente para aprovechar la demanda actual y potencial. En
este sentido se hace necesario afrontar las obras de riego para poner en valor enormes
extensiones aptas para la ganadería (v.gr. La Josefa, etc); 2. Riesgo sanitario ante la posibilidad
de perder el actual status, excelente base para impulsar el desarrollo diferencial de la actividad en
la zona; 3. Impacto de las variaciones climáticas sobre la producción –la sequía constituye la
principal restricción– que puede ser morigerado con medidas adecuadas; 4. Baja eficiencia
productiva en los rodeos de cría, con bajos porcentajes de destete, entre otras causas por un
deficiente manejo nutricional de los rodeos; 5. Déficit de terminación de animales para faena;
6. Baja receptividad de los campos, en parte mejorable con infraestructura adecuada (riego,
aguadas y potreros); 7. Déficit en capacitación en producción y gestión; 8. Baja apropiación
de tecnología de manejo disponible por parte de los productores; 9. Limitada capacidad
financiera del productor; y 10. Reducida economía de escala.
En función de las perspectivas de evolución positiva, los gobiernos provinciales de la ZIC
desarrollan programas de apoyo: la provincia de Neuquén apoya la actividad de engorde para
contribuir al autoabastecimiento de carne logrando duplicar la faena en la década 1993/03. En
la provincia de Río Negro tiene programas específicos para aumentar la eficiencia productiva
o mejorar la infraestructura predial para acrecentar la receptividad e impulsa la actividad de
engorde. La Provincia de Chubut promociona la compra de reproductores por parte de
pequeños productores para introducir mejoras en genética.

7.3. COMPLEJO PESQUERO


La importancia actual de la actividad pesquera en la economía nacional, medida en base a
su aporte al Producto Bruto Interno (PBI) es relativamente reducida (0,33%). En la Zona
de Influencia del Corredor (ZIC) la actividad adquiere mayor peso relativo (1% del PBG
de la zona), más importante aún si se tiene en cuenta que dos de las cuatro provincias que
la integran no poseen litoral marítimo y, en consecuencia, no desarrollan actividad
pesquera. La actividad alcanza la mayor importancia relativa en la provincia de Chubut
donde sus aportes al PBG provincial representan el 4% del total.
Desde puertos patagónicos se exporta el 53% del valor de las exportaciones pesqueras
totales del país y un 21% desde la ZIC. El factor dinámico de la producción pesquera
argentina es el mercado externo. Sobre éste ha sustentado su crecimiento, y si bien se han
producido grandes cambios en el mercado interno y una modificación en su escala, aumen-
tando su significación, el sesgo del sector pesquero es netamente exportador.
Históricamente los productos congelados superaron el 95% de las exportaciones, en volumen
y valor. Dentro de este grupo, el calamar tiene las mayores participaciones relativas en los
últimos años. Los países asiáticos (Taiwan, Japón, Corea, China, Singapur) absorben el 75%,
España es el segundo importador individual en importancia (19%).
En cuanto a los productos frescos/refrigerados, si bien constituyen un segmento pequeño
dentro de las exportaciones, tienen un sostenido crecimiento. Se trata de productos de muy
buena calidad se colocan a precios elevados, según especie y país, en particular en el caso
de los filetes. EEUU, España e Italia son los destinos más importantes para filetes. Desde
hace varios años Japón y España son los principales importadores de productos pesqueros
para Argentina.

73
También países de la Unión Europea (Francia, Italia, Grecia, Holanda, Alemania), han
sido consumidores de producción pesquera argentina, con variedad de presentaciones y
especies. En términos de bloques económicos, los países del Asia Pacífico absorben el 45% de
las exportaciones, la Unión Europea el 32%, el Mercosur el 14% y el NAFTA el 5%. Para el
bloque asiático la explicación reside en las necesidades de aprovisionamiento de calamar.
Considerando los productos ofrecidos –en general commodities– y los volúmenes comercia-
lizados en relación con los que se manejan en los mercados mundiales, Argentina es tomador
de precios. En tal sentido se ve seriamente afectado tanto en los períodos de baja del ciclo de
precios natural del mercado pesquero, como cuando por crisis económicas internas de los
países compradores, se debilita la demanda y bajan los precios.
Analizando las exportaciones pesqueras por puertos de salida, es posible dimensionar la
importancia relativa que adquieren los puertos de la Región Patagónica en general (61%
de las exportaciones totales) y los puertos de la Zic en particular (22%).

Exportaciones pesqueras por aduana de salida (06)


Aduana salida Volumen Tns. Valor Mill,u$s FOB Particip. % FOB

Pto. Madryn 113.694 268.163 21%


Bahia Blanca 3.039 3.603 0%
San Antonio 1.701 2.919 0%
Bariloche 2.332 2.237 0%

Perspectivas de evolución de la actividad en la ZIC


La pesca constituye una actividad potencialmente importante para la zona en estudio en
función de su extenso litoral marítimo en las provincias de Río Negro y Chubut. En la
actualidad, la participación de la pesca zonal en la actividad pesquera nacional, medida por
el volumen de desembarques en sus puertos, es de alrededor del 25%.
La evolución de la pesca marítima en el país se ha caracterizado por un comportamiento
cíclico, con períodos de bonanza y crisis derivados fundamentalmente de las cambiantes
condiciones de comercialización externa, en la medida en que el mercado interno no
sustenta un desarrollo estable de la actividad, acorde a sus potencialidades.
El análisis de la situación actual y las perspectivas a futuro de los mercados externos,
permiten configurar condiciones sumamente atractivas para la colocación de productos de
la pesquería regional en los mercados internacionales.
Pero el factor de mayor inestabilidad lo constituye la disponibilidad actual y proyectada del
recurso. Según un trabajo diagnóstico sobre la situación de los distintos recursos pesqueros
argentinos, la Merluza común, la Merluza Austral y algunas especies costeras como el Besugo,
la Corvina y la Pescadilla estarían sobreexplotados y también la Centolla. Por ello se requiere
acotar las capturas para no producir el colapso de las poblaciones existentes. Entre los peces
Abadejo, Gatuzo, Lenguados, Mero y Salmón de Mar, el Centollón y el Langostino entre los
crustáceos y las Vieiras y el Calamar Illex entre los moluscos, están próximos a los máximos

74
aconsejables de explotación, por lo que también requieren ciertos límites a las capturas. En
cambio podría incrementarse en el corto y mediano plazo la pesca de Merluza de Cola -el
recurso de mayor abundancia en la plataforma y talud continental de Argentin-, Anchoíta,
Caballa, Castañeta, Atunes y especies afines como Palometa, Pargo, Sardina Fueguina,
Savorín, Coginova, Granaderos y Pez Gallo.
Una de las acciones que deberá enfrentar tanto el sector como los gobiernos de la región y
a nivel nacional, es la promoción de los cultivos marinos (tendencia mundial) para lo que
la ZIC goza de ventajas comparativas como óptimas condiciones naturales y tener en
su territorio centros de investigación de biología marina y de cría tanto en Río Negro
como en Chubut.
Dos productos pesqueros de mucha significación actual y futura para la zona son el langostino
y el calamar. En los últimos años la pesquería del langostino se ha revitalizado registrando en
la última década un importante aumento en los rendimientos. Ese proceso fue acompañado de
una evolución favorable de la flota y la industria procesadora con inversiones destinadas a
mejorar las condiciones de frescura y calidad del producto. El captura del calamar por su parte,
incorporó buques poteros y poteros palangreros, selectivos y mas eficientes, la mayoría de los
cuales pertenecen a empresas nacionales de capital nacional exclusivo, algunas y otras parti-
cipadas por capitales de Corea, China y España.
La importancia del recurso pesquero y la demanda existente en el mercado internacional
aconsejan acelerar los procesos de agregación de valor en la producción exportada que
actualmente se compone mayoritariamente de calamar entero, en comparación con la
amplísima gama de procesos y productos que se observan en los países de Oriente.
Otra de las debilidades del sector lo constituye el débil control ejercido por el sector público
para garantizar la sustentabilidad de los recursos, constituyendo uno de los factores críticos
más importantes para el futuro del sector. Tal como sostiene la Lic. Lila Andrada en su
Informe “el carácter extractivo de la actividad, sobre todo la vinculada a los buques
congeladores, requiere además fortalecer los incentivos para las actividades que se desarrollan
en tierra como forma de afianzar la posibilidad de que colabore con el desarrollo regional”.
Acuicultura
Este sector cobra especial significación por cuanto las drásticas reducciones de las
poblaciones de las más importantes pesquerías del mundo componen graves restricciones a
la demanda mundial de estos productos. Y por tanto, se manifiesta el sector como uno de
los de mayor potencialidad productiva en el área de influencia del Corredor Bioceánico
Norpatagónico, de capacidad extraordinaria para enfrentar la demanda mundial.
En la evaluación de los ambientes acuáticos regionales con potencialidad para desarrollar
cultivos acuícolas destacan los ambientes compartidos, especialmente los embalses de
Alicurá y Piedra del Aguila, que presentan temperaturas, recambios, profundidades y
volumenes importantes para cultivo de Salmónidos (trucha arco-iris y smolt de salmón del
Atlántico). Estos ambientes también incluyen, sobre el mismo río Limay, el embalse
Ramos Mexía (el Chocón, el embalse de Arroyito, que actúa como dique compensador del
Ramos Mexía, los embalses de Mari Menuco y Los Barreales, que forman parte del
Complejo Cerros Colorados sobre el río Neuquén y el embalse Casa de Piedra, ubicado
sobre el río Colorado. Formando parte de estos ambientes acuáticos artificiales hay que
tener en cuenta el Lago Pellegrini, situado en el Alto Valle del Río Negro, que se formó

75
como consecuencia de la derivación de aguas del río Neuquén hacia una depresión natural
de origen eólico, conocida como cuenca Vidal.
En la presa de Piedra del Águila se construyó una estación de piscicultura, que tiene como
objetivo el repoblamiento de los cuerpos de agua de la cuenca afectada; dado que los
salmónidos se han visto separados en diferentes poblaciones al no haberse construido escalas
(debido a las alturas de las presas}, para asistirlos en sus migraciones reproductivas.
Otros ambientes acuáticos de interés son las lagunas de la estepa patagónica aptas para el
desarrollo de una acuicultura extensiva. El desarrollo de esta actividad en la zona de estepa
podría alcanzar gran significación como complemento de la actividad agropecuaria,
contribuyendo tanto al incremento de ingresos de la zona como a la diversificación de la
dieta alimentaria, basada centralmente en carne ovina.
Algunas experiencias desarrolladas, han demostrado la factibilidad del cultivo, completán-
dose el engorde en dos veranos. Por el perfil de los productores de la zona se considera
apropiado trabajar bajo la forma de asociaciones de productores, cooperativas o convenios con
municipios; lo que ayudaría a combinar los esfuerzos, disminuyendo los costos de flete y el
envío a planta de faena. Una primera estimación, supondría alrededor de 2.500 hectáreas
de lagunas factibles de ser utilizadas con finalidad comercial, las que podrían producir
150 tn de trucha arcoiris de más de 1 kilo de peso cada 1,5 años.7
Otros recursos acuáticos de interés para la actividad lo constituyen los ríos, tanto los de la
cuenca del Océano Atlántico –Colorado, Negro, Neuquén y Limay, Chubut, que a su vez
colectan aguas de una red hídrica bastante intrincada, con cuencas lacustres de variada
extensión– como del Pacífico –que incluye la cuenca del Lácar en Neuquén y otras en Río
Negro (El Bolsón) y Chubut (Esquel).
La meseta central patagónica también atesora valiosas aguas subterráneas que circulan
conforme a la inclinación de los estratos que le sirven de lecho. Finalmente, las aguas
costeras del Atlántico, presentan excelentes ventajas para cultivos de trucha tamaño
grande, moluscos bivalvos, Gasterópodos y varias especies de peces.
El litoral presenta ambientes abiertos, de costa expuesta, con playas de pendiente suave,
con arena alternando ocasionalmente con afloramiento de restinga, y una diferencia de
mareas -de 9 m- que determina la presencia de una zona intermareal muy extensa. Este
hecho, unido a las altas temperaturas estivales, justifica las temperaturas que alcanzan las
aguas en las zonas costeras; habiéndose registrado hasta 24°C por efectos del calenta-
miento del sustrato. Este tipo de ambiente es el que predomina.
También se encuentran sitios protegidos, producto de recortes en la costa, como el caso de la
bahía de San Antonio, (Golfo San Matías - Río Negro), que presenta sitios muy apropiados
para el desarrollo de la maricultura. Los primeras cálculos de su potencial productivo
permiten estimar una producción de de 15.000 toneladas, excluyendo zonas portuarias.
Una evaluación de la aptitud del litoral costero rionegrino arrojó menor potencialidad para
el cultivo de peces en jaulas, por la escasez de sitios reparados, con profundidades aptas
para este tipo de cultivo. Para el caso de los Salmónidos, se sumaría la desventaja de las
altas temperaturas estivales. No se identificaron en cambio limitantes para el desarrollo

7
Timón, 1995.

76
de cultivos en aguas abiertas. En cuanto al cultivo de peces en tierra, con abastecimiento
de agua de mar, no existirían limitantes, disponiéndose sitios, de menor o mayor aptitud en
relación a la cercanía de rutas pavimentadas, caminos vecinales y disponibilidad de
energía eléctrica. Con esta modalidad, se encuentra actualmente en operación un
establecimiento piscícola de producción de Trucha Arco Iris, en Punta Colorada.
Para el cultivo de moluscos no se identificaron limitantes, pudiéndose realizar en mar
abierto, por medio de estructuras long-line, y en las caletas y bahías con este sistema,
balsas y mesas submareales (cultivo sobreelevado).
Entre los cultivos en agua dulce, las especies de mayor potencial de cultivo, pertenecen al
grupo de los Salmónidos. Entre estos principalmente la trucha arco- iris, de gran
plasticidad y potencial productivo y el salmón del atlántico hasta completar su tamaño de
smolt (apto para pasar a cultivo en agua de mar). La trucha arco-iris, tamaño ración, pan
size o plato (250-300 g) es la que actualmente se produce en mayor proporción en el país.
Sin embargo no es el tipo de trucha con mayor demanda en los mercados externos, ya que
su producción está muy extendida. Por otra parte los costos de producción internos son
altos. La trucha de mayor tamaño (1,5 a 2Kg/individuo) posee mayor demanda, pero
requiere un tiempo de producción más extenso. Resulta más conveniente obtener esta
producción empleando agua de mar, ya que los individuos muestran mayor crecimiento y
excelente índice de conversión en cultivo.
Los establecimientos en tierra alcanzan mayor significación en el cultivo de alevinos y
juveniles con el objetivo de su posterior engorde en agua dulce o de mar. También resultan
aptos para emprendimientos familiares de engorde o comercio local.
La producción de smolts de salmón del atlántico, también presenta mucha potencialidad en
la región que podría transformarse en abastecedora de smolt para el mercado interno y
también para el exterior, a medida que la actividad vaya aumentando en importancia. La
cuenca del río Limay y sus embalses presenta sitios de gran aptitud para esta producción
ya que el salmón del atlántico está naturalmente introducido en esa cuenca.
En cuanto a los sistemas más apropiados la obtención de huevos y el primer alevinaje
deberá ser producido en hatcheries y tanques en tierra, para luego pasar a jaulas externas
instaladas en los embalses, ya que este sistema resulta más apropiado y de menor costo que
el cultivo en tierra.
Entre los cultivos potencialmente desarrollables en agua de mar se incluyen también los
salmónidos, fundamentalmente la trucha arco iris. También presentan buenas perspectivas
de evolución los cultivos de moluscos bivalvos, como la ostra plana o puelchana, la vieira,
el mejillón y otros. Y también los cultivos de mejillones long-line. El cultivo de mejillón
es una actividad ampliamente establecida a nivel mundial. Las técnicas de acuicultura, son
actualmente las que producen la mayor cantidad de producto que llega a mercado mundial.
Los únicos cultivos de bajo tonelaje se realizan en la provincia de Chubut y, en menor
medida en Río Negro, en forma artesanal. Los rendimientos obtenidos en cosechas
experimentales de mejillón en el país fueron similares a los logrados en las Rías Gallegas
(Vigo). Los rendimientos obtenidos en Ostrea puelchana son también importantes y
similares a otras ostras planas cultivadas en las costas europeas.
Tanto la provincia de Río Negro como la de Chubut han desarrollado iniciativas para

77
promover el desarrollo de la maricultura como la construcción de una hatchery de
Moluscos Bivalvos, con la cual abastecer en primera instancia de semilla de Ostrea
puelchana y aumentar la factibilidad del cultivo a gran escala o la construcción de un
laboratorio exclusivamente dedicado a la determinación y control de las patologías
específicas de Moluscos Bivalvos, para poder atender a las pautas de calidad impuestas en
los mercados internacionales.
También los cultivos de vieiras desarrollados en el Golfo San Matías muestran su factibilidad.
Es importante destacar que, en lo concerniente a moluscos bivalvos, en tanto la demanda en el
mercado internacional se mantiene firme, la oferta tiende a disminuir por problemas
relacionados con enfermedades, contaminación creciente y competencia en el uso de las zonas
costeras. Los precios, en consecuencia, resultan atractivos, sobre todo en Estados Unidos y
Francia. En el caso de los mejillones, el mercado interno no está bien abastecido.
En relación con el cultivo de peces marinos, en muestro país no se ha avanzado significa-
tivamente pese a poseer las condiciones naturales y la capacidad científica suficiente. En
cuanto al desarrollo efectivo de la maricultura en la zona en estudio, este muestra diferencias
relacionadas con las condiciones ambientales y geográficas, pero también con las políticas
implementadas y la presencia de técnicos especializados en la materia.
En el área correspondiente a la provincia de Río Negro existe una zona de producción de
moluscos clasificada en el Golfo San Matías, otra a punto de ser clasificada en Sierra Grande y
una tercera en proceso de muestreo preliminar. Si bien la provincia cuenta con un marco
jurídico de reglamentaciones, éste parece extenso y más dirigido a la delimitación operativa de
las zonas destinadas al cultivo que a la promoción del sector y el desarrollo regional, lo que
limita las oportunidades que brinda el actual interés de empresas nacionales e internacionales
en invertir en este tipo de proyectos con fines de exportación. El INIDEP en su Centro de
Maricultura ha desarrollado con apoyo de la JICA la tecnología de producción de juveniles y
engorde de besugo y lenguado. El próximo paso es la transferencia de la tecnología para el
desarrollo del engorde en jaulas marinas, etapa en a que piensa involucrar al sector privado.
Particularmente el golfo San Matías puede transformarse, en un escenario de desarrollo de
la maricultura nacional, en una zona proveedora de semillas. En el desarrollo del sector
cobra singular importancia favorecer el desarrollo del CRIAR, Criadero Patagónico de
Especies Marinas, Instituto Biológico Marino Patagónico) cuya presencia es fundamental
para la expansión de la actividad en la ZIC.
En la provincia de Chubut, se están desarrollando acciones de apoyo a la actividad, con la
clasificación de Zonas de Producción de Moluscos, sobre la base de cinco zonas: Golfo San
José, Puerto Lobos, Caleta Malaspina, Camarones y Comodoro Rivadavia, la construcción de
un Centro de capacidad científica y técnica, la construcción de un Laboratorio de Tecnología
Pesquera en Puerto Madryn y un Instituto del Mar en Comodoro Rivadavia.
En Camarones, se amplió el Criadero Colegio 721, para el desarrollo experimental de cultivo de
moluscos, peces y crustáceos, donde se viene desarrollando engorde experimental de ostra plana,
cultivos de mejillón en batea y líneas, y venta local de la producción cosechada. También el
cultivo de mejillón sigue siendo, a nivel provincial, la principal actividad acuícola y en Puerto
Lobos se trabaja en el desarrollo del primer Centro de Acopio, Depuración y Expedición de
Moluscos Bivalvos Vivos con el objeto de transformar el actual esquema de comercialización de
los productos de la pesca artesanal y la acuicultura, permitiendo a los pequeños productores

78
ponerle un valor agregado a sus productos.
Por su proximidad con la ZIC interesa también reseñar lo que ocurre en el sur de la
provincia de Buenos Aires. Allí, específicamente en la zona de Bahía Anegada (Pocitos y
San Blas) se encuentra un polo de desarrollo ostrícola que permitirá dar un salto muy
importante a la actividad. Allí ya están instaladas la planta de procesamiento y expedición
de la empresa Puelchana Patagonia SA. Y otra empresa que programa instalarse en
Stroeder. Ambas plantas programan su producción contemplando las oportunidades que
ofrece el mercado externo, por lo que se requiere la clasificación de la zona para que
pueda ser aceptada por parte de los mercados de destino previstos, principalmente la UE.
La Dirección Nacional de Acuicultura da cuenta de una producción de 180 tns de ostra
entera fresca en el 2005, cultivadas en sistema sobre-elevado intermareal, a partir de
semilla de banco y de captación. Esa provincia avanza también un proyecto de
construcción de un laboratorio en San Blas y en programas de capacitación específicos.
Las perspectivas acuícolas de la bahía Anegada son óptimas no existiendo un límite visible
a sus posibilidades de expansión, y de diversificación (ostras planas, mejillón, peces y
abalones en estanques en tierra, uso de bateas y jaulas, entre otras posibilidades).

Perspectivas de evolución de la actividad en la ZIC


Es esta una de las actividades de mayor potencial productivo en la ZIC en el mediano plazo si se
toman las medidas necesarias para favorecer su desarrollo. Su extenso litoral permite contar con
condiciones climáticas e hídricas de la mejor calidad para favorecer la producción acuícola.
Si la acuicultura en la Argentina logra alcanzar una adecuada dimensión comercial puede
contribuir no sólo al crecimiento de la economía, acompañando la expansión económica de la
región y a la generación de ingresos genuinos -a través de la entrada de divisas provenientes de
la exportación de sus productos-, sino también a la creación, en forma directa e indirecta, de
nuevos puestos de trabajo.
Cabe además la posibilidad de introducir la acuicultura de casi cualquier especie en la ZIC sin
tener que recurrir al uso de compensadores de temperatura –que implica elevados costos de
funcionamiento– y la existencia en la región de múltiples cuencas hídricas superficiales (ríos,
lagos, esteros, fuentes de deshielo, litorales marítimos con distintos grados de sales, valores de
PH y opciones bacteriológicas) al igual que fuentes de agua subterráneas, siendo éstas ventajas
comparativas que muy pocos países pueden exhibir.
Otra singular ventaja comparativa de la ZIC es la capacidad de producir localmente, y a bajo
costo, alimento balanceado, el insumo de mayor importancia para la actividad acuícola. La
instalación de una planta procesadora como la que proyectan las autoridades municipales de
San Antonio Oeste podría aportar una excelente base para el desarrollo del subsector e
incrementar el empleo en una ciudad que tiene en el Puerto SAE una de sus fuentes laborales
que funciona sólo estacionalmente.
La evolución en el perfil y el volumen de la demanda de alimentos constituye una oportunidad
potencialmente aprovechable por esta actividad ya que emerge una franja de consumo más
sofisticada que demanda de productos diferenciados de mayor valor. Por otra parte, el cambio en
los hábitos alimenticios privilegiando alimentos ecológicos y/o más sanos, con menor contenido
de lípidos y más proteínas, también contribuye a un excelente escenario potencial para el sector
en el mediano plazo, si se mejoran los canales de distribución para el mercado interno.

79
Otro factor que opera sobre la demanda interna es la positiva evolución del turismo –tanto
interno como externo– que dinamiza la actividad gastronómica y la demanda de productos
regionales.
La evolución de los mercados internacionales observa una sostenida demanda creciente en el
consumo de productos ícticos como consecuencia de su condición de alimentos saludables
pero una oferta relativamente restringida por la escasez de recursos, ya la mayor parte de las
pesquerías del mundo se encuentran sobre explotadas. Esta situación genera un excelente
escenario para la producción acuícola que crece a una tasa superior al 10% anual.
Existen varios condicionantes para el desarrollo de esta actividad acuícola en la Argentina,
tanto de índole económica (escaso desarrollo actual de la demanda interna, sobre todo en
relación con los peces de río), y política (falta de estímulos a la producción y de campañas de
promoción del consumo basada en la difusión de sus propiedades nutricionales y con acento
en la gastronomía), como tecnológica (limitado desarrollo de tecnología propia, incluso para
las especies autóctonas o mal aprovechamiento de las capacidades instaladas) y socio-cultural
(falta de cultura productiva o tradición en acuicultura lo que dificulta el manejo de los cultivos
acuícolas, agravada por la escasa dotación de técnicos que permita atender un crecimiento
acelerado y sostenido de la actividad).
Las carencias se manifiestan en la producción de huevas, alevines y semilla para bivalvos, en
la preparación de alimentos balanceados (se los prepara sobre la base de formulaciones
provenientes del exterior, sin poder aprovechar la multiplicidad de recursos disponibles en el
ámbito regional) y en la inexistencia de una repartición pública específica o de la asignación
de responsabilidades a alguna ya existente para el control de enfermedades y de vacunación.
Esta situación se agudiza debido a la falta de una organización nacional o federal que unifique
las políticas, elabore planes de mediano y largo plazo, dicte las normas de carácter regulatorio
y, fundamentalmente, coordine las tareas a realizar.
Una estrategia destinada a potenciar el desarrollo de la acuicultura deberá incluir: 1.
Capacitación teórico-práctica en manejo de los cultivos y adecuada extensión, actividades que
hasta hoy en la Argentina resultan casi inexistentes; 2. Marco regulatorio adecuado para
organizar y coordinar al sector, legislación que hasta la actualidad es inexistente o desar-
ticulada; 3. Investigación y experimentación continua que acompañe el proceso productivo y
avance en el desarrollo de las especies autóctonas con potencialidad de cultivo; 4. Investiga-
ción de mercados potenciales, condiciones de ingreso; 5. Promoción del consumo en el merca-
do interno; 6. Desarrollo de nuevos sistemas que permitan reducir los costos de producción,
fundamentalmente a partir del desarrollo e incorporación al actual proceso productivo de
alimentos de calidad a un costo menor y del empleo de tecnologías que hagan más eficiente el
manejo de la producción; 7. Implementación de líneas de crédito promocionales, ajustadas a
las necesidades financieras del sector.
Se desprende de lo expuesto que no existen obstáculos insuperables para el crecimiento de la
acuicultura, sino más bien necesidades con posibilidades de ser atendidas implementando,
entre otras, algunas de las acciones mencionadas.

7.4. COMPLEJO FORESTAL


La Zona de Influencia del Corredor o ZIC, posee el 10,3% de la superficie total forestada en el

80
país: Neuquén (5,7%), Río Negro (3,1%), Chubut (1,1%) y La Pampa (0,4%).
Considerando solamente el bosque nativo, la participación de la zona alcanza al 6,8% de
la superficie total nacional, con mayor participación de La Pampa (2,5%) –debido a la
formación boscosa del “espinal”– seguida de Neuquén (1,9%), Río Negro (0,8%) y Chubut
(1,6%) con bosques andino patagónicos.

ZIC - Superficie Forestal en hectáreas


Tierras Bosques Total Bosque Otras Tierras
Forestales Rurales Nativo Forestales

Total País 29.563.982 2.018.122 31.582.104 62.133.327

ZIC 2.041.977 109.562 2.151.539 26.654.293

La superficie de bosque implantado correspondiente a la ZIC representa el 6,1% de la


superficie implantada nacional. Esa participación es mayor en relación en especies como
salicáceas (17,9%) y coníferas (7,4%), aunque el mayor ritmo de plantación alcanzado en
regiones como la Mesopotamia ha reducido la participación regional de unq decada atras
donde la ZIC poseía el 38,3% de la superficie total implantada de álamos y el 15,0% de la
superficie total implantada con pino.

Superficie de bosque implantado en la región 20028


Coníferas Salicáceas Otras Total
Patagonia 48.320 19.595 695 68.610
Total del país 655.987 109.404 180.836 1.115.655
Participación 7,4% 17,9% 0,4 6,1

La provincia de Neuquén lidera el aporte de tierras implantadas (56%), seguida de Río Negro
(30%), Chubut (11%) y La Pampa (4%). Las plantaciones neuquinas y chubutenses están
mayormente constituidas por coníferas (91% y 92% respectivamente) en tanto en Río Negro
se distribuye entre coníferas en la zona andina (38%) y las salicáceas en tierras de valles
(62%). La provincia de La Pampa en tanto se caracteriza por un perfil forestal menos
significativo.
En la ZIC, existen grandes superficies de suelo con aptitud forestal: más de dos millones
de hectáreas forestables de las cuales en la actualidad, solo apenas el 2.6 % de esta
superficie se encuentra forestada lo que pone de manifiesto el potencial de la region para el
aprovechamiento de esta actividad productiva. A ello debe agregarse la existencia de
importantes cuencas potenciales para la implantación de salicáceas, en los valles de los
ríos Negro, Chubut y Colorado.
Perspectivas del mercado internacional
La actividad forestal (incluyendo madera y celulosa) aporta el 3% del producto bruto
8
Fuente. SAGPyA. Primer inventario de plantaciones forestales y actualización.

81
mundial y representa alrededor del 3% del comercio mundial de bienes. Como en otros
bienes centrales de la economía mundial, el comercio mundial de los principales bienes
intermedios de la cadena forestal aumenta más rápidamente que la producción, por lo que
existe una demanda insatisfecha creciente y un incremento relativo de sus precios. Sin
embargo, en el comercio internacional de la cadena tienen mayor preponderancia los
insumos intermedios que se destinan a la industrialización, especialmente en los países
líderes, en cambio los bienes finales como el caso de muebles tienen una relevancia menor
(30%) en las exportaciones mundiales.
La producción maderera se concentra en aquellos países que cuentan con grandes
extensiones de recursos forestales nativos que, con algunas excepciones, son los que
lideran el ranking en la producción y el comercio de los distintos eslabones de la cadena,
como madera aserrada, remanufacturas, hojas de chapa, tableros reconstituidos o muebles.
Los principales actores en el mercado mundial de la madera son EEUU, Canadá, la UE,
Japón y China. Canadá y Rusia figuran entre los principales exportadores en tanto que
EEUU, Japón, Reino Unido y Francia constituyen los principales importadores. EEUU es
el principal consumidor e importador mundial de productos madereros, tanto de maderas para
consumo intermedio como de muebles.
China va camino a ser el mayor consumidor de madera del mundo y el pino tendrá un
gran protagonismo en la estructura de sus importaciones. El kiri, otra madera de uso
tradicional en China, podría ser un nicho de mercado potencial para Argentina cuando
maduren las plantaciones (aunque todavía es escasa la forestación de esta especie). En general
China importa materia prima e insumos básicos y exporta productos manu-facturados. En
general todo el sudeste asiático tiene posibilidades para las exportaciones argentinas, pero son
mercados lentos de abrir, especialmente para productos con mayor procesamiento.
Japón también está entre los mayores importadores de productos forestales del mundo,
siendo principales proveedores Estados Unidos, Canadá, Suecia y Finlandia (coníferas) y
Malasia e Indonesia (latifoliadas).
Además de los países con tradicional desarrollo foresto industrial, adquirieron relevancia en
los ultimos años más los polos muebleros surgidos en China, Polonia, Rumania, Eslovenia,
Republica Checa, Eslovaquia y México, producto de la internacionalización de las grandes
empresas madereras de los países desarrollados, buscando obtener ventajas económicas en la
reducción de sus gastos de operación. Países del hemisferio sur están ganando terreno en el
mercado forestal, como Nueva Zelanda, Sudáfrica, Brasil y Chile con bosques implantados, en
general por la creciente demanda de pasta de celulosa.
En Sudamérica los principales países madereros son Brasil y Chile. El primero de ellos por
su dotación de bosques amazónicos se ubica entre los principales productores de rollizos y
exportadores de madera aserrada y terciada.
Un nicho a atender desde la ZIC atento a su calidad y posibles aplicaciones es la madera
de caldén, cuya posibilidad de integración vertical y tecnología existente en el mercado,
ofrecen perspectivas alentadoras para su desarrollo, si se hace un manejo del recurso que
asegure su sustentabilidad y su aprovechamiento óptimo.
El sector forestal por tanto, presenta amplias y muy promisorias perspectivas de evolución
en la zona bajo estudio. Estas se basan por un lado en la amplia disponibilidad de tierras

82
con muy buena aptitud forestal y, por otro, en las excelentes condiciones que presenta el
mercado tanto nacional como internacional para los productos forestales.
El mercado internacional de productos forestales es un mercado en expansión que ya
supera los 130.000 millones de dólares cuyas perspectivas a largo plazo son muy positivas.
Las expectativas más firmes son hacia un aumento del consumo a la vez que se esperan
restricciones en la oferta, que no podrá satisfacer el crecimiento esperado de la demanda.
Por otra parte, existen dificultades en muchos países para expandir significativamnte la
superficie con bosques implantados por la falta de espacio, competencia con otras
actividades productivas y el alto tiempo de espera que requiere en ciertos ambientes llegar
a la extracción.
En este marco, cobran importancia las maderas provenientes de bosques templado-fríos y
especialmente las maderas provenientes de bosques implantados o bien provenientes de
bosques manejados con criterios de sustentabilidad. La Argentina disfruta en este marco de
interesantes ventajas comparativas, por su potencial para generar bosques de especies de
rápido crecimiento para uso industrial y maderas de alta calidad, con ritmos de crecimiento
difíciles de igualar en otras partes del mundo y por disponer de vastas superficies de tierras
aptas para la forestación, sin competir con las principales actividades agropecuarias. En
este marco, la actividad forestal del país ha tenido un importante desarrollo en los últimos
años incluyendo la incorporación de inversores internacionales.
China se muestra como uno de los mercados de mayor demanda ya que su consumo
interno le obliga a importar más del 57% de la madera que utiliza y según el citado
Informe del Deustche Bank esa demanda seguirá creciendo en los próximos quince años.
La ZIC posee el 10,3% de la superficie total forestada en el país y solo el 1,4% de la
extracción de madera, por la mayor importancia relativa de los bosques nativos fuera de
explotación. Pero su mayor interés radica en la amplia disponibilidad de tierras con aptitud
forestal.
La zona Andina y las de los Valles irrigados son las que tienen mayor capacidad de
expansión forestal futura. Si bien es importante la superficie de bosques nativos, su
explotación está fuertemente controlada para garantizar la preservación del recurso.
Respecto de los bosques implantados la ZIC presenta una gran aptitud forestal tanto por
los ritmos de crecimiento muy dinámicos, como por la amplia disponibilidad de tierras
existentes para el desarrollo de bosques de coníferas en Neuquén y Chubut y, en menor
medida, en Río Negro.
Atendiendo a las potencialidades existentes se puede afirmar que, tanto en las áreas bajo
riego como en el área andina de la zona en estudio, las perspectivas de crecimiento de la
actividad son muy importantes. La estimación de crecimiento del propio sector prevé para
todo el país un crecimiento en la producción de madera de 5 veces y en la de celulosa de 6
veces, alcanzando 2.000.000 has. de bosques implantados en el año 2013
Las fortalezas del sector son manifiestas: Tierra forestable disponible; potencialidad para la
producción forestal de especies conocidas por los mercados internacionales; posibilidad de
complementar la producción forestal con actividades agropecuarias; y alta productividad de
bosques implantados de coníferas, superior a los estándares internacionales medios; cierto
know how y tecnología de punta disponible en el país para algunos eslabones de la cadena y

83
mejoras en el conocimiento por iniciativa de instituciones y centros tecnológicos.
Los principales problemas que enfrenta la actividad en la actualidad se relacionan con déficits
de competitividad de los agentes del sector, déficits de calidad en la producción, tanto a nivel
primario como industrial y déficit en el ritmo de plantaciones en relación con el potencial
existente. En consecuencia para alcanzar el potencial de crecimiento que se avizora será
necesario considerar y actuar sobre: 1. Escaso desarrollo del mercado financiero para inversio-
nes forestales; falta de operatividad en la Ley 25.080; 2. falta de normalización en el uso de
bosques y de delimitación de los estudios de impacto ambiental; 3. carencias en el desarrollo
sustentable de bosques nativos; 4. baja calidad de rollos, con nudos debido a falta de poda y
raleo; 5. distancia a los centros de consumo nacionales y a los mercados internacionales y
consecuentes altos costos de transporte; 6. déficits en transporte ferroviario y vial, que
acentúa estos altos costos y dificulta la puesta en producción; 7. falta de coordinación entre la
forestación y los pequeños aserraderos, lo cual repercute en problemas de abastecimiento de
rollizos; 8. falta de desarrollo industrial; bajo acceso a la tecnología para los aserraderos
pymes; 9. déficits de tipificación de la calidad de la madera; bajo desarrollo del mercado de la
madera; 10. baja difusión de normas de calidad internacional; 11.ausencia de visión estraté-
gica del sector y su importancia potencial para la región y el país; 12. déficits de mano de
obra calificada para ciertas actividades y regiones; 13. ausencia de financiamiento para pymes
a tasas competitivas.
Las oportunidades que plantea el sector para el desarrollo de la zona de influencia del
Corredor se manifiestan en: 1. Subsidios y ventajas impositivas a las inversiones estable-
cidos en la Ley de Promoción para bosques cultivados (ley 25.080,); 2. bajo costo de la
energía a nivel mayorista; 3. déficit mundial de abastecimiento de madera debido a la
creciente presión en pos de la conservación de los bosques nativos, y 4. imposibilidad de
muchos países de expandir sus bosques implantados en forma considerable (lluvia ácida,
falta de espacio y lentitud de crecimiento de las especies).
A ello pueden sumarse otros factores como: un mercado de bonos de carbono, latente; un
entorno favorable para incentivar las inversiones vinculadas al Mecanismo de Desarrollo
Limpio (mdl); un mercado mundial con demanda creciente de madera de pino libre de
nudos proveniente de bosques implantados bien manejados o con certificación, desde
países como EEUU, China, Japón o Corea; margen económico coyuntural para desarrollo
de la producción y exportación de madera y derivados; posibilidades de incrementar el
actual bajo nivel de consumo per cápita de maderas en el país; y una coyuntura de mayor
competitividad internacional vía devaluación de nuestro país en un contexto de demanda
mundial creciente, en particular desde Asia-Pacífico.
Pero las potencialidades del sector también deberán sortear determinadas amenazas como: 1.
Falta de continuidad o credibilidad de la Ley 25.080 de Inversiones de bosques cultivados o
retrasos en pagos de subsidios; 2. Restricciones de ingreso a mercados por no contar con
certificaciones de calidad y de manejo forestal; 3. Presión de grupos ambientalistas que
obstaculicen el desarrollo de los bosques implantados; Importante desarrollo de productos
sustitutos de la madera para la construcción tradicional (non woods products, pvc, yeso,
metal, etc.); 4. Primarización de la producción y concentración de etapas de mayor valor agre-
gado en otros países y regiones; 5. Aumento en el costo de productos y equipos importados y
6. Pérdida de competitividad por falta de inversión en transporte e infraestructura.

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7.5. COMPLEJO APÍCOLA
La apicultura es una actividad que exhibe en el país muy buen posicionamiento a nivel del
mercado internacional (destino preferente del 92% de la producción nacional, y un interesante
desarrollo a nivel del país. En el período comprendido entre 1982 y 2000, la producción
argentina de miel creció en forma sostenida: de 35.000 Tn a 93.000 Tns. (crecimiento prome-
dio anual de 5.5%). Durante los primeros años de la presente década, problemas comerciales y
de calidad (penalidades antidumping en el mercado estadounidense y limitaciones en las
compras europeas por aparición de residuos químicos) frenaron ese proceso expansivo hasta el
año 2005 donde la producción retomó la tendencia expansiva.
La zona en estudio concentra aproximadamente el 8% de la producción nacional de miel,
liderando la actividad la provincia de La Pampa que aporta aproximadamente el 7% de la
producción nacional. Si bien la producción es menor en las otras provincias de la zona, la
importancia relativa de la actividad es alta en función de la tarea polinizadora de las abejas
sobre los cultivos intensivos, especialmente en las áreas de valles irrigados. Por otra parte
existen en estas provincias programas específicos de desarrollo de la actividad que, junto con
la iniciativa de productores y empresarios, han dado lugar al surgimiento de polos apícolas.
El mercado internacional presenta una relativa concentración de la producción en pocos países
de Asia y América. La Argentina es el tercer productor mundial –después de China y EEUU-
y junto con China lideran la oferta internacional del producto. Con respecto a la oferta
internacional la producción China es muy importante en volumen pero de menor calidad y
menor precio y suele “cortarse” con miel argentina para mejorar su aceptabilidad en mercados
exigentes como el europeo. La miel ofertada por Argentina en cambio alcanza excelentes
niveles de calidad y es preferida por los más exigentes mercados europeos.
En relación con los volúmenes comercializados el mercado internacional evoluciona
favorablemente, en tanto que el precio obtenido ha sufrido variaciones de cierta importan-
cia, en buena parte relacionadas con problemas de abastecimiento como el ocurrido
cuando la miel china fue rechazada en los principales mercados internacionales debido a
problemas de calidad (presencia de residuos químicos). También la Argentina ha
enfrentado problemas comerciales hace unos años con EEUU que prohibió el ingreso de
mieles argentinas basándose en derechos antidumping y luego al ser detectados residuos
químicos en algunas partidas exportadas (crisis de los nitrofuranos). Estas salidas
temporarias del mercado por parte de los principales abastecedores provocaron el aumento
de los precios internacionales y el fortalecimiento de otros oferentes alternativos. A pesar
de ser uno de los principales oferentes mundiales Argentina no participa en la definición
del precio internacional que es regulado por países como Alemania, un gran comprador y
distribuidor del producto.
Perspectivas de evolución de la actividad en la ZIC
Pensar en el futuro de la actividad, tanto en el país como en la zona en análisis requiere,
teniendo en cuenta el alto perfil exportador que ya alcanza en la actualidad, por un lado
desarrollar una estrategia para aumentar la colocación en el mercado interno lo cual
permitirá estabilizar la actividad sobre bases relativamente más firmes y, por otro y
fundamental, estar atento a la evolución del mercado internacional tanto en lo referido a
precios como a condiciones de ingreso en los distintos mercados y evolución de la

85
competencia. Si bien la Argentina está bien posicionada en el mercado externo, mantener
esta posición requiere un mayor desarrollo de la política comercial nacional y un mayor
control de calidad. Esto último sobre todo tendiente a detectar residuos químicos cuya
presencia impide su colocación en los principales mercados.
Con respecto a la evolución de la competencia, los traspiés sufridos por las exportaciones
argentinas en los últimos años (acusaciones de dumping por parte de los EEUU, crisis de los
nitrofuranos) resultaron determinantes para el desarrollo de otros oferentes que se instalaron en
el mercado internacional con buena calidad o, al menos, con baja contaminación. Entre éstos,
algunos países de Europa oriental, que aportó productos multiflorales. Sin embargo, la
demanda preferente por mieles suaves, permitió la recuperación de Argentina en los mercados
más atractivos de Europa, dejando la experiencia de los riesgos y pérdidas que significa el
menor descuido en los controles de calidad. La posición de Brasil como competidor es para
tener en cuenta ya que está creciendo como exportador de mieles de buena calidad, al menos,
sin cloranfenicol o nitrofuranos. Esta miel es competitiva con la miel argentina en precios,
pero en cuanto a calidad, el 70 % de la miel brasileña es ámbar claro, y consecuentemente, de
sabor fuerte. En consecuencia no puede ser considerada un sustituto directo de la miel
argentina, y puede solo ser utilizada como miel de corte. Sin embargo Brasil está trabajando
arduamente en la mejora de calidad. Con relación a la oferta proveniente de China, esta ha
enfrentado importantes restricciones por problemas de calidad y por cuestiones comerciales
(dumping), sin embargo, el importante volumen ofertado y los bajos precios medios hacen que
constituya el principal competidor para la Argentina, aunque en algunos mercados los
productos presentan complementariedad (corte).
Acompañando la tendencia de crecimiento de la miel, los otros productos apícolas como cera,
propóleos y abejas reinas, muestran buena evolución y creciente posicionamiento externo.
Particularmente la cera aparece como el más significativo en términos de ingresos
habiéndose concretado exportaciones de significación a mercados como EEUU, Japón,
Alemania y España. También han comenzado a exportarse abejas reinas y otro material
vivo a Francia, Italia, Alemania, Libia y Líbano y propóleos hacia Italia, Alemania y
España. Teniendo en cuenta este buen posicionamiento comercial externo es posible
pensar que sigan expandiéndose la producción nacional y zonal de productos apícolas.
Entre los factores positivos que sostienen el desarrollo a futuro de la actividad deben contarse:
Oferta floral disponible en varias zonas del país, en particular en la zona bajo estudio con áreas
de excelente oferta floral (monofloras) y otras con restricciones climáticas para la producción
melífera pero con buenas potencialidades para la reproducción de material vivo; buena calidad
de los productos apícolas argentinos y reconocida en los principales mercados a nivel
internacional (en particular la calidad de las mieles obtenidas en la zona en estudio es
considerada óptima); sistemas de trazabilidad considerados modelo en su tipo y reconocidos
por los principales compradores internacionales, Potencialidad para avanzar en la producción
de mieles diferenciadas, regionales, con efectos muy positivos sobre la producción de la zona
en estudio, que podría colocarse con apelación a su origen patagónico; oportunidades en el
mercado internacional de apertura de nuevos mercados; perspectivas de crecimiento del
mercado interno, fortalecido en su capacidad de demanda; Tipo de cambio competitivo ya que
en el mercado internacional los precios juegan un rol importante en la competencia (pese a su
importancia comercial, Argentina es tomadora de precios).

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7.6. COMPLEJO MINERO
La minería nacional ha tenido una importante evolución durante la última década y esta ha
impactado claramente en la zona en estudio, modificando el perfil productivo y empresarial de
la actividad. La dinamización de la actividad a nivel mundial, especialmente sostenida en el
segmento de minerales metalíferos – principalmente cobre, oro, aluminio-, quedó expresada en
el aumento de las cantidades comercializadas y de los precios internacionales y repercutió en
el incremento de la actividad exploratoria, importante en toda América Latina, pero en especial
en nuestro país.
Argentina, que hasta principios de la década de los 90, se dedicaba principalmente a la
explotación de minerales no metalíferos y rocas de aplicación, modificó sustancialmente su
perfil minero a favor de la producción de metalíferos que, a mediados de la década de los 90,
ya lideraban la producción minera nacional. Este cambio radical estuvo asociado a la
implementación del Plan de Desarrollo Minero, y la consecuente concreción de grandes
proyectos mineros, desarrollados por capitales extranjeros, orientados principalmente a la
explotación de oro y, en menor medida, de cobre y litio. Paralelamente se produjo una
importante transformación en el perfil empresarial dominante del sector que pasó de estar
mayormente compuesto por PyMEs mineras nacionales, principalmente dedicadas a la
producción para el mercado interno, a quedar liderado por grandes compañías internacionales
volcadas a la exportación de concentrados de minerales, sin elaboración.
Si bien la actividad recibió un importante impulso por parte de las inversiones extranjeras,
la falta de regulación en su accionar determinó que, hasta el momento, no hayan dejado
mayores beneficios al país. Siguen siendo muy importantes las importaciones de minerales
procesados demandados por la industria, en tanto que las exportaciones están mayormente
compuestas por minerales sin elaboración o con muy escaso valor agregado.
Entre los aspectos positivos del Plan queda la dinamización de la actividad y la propuesta
de modernización que representó para las Pymes locales. También quedó el desafío por
orientar las inversiones y aumentar el valor agregado interno de las inversiones extranjeras
de modo que se conviertan en aportes al desarrollo nacional, restringiendo la exportación
de recursos naturales no renovables como commodities.
El futuro de la actividad presenta interesantes oportunidades relacionadas con el potencial
minero existente en el país, que todavía permanece en gran parte inexplorado. Para
avanzar en el desarrollo de estas potencialidades será necesario establecer las bases para el
incremento y el direccionamiento de flujos de inversión en el sector, tanto para
exploración como para explotación y elaboración y acompañar estas inversiones con las
obras de infraestructura que faciliten la salida de la producción. Los segmentos de no
metalíferos o industriales y de rocas de aplicación presentan oportunidades de expansión,
después de la contracción sufrida durante la década de los 90, pero requiere de estímulo
financiero y apoyo con inversiones destinadas a mejorar las condiciones de transporte, que
hoy resultan insuficientes para posibilitar el acceso, en condiciones de competitividad, a
muchos mercados potenciales.

Perspectivas de la actividad en la ZIC


De los principales minerales producidos en la ZIC y atendiendo a su posible evolución a
futuro, interesa destacar:

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Entre las rocas de aplicación actualmente en producción la piedra laja denota decrecimiento
en función de lo que fue su comportamiento histórico, debido a la menor demanda por
cuestión de modas y aparición de productos sustitutos. Por el contrario es muy promisoria la
inserción comercial en pórfidos. En estos minerales han tenido un importante crecimiento de la
producción y son promisorias las expectativas de crecimiento futuro, con posibilidades de
colocación tanto en el mercado interno como internacional. La producción de rocas para
triturados pétreos también tiene una evolución positiva, estimulada por la positiva evolución
de la construcción. Asimismo la producción de yeso ha crecido con una tendencia creciente
estimulada por la demanda del sector construcciones. El mercado externo presenta buenas
oportunidades para la colocación de mármoles que en la ZIC se producen en volúmenes
reducidos (La Pampa, Río Negro y Neuquén) debido a limitantes de tecnología e infraes-
tructura. También presenta potencialidad de exportación la producción de piedra caliza.
El segmento de producción de rocas de aplicación presenta excelentes perspectivas de
evolución: en el mercado interno, en función del dinamismo que exhibe la industria de la
construcción (caliza, mármol, triturados pétreos, arena y pórfidos) con tendencia expansiva
en los próximos años; y en el mercado internacional donde resultan prometedoras las
oportunidades existentes principalmente en pórfidos de excelente calidad que se explotan
en el noreste de Chubut, en Río Negro y en Neuquén; mármoles y piedra caliza.
Entre los minerales no metalíferos han tenido buena evolución en los últimos años las
arcillas (comunes, refractarias, plásticas y decolorantes) con excelentes posibilidades de
exportación en arcillas especiales. La producción de caolín, moderada en Río Negro y más
importante en Chubut, también presenta potencialidad exportadora. La producción de
baritina, de uso petrolero y con interesantes yacimientos en la provincia de Neuquén,
creció significativamente en los últimos años y presenta muy buenas perspectivas de
evolución en el corto y mediano plazo, asociadas al desempeño positivo de la actividad
petrolera en la zona. La diatomita, de crecimiento moderado en años anteriores, puede
verse dinamizada en función de sus posibilidades de insertarse en el mercado externo, con
lo cual se intensificaría la explotación de los yacimientos ubicados en la provincia de Río
Negro. La producción de fluorita para ornato está en crecimiento y la producción para
industria, decrecida severamente en la década anterior, se recuperó a partir del nuevo
modelo económico productivo implantado en el país a partir del año 2002 y acentuado en
los últimos años. La explotación de bentonita, con yacimientos ubicados en las provincias
de Río Negro, Neuquén y La Pampa, y destino en la industria cementera y la explotación
petrolífera –ambas actividades con un nivel de actividad muy alto–, exhibe un crecimiento
importante en los últimos seis años, tendencia que a futuro se evalúa que se mantendrá en
función de la demanda del sector petrolero y de la industria cementera en el mercado
interno y de las buenas posibilidades que presenta para su colocación en los mercados
externos. La producción de sal común, (importante en La Pampa y, en menor medida, en
Río Negro) presenta buenas perspectivas de mercado, tanto para consumo en el mercado
interno como para usos industriales como el relacionado con la producción de soda Solvay,
que se desarrolla en la planta ubicada en proximidades de San Antonio Oeste. La
producción de yeso (con yacimientos en las provincias de Río Negro, Neuquén y La
Pampa) también presenta buena demanda y perspectivas a futuro, asociadas a la
construcción. La producción de potasio, de explotación en el norte neuquino (donde se
localiza el yacimiento más grande de potasio de América del Sur) permitirá la
participación de Argentina en el reducido grupo de 12 países productores que integran

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también Chile y Brasil. Actualmente operan en el mercado internacional 170 países
demandantes siendo excelentes las perspectivas de comercialización de este mineral tanto
en el mercado interno (constituye un excelente reconstituyente de suelos, especialmente
adecuado en aquellos dedicados al cultivo de soja) y externo (Brasil es un gran consumidor
e importador)
Entre los minerales metalíferos vuelve a cobrar protagonismo la explotación ferrífera de
Sierra Grande, debido a la reactivación de la producción de hierro a partir del 2006, por
parte de una empresa de capitales chinos. También adquiere importancia la explotación de
oro, habiéndose detectado yacimientos de interés en el norte neuquino, en la zona
cordillerana chubutense (Esquel y Leleque) y la Región Sur de Río Negro. En estas
provincias se detectan situaciones de conflictividad local ante las condiciones ambientales
del proceso extractivo y su posible impacto sobre los recursos naturales de la ZIC. Ello
puede resolverse con exigencias contractuales de sostenibilidad en la explotación pero
poniendo en mineral en condiciones de aprovechamiento para favorecer tanto el
crecimiento de la producción local como las posibilidades de empleo y distribución de la
riqueza en áreas de necesidades básicas insatisfechas. En tal sentido, pueden tomarse en
cuenta las experiencias realizadas por el Gobierno de la provincia de Chubut, que ha
requerido importantes estudios previos de cuidado medioambiental de la explotación
aurífera. También existe potencialidad para la explotación de plomo, plata y zinc,
manganeso, hierro y minerales magnéticos de hierro y titanio.
Las fortalezas que presenta la actividad en la zona están relacionadas con la dotación de
recursos naturales, que es rica y variada, aunque aún está insuficientemente explorada.
Especialmente interesante resulta la variedad de recursos mineros existentes, fundamental-
mente en los segmentos de minerales no metalíferos y rocas de aplicación. Las oportunidades
que podrían sustentar el crecimiento a futuro de la actividad están vinculadas a la posibilidad
de colocación de la producción regional, tanto en el mercado interno que presenta una
demanda en reactivación, como también es alta la potencialidad de exportación de buena parte
de la producción zonal que presenta una sostenida demanda en los mercados internacionales.
Cabe destacar la factibilidad de ingresar al mercado internacional con producción de mayor
valor agregado así como representa una oportunidad para la minería de la zona la existencia de
desarrollos tecnológicos que permitirían la reducción de costos y la mejora productiva,
especialmente en el sector de PyMEs.
En materia de oportunidades debe citarse además el potencial establecimiento de alianzas
estratégicas intersectoriales con la construcción y la actividad agropecuaria (mejora de suelos)
así como el ingreso de nuevos agentes productivos de peso no sólo por su aporte potencial a la
producción sino también por el efecto demostrativo –sobre todo en los aspectos tecnológico y
comercial– que puede tener su actividad sobre los agentes productivos locales.
Entre los problemas u obstáculos detectados para el desarrollo de la producción minera de la
zona hay que señalar en principio algunas debilidades internas del sector, entre las que se
identifican: la baja escala productiva, que dificulta la participación en etapas de agregación
de valor al producto y de acceso a determinados mercados. También constituye una
debilidad el bajo nivel de asociativismo e integración existente entre las PyMEs mineras.
Otro aspecto negativo es el vinculado con la escasa actualización tecnológica de muchas
empresas del sector, especialmente las PyMEs. Esta debilidad no encuentra solución por el
déficit de financiamiento adecuado para la modernización tecnológica y la evolución

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productiva de las Pymes. Comercialmente constituyen debilidades la escasa experiencia y
capacidad exportadora de las PyMEs zonales y la fuerte dependencia de la construcción y
la obra pública, por parte de los segmentos de rocas de aplicación y no metalíferos,
también introduce un factor de inestabilidad al negocio minero.
Otros problemas externos al sector, pero que lo afectan, se relacionan con el alto costo de
transporte de carga que hoy soportan, las limitaciones existentes en la infraestructura vial y el
escaso desarrollo del transporte ferroviario. También inciden negativamente las limitaciones
existentes en la infraestructura de energía eléctrica y gas. Finalmente una de las principales
amenazas detectadas se relaciona con el riesgo de perder participación en los mercados
internacionales si no se resuelven temas logísticos que hoy dificultan la actividad exportadora.

7.7. COMPLEJO HIDROCARBURÍFERO

Sería redundante destacar la actual importancia del petróleo. Su historia es la historia del
siglo XX y sus limitaciones están marcando las primeras décadas del siglo XXI. El
Corredor Bioceánico Norpatagónico concentra a las dos mayores provincias productoras
nacionales (Chubut 9.552.374 mts3 y Neuquén 9.534.272 mts3) y a tres de las cinco
mayores jurisdicciones (con la incorporación de Río Negro 2.296.959 mts3). Todas las
provincias que integran el área de influencia del Corredor son productoras de petróleo (La
Pampa, 1.049.252 mts3) con un total para el área de 22.432.858,26 mts3 sobre un total
nacional de 37.301.349,07 mts3

Prod. primaria Prod. secundaria Producción total de


Provincia
2007 m3 m3 Petróleo (m3)
CHUBUT 5.685.529,69 3.866.844,77 9.552.374,46
LA PAMPA 793.726,69 255.525,5 1.049.252,19
NEUQUÉN 3.850.214,49 5.684.057,92 9.534.272,41
RÍO NEGRO 1.401.111,17 895.848,03 2.296.959,2
Total Nacional 22.348.119,57 14.953.229,5 37.301.349,07

La actividad extractiva de petróleo y gas aporta la mayor contribución regional ya que


representa una quinta parte de la participación en la producción ZIC y aproximadamente el
80% de la producción petrolera y gasífera del país. El valor aportado por la ZIC depende
principalmente de los Combustibles y Energía (en especial hidrocarburos) que constituyen
un factor decisivo para entender la tendencia creciente de las exportaciones regionales.

Dos de las tres grandes cuencas petrolíferas de la Argentina están en la ZIC y la tercera
(Cuenca Austral en Santa Cruz/Tierra del Fuego):

1. Cuenca Neuquina: Con cerca de 124.000 kms2 comprende el 70% del territorio de
Neuquén, una franja pequeña del noroeste de Río Negro, una aún menor del
sudoeste de La Pampa y una fracción limitada del territorio de Mendoza (fuera de
la ZIC).

90
2. Cuenca del Golfo de San Jorge: comprende una extensa franja que cruza todo el
sur de la provincia de Chubut e, dirección este-oeste, desde el océano Atlántico
hasta la Cordillera a lo largo de más de 1000 kms. La producción actual de esta
Cuenca supera la producción neuquina y representa casi el 25% del total nacional.

Dos características priman en este sector:

a) Desde la década del 90, con la privatización de la estatal YPF, la actividad


petrolera está liderada por empresas transnacionales que derivan servicios a
empresas de menor tamaño y mayor participación local, y
b) El procesamiento de la mayor parte de la producción petrolera del país se procesa
en la Provincia de Buenos Aires adonde llega por oleoductos. En menor medida y
con destino local también opera la destilería de Plaza Huincul.

El petróleo exportable desde la Patagonia sale por Chile, Puerto Rosales (Bahía Blanca,
Bs.As), Caleta Córdova (Com. Rivadavia, Chubut), Caleta Olivia (Sta. Cruz) y Río Cullen
(T. del Fuego) y representa más del 90% de las exportaciones argentinas de crudo, siendo
los principales destinos Chile y Estados Unidos.

La explotación de hidrocarburos en Río Negro se localiza en los Departamentos de El Cuy y


General Roca que forman parte de la Cuenca Neuquina, pero en la actualidad, el gobierno
provincial ha avanzado sobre otras áreas.9 Río Negro vende la mayor parte del crudo a
destilerías ubicadas en Buenos Aires y un tercio de su producción se exporta por Puerto
Rosales (B.Blanca) transportado de Allen mediante un oleoducto.

Para Chubut los hidrocarburos constituyen el principal sector exportador de la provincia ya que
contribuye con el 60% de las mismas. Además es un sector relevante por la mano de obra
empleada. La producción de petróleo y gas está radicada fundamentalmente en los
Departamentos de Escalante y Sarmiento. Más de la mitad de la producción petrolera de Chubut
se exporta directamente y el resto se procesa en las destilerías de Campana y Dock Sur (Bs.As.).

También para Neuquén los hidrocarburos son el principal sector exportador aunque como
se ha señalado con tendencia decreciente debido a la madurez de sus yacimientos. Sus
principales compradores de acientes crudos de petróleo son Chile y estados Unidos y en
menor medida, China, Brasil, Venezuela y Paraguay. Respecto de sus exportaciones de gas
sus principales destinos son Chile, Brasil y Uruguay.
Pese al extraordinario incremento de los precios internacionales, las exportaciones de
crudo revelan una fuerte contracción en los últimos años, en parte por que los pozos
petroleros alcanzan su madurez pero también por la falta de un proceso inversor. Hay que
destacar que la extracción de petróleo se redujo desde casi 48 millones mts3 (1998) a
menos 38 millones en sólo diez años (-21%).

A ello se sumó que las exportaciones de naftas tenían un nivel de retenciones de sólo 5%
(contra 45% petróleo crudo), lo que indujo estos años a las petroleras a reducir las exporta-
ciones de petróleo crudo y aumentar las de naftas. Ambos efectos redujeron notablemente las

9
Ver Informe Final Actividad 8.

91
exportaciones de petróleo sin procesar, desde el 40% de la producción total en 1998 a menos
del 8% en la actualidad. De hecho, las exportaciones de energía de Argentina alcanzaron los
u$s 7.800 millones en 2006, de los cuales u$s 3.400 millones fueron exportaciones de
carburantes (naftas), u$s 2.400 millones de petróleo crudo, mientras que el resto corresponde
principalmente a la exportación de gas.

Producción de petróleo Elaboración de Naftas

Si bien se considera que Argentina tiene yacimientos petrolíferos maduros con reservas
limitadas, es significativo que el nuevo Embajador de la República Popular de China, Zeng
Gang, señale en su primera intervención pública en nuestro país, “que según informes de la
conducción de la Corporación Petrolera Nacional de China (CPNC), en la Argentina queda
por explotar un 50 por ciento de las reservas potenciales en el continente. Y existen aún
muchas más posibilidades mar adentro, y allí queremos tener cooperación con ustedes”.10
Ante la creciente demanda de petróleo en el mundo y la escalada de precios del producto, las
provincias productoras en la ZIC buscan incrementar las inversiones en exploración y
explotación, para lo cual han iniciado nuevos procesos licitatorios destinados a adjudicar áreas
petroleras. Es el caso de Río Negro que ha realizado importantes llamados licitatorios en los
últimos años.

En el mismo sentido, confluye la llegada de operadoras “independientes” (que tienen pocos


activos a los cuales les prestan una gran dedicación) principalmente de Canadá, que se suman
a otras firmas locales del mismo tipo (como Medanito y CGC, entre otras). Según un informe
especializado, “esa clase de empresas -algunas de las cuales muestran un crecimiento
exponencial de su producción durante el último tiempo- están avidas de nuevas oportunidades
de inversión. Si bien tienen los ojos puestos en las licitaciones provinciales, muestran mayor
apetito por otro plato: la operación en áreas improductivas que algunas empresas, como Repsol
YPF, quieren delegar”.11 Con la misma vocación se muestran algunos inversores chinos (que
están recuperando pozos cerrados en Venezuela) y también coreanos.

En el sector creen que la firma de nuevos contratos petroleros, las licitaciones provinciales y la
eventual venta de áreas por parte de operadores de gran tamaño terminarán de moldear el
futuro de la producción argentina de los próximos años.

10
Declaraciones del Emb. Zeng Gang en el Instituto de Pensamiento Estratégico para el Desarrollo Económico y
Social (IPEDES), en ocasión de un Seminario sobre las relaciones sino-argentinas, conjuntamente con Oscar
Tangelson y Antonio López Crespo. Martín Kanenguiser, La Nación, 30 noviembre 2007.
11
Revista Petroquímica, nº 221, abril 2007.

92
El cuadro actual del petróleo en Argentina se asienta en tres escenarios: el aumento extra-
ordinario del precio internacional del producto; el incremento de las reservas nacionales de
acuerdo a las últimas estimaciones –tal como las formuladas por el embajador de China– y el
descenso de la producción neuquina de petróleo de alta calidad.

Las reservas del crudo más liviano y mejor cotizado del país, que se produce en la Cuenca
Neuquina, sigue cayendo, mientras la política energética provincial llevada a cabo en Chubut y
Río Negro ha permitido un crecimiento de las reservas. Los datos de la Secretaría de Energía
de la Nación corresponden al cálculo de las reservas probadas de petróleo y gas
considerándolas hasta el fin de la vida útil de los yacimientos, no el fin de la concesión. La
cartera energética no incluyó los datos sobre el horizonte de reservas, es decir los años que
tardarían en ser consumi-dos esos recursos al nivel de extracción actual.

Cuando se habla de reservas de petróleo o gas nos referimos a “las cantidades de


hidrocarburos que, con razonable certeza, se estima recuperar en el futuro de reservorios
conocidos y en las actuales condiciones económicas. Son volúmenes que están en el reservorio
al momento del cálculo y no deben confundirse con la producción ya obtenida. Por eso, en la
definición de reservas está presente el concepto de incertidumbre y –aún con los mismos
datos– cada analista puede llegar a resultados diferentes”.12

La Provincia de Río Negro tiene en la actualidad el 5,4% de las reservas de petróleo del
país y el 1,2% de las de gas, mientras en Neuquén persisten en cambio el 41% de las
reservas de gas y el 15% de las de petróleo. Sin embargo, Río Negro presenta una
situación relativamente favorable ya que parte de sus nuevas explotaciones se asientan en
el borde de la cuenca neuquina lo que puede alentar sus expectativas de producción futura
de petróleo y gas. El área privilegiada del universo petrolero de Río Negro es Entre
Lomas, operada por una empresa del mismo nombre, cuyos yacimientos son compartidos
con Neuquén. Las reservas probadas de ese yacimiento correspondientes a Río Negro son
de 7.315.000 mts.3 de crudo y 2.814 millones de gas.13

Los descubrimientos que la canadiense Petrolífera realizó en el norte rionegrino permitieron


que las reservas del área Rinconada-Puesto Morales llegara a los 1.673.000 mts.3 de petróleo.
Otra área relevante (la segunda en el ranking provincial) es la porción rionegrina de Señal
Picada (bajo concesión YPF). Las riquezas de Neuquén en materia de hidrocarburos tienen dos
secciones bien definidas: en materia gasífera, tras los 65.000 millones mts.3 de Loma de la
Lata (YPF), se ubica Aguada Pichana (en manos de la francesa Total), que tiene reservas por
30.121 millones mts.3, y San Roque (también de Total) con 24.700 millones mts.3. En
petróleo, YPF maneja en Chihuido de la Sierra Negra más de 10.000.000 mts.3 de reservas,

12
Rubén Caligari, vicepresidente de la Sociedad de Ingenieros en Petróleo de Argentina y directivo de
Petrobrás. Las reglas para calcular esas reservas son fijadas por la Secretaría de Energía de la Nación a fin de
unificar todos los yacimientos, las áreas y las cuencas del país. Cabe señalar que la reposición de reservas no
significa un cambio en la realidad energética argentina pues ello requiere que esa situación se sostenga a lo
largo de un período prolongado, debido al deterioro generado a lo largo de la década del noventa.
13
Fuente: Secretaría de Energía de la Nación.

93
Chevron tiene 17.899.000 mts.3 en El Trapial y Petrobras, 10.800.000 mts.3 en Puesto
Hernández.

Tal como señala un diagnóstico presentado por Oscar Vicente, experto en el sector que
condujera la empresa Pérez Companc, “se está en buenas condiciones para reactivar el
sector, ya que la infraestructura operacional está intacta, aunque ha llegado al límite de su
capacidad instalada y necesita ampliarse. Argentina presenta una geología de petróleo y gas de
reducido interés para los inversores internacionales y ello resulta más evidente en las áreas de
alto y muy alto riesgo, carentes de infraestructura, o en el amplio mar Argentino o en
profundidades cada vez mayores, que se encuentran inexploradas”. Para Vicente, “desde
hace varios años no se han producido descubrimientos importantes para revertir esa
tendencia porque se redujo la actividad exploratoria, entre otras razones, ante la grave
crisis que padeció la Argentina, en un escenario complicado por los elevados costos
financieros empujados por el riesgo-país. Estas circunstancias desalentaban a las empresas
petroleras para encarar las importantes inversiones que se requieren para la exploración en
niveles más profundos o en áreas de frontera o de alto riesgo. Pero existe un potencial
exploratorio, de alto y muy alto riesgo, que incluye en gran parte el mar Argentino”.

En ese diagnóstico están señaladas a la vez las oportunidades que presenta en la materia el área
de influencia del Corredor. En un contexto de precios exorbitantes del petróleo se requiere
favorecer: 1. las inversiones en exploración; 2. las propuestas de exploración en áreas hasta
ahora inexploradas; 3. el aprovechamiento de pozos en áreas consideradas durante épocas de
bonanza como improductivas; 4. potenciar la realización de las obras de infraestructura
necesarias para favorecer la explotación y 5. afrontar el aprovechamiento del Mar Argentino,
en especial considerando los avances que se están haciendo sobre la explotación de los
recursos “off shore” en nuestras Malvinas.14

La producción de gas por su parte, también tiene una enorme importancia estratégica. Por
las características del producto, el procesamiento del gas tiene diversas etapas: plantas de
procesamiento (en los lugares de extracción), unidades de separación primaria, plantas de
tratamiento (donde se lo deshidrata y comprime para su comercialización como gas natural
o gases licuados –butano, propano,etc-) y redes nacionales de distribución (domiciliaria e
industrial). Pero su importancia no sólo radica en su extenso uso en la población y en la
industria, sino que constituye el elemento base de la producción de energía termoeléctrica.

Producción Nacional de Gas por Provincia gasífera


Provincia Producción de Gas (Mm3)
CHUBUT 3.165.684,26
FORMOSA 31.401,78
JUJUY 5.204,5
LA PAMPA 436.131,8
MENDOZA 2.315.378,34

14
Oscar Vicente, Energía, Suplemento, 29.9.07

94
NEUQUÉN 26.470.055,33
RÍO NEGRO 727.006,58
SALTA 6.790.898,67
SANTA CRUZ 4.626.519,48
TIERRA DEL FUEGO 4.396.334,51
NC (ESTADO NACIONAL) 2.028.198,32
Total 50.992.813,57

Producción de gas en la ZIC


Provincia Producción de Gas (Mm3)
LA PAMPA 436.131,8
CHUBUT 3.165.684,26
NEUQUÉN 26.470.055,33
RÍO NEGRO 727.006,58
Total 30.798.877,97

Si bien la Argentina exporta gas (prioritariamente a Chile donde llega a través de los
gasoductos de Neuquén o Tierra del Fuego) en los últimos años el país ha incrementado
sus importaciones debido a los requerimientos energéticos vinculados a su crecimiento.

Neuquén posee el 41% de las reservas de gas del país, lo que es preocupante ya que en los
últimos años sus reservas se han visto reducidas considerablemente. Uno sólo de sus
yacimientos, Loma de la Lata, descubierto en los 80, concentra el 15% de los recursos
calculados disponibles en el futuro y en ese yacimiento, que hasta hace unos años era
sostén de la matriz energética argentina, las reservas cayeron de 124.033 millones mts.3
(2004) a 74.944 millones mts.3 (2005), una caída del 40%. En el 2006, según la Secretaría
de Energía de la Nación, las reservas del gigante del gas bajaron a 65.037 millones mts.3
(13% menos) es decir que en 48 meses, el principal yacimiento de gas del país perdió la
mitad de sus reservas.

La producción de petróleo crudo de Río Negro, en el año 2007 fue de 2.295.414 metros
cúbicos, similar a los 2.298.168 metros cúbicos del año 2006. Con una participación del 6,2 %
del total producido en la Argentina la provincia se ubica en el quinto lugar, detrás de Chubut,
Neuquén, Santa Cruz y Mendoza. La producción de gas durante el mismo año fue de 715.208
Mm3, un 4% superior al año anterior, produciendo el 1,5% del total producido en el país.

La matriz energética argentina requiere de una profunda transformación. El país


históricamente gozó de un perfil de economía autosuficiente en cuanto a recursos energéticos,

95
pero hoy crece cada vez más la convicción del riesgo que implica perder esta condición y
transformarse en un país importador de petróleo, derivados y energía.

Mientras Brasil anunciaba el hallazgo de un megayacimiento de 33.000 millones de barriles,


fruto de treinta años de constantes inversiones en exploración, en nuestro país, Repsol YPF, la
empresa líder informaba a la Bolsa de Comercio que sus reservas han caído un 20% en los
últimos dos años, con un fuerte impacto durante 2007. El dato es crítico ya que la firma
explota un tercio de las reservas de gas y petróleo disponibles en los yacimientos de
territorio nacional lo que equivale a 1.283 millones de barriles de petróleo.

La merma de la producción se viene manifestando en los últimos años de manera preocupante.


La extracción de hidrocarburos registró una caída en el 2007 comparación 5 % con relación al
2006 y de acuerdo a los datos de Statistical Review of World Energy 2007, elaborado por
British Petroleum (BP) (considerados una referencia internacional en la materia), las reservas
en la Argentina descendieron de 2.900 millones mts.3 en 2001 a 2.000 millones mts.3 en 2006,
mientras en el mismo período Brasil pasaba de 8.500 millones mts.3 a 12.200 millones mts.3,
sin considerar los últimos descubrimientos que sin duda cambiarán la historia del país y del
subcontinente.

La actividad exploratoria también ha mermado significativamente. Antes de la crisis del 2001,


se exploraban alrededor de unos 100 pozos anuales. Datos recientes demuestran que la
exploración cayó a 50 pozos después de la crisis y que en 2000, mientras que en 2006 apenas
alcanzó a 59 pozos. Según algunos expertos en temas energéticos como Ricardo Molina, otro
de los problemas que tiene nuestro país en la materia, es su baja eficiencia: mientras en 1980,
el promedio mundial de PBI por cada unidad de energía consumida (millones de Btu) era de
u$s 42, Argentina producía u$s 127 y España producía u$s 72. Dos décadas y media después,

96
el promedio mundial pasó a u$s 97 de PBI por cada unidad de energía consumida mientras
Argentina produce u$s 62 y España u$s 171.

Las compañías del sector -lideradas por la hispano-argentina Repsol YPF, Pan American
Energy (de la inglesa BP y la familia Bulgheroni), la brasileña Petrobras, la norteamericana
Chevron y la francesa Total- estiman que para el 2010 el nivel de extracción de crudo caerá un
23%, hasta los 28,42 millones mts.3 anuales.

En la industria se asume como cierto que el horizonte de reservas es de unos 10 años para
el petróleo y de un par menos para el gas, pero ese plazo depende de tantas variables en
pleno movimiento que no hay certezas de su determinación. Lo cierto es que Argentina
necesita tanto realizar o favorecer inversiones en procura de nuevos reservorios de
hidrocarburos en el país como abrir rápidamente nuevos caminos para su sostén
energético. Y en ambos sentidos, el área de influencia del Corredor Bioceánico
Norpatagónico tiene un rol de la mayor significación.

Entre las principales fortalezas de la actividad, con incidencia en su posible desarrollo


futuro debemos consignar la presencia en toda la Región Patagónica, y también en la zona
considerada, de importantes cuencas sedimentarias no exploradas, con posibilidades
geológicas. Entre estas las más importantes son las cuencas off-shore, si bien no exentas de
riesgos y costos adicionales de explotación.

97
También constituye una fortaleza de la actividad en la Región la alta concientización y
aplicación de criterios de calidad, productividad, seguridad y cuidado del medio ambiente,
en sintonía con las pautas definidas para la actividad a nivel internacional. Otra fortaleza
relativa se deriva de la disponibilidad de recursos humanos altamente capacitados para las
distintas actividades que se desarrollan, incluidas aquellas de Investigación y Desarrollo.

Una debilidad de peso, relacionada con el eslabón extractivo, es la baja productividad por
pozo en actividad, que se relaciona con la antigüedad de los mismos. Actualmente en el
país los pozos tienen una declinación promedio del 14% en su producción media anual.

Asociada a esta problemática aparece una de las principales debilidades que presenta en
la actualidad el sector que es la insuficiente inversión en exploración. Por el nivel de
explotación que presentan los yacimientos argentinos de petróleo y gas, en la actualidad la
exploración resulta más cara y más riesgosa y esto hace que la inversión en exploración en
el país se vea afectada por la mayor competitividad de otras regiones del mundo. De
hecho, a partir de 2001 se observa una caída de la inversión en exploración, especialmente
en pozos gasíferos. Este déficit de exploración asociado a la madurez de los yacimientos
en explotación, genera preocupación por el futuro de la actividad en el mediano y largo
plazo.

Frente a estas debilidades surge una gran oportunidad relacionada con los altos precios
internacionales actuales y el aumento de la demanda global, lo que justifica el aumento de
inversiones exploratorias.

En cuanto a las posibilidades de colocación comercial de una mayor producción, estas no


representan condicionante alguno ya que existe demanda insatisfecha tanto en el mercado
doméstico como en el internacional. De hecho, a partir de la desregulación de la actividad,
durante la década de los 90, comienzan a producirse exportaciones de gas, petróleo y
derivados, como respuesta a una ávida demanda internacional.

Las condiciones de mercado justifican apostar a una favorable evolución de la actividad, con
incremento de la actividad exploratoria, intensificación de las áreas en explotación y expansión
de la actividad hacia nuevas áreas desafiando eventuales mayores costos de explotación.

También cabe esperar un aumento de las actividades secundaria y terciaria asociadas. De hecho,
durante el corriente año, se produjeron importantes decisiones vinculadas con la ampliación de la
actividad exploratoria y la inversión en procesamiento en la zona. A título de ejemplos: El
consorcio Wintershall Energía SA –compañía subsidiaria de Wintershallag Alemania, que
representa los negocios de petróleo y gas natural del Grupo BASF en América Latina– conjunta-
mente con YPF, invertirán 10 millones de dólares en el proceso de exploración de nuevas áreas
petroleras en Gan Gan (Chubut) en tanto que Pan American Energy –integrada por la inglesa BP
(60%) y el grupo Bulgheroni (40%)– también comenzó en 2008 con tareas de exploración en el
Golfo San Jorge.

7.8. COMPLEJO FRUTICOLA

98
El Sistema o Complejo Frutícola Norpatagónico de frutas de pepita (manzanas y peras)
tiene una gran importancia en la ZIC (provincias de Río Negro, Neuquén con una menor
expresión en la provincia de La Pampa y norte de Chubut). Este Complejo es la cadena
productiva agrícola más importante de las Provincias de Río Negro y Neuquén.

La provincia de Río Negro es la principal productora de peras y manzanas, abarcando una


superficie total de 40 mil hectáreas con una producción total cercana a 1.300.000 toneladas. En
el 2007, de las 800 mil toneladas de producción de manzana, el 35 % se exporta, el 10% se
dedica al consumo interno y el resto va a la industria de jugos. Con respecto al cultivo de
peras, la producción es de 500 mil toneladas (68% de la producción nacional), exportándose
casi su totalidad. Los principales mercados compradores de las frutas de pepita argentinas son
Europa, Estados Unidos, Brasil y Rusia. Mercados como China e India todavía no lograron los
acuerdos bilaterales fitosanitarios. En cuanto a la distribución territorial de la producción, más
del 90% de las áreas cultivadas con manzana se localizan en el Alto Valle y Valle Medio del
Río Negro. Cabe destacar que en los últimos años se produjo una mayor expansión en el Valle
Medio, debido a las inversiones en nuevas tierras que se incorporaron a la producción.

Destino exportación frutihortícola Río Negro por SAE


País 2006 2007 Var.%
Bélgica 85.009 65.406 -23,06%
Holanda 46.995 57.807 23,01%
Italia 49.978 44.506 -10,95%
Rusia 127.777 167.926 31,42%
EEUU 46.097 58.512 26,93%
Otros 85.601 111.725 30,52%
Total 441.457 505.882 14,59%

Principales destinos de frutas y hortalizas 2007


por puerto SAE

Otros Belgica
Holanda

EEUU Italia

Rusia

Belgica Holanda Italia Rusia EEUU Otros

Fuente: Dirección Estadísticas y censos, Río Negro y Patagonia Norte.

La producción de pera, especialmente la variedad Williams, se diferencia con el resto de los


países productores del mundo debido a las excepcionales condiciones agroecológicas que
existen en la ZIC. Rusia, un mercado relativamente nuevo, consume el 25% de las peras

99
argentinas. Hace tres años ese país compraba una calidad intermedia y actualmente importa
desde Argentina también las de primera calidad. Para la exportación de las frutas, la calidad
prima sobre la cantidad, por lo que las condiciones en la ZIC permiten minimizar los daños
provenientes de las inclemencias climáticas, mecánicos y de insectos y facilitan que los
productores armen una estrategia integrada para lograr la mayor calidad posible y puedan
penetrar en los mercados internacionales

En el caso especial de la provincia de Río Negro, este Sistema o Complejo Frutícola


contribuye, en forma directa e indirecta, aproximadamente con el 25% del PBG total de la
Provincia y aporta aproximadamente el 65% de las exportaciones de la Provincia.

Se destaca la zona de producción intensiva de los valles irrigados donde se producen frutales
de pepita y en menor proporción, frutas de carozo, vid y hortalizas, especialmente articulados
con la agroindustria y la exportación. Existe una alta potencialidad de expansión productiva,
basada en las condiciones agroclimáticas regionales y la disponibilidad de suelos aptos.

Las superficies cultivadas con frutas en la Provincia de Río Negro -según el último Censo
(2005)- se concentran en las llamadas frutas de pepita, como peras (18.000 has. Cultivadas),
que representan el 41% de la superficie implantada frutícola; manzanas (21.000 has.
Cultivadas), 48% de la superficie frutícola y membrillo, que por ser una fruta que se planta
cuando las tierras ya son menos fértiles ocupa una cantidad marginal, no considerable, de 88
has. El total de fruta de pepita, que es la exportable, asciende en el Alto Valle principalmente
a 38.998 Ha. cultivadas.

Las frutas de carozo (cerezas, guindas, duraznos, damascos, y pelones) ocupan un total de
3.559 has. con un 8% del total de la superficie frutícola implantada: cereza 257 has, ciruela
1209 has.; damasco 16 has; durazno 1595 has; guinda 6 has; pelon 476 has. Las frutas
secas (nueces, avellanas, almendras y castañas) están representadas por 717 has. y ocupan
el 1% de la superficie cultivada.

La uva es dividida en uvas de mesa, que se vende como frutas y uvas para vinificar, ambas
representan el 4% de la superficie frutícola cultivada. Las primeras ocupan un superficie de
473 has. y las segundas de 1.289 has. totalizando 1.762 Has.

Por último la llamada fruta fina (frambuesas, frutillas, grosellas, sauco, mora y otras
variedades) solo tiene una superficie implantada, principalmente en la zona andina de la
provincia, de 72 has. y su destino esta orientado a la industria. La preeminencia entre esa
fruta la tiene la frambuesa con 37 has.

La superficie frutícola cultivada sólo en la provincia de Río Negro es de 45.108 has. a lo


que hay que agregar importantes superficies implantadas en la provincia de Neuquén y en
menor medida en Chubut.

El volumen alcanzado por la producción promedio de los últimos años es de 1.270.000


toneladas (770.000 tn. de manzanas y 500.000 de peras). 900.000 tn. (70%) se exportan como
fruta fresca y jugos concentrados, 320.000 tn. se venden en el mercado interno y 50.000 tns. se
industrializan y venden en la Argentina (especialmente sidras y frutas secas).

100
El valor bruto de la producción de manzanas y peras de la región, valorizada a precios al
consumidor y a precios FOB exportación, se sitúan en el orden de u$s 450 millones anuales,
mientras que el mismo valor aplicando el precio logrado a la salida de la región es de u$s 350
millones y el valor que reciben los productores (valorizando la producción con los precios al
productor) sólo alcanza a u$s 150 millones (33% del valor bruto total), lo que constituye uno
de los principales problemas del sector. Los canales mayorista y minorista del mercado interno
reciben, de los galpones de empaque, mercadería por un valor anual de u$s 100 millones y la
venden a u$s 190 millones con un margen bruto del 90%. Por su parte, los galpones de
empaque reciben la fruta vendida o canalizada al mercado interno a un valor aproximado de
u$s 40 millones, lo que representa un margen bruto del 150%.

Los empacadores y exportadores reciben, de sus propias chacras y de los productores


integrados e independientes, fruta por un valor cercano a los u$s 88 millones y la
comercializan en exterior por u$s 192 millones con un margen bruto del 120%. Por último,
las industrias compran por valor de u$s 22 millones y venden por otro de u$s 68 millones
(margen bruto del 209%).

Durante el período enero-septiembre de 2007, las exportaciones de frutas frescas fiscalizadas


por el Senasa fueron de 1,4 millón de toneladas por 789,3 millones de dólares, mostrando
un incremento del 22% en divisas y del 13% en volumen respecto de los envíos del mismo
período de 2006.

Referido a la ocupación de mano de obra, el conjunto de actividades de producción, empaque


y comercialización de manzanas y peras del valle ocupa en forma directa un total aproximado
de 60.000 personas y en forma indirecta otras 150.000 personas.

Respecto a la fruticultura de Neuquén, también ésta es la actividad más importante dentro


de la agricultura neuquina. La misma se localiza en el área limítrofe de Río Negro y forma
parte de un sistema regional integrado.

La agricultura neuquina abarca, aproximadamente, 18.000 hectáreas bajo riego en los


departamentos de Confluencia y Añelo. De ellas, la fruticultura ocupa cerca de 8.500
hectáreas, 68% de las cuales corresponden a manzana y 25% a pera, mientras que el 7%
restante está plantado con ciruelas y otros frutales de menor significación. Entre ellos existen
90 hectáreas con frambuesas y moras en la zona de Confluencia, ocupando el primer lugar
como produc-tores de fruta fina.

La producción de manzanas neuquina, ocupa una superficie cultivada de cerca de 6.000 has.
En 2007, la producción superó las 250.000 toneladas, aportando alrededor del 19% de la
producción nacional. Por su parte, la pera neuquina participa con el 9% de la producción
nacional, destinán-dose algo menos de la mitad de la cosecha a la exportación. La producción
de peras durante el año 2007 rondó las 75.000 toneladas.

Puesto que el complejo frutícola de Neuquén funciona de manera integrada con la provincia de
Río Negro, parte de la fruta neuquina se envía a Río Negro para su empaque y comercia-
lización. En contrapartida, la capacidad instalada de la industria juguera neuquina, absorbe

101
parte de la fruta rionegrina. La producción de jugos concentrados se orienta casi en su totalidad
al mercado externo, siendo su principal destino Estados Unidos.

Comportamiento del mercado internacional

Al ingresar China al mercado en 1996, se convierte en el principal productor mundial de peras


y manzanas, con un fuerte crecimiento en la última década. Actualmente existe una
sobreoferta de manzanas, razón por la cual los precios internacionales verificaron un descenso
en los últimos años. Argentina compite en contraestación con la producción de Chile, Brasil,
Sudá-frica, Nueva Zelanda y Australia en el Hemisferio Sur. El ingreso de China y la
consiguiente sobre oferta, significó un descenso en los precios internacionales en un 30%.

Existe en cambio, un alto potencial de crecimiento para la pera dado el bajo consumo per
cápita y la tendencia de la UE a incrementarlo.

El destino de las exportaciones de pera (57% del total) se concentra en Europa (42%); Rusia
(21%), Brasil (20%) EEUU (15%); quedando para el mercado interno (13%) y para la
industria (29%). El destino de las exportaciones de manzana en cambio (19% del total) se
concentra en Europa (45%); Rusia (22%), Brasil (24%); quedando para el mercado interno
(23%) y para la industria (58%).

El mercado internacional de estos dos productos, marca una tendencia creciente para la
producción mundial de peras, siendo los principales productores de manzanas: China (con mas
de 22 millones de toneladas); EEUU, Francia, Polonia, Turquía, Italia, Rusia, Alemania y Chile
y Argentina (con cantidades en torno al millón de toneladas) y los principales productores de
peras: China (9 millones tons); Italia, EEUU, España, Alemania y Argentina (con algo mas de
medio millón de tons). En el comercio internacional de peras, Argentina cuenta con una
posición de liderazgo (17,6%).

Los diez mayores exportadores de manzanas frescas son Francia, EEUU, Italia, Chile, China,
Bélgica, Holanda, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Argentina, mientras que en peras frescas los
principales exportadores son: Argentina (con 310.000 tn.), China, EEUU, España, Bélgica,
Italia, Chile, Sudáfrica y Países Bajos. Argentina ha perdido más del 57% de su participación
en el comercio mundial de manzana. La caída es mayor (del 76%) si tomamos como base el
año 2000 para aislar el impacto positivo de la devaluación sobre el comercio argentino. El
56% de la producción de pera argentina se destina a exportaciones, mientras en manzanas
sólo el 21% de la producción se exporta.

Argentina no es un jugador importante en el comercio mundial de manzana, dado que cuenta


con poca oferta de las variedades más requeridas internacionalmente. La demanda de Red
Delicious y Granny Smith está en declinación, tanto en volumen como en precios. Menos del
1% de la producción local lo representan las variedades Golden y Fuji, que son las de mayor
aceptación en los mercados mundiales.

El principal sub-producto de la manzana y la pera es el jugo concentrado, el cual se destina


principalmente al mercado externo, fundamentalmente a EEUU. Otros subproductos son caldo
de sidra, fruta deshidratada, Aroma y otros. A nivel mundial el 20% de la producción de

102
manzana se industrializa mientras que en Argentina la industrialización supera el 50%. En
pera, a nivel mundial es el 11% de la producción y en Argentina el 14%.

La industria emplea 6,7 Kgs. de manzana para obtener 1 kg. de jugo concentrado. Se
producen 51.000 toneladas anuales. El 82% de dicha producción se exporta, por un valor
de (u$s 42 millones anuales). Argentina es el quinto productor y exportador mundial de jugos
concentrados de manzana (6% y 11% de participación, respectivamente).

En promedio se utilizan 7,4 kgs. de pera para obtener 1 kg. de jugo concentrado. Argentina es
el segundo productor mundial en el rubro Jugos Concentrados, con 19.000 tns.anuales (u$s
13,5 Millones). El 95 % de la producción argentina de jugo concentrado de pera se exporta a
los EE.UU. La materia prima industrial utilizada para producir Jugo Concentrado y otros
subproductos, es inferior a los estándares de calidad requeridos para el comercio internacional
de fruta fresca.

La producción de caldo para sidra y sidra, se realiza básicamente con manzanas que no
tienen posibilidad de colocación en el mercado en fresco. Es mínima la cantidad de pera
que se destina a este rubro.

La sidra fue una de las primeras actividades industriales derivadas de la producción de


manzanas, que fueron creciendo con su desarrollo, hasta llegar a un volumen producido
que permitía atender la demanda nacional, ya que las posibilidades de exportación eran y
son limitadas. Posteriormente, el avance de la industria de jugos concentrados, con un
mercado más amplio y totalmente destinada a la exportación, la limitó más aún.

La actividad industrial consistió fundamentalmente en la producción de caldo para sidra, es


decir, molienda, prensado y fermentado en piletas cerradas, para luego trasladar este producto
a las plantas de fraccionamiento, ubicadas, la gran mayoría en los centros de consumo, donde
se termina el producto y se envasa en botellas apropiadas para su comercialización en todo el
país. Solamente dos de las plantas sidreras decidieron desarrollar el proceso de terminación y
envasado en la región, dado fundamentalmente por su característica, ya que son empresas
cooperativas, sus propietarios son los propios productores de la región y se orientaron a un
mercado mas regional. Estas empresas no han podido evolucionar en el tiempo.

Por ser Río Negro, la principal provincia productora de manzanas, es también la principal
proveedora de caldo para sidra. El mercado de la sidra, es un mercado de tipo estacional, con
características populares, que compite en precio, vinculado a los centros mas densamente
poblados.

La sidra, es un producto muy vinculado a las tradiciones, especialmente a las fiestas de fin de
año, lo que le da una fuerte estacionalidad, y en la etapa final de la convertibilidad tuvo una
fuerte competencia con los champagnes. También la variabilidad de los gustos, hace que los
vinos y la cerveza han avanzado en el interés de los consumidores. Si observamos las curvas
de los volúmenes acumulados de salida, vemos que son bastante similares, en los últimos
años, rondando un volumen total de caldo salido del orden de las 35.000 toneladas, lo que
significa procesar 50.000 tns. de manzanas.

103
El valor del caldo para sidra es del orden de 0.12 u$s/kg.; y el proceso que se realiza fuera
de la ZIC, tiene una estructura de costos que está dada por un 40% por el caldo, 10% por el
proceso y 50% por los insumos (en particular la botella).

Ese proceso de industrialización extra ZIC supone que por la venta de caldo, ingresan
4.500.000 u$s, mientras el valor incorporado afuera supera los 6.500.000 u$s, de los
cuales, 1.000.000 u$s es procesos y el resto en insumos extra zona.

Lamentablemente no han existido políticas ni actividades de promoción de los productores en


colocar el consumo de sidra en una posición ventajosa y diferenciada, semejando la posición
alcanzada hoy por la cerveza artesanal en la zona andina. Sería importante rescatar la tradición
–como sucede en otras regiones del mundo– orientando los sabores de la sidra y sus calorías a
los exigidos hoy por los mercados.

En el estudio de referencia se ha realizado un análisis de los resultados de la producción de


peras y manzanas correspondiente a la campaña 2006-200715, cálculo costos de producción y
precios de la temporada pasada y actual, tanto para productores dinámicos, como rezagados,
para producción “empacada” y para industria, de modo de tomarlos como referenciales para la
factibilidad del Corredor Biocéanico Norpatagónico.

Una proyección del negocio frutícola en la ZIC (en especial Río Negro y Neuquén) con
relación a la temporada frutícola 2007, presenta referencias muy útiles para ser tenidas en
cuenta a la hora de analizar y proyectar el desarrollo del sector, incluso a corto y mediano
plazo:

 La cosecha fue de algo más de 1,5 millones de toneladas, 1% superior a la anterior


cosecha.

 La producción de peras fue de 631 mil toneladas, 1,4% mayor a la cosecha anterior.
Aumentó Packham´s (+22,8%) y variedades como Abate Fetel y Bosc (+9,4%),
mientras que diminuyo William’s (-8,9%), Danjou (-11,9%) y las Rojas (-3,6%).

 La producción de manzanas fue de 905 mil toneladas, un incremento del 0,6% con
relación a la cosecha anterior. Aumentó Granny Smith (+0,4%) y Galas (25,5%),
mientras que descendió Red Delicious y sus clones (-1,3%), Braeburn, Fuji y PInk Lady
(-9,5%), y otras variedades (-9,8%).

 El volumen de fruta exportado subió 113 mil toneladas, de las cuales, 65 mil toneladas
corresponden a peras, y el resto a manzanas. El análisis del valor de venta en los
mercados externos, menos sus costos, permite señalar que se registró una mejora entre 4
y 5 centavos de dólar en el valor de exportación (FOB), a consecuencia de un escenario
de precios positivo por la menor cosecha del Hemis-ferio Norte

 El incremento de los costos de proceso –empaque, refrigeración, logística y flete, es


similar al incremento del precio de exportación. En cuanto a la corroboración del

15
Datos obtenidos de consultas con el experto frutícola Miguel Giacinti.

104
panorama de aumento de costo del proceso (empaque, conservación y despacho), el
boletín de la Secretaria de Fruticultura para la semana 47, pagina 8, señala una suba del
42% en el 2007 para la caja Mark IV, 30% electricidad, 22% mano de obra y 16% el
envase de madera denominado jaula para pera.

 Considerando que toda la fruta cosechada ingrese en una empresa, las posibilidades son
venta en fresco –mercado externo e interno– e industria. El promedio de fruta destinada
a industria fue 20% en pera, y 40% para manzana. Por otro lado, la exportación
representa el 65% de la pera cosechada, y el 30% en manzanas. En definitiva, la venta en
fresco al mercado nacional es 15% de la cosecha en pera, y 35% en el caso de la cosecha
de manzanas.

 Bajo los parámetros del párrafo anterior, una liquidación promedio de la región, permite
comentar que el precio de la fruta total ingresada en la empresa tendría una liquidación
de 16 centavos de dólar en peras y 15 centavos de dólar en manzana.

Por el contrario, si tan sólo se liquidara la fruta finalmente empacada, mientras que la
industria la cobrara el productor en forma directa o indirecta, su valor ascendería a 20
centavos de dólar en peras y 19 centavos de dólar en manzanas. Es decir, el retorno para la
fruta “empacada” –la que efectivamente se empaca, que no es lo mismo que fruta
ingresada al empaque o a la empresa–, equivale al 34% del valor FOB en el caso de las
peras, y del 35% para manzanas.

Un dato que se debe tener en cuenta sobre los números expuestos es que se trata de un
ejercicio en base al promedio de todas las ventas del sector. Esto no implica desconocer
que hay empresas que están más orientadas a algunos mercados de menor valor en relación
al promedio sectorial, o que por el contrario, concentran ventas en Inglaterra, por ejemplo.
De la misma manera, por el lado de la producción, hay quienes certifican normas Eurepgap
y Tesco, y otros que no trabajan con normas de buenas prácticas productivas. Para quienes
trabajan en estos extremos resultará obviamente controvertido el número del análisis del
promedio de todo el sector.

Si bien pueden tipificarse más de dos grupos de productores en la fruticultura norpatagónica,


una manera de intentar salir del análisis promedio del sector, es caracterizar al menos entre
productores dinámicos y rezagados. Los dinámicos están en competencia, incorporando
tecnología, mucho de ellos en proceso de fuerte vinculación o integración, además de
presentar un panorama de actualidad internacional en cuanto a certificaciones de buenas
prácticas, trazabilidad, e incluso, hasta para cadenas de supermercados británicos. Este grupo
empaca para la venta en fresco un 90% de la pera ingresada en las empresas, mientras que en
manzanas dicho nivel se ubica en torno al 80%. El costo de producción está en 18 centavos de
dólar para peras y 19 centavos en manzanas. Una liquidación de fruta en el 2007 para este
grupo, considerando un promedio sectorial, sería por la fruta ingresada a la empresa de 18
centavos de dólar para peras y 17 centavos de dólar para manzana. En el caso de pagar tan sólo
la fruta efectivamente empacada para la venta en fresco, el retorno al productor sería de 20
centavos de dólar para pera y 19 centavos de dólar para manzana.

105
Por otro lado, los rezagados –muchos descendieron a este grupo como consecuencia de la
convertibilidad e incluso desde el Plan Austral– se caracterizan por tecnología inadecuada,
antigua, y destinan un alto volumen de fruta a industria (40% en peras y 60% en manzanas,
con grupos de productores incluso posicionados en torno al 80%). Los costos de producción
son muy variables, pero tan solo para referenciar, el costo de producción para fruta destinada a
industria se ubica en torno a los 6 centavos de dólar por kilo. Este grupo de productores, que
no hacen todas las labores culturales que se referencian en los estudios de costos regionales, y
además, están parcialmente informales ante la AFIP, presentan necesa-riamente una estructura
de costo menor al grupo dinámico.

Esta situación los lleva año a año a una creciente marginalidad, por esa razón es muy
importante reconocer que existen y realizar propuestas de solución estructural, no financiando
con “subsidios” clientelistas –incluso solicitados a Nación–, la agonía de este grupo. Una
liquidación promedio para este grupo, no superaría los 12 centavos de dólar por kilo de pera y
manzana ingresado en la empresa, mientras que si es tenido en cuenta el destino de la fruta, la
fruta de industria tendría su valor de 4 y 8 centavos de dólar por kilo de pera y manzana
respectivamente, mientras que para la fruta efectivamente empacada para la venta en fresco se
posiciona en 18 centavos de dólar para pera y 19 centavos de dólar para manzanas.

Un dato que corrobora el importante grupo de productores rezagados, adicionalmente a lo


que muestra el Censo Agropecuario de Río Negro (2005 estimado en 1.000 productores con
11.000 hectáreas), es la actual situación ante la cobertura del seguro de granizo con subsidio de
Nación, e instrumentado a través de FunBaPa. Los productores con menos de 50 hectáreas de
fruta de pepita y carozo, suman 3.055 productores con 31.786 hectáreas. De las cuales, 1.342
productores con 12.630 hectáreas están en situación irregular en el registro de productores
agropecuarios (RENSPA), y de estos, un 75% está en situación muy problemática ante la
AFIP.

El costo de producción analizado, permitió (diciembre 2006) establecer un valor referencial


para los contratos de compra venta de manzana y pera de 17 centavos de dólar, por kilo
ingresado al empaque, es decir, sin diferenciar la fruta que se destina a industria.

Sin embargo, para la temporada 2007/2008 el valor referencial es situado en 22 centavos de


dólar, expresando claramente un cambio de metodología; en lugar de costos, adicionar
utilidad. Ya en el 2007 se debatió la incorporación al costo de producción del gasto del seguro
contra granizo (aunque según las compañías de seguro, hay baja cobertura del riesgo en
pequeños y medianos productores y por ello, la solicitud de que Nación subsidie una póliza de
seguro como se está instrumentando en este momento. Los que impulsan este cambio último
en la metodología se basan en al aumento del valor FOB declarado en Aduana por las
exporta-doras y publicado en las estadísticas de Senasa, sin considerar la suba de costos
internos, que también se ha reflejado en el cálculo de costo referencia para el productor.

La forma de solucionar problemas estructurales, como el rezago tecnológico, la inequidad


distributiva y la incompetencia comercial, no es precisamente a través de una ley que
pretende fijar un precio “sostén” más que un valor en función del costo. O como dicen
algunos, un instrumento para el productor pueda negociar un precio, aunque más bajo del
publicado, pero mejor que años anteriores.

106
Producciones alternativas frutícolas

Generalmente cuando se analiza el complejo frutícola de la ZIC se centra el análisis en la


producción de peras y manzanas, por historia de producción, volumen y presencia en los
mercados internacionales. Pero en un mundo donde la diferenciación y exclusividad
conforma el eje del consumo global, es de interés destacar las potencialidades de otros
cultivos como frutas finas y particularmente cerezas.

Las importaciones mundiales de cerezas en fresco se incrementaron un 115,9 % en la década


1990-2001, pasando de 195.344 millones a 421.814 millones de dólares para continuar
acrecen-tándose en el siguiente quinquenio.

La participación de los principales países importadores mundiales en los últimos años ha sido la
siguiente: Japón (25%), Alemania (13%), Austria (8,2%) y Reino Unido (8%) seguidos de China
(6%), Canadá (6%), EEUU (4,4%), Hong Kong (4,6%), Italia (4,1%) y Países Bajos (3,6%). La
suma de las importaciones de estos países superó los 350,000 millones de dólares, representando
más del 80% del valor mundial importado. Si incluimos la participación en las importaciones de
países cuantitativamente menos significativos (con participación individual menor al 3%), como
Suiza, Francia, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, España, Bélgica, Portugal, Singapur,
Federación Rusa, Australia, México y Brasil, se alcanza el 96,5% del total, habiéndose duplicado
en general las importaciones en la última década.

Las importaciones de los países europeos citados representaron aproximadamente un 45% de


las importaciones mundiales mientras que las de los países miembros del NAFTA, representan
un 11% y los países asiáticos señalados han incrementado su participación del 29% (1990) al
40% en 2006 de las importaciones mundiales. La evolución positiva en el valor de las
importaciones a nivel mundial y la incorporación de nuevos mercados con importancia
relativa cada vez mayor, principalmente los países asiáticos y en segundo lugar de América del
Norte, muestran la potencialidad de este sector para el desarrollo del comercio internacional de
la ZIC. El incremento ha sido notable: por ejemplo en la década 1990-2001 el aumento de los
principales países importadores fue de 4062,84% en su conjunto, con crecimientos de China
(+1401,5 %) y Austria (+1401,3%), acompañado por EEUU Unidos (+519,6%), Hong Kong
(+233,4%), Reino Unido (+157,25%), Japón (+110,5%) e Italia (+125,8%). 16

De acuerdo a las tendencias observadas en las regiones con importancia relevante en las
importaciones de la cereza, con proyecciones positivas tanto en países asiáticos como en
países de América del Norte, y una organización más distributiva entre los países europeos
-que constituyen, aún en la actualidad, el pilar principal de la demanda mundial-, e incluso
pensando en la apertura y crecimiento de nuevos mercados en distintas regiones –Sureste
asiático, América del Sur y Oceanía-; podemos proyectar para el próximo decenio un
crecimiento sostenido de la demanda de cerezas a nivel mundial, dependiente en menor
medida de grandes fluctuaciones de países concentradores o problemas regionales, y cada
vez más relacionado con efectos aditivos de una mayor cantidad de países capaces de
compensar retracciones individuales o sectoriales. Según las tendencias, la creciente

16
FAOstat database collections (http:apps.fao.org)

107
valorización de la cereza a escala global podría continuar en ascenso, pero con ajustes
ciertamente marcados a nivel regional.

El avance sostenido de nuevas formas de integración y el firme crecimiento de las


economías de países llamados emergentes, presuponen un cambio muy importante,
principalmente por la magnitud y el alcance de sus efectos, y aparentemente inevitable en
el mediano plazo. Quizá haya que trabajar decididamente en una planificación, afianzando
proyectos y programas nacionales y regionales, que permitan adaptarnos de la mejor
manera a esta realidad, para poder tomar a este cambio como una oportunidad y no como
una amenaza, evitando resaltar permanentemente las diferencias competitivas de otros
sectores sin evaluar concienzudamente nuestras verdaderas posibilidades. La producción
de cerezas desde Argentina hacia el mundo, puede ser un ejemplo.

Recomendaciones para el sector frutícola. Necesidad de definir estrategias para


potenciar el sector

A principios de la década de los ’90, la producción de peras en la región totalizaba las 350.000
toneladas, de las cuales las exportaciones de llevaban algo más de 220.000 toneladas. Según
proyecciones privadas y teniendo en cuenta el aumento de la superficie plantada con esta
especie en estos últimos cinco años, la producción regional de pera llegará a las 700.000
toneladas anuales antes del 2015.

Teniendo en cuenta los problemas que hoy existen en los mercados internacionales y que
en un alto porcentaje la pera que se produce en la región se exporta, sería importante
comenzar a trabajar para analizar como comercializar en forma eficiente todo este
importante volumen de frutas. Armar estrategias entre las empresas permitiría no cometer
los mismos errores que se ejecutaron en su momento con la manzana y cuyos resultados
están a la vista: más del 50% de lo que se produce de esta especie va a la industria porque
no tiene salida comercial.

 Los recursos naturales y la imagen “Patagonia” asociada a éstos constituirán los factores
de diferenciación más importantes para la región. El adecuado uso y preservación de los
recursos naturales, principalmente el agua, asociados a actividades socio-productivas
deberán merecer especial atención.
 Los mercados internacionales presentarán mayores exigencias de calidad e inocuidad de
los alimentos. Los cambios en los hábitos y demandas de los consumidores, y las
restricciones para-arancelarias se producirán con más frecuencia e intensidad. Esto exige
que las producciones orientadas a mercados externos como la fruticultura y la
horticultura definan estrategias de productos diferenciados, para competir en base a
atributos de calidad, origen y “producto natural”, manteniendo eficiencia en la
producción e introd.-ciendo innovaciones de productos y procesos.
 Atento a que continuará la tendencia a la concentración en la comercialización de
productos, la participación de pequeñas producciones en las cadenas de producción-
comercialización internacionales requerirá de estrategias específicas de organización para
la reducción de asimetrías. Por ello serán cada vez más importantes las estrategias
sectoriales, regionales y locales que permitan la participación, la inclusión social y una

108
mayor eficiencia en la asignación de recursos. La formación de capital social requerirá de
especial atención.
 La creciente competencia en los mercados mundiales disminuirá los márgenes de
ganancia de algunas actividades productivas, por lo que será necesario disponer de alter-
nativas de producción de probada factibilidad. Por ello los aspectos centrales de la
estrategia y una propuesta regional debería considerar al desarrollo socio-productivo de
la región promoviendo la competitividad, salud ambiental y equidad social.
 El uso y conservación de los recursos constituye un eje trasversal para todas las
actividades productivas. Se procura que la región sea considerada a nivel mundial como
una región natural, reservorio de agua dulce, prestadora de servicios ambientales, donde
se desarrollan actividades productivas con bajo o nulo impacto sobre el ambiente.
 La competitividad es el eje principal de la fruticultura y se plantea en términos de acceso
a los mercados internacionales de alto poder adquisitivo. Se apunta a contribuir en la
organización de la cadena para la definición de una visión conjunta, que permita el
abordaje de problemas estructurales. La organización y la transferencia tecnológica son
importantes para facilitar el acceso de pequeños y medianos productores a estos
mercados.
 La región patagónica requiere de conocimientos y tecnologías adecuadas a las produc-
ciones y diversos ambientes que la integran. Para ello se propone contribuir al fortale-
cimiento de los sistemas de actualización, formación y de innovación tecnológica
regionales como así también la consolidación de ámbitos de planificación y gestión
participativos.
 Se espera que el impacto en la región sea consecuencia del accionar articulado de los
principales actores de la región. Una de las principales áreas de impacto corresponde a la
sustentabilidad ambiental, y en términos específicos la generación de tecnologías eco-
compatibles.
 La fruticultura como principal actividad regional es otra área de impacto, especialmente
el segmento de pequeños y medianos productores. La consolidación de ámbitos de
partici-pación, la organización sectorial, la visión prospectiva y la transferencia
tecnológica son aspectos clave para que el complejo frutícola se torne más competitivo.

La fruticultura norpatagónica de pepita constituyó, hasta mediados de la década de los años 70,
un sistema productivo altamente competitivo y orientado casi totalmente hacia la exportación
de una gama de productos agroindustriales (incluyendo la fruta empacada) obtenidos en un
número aproximado de 50.000 has. de cultivos bajo riego.

Este sistema productivo competitivo dio el impulso inicial para el desarrollo y crecimiento
poblacional de la provincia de Río Negro y cumplió un papel multiplicador dado el conjunto o
red de actividades de: producción, procesamiento, conservación, transformación, provisión de
insumos y servicios, transporte, financiamiento, formación de recursos humanos, etc., que
generó en su entorno geográfico.

El Sistema o Complejo Frutícola norpatagónico de frutas de pepita ha atravesado por tres


etapas netamente diferenciadas, a saber:

109
1. Relacionada con las empresas de capital inglés: Ferrocarril del Sud, Compañía de
Tierras del Sud y Argentine Fruit Distribuitors (AFD), que abarcó desde 1911 hasta
1948 (fecha de nacionalización de los ferrocarriles y empresas conexas).

2. Vinculada a las empresas nacionales dedicadas a la comercialización interna y externa


de frutas frescas, que ocuparon el espacio vacío dejado por la desaparición de la AFD.
El origen de estas empresas fue, casi exclusivamente, el de los mercados de frutas de
Buenos Aires, principalmente el Mercado de Abastos. Esta etapa se extiende desde
1948 hasta mediados de la década de los años 70.

3. Aún vigente, está caracterizada por la falta de un conjunto empresarial que la


hegemonice; a pesar de una alta concentración de empresas de capital internacional,
situación ésta que se traduce en un conflicto constante de intereses, el cual impide
elaborar una estrategia más o menos concertada entre sus principales actores:
productores, empacadores, industriales y exportadores.

En la actualidad el Complejo Frutícola se caracteriza por el alto grado de conflictividad que


tiene en su interior y por la ausencia de lo que se ha dado en llamar "una voluntad de poder y
negociación” en las entidades que lo componen. Las entidades gremiales empresarias han
sufrido una etapa de ausencias de propuestas y desconocimiento colectivo acerca del
fenómeno del Desarrollo Regional y Territorial y de las posibilidades y ventajas derivadas de
su participación para el incremento en la productividad del sector que redunde en condiciones
de competitividad en los nuevos mercados globales. Todo ello sumado a las consecuencias
negativas de las sucesivas crisis económicas y politicas de ajuste sufridas entre 1975 y 2001.

Ello ha generado: Fractura de la red de relaciones locales entre producción, provisión de


insumos y prestación de servicios; Concentración de la propiedad de la tierra (4.700
productores en 1988, 3.600 en 1997 y 2.800 en la actualidad); Concentración de la produc-
ción (En 1997 el 10% de las empresas más grandes representaban el 35% de la producción,
mientras que ahora representan el 50%); Concentración de la industria y la
comercialización (Las 20 empresas más grandes que detentan la propiedad del 20% del área
productiva comercializan más del 80% del volumen exportado en fresco y controlan o
participan en gran parte de la producción y exportación de jugos concentrados);
Concentración del ingreso (El sistema de distribución del valor agregado es cada vez más
regresivo. En los inicios de la década de los años 70, los productores recibían casi el 60% del
valor agregado total, hoy esa participación ha caído al 33% y la mayoría es apropiada por los
grandes propietarios que son las empresas empacadoras y exportadoras); Fijación de precios
inequitativos. (Los precios que las grandes empresas establecen para remunerar su producción
propia es un 40% a 50% mayor al que liquidan la fruta de igual calidad entregada por
productores independientes); Fragmentación de la producción (La inequitativa distribución
del ingreso origina el atraso tecnológico de los productores independientes que aún continúan
en actividad); Decadencia poblacional (La larga crisis de la fruticultura, principal actividad
económica de la provincia de Río Negro, se ha traducido en que la provincia pase de ser una
de las que tenía las mayores tasas de crecimiento poblacional del país hasta 1991, a ser una de
las de menor crecimiento, según el último censo de 2001).

Acciones necesarias para fortalecer el complejo frutícola

110
Para devolver la competitividad al Sistema Frutícola Regional se requiere en primer lugar
motivar la definición de un nuevo Proyecto de Desarrollo Regional o Territorial de manera
participativa y negociada entre todas las partes interesadas. Esta tarea es muy delicada y
compleja y requiere la convocatoria oficial a todos los “agentes” del desarrollo, conformar una
“mesa de conversaciones” para establecer “pactos inteligentes” entre todos los actores. El
Proyecto debería responder a los siguientes interrogantes: ¿Qué producir, dónde producirlo,
cuándo y cómo vender?; ¿Cuáles son las posibilidades de diversificación, cómo y cuánto
producir?; ¿Cómo se relacionan los sectores intervinientes y cómo se preserva la equidad?;
¿Qué asociaciones externas son convenientes y cómo promoverlas?; ¿Qué proyectos de
inversión se pueden identificar y cómo se financiarán?; ¿Cuáles son los recursos humanos y
cómo se pueden formar y emplear?; ¿Cuáles son los requerimientos tecnológicos y cómo se
lograrán?; ¿Qué imagen corporativa regional desarrollar y cómo promocionarla?; ¿Cuáles son
los trámites con el sector público y cómo lograr desburocratizarlos?; y ¿Cómo aumentará la
productividad global y con qué indicadores se medirá?

Ese proceso deberá ser acompañado de una visión sistémica y estratégica para la solución de
los principales problemas que afectan cada uno de los subsectores que componen del
Complejo Frutícola. La globalización de la economía mundial ha modificado radicalmente los
conceptos que determinan la competitividad internacional de las naciones, regiones
subnacionales o Sistemas y Complejos Productivos. En efecto las posibilidades de inserción de
un país, o una zona del mismo, en el nuevo mundo se basan en sus “ventajas competitivas” y
no, como en el pasado, en las “ventajas comparativas”, concepto más amplio que pretende
destacar una nueva realidad en la cual los factores de la producción no son sólo tierra, capital y
trabajo como tradicionalmente se había considerado en la teoría económica, sino la
maximización en el uso de la microelectrónica, biotecnología, información, gerenciamiento,
innovación, infraestructura, estrategia y conocimiento, que constituyen los verdaderos factores
productivos en los cuales descansa la diferencia de una y otra empresa, sector, complejo o
región subnacional.

La innovación es uno de los factores de diferenciación entre “ventajas competitivas” y


“ventajas comparativas” como también el grado de articulación, vertical y horizontal, que
conlleva cada uno de ellos. Las "ventajas comparativas" se relacionan con una visión
individual, a nivel de empresa o producto-región geográfica. Las "ventajas competitivas",
reflejan una situación sistémica que abarca un conjunto de empresas e instituciones que
interactúan para generar la competitividad de una región subnacional o un complejo
productivo.

Esa visión sistémica significa un cambio sustantivo en la aplicación de políticas


económicas que tiendan a aumentar las posibilidades de inserción de una zona o
complejo productivo en el nuevo contexto internacional.

Para apoyar un sistema productivo, que siempre se desarrolla en una región o territorio
subnacional, es necesario tomar medidas regionales o subnacionales las que se han
definido como políticas mesoeconómicas. Obviamente las políticas mesoeconómicas, para
tener legitimidad y posibilidades de aplicación, deben ser concertadas entre la Nación, las
Provincias y el Sector Privado. No es tan obvio, en cambio, pero sí más necesario, que

111
estas medidas de política mesoeconómica respondan a un Proyecto de Desarrollo Regional
o Territorial previamente delineado. Todo lo cual es de la mayor pertinenecia para el
análisis del Corredor Bioceánico Norpatagónico.

En tal sentido, se han señalado en el presente estudio los avances alcanzados a través del Plan
Integral de Desarrollo del Sector Frutícola en la Provincia de Río Negro, que el Ministerio de
la Producción de esa Provincia (a través del Programa BID Pro Río Negro) realizó para
articular a los actores en la búsqueda de definir acciones que incremente la competitividad del
sector. Paralelamente la SAGPyA de Nación ha requerido un Pan Integral de modo de poder
articular políticas activas a mediano plazo.

En estas acciones es importante señalar aspectos que no están a la vista pero que
obstaculizan los procesos de articulación de los actores del sector: La CAFI es la gremial
empresarial que agrupa a empresas grandes y con procesos integrados, su preocupación
central es la innovación en la pera Williams, en nuevos mercados, en el cumplimiento de
las certificaciones de normas que posibiliten la exportación. Pero por otro lado están
agrupados en la Federación de Productores desde empresas PyMes, como puede ser el
proyecto de Chimpay orientado a la producción orgánica, como pequeños productores del
sector social que requieren otro tipo de asistencia para alcanzar los mercados con una
viabilidad razonable.

Como se ha señalado ut supra, el sector emplea una gran cantidad de personal, en forma
temporaria y permanente, de manera directa e indirecta. Hoy las normas de los mercados
exigen certificaciones de competencias laborales en toda la línea de trabajo, desde el peón
hasta el nivel gerencial. Allí aparece la necesidad de mas y mejor trabajo, que lógicamente
se verá reflejado en los convenios de trabajo y en la tensión de las negociaciones paritarias
entre patronales y sindicatos. La capacitación por tanto, tiene mas alcances que los que a
simple vista se observan. Por otro lado el estado en sus distintos niveles, nacional,
provincial y municipal deben mejorar las condiciones y el entorno para la innovación
tecnológica y los sistemas de información para la toma de decisiones. Lo que requiere
inversiones importantes y urgentes a nivel gubernamental nacional, provincial y municipal
para solucionarlo.

Las primeras acciones definidas para el cluster frutícola hasta ahora, tienen una mirada
para cada sector interviniente y posibilita avanzar en su incorporación al Plan Integral
Frutícola, pero no han puesto en la mesa de negociaciones los diferentes intereses y
necesidades lo que requeriría una acción mas dinámica del Estado y una mayor
articulación entre las partes involucradas para la institucionalización del Plan Integral
Frutícola y su visión de futuro.

Potencialidades del Sector Frutícola

En la ZIC, como se ha señalado, existe una potencialidad significativa del sector tanto por
las mejoras tecnológicas y de innovación que permite su actual desarrollo como por la
existencia de tierras sistematizadas para riego que brindan la oportunidad de un incremento
de un 150% nuevos cultivos o producciones a sumar a los ya existentes (en menor medida
en Neuquén). Ello requiere el estudio específico de los mejores usos posibles así como de

112
las inversiones necesarias para la puesta en producción y valor de la riqueza endógena de
la región en este sector.

Los recursos naturales y la imagen “Patagonia” asociada a éstos constituirán los factores de
diferenciación más importantes para la región. El adecuado uso y preservación de los recursos
naturales, principalmente el agua, asociados a actividades socio-productivas deberán merecer
especial atención.

Es importante el potencial crecimiento no sólo de los mercados internacionales atento la


creciente demanda de los países emergentes sino también el mercado interno internos y
regional (tanto por el crecimiento demográfico como por el exponencial crecimiento del
turismo en la región), como así también por el ascenso del crecimiento económico en las
micro y macrocuentas tanto de la Argentina como en Chile y Mercosur.

Ante la también creciente demanda de UE de peras frescas, cerezas y manzanas, los varietales
deben orientarse a estas demandas como a las del enorme mercado Asia Pacifico, de extra-
ordinario potencial, que hoy constituye la verdadera locomotora de la economía mundial.
También existe la oportunidad de un notable incremento de la demanda mundial para
frutas orgánicas y de producción integrada.

Si se logra impulsar en la región una oferta asociada, a través del Plan Estratégico Frutícola, se
generaran economías de escala que favorecerán la atención de la demanda y un beneficio en la
rentabilidad del sector. Esa potencialidad queda reflejada en la proyección del sector privado
que pretendía llegar para el 2015 a una producción de peras en la región de 700.000. Tns., que
alcanzó en el 2007 pese a los actuales problemas existentes.

Aunque es difícil ensayar una conclusión cierta, asumiendo estudios prospectivos y no


proyectivos, es decir tomando en cuenta los nuevos escenarios y sabiendo que se cuenta con
nuevas tierras aptas para la producción y con políticas en fase de implementación para
fortalecer la cadena productiva del sector, es factible esperar un incremento de un 100% para
el año 2015 sobre la producción actual, en particular teniendo en cuenta que el desarrollo del
Corredor Bioceánico Norpatagónico –bajo estudio– permitiría incrementar además la
competitividad del sector, sobre la base del mejoramiento de las condiciones de infraestructura
vial, portuaria y ferroviaria previstas.

Si se cuenta además con condiciones internas propicias a este incremento como: Incentivos a
la exportación por puertos patagónicos; Disponibilidad de tecnologías tanto para certificar la
producción como para eliminar la carbocapsa; Avances en la toma de decisión tanto públicos
como privados para un Plan Estratégico Frutícola; Fuentes de financiamiento, etc. no sería
exagerado esperar un comportamiento de los actores en función de los mercados y las nuevas
exigencias de éstos que permitan alcanzar la magnitud de producción señalada.

Por lo señalado, se ha ensayado en este Estudio una matriz de potencialidades como visión del
desarrollo del sector que sirva como insumo a la factibilidad del Corredor Biocéanico
Norpatagónico, pero que a su vez, se constituya en una herramienta para mejorar los entornos
locales para la producción, entendiendo que un nuevo sistema de vías de transportes se

113
constituye en un hito para el desarrollo de la región en un marco de acciones que generen
riqueza endógena y sustentable en estos territorios.17

7.9. COMPLEJO HORTÍCOLA

La producción intensiva de hortalizas desarrollada en los valles irrigados del norte patagónico
cubre una superficie aproximada de 8.000 has sobre las distintas áreas de regadío ubicadas
sobre las márgenes de los ríos Limay, Neuquén, Colorado y Negro, y es una actividad
secundaria si se la compara con la fruticultura, principal actividad productiva de la mayoría de
dichos valles.

La horticultura de la región se encuentra diferenciada por distintos niveles de desarrollo:


mientras por un lado se distingue una producción especializada, concentrada principalmente en
las zonas de Valle Medio y Valle Inferior del río Negro (con menor incidencia en algunas
áreas hortícolas en los valles de Conesa, Río Colorado y Alto Valle de Río Negro y Neuquén),
por otro lado existe un conjunto de producciones diversificadas que se distribuye en todos los
valles mencionados, en ambas provincias. En el caso particular del Alto Valle, debido a la
concentración del consumo la horticultura es intensiva y muy diversificada.

La superficie destinada al cultivo de las principales especies hortícolas tanto en la


provincia de Río Negro como en la de Neuquén se distribuye de la siguiente manera:
Tomate 1850 has y 76,5 has (23% y 17%), Cebolla 1680 y 105 has (21% y 23%), Zapallo
1610 y 61,1 has (20% y 14%), Papa 746 y 47,7 has (9% y 11%) y Otros 2176 y 158,7 has.
(27% y 35%) respectivamente.

El destino de la producción hortícola se diferencia fundamentalmente por las exigencias de


calidad de los mercados: el externo, en especial Europa, y el interno, que abastece en particular
a los centros de consumo de la misma región patagónica. Con relación a este último aspecto,
los productos locales sólo cubren el 30% de la demanda regional.

Además, las ventajas comparativas que ofrece la región en lo que respecta a las posibilidades
de obtener productos de bajo impacto ambiental no han sido aún explotadas, en parte como
consecuencia de no existir una demanda concreta de este tipo de productos, deuda pendiente
del mercado interno nacional teniendo en cuenta el alto impacto que implica la problemática
de la inocuidad de los productos alimentarios.

Si se compara la producción de hortalizas en el país puede observarse que de las especies más
comercializadas, todas ellas se producen en la ZIC pero con la limitación de estar todavía –
salvo la cebolla que se exporta– al consumo regional. De las 600.000 has. de explotación
hortícola nacional y 10,5 millones de toneladas, la participación de la ZIC es menor y
manifiesta altas posibilidades de expansión. Un dato significativo al respecto es que sólo el
30% de la producción de tomate a nivel nacional se industrializa. Los principales

17
Ver Informe Final Consultor Elida Domínguez.

114
consumidores mundiales de productos hortícolas son Asia 56,5%, UE 10,4%, EEUU, 9,4%,
Sudamérica y Caribe 8,9%, Africa 8,9% y otros 5,9%

Subsector Cebolla

En función de los volúmenes producidos, la cebolla ocupa, después de la papa, el segundo


lugar entre las hortalizas, a nivel mundial. En la última década las exportaciones mundiales
crecieron un 66%. Las importaciones representan a nivel mundial el 10% mundial y el 10%
del consumo. Los mayores importadores son EEUU, Rusia, Alemania e Inglaterra que
significan el 43% de las importaciones mundiales. A la vez, los países exportadores mas
importantes son Holanda (18%), México (13%), India (11%), Argentina (9%), EEUU (9%)
que reunen el 60% de las exportaciones. 18

Las exportaciones argentinas de cebolla rondan los 100 millones de dólares anuales en los
últimos años, con tendencia a incrementar su consumo en el mundo, sector donde nuestro país
posee fortalezas que, convenientemente aprovechadas, permitirán acompañar este crecimiento,
en especial la ZIC. Argentina es el principal exportador de bulbos y cebolla deshidratada de
América Latina. Teniendo en cuenta el volumen producido, este cultivo ocupa el tercer lugar
en el país, detrás del poroto y la papa.

En el país se cultivan alrededor de 19.000 hectáreas con cebolla con una producción que
supera las 500.000 tns. La superficie implantada con cebolla creció un 70% en la última
década y los rendimientos medios se incrementaron en un 18%. El 47% de la superficie
cultivada se realiza en la zona sur (Buenos Aires y el Valle Medio e Inferior de Río
Negro), el 25 % en Cuyo (Mendoza y San Juan), el 14 % en Santiago del Estero, y otro
14% repartido en diferentes provincias argentinas. En Santiago del Estero se producen
cebollas tempranas; en Cuyo tempranas, intermedias y tardías; y en la zona sur cebollas
tardías. Es interesante considerar la producción de cebolla de verdeo que se ubica en los
cinturones hortícolas de las principales ciudades del país.

En el área de influencia de la Región Pampeana Sur, el cultivo de la cebolla es la actividad


hortícola que más aporta a la economía regional. Esta zona se ha definido en los últimos
10 años como productora de cebolla para exportación.

Uno de los problemas que afecta el sector cebollero es el manejo inadecuado de la


poscosecha sumado a la incidencia de enfermedades causadas por hongos del suelo. El
rubro de agroquímicos es el más desarrollado, está actualizado y apoyado por la prestación
de asistencia técnica a productores. También se cuenta con un adecuado desarrollo en
maquinarias e implementos generales de cultivo. La mayor deficiencia está relacionada con
equipos de siembra de precisión y cosecha probados a nivel nacional. La disponibilidad de
maquinarias de empaque como tamañadoras, nacionales e importadas, con sistemas variados y
técnicamente actualizados es adecuada y cuenta con respaldo del fabricante, principalmente en
las de origen nacional.

18
FAO

115
En cuanto a la semilla, más del 90% de los cultivares que se emplean en el país han sido
desarrollados por programas de mejoramiento genético nacionales y comprenden casi el 100%
de las exportaciones de cebolla del país.

Los insumos para empaque son de mediana a alta especialización y están adecuada-mente
tecnificados y desarrollados. Este sector está desarrollado en la ZIC (principalmente en el sur de
la provincia de Buenos Aires y en el Valle Medio del Río Negro donde hay aproxima-damente
unos 121 galpones de empaque de los 146 registrados en todo el país). Existe una logística
adecuada y les permite procesar grandes volúmenes de cebolla en poco tiempo.

Argentina exporta cebolla a más de 30 países. Brasil absorbe aproximadamente el 85% de


nuestras exportaciones, el 12% se dirige a Europa, especialmente a Alemania, Reino Unido e
Italia, y el 3% al resto del Mercosur.

En cuanto a industrialización, si bien la superficie destinada a este rubro no supera el 3%


de la superficie total dedicada al cultivo en el país, la Argentina es el principal exportador
de cebolla deshidratada de América Latina, pero esta industria está concentrada en la
región cuyana, donde existen tres plantas deshidratadoras que procesan la mayor parte de
la producción. Los cultivos se hacen bajo contrato, lo que disminuye el riesgo a los
productores. Para la industria del encurtido, que sigue en importancia a la del deshidratado,
se destinan alrededor de 100 t de cebollas.

La mejora en la producción del sector en la ZIC está vinculada –como en el resto del país–
a una mejor provisión de información técnica que aunque abundante, está desarticulada y
es de carácter parcial y de difícil acceso para la toma de decisiones. La carencia de
asistencia técnica provoca, en muchos casos, costos innecesarios y pérdidas que se podrían
evitar.

Desde 2001, INTA lleva adelante un proyecto nacional, con técnicos de diversas estaciones
experimentales entre ellas la Universidad del Comahue en la ZIC a tendiente a solucionar
problemas tecnológicos vinculados con: 1. Diversificación de la oferta varietal que contempla
la introducción de resistencia a enfermedades causadas por hongos del suelo; 2. determinación
de la variabilidad genética presente en el germoplasma argentino de cebolla para
características benéficas en la salud humana; 3. desarrollo de cultivares locales de cebollas
poco pungentes, “cebollas dulces”, y el establecimiento de una red nacional de ensayos de
cultivares de cebolla que contemplen no sólo la diversidad genética sino también las diferentes
épocas de implantación; 4. manejo de enfermedades causadas por hongos del suelo como la
fusariosis y la raíz rosada y el de plagas como la mosca de la cebolla; 5. tecnología de manejo
del cultivo, como la evaluación de la rotación de cultivos más apropiada, el manejo racional
del agua, el suelo y los agroquímicos, fundamentalmente herbicidas; 6. mejoras en las
prácticas de producción; 7. desarrollo de sistemas de calidad para la optimización de la
cosecha, pos-cosecha, empaque y transporte.

Con respecto a la normalización y fiscalización, si bien existen normas de empaque y


comercialización validadas en el MERCOSUR, el control de calidad es bajo para las cebollas
destinadas al mercado interno y más riguroso para la exportación. Se han desarro-llado
protocolos para la producción integrada y orgánica de cebolla. En el rubro transporte hay

116
escasa especialización. Tradicionalmente, la carga trasladada está expuesta a las condiciones
ambientales, con lógicas consecuencias del deterioro de la calidad. El transporte marítimo se
realiza en bodega y a veces a la intemperie. Es necesario incrementar el uso de contenedores
ventilados y refrigerados. Tampoco el despacho aduanero, en términos generales, está
especializado.

Potencialidades del subsector cebolla

La ZIC puede ofrecer un producto diversificado, con variedades de diferente ciclo, color y
sabor. A esto se suma la factibilidad técnica y agroecológica de desarrollar cebollas de tipos
poco pungentes o dulces. Existen áreas de producción concentradas en zonas bien diferen-
ciadas con condiciones agroecológicas óptimas que permiten sostener la oferta a lo largo de
todo el año y facilita el diseño e implementación de una estrategia colectiva nacional para
ganar mercados. Es factible almacenar y diferir las ventas en espera de mejores precios ya que
se dispone de variedades que presentan alta resistencia al almacenamiento.

Nuestro país cuenta con una mayor disponibilidad de tierra que países competidores como
Chile y Nueva Zelanda y no posee la gran limitante de agua que tiene Australia. Además,
existe un buen nivel de prácticas tecnológicas con orientación exportadora.

La tecnología disponible puede optimizar la producción, acondicionamiento y empaque con


aumentos en la rentabilidad y calidad. El proyecto nacional de cebolla del INTA está
desarrollando acciones para solucionar problemas tecnológicos del sector.

Acciones necesarias para potenciar la producción y exportación de cebollas

 La Región posee una insuficiente organización y especialización exportadora, lo que


no le permite conquistar potenciales mercados. Hay una gran fragilidad de controles en
los puntos de salida de la producción hacia Brasil, lo que permite el contrabando y la
subfacturación.

 Las exportaciones, en su mayoría, se realizan a través de compradores que adquieren


el producto a granel en finca; la falta de organización en la comercialización impide
garantizar calidad y volumen para exportar. La oferta varietal es aun insuficiente para
responder a la demanda diversificada en el mercado externo extra Mercosur.

 Algunas prácticas tecnológicas en producción y, fundamentalmente, en acondicio-


namiento y empaque son inapropiadas para alcanzar niveles adecuados de rentabilidad
y calidad. Los principales problemas identificados son: manejo de poscosecha, curado
y almacenamiento de los bulbos; falta de desarrollo y aplicación de protocolos para la
evaluación de la calidad; falta de difusión y adopción de tecnologías de riego,
fertilización y manejo de herbicidas en algunos estratos de productores.

 Hay problemas fitosanitarios, especialmente los causados por hongos del suelo en las
principales zonas de producción del país, agravados por el monocultivo.

117
 La organización e integración horizontal y vertical es muy escasa. Esto lleva a una
pérdida de competitividad en los mercados, en términos de continuidad y calidad en la
comercialización.

 Los cultivos para consumo en fresco no se hacen bajo contrato, lo que haría disminuir
los riesgos del productor y asegurar continuidad y calidad.

 No existe una estrategia colectiva para mejorar la competitividad del sector, ampliar
mercados y fortalecer la participación de la Argentina en los mercados externos. Falta
coordinación y organización entre las distintas zonas productoras.

Conclusiones

La evolución del cultivo de cebolla en la Argentina no ha tenido una planificación


organizada sobre la base de la demanda de los mercados existentes, la misma situación se
da en la ZIC. El crecimiento del sector respondió a la formación del Mercosur y cuando
existía una paridad cambiaria acorde con el Brasil se aprovecharon las ventajas
agroecológicas de nuestro país para producir cebollas de día largo (tipo Valencianas).
Debido a la devaluación del real, a fines de 1998, el sector entró en crisis, situación que se
revirtió a partir de la devaluación del peso.

La participación argentina y en especial desde la ZIC en el mercado externo puede


aumentar, pero es necesario la integración, la organización y la especialización en
exportación y diversificación de los mercados. Una forma de ampliar la oferta es mediante
el desarrollo de las cebollas dulces, de gran aceptación en algunos mercados como el de
Estados Unidos e incipiente consumo en el mercado interno. Se puede diversificar
mediante la difusión de cultivares de cebollas blancas, rojas, de diferentes tamaños y
épocas de cosecha. Es posible aumentar el consumo de esta hortaliza aprovechando los
aspectos benéficos que aporta a la salud humana.

Para mejorar el sector se debería, con la participación y consenso del sector privado y
público, elaborar e implementar un Plan Estratégico, que apunte a posicionar al país en
niveles de competitividad equivalentes al de los principales productores mundiales,
resguardando la sostenibilidad social y ambiental. Esto depende de nuestra capacidad de
organización, de nuestra actitud hacia la integración y de la existencia de condiciones
mínimas de estabilidad macroeconómica.

Subsector Papa

Según datos de FAO la papa es el principal cultivo alimenticio no cerealero en el mundo,


ya que representa más de la mitad de la producción mundial de tubérculos y raíces, con
una cosecha mundial anual de 300 millones de toneladas y una superficie mundial que
ronda los 18 millones de hectáreas. La participación porcentual en superficie por
continente es la siguiente: Europa 49,5%, Asia 36,0%, América del Sur 5,3%, África
4,6%, América del Norte y Central 4,3% y Oceanía 0,3%.

118
Argentina según datos del Censo Nacional Agropecuario destina 226.622 hectáreas a la
producción de 21 especies hortícolas diferentes, dedicándose 47.224 hectáreas, es decir un
20,83 %, a la producción de papa.

El consumo mundial (30 kgs por habitante) distribuido por región mostraba en el 2000 un
consumo centrado en Europa 94 kgs por habitante, seguido de Oceanía (52), America del
Norte y Central (45), Sudamérica (32), Asia (19) y Africa (10). Pero un dato relevante para
el estudio del Corredor Bioceánico Norpatagónico es que en los últimos años la tasa de
crecimiento del consumo de papa se manifiesta en Hong Kong, Perú, Tailandia, Malasia,
Israel y China, lo que revela la potencialidad de los nuevos mercados asiáticos para la
producción regional, mientras desciende en los mercados tradicionales.

Las provincias de Buenos Aires y Córdoba explican el 68,2% del total nacional, y si se
suman Tucumán, Mendoza y San Luis representan más del 90% del total nacional. Por
tanto, ante la capacidad agroclimática de la ZIC para el desarrollo del subsector es factible
considerar la expansión de áreas de siembra en la región. La superficie implantada con
papa en el norte de la Patagonia no llega a las 1.000 ha. con un rendimiento de 28 Tn. por
hectáreas.

Papa Consumo: la superficie estimada de papa para consumo fresco e industrial se ubica en
algo más de 80.000 has con una producción de 2,51 millones de tns. El consumo de papa
fresca del país se ubica en 55 kg de papa/hab/año19. Del total de superficie plantada con papa
para consumo, entre un 11 y un 15 % se destina a industrias, las cuales consumen cerca de
450.000 tn/año para distintos productos, siendo el principal bastones prefritos congelados.
Papa Semilla: La superficie destinada a semilla en las distintas regiones del país suman 5150
has, destacándose la Provincia de Buenos Aires con 38/40 % de la superficie y Mendoza con
un 33 %. La producción de semilla con un promedio de 22 tn/ha., es inferior en un 24 % a las
necesidades de consumo de semillas fiscalizadas, las cuales se cubren con semillas sin
fiscalizar y algunas variedades no tradicionales importadas.

Si bien observamos que el cultivo en la ZIC es bajo, y generalmente orientado al abasteci-


miento local, se debería tener en cuenta la potencialidad de la papa en el agregado industrial,
teniendo en cuenta que Argentina se ubica en el tercer lugar del ranking de producción del
Mercosur.

Subsector Tomate

De acuerdo a la extensión de su cultivo, es una de las hortalizas de mayor importancia,


tanto en la Argentina como en el mundo. Se destina tanto a consumo en fresco como a
industrialización, y cada destino requiere variedades especiales. Si bien se cultiva tomate
en más de cien países, tanto para consumo fresco como para industria, los diez principales
productores concentran más del 70 % del total mundial. Argentina participa con un 0,6 %
y sólo ocupa el puesto 27.

19
Fuentes: Aacrea, INTA Balcarce, Mercado Central de Buenos Aires

119
La provincia de Río Negro es el tercer productor nacional detrás de Mendoza, San Juan, y
por delante de Santiago del Estero, provincias donde se observan condiciones
agroecológicas favorables para cultivo.
La provincia con mayor superficie destinada a tomate industria es Mendoza. La tendencia
muestra que el incremento en la producción de hortalizas de verano en el último trienio es
del orden del 25,6 %. Los mayores incrementos se deben a la casi duplicación de
superficie cultivada con tomate industria: pasó de 3.135 a 6.129 hectáreas. En Río Negro,
el tomate es la hortaliza de mayor importancia, La superficie total cultivada de hortalizas
en la provincia supera las 6.700 has. El tomate se destina a la industria en un 90% y ocupa
alrededor de 1700 has.
Los principales países productores de tomate son China (23,7%), EEUU (10,2), Turquía (8%),
India (6,7%), Italia (6,1%), Egipto (6%), España (3,6%), Irán (3,3%), Brasil (3%), México
(1,9%) con una producción global de unos 120 millones de toneladas.
El volumen de tomate procesado muestra una tendencia mundial creciente ya que en el
último quinquenio aumentó un 31 %. Los diez principales países procesadores de esta
hortaliza centralizan casi el 90 % de la producción mundial. En el período analizado el
mayor incremento corresponde a China, que triplicó su producción y se ubica actualmente
como tercer productor mundial. Si bien Argentina es el 27 productor mundial con el 0,6%,
ocupa el puesto 13° en el mercado de tomate procesado y su participación alcanza el 1,1 %
del total mundial.
En Argentina operan 25 plantas destinadas a la producción de conservas de tomate, con
una capacidad instalada de 560.000 toneladas. El principal comprador es Reino Unido,
(más del 70 % de los embarques). Estados Unidos, Brasil e Italia son otros importantes
compradores.
El mercado nacional está fuertemente concentrado: tres empresas reúnen el 60 % de la
producción mientras que las diez más importantes representan el 90 % del total. Las cinco
primeras exportadoras concentran más del 80 % del volumen comercializado.
Entre el 55 y el 60 % se destina a la elaboración de pasta de tomate (concentrado doble),
aproximadamente el 16 % a tomates enteros pelados y el resto a otros productos (jugos,
triturados, salsas, entre otros). Comúnmente, la pasta es manufacturada y embalada en
recipientes de gran tamaño. Este ingrediente crudo se distribuye a las firmas que la
reprocesan agregando, agua y especias entre otros ingredientes. Luego se envasan en
recipientes destinados el consumidor.
En la ZIC la principal provincia productora de conserva es Río Negro, segunda provincia a
nivel nacional detrás de Mendoza. El volumen destinado a exportación es poco importante,
en comparación con el que absorbe el mercado doméstico. Sin embargo, en los últimos
años dentro de las conservas de tomates (tomates enteros o en trozos y los purés, salsas y
concentrados) se manifiesta un importante crecimientos de las ventas al exterior. 20 Casi la
totalidad de las exportaciones se realiza en envases de contenido neto inferior o igual a 2,5

20
Fuente: Direccion Nacional de Alimentos - SAGPyA - sobre la base de Aduana.

120
kg. Río Negro, Mendoza, San Juan, Córdoba y Buenos Aires son las mayores provincias
exportadoras, siendo Paraguay, Uruguay, Chile y Cuba los principales destinos.

Potencialidades del subsector


Las potencialidades pueden resumirse en: 1. Existe una demanda creciente de tomate en fresco
e industrializado en el mercado interno y en el externo; 2. Los precios internacionales han
mejorado para los exportadores; 3. Las tierras del Valle Medio son aptas para este cultivo, y en
la zona existen frigoríficos y empacadoras; 4. Existen tierras para incorporar a las ya
implantadas; 5. Viabilidad de producción orgánica o integrada.

Acciones a desarrollar para potenciar el subsector


1. Optimizar la calidad de producción a todo lo largo de toda la rama agroindustrial
implementando sistemas de aseguramiento de la calidad.
2. Aumentar la rentabilidad de los productores participantes en el programa a través
del incremento de la eficiencia y la mejora en los costos.
3. Mejorar el nivel de gestión de los agricultores para que puedan optimizar el
aprovechamiento de nuevas tecnologías de producción.
4. Elevar el nivel de eficiencia de las empresas industriales para que logren costos de
procesamiento similares a los de sus competidores externos

Potencialidades del Sector Hortícola

Existe una potencialidad especialmente destacada, a igual que en la fruticultura, que es la


existencia de tierras sistematizadas para riego que brindaran la oportunidad de un
incremento de 150% aproximadamente de nuevos cultivos o producciones que se
sumarian a los ya existentes en la provincia de Río Negro. Lógicamente esto requerirá un
estudio mas profundo de los mejores usos posibles y de las inversiones necesarias para la
puesta en producción y en valor de esta riqueza endógena con que cuenta la provincia de
Río Negro, la proyecta en forma favorablemente diferenciada respecto a las demás
provincias de la Patagonia Norte.

Los recursos naturales y la imagen “Patagonia” asociada a éstos, constituirán los factores de
diferenciación más importantes para la región. El adecuado uso y preservación de los recursos
naturales, principalmente el agua, asociados a actividades socio-productivas deberán merecer
especial atención.

Si bien no podemos decir lo mismo respecto a Neuquén en cuanto a la ampliación


extensiva de la superficie implantada ni de la superficie chubutense y pampeana, si le
caben a todas las provincias implicadas en el Corredor Bioceánico de la Patagonia Norte
los demás conceptos eco naturales y una gestión racional y orientada a los nuevos
requerimientos de los mercados, tanto internos como internacionales.

A su vez se cuenta y contará con el potencial crecimiento de los mercados internos y del
regional, tanto por el crecimiento demográfico como por el exponencial crecimiento del

121
turismo en la región, como así también por el ascenso del crecimiento económico en las micro
y macrocuentas tanto de la Argentina como en Chile y también el Mercosur.

Existe, además, una creciente demanda de hortalizas, como la cebolla, se incrementaría la


posición de las exportaciones si se incursiona en variedades diferenciadas. También la
oportunidad de un incremento de la demanda mundial para hortalizas orgánicas y de
producción integrada.

Si se logra impulsar en la región una oferta asociada, a través de organizar y definir un Plan
Estratégico Hortícola, se generaran economías de escala que favorecerán la atención de la
demanda y un beneficio en la rentabilidad del sector. Es necesario un pensamiento estratégico
y definir escenarios prospectivos y proyecciones para las hortalizas.

Por lo señalado, se ha ensayado en este Estudio una matriz de potencialidades como visión
del desarrollo del sector que sirva como insumo a la factibilidad del Corredor
Biocéanico Norpatagónico, pero que a su vez, se constituya en una herramienta para
mejorar los entornos locales para la producción, entendiendo que un nuevo sistema de vías
de transportes se constituye en un hito para el desarrollo de la región en un marco de
acciones que generen riqueza endógena y sustentable en estos territorios

7.10. COMPLEJO VITIVINÍCOLA

La vitivinicultura -una actividad de largo arraigo en el país y con fuerte inserción regional-
tiene sin duda, también enormes potencialidades en especial a partir de los fuertes cambios
que ha logrado en los últimos años impulsar en su desarrollo.

Según los expertos, esa potencialidad es tan grande, que ha provocado una importante
expansión de la inversión en el sector en la última década -tanto local como extranjera-
que supera los 1.500 millones de dólares. Aunque todavía está lejos de los primeros
puestos (compite con países que dedican más recursos e invierten más), la exportación de
vinos ha crecido significativamente en los últimos años. El consumo del mercado
doméstico había tocado un techo en la década de 1970 para comenzar a bajar hasta
principios de milenio.

Para combatir ese amesetamiento, se fijó como una de las metas del Plan Estratégico
Vitivinícola, lograr que el país abandone el puesto nº 11 en el ránking de exportadores
mundiales y se ubique entre los primeros cinco. Para lograrlo, Argentina tiene dos cepas
emblemáticas: el malbec y el torrontés y una ecuación precio-calidad que sus
competidores todavía no alcanzan.

Para la región por la que transcurre el Corredor Bioceánico Norpatagónico el tema vinícola
reviste la mayor importancia. Tradicionalmente entre las provincias de Río Negro y Neuquén
cubrían una superfice de implante de vides del orden de las 17.000 hectáreas (años 60) pero en
su mayoría de escasa calidad enológica. En los últimos años se produjo una extraordinaria
reconversión con la infraestructura de producción existente, estableciéndose una nueva
vitivinicultura para la producción de vinos de calidad. Ello significó la supresión de más de

122
14.000 hectáreas de vides y la concentración en unas pocas empresas con verdadera vocación
vitícola para la producción de vinos de calidad en los mercados nacionales e internacionales.

Las favorables condiciones ecológicas de la región, principalmente el clima ha permitido el


desarrollo de una vitivinicultura de calidad: hoy la mayoría de la superficie implantada utiliza
buenos sistemas de conducción; riego presurizado, por goteo y variedades de buen
comportamiento en la región, con óptima calidad de uva. A ello se han agregado importantes
inversiones en equipamiento de bodegas, aptas para el mercado internacional, lo que ha
permitido alcanzar renombre para los productos del Alto Valle en Río Negro y de San Patricio
del Chañar en Neuquén.

A la Región Vitivinícola de la ZIC (Río Negro, 3000 has y Neuquén, 1000 has) se han
incorporado nuevos viñedos, principalmente en el sudoeste de La Pampa (125 has) y
también algunos en el noroeste de Chubut (30 has).

Las exportaciones de vino argentino se han incrementado en los últimos años, aunque aún no
logran ocupar un papel relevante en el escenario mundial. En particular en el 2005, se
exportaron 2 millones de hectolitros que significaron 14% y 2% del total producido a nivel
doméstico y mundial, respectivamente, mientras que las importaciones ocupan un rol poco
significativo.

Si bien en el mercado (local e internacional), el consumo viene disminuyendo, tanto por


cambios en los hábitos de consumo de los consumidores como por la aparición de
sustitutos, todavía alcanza a un total de 10 millones de hectolitros. (2005).

Dentro de la región vitivinícola Norpatagónica, Río Negro produjo en el año 2006 el 56%
de uva para vinificar de la zona, lo que representa cerca de 90.000 quintales de esta fruta,
con presencia de un pequeño grupo de bodegas relativamente nuevas (con excepción de la
histórica bodega Canale) y de jugadores internacionales (Salentein-Holanda, Domaine
Vistalba -Francia-, etc)

Las exportaciones de vinos con origen en la Argentina superaron la barrera de los 300
millones de dólares en el año 2006 y los 320 millones en el 2007, un nivel record para esta
franja de la economía que a principios de la década del ’90 vendía al exterior por sólo 15
millones de dólares.

Pero la actividad vitivinícola nacional tiene metas mucho más ambiciosas: en los próximos
veinte años espera generar ventas externas por unos 2.000 millones de dólares. Para ello se
pretende avanzar en la conformación de una estrategia común entre los países que integran el
Mercosur, apuntando a la construcción de una visión vitivinícola del bloque económico con
proyección al mundo. Dos tercios de los despachos estuvieron integrados por vinos varietales,
de calidad. Los principales destinos para los mejores vinos argentinos (y de la Norpatagonia)
fueron: Reino Unido y EEUU, entre otros. Paraguay y Rusia entre los vinos sin mención de
varietal.

Si bien la Región Vitivinícola de la Patagonia Norte no está entre las primeras regiones
productoras del país, sí se perfila como una importante productora de vinos espumantes

123
(champagne) donde ha alcanzado un producto de buena calidad. Expertos extranjeros han
caracterizado a la región como excelente para esos varietales. 21

Aunque la participación regional dentro de la vitivinicultura nacional es aún incipiente, mejora


año a año sensiblemente sus indicadores: de la mano de las inversiones que se han realizado
principalmente en Neuquén en los últimos años, el crecimiento experimentado en el mercado
externo en los últimos dos períodos fue de casi 1.000% en volumen y de 1.200% en divisas
con un 96% de las exportaciones de vinos varietales. Río Negro exportó más de 800.000
dólares con un crecimiento en ventas cercano al 30% y en los ingresos del 25%. 22

Existió una primera etapa en el sector vitivinícola donde los inmigrantes se preocuparon de la
calidad del cepaje de las uvas para una buena calidad de vinos. Pero luego la mayoría de las
cepas implantadas eran criollas o europeas de escasa calidad, adoptando sistemas de conducción
de gran expansión vegetativa como los parrales, que favorecía la elevada producción por unidad
de superficie; todo esto en detrimento de la calidad que habían buscado y obtenido los empren-
dedores de la primera etapa del desarrollo vitivinícola de la región. Para fines de la década del
60, la superficie implantada con vides en las provincias de Río Negro y Neuquén alcanzaba casi
18.000 hectáreas. En los registros obtenidos en Neuquén en el III Censo Vitícola Nacional de
1968, no aparecen las variedades y la superficie de cada una de ellas, solamente el total, que era
de 655,3 hectáreas y para Río Negro 17.109,1 hectáreas.

Estos datos muestran la existencia, en esa época, de una gran cantidad de variedades
implantadas, muchas con identificación errónea, en su mayoría de escasa calidad enológica
y gran parte de ellas conducidas en parral, de manera tal que era muy difícil emprender
una reconversión con la infraestructura de producción existente, siendo necesaria la
instalación de una nueva vitivinicultura que se fundamentara en la implantación de
variedades aptas para la región, utilizando los nuevos sistemas de cultivo y elaboración
para la producción de vinos de calidad.

Es de destacar que simultáneamente al incremento del área implantada con vides en la región
norpatagónica también aumenta, de manera considerable, la superficie a nivel nacional, princi-
palmente en las provincias de Mendoza y San Juan. La oferta de vinos comunes era cada vez
más importante, con producción favorecida, en esas provincias, por las condiciones ecológicas
y porque su estructura productiva se constituyó para cumplir esa finalidad. Las Regiones
Vitivinícolas del país, incluyendo la patagónica, se vieron invadidas por vinos comunes,
producidos a bajo costo, provocando sucesivas crisis vitivinícolas que tuvieron un efecto más
intenso en aquellas regiones con desfavorables ventajas comparativas, principalmente en la
producción de vinos de baja calidad. Se inicia así un período desgraciado de erradicación de
viñedos, ya que en unos quince años se extirpan alrededor de 14.000 hectáreas y la
vitivinicultura de la Patagonia Norte se refugia en muy pocas empresas que habían tomado

21
La Asociación de Productores de Río Negro, solicitó en el 2007 la elaboración de un estudio sobre la
aptitud de las tierras para estos varietales al Programa Pro Río Negro, del BID.
22
En la actividad correspondiente al diagnóstico y potencialidades del sector vinícola se ponen de manifiesto
las visiones estratégicas de los principales países productores y competidores de Argentina. Nota del
Coordinador

124
conciencia de la verdadera vocación vitícola y mantuvieron, con una oferta reducida, vinos de
calidad en los mercados nacionales e internacionales.

Es de destacar que a lo largo de todos esos años de crisis y erradicación, se realizaron


variadas acciones tendientes a revertir el proceso de involución de la vitivinicultura
regional, siendo la más destacable la denominada “los vinos finos de las zonas frías”.
Desgraciadamente ni ésta, ni ninguna otra acción provocaron el efecto buscado, que era el
desarrollo del cultivo y la instalación de una vitivinicultura de calidad, para tratar de
impedir las crisis que se venían registrando frecuentemente.

Hacia mediados y fines de la década del 90, algunos empresarios advierten las bondades
que ofrecen las condiciones ecológicas de la región, principalmente el clima, y retoman los
conceptos que tuvieron en cuenta los pioneros para el desarrollo de una vitivini-cultura de
calidad, sobre la base de la implantación de las variedades aptas y la adopción de la
tecnología disponible actualmente, tanto en el cultivo como en la elaboración. En la
mayoría de la superficie implantada se utilizan sistemas de conducción con buena
estructura de apoyo, alambres y postes; riego presurizado, por goteo y variedades de buen
comportamiento en la región, de rendimientos no muy elevados y de óptima calidad de
uva. Además, se ha concretado un moderno equipamiento en bodega, para la obtención del
mejor producto posible.

Analizados los datos correspondientes a superficie y variedades que actualmente existen


en el viñedo regional, se puede observar que en Río Negro existe aún un gran número de
variedades de alto rendimiento y baja calidad enológica, como Moscatel Amarillo, Pedro
Giménez, Torrontés Mendocino, Torrontés Sanjuanino, Ugni blanc, Bastardo, Syrah
(Balsamina), Cereza, Criolla Grande, Moscatel Rosado, etc, que evidentemente tienen un
peso decisivo en la posibilidad de incrementar la oferta de vinos de calidad. Todo lo
contrario ocurre en las provincias del Neuquén y La Pampa, aunque de menos importancia
en superficie, pero con un encepado casi en su totalidad compuesto de variedades de alta
calidad enológica y de cuyas uvas se pueden elaborar excelentes vinos.

A la situación antes mencionada, en cuanto a la composición varietal de las diferentes


provincias que componen la ZIC, se ha llegado como consecuencia de que en los últimos
cinco años se ha comenzado con la implantación de viñedos, principalmente en Neuquén y La
Pampa. Se puede estimar que en la primera se han implantado en este período unas 995
hectáreas, en la segunda unas 80 y en Río Negro alrededor de 210. Se debe destacar, como un
dato anecdótico, la implantación de 20 hectáreas de variedades de uvas finas en la localidad de
El Hoyo de Epuyén, en la provincia del Chubut, pero se carece de datos concretos sobre el
emprendimiento, en lo que concierne a madurez de las uvas, rendimientos, adaptación del
cultivo, etc.

Al analizar los datos de superficie de las provincias del Neuquén y La Pampa, se puede
observar que las variedades implantadas son aquellas que tienen el mejor comportamiento
a las condiciones de clima de la región y que además, permiten elaborar excelentes vinos
que son demandados por los mercados nacionales e internacionales, como en tintas:
Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot y Pinot Negro y en blancas: Chardonnay y
Sauvignon Blanc.

125
Por último, se puede expresar que la vitivinicultura de la región ha iniciado su recuperación
sobre estructuras productivas valederas y firmes, adoptando la mejor tecnología actualmente
existente en el mundo, tanto en el viñedos como en la elaboración, y apoyándose en los
conceptos de calidad del producto, debido a que las condiciones agroecológicas de la
Patagonia Norte permiten la obtención de vinos de calidad superior.

Los principales desafíos de la industria vitícola de la Norpatagonia están vinculados a: 1.


Alta desorganización varietal en las superficies cultivadas que afecta la calidad de los
vinos; 2. Escasez de mano de obra para el desarrollo de labores de cosecha; 3. Bajo nivel
de tecnificación de la maquinaria utilizada en el proceso industrial; 4. Escasas experiencias
de I+D que posibiliten la diferenciación del producto y la creación de una marca regional o
denominación de origen (“Vinos de Río Negro” o “vinos de Patagonia”).

Pero las oportunidades del sector son manifiestas. La evolución de las exportaciones revela
el firme avance de vinos finos de mayor valor unitario, lo que explica el aumento del valor
de las ventas externas a un ritmo muy superior al correspondiente de los volúmenes
exportados. Los principales compradores de vinos finos son Reino Unido, Estados Unidos,
Canadá y Brasil; entre los países demandantes de nuestros vinos de mesa figuran
Sudáfrica, Rusia, Paraguay, Angola y Japón.

Si bien los vinos tintos se han consolidado como el principal componente de las exportaciones
del complejo vitivinícola, una proporción importante de las ventas externas proviene de los
mostos. Cabe destacar que el país es uno de los más importantes productores y exportadores de
mostos del mundo.

Tradicionalmente se destinaban a mosto los volúmenes excedentes de uva común,


ayudando de este modo a sostener los precios y no saturar el mercado de vinos de traslado.
De esta forma las exportaciones de mosto fluctuaban de acuerdo a esta producción y eran
“marginales”. Sin embargo, desde fines de los años ’80 y en especial durante la década del
’90, las exportaciones de mosto concentrado, en especial sin alcohol, han adquirido
importancia. En un marco de inestabilidad del mercado internacional, propio de la
condición de commodities de los mostos y de relativa irregularidad de los embarques, el
rasgo característico de las exportaciones argentinas de mostos concentrados es la muy
escasa diversificación de los mercados de destino. En efecto, dos países (Estados Unidos y
Japón) absorben más de las tres cuartas partes del total exportado.

Las expectativas de la actividad vitivinícola nacional de generar ventas externas por unos
2.000 millones de dólares en los próximos años requieren una mejora sustantiva en la
diferenciación del producto con respecto a sus competidores directos a través de la
certificación de todo el proceso de elaboración. A ese fin, el sector está realizando avances
con el desarrollo de una “Guía de identificación y trazabilidad de los vinos argentinos”,
para aumentar la competitividad del producto final y en la conformación de una estrategia
común entre los países que integran el Mercosur, apuntando a la construcción de una
visión vitivinícola del bloque económico con proyección internacional.

126
El grueso de las exportaciones de vinos realizadas por Argentina está concentrado en
Mendoza, principal centro productor, pero la producción vinícola de la ZIC tiene un
crecimiento continuo y muy dinámico. En el caso de Río Negro se destaca la producción de
vinos espumantes (champagne), que aunque todavía en poca escala alcanza un producto de
buena calidad. Expertos extranjeros han caracterizado a la región como excelente para esos
varietales.

Aunque la participación regional dentro de la vitivinicultura nacional es aún incipiente, va


camino de mejorar sensiblemente sus indicadores, de la mano de las inversiones que se
han realizado principalmente en la provincia neuquina en los últimos años, lo que ha
generado un incremento sostenido de las ventas externas de vinos sobre todo en Neuquén.
Esta provincia ha experimentado un fuerte crecimiento en las exportaciones, ya que según
estadísticas del INV el crecimiento experimentado por Neuquén en el mercado externo en
los últimos dos períodos fue de casi 1.000% en volumen y de 1.200% en divisas y la casi
totalidad de las mismas (96%) correspondió a vinos varietales. En el caso de Río Negro, se
aprecia un crecimiento menor en el orden del 30%.

En el presente Estudio se ha analizado el pensamiento estratégico del sector en los países


competidores (Estados Unidos, Unión Europea, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y
Chile) a fin de observar el comportamiento futuro de los mismos y poder trazar las
potencialidades del sector en la ZIC.

Es particularmente significativa para el Corredor Bioceánico Norpatagónico, la


Prospectiva Chile 2023, documento que recoge la visión estratégica del sector a mediano y
largo plazo. Más del 89% de los actores del sector se inclina por modificar la estrategia
actual de la industria del vino chileno de exportación (“best value for Money” o buena
relación precio-calidad), moviéndose hacia un segmento de mejores precios, mejorando
calidad e imagen, aunque sin abandonar el segmento actual de ventas. Dentro de esa
estrategia se manifiesta la voluntad de potenciar celajes como el “Carmenere”, con la idea
de convertirlo en el cepaje emblemático de Chile, en forma similar a lo que constituye el
Syrah para Australia, el Malbec para Argentina o el Pinotage para Sudáfrica.

En nuestro país, el “Plan Estratégico Vitivinícola 2002-2020” plantea que las fortalezas del
sector se asientan en: actores dinámicos, diversidad de actores y estrategias, presencia de un
sistema cooperativo que comercializa el 20% del volumen de vino de mesa, fuerte mercado
interno, diversidad geográfica en la producción, especialización hacia vinos tintos, cepaje
emblemático “malbec” y alto contenido azucarino que permite un alto rinde para elaborar jugo
concentrado.

Las oportunidades se concentran en: 1. Creación de una identidad e imagen de vinos de calidad
“Argentina”, 2. Mejorar la orientación hacia la demanda, con vinos varietales y aprove-chando
una buena relación calidad/precio, 3. Focalización en mercados claves sobre premium y
superpremium en Reino Unido, EEUU, Alemania, Holanda, Japón, Dinamarca y Canadá;
mientras que vinos básicos y premium en China, Brasil y en el resto de América Latina, 4.

23
www.ppt.cl/archivos/EstudioVinos.pdf

127
Aumento de la calidad y competitividad por innovación, 5.Desarrollo del enoturismo y 6.
Demanda creciente de jugo concentrado de uva.

En cuanto a las debilidades, el Plan revela las siguientes: 1. no existe una estrategia de
desarrollo desde el sector privado y en la última década salieron del sistema unos 8.000
productores por falta de rentabilidad, 2. insuficiente integración y articulación sectorial; las
grandes bodegas tienden a no comprarle a los productores e incrementan viñedos propios; 3.
pocas empresas con alto desempeño en las exportaciones; 4. faltan marcas reconocidas en el
mercado internacional; 4. falta de acuerdo sectorial para estandarizar un protocolo de calidad;
5. insuficiente nivel tecnológico en las bodegas; 6. deficiente relación calidad/precio en los
vinos actuales; 7. escasa o nula rentabilidad para la uva que tiene como destino la elaboración
de jugo concentrado y 8. carencia de investigación, desarrollo, formación y extensión.

Las amenazas señaladas por el Plan Estratégico argentino son: 1. falta de una política
activa para el sector desde la órbita gubernamental, 2. disminución del consumo de vinos
básicos, 3. barreras para-arancelarias, 4. poder creciente de la gran distribución y 5. pocas
empresas en el sector industrial de jugo concentrado.

El escenario de largo plazo es un mercado interno que no crece en volumen anual de


consumo, mientras que disminuirá la demanda de vinos básicos y aumentará por lógica la
de vinos finos (10 a 12.7 litros por año por persona), mientras que el crecimiento previsto
en la elaboración de vinos hacia el 2020 -unos 6 millones de hectolitros-, deberán
canalizarse hacia la exportación.

Para otros investigadores, como el caso de Santiago Blazquez24, los factores de éxito para
los vinos argentinos está centrados principalmente en la logística y en la diferenciación,
mientras que en un segundo plano se posicionan el precio, la relación calidad/precio,
calidad en la materia prima, la estrategia de comunicación y la actualización tecnológica.

Las oportunidades consideradas como tal son: 1. el déficit entre producción y consumo de
vinos en Brasil, Paraguay y Uruguay, 2. nuevos mercados alternativos a nivel interna-
cional, como algunos países asiáticos y el caso de Suecia y Canadá, 3. un mercado
prácticamente virgen para exportar vinos varietales como “malbec” y “torrontés”, 4.
acceso al crédito para mejorar el nivel tecnológico del cultivo y la elaboración y 5. el
apoyo hacia programas de calidad y a una mayor asociatividad entre productores y las
bodegas, a través de las políticas activas desde el sector público.

Potencialidad del sector vinícola en la ZIC

Jean-Michelle Boursiquot es un enólogo y experto reconocido en el estudio y descripción


de variedades de viñas cultivadas en todo el mundo, quien considera 25 “que no se debe
perder el interés en mantener un encepado diversificado”, sosteniendo que en el futuro hay
que ir pensando en buscar alternativas al “merlot” y recomendó un listado de variedades
interesantes para cultivar en la Patagonia. Para el especialista los desafíos que debe asumir

24
www.ub.edu.ar/investigaciones/tesis/5_blazquez.htm
25
http://www.rionegro.com.ar/rural/6-030927.html

128
la Patagonia para lograr un sello propio a nivel vitícola no parecen estar mal encaminados:
“Según lo que estuve viendo, por las estadísticas que se conocen, la orientación de los
cultivos que se ha tomado, que son de uvas de calidad, es una buena decisión para arrancar
con una viticultura de calidad. Pero lo que se necesita es que haya tanto un productor
que sea dinámico y que haga conocer la zona, como que exista una gran cantidad de
hectáreas, de modo que tome importancia el cultivo en la Patagonia”.

Para Boursiquot, los aspectos que determinan que una variedad de uva sea de calidad son
complejos: “Para elegir un buen cepaje para una determinada zona, un primer aspecto es
lograr que un cepaje esté bien adaptado, hace falta una adecuación perfecta entre la
duración del ciclo, es decir, la fecha de maduración de la variedad, y la adaptación al clima
general…Puede haber zonas donde hay riesgos de heladas de invierno que llevan a la
muerte de los cepajes; existen cepajes más o menos adaptado a los fríos invernales y eso
puede ser un criterio de elección… Pero, si uno quiere obtener lo mejor posible, hay que
tratar de elegir el cepaje en función de las características de los suelos y de la zona.
Cuando uno elige un cepaje no hay que dejarse obnubilar por la fama o por el nombre
‘marketinero’, si uno quiere evitar los fracasos.”. Según el reconocido enólogo, las
variedades de uva que podrían ser interesantes para la Patagonia son algunas variedades
tintas como el merlot, pinot noir, syrah, y variedades blancas como chardonnay y pinot
blanco. “Las más difundidas en el mundo son el merlot y el cabernet sauvignon. Pero
además, hay un renombre de cepajes que son los más difundidos y que son más conocidos,
porque son los verdaderos buenos para producir vino”.

Las nuevas variedades recomendadas para la Patagonia, según Boursiquot son algunos
cepajes como: Syrah; Corbeau (conocida también como “bonarda”); Cabernet franc; Petit
verdot; Tantt; Tempranillo y Sangiovese; en tintos y Pinot blanco; Pinot gris y Riesling
en blancos.

Para Boursiquot en un contexto mundial donde se observa una alta concentración vitícola en
torno de escasas variedades, con supremacía de seis cepas, cuatro tintas y dos blancas,
esencialmente de origen francés (cabernet sauvignon, merlot, syrah, pinot noir y, en blanco,
chardonnay y sauvignon) la Patagonia “no debe perder el interés en mantener un encepado
diversificado. Ello permite permite preservarse de los riesgos de la competencia y
uniformización, y creo que cuanto más avancemos, más exigente va a ser el consumidor y va a
querer tener acceso a productos diferentes…Además, permite marcar un rumbo propio,
revalorizar el know how, fomentar la complejidad y tener un discurso original, porque pienso
que en el futuro eso es lo que la gente, o cierta categoría de consumidor, va a querer”.

Dado que Río Negro es la principal zona de cultivo de vid de la Patagonia, era necesario
elaborar una agenda sectorial que pudiera contener la visión estratégica de todas las
actividades involucradas. La vitivinicultura regional es rentable en la actualidad, y ha
registrado un importante crecimiento desde el año 2001, sin contar con apoyo oficial, lo que
hubiera acelerado el progreso de los últimos años.

Además la región presenta una serie de ventajas como 1) Clima y característica de los
suelos, 2) Ventajas comparativas en costos por el tema de sanidad y la lenta maduración de

129
las uvas, 3) Buena imagen sobre la Patagonia en algunos países, 4) Disponibilidad tierra y
agua para más ampliar el cultivo de vid y 5) Sin problemas ambientales (no polución).

Existen suelos aptos para extender los cultivos, a más de cambiar varietales de los
existentes. Esto se observa principalmente en Río Negro, ya que la zona del Chañar en
Neuquén esta totalmente cubierta de viñedos y Chubut, si bien esta realizando experiencias
en el paralelo 42 es una zona ya muy fría. En el caso de la Pampa se ve un crecimiento
pero es incipiente en relación a los dos principales productores de uvas de la ZIC.

Las acciones necesarias para potenciar al sector, son las siguientes: 1) Líneas de créditos
específicas para el sector, 2) Políticas Activas, desde promoción para inversión, hasta
promoción y un plan estratégico regional, 3) La relación actual del peso frente al dólar para
exportar, 4) Coordinación entre el sector privado y público para implementar una
Identificación Geográfica “Vinos de la Patagonia” y 5) Organizar a productores y PyMEs
para aumentar la producción regional de vid con pureza varietal.

El análisis DAFO realizado en Río Negro es diferente al considerado en la propuesta del


Plan Estratégico Nacional de Vitivinicultura ratificando lo acertado de elaborar una agenda
regional, como paso previo para integrarse a la propuesta que abarca a todas las regiones
de vid del país. Pero se puede afirmar que se han realizado en los dos últimos años avances
en la articulación público privada del sector.

El resultado de ese análisis regional destaca la necesidad de acceso al financiamiento, tanto


para capital de trabajo como para inversiones, la incorporación de más tecnología a los
viñedos, la incorporación de tecnología en la elaboración de vinos, la necesidad de
implementar un programa de marketing y promoción -de alcance regional y nacional,
aumentar la producción de vid e implementar una Identificación Geográfica Protegida bajo
la marca “Vinos de la Patagonia”. A la vez detectó que las principales debilidades del sector
a nivel regional están localizadas en: a) Escasa organización sectorial para la promoción, b)
Restringida visión sectorial de los productores y PyMEs, incluido la actitud individualista, c)
Retraso tecnológico desde producción a elaboración y d) Escasa oferta de materia prima con
pureza varietal.

Con relación a la exportación, los mercados claves para vinos de alta calidad “premium y
superpremium” desde la ZIC serían Reino Unido, EEUU, Alemania, Holanda, Japón,
Dinamarca y Canadá; mientras que para vinos de calidad estándar “básicos” los mercados
serían además de EEUU, China y América Latina en general (incluido Brasil y México).

Por otro lado, resulta de importancia, en cuanto a las fortalezas de la región, la buena
imagen de la Patagonia en algunos países -principalmente europeos-, sobre la base de su
belleza natural, alta incidencia del sol, una región sin polución o contaminación ambiental,
además de la disponibilidad de tierras y agua de excelente calidad.

También en este caso, se ha ensayado una matriz de potencialidades como visión del
desarrollo del sector que sirva como insumo a la factibilidad del Corredor Biocéanico
Norpatagónico, pero que a su vez, se constituya en una herramienta para mejorar los

130
entornos locales para la producción, entendiendo que un nuevo sistema de vías de
transportes se constituye en un hito para el desarrollo de la región en un marco de acciones
que generen riqueza endógena y sustentable en estos territorios.

7.11 COMPLEJO TURÍSTICO

El análisis del sector se realiza mediante los datos que nos brindan los distintos
relevamientos
que se realizan en la localidad de San Carlos de Bariloche. Según la encuesta de
coyuntura hotelera el 64% de los pasajeros hospedados en hoteles son viajeros que
provienen
del resto del país, el 19% provienen de países limítrofes y el 17% restante del
“resto del mundo”.
Haciendo un análisis comparativo con el año anterior disminuyeron la cantidad de
pasajeros
pero al aumentar la estadía promedio se ve incrementado el numero de pernoctes y la
utilización de plazas y unidades.
Procedencia de los turistas hospedados en San Carlos
de Bariloche. año 2007
Argentinos
63%
Resto del
Mundo
17%
Paises
limitrofes
20%
(1) Se refiere al total de noches que cada viajero permaneció en una habitación. Se obtiene de multiplicar la cantidad de viajeros por la cantidad de
noches que cada uno se haya alojado en el
establecimiento.

8. Infraestructura

Si bien no es objeto del presente Estudio, el análisis de la prefactibilidad del Corredor


Bioceánico Norpatagónico, desde su potencial productivo, impone señalar las
limitaciones que presenta la actual infraestructura para atender los requerimientos del
desarrollo regional de la ZIC y de una mayor inserción internacional de la producción del
área en cuestión.

8.1 Infraestructura de Transporte

En el ámbito del transporte los problemas son múltiples. Desde el visible atraso tecnológico
tanto en el transporte interior como internacional como los acarreados por la ausencia de
un Plan de Transporte Regional en el Mercosur, Chile y Bolivia, que contemple especial-
mente a los Corredores Bioceánicos, se estructure en torno al transporte multimodal y
permita coordinar y articular las políticas del sector.

El desarrollo de corredores bioceánicos coloca el tema de la infraestructura del transporte de

131
carga en el centro del análisis. Hoy el desafío de Sudamérica, del Mercosur y de la Argentina
en particular, se basa en lograr un transporte multimodal que facilite el intercambio
comercial de la región y sus exportaciones.

Para el sector agropecuario de nuestro país, por ejemplo, esa reconversión del sistema de
transporte es prioritaria. Casi el 60% de las exportaciones de Argentina provienen del campo y
la agroindustria y sus productos llegan a los puertos básicamente en camión. El transporte de
carga se reparte en Argentina de manera casi inversa al de los países más eficientes: 80%
en camión, 10% vía fluvial, 9% es ferroviario y el restante 1% es carga aérea.

Uno de los mayores condicionamientos regionales para una mayor inserción internacional
y un incremento en la participación de nuestros países en el comercio mundial reside en la
carencia de una infraestructura de carga adecuada que posibilite menores costos y un
mayor movimiento comercial interno, regional e internacional.

Es visible en la materia –y singularmente relevante en el caso del Corredor Bioceánico


Norpatagónico– la necesidad de recuperación de los ferrocarriles de carga y el estudio de
un sistema de estaciones de transferencia para optimizar la combinación riel-camión. “Los
trenes de carga que otrora transportaran 48 millones de toneladas/año, hoy no llegan a 17
millones y siguen en descenso”. “El desarrollo de las economías regionales en nuestro
país enfrenta un serio problema al que la citricultura del NOA no es ajeno: su modelo
logístico de transporte y distribución. Para una actividad que se desarrolla a 1200/1600
kms de Buenos Aires, este es un tema demasiado grave… Resulta paradójico que en un
país de grandes extensiones y prácticamente llano, el sistema de transporte de carga esté
sustentado casi exclusivamente en el camión. El NOA no debiera, como lo está
haciendo, prescindir del ferrocarril en la carga de larga distancia, ya que pone en riesgo el
cumplimiento de sus programas comerciales y la sustentabilidad de muchas de sus
actividades”.

Lo mismo podría afirmarse de la producción de las provincias comprendidas en el área de


influencia del Corredor Bioceánico Norpatagónico. Sudamérica, Argentina y la región bajo
estudio requieren el urgente diseño de un Modelo Regional Logístico de Transporte y
Distribución para insertarse en la economía global.

Un nuevo orden mundial se ha conformado en los últimos años. El producto bruto


geográfico de la Cuenca del Pacífico alcanza el 65% del producto mundial. La mayor parte
de los países de esa región no sólo muestran una creciente participación en el mercado
mundial, un alto crecimiento económico y un activo intercambio comercial, sino que han
logrado constituirse en los tenedores del 75% de las reservas internacionales en oro y
divisas mientras elevaban considerablemente el poder adquisitivo de sus ciudadanos y
alcanzaban mayores cotas de desarrollo humano. Buena parte de esas mejoras las han
acompañado con el desarrollo de una avanzada infraestructura que ha facilitado y
dinamizado su inserción en el mundo. Allí vive más de la mitad de la población del mundo
y se han conformado tres gigantescos mercados consumidores (China con unos 400
millones de personas de clases medias y altas; India con 300 millones y el resto de Asia
Pacífico –Japón, Corea del Sur, Malasia, Indonesia, etc.– con unos 200 millones de
consumidores de clases altas y medias). Ello obliga a la Argentina a centrar su atención en

132
la Cuenca del Pacífico. La carencia de una estructura de corredores bioceánicos y una
estructura portuaria y de transportes insuficiente e ineficiente, impide que nuestro país y la
región patagónica (ZIC) en particular, goce de los beneficios de este mercado potencial.

Teiji Hayashi, consejero político de la Embajada del Japón en la Argentina señaló hace
más de cinco años, esta evidente pérdida de oportunidad comparando las cifras del
comercio exterior nuestro país con Chile. Decía entonces: “El 27% de las exportaciones
chilenas van a Asia, y entre ellas, el 11% se dirige a Japón. A pesar de que la Argentina
dispone de insumos semejantes a los chilenos para exportar, no lo hace”.

Esa manifiesta debilidad argentina para alcanzar mayor cuotas del mercado internacional
quedó reflejada en numerosos estudios internacionales. Un informe del Japan International
Cooperation Bank (JBIC) sobre el Mercosur y el desarrollo del transporte de carga señala
la importancia clave de recuperar el sistema ferroviario para el transporte de cargas y los
problemas del sector como la diversidad de trochas y los escasísimos recursos dirigidos a
la renovación del sector. En ese estudio se recomienda establecer y mantener un
mecanismo regular de coordinación del Mercosur, y aconseja distinguir corredores de
carga (por ej. el de San Pablo-Buenos Aires) y corredores para el desarrollo (por ej., el
de Salta-Antofagasta-Mejillones) y teniendo en cuenta los escasos recursos financieros de
que se disponen para la mejora de la infraestructura regional, los proyectos de corredores
que generan fluidas corrientes de carga, pueden realizarse de manera concesionaria, pero
que para regiones sin ese flujo actual garantizado, se hace necesaria una sostenida
inversión pública para su desarrollo. El informe concluye que con la mejora regional del
transporte de carga bajarían los costos de exportación hasta un 70%. El análisis es
absolutamente coincidente con la perspectiva planteada en este Estudio respecto del
Corredor Bioceánico Norpatagónico.

Tal como señala Tedin Uriburu, poco se ha hecho para mejorar la inserción de la
Argentina en Asia Pacífico. Ya en el estudio de la Fundación Okita y JICA (Agencia de
Cooperación Internacional del Japón) - Informe Okita II- de 1997 a la par que se
proponían acciones y recomendaciones para mejorar las relaciones entre la Argentina y los
países del Asia Pacífico, se señalaban también una serie de causas por las que los
productos argentinos no eran bien recibidos en esos países:

1. falta de voluntad exportadora de la Argentina,


2. una mala imagen y mala calidad de los productos exportados,
3. inconsistencia de los empresarios en sus ventas al Asia.

Buena parte de esos problemas dependen del sistema de transporte (vial, ferroviario y
marítimo). Por otra parte, supone una dificultad extra la dispersión de organismos referidos
al transporte para poder negociar internacionalmente un consenso sobre puntos básicos del
transporte regional.

Otro elemento distorsivo son los frecuentes lobbies sectoriales para cada modo de
transporte sin tener en cuenta la necesidad del transporte multimodal y el concepto de sistema
que debe regir los avances de los proyectos de los Corredores.

133
Como se ha señalado, particularmente en nuestro país se hacen visibles a lo largo de las
últimas décadas, previas a la crisis del default, las consecuencias de una política de
desmantelamiento del ferrocarril en sintonía con las demandas de los organismos
internacionales dirigidas a deteriorar la competitividad argentina para el transporte de
cereales y minerales que pasó a triplicar su costo por el uso del transporte automotor de
manera abusiva. El escaso uso del transporte por vía férrea y fluvial, aún para grandes
volúmenes a largas distancias, por absorción excesiva de las cargas por parte del modo
carretero, fruto del desmantelamiento ferroviario sufrido en la Argentina, bajo influencia
de las recomendaciones de algunos organismos internacionales, ha comprometido por años
el comercio internacional del país.

Se estima que más del 80% de las cargas que recorren el país lo hacen en camión a través de la
red de rutas nacionales y provinciales; un 8% de las cargas son transportadas en ferrocarril,
distribuyéndose el 12% restante entre el modo fluvial y el aéreo. Es decir, exactamente lo
contrario de lo que realizan los países más eficientes en cuanto al transporte de cargas.

La topografía plana de la mayor parte de su territorio, las grandes distancias a recorrer y el


tipo de carga predominante, aconsejan en cambio, una asignación modal más eficiente, en
beneficio del transporte fluvial o ferroviario. Pero en ambos casos, es condición necesaria
para hacerlos competitivos, la existencia de infraestructuras que garanticen una buena
complementación entre las distintas modalidades. En un Corredor como el que se
encuentra bajo estudio, cada red no puede actuar de manera aislada: la inexistencia de
adecuadas estaciones de transferencia en sus puntos de articulación o en sus extremos,
pueden incorporar mayores costos de manipuleo e incrementar los altos costos de
transporte por camión en tramos cortos frustrando el logro de un transporte mas eficiente y
barato.

Por tanto, es condición fundamental para optimizar el transporte de cargas, lograr su funcio-
namiento sistémico, mediante la creación o consolidación, en lugares estratégicos del
territorio, de puntos de convergencia de los distintos modos –automotor, ferroviario, fluvial–,
dotados de las infraestructuras y equipamientos adecuados para operar como modernos centros
de conso-lidación/desconsolidación de cargas que minimicen los costos operativos de las
transferencias.

Estos centros de transbordo intermodal deben establecerse como un sistema de nodos que
estructuren la conectividad del territorio. Se hace visible a lo largo del eje de la ruta 23 y Tren
Patagónico (eje sur del Sistema Bioceánico planteado) la necesidad de contar no sólo con esos
nodos en sus extremos (Bariloche y San Antonio) sino en algunas de las localidades
intermedias que permitan articularla con el Eje norte de la ruta 22 y el ferrocarril Trasandino.
Su distribución geográfica estará determinada por un conjunto de variables necesarias de
ponderar: stock de infraestructuras preexistentes; proximidad a centros de producción y
consumo; envergadura de las inversiones necesarias para su operación; rol dentro del
desarrollo del propio Corredor.

El proceso de integración que supone ese desarrollo pone en evidencia las escasas
conexiones bilaterales existentes entre Chile y Argentina y la preeminencia de ciertas
“visiones locales” que pujan por limitar los incrementos de los flujos de transporte.

134
Revertir esta situación es un imperativo geoestratégico de ambos países pese a las
dificultades de las características geográficas de nuestra frontera (Cordillera de los Andes)
y de los remanentes culturales que condicionan una visión integradora de la realidad
sudamericana en el actual contexto mundial.

Superar los obstáculos geográficos, como plantea IIRSA, requiere de obras de infraestructura
de gran envergadura de planificación conjunta y programas consensuados de inversión. La
superación de las “visiones localistas” también supone un trabajo binacional conjunto que
permita la comprensión de los extraordinarios beneficios que para ambos países y sus pueblos
acarreará la complementación de sus producciones y su comercio internacional y el
mejoramiento de sus respectivos sistemas nacionales de transporte.

La infraestructura vial ha mostrado en las últimas décadas las limitaciones planteadas por las
exigencias del comercio del Mercosur hacia el interior del bloque, así como del comercio entre
Brasil y Chile. Ese flujo sumado al incremento del comercio argentino-chileno han impuesto
avances sobre las conexiones viales binacionales y la gestión conjunta de un “Programa de
Inversiones en Pasos Priorizados” que permitió en la década 1996/2006 agregar al Paso del
Cristo Redentor (único paso fronterizo pavimentado a ambos lados de la frontera en 1996)
otros cuatro pasos más (Jama, Cardenal Samoré, Pino Hachado e Integración Austral). 26

En el contexto político de la década del 90 en nuestro continente, se privilegió el transporte


automotor de cargas como modo de transporte generalizado, desestimando la inversión en
infraestructura y material rodante ferroviario, lo que en Argentina facilitó el deterioro de
redes ferroviarias de enorme importancia estratégica como:

1. el Ferrocarril Belgrano, herramienta de integración regional para la salida


directa a los puertos del Pacífico por el norte de Chile -Socompa-, la conexión
con Bolivia y mediante la alternativa de un tercer riel de trocha doble, con los
nodos Corrientes-Barranquera y Paso de los Libres-Uruguayana, consolidando el
eje bioceánico del Capricornio, que permitiría unir los puertos del área
Antofagasta-Mejillones en el Pacífico con los de Brasil en Río Grande do Sul-
Curitiba en el Atlántico;
2. el Ferrocarril Trasandino Central, que permite integrar el Puerto de Bahía
Blanca con Talcahuano-Concepción en Chile, consolidando el eje norte del
Sistema del Corredor Bioceánico Norpatagónico; y
3. el Ferrocarril Patagónico, que permitiría poner en conexión los Puertos de San
Antonio Este y Madryn con Puerto Montt y Corral en Chile.

Como se ha señalado ut supra, las consecuencias de aquella política de desmantelamiento del


ferrocarril (en sintonía con las demandas de los organismos internacionales) deterioraron la
competitividad argentina para el transporte de cereales y minerales y triplicaron su costo ante
el abandono del transporte por vía férrea y fluvial como apropiado para grandes volúmenes
a largas distancias, y la conversión excesiva de las cargas a la modalidad carretera, debilitando

26
Protocolo Adicional sobre Integración Física y un Programa de Inversiones en Infraestructura en los Pasos
Fronterizos Priorizados entre Argentina y Chile, Acuerdo de Complementación Económica Mercosur-Chile
de 1995.

135
las posibilidades del comercio internacional del país.

El cambio del escenario mundial, con una alta demanda actual de aquellos productos por parte
de los nuevos mercados emergentes, genera un cambio de rumbo en esas recomendaciones
que ahora advierten la necesidad de incrementar los volúmenes de carga por ferrocarril
y recomiendan la urgente recuperación de la infraestructura ferroviaria.

El deterioro de la red ferroviaria argentina en cuya recuperación está comprometido el


Gobierno nacional, genera además escasez de servicios al transporte y a las cargas e
inadecuadas interfases entre los modos de transporte o ausencia de ellas así como problemas
de deterioro de las mercaderías transportadas. Ello acarrea daños, demoras y mayores costos
en las mercaderías. Es muy significativa la falta de terminales interiores de transferencia de
cargas para dotar de celeridad y seguridad al transporte multimodal como sistema
fundamental para el desarrollo de los Corredores Bioceánicos. Y falta de adecuadas redes
logísticas para lograr resultados óptimos en transporte. Por otra parte, tal como se ha señalado,
la falta de desarrollo de Zonas de Actividades Logísticas (ZAL) tanto en puertos como en el
interior de los territorios, es significativa. Excepto en el Corredor Central del Mercosur, a lo
largo de los corredores faltan incluso los servicios imprescindibles para atender los
requerimientos de la carga y el transportista.

En buena medida, el uso excesivo del Corredor Central (por donde transcurren el 80% de los
intercambios entre Brasil, Argentina y Chile) se debe precisamente a esas carencias. Ello
provoca, el consiguiente desarrollo asimétrico a favor de la región central de Argentina
con relación al resto del territorio y congestiones y demoras en el Paso de Cristo Redentor.
Una situación similar se repite en el Paso de los Libres-Uruguayana que absorbe el 80% de los
intercambios entre los tres países a través de esa Aduana en la frontera argentino-brasileña.

Por otra parte, fruto del mal estado de buena parte de las rutas y ferrocarriles de la región y
también por alternativas climáticas e inadecuados manipuleos o carencia de recursos humanos
suficientemente capacitados, es alto el grado de deterioro de las mercaderías transportadas, a lo
que debe sumarse muchas veces la carencia de una selección rigurosa de envases y embalajes
idóneos para evitar daños en los productos transportados.

Asimismo, en general en la región y también, en Argentina, el costo del transporte interno es


excesivo (por bajo índice de utilización del transporte ferroviario, alto costo de su mante-
nimiento, impacto negativo en el costo del transporte automotor por las condiciones de la red
vial, etc.). Asimismo, otro de los desafíos a enfrentar se centra en la falta de adecuados centros
de distribución en las grandes ciudades del Mercosur, Chile y Bolivia.

Todo ello genera un escaso uso regional y nacional del transporte por vía férrea a lo que se
suma los problemas conexos que genera la falta de homogeneidad entre las trochas del
transporte ferroviario sudamericano (v.gr. las diferentes trochas en el Corredor Central
principal conexión entre Buenos Aires, Mendoza, Santiago y Valparaíso).

Tal como lo señalan reiteradamente estudios de IIRSA, CAF y otros, el Sistema del Corredor
Bioceánico Norpatagónico enfrenta diversos problemas de infraestructura de transporte
vinculados al formidable desafío que impone la Cordillera de los Andes. Esos problemas

136
pueden sintetizarse en:

1. Necesidad de mayor y mejor equipamiento, operatividad y articulación


binacional de los Pasos de frontera;
2. Mejoramiento del acceso a los Pasos;
3. Mejoramiento de la infraestructura de transporte hacia los litorales oceánicos,
desde áreas con potencial agrícola o minero;
4. Mejoramiento de las conexiones con los mercados interno y externo y de las
telecomunicaciones desde la ZIC;
5. Densificación de la malla vial que permita aumentar la productividad.

En síntesis, la infraestructura de transporte en el Sistema del Corredor Bioceánico


Norpatagónico presenta ventajas o fortalezas asentadas básicamente en la posibilidad de
enlazar una trama de seis puertos (tres puertos existentes en cada litoral oceánico) con una
red vial suficiente, pero también manifiestas debilidades:

1. esa malla vial en muchos casos ha sido construida hace décadas y mantenida de
forma inadecuada;
2. las carreteras más importantes en general no han tenido las obras de ampliación
acordes con el desarrollo productivo (v.gr. ruta 22 por la que sale la producción
frutícola de Río Negro y buena parte de la producción neuquina hacia Bahía
Blanca);
3. las dificultades propias de la situación geográfica de los Pasos de frontera en la
cordillera;
4. el precario estado de la red de ferrocarriles que atraviesan la ZIC.

En ese contexto cobra singular importancia la decisión del Gobierno nacional de concluir las
obras de pavimentación de la ruta 23, verdadera columna vertebral del Sistema del Corredor
Norpatagónico, que en la actualidad se encuentra en un 50% de su realización total aunque no
ha sido habilitada en los tramos concluidos por falta de terminación de obras menores a cargo
del gobierno provincial.

Entre las cinco regiones de Chile y las provincias fronterizas de Río Negro, Neuquén y
Chubut, los intercambios comerciales se realizan por carretera y como ya se ha manifestado
son predominantes los flujos hacia Chile.

Las exportaciones argentinas provenientes de Neuquén y Río Negro con destino hacia los
países de Asia Pacífico pueden utilizar la plataforma portuaria chilena, situación que podría
replicarse en sentido inverso, para la producción chilena una vez concluida la ruta 23,
mejorados los sistemas ferroviarios y ampliada la capacidad de la ruta 22 o generadas las
alternativas a su actual traza. Ello otorga un valor estratégico muy importante al desarrollo del
Sistema del Corredor Norpatagónico para consolidar la integración entre ambos países.

8.1.1 Red Vial

En conjunto, Argentina y Chile poseen una red vial de más de 300.000 kms., de los cuales
50.000 kms. (15%) se encuentran en la ZIC. La densidad vial en el territorio del Corredor

137
se estima en unos 100 m/km2 muy por debajo del bajo promedio suramericano (141 m/
km2), situación a la que contribuye básicamente la baja densidad vial de la red vial
argentina en la ZIC donde oscila entre 30 y 45 m/km2, mientras que en Chile alcanza los
240 m/km2.

Otro elemento que se constituye en un obstáculo para el desarrollo productivo del territorio
del Corredor Bioceánico Norpatagónico es que sólo un 16% de las rutas del Corredor se
encuentran pavimentadas. Si bien Argentina cuenta con más de 200.000 kms. de caminos
entre rutas pavimentadas y de ripio (con los caminos naturales de todo el país se llega a
500.000 kms.) los pavimentados sólo alcanzan los 90.000 kms. ya que más de 110.000
kms son caminos ripiados que, con trazado geométrico, tienen una estructura que permite
diferenciarlas como ruta, pero que no cumplen con los niveles mínimos de exigencia del
transporte internacional de mercaderías.

Resulta imperioso pues, incrementar las obras de pavimentado de esos caminos que en la
actualidad no permiten poner vastas zonas del país en proceso de producción. Un país con la
potencialidad productiva de Argentina, ve frenada sus posibilidades de desarrollo en particular
de zonas económicas subutilizadas, por contar con casi el 60% de la red vial de tierra (a la que
difícilmente se la puede considerar como tal) y sólo un 20% de caminos pavimentados.

Mejorado
23%
Pavimento
20%

Tierra
57%

Pavimento Tierra Mejorado

Hasta mediados del siglo XX la red caminera argentina fue considerada complementaria
de los ferrocarriles y los caminos locales en las zonas rurales se trazaban hacia las
estaciones del ferrocarril. A partir de 1952 con la creación de la Dirección Nacional de
Vialidad, comienza a desarrollarse la actual red vial.

Desde fines de la década de 1980, la red vial argentina se encuentra deteriorada por la
sobrecarga de los camiones, sin control peso/eje, y en algunos casos, con signos de obsolencia
debido a insuficientes inversiones en el mantenimiento vial. Asimismo en algunas rutas se
observan saturaciones en la circulación (el caso de la ruta 22 en la provincia de Río Negro). Si
bien en la década de los 90 se decide privatizar por el sistema de concesión las principales
rutas troncales del país, para mejorar su estado, esa decisión estuvo concentrada en las
regiones del país de más alto desarrollo, contribuyendo por tanto a acentuar las asimetrías
regionales.

138
Asimismo debe advertirse que la mayor parte de la red nacional de carreteras, necesita
imperiosamente una adecuación a la nueva realidad productiva y turística del país y a sus
necesidades de una mayor inserción internacional. Ello requiere contar de manera urgente
con un plan vial de envergadura y políticas tanto desde el Gobierno nacional, como desde
las provincias y municipios, que contribuyan a un sustantivo mejoramiento de dicha red y
posibiliten el desarrollo productivo nacional. Las políticas implementadas a partir del 2003
van en esa dirección y tienden a cambiar positivamente el escenario.

Esas políticas deberán además revertir las limitaciones que históricamente le generara al país
el modelo agroexportador, que imponía una actividad productiva fuertemente polarizada en el
puerto de Buenos Aires, que además provocaba la misma polarización en el ámbito político y
cultural. Toda la infraestructura de comunicaciones -fundamental para promover el desarrollo-
fue diseñada de manera convergente sobre ese puerto, a fin de servir a los intereses
exportadores de un sector productivo interno y básicamente de los países que dominaban los
mercados de carne y cereales de Argentina (Inglaterra y Estados Unidos). De esta manera, la
red nacional de carreteras (y las otras redes de infraestructura) se distribuyeron en forma de un
inmenso abanico con un punto focal en dicho puerto, que permite un área de desarrollo
articulada con los otros dos grandes centros urbanos: Córdoba y Rosario pero que deja al resto
del país en niveles de desarrollo visiblemente inferiores.

Como señala Roccatagliata., “las decisiones políticas y las inversiones tanto públicas como
privadas, con marcados efectos territoriales, deberán tener presente la necesidad de lograr
un desarrollo policéntrico, tanto a nivel nacional como regional, con el fin de disminuir las
inequidades interregionales e intrarregionales”.

En esa dirección, Vialidad Nacional ha formulado planes de transformación de una serie


de carreteras convencionales en autovías a fin de atender a las necesidades productivas del
país, entendiendo como carreteras convencionales de dos carriles y ancho total de 7,30
mts., aquellas que admiten hasta 5.000 vehículos por día mientras que para tránsitos
superiores se requiere la construcción de carreteras de cuatro carriles (autovía o autopista).

Según estudios del Banco Mundial, por cada peso invertido en infraestructura vial, se
produce un beneficio de cinco pesos en la economía en su conjunto. Ello pone de
relevancia que la inversión en carreteras resulta fundamental para revertir aquella situación.
Pero la consolidación de proyectos de Corredores Bioceánicos y el proceso de integración
abierta que se está desarrollando en Sudamérica, introducen nuevas alternativas a ese
esquema: la necesidad de articular el desarrollo vial con el sistema ferroviario y el
portuario ante las exigencias de una multimodalidad del transporte que les permita a los
productos de la región competir en los mercados internacionales.

Asimismo la planificación y construcción de Corredores Bioceánicos genera otra situación


hasta ahora difícil de superar en la estructura ferroviaria y vial de Argentina: la necesidad de
generar corredores transversales tendientes a captar tránsitos importantes en el futuro
pero que no convergen hacia Buenos Aires sino que responden a necesidades propias del
desarrollo del Mercosur, sus necesidades de profundizar sus vínculos con las pujantes
economías asiáticas y a la vez generar el desarrollo de regiones actualmente subutilizadas. Un

139
ejemplo de ello es la ruta nacional Nº 40 (en pleno proceso de conclusión de su pavimentado
total), paralela a la cordillera por el oeste, desde La Quiaca hasta Río Gallegos y que permite
unir diez provincias cordilleranas limítrofes con Chile (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La
Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Chubut y Santa Cruz), que se proyecta como un eje de
complementación de los otros tres grandes ejes citados (Norte, Central y Sur).

El ambicioso plan IIRSA ha sido la vía elegida por Sudamérica para trazar la hoja de ruta
de su articulación regional destinada a superar deficits manifiestos como los que expresan:

 Las actuales dificultades para el acceso a los puertos atlánticos o del Pacífico
para los productos chilenos o argentinos alternativamente
 Las condiciones viales de la Patagonia argentino-chilena en el Cono sur continental
mayoritariamente de ripio. Allí precisamente la ruta nacional nº 23 de Argentina –
actualmente en proceso de pavimentación– constituye el eje vertebral del Corredor
Bioceánico Norpatagónico, objeto de este Estudio.
 La situación vial de naciones como Perú con sólo 0,36 kms. de rutas pavimentadas
por cada 1000 habitantes.
 La carencia de una salida al mar sea por Perú o Chile para que el gas boliviano
alcance los mercados internacionales
 las insalvables condiciones de la red vial en áreas como las que articulan Venezuela con
el Brasil a través de la Guyana, o la temible carretera entre La Paz y Coroico, que
conecta la capital boliviana con el extremo sur de la cuenca amazónica, una carretera
rodeada por vegetación exuberante, gran humedad y frecuente niebla, donde se transita
por caminos de tierra bordeando precipicios sin el menor sistema de protecciones. .

Tal como señala CEPAL, la creciente demanda de transporte (en especial de carga)
acompañada de una baja inversión en infraestructura ha provocado el importante deterioro
de las carreteras que hoy manifiestan casi todos los países de la región con la resultante de
graves problemas de capacidad vial entre diversos conglomerados urbanos, haciendo
dificultoso e ineficiente el desarrollo productivo y comercial.

Red Vial binacional y en el Corredor Norpatagónico (en kms.)


País Longitud total Longitud y % en el Corredor
Argentina 235.000 10.764 (4,6%)

Chile 80.651 39.825 (49,4%)

Total 315.651 50.589 16,0%

En la ZIC, que alberga un 9% del parque vehicular de ambos países (aproximadamente un


millón de vehículos) esa situación se hace manifiesta en algunos tramos viales como el que
une Neuquén con el Alto Valle de Río Negro, enlazando dos áreas de importante
desarrollo productivo, que presentan en la actualidad serias deficiencias en la materia, tal
como lo señala el Plan Estratégico Territorial.

6.1.2 Red Ferroviaria

140
La red ferroviaria conjunta de Argentina y Chile se estima actualmente en unos 43.300 kms.
En la actualidad, la red ferroviaria que posee la Argentina tiene una extensión de 34.059 kms,
con tres anchos de vía y no todos en capacidad operativa, cuando antes del desmantelamiento
planteado por la dictadura militar (1976) y el gobierno de Menem (década del 90) superaba los
42.000 kilómetros y se encontraba funcionando.

Red ferroviaria (en kms.)


Argentina 34.463
Chile 8.858
Total 43.321
Fuente: CEPAL

Entre Chile y Argentina no existe actualmente comunicación ferroviaria ya que ambas redes
no están conectadas. Existen proyectos para enlazar ambos sistemas recuperando la conexión a
través de Mendoza (ramal Las Cuevas-Valparaíso). La mayor parte de la red ferroviaria
existente está concentrada en Argentina. En la planificación de IIRSA se incluyó el proyecto
del Ferro-carril Trasandino Central entre Mendoza y Valparaíso. Aunque también se ha
planteado la posibilidad de conectar ambas redes a través del Ferrocarril Trasandino del Sur
entre Neuquén y Chile (Zapala-Lonquimay) a fin de abrir una nueva alternativa de transporte
para la exportación de productos petroquímicos y minerales desde Argentina hacia Chile y el
Pacífico, el proyecto no fue incluido en IIRSA. Existen estudios en marcha para conectar por
ferrocarril Choele Choel-San Antonio; Bahía Blanca-San Antonio y Puerto Madryn-San
Antonio, todo ellos ramales de la mayor importancia para el desarrollo pleno del Corredor
Bioceánico Norpatagónico.

Las líneas férreas de impacto actual en la ZIC son el ferrocarril Ferrosur Roca (3.343 km), que
comunica Buenos Aires con Quequén, Necochea, Tandil, Olavarría, Bahía Blanca, Neuquén y
Zapala; el ferrocarril Ferroexpreso Pampeano (4.953 km), que conecta a los puertos del
complejo San Martín-Rosario con Bahía Blanca por medio de dos líneas troncales y varios
ramales; y el Tren Patagónico que en su actual traza conecta San Carlos de Bariloche con
Viedma, pero que permitiría con obras de ampliación poner en conexión los Puertos de San
Antonio Este y Madryn con la frontera con Chile.

Con relación a Ferrosur debe señalarse la implantación en su cabecera de la ciudad de Zapala


de una playa concesionada de transferencia bimodal que posee todos los servicios de control
de cargas vinculados al comercio internacional (salvo servicios de control fitosanitario) y es
recinto fiscal. Su operatoria se articula con una instalación similar en Victoria (Chile) lo que
facilita el transporte combinado camión-ferrocarril, ya que si existen problemas con las
mercaderías en el tramo carretero, la empresa ferroviaria asume responsabilidad por el
transportista terrestre que ella contrata. La empresa ferroviaria ha realizado estudios sobre la
factibilidad de transporte de cargas refrigeradas (especialmente frutas y productos del mar),
atento la importante oferta de esos productos en la ZIC tanto en las Provincia argentinas como
en las Regiones chilenas.

Respecto del Tren Patagónico, el servicio prestado en la actualidad en esta red atiende ciertas
cargas ferroviarias específicas (granos y minerales) y presta también servicios bastante

141
limitados de transporte de pasajeros. En ambos casos, la red ferroviaria posee importantes
restricciones debido a las condiciones de su mantenimiento, el estado de las vías y del
equipamiento y la necesidad de una urgente adecuación a los actuales requerimientos del
transporte de cargas internacional.

Cabe mencionar al respecto, que dicho Tren se encuentra administrado en la actualidad por la
Provincia de Río Negro y transcurre desde Viedma hasta San Carlos de Bariloche (817 kms),
recorriendo en toda su extensión el eje sur del Sistema planteado en este Estudio, corriendo en
paralelo a la traza de la ruta nacional 23. Este Ferrocarril es estratégico para el desarrollo del
Corredor Bioceánico Norpatagónico y el crecimiento del área sur de la ZIC y se recomienda la
formulación urgente de los estudios necesarios para su actualización y modernización, en cuanto
constituye un factor esencial de la factibilidad del Sistema bajo estudio. Conexos con este
ferrocarril existen tres proyectos ferroviarios de igual urgencia como son los tramos Viedma-
Puerto de San Antonio; Puerto Madryn-enlace con el Tren Patagónico y Puerto de Bahía Blanca-
Puerto de San Antonio, cuyos estudios de factibilidad constituyen elementos básicos para la
formulación operativa del Corredor Norpatagónico. Otra obra ferroviaria a considerar es la
actualización y puesta en valor del ramal Ing.Jacobacci-Esquel (Río Negro-Chubut) de 402 kms.
de gran impacto turístico pero que puede incorporar la modalidad de cargas para la producción
de una de las regiones más subutilizadas de la ZIC.

El siguiente gráfico muestra las limitaciones y actuales asimetrías de la red ferroviaria en la


ZIC con relación a la provincia de Buenos Aires y la urgente necesidad de reestablecer los
servicios de cargas por ferrocarril en las condiciones que demanda el mercado internacional.

142
Una serie de proyectos (cuyo nivel de producción potencial se estima alrededor de las 4,5
millones de toneladas/año) muestran la potencialidad productiva de la ZIC. La puesta en
marcha de esos proyectos puede impactar de manera significativa sobre el desarrollo de
una Región hoy subutilizada y sobre la demanda de transporte en el Corredor
Norpatagónico:

1. Elaboración de cloruro de potasio en el sur de la provincia de Mendoza con una


producción estimada de 2 a 3 millones de toneladas año, a despachar desde el yaci-
miento hasta Plaza Huincul en camiones especiales y desde allí a los puertos de Bahía
Blanca (ferrocarril Ferrosur), San Antonio Este (concretado el ramal Choele Choel-
San Antonio) y/o a puertos chilenos (por camión).
2. Elaboración de urea (Planta de Agua Pesada en Arroyito-Neuquén), con una produc-
ción potencial estimada de 1,2 millones de toneladas año destinadas en su mayor
parte a exportación y con Chile como importante demandante actual y potencial

143
(entre 500.000 y 800.000 toneladas año).
3. Elaboración de celulosa en Valdivia, que está operando desde el 2004, con una
producción de 650 mil toneladas anuales y TATA en la VIIª Región con otras
600.000 toneladas, destinadas al mercado externo y cuyos despachos podrían
canalizarse hacia las instalaciones portuarias chilenas (Pacífico) o hacia los puertos
argentinos de Bahía Blanca o San Antonio Este (Atlántico).

8. 2 Infraestructura Portuaria

En lo que respecta a la conectividad marítima, es innegable la ventaja que en la actualidad,


poseen los servicios que proceden de puertos del oeste de Sudamérica. Los países del
Atlántico sudamericano cuentan con el doble de puertos y con un 56% más de servicios
regulares, a lo que debe agregarse mayor frecuencia, barcos más grandes y fletes más bajos.
Ello genera que las cargas que salen de los puertos del Pacífico multiplican notablemente los
costos actuales en determinadas circunstancias. Dichas diferencias implican que un exportador
cuya mercadería tiene igual acceso a puertos en ambas costas elegirá generalmente un puerto
atlántico.

El hinterland de los puertos del Pacífico, restringido por la Cordillera de los Andes,
supone costos extra por su cruce a una distancia que equivalen a varios cientos de
kilómetros de terreno llano. Ello explica que en la actualidad el transporte de ciertas cargas
desde provincias lejanas se dirija a las terminales de Buenos Aires aunque tengan destino al
Pacífico. Pero ello responde a las actuales condiciones de infraestructura, servicios portuarios
y volúmenes de producción regional.

Sin embargo, el análisis de los cambios que se están produciendo en la economía mundial
imponen no sólo la articulación y complementariedad de la producción argentino-chilena (a la
que ya se ha hecho referencia) lo que por sí sólo justificaría el desarrollo del Corredor
Bioceánico Norpatagónico para atender los problemas de escala de la demanda internacional,
sino la necesidad estratégica de adaptar la infraestructura a las nuevas circunstancias que esos
cambios impondrán a nuestros ordenamientos territoriales. Cuánto tardarán las grandes
compa-ñías marítimas de Asia en determinar nuevas rutas directas y más cortas hacia sus
proveedores sudamericanos sin necesidad de “adaptarse” a las “condiciones atlánticas” de un
continente conformado sobre la base de la existencia única de mercados en Europa y América
del Norte?

Por otra parte, Chile y la producción cordillerana de la Argentina requerirán de salidas


eficientes para el flujo de mercaderías hacia los mercados de Africa y Oceanía, hoy mercados
ascendentes de extraordinarios índices de crecimiento (Angola más del 25% PBI en los
ultimos tres años), Nigeria, Sudáfrica, etc. Ello sin contar con que la línea de isocostos para la
salida por puertos del Pacífico determina su conveniencia para todo lo que esté comprendido
dentro de un eje imaginario ubicado a 300 kms. al este de la frontera argentino-chilena.

El sistema portuario argentino, conformado por 118 puertos, tiene sólo 25 que son marítimos,
mientras otros 70 son fluviales (11 sobre el Río de la Plata, 38 sobre el Río Paraná, 17 sobre el
Río Uruguay y 4 sobre el Río Paraguay) y 23 son lacustres (ubicados sobre lagos en las
provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut en la ZIC).

144
La dermanda actual del comercio internaconal hace necesario incorporar los puertos a las
redes de transporte intermodales e interoperables como parte de una cadena logística de
transporte. Los puertos son hoy centros de transferencia de cargas y no ya terminales. El
concepto de hinterland (área de influencia de un puerto con continuidad espacial) se ha
desdibujado ante las relaciones espacialmente discontinuas entre puertos y centros receptores y
emisores de tráfico, más aún con la vigencia de los puentes terrestres (land bridge) sobre
corredores bioceá-nicos. Estos requerimientos portuarios que rigen a nivel internacional
comienzan a requerirse imperiosamente en Argentina.

En el caso argentino aparece con frecuencia el siguiente diagnóstico de la actual situación


portuaria:

a. la producción de cereales y graneles requiere salida entre Santa Fe, Rosario y Villa
Constitución (65% de la producción exportable);
b. el resto se puede canalizar por los puertos de Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata;
c. los contenedores se canalizan vía puerto Buenos Aires (Nuevo y Exolgan) y, en el
futuro, por Campana, La Plata y Mar del Plata;
d. para el tráfico pasante, en tránsito, se utilizaran los corredores bioceánicos intermo-
dales, al igual que para las producciones básicas regionales;
e. la producción regional de la Patagonia, de menor volumen, puede encontrar salida por
los puertos de San Antonio Este (frutas, minerales y pesca), Puerto Madryn (minerales,
aluminio, pesca), Punta Colorada (hierro), Comodoro Rivadavia (combustibles) y
Puer-to Illia, en Punta Loyola (carbón y otros).

Como puede observarse, en esos diagnósticos se minimiza en cierta medida el rol de la


Patagonia, sin prever –como sí se ha hecho en este Estudio– la expansión de la producción
regional y su especialización. Es decir, se diagnostica el statu quo sin contemplar la
proyección de la demanda de mercados potenciales ni el futuro desarrollo productivo regional.

Sin duda, Argentina necesita puertos más profundos en donde no los tiene de forma natural. Y
donde los tiene, la lejanía de las áreas demandantes no les otorga valor. Esta reiterada
afirmación técnica abre dos conclusiones posibles. Una, la habitual, consiste en plantear la
necesidad de reforzar y potenciar los puertos de mayor actividad. Otra, mas compleja pero de
mayor trascendencia estratégica para el país, es favorecer las producciones en aquellas áreas
del país, que poseen esos puertos naturales y que hoy están subutilizadas. Una refuerza el statu
quo y las actuales asimetrías; la otra, se plantea un reordenamiento territorial y la
conformación de una matriz productiva que permita la ocupación integral del territorio.

Un ejemplo de las distintas opciones planteadas lo constituye la solución portuaria del


complejo granelero. La Hidrovía Paraná-Paraguay, conectada al canal 32 pies Rosario al
mar, y Punto Alfa pueden potenciar el complejo portuario Rosario-Terminal 6-San Martín-
San Lorenzo y, en menor medida, Buenos Aires-La Plata. Pero otra opción estratégica que
permite desconcentrar la actual configuración la construcción de dos o tres estaciones de
transferencia de graneles (centro-sur de Córdoba, Santa Fe y costa de Buenos Aires) para
desde allí, operar dos líneas ferroviarias hacia Bahía Blanca y Quequén, ampliando y
fortaleciendo estos puertos en aguas profundas a 45 pies.

145
Para identificar algunas prioridades es necesario clasificar los puertos en cinco tramos de la
ribera fluvial y del litoral Atlántico de Argentina, observando su actual
comportamiento, posibilidades y necesidades: Hidrovía Paraguay-Paraná (tramo medio), Vía
Navegable 32 pies Rosario-San Lorenzo al Atlántico, bajo río Uruguay, puertos del frente
marítimo de la región pampeana, y puertos patagónicos.

• Hidrovía Paraguay-Paraná

Puerto de Barranqueras: Este puerto cumplirá una función estratégica en la Hidrovía.


Posee accesos por carretera y ferroviarios. Se deberá construir una estación de
transferencia intermodal de cargas. Se prevé un nuevo puente sobre el Paraná que lo unirá
con Corrientes (ferrovial). El puerto que depende de la jurisdicción provincial, necesita
inversiones para ampliación y modernización ya que deberá atender un importante
movimiento de contenedores, minerales y productos siderúrgicos de Zapla. El puerto de
Formosa es complementario del anterior y el gobierno provincial busca inversores para
canalizar sus proyectos. Será un nodo estratégico de tráfico internacional en la intersección
de la Hidrovía y el Corredor Bioceánico Norte.

Puerto de Santa Fe: Cuando se termine el canal de acceso 21 pies y su conexión con la
ruta de Rosario al Atlántico, el puerto de Santa Fe tendrá un papel significativo en las
exportaciones de una importante región agro-industrial. Necesita ampliaciones y
modernización en equipamiento y accesibilidad.

• Vía navegable 32 pies

Complejo Rosario-San Lorenzo al Atlántico


Por esta vía navegable, se canaliza casi el 70% de las exportaciones de Argentina y el 80%
de las importaciones. El complejo portuario San Martín - San Lorenzo se mantiene con
una dinámica de alto crecimiento. Se conjugan inversiones privadas en las terminales
portuarias, concesión de ferrocarriles (N.C.A.), rutas y un aumento masivo de la
producción exportable de oleaginosas. Nuevas inversiones pueden reforzar esta franja
fluvial-portuaria.

Puerto de Rosario: se constituirá en otro nodo importante para el Mercosur, con el puente
Rosario-Victoria que conecta el más importante Corredor Bioceánico con la Hidrovía
Paraguay-Paraná y la ruta 32 pies de Rosario al Atlántico. Pueden requerirse inversiones
puntuales en este puerto, así como en los de Villa Constitución y San Nicolás. Las
necesidades de inversiones se centran en varias terminales especializadas de graneles
líquidos, sólidos (cereales y minerales), otra polivalente y una destinada a contenedores, y
mejoras en el equipamiento para carga y descarga, con áreas de actividades logísticas e
industriales. En Rosario pueden operar buques Panamax (35.000 a 80.000 tpb). Un barco
de 30.000 toneladas requiere ser abastecido por 20 trenes o 1.000 camiones.

Puerto de Campana: El núcleo Zárate-Campana-Escobar constituye un área portuaria con


futuro. Ello se debe a que es la terminal fluvial de la Hidrovía Paraguay-Paraná con 32 pies al
cero y con un acceso directo al Uruguay-Brasil, vía Zárate-Brazo Largo. En el kilómetro 95.8,

146
sobre la margen derecha del Paraná de Las Palmas, se inauguró recientemente la terminal
portuaria Mariposa-Furlong, destinada a cargas generales. Posee un muelle de 140 m, con
todas las instalaciones necesarias. Actualmente, opera con carga de automotores, que se
ampliará en el futuro. Otros puertos, como Euroamérica (Grupo Turner), mueven autos, frutas
y maderas y se están realizando importantes inversiones portuarias.

• Complejo portuario Buenos Aires-La Plata

Puerto de Buenos Aires: Existen importantes estudios acerca de la saturación de su


capacidad y de los inconvenientes que genera su situación en el centro de la ciudad. Si
bien ha tenido una profunda transformación en los últimos años, que alcanza a las
terminales privadas de Puerto Nuevo y a Exolgan, en Dock Sud, su principal movimiento
es el de contenedores (Puerto Nuevo, 70% y Exolgan 30%). El puerto de Exolgan opera
con alta tecnología y posee un sistema informático integrado para carga, descarga y
facturación. El puerto de La Plata, que cuenta con 24 puntos de embarque, también realizó
un proceso de transformación a fin de poder operar contenedores (carga general) y
combustibles. La zona franca de La Plata refuerza ese proceso pero se requieren
inversiones para una estación intermodal de transferencia de cargas en el puerto y los
accesos ferroviarios y viales. El polo petroquímico es otra actividad importante que
necesita inversiones para lograr mayor profundidad. El complejo La Plata requiere además
inversiones destinadas a un muelle de 300 m sobre la costa de Berisso, la profundización
del Dock Central y la puesta en marcha de una terminal multipropósito sobre 16 hectáreas
en Ensenada.

• Bajo Río Uruguay

Concepción del Uruguay: Este puerto de gran actividad a partir del dragado a 23 pies del
río Uruguay, posee una amplia rada que permite operar a buques de hasta 225 metros de
eslora y realizar múltiples embarques simultáneos. Posee muy buena accesibilidad por
redes intermodales. El puerto está regulado por el Instituto Fluvioportuario Provincial de
Entre Ríos como también los de Diamante e Ibicuy, que son complementarios. El
ferrocarril accede a todos los galpones y plazoletas, en alto y bajo nivel. Requiere
inversiones en acondicionamiento con cámaras frigoríficas de galpones, en la zona alta,
para el acopio de frutas frescas, especialmente cítricos, así como los servicios. Su actividad
está centrada en la carga de rollizos de eucalipto, madera aserrada y soja proveniente de
Paraguay.

• Puertos de la región pampeana

Complejo portuario de Bahía Blanca: Varios puertos integran este complejo portuario,
el más importante de Argentina. (Ver ampliación de la información en los puertos de la
ZIC).

Puerto de Quequén: El puerto de Quequén es una de las estaciones marítimas de mayor


futuro de Argentina. Posee 12 puntos de atraque. Es necesario mejorar su capacidad
operativa. Por Quequén salen hoy aceite y pellets (pipas) de girasol, chips, maderas, trigo y
fertilizantes, y se reciben productos importados. Sus conexiones viales y ferroviarias se

147
han ido mejorando aceleradamente y requiere mejorar su planta de almacenaje de
fertilizantes, ampliar su capacidad de playa para cargas generales, con accesos viales y
ferroviarios, así como la modernización del giro y la profundización a pie de muelles de 40
pies y prolongación de la escollera sur.

Puerto de Mar del Plata: El puerto de Mar del Plata es una estación marítima completa y
multifuncional (pesca, combustibles, cereales, deportivo, militar). Sin embargo, presenta
problemas de profundidad por embanque de arenas producidas por la escollera sur, que
detiene la corriente de deriva litoral. Su futuro ha sido replanteado por el actual gobierno
provincial que decidió su ampliación y modernización. La región de influencia es de gran
importancia económica (hortícola, industrial, turística y de floricultura) y puede ser un
excelente puerto complementario de Buenos Aires, debido a la accesibilidad ferroviaria.

• Puertos patagónicos

Puerto San Antonio Este: Las exportaciones pesqueras y de frutas del Alto Valle del Río
Negro han incrementado el movimiento y la importancia de este puerto. El mismo se
encuentra en el extremo este del Corredor Bioceánico Norpatagónico (de carácter ferrovial)
hacia el Pacífico, vía Bariloche y Paso Samoré. En materia pesquera se complementa con el de
San Antonio Oeste. Tiene un pontón flotante y bajo estudio el dragado para obtener mayor
profundidad y la ampliación de su muelle. España, Japón, China y Corea han sido los
principales destinos de sus exportaciones. El puerto requiere urgentes inversiones para el
acceso del ferrocarril.

Puerto Madryn: Es uno de los mejores puertos naturales de aguas profundas de Argentina
y atiende la actividad de los buques pesqueros (fresqueros y congeladores). Asimismo
opera el movimiento de minerales y aluminio que aumentó de manera importante en los
últimos años, como también las lanas, frutas, jugos, cueros y algas. El puerto de Rawson
es una estación marítima complementaria para barcos pesqueros.

Puerto de Comodoro Rivadavia: El puerto de Comodoro Rivadavia ha sido reacondi-


cionado. Se prolongó la escollera de 600 m, se dragó la dársena para buques de ultramar y
pesqueros y se ganaron terrenos al mar para ampliar las playas de maniobras e instalaciones.
Comodoro Rivadavia puede conectar por un corredor bioceánico con el puerto chileno de
Chacabuco (800 kms). El puerto sirve de apoyo logístico a flotas pesqueras que operan en el
Atlántico sur y a otras necesidades navieras.

Puerto Punta Loyola: Este puerto fue construido para reemplazar al de Río Gallegos,
debido a los problemas de la amplitud de mareas en éste último. Su objetivo es la
operación de buques mineraleros para exportar carbón (lignito sub-bituminoso) de Río
Turbio, extendiendo el ferrocarril 20 kms. y para atender a las industrias petroquímicas y
eléctricas que utilizan la energía hidroeléctrica del río Santa Cruz. Se presenta como un
gran puerto potencial.

Puerto de Ushuaia: Es puerto más austral del país y el segundo en movimiento de contene-
dores. Desde este puerto operan flotas pesqueras, de pasajeros (cruceros turísticos) y de apoyo

148
a la actividad antártica. Las inversiones apuntan a un nuevo muelle de 205 m de largo y de
mayor ancho para mejorar la accesibilidad. Actualmente la capacidad de atraque es de 732
metros. Turismo, pesca, contenedores y carga general son sus actividades. Para la pesca tiene
un gran futuro.

Todo este sistema portuario nacional ha tenido una reconversión operativa que permitió
mejorar su eficiencia, pero aún se hace necesaria una fuerte inversión público/privada para
atender a los requerimientos actuales del comercio internacional. Los puertos argentinos
adolecen de problemas de dragado, de canales de acceso con ancho suficiente, de falta de
disponibilidad de muelles y carencias de infraestructura para operar con contenedores.

Considerando el sistema portuario tanto en términos de volúmenes como de valor, el complejo


portuario más importante es el del Gran Rosario por el que sale el 80% de las exportaciones
nacionales de granos, aceites y subproductos vegetales, a los cuales debe agregarse además un
creciente movimiento de cargas en contenedores. En este segmento el puerto de Buenos Aires
concentra el mayor porcentaje del país. Como nodos de exportación, le siguen en importancia
el Complejo Portuario de Bahía Blanca-Coronel Rosales, Buenos Aires y Zárate-Campana.
Los Puertos de San Nicolás, Buenos Aires (Dock Sud), Campana, Villa Constitución y
Quequén son los puertos por los que ingresan el 70% de las importaciones nacionales.

Las previsiones de crecimiento de las exportaciones argentinas en el actual contexto mundial


de demanda de recursos naturales y las perspectivas de incremento de las cosechas (para el
próximo quinquenio se prevé pasar de 40 a 70 millones de toneladas) imponen la necesidad de
incorporar rápidamente infraestructura, ferroviaria, vial y de almacenamiento y a la vez,
diversificar las opciones portuarias, teniendo en cuenta los informes técnicos acerca de la
saturación del Puerto de Buenos Aires y de buena parte de los puertos fluviales argentinos,
que atienden no sólo la producción de la región centro, sino la del norte del país, sin acceso
directo a las salidas marítimas y por tanto, obligada a recurrir, por vía terrestre caminera o
ferroviaria al sistema fluvio-marítimo de la cuenca del Plata.

En este contexto, la región patagónica y singularmente, el área de influencia del Corredor


Bioceánico Norpatagónico se presentan como una interesante alternativa, en el contexto
estratégico planteado. Caracterizada por su fácil acceso al litoral marítimo, con profundidades
aptas para instalaciones portuarias, la ZIC en su variante Complejo Bahía Blanca puede
significar un importante aporte a la salida de mayores volúmenes de cargas granarias mientras
que los Puertos aguas abajo pueden atender el previsible crecimiento de la producción
regional especializada, dedicadas casi exclusivamente a la producción de bienes específicos -
pesca, petróleo, minería, frutas-, que demandan servicios portuarios especialmente
desarrollados para ellos. Un Corredor Bioceánico como el planteado en este Estudio permite a
la vez poner a un enorme territorio del país, alejado del litoral atlántico, en conexión con los
Puertos chilenos del Pacífico, con el consiguiente ahorro de fletes nacionales. Frecuentemente
se han levantado voces contra los Corredores Bioceánicos pero curiosamente esa voces se
corresponden a representantes o directivos de los más importantes Puertos del litoral atlántico
que defienden sus propios intereses sectoriales pretendiendo concentrar aún más el ya
concentrado manejo del comercio internacional argentino.

La estructura portuaria existente en la Zona de influencia del Corredor Bioceánico

149
Norpatagónico se centra básicamente del lado del Atlántico en el Complejo Portuario de
Bahía Blanca, Puerto de San Antonio Este y Puerto Madryn, mientras que del lado del Pacífico
los Puertos más importantes son Talcahuano, Valdivia y Puerto Montt.

Por su ubicación, el Puerto de Bahía Blanca es uno de los más importantes complejos
portuarios argentinos. Su localización geográfica y la distancia a las principales ciudades y
centros productivos del país, así como sus interconexiones viales y ferroviarias que le permiten
combinar de manera eficientemente distintos modos de transporte, le otorgan una especial
relevancia estratégica.

150
El Puerto de Bahía Blanca revela su importancia estratégica como uno de los enclaves
portuarios del Corredor considerando las distancias que mantiene con los más importantes
núcleos de producción: Mendoza, 1100 kms.; sur de Córdoba, 800 kms.; San Luis: 750
kms.; Neuquén 524 kms.; Alto Valle Río Negro: 520 kms.; La Pampa, 350 kms.; Viedma,
280 kms. San Antonio Oeste, 330 kms.; centro cerealero de la Provincia de Buenos Aires
(Olavarría, Azul, etc.), 350 kms.

Su importancia como “puerto argentino de aguas profundas” queda reflejada en su


creciente actividad. En el 2007, el movimiento portuario local, significó un record sin
precedentes, duplicando el volumen total alcanzado una década atrás. La soja volvió a ser
el principal producto de las exportaciones granarias (3.327.179 tns) con China como
destino preferente (2.665.649 tns), superando las tradicionales exportaciones de trigo
(1.720.044 tns). El segundo producto granario fue el maíz (1.753.322 tns.). A nivel
general, el primer destino de las exportaciones desde Bahía Blanca fue Brasil con
2.800.451 toneladas (el mayor volumen correspondió a trigo -1.269.562 tns.- y además
malta, cebada, urea, aceite de girasol, harina y productos petroquímicos).

Un dato significativo es que la mayor parte de los buques sojeros llegaron desde los
puertos del Paraná (Rosario, San Lorenzo, etc.), hasta Bahía Blanca a fin de “completar"
sus cargas por la posibilidad de desplazarse en una ría de 45 pies de profundidad.

Según cifras de los responsables portuarios, desde los muelles de Bahía Blanca se exportaron
durante 2007, la suma de 13.409.109 toneladas (repartidas entre Terminal Bahía Blanca -
3.347.631-; Cargill -2.364.319-; Posta de inflamables -1.456.897-; Mega -1.342.083-; y
Profertil -1.042.328-). Esos volúmenes sumados al tonelaje movido en Puerto Rosales que
representan un volumen sin precedentes (11.732.994 toneladas-boyas flotantes que reciben y
redespachan hidrocarburos de distintas explotaciones del sur del país) totalizan 25.142.192
toneladas en el Complejo.

El crecimiento de este Puerto ha sido constante desde 1993 debido en buena medida a la
profundización y ensanche del canal de 97 kilómetros que une los puertos con el mar
abierto; al mantenimiento permanente de los 45 pies de profundidad, a una tarea eficiente
en la recepción, carga y despacho de buques, a lo que debe agregarse la terminación del
llamado muelle 21 (2007), básicamente dedicado al movimiento de contenedores.

El Concesionario Servicios Portuarios Patagonia Norte, empresa integrada por


Expofrut y Murchison, que viene operando el Puerto de San Antonio Este (Río Negro),
invirtió en ese muelle 11 millones de dólares y tiene el compromiso de invertir otros 9
millones en distintas obras destinadas a la otorgar operatividad al sector. Esas inversiones
han estado motivadas en dos proyectos en desarrollo: una Terminal exportadora de
cereales que la multinacional Dreyfus prevé instalar en la zona de Cangrejales y la
exportación desde Bahía Blanca, del cloruro de potasio extraido en Mendoza por la
multinacional Río Tinto.

Durante el 2007, operaron en Bahía Blanca, 1.174 buques: 502 graneleros, 420 buques
tanques (que trabajaron en Rosales con crudos), otros que transportaron aceites vegetales y

151
22 Portacontenedores, cifra destinada a incrementarse teniendo en cuenta que el nuevo
muelle 21, comenzó a operar a fines de ese año.

El nuevo Muelle Multipropósito ha sido concebido como parte de una plataforma logística
integral, para operaciones más ágiles, seguras y de menor costo de distribución física
nacional e internacional. Cuenta con una plataforma de 270 m. de largo por 40 m. de
ancho, que permitirá operar de manera óptima con buques celulares portacontenedores.

8.3. Infraestructura aérea

Con relación a la infraestructura para el transporte aéreo, la Argentina cuenta con 57


aeropuertos, de los cuales 33 operan con vuelos de cabotaje y sólo 24 están habilitados para
operar vuelos internacionales. Tal como se señala en el Plan Estratégico Territorial, “la
situación del sistema es compleja, debido a la preexistencia de un largo proceso de
desinversión que produjo un deterioro generalizado de las instalaciones –estado de las pistas,
balizamiento, radarización, etc– con importantes desequilibrios relativos según su localización,
los cuales se ven acentuados por la deficiencia de los servicios. Los servicios aerocomerciales
son prestados por un reducido grupo de líneas regulares que operan con una organización
espacial radioconcéntrica, con alta frecuencia de tráfico de cabotaje e internacional sobre la
ciudad de Buenos Aires”.

Esa organización espacial radiocéntrica no sólo es atendida de manera insuficiente en


relación a determinados destinos (capitales de provincia como Viedma o ciudades de alta
actividad productiva como Comodoro Rivadavia tienen limitados vuelos semanales) sino
que además la interconexión entre los principales destinos es escasa o nula, lo que dificulta
la integración regional y la dinámica exportadora.

En esa dirección, el Gobierno Nacional ha decidido recientemente retomar la gestión


estatal de Aerolíneas Argentinas precisamente sobre la base de estos análisis y la
necesidad de contar con una herramienta –como es el transporte aéreo de pasajeros y de
cargas– de enorme importancia estratégica dada su estrecha relación con las posibilidades
potenciales de desarrollo de las distintas regiones del país.

En la ZIC existen un solo Aeropuerto Internacional (San Carlos de Bariloche) y 10


aeropuertos de cabotaje (Bahía Blanca, Viedma, Santa Rosa, Puerto Madryn, General Pico,
General Roca, Esquel, Cutral Co, Chapelco y Neuquén), con baja frecuencia de vuelos y
carencia casi absoluta de conexiones intrarregionales, lo que obra como un limitante de las
posibilidades de desarrollo de la producción y el comercio internacional.

La situación puede ser revertida pero requiere de un proyecto estratégico conjunto de las
Provincias involucradas en la ZIC y en general, de todas las provincias patagónicas y de
una articulación nacional-provincial para el aprovechamiento y actualización de la
infraestructura existente y en buena medida subutilizada y desperdiciada.

Un solo ejemplo puede poner de manifiesto lo revelado a través del presente Estudio. Se
trata del Aeródromo Bordón de la localidad de Ing. Jacobacci, en pleno corazón de la ZIC.

152
Ubicado a 892mts sobre el nivel del mar, las ventajas con las que cuenta ese aeródromo
pueden resumirse en:

1. Está a 180 kms de la Ciudad de San Carlos de Bariloche, polo del turismo regional
y uno de los más importantes centros turísticos argentinos, que posee el único
aeropuerto internacional de la región y cuya capacidad operativa se resiente en los
meses de mayor afluencia de tusirtas, limitandose su capacidad para operar como
aeropuerto de cargas.
2. Está a 467 kms del puerto de San Antonio Este, uno de los ejes de la estructura
portuaria de la ZI y cabecera Sur del Corredor Bioceánico bajo análisis.
3. Con una pista de orientación 07/25 de 2100 mts x 30mts (similar a la de
Aeroparque de Buenos Aires en dimensiones), puede constituirse en alternativa del
Aeropuerto de San Carlos de Bariloche: una Aeronave monomotor tipo PA28,
tarda 40 minutos desde allí a Bariloche y un reactor tipo LJ35, tardaría más en el
procedimiento de aproximación a pista que en navegar hasta aquel aeropuerto.
4. Está ubicado en una zona privilegiada para el aterrizaje y despegue por no contar
con obstáculos que limiten las aproximaciones a pista y con una meteorología que
no es tan restringible como en los aeródromos y aeropuertos aledaños.
5. Es un aeródromo estratégico para los vuelos a Esquel y alrededores si tuviera
capacidad de recargar combustible para las aeronaves.
6. Podría constituir un muy buen aeródromo para cargas aéreas de materias primas
como alimentos perecederos que tengan que salir rápidamente de los aeropuertos
internacionales de Ezeiza o Bariloche al exterior (carnes de corderos patagónicos,
Frutillas, Frambuesa, Sauco, etc.

Sin embargo, sus actuales condiciones no lo permiten, Adolece de falta de mantenimiento


de su pista, los tanques subterráneos para abastecimiento de combustible se han inundado
de agua por abandono de las instalaciones, carece de torre de control (a medio construir),
lo mismo que los servicios para posibles pasajeros (cafetería, baños, oficinas, etc).

La inversión necesaria para ponerlo plenamente operativo y al servicio del desarrollo del
Corredor Bioceánico Norpatagónico no supone importantes erogaciones y su realización
puede acompañar los tiempos de construcción de los tramos de pavimentación pendientes en
la ruta nº23 en curso. Lo esencial de sus carencias se centran en la necesidad de una pista con
un mayor soporte y plataforma, que permita operar aviones de carga; un sistema de
iluminación (pista, calles de rodajes, plataforma) para operaciones nocturnas; un cercado
perimetral que otorgue condiciones de seguridad a las operaciones y concluir y equipar la
Torre de Control (en la actualidad sus equipos de comunicación “duermen” depositados en
una oficina).

El mejoramiento de ese aeródromo permitiría asimismo a toda la región Sur de Río Negro, de
enormes dificultades de conexión, contar con vuelos sanitarios de emergencia.

El ejemplo revela la necesidad de una revisión profunda de las necesidades de la ZIC para el
aprovechamiento integral de sus recursos tanto naturales como humanos y de infraestructura.

153
8.4 Infraestructura de Energía

En la medida en que las distintas actividades económicas han crecido, también ha crecido la
demanda por energía. En el Eje esta demanda es suplida básicamente a través de la generación
de energía eléctrica y de la provisión de gas. Sin embargo, no todos los países gozan de
suficiencia energética y por ello la interconexión eléctrica y gasífera juega un papel
importante.

Tanto en las provincias de la ZIC en Argentina como en las regiones de Chile, se genera
energía eléctrica. En las provincias argentinas además, hay explotaciones de petróleo y gas. A
nivel global, el 53% de la generación de energía de Chile proviene de plantas hidroeléctricas y
en Argentina el 36.7%. En el área del Eje (ambos países) las condiciones topográficas
posibilitan la instalación de plantas hidroeléctricas7.

El consumo de energía eléctrica varía entre 2.100 Kv-hr/habitante en Argentina y 2.954 Kv-
hr/habitante Chile, valores importantes en comparación con otros países de Sudamérica,
aunque inferiores a los de Europa y América del Norte.

Chile es un país importador de energía y varios gasoductos transportan gas desde Argentina.
En el ámbito de la ZIC, el gas recibido en el sur chileno proviene de Neuquén y Río Negro.
Las carencias energéticas de ambos países imponen estudiar de manera conjunta diversos
proyectos destinados a asegurar el suministro de energía en el ámbito de UNASUR y de
avanzar en la cooperación científica y tecnológica bilateral en energías como la atómica,
hidroeléctrica, eólica, etc. fortaleciendo la integración regional.

8.5. Infraestructura de Comunicaciones

Dos fenómenos caracterizan la utilización de las comunicaciones en la región, en


concordancia con lo observado a nivel internacional. Por una parte la penetración de la
telefonía móvil y por otra, la penetración de Internet. En el primer caso el número de
abonados a la tecnología móvil supera ya ampliamente el total de líneas fijas en servicio.
Así por ejemplo, la tasa de penetración de la telefonía móvil muestra un mayor dinamismo
desde el año 2002 cuando se compara con el ritmo de crecimiento de la telefonía fija. En el
gráfico 8 se observa el vertiginoso crecimiento de los abonados a telefonía móvil frente al
número de líneas fijas.

Por otra parte, la utilización de Internet está transformando y facilitando la comunicación,


integración y gestión de todas las actividades públicas y privadas. En Argentina la penetración
de Internet se sitúa en el 34% y en Chile en el 42.4%. Sin embargo a pesar de los avances en
ambos campos, aun hay espacio para una mayor utilización de las modernas tecnologías de
informática y comunicaciones. 27

Cobran singular importancia proyectos como el desarrollado por la Cooperativa de El


Bolsón tendientes a entrelazar los sistemas de telecomunicación regional, abaratando
tarifas y mejorando la accesibilidad a los servicios de la población local, ante los desafíos

27
Networked Readiness Index, coloca a Chile en la posición 31 y Argentina la 63 en el orden mundial.

154
planteados por el desarrollo del Corredor Bioceánico Norpatagónico respecto del
incremento de la producción en la ZIC, lo que obliga a contar con los soportes de
comunicación necesarios e imprescindibles para la inserción internacional.

9. Situación Ambiental

En el presente Estudio se ha desarrollado asimismo un cuidadoso análisis de la situación


ambiental de la ZIC, atento a que el bienestar de las comunidades y el crecimiento económico
de los países (y las provincias y regiones) involucrados en el Corredor Bioceánico
Norpatagónico dependen de un mejoramiento significativo de la infraestructura actual y de los
métodos y tecnologías de producción pero también –y decisivamente – de la sostenibilidad
ambiental de cada uno de los proyectos que se desarrollen.

La aplicación de nuevas y más eficientes formas de explotación de los recursos como la


construcción, adecuación o el mejoramiento de obras de infraestructura puede generar
impactos biogeofísicos y socioeconómicos que deben ser tenidos en cuenta para asegurar la
sostenibilidad presente y futura de los mismos.

El avance de la frontera agrícola en áreas sensibles, los problemas conexos (conflictos por el
uso del suelo y de los recursos naturales, deforestación, desertización, etc), los cambios en el
clima o la calidad del agua, han sido considerados como parámetros para el análisis de la
prefactibilidad del Corredor bajo estudio.

La evaluación realizada sobre los proyectos de IIRSA (Agenda Consensuada -2006) en


relación a la situación ambiental, concluyó que los ejes más sensibles eran: 1. Eje del
Amazonas; 2. Eje del Escudo Guayanés; 3. Eje Andino y 4. Eje Perú – Brasil – Bolivia.

Si bien el Eje del Sur no está incluido de manera directa en la lista de los más sensibles, parte
de su conformación está involucrada en el Eje Andino, donde se ubican numerosas áreas de
protección (parques nacionales, áreas de protección ambiental, bosques y reservas de flora y
fauna) y ecoregiones especiales a ambos lados de la frontera.

Además la ZIC contiene áreas sensibles como parte de la Región Sur de la provincia de Río
Negro y la Meseta de Somoncura que requieren manejos especiales. Por estas razones la
situación ambiental ha sido un aspecto de especial consideración en este Estudio, sobre todo
teniendo en cuenta las potencialidades de la ZIC para la realización de actividades turísticas,
aprovechando las condiciones propias de la región, que requieren soportes de infraestructura y
servicios que deben desarrollarse sin alterar los ecosistemas existentes.

Conclusiones y recomendaciones

Dada su ubicación geográfica, el territorio de la provincia de Rio Negro alberga una diversidad
de regiones naturales propias de la Patagonia y que algunas de ellas se caracterizan por su
fragilidad frente a la incorporación de explotaciones productivas tales como agricultura,

155
ganadería, hidrocarburos y minería. El Corredor norpatagónico proyectado prácticamente
atraviesa todas las regiones biogeográficas representativas de la Provincia. A su vez la región
del Corredor reúne en su extensión la presencia de todos los sectores productivos y áreas
sensibles que podrían vulnerar a la sustentabilidad del medio.

En líneas generales el aparato productivo actual utiliza los recursos naturales de ecosistemas
que, por sus características posiciónales y climáticas, se tornan valiosos por el delicado
equilibrio en el que se encuentran. El grado de sensibilidad de muchos de ellos los pone en el
límite de lo irreversible frente al impacto de determinadas actividades como la ganadería, la
pesca y la forestación con especies exóticas u otras de escala. Pero no son las actividades
mencionadas en si las causales de la fragilidad del concepto de sustentabilidad ambiental.
Otros elementos correspondientes a cuestiones institucionales o de gerenciamiento llevan al
desen-cuentro de intereses entre el hombre y la naturaleza.

No es el hecho de que las actividades productivas de la región se realicen sobre un ecosistema


sensible o estén cerca de una reserva natural, ni que produzcan alteración del paisaje o que
modifiquen las calidades hídricas, edafológicas o topográficas. El punto de análisis está en las
acciones concretas que la comunidad realiza para proteger el medio ambiente. Hay un
desequilibrio marcado hacia la solución de prioridades sociales inmediatas tales como la
rentabilidad del sector o el bienestar económico y de seguridad de los trabajadores por sobre el
mantenimiento de las capacidades de los recursos naturales.

La provincia de Río Negro incorpora tempranamente en su legislación el concepto de


desarrollo sustentable afirmando en su legislación que la sustentablidad es:

 El mantenimiento de las capacidades propias de los sistemas.


 La satisfacción de las necesidades tangibles e intangibles básicas de las generaciones
presentes y de las generaciones futuras.
 La participación ciudadana en la toma de decisiones

De esta manera en Río Negro se construyó un soporte legal muy fuerte para la implementación
de los principios de sustentabilidad. Sin embargo cuando se analizan la efectividad en el
cumplimiento de las leyes específicas, en el nivel de participación ciudadana en la toma de
decisiones y en las medidas posteriores para el control y mitigación de los efectos sobre el
medio ambiente se observan fallas derivadas de una ausencia de los responsables directos en el
control. Los motivos vienen desde distintos orígenes tales como presupuesto escaso, dificulta-
des en la coordinación interinstitucional o la poca capacitación específica.

Un aspecto a destacar del análisis es la existencia de numerosos organismos locales de


investigación (INVAP, INTA, IBMP, UNC, CIEFAP) con importante información técnica
regional necesaria para implementar estrategias de desarrollo sustentable.

Dicha información volcada en programas de desarrollo y monitoreo por eco-regiones debería


potenciar aún más el valor del trabajo de las instituciones mencionadas, pero ello aún no se
manifiesta en la realidad. Aún así el crecimiento abrupto de la economía regional empujado
por un aumento en el ritmo productivo necesita un mayor volúmen de información (generada a

156
través de al investigación aplicada y la investigación de base) que le aporte herramientas para
el sistema de decisión política y herramientas para la concientización pública.

Un primer paso necesario para la aplicación de un buen programa regional de monitoreo pre y
post proyecto que brinde sustento a las tomas de decisiones sobre qué producción desarrollar y
cómo hacerlo, debería ser la confección de un sistema de información geográfica provincial
y de la ZIC con bases de datos asociadas que indiquen fragilidad, cualidades y limitaciones de
todas las regiones que comprenden el Corredor. Dicho sistema debería ser alimentado
continua-mente con los estudios de impactos ambientales realizados por los proponentes, con
los resultados de programas de investigación fomentados por las instituciones locales y con las
conclusiones de cada monitoreo bien realizado. Para ello debe fomentarse y estructurarse el
trabajo multi disciplinario e inter institucional.

10. Articulación institucional

10.1. Gestión de las Políticas Públicas

Una mirada de las principales políticas y herramientas con las que las provincias involucradas
en la ZIC cuentan para promover el desarrollo productivo y empresarial (y en especial, la
Provincia de Río Negro, teniendo en cuenta que ocupa la mayor parte del territorio de la
misma) genera preocupación por la necesidad de actualizar el enfoque en torno al desarrollo
económico territorial y dar lugar a la construcción de una nueva institucionalidad promocione
las estrategias de generación de riqueza con equidad.

Se observa que aun subsiste la creencia tan difundida en los noventa, que sostiene que el
crecimiento económico por sí solo es suficiente para reparar las profundas brechas socio
económicas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Si bien ingresamos a un escenario
en el que la recuperación del crecimiento redujo considerablemente la desocupación y los
niveles de pobreza; el proceso de crecimiento tiende a concentrar los recursos y la riqueza y
consecuentemente a mantener o profundizar la desigualdad social

Si bien el Estado es un actor estratégico de primer orden, sus capacidades se encuentran


visiblemente disminuidas después de más de dos décadas de políticas neoliberales. Motivo por
el cual no es posible concebir el desarrollo con impulsos provenientes solo de las políticas
públicas. Se requiere mucho más. Se necesita de la participación de los actores sociales y de
capacidades de dialogo y construcción de acuerdos básicos.

Esencialmente, preocupa la falta de atención que padece el conjunto mayoritario de MIPYMES


provinciales. En la actualidad existe un núcleo de empresas vinculadas a los mercados externos
con capacidad de acceder a las pocas líneas de financiamiento existentes y procurarse
condiciones de innovación y competitividad. Especialmente del sector frutícola y de turismo.
Pero un número mayoritario de MIPYMES con roles decisivos en el sostenimiento del empleo,
la dinámica productiva y la distribución económica de la riqueza, no tienen las mismas
oportunidades.

157
En los hechos, las instituciones y organismos provinciales abocados a la promoción e
instrumentación de políticas de desarrollo no construyeron a lo largo de los últimos años y en
consecuencia, hoy no poseen ni los instrumentos de gestión ni los recursos necesarios para
estimular el tejido productivo de las distintas microregiones de la provincia.

La infraestructura institucional desarrollada para gestionar políticas de promoción productiva y


la acumulación de experiencias y aprendizajes, resulta absolutamente insuficiente y están
vaciadas de capacidades y contenidos. Consecuentemente, esos organismos tienen un papel
subalterno y casi marginal en el proceso de desarrollo y dinamización productiva, mas allá que
de los relevamientos surja una densidad institucional, que fundamentalmente esta expresada en
la existencia de instituciones con las carencias mencionadas.

La creación de la Agencia Provincial de Desarrollo CREAR (2000), en Río Negro, estuvo


concebida como el instrumento más idóneo para la promoción del desarrollo económico
provincial. A siete años de su creación, el impacto en términos de estímulo al desarrollo a
juzgar por la eficacia de las principales herramientas con las que cuenta (financiamiento,
capacitación, promoción), es modesto y demostró pocos signos de vitalidad.

Las 14 Agencias Locales que conforman la red CREAR encontraron muchas dificultades en el
otorgamiento de créditos propios a través del Fondo Fiduciario Provincial, y por otro lado no
hicieron uso de las diferentes líneas de financiamiento que otorgan organismos e
instituciones a nivel nacional con ventanilla en esas agencias. Esto es lo que se desprende
de la información proporcionada por el CREAR, referida a la asistencia financiera otorgada
entre el 2005 y 2007. En dos años otorgaron $ 3.649.720.- a través de aprobar 193 solicitudes
para el Fondo Fiduciario Provincial a un promedio de $ 18.910 por proyecto, claramente
insuficiente para la promoción del desarrollo.

A esto le debemos agregar los tiempos de la evaluación y posterior desembolsos, los que en la
mayoría de los casos no bajan del año. En muchos casos la Fiduciaria SA no conforme con los
requisitos e información elevada por la agencia CREAR, solicita información complementaria
o exige nuevas condiciones al emprendedor que solicitó asistencia financiera. Motivo por el
cual los tiempos se alargan. Sin roles y competencias definidas con claridad entre organismos
oficiales. Los gerentes de las agencias se sienten limitados en su accionar ya que no disponen
de líneas de financiamiento operativas.

Otro tanto ocurre a nivel territorial. En algunas ciudades de la provincia de Río Negro,
especialmente las más grandes, intervienen varios programas a la vez, de jurisdicción nacional,
provincial, municipal, de organizaciones no gubernamentales y centros académicos en algunos
casos, orientados al desarrollo local y promoción productiva-empresarial. Todos ofrecen
idénticos instrumentos: asistencia financiera y capacitación. La implementación de cada uno
de ellos se da en compartimentos estancos, sin articulación alguna ni criterios de
especialización. En aquellos programas que existen, es parcial y en la mayoría de los casos
ocasional. No forman parte de un diseño sistemático de complementación y construcción de
bases de datos que ayuden a entender que es lo que cada programa hace, quienes son los
beneficiarios presentes o potenciales y fundamentalmente, evaluar el impacto de las políticas
implementadas.

158
Los escasos recursos efectivamente canalizados a los emprendimientos muestran que el Fondo
Fiduciario Hidrocarburífero no dio los resultados esperados. Así lo demuestra la performance
de la asistencia financiera canalizada a través del CREAR en los últimos años. Las carencias y
limitaciones de la Agencia Provincial de Desarrollo no hacen más que poner de manifiesto la
inexistencia de un sistema de asistencia financiera y técnica para las MIPYMES de la
provincia. Mucho menos, un sistema integral de servicios empresariales orientado a las
PYMES que acompañe al empresario con asistencia técnica adecuada a resolver sus gestiones
de servicios financieros y no financieros. En ese sentido algunos recursos humanos de las
agencias no están preparados adecuadamente para la formulación de proyectos y herramientas
de articulación.

También la provincia cuenta con el Programa PRO RÍO NEGRO financiado por el BID y
orientado a la reconversión empresarial para la mejora de la productividad y competitividad.
La carencia de un sistema integral de servicios empresariales en la provincia esta ligada, en
parte, al cambio de orientación que sufrió el PRO RN, ya que en su concepción original se
pensó en atender a las PYMES provinciales. Pero finalmente, el programa se orientó al núcleo
de empresas ligadas a los mercados externos. Esto es precisamente lo que se desprende de un
informe de la UPCEFE, el que sostiene que: “el 90 % de las empresas financiadas tienen
perfil exportador”.

En el citado informe, al momento de analizar las lecciones aprendidas (Subprograma III),


señala que: “Acertadamente, durante la etapa de formulación del Programa (2001-2003)
se pretendía beneficiar a un segmento de empresas más pequeñas, estimándose un
monto de crédito promedio del orden de los U$S 100.000. Seguramente para estos
pequeños empresarios era fundamental recibir el apoyo técnico de profesionales
subsidiados por el Programa, para “acceder al financiamiento de sus proyectos”.

En la primera etapa de desembolsos hasta diciembre de 2007, el monto promedio de la


asistencia financiera brindada a las empresas se ubico en los U$S 464.092, bastante por
encima de lo previsto originalmente. Lo que revela a las claras que la asistencia financiera
tuvo como principales destinatarios empresas de una escala superior a la prevista al
momento en el que fue concebido el programa. Continuando con las lecciones
aprehendidas reconocen un “redireccionamiento del segmento beneficiario” a empresas
mas grandes “Estas empresas más grandes, presentan en su organización profesionales
preparados para formular los proyectos de la firma, no resultando propicio los servicios
del Programa a través de los Operadores. Por otra parte, en algunos casos, rechazan la
idea de compartir la información contable de sus negocios con consultores
temporarios.”

Como se puede ver, la mayoría de las MIPyMES que forman parte del tejido productivo
provincial no están comprendidas dentro de esta categoría, ya que no solo no cuentan con
personal técnico o profesional sino que no tienen capacidades para acceder a información,
ni a capacitación e interacción con otros grupos de empresarios y en general la capacidad
gerencial que poseen es muy rudimentaria.

Es decir que la Provincia de Río Negro se endeudó para brindar financiamiento a las PYMES
y mejorar las condiciones de competitividad de las mismas; aunque finalmente el PRO RN

159
canalizó los recursos a un grupo de empresas que si bien también son susceptibles de atención
y financiamiento, no constituyen el núcleo prioritario con mayores necesidades de ser
forta-lecidas y hacerlas mas competitivas. Aspectos que a su turno, justificaron el
endeudamiento.

En definitiva, la orientación que en los hechos tomó el financiamiento y la aplicación de


los
recursos del componente de financiamiento del PRO RN, termina reforzando los rasgos de
dualidad de la estructura o matriz productiva provincial; con un núcleo de empresas con
inserción internacional, capacidad de innovación y acceso a fuentes alternativas de
financiamiento y, por otro lado, un amplio conjunto de MIPYMES diseminadas en todo el
territorio provincial, insertas en las micro regiones con escasa posibilidades de acceder a
financiamiento y poco o nulo acceso a información de mercados y de oportunidades.

La inserción internacional de un grupo de empresas, especialmente del sector frutícola y de


turismo, no asegura un crecimiento armónico del conjunto social y mucho menos,
inclusión social y económica. En tal sentido, es interesante resaltar las experiencias de
promoción de la provincia de Chubut, dentro de la ZIC, dirigidas a la inserción externa de
pequeñas y medianas empresas, a través de un acompañamiento sostenido para financiar la
presencia de su producción en ferias y muestras internacionales.

Se debe tener en cuenta también la necesidad de aprovechar rápidamente las actuales


circunstancias, ya que en gran medida la recuperación productiva y la inserción lograda
desde la salida de la convertibilidad se sustenta en la competitividad cambiaria mas que en
la competitividad sistémica, siendo esta última la que brinda condiciones ciertas de
sustentabilidad que se hace necesario construir.

10.2 Articulación Institucional

De la información analizada se infiere que no existe vinculación y acciones


coordinadas entre los organismos y estructuras que tienen por finalidad promover el
desarrollo productivo. La integralidad de las políticas públicas brilla por su ausencia.
Solo existió un proceso de transferencia de modelos y metodologías de gestión desde el
PRO RN, al parecer con capacidades suficientes, a organismos tales como el
CODEMA, el CREAR, la Secretaría de Fruticultura y demás organismos, sin
demasiadas capacidades a la vista.

Es visible una asombrosa dispersión de acciones, de recursos y de esfuerzos, lo que no hace


más que perpetuar la marginación en la que se encuentran miles de PYMES rionegrinas. La
ineficiencia, la perspectiva del corto plazo y la ausencia de articulación institucional tienen
costos considerables. No son valores neutros o inocuos. Inciden negativamente disminu-yendo
el impacto del desarrollo económico y limitando el alcance del bienestar de los ciudadanos.

En este sentido, debe señalarse que el vínculo entre la trama institucional y el dinamismo
económico y productivo es una condición para las políticas de desarrollo. Es decir que no
solo las variables económicas sino también los factores institucionales pueden tener un
efecto favorable (o negativo) sobre el crecimiento y la competitividad.

160
Conviene aclarar que las empresas con inserción internacional también requieren de
asistencia financiera o instrumentos para financiar sus actividades. El desarrollo del
segmento de micro, pequeñas y medianas empresas no es antagónico con el desarrollo de
la gran empresa. Muy por el contrario es necesario lograr grados de complementación
entre ambos segmentos y de hecho esto forma parte de la dinámica productiva ideal. Pero
esa complementación y los encadenamientos resultantes requieren de un alto y eficiente
grado de participación estatal.

En cuanto a las PYMES industriales o agroindustriales de Río Negro, el panorama no dista


demasiado del descripto hasta aquí. Al respecto cabe destacar que los Parques Industriales de
la provincia permanecieron ajenos a las preocupaciones de sucesivos gobiernos provinciales.
En el informe denominado “Relevamiento de Parques Industriales. Áreas Industriales e
incentivo a la Inversión”, 28 se señalan las insuficiencias de los distintos parques en materia de
infraes-tructuras y servicios y el estado de abandono de alguno de ellos.

De perpetuarse esta situación en el tiempo, el segmento de pequeñas y medianas empresas,


que conforman el 90% del tejido productivo provincial y una parte importante de la ZIC -
verdadero motor y sostén de la economía y el mercado laboral regional- continuaran sin acceso
a servicios financieros y no financieros; lo que hace preveer mayores dificultades y tensiones
en la estructura productiva y consecuentemente en el tejido social.

Otro importante problema a considerar es la carencia de estadísticas provinciales y


municipales en buena parte del ámbito de la ZIC y la falta de observatorios que permitan
información en tiempo y forma para decisiones estratégicas, para poder armar las líneas
base y los monitoreos que toda política de desarrollo requiere. Si observamos los
Municipios, nos encontraremos con que muchos de ellos también carecen de estrategias de
Desarrollo Económico Territorial y de capacidades para implementarlas en su gestión. En
este sentido, es importante alentar las iniciativas de organismos como el Ente de
Desarrollo de la Región Sur, que favorecen y contribuyen a dichas estrategias y
establecen articulaciones entre los distintos Municipios que lo integran, en una labor que
requiere de mayores aportes nacionales y provinciales para alcanzar las metas mínimas de
armonización con el Corredor Bioceánico Norpatagónico.
PROGRAMA
La recuperación macroeconómica es fundamental pero no es suficiente. Hoy es necesario
el diseño e implementación de políticas en la escala local (territorial) para asegurar la
innovación del tejido productivo y empresarial, el que está compuesto mayoritariamente
por micro y pequeñas empresas, que no pueden por sí solas, acceder a los servicios de
apoyo a la producción, viendo así dificultados sus procesos de innovación.

Los territorios con mejores indicadores en término de empleo, ingreso, calidad en las
relaciones laborales y calidad de vida no son aquellos que buscan el abaratamiento de los
costos de producción, salarios bajos y subvenciones fiscales a las empresas, sino los que
estimularon la vitalidad empresaria mediante el fomento de capacidades tales como la

28
Informe Final, agosto de 2006, realizado conjuntamente por el CFI y la Secretaría de Planificación y
Control de Gestión de la Provincia de Río Negro.

161
calidad de los recursos humanos, innovación tecnológica, infraestructura básica, líneas
apropiadas de financiamiento, etc. Y ese fomento como se hace visible en muchas regiones
y países es el resultado de políticas locales o regionales.

La consolidación de un Eje de Desarrollo e Integración como el Corredor Biocéanico


Norpatagónico requiere de los actores involucrados la elaboración de un Plan Estratégico de
Desarrollo Económico Territorial, que como tal contenga:
1. Decisiones políticas a nivel provincial, y puesta a punto de sus instituciones para una
gesta de esta envergadura.
2. Procesos de sensibilización, capacitación y asistencia técnica a instituciones públicas y
privadas sobre el marco teórico y las herramientas necesarias para su gestión.
3. Generación de Programas de Dinamización Productiva con servicios financieros y no
financieros y con técnicos preparados para brindarlos.
4. Implementación de instancias de participación y consenso interinstitucional.
5. Desarrollo de sistemas de información adecuados y observatorios que permitan la
toma de decisiones.

10.3 Situación Fiscal de Rio Negro y el Corredor Bioceanico

Sin duda, la particular situación fiscal de la Provincia de Río Negro –consecuencia de anterio-
res gestiones deficitarias– contribuye a dificultar el desarrollo de las condiciones
institucionales y de promoción requeridas por un proyecto de la envergadura del Corredor
Bioceánico Norpatagónico en cuanto dicha provincia constituye en términos territoriales y de
riqueza un actor de la mayor relevancia para la concreción del mismo.

Estudios vinculados al posicionamiento de las provincias argentinas respecto de eficiencia,


solvencia fiscal e indicadores sociales, de competitividad e infraestructura, colocan a Río
Negro como en el 18º lugar dentro de las 24 jurisdicciones que conforman el país, lo que
no se corresponde con la capacidad productiva ni con la importancia de recursos naturales
con que cuenta la provincia. En materia de solvencia fiscal ocupa el 21º sólo por delante de
las tres provincias más pobres del país (Jujuy, Chaco y Formosa). Y también está por
debajo de la media nacional en los indicadores de infraestructura (red vial, producto
industrial, facturación de energía y producto per cápita). En este último segmento, existen
estudios que ponen de manifiesto que la renta per cápita provincial (8.200 dólares) es casi
duplicada por la de Chubut (15.400 dólares) y triplicada por la de Neuquén (26.200
dólares), dentro de la ZIC. 29

La provincia perdió capacidad de ahorro y por tanto, debe recurrir inexorablemente al


endeuda-miento, situación cuya capacidad de acrecentarse es limitada, ya que los indicadores
de solvencia muestran que Río Negro se encuentra sobreendeudada: la relación deuda públi-
ca/PBG triplica el promedio nacional.

29
abeceb.com, 2008. La renta de Río negro supera en la ZIC sólo a la de La Pampa (5.900 dólares)

162
Esa situación genera poco margen para poder actuar o revertir la tendencia y una visible
dependencia de los aportes que la Nación pueda hacer para sostener las cuentas fiscales
rionegrinas. Todas esas variables, junto con la de eficiencia fiscal -también por debajo de la
media nacional-, se relacionan de manera directa con el rol del Estado en el desarrollo
económico provincial.

El único indicador por encima de la media nacional (nº 8) es el de competitividad, asentado en


el comportamiento positivo de las exportaciones provinciales, su crecimiento y otras variables
relacionadas con el comercio y la inserción en los mercados del sector privado, a lo que
contribuyó sin duda, la política económica impulsada por el Gobierno Nacional sobre la base
de un cambio competitivo.

Al proceso de dificultades fiscales contribuye de manera manifiesta la ampliación adicional de


la “brecha nación-provincias” ya que buena parte de los recursos que contribuyen al superavit
nacional provienen de impuestos no coparticipables (comercio exterior, débitos y créditos,
seguridad social, etc) lo que conduce a una notable diferencia entre el desempeño provincial y
el nacional. 30 Los aumentos en las retenciones no tienen impacto positivo directo sobre la
recaudación provincial ni sobre el monto de recursos obtenidos directamente a través de la
coparticipación; es más, en muchos casos generan resultados negativos sobre los ingresos de
las provincias, como es el caso del petróleo. El aumento de las últimas retenciones a los
hidrocarburos generó un impacto positivo en las cuentas nacionales, a partir del 2008, del
orden de los 2.900 millones de pesos. Para las provincias productoras de crudo -entre las que
se encuentran Río Negro y Neuquén- la medida determina una caída de los ingresos por
regalías de algo más de 480 millones de pesos.

Todo ello significa, sin duda, una manifiesta debilidad, pero, a la vez, la exigencia de
convertir la misma en una oportunidad, afrontando el desafío de acrecentar la producción
e impulsar el Corredor Bioceánico Norpatagónico como un extraordinario factor de
desarrollo regional. El modelo asiático de desarrollo brinda al respecto innumerables
lecciones.

30
Informe Diario Rio Negro, JL., dic.2007.

163
Conclusiones

La prefactibilidad del Corredor Bioceanico Norpatagónico debe enmarcarse en tres


conclusiones básicas:

1. El Corredor es una herramienta


2. El Corredor es un Sistema
3. El Corredor es una plataforma

Esas conclusiones definen en términos estratégicos la importancia de su desarrollo, la


metodología de expansión del proyecto y su lugar en la decisión nacional y regional de una
nueva forma de inserción en el mundo.

1. El Corredor como herramienta:

Se trata de un Eje de Integración y Desarrollo, que requiere valoraciones estratégicas


(políticas, económicas y sociales) que exceden el contexto de rentabilidad económica
entendida strictu sensu. El presente Estudio ha formulado sus conclusiones sobre esa
premisa fundamental, en cuanto el Corredor permite el desarrollo pleno de las potencia-
lidades de una región que revela enormes capacidades productivas subutilizadas.

En el plano político se hace manifiesta la necesidad imperiosa de integración de los países


de la región (y de sus subregiones productivas) para atender tanto la escala de la demanda
mundial como potenciar las oportunidades de desarrollo regional y satisfacer las urgentes
necesidades sociales postergadas de nuestros pueblos. Como señala Jaguaribe, en el actual
contexto mundial, la integración sudamericana es “un problema de supervivencia”. El
actual escenario político internacional revela la aparición de nuevos actores emergentes y
una transferencia de poder desde un orden unipolar hacia un mundo multipolar con
importante preeminencia de los países del Asia Pacífico. Ese cambio político sustantivo va
acompañado de un cambio de paradigma productivo cuya clave reside en la asociatividad
y concibe un especial énfasis en el rol del Estado como planificador estratégico.

En el plano económico esa asociatividad cobra forma de complementaciones y encadena-


mientos productivos capaces de multiplicar las actuales capacidades nacionales y fortalecer a
la vez, la capacidad negociadora autónoma de cada país. El Corredor potencia y facilita la
integración política y económica y permite el aprovechamiento integral de los recursos

164
combinados de los países y regiones involucradas. Como señala el embajador de Chile en
Argentina, Luis Maira “las relaciones entre Chile y Argentina nos brindan enseñanzas y
proyectan un mundo de posibilidades debido a que compartimos la más extensa frontera de
América Latina que auspicia un espacio de interrelación inagotable desde el punto de vista
comercial sumado a que el fomento de las relaciones subnacionales han hecho que los
negocios se multipliquen. Estos actores subnacionales son motores que articulan actividades
en las provincias para trabajar conjuntamente y encontrar nuevos espacios en el mundo”. La
falta de una percepción geoeconómica y geopolítica sobre lo que Chile y Argentina
representan juntos en Sudamérica en cuanto a fuentes de recursos naturales, es lo que ha
dificultado el desarrollo de nuestros países privilegiando muchas veces el criterio de
confrontación y competencia al de complementación. En un mundo globalizado esa ya no es
una opción y la integración se convierte en una decisión insoslayable.

En el plano social, el Corredor se muestra como una herramienta apta para el desarrollo
local y la incorporación de riqueza a sociedades y regiones muchas veces postergadas o
manifiestamente aisladas, cuyas producciones no pueden alcanzar el mundo ni los propios
mercados internos ante las dificultades de infraestructura, conectividad, etc. con las consi-
guientes secuelas de desempleo, servicios precarios de salud, educación y transporte y
pobreza estructural. Aparece aquí de manifiesto una rentabilidad social del Corredor que
debe ser valorada debidamente como uno de los factores decisivos para el desarrollo del
mismo.

Como señala el Plan estratégico Territorial 2008, la gran dispersión poblacional, asociada a la
escasa inversión pública en materia de infraestructuras a lo largo de mucho tiempo, incrementa
los desequilibrios sociales, lo que ha generado en Región de la Meseta Central de la provincia
de Río Negro y en el resto de la ZIC una desigualdad de oportunidades creciente, lo que lleva a
que la población con mayor iniciativa emigre hacia polos de desarrollo fuera de su comarca.
En la medida en que las oportunidades de progreso se dan tan sólo en las ciudades más
pobladas, donde existen alternativas de ocupación laboral en la industria, la construcción, el
comercio, los servicios y donde se ofrece mejor cobertura social y cultural, existe el riesgo de
que las diferencias existentes en materia de conocimiento y desarrollo aumenten y algunas
zonas pierdan preeminencia respecto de otras regiones emergentes de la Patagonia y el país.

2. El Corredor como Sistema

Como ya se ha señalado, el análisis de prefactibilidad del Corredor ha sido realizado desde una
visión sistémica del mismo. Se trata de una herramienta que es parte de una estrategia
geopolítica y geoeconómica sudamericana de integración y desarrollo (IIRSA) para afrontar
los desafíos de un nuevo contexto internacional. Por tanto, requiere de una “visión” acorde con
esa estrategia supranacional donde no primen intereses sectoriales o “visiones localistas” sino
el criterio de red y trama de complementación a fin de alcanzar los mejores y mayores
resultados de una integración plena.

Se trata de un Sistema integrado de infraestructura (vial, ferroviaria, portuaria, de comuni-


caciones, etc) que permita encadenar la producción de toda una región (en este caso, una
superficie binacional, equivalente a España o Francia) y permitir atender los problemas de

165
escala, incorporar valor a la producción y consolidar una arquitectura integrada de negocios,
para alcanzar el desarrollo económico y social de nuestros pueblos.

En ese marco, el Corredor Bioceánico Norpatagónico debe ser fruto de una tarea del conjunto
de las Provincias y Regiones involucradas e incluso, en armonía con la estrategia global
sudamericana. Ello requiere un importante trabajo de sensibilización de los actores políticos,
económicos y sociales para favorecer el más rápido proceso de adaptación a los cambios que
acarrea poner en red poblaciones, culturas e intereses inconexos e insertarlos en el mundo.

3. El Corredor como Plataforma

El comercio internacional de Chile y Argentina tiene como uno de los temas dominantes de su
agenda, la diversificación de sus productos hacia destinos no tradicionales de exportaciones
con alto contenido de valor agregado. Para ello, una alternativa viable es la utilización de
determinados países como plataforma de inserción a terceros mercados.
Como señala Gastón Marando, Chile y Sudáfrica podrían ser los patrones prioritarios para
esta nueva hoja de ruta político-comercial de Argentina, como el nuestro y otros países
pueden serlo para Chile. A través de Chile, Argentina puede explotar los mercados del
sudeste asiático con los que el país trasandino mantiene TLC´s y por parte de Sudáfrica
explorar el acuerdo comercial que mantiene con la Unión Europea además de la SACU
(Unión Aduanera del África Meridional y la SADC (Comunidad de Desarrollo del África
Austral) y el Área Común Monetaria (CMA). 31
Chile ha cerrado acuerdos de libre comercio con EEUU, China y Corea y avanza sobre
similares tratados con Japón e India. Sudáfrica, por su parte, está negociando con EEUU,
India y Japón, demostrando su decisión política de convertirse en un global trader,
mientras propone la construcción gradual de un paradigma asociativo. En ese modelo, el
sistema de interdependencia económica entre dos países se establece en función de
terceros mercados buscando una estrategia de mediano largo plazo que vaya
compatibilizando intereses y concertando una arquitectura mancomunada de negocios.
Los objetivos y las consecuencias de la internacionalización de empresas son diferentes en
cada país si se observa su perfil exportador: Chile requiere superar las limitaciones de
tamaño de su mercado para poder abastecer a los países con los que mantiene acuerdos
comerciales o TLC´s. Para Argentina, en cambio, resulta imprescindible diversificar
destinos y ampliar su oferta exportable.
Resulta imperioso obtener nuevas opciones estratégicas en el nuevo escenario de la competen-
cia económica global a fin de poder diversificar los destinos no tradicionales de exportaciones
con alto contenido de valor agregado con el fin de promover un plan sustentable, entre otras
cosa para aumentar el valor promedio de tonelada exportada. El patrón de exportaciones extra-
Mercosur esta básicamente compuesto por productos primarios, commodities, combustibles y
algunas manufacturas livianas

31
Gastón Marando, Chile y Sudáfrica, una alternativa a terceros mercados, mercosurabc, 2008.

166
En el nuevo mapa de la competencia económica internacional, Argentina ha fijado como uno
de sus objetivos prioritarios, potenciar al máximo el vínculo internacional de las PyMEx
locales, teniendo en cuenta que ellas son relevantes en ese procesp por: 1. el valor promedio de
sus exportaciones por tipo de empresas, de casi 1.000 dólares por tonelada; 2. el empleo que
generan (representan más del 70%); 3. la cantidad de empresas exportadoras por segmentos
concentrada además en gran número entorno al último eslabón (tercera transformación); y 4. el
perfil dinamizador en las cadenas productivas. En ese contexto, uno de los sectores con mayor
proyección e incidencia es el de alimentos, tal como lo señala un informe de Proargex,
dependiente de la Subsecretaria de Política Agropecuaria y Alimentos.
Por ubicación geográfica, menor cantidad de barreras que tiene en materia de aranceles,
posibilidad de inserción de productos con alto contenido de valor agregado hacia los países
de la región o extrarregión como la Unión Europea, Sudáfrica se muestra como un destino
de gran preeminencia estratégica para la política comercial externa del país y por tanto,
para las provincias y Regiones involucradas en el Corredor Bioceánico Norpatagónico.
Sudáfrica, en muy pocos años, se ha ido consolidando como un destino para exportaciones de
productos no tradicionales provenientes de Argentina. No sólo es ya el primer destino de las
exportaciones argentinas al África sino el 17º cliente del país representando un 1.7% del total de
los envíos argentinos al exterior con compras cercanas a los 1.000 millones de dólares en 2007.
Y de igual manera que Chile en relación a los mercados asiáticos y el Nafta, Sudáfrica se
muestra como una plataforma conveniente hacia la Unión Europea y el propio mercado
africano. A fines de 1999 firmó con la UE un Acuerdo Comercial y de Desarrollo y Coope-
ración en el cual se eliminan barreras comerciales sobre el 90% del comercio en ambas
direcciones con el objetivo de crear una Zona de Libre Comercio entre la UE y Sudáfrica.
Mientras las conversaciones UE-Mercosur se prolonguen en el tiempo, el comercio con
Sudáfrica permite un mejor acceso al mercado comunitario y al mercado sudafricano, hoy con
capacidad de compra y requerimientos de alimentos elaborados. Pero también otros sectores
muestran importantes oportunidades comerciales.
Sudáfrica es, por ejemplo, un mercado con expansión del consumo de medicamentos (82% de
las importaciones totales corresponden a medicamentos listos para la venta al por menor y su
importación no está gravada con aranceles ya que sólo debe tributarse el impuesto al valor
agregado), pero a la vez puede significar la entrada de productos farmacéuticos a la UE vía
Sudáfrica. El rol activo de las provincias involucradas en la ZIC, en la potencialización de
estos sectores es crucial, como lo ha demostrado la provincia de La Rioja.
Para las PyMes exportadoras, el mercado sudafricano se convierte en atractivo por la menor
cantidad de barreras que posee en materia de aranceles. La Misión multisectorial de marzo de
2007 realizó avances más significativos en biotecnología, alimentos, autopartes y maquinaria
agrícola. Un informe de la Cancillería argentina (Argentina Trade Net), señala que la demanda
de Sudáfrica y sus vínculos con la UE permiten prever que el volumen de los productos que
están siendo exportados hacia ese país puede verse incrementado de forma sustancial en los
próximos años. Y : Esos productos con altas posibilidades de colocación son : farmoquímicos,
polietileno, alimentos elaborados, vinos y espumantes, pisos de madera, ladrillos, losas, baldo-
sas y piezas cerámicas, partes de bombas para líquidos, compresores utilizados en los equipos

167
frigoríficos, aparatos de destilación o rectificación, máquinas y aparatos para empaquetar o
embalar mercadería, máquinas y aparatos para agricultura y horticultura, aparatos mecánicos
para proyectar, dispensar o pulverizar materias, orugas (topadoras frontales), niveladoras,
cose-chadoras, trilladoras, máquinas y aparatos para la fabricación de papel y cartón, máquinas
y aparatos para quebrantar, triturar o pulverizar, válvulas para transmisiones oleohidráulicas o
neumáticas, tractores, frenos, servofrenos y sus partes, silos desmontables de lona, etc.
Como queda de manifiesto en ambos casos (Chile y Sudáfrica) es viable considerar la
estrategia de utilización de determinados países como plataforma de inserción a terceros
mercados. Chile puede mancomunar intereses con Argentina para tomar posición en diversos
mercados con los que tiene acuerdos de libre comercio y carece de volúmenes o
especialización suficiente para atenderlos. El objetivo es transformarse en plataforma mutua
para afrontar los desafíos de una demanda mundial de extraordinaria escala. El Corredor
Bioceánico Norpatagónico es la respuesta regional a ese desafío.

En síntesis:

La capacidad y potencialidad productiva de la ZIC ha quedado demostrada en el análisis de


cada uno de los sectores analizados en este Estudio. Pero para poner en valor esa capacidad se
requiere que el proyecto del Corredor cobre un impulso dinámico y sostenido, que acompañe
el vertiginoso cambio de las relaciones económicas mundiales. La formulación de un Eje
Bioceánico en el Norte de la Patagonia argentino-chilena presenta fortalezas por su carácter de
bioceanidad que permite “poner en el mundo” la producción de una extraordinaria región en
términos de recursos sino también como instrumento de desarrollo económico y social. Para
alcanzarlo se impone una participación activa de los actores institucionales (Provincias y
Regiones) en el desarrollo de las obras de infraestructura conexas al mismo, en la promoción y
financiamiento de los emprendimientos productivos en las áreas menos favorecidas y en la
sensibilización de los restantes actores sociales y económicos para consolidar el proyecto y la
integración binacional.

La factibilidad efectiva de un megaproyecto como el que está bajo estudio –de integración y
desarrollo binacional– provendrá básicamente de la capacidad de generar las sinergias de
asociatividad y complementación de los actores públicos y privados involucrados y de la
comprensión de la trascendencia estratégica del mismo para generar riqueza. Multiplicar
las actuales capacidades nacionales y fortalecer a la vez, la capacidad negociadora autónoma
de cada país, requiere de la incorporación cultural en esos actores de que el aprovechamiento
integral de los recursos combinados de los países y regiones involucradas depende de un
trabajo mancomunado.

En ese contexto, aquellos actores subnacionales son motores imprescindibles para estructurar
y direccionar el trabajo conjunto, que permita encontrar nuevos espacios de vinculación en
el mundo. Privilegiar intereses sectoriales y locales sin colocarlos bajo la percepción de los
intereses geopolíticos y geoeconómicos de la región entendida globalmente, no sólo se
convierte en una dificultad insalvable para alcanzar el desarrollo sino la imposibilidad de
incrementar esos mismos negocios a los que se pretende “defender” desde posiciones
reduccionistas.

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El Corredor Bioceánico Norpatagónico se presenta pues, como un espacio de interrela-ción
política, económica y social inagotable que permite poner en valor recursos, productos,
culturas y pueblos que hoy permanecen –concientes de sus capacidades y de las riquezas de su
entorno– esperando alcanzar un bienestar largamente postergado.

Antonio López Crespo


Coordinador
Estudio 1.EE 281*

* Este Informe ha sido realizado sobre la base de los Informes Finales del equipo de Consultores
participantes en el presente Estudio, Licenciadas Lila Andrada, Elida Domínguez, Patricia Marzoratti,
Miriam Capasso, Sylvia Vignolo e Ingeniero Demian Alonso, a quienes agradecemos su colaboración.

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CONTENIDOS

1. Relevancia estratégica del Corredor Bioceánico Norpatagónico......................... 6


1.1. Introducción………………………………...................................................... 6
1. 2. Relevancia Estratégica del Corredor Bioceánico Norpatagónico
1.3 La Integración Regional de Sudamérica
1.4 El Proyecto Estratégico de Integración de la Infraestructura Regional Sudame-ricana
(IIRSA)
1.5 El Corredor Bioceánico Norpatagónico y el Proceso de Integración Sudamericana
1.6 Ejes de Integración y Desarrollo en el Proceso de Integración Sudamericana
2. El Corredor Bioceánico Norpatagónico como Sistema
3. Perfil geográfico y demográfico del Corredor .........................................
4. Perfil Productivo de la Zona de Influencia del Corredor (ZIC)
5. Perfil socio-económico de Chile y Argentina
5.1 Crecimiento económico
5.2 Deuda externa y reservas internacionales
5.3 Situación laboral
6. Comercio internacional
6.1 Exportaciones de Argentina
6.2 Principales destinos de exportación
6.3 Destino de las Exportaciones. Diferencias de patrón
6.4 Productos exportados, Diferencias de patrón
6.5 Comercio bilateral entre Argentina y Chile: una relación estratégica
6.5.1 Exportaciones chilenas por Sector Productivo
6.5.2 Intercambio comercial por Productos
6.6 Inserción externa de la Región
6.7 El intercambio comercial argentino-chileno al Norte de la Patagonia
7. Diagnóstico del Desarrollo Productivo y Potencialidades de las principales
actividades económico-productivas en la Zona de Influencia del Corredor
7.1. Complejo Ganadero Ovino
7.2. Complejo Ganadero Bovino
7.3. Complejo Pesquero
7.4. Complejo Forestal
7.5. Complejo Apícola
7.6. Complejo Minero
7.7. Complejo Hidrocarburífero
7.8. Complejo Fruticola 99
7.9. Complejo Hortícola 114
7. 10 Complejo Vitivinícola 122
7.11 Complejo Turístico
8. Infraestructura
8.1 Infraestructura de Transporte
8.1.1 Red Vial
8.1.2 Red Ferroviaria
8.2 Infraestructura Portuaria

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8.3 Infraestructura aérea
8.4 Infraestructura de Energía
8.5Infraestructura de Comunicaciones
9. Situación Ambiental
10. Articulación institucional
10.1. Gestión de las Políticas Públicas
10.2 Articulación Institucional
10.3. La situación fiscal de Río Negro y el Corredor Norpatagónico

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