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Alumna: Rosalba Díaz Espinoza Act 1

RESUMEN CAPITULO II Y VI
Teoría general de los sistemas-Modelo del sistema abierto

La ciencia moderna se caracteriza por la especialización siempre creciente,


impuesta por la inmensa cantidad de datos, la complejidad de las técnicas y de las
estructuras teóricas de cada campo.

La meta de la física clásica era a fin de cuentas resolver los fenómenos naturales,
en un juego de unidades elementales, gobernadas por leyes ciegas de la
naturaleza.

De acuerdo con la derivación por Boltzmann del segundo principio de la


termodinámica, los acontecimientos físicos se dirigen hacia estados de máxima
probabilidad, de suerte que las leyes físicas son esencialmente leyes del
desorden, fruto de acontecimientos desordenados, estadísticos.

Con la relación de Heisenberg y la física cuántica se hizo imposible resolver los


fenómenos en acontecimientos locales, surgen problemas de orden y
organización, trátese de la estructura de los átomos, la arquitectura de las
proteínas o los fenómenos de interacción en termodinámica.

La repercusión y el progreso de las ciencias biológicas, de la conducta y sociales


parecerían imponer un ensanchamiento de nuestros esquemas conceptuales a fin
de dar cabida a sistemas de leyes en campos donde no es suficiente o posible la
aplicación de la física.

Partiendo de la labor precursora de Lotka y Volterra, se ha desarrollado una


compleja teoría de la dinámica de las poblaciones, la lucha por la existencia y los
equilibrios biológicos. La teoría opera con nociones biológicas tales como
individuo, especie, coeficientes de competencia y demás.

Un procedimiento parecido se aplica en economía cuantitativa y econometría. Los


modelos y familias de ecuaciones aplicadas en esta última se asemejan a los de
Lotka o, por decirlo todo, a los de la cinética química, pero el modelo de entidades
y fuerzas interactuantes ocupa otro nivel.

De aquí que adelantemos una nueva disciplina llamada Teoría general de los
sistemas. Su tema es la formulación y derivación de aquellos principios que son
válidos para los «sistemas» en general. El sentido de esta disciplina puede ser
circunscrito como sigue.

Una teoría general de los sistemas sería un instrumento útil al dar, por una parte,
modelos utilizables y trasferibles entre diferentes campos, y evitar, por otra, vagas
analogías que a menudo han perjudicado el progreso en dichos campos.

La teoría general de los sistemas es capaz en principio de dar definiciones exactas


de semejantes conceptos y, en casos apropiados, de someterlos a análisis
cuantitativo. La teoría general de los sistemas no persigue analogías vagas y
superficiales. Una objeción pretende que la teoría de los sistemas carece de valor
explicativo. La economía teórica es un sistema altamente adelantado que
suministra complicados modelos para los procesos en cuestión.

La teoría general de los sistemas es una ciencia general de la «totalidad»,


concepto tenido hasta hace poco por vago, nebuloso y semimetafísico. En forma
elaborada sería una disciplina lógico-matemática, puramente formal en si misma
pero aplicable a las varias ciencias empíricas.

Metas principales de la teoría general de los sistemas:

Hay una tendencia general hacia la integración en las varias ciencias, naturales y
sociales.

-Tal integración parece girar en tomo a una teoría general de los sistemas.

-Tal teoría pudiera ser un recurso importante para buscar una teoría exacta en los
campos no físicos de la ciencia.

-Al elaborar principios unificadores que corren verticalmente por el universo de las
ciencias, esta teoría nos acerca a la meta de la unidad de la ciencia.

-Esto puede conducir a una integración, que hace mucha falta. en la instrucción
científica.

El enfoque matemático adoptado en la teoría general de los sistemas no es el


único posible ni el más general. Hay otra serie de enfoques modernos afines, tales
como la teoría de la información, la cibernética, las teorías de los juegos, la
decisión y las redes, los modelos estocásticos, la investigación de operaciones.

El hecho de que las ecuaciones diferenciales cubran vastas áreas en las ciencias
físicas, biológicas, económicas, y probal11emente también las ciencias del
comportamiento, las hace vía apropiada de acceso al estudio de los sistemas
generalizados.
Sistemas cerrados y abiertos: limitaciones de la física ordinaria.

La física ordinaria sólo se ocupa de sistemas cerrados, de sistemas que se


consideran aislados del medio circundante. El segundo principio afirma que, en un
sistema cerrado, cierta magnitud, la entropía, debe aumentar hasta el máximo, y el
proceso acabará por detenerse en un estado de equilibrio.

Los sistemas abiertos en ellos puede alcanzarse el mismo estado final partiendo
de diferentes condiciones iniciales y por diferentes caminos. Es lo que se llama
equifinalidad, y tiene significación para los fenómenos de la regulación biológica.
Quienes estén familiarizados con la historia de la biología recordarán que fue
precisamente la equifinalidad la que llevó al biólogo alemán Driesch a abrazar el
vitalismo, o sea la doctrina de que los fenómenos vitales son inexplicables en
términos de la ciencia natural.

CAPITULO VI

El modelo del sistema abierto

Hablando en términos de física y química, un organismo vivo es un agregado de


gran número de procesos que, suponiendo suficiente esfuerzo y conocimiento, es
definible mediante fórmulas químicas, ecuaciones matemáticas y leyes de la
naturaleza. Es cierto que tales procesos difieren en un perro sano, uno enfermo y
otro muerto, pero las leyes de la física no sacan a la luz diferencia alguna, no les
interesa que los perros vivan o mueran. Nada cambia aunque tomemos en
consideración los últimos resultados de la biología molecular.

Un modelo así vino utilizándose desde los comienzos de la ciencia moderna. Era
el modelo de la máquina viva. De acuerdo con el estado de arte, el modelo era
objeto de diferentes interpretaciones. Cuando en el siglo XVII Descartes introdujo
el concepto del animal como una máquina, sólo existían máquinas mecánicas de
diodo que el animal era un complicado artefacto de relojería.

Últimamente se han puesto en primer plano máquinas que se autorregulan,


termostatos, proyectiles que buscan el blanco y los servomecanismos de la
tecnología moderna. Con ello el organismo pasó a ser una máquina cibernética
que explica muchos fenómenos homeostáticos y similares.

En segundo lugar, tenemos el problema de la · regulación. Sin duda, son


concebibles máquinas que se autorreparen en términos de la moderna teoría de
los autómatas. El problema se presenta con la reparación y la regulación después
de perturbaciones arbitrarias. Es bien sabido que los vitalistas recurrieron a tales
regulaciones orgánicas como pruebas de que la máquina orgánica es controlada y
reparada por agentes suprafísicos, a los que se llamaba entelequias.
Características de los sistemas abiertos

Un sistema abierto es definido como sistema que intercambia materia con el


medio circundante, que exhibe importación y exportación, constitución y
degradación de sus componentes materiales.

La teoría de los sistemas abiertos es relativamente nueva y tiene muchos


problemas pendientes. El desarrollo de la teoría cinética de los sistemas abiertos
deriva de dos fuentes: primero, la biofísica del organismo vivo; segundo, adelantos
de la química industrial que, a más de reacciones en recipientes cerrados o
procesos con lote , recurre cada vez más a sistemas de reacción continua, a
causa de su mayor eficiencia y de otras ventajas.

Los sistemas abiertos se aproximan a un estado independiente del tiempo, el


llamado estado uniforme (Fliessgleichgewicht según von Bertalanffy, 1942). El
estado uniforme es mantenido separado del equilibrio verdadero y así está en
condiciones de realizar trabajo; tal es el caso también de los sistemas vivos, en
contraste con los sistemas en equilibrio. En contraste con los sistemas
fisicoquímicos cerrados, se alcanza, pues, el mismo estado final, equifinalmente, a
partir de diferentes condiciones iniciales y luego de perturbaciones del proceso.

Como se ve, los sistemas abiertos, comparados con los sistemas cerrados
acostumbrados, exhiben características que parecen .contradecir las leyes físicas
usuales, y que a menudo se han considerado características vitalistas de la vida;
violaciones de leyes físicas, sólo explicables introduciendo factores animoides o
enteléquicos en el acontecer orgánico.

Los sistemas abiertos en biología

El modelo de los sistemas abiertos es aplicable a muchos problemas y campos de


la biología. El modelo de sistema abierto sirve para fundar las leyes de los efectos
farmacodinámicos y las relaciones entre dosis y efecto (Loewe, 1928; Druckery y
Kuepfmüller, 1949; G. Werner, 1947). Más aun, el organismo responde a
estimu1os externos. Esto puede considerarse como una perturbación seguida del
restablecimiento de un estado uniforme. En consecuencia, las leyes cuantitativas
de la fisiología de los sentidos, tales como la ley de Weber-Fechner, pertenecen a
la cinética de los sistemas abiertos. Hecht ( 1931 ), mucho antes de la
implantación formal de los sistemas abiertos, enunció la teórica de los
fotorreceptores y las leyes existentes en términos de cinética de reacción
«abierta» del material sensible .. El máximo de los problemas biológicos, lejos de
toda teoría exacta, es el de la morfogénesis, el proceso misterioso merced al cual
una diminuta gota de protoplasma casi indiferenciado, el óvulo fertilizado, acaba
por transformarse en la maravillosa arquitectura del organismo multicelular.
Con la teoría general de los sistemas alcanzamos un nivel en el que ya no
hablamos de entidades físicas y químicas sino que discutimos totalidades de
naturaleza completamente general. Con todo, habrá principios de los sistemas
abiertos que seguirán valiendo y siendo aplicables en campos más amplios, desde
la ecología, la competencia y el equilibrio entre especies, hasta la economía
humana y otros campos sociológicos.

Sistemas abiertos y cibernética

Aquí surge la importante cuestión de la relación entre la teoría general de los


sistemas y la cibernética, la de los sistemas abiertos y los mecanismos de
regulación.

La base del modelo cibernético es el ciclo de retroalimentación, en el cual, por


retroalimentación de información, se mantiene un valor deseado (Sollwert), se
alcanza un blanco, etc. La teoría de los sistemas abiertos es una cinética y una
termodinámica generalizadas. La teoría cibernética se basa en retroalimentación e
información. Ambos modelos tienen, en sus respectivos campos, aplicaciones de
éxito. No obstante, hay que guardar conciencia de sus diferencias y limitaciones.

El modelo de retroalimentación es eminentemente aplicable a regulaciones


secundarias, a regulaciones basadas en disposiciones estructurales en el sentido
amplio de la palabra. En vista, sin embargo, de que las estructuras del organismo
se mantienen en el metabolismo y el intercambio de componentes, tienen que
aparecer regulaciones primarias a partir de la dinámica de sistema abierto. El
organismo se toma conforme adelanta su desarrollo; así, regulaciones posteriores
corresponden particularmente a mecanismos de retroalimentación (homeostasia,
comporta· miento encaminado a metas, etc.).

El modelo del organismo como sistema abierto ha demostrado su utilidad en la


explicación y formulación matemática de numerosos fenómenos vitales; lleva
también. El concepto predominante mecanicista de la naturaleza ha insistido hasta
la fecha en descomponer los aconteceres en cadenas causales lineales, en
concebir el mundo como resultado de acontecimientos casuales, como juego de
dados físico y darwiniano (Einstein), en la reducción de procesos biológicos a
leyes conocidas por la naturaleza inanimada.

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