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EN QUÉ ESTA el arte del mundo en Son los que llamo figurativos libres los que
1965 y cómo se puede caracterizar poseen, no obstante, una calidad pictórica
a los latinoamericanos frente a las o escultórica mayor. No se puede decir
últimas tendencias ? Esa tarea de balance que el arte comprometido sea malo a priori
es la difícil empresa que se espera de mí 0-to lo era acaso el arte religioso y civil
para este centesimo número de Cuader- de la Edad Media y del Renacimiento?,
nos. pero lo cierto es que en el contexto de
Echemos primero una ojeada al arte ac- nuestra epoca parece que los contenidos con
tual del mundo, para fijarnos despues con un « programa » no se llevaran bien con
más detalle en el de los latinoamericanos. la plástica que más nos interesa. Es decir,
Nadie puede dejar de reconocer que en en otras palabras y como Io creía el gran
nuestros días siguen todavía vigentes la ma- esteta argentino Luis Juan Guerrero (i) : el
yoría de las especulaciones plásticas del úl- arte de nuestros días se ha liberado al fin
timo siglo. Para simplificar, vamos a en- de todas las motivaciones que lo justifica-
trar en el juego de las denominaciones po- ron en el horizonte de la Historia. Si hay
pulares, dividiendo el arte actual en dos que hacer la revolución habri que hacer-
grandes apartados : el figurativo y el abs- la en el plano práctico del libro de ideas,
tracto. Dentro de la figuración hay toda la del ensayo e incluso del panfleto. Nadie
gama que va desde los pintores que se afe- cree ni los mismos interesados, en la
rran a una visión pedestre de la realidad experiencia dc una revolución social mera-
a los que como Picasso aun en vida y mente plástica. Hay excepciones ilustres :
dando que hacer deforman para traspo- supongo que el lector piensa como yo en
ner su imagen del mundo. A su vez, entre la increíblemente eficaz pintura que es la
estos firmes partidarios de la figuración los Guernica de Picasso...
hay también de dos grupos, a veces anta- Es, sin embargo, en el arte abstracto don-
gúnicos, a veces confundidos dentro de un de se ha producido la gran catarsis de la
mismo artista : los compromctidos políti- mayoría de los buenos pintores del mun-
camente y los que quieren mantenerse li- do que hoy tienen entre treinta y sesenta
bres a todo precio. La figuración tradicio- afios. También en esta zona voy a aceptar
nal tal como la entendió el siglo pasado la división un tanto vulgar pero que tiene
cuenta con pocos adeptos de verdadero va- la ventaja de ser clara, entre artistas abs-
lor hoy día. Entre ellos los que más se jus- tractos sensibles y abstractos constructivis-
tifican son, precisamente, los comprometi- tas. Tienen unos y otros en común haber
dos que persiguen deliberadamente un rea-
lismo social, que esperan pueda ayudar al (i) Luis Juan Guerrero : Estetica operatoria,
hombre en su lucha contra la injusticia. Buenos Aires.
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vuelto, en cierto modo, a las fuentes de to- mexicano y estuvo representado por esos
da plistica, especulando alternada o simul- dos grandes pintores que fueron Diego Ri-
táneamente sobre la linea, el color y la ma- vera y José Clemente Orozco, que en cier-
teria que forma el cuerpo del cuadro o de ta manera continue) el brasileño Cindido
la escultura. Portinari. Esa gran época tuvo quizá su
Los que he llamado sensibles para en- razón de scr hacia los arios treinta y cua-
tendernos pueden ser moderados y con- renta de nuestro siglo. Quedan en cada país
formarse con refinar mucho su arte en una grupos sinceros que trabajan dentro de esa
de las direcciones apuntadas ; o pueden ser linea, como los que en Buenos Aires for-
unos expresionistas que trazan grandes man el grupo Espartaco. Desgraciadamente
« signos », que persiguen el « gesto » o que la injusticia social constituye el telón de
insisten en comunicarse con sus semejan- fondo sobre el que se recorta en tintas som-
tes a través de la « materia » que acumu- brías toda la actividad vital latinoamerica-
lan y modelan como escultores de relieves, na. De ahi, pues, la permanente tentación
o que deshacen teniendo como ideal, no la para todo espiritu joven y noble de querer
forma, sino el informalismo. o de haber querido al menos una vez en
Los constructivistas también son de dos su vida denunciar el escándalo tratando
órdenes : quienes se contentan con expe- de « arreglar el mundo ». Quiero decir con
riencias tipticas en el plano y los que, por esto que hasta hace unos arios la mitad por
el contrario, buscan su expresión por me- lo menos de los artistas interesantes y res-
dio de la tridimensionalidad. Los que no ponsablcs se han sentido comprometidos en
sólo cuentan con el espacio, sino con el algún movimiento de reivindicación social.
tiempo, con el dinamismo y con los mate- En contra de mi costumbre tomo un
riales y las técnicas nuevas. cjemplo de mi propia experiencia. Despues
Seria injusto no hablar aqui de una se- de haber vivido casi toda mi vida en Bue-
rie de arnstas de nuestros dias que son el nos Aires o en Paris, durante cuatro arms
curioso resultado de antiguos movimientos de 1954 a 1958 tuve la oportunidad de
un tanto literarios como Dadd o el surrea- ser profesor de Historia del Arte en la
lismo, pero que tienen también mucho de Universidad de Puerto Rico. Debo recono-
expresionistas y que a veces se proponen cer que el « caso » plástico puertorriquefio
construir objetos en el espacio. Entre ellos no clejó de interesarme sobremanera como
se pueden incluir las tendencias de la neo- un femímcno cultural que no hay que per-
figuración la que los italianos llaman el der de vista cuando se habla de América
neodadá y el reciente pop-art norteame- Latina. Casi todos los artistas estaban em-
ricano que no ha terminado aún de pa- barcados sinceramente en lo que podríamos
sar. llamar la « pintura social ». Y cn una opor-
tunidad en que fui jurado de un concurso,
Veamos ahora más concretamente cómo debt luchar para que no prevalecieran los
los latinoamericanos se insertan bien o mal criterios de mero « contenido » sobre los
en este casillero un poco estrecho que he de indole estrictamente plistica. Ahora
dibujado, arbitrario como todos los casille- bien, por influencia de otro profesor que no
ros me apresuro yo mismo a decirlo. No era crítico como yo, sino pintor surrealista,
hay figurativos puros tradicionales de va- toda la pintura de Puerto Rico que no se
lor, pues el movimiento parcce haber sido inclinaba al « realismo socialista » se volca-
definitivamente superado. Quedan en cada ba al antipódico surrealismo. Sin duda co-
país algunos grandes artistas que realizaron mo escape violento y para huir de la servi-
un desarrollo paralelo a los movimientos dumbre de la conciencia social.
de Europa ; quizá el más ilustre venga de Cuando yo llegué hace ya once afios me
la Argentina y pienso en Emilio Pettoruti, converti, casi sin quererlo, en el propagan-
actualmente radicado en Paris. dista de la « buena nueva » que entonces
En lo que he llamado figuración con con- no era .otra clue el llamado arte abstracto.
tenido social, puede decirse que cada zona Yo tenia cuadros, libros, reproducciones y
cultural afronta el problema de manera dis- quiero suponer una buena persuasión
tinta. El gran movimiento fue sin duda el de profesor y de amigo. Culturalmente ha-
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ción del elemento irracional, maravilloso, mexicano Rufino Tamayo que supone en
onírico no puede dejar de conmover a una comparación con sus mayores Rivera u
importante fracción de los artistas latino- Orozco un paso más adelante en la depu-
americanos. ración de un indigenismo sublimado. Otros
En cierto modo, además, siendo el su- jóvenes artistas dc su país, como Rodolfo
rrealismo el « descubridor » de América Nieto o Francisco Toledo, lo siguen en esa
Latina en el plano de la cultura europea, empresa. En el plano de la escultura tal
justo es que muchos escritores y plásticos podria ser el caso del cubano Agustin Cár-
de nuestro continente se hayan convertido denas, cuyas tallas en madera e en piedra
de jóvenes a los credos surrealistas y les parecen siempre transposiciones muy libres
guarden fidelidad a través de los afios. a partir de imágenes negras pasadas a tra-
Artistas tales como el chileno Matta o vés del tamiz americano.
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cara de la moneda. En efecto, hace ya vein- De esa pasta, precisamente, quisieran es-
te afios que los argentinos apasionados tar hechos estos jóvenes rebeldes, esta
de perfección habían aprendido la lec- « angry-generation » latinoamericana cuyo
ción de los holandeses del grupo De Stijl rugido se resuelve por último en una gran
y de su continuador el suizo Max Bill. La carcajada. Porque aunque estén furiosos no
primera manifestación que se produjo en pueden evitar el ser jovenes, estar fascina-
Buenos Aires fue un movimiento que los dos por el especticulo de la vida, y sus cua-
artistas que lo practicaban bautizaron de dros y esculturas parecen « juguetes rabio-
« concreto ». Esos pintores, Hli to, Fernán- sos » como en el título de Roberto Arlt,
dez Muro, Sarah Grilo entre otros, han en que las formas agresivas y los colores
seguido su trayectoria y continúan hoy detonantes tienen algo de los cubos multi-
en posiciones abstractas, menos intransi- colores que apilan los nirios desafiando las
gentes sin embargo que en un principio. La leyes de la gravedad, la graved ad en el do-
segunda generación argentina de esa ten- ble sentido del término.
tencia se sintió muy influída por las bús- En la escultura pasa aproximadamente
quedas ópticas del himgaro-parisiense Va- lo mismo. Al lado de los que siguen mode-
sarely. Los más atrevidos de entre ellos lando o tallando dentro de las técnicas tra-
como Le Parc y Sobrino, vinieron di- dicionales, están también los que sueldan,
rectamente a instalarse en Paris, donde han forjan, vinculan entre sí materiales hete-
formado con franceses y otros sudamérica- rogéneos como el brasilefio Sergio de Ca-
nos un grupo conocido bajo el nombre de margo, cuyos relieves obsesivos constituyen
« Recherche d'art visuel », que acaba de en sí mismos una afirmación de violencia ;
exponer con exito en Buenos Aires y Nue- o la argentina Marta Minujín, que acumu
va York. Los otros constructivistas, entre lando cajas o colchones crea unos alarman-
los latinoamericanos, son especialmente al- tes conjuntos que no se apartan, sin em-
tistas de Venezuela : Soto y Cruz-Díez, que bargo, de la estricta definición de lo plás-
expusieron en el pabellón de su pals en la tico.
XXXI Bienal de Venecia.
Llegamos ahora a otra forma de arte ac- ¿Córno calificaríamos, en última instan-
tual que cuenta con muchos adeptos ex cia, la contribución del arte latinoamerica-
America Latina, sobre todo en Buenos Ai- no al arte del mundo? Creo que no hay
res, que cs indiscutiblemente el gran cen- que olvidar que vivimos ahora un momen-
tro artístico del hemisferio sur. Me refiero to diferente del que conocimos entre las dos
a la neofiguración, en que la caricatura se guerras. No encontramos ahora nombres
confunde con la crítica social y que en cier- tan grandes como el de Matisse o Picasso
to modo podría parecerse, por su intención y que llenen de tal modo la época. Senci-
disolvente, al actual « teatro del absurdo » llamente no los hay o no los conocemos.
que practican grandes escritores como En cambio el mundo entero está repleto
Beckett o Ionesco. Plásticamente hablando, de artistas, de muchos millares de hombres
el antepasado aún en plena productivi- y mujeres que tratan de expresarse y de
dad es el inglés Francis Bacon, uno de expresar la época en que a todos nos ha to-
los pintores actuales que primero se pro- cado actuar.
puso degradar la figura humana creando Si dentro del panorama mundial hay que
un universo de desolación y de horror. Tam- reconocer que Francia o Italia han perdido,
bién tienen de aquel gran dibujante ale- en parte, el papel de primer orden que tu-
mán que se llamó Grosz y del genial cari- vieron dentro de la plástica del siglo XIX y
caturista Saúl Steinberg, rumano de naci- lo que va del XX, aparecen en cambio aho-
miento y norteamericano de adopción. De ra países que como Holanda, Alemania, In-
sus mundos violentos y críticos emergen glaterra o Espafia parecen dispuestos a lo-
hombres y mujeres que se nos parecen en grar una gran época dentro de su arte.
lo que tenemos de « robots », de muriecos En cuanto a America puede decirse, lite-
atropellados por una vida cada vez más ralmente, que arde de un polo al otro y se
rápida en la que todo es gigantesco : la agita artísticamente bajo todos los signos
técnica o la injusticia. conocidos y los por inventar. Canadienses
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