Las presiones y efectos que el ser humano ha ejercido sobre la atmósfera, a
partir de la revolución de los procesos de mejoramiento tecnológicos para la producción de bienes y servicios, han significado drásticos y perceptibles cambios en su composición, amenazando todo el ecosistema terrestre. Durante los últimos años, la capa de ozono se ha debilitado formando un verdadero agujero, que según datos de Pnuma (Programa de Naciones Unidas para la Protección del Ambiente), en algunos sectores ha producido disminuciones de hasta el 60% en la cantidad de ozono estratosférico. Este desgaste se debe al uso de un componente químico producido por el hombre, los productos refrigerantes a base de cloro, contenidos en los aerosoles, disolventes, propelentes y refrigerantes. Estudios que se han dado en Panamá
Expertos de la estatal Universidad de Panamá advirtieron que el deterioro de
la capa de ozono sobre el país podría provocar el aumento de la incidencia de cáncer de piel, cataratas y deficiencias inmunológicas en la población. En 43 por ciento de los días de la última estación seca, desde diciembre hasta abril, hubo filtraciones de rayos ultravioletas excesivamente altas, según datos de un estudio sistemático que se viene realizando desde febrero de 1998. Los responsables del estudio son seis científicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la universidad y un meteorólogo de la Comisión Administradora del Canal. El grupo de expertos efectúa mediciones sistemáticas del ozono estratosférico, la temperatura, la humedad relativa, la presión y otros parámetros. A partir de los años 80 comenzó a registrarse un adelgazamiento de esa capa, que se vincula con las excesivas emisiones de los clorofluorurocarbonos empleados en los sistemas de refrigeración y los aerosoles usados en procesos industriales y para conservar alimentos.