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M O N O G R A F Í A S

Adán
Nieto
Martín
LA
RESPONSABILIDAD
PENAL
DE LAS PERSONAS
JURÍDICAS:
UN MODELO LEGISLATIVO

'Vitoria.

'MJICMCA

iustel
L
a responsabilidad penal de las personas jurídicas
constituye uno de los aspectos más relevantes de Adán
la política criminal actual. El poder económico Nieto Martín
de las corporaciones y su capacidad para lesionar los
intereses más básicos de la sociedad exigen como LA
contrapartida que sean sancionadas eficazmente. RESPONSABILIDAD
No es extraño por ello que la responsabilidad colec- PENAL
tiva sea uno de los ejes de la política criminal de DE LAS PERSONAS
la UE, y que se exija en la mayor parte de los JURÍDICAS:
Convenios internacionales de los últimos años. El Un modelo legislativo
legislador español desde 1995 intenta buscar un
modelo de responsabilidad penal, con el fin de
cumplir con estas obligaciones internacionales. No
puede decirse, sin embargo, que hasta el momento
naya tenido éxito. Tanto efart. 1 29 del CP como el
art. 31.2 del CP constituyen rotundos fracasos, como
ha puesto de manifiesto su escasa relevancia prácti-
ca. Ante esta situación, la obra aue ahora tiene en
sus manos propone un modelo de responsabilidad
penal, que persigue el que las empresas consideren
que es parte de la responsabilidad social corporati-
va cooperar con los poderes públicos con el fin de
prevenir y, en su caso, descubrir los hechos delictivos
que puedan surgir en el ejercicio de su actividad.
Esta propuesta, que se concreta en la necesidad de (
BMiot¿c\
que las empresas cuenten con Códigos de preven-
ción, resulta cercana a la que contempla el reciente
Proyecto de reforma del Código penal (art. 31 bis),
que establece una importante atenuación de la pena
para aquellas empresas que dispongan con estos
fines de un adecuado sistema de regulación interna.
La obra dedica un extenso capítulo a determinar las <U9lri/£%$f
características de estos Códigos de prevención,
acercándose a la rica experiencia norteamericana
de los complionce programs.
ISBN: 978-84-96717-84-8
Una de las novedades más importantes del
Proyecto de reforma del Código penal es la
introducción de la responsabilidad penal de las
personas jurídicas. Esta obra tiene como objeti-
vo mostrar las bases en que se asientan los diver-
sos sistemas de responsabilidad penal colectiva
existente, y abogar por aquellos en los que se
reconozcan, aminorando o excluyendo la pena,
los esfuerzos que realizan las empresas por pre-
venir la comisión de delitos.
O 2HS

ADÁN NIETO MARTÍN


Profesor Titular de Derecho Penal
Instituto de Derecho penal europeo e internacional
Universidad de Castilla-La Mancha

LA RESPONSABILIDAD
PENAL DE LAS PERSONAS
JURÍDICAS: U N MODELO
LEGISLATIVO

iustel
A mis padres.

1.a edición, 2008

Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida la repro-


ducción, copia o transmisión, ya sea total o parcial, de esta obra, por cual-
quier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento
informático, sin la autorización previa y por escrito de los titulares del
Copyright.

© 2008, by Adán Nieto Martín


Iustel
Portal Derecho, S. A.
www.iustel.com
Princesa, 29. 28008 Madrid
ISBN: 978-84-96717-84-8
Depósito legal: M. 1.715-2008
Compuesto en Infortex, S. L.
Printed in Spain - Impreso en España
por Closas-Orcoyen, S. L.
Paracuellos de Jarama (Madrid)
índice

PARTE I
PRESUPUESTOS D E LA RESPONSABILIDAD

§ 1. A m o d o de introducción: algunos posicionamientos


(y agradecimientos) previos 15
§ 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las
personas jurídicas 37

2.1. EL DELITO DE EMPRESA COMO DELITO ESTRUCTURAL 38


2.2. E L C O M P R O M I S O D E L O S SOCIOS Y DIRIGENTES E M P R E -
SARIALES CON LA PREVENCIÓN DE COMPORTAMIENTOS
DELICTIVOS 43
2.3. U N D E R E C H O PENAL MATERIAL Y PROCESAL MÁS S E N -
CILLO, MENOS COSTOSO Y MENOS LESIVO PARA LOS CIU-
DADANOS 48
2.4. U N A PRODUCCIÓN SOCIALMENTE EFICIENTE 52
2.5. E L A U M E N T O DEL CORPORATE POWER C O M O C O N S E -
C U E N C I A DE LA GLOBALIZACIÓN Y DE LA SOCIEDAD DE
RIESGO Y LA RESPUESTA DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO:
AUTORREGULACIÓN Y DERECHO REFLEXIVO 55
2.6. U N BREVE PERO NECESARIO EXCURSO: TEORÍAS DE LA
ORGANIZACIÓN Y RESPONSABILIDAD PENAL DE PERSO-
NAS JURÍDICAS 67
2.7. E S B O Z O D E U N A ESTRATEGIA D E L U C H A E N EL D E R E -
C H O PENAL DE LA EMPRESA: AUTORREGULACIÓN COAC-
CIONADA, GOBIERNO CORPORATIVO Y GATEKEEPER
RESPONSABILITY 81

PARTE II
SISTEMAS D E IMPUTACIÓN

Introducción 85
§ 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsa-
bilidad 88

3.1. SU IMPLANTACIÓN EN EL DERECHO POSITIVO 88

3.1.1. ¿Qué agente? 90


índice 11
10 índice

3.1.2. ¿Con qué grado de precisión debe determinarse §5. Modelo^de determinación de la pena o mixto 177
quién es el agente y su responsabilidad? 98 5.1. DEL MODEL PENAL CODE AL SENTENCING GUIDELI-
3.1.3. Dentro de los fines de la empresa 99 NES FOR ORGANIZATIONAL OFFENDERS 178
3.1.4. En el interés de la empresa 101 5.2. ITALIA 194
5.3. LUCES Y SOMBRAS: EN BUSCA DE UN MODELO PROPIO
3.2. VIRTUDES, PROBLEMAS Y DEFECTOS DE LA RESPONSA-
(3. a PARTE) 199
BILIDAD VICARIAL ( E N BUSCA DE UN MODELO PROPIO
— 1 . a PARTE—) 102 5.3.1. ¿Cuál es exactamente la relación entre culpabilidad
3.2.1. ¿Es la vicarious liability un modelo de imputación de empresa y culpabilidad del agente? (y II) 199
inconstitucional? 102 5.3.2. Los efectos perversos de los programas de cumpli-
miento [risk shifting, scapegoating, moral
a) Corporate power y derechos fundamentales 104 hazard, reverse whisdeblowing (RWB), etc.].... 207
b) Socios indirectamente afectados y princi-
pio de personalidad de las penas 107
c) Principios de non bis in idem y proporcio- PARTE III
nalidad (persona física y persona jurídica MODELOS DE ORGANIZACIÓN Y SANCIONES
sancionadas a la vez) 110
d) Persona jurídica sancionada y principio de §6. Los m o d e l o s de organizació n (compliance programs) 215
culpabilidad 115
6.1. EL ADN DE LOS PROGRAMAS DE CUMPLIMIENTO 218
3.2.2. ¿Es la vicarious liability un modelo de imputación
eficaz y teóricamente consistente? 120 6.1.1. Responsabilidad social, ética empresarial e interven-
cionismo público 218
§4. Culpabilidad de empresa 127 6.1.2. COSO y el desarrollo del control interno 225
6.1.3. ¿Cómo regular la autorregulación? (Responsive
4.1. Los MODELOS LEGISLATIVOS (CORPORATE MANSLAUG- Regulation, Tripartism y Enforced Self-Regu-
THER, C Ó D I G O PENAL AUSTRALIANO Y SUIZO) 128 lation) 231
4.2. LAS PROPUESTAS DOCTRINALES (FISSE/BRAITHWAITE,
GÓMEZ-JARA, HEINE, LAMPE) 134 6.2. CONTENIDOS DE LOS PROGRAMAS DE CUMPLIMIENTO
4.3. LUCES Y SOMBRAS: A LA BÚSQUEDA DE UN MODELO O MODELOS DE ORGANIZACIÓN 240
PROPIO (2.a PARTE) 145
6.2.1. Un Código de conducta difundido 240
4.3.1. El contenido material: la culpabilidad de empresa 6.2.2. Sistemas de control 248
como déficit de autoorganización permanente 145 6.2.3. Whistleblowers o denunciantes cívicos 254
4.3.2. ¿Culpabilidad dolosa e imprudente de empresa? 155 6.2.4. Institucionalización dentro de la empresa (Ethics
4.3.3. ¿Cuál es exactamente la relación entre la culpabili- officer) 259
dad de la empresa y la del agente? 162
4.3.4. ¿Personas jurídicas inimputables (pequeñas socieda- §7. Las sanciones a i m p o n e r 263
des y empresas criminales)? 166
4.3.5. El problema de la taxatividad 172 7.1. LOS FINES ESPECÍFICOS DE LA PENA EN EL DERECHO PE-
4.3.6. Los efectos perversos de la corporate liability 175 NAL COLECTIVO (MODELO ECONÓMICO, MODELO ES-
TRUCTURAL Y RESTORATIVE JUSTICE) 266
7.2. LAS SANCIONES EN PARTICULAR 279

7.2.1. Multa 279


12 índice

7.2.2. Probation, cúratela y supervisión judicial 286 LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS
7.2.3. Sanciones interdicitivas 299
7.2.4. Publicidad 304
JURÍDICAS: UN MODELO LEGISLATIVO
7.2.5. Reparación 310
7.2.6. Trabajos en beneficio de la comunidad 314
7.2.7. Disolución, cierre definitivo de la empresa y de sus
locales 315

7.3. A M O D O DE CONCLUSIÓN: LÍNEAS MAESTRAS DE U N


POSIBLE SISTEMA DE SANCIONES CONTRA PERSONAS
JURÍDICAS 317

§8. A m o d o de conclusión: una propuesta legislativa 322

Bibliografía 343
r Parte I
Presupuestos de la responsabilidad

§ 1. A m o d o de introducción: algunos posicionamientos


(y agradecimientos *) previos

A estas alturas dedicar una nueva investigación a la responsabilidad


de las personas jurídicas exige una justificación previa, habida cuenta
de la descomunal cantidad de literatura existente al respecto. Pues

* Esta monografía comenzó a fraguarse en la primavera del año 2003, en el


departamento de derecho penal del Prof. Joachim VOGEL, en Tübingen, donde
realizaba una estancia de investigación merced a una Beca de la Fundación Ale-
xander Von Humboldt. Agradezco a esta organización la ayuda y, lo que es igual-
mente importante, la libertad con que deja investigar a sus beneficiarios. Con pos-
terioridad, la monografía se ha beneficiado también de las ayudas procedentes de
los proyectos de investigación de la Junta de Comunidades (PAI05-081) y del
Ministerio de Educación (SEJ2005-09029) sobre Delincuencia económica y
Constitución Europea.
Este trabajo tampoco hubiese sido posible sin la valiosa ayuda de Rachel
Davy y el Programa de Calidad Docente e Investigadora puesto en marcha en la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real (Universidad de Casti-
lla-La Mancha). D. Manuel Maroto Calatayud ha contribuido al texto final no
sólo con la búsqueda de numeroso material bibliográfico, sino también con sus
acertadas observaciones.
Este trabajo debe leerse dentro del marco del proyecto de investigación que
diseñé en El programa político-criminal del corporate governance (derecho penal de la
empresa y gobierno corporativo), «Revista de Derecho y Proceso Penal», n.° 11,
2004, pp. 249 ss.; muchos aspectos de este artículo han sido perfilados y am-
pliados en Responsabilidad social, gobierno corporativo y autorregulación: sus influen-
cias en el Derecho penal de la empresa, en BAJO FERNÁNDEZ (dir.), «Gobierno cor-
porativo y Derecho penal» (en prensa). Igualmente, y también a modo de
introducción, creo que es de utilidad la lectura de mi artículo: ¿Americanización
o armonización del derecho penal económico europeo, «Revista Penal», n.° 19, ene-
ro 2007, pp. 120 ss.
16 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § í. A modo de introducción: algunos posicionamientos 17

bien, a mi juicio, lo que ocurre en este punto es que probablemente El presente-trabajo adopta como punto de partida que la res-
sobre bibliografía en relación al sí o al no a la responsabilidad penal de ponsabilidad penal de las personas jurídicas es una decisión de polí-
las personas jurídicas, y falte en lo tocante al cómo y cuándo han de tica criminal en manos del legislador. Condicionada, eso sí, como
ser sancionadas y con qué sanciones1. Quien aún necesite recalar en cualquier otra, por el derecho penal constitucional. Lógicamente
este debate previo, le invito a la lectura del reciente y excelente tra- principios como el de legalidad, culpabilidad, proporcionalidad o
bajo de Gómez-Jara2, donde sale al paso de los viejos y nuevos argu- non bis in idem han de modelar el régimen de responsabilidad penal
mentos en contra de la responsabilidad penal de las personas jurídicas de las personas jurídicas. Sobre ello no creo que valga la pena dis-
o de las páginas que dedican al tema Fisse y Braithwaite en su cono- cutir: si estos principios son de aplicación ya a las sanciones admi-
cido y ya clásico estudio 3 . Sinceramente, creo que tengo poco más nistrativas que se imponen a las personas jurídicas 5 , con más razón
que añadir a todo lo allí expuesto, y a un debate que tiene bastante de habrán de serlo a un hipotético régimen de responsabilidad penal.
círculo vicioso, donde los puntos de partida adoptados por cada uno En un Estado constitucional la dogmática penal, ni mucho menos
de los sectores en contienda impiden llegar a acuerdos4. una determinada concepción de la teoría del delito, no representa
ninguna barrera infranqueable de la política criminal, cuyo único
1 límite se encuentra en la Constitución. Y en este terreno de juego,
U n diagnóstico similar en COFFEE, Corporate Criminal Uability: An Introduction
and Comparative Survey, en E S E R / H E I N E / H U B E R (eds.), «Criminal Responsability of no creo que, seriamente, pueda mantenerse que una decisión del
Collective and Legal Entines», Freiburg, Ius. Crim, 1999, p. 9. De este modo en los legislador imponiendo sanciones a las personas jurídicas pueda ser
Estados Unidos la responsabilidad de las personas jurídicas es producto del pragma- considerada contraria a la Constitución (más detalles infra § 3.2.1).
tismo, y en un sentido inverso al europeo, existe una gran pobreza de estudios teó-
ricos y un gran desarrollo práctico, vid. CRESSEY, The Poverty o/Theory in Corporate Sentado lo anterior, esta investigación pretende ser de utilidad
Crime Research, en LAUFER/ADLER (eds.), «1 Advances in Criminológica! Theory», para un legislador hipotético, como pudiera ser el español, que,
n.° 31, 1989; GRUNER, Corporate Criminal Uability and Prevention, «Law Journal obligado por distintos instrumentos internacionales a sancionar a las
Press», 2005, pp. 2-3; y mucho antes las influyentes palabras de G. MUELLER, Mens personas jurídicas y convencido de su utilidad, tenga dificultades a
Rea and Corporations, «U Pitt. L. Rev.», n.° 21, 1957: «many weeds have groum on the la hora de encontrar un modelo legislativo; ¿cuándo, por qué y con
acre ofjurisprudence which has been alloted to the criminal law.Among these... is corporate cri-
qué sanciones? Por ello lo que se pretende construir es, primero, un
minal Uability... Nobody bred it, nobody cultivated it, nobody plantea it. It just grew».
Por ello no resulta sorprendente que en este país sólo con la aprobación del
sistema de imputación, con el fin de señalar bajo qué presupuestos
Capítulo 8 del United States Sentencing Guidelines en 1991 (ampliamente supra § 5), una persona jurídica debe ser penalmente responsable y, segundo,
la doctrina parece haber despertado y empezado a estudiar con intensidad en qué un sistema de sanciones que establezca qué tipo de consecuencias
consiste precisamente la culpabilidad de la empresa. Aunque posteriormente se jurídicas resultan más idóneas. No debe extrañar que el trabajo aca-
analizarán algunas de estas posiciones un buen resumen del estado de la cuestión be con una propuesta legislativa completamente articulada y, a mi
puede verse en LAUFER, Corporate Bodies and Guilty Minds, «Emory Law Rev.», juicio, lista para hacerse realidad. En una época donde la tarea de
Vol. 44, 1994, pp. 647 ss.; el reciente trabajo de GÓMEZ-JARA, La responsabilidad
legislar es cada vez más compleja, creo que resulta ,una función tan
penal de la empresa en los EEUU, Editorial Ramón Areces, 2005, contiene una
información detallada sobre todo el debate norteamericano. necesaria como legítima por parte de la Ciencia del derecho penal,
2
La culpabilidad en el derecho penal de la empresa, Marcial Pons, Madrid, 2005, ofrecer propuestas legislativas concretas. De hecho, y en buena
especialmente el Capítulo II donde rebate los argumentos contrarios a la respon- medida, este trabajo puede entenderse como una suerte de diálogo
sabilidad de las personas jurídicas. con el reciente Proyecto de reforma del CP de 1995, y con lo que
3
Corporations, Crime and Accountability, Cambridge University Press, 1993,
pp. 17 ss.
4 5
Señala esta característica GARCÍA A R A N, Algunas consideraciones sobre la res- S. BACIGALUPO, La responsabilidad penal de las personas jurídicas, Bosch, Barce-
ponsabilidad penal de las personas jurídicas, en C E R E Z O M I R et al. (eds.), «El nuevo lona, 1998, pp. 231 ss.; N I E T O GARCÍA, Derecho administrativo sancionador, Tecnos,
Código penal español: presupuestos y fundamentos. Libro Homenaje a D. Ángel 1993, 1.a ed., pp. 305 ss.; PALMA TESO, El principio de culpabilidad en el derecho san-
Torio López», Granada, Comares, 1999, pp. 325 ss. cionador administrativo, Tecnos, Madrid, 1996.
18 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 1. A modo de introducción: algunos posicionamientos 19

constituye uno de sus rasgos más importantes: la introducción de la asomado al debate científico, debe reconocer que, en comparación,
responsabilidad penal de las personas jurídicas. Durante la última la discusión europea se encuentra aún en una fase embrionaria. Las
parte de su confección, y a partir de la propuesta que en él se con- propuestas más innovadores entre nosotros, como la culpabilidad
por defecto de organización 8, en lo que concierne a la pregunta de
tiene, diseñé conjuntamente con Luis Arroyo un texto articulado de
cuándo imputar, o la cúratela 9, como sanción estrella contra la per-
responsabilidad penal de las personas jurídicas que fue presentado
sona jurídica, enlazan con discusiones ya muy elaboradas en aquel
ante la Sección especial de la Comisión General de Codificación
país. En el contexto europeo la normativa más moderna y acertada,
encargada de elaborar el Anteproyecto de Reforma 6 . Aunque el la contenida en el D. Lgs. de 8 giugno 2001, n.° 23i, por la que el
texto finalmente acogido, el art. 31, es bastante más «clásico» que el legislador italiano ha establecido la responsabilidad de las personas
que entonces confeccionamos, no pueden dejar de verse en él cier- jurídicas, representa el correlato transoceánico de las Sentencing Gui-
tas influencias, como un tímido reconocimiento de la culpabilidad delines norteamericana. Lo ocurrido en Italia constituye probable-
de empresa a través del sistema de atenuantes. mente sólo una avanzadilla, de lo que me temo será un nuevo des-
Para acometer este objetivo no he encontrado otra metodología embarco del derecho penal norteamericano en el derecho penal
europeo, que contribuirá a lo que se ha dado ya en llamar el pro-
mejor que el derecho comparado y dentro del mismo, y en contra
ceso de americanización.
de lo que suele ser usual en la Ciencia jurídica española, he presta-
do una atención especial a la doctrina y al derecho de los Estados Mas como las Introducciones deben servir también para aclarar
Unidos 7 . Cualquiera que se haya acercado a su derecho positivo o puntos de partida, y para prevenir al lector indicando lo que no
encontrará en la obra, quisiera realizar algunas consideraciones antes
6 de acometer la tarea descrita:
El texto concreto de esta propuesta puede verse en ARROYO ZAPATERO,
Hacia la responsabilidad penal de las personas jurídicas en España, en «La Reforma del (a) La observación más importante tiene que ver con el nomen
Código penal tras 10 años de vigencia», Centro de Estudios Jurídicos, Aranzadi, iuris de la responsabilidad penal o, más exactamente, de la conse-
2006, pp. 17 ss.
7 cuencia jurídica que se les imponga. Si interpreto bien las últimas
Aunque del derecho penal norteamericano no ha suscitado tradicionalmen-
te un gran interés en Europa, su sistema de responsabilidad de las personas jurídi-
acometidas contra la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
cas resulta una excepción, prueba de ello es que ha sido estudiado monográfica- en muchos casos se trata de un debate puramente nominal.
mente por EHRHARDT, Unternehmensdelinquenz und Unternehmensstrajre: Sanktionen Muchos autores están dispuestos a admitir lo mismo, esto es, san-
gegen Juristische Personen nach. Deutschen und US-amerikanischen Recht, Berlin, Dun - ciones idénticas, sólo que con otra etiqueta. La oposición se con-
ker & Humblot, 1994, y recientemente entre nosotros CARUSO FONTÁN, Preven- centra principalmente en el hecho que la consecuencia jurídica a
ción y criminalidad de empresa. Una mirada hacía el derecho norteamericano, en T E R R A -
imponer sea tildada de pena. Si ésta se denomina con otro nom-
DILLOS BASOCO/ACALE SÁNCHEZ (coords.), «Temas de derecho penal económico»,
Madrid, 2004, pp. 321 ss.; GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal de la empresa en los
bre, como el de medida de seguridad, consecuencia accesoria, etc.,
EEUU, op. cit., donde puede encontrarse además una cuidada traducción del Gui- los obstáculos se esfuman 10. La cuestión nominal no es exclusiva
delines for Sentencing Corporations; Id., Corporate Criminal Liability: algunas cuestiones
sobre la responsabilidad penal corporativa en los EEUU, en «La responsabilidad penal 8
de las personas jurídicas órganos y representante», GARCÍA CAVERO (ed.), ARA Pionero TIEDEMANN, Die Bebussung von Unternehmen nach dem 2. Gesetz zur
editores, Lima, 2002, pp. 279 ss. Bekampfung der Wirtschaftskriminalitát, NJW, 1988, pp. 1169 ss.
9
Mas es sin duda en Italia, como enseguida vamos a ver, donde el sistema nor- ScHÜNEMANN, Pláyoder zur Einführung einer Unternehmenskuratel, en ScHÜ-
NEMANN (hrsg.), «Deutsche Wiedervereinigun: Die Rechtseinheit/Arbeitskreis
teamericano ha tenido más influencia; en la elección legislativa del legislador ita-
Strafrecht, Bd. III. Unternehmenskriminalitát», Kóln, etc., Heymanns, 1996,
liano probablemente fue decisivo el trabajo de Cristina DE MAGLIE, L'etica e il mér-
pp. 129 ss.
cate La responsabilita pénale della societá, Giuffré Editore, 2002, y ya antes Sanzioni 10
pecuniarie e tecniche di controllo dell'impresa. Crisi e innovazioni nel diritto statunitense, Sobre el mal del nominalismo en lo relativo a la responsabilidad de perso-
«Riv. It. Dir. Proc. Pen.», 1995, pp. 88 ss. nas jurídicas, vid. GÓMEZ BENÍTEZ, Curso de derecho penal de los negocios a través de
i

20 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § I. A modo de introducción:algunosposicionamientos 21

de mentes académicas. Ha sido y es uno de los ejes del debate derecho penal: La sanción penal contra personas jurídicas constitui-
legislativo italiano, donde el legislador ha decidido denominar a las ría de este modo una consecuencia jurídica del delito distinta a
sanciones «responsabilidad de los entes por ilícitos administrativos penas y medidas de seguridad. Esta propuesta me parece razonable,
dependientes de una infracción penal», con el fin de evitar proble- en primer lugar, debido a consideraciones puramente pragmáticas.
mas constitucionales* l. La tercera vía evita un debate estéril, puramente semántico 13 , en
cuanto que permite un punto de convergencia que creo que pue-
En el transcurso de este debate se ha propuesto que la respon-
de asumirse, más fácilmente, por los partidarios de ambas posicio-
sabilidad de la persona jurídica conforme una tercera vía12 dentro del nes. En este sentido, cuando en el texto empleo el término de cul-
pabilidad de empresa, debe entenderse que no me refiero a un
casos, Madrid, Colex, 2001, pp. 63 ss. C o m o ejemplos de este «mal», vid. las con- juicio de reproche similar al que se proyecta sobre las personas físi-
tribuciones de SILVA SÁNCHEZ (pp. 169 ss.), JAKOBS (pp. 92 ss.) y FEIJOO cas. Este pragmatismo permite además estudiar conjuntamente todas
(pp. 246 ss.), en GARCÍA CAVERO, La responsabilidad penal, op. cit. La importancia de las propuestas doctrinales que proponen un modelo de imputación
lo nominal tiene igualmente un peso, a mi juicio, excesivo, en el, por otra parte,
magnífico trabajo de FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas por delitos contra el
medio ambiente, Civitas, Madrid, 2002; tras negar contundentemente que se trate de CP, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, p. 144; D E LA CUESTA, Personas jurídicas, con-
penas, cuando después construye el sistema de imputación en realidad plantea cri- secuencias accesorias y responsabilidad pena, en «Homenaje al Dr. Marino Barbero
terios que son coincidentes con la culpabilidad de empresa {vid. pp. 172 ss.). El Santos: In Memoriam», Vol. I, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha,
mal del nominalismo no sólo afecta al sistema de imputación, sino también al sis- Cuenca, 2000, pp. 967 ss.; L U Z Ó N PEÑA, Las consecuencias accesorias como tercera vía
tema de sanciones, medidas, penas o como se las quiera denominar. En efecto, tan- en las sanciones penales, en OCTAVIO DE T O L E D O / G U R D I E L S I E R R A / C O R T E S BECHIA-
to Feijoo como Silva optan por un catálogo de sanciones intervencionistas con el RELLI (eds.), «Estudios Penales en Memoria del Profesor Ruiz Antón», Tirant lo
fin de modificar la peligrosidad de la empresa. Mas tal como se observará en el Blanch, Valencia, 2004, pp. 545 ss.; MlR PUIG, Una tercera vía en materia de responsa-
§ 7, este debate acerca de si las sanciones deben ser más preventivo generales o bilidad de personas jurídicas, en «RECPC», 06, 2004; el mismo, Sobre la responsabili-
especiales, existe también entre aquellos que son partidarios de la responsabilidad dad penal de las personas jurídicas, en «Estudios Penales en Memoria del Profesor
penal. Esto es, el cambio de etiquetas tampoco afecta a la orientación que deban Ruiz Antón», op. cit., pp. 741 ss.; ZÚÑIGA, Bases, op. cit., pp. 224 ss. Se muestra, en
adoptar las sanciones. cambio, expresamente en contra de esta posibilidad, GÓMEZ-JARA, La culpabilidad
El «mal del nominalismo» puede detectarse también entre los autores que penal, op. cit., pp. 53 s.
entre nosotros se han opuesto con mayor contundencia a la responsabilidad penal En la doctrina europea la propuesta de tercera vía proviene de HEINE, Die
de personas jurídicas, ya sea como penas o medidas de seguridad, calificándolas de strafrechtliche Verantwortlichkeit von Unternehmen, Nomos, Badén Badén, 1995,
medidas administrativas, como son C E R E Z O M I R , Curso de derecho penal español, pp. 237 ss., posteriormente el mismo, en Pldyoderfür ein Verbandsstrafrecht ais zweite
Parte General II, 5.a ed.,Tecnos, Madrid, 1997, pp. 65 ss. GRACIA MARTÍN, La cues- Spür, en ALWART (hrsg.), «Verantwortung und Steurung von Unternehmen in der
tión de la responsabilidad de las personas jurídicas, «Actualidad Penal», 1993, n.° 39, o Markwirtschaft», München, Reiner Hammp Verlag, 1998, pp. 90 s.
R O M E O CASABONA, Peligrosidad y derecho penal preventivo, Bosch, Barcelona, 1986, Hay que señalar, no obstante, que la tercera vía lleva camino de convertirse en
pp. 73 ss. un «cajón de sastre», y dudo que todos los autores que utilizan esta expresión en
11
Relazione al decreto legislativo 8 giugno 2001, n.° 231, pp. 434 s. [cito la publi- realidad se refieran al mismo tipo de sanciones. Así, por ejemplo, en la doctrina
cación aparecida en Responsabilitá degli enti per illeciti amministrativi dipendcnti da rea- española la expresión tercera vía se utiliza en algunas ocasiones para referirse al
to, GARUTI (a cura di), Cedam, Milano, 2002]. Tras esta elección del nomen iuris, modelo del art. 129, lo que no coincidiría, por ejemplo con la propuesta de H E I -
la doctrina ha podido señalar con alivio que la cuestión de la constitucionalidad NE. Por mi parte, aunque tampoco aquí quiero enzarzarme en cuestiones semán-
ha sido superada, vid. Rossi, La sanzione dell'ente, en VINCIGUERRA/CERASA-GAS- ticas, entiendo la tercera vía como un tipo de sanción penal específica para perso-
TALDO/ROSSI, «La responsabilitá dell'ente per il reato commesso nel suo interes- nas jurídicas, distinta a la pena y a la medida de seguridad, pero que se trata de
se», Cedam, Padova, 2004, pp. 31 s. una sanción perteneciente a la familia de las consecuencias jurídicas del derecho
12
Vid., por ejemplo, en la doctrina española BAJO FERNÁNDEZ, Hacia un nue- penal.
vo derecho penal: el de las personas jurídicas, en «Estudios Jurídicos en homenaje al 13
Apuesta por un pragmatismo similar TIEDEMANN, Responsabilidad penal de
Profesor Aurelio Menéndez», Tomo IV, Madrid, Civitas, 1996, pp. 5100 ss.; G U A R - las personas jurídicas y empresas en derecho comparado, en «Revista peruana de Cien-
DIOLA LAGO, Responsabilidad penal de las personas jurídicas y alcance del art. 129 del cias Penales», n.° 6, pp. 210 ss.
22 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad
§ í. A modo de introducción: algunosposicionamientos 23

y sanciones, pasando por alto el nombre que le han dado sus auto-
cisamente~la inclusión de un individuo en una organización
res. Conscientemente por ello este trabajo es semánticamente empresarial, genera un riesgo mayor de conducta desviada
impreciso o ambiguo. En la propuesta con que se cierra el trabajo (supra § 2.1). Por supuesto que en determinados casos —una
el t é r m i n o utilizado es el de medidas penales contra personas jurídicas empresa de fachada— la persona jurídica equivale a un instru-
(art. 6). mento del delito, pero esto en ningún modo puede afirmarse
Mas esta diferente denominación encuentra también apoyo en cuando ya nos encontramos ante corporaciones de estructura
razones teóricas. Las penas y las sanciones o medidas penales contra más compleja. De ahí que Feijoo Sánchez, el autor que con
personas jurídicas obedecen a formas distintas de actuación del más cuidado ha fundamentado esta vía16, no tiene más reme-
derecho penal, pues necesariamente se basan en un material nor- dio que matizarla y hablar de un estado peligroso propio de la
mativo distinto. La pena se impone como consecuencia de la infrac- empresa17.
ción de una norma de determinación, lo que implica, como míni-
mo, que el famoso destinatario de la norma debe ser susceptible de La sanción a la persona jurídica atiende por ello más al modo
intimidación. Se trata de un hecho psicológico que es imposible de de ser que al hecho {infra § 4). Como después se explicará, se tra-
apreciar en las personas jurídicas como tales. Las sanciones penales a ta en realidad de una suerte de derecho penal de autor, constitu-
personas jurídicas sirven, por el contrario, a la tutela de bienes jurí- cionalmente admisible. Pues mientras que no es posible exigir de
dicos de un modo más complejo. Lo que el derecho reprocha es la un individuo que se organice internamente de forma adecuada, sí
infracción de una norma de valoración 14 , en virtud de la cual el que es admisible, en cambio, que el derecho exija de las organiza-
legislador desvalora un estado, si se quiere, una forma de ser de la ciones una determinada constitución interna e imponga determi-
persona jurídica, consistente en que no se ha organizado de modo nadas reglas o estándares de organización. Las sanciones penales
correcto con el fin de impedir o dificultar que las personas natura- contra personas jurídicas comparten con las medidas de seguridad
les que actúan dentro de su sistema no lesionen, de manera delicti- que su finalidad primordial es la autorregulación —en términos
va, bienes jurídicos 15 . clásicos, un tipo de corrección— de quien va a ser sancionado,
pero comparten con la pena que ello se realiza indirectamente, a
Pese a la cercanía de las sanciones penales contra personas través de la motivación del substrato humano que integra la perso-
jurídicas y las medidas de seguridad, no comparto la idea de na jurídica {infra § 7.1) 18 .
que la peligrosidad de la personas jurídica es una peligrosidad
objetiva. Constituye un error pensar que la peligrosidad deriva
16
del hecho de que la persona jurídica pueda ser utilizada por un Sanciones para empresas, op. cit., p. 141: «Un patrimonio o una realidad eco-
tercero para la comisión de hechos delictivos, de forma similar nómica sólo pueden ser peligrosos si son utilizados de forma inadecuada (de for-
a un arma. Mantener esto sería desconocer las aportaciones de ma similar que un cuchillo o un arma de fuego, por ejemplo)»; similar ya MlR
PuiG, «Una tercera vía», op. cit., pp. 103 s.
la criminología, la sociología y la organización empresarial, 17
Sanciones para empresas, op. cit., p. 143: «Las consecuencias del art. 129 tienen
que, como veremos a continuación, lo que señalan es que pre-
como finalidad prevenir la peligrosidad específica de la empresa, pero no la peli-
grosidad criminal de la persona física», pero también 148 ss. y 172 ss.
18
14 Esta hibridación entre las funciones de la pena y la medida de seguridad se
Cfr. SILVA SÁNCHEZ, La responsabilidad penal de las personas jurídicas y las con-
apreciará con especial claridad al analizar sanciones como la prueba, cúratela o
secuencias accesorias del art. 129 del Código penal español, en GARCÍA CAVERO (ed.),
supervisión judicial o la amplia gama de sanciones interdictivas. Por ahora y con
«La responsabilidad penal», op. cit., pp. 183 ss.
,5 carácter general, vid. HEINE, Santions in the Field qf Corporate Criminal Liability, en
Vid., por ejemplo, FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones contra personas jurídicas, p. 113,
E S E R / H E I N E / H U B E R (eds.), «Criminal Responsability of Collective and Legal
quien señala, a mi juicio, acertadamente, que la noción de culpabilidad de empre-
Entities», Freiburg, Ius. Crim, 1999, p. 238, donde señala que: «la tradicional dis-
sa que parte del defecto de organización se defiende mejor si se conecta con las
tinción entre sanciones principalmente represivas o preventivas está perdiendo
medidas de seguridad y no con las penas.
parte de su utilidad en cuanto que la mayoría de las sanciones tienden a orientar-
24 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 1. A modo de introducción: algunosposicionamientos 25

Por ello tiene sentido la imposición de multas a personas ambos sujetos 21 : Así, por ejemplo, por mucho que los elementos
jurídicas. Se trata del medio menos incisivo de lograr la "correc- subjetivos del delito hayan experimentado un importante proceso
ción". El fin de la multa es que el componente humano de la de normativización, resulta honestamente imposible hablar de dolo
empresa implante las medidas de organización necesarias. En el propio de la persona jurídica o discutir acerca de cómo se configu-
fondo lo que se discute en este punto es quién pone en marcha ra el error o la capacidad de motivación normal. Ello no quiere
la autorregulación, si un tercero —el curador, interventor judi- decir que en algún caso no deban existir equivalentes funcionales.
cial— o el propio substrato humano de la empresa, con el fin de Indudablemente las personas jurídicas también deben poder benefi-
evitar una consecuencia desfavorable como es la multa. En ciarse, a través de un equivalente del error de prohibición, de una
ambos casos la sanción a la personas jurídica funciona a través
normativa oscura, de las informaciones dadas por un funcionario en
de una mezcla de criterios preventivo generales —los adminis-
el que existe derecho a confiar, etc.
tradores, directivos y socios temen también la imposición de un
administrador judicial— y preventivo especiales. Esta hibrida- Pero también existen inconvenientes. En contra de la tercera vía
ción no impide destacar una cualidad específica de las conse- se han esgrimido dos argumentos de peso que es preciso responder.
cuencias penales contra personas jurídicas: la prevención general El primero es de índole garantista: ¿no servirá el diferente nomen
a las personas físicas está al servicio de la autorregulación (pre- iuris para hurtar o rebajar garantías constitucionales en la imposi-
vención especial) del colectivo19. ción de la sanción? 22 . El peligro de fraude de etiquetas, al que
apunta esta pregunta, está suficientemente conjurado, por una juris-
La sanción a la persona jurídica es un método de motivación a prudencia constitucional que, siguiendo la ruta del TEDH en el caso
los componentes de un colectivo, que por estar integrados en un Oztürk23, no se ha dejado engañar por las denominaciones del
sistema, en el sentido de los sistemas autopoiéticos, no pueden ser legislador y ha construido un concepto de sanción penal autóno-
motivados con éxito solamente a través de sanciones individuales 20. mo, que determina la aplicación del bloque de garantías constitu-
Después habrá tiempo de volver sobre todo ello; lo que interesa cionales24. En suma, las sanciones a las personas jurídicas forman
subrayar es que también pueden encontrarse fuertes razones teóri-
cas para mantener que la sanción a personas jurídicas representa una
21
tercera vía dentro del derecho penal conjuntamente a las penas y las Vid. HEINE, Pláyoder, op. cit., p. 103; el mismo, Modelos de responsabilidad
jurídico penal originaria de la empresa, en GÓMEZ-JARA D Í E Z (ed.), «Modelos de
medidas de seguridad.
autorresponsabilidad penal empresarial», Pamplona, Aranzadi, 2006, pp. 46 ss.,
La tercera vía tiene además una ventaja indudable: nos libera del para quien se trata de establecer un sistema que sea funcionalmente análogo al de
enojoso y algo artificial trabajo de establecer un sistema único para las personas naturales; coincide metodológicamente con HEINE, GÓMEZ-JARA, La
culpabilidad penal, op. cit., pp. 52 s. Por mi parte, como se irá constatando a lo lar-
go de la obra, no creo preciso establecer dos sistemas paralelos con un equiva-
se proactivamente»; HARDING, Criminal Uability of Corporationes - United Kingdom, lente o elemento análogo al existente en derecho penal individual. Esta preten-
en D O E D L E R / T I E D E M A N N (eds.), «Criminal Liability of Corporations», The sión no es en absoluto necesaria. El único límite en la construcción del modelo
Hague, 1996, p. 381. de responsabilidad colectiva es, pues, que sea conforme con el derecho penal
19
En contra de la entrada de la prevención general en las sanciones contra constitucional.
22
personas jurídicas FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit., pp. 123 ss. Esta Vid. ARROYO ZAPATERO, Derecho penal económico y Constitución, «RP», n.° 1,
afirmación, desde un punto de vista práctico, a lo único que avoca es a un mode- 1996, p. 14; FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit., pp. 105 ss., SILVA S Á N -
lo mucho más intervencionista contra las empresas. La «prevención especial a tra- CHEZ, La responsabilidad penal de las personas jurídicas, op. cit., p. 191.
23
vés de la general» —vgr. mediante la imposición de una multa— permite dar una STEDH de 25-1-1984.
24
oportunidad a la propia empresa para que sea ella la que se autoorganice. En tér- Así son parte del concepto de «sanción», a los efectos de aplicar las garan-
minos de política criminal no aceptar sanciones de contenido preventivo general tías constitucionales, tanto las sanciones administrativas, las disciplinarias, como
contra las empresas equivale a un sistema penal más represivo. otros instrumentos del derecho administrativo que a veces se cobijan, bajo otro
20
Vid. sólo GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. cit., pp. 201 ss. nombre. Este concepto de sanción a efectos garantistas o de «derecho penal en
26 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad
§ 1. A modo de introducción: algunos posicionamientos 27

parte del d e n o m i n a d o derecho penal en sentido amplio, son sancio- sanciones administrativas, éstas son impuestas por el juez penal,
nes penales a efectos de la aplicación de las garantías, lo q u e n o en el transcurso del proceso penal, en relación a comportamien-
impide que, al igual q u e ocurre en los distintos ámbitos del ius tos delictivos.
puniendi puedan existir singularidades o modulaciones.
La polémica que ahora nos ocupa resulta próxima a la que
ha tenido lugar en los Estados Unidos. Ante la propuesta de un
En especial, como después se demostrará, n o creo posible
sector doctrinal, conformado por los autores del Law & Econo-
que el principio de culpabilidad pueda tener u n igual juego en
mics, favorable a la utilización de sanciones civiles como alterna-
ambos sectores. Si, según la opinión más extendida, la culpabi-
tiva más eficiente que la multa 26 , otros autores han invocado la
lidad deriva de la dignidad de la persona, n o creo posible que
en relación a las personas jurídicas pueda tener iguales conteni- denominada teoría expresiva de la pena, finalidad semejante a la
dos. Por el contrario, pienso que en lo concerniente al proceso prevención general positiva, para apoyar los mayores efectos
penal, personas físicas y jurídicas deben gozar de idénticos expresivos, vale decir simbólicos, de la sanción penal 27 .
derechos.
(b) La «tercera vía» q u e aquí se propone es distinta a lo p r o -
El segundo argumento contrario a la tercera vía tiene q u e ver puesta realizada p o r T i e d e m a n n 2 8 o Brender 2 9 , quienes mantienen
con la efectividad 25 . Desde el p u n t o de vista de la prevención g e n e - que las personas jurídicas sólo pueden ser objeto de sanciones admi-
ral positiva, una denominació n distinta a la de pena, tiene u n m e n o r nistrativas pero n o penales. Ello se debe a una concepción de la pena
efecto simbólico y n o sirve para restablecer la vigencia de la n o r m a . y de la culpabilidad que n o comparto, y que según creo tampoco
La fuerza de esta objeción es dudosa. Si colocamos la discusión en comparte la mayoría de la doctrina española. N i la pena ni la culpa-
el terreno empírico, n o creo que la sociedad perciba c o m o fenó- bilidad penal, a diferencia de lo que creen estos autores, supone rea-
menos distintos una «pena» y una «sanción de carácter penal», sobre lizar u n reproche ético. Entre sanción administrativa y penal existe
todo si se tiene en cuenta que el tipo de sanción (multa, cúratela, tan sólo una diferencia cuantitativa 30 .
sanción interdictiva, clausura de locales...), c o n independencia de la
Más interesante q u e esta cuestión es la relativa a c ó m o articular
etiqueta, será el mismo.
en el derecho positivo las relaciones entre sanciones penales y
administrativas a personas jurídicas. U n a vez q u e se adopta u n
Y en este punto no cabría argumentar indicando, por ejem-
plo, que las sanciones administrativas tienen una capacidad pre-
26
ventiva general positiva menor que la pena. Esta afirmación, Vid. fundamentalmente KHANNA, Corporate Criminal Liability: What purpose
aparte de que empíricamente quizás n o siempre sea cierta en el does it serve, «Harvard Law Review»,Vol. 109, 1996, pp. 1478 ss.; vid. también des-
caso de que las sanciones administrativas sean impuestas por la de una perspectiva no ceñida al análisis económico del derecho, Developments in
administración, lo es menos aún si se trata de sanciones impues- the law. Corporate Crime: Regulating Corporate Behaivior Through Criminal Sanctions,
«Harvard L. R.»,Vol. 92, 1979, pp. 1301 ss.
tas por tribunales penales, en un proceso penal, que es el mismo 27
Al respecto, GÓMEZ-JARA, La responsabilidad, pp. 26 ss.
donde se impone la pena a la persona física y por hechos que 28
Die Bebussung, op. cit., passim.
son considerados como delitos. Esta circunstancia puede apre- 29
Die Neureglung der Verbandstáterschaft im Ordungswiedrigkeitenrecht, Scháuble,
ciarse muy bien en el derecho italiano, donde, pese al nombre, 1989.
30
Vid. los argumentos que contra la propuesta de TIEDEMANN y BENDER, en
este aspecto particular, realizan FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit.,
sentido amplio» no prejuzga la concreta finalidad que después puede tener cada
pp. 69 ss.; GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, pp. 89 ss. Personalmen-
una de las medidas sancionadoras que lo integran.
25 te me mostré crítico con esta propuesta, pero no tanto por la denominación,
Vid. en este sentido GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, p. 54, como por el modelo de imputación que propone NIETO MARTÍN, Fraudes comu-
al criticar la posición de BAJO FERNÁNDEZ.
nitarios. Derecho penal económico europeo, Barcelona, 1996, pp. 202 ss.
28 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 1. A modo de introducción: algunosposicionamientos 29

m o d e l o de imputación y u n elenco de sanciones, debiera existir R D 925/1-995) y también la Ley del Mercado de Valores (art. 78
necesariamente una coherencia punitiva elemental entre el derecho y RD 629/1993, de 3 de mayo, sobre normas de actuación en
penal y el sancionador administrativo. Si la base de la responsabili- los mercados y registros obligatorios). Los planes de prevención
dad penal de la empresa es la culpabilidad de organización, y un de riesgos laborales, las medidas de organización que las entida-
instrumento central en el sistema son, c o m o veremos, los modelos des de crédito y otras empresas obligadas tienen que adoptar
de organización o compliance programs, lo lógico es que este modelo para prevenir el blanqueo o, en el último de los terrenos indi-
sea trasladado también al derecho sancionador administrativo. U n cados, los Códigos de conducta o normas sobre trasparencia,
programa de cumplimiento destinado a prevenir y descubrir delitos actuación e identificación de clientes que deben adoptar las
empresas de servicio de inversión no son sino compliance pro-
ecológicos ha de ser también eficaz para prevenir y descubrir las
grams específicos y diseñados por el legislador al menos en sus
sanciones administrativas colindantes. Por eso, la propuesta que aquí
aspectos esenciales (vid. infra § 6). Pues bien, dentro de esta
se realiza debe entenderse c o m o u n m o d e l o c o m ú n para tod o el ius
normativa la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sanciona
puniendi en lo relativo a la responsabilidad de las personas jurídicas.
ya a las empresas que incumplan simplemente los deberes de
A u n q u e este asunto merece ser abordado c o n mayor profundi- autoorganización (vid. especialmente art. 47, Infracciones gra-
dad, la diferencia básica entre la intervención penal y la adminis- ves), e igualmente ocurre con la Ley del Mercado de Valores
trativa, el deslinde entre jueces y administración, podría hacerse [art. 99.e) bis y lOO.c) bis, t)] o la Ley de prevención del blan-
sobre el siguiente criterio básico: el derecho sancionador adminis- queo de capitales (art. 5.2 en conexión con el art. 3). Por ello,
trativo resulta c o m p e t e n t e c u a n d o la empresa i n c u m p l e las m e d i - de establecerse la responsabilidad penal de las personas jurídicas
das de autorregulación legalmente establecidas para la prevención en estos sectores, el criterio a seguir podría coincidir con el
de determinados c o m p o r t a m i e n t o s ; el derecho penal cuand o de que acabo de proponer.
este i n c u m p l i m i e n t o se ha derivado la lesión dolosa o i m p r u d e n t e
del bien jurídico p o r parte de u n agente de la empresa, o cuando (c) Tampoco se ocupa este trabajo de fijar u n concepto de per-
se ha p r o d u c i d o una lesión grave de u n bien j u r í d i c o c o m o c o n - sona jurídica o, dicho de una forma más exacta, de establecer sobre
secuencia del c o m p o r t a m i e n t o objetivamente típico p o r parte del qué tipo de organizaciones se proyecta la responsabilidad penal. A
autor, debiéndose la ausencia de culpabilidad a la falta de organi- falta de una consideración más detenida, considero que el criterio
zación de la empresa. más acercado en este p u n t o es de tipo mixto o formal-material.
Sujetos activos son exclusivamente las personas jurídicas; no cualquier
En nuestro derecho administrativo existen diversos ámbitos organización, sino sólo aquella que de acuerdo con el ordenamiento
donde se ha implantado la lógica de la autorregulación, siguien- jurídico tiene personalidad independiente a la de sus socios 3 1 . Ahora
do un modelo y una estrategia de política jurídica muy similar bien, este criterio formal debe ser corregido materialmente en algu-
a la que en esta obra va a proponerse. Valgan c o m o ejemplos la nos puntos, corrección que viene de la m a n o del concepto de
Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, la normativa empresa o, lo que es lo mismo, de la herramienta metodológica que
sobre el blanqueo de capitales (Ley 19/1993, y sobre todo el proporciona el «modo de contemplación económico» (Wirtschaftliche-
betrachtungsweise)32. La primera corrección atiende a solucionar aque-
llos supuestos de sucesión o transformación de la persona jurídica a
En la doctrina norteamericana dos autores tan importantes como
LAUFER/STRUDLER, Intencionalidad corporativa, retribución y variantes de la responsabili- través de fusiones, absorciones, alteraciones en su forma, etc. E n estos
dad vicaria, en GÓMEZ-JARA (ed.), «Modelos de autorresponsabilidad empresarial», casos no hay otro remedio que saltar sobre las formas jurídicas y
Aranzadi, Plamplona, 1996, pp. 191 ss., construyen —al menos en parte— su
modelo de responsabilidad penal de las personas jurídicas precisamente sobre la 31
base de la retribución y la necesidad de expresar un reproche ético contra la cor- Más detalles, S. BACIGALUPO, Las responsabilidad penal, op. cit., pp. 368 ss.
32
poración mediante la imposición de la pena. NIETO MARTÍN, Fraudes comunitarios, op. cit., p. 44.
30 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 1. A modo de introducción: algunosposicionamientos 31

atender a la realizad económica, con el fin de situar la responsabili- Esta cuestión ..enlaza con el segundo problema: el de si es con-
dad o la sanción en el ente al que se hayan trasladado los medios veniente establecer la responsabilidad penal de las administraciones
materiales y humanos de la antigua empresa. Un salto similar debe públicas estrictu sensu. En el derecho comparado existen diversas
efectuarse a fin de solventar los casos de grupos de empresas, en los soluciones. Las Guidelines35 admiten su responsabilidad, establecien-
que aunque la infracción pueda localizarse en una filial, la responsa- do un sistema especial de determinación de la multa. En Europa,
bilidad última y, por tanto, la sanción debe localizarse y determinar- Francia e Italia la excluyen expresamente 36 y en el RU la reciente
se atendiendo a la empresa madre. El derecho sancionador de la Corporate Mangslaughter and Corporate Homicide Act incluye expresa-
Unión Europea ha aportado ya soluciones razonables en este punto, mente la responsabilidad de los Crown Bodies y Goverment Departa-
que han sido recogidas por el legislador italiano 33. ments37. En nuestro derecho las sanciones administrativas se impo-
nen con toda normalidad a las administraciones públicas38. A mi
(d) Político-criminalmente es tan complejo como importante juicio, la conveniencia político-criminal de establecer la responsabi-
decidir si las administraciones públicas, el Estado y las personas jurí- lidad penal de las administraciones públicas depende del delito
dicas que lo conforman, van a ser también objeto de responsabili- cometido. Así, por ejemplo, en lo que atañe a la corrupción, si a la
dad penal. Existen en este punto dos problemas diferentes que han empresa se le impone la obligación de organizarse internamente
de deslindarse. El primero, de carácter previo, es qué entendemos con el fin de prevenir estos ilícitos, con mayor razón será de aplica-
por administración pública a efectos penales 34 . ¿Existe administra- ción este argumento en relación a la administración e igual ocurre
ción pública en los casos en que ésta adopta la forma de un ente con otras infracciones, como los delitos contra el medio ambiente.
privado o en el caso de antiguas empresas públicas ahora privatiza- Igualmente aunque puede considerarse que la medida de multa o,
das? A mi juicio, en caso de negar la responsabilidad penal de cor- con mayor razón aún, las medidas interdictivas no resultan apropia-
poraciones públicas debiera acogerse un concepto muy estricto de das, medidas como la supervisión judicial (por ejemplo, en un ayun-
administración pública. De este modo, la responsabilidad penal debe tamiento donde reiteradamente han existido casos de corrupción o
aplicarse a aquellos supuestos en los que el Estado actúa utilizando prevaricación) o un régimen de prueba, en el que el juez impusie-
formas societarias. Resulta incoherente valorativamente, de acuerdo ra la obligación de implementar efectivamente un Código ético o
con el modelo de responsabilidad penal de personas jurídicas elegi- de conducta, resultan razonables.
do, que los deberes de organización y cooperación no se impongan
a las personas jurídicas de carácter privado que operan por cuenta (e) La creación de un sistema de responsabilidad penal de per-
de la administración. sonas jurídicas debe llevar aparejada una regulación procesal39. En el

35
33
Sobre la cuestión en el ordenamiento europeo, N I E T O MARTÍN, Fraudes § 8.A. 1.1: «por organización se entiende "una persona que no sea individuo"
comunitarios, op. cit., pp. 44 ss., también HEINE, Modelos de responsabilidad, op. cit., ... Este término incluye... las administraciones y los departamentos ministeriales...».
36
pp. 56 ss. U n comentario a los arts. 28 (transformación del ente), 29 (fusión del Art. 1.3 DI., 2000, n. 231, y para Francia, vid. Di MAGUE, Letica, op. cit.,
ente), 20 (escisión) y 33 (cesión) del Decreto Legislativo n.° 231, puede verse en pp. 197 s. En este ordenamiento más concretamente se incluyen las personas jurí-
B U Z Ó N , Responsabilita patrimoniale e vicende modificative dell'ente, en GARUTI (ed.), dicas de derecho público y se excluye al Estado y, parcialmente, a las colectivida-
«Responsabilita degli enti», op. cit., pp. 183 ss. En relación al art. 129 del C P espa- des territoriales y a sus consorcios (art. 121.2).
37
ñol, FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit., pp. 190 ss. Para el derecho Explanatory Notes. Corporate Manslaughter and Corporate Homicide Act, puede
norteamericano, con ulteriores referencias, vid. GÓMEZ-JARA, La responsabilidad verse en http://vvrww.publications.parlament.uk
38
penal de las empresas, op. cit., pp. 48 s. En relación al art. 129 FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit.,
34 p. 187, no descarta que algunas administraciones, como, por ejemplo, los ayunta-
Me he ocupado de este aspecto en N I E T O MARTÍN, El concepto de funciona-
mientos, puedan ser objeto de sanciones.
rio público, en ARROY O ZAPATERO/NIETO M A R T Í N , «Fraude y Corrupción en el 39
Derecho penal económico europeo. EurodeÜtos de Fraude y Corrupción», Colec- Vid. en este sentido las acertadas observaciones del Informe del Consejo
General del Poder Judicial acerca del Proyecto de reforma del CP, pp. 47 ss.
ción Marino Barbero Santos, Cuenca, 2006.
32 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § í. A modo de introducción: algunosposicionamientos 33

derecho comparado la solución abrumadoramente mayoritaria es la (f) Finalmente, he de ocuparme de la objeción más seria que
del proceso penal unitario contra persona física y jurídica 40 , en el probablemente podría realizarse contra esta investigación: ¿para qué
que ésta habría de estar representada por sus representantes legales un nuevo sistema de responsabilidad de personas jurídicas, si ya está
con iguales derechos y garantías que los responsables individuales. prevista en el CP español? En realidad, el CP posee tres sistemas de
responsabilidad penal sin que ninguno de ellos sea totalmente satis-
No obstante, existen algunos aspectos que deben abordarse factorio 42.
más detenidamente. Por ejemplo, ¿es posible adoptar una medi- El art. 129 que, a mi juicio, constituye un buen punto de parti-
da cautelar —p. ej., prisión provisional— contra una persona da 43 , al menos desde el punto de vista material 44 , debido a su
natural (vgr. el representante legal) sin responsabilidad en los
amplio catálogo de sanciones, está pensado para tres situaciones
hechos, porque se tema que destruya pruebas que perjudican a la
muy delimitadas: empresas criminales, pertenecientes al crimen orga-
persona jurídica? o, por el contrario, ¿habida cuenta de que no
existe pena privativa de libertad en relación a personas jurídicas, nizado o a grupos terroristas, empresas de fachada, creadas ad hoc para
la prisión provisional no puede entrar en juego?; ¿deben existir la realización de hechos delictivos, y empresas peligrosas, cuya activi-
algún tipo de restricciones a los actos de investigación (interven- dad genera un importante peligro para bienes jurídicos. Fuera de
ción de telecomunicaciones) que se proyectan sobre individuos estos supuestos, las severas sanciones del art. 129 no son las más
no imputados con el fin de establecer la responsabilidad de la apropiadas contra empresas con una actividad económica normal,
persona jurídica? Igualmente también debe resolverse el posible
conflicto de intereses entre los derechos de defensa de la perso- 42
Vid. también N I E T O MARTÍN, Responsabilidad penal de personas jurídicas. Sis-
na jurídica y su representante legal, cuando éste sea a su vez
temas Penales Comparados, 2006, «RP», n.° 17. A ello habría que añadir, como cuar-
imputado. No es extraño en estos casos que la persona natural
to sistema, la responsabilidad de las personas jurídicas en el derecho sancionador
intente deslizar su responsabilidad a fallos en la organización de administrativo. Lo insatisfactorio del problema se muestra ya en que no existe ni
la persona jurídica41. tan siquiera acuerdo acerca de la naturaleza jurídica ni de las sanciones del
art. 129, ni de las del art. 3 1 . Pese a la existencia de estos dos preceptos, más el
También en el marco procesal ha de establecerse cuáles existente del art. 329.2, aun un amplio sector doctrinal estima que en nuestro
son las posibles medidas cautelares a aplicar a personas jurídi- ordenamiento continúa vigente el societas delinquere non potest.
cas; ¿son en este punto suficientes las previstas en el art. 129.2 Para una panorámica de las posiciones en torno a la naturaleza jurídica del
CP? o habría que añadir otras funcionalmente equivalentes, art. 129 vid., por ejemplo, GUARDIOLA LAGO, Responsabilidad penal de las personas
por ejemplo, a la prisión provisional, como la vigilancia de la jurídicas y alcance del art. Í29 del CP, op. cit., pp. 73 ss.; en cuanto al art. 31, pese a
entidad para que no se destruyan pruebas o el control sobre su tenor literal y la voluntas legis donde con claridad meridiana resulta que se tra-
la transmisión de acciones o sobre posibles deslocalizaciones, ta de una sanción penal, en la doctrina pueden encontrarse una variada gama de
alterando su sede social o centro de producción, con el fin de posibilidades, desde una suerte de responsabilidad civil, otra administrativa, penal o
eludir su responsabilidad (fuga de la empresa). similar al art. 129 del CP. Una visión panorámica puede verse en GÓMEZ-JARA, El
nuevo art. 31.2 del Código penal: Cuestiones de lege lata y de'lege ferenda, en
GÓMEZ-JARA DÍEZ (ed.), «Modelos de autorresponsabilidad», op. cit., pp. 239 ss.
40 43
Vid. para Italia, FERRUA, // proceso pénale contro gli enti: incoerenze e anoma- En este sentido FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit., pp. 197 ss.;
lie nelle rególe di accertamento, en GARUTI, «Responsabilitá degli enti», op. cit., TAMARIT, Las consecuencias accesorias del art. 129 del Código penal: un primer paso
pp. 233 ss.; para Alemania, EIDAM, Unternehmen und Strafe, 2 Auf. Cari Heymanns, hacia un sistema de responsabilidad de las personas jurídicas, en DÍEZ RIPOLLÉS/ROMEO
2001, pp. 489 ss., y E H R H A R D T , Unternehmensdelinquenz, op. cit., pp. 246 s.; sobre CASABONA/GRACIA M A R T Í N / H I G U E R A GUIMERÁ (eds.), «La Ciencia del Derecho
EEUU, Developments in the law. Corporate Crime, op. cit., pp. 1276 ss. En relación penal ante el nuevo siglo. Libro homenaje al Prof. Dr. José Cerezo Mir», Madrid,
al derecho penal español debe destacarse recientemente ECHARRI CASI, Sanciones Tecnos, 2001, pp. 1153 ss.
44
a personas jurídicas en el Proceso penal: Las consecuencias accesorias, Pamplona, Aran- Porque desde el punto de vista procesal penal, hay que dar la razón a
zadi, 2003. GÓMEZ BENÍTEZ, «el régimen procesal del artículo 129 es abiertamente inconsti-
41 tucional», en Curso de derecho penal de los negocios, op. cit., p. 7 1 .
Así, por ejemplo, el art. 39 del D. L., 2001, n.° 231.
34 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad 35
§ í. A modo de introducción: algunos posicionamientos

en la que ocasionalmente o incluso de forma reiterativa se haya gía de sanciones" que de acuerdo con el CP pueden imponerse con-
cometido algún hecho delictivo 45. Por otro lado, y como la doctri- tra personas jurídicas: multa, comiso, prohibición de obtener subven-
na se ha encargado ya de señalar sobradamente en sus más de diez ciones públicas o ayudas y derecho a gozar de incentivos de la Segu-
años de vigencia, su regulación tanto en los aspectos materiales, ridad Social y, además, la totalidad de sanciones previstas en el
como en los procesales es muy deficiente 46. En vista de lo anterior, art. 129. Mixto, en segundo lugar, porque su ámbito de operatividad
con la introducción del art. 31.2 el legislador pretendió dirigirse a son no sólo las empresas patógenas del art. 129, sino también empre-
las empresas de economía legal, completando el anterior sistema. sas de economía legal, cuyos locales han sido utilizados para el tráfi-
No obstante, los errores de este precepto son más que notables, co de drogas (un colegio privado, un hospital) o cuya actividad se
como también se ha encargado de poner de reheve la doctrina 47 , haya beneficiado gracias al tráfico (una empresa que, apurada, solici-
por lo que tampoco constituye un sistema idóneo. Finalmente el ta un préstamo a otra empresa relacionada con el narcotráfico). Y
mixto, en tercer lugar, porque permite derivar la responsabilidad del
CP dispone de un tercer modelo de responsabilidad en el
ente a partir de dos modelos de imputación diferentes. El vicarial,
art. 369.2, aplicable únicamente a los delitos de tráfico de drogas. Se
que es el que subyace al art. 31 y para algunos también al 129, según
trata de un modelo mixto. Primero, porque contiene toda la tipolo-
el cual la persona jurídica sería responsable cuando su titular haya
actuado por su cuenta, pero también el conocido como culpabilidad
45
Vid. también al respecto las consideraciones de FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones propia o por defecto de organización, lo que ocurriría, por ejemplo,
para empresas, op. cit., pp. 26 s. cuando una persona jurídica que explota una cadena de discotecas
46
Sobre el 129, sin afán de exhaustividad, vid. BAJO/BACIGALUPO, Derecho no establece las medidas de organización adecuadas o los controles
penal económico, op. cit., pp. 125 ss.; D E LA FUENTE HONRUBIA, Las consecuencias acce- internos oportunos para que sus empleados no trafiquen.
sorias del art. 129 del CP, Valladolid, Lex Nova, 2004; GRACIA MARTÍN/BOLDOVA
PASAMAR/ALASTUEY BOLDÓN, Las consecuencias jurídicas del delito: El sistema de En suma, creo que el ordenamiento penal español está en este
penas, medidas de seguridad, consecuencias accesorias y responsabilidad civil derivada del punto necesitado de reforma, pues ninguno de los sistemas existen-
delito, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, pp. 512 ss.; GUARDIOLA LAGO, Responsabili- tes resulta satisfactorio. Por ello resulta tan útil o legítimo como
dad penal de las personas jurídicas y alcance del art. 129 del CP, op. cit.; ZUGALDÍA
comentar el derecho vigente, esforzarse por abrir vías para una
ESPINAR, Las penas previstas en el artículo 129 del CP para las personas jurídicas,
«Poder Judicial», 46, 1997, pp. 327 ss.; el mismo, La responsabilidad de las personas
futura reforma, y, como antes señalaba, cooperar, en la medida de lo
jurídicas en el derecho penal español, en QUINTERO OLIVARES/MORALES PRATS (eds.), posible, con el debate legislativo que debe abrirse en torno al Pro-
«El nuevo Derecho penal español: estudios penales en memoria del Profesor José yecto de reforma del Código penal
Valle Muñiz», Navarra, Aranzadi, 2001, pp. 885 ss.
(g) Con las limitaciones que acaban de ser expuestas, el traba-
Además de estos estudios doctrinales es de interés la reciente contribución de
SILVA SÁNCHEZ, La aplicación judicial de las consecuencias accesorias para las empresas, jo aborda la creación de un sistema de imputación e intenta esta-
«InDret», 2/2006 (vvrww.indret.com), en la que se repasa la escasa jurisprudencia blecer las bases de las sanciones aplicables. No obstante, existen
vertida sobre el 129, que no hace sino certificar su fracaso. algunos puntos que, aun dentro de esta restricción, se han orillado
47
Vid. ÁLVAREZ GARCÍA, El nuevo artículo 31.2 del Código penal, en «Revista y que afectan al régimen de responsabilidad; en concreto, falta una
de derecho penal», n.° 12, 2004; FERNÁNDEZ TERULERO, Obligación solidaria de la reflexión acerca del posible equivalente funcional a aspectos que en
empresa de hacerfrenteal pago de la multa penal impuesta a su representante, en «Revis- el caso de la pena abordamos en la imputación subjetiva, como el
ta de Derecho y Proceso Penal», n.° 13, 2005, pp. 38 y ss.; GÓMEZ-JARA, El nuevo
error de derecho, o en el marco de la exigibilidad o de las causas de
art. 31.2 del Código penal: Cuestiones de lege lata y de lege ferenda, op. cit.,
pp. 245 ss.; L U Z Ó N PEÑA, Las consecuencias accesorias, op. cit., 548 s.; M I R PUIG, Sobre
justificación, como las crisis de empresa, la necesidad de salvar pues-
la responsabilidad penal de las personas jurídicas, op. cit.; O R T I Z DE URBINA GIME- tos de trabajo, etc.
NO/SILVA SÁNCHEZ, El art. 31.2 del Código penal (¿Responsabilidad penal de las per-
sonas jurídicas o mero aseguramiento de la pena de multa?), «InDret», 2/2006 Me permito, no obstante, dar alguna idea en relación al error
(www.indret.com). de derecho. Bajo esta pregunta se esconden, en realidad, dos
36 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 37

problemas distintos. El primero es el relativo a si, y en qué me-


dida, el error de prohibición de la persona natural afecta y § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente
exculpa a la persona jurídica. Los partidarios del modelo de a las personas jurídicas
imputación {infra § 3) dan —o deben de dar, si son coheren-
tes— una respuesta positiva. Si no existe responsabilidad indivi-
dual no hay responsabilidad alguna que derivar de la persona La responsabilidad de las personas jurídicas constituye uno de los
jurídica. Esta solución —como en general todo el modelo de temas estrella de la política criminal de comienzos del siglo xxi. No
imputación vicarial— no me parece adecuada: ¿por qué va a existe convenio internacional o, en nuestro ámbito regional, decisión
disculpar a una empresa, el haber enviado a un jurista bisoño, marco o directiva europea que no requiera la sanción de las corpora-
que desconoce el derecho de la competencia, a la negociación ciones. Siguiendo esta estela, los países de la Unión Europea han
de un acuerdo anticompetitivo? {infra § 5.3.1)48. En realidad, y abandonado el viejo principio societas delinquen non potest, que perte-
si se apuesta por un modelo de imputación que intente estable- nece ya hoy a la historia del derecho penal. La finalidad de este capí-
cer una responsabilidad propia, lo que habría que preguntarse es tulo es intentar dar cuenta del por qué hoy es útil y necesario sancio-
si, y en qué medida, a una organización de las características de nar a las personas jurídicas, y qué explica también que durante épocas
la que va a ser sancionada puede disculparle un error.Y esta pre- hayamos podido tener un sistema razonablemente eficiente sin utilizar
gunta se responde a través del concepto de culpabilidad que este tipo de responsabilidad. Sólo una vez aclarado este extremo, resul-
aquí va a proponerse: la culpabilidad de empresa como déficit tará además posible construir un sistema de imputación y un cuadro
de autorregulación permanente. Tal como veremos, dentro de de sanciones orientado a las consecuencias de política criminal que se
los deberes de autorregulación constituye un deber básico la pretenden alcanzar mediante la responsabilidad colectiva.
formación de los trabajadores, con el fin de informarles acerca
de las prohibiciones legales existentes en su actividad. De este Existen, es esencia, cuatro razones que avalan la utilidad de la
modo, si la empresa cumplió diligentemente con esta obliga- responsabilidad de las personas jurídicas. La primera es de marcado
ción, el error del empleado también habría de beneficiarle; sin carácter etiológico: la propia existencia de una organización genera
embargo, el error del agente no debería tener efectos exculpan- ya por sí sola factores criminógenos que incrementan las posibilida-
tes para la empresa si es consecuencia precisamente de la ausen- des de un comportamiento individual desviado 51 . El segundo argu-
cia de formación a la que estaba obligada49. Una vez establecido mento radica en que sancionar a la persona jurídica es necesario
que ambos errores resultan independientes, lógicamente habría para que socios y directivos despierten, tomen en serio la preven-
que buscar —y éste es el segundo problema al que me refería— ción de hechos delictivos y compartan con directivos medios, eje-
una fórmula legislativa que permitiera a la persona jurídica po-
cutivos, técnicos y trabajadores los riesgos y perjuicios derivados de
der invocar una causa de exclusión de la responsabilidad seme-
la imposición de una sanción penal 52 . Incrementar la eficacia del
jante al error. En este sentido, una regulación del error de pro-
proceso penal y la responsabilidad de la persona individual es, por
hibición de las personas jurídicas podría incorporar supuestos
paradójico que parezca, el cuarto de los objetivos principales de la
típicos (consulta a un abogado independiente, información de la
información, jurisprudencia contradictoria...) en los que norma- responsabilidad de personas jurídicas. Ninguna sociedad bien orga-
tivamente se consideraría que no existe error50. nizada puede abandonar la responsabilidad individual y constituye
un grave error pensar que la instauración de la responsabilidad
colectiva viene a suplantar o sustituir la responsabilidad individual53 .
48
Vid. ya NIETO MARTÍN, Ordenamiento comunitario y derecho penal económico es-
pañol. Relaciones en el presente y en el futuro, «Actualidad Penal», n.° 34, 1995, p. 613.
49 51
Vid. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 1-62. §2.1.
50 52
U n buen ejemplo lo brinda el art. 77.4.d) de la LGT que resuelve proble- § 2.2.
53
mas de error tanto de personas físicas como jurídicas. § 2.3.
38 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 39

El último de los motivos tiene orígenes más profundos: consecuen- cia de una corporación implica un mayor riesgo de que aparezcan
cia de los procesos de globalización y de la complejidad tecnológi- conductas desviadas por parte de sus empleados. Este tipo de expli-
ca que acompaña a la sociedad del riesgo, los ordenamientos han caciones, sobradamente conocidas, podrían descomponerse en tres
perdido eficacia, tanto para regular conductas, como para imponer grandes conjuntos 57 .
sus normas. Las grandes corporaciones han aumentado por ello su
El primero es el referente a los problemas de imputación conse-
poder, y el Estado nacional e intervencionista es incapaz de contra-
cuencia del sistema de organización del trabajo, con los procesos de
rrestar el corporate power con sus instrumentos tradicionales. En este
marco resulta necesario recuperar el terreno de la eficacia perdida división vertical y horizontal, y que pueden aglutinarse en torno a
firmando un nuevo pacto social entre el Estado y el poder corpo- la conocida expresión de «irresponsabilidad organizada»58. Bajo este
rativo, y exigiendo de las empresas que a cambio de los beneficios punto podrían distinguirse dos fenómenos distintos. El primero es
que les suministra su responsabilidad limitada, la apertura de los la localización de la responsabilidad individual en los niveles más bajos
mercados o los avances tecnológicos asuman una tarea pública y se dentro de la estructura jerárquica empresarial59, que deslegitima la
autorregulen con el fin de ponerse al lado del Estado en la tarea de intervención y la credibilidad del derecho penal. El deslizamiento
controlar nuevos riesgos, proteger accionistas o consumidores o evi- de la responsabilidad plantea problemas aún mayores de legitimidad,
tar hechos delictivos. Este nuevo pacto, inspirado y propuesto por cuando obedece a la técnica del chivo expiatorio (scapegoating), y se
Convenios y otros instrumentos internacionales, forma parte de lo responsabiliza a una persona con escasas posibilidades de defensa y
que se ha dado en llamar global governance54. poco poder dentro de la corporación que nada ha tenido que ver o
que no es la única responsable de la infracción60. Tanto desde la
propia empresa, como desde los órganos de persecución, que quie-
2.1. El delito de empresa como delito estructural ren acabar con éxito una investigación que los pone en entredicho,
es posible este peligro 61 . Al hilo de este doble interés, se ha distin-
La respuesta más usual cuando se inquiere acerca de la necesidad guido entre «chivos expiatorios voluntarios» que aceptan asumir la
de responsabilidad penal de los entes colectivos es aquella que seña- responsabilidad a cambio de alguna recompensa, y los supuestos en
la que el derecho penal individual tiene un serio déficit de eficacia los que la responsabilidad le es derivada sin contraprestación alguna62.
ante comportamientos delictivos acaecidos en el seno de una orga-
nización, que afectaría tanto al proceso de adscripción de responsa-
bilidad individual, como a los efectos preventivos de la sanción 55 . 57
En lo que sigue, además de las referencias puntuales, es de gran utilidad el
De modo complementario se indica igualmente que el delito de documentado estudio de GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 1-16 ss.
58
empresa es un delito estructural 56 , en el sentido de que la existen- Com o es de sobra conocido, esta expresión proviene de SCHÜNEMANN,
Untemehmenskriminalitat und Strafrecht, Cari Heymanns, Kóln, etc., 1977, pp. 30 ss.;
con ulteriores referencias a la presencia de este argumento, FEIJOO SÁNCHEZ, San-
54
§ 2.4. ciones para empresas, op. cit., pp. 36 ss.
59
55
Utilizan, entre otros, este argumento para la justificación de la responsabi- U n estudio realizado por CLINARD, Corporate Corruption. The Abuse qf
lidad penal de las personas jurídicas, por ejemplo, HEINE, Die strafrechtliche Verant- Power, 1990, New York, Praeger, p. 172, en relación a 1.500 casos relativos a recla-
wortlichkeit von Unternehmen. Von individuellen Fehherhakten zu Kollekyiven Fehletwic- maciones contra grandes empresas, pertenecientes al Fortune 500, puso de relieve
klungen insbesondere bei Grossrisken, op. cit., Baden-Baden, Nomos, 1995, pp. 27 ss.; que sólo en el 1,5 % de los casos estuvieron implicados directivos pertenecientes
SCHÜNEMANN, Untemehmenskriminalitat und Strafrecht, op. cit., Kóln, etc., Hey- a las escalas más altas.
60
manns, 1979, pp. 30 ss.; ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Bases para un modelo de imputación de Vid., por ejemplo, RODRÍGUEZ RAMOS, Societas delinquere potestl Nuevos
responsabilidad de personas jurídicas, Navarra, Aranzadi, 2000, pp. 97 ss. Curiosamen- aspectos dogmáticos y procesales de la cuestión, en «La Ley», 1995, p. 1494.
61
te se trata de un argumento que no aparece con tanta frecuencia en el debate Cfr. FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., pp. 38, 56 s., 136.
62
norteamericano. LAUFER, Corporate presecutions, Cooperation, and the trading offavors, «Iowa L.
56
Vid. Structural Crime, «Yale, L. J.»,Vol. 89: 353, 1979, pp. 355 ss. R.», n.° 87, 2002, pp. 648 s.
40 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas

La segunda vertiente, colindante con el anterior, es el problema de la Mas a estos factores criminógenos, ciertamente patógenos, deben
identificación. Y es que consecuencia de los procesos de división de sumárseles otros normativamente neutrales, que son consustanciales
trabajo, en otras muchas ocasiones, no es posible encontrar a nin- al desarrollo normal de la actividad de la empresa. La historia de
guna persona física responsable o ésta carece del grado de respon- muchos delitos de empresa podría ser contada del siguiente modo:
sabilidad necesario para elevar un reproche penal (problema de la si la dirección empresarial atiende sólo a los resultados (management
culpabilidad). by results), provoca en ejecutivos y directivos medios, que, como
hemos visto, se saben sustituibles, una presión que les conducirá con
El segundo grupo de argumentos, que explica también los pro-
el fin de conseguir los resultados apetecidos a «saltarse la ley». En
blemas de imputación a que se acaba de hacer referencia, tienen
algunos de estos casos, aunque los dirigentes inciten a la legalidad,
que ver con la vieja idea de Sutherland: la inclusión en una empre-
el mensaje implícito es «hazlo sin ser descubierto». El juego de los
sa aumenta la posibilidad de que determinados individuos, que ais-
directivos es presionar de forma más o menos indirecta para la
ladamente quizás no realizarían ningún tipo de conducta desviada,
comisión de conductas ilícitas, y posteriormente protegerse ante
delincan 63 . Aunque desgraciadamente no existe demasiada evidencia
cualquier tipo de responsabilidad. Los períodos de crisis económica,
empírica sobre este hecho, existen indicios que demuestran de for-
los sectores donde la competencia es extraordinariamente alta y la
ma razonable que las organizaciones determinan el comportamien-
presión derivada del mercado de trabajo, en conjunción con facto-
to de quienes actúan en su interior. Ello se debe en primer térmi-
res individuales, actúan como propulsores de la conducta crimi-
no a la existencia de una mala cultura corporativa, al espíritu
nal 64. De este modo, la responsabilidad colectiva viene a reconocer
criminal de grupo, que propicia el aprendizaje de conductas delic-
que aunque los directivos no tienen el grado de responsabilidad
tivas y de técnicas de netruralización que hacen que las barreras
suficiente como para ser penalmente responsables, existe una res-
morales aprendidas por el individuo en el proceso de socialización
ponsabilidad adicional a la del sujeto que ha delinquido 65 .
se debiliten. Los directivos de la entidad son los principales respon-
sables de esta situación. Si el manager de la empresa tiene escaso res- El tercer grupo de argumentos que explica las particularidades
peto por la legalidad es probable que en los procesos de selección o del corporate crimen tiene que ver con los problemas de circulación de los
de ascenso busque a semejantes, lo que permitirá que su «modo de flujos de información dentro de la empresa. Todo ello podría ser expli-
hacer las cosas» se propague por la empresa. A partir de aquí, no cado como una lucha por el control de la información. La estrate-
debe desdeñarse la importancia del proceso de «despersonalización» gia más común en quien realiza un delito es destruir, alterar, ocul-
de cualquier individuo que se integra en una organización. Se trata tar o impedir que se genere toda aquella información que pueda
de un mecanismo que asegura la supervivencia de la empresa más serle perjudicial. Por ello, ya sea el empleado frente a la dirección de
allá de las personas que en concreto la componen, que son y se la empresa, o la propia corporación frente al sistema de control
saben sustituibles. La asunción del rol provoca de un lado que el estatal, van a intentar asegurarse que la información que les perju-
empleado se despreocupe de todo lo que va más allá de sus funcio- dica no llegue a terceros. Esta lucha por el control, de la informa-
nes, y tenga además una información muy limitada de lo que ocu- ción es la que da lugar a una suerte de ley del silencio, como parte
rre en la empresa; y ocasiona también que deje de lado, en el ejer- integrante de una determinada cultura empresarial o de una sección
cicio del papel que se le ha asignado, sus valores personales. de la misma, que hace del grupo un ente opaco y difícil de inves-
tigar. La omertá viene facilitada porque el secreto es parte integran-
63
Con ulteriores referencias también CLINARD, Corporate Corruption, op. cit.,
64
pp. 166 ss.; Di MAGUE, Etica, op. cit., p. 254; FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empre- Por ejemplo, COFFEE, Corporate Criminal, p. 261; Di MAGUE, Etica, op. cit.,
sas, op. cit., pp. 41 ss.; o VAUGHAN, Toward Understanding unlawful organizacional beha- pp. 53 s., 257 s.; LAUFER, Corporate Bodies and Guilty Minas, The Failure of Corpora-
vior, «Michigan Law Review»,Vol. 80, 1982, pp. 1377 ss.; SCHÜNEMANN, Unterneh- te Criminal Liability, University Chicago Press, 2006, pp. 125, 144 s.
65
menskriminalitat, op. cit., p. 131. En este sentido, GRUNER, Corporate Criminal Liability, pp. 2-29.
42 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 43

te de la cultura de los negocios, la información y su control con


independencia de que se extienda sobre aspectos positivos —una 2.2. El compromiso de los socios y dirigentes empresariales
nueva patente— o negativos —el incumplimiento de la ley— otor- con la prevención de comportamientos delictivos
ga poder. Pero los obstáculos que impiden que la información flu-
ya pueden deberse también a la división del trabajo66 , de esta for- La vida de una empresa está sometida a un juego constante
ma quien realiza la actividad operativa, no siempre tiene la entre sus actores en virtud del cual éstos intentan deslizar el riesgo
información necesaria para conocer su significado, y aun es posible (risk shifting) que genera el desarrollo de la actividad empresarial.
que los defectos en los canales de información impidan que quien Los socios intentan deslizar la responsabilidad y el riesgo hacia los
tiene el poder de decisión carezca de la información necesaria para
administradores, y éstos a su vez intentan traspasar los riesgos a
ser considerado responsable. Lo que lógicamente mina la eficacia de
escalones jerárquicos más bajos. La regulación jurídica, societaria,
todo el sistema de responsabilidad individual, al ser imposible la
bursátil, pero también penal, debe tener como objetivo conseguir
apreciación del dolo o rebajar la gravedad de la infracción del deber
una relación adecuada entre poder, riesgo y responsabilidad dentro
de cuidado en la imprudencia, hasta límites donde no existe sufi-
de la empresa68.
ciente merecimiento de pena 67 .
En una situación en la que el riesgo de recibir sanciones pena-
Estas tres características del corporate crimen, ya pertenezcan al
les se desliza hacia los niveles jerárquicos más bajos y, por tanto,
mundo de lo real o sean Erzhalungen pertenecientes al discurso más
carentes de poder, la eficacia del derecho penal está seriamente
o menos oficial, son las que conforman las estrategias más emblemá-
amenazada, en cuanto que los estímulos para poner en marcha polí-
ticas para la lucha contra la criminalidad de empresa de las que nos
ocuparemos en otro lugar (§ 6). De hecho el contenido de los com- ticas preventivas, que impidan o dificulten la lesión de bienes jurí-
pliance programs responde en buena medida a contrarrestar estos facto- dicos son escasos. Así, por ejemplo, los socios no tienen nada que
res criminógenos. Los whistleblowers, el principio de documentación, perder y mucho que ganar cuando directivos de la empresa firman
la mejora de los circuitos de información, etc., no son sino los reme- un acuerdo restrictivo de la competencia del que sólo ellos serán
dios tendentes a subsanar la deficiente circulación de la información; penalmente responsables. Tampoco los directivos se verán seriamen-
la instauración de códigos de conducta, en los que el respeto a la te afectados si han «cerrado los ojos» y han permitido un gran mar-
legalidad (compliance) y la ética constituya un objetivo tan esencial en gen de discrecionalidad al ejecutivo en el que han delegado los
la gestión de la empresa como los buenos resultados, la implicación contactos con otras empresas del sector, que éste aprovecha para
de los altos directivos, los métodos de selección de personal conoci- sobornar a otros directivos. Igual cabría decir en lo concerniente a
dos como Integrity Test, constituyen formas de acabar con el espíritu la instalación de sistemas de protección del medio ambiente o del
criminal del grupo, y las formas más severas del managemet by result. trabajador, o en relación a fraudes contra los consumidores o la
En suma, el primer objetivo de la responsabilidad colectiva es incitar Hacienda pública.
a una autorregulación que contrarreste las causas estructurales que
Para apreciar el sentido de la responsabilidad colectiva debe
provocan la aparición de hechos delictivos en una empresa.
repararse en que de todos los actores que intervienen en el desa-
rrollo de la actividad empresarial, el menos adverso al riesgo suele
ser el socio. Los directivos de una empresa tienen menos interés del

66
COFFEE, Corporate Criminal Responsability, en KADISH (ed.), «Enciclopedia of 68
Sobre este concepto vid., por ejemplo, KRAAKMAN, Corporate Liability Stra-
Crimen and Justice»,Vol. 1, New York, The Free Press, 1983, p. 260; Di MAGLIE,
Etica, pp. 50 ss.; HEINE, Die strafrechtliche Verantvortlichkeit, op. cit., pp. 44 ss., y ya tegies and the cosí of legal controls, «Yale L. J.»,Vol. 93: 874, 1984, pp. 859 ss., y LAU-
anteriormente SCHÜNEMANN, Unternehmenskriminalitát, op. cit., pp. 37 ss. FER, Corporate Liability, Risk Shifting, and the Paradox of Compliance, «Vanderbilt Law
67
Cfr. HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., p. 47. Rev.», n.° 52, 1999, pp. 1343 ss.
44 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 45

que normalmente se cree en la comisión de hechos delictivos. Su go de los socios .sólo puede ser corregida a través de sanciones que
aversión hacia el riesgo penal es considerable, en cuanto que puede les perjudiquen directamente. La responsabilidad de la empresa trae
suponer el fin de su carrera profesional debido no sólo a las sancio- consigo el que los socios consideren que la gestión social en manos
nes formales, sino también a las casi más temibles sanciones informa- de los administradores debe implicar la evitación de hechos delicti-
les producto de los efectos difamatorios de la sanción penal. El admi- vos. Ello supone un motivo más, aparte del ya señalado, para que los
nistrador, a diferencia del socio, concentra su trabajo en una sola directivos de la entidad establezcan las medidas de control interno
entidad y lo más sensato que puede hacer es dirigirla sin grandes apropiadas. En realidad no hay nada nuevo en este razonamiento.
sobresaltos, con el fin de obtener beneficios más o menos duraderos Como ya se insinuaba en New York Central & Hudson (1909) 72 y en
y mantener su puesto de trabajo. Los socios, en cambio, sobre todo la literatura inmediatamente posterior 73 , la responsabilidad de las
cuando se trata de grandes sociedades abiertas, tienen poco temor a la personas jurídicas se planteaba como un modo con el fin de obli-
sanción penal y, por regla general, están dispuestos a mayores riesgos gar a los socios a «no cerrar los ojos» y a implementar modelos de
en la gestión de la empresa que los administradores. Una cartera bien organización que evitasen la comisión de hechos delictivos. El
compuesta se nutre de productos procedentes de varias entidades, por famoso argumento de que los socios son injustamente tratados se
lo que la realización de un delito en una de ellas, que además les ha invierte con esta lógica, de acuerdo con la cual lo que acaba preo-
podido proporcionar notables beneficios, no supone problema algu- cupando es que la sanción sea insuficiente para motivarles a imple-
no; antes al contrario, es un riesgo que no les importa correr 69 . Muy mentar y exigir como parte de una correcta administración el cum-
poco, por no decir nada, tienen que perder si la responsabilidad recae plimiento con las normas jurídico-penales 74 .
directamente sobre los administradores. Incluso permitirán, tal como La reubicación del riesgo que se consigue a través de la sanción
se dijo anteriormente al hablar del risk shifting, de buen grado que si a las personas jurídicas es absolutamente necesaria para que las
éste ha cometido una infracción con el fin de beneficiar a la entidad, medidas de autoorganización se lleven a cabo de forma eficiente y
que ésta asuma su coste o proporcione algún tipo de contraprestación con éxito. Una decisión legislativa, jurisprudencial o incluso pura-
al administrador. No debe perderse de vista que el sistema de respon- mente empresarial, tendente a incrementar la responsabilidad de los
sabilidad limitada que caracteriza a las sociedades capitalistas limita el directivos más altos, tiene efectos inmediatos sobre la organización
riesgo de los accionistas al valor de su participación empresarial, algo societaria. Pues, como es conocido, «uno de los medios más efecti-
que no ocurre con los administradores70. vos para controlar una organización desde fuera es hacer responsa-
Por esta razón atribuir responsabilidad a la empresa supone un ble de sus acciones al decisor más poderoso» 75 . Esta orientación
nuevo equilibrio en el reparto de riesgo entre socios y administra-
dores, con el fin de optimizar los resultados de la atribución de res- efectos si se establece un sistema de responsabilidad individual y después se per-
ponsabilidad (optimal álocation of Hability)71. La escasa aversión al ries- mite que la persona natural sea compensada o, en otra variante, se permita asegu-
rar de algún modo su responsabilidad penal, vid. KRAAKMAN, Corporate Uability,
op. cit., pp. 865 s.
69
SYKES, The Economía of vicarious Hability, «Yale L. J.»,Vol. 93, pp. 1234 ss. 72
New York Central and Hudson River Railroad Company v. United States, 23
70
Sobre todo lo anterior, GRUNER, Corporate Criminal Uability, op. cit., pp. 1- february, 1909.
42 ss.; COFFEE, Corporate Criminal, p. 258; KRAAKMANN, Corporate Uability Strate- 73
Me refiero al conocido trabajo de EDGERTON, Corporate Criminal Responsi-
gies, op. cit., 858 ss.; KHANNA, Corporate criminal Hability: what purpose does it serve?, bility, «Yale L. J.», 1927, pp. 835 ss.
«Harvard L. R.»,Vol. 109: 1477, 1996, pp. 1495 s.; ARLEN/KRAAKMAN, Controlling 74
COFFEE, Corporate Criminal, op. cit., p. 258. Ilustra con gran lujo de detalles
Corporate Misconduct: an análisis of corporate liabiliy regimes, «New York University la cómoda posición de los socios ante el delito de empresa KENNEDY, Criminal
Law Rev.»,Vol. 72: 687, 1997, 693; SYKE, The Economics, op. cit., 1235; críticamen- Sentences for Corporations: Alternative Fining Mechanisms, «California Law Rev.»,
te sobre que este objetivo sea posible NOTE, «California Law Review», Vol. 73, 1985, pp. 443 ss.
Vol. 73: 443, 1985, pp. 449 ss. 75
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, Bonner/Nieto (trads.), 6.a
71
A lo anterior podría objetarse que en realidad puede llegarse a los mismos reimp., 1999, p. 331.
46 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad §2. Porqué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas Al

permite además encuadrar y conectar la responsabilidad colectiva ponsabilidad penal de las personas jurídicas78, evidencia clara-
con la Agency Theory. Desde el punto de vista del directivo o de los mente como el equilibrio en el reparto de riesgo que supone la
socios dominantes, que los empleados no delincan no es un proble- responsabilidad penal de la empresa se traduce en una aumento
ma sustancialmente diferente al resto de los problemas de agencia del grado de responsabilidad y, por tanto, de riesgo de los admi-
consistentes en definir con precisión la actuación del agente, cuan- nistradores79. Debe subrayarse, no obstante, que hasta ahora no
do ésta no puede preverse totalmente con antelación; buscar meca- existen estudios de campo que demuestren irrefutablemente
nismos de control adecuados para conocer con qué grado los cómo la sanción a la empresa acaba repercutiendo negativamen-
empleados cumplen las directrices de sus superiores; mecanismos de te sobre sus empleados, al menos cuando se trata de directivos.
dirección que hagan posible que sus instrucciones se cumplan y sis- Como ha puesto de manifiesto Clinard80, la mayoría permane-
cen en sus puestos y muy pocos son despedidos o sufren reduc-
temas de retribuciones e incentivos adecuados. Esta visión permite
ciones salariales81.
algo tan simple, pero tan útil, como considerar que los directivos
pueden utilizar en la evitación de hechos delictivos técnicas de Como efecto colateral, la reubicación del riesgo trae consigo
managment similares a las que utilizan para alcanzar cualesquiera un aumento de la credibilidad de las medidas de prevención
otros objetivos. Y permite también considerar que la esencia del frente a sus destinatarios, lo que conlleva un aumento de su efi-
problema de la responsabilidad de las personas jurídicas es un error cacia. Cuando los subordinados saben que quien detenta el poder
en la dirección empresarial que permite la aparición de conductas tiene un interés concreto en evitar una sanción, considerará que
desviadas, no distinto desde esta óptica al error que no permite a la las medidas internas adoptadas no son mera «cosmética»82.
empresa alcanzar los objetivos económicos que se había propuesto
o la apertura de un nuevo mercado.

Las formas de presión o control socio-administrador en la


dirección indicada pueden ser variadas. Así, por ejemplo, un sis-
tema de retribuciones bien diseñado puede ser, por ejemplo, un
medio adecuado de presión. Si las retribuciones del administra-
dor se fijan atendiendo a un ciclo económico largo, éste tendrá
78
menos interés en la comisión de hechos delictivos que propor- Me refiero a Caremark International inc. Court of Chancery of Delaware,
cionen a la empresa un beneficio inmediato76, pues deberá con- sept. 25, 1996. El ejemplo evidencia nuevamente la idea de risk shifting: la resolu-
tar con que a la larga la sanción a la empresa en cuanto que dis- ción citada puede interpretarse como un éxito en la maniobra —eterna— de los
minuye sus beneficios perjudicará también a su salario77. socios de derivar todo riesgo de gestión a los administradores.
79
En Europa no es impensable que la responsabilidad penal de la empresa
Asimismo, una reciente línea jurisprudencial norteamericana,
provocara en algunos ordenamientos procesos por administración desleal contra
que ha dado la razón a los socios que ejercieron la acción de
los administradores. De hecho, en Alemania se ha discutido ya uri caso similar. Me
responsabilidad social contra los administradores por haber des- refiero al caso Khol, donde el antiguo canciller fue imputado por este delito por
cuidado la implementación de medidas tendentes a evitar el hecho precisamente de haber realizado una conducta ilícita (financiación ilegal)
hechos delictivos dentro de la empresa, con la consiguiente res- que dio lugar a la imposición de sanciones al partido, con referencias, señalando
expresamente esta posibilidad FOFFANI/NIETO, Administración desleal y gobierno cor-
porativo, «Revista Penal», n.° 17, 2006.
76
Diversos trabajos muestran cómo, en efecto, en las empresas cuyas retribu- 80
Corporate Corruption, pp. 176 ss.
ciones se fijan en atención a los short run proftts son mayores las infracciones come- 81
Vid. al respecto el trabajo de AGRAWAL/JAFFE/KARPOFF, Management turno-
tidas, vid. ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate, op. cit., p. 702, con bibliografía ver and governance changes follouHng the revelation offraud, «The Journal of Law &
en nota 35. Economics», Vol. XLII, april 1999, pp. 309 ss.
77
Vid., por ejemplo, SYKES, The Economics, op. cit., pp. 1247 ss. 82
Cfr. ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate, op. cit., pp. 712 s.
48 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 49

extraordinariamente complicado o se sabe, tras las primeras indaga-


2.3. Un derecho penal material y procesal más sencillo, ciones, que la responsabilidad individual alcanzará niveles muy
menos costoso y menos lesivo para los ciudadanos bajos. La responsabilidad de las personas jurídicas no siempre
requiere una responsabilidad penal individual paralela. La mayoría
La responsabilidad de la empresa no persigue sustituir la respon- de los sistemas de imputación que se examinarán en los epígrafes
sabilidad individual, sino incrementarla y hacer menos costosa su siguientes, permiten, con carácter más o menos excepcional, una
imposición 83 . Aunque no existen datos suficientes relativos al coste responsabilidad colectiva independiente.
de la justicia en los delitos económicos 84 , una somera aproximación Mas el menor coste del proceso no se produce únicamente
basta para percatarse de lo elevado de las sumas de dinero público porque resulta más sencillo un procedimiento contra personas jurí-
que en ellos se invierte para conseguir finalmente una sanción penal dicas, sino también —y sobre todo— porque la imposición de san-
que la más de las veces apenas si tiene eficacia preventiva general. ciones a colectivos tiene por objeto propiciar por parte de la
Un sistema penal apoyado en dos pilares —responsabilidad colecti- empresa la implantación de controles preventivos y postdelictivos
va e individual— es más eficiente que el que descansa en uno que ayuden tanto a evitar delitos como a descubrir los ya cometi-
sólo 85 . La literatura ha señalado cómo una doble vía correctamente dos. La creación de sistemas preventivos dentro de la empresa sirve
diseñada abarata los costes y aumenta la efectividad en la protección
para descargar la actividad estatal de policía, con ello la empresa
de bienes jurídicos a través del derecho penal.
ayuda al law enforcement en un ámbito en el que, como acabamos
La reducción de los costes de esclarecimiento o investigación de de indicar, éste además de costoso es ineficiente. Si las propias
hechos delictivos obedece a varias razones. La primera y más obvia empresas se encargan de establecer sistemas internos de control, el
es que el órgano encargado de la persecución penal renuncie a Estado puede reducir el número de funcionarios, no sólo policia-
encontrar una persona individual responsable, allí donde resulta les, sino también de los diversos cuerpos de inspección 86 .Y ello sin
merma de la eficacia, porque nadie discute el que la empresa está
83
en una mejor posición que el Estado para controlar la conducta de
Por esta razón la responsabilidad de las personas jurídicas no es una línea
sus empleados 87. A iguales resultados conduce potenciar la existen-
de política criminal que va contracorriente en relación a otras como el levanta-
miento del velo. Este argumento utilizado por BAJO FERNÁNDEZ y que ha sido
cia de investigaciones propias dentro de la empresa o la instaura-
empleado después por autores como FEIJOO SÁNCHEZ (Sanciones para personas jurí- ción de sistemas de control que hagan más fácil conocer a los res-
dicas, op. cit., pp. 88 ss.) desconoce que la responsabilidad de los entes, imponién- ponsables del delito, sobre todo si se incita la cooperación de la
doles el deber de adoptar medidas de organización interna, incrementa la posibi- persona jurídica en el proceso, reduciendo la sanción a imponer o
lidad de que el autor individual sea descubierto y sancionado. eximiendo de responsabilidad a la empresa que ha colaborado efi-
84
Vid., no obstante, FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., p. 305. cazmente en la localización de responsabilidad individual. Un pro-
85
FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., pp. 2 ss., 135. N o hay que
ceso penal a tres bandas, acusación pública-empresa-persona indivi-
ocultar que la introducción de la responsabilidad de las personas jurídicas puede
acarrear el peligro serio de degradar la responsabilidad individual o incluso hacer- dual, puede explotar los intereses contrapuestos que pueden existir
la desaparecer. Se trata de una tendencia muy visible para algunos en el derecho entre representante y representado 88 .
norteamericano, donde gracias a la responsabilidad de las personas jurídicas la
individual sólo aparece en casos excepcionales. Las cifras son alarmantes: el 48 %
86
de los procesos contra personas jurídicas no se dirigen contra ningún responsable Vid., por ejemplo, BRAITHWAITE, Enforced Self-Regulation: A New Strategy
individual (vid. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 1-51). C o n ello se For Corporate Crime Control, «Michigan Law Review», 1981-1982, pp. 1467 ss.
87
crea ciertamente un sistema de privilegio para los delitos económicos, y además Para más detalles, SYKES, The Economics, pp. 1247 ss.; el mismo, The Boun-
socialmente, y esto es lo que me preocupa ahora subrayar, se degrada el significa- daries of vicarious liability: an economic analysis qf the scope qf employment rule and rela-
do social de la penal. Vid. también las consideraciones en este sentido de LAUFER, ted legal doctrines, «Harvard L. R.»,Vol. 101, 1988, pp. 569, 575, 580.
88
Guilty Minds, op. cit., p. 663. COFFEE, Corporate Criminal, p. 260.
50 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 51

La responsabilidad colectiva anudada a la obligación de aumen- construcciones, relativas, por ejemplo, a la comisión por omisión, la
tar los sistemas de control interno, puede servir como alternativa a causalidad o el dolo eventual, despiertan reparos en autores que
la sanción individual. Algunos autores subrayan que un adecuado entienden que existe un forzamiento de las categorías tradicionales
sistema disciplinario dirigido por la empresa contra las personas del derecho penal individual, con el fin de satisfacer las necesidades
individuales infractoras, puede resultar suficiente desde el punto de preventivas producidas por la lesión de bienes jurídicos en el desa-
vista de la prevención general 89 .Y es que aun en los casos en que rrollo de la actividad empresarial. Ello sin contar con que en la Par-
la sanción se dirija en exclusiva contra la persona jurídica, ello no te especial, la necesidad de obviar dificultades probatorias o proble-
supone una ausencia de sanción individual 90 . En muchos casos lo mas de imputación individual, han provocado el incremento de los
que tiene lugar es una «sanción alternativa», al recaer sobre la per- delitos de peligro, la aparición de figuras imprudentes como res-
sona física una sanción disciplinaria. El sistema disciplinario puede puesta a los problemas que plantea la prueba del dolo, o propuestas
suponer un sistema de diversión muy conforme con el principio de como la inversión de la carga de la prueba 93 . Incluso comienza a ser
ultima ratio y, político-criminalmente aceptable, por ejemplo, cuando frecuente que la legislación extrapenal, en sectores como el medio
la responsabilidad penal recaiga en los eslabones bajos o medios de ambiente, la seguridad en el trabajo o la información societaria, exi-
la cadena jerárquica 91 . ja a las empresas que establezcan responsables individuales que
garanticen el correcto funcionamiento del ente en relación a estos
Mas, con independencia de esta propuesta, lo que está claro es
ámbitos, lo que entraña un serio peligro de convertirse en el blan-
que la responsabilidad de empresa permite que el derecho sancio-
co de la responsabilidad, y, en definitiva, un nuevo caso de scapegoa-
nador pueda funcionar con menores niveles punitivos sobre las per-
ting, promovido por el legislador94.
sonas naturales. Ello puede explicarse con relativa facilidad. Las dos
principales variables que operan en el momento de la determina- Concluyo: aunque, tal como se ha advertido, la responsabilidad
ción legal de la pena son la gravedad del injusto (importancia del de las personas jurídicas en ningún caso debe servir como instru-
bien jurídico, gravedad de la lesión, características del comporta- mento para deshancar a la responsabilidad individual, no obstante
miento infractor) y la visibilidad de la infracción, esto es, las difi- debe reconocerse que un derecho penal de doble vía permite
cultades que entrañan su descubrimiento y enjuiciamiento (low pro- reducir el grado de presión existente sobre la misma 95 . Por otro
bability- high penalty strategy). Si, según se ha indicado, las sanciones lado, a través de la responsabilidad colectiva el Estado complemen-
a personas jurídicas tienen como uno de sus principales méritos ta el sistema público de control social individual con un sistema
permitir un mayor esclarecimiento, ello conlleva una menor necesi- interno de la organización de carácter privado, convirtiendo a las
dad de pena en las sanciones individuales.
En quinto lugar, las ganancias en libertad individual procedentes gemeinen Teils geeignet, dem heutigen Stand der Kriminalitat der Strafzumessung und des
de la responsabilidad colectiva derivan también del hecho de evitar Saktionensystems zu genugen?, HIRSCH (ed.), «Krise des Strafrechts und der Kirmi-
los peligros de la sobreexplotación del derecho penal individual Aunque nalwissenschaften?», Duncker & Humblot, Berlin, 2001, pp. 151. ss. (= «Revista de
en los últimos años la dogmática penal ha realizado importantes Derecho penal», 2005/1, pp. 9 ss.).
93
esfuerzos para adaptarse a las exigencias del presente 92 , algunas Cfr. la exposición de RANSIEK, Untemehmensstrafrecht, 1996, pp. 184 ss., y el
trabajo donde con más rotundidad se han manifestado estas críticas, HASSE-
M E R / M U Ñ O Z C O N D E , La responsabilidad por el producto en derecho penal, Valencia,
89
FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., pp. 80 s., 96 s., 136 y 193 ss. Tirant lo Blanch, 1995.
94
90
Vid. KRAAKAMAN, Corporate Liability Strategies, op. cit., p. 859. Cfr. BOSCH, Organisationverschulden in Unternehmen, Baden-Baden, 2002,
91
Ha estudiado recientemente esta posibilidad N U R I A PASTOR, La respuesta pp. 528 ss.: N I E T O M A R T Í N, El programa penal, op. cit., p. 266; RANSIEK, Untemeh-
adecuada a la criminalidad de los directivos contra la propia empresa: ¿Derecho penal o mensstrafrecht, op. cit., pp. 194 ss.
95
autorregulación empresarial?, «InDret», 380 (www.indret.com). Vid. también el argumento en FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crímé,
92
Cfr. GIMBERNAT, Sind die bisheringen dogmatischen Grunderfordemisse eines All- op. cit., pp. 51 ss.
52 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 53

empresas en colaboradoras del sistema policial estatal. No se trata, las empresas, merced al sistema de responsabilidad limitada, consi-
entiéndase bien, de aplicar una receta neoliberal privatizadora. El guen eludir, no asumiendo sus costes 97.
objetivo de la responsabilidad de las personas jurídicas es que éstas
Resulta improbable que la sola responsabilidad individual pueda
creen controles y sanciones internas que se sumen a los estatales
por sí solas lograr este objetivo. Es cierto que en determinados
en la tarea de protección de bienes jurídicos, en ámbitos donde el
supuestos la persona individual —el agente— puede repercutir de
derecho penal individual ha mostrado que pese a incurrir en cos-
algún modo en la empresa los costes personales que conlleva la
tos considerables no es capaz de tutelar bienes jurídicos de forma infracción. Así, por ejemplo, puede evaluar el riesgo de sanción
eficaz96. A estos argumentos económicos o utilitaristas puede y penal y tenerlo en cuenta a la hora de negociar su salario; incluso
debe unírsele otro, de carácter normativo: si la responsabilidad de es posible que solicite de la empresa el aseguramiento del riesgo o
las personas jurídicas funciona correctamente, se consigue además algún tipo de indemnización o logre que se haga cargo de la san-
tutelar bienes jurídicos con una menor incidencia en la libertad de ción pecuniaria. No obstante, todos estos mecanismos mediante los
los ciudadanos. cuales el particular intenta trasladar a la empresa los perjuicios del
delito resultan imperfectos. La sanción impuesta a la persona física
2.4. Una producción socialmente eficiente no tiene por qué reflejar el total del coste social del delito. Las
penas sólo guardan una relación simbólica con el daño social, y
especialmente la pena privativa de libertad no es fácilmente trasla-
La comisión de determinados hechos delictivos supone una dable a la persona jurídica. Incluso la multa individual habida cuen-
ventaja competitiva para la empresa. Ello es así porque en unos ta de lo limitado del patrimonio individual, no puede generalmen-
casos el delito es consecuencia del ahorro en los costes de produc- te aspirar a reflejar este tipo de costos. Por ello, aunque el autor
ción, como ocurre, por ejemplo, cuando no se respeta la normativa individual logre trasladar la multa a la empresa no se habrá cumpli-
medioambiental o de protección del trabajador; en otros porque do esta finalidad.
ahorra esfuerzos en innovación (espionaje industrial) o permite
invertir fondos que tienen un fin determinado en incrementar la Se trata del problema de la insolvencia del agente (agency
capacidad competitiva de la empresa (delito fiscal). A veces lo que insolvency) puesto de manifiesto por el análisis económico del
acaece simplemente es que existe una ganancia ilícita como conse- derecho. Especialmente sugerentes me parecen las vías que se
cuencia de un daño social (infracciones contra la competencia). Por abren a partir del concepto de agency insolvency98. En efecto, uno
ello uno de los objetivos del derecho penal de la empresa debe ser de los argumentos más fuertes en pos de la responsabilidad de
compensar o retirar esta ventaja competitiva. Instaurar una produc- las personas jurídicas es que la persona individual, con patrimo-
ción socialmente eficiente, esto es, aquella que genera costes socia- nio normalmente más limitado, es menos apta para soportar una
les mínimos, implica igualmente que las empresas asuman el gasto sanción eficaz que la corporación, sobre todo cuando la multa
que para el Estado supone la prevención y represión de infracciones debe alcanzar un nivel tal que además de ser disuasiva, debe
repercutir el costo social generado por la infracción. De no esta-
que genera su actividad. Un buen sistema de responsabilidad penal
blecerse la responsabilidad de la persona jurídica, el principal, es
será, por tanto, no sólo aquel que intimide y evite hechos delictivos,
decir, los socios aprovecharán de la insolvencia del agente o lo
sino también el que permita trasladar su coste social a la producción que es lo mismo un nivel sancionador que ni de lejos puede ser
de la empresa. Con ello se trataría de paliar lo que los economistas
llaman «fallos de mercado», esto es, aquellos perjuicios sociales que
97
ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corportate Misconduct, op. cit., pp. 691 ss.;
sobre el concepto de fallo de mercado, STIGLITZ, La corporación multinacional, «Cla-
96
ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate Misconduct, p. 692; COFFEE, Corpo- ves de la razón práctica», n.° 176, p. 18.
rate Criminal, op. cit., pp. 257, 261. 98
Sobre este concepto, KRAAKMANN, Corporate Liability, op. cit., pp. 868 ss.
54 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad
§ 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 55

preventivo general o eficaz, y ello con independencia de que se


admita un traslado ulterior de la sanción al principal, a través de 2.5. El aumento del corporate power como consecuencia
medidas de indemnización o de aseguramiento del riesgo.
de la globalización y de la sociedad de riesgo y la respuesta
del ordenamiento jurídico: autorregulación y derecho reflexivo
Además el costo social del delito no sólo se compone del daño
social, sino también del gasto público existente para prevenir, inves-
tigar y ejecutar las sanciones. Por esta razón la responsabilidad civil Para el Estado siempre ha sido un problema el control de las
de la empresa resulta un mecanismo insuficiente, en cuanto que grandes corporaciones, con el fin de frenar el abuso de poder.
refleja exclusivamente el daño ocasionado, pero no otros factores, La responsabilidad penal de las personas jurídicas obedece en el
como la ventaja competitiva de la empresa o, al menos, una parte alí- mundo anglosajón, y particularmente en los Estados Unidos, a esta
cuota del gasto público que implica la persecución de delitos. preocupación. Si tras el individualismo, consecuencia de la Ilustra-
ción, el individuo es el único sujeto válido para el derecho, la
Con estas reflexiones lo que se quiere indicar es que el sistema
revolución industrial puso de manifiesto cómo este paradigma
de sanciones, ya sean civiles, administrativas o penales, ya sean a
impedía regular con eficacia el comportamiento de los nuevos
personas físicas o jurídicas, no es capaz por sí solo de lograr este
actores de la económica 10°. No hace falta leer sino algunos párra-
objetivo. Una producción socialmente eficiente necesita que las
fos de New York Central & Hudson River Rail Roadwx para percatar-
empresas integren, como un costo de producción más, el diseño y
se que la responsabilidad penal aparece como un contrapoder esta-
la ejecución de programas de prevención y esclarecimiento de
tal al de las grandes corporaciones. La línea político-criminal no
delitos que se cometen en su interior. Uno de los objetivos que
era, pues, demasiado diversa a la otra gran construcción legislativa
debe perseguir el sistema de imputación que se establezca es, pre-
de la época, la Sherman Act, que tenía el mismo telón de fondo. En
cisamente, que este objetivo se cumpla de forma óptima. Un siste-
Europa esta reacción penal no fue tan importante, en cuanto que
ma de imputación demasiado rígido, que haga responsable a la
se acuñó un sistema legal para el que siempre fue posible regular
empresa de cualquier comportamiento de sus empleados, generaría
costes excesivos como consecuencia de un sobrecargo en su res- aspectos de la organización y producción empresarial. El sistema
ponsabilidad. Para solventar este problema el modelo de imputa- norteamericano careció o no fue capaz de desarrollar en un primer
ción vicarial limita la responsabilidad de la organización a aquellos momento este tipo de competencias, razón por la cual tuvo que
hechos que guardan relación con su actividad, entendiendo que tal acudir a un mecanismo de sanción indirecto, como es la responsa-
relación existe cuando la relación entre el empleador y el agente bilidad colectiva, para regular su comportamiento 102.
incrementa la probabilidad de hechos delictivos". En el sistema
que atiende a la culpabilidad propia de la empresa resulta más 100
Sobre todo esto, S. BACIGALUPO, La responsabilidad penal de las personas jurí-
complicado fijar este nivel, si bien no se trata de un problema dis- dicas, op. cit., pp. 53 ss.
tinto a la fijación del deber de cuidado en la imprudencia, tanto el 101
«It cannot shut its eyes to the fact that the great majority of business trans-
juez como el legislador pueden con sus decisiones coadyuvar a actions in modern times are conducted through these bodies, and particularly that
fijar el nivel de exigencia. En ambos sistemas, en cualquier caso, interstate commerce is almost entirely in their hands, ant to give them immunity
debe ponerse buen cuidado en no ahogar la posible creatividad from all punishment... would virtually take a way the only means of effectually
controlling the subject matter and correcting the abuses aimed at».
empresarial. Como después se estudiará (§ 6), el diseño de los pro- 102
Aun hoy el denominado efecto Delaware produce un déficit importante de
gramas de prevención debe hacerse de una forma cooperativa control, pequeños estados como New Jersey o Delaware, que han buscado regula-
entre empresa, Estado y sociedad. ciones extraordinariamente laxas (= incremento del poder de los managers) con el
fin de atraer a sociedades son ampliamente incapaces de controlar a los gigantes
empresariales que se asientan en su territorio (CLINARD, Corporate Corruption,
Ampliamente SYKES, The Boundaries of vicarious liability, op. cit., pp. 571 ss. p. 182). N o obstante, la mayoría de los autores señalan cómo en la actualidad exis-
56 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 57

No obstante, un siglo después de Hudson River todos los estados oportunidades del- mercado globalizado, es una empresa mucho más
experimentan cómo el control de las grandes sociedades resulta descentralizada, en la que las unidades de producción e incluso
mucho más complejo, y se encuentran en la misma situación que el aquellas que toman decisiones se sitúan en países, cuyos ordena-
legislador norteamericano cuando a finales del XIX y principios mientos son notablemente diferentes.
del XX fue generando la responsabilidad penal de las personas jurídi-
cas como mecanismo indirecto de intervención y de regulación de Aunque no tiene que ver directamente con el problema de la
conductas. Los fenómenos que conocemos como globalización y responsabilidad penal de las personas jurídicas, el nuevo poder de
sociedad de riesgo han situado a los ordenamientos jurídicos estata- las corporaciones se manifiesta igualmente en su capacidad para
les en una situación de indefensión similar, sobre todo ante las gran- influir en la legislación estatal. Si esta influencia es innegable en
des corporaciones. El derecho estatal ha perdido eficacia a la hora de las democracias occidentales, es aún más evidente en los países en
regular su comportamiento. La posibilidad de ubicar su actividad en vías de desarrollo que colonizan, y por supuesto en la ela-
casi cualquier lugar del mundo permite escapar de la relación exis- boración de tratados y acuerdos internacionales, cuyos procesos
tente entre ley y territorio. Productos de todo tipo pueden ser ofer- de elaboración constituyen un ejemplo de opacidad. De ahí que
tados en un mercado sin que su producción se haya sujetado a las el segundo «brazo armado» en la lucha contra el poder corpora-
reglas del mismo 103. Pero no se trata tan sólo del conocido forum tivo deba ser una normativa anticorrupción, mucho más avanza-
shopping. También han aparecido nuevos problemas de imputación da que la actual, en la que un aspecto clave debe ser, además de
penal que nacen con la nueva estructura organizativa de la empresa incrementar la transparencia en los procesos legislativos, la lucha
contra la financiación irregular de partidos políticos105.
en el marco de la mundialización. Cuando en un apartado anterior
hablábamos de los clásicos problemas de imputación individual, en
realidad nos estábamos refiriendo a un modelo de organización En este nuevo contexto no se trata tan sólo de repartir respon-
empresarial en parte ya superado, el de la empresa fordista que nace sabilidades entre técnicos, ejecutivos y administradores, sino de crear
con la primera revolución tecnológica, en la que, pese a la división instrumentos que permitan alcanzar de algún modo a los que
del trabajo, todo la producción suele concentrarse en un mismo toman decisiones fuera de los límites territoriales de la ley penal.
espacio104. La empresa multinacional actual, que ha aprovechado las Lograr este objetivo es francamente difícil sin instaurar la responsa-
bilidad penal de las personas jurídicas 106 , con el fin de exigirles for-
te un mayor número de competencias federales, con la consecuencia de que esta
105
mayor oportunidad de control hace menos acuciante acudir al derecho penal. Me he ocupado de estos asuntos fundamentalmente en N I E T O MARTÍN,
Sobre las razones del inicio de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en La lucha contra la corrupción en el comercio internacional, «Revista Penal», n.° 19, ene-
USA y su relación con el abuso de poder, vid., por ejemplo, KHANNA, Corporate ro de 2004, y en Financiación ilegal de partidos políticos, en «Fraude y corrupción en
Criminal Uability, op. cit., pp. 1479 ss., y LAUFER, Corporate Liability, op. cit., el derecho penal económico europeo. Eurodelitos de Fraude y Corrupción»,
pp. 1359 ss.; el mismo, Corporate Bodies and Guilty Minds, op. cit., pp. 522 ss. Muy Colección Marino Barbero Santos, Servicio de Publicaciones de la Universidad de
ilustrativo para entender las dimensiones del poder de las corporaciones a lo lar- Castilla-La Mancha, 2006. Una panorámica sobre el poder de las corporaciones en
go de la historia, BAKAN, The Corporation. The Patological Pursuit ofprofit and power, la actualidad y los retos que plantea al derecho puede verse en STIGLITZ, La cor-
Free Press, 2004. poración multinacional, «Claves de la razón práctica», n.° 176, pp. 16 ss.
103 106
Vid. sólo Informe de la Subcomisión para potenciar y promover la responsabilidad Son bastantes los autores que consideran que la pérdida de eficacia del
social de las empresas, «Boletín Oficial de las Cortes Generales», VIII Legislatura, derecho consecuencia de la globalización constituye una de las razones pragmáticas
Serie D, 4 de agosto de 2006, n.° 242, pp. 28 ss. en que se apoya la responsabilidad de las personas jurídicas, vid., por ejemplo, BAI-
104
Cfr. acerca de las diferencias de este tipo de empresa con las grandes GÚN, La responsabilidad penal de las personas jurídicas, Buenos Aires, 2000, pp. 5 ss.;
empresas actuales, CAPELLA HERNÁNDEZ, Estado y Derecho ante la mundialización y ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Bases para un modelo, op. cit., pp. 70 ss. N o obstante, en ambos
problemáticas generales, en «Transformaciones del derecho en la mundialización», supuestos la globalización se anuda más con el abuso de poder por parte de las
Estudios de Derecho Judicial, n.° 16, CGP, Madrid, 2000, pp. 83 ss. empresas que con la «delocalización de los procesos de dirección».
58 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personasjurídicas 59

mas de autocontrol y organización interna que contrarresten las dos financieros. Como muestra la Sarbanes Oxley es difícil san-
posibilidades de deslocalizar no ya sólo la producción, sino incluso cionar penalmente al dirigente de una empresa europea que ha
la toma de responsabilidades107. Ante la deslocalización, sólo la res- publicado datos falsos en el mercado norteamericano, pero no a
ponsabilidad penal de las personas jurídicas unida a una extensión la sociedad que decide operar en él110.
del ordenamiento jurídico, superando el principio de territorialidad,
Mas la extensión del ámbito de aplicación del derecho se
supone una estrategia adecuada. De lo que se trata es que la perso-
está produciendo por vías distintas a la expansión del ámbito de
na jurídica colabore, bajo la presión de la sanción, con la adminis-
aplicación de la ley. En las últimas décadas estamos viviendo un
tración de justicia nacional con el fin de sancionar a los responsa-
proceso de armonización o globalización del derecho sin prece-
bles individuales.
dentes, que afecta a la mayor parte de las regulaciones que tie-
nen que ver con el tráfico económico, y que en su cúspide afec-
Hasta ahora el derecho penal y sancionador administrativo ta también al derecho penal111. Este proceso en relación al
de la competencia es el que mejor muestra esta estrategia. En los control de las corporaciones es un arma de doble filo, pues
Estados Unidos recientemente el DOJ ha decidido sancionar mientras que en unos casos ciertamente sirve para recortar su
acuerdos anticompetitivos con independencia del lugar donde se poder, en otros, como ya se ha advertido, es utilizado por las
realicen. Para hacer posible esta extensión de su derecho la res- propias multinacionales para extender modelos legislativos con-
ponsabilidad de las personas jurídicas resulta una pieza clave, en formes con sus intereses.
cuanto que les ofrece importantes atenuaciones en su responsa-
bilidad si colaboran con el proceso. De este modo basta, por
Sin embargo, no es éste el aspecto que más me interesa ahora
ejemplo, con poder llevar a cabo actos de jurisdicción sobre una
resaltar. El intento de controlar el poder corporativo en este nuevo
sociedad implicada para poder investigar los hechos108. Una
escenario se ha efectuado también a través de la irrupción en los
estrategia distinta, pero que apunta en la misma dirección, es la
que se ha adoptado en derecho sancionador de la competencia ordenamientos jurídicos de una nueva técnica de intervención, que
de la CE. A través del concepto de unidad económica, median- la doctrina administrativa más atenta ha denominado autorregula-
te el cual se considera que existe una única empresa, con inde- ción regulada. Esta nueva forma de actuación se caracteriza porque
pendencia de las diversas formas jurídicas, cuando el comporta- el Estado ha decidido integrar entre sus mecanismos de control
miento de una sociedad es determinado por otra, la Comisión social las sinergias procedentes de la regulación privada, a la que
ha podido extender su juridiction to en/orce a los centros de direc- hasta ahora el ordenamiento jurídico daba la espalda. El Estado, en
ción de sociedades transnacionales situadas en terceros países,
dirigiendo los actos coercitivos a la sociedad jurídica matriz 110
Cfr. ampliamente sobre las innovaciones legislativas de la SOA y otros tex-
situada en territorio europeo109. Merced a la responsabilidad
tos complementarios, BUCY, Carrots and Sticks: Post Enron Regulatory Initiatives,
penal (o sancionadora administrativa) de las personas jurídicas el «Buffalo Criminal Law Rev.»,Vol. 8, 2004, pp. 279 ss.; una crítica a la extraterri-
derecho europeo ha conseguido sancionar a grandes empresas torialidad de la SOA puede verse, por ejemplo, en HEFENDEHL, Enron, Worldcom
multinacionales con sede en países terceros. En los últimos años, und die Folgen: Das Wirtschaftsstrafrecht zwischen kriminalpolitischen Erwartungen und
y fuera del derecho sancionador de la competencia, puede cons- dogmatischen Erfordernissen, JZ , 2004, pp. 18 ss.; KERSTING, Auswirkungen des Sarba-
tatarse una tendencia similar en el derecho penal de los merca- nes Oxley Gesetzes in Deutschland: Kónnen deutsche Unternehmen das Gesetz befolgen?,
ZIP, 2003, pp. 233 ss.
111
Sobre el proceso de armonización global del derecho, del cual el proceso
11,7
Vid., por ejemplo, FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., pp. 40 s. de armonización regional que vivimos en la UE es sólo una muestra más, puede
108
HARDING, The globalisation of anti cartel law and enforcement, en N A H A M O - verse el extraordinario trabajo de BRAITHWAITE/DRAHOS, Global Bussiness Regula-
WITZ/VOIGT (hrsg.), «Globalisierung des Rechts II: Internationle Organisationen tion, Cambridge University Press, 2001. En relación al proceso de globalización
und Reglungsbereiche», Nomos, 2002, pp. 319 ss. del derecho penal, además de mi trabajo ¿Americanización o europeización del derecho
109
Con referencias, N I E T O MARTÍN, Fraudes comunitarios, op. cit., pp. 217 ss. penal económico?, op. cit., passim.
60 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 61

muy diversos ámbitos, ha decidido instrumentalizar las normas y indirecta. El mecanismo de coacción elegido por el legislador para
controles privados poniéndolas al servicio de controles públicos, fomentar la autorregulación de las sociedades cotizadas es el merca-
para ello fomenta esta actividad de muy diversas formas. La más do. Los inversores castigarán o premiarán a las empresas que se
simple lógicamente es anudar efectos favorables o desfavorables, autorregulen correctamente. Este es el fundamento precisamente
como son las sanciones penales o administrativas, al cumplimiento del deber de hacer público los informes de buen gobierno corpo-
de esta nueva obligación de contar con mecanismos de regulación rativo. La intervención del ius puniendi en fomento de la autorregu-
internos de la actividad empresarial. La tesis que aquí se mantiene lación se produce precisamente cuando se lanza información falsa al
es que la extensión de la responsabilidad penal de las personas jurí- mercado relativa a la autorregulación 114 .
dicas en los últimos tiempos no es sino una manifestación más de Mas la autorregulación empresarial, en este marco, no puede
este fenómeno que se corresponde con la pérdida de vigencia de desligarse de otro de los movimientos telúricos del derecho empre-
los mecanismos de intervención administrativa tradicional 112 . La sarial actual: la revitalización de la ética de empresa y el auge cada
responsabilidad colectiva constituiría el sistema de cierre de esta vez mayor de conceptos como el de responsabilidad social, la com-
nueva técnica de intervención mediante el cual el Estado de forma pliance o las good citizens coorporations115. Si la autorregulación es
genérica, y con independencia de la existencia de otros controles simplemente una técnica de control, este haz de conceptos confor-
garantizaría una autorregulación eficaz113. man el marco axiológico o normativo a que ésta responde. La idea
Y llegados a este punto se evidencia la conexión entre fenóme- central de estos conceptos es que la empresa es un miembro res-
nos como el buen gobierno corporativo, la autorregulación y la res- ponsable de la sociedad con deberes y obligaciones sociales. Si la
ponsabilidad penal de las personas jurídicas. El buen gobierno cor- gestión clásica estaba enderezada exclusivamente a incrementar los
porativo forma parte sin duda de esta estrategia autorreguladora, beneficios de los accionistas, estos nuevos conceptos ponen de relie-
pues qué otra cosa son si no los Códigos de buen gobierno, sino ve la necesidad de tener en cuenta intereses como el medio am-
soluciones autorreguladoras. Igualmente la obligación legal de que biente, la gobernabilidad y en general contribuir al progreso y al
las empresas cuenten con comités de auditoría, de retribuciones o
con consejeros independientes no hace sino incidir en la misma 114
Con más detalles y referencias, ESTEVE PARDO, Autorregulación, op. cit.,
línea, la importancia de la regulación interna, que hasta hace poco pp. 77 ss.; N I E T O MARTÍN, El programa político criminal, op. cit., p. 270, y sobre todo,
había sido dejada en manos de la autonomía privada. Lo peculiar de Responsabilidad social, gobierno corporativo y autorregulación: sus influencias en el Dere-
esta estrategia es que el derecho penal interviene de una forma cho penal de la empresa, en BAJO FERNÁNDEZ (dir.), «Gobierno corporativo y
Derecho penal» (en prensa). Aunque el poder de policía de mercado es, en este
esquema, quien debe «coaccionar» a la autorregulación, existen cada vez más
112 indicios de que la coacción se confía al derecho penal. Esta tendencia es particu-
Son esenciales en este punto los trabajos de ESTEVE PARDO, Autorregula-
ción. Génesis y efectos, Aranzadi, Pamplona, 2002, y la tesis doctoral de su discípula larmente visible tras la Sarbanes Oxley Act y lo que se ha dado en denominar cor-
DARNACULLETA I GARDELLA, Autorregulación y derecho público: la autorregulación regu- porate governance por decreto. En cualquier caso, e incluso fuera de la autorregu-
lada, Marcial Pons, Madrid, 2005. El mérito de haber puesto en conexión ambos lación existente en las empresas que participan en los mercados financieros, la
fenómenos se debe a GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., autorregulación suele ir acompañada de la técnica de la comunicación o disclou-
pp. 262 ss. sure, ya sea al mercado, a los consumidores o a la propia administración. Lo indi-
1,3
Vid., por ejemplo, LAUFER, quien señala que allí donde la administración ca con claridad ESTEVE PARDO, Autorregulación, op. cit., p. 125.
115
elige modelos de regulación cooperativos, el derecho penal resulta necesario, Cor- Sobre la génesis de estos conceptos con abundantes referencias, GÓMEZ-
porate bodies, op. cit., p. 5. En los sistemas de autorregulación más desarrollados, JARA, La culpabilidad penal de la empresa, pp. 249 ss. Lo interesante en este punto es
como el de las empresas farmacéuticas, se establecen incluso sistemas penales pri- reseñar que dicho término aparece en los años 70, en la obra de Chistopher S T O -
vados en virtud de los cuales se sancionan a las empresas que incumplen la auto- NE {Where the law end, New York, Harper, 1975) con el fin de justificar una mayor
rregulación, vid. «El País», 2 de febrero de 2007, «Las farmacéuticas se autoimpo- intervención del Estado, en el interior de las empresas recortando su libertad de
nen 550.000 euros de multa en cinco años por malas prácticas publicitarias». organización.
62 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 63

desarrollo de las zonas donde se ubica la producción empresarial. En el -marco constitucional europeo quizás no sea necesa-
Esta circunstancia lógicamente provoca un nuevo nivel de comple- rio tan siquiera invocar este tipo de conceptos para legitimar
jidad en la gestión empresarial, que el Estado no es capaz de regu- la imposición de obligaciones de autoorganización a las perso-
lar por sí solo. Prueba de ello es el nacimiento de la denominada nas jurídicas: el concepto de Estado social y la función social
de la propiedad otorgan un soporte suficiente al legislador
ética de los negocios. La autorregulación, en este ámbito, no hace
para establecer, cuando lo crea necesario, medidas de interven-
sino permitir que tengan efectos jurídicos las propias soluciones
ción directas o de autoorganización coaccionada y sancionar si
que la empresa ha dado a sus problemas éticos, estimulando
así lo cree conveniente a la empresa por su incumplimiento 118 .
mediante sanciones positivas o negativas a las empresas para que los El auge de la responsabilidad social o de buen ciudadano cor-
adopten de forma eficaz116. Esto explica el desarrollo de los Códi- porativo puede servir, en cualquier caso, de argumento para
gos éticos y que en ellos se contengan siempre normas de com- los que consideran que la legitimidad de la responsabilidad
portamiento que se refieren a la corrupción, a la protección de los penal requiere algo más que la posibilidad constitucional de
derechos de los trabajadores, consumidores, medio ambiente, etc. adoptarla. Estos conceptos muestran cómo en la actualidad la
Es verdad que instrumentos como los Códigos éticos son por sí empresa es admitida como un actor social más con derechos y
solos un instrumento demasiado náive con el fin de regular el com- obligaciones119.
portamiento empresarial, pero precisamente la responsabilidad
penal de la persona jurídica en cuanto que motiva a la autorregu- En cualquier caso —se acuda al Estado social o a los nue-
vos conceptos provenientes del otro lado del Atlántico— debe
lación bajo amenaza de sanción, supone una vuelta de tuerca más.
quedar claro que la autorregulación no es una nueva manifes-
La sanción a la persona jurídica en un caso de corrupción enjui-
tación jurídica del liberalismo económico. Se exige autorregu-
cia, por ejemplo, en buena medida el grado de seriedad y eficacia
lación en sectores donde la intervención estatal no había llega-
con que ha implementado sus normas éticas relativas a la corrup- do antes; son pocos los casos, por el contrario, en el que la
ción. Un sistema de responsabilidad colectiva bien diseñado debe autorregulación se invoca como un sustitutivo del intervencio-
tomar, por ejemplo, en consideración los esfuerzos de la empresa nismo 12°. Este hecho creo que se observa con claridad en el
en entrenar a sus ejecutivos para que eviten la corrupción en mer-
cados altamente corruptos. Con la imposición de sanciones a per-
118
sonas jurídicas, el sistema público presiona para que los Códigos Vid. sólo las reflexiones de ESTEVE PARDO, Autorregulación, op. cit., pp. 42 ss.
119
éticos o cualquier otro sistema de control interno sea algo más que El que las corporaciones como tales intervengan también con frecuencia
en el debate público, protegidas por la libertad de expresión, se les permita actuar
una invención del departamento de marketing. Como ha puesto de
como ciudadanos financiando la actividad de partidos políticos o nadie discuta
manifiesto la doctrina administrativa, el fenómeno de los Códigos
que dentro de sus fines se encuentra el acometer la realización de tareas sociales
éticos responde también a la autorregulación regulada o coaccio- confirma esta opinión, Cfr. GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, op. cit.,
nada, a ese camino intermedio entre el intervencionismo —la pp. 286 ss.
coacción estatal para implantar una determinada forma de organi- 120
Muy claro ESTEVE PARDO, Autorregulación, op. cit., pp. 28 ss. y, sobre todo,
zación, hoy en parte inútil como consecuencia de la globaliza- p. 39. N o obstante, como pone de manifiesto a continuación este autor (pp. 36 ss.)
ción— y el voluntarismo 117. ha existido y existe ciertamente un «lado oscuro de la autorregulación». Promovi-
da por sectores empresariales, es cierto, la autorregulación siempre se ha esgrimi-
do como alternativa a la intervención estatal e incluso en muchos casos al dere-
116
Vid. DARNACULLETA I GARDELLA, Autorregulación y Derecho público, op. cit., cho penal. Por ejemplo, recuérdese la polémica en relación a la intervención del
pp. 71 s.; un análisis crítico de las distintos mecanismos estatales para forzar a la derecho penal para reprimir el abuso de información privilegiada en el mercado
autorregulación en RUHNKA/BOERSTLER, Governamental Incentives for Corporate de valores, ámbito en el que se pretendió por algunos que todo quedara al res-
Self-Regulation, «Journal of Business Ethics», feb. 1998, Vol. 17, pp. 309 ss. guardo de Códigos éticos. De forma más reciente en nuestro país, la autorregula-
117
Vid. al respecto las distintas contribuciones en CRAGG (ed.), Ethics Codes, ción en este sentido «neoliberal» se ha utilizado en relación a los programas de
Corporations and the Challange of Globalization, 2005 e infra § 6. Televisión con el fin de evitar determinados contenidos en horario infantil. N o ha
64 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personasjurídicas 65

debate sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas. intervencionismo^ técnica de intervención preferida durante las dos
Como antes se ha indicado no se trata de sancionar a la perso- primeras revoluciones industriales, resulta desaconsejable como
na jurídica para promover la irresponsabilidad de las físicas, sino método de regulación de conductas en la tercera revolución indus-
de incrementar el control social, motivando a las empresas que trial. El camino converge nuevamente con la estrategia de política
pongan en marcha sistemas de control interno que ayuden a la del derecho que se persigue a través de la responsabilidad penal de
prevención de hechos delictivos. las personas jurídicas, la autorregulación, o, dicho de otro modo,
este tipo de responsabilidad sirve también aquí para motivar coacti-
El otro gran topoi de nuestro tiempo, la sociedad del riesgo 121 , vamente a una autorregulación eficaz125.
aporta argumentos favorables a la responsabilidad colectiva que
abundan en la misma dirección 122 . Generalmente este concepto se En delitos de riesgo como los relativos a la protección del
ha invocado para explicar los problemas de causalidad existentes en medio ambiente o del trabajador, a través de los planes de pre-
determinadas parcelas del derecho penal y el nacimiento de delitos vención de riesgos laborales, que cada empresa ha de realizar, la
de peligro. Sin embargo, no son éstas las consecuencias político-cri- autorregulación ya está muy avanzada como técnica de control
minales de la sociedad del riesgo que justifican específicamente la administrativo. En este lugar la imposición de sanciones a la per-
responsabilidad de personas jurídicas. La idea que aquí interesa sona jurídica incide en garantizar la eficacia de las medidas de
poner de manifiesto es que nuevamente al igual que la globaliza- control internas. En otros ámbitos del derecho penal de la socie-
ción, la sociedad del riesgo ha afectado negativamente a la capaci- dad del riesgo como es el de la responsabilidad por el producto
dad reguladora del Estado 123. El saber tecnológico cada vez está más se avanza en una misma dirección. Aunque con un grado de
en manos de las empresas que en las de la Administración pública, regulación administrativa menor han aparecido múltiples siste-
razón por la cual ésta se encuentra en una situación de desventaja mas internos de control de la calidad.
que le impide, por ejemplo, positivizar los criterios científicos y téc-
nicos de una determinada actividad. N o es por ello, en absoluto, La importancia creciente de la autorregulación ha encontrado
producto del azar que en sectores como el medio ambiente haya sustento teórico en una de las teorías del derecho que más auge ha
aparecido una administración cooperativa, consistente en fomentar tenido en las dos últimas décadas, el denominado derecho reflexivo126.
por parte de las empresas una cooperación con la administración y Un derecho que no intenta imponer coactivamente, de forma auto-
que también en este marco se invoque la autorregulación 124 . El ritaria, mandatos o prohibiciones, sino incentivar y encauzar la pro-
pia moderación y autorresponsabilidad127. La motivación a la auto-

transcurrido un año cuando se ha comprobado el fracaso de esta estrategia y


empieza a hablarse de una intervención administrativa estándar. y 93 ss. Es precisamente en este marco donde debe encuadrarse el Proyecto de ley
121
Para una visión global de las relaciones entre sociedad de riesgo y derecho de responsabilidad ambiental, recientemente presentado por el gobierno.
125
penal, M E N D O Z A BUERGO, El Derecho penal ante la sociedad del riesgo, Madrid, Cívi- Cfr. GÓMEZ-JARA, Culpabilidad penal de la empresa, op. cit., p. 265: («Se trata
cas, 2001. del conocido topos de la autorregulación regulada o, expresado de otra manera,
122
En este sentido, por ejemplo, GÓMEZ-JARA, Culpabilidad penal de la empresa, de la heterorregulación de la autorregulación») y sobre todo nuevamente D A R C U -
op. cit., p. 268; HEINE, Die strafrechrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 54 ss., 70 s. NALLETA i GARDELLA, Autorregulación y derecho público, op. cit., pp. 101 ss.
123 126
Muy ilustrativo, ESTEVE PARDO, Autorregulación, pp. 26 ss., que distingue tres La acuñación de este concepto y su desarrollo se debe a G U N T H E R T E U B -
tipos de complejidades que dificultan la capacidad de regulación del Estado: la éti- NER; vid. Rejlexives Recht, «Archiv fiir Rechts und Sozialphilosophie», n.° 68, 1982;
ca, la tecnológica y la económica; e igualmente el trabajo de su discípula DARNA- Substantive and Reflexive Elements in Modern Law, «Law and Society Review»,
CULLETA I GARDELLA, Autorregulación, op. cit., pp. 33 ss., y, ampliamente, 101 ss. n.° 17, 1983. GÓMEZ-JARA ha realizado una traducción de los aspectos más esen-
124
Cfr. GÓMEZ-JARA, Culpabilidad penal de la empresa, op. cit., pp. 262 ss., con ciales de la obra de TEUBNER: vid., El derecho como sistema autopoiético de la sociedad
abundantes referencias; HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 69 ss.; en global, en GÓMEZ-JARA (ed.), Perú, 2005.
la doctrina administrativa ESTEVE PARDO, Autorregulación, op. cit., pp. 21 ss., 87 ss. 127
Cfr. ESTEVE P A R D O , Autorregulación, op. cit., p. 25.
66 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 67

rregulación es la forma de actuar, el instrumento normativo más


importante del derecho reflexivo, cuyo nacimiento va hermanado a 2.6. Un breve pero necesario excurso: teorías de la organización
la formulación del sistema jurídico como un sistema autopoiético o y responsabilidad penal de personas jurídicas
autorreferencial. Si los sistemas sociales, entre ellos la empresa, trans-
forman, distorsionan, traducen y finalmente dotan de un sentido
propio a los mensajes jurídicos, la autorregulación, destinada a Durante la última década, buena parte de los trabajos, que se
corregir en la medida de lo posible el encapsulamiento de este sis- ocupan de la responsabilidad penal de las corporaciones, aparecen
tema, constituye probablemente la estrategia más idónea de actua- ya no sólo referencias más o menos extensas a las teorías de la orga-
ción 128. Entendida la responsabilidad de las personas jurídicas como nización empresarial, sino que incluso se fundamenta su responsabi-
sistema de cierre de los espacios donde el legislador ha propiciado lidad a partir de este marco teórico 13°. Igualmente, buena parte de
la autorregulación, o entendida como necesidad de que las empre- la discusión estadounidense, concretamente la relativa a cuáles son
sas se autorregulen con el fin de prevenir y descubrir los hechos las sanciones idóneas (infra § 7.1), resulta compleja de entender si
delictivos que acontecen en su interior, resulta, según creo, la mani- no se conocen algunos de sus presupuestos que tienen que ver con
festación penal más característica del derecho reflexivo129. la teoría de la organización. Todo ello avala el estudio de estas teo-
rías y su relación con la responsabilidad penal de las personas jurí-
En suma, lo que quería subrayar con todo lo anterior es que: dicas, si bien nos limitaremos a aquellas que han tenido algún tipo
primero, la necesidad de instaurar la responsabilidad penal de la de influencia en el debate penal 131 .
empresa responde a la pérdida de eficacia del ordenamiento
Es preciso realizar además una advertencia previa: como creo
jurídico; segundo, que la responsabilidad penal no es sino un
mecanismo para motivar coactivamente a la autoorganización y, que quedará patente tras la exposición, aunque las teorías de la
por ello, un instrumento de intervención estatal en el mercado organización son útiles, ninguna de ellas puede tener la pretensión
que encuentra su legitimidad en el Estado social; tercero, esta de imponerse como único modelo explicativo o, lo que quizás más
línea de política jurídica está cada vez más extendida en el dere- audaz, como una suerte de nueva categoría lógica objetiva que pre-
cho administrativo o de sociedades, de modo tal que el derecho juzgue ya totalmente la construcción del sistema de responsabilidad.
penal colectivo vendría a constituir un sistema de cierre que La realidad es demasiado variada para ello 132. El lastre ontológico o
asegura su cumplimiento global y además completa las medidas
de autorregulación adoptadas en otros sectores. 130
CELIA WELLS (Corporations and Criminal Responsibility, 2.* ed., 2001,
pp. 147 s.), en su conocido estudio, había señalado ya que la teoría de la organi-
zación empresarial resulta importantísima en el diseño de la responsabilidad de las
personas jurídicas. Mas sin duda el esfuerzo mayor que se ha realizado en este
punto es el de GOMEZ-JARA, La culpabilidad de la empresa, op. cit., pp. 201 ss.
131
En lo que sigue la literatura puede ser abrumadora y además difícil de
manejar para un penalista, por eso es de agradecer la selección de teorías de orga-
128
Vid. ESTEVE P A R D O , Autorregulación, op. cit., pp. 30 ss. Lo expuesto en el nización empresarial de las que se ocupan FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Cri-
texto no pretende ni tan siquiera ser un resumen de la teoría reflexiva del dere- me, op. cit., pp. 59 ss., e igualmente debe señalarse NOTE, Decisión Makings Models
cho, para su comprensión además de los citados trabajos, debe considerarse que and the Control of Corporate Crime, 85, 1976, «Yale L. R.», pp. 1091 ss.: BAYSINGER,
el derecho es un sistema autopoiético en el sentido de lo que se expondrá supra, Organization Theory and the Criminal Liability of Organizations, 71 «Bos. U. L. Rev.»,
en el Excurso: Teorías de la organización y responsabilidad penal de personas 1991, 341 ss. Entre nosotros, vid. además con ulteriores referencias GÓMEZ-JARA,
jurídicas. Autoorganización empresarial y autorresponsabilidad empresarial: hacia una verdadera res-
129
En nuestro país debemos a GÓMEZ-JARA la conexión entre la autorregu- ponsabilidad penal de las personas jurídicas (cito por el ejemplar mecanografiado del
lación, el derecho reflexivo y la responsabilidad penal de las personas jurídicas, vid. autor), p. 6, especialmente not. 20.
La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., especialmente pp. 203 ss. 132
De hecho esta opinión, no existe un modelo de organización único, era ya
68 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas

iusnaturalista que hemos arrastrado en el derecho penal individual derecho, considera que la empresa es una maquinaría enteramente
no debe repetirse a la hora de construir el colectivo. De este modo, racional, capaz de generar constantemente procesos de producción
las teorías de la organización deben utilizarse de forma ecléctica, y organización eficientes, en cuanto que se mueve atendiendo a un
admitiendo que de todas ellas es posible extraer conclusiones de fin muy concreto: la búsqueda del máximo beneficio. Bajo estos
interés y resaltando que su utilidad quizás resida en que puedan ser- presupuestos existe lógicamente una acción de la corporación que
vir como herramientas de análisis judicial, sobre todo en la atribu- debe ser tratada como unitaria y como perteneciente a la empresa,
ción de responsabilidades individuales. a sus objetivos y valores135.
Las teorías que a continuación van a exponerse podrían dividir-
se entre aquellas que contemplan a la empresa como un ente ideal, Las implicaciones de política criminal de ambas propuestas
diseñado como una suerte de maquinaria de precisión, y aquellas son importantes. Así, por ejemplo, si Weber y en general los par-
que en cambio entienden la empresa como una unidad política, tidarios del «organigrama» llevaran razón, la responsabilidad
donde las decisiones y, en general, la organización de la empresa penal de las personas jurídicas no sería necesaria, o al menos no
tan necesaria. En un contexto altamente burocratizado siempre
obedece a compromisos entre los diversos actores.
sería posible a la justicia penal encontrar al responsable indivi-
Las teorías de la organización de carácter formal fueron las pri- dual. A consecuencias distintas se llega, en cambio, desde los
meras históricamente en aparecer133. Teorías formales son todas postulados de modelo racional136, cuya resonancia ha sido de
aquellas que consideran que el dibujo del organigrama de la empre- gran importancia dentro de la discusión político-criminal norte-
sa o diagrama organizativo constituye la representación más real de americana 137. En primer término, la sanción idónea es la multa
la empresa. Muy cercana a esta imagen se encuentran construccio- correctamente calculada,38. La ecuación es muy simple: afectada
nes como el modelo burocrático de Max Weber, de acuerdo con el la empresa en sus beneficios, se encargará de establecer por sí
cual la totalidad de las actividades de la empresa estarían protoco- sola las medidas de prevención con el fin de evitar futuras pér-
lar izadas, y se realizarían a partir de un reparto de tareas y activida- didas. En segundo término, el rational actor model propugna la
des muy exacto, con una clara estructura jerárquica, y un sistema de intercambiabilidad de la responsabilidad civil, penal y fiscal139.
flujos de información que funciona a la perfección. La estructura de Lo importante es, a la hora de elegir entre estos mecanismos, la
la moderna empresa no diferiría de este modo demasiado de la eficiencia. Así, con un conocido argumento, si los costes del pro-
ordenada administración prusiana del siglo XIX134. ceso penal son superiores a los del civil, como consecuencia de las
mayores garantías del primero, y el contenido de la sanción es se-
Aunque obedece a presupuestos metodológicos bien distintos, el mejante, ¿por qué no entonces prescindir del derecho penal?140.
rational actor model constituye también una teoría formal de la acti- La tercera gran consecuencia de este modelo es que la primacía
vidad y organización empresarial, en cuanto representa un modelo de la responsabilidad colectiva sobre la individual se apoya sólo
perfecto. Propuesto por los partidarios de la teoría económica del en razones de eficiencia; eficiencia sobre todo porque cuentan
con que la persona jurídica traslade después la sanción a la per-

invocada en Decisión Makings Models, p. 1101. A una conclusión similar llegan tam-
135
bién FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., p. 108, quienes indican que Vid. resumidamente Decisión making models, op. cit., p. 156.
136
no existe una relación tan estrecha entre la teoría de la organización y la imputa- Vid. Decisión making models, op. cit., pp. 157 s.
,37
ción de responsabilidad que permita extraer conclusiones definitivas. GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal de las empresas, op. cit., pp. 22 ss.
133 138
Vid. MlNTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 34. Ampliamente infra § 7.
134 139
Vid. GRUSKY/MILLAR, The sociology qf organizations, Basic Studies, Second Esencial en lo concerniente a la posibilidad de intercambiar tasas por san-
Edition,The Free Press, London, 1981, pp. 8 ss.; LUHMANN, Organisation und Ents- ciones es el denominado Parce Raport («Blue Print for a Green Economy», 1989).
140
cheidung, 2 Aufl., VS Verlag, 2006, pp. 16 ss.; MINTZBERG, La estructuración de las Para una exposición del debate, FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime,
organizaciones, op. cit., pp. 62 ss. op. cit., pp. 59 ss.
70 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas

sona individual en el ámbito interno. Se trata simplemente de rompe el ideal organizativo por razones internas, ahora el modelo
ahorrar costes en el law enforcement. racional fracasa fundamentalmente por no contar con el entorno
que rodea a la organización. La teoría formal no hace, pues, sino
La descripción más realista y compleja que hoy se propugna de construir un mito tanto en lo que atañe a la organización como a
la organización empresarial141 impide acoger este programa de polí- la racionalidad de sus decisiones146.
tica criminal 142 . Las personas jurídicas no siempre actúan como Mucho más útiles para abordar el derecho penal de la empre-
seres racionales, algo que se sabía ya a ciencia cierta desde que Ber- sa, resultan aquellas teorías de la organización materiales, de tipo
le en la década de los años treinta describió la ruptura entre capital conflictual 147 . A diferencia de los modelos racionales o burocráti-
y gestión. Si managers y socios persiguen intereses distintos, la ima- cos, la empresa se contempla ahora como una red en la que se
gen de una empresa como una «mente común» orientada a la integran diversas unidades de decisión, pequeños centros de poder
maximización del beneficio queda en entredicho. No todos, como que compiten con otros y donde los individuos persiguen egoís-
después se verá con mayor detalle, están dispuestos a asumir los mis- tamente sus propios fines148. En este modelo de sociedad, más rea-
mos riesgos, incluidos los penales, para alcanzar este fin. Por otro lista los out puts de la empresa son consecuencia en ocasiones de
lado, ya hace tiempo que la teoría de la organización ha reconoci- las rutinas estandarizadas existentes, a las que se acude con el fin
do la existencia de centros de poder dentro de la empresa carentes de resolver los problemas que a cada unidad se le plantean (organi-
de reconocimiento y reflejo en su estructura formal, lo que desdice zational process). Para el modelo denominado burocratics politics la
los modelos burocráticos y, con ello, la teoría del poder formal en acción colectiva no surgiría de seguir una rutina estandarizada
que se basan143. Igualmente la existencia de una racionalidad per- preexistente, sino del juego político de los pactos y acuerdos a los
fecta queda en entredicho al situar a la organización en la red de que llegan las distintas unidades que componen la empresa, donde
condicionantes que proceden de su entorno, por lo que a lo sumo cada actor —-free rider— persigue sus propios intereses. La acción
podría hablarse de una bounded rationality144. Por motivos parcial- corporativa, lejos de estar presidida por un fin unitario, no es sino
mente coincidentes otros autores hablan de la ambigüedad en la la amalgama resultante de los diversos y sucesivos pactos entre las
organización, a la hora de definir sus fines145. Si la crítica anterior diversas divisiones.

146
141
Vid. nuevamente la evolución trazada por MINTZBERG, La estructura de LUHMANN, Organisation und Entscheidung, op. cit., p. 44.
147
las organizaciones, op. cit., p. 34, donde da cuenta de la evolución de modelos for- Cfr. Decisión making models, op. cit., p. 156.
148
males a informales o materiales a partir, sobre todo, del fin de la Segunda Gue- Se trata de una imagen de la organización empresarial bastante difundida,
rra Mundial. vid. MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., pp. 80 ss., en rela-
142
En la crítica a la política criminal proveniente del Law and Economics fue- ción a la importancia de las que el autor denomina «constelaciones de trabajo» y,
ron esenciales los trabajos de COFFEE, Corporate Crime and Punishment: A non Chi- especialmente, p. 33, donde muestra cómo la organización de la empresa depen-
cago View of the Economics of Criminal Sanctions, «American Criminal Law Rev.», de en buena medida de luchas de poder internas: «... el ápice• estratégico estira
Vol. 17, 1980, pp. 419 ss.; «No soul to damn no body to kick»:An unscandalized Inquiry hacia la descentralización, mediante la cual conserva el control sobre la toma de
into the Problem qf Corporate Punishment, «Michigan Law Rev.», 1981, pp. 386 ss. decisiones, ... la tecnoestructura impone una fuerza de normalización... porque el
143
Vid. MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., pp. 72 ss.; diseño de las normas es su razón de ser. Ello equivale a una fuerza hacia la des-
GRUSKY/MILLER, The sociology qf organizations, op. cit., pp. 135 ss. (Decisión making centralización horizontal limitada... En contraposición, los miembros del núcleo
theory). de operaciones intentan minimizar la influencia de los administradores sobre su
144
El término es de H E R M E N A. SIMÓN, Models of Bounded Rationality, 2 Bde. trabajo, por lo que fomentan la descentralización horizontal y vertical... Los
Cambridge Mass., 1992; vid. al respecto LUHMANN, Organisation und Entscheidung, directivos de la línea media ansian también una autonomía... fomentan una des-
op. cit., pp. 28 ss. centralización vertical limitada... Por último, el stqff de apoyo (vgr., los servicios
145
Se trata de M A R C H / O L S E N , Ambiguity and Cholee in Organisation, Oslo, jurídicos) consigue ejercer una máxima influencia en la organización cuando
1976, vid. en GRUSKY/MILLER, The sociology of organizations, op. cit., pp. 248 ss. aporta su colaboración...».
72 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas

Las reflexiones político-criminales que estos modelos susci- por la cual-las decisiones empresariales son fruto de la negocia-
tan no son del todo evidentes149. Así, por ejemplo, hay quien ción. El interés colectivo es igualmente una suerte de ficción o
deduce que en ambos supuestos es más conveniente la respon- no es sino la síntesis de los intereses particulares.
sabilidad individual que la colectiva. En el primer caso, el del
proceso organizatorio, porque lo más conveniente resulta situar Una de las teorías de organización más difundidas, la de Mintz-
la responsabilidad en quienes conforman las rutinas que sirven
berg 154 , muestra igualmente lo complejo que es extraer conclusio-
de base a las decisiones colectivas o tienen capacidad para
modificarlas. En el segundo, el burocrático, porque son los indi- nes de política jurídica unidireccionales de la teoría de la organiza-
viduos quienes en atención a sus intereses acaban decidiendo, ción empresarial. La tesis de este autor es que la organización es
supuesto en el cual lo razonable es hacer a todos los partícipes diversa, cambiando de empresa a empresa, en relación al tipo de
responsables para asegurar el cumplimiento de la legalidad150. actividad.
Para Fisse y Braithwaite, sin embargo, el organizational process En los modelos de organización más simples, donde la cúspide su-
parece abogar más bien por una responsabilidad de la persona
pervisa directamente y la descentralización y especialización son míni-
jurídica, en cuanto que la rutina hace más fácil hablar de acción
colectiva151. La responsabilidad de personas jurídicas sería útil mas (estructura simple)155, o en aquellos donde la división de trabajo
precisamente con el fin de alterar estas rutinas, que se han mos- obedece a que éste supone habilidades profesionales muy determina-
trado como procesos defectuosos de decisión. Otra consecuen-, das (burocracia profesional)™, la responsabilidad individual resulta más
cia primordial es que no debe esperarse demasiado de la capa- conveniente; lo que no ocurre, sin embargo, en lo que Mintzberg de-
cidad autoorganizativa de la propia empresa. A diferencia de lo
que opinan los autores del Law and Economics, es mejor adoptar 154
MINTZBERG construye cincos modelos de organización empresarial dife-
sanciones que permitan intervenir en la empresa con el fin de
rentes, en cuanto que considera que la estructura de las organizaciones, ni es ni
reestructurarla152. debe ser la misma, entre otras razones porque en ello influyen factores culturales,
La responsabilidad individual recobraría su importancia allí que pueden variar de país a país (pp. 337 ss.). Los cinco modelos diferentes se de-
sarrollan en la última parte de su obra La estructuración de las organizaciones, op. cit.,
donde la decisión ha sido obra de la negociación entre las diver-
pp. 341 ss.
sas unidades153. Este análisis proporciona bastantes menos argu- 155
Además de que por la escasa complejidad organizativa y la forma de direc-
mentos favorables a la sanción de la persona jurídica. Y explica ción personal resulta más sencillo situar en la cúspide la responsabilidad individual,
además muy satisfactoriamente el fenómeno del free rider. En esta forma de dirección suele ir además unida a un líder carismático que imprime
realidad todas las personas que integran la corporación serían el tono ético y la cultura corporativa de la entidad (MINTZBERG, La estructuración de
free riders en el sentido de buscar su propio interés (estabilidad las organizaciones, op. cit., p. 335). Por ello, quienes vean en estos criterios el rasgo que
en el empleo, promoción, ganancias, menor trabajo, etc.), razón caracteriza a la culpabilidad propia de la empresa, también habrán de convenir que
existen pocas razones para distinguir entre culpabilidad individual y colectiva.
U n supuesto de organización empresarial que no debe confundirse con la
149
Máxime si se tiene en cuenta que en una obra de teoría de la organiza- estructura simple es el que FISSE/BRAITHWAITE (Corporations, Crime, op. cit.,
ción empresarial, como la de MlNTZBERG, que constituye un libro de referencia pp. 112 ss.) denominan como «nobleza obliga», en la cual el dirigente máximo
básico para cualquier alumno de ADE, se lee que: «se ha realizado muy poca suele salir, por un particular sentido ético —semejante al patrón de un barco— al
investigación sobre la forma en que atraviesan las organizaciones los flujos de los frente de todo lo que ocurre.
procesos de decisión» (La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 90). 156
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., pp. 359 s. A dife-
150
Decisión making, op. cit., pp. 157 ss. rencia del modelo burocrático maquinal que veremos a continuación, en el buro-
151
FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., p. 102. crático profesional existe un alto «control sobre su propio trabajo» que «implica
152
Como después se verá en el § 7, todo ello apoyaría el donominado Struc- que el profesional trabaje con relativa independencia de sus colegas». La organiza-
tural model. ción del trabajo del profesor universitario, del juez o del cirujano responden, por
153
Vid. FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, op. cit., p. 103. ejemplo, a este esquema de organización.
74 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 75

nomina c o m o machine burocracy, donde la fragmentación del trabajo, U n a problemática distinta, al menos prima facie, es la que p r e -
que suele ser sencillo de ejecutar, se compensa con una coordinación sentarían las empresas que atienden a la divisionalised form integradas
muy estandarizada, similar al modelo weberiano de organización. p o r una red de entidades autónomas, con gran independencia fun-
cional del resto de divisiones y la sede central y con capacidad sufi-
ciente para tomar las decisiones correspondientes a sus propias
La conveniencia o no de responsabilidad colectiva en este
actuaciones. E n este esquema, en efecto, lo lógico quizás sea tomar
tipo de organización dependería además de cómo se elaboren
c o m o centro de imputación la división 1 6 2 y ser consciente que la
las rutinas, cuya ejecución puede dar lugar a la lesión de bienes
responsabilidad individual n o va a ascender generalmente de la línea
jurídicos. En este tipo de organización la principal responsabili-
media que conforman los jefes de división, que en realidad son una
dad la asumen la «línea media de directivos» que son quienes
suerte de «minidirectores generales» 163.
diseñan las rutinas, y se encargan de la supervisión directa, de
una forma además descentralizada 157 . Igualmente se caracteriza N o obstante, y con el fin de mostrar que de cualquier teo-
por una obsesión por el control, lo que hace pensar en la posi- ría de la organización pueden extraerse pros y contras favorables
bilidad de atribución de responsabilidad individual 158 . Ahora a la responsabilidad de la personas jurídicas, factores como la
bien, aunque quizás sin más estas consideraciones pueden incli- competencia entre divisiones consecuencia de un managent by
narlos a favor de la responsabilidad individual, lo cierto es que si result procedente de la cúspide de la organización, puede colo-
ponemos en contacto este análisis con los anteriores modelos, car de nuevo la principal responsabilidad en los niveles superio-
burocrático y organizativo, podemos llegar a consecuencias bien res, si en la división presionada «por los números» tiene lugar un
diferentes: una determinada rutina defectuosa —vgr. una super- comportamiento delictivo. El todo vale, con el fin de que una
visión insuficiente de la maquinaria peligrosa—, aunque atribui- división sea la primera en ventas, puede generar un ambiente
ble a un determinado directivo, puede ser expresión de que éste nada propicio al cumplimiento de las normas jurídicas. ¿Por qué
tiene menos poder y menor fuerza negociadora — e n las nego- no entonces exigir de la cúspide que se preocupe por un mana-
ciaciones no ha tenido la fuerza suficiente frente a otros depar- gement más ético dentro de este tipo de organización? ¿Por qué
tamentos para conseguir más personal, que garantizara una eje- no exigir que los directivos en vez de preocuparse exclusiva-
cución correcta de las protocolos p o r él diseñados— 1 5 9 . mente por el rendimiento tengan la obligación de pedir infor-
Igualmente como el propio Mintzberg señala 160 existen situacio- mes relativos a los controles existentes para impedir comporta-
nes en donde la tecnocracia —los analistas— pueden tener un mientos antijurídicos o por qué no exigir que entre el poder
poder informal considerable, que reduce el poder discrecional indelegable de la sede central está velar por la instauración de
los controles internos oportunos en todas las subdivisiones? 164 .
de los ejecutivos de primera línea convirtiéndolos en meros
encargados. Más aún, la maquinaria burocrática genera numero-
sos problemas de comunicación, al estar cada trabajador encap- 162
Este hecho se aprecia claramente en muchas de las disposiciones de las
sulado y aislado en su trabajo 161 , lo que evidentemente puede Sentencing Guidelines, donde se hace referencia tanto a organizaciones como a uni-
generar la irresponsabilidad de las personas naturales y la conve- dades organizativas (vid., por ejemplo, § 8C2.5). Cuando la división alcanza una
niencia de buscar la imputación en la acción colectiva. dimensión determinada los problemas de imputación que justifican la responsabi-
lidad de los colectivos son similares a los de cualquier persona jurídica. MINTZ-
BERG advierte, por ejemplo, cómo dentro de las divisiones es frecuente que se
157
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., pp. 359 s. repita el modelo de organización de la burocracia maquinal (La estructuración de las
158
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 363. organizaciones, op. cit., p. 432).
163
159
Vid. sobre este problema «político» del modelo burocrático, MINTZBERG, MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., pp. 426 ss.
164
La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 385. Sobre los poderes que en este tipo de organización se reserva la sede cen-
160
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 360. tral, entre el que evidentemente no figura la compliance, vid. MINTZBERG, La estruc-
161
MINTZBERG, La estructuración de las organizaciones, op. cit., p. 385. turación de las organizaciones, op. cit., pp. 435 ss.
76 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas

En suma: este tipo de organización podría dar lugar a dos estra- L u h m a n n es. u n seguidor de la vieja escuela funcionalista de los
tegias perfectamente válidas a priori, la consideración de la uni- años 30 y 40 cuyo objeto era construir u n Teoría de la sociedad que
dad funcional como empresa a efectos de atribución de respon- fuera capaz de explicar la totalidad de los fenómenos sociales, desde
sabilidad y la ubicación de la responsabilidad en la cúspide, una revuelta estudiantil, al derecho, al funcionamiento de una
exigiéndole autorregulación y que como parte de sus funciones empresa, a la familia, pasando por una huelga en el sector de m i n e -
genere en las divisiones el debido clima de respeto por la lega- ría. La teoría funcional tradicional de Parson era una teoría e m i -
lidad. En el ámbito de la responsabilidad individual, la escalada n e n t e m e n t e conservadora — y n o empleo esta expresión en sentido
hacia la cúspide requeriría de instauración de figuras como la político— en cuanto que su objeto principal era explicar la conser-
«ignorancia consciente», como forma de imputación subjetiva vación de los sistemas. L u h m a n n , por el contrario, cambia este enfo-
equiparable al dolo, para sancionar a aquellos directores genera- que y se pregunta por la función de los distintos sistemas sociales,
les que interesados por los resultados cierran los ojos ante cual- que para él n o es otra que reducir la complejidad. C o m o pued e
quier indicio de actividad delictiva en la división. apreciarse, los presupuestos de L u h m a n n son diametralmente o p u e s -
tos a los que cimentaban las aproximaciones formales a la organiza-
E n los últimos años la teoría de los sistemas de L u h m a n n ha ción. Toda su construcción va dirigida a superar la dicotomía entre
desplegado una influencia notable en la teoría de la organización el sistema y su e n t o r n o, a entender la forma en que ambos se rela-
empresarial, y a partir de aquí ha sido utilizada p o r diversos autores cionan e influyen. E n cuanto teoría general de la sociedad, los sis-
con el fin de fundamentar sobre ella el sistema de responsabilidad temas de L u h m a n n son múltiples desde una empresa o la adminis-
de las personas jurídicas, e incluso — p r o p o n i e n d o u n cambio de tración, a la familia o el propio ordenamiento jurídico. Esta variedad
paradigma— el de las personas físicas165. Por esta razón, m e d e t e n - n o impide, sin embargo, una descripción c o m ú n de las diversas
dré algo más en el anáfisis de esta teoría y sus posibles implicacio- características de los sistemas, que en lo que aquí interesa p u e d e n
nes para la responsabilidad de las personas jurídicas. A u n q u e la t e o - resumirse en cinco puntos:
ría de los sistemas, n o se caracteriza precisamente p o r la claridad en • Autopoiesis: Es probablemente la característica clave en t o d o
su exposición 1 6 6 , intentaré a continuación describir cuáles son sus sistema social. La autopoiesis es la capacidad de autoproducción o
presupuestos y las consecuencias que de aquí se derivan 1 6 7 . autocreación y constituye la fuerza interna que permite que el sis-
tema se mantenga y subsista en el t i e m po con independencia de sus
165
El trabajo más importante es el de GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de concretos componentes. La esencia de u n sistema n o son sus ele-
la empresa, op. cit., pp. 201 s., y detenidamente infra § 4. Entre los penalistas que mentos, sino la forma en que están organizados e interrelacionan
invocan la teoría de los sistemas, al menos como soporte parcial de su argumen- entre sí, por ello el sistema n o pierde su identidad aunque todos los
tación en relación a la responsabilidad de las personas jurídicas, vid. S. BACIGA- elementos hayan cambiado, siempre y cuando los nuevos sean simi-
LUPO, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 359 ss.; BOTTKE, Standvorteil Wirtschafts- lares o funcionalmente equivalentes y se organicen de forma idén-
kriminalitát: Müssen Unternehmen strafmündig werden, Wistrz, 1997, p. 253; HEINE, tica. La organización implica una red de interrelaciones entre los
Strafrehctlice Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 79, 132; SCHÜNEMANN, Pláyoder, op. cit.,
distintos elementos del sistema, relación que sólo es posible merced
p. 237. En nuestro país, MIR PUIG, Una tercera vía en materia de responsabilidad penal
de las personas jurídicas, «RECPC», n.° 6, 2004, p. 13, se ha hecho eco también de a la existencia de comunicaciones en el interior del sistema, a tra-
esta teoría. vés de la cual los miembros del sistema se orientan y se posibilitan
166
Vid. el propio TEUBNER, El derecho como sistema autopoiético, op. cit., las nuevas comunicaciones que dan continuidad a la organización.
pp. 19 ss.
167
En lo que sigue, además de GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empre-
sa, 201 ss., me ha sido de especial utilidad TEUBNER, El derecho como sistema auto- miento comunicativo, 1997. Dentro de los trabajos de LUHMANN el más importante
poiético, op. cit., pp. 26 ss., y la introducción que el sociólogo chileno RODRÍGUEZ a estos efectos es Organisation und Entscheidung, passim, pero especialmente
MANSILLA realiza a LUHMANN, Organización y decisión. Autopoiesis, acción y entendi- pp. 39 ss.
78 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 79

El funcionamiento del sistema y la función de autoproducción se colectiva y lo que es casi más importante, aporta también criterios
comprende mejor si el concepto de acción se cambia por el de interesantes relativos a la estrategia que debe seguir el ordenamien-
comunicación ,68 . to jurídico para conseguir controlar de forma más eficaz su com-
• Autorreferencialidad: Esta característica se refiere al modo en portamiento. En efecto, esta teoría evidencia la independencia entre
que cada sistema se relaciona con su entorno o ambiente y, por tan- sujeto colectivo e individual, y explica la capacidad de la empresa,
to, con otros sistemas sociales. Pues bien, en este contexto autorre- como sujeto autónomo, para adoptar sus propias decisiones (auto-
ferencialidad (organizacional clausure) significa una suerte de aisla- conducción) y autoorganizarse 169 . Mas, a mi juicio, su enseñanza
miento entre sistemas o encapsulamiento. Ello no significa, sin principal es que el derecho como sistema fracasa si no tiene en
embargo, que los sistemas estén incomunicados y que el resto de los cuanta la organización interna de la empresa, que de acuerdo con la
sistemas no les afecte, sino que la forma en que un sistema cambia autorreferencialidad, modifica y altera la eficacia de los mandatos
como consecuencia del ambiente está determinada por su propio normativos. La empresa como sistema autónomo transforma el con-
sistema organizativo. De ahí que en nuestro terreno las relaciones tenido de las normas jurídicas, entre ellas por supuesto las penales,
entre el sistema empresa y el sistema derecho estén mediatizadas y, y este contenido transformado, que es el que rige en la organiza-
por tanto, alteradas por lo que constituye la esencia o identidad del ción y es acatado por los individuos puede ser claramente antijurí-
sistema, esto es, su organización. dico 17°. La teoría de los sistemas explica el déficit de motivación
que tiene el derecho en las organizaciones y la pérdida de eficacia
• Constructivismo: Se trata en cierta medida de una consecuencia preventiva. Igualmente la noción de autopoiesis como sistema
de la característica anterior. La realidad social no existe en cuanto cerrado, y no transparente frente al exterior, probablemente también
tal, sino en cómo es percibida por el sistema. Todo conocimiento es tenga que ver con las dificultades procesales para investigar la con-
una construcción interna del mundo exterior. Cada sistema produ- ducta delictiva171.
ce su propia realidad, que difiere de la realidad construida por otro
Conocer dónde radica el problema ayuda a elaborar la solución.
sistema. La empresa, por tanto, fabrica su propia visión del mundo
Lo anterior pone de relieve que la estrategia más inteligente que el
que no coincide con la de sus miembros.
derecho puede adoptar frente a cualquier sistema que quiera regu-
• Capacidad de acción colectiva e identidad colectiva: C o m o conse- lar es promover una forma de organización que haga más eficaz la
cuencia de todo lo anterior, la empresa tiene sus propios valores y relación entre ambos sistemas. Una organización interna que miti-
adopta sus propias decisiones. Las organizaciones desarrollan además gue en lo posible los efectos de la autorreferencialidad y que aune
programas de decisión que fijan cuando una acción debe recono- con los suyos los valores y criterios que fundamentan las decisiones
cerse o no como propia de la sociedad. A la base de estos sistemas de la empresa. Sólo cuando se hacen coincidir las orientaciones
de decisión se encuentra la cultura empresarial. normativas de la empresa y las del entorno resulta posible que el
derecho penal individual tenga éxito 172 . La teoría de los sistemas
• Antiindividualismo: Dado que la realidad no existe, en cuanto
tal, lo que fundamenta las normas y una determinada realidad
169
estándar es la intersubjetividad. GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, pp. 237 ss., quien además
señala cómo esta característica es apoyada por bastantes autores dentro de la teo-
A la vista de estas características, la teoría de los sistemas pro- ría de la organización de empresas (p. 238).
porciona buenos argumentos en pos de la responsabilidad penal 170
En términos similares, HEINE, Die Straftrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit.,
pp. 78 s.
171
168 Destaca ambas implicaciones de la teoría de los sistemas, SCHÜNEMANN,
Vid., por ejemplo, S. BACIGALUPO, La crisis de la filosofía del sujeto indivi-
Playoder, pp. 131 s. y 170.
dual y el problema del sujeto en el derecho penal, «Cuadernos de Política Criminal», 172
U n diagnóstico similar y complementario, en cuanto que hace referencia
1999, p. 31.
a otro grupo de problemas, es el que apunta ESTEVE PARDO, Autorregulación,

k
80 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 81

confirma, pues, que el principal objeto de la intervención penal es ponde cori una decisión de la empresa probablemente no debie-
la autorregulación, a lo que, como ya se ha comprobado, la teoría ra serle imputado174. La teoría de los sistemas confirma también
del derecho reflexivo proporciona un marco teórico adecuado. La que el fin de la pena colectiva es modificar la autocomprensión
teoría de los sistemas vendría a confirmar, desde otra perspectiva, de la propia sociedad, esto es una suerte de resocialización
uno de los argumentos fuertes favorables a la responsabilidad de la colectiva, que ha de realizarse bien mediante sanciones que per-
mitan a terceros modificar el sistema de organización y de valo-
persona jurídica. La conclusión a la que antes llegábamos según la
res de la empresa, bien a través de la multa o sanciones interdic-
cual los riesgos que conlleva la producción globalizada deben com- tivas, que a través de la intimidación en las personas individuales
pensarse exigiendo una mayor responsabilidad a la empresa, puede hagan que éstas actúen modificando los factores criminógenos
explicarse también, bajo estos presupuestos teóricos, indicando que existentes en la empresa {vid. injra § 7).
el derecho concede capacidad a la empresa para autoorganizarse y
con ello la considera sujeto autónomo y autorresponsable 173 . No obstante, y pese a su capacidad explicativa, como ya he
indicado al comienzo de este epígrafe creo que no resulta con-
veniente, ni necesario hacer girar todo nuestro sistema penal en
Conjuntamente con estas consecuencias generales, la teoría torno a una teoría que no deja de levantar críticas, y que ade-
de Luhmann proporciona otros elementos fundamentales relati- más tiene un grado de oscuridad considerable. La teoría de los
vos a la responsabilidad penal de las organizaciones. Así, por sistemas al igual que otras que acaban de analizarse deben ser
ejemplo, un presupuesto para la responsabilidad de la persona utilizadas y aprovechadas por la política criminal, pero en algún
jurídica es que efectivamente alcance el grado de complejidad modo elevadas a una suerte de «nuevo derecho natural» o cate-
suficiente para poder constituirse en un sistema con las caracte- goría lógica objetiva a partir de la cual derivar todo el sistema.
rísticas antes referidas. Ello, por ejemplo, permitiría sostener que Es preferible apostar por sistemas abiertos, no encapsulados o
sólo las grandes empresas deben ser objeto de sanciones. Las autorreferenciales, en donde la construcción jurídica se efectúe a
empresas pequeñas no son sujetos diferentes a los individuos ser posible sobre la base de conocimientos normativos y empí-
que los componen. Igualmente la existencia de procesos de ricos suministrados por diversos caminos175.
decisión que identifican las decisiones propias de la empresa
puede constituir un criterio para delimitar el ámbito de respon-
sabilidad de la empresa. Un hecho delictivo que no se corres- 2.7. Esbozo de una estrategia de lucha en el derecho penal
de la empresa: autorregulación coaccionada,gobierno
op. rít., pp. 32 s. A juicio de ESTEVE, la estrategia de política jurídica para remediar corporativo y gatekeeper responsability
la incomunicación entre sistemas es que el sistema del derecho reconozca la regu-
lación que se ha producido en otros subsistemas, que, por ejemplo, por razones de
Si a la luz de cuanto se lleva dicho se pidiera una conclusión,
complejidad técnica es mucho más idónea que la regulación que el sistema jurí-
dico pudiera crear. Para ESTEVE se trata, en definitiva, de que el derecho rompa su
ésta vendría a ser que la finalidad de la responsabilidad penal de las
autismo y dé por buenas regulaciones generadas por otros sistemas. La autorregu- personas jurídicas es coaccionar a la autorregulación; éste es el fin
lación, en el sentido que aquí se propugna, tiene su impulso en el sistema jurídi- de las medidas penales contra personas jurídicas de igual modo que
co, es éste el que mediante sanciones incentiva al sistema empresarial a que adop- la prevención general y especial son los fines de la pena y de las
te normas de regulación internas. Ahora bien —y de ahí la complementariedad— medidas de seguridad 176 . Motivar mediante sanciones positivas o
dada la complejidad técnica de esta labor, el derecho no puede pretender regular
la totalidad del sistema de prevención de la empresa. A través de una regulación
cooperativa (responsive regulation) debe dar las líneas más generales, y dar libertad y 174
Vid. GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., pp. 241 ss.
en su caso dialogar con la organización acerca de su plasmación; pero sobre esto 175
De gran interés y enteramente asumibles son las reflexiones que en este
con más detalles injra § 6. punto ha realizado FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, op. cit., p. 127, not. 36.
173 176
Así, SCHUNEMANN, Begründung, p. 170. Con ello, si se quiere, se sale al paso de otra de las objeciones tradiciona-
82 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad § 2. Por qué es útil y necesario sancionar penalmente a las personas jurídicas 83

negativas para una buena autorregulación es además una estrategia rá eficaz. N o hay, pues, una efectiva compliance sin un sistema efi-
de política jurídica en expansión en los ordenamientos jurídicos y caz del gobierno corporativo.
que enlaza con lo que la teoría del derecho designa como dere- Pero el derecho penal de la empresa venidero quizás no se asien-
cho reflexivo. Lejos de una propuesta de privatización del control, te —o deba asentarse— únicamente sobre las «dos patas» de la res-
se trata de una nueva faz del intervensionismo del Estado 177 . El ponsabilidad colectiva y la individual, sobre todo cuando se trate de
fomento de la autorregulación, como hemos comprobado, ayuda a las grandes empresas cotizadas. En el futuro habrá que discutir si
la consecución del resto de las finalidades que se han venido des- como consecuencia de los problemas de eficacia del derecho que se
tacando. Entre estos fines, debe, sin embargo, subrayarse que un han comentado, no resulta necesario ir hacia un modelo apoyado en
sistema de responsabilidad penal colectiva bien diseñado debe, de «tres patas», en el cual a la responsabilidad de individuos y corpora-
un lado, servir para rebajar el riesgo penal sobre trabajadores, ciones, podría unírsele la responsabilidad de lo que la doctrina nor-
encargados y ejecutivos de «línea media» y, de otro, aumentar el teamericana denomina gatekeepers, esto es, individuos o empresas
riesgo penal sobre los directivos. La sanción del decisor más pode- independientes, de naturaleza pública o privada, que tiene como
roso, ya sea a través de la sanción indirecta que implica para él la función el control de la actividad de la actuación de las corporacio-
responsabilidad colectiva, ya sea incrementando su propia respon- nes, con el fin de salvaguardar determinados intereses colectivos179.
sabilidad penal individual es el camino más seguro que tiene el El incremento de la responsabilidad de los auditores de cuentas o de
derecho penal para conseguir su objetivo: la reducción de los deli- riesgos laborales al que hemos asistido en los últimos tiempos, o el
tos dentro de una corporación. Esta última reflexión evidencia la de funcionarios públicos encargados de tareas de vigilancia en mate-
confluencia de estrategias entre la responsabilidad penal de las rias como el medio ambiente o el urbanismo constituyen ejemplos
empresas y el buen gobierno corporativo y su tendencia a incre- de esta tercera estrategia punitiva, como también lo es la legislación
mentar la responsabilidad individuad de los administradores, crean- relativa al blanqueo de capitales, con el incesante incremento del
do todo un sistema de checks and balances en la cúspide de la número de personas obligadas, o dentro del gobierno corporativo la
empresa con el fin de controlarlos y reducir su poder 178 . Como irrupción de los consejeros independientes. Igualmente algunas de
después veremos, si los más altos directivos de la empresa no son las disposiciones (§ 307) de la Sarbanes Oxley caminan en la misma
los primeros en autorregularse e implicarse en la prevención y dirección estableciendo obligaciones de denuncia de los abogados y
descubrimiento de irregularidades, ningún programa de preven- asesores de empresas 18°. La «tercera pata» ahonda en la dirección
ción destinado a que sus subordinados cumplan con la ley resulta-
179
Fundamental KRAAKMANN, Corporate Liability, op. cit., pp. 888 ss.; el mismo,
Íes contra la responsabilidad de las personas jurídicas, su incapacidad para ser des- Gatekeepers: The Anatomy of a Third-Party Enforcement Strategy, «J. L. Econ & Org»,
tinatarias de los fines de la pena. Puede que efectivamente conceptos como el de 1986, p. 53. Sobre este concepto también COFFEE, The attorney as gatekeeper: an
prevención general y especial, desarrollados y pensados para y en un sistema don- agenda for the SEC, «Columbia Law Review»,Vol. 103, 2003, pp. 1296 ss., y sobre
de el hombre era el único sujeto exclusivo del derecho penal, sean difíciles de todo su reciente monografía Gatekeepers: The Role of the Prqfessions in Corporate
proyectar sobre la responsabilidad colectiva, pero de lo que no cabe duda es que Governance, Oxford University Press, 2006. El concepto de «guardián», que aquí se
la autoorganización es un fin específico y distinto totalmente a los fines clásicos propone, es, sin embargo, más amplio que el que proponen estos autores, que han
de la pena; con más detalle infra § 7. acuñado este término fundamentalmente en relación a empresas cotizadas y la
177
GÓMEZ-JARA DÍEZ, La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., p. 266, lo protección del inversor. Una mirada más amplia demuestra que figuras con fun-
expresa con gran claridad: «En otras palabras, la autorregulación significa más ciones equivalentes están apareciendo también en otros ámbitos, como la protec-
regulación. La renuncia a la regulación directa debido a la imposibilidad del Esta- ción de los trabajadores o el medio ambiente.
18(1
do de control ciertas esferas sociales de complejidad exponencial, no conlleva que Extensamente COFFEE, The attorney as gatekeeper: an agenda for the SEC,
cese su ansia reguladora, sino que se transforme». op. cit., pp. 1293 ss.; HENNING, Sarbanes Oxley Act § 307 and Corporate CounseLWho
178
Vid. fundamentalmente las reflexiones de LUAFER, Corporate bodies, op. cit., Better to prevent Corporate Crime?, «Buffalo Criminal Law Review», Vol. 8, 2004,
pp. 108 ss. pp. 823 ss.
84 Parte I. Presupuestos de la responsabilidad

político-criminal de aumentar el control sobre aspectos internos de


la organización empresarial, en cuanto que hace responsables a los
Parte II ~
agentes públicos o privados que tienen el deber de verificar el siste- Sistemas de imputación
ma de control interno o a determinadas personas dentro de la enti-
dad a las que obliga a dar la voz de alarma cuando exista el peligro
de que se cometan hechos delictivos. La eficacia preventiva de la
sanción penal es considerablemente alta, dado que el guardián de
intereses colectivos normalmente tiene poco que ganar con la comi-
sión de un delito dentro de la entidad, y mucho que perder de ser
sancionado, pues además de la pena, perderá la reputación necesaria
para ejercer sus funciones. Introducción
La empresa la eficacia de todo este modelo está supeditada a que
se eviten ciertos efectos perversos. Así, de un lado, la responsabilidad Aunque existen en el derecho comparado sistemas muy dispares
colectiva, puede servir si el sistema de imputación está mal diseña- de conformar el sistema de imputación de las personas jurídicas,
do para incrementar el silencio y la opacidad de las organizaciones. esta variedad puede reconducirse a tres modelos distintos: el vica-
Esto puede producirse por diversas razones. Así, por ejemplo, si la rial, el de la culpabilidad de empresa y el mixto.
responsabilidad de la persona jurídica se hace depender de la culpa-
bilidad de una persona natural, máxime si ésta es un superior, todo El sistema vicarial o de transferencia de responsabilidad (§ 3) es el más
ello provocará que se cierren las filas y se haga frente a la Adminis- tradicional, extendido y, en apariencia, pero sólo en apariencia, sen-
tración de justicia. Igualmente instaurando la responsabilidad de los cillo de manejar. Se imputa transfiriendo a la empresa todo acto
vigilantes se corre el peligro de que éstos asuman el papel de nue- cometido por un agente suyo en el ejercicio de su actividad con la
vos chivos expiatorios y que en el eterno juego del deslizamiento intención de favorecerla. En buena medida su sencillez se debe a las
del riesgo los administradores logren descargar en ellos su responsa- escasas posibilidades de defensa de la empresa. Por mucho que se
bilidad penal 181 . hayan generado controles internos y medidas destinadas a prevenir
o descubrir hechos delictivos, este comportamiento no afecta a su
estricto régimen de imputación.
En las antípodas se encuentra el modelo de la culpabilidad de
empresa (§ 4). A diferencia de lo que ocurre con la responsabilidad
vicarial, lo decisivo no es el comportamiento culpable de la perso-
na individual que va a imputarse irremediablemente a la empresa.
La actividad y comportamiento de ésta, tanto ante como post delic-
tivo, resulta el criterio determinante. Si la empresa ha sido diligen-
te en la prevención y descubrimiento de hechos delictivos no se le
impondrá sanción alguna, y en cualquier caso la sanción a imponer
no depende únicamente de la gravedad del delito, sino de cuál haya
sido su propio comportamiento ante el mismo. Mucho más moder-
no que el anterior, la culpabilidad de empresa va conquistando pau-
latinamente terreno en el derecho positivo. Suiza lo ha acogido en
Así, LAUFER, Corporate bodies, op. cit., pp. 130 ss. Europa, donde cabe destacar igualmente el Proyecto de Homicidio
86 Parte II. Sistemas de imputación Introducción 87

de la corporación británica; en la doctrina propuestas como las de no resulta de utilidad en cuanto que a tenor de lo indicado en
Fisse/Breithwaite, en Australia, o Lampe, Gómez-Jara, Heine, Dan- el capítulo anterior y la tendencia legislativa y doctrinal máyo-
necker en Europa se aproximan igualmente a este modelo. ritaria parto de un modelo dualista o de responsabilidad con-
junta. No obstante, esta división resultará de utilidad al abordar
Los modelos de imputación mixtos (§ 5) agrupan elementos de
problemas como el del non bis in idem.
los dos anteriores sistemas. Parten del sistema vicarial para imputar
la responsabilidad a la empresa y toman en cuenta la «culpabilidad
de la empresa», para, a través de un sistema de atenuantes y agra- Presentados los actores principales, el cometido de los próximos
vantes, que intentan plasmar este concepto, establecer la cuantía epígrafes es analizar su regulación jurídica fundamental, los diversos
total de la sanción. Con ello se pretende tener «lo mejor de cada submodelos que pueden encontrarse dentro de cada uno de ellos, y
casa». De un lado, la sencillez y seguridad jurídica que proporciona sobre todo analizar cuál resulta el más conveniente o, simplemente,
la vicarious liability e igualmente su capacidad para trasladar a la eficaz. En síntesis, el núcleo del problema que quiero abordar es el
empresa, a través de la sanción pertinente, la totalidad de los costes siguiente. En el epígrafe anterior se establecieron las razones en vir-
sociales generados por la acción delictiva. De otro, incentivar una tud de las cuales la responsabilidad de las personas jurídicas es
socialmente útil. Pues bien, lo complejo del asunto es buscar un
mejor organización empresarial y buscar un enfrentamiento proce-
régimen que satisfaga al mismo tiempo estos objetivos sociales y
sal entre personas individuales y jurídicas que facilite la investiga-
que además sea lo más garantista posible tanto para la persona jurí-
ción. Dentro del derecho comparado las Sentencing Guidelines for cor-^
dica como para las personas físicas coimputadas.
porate defendants, establecidas en 1991, con el fin de uniformar la
práctica sancionadora norteamericana, constituyen su mejor plasma- Un apunte más de tipo metodológico antes de empezar. La idea
ción. En Europa un alumno aventajado es el Decreto legge n.° 231 de modelos legislativos tiene que ver no tanto con modelos expre-
de 8 de junio de 2001, de disciplina de la responsabilidad adminis- samente positivizados, sino con ideales reguladores183. Se trata de
trativa de las personas jurídicas, de las sociedades y de las asociacio- formulaciones que en realidad no suelen corresponderse con nin-
nes incluidas las privadas de personalidad jurídica. Austria, reciente- gún ordenamiento, sino que los existentes tienden hacia ellas. Por
mente, se ha subido al carro del societas delinquere potest con un eso no hay que afanarse por buscar en la ley un modelo en estado
modelo de inspiración similar182. puro. Al lector no debe extrañarle que todos los modelos en reali-
dad tengan materiales procedentes de la responsabilidad vicarial y
otros que los acercan a la culpabilidad de empresa.
Un modo de clasificación ulterior sería aquel que atendiera
a la forma de articular la responsabilidad colectiva y la indivi-
dual. En este sentido, utilizando la terminología procedente de
las penas y medidas de seguridad, podría hablarse de un mode-
lo dualista, en el que se prevé la responsabilidad conjunta y si- 183
multánea de personas físicas y jurídicas; de un modelo monista, VOGEL, Wirtschafiskorruption und Strafrecht: ein Beitrag zu Regelungsmodellen
im Wirtschaftsstrafrecht, en «Festschrift flir Ulrich Weber zum», 70, Geburtstag, 18
en el que se sanciona a la persona física o a la jurídica, pero no
september 2004, pp. 395 ss. La utilización de la idea de modelo como instrumen-
puede utilizarse la doble sanción; y de una responsabilidad vica-
to para estudiar la responsabilidad penal de las personas jurídicas está además muy
rial o subsidiaria, en la que la responsabilidad de la organización extendida en la doctrina, que suele exponer de esta forma el derecho comparado,
aparecería exclusivamente cuando no es posible encontrar a un vid. sólo en la doctrina española GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, pp. 139 ss.;
responsable individual. Esta clasificación, aunque muy expresiva, SILVA SÁNCHEZ, La responsabilidad penal de las personas jurídicas y las consecuencias
accesorias en el art. Í29 del CP, en A A . W , «Derecho penal económico, Manuales
182
de Formación Continuada», CGPJ, 2001, pp. 329 ss.; ZUGALDÍA ESPINAR, Bases
Cfr. ROBLES PLANAS, ¿Delitos contra personas jurídicas? A propósito de la Ley para una teoría de la imputación de la persona jurídica, «CPC», n.° 81, 2003, pp. 537 ss.;
austríaca de las agrupaciones por hechos delictivos, en «InDret», 2/2006. ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Bases para un modelo, op. cit., pp. 195 ss.
88 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 89

ción 185 . Esta característica la comparten dos submodelos, el británi-


§ 3. Responsabilidad vicarial o transferencia co de la identification theory y el de la vicarious liability, pese a que
de responsabilidad ambos difieran en los requisitos para que se produzca la transferen-
cia de responsabilidad.
En el sistema vicarial, que es el existente en Austria (§ 3), Francia
Una aclaración previa: en el estudio de la responsabilidad (121-2), España (arts. 31 y 129), Italia (art. 5 D. L. 2001) e incluso, en
vicarial incluyo tanto las Guidelines, el sistema norteamericano, vía de proyecto, Portugal (art. 3.2 de la Propuesta de ley n. 151), la
como las previsiones en Italia del D. L. n.° 231 de 2001, e igual- atribución de responsabilidad requiere generalmente de tres condi-
mente el art. 31 bis del Proyecto de Reforma del CP español. ciones: (a) la comisión de una infracción por parte de un agente de
Las razones es que se trata de sistemas mixtos que parten, como la empresa, (b) en el ejercicio de las funciones que le han sido atri-
acabo de indicar, del modelo vicarial para a continuación buidas o por cuenta de la empresa y (c) con la intención de obtener
sumarle la idea de culpabilidad de empresa como criterio de algún tipo de ventaja o beneficio para la empresa. Pese a la aparente
determinación de la pena. En este apartado contemplo, por tan- sencillez, la conformación de los tres pilares es extraordinariamente
to, lo que de vicarial tienen ambos sistemas.
discutida en el derecho comparado. No hay aspecto de la trilogía que
no se discuta. A diferencia de la vicarious, en su versión del respondeat
superior, la teoría de la identificación se contenta, con la primera y la
3.1. Su plasmarían en el derecho positivo184 segunda de las condiciones, interpretando el concepto de «agente» de
una manera particularmente estricta: únicamente pueden imputarse a
la empresa los hechos delictivos realizados por los dirigentes.
La estructura del modelo de imputación procede del derecho
civil y su núcleo podría describirse indicando que, desde el prisma
de la empresa, la responsabilidad vicarial es responsabilidad objetiva No obstante, y a pesar de estas diferencias, ambas teorías son
(strict liability). El comportamiento del agente individual se imputa a sustancialmente similares. Lo son desde el punto de vista político-
la empresa sin posibilidad de que ésta se defienda alegando, por criminal, pues plantean problemas muy parecidos. Pero también
ejemplo, que ha realizado todo lo posible para impedir la infrac- desde el técnico-jurídico. Se acuda a la imputación de un com-
portamiento ajeno o a la ficción del «cerebro», en ambos casos
estamos ante una transferencia de responsabilidad186. Por otro
184
Evidentemente existen también propuestas doctrinales que consagran
modelos de heterorresponsabilidad, es el caso en la doctrina española de ZUGAL-
185
DÍA ESPINAR, Las penas previstas en el art. 129, op. cit., p. 341, o BACIGALUPO SAGGE- La bibliografía, como podrá suponerse, es inmensa, sólo en castellano pue-
SE, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 390 ss. Aunque con alguna salvedad puede den citarse las exposiciones de GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit.,
encuadrarse también aquí la propuesta de la acción institucional del profesor BAI- pp. 31 ss.; el mismo, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 292 ss. En la doctrina
GÚN, La responsabilidad penal de las personas jurídicas, op. cit.,passim. Las salvedad vie- europea son también muy prolijos los trabajos de E H R H A R D , Unternehmensdlin-
ne de que en primer lugar lo que se imputa es únicamente el comportamiento, quenz, op. cit., pp. 90 ss.; Di MAGUE, Etica, op. cit., pp. 64 ss., en este trabajo, ade-
mas no la culpabilidad o el injusto de la persona natural. De este modo, por ejem- más, no sólo pueden encontrarse referencias al modelo más importante de res-
plo la existencia de error o de una causa de justificación se determinaría ya en ponsabilidad vicarial, el norteamericano, sino también a Francia (op. cit.,
exclusiva en relación a la persona jurídica. pp. 187 ss.) o Inglaterra (op. cit., pp. 145 ss.). Una referencia a estos sistemas pue-
Este modelo de imputación se acerca bastante al existente en el derecho san- de verse también en S. BACIGALUPO, La responsabilidad penal, op. cit., p. 322, y
cionador administrativo español o comunitario, donde, de un lado, apenas si se ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Bases para un modelo, op. cit., pp. 101 ss.
186
suele discutir de quién ha actuado: basta cualquier agente que actúe por cuenta de Reconstructing Criminal Law: Deterrence, Retribution, Fault and Sanction,
la empresa y, posteriormente, el resto de cuestiones que afectan al injusto o a la «South California Law Review»,Vol. 56, n.° 1983, p. 140 (citado por la recopila-
culpabilidad se determinan ya directamente en relación a la empresa. ción de ORLAND, Corporate and White Collar Crime an Anthology, 1995).
90 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 91

lado, los requisitos (b) y (c), que no son relevantes para la teoría El modelo estricto está representado, como ya conocemos, por la
de la identificación, han experimentado un paulatino proceso de teoría de la identificación inglesa, cuya formulación más acabada es
ampliación, que ha difuminado notablemente sus requisitos187. la plasmada en la sentencia Tesco Supermarkets Lid v. Nattrass (1972).

«Una persona jurídica puede equipararse al cuerpo humano.


3.1.1. ¿Qué agente? Tiene un cerebro y un sistema nervioso central que controla sus
movimientos. Tiene también brazos que se mueven de acuerdo
a las órdenes de los centros nerviosos. Dentro de la compañía
La primera cuestión debatida es quién debe ser el agente o,
algunos sujetos son sólo simples brazos para trabajar y no repre-
dicho de forma más exacta, qué grado debe ocupar dentro de la
sentan ni la mente ni la voluntad de la empresa. Otros son
jerarquía de la empresa la persona que ha cometido el delito. Exis-
administradores y directivos que representan la mente y la
ten tres tendencias: la estricta, la intermedia y la amplia.
voluntad de la organización y controlan sus acciones. Psicológi-
camente la situación de estos dirigentes es la situación de la
No es fácil hacer estudios de derecho comparado en este empresa y así es tratado por la ley».
punto entre los países del civil law y del common law. Pues en estos
últimos los sistemas de imputación varían atendiendo al tipo de
delitos. Así, por ejemplo, la teoría de la identificación, que ahora A esta solución se acercan también el CP francés —órganos o
va a estudiarse, es la que se aplica a aquellas infracciones donde representantes— (121-2) y el CP español —administradores de
rige el principio de culpabilidad. Mientras que en los delitos en lo hecho o de derecho— (art. 31.2). En el derecho federal norteame-
que es válida la responsabilidad objetiva se aplica el modelo más ricano, una línea jurisprudencial minoritaria (United States v. Empire
amplio de la teoría vicarial. Existe aún un tercer tipo de infrac- Packing) apoya igualmente esta versión restringida del agent, en con-
ciones, las hybrid offences, en las que el modelo de imputación es sonancia precisamente con los postulados de la teoría de la identifi-
cercano a la culpabilidad por defecto de organización, en cuanto cación inglesa.
que se admiten defensas basadas en la due diligente. Son las infrac-
Aparte de la gráfica metáfora antropomórfica empleada por Tes-
ciones características de sectores muy regulados como el medio
ambiente o la seguridad en el trabajo. Este esquema tripartito se co, esta restricción se fundamenta invocando el principio de culpa-
aprecia también muy claramente en el Model Penal Code de los bilidad: los socios sólo pueden ser sancionados, indirectamente a
Estados Unidos (vid. injra § 5.5.1). Debe tenerse en cuenta, por través de la sanción al colectivo, cuando el delito lo comenten per-
tanto, que la teoría de la identificación se aplica en algunas regu- sonas que ellos han tenido la capacidad de elegir. Mas orillando este
laciones sólo a las infracciones más graves . Por lo que respecta argumento, el que me parece más interesante es el que sostiene que
a los Estados Unidos deben tenerse en cuenta los niveles central la restricción a los dirigentes se debe a que son éstos quienes deter-
o federal y el estatal. Mientras que el primero está apegado a la minan la política empresarial, que es precisamente lo que funda-
vicarious liability, muchos estados han adoptado el Model Penal menta la responsabilidad de la persona jurídica 190 . Este argumento
Code y por ello han acogido un sistema tripartito —similar al que que denominaré sucintamente como «núcleo de verdad de la teoría de
se ha visto en el derecho inglés—, donde rige una suerte de teo- la identificación» cuenta con sólidos argumentos procedentes de la
ría de la identificación más relajada189. sociología empresarial. Que con él se abandonan las fronteras del

187
Vid., no obstante, Di MAGLIE, Etica, op. cit., p. 148. adoptado esta teoría, reduciendo la responsabilidad a los delitos cometidos por los
188
Es instructivo el trabajo de LOTTINI, La responsabilitá pénale delle persone giu- high managerial agents, vid. Corporate Criminal Liability, «American Criminal Law
ridiche nel diritto inglese, Giuffré Editore, Milano, 2005. Rev.»,Vol. 41, 2004, n.° 2, p. 367.
189 190
Son muchos además los Estados (Arizona, Colorado, Iowa...) que han Deuelopments in the Law, Corporate Crime, op. cit., p. 1242.
92 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 93

modelo de la transferencia, para adentrarse en los terrenos de la cul- considerado un <ontrolling qfficers. En Estados Unidos, dentro del
pabilidad de empresa resulta también evidente. derecho de los Estados, pese a que el Model Penal Code a través del
high managerial test optó por una definición muy similar192, poste-
Conocidos los fundamentos arguméntales de la teoría de la riormente la práctica ha avanzado hacia un modelo más relajado
identificación, resulta importante detenerse en dos de sus aspectos incluyendo a agentes con capacidad simplemente de supervisión,
más importantes, que muestran cómo en realidad dentro de ella con ello, a la vez, dentro de la materia de imputación a la empresa
existen, a su vez, dos versiones, la relajada, mantenida en el derecho se da entrada a conductas consistentes en la infracción imprudente
penal de algunos estados dentro de los Estados Unidos, o la estric- de los deberes de supervisión 193.
ta, que opera en el R U El primero de ellos hace mención a la rela-
ción entre el agente y el delito. En la versión norteamericana de la Tras lo dicho, y a modo de resumen, se puede concluir que
teoría de la identificación no es preciso que el agente realice «de en la versión más extensa la responsabilidad de la empresa se
propia mano» el delito, es suficiente con que lo consienta, autorice produce en relación a:
o tolere 191 . Por el contrario, en el derecho inglés sí que resulta
necesario que en el cotrolling qfficer se constate el elemento subjetivo • los delitos cometidos directamente por los altos directivos,
requerido por el injusto (intention, recklessness, negligence). El segundo • los delitos tolerados, consentidos o inducidos por los altos
aspecto tiene que ver precisamente con una noción clave, el contro- directivos,
lling qfficer. En el derecho inglés únicamente dan lugar a la imputa- • los delitos ignorados conscientemente por altos directivos, y
ción de la empresa que tienen una capacidad de decisión autónoma
no sujeta a supervisión. En resumidas cuentas, sólo el Consejo de • los delitos realizados por cualquier empleado, pero que se
administración, los administradores o administradores delegados y deben a un ejercicio imprudente de las facultades de vigilancia
directivos que ocupan una posición muy elevada son incluidos en y control de altos ejecutivos o de personas que dentro de la
organización ejercen funciones de vigilancia.
esta categoría. Resulta sorprendente, en este sentido, que en los
casos de delegación de funciones una mínima capacidad de super- Si en el primer caso, y en parte en el segundo, es un hecho
visión por parte del delegante, impida que el delegado pueda ser ilícito propio el que ha de ser cometido por el dirigente, en el
resto (dejando de lado ahora la ignorancia consciente) la impu-
tación a la empresa deriva de un comportamiento del superior
191
WELLS, Corporations, op. cit., pp. 97 s. Este modelo más relajado fue sobre que presenta una conexión, no necesariamente delictiva, con el
todo el consagrado en el Model Penal Code, vid. Developments in the Law, Corpora- hecho ilícito realizado por otro (vgr., infracción imprudente del
te Crime, op. cit., p. 1251. Con las matizaciones que después se señalarán al estudiar
con más detenimiento este modelo (§ 5), concretamente la fórmula que acuña
192
para plasmar la teoría del alter ego es que: «the commision of the offense was C o n ulteriores referencias, LOTTINI, La responsabilita pénale, op. cit.,
authorized, requested, commanded, performed or recklessly tolerated by the board pp. 84 ss. Algunas decisiones, como la conocida Meridian Global Funds Management
of directors or by a high managerial agent» (Sec. 2.07). El Model Penal Code tenía (1995), aventuran una tímida relajación, vid. Di MAGLIE, Etica, pp. 137 s.; WELLS,
como cometido armonizar la justicia federal, en el marco de la justicia central o Corporations, pp. 103 s. En los Estados Unidos en el derecho de los estados, don-
estatal, en cambio las comisiones de reforma han apostado siempre por un mode- de, como sabemos, la influencia del Model Penal Code es grande, la noción de high
lo amplio, vid. en relación a la Comisión Broum, LAUFER, Guilty Minds, op. cit., managerial agent coincide en buena medida con la noción inglesa. El Model Penal
p. 657. Code define el alto directivo como alguien cuya conducta puede ser asumida
Esta ampliación no se contiene ni en el CP español, ni en el francés, donde como representativa de la política de la corporación o asociación («may fairly be
lo que se requiere es que el agente realice por sí el delito. En realidad, sobre todo assumed to represent the policy of the Corporation or association»).
193
lo que atañe al CP español, las diferencias no son tantas. En los casos de toleran- Cfr. GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal de las empresas, op. cit., pp. 51 s.;
cia o consentimiento lo que ocurrirá normalmente será la posibilidad de imputar e igualmente da cuenta de esta derivación HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlich-
en comisión por omisión el delito al superior. keit, op. cit., pp. 223 ss.
94 Parte II. Sistemas de imputación §3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 95

deber de vigilancia en relación a un delito de corrupción come- CP español, donde, recogiendo literalmente los contenidos de las
tido por un ejecutivo). Si esto es así, la idea de transferencia de decisiones marco, los agentes pueden ser quienes tienen el poder de
culpabilidad se derrumba: el superior transfiere a lo sumo un representación y autoridad para tomar decisiones, esto es, los controling
injusto distinto, el de la omisión imprudente, que es el que se officers en sentido estricto, pero también quienes tienen autoridad para
imputa a la empresa (vgr., la corrupción dolosa). En estos ejercer controles, y donde los delitos imputados a la persona jurídica
supuestos nos encontramos, por ello, ante un modelo vicarial en pueden ser tanto los realizados de propia mano por estos sujetos, co-
tránsito al de culpabilidad de empresa. mo los cometidos por personas sujetas a su supervisión.

En realidad esta derivación de la teoría de la identificación coin- Existe, no obstante, una diferencia relevante entre el modelo
cide en líneas generales con lo que he denominando como tendencia de la identificación, del RU, y el intermedio o de la Unión
intermedia, que es la que han adoptado la mayor parte de las Decisio- Europea. En efecto, como se ha indicado, en la primera teoría
nes marco de la Unión Europea 194 y, ya antes, el II Protocolo al resulta suficiente para trasladar la responsabilidad a la empresa
Convenio de Protección de los intereses financieros (art. 3) 195 y el con la actuación de una persona situada en la brain área en los
términos que acaban de analizarse. No es necesario, sin embar-
Corpus Iuris. No debe extrañar por ello la difusión de este modelo en
go, que se constaten expresamente el resto de requisitos de la
países de la Unión Europea, como Austria o Italia, que lo han acogi-
responsabilidad vicarial, a saber, la actuación dentro de los fines
do con el fin de adaptarse a las exigencias de armonización. En su de la empresa y en su beneficio. Pues bien, este último requisi-
senda camina igualmente el art. 31 bis del Proyecto de reforma del to, el beneficio, sí qué está presente en la normativa europea y
de ahí ha saltado los países que más fielmente la han seguido,
194
En concreto, Decisión marco 2000/282/JAI del Consejo sobre fortaleci-
Italia y Austria o el Proyecto de reforma español. Es más, en
miento de la protección, por medio de sanciones penales y de otro tipo, contra la todos estos casos también está implícito la necesidad de que se
falsificación del euro; Decisión marco 2002/946/JAI del Consejo, de 28 de obre dentro de los fines de la empresa. Pues, como después se
noviembre de 2002, destinada a reforzar el parco penal para la represión de la ayu- indicará con algo más de detalle, el que no aparezca se debe a
da a la entrada, a la circulación y a la estancia de irregulares; Decisión mar- que el modelo europeo se genera, a diferencia del norteameri-
co 2002/475/JAI del Consejo, de 13 de junio de 2002, sobre lucha contra el cano, en relación a delitos concretos en los que ha de establecer
terrorismo; Decisión marco 2002/629/JAI del Consejo, de 19 de julio de 2002, la responsabilidad de las organizaciones.
relativa a la lucha contra la trata de seres humanos; Decisión marco 2003/568/JAI
del Consejo, de 22 de julio de 2003, relativa a la lucha contra la corrupción en el
sector privado; Decisión marco 2004/757/JAI del Consejo, de 25 de octubre La esencia de lo que podríamos denominar modelo europeo es
de 2004, relativa al establecimiento de disposiciones mínimas de los elementos que establece una doble escala de gravedad dependiendo de si ha
constitutivos de delitos y las penas aplicables en el ámbito del tráfico ilícito de sido cometido por una persona con capacidad de decisión o por
drogas; Decisión marco 2004/68/JAI del Consejo, de 22 de diciembre de 2003, otro empleado de la empresa, como consecuencia de la infracción
relativa a la lucha contra la explotación sexual de niños y la pornografía infantil;
del deber de vigilancia196. Mientras que en este último supuesto
Decisión marco 2005/667/JAI del Consejo, de 12 de julio de 2005, destinada a
reforzar el marco penal para la represión de la contaminación procedente de
permite que los Estados contemplen sanciones más leves, limitán-
buques; Decisión marco 2005/222/JAI del Consejo de 24 de febrero de 2005, dose a exigir únicamente que cada Estado preverá sanciones disua-
relativa a los ataques contra sistemas de información; Directiva 2005/60/CE del sivas, proporcionadas y efectivas, en los casos de delitos cometidos
Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 2005, relativa a la pre-
vención de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales y para
196
la financiación del terrorismo; Acción Común 98/733/JAI del Consejo, de 21 de Inexplicablemente se apartan de esta previsión la Decisión mar-
diciembre de 1998, relativa a la tipificación penal de la participación en una orga- co 2002/475 referente al terrorismo y la Decisión marco 2002/629 sobre trata de
nización delictiva, si bien en este caso su art. 3 resulta mucho más genérico. seres humanos que en ambos casos se limitan a indicar multas de carácter penal o
195
DOCE C 221, de 19/07/1997, pp. 12 ss. administrativo eficaces, disuasorias y proporcionadas.
96 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 97

por personas con poder de representación, autoridad para adoptar ta gravedad, del hecho podría incluso mantenerse de forma
decisiones o ejercer el control la normativa europea requiere de los coherente sin abandonar los presupuestos teóricos de la teoría
Estados la introducción de sanciones concretas. vicarial. La comisión del hecho por parte de un directivo repre-
senta la transferencia de un injusto y una culpabilidad mayor,
Los ordenamientos que hasta ahora con mayor fidelidad han que la realización del hecho por un empleado como conse-
plasmado este modelo europeo de agente no se han hecho eco cuencia de la infracción de deberes de vigilancia por parte del
totalmente de la doble escala de gravedad que proponen las deci- directivo. En este caso, como antes apuntaba, no se transfiere el
siones marco. Los arts. 5 y 6 del D. L. italiano del 2000 que dis- delito en sí —vgr., la corrupción—, sino un injusto y culpabili-
tinguen entre casos de responsabilidad cuando el delito haya sido dad distinto: la infracción del deber de vigilancia.
cometido por un soggetti in posizioni apicale o por otro empleado,
debido a la infracción del deber de vigilancia o control del suje- El modelo amplio de agente, finalmente, es el que permite la impu-
to con una posición en el vértice, no establecen distintas sancio- tación del comportamiento delictivo realizado por cualquier em-
nes, sino simplemente un régimen de imputación más estricto pleado o administrador, independientemente de su lugar en la esca-
para los casos de comisión del delito por un sujeto en posición la jerárquica. Esta doctrina es la dominante en la jurisprudencia
apicale197. La doble escala de gravedad se ignora también por la federal norteamericana 199 y, aunque parezca sorprendente a la vista
Ley austríaca, donde pese a que se contemplan los dos supuestos del tenor literal del art. 121-2 del CP francés, es la que ha acogido
de imputación por separado, después no existe ningún tipo de también la jurisprudencia de este país, donde cualquier sujeto, con
salvedad a la hora de establecer las penas. Por ejemplo, entre las independencia de su encuadramiento jerárquico puede dar lugar a
circunstancias agravantes (§ 5) no se contempla la posición del la responsabilidad de la empresa 200.
sujeto que realiza la infracción. E igualmente ha ocurrido con el
prelegislador español en el proyectado art. 31 bis.
Esta versión amplia está en cualquier caso más cerca, de lo
Aunque después volveremos sobre este punto más detenida- que a simple vista parece, del modelo de la UE. Pues, tal como
mente, creo que las Decisiones marco realizan en este punto una acabo de señalar, aunque se admita la transmisión de culpabili-
propuesta útil e inteligente, por lo que resultaría conveniente dad por parte de cualquier agent, después, a la hora de graduar
distinguir entre ambas situaciones. Ello engarza con lo que he la sanción, se reconoce un diferente grado de culpabilidad según
denominado como «núcleo de verdad de la teoría de la identi- si ha actuado un superior, un subordinado o un tercero inde-
ficación», a tenor del cual a mayor implicación de un alto direc- pendiente que actúa por cuenta de la empresa201.
tivo en el hecho la culpabilidad de la empresa suele ser mayor
(infra § 4.3.3). Un modelo a seguir para dar relevancia a lo dis-
puesto en las Decisiones marco sería el ordenamiento nortea-
mericano donde la comisión del delito por un alto jerarca de la
entidad funciona como una circunstancia agravante,98. La distin- op. cit., pp. 7 ss.; también VINCIGUERRA, La struttura dell'illecito, en VINCIGUE-
RRA/CARESA-GASTALDO/ROSSI, «La responsabilitá dell'ente per il reato commes-
so suo interesse» (D. Lgs., n.° 23/2001), CEDAM, Padova, 2004, pp. 15 ss.
197 199
La única excepción es el art. 13, donde al regularse las sanciones interdic- Vid. Developments in the Law, Corporate Crime, op. cit., pp. 1247 s.; y para
tivas se indica que estas sólo pueden ser impuestas si el delito ha sido cometido una puesta al día Corporate Criminal Liability, «American Criminal Law Rev.,
por una persona del vértice o de la cúspide de la empresa. Nineteenth survey of white collar crime», Vol. 41, 2004, n.° 2, pp. 369 ss. Vid. ade-
198
En relación a este «doble modelo» que es una de las principales señas de más Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 16 ss.; GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal,
identidad de la regulación italiana, vid. ya la Relazione al decreto legislativo, op. cit., op. cit., p. 36, con referencias jurisprudenciales en nota 133.
200
pp. 445 ss.; ampliamente también D E VERO, La responsabilitá dell'ente collecttivo Con abundantes referencias jurisprudenciales, vid. Di MAGLIE, Etica, op. cit.,
dipendente da reato: criteri di imputazione e qualificazione giuridica, en GARUTI (a cura pp. 225 s.
201
di), «Responsabilitá degli enti per illeciti amministrativi dipendenti da reato», Vid. con referencias en not. 24, LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 653.
98 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 99

recogida por la praxis en Holanda, donde, aunque en principio se


3.1.2. ¿Con qué grado de precisión debe determinarse quién es el agente parte de la atribución del elemento subjetivo de la persona física a
y su responsabilidad? la jurídica, se admite que el dolo o la imprudencia sean al resultado
de la agregación de las negligencias o intenciones particulares206.
Uno de los argumentos manejados con frecuencia en pos de la El problema, en su doble vertiente, ha cristalizado en Italia en una
responsabilidad de las personas jurídicas es el que he denominado fórmula positiva. El art. 8 del DL 2001, señala expresamente que la
como problema de la identificación202, que en realidad esconde dos responsabilidad de la persona jurídica puede establecerse aun cuando
cuestiones distintas: la que propiamente podríamos denominar «el autor de la infracción no haya sido identificado» o no sea «impu-
como problema de la identificación y la que denominaré problema de la
table» 207. Con esta última precisión se adopta una vía de salida distin-
culpabilidad del agente individual. El primero se caracteriza porque a
ta a la que proponen teorías como la del conocimiento colectivo.
ciencia cierta se sabe que ha existido un hecho delictivo, mas no es
posible identificar al responsable. El problema de la culpabilidad se
genera, en cambio, cuando no existe, por diversas razones (errores 3.1.3. Dentro de los fines de la empresa
de tipo o de prohibición, presencia de causas de justificación o
imputablidad, etc.), responsabilidad penal individual.
El comentario de este requisito no es sino también la constata-
En lo que concierne al problema de la identificación, algunos orde- ción de su paulatina ampliación. Si en un primer momento sólo
namientos, como singularmente el norteamericano, han ido relajan- daban lugar a responsabilidad conductas autorizadas explícita o
do la necesidad de encontrar al agente. Basta que el proceso penal implícitamente por el dirigente empresarial o que resultaran simila-
demuestre que algún agente de la corporación realizó el hecho
res a otras autorizadas, en la actualidad basta, sin embargo, con que
delictivo pero sin especificar quién. Expresado en términos prácti-
la relación laboral incremente el riesgo de comisión del delito y
cos, según este criterio resulta suficiente con que la resolución judi-
cial indicara: «la dirección de la empresa toleró la falta de medios de éste se haya realizado en el marco de la actividad del agente. La
seguridad», «algunos administradores conocían que los ejecutivos de extensión obedece a razones fundamentalmente prácticas: cualquier
la zona centro habían participado en reuniones para acordar pre- indicación de la empresa (vgr., código ético prohibiendo expresa-
cios...»203.
Algo más debatido ha sido el problema de la culpabilidad204. En Law, Corporate Crime, op. cit., p. 1249; FISSE, Reconstructing criminal law, op. cit., 141;
una exposición de esta doctrina puede verse también en GÓMEZ-JARA, Corporate
relación al mismo la construcción probablemente más interesante es
Criminal Liability, pp. 304 ss.; el mismo, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 40 ss.,
la del conocimiento colectivo procedente de la jurisprudencia nor- donde da cuenta además del caso Andersen, en el que la doctrina del conocimien-
teamericana. El dolo (intent) necesario para considerar responsable a to colectivo se ha aplicado nuevamente. Con todo, en la práctica norteamericana
una persona individual se construye mediante el sumatorio de los se admite también ampliamente que existe responsabilidad colectiva pese a que no
conocimientos parciales de diversos agentes 205. Esta doctrina ha sido exista ningún culpable individual, LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 661, llama a
estas sentencias inconsistentes.
206
Cfr. Di MAGUE, Etica, op. cit., p. 182; D E DOEDLER, Criminal Liability qf
202
Vid. supra § 2.1. Corporation- Netherlands, en DOEDLER/TIEDEMANN (eds.), «La criminalisation du
203
Cfr. Developments in the Law, Corporate Crime, op. cit., p. 1248; E H R H A R D , comportaments collectif-Criminal Liability of Corporations», The Hage, Kluwer
Unternehmsdelinquez, op. cit., p. 103; SCHÜNEMANN, The Sarbanes Oxley Act qf2002: Law International, 1996, p. 304.
A Germán Perspective, «Buffalo Criminal Law Review»,Vol. 8, pp. 38 ss. 207
Cfr. D E SIMONE, / Profili sostanziali della responsabilitá c.d. amministrativa degli
204
En relación al art. 129 del C P español, FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para enti: La parte genérale e la parte speciale del D. Lgs. 8 giugno 2001, n." 231, en G A R U -
empresas, op. cit., pp. 180 ss., se ha ocupado del mismo. TI (a cura di), «Responsabilitá degli enti», op. cit., pp. 113 ss.; VlNClGUERRA, La
205
Críticamente COFFEE, Corporate Criminal, op. cit., p. 256; Developments in the struttura, op. cit., pp. 10 ss.
100 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 101

mente la corrupción) contraria a la comisión de hechos delictivos mente de-las decisiones marco y el II Protocolo al CPFI. Al ir
serviría para evadir su responsabilidad208. Una fundamentación más la UE introduciendo la responsabilidad de las personas jurídicas
detenida muestra que lo ocurrido es que de ser un requisito ligado delito a delito, carece de sentido mencionar este requisito. La
a la teoría civil de la representación, se ha transformado paulatina- referencia a la actuación dentro de los fines de la empresa tam-
mente en un criterio que atiende al riesgo generado por la activi- poco aparece en la teoría de la identificación, donde basta con
dad empresarial209. Sólo, por tanto, cuando el hecho se realiza la actuación del alter ego, en los términos antes señalados.
expresamente en perjuicio de la empresa (vgr., administración des-
leal) cabe exonerar claramente a la entidad 210 .
3.1.4. En el interés de la empresa
Una evolución similar, aunque más meteórica, se ha produ-
cido en Francia (pour compte). Paulatinamente la doctrina ha ido
equiparando este requisito a cualquier delito que tenga como El interés de la empresa, elemento de marcado carácter subjeti-
función contribuir a la organización, el funcionamiento o la vo, ha experimentado también un notable proceso de abstracción y
consecución de los objetivos de la persona jurídica211. El D. objetivización. No resulta necesario que el beneficio de la empresa
Lgs. 2002/231, en Italia, simplemente renuncia a este elemento, sea el objeto exclusivo del agente, ni tampoco es necesario que
al igual que el art. 31 bis del Proyecto de reforma del CP espa- exista un beneficio efectivo. La existencia de provecho tiene sobre
ñol. Ello es lógico. La «finalidad de la empresa» tiene sentido en todo una misión procesal, en cuanto que facilita la prueba de que
un sistema de incriminación de numerus apertus, pero no en el el agente actuó en el interés de la empresa. Por no ser necesario, no
caso italiano, donde el legislador ciñe la responsabilidad de es preciso que la persona física actúe con un elemento subjetivo
empresa a un número limitado de figuras delictivas. Con esta especial consistente en beneficiar a la empresa. Aunque ni remota-
técnica, simplemente, el legislador señala a la empresa aquellos mente aparezca esta intención, si tras la comisión del hecho una
delitos que debe evitar, por generar su actividad un incremento persona con capacidad de supervisión ratifica el comportamiento, se
del riesgo de que sean realizados212. Esta técnica procede clara- entiende cometido en su interés 213 .

208
Vid., por ejemplo, muy claramente United States v. Basic Construction Co (cit. incluir la necesidad de que el agente actuara «por cuenta» de la empresa en una hi-
por LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 656), ante las alegaciones de que la empresa potética ampliación del número de delitos, La struttura dell'illecito, op. cit., p. 23.
poseía indicaciones expresas rechazando la realización de acuerdos anticompetiti- 213
De nuevo la evolución es similar para todos los países que han acogido la
vos, como el realizado por el agente, que además era un empleado de bajo nivel, el vicarius liability. Así, para USA vid. COFFEE, Corporate Criminal, op. cit., p. 246; Deve-
Tribunal responde: «a Corporation may be held criminally responsable for antitrust lopments in the Law. Corporate Crime, op. cit., p. 1250; GÓMEZ-JARA, La responsabili-
violations committed by its employees if they were acting within the scope of their dad penal, op. cit., pp. 36 ss. En Italia, expresamente el texto legal contiene tal dila-
authority, or apparens authority, and form the benefict of the Corporation even if... tación. Al emplear las expresiones «interesse o a ventaggio» pretende acoger tanto los
such acts were against cor pora ty policy or express instructions». supuestos en que existe una mera intención, como aquellos otros en que sólo ex
209
Vid. COFFEE, Corporate Criminal, p. 256, Developments in the Law. Corporate post se aprecia la ventaja. Por otro lado, y aunque se indica con rotundidad que «el
Crime, op. cit., pp. 1249 s. («dentro de los fines de la empresa no significa otra cosa ente no responderá si las personas... han obrado en interés exclusivo propio o de
en la práctica que el hecho ocurra mientras el empleado realizaba una tarea rela- terceros», la doctrina ha empezado a realizar matizaciones similares a las que se
cionada con su trabajo»); más ampliamente y con ulteriores referencias, SYKES, The señalan en el texto; vid., por todos, D E SIMONE, I profdi sostanziali, op. cit., p. 102.
Boundaries of Vicarious Liabüity, op. cit., pp. 572 ss.; en castellano puede verse VINCIGUERRA, La struttura dell'illecito, op. cit., p. 23, quien con razón se pregunta
GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 35 s. cómo habrán de interpretarse estas expresiones cuando la responsabilidad se
210
Vid. las citas jurisprudenciales en Corporate Criminal Liability, op. cit., p. 373, extienda a infracciones imprudentes o delitos como el medio ambiente o la segu-
not. 44. ridad en el trabajo: ¿no cumplir con la legislación medioambiental puede enten-
2,1
Di MAGLIE, Etica, pp. 208 s. derse que beneficia a la empresa en cuanto que le ahorra costes? En Francia
212
Por esta razón VlNClGUERRA señala, por ejemplo, que quizás fuera necesario expresamente se admite que «resulta posible considerar a la persona jurídica res-
102 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 103

joo 216 o Silva217 que expresamente se muestran partidarios de un


3.2. Virtudes, problemas y defectos de la responsabilidad vicarial sistema similar al del 129 del CP español, donde la consecuen-
(En busca de un modelo propio —i." Parte—) cia accesoria que se le impone a la persona jurídica deriva del
hecho ilícito de la persona física218. Como ya hemos advertido,
la autonomía del derecho constitucional para fijar conceptos,
Examinados los rasgos que caracterizan a la responsabilidad por
como el de pena, lo hace inmune contra la estafa de etiquetas.
transferencia o heterorresponsabilidad en el derecho positivo, Con independencia de la etiqueta que se adopte, lo que está cla-
corresponde ahora su análisis crítico. Para ello se comprobará, pri- ro es que la responsabilidad de las personas jurídicas pertenece al
mero, su encaje constitucional (¿permite el derecho penal constitu- conjunto del derecho sancionador y, por tanto, le serán de apli-
cional este modelo de imputación?), después se abordarán sus posi- cación las garantías del ius puniendi219.
bles inconvenientes de política criminal.
En el segundo, que es el que aquí interesa, lo relevante es si cas-
3.2.1. ¿Es la vicarious liability un modelo de imputación inconstitucional? tigar a un colectivo mediante una sanción de naturaleza penal es
conforme a la Constitución. En este último plano las críticas afec-
tan tanto al modelo vicarial como al modelo relativo a la culpabili-
En un Estado constitucional la única barrera infranqueable para el
legislador es el derecho penal constitucional. La legitimidad de una, dad de organización, si bien debe reconocerse que son más intensas
decisión no depende ni de determinadas concepciones dogmáticas, cuando van referidas a la idea de transferencia de culpabilidad, has-
por ejemplo en torno al concepto de acción, ni iusfilosóficas. Pues ta el punto de que para un sector doctrinal, como Gómez-Jara 220 , e
bien, como es conocido, muchas de las críticas contrarias a la respon- incluso para el legislador italiano, sólo un modelo que fundamente
sabilidad penal de personas jurídicas aducen su posible inconstitucio- la responsabilidad en la culpabilidad propia de la empresa es con-
nalidad debido a la violación del principio de culpabilidad214. forme con la constitución.

La crítica constitucional se desarrolla en dos niveles. En el primer Con elfinde que en la argumentación no se entremezclen pla-
nivel tendría gran importancia la naturaleza jurídica de la infracción. nos distintos conviene dividir el análisis de la constitucionalidad de
la responsabilidad de las organizaciones en tres aspectos distintos: el
Aunque, como he prometido al comienzo de esta obra, no primero de ellos versa sobre los efectos de la sanción sobre terce-
voy a utilizar argumentos terminológicos, lo cierto es que no ros «inocentes», como son los socios; el segundo analiza la compa-
puede dejarse notar que muchos de los que esgrimen este argu- tibilidad de la doble sanción con el principio de non bis in idem y
mento, después se dan por satisfechos con un simple cambio de proporcionalidad; el tercer plano es el que interesa a los efectos de
nomenclatura. Así, por ejemplo, ocurre con Jakobs215 o con Fei-
216
Op. ult. cit., pp. 252 ss.: «El Estado interviene jurídico-peñalmente frente a
ponsable penalmente del homicidio o las lesiones imprudentes ocasionadas por no las empresas y personas jurídicas de forma distinta a como tradicionalmente ha
aplicar una regla de seguridad», cfr. Di MAGLIE, Etica, op. cit., p. 208. mantenido ha venido haciendo con los individuos... este tipo de reacciones jurídico-
214
Sin ánimo de exhaustividad resalto por la profundidad de sus críticas los penales sui generis tiene su fundamento en la peligrosidad objetiva o instrumental»
trabajos de JAKOBS (87 ss.), SILVA SÁNCHEZ (173 ss.) y FEIJOO (219 ss.), contenidos (las cursivas son mías).
2,7
en GARCÍA CAVERO (dir.), La responsabilidad penal de las personas jurídicas órganos y Op. ult. cit., pp. 183 ss.
218
representantes, op. cit. Vid. también, con más amplitud, FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones Igualmente GRACIA/BOLDOVA/ALASTUEY, Lecciones de consecuencias jurídicas,
para personas jurídicas, op. cit., pp. 60 ss. op. cit., p. 568, expresan dudas de constitucionalidad en torno al art. 32.1 si su
215
Op. ult. cit., pp. 92 ss.: «puede perfectamente imponerse una sanción a una naturaleza es penal, pero no si es civil.
219
persona jurídica o a una masa patrimonial heteroadministrada, tan sólo no debe Como reconoce SILVA, op. ult. cit., p. 191.
220
bautizarse con el nombre de "pena" si se quieren evitar confusiones». El nuevo art. 31.2 del Código penal, op. cit., pp. 257 ss.
104 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 105

elegir, constitucionalmente hablando, entre un modelo de autorres- tutelan o guardan, relación con ciudadanos de color, el resto han sido
ponsabilidad o heterorresponsabilidad. interpuestas por las corporaciones con el fin de proteger su propie-
dad frente al Estado. Las sentencias de comienzos del siglo XX que
declararon la inconstitucionalidad de las leyes que pretendían impo-
a) Corporatepowery derechos fundamentales ner el salario mínimo o regular los horarios de trabajo se hicieron
precisamente, toda una paradoja, amparados por una enmienda desti-
Previamente a todo este análisis conviene reflexionar sobre una nada a la protección de la clase social más desfavorecida222. No debe
cuestión de vital importancia para la política jurídica en materia de por ello extrañar que desde los sectores más comprometidos con los
derechos fundamentales: ¿hasta qué punto deben ser de aplicación a intereses colectivos se proponga incluso reformar la Constitución con
las personas jurídicas los derechos fundamentales? Y es que en esta el fin de negar el carácter de «persona», desde el punto de vista cons-
materia tengo la impresión de que el análisis se ha abordado desde titucional, a las personas jurídicas 223.
coordenadas estrictamente técnico-jurídicas, sin reparar demasiado
Esta línea de pensamiento está bien patente al abordar los pro-
en los peligros o bondades existentes en el hecho de atribuir a las
blemas constitucionales derivados de la responsabilidad de las perso-
corporaciones derechos fundamentales semejantes a las de las perso-
nas jurídicas. De este modo, por ejemplo, una voz tan destacada
nas físicas.
como la de Richard Gruner señala que en cuanto creación artificial
Algo bien distinto ha ocurrido y ocurre en los Estados Unidos del derecho, es el propio ordenamiento el que debe decidir los
donde desde el siglo xix, es decir, desde el momento en que las per- derechos constitucionales de que deben gozar las personas jurídicas.
sonas jurídicas lograron sus primeros éxitos ante el TS, logrando su Nada impide por ello que sean sometidas a regímenes de responsa-
equiparación con las personas físicas en materia de derechos funda- bilidad más estrictos que las personas físicas en aras a la consecución
mentales, buena parte de la doctrina ha sido muy crítica con este de determinados fines públicos. Sería el caso de la responsabilidad
proceso. En efecto, para determinados autores la captación de los vicarial, un auténtico sistema de responsabilidad objetiva. Las estric-
derechos fundamentales por las personas jurídicas resulta una estrate- tas garantías del derecho penal individual tendrían sentido en rela-
gia más de las empresas para aumentar su poder. Los derechos funda- ción a individuos de carne y hueso, quienes de un modo real sien-
mentales nacen para proteger al individuo frente al Estado todopode- ten y disfrutan de las libertades básicas, restringidas por la pena o el
roso, por lo que resulta cuestionable que las grandes corporaciones proceso penal 224 .
con un poder semejante al estatal y, en cualquier caso, mucho mayor
que el de la mayoría de las personas físicas, utilicen estas garantías para En la jurisprudencia constitucional española, como es bien sabi-
poner en jaque al propio Estado que tras haberlas autorizado intenta do, la línea imperante pasa por la atribución de ciertos derechos a
controlarlas221. El ejemplo paradigmático sería lo ocurrido con aque-
llos derechos constitucionales incluidos tras la abolición de la esclavi- 222
BALKAN, The Corporation, op. cit., p. 16.
tud, como singularmente la Fourteenth Amendment destinada a ampliar 223
Vid. MAYER, Personalizing the impersonal: Corporations and the Bill of Rights,
el concepto de ciudadanía para incluir en él a los antiguos esclavos. «Hastings Law Journal», n.° 41, 1990, p. 577. En general puede decirse que desde
De las 288 sentencias delTS que versan sobre esta enmienda, sólo 19 los años 30 hasta los 70, bajo el predomino del Legal Realism como metodología
jurídica la personalidad constitucional de las corporaciones apenas si fue debatida.
Sólo en los convulsos años 70, tras el surgir de los movimientos de defensa de los
221
Vid. con referencias a la bibliografía básica, LAUFER, Corporate Bodies, consumidores o del medio ambiente, y de figuras tan importantes en el debate
op. cit., p. 54; para una historia crítica de la evolución de la jurisprudencia del TS norteamericano como RALPH NADLER, se vuelve a discutir la oportunidad de que
norteamericano, KRANNICH, The Corporate «Person»: A New Analytical Approach to las personas jurídicas disfruten de derechos fundamentales, vid. KRANNICH, The
a Flawed Method qf Constitutional Interpretaron, «Loyola University Chicago Law Corporate «Person», op. cit., pp. 86 ss.
224
Journal», Vol. 37, 2005, pp. 61 ss. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 2-10, 2-17 ss.
106 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 107

las personas jurídicas de naturaleza privada, dependiendo de la natu- En el fondo, fruto de una ponderación de espíritu similar a la que
raleza constitucional del derecho fundamental. Como después se verá aquí se propone, es la que el T C realiza, por ejemplo, para negar
[injra c)] mientras la extensión de determinados derechos fundamen- que las personas jurídicas públicas puedan ser titulares de derechos
tales está plenamente consolidada, en el caso de otros, especialmente fundamentales, pues ello supondría una lógica inversa a la que ins-
aquellos que derivan de la dignidad personal, su aplicación resulta pira estos derechos. Atribuirles derechos fundamentales significaría
más discutida. Cuando el T C considera aplicable la aplicación de un que el Estado se prevale de sus propias limitaciones para sorpren-
derecho fundamental a las corporaciones su argumentación pasa por dentemente hacerse más fuerte frente a los ciudadanos.
considerar que la protección constituye un efecto reflejo del derecho Ahora bien, dicho esto, también debe señalarse que la atribución
fundamental de que gozan las personas naturales que la integran. de determinados derechos fundamentales a las personas jurídicas,
Rara vez por ello225, y a diferencia de lo que ocurre en la jurispru- como la legalidad, non bis in idem, la tutela judicial efectiva o el haz
dencia constitucional norteamericana 226, su argumentación pasa por de garantías que se derivan del proceso justo, es no sólo necesario de
considerar expresamente a la persona jurídica, en cuanto ente autó- acuerdo con la doctrina del «derecho penal en sentido amplio», sino
nomo, como titular del derecho constitucional227. Dicho de forma que también social y jurídicamente legitima la atribución de respon-
sucinta, lo decisivo para nuestro T C es si a la luz de un derecho cons- sabilidad a los colectivos. Si constitucionalmente se les reconoce
titucional en concreto y su finalidad, tiene sentido que éste se extien- como personas, y se les atribuye derechos tan importantes como la
da a las personas jurídicas, con el fin de que éstas puedan alcanzar los libertad de expresión, los argumentos para atribuirles responsabilidad
fines para los que han sido creadas por las personas físicas. desaparecen. Atribución de derechos de ciudadanía y atribución de
responsabilidad es un binomio que va naturalmente unido 229 .
En cualquier caso, lo que ahora interesa destacar, como argu-
mento transversal de cuanto después se indicará, es que la política
jurídica en materia de derechos fundamentales debe tener presente b) Socios indirectamente afectados y principio de personalidad
la amenaza del poder corporativo (supra § 2.2.5) y el peligro que de de las penas
éste se deriva para intereses sociales muy importantes. Este nuevo
contexto quizás requiera realizar algún tipo de matiz o restricción La crítica tradicional contra la responsabilidad de las personas
en la extensión de derechos fundamentales a las corporaciones 228 . jurídicas representa una cuestión de constitucionalidad que podría
formularse del siguiente modo: castigando al colectivo castigamos a
225
Vid., no obstante, en relación al derecho al honor la STC 139/1995 y la los socios inocentes y ello atenta contra el principio de culpabili-
interpretación que de ella hace VIDAL MARTÍN, Derecho al honor, personas jurídicas y dad, en su acepción de personalidad de las penas 230 . La pregunta
tribunal constitucional, «InDret», n.° 2, 2007.
226
Donde desde mediados del s. xix con la mítica Santa Clara County v. Sou-
thern Pacific Railroad Co (1886) se tiende a utilizar el argumento de que se trata de en la jurisprudencia norteamericana, donde tras la conocida National Bank v.
personas equiparables. Cfr. KRANNICH, The Corporate Person, op. cit., pp. 67 ss. Bellotti (1978) que considera contrario a la Constitución —al derecho a la liber-
y 90 ss. tad de expresión— la prohibición de que las personas jurídicas realicen contribu-
227
Al respecto, BACIGALUPO SAGGESE, LOS derechos fundamentales de las personas ciones electorales, el TS ha dado marcha atrás en otras decisiones ante el temor,
jurídicas, «Revista del Poder Judicial», n.° 53, 1999, pp. 49 ss.; GÓMEZ M O N T O R O , precisamente, de que el poder corporativo, a través de la financiación electoral,
La titularidad de los derechos fundamentales de las personas jurídicas: un intento de fun- ponga en peligro la democracia norteamericana, vid. KRANICH, The Corporate Per-
damentación, «Revista Española de Derecho Constitucional», n.° 65, 2002, son, op. cit., pp. 98 s.
229
pp. 49 ss.; el mismo, La titularidad de derechos fundamentales para personas jurídicas: un Sobre este argumento, GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa,
intento de fundamentación, en «La democracia constitucional: Estudios en Homena- op. cit., pp. 289 ss.; LAUFER, Corporate Bodies, op. cit., p. 56.
230
je al Profesor Rubio Llórente», Vol. 1, 2002, p. 387. De hecho, era ésta la principal alegación ante el TS norteamericano en
228
Un buen ejemplo práctico de cómo opera este argumento lo encontramos New York Central & Hudson River con el fin de considerar inconstitucional la res-
108 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 109

clave sería la siguiente: ¿una consecuencia jurídica perteneciente al ponsabilidad penal entre personas naturales. Si una sociedad abierta
ius puniendi en sentido amplio con daños colaterales sobre terceros es sancionada, sus múltiples socios, que a su vez pueden ser personas
es inconstitucional? jurídicas, no sentirán la pena como algo propio. La pena no estigma-
tiza a ninguna de estas personas y ello sin tener en cuenta que inclu-
La respuesta es, claramente, no. Es de sobra conocido que cual- so en el catálogo de penas a las personas jurídicas pueden incluirse
quier tipo de sanción penal produce efectos perjudiciales para terce- bastantes que no supondrán menoscabo patrimonial alguno.
ros, por ejemplo, entre miembros de la unidad familiar, cuando uno
de sus miembros es privado de libertad o fuertemente multado.
En este punto no sobra un apunte histórico, que enlaza muy
Igualmente es un hecho sociológico indiscutido que la pena impues-
bien con las consideraciones de política jurídica que realizaba en
ta a los miembros de la familia puede estigmatizar socialmente al res- el apartado anterior: cuando el constituyente italiano redacta el
to. Si el principio constitucional de personalidad de las penas vetara art. 27 de la CI, donde se recoge expresamente el principio de
cualquier efecto colateral, el catálogo de sanciones penales poco personalidad de las penas y que es el principal arma que se
menos que desaparecería231. Por otro lado, creo que es necesario esgrime contra la responsabilidad de las personas jurídicas, tiene
tener en cuenta para evaluar la constitucionalidad que el efecto sobre in mente los horrores del fascismo, donde era frecuente todo tipo
los socios no suele ser de una gravedad desproporcionada, y en abso- de revanchas y vejaciones sobre los familiares de los juzgados
luto puede compararse con un supuesto puro de transferencia de res- por algún delito de disidencia política232. Pretender que de esta
garantía constitucional se beneficie quien a través de un Fondo
ponsabilidad de las personas jurídicas. La argumentación del tribunal con el fin de
de Inversiones posee un paquete de acciones en la empresa san-
salvar esta objeción utiliza la idea de transferencia de responsabilidad, que es como cionada es, cuanto menos, exagerado.
vamos a ver la que la doctrina más reciente pone en tela de juicio como razón
adecuada para cumplir con el principio de culpabilidad. Este primer argumento debe ser completado por un segundo
Más de un siglo después en los debates parlamentarios sobre el art. 31.2 del que sirve para explicar la naturaleza del perjuicio que sufren los
CP español (BOCG 145 de 23 de junio de 2003, pp. 66 ss. —Congreso— y
socios. La pérdida patrimonial que experimentan consecuencia de la
BOCG 145 de 11 de octubre de 2003, p. 57) se ha vuelto a plantear que el cita-
do precepto «pone en cuestión la tradicional comprensión del principio de culpa-
pena es un riesgo patrimonial más de los que asumen con su inver-
bilidad según el cual las personas jurídicas no pueden ser penalmente responsa- sión. Un menoscabo patrimonial derivado de un comportamiento
bles». Algún grupo parlamentario de forma aún más clara ha señalado que la antijurídico dentro de la empresa resulta para los socios similar del
responsabilidad de las personas jurídicas supone una «situación injusta en la que se riesgo de pérdida derivada de una mala gestión. No existe razón
quedan en una sociedad grande los pequeños accionistas que tienen que soportar alguna para que los accionistas deban soportar el riesgo procedente
la responsabilidad civil subsidiaria y, además, las multas como responsable la socie- de todos los sectores de la actividad empresarial, salvo el provenien-
dad directa y solidariamente, sin haber tenido control de las decisiones delictivas».
te de actividades delictivas de sus empleados 233 . Es más, como ya se
Por estas razones fueron varias las enmiendas que proponían la supresión del pre-
cepto o la necesidad de retrasar el debate (vid. BOCG 145, de 23 de junio ha advertido, en el derecho norteamericano se ha abierto la posibi-
de 2003, p. 79; de 11 de octubre de 2003, pp. 87 y 68). U n sector doctrinal a par- lidad de que los socios puedan entablar acciones de responsabilidad
tir del argumento de su posible naturaleza penal ha puesto en entredicho su cons- civil contra los administradores, como consecuencia de las sanciones
titucionalidad por este motivo, vid. D E LA FUENTE HONRUBIA, Las consecuencias que se han impuesto a la empresa.
accesorias, p. 71; FERNÁNDEZ TERUELO, Obligación solidaria de la empresa, op. cit.,
pp. 37 s.; GÓMEZ-JARA, El nuevo artículo 31.2 del Código penal, op. cit., pp. 15 ss.;
232
L U Z Ó N PEÑA, Las consecuencias accesorias, op. cit., p. 25. Di M A G U E , Etica, op. cit., pp. 341 ss.
231 233
Aunque el argumento es muy repetido, lo utiliza igual que en el texto Sobre este último argumento, muy extendido en el mundo anglosajón,
para salvar problemas de constitucionalidad DOLCINI, Principi costituzionali e diritto con ulteriores referencias, Di MAGLIE, Etica, pp. 347 s.; para su discusión en Ale-
pénale alie soglie del nuovo millennio. Riflessioni in tema difonti, diritto pénale mínimo, mania, donde los argumentos y contraargumentos han sido similares, EHRHARDT,
responsabiliú degli enti e sanzioni, en «Bav. It. Dir. Proc. Pen.», 1999, pp. 21 ss. Unternehmensdelinquenz, op. cit., pp. 53 ss.
110 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 111

En virtud de todas estas razones tampoco puede justificarse a C, se produce la muerte de un trabajador como consecuencia
la elección de la teoría de la identificación bajo la presión de de carencias en la dotación de medios de seguridad e higiene.
argumentos constitucionales. Además, y dicho sea de paso, ello Además de la sanción penal impuesta a A, la empresa es sancio-
supondría hacer descansar la constitucionalidad del modelo en nada con una fuerte multa.
una ficción que no se acomoda a la realidad. La teoría de la
identificación se basa en una visión piramidal de la organización b) La sociedad X S. A. es una entidad dedicada a la cons-
empresarial, que no se corresponde con la realidad en buena trucción, pese a tener más de 500 trabajadores, y, por con-
parte de las corporaciones. La organización en las grandes siguiente, una estructura organizativa compleja, sus acciones
empresas se asemeja más a la imagen de una red integrada por pertenecen en su totalidad a tres socios, que la dirigen directa-
distintos centros de poder, resultando la política de empresa, de mente. La sociedad ha utilizado la corrupción de forma conti-
los pactos y compromisos que se asumen. La teoría de la iden- nuada como estrategia empresarial para ganar mercado. Los tres
tificación atiende sobre todo a empresas cuya organización se socios-administradores han participado en la trama, por lo que
asemejaría a una pirámide, donde los distintos actos no son sino han sido condenados por un delito continuado de cohecho. La
plasmación de la política impuesta desde el vértice. sociedad ha sido también fuertemente multada.

Si observamos estos ejemplos, trasluce con claridad que el pro-


c) Principios de non bis in idem y proporcionalidad (persona física blema constitucional de la responsabilidad de las personas jurídicas
y persona jurídica sancionadas a la vez) no se encuentra en el principio de personalidad de las penas. En
ambos casos la transferencia de responsabilidad no es ninguna fic-
ción. Claramente sociedad y personas naturales son una misma rea-
Mucho más relevante e importante me parece el reproche de lidad. Las objeciones constitucionales tienen que ver con otros
inconstitucionalidad que se deriva de los principios de non bis in principios: con el de proporcionalidad o el de non bis in idem, que
idem y de proporcionalidad. En efecto, en la argumentación anterior en cierto modo es una manifestación de aquél. Lo que realmente
he utilizado una trampa. He tomado como modelo de sociedad a acaece es que se sanciona dos veces al mismo sujeto, existe una
una gran empresa cuyo accionariado está compuesto por un con- «doble sanción». El administrador-socio recibe dos sanciones dife-
junto muy amplio de sujetos. Las cosas son lógicamente distintas
rentes, la privativa de libertad, y en su caso multa «personal» por el
cuando la sanción se impone a empresas familiares o incluso a entes
delito realizado, y una «multa encubierta» a través de la responsabi-
relativamente grandes, con una estructura accionarial cerrada, en
lidad del ente 234 .
donde los accionistas de control son a su vez los responsables de la
entidad sancionados penalmente. Argumentar en torno a la respon- La objeción procedente del bis in idem está presente además sea
sabilidad de las personas jurídicas como si se tratara siempre de san- cual sea el sistema de imputación a las personas jurídicas que se eli-
cionar a grandes multinacionales, altamente descentralizadas y abier- ja, si bien debe reconocerse que cuando éste es el vicarial, se hace
tas, es desconocer además que la estructura empresarial, al menos de mas evidente 235 . Pues de la famosa trilogía que compone el princi-
nuestro país, es bien diferente. N o se puede sin más trasladar razona- pio (hecho, sujeto, fundamento), la responsabilidad por transferencia
mientos made in USA a un sistema capitalista bastante más modesto implica reconocer de partida que el hecho es el mismo. En cuanto
como es el europeo, en general, y el español, en particular.
234
En Alemania aunque ha sido un argumento un tanto marginal en contra
Dos ejemplos: a) En una empresa familiar (S. L.) dedicada a de la responsabilidad de las personas jurídicas ha sido esgrimido por algunos auto-
la construcción, cuyo accionariado pertenece el 60 % a A, que res, vid. E H R H A R D , Unternehmensdelinquenz, op. cit., pp. 55 ss.
además es el administrador principal y la persona encargada de 235
Vid., por ejemplo, FEIJOO SÁNCHEZ, Sobre el fundamento de las sanciones
supervisar las obras, el 20 % a B, familiar de A, y el otro 20 % penales, op. cit., pp. 223 s.; el mismo, Sanciones para empresas, op. cit., p. 59.
112 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 113

al sujeto, es cierto, siguiendo una conocida argumentación del TC, proporcionalidad. La pregunta sería ahora la siguiente: ¿en los casos
que éste es distinto y que ello impide hablar de bis in idem. Sin que nos ocupan —sociedades familiares y/o cerradas— para conse-
embargo, aunque toda representación implica per se dos sujetos dis- guir la autorregulación es necesario una doble sanción?, ¿no es sufi-
tintos, y, por tanto, el argumento del T C es cierto en abstracto, en el ciente ya con la pena privativa de libertad o la sanción indivi-
grupo de casos que ahora nos ocupa el argumento del doble sujeto dual?237. Pues, probablemente, sí, y es que resulta razonable pensar
no tiene otro sustento que una ficción contradicha por la realidad, a que en una sociedad cerrada basta para motivar eficazmente a la
la que no puede darse fuerza alguna con el fin de justificar una vio- autorregulación la responsabilidad del jefe de empresa, por lo que
lación de derechos fundamentales236. Además, a diferencia de lo que aunque la doble sanción pueda superar el listón de los dos prime-
ocurre con el sistema de representación civil, donde la actuación del ros filtros de la proporcionalidad (la idoneidad, y la inexistencia de
representante da lugar a una sola consecuencia jurídica que se trans- otro medio menos gravoso), probablemente sea excesiva y no pue-
mite al representado, en el modelo de responsabilidad de las perso- da superar la proporcionalidad en concreto. Cuándo existe un exce-
nas jurídicas que tomamos como base se parte de una doble sanción, so de sanción, depende de las circunstancias del caso. Por ejemplo,
esto es, tanto para el representante como para el representado. modificando el supuesto b), si la corrupción fuera realizada por un
ejecutivo subordinado con amplia autonomía no habría un exceso
A la vista de lo anterior, lo único que permite evitar la concul- de sanción, pues seguiría siendo necesario motivar indirectamente a
cación del principio de non bis in idem es el distinto fundamento de los socios principales a una buena organización.
la sanción: mientras que la pena sirve a la no comisión de hechos,
delictivos mediante la prevención general y especial, la sanción a la
persona jurídica sirve motivando a las personas individuales que for- Como ya advertíamos, el problema bis in i'ífem-proporcionali-
dad no es específico del modelo vicarial, pues es un problema
man el colectivo para que adopten medidas de autorregulación con
estructural a la responsabilidad de las personas jurídicas cuando se
el fin de prevenir e investigar hechos delictivos. Este argumento sería,
elige —tomando prestado el símil de las medidas de seguridad—
por lo demás válido tanto para el sistema vicarial como para el de la
un sistema de «doble vía». La culpabilidad de empresa permite
culpabilidad por defecto de organización, pues también el fin del que las zonas de fricción sean menores, pero no las hace desapa-
modelo de heterorresponsabilidad es generar autorregulación. recer. Pues aunque aquí el reproche sea distinto: un hecho ilíci-
to—un defecto de organización, aún pueden existir supuestos pro-
En el único modelo donde no existirían problemas de bis in blemáticos en empresas pequeñas y medianas cuando la persona
idem es el «monista» o «subsidiario» en el que la personalidad se física sea hecha responsable por imprudencia a título omisivo por
imponga sólo a uno de los sujetos, como ocurre, por ejemplo, no haber puesto en marcha las medidas de organización que se le
en el CP suizo (art. 100 quarter) o en el art. 31 del CP espa- requieren a la empresa. Se trata de casos en que sea posible iden-
ñol —modelo de responsabilidad subsidiaria— o generalmente tificar plenamente la persona física y no exista además una «cul-
en el derecho sancionador administrativo español (sistema mo- pabilidad sobrante» que pueda imputarse a la empresa. Por esta
nista defacto). razón sería conveniente, al igual que en el modelo vicarial man-
tener el principio de cuenta, tal como aquí se propone238.
No obstante, este criterio no permite salvar todos los posibles
impedimentos constitucionales de la responsabilidad de las personas Este problema constitucional no impide la responsabilidad de las
jurídicas, pues queda aún el filtro nada desdeñable del principio de personas jurídicas, pues existen varias soluciones técnicas. De entre

236 237
Extensamente D E LEÓN VILLALBA, Acumulación de sanciones penales y admi- Vid. HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., p. 41.
238
nistrativas. Sentido y alcance del principio ne bis in idem, Bosch, Barcelona, 1998, Sobre el problema vid. H E I N E , Das kommende Unternehmensstrafrecht
pp. 463 ss. (Art. 100 quartierf), «ZStrR», 121/2003, p. 40.
114 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 115

ellas, la que me parece más adecuada es el denominado «principio de


cuenta» que aunque ausente en el non bis in idem nacional ha sido uti- d) Persona jurídica sancionada y principio de culpabilidad
lizado, por ejemplo, por el TJCE, y es común en la resolución del non
bis in idem internacional239. Su utilización permite al juez en los casos
El apartado de posibles objeciones constitucionales no puede
de doble sanción que tenga en cuenta la duplicidad de consecuencias
cerrarse, sin ocuparse de la siguiente, que afecta, ahora sí, funda-
jurídicas o que incluso se conforme con imponer una de las sancio-
mentalmente a los sistemas de heterorresponsabilidad: la caracterís-
nes. Como después se desarrollará con mayor detalle240 una segunda
tica principal del modelo vicarial, en cualquiera de sus versiones, es
solución es reconocer la existencia de personas jurídicas inimputables,
que desde el punto de vista de la empresa funciona como strict lia-
limitando la responsabilidad de las personas jurídicas a aquellas cuya
bility, como un sistema de responsabilidad objetiva; aunque la
organización alcance un determinado grado de complejidad. Esta
empresa ponga la mejor voluntad y realice esfuerzos considerables
propuesta es razonable tanto desde una perspectiva meramente de
en autorregulación, su responsabilidad seguirá intacta y este buen
política legislativa, como atendiendo argumentos teóricos. En realidad
las razones que sustentan la responsabilidad penal de personas jurídi- comportamiento no será tenido en cuenta. La pregunta que de aquí
cas únicamente se encuentran en empresas grandes, en entes peque- se deriva es sencilla: ¿es obligado constitucionalmente, como conse-
ños es fácil atribuir responsabilidades individuales y objetivos, como cuencia del principio de culpabilidad, admitir un modelo de res-
motivar a la autoorganización del ente carecen de sentido. ponsabilidad que tenga en cuenta las medidas y esfuerzos que hayan
podido adoptarse en la empresa?
De este modo, la mayoría de los casos de non bis in idem o de
infracción del principio de proporcionalidad vendrían solucionados Así lo ha entendido, por ejemplo, el legislador italiano don-
por este límite cuantitativo relativo al tamaño de la empresa —que de, además de argumentos utilitaristas, ha tenido presente consi-
supone un equivalente a la inimputabilidad—; en el resto de casos deraciones de índole constitucional para dar relevancia a la cul-
—empresas imputables— operaría el principio de cuenta. Obsérve- pabilidad de empresa. Lo expresa con gran claridad la Relazione
se que en realidad —y ello se verá con mayor claridad cuando se al D. Lgs. n.° 231/2000. Tras reafirmar la identidad sustancial de
desarrolle el argumento de las personas jurídicas inimputables— la principios a todas la ramas de ius puniendi estatal, recuérdese que
actuación del principio de cuenta recuerda a la plasmación del sis- se trata de sanciones administrativas241, señala que la traslación
tema vicarial en los semiimputables. Será de aplicación en relación del principio de culpabilidad conlleva la necesidad de mostrar
empresas, que aunque superen las barrera normativa que se esta- que el delito es expresión de la política empresarial o al menor
blezca para la imputabilidad, presenten «anomalías», cifradas en el de una culpabilidad de organización242.
grado reducido de complejidad que manifiestan. Sólo cuando la
persona jurídica aparezca, por su tamaño y estructura organizativa, Gómez-Jara, entre nosotros, mantiene también que sólo la
como un ente independiente de la persona natural resulta posible la culpabilidad propia de la empresa resulta conforme con la
doble sanción «plena». En la medida en que la persona jurídica Constitución. Para ello toma como criterio la jurisprudencia del
carece de organización o ésta no es sino una simple herramienta de TC relativa a las condiciones bajo las cuales el pago de sancio-
una persona individual, que además es la sancionada por el delito,
sólo cabe una única sanción. Donde no hay otra estructura organi- 241
«La C E D H y la mejor doctrina concuerdan al señalar que las garantías
zativa que la voluntad «del jefe», que además va a ser sancionado, no imprescindibles del derecho penal deben ser aplicadas también a otras formas de
hay defecto de organización alguno que sancionar. derecho sancionatorio de contenido punitivo... el primero entre todos el de cul-
pabilidad».
242
Relazione, op. cit., p. 444, y en la doctrina, MANNA, La C. D. Responsabilitá
239
N I E T O M A R T Í N , Fraudes comunitarios, op. cit., pp. 160 ss. amministrativa delle persone giuridiche: un primo sguardo d'insieme, en «RTDPE», 2002,
240 § 4 p. 506.
116 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 117

nes administrativas de forma solidaria resulta constitucional, pro- las personas físicas que para las personas jurídicas [vid. infra a)].
blema en torno al cual el Alto Tribunal español ha reiterado que Tarea nada sencilla si atendemos a que el T C español hasta el
sólo cuando el obligado solidario resulta también culpable, p u e - m o m e n t o n o ha indicado cuál es el fundament o y la ubicación
de establecerse la regla de solidaridad en el pago de la multa en del mismo. N i tan siquiera sabemos si es u n d e r e c ho fundamental.
relación a todos los culpables. Para este autor la citada doctrina Por m i parte, coincidiendo en ello c o n el sector doctrinal m a y o -
conformaría el listón de constitucionalidad mínimo aplicable a ritario, considero que el f u n d a m e n to último de la culpabilidad n o
la responsabilidad de las personas jurídicas que no superaría el es otro q u e el respeto a la dignidad de la persona y el libre desa-
modelo de imputación vicarial 243 . rrollo de la personalidad, g o z a n do además de rango de derecho
En sentido contrario se manifestó hace ya años el Tribunal fundamental 2 4 6 .
Constitucional alemán que considera salvado el principio de
culpabilidad constitucional a través de la imputación del hecho La dignidad personal requiere del ius puniendi que el hombre
de la persona física a la jurídica 244 . Asimismo, y si el listón lo c o - sea tratado según sus decisiones, manifestaciones o intenciones,
locamos en la doctrina del T E D H , tampoco creo que la vicarious o lo que es lo mismo, que no sea degradado a la categoría de
liability pueda ser considerada, ni mucho menos contraria al objeto. Por ello es inadmisible la responsabilidad objetiva o for-
Convenio. Recuérdese, por ejemplo, como en el asunto Salabia- mas más depuradas como el versan in re illicita, en cuanto que
ku consideraba aceptables los sistemas de responsabilidad objeti- supone la degradación del hombre a la categoría de objeto. E
va relativos a las personas físicas, con tal de que existieran posi- igualmente resulta necesario tener en cuenta su capacidad y
bilidades de defensa 245 . C o n lo cual, y ad maiorem, dado que al posibilidad de motivación, a través del error y la inimputabili-
menos el modelo de imputación vicarial exige demostrar «una» dad. Sancionar penalmente a quien no estaba en condiciones de
culpabilidad salvaría con creces el listón del Convenio. ser motivado supone desconocer que la atribución de responsa-
bilidad penal únicamente puede hacerse como consecuencia de
un comportamiento autorresponsable. El libre desarrollo de la
El p u n t o clave para resolver esta cuestión radica en decidir si
personalidad por su parte impide elevar el reproche atendiendo
el principio constitucional de culpabilidad tiene igual sentido para
a la forma de ser o haber llegado a ser.

243
GÓMEZ-JARA ciertamente vierte estos argumentos en relación al art. 31.2, Pues bien, si los fundamentos del principio de culpabilidad son
donde, como sabemos, se instaura una responsabilidad directa solidaria entre per-
los que acaban de mencionarse, resulta cuestionable entender que la
sonas físicas (Administradores) y jurídicas, pero en definitiva sus argumentos son
extrapolables en general a todo el modelo de la responsabilidad por transferencia; culpabilidad de las personas físicas y jurídicas tenga la misma rele-
vid. GÓMEZ-JARA, El nuevo art. 3i.2. del CP, op. cit., pp. 17 ss. y luego p. 23, en vancia y contenido constitucional. Las personas jurídicas son preci-
donde refiriéndose al art. 31 señala expresamente: «La virtud, si acaso, de esta samente medios, objetos, puestos al servicio del h o m b r e para que
opción del legislador, es la de mostrar la dificultad de compaginar constitucional- pueda alcanzar determinados fines. Resulta difícil p o r ello pretender
mente los modelos de heterorresponsabilidad con los parámetros del Derecho que gocen de u n derecho derivado de la dignidad, valor que se
penal moderno». o p o n e precisamente a la objetualización de la persona. Es cierto
244
BVerfGE 20, 323, 333, también en NJW, 1967, pp. 195 ss., argumentación
que, precisamente, en cuanto medios según la jurisprudencia cons-
que después acoge el legislador en la fundamentación del § 30 OWiG; vid. EHR-
HARDT, Unternehmensdelinquenz, op. cit., pp. 82 s. En la doctrina alemana mantiene, titucional gozan de derechos fundamentales. Pero c o m o consecuen-
no obstante, que el modelo vicarial o de la imputación es contrario a la Consti- cia de esta instrumentalidad, y al m e n o s en lo que concierne a la
tución y que debería adoptarse, en el futuro, un modelo de culpabilidad propia, culpabilidad, también se acaba difuminando el ataque a la dignidad
ZlESCHANG, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit juristischer Personen im franzósischen
Recht - Modellcharakter für Deutschland, «ZStW», 2003, Bad. 115, p. 129.
245
NIETO MARTÍN, Fraudes comunitarios, op. cit., pp. 122 s. Extensamente, NIETO MARTÍN, El conocimiento del derecho, op. cit., pp. 32 ss.
118 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 119

que supone el sistema de responsabilidad objetiva directamente apli- nización24a. -No obstante, esta sentencia, en absoluto cierra el
cado a las personas físicas. paso a otro tipo de modelos de imputación. De hecho, la sen-
tencia recaía sobre un tipo de sanciones administrativas que se
Esta afirmación no cierra el paso a que, tras un análisis más
acoplaban muy bien a este tipo de argumentación249. Tras la sen-
detenido, determinadas manifestaciones del principio de culpabili-
tencia buena parte de la doctrina administrativa ha mantenido
dad, distintas a la interdicción de responsabilidad objetiva, sí que por ello que el modelo vicarial puede ser posible. Claro está que
pudieran trasladarse a las personas jurídicas 247 . Así, por ejemplo, no para cerrar el círculo de las posibles y complicadas interpretacio-
puede ponerse en duda que toda la vertiente del principio de cul- nes siempre podría mantenerse en este punto que al igual que el
pabilidad relacionada con la presunción de inocencia, que veta los principio de culpabilidad de las personas físicas conoce modula-
delitos de sospecha, sea de aplicación también a personas jurídicas. ciones en el derecho sancionador administrativo, también ocurri-
Igualmente si el reconocimiento del error de prohibición forma ría lo propio con el relativo a las personas jurídicas.
parte del principio de culpabilidad, también considero obligado que
sea de aplicación a la responsabilidad de personas jurídicas, como, Podría argumentarse igualmente que la inadmisibilidad cons-
titucional del modelo de transferencia de responsabilidad provie-
por otro lado, nadie discute.
ne del principio de proporcionalidad o del de igualdad. En rela-
En suma, a la vista de cuanto acaba de señalarse, puede concluir- ción al primero el argumento vendría a ser que una sanción
se que: a) la responsabilidad de la persona jurídica no es contraria al impuesta la empresa que «a puesto todo lo mejor de su parte» es
principio de culpabilidad, pues éste o bien no es aplicable a las per- excesiva (proporcionalidad en sentido estricto) o inútil (inidó-
sonas jurídicas o —en lo que, a mi juicio, constituye la mejor op- nea), pues no incita a la empresa a cooperar con la administra-
ción— presenta necesariamente matices importantes; b) a partir de ción de justifica y ser transparente. Igualmente podría señalarse
aquí, y a falta de un análisis más detallado, en la situación actual no que resulta arbitrario tratar igual a la empresa que se ha «autoor-
existen suficientes argumentos para indicar que resulta contrario al ganizado» correctamente que a aquella que no lo ha hecho. Pues
principio de culpabilidad constitucional aplicable a las personas físi- bien, aunque comparto estos argumentos, y de hecho en este
cas un sistema de responsabilidad basado en la responsabilidad vica- lugar no va a mantenerse un modelo vicarial, no creo que a la
rial. Y ello aunque haya de reconocerse que la culpabilidad de orga- luz de la actual puedan prosperar. Tanto el principio de igualdad
nización, prima facie, aumenta las posibilidades de defensa de la y más aún el de proporcionalidad son bastante modestos en el
persona jurídica y, por tanto, sirve para consagrar una formulación control del legislador. Cuando la cuestión constitucional versa
sobre la eficacia de una normativa o su exceso, cuestiones la pri-
del principio de culpabilidad que proporciona un mayor grado de
mera de base empírica y la segunda altamente valorativa, la in-
equivalencia funcional con el existente en las personas físicas.
constitucionalidad sólo aparece cuando es evidente la equivoca-
ción. Pues bien, en el plano doctrinal la vicarious liability sigue
De hecho, como ya tuve ocasión de exponer, la conocida teniendo partidarios y son varios los ordenamientos que acogen
—y ciertamente oscura— sentencia del TC 246/1991 puede este modelo; se hace por ello muy difícil mantener —constitu-
interpretarse muy bien en el sentido de la culpabilidad de orga- cionalmente— la ausencia absoluta de razonabilidad.
Tampoco me parecen definitivas las observaciones de Gó-
247
Tal como, por ejemplo, ocurre con la inviolabilidad del domicilio a partir mez-Jara. Si lo que dice este autor fuera cierto, sería ya incom-
de la STC 69/1999, donde se señala que debido a la vinculación de este derecho patible con la Constitución la imposición de sanciones adminis-
fundamental con la intimidad, predicable sólo de personas físicas, su contenido trativas a las personas jurídicas, que en nuestro derecho
constitucional no puede ser el mismo. Ésta podría ser en realidad la lectura más
correcta de la famosa sentencia del T C 246/1991, cuya doctrina más que referida
al principio de culpabilidad en el derecho sancionador administrativo, podría ir N I E T O M A R T Í N , Fraudes comunitarios, op. cit., pp. 205 ss.
referida a la plasmación del principio de culpabilidad en las personas jurídicas. N I E T O , Derecho administrativo sancionador, op. cit., pp. 306 ss. y 312 s.
120 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 121

obedecen a un modelo de transferencia de responsabilidad muy Segunda: La teoría de la identificación o un concepto estricto de
relajado. La doctrina del TC sobre el pago solidario de las san- agente, en una suerte de efecto dominio, pone en peligro el resto
ciones es aplicable, por tanto, a supuestos de distintas personas de los objetivos de la responsabilidad colectiva. Así, no es capaz de
físicas o jurídicas, pero no puede ser extrapolada a la relación trasladar eficazmente a la empresa los costes que se derivan de su
entre representantes y personas jurídicas. producción (supra § 2.2.4). Desde este punto de vista, es ciertamen-
te indiferente el grado en la jerarquía de quien actúa. No se entien-
En conclusión: el modelo vicarial es constitucionalmente inobje- de muy bien por qué la empresa únicamente debe asumir el coste
table siempre y cuando posibilite utilizar al órgano judicial encargado social de los comportamientos delictivos realizados por la cúspide.
de determinar la pena utilizar el principio de cuenta y por supuesto
se respeten los derechos de defensa. Ambos requisitos son necesarios, Tercera: El concepto estricto de agente es peligroso para el pro-
por lo demás, sea cual sea el modelo de imputación elegido. En estos ceso penal (supra § 2.2.4). Un efecto de este sistema es que incita a
momentos no existen argumentos constitucionales suficientes que los administradores a descargar su responsabilidad en los empleados.
hagan preferible un modelo basado en la propia culpabilidad de la Con ello no sólo intentará lograr objetivos de carácter personal (no
empresa o en su «defecto de organización». Así las cosas, los posibles ser removido de su puesto, sujeto a responsabilidad, ver menoscaba-
defectos o virtudes de este modelo son de índole práctica. El debate do su honor...), sino también evitar pérdidas para la persona jurídi-
legislativo en torno a su adopción debe, pues, centrarse en este terre- ca. Es decir, los incentivos para buscar «cabezas de turco» o «chivos
no y no en el del derecho penal constitucional. expiatorios» entre los niveles inferiores son notables. Esta estrategia
defensiva incrementa a su vez el peligro de error judicial, que sólo
puede compensarse aumentando los gastos del proceso. En suma
3.2.2. ¿£s la vicarious liability un modelo de imputación eficaz
desconoce el objetivo del proceso penal más sencillo, barato y efi-
y teóricamente consistente?
caz que se pretende instaurar mediante la responsabilidad colectiva.
Cuarta: Este sistema es profundamente injusto, pues acaba
El modelo de responsabilidad por transferencia es desaconsejable
beneficiando a las empresas más grandes y complejas. En empresas
político-criminalmente, pero sobre todo lo es cuando se adopta el
medianas y pequeñas resulta más fácil demostrar la responsabilidad
concepto estricto de agente que propone la teoría de la identifica-
ción. Este concepto frustra la mayor parte de los objetivos que se de los superiores o que éstos al menos hayan conocido o tolerado
pretenden a través de la responsabilidad corporativa. En concreto, el hecho que en las grandes 250 . En el caso de empresas de estruc-
plantea cuatro graves disfunciones: tura trasnacional la ineficacia del sistema es aún mayor, pues loca-
lizar en ellas la responsabilidad en la cúspide es poco menos que
Primera: Un sistema vicarial construido sobre esta base recupera imposible, con ello se pone en peligro uno de los objetivos perse-
problemas característicos de la responsabilidad individual, como son guidos mediante la responsabilidad colectiva, aumentar la eficacia
los que he denominado antes como los problemas de la identificación perdida por el ordenamiento jurídico como consecuencia de la
y de la culpabilidad, en cuanto que obliga a buscar un culpable entre globalización (supra § 2.2.5).
los superiores. No aligera, por tanto, la sobreexplotación del derecho
penal individual que sigue estando obligado a extender, hasta límites
250
que pueden resultar criticables, la responsabilidad de las personas Cfr. Developments in the Law. Corporate Crime, op. cit., p. 1255; LAUFER,
naturales. Es verdad, no obstante, que esta razón empieza a perder Guilty Mind, op. cit., pp. 706 ss., cuyos esfuerzos por superar el sistema vicarial
tienen que ver con el propósito de aumentar la presión punitiva sobre las gran-
peso cuando el hecho de conexión deja de ser en cuanto tal la con-
des corporaciones, vid. además las múltiples referencias doctrinales que recoge,
ducta delictiva y se conforma con una falta de vigilancia, como ocu- que patentizan la sobrerrepresentación de las pequeñas empresas en las estadísti-
rre en los modelos más relajados de la teoría de la identificación. cas criminales.
122 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 123

La responsabilidad por transferencia no plantea estos inconve- Mucho más compleja resulta determinar su influencia cuando se
nientes cuando se acoge una versión amplia de todos sus elementos; trata de analizar el grado de motivación para que se establezcan sis-
es más, también supone ventajas considerables. Así, en primer lugar, temas de prevención, detección y esclarecimiento del delito. La res-
al operar como una responsabilidad objetiva inexorablemente tras- ponsabilidad vicarial es efectiva a la hora de incentivar sistemas de
lada a la empresa el coste social que ha ocasionado el comporta- organización que dificulten la comisión de hechos delictivos
miento delictivo, por lo que incita a una producción socialmente aumentando sus costes. Ahora bien, no puede decirse lo mismo una
eficiente. Este hecho no siempre tiene lugar en el modelo de cul- vez que el comportamiento delictivo se ha producido. El principal
pabilidad de empresa o en el mixto donde se permite, bajo deter- inconveniente de la vicarious liability es que no incita a la coopera-
minadas condiciones, eludir la responsabilidad. Si los costes econó- ción con la administración de justicia, o la autoridad sancionadora
micos que conlleva cumplir con el deber de diligencia son más administrativa, con el fin de esclarecer las infracciones ya realizadas,
bajos que el coste social de la infracción, el ente seguirá obtenien- ni tampoco invita a establecer controles internos tendentes a descu-
do ventajas económicas de la realización de comportamientos delic- brir hechos delictivos. La razón es sencilla: puesto que la empresa va
tivos. Por otro lado, dado que no siempre resulta fácil para los jue- a ser irremediablemente sancionada de descubrirse el comporta-
ces determinar un estándar de diligencia adecuado, la intervención miento ilícito de la persona natural su interés en que éste se descu-
penal basada en un modelo de culpabilidad de organización puede bra es nulo. La sanción al colectivo refuerza por ello el pacto de
silencio que operaba como característica criminógena en el derecho
no ser eficaz. Ya veremos posteriormente cómo parte importante de
penal de la empresa. Este efecto perverso se extiende incluso a
la doctrina norteamericana considera que muchas de las medidas de
medidas de policía de tipo preventivo, tendentes a la detección de
organización, que se adoptan por las empresas para eludir su respon-
delitos 252 , pues siempre existe el peligro de documentar la infrac-
sabilidad, no son sino mera «cosmética» (vid. infra § 5.3.2)251.
ción y de facilitar, por tanto, la investigación. En este escenario los
La vicarious liability es, en segundo lugar, un sistema eficaz a la empleados darán además poca credibilidad además a las medidas de
hora de incentivar que la empresa sancione de algún modo al autor policía que anuncie la empresa con el fin de evitar hechos delicti-
de la infracción, pues con ello no hace sino desplazar internamente vos, pues saben que es la principal interesada en esconderlos253 .
el coste que le ha generado la infracción hacia las personas físicas
responsables. De este modo, se asegura el mecanismo de motivación Para entender esta crítica debe hacerse la siguiente distin-
indirecta de personas físicas que se pretende a través de derecho ción. Existen medidas preventivas que simplemente dificultan la
penal colectivo. comisión de hechos delictivos pero no entrañan per se una
mayor posibilidad de detección. Por ejemplo: seleccionar cuida-
La sanción puede efectuarse de forma relativamente sencilla, dosamente a los empleados de una multinacional que van a
operar en un país con altos niveles de corrupción. A éstas son a
esto es, sin necesidad, por ejemplo, de utilizar procedimientos
las que nos referíamos al señalar que la strict liability incentiva a
disciplinarios o de responsabilidad, basta para ello con un siste-
su cumplimiento. Las medidas de policía preventivas son aque-
ma de incentivos y retribuciones bien construido en el que se
llas que están destinadas directamente al descubrimiento de
tome como referencia la marcha de la sociedad «a largo plazo».
Un sistema de incentivos o retribuciones basado en el «corto
plazo» es, por el contrario, disfuncional, en cuanto que refleja 252
Ejemplo: grabación de las conversaciones de los empleados de una empre-
inmediatamente los beneficios obtenidos por el delito. sa financiera con los clientes, con el fin de detectar posibles fraudes.
253
Más detalles en ARLEN/KRAAKMAN , Controlling Corporate Misconduct,
op. cit., pp. 707 ss.; el análisis del perverse efect puede verse ya en un trabajo anterior
251
En lo que sigue es fundamental ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate de ARLEN, The Potentially Perverse Efects of Corporate Criminal Liability, «J. L. Stu-
Misconduct, op. cit., pp. 695 ss. dies», n.° 25, 1996, pp. 883 ss.
124 Parte II. Sistemas de imputación § 3. Responsabilidad vicarial o transferencia de responsabilidad 125

hechos delictivos, como, por ejemplo, someter a controles de al- tión empresarial sobre los que se proyectan los deberes de autoor-
coholemia o análisis de sangre a los trabajadores de una empre- ganización. Si bien, todo ello todavía se expresa de una forma muy
sa de transportes con el fin de impedir la comisión de delitos personalizada: existe una relación con la empresa cuando la relación
contra la seguridad en el tráfico. laboral aumenta el riesgo de realización del delito.
Resulta fácil de entrever igualmente cómo la teoría amplia del
Tras los aspectos relativos a la eficacia, debe reseñarse que un gra- agent también encuentra una mejor explicación en un defecto de
ve problema de la teoría de la transferencia es de índole técnico- organización. Desde este punto de vista lo que importa es que los out
jurídico. La falta de soporte teórico que acompaña a la responsabili- puts de la empresa sean correctos, con independencia del nivel que
dad vicarial, la hace ir a la deriva empujada por los vientos del ocupa en la escala jerárquica la persona que los ha producido e inclu-
pragmatismo 254. Construida con materiales del derecho civil, su evo- so si no son empleados. ¿Por qué un tercero independiente cuyos ser-
lución no ha seguido otro rumbo que el de atajar problemas de apli- vicios contrata la empresa no puede generar responsabilidad?
cación. Ello hace que su utilización sea insegura en cuanto que el
juez desconoce los criterios axiológicos y los principios que funda- Toda esta evolución conlleva además el que algún requisito,
mentan y justifican en última instancia sus diversos elementos. En como especialmente la intención de beneficiar a la empresa, no
realidad, lo que está ocurriendo es que de manera más o menos encaje o carezca de sentido, más allá de los casos absolutamente cla-
imperceptible la ruta emprendida por el modelo vicarial lo está ros, donde lo que existe es la intención de perjudicarla. Resulta
aproximando a la culpabilidad de empresa. Sólo explicaciones prove- contradictorio, por ejemplo, interpretar extensivamente el requisito
nientes de este modelo permiten aclarar con coherencia la evolución por cuenta de la empresa, para posteriormente restringirlo exigien-
de cada uno de sus elementos. do una actuación en beneficio. Si, en cualquier caso, el objetivo de
la vicarious Uability es trasladar el coste social del delito a la produc-
Ello es especialmente evidente en doctrinas como las del cono- ción de la empresa, no se entiende muy bien por qué la empresa no
cimiento colectivo. El posible error de esta construcción radica en puede ser hecha responsable debido a la ausencia de una actuación
que apunta un posible camino a seguir, pero sin plantearse que ello —vgr., no instalar los oportunos controles medioambientales— «en
entraña un nuevo fundamento. Construir el intent a partir del suma- beneficio» de la sociedad256.
torio de conocimientos individuales es reconocer que la corpora-
ción es distinta de los sujetos que la componen. La mens rea de la El paulatino acercamiento de la vicarious al modelo de la culpa-
cual se deriva la responsabilidad colectiva no está presente en nin- bilidad de empresa se aprecia con mayor claridad si nos fijamos en
gún autor individual. En realidad lo único que justifica la atribución la que hemos denominado como teoría intermedia de agent que
de responsabilidad a la empresa es la culpabilidad por defecto de impera en la UE, en la cual a la empresa además de los delitos
organización, pues es un defecto lo que ha provocado la fragmen- dolosos cometidos por el superior jerárquico se imputaban también
tación de conocimientos individuales255. sus faltas de vigilancia o tolerancia.

Parecidas consideraciones cabe señalar en relación al elemento


Un ejemplo, perteneciente al ámbito de la corrupción, pue-
del «fin de la empresa». La evolución de este componente lo que en
de servir para aclarar la anterior afirmación: si el ejecutivo de la
realidad viene a determinar es el haz de riesgos derivados de la ges- compañía X que actúa en un país centroamericano ha soborna-
do a un funcionario, el hecho puede imputársele a la empresa
254
Resultan de gran interés en este sentido las observaciones de LAUFER, como doloso si se emplea un concepto amplio de agent, pero
Guilty Minds, op. cit., pp. 653 ss., quien señala que esta teoría y su larga supervi- puede imputarse como imprudente si lo que se transfiere a la
vencia en la práctica norteamericana es fruto del pragmatismo.
255
Vid., por ejemplo, Di MAGUE, Etica, p. 354, GÓMEZ-JARA, Corporate Cri-
minal Uability, p. 306; el mismo, La responsabilidad penal, op. cit., p. 42. En este sentido, HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 221 s.
126 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 127

empresa es la ausencia de vigilancia del superior competente. En


este caso la empresa respondería por un delito de corrupción § 4. Culpabilidad de empresa
imprudente que no está tipificado para las personas naturales y
que consiste en buena medida ya en un defecto de organiza-
ción. Como puede apreciarse se trata ya se una transferencia de El nacimiento de la culpabilidad de empresa procede del matri-
responsabilidad extraordinariamente sui generis, que además no monio entre la necesidad del modelo vicarial de ir superando difi-
explica por qué la sanción va a calcularse en el caso de la em- cultades probatorias y las constataciones que desde Sutherland se
presa en relación a un delito doloso de cohecho. Este modelo venían realizando relativas al espíritu criminal de grupo, la cultura
híbrido, que se aprecia con claridad en las propuestas de la UE, corporativa, la filosofía de la empresa o el ethos colectivo. A todo
sólo puede explicarse desde el paradigma de la culpabilidad de ello habría que añadir, en una segunda fase, la fusión con el desa-
organización. rrollo de la ética empresarial que ha aportado el marco teórico
necesario para comprender y, sobre todo, concretizar qué es la cul-
Al respecto de este modelo híbrido, son fundamentales las
pabilidad de empresa.
observaciones de Heine 257 señalando principalmente cómo en
grandes empresas vuelve a estrellarse contra el problema de la Tal como advertía en la introducción, los modelos legislativos,
identificación y genera nuevamente presiones sobre el derecho en cuanto modelos ideales, no concuerdan siempre con un orde-
penal individual que pueden dar lugar a imputaciones indebidas. namiento concreto o, aunque aquí las excepciones son mayores,
Un modelo aún más híbrido, esto es, más tendencialmente pró- con una propuesta doctrinal. En este lugar, dentro de los modelos
ximo a la culpabilidad de empresa, se produce cuando a lo ante-
de culpabilidad de empresa incluiremos sólo aquellas construccio-
rior se añade la no necesidad de identificar a la persona natural
nes en las que el agent desaparece total o casi prácticamente de la
que realizó el hecho. Esto es, una responsabilidad de empresa
que se basa en el sumatorio de: a) una infracción interna de los formulación legal. Se trata, en definitiva, de mecanismos de asigna-
deberes de vigilancia y control y b) que puede ser realizada por ción de responsabilidad donde la idea de «transferencia» está radi-
un agent que además no es preciso identificar exactamente258. A calmente ausente.
mi juicio, este modelo vicarial absolutamente desdibujado pue-
de funcionar, pero para ello deben abandonarse los viejos para- Podría haberse atendido a otra distinción fundamental a la
digmas teóricos del modelo vicarial e intentar reformular todo hora de catalogar un modelo dentro de las filas de la culpabili-
coherentemente a partir de la culpabilidad de empresa. dad de empresa o dentro de los sistemas mixtos: la eficacia
exculpante de la culpabilidad de empresa. En efecto, dentro de
Resumo: el modelo vicarial resulta desaconsejable. Si se adopta los modelos mixtos (responsabilidad vicarial + culpabilidad de
empresa, infra § 5) pueden distinguirse entre aquellos que per-
un modelo estricto de agente, sus resultados político-criminales son
miten que la ausencia de culpabilidad de empresa borre total-
desastrosos. Mas, por otro lado, cuando en virtud de necesidades
mente la responsabilidad transferida, como ocurre, por ejemplo,
prácticas sus requisitos se desdibujan se convierte en un modelo
con el Decreto legge italiano o el Model Penal Code, y otros en
teóricamente inconsistente y a la deriva, lo que acarrea inseguridad
los que el ejemplo son las Guidelines, la Ley austríaca o el
jurídica en su aplicación.
art. 31 bis del Proyecto de reforma del CP español, el buen
comportamiento de la empresa no va a compensar nunca del
todo la responsabilidad individual transferida. Los primeros
modelos citados están lógicamente mucho más cerca del siste-
257 ma de imputación de la enterprise duty. Pero siguen siendo mix-
Op. ult. cit., pp. 223 ss. y 243 ss.
258
En este sentido, cita HEINE propuestas legislativas en diversos países nórdi- tos en cuanto que la persona individual no desaparece. Además,
cos, op. ult. cit., p. 225. como después se verá, en todo este grupo de sistemas mixtos la
128 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 129

culpabilidad de empresa, dogmáticamente hablando, tiene más (1) . Una corporación es responsable por homicidio de la
que una eficacia constituyente un sentido excusante o de déjen- corporación cuando
se que provoca un régimen procesal de inversión de la carga de (a) un fallo en la dirección es la causa o una de las causas
la prueba. de la muerte,
(b) y dicho fallo puede considerarse una actuación que no
cumple con el estándar que razonablemente puede exigírsele a
4.1. Los modelos legislativos (corporate manslaughter, Código
una corporación en semejantes circunstancias.
penal australiano y suizo)
(2) A los efectos de la sección anterior, (1).
La primera fórmula legislativa que en nuestra área jurídica se (a) Existe un fallo de dirección cuando su actividad se eje-
acomoda al modelo de la culpabilidad de empresa es el proyecto cuta y organiza sin garantizar la salud y la seguridad de las per-
de coportate manslaugther en el Reino Unido. Tras varios accidentes sonas empleadas o relacionadas con dicha actividad.
mortales en transportes públicos y sobre todo un grave accidente (b) El fallo puede considerarse la causa de la muerte aun-
marítimo en 1987 donde perdieron la vida 188 personas, el deba- que su causa inmediata se encuentre en la acción o en la omi-
te acerca del modelo de imputación se aviva notablemente en el sión de una persona física.
Reino Unido, al ponerse de manifiesto la ineficacia de la teoría de
la identificación. Los tribunales ingleses fueron incapaces de esta- Esta propuesta encarna fielmente lo que se quiere expresar bajo
blecer la culpabilidad individual en sénior manager a partir de la cual el modelo de culpabilidad de empresa. Lo decisivo para la imputa-
derivar la responsabilidad de la empresa 259 . El fracaso de la teoría ción de la muerte es el defecto o fallo de organización (managent
de la identificación en los supuestos anteriores originó el Law failure), cuya concreción se dirige además a lo que cabe exigir a una
Commission Raport n. 237 de 1996, donde se propone un delito empresa en circunstancias semejantes. La persona individual desapa-
destinado específicamente a las personas jurídicas, el «homicidio de rece y la relación causal se establece directamente entre el defecto
la corporación» 260 : de organización y el resultado. Las diferencias con el modelo vica-
rial son radicales. El corporate killing muestra ya, sin embargo, lo que
259
Vid. extensamente WELLS, Corporations, op. cit., pp. 107 ss.; e igualmente será una de las principales críticas contra la responsabilidad de
resume muy bien toda la polémica y el contenido del homicidio de la corpora- empresa, la indeterminación de la noción del defecto de organiza-
ción tras la catástrofe del Zeebrugge, Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 155 ss., y L O T T I - ción. El esfuerzo que se hace para la definición de este concepto es
NI, La responsabilitá pénale, op. cit., pp. 156 ss. claramente tautológico 261.
260
Home Office, Reforming the Law on involuntary manslaughter: The govern-
ment's proposal, Home Office, may 2000, pp. 13 ss. La Corporate Manslaughter and El «homicidio de empresa» plantea otra característica que vamos
Corporate Homicida Act 2006, finalmente aprobada, no responde a los presupuestos a ver repetida: su actuación como tipo de recogida o subsidiario. El
del proyecto y por ello no tiene, a los efectos de este estudio, un interés tan rele- tipo penal entra en juego allí donde no es posible transferir la res-
vante. En efecto, en el texto final ha pesado notablemente la tradición inglesa de
la teoría de la identificación, de tal modo que para que la corporación sea hecha
responsable se requiere que el deber de cuidado que se le impone a la empresa mano» el comportamiento imprudente causante de la lesión; más detalles en
haya sido infringido por un sénior manager, esto es, una persona que adopta deci- Explanatory notes. Corporate Manslaughter and Corporate Homicida Act 2006
siones relativas acerca de cómo la empresa o una parte sustancial de la misma debe (http://www.publications.parlament.uk).
261
ser dirigida o organizada. N o obstante, debe indicarse que el texto final contiene Critican lo vago del concepto COFFEE, Corporate Criminal Liability, op. cit.,
avances importantes en relación a la teoría más estricta de la identificación, pues p. 18, y WELLS, Corporations, op. cit., pp. 124 ss., e igualmente las observaciones de
de acuerdo con ésta, lo que debe investigarse es que el superior realiza «de propia LOTTINI, La responsabilitá pénale, op. cit., p. 174.
130 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 131

ponsabilidad utilizando la teoría de la identificación y lo hacen en empresa. Se trata de un sistema de imputación en dos fases. En la
el marco de comportamientos imprudentes 262 . De hecho lo que primera es necesario demostrar cómo el tipo penal (physical element)
tipifica al Law Commision es un delito imprudente cometido por ha sido realizado por un agente de la organización, cualquiera que
una persona jurídica. Si lo que se quiere imputar es un homicidio, sea su categoría, dentro de sus competencias. En la segunda, que
por ejemplo, a título de reckless no hay otro camino que acudir a la constituye una suerte de teoría de la identificación en tránsito hacia
teoría de la identificación. El coportate manslaugther es una respuesta una teoría de la culpabilidad de empresa, es preciso que este hecho
de PE a un problema de PG. haya sido expresa, tácita o implícitamente autorizado o permitido.
El CP australiano de 1995 263 , en vigor desde marzo del 2001, Mas es aquí donde aparece la culpabilidad de empresa. Mientras que
que reformula la responsabilidad penal de personas jurídicas, esta- dos supuestos de autorización, permisión etc., son un claro reflejo de
la teoría de la identificación264 —(a) y (b)—.
blecida tradicionalmente de acuerdo con la teoría de la identifica-
ción, constituye, por el contrario, una genuina solución de Parte
La sec. 12 del CPA que regula este aspecto indica concreta-
general. Lo remarcable de este sistema es que, además de asumir la
mente que la autorización o tolerancia, expresa o tácita, puede
culpabilidad propia de la empresa, por primera vez, establece un
establecerse:
delito doloso y otro imprudente de responsabilidad colectiva.
(a) probando que el consejo de administración consciente-
En el tipo doloso, más lastrado por el peso de la tradición vica- mente o por desconsideración realizó la conducta relevante o la
rial, el agente no desaparece, pese a la irrupción de la culpabilidad de permitió o autorizó expresa, tácita o implícitamente la permitió
o autorizó;
262
Tras el caso Zeebrugge alguna sentencia ha intentado relajar la teoría de la (b) probando que un alto dirigente conscientemente o por
identificación y, en el sentido que antes señalábamos, fijar la responsabilidad indi- desconsideración realizó la conducta relevante o expresa, tácita o
vidual no tanto en un hecho delictivo de una persona física de la brain área que se implícitamente la permitió o autorizó.
transfiere a la jurídica, como en una culpa in vigilando del órgano delictivo que ha
permitido la actuación imprudente de un subordinado, vid., por ejemplo, Meridial
Otros dos sorprendentemente —(c) y (d)— configuran este
Global Funds Management Asia Ltd v. Securities Comisión (1995), en Di MAGLIE, Eti-
ca, op. cit., p. 158; también sobre este caso LOTTINI, La responsabilita pénale delle per-
requisito directamente a través de la culpabilidad de empresa, con-
sone giuridiche, op. cit., pp. 162 ss. cretada en la idea de cultura corporativa, y, por tanto, de un modo
Pero en general lo que caracteriza a la jurisprudencia inglesa es su rigidez de imputación absolutamente despersonalizado265:
para acuñar una teoría vicarial más flexible, que tal como ha ocurrido en los USA
supere los problemas de imputación. (c) probando que existe una cultura corporativa dentro de
263
Australia no es un ordenamiento usual en nuestras referencias de derecho la corporación que ha dirigido, animado, tolerado o permitido
comparado. Su inclusión en este punto no se debe a un alarde de erudición, sino el incumplimiento de la disposición infringido,
a que en esta materia no hay otro remedio que tenerlo en cuenta. Com o indica
WELLS, Corporations, op. cit., p. 136: «The Australian Criminal Code Act 1995 appears
to provide the most detailed consideration qf organizational liability ofthe comon lawjuris- 264
Teoría de la identificación que se acoge en una versión similar a la pre-
dictions». Ello no es extraño dada la calidad de la doctrina australiana en esta mate- vista en el Model Penal Code y que después se analizará (infra § 5) en cuanto que
ria, donde destacan principalmente BRAITHWAITE y FISSE, autores que han tenido admite como déjense en los casos de «altos directivos» [letra (b)] — n o así cuando
una gran influencia en todo el debate norteamericano. Al final de este epígrafe se se trata del consejo [letra (a)]— la due diligence de la empresa para prevenir el
estudiará su propuesta de culpabilidad corporativa, la reactive fault que, sin embar- delito.
go, no fue acogida por el legislador australiano, pese a que alguno de sus aspectos 265
Cfr. Criminal Code Bill, 1994, Explanatory Memorándum, 1994. Part 2.5—
fueron ya esbozados en el Mitchell Committee (Criminal Law and Penal Methods Corporate Criminal Responsability. División 12; una buena exposición puede encon-
Reform Committee qf South Australia, Fouth Report: The Substantive Criminal Law, trarse también como siempre en Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 163 ss.; vid. además
South Australian Goverment, Printer, Adelaide, 1977).
brevemente COFFEE, Corporate Criminal Liability, p. 20.
132 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 133

(d) probando que la corporación no ha creado y manteni- ción. La concreción es bastante mayor que en el Proyecto de homi-
do una cultura corporativa con el fin de que se cumpla la dis- cidio de la corporación inglés, que sin duda pertenece a la misma
posición infringida. familia: delito imprudente de empresa, en ausencia de una persona
A continuación la sec. 12.3.(4) intenta perfilar, mediante individual responsable.
ejemplos típicos, en qué consisten (c) y (d); es decir, la culpabi- La definición de la culpabilidad de empresa dolosa es más com-
lidad de empresa: pleja. Se trata de describir un concepto tan escurridizo como un
(a) cuando en la comisión de un delito de igual o similar ethos corporativo, que empuja o incita a la comisión de hechos
carácter ha existido autorización por un alto directivo de la delictivos individuales, esto es, que actúa como factor criminógeno.
entidad, y Este concepto abarca desde situaciones de tolerancia o autorización
—a priori, posteriori o tácita— por parte de superiores, a otras que
(b) si el empleado, agente u oficial de la corporación que tienen que ver más con políticas propias o una determinada cultu-
ha cometido el delito cree con un fundamento razonable o tie-
ra corporativa. La doctrina de la identificación se degrada a una
ne una expectativa razonable que un alto dirigente de la corpo-
suerte de ejemplo típico de cultura corporativa desviada266.
ración hubiera autorizado o permitido la comisión del delito.
En Europa continental la culpabilidad de empresa se ha acogi-
El Código define además 12.3.(6) que entiende por cultura
do, si bien no de una forma tan acabada, por el CP suizo, donde la
corporativa: «una actitud, política, tipo de conducta o práctica
responsabilidad colectiva ha sido introducida mediante la Ley de 3
generalizada dentro de la corporación o en una parte de la mis-
de marzo de 2003, sobre financiación del terrorismo. La lectura del
ma en la que tienen lugar una actividad importante».
art. 100 quarter del CP evidencia que el modelo elegido es la cul-
pabilidad por defecto de organización. Sobre este criterio se cons-
La responsabilidad de la empresa resulta más evidente en caso de truyen dos modalidades diferentes de responsabilidad, que a diferen-
imprudencia (sec. 12.4). La conducta negligente, de no constatarse cia de lo que ocurre en Australia, no son dolosa/imprudente, sino
un autor individual, puede predicarse de la propia empresa, sin directa/subsidiaria.
necesidad de localizar la imprudencia en un concreto empleado: «la
culpabilidad es atribuible a la organización cuando la conducta de La responsabilidad subsidiaria se establece en el art. 100 quar-
la empresa aparece como imprudente en su conjunto». En este caso ter 1. La empresa es responsable bajo tres condiciones: a) si el hecho
la culpabilidad surge si la conducta se debe a: no puede ser adscrito a ninguna persona natural, b) si el delito ha

(a) una gestión de empresa inadecuada, un control o super- 266


Sobre este modelo de culpabilidad de empresa (Corporate Ethos), vid. LAU-
visión ineficaz de la conducta de uno o más empleados, agentes FER, Guilty Minds, op. cit., p. 666 y más expresamente pp. 679 s., donde comenta
o dependientes, o propuestas doctrinales que se acercan bastante a lo dispuesto en el Código penal
australiano, como singularmente la de Pamela BUCY, Corporate Ethos: A Standard for
(b) la omisión de establecer un canal de información inter- Imposing Corporate Criminal Liability, «Minnesota Law Rev.», Vol. 75, 1991,
no eficaz destinado al personal dirigente. pp. 1095 ss., y la corporate carácter theory, de M O O R E , Corporate Culpability under the
Federal Sentencing Guidelines, «Arizona Law Rev.», 1992, pp. 767 ss. Para ambos
Del Código penal australiano, aparte de su novedad legislativa, autores (vid. LAUFER, Guilty Minds, p. 667) la culpabilidad de la empresa se pro-
duciría si: (1) «por el comportamiento antijurídico de su representante si era razo-
interesa, como apuntaba, el esfuerzo por definir la culpabilidad de
nablemente previsible que una política o práctica corporativa pudiera conducir al
empresa y hacerlo además de forma distinta en los delitos dolosos e delito», (2) «cuando un acto ilegal fue cometido, autorizado, ordenado o aprobado
imprudentes. En los últimos la culpabilidad equivale claramente a por un alto directivo de la organización», (3) «cuando ha existido una ratificación
un defecto de organización, concretado en los mecanismos de con- o aprobación implícita del comportamiento antijurídico del representante». N o
trol, supervisión y sistemas internos de transmisión de la informa- hace falta insistir en el paralelismo con lo dispuesto en el CP australiano.
134 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 135

sido cometido en el ejercicio de la actividad comercial y c) la falta interés por varias razones268. La realizada por Heine lo es por razones
de adscripción del hecho a la persona individual se debe a una técnicas: ayuda a analizar con categorías jurídicas continentales, una
carencia en la organización interna. construcción, la culpabilidad de empresa que, tal como estamos com-
La segunda forma de responsabilidad (art. 100 quarter 2) es direc- probando, procede del mundo anglosajón269; su definición además de
ta y afecta a un grupo muy reducido de infracciones de corrupción, la culpabilidad de empresa dentro de lo que podríamos denominar
terrorismo y blanqueo de capitales. La responsabilidad de persona físi- «derecho penal de autor», en una línea también mantenida por Lam-
pe, resulta de gran interés. Fisse y Braithwaite son importantes por-
ca y jurídica es cumulativa y se condiciona como único requisito a la
que proponen un cambio de paradigma: un concepto de culpabilidad
existencia de un defecto de organización: «no haber puesto todas las
de empresa basado en su comportamiento postdelictivo (reactive fault)
medidas organizativas razonables e indispensable para impedir la
que proporciona un modelo de intervención muy interesante, y que
infracción cometida».
evidencia una idea, a mi juicio, esencial: la culpabilidad de empresa
Del CP helvético resulta interesante que aporta más posibilida- tiene una dimensión temporal diferente de la individual. No se refie-
des de plasmación legislativa de la culpabilidad de empresa. Hasta re al hecho concreto, sino al modo defectuoso de conducir la empre-
ahora nos eran conocidas dos: sa en relación a determinados riesgos delictivos (risk managent failure).
El concepto de culpabilidad de empresa que propone Gómez-Jara
(a) la responsabilidad imprudente por culpabilidad de además de tener una solvencia teórica mayor que los anteriores
empresa (homicidio de la corporación, en parte CP australiano); modelos, formulados de forma algo más heurística, auna la responsa-
bilidad de las personas jurídicas con la ética empresarial norteameri-
(b) la responsabilidad dolosa por culpabilidad de empresa
cana sobre la que descansa el corporate govemance, por lo que pone en
(CP australiano);
conexión el derecho penal colectivo con las últimas evoluciones del
derecho de sociedades y lo que no es menos importante la tradición
a ellas habría que añadir: dogmática europea con la norteamericana.

(c) la responsabilidad por culpabilidad de empresa debido a La propuesta de Heine, que plasma en una fórmula legislativa,
la no identificación del culpable, ya sea doloso o imprudente tiene el siguiente tenor literal270:
(100 quarter 1 CP suizo).
268
(d) la responsabilidad por culpabilidad de empresa, por no Existen por supuesto muchas más propuestas doctrinales; para su exposición
haber impedido un delito doloso sometido por una persona físi- y crítica puede verse el trabajo de GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa,
ca, sin que ello prejuzgue si la culpabilidad de la empresa es pp. 139 ss. Dejo en general de lado propuestas como las de TIEDEMANN, BRENDER,
dolosa o imprudente (100 quarter 2 CP suizo)267. HISRCH o EHRHARDT, porque, como bien señala GÓMEZ-JARA, aunque con el
rótulo de culpabilidad propia o de organización, tienen una marcada tendencia
vicarial, en el sentido de que, por ejemplo, señalan que del comportamiento delic-
tivo individual ha de presumirse la existencia de un defecto de organización. De
4.2. Las propuestas doctrinales (Fisse/Braithwai, Gómez-Jara, este modo la culpabilidad de empresa cumple un efecto más retórico que real. En
Heine, Lampe) la propuesta de HlRSCH la persona física sigue siendo también en realidad el epi-
centro de la imputación, pues para la culpabilidad de la asociación resulta siempre
necesaria la culpabilidad del órgano que actúe por ella.
Dentro de las propuestas doctrinales basadas en el modelo de 269
HEINE ha desplegado una influencia considerable en la doctrina alemana y
culpabilidad de empresa interesan especialmente cuatro, que son de española, vid. las pruebas en GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa,
op. cit., p. 188.
270
HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 316 s. Acojo básicamen-
Más detalles en HEINE, Das kommende Unternehmensstrafrecht, passim. te la traducción de S. BACIGALUPO SAGGESE, La responsabildad penal, op. cit., 182.
136 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 137

Punibilidad de las personas jurídicas: personas físicas" desaparecen y se acoge u n m o d e lo de «causalidad


(1) U n a empresa que descuida los riesgos típicos de su relajada». A la empresa n o se le imputa ningún delito, lo que exigi-
actividad omitiendo: ría del c o m p o r t a m i e n t o de una persona física. La propuesta signifi-
cativamente n o habla ni de homicidio, ni de delito ecológico, sino
1. la obligación de asegurar a largo plazo las fuentes de
de muertes, daños, peligros, etc. La estructura típica del precepto es
peligro de la actividad empresarial mediante medidas de organi-
además relativamente sencilla: u n control defectuoso del riesgo
zación y la adecuación de la estructura interna de la empresa,
característico de la actividad empresarial 2 7 1 que se realiza en u n
2. la obligación de mantener el nivel de seguridad en la acontecimiento especialmente grave, el disturbio empresarial 2 7 2 .
delegación de las competencias empresariales, Este último elemento constituye una «condición objetiva de san-
3. la obligación de supervisar y controlar los riesgos de la ción» 2 7 3 y n o el resultado del delito empresarial. La relación entre
actividad empresarial, será sancionada con una sanción de ambos elementos se establece a partir de una teoría similar a la del
empresa cuando tenga lugar un disturbio empresarial relevante. incremento del riesgo, desechándose fórmulas causales estrictas,
Existe un disturbio empresarial relevante, cuando tienen c o m o la teoría de la condición.
lugar:
Mas endeble, y, por tanto, menos aprovechable, resulta la pro-
1. muertes o lesiones corporales graves en grupos de la
puesta en lo tocante a la concreción del control defectuoso del
población,
riesgo —el Talón de Aquiles de este modelo—. Heine opera de
2. peligros contra la colectividad, especialmente incendios forma similar a la determinación del deber objetivo de cuidado
o explosiones (o daños materiales graves a un gran número de en la imprudencia. Primer tramo: ponderación entre la utilidad
edificios), social que se deriva del ejercicio de la actividad y el medio
3. daños contra el medio ambiente graves, que sólo p u e - ambiente. Segundo tramo: deber de cuidado específico teniendo
den ser paliados con graves dificultades o después de un largo en cuenta, de forma semejante al problema de las capacidades y
período de tiempo. conocimientos individuales en la imprudencia, los conocimien-
tos técnicos y científicos de la entidad 274 .
Este precepto se completa con un catálogo de sanciones de
empresa y con una propuesta de infracción administrativa que
adopta la forma de peligro abstracto, en el que se tipifican bási- Al lado de estos aspectos, resulta interesante observar la estruc-
camente supuestos en los que la empresa contraviene disposicio- tura temporal que sostiene al concepto de culpabilidad de empresa.
nes administrativas protectoras del medio ambiente. La culpabilidad n o se refiere al m o m e n t o concreto en que se p r o -
duce la lesión, sino que se trata de una «culpabilidad duradera» o
La primera peculiaridad del trabajo de H e i n e es que n o intenta culpabilidad por la conducción empresarial (Betribsführungsschuld).
plantear u n m o d e l o válido para cualquier clase de responsabilidad N o es relevante un fallo puntual en la organización; sino el «largo
de empresa (vgr., responsabilidad de empresa por corrupción, blan- plazo», el n o mantener una organización adecuada de forma cons-
q u e o de capitales, etc.). Se trata de u n m o d e l o restringido a grandes tante que impida cumplir con los deberes de aseguramiento del
riesgos, que claramente tiene in mente establecer la responsabilidad
de las empresas en materia de m e d i o ambiente. La estrategia es 271
HEINE, Die strqfrechtliche Verantwortlichkeit, op. rít., pp. 271 ss.
similar a la del corporte killing del derecho inglés. La conversión de la 272
HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 288 ss.
273
responsabilidad de las personas jurídicas en u n problema de P E . HEINE no emplea la palabra punibilidad, pues propone, como ya sabemos,
una tercera vía, donde las personas jurídicas son sancionadas con consecuencias
E n segundo lugar, la fórmula legal expresa m u y bien, al igual jurídico-penales distintas a las penas.
que el homicidio de la corporación, las esencias del modelo. Las 274
HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., p. 285.
138 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 139

riesgo en un determinado instante. En el terreno práctico esto con- es sólo la expresión de una filosofía empresarial desviada o de
duce a que la investigación procesal no tenga que centrarse tanto en defectos de organización permanentes.
cómo estaba gestionada la empresa el «día D», sino en cómo venía
siendo organizada275. Fisse/Braithwaite muestran igualmente en su propuesta la distin-
ta estructura temporal de la culpabilidad de empresa. Si hasta aho-
La idea de un derecho penal de autor empresarial, esto es, de un
ra, a semejanza del derecho penal individual, el esquema es: acción
derecho donde importe más la forma de ser del ente que la infrac-
ción, fue expuesta casi al mismo tiempo que Heine por Lampe, que + sanción, el propuesto por ellos es: acción individual + reacción
hablaba de una culpabilidad por el carácter de la empresa276. Ex- de la empresa + (en su caso) sanción. Lo decisivo no es cómo la
presado de un modo sencillo: la culpabilidad de empresa es conse- empresa se comporte antes del hecho delictivo, sino su reacción
cuencia de un carácter empresarial defectuoso que se mantiene a lo ante los acontecimientos, el comportamiento postdelictivo o reactive
largo del tiempo y que no se refiere a acciones concretas, sino al corporate fault, «definida como una culpabilidad de empresa consis-
«ser» de la corporación. Este carácter defectuoso se expresa de dos tente en no adoptar medidas preventivas o correctivas satisfactorias
formas, que recuerdan respectivamente al dolo o a la imprudencia. como respuesta a la comisión de un actus reus o un delito por los
La primera es una filosofía o cultura empresarial desviada de la cual empleados cuando actúan por cuenta de la corporación» 278 .
el comportamiento individual delictivo constituye una expresión.
La lógica de la responsabilidad por el carácter es evidente: el hecho Su concepto de culpabilidad deriva de consideraciones prag-
delictivo no es sino expresión de una personalidad defectuosa. La máticas. Como indica Fisse, en los delitos dolosos hasta la fecha
imprudencia es una organización defectuosa que potencia los peli- aún no se ha logrado establecer en qué consiste la mens rea de la
gros para bienes jurídicos que ya incluso la actividad ordenada de la corporación. La culpabilidad de empresa —strategic mens rea— es
empresa puede generar 277 . además muy compleja de demostrar, pues rara vez se prueba que
la empresa tuvo intención de delinquir. Las empresas no suelen
La tesis de Lampe tiene el mérito de que consigue explicar tener programas de actuación que explícitamente inciten a
tanto lo que podríamos denominar una responsabilidad impru- delinquir, antes al contrario, al menos de forma aparente, lo nor-
dente de la empresa (organización defectuosa), como una dolo- mal es que establezcan medidas preventivas279. Estas dificultades
sa (filosofía empresarial) y, en este sentido, no puede negarse que desaparecen si se adopta un punto de vista ex post: «si a la cor-
podría servir de sustento teórico a propuestas como las que se poración procesada se le da una oportunidad razonable para
han analizado en el Código penal australiano. Repárese, en este establecer una política de compliance después del actus reus de ün
sentido, que cuando la sec. 12 de este texto intenta poner en delito y esto atrae la atención de los directivos que conforma la
conexión la cultura empresarial con el hecho delictivo, necesa- política empresarial, la culpabilidad de la empresa puede estable-
riamente acoge un modelo de imputación similar al del derecho cerse sobre la base de su reacción antes que sobre las medidas de
penal de autor, en el que el comportamiento delictivo individual
278
FISSE, Reconstructing Criminal Law, pp. 140 ss.; FISSE/BRAITHWAITE, Corpo-
275
HEINE, Die strafrechtliche Verantwortlichkeit, op. cit., pp. 287 ss. Para una expo- rations, Crime, op. cit., pp. 146 ss.; un buen resumen como siempre en Di MAGLIE,
sición de las tesis de HEINE en castellano puede también consultarse GÓMEZ-JARA, Etica, pp. 166 ss., e igualmente en GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit.,
La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., p. 188, y ya antes BACIGALUPO SAGGESE, pp. 73 ss.
279
La responsabilidad penal, op. cit., pp. 179 ss. Obsérvese que el problema del dolo es muy similar o al menos paralelo al
276
Systemunrecht und Unrechtsysteme, «ZStW», n.° 106, 1994, pp. 683 ss. que se exponía en el modelo vicarial al estudiar el requisito de que el agente tenía
277 que actuar por cuenta de la entidad (§ 3.1.3), también aquí el problema consistía
Un análisis crítico de esta propuesta puede encontrarse nuevamente en
GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., pp. 180 ss., y en BACIGA- en que no suelen existir directrices que avoquen al autor a la realización de un
LUPO SAGGESE, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 182 ss. comportamiento delictivo.
140 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 141

policía que han establecido previamente». La idea de Fisse es evento, la empresa debe poner en marcha una investigación interna
que mientras que previamente a la comisión del delito, la admi- por tiempo determinado, que incluya las correspondientes medidas
nistración de justicia siempre puede ser burlada, basta para ello disciplinarias. Todo ello debe ser supervisado por el tribunal compe-
con que la empresa formalmente haya previsto algún tipo de tente. Tras esta investigación la empresa debe preparar un programa
mecanismo de control, el verdadero espíritu corporativo de la estableciendo qué hará en el futuro para evitar hechos como el acae-
entidad se aprecia mejor y de forma más segura tras el evento. cido, donde es especialmente importante designar a personas cualifi-
Mientras que el delito puede estar únicamente en la «cabeza» de cadas e independientes que serán los responsables de poner en mar-
un directivo o varios, pero muy determinados, la reacción pos- cha estos programas de cumplimiento, e igualmente establecer
terior da mejor idea de cuál es el espíritu corporativo. comisiones de control que verifiquen el cumplimiento del programa.
La culpabilidad reactiva posee además un indubitado valor a Esta suerte de justicia dialogada o control social dialogado281 entre la
la hora de realizar un reproche social. Pues, como indica Fisse, empresa y el Estado constituiría la forma normal de intervención.
parte del reproche que se hace a quien ha cometido una ofensa No obstante, de no resultar, y existir, por ejemplo, reincidencia, ha-
no depende sólo de cómo se ha comportado previamente, sino bría que utilizar las sanciones y en última instancia la incapacitación
de cuál ha sido su actuación posterior. E igualmente tiene tam- (más detalles acerca de la enforcement piramyde, infra § 7).
bién sólidas bases en la teoría de la organización empresarial. Los
altos directivos de una entidad se ocupan de grandes cuestiones El concepto de culpabilidad constructivista de Gómez-Jara coordina
estratégicas, delegando las actividades rutinarias. Por eso es posi- los mundos de la ética de la empresa y de la teoría de los siste-
ble que no estén al corriente del ambiente o las circunstancias mas 282. Éste es sin duda alguna su principal mérito. El primer pilar
que generan la comisión del delito. No obstante, una vez que éste de su propuesta es, en efecto, el constructivismo y la teoría de los
ha tenido lugar se produce el denominado management by excep- sistemas, cuyas implicaciones para el derecho penal colectivo fueron
tion. Los altos directivos retoman las riendas de la entidad, por anteriormente descritas (supra § 2.6). El núcleo, recordemos, de esta
ello la reacción sí que constituye generalmente una expresión propuesta consiste en señalar que el concepto de acción no es el
más exacta de la política empresarial ante estos supuestos280. epicentro del sistema social, sino el de comunicación, o más exacta-
mente la comunicación entre sistemas autopoiéticos. En este con-
El cambio de enfoque implica que los problemas a la hora de texto el concepto de persona no es sino un «constructo», una crea-
diseñar el sistema de imputación sean distintos. N o se trata de cons- ción artificial, procedente de cada uno de los comunicantes, que
truir el dolo o la antijuricidad ex ante, sino ex post. Fisse señala, opera como destinatario de sus comunicaciones. Si la persona es un
intentando positivizar su fórmula, que «el delito de incumplimiento constructo, una creación, todo ello significa trasladado al ámbito del
grave posdelictivo (offense of reactive noncompliance) requerirá la prue- sistema derecho, que esencialmente queda en manos del sistema jurí-
ba de la culpabilidad de empresa, entendida como política empresa- dico o, si se prefiere, del legislador, su definición. Ya a principios del
rial implícita o explícita de infracción deliberada o desconsiderada siglo XX Radbruch y Kelsen lo expresaron con meridiana claridad:
del deber legal de emprender medidas preventivas o reactivas». para el derecho todas son, en cuanto que creaciones suyas, personas
jurídicas 283 .
La piedra angular de la corporate reactive fault es el diseño de las
medidas postdelictivas tendentes a aumentar y asegurar el compromi-
so futuro de la empresa en la reparación y en la prevención de 281
BRAITHWAITE, Corporate Crime and Republican Critninological Praxis, en
hechos similares (accountability assurances). En este esquema, la res- PEARCE/SNIDER (ed.), «Corporate Crime. Contemporary Debates», University of
puesta penal usual habría de ser la siguiente: tras el acaecimiento del Toronto, Toronto, Buffalo, London, 1995, pp. 48 ss.
282
Vid. principalmente La culpabilidad penal, op. cit., p. 208.
283
Es el propio GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. át., pp. 223 y 226,
FISSE, Reconstructing Criminal Law, op. cit., p. 143. quien cita a estos dos autores.
142 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 143

Hasta aquí, resumido en lo esencial el primer pilar dentro corporaciones pueden ser destinatarias de juicios de reproche
de la argumentación de Gómez-Jara. Dado que, sin lugar a moral 286 . Aunque el debate no está ni mucho menos cerrado, el
dudas, es el esfuerzo doctrinal más serio existente en la doctri- concepto clave es la existencia de intencionalidad en la acción
na española y probablemente europea de explicar la responsabi- corporativa, elemento éste que vendría dado por la existencia de
lidad penal de las personas jurídicas, no es posible, según creo, una estructura interna para la toma e implementaciones de deci-
pasarlo por alto sin tomar una posición al respecto. Pues bien, siones empresariales. La segunda aportación del trabajo de G ó -
en lo que se refiere al primer pilar de su teoría creo que tiene mez-Jara deriva precisamente de esta confluencia: a menos que el
como inconveniente el mismo defecto — o virtud— que la legislador quiera cerrar los ojos a la realidad, una verdadera res-
construcción de Jakobs de la que sin duda, aunque superándo- ponsabilidad de personas jurídicas sólo es necesaria y posible
la, parte, y es que al final desemboca en algo muy conocido: el cuando la empresa alcanza una cierta complejidad en su organi-
positivismo jurídico. N o es por ello casual la cita y la coinci- zación. Por debajo, de este umbral, la empresa puede considerar-
dencia con dos de sus máximos exponentes, como son el «pri- se inimputable 287 .
mer» Radbruch y Kelsen. La pregunta, que en este punto me
surge, es si verdaderamente para llegar a este punto resulta
necesario operar un cambio de paradigma y situar el discurso U n a vez que las organizaciones p u e d e n ser consideradas perso-
penal en el terreno de una teoría social extraordinariamente nas, y, por tanto, objetos de juicios de culpabilidad, el «segundo
complicada y, oscura, como es la de los sistemas. Todo ello, sal- pilar» de la propuesta de Gómez-Jara es la n o c i ó n de b u e n ciuda-
vando las distancias que se quieran, recuerda al encorsetamien- dano corporativo (good citizens corporations)288. Este concepto acuña-
to y a la discusión un tanto estéril que trajo consigo el finalis- do por la ética empresarial norteamericana significa, de u n lado, la
m o y sus estructuras lógico-objetivas. C o m o ya advertía existencia de una organización que ha implantado una cultura cor-
anteriormente al ocuparme de las teorías de la organización, porativa de cumplimiento con el derecho y, además, que ha g e n e -
creo que es más conveniente una cierta apertura metodológica, rado los mecanismos adecuados para controlar que su actividad
utilizar las distintas explicaciones y puntos de vista que nos empresarial n o produzca peligros para el e n t o r n o social; esto es, y
proporcionan, sin intentar tener que derivar la totalidad de dicho de otro m o d o , que tiene una producción socialmente res-
nuestras posiciones de una sola de ellas. ponsable 2 8 9 . La importancia de este concepto, c o m o después vere-
mos, es que auna ética de empresa y cumplimiento con el derecho:
Ahora bien, dicho lo anterior, debe reconocerse que Gómez-
la existencia de u n b u e n clima ético es condición necesaria para
Jara sí que impone un límite a la capacidad de configuración del
que los medios de control y prevención instaurados por la e m p r e -
legislador —por eso habla de esencialmente— y es que para él la
sa sean realmente efectivos. Si la organización empresarial se ha
cualidad de persona dentro del sistema penal sólo puede atri-
buirse cuando existe autoconciencia, lo que requiere una cierta c o m p o r t a d o de este m o d o , n o se le podrá imputar personalmente
complejidad en la estructura de la empresa 284 . Esta pretensión y el h e c h o realizado por alguno de sus empleados o la lesión de
el desarrollo que hace Gómez-Jara de la misma aporta dos gran- bienes jurídicos 2 9 0 .
des cosas. La primera es que nos permite engarzar y enriquecer
todo el debate relativo a la responsabilidad penal de las personas 286
GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal de las empresas en los EEUU, op. cit.,
jurídicas con la ética empresarial 285 . C o m o el propio Gómez-Jara pp. 19 ss.
ha estudiado en otro excelente trabajo uno de los temas estrella 287
Vid. supra § 3.
de la ética empresarial es determinar si las personas jurídicas o las 288
Este concepto sería similar al del ciudadano fiel al derecho, que, como es
conocido, en el sistema de JAKOBS representa el fundamento material de la culpa-
bilidad, cfr. GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. cit., p. 248.
GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. cit., p. 227. 289
Vid. GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 248 ss.
Infra § 6. 290
Op. et. loe. cit., pp. 273 s.
144 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 145

A partir de estos fundamentos Gómez-Jara realiza la siguiente totalidad de los_delitos de la PE, atenta contra los principios de ulti-
propuesta de regulación normativa 291 : ma ratio y determinación. Igualmente debe reconocérsele el mérito
de expresar en el párrafo cuarto el principio de culpabilidad empre-
Art. 1. Sanciones penales contra las empresas. sarial, si bien adolece del defecto de origen de todas estas propues-
tas ¿qué es exactamente una cultura empresarial de cumplimiento
1. La organización empresarial es penalmente responsable
con el derecho? (sobre la posibilidad de distinguir entre dolo e
cuando los riesgos generados por su actividad empresarial lesio-
nen o pongan en peligro bienes jurídicos tutelados en la Parte imprudencia empresarial vid. infra § 4.3.2).
Especial del Código penal.
2. Asimismo, la organización empresarial es penalmente 4.3. Luces y sombras: a la búsqueda de un modelo propio (2. "parte)
responsable de las actuaciones delictivas de sus miembros rela-
cionadas con su actividad empresarial cuando no haya adoptado Uno de los problemas fundamentales a la hora de enjuiciar la
las medidas organizativas adecuadas para impedir la comisión de
culpabilidad de empresa es que en realidad los autores utilizan sus
éstas.
construcciones para resolver problemas distintos. En la discusión
3. Sólo será punible la producción dolosa o imprudente de europea la culpabilidad de la empresa tiene que ver aún con el sí de
riesgos empresariales. la responsabilidad, mientras que en la norteamericana el debate tie-
4. La empresa estará exenta de responsabilidad cuando ne que ver sobre todo con los modelos de imputación o la intensi-
hubiera institucionalizado con anterioridad al resultado lesivo o dad de la responsabilidad. Convendría, pues, distinguir dos niveles
de puesta en peligro referido en el apartado 1.°, o a la realiza- de discusión distintos: uno básico, que consistiría en determinar
ción de la actuación delictiva consignada en el apartado 2.°, una cuáles son los presupuestos mínimos, los fundamentos, para que
cultura empresarial de cumplimiento con el derecho. pueda hablarse de culpabilidad de empresa, y un segundo nivel pos-
terior dedicado a resolver cuestiones más concretas como si existe
En comparación con las fórmulas legislativas anteriores, la pro- un responsabilidad de empresa dolosa y otra imprudente, la existen-
puesta de Gómez-Jara acierta en un aspecto que, a mi juicio, es cia de organizaciones imputables e inimputables o la relación entre
decisivo: distinguir entre aquellos casos en que la organización la culpabilidad de la empresa y la de las personas físicas que la inte-
empresarial es responsable por el riesgo que genera, aunque no gran. Intentaré a continuación un desarrollo que obedezca a este
exista ningún responsable individual y aquellos otros en los que la doble nivel.
culpabilidad de la propia empresa deriva, no de la transferencia de
culpabilidad del hecho cometido por alguno de sus miembros, sino
4.3.1. El contenido material: la culpabilidad de empresa como déficit
de no haber evitado la comisión de esta infracción, algo que ya
de autoorganización permanente
acertadamente se plasma en el CP suizo. El apartado primero de su
propuesta, que engarzaría con la fórmula de Heine o del homicidio
de la corporación británico resuelve satisfactoriamente lo que El concepto de culpabilidad de empresa no es, como se ha
hemos denominado como problema de la culpabilidad (infra podido comprobar, unívoco. En lo que concierne a sus fundamen-
§ 3.1.2). En este punto lo único que puede criticársele es que la tos, puede señalarse que existen cuatro conceptos distintos de cul-
creación de un crimen culpae imprudente empresarial, referido a la pabilidad de empresa 292:

291 292
El nuevo art. 31.2 del Código penal, op. cit., p. 302; el propio GÓMEZ-JARA Una clasificación similar en LAUFER, Guilty Minds, op. cit., pp. 665 ss.; y en
reconoce (p. 301) la necesidad de un desarrollo legislativo mayor. GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 69 ss.
146 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 147

(a) la culpabilidad de empresa como cultura corporativa desviada ción de hechos delictivos, la reparación de sus consecuencias y la
(CP australiano y Gómez-Jara); colaboración. La autoorganización, concretada de este m o d o , evita
la sobreexplotación del derecho penal individual, contribuye a aba-
(b) la culpabilidad de empresa como defecto de organización, que
ratar los costes del proceso penal y a que las empresas asuman entre
sin duda resulta la versión más extendida (Reino Unido, tam-
sus costes la evitación de hechos delictivos, pues obviamente las
bién en parte Heine y Gómez-Jara);
medidas de organización tienen u n valor e c o n ó m i c o que incide
(c) la culpabilidad de empresa como ausencia de un comporta- sobre la producción, y permit e ahorrar costes públicos en el escla-
miento posdelictivo adecuado (reactive fault, Fisse, Braithwaite); recimiento de delitos.
(d) la culpabilidad de empresa como culpabilidad por el carác- Además de t o d o ello, a la culpabilidad c o m o déficit de autorre-
ter o culpabilidad por la conducción de la empresa (Heine, Lampe). gulación n o es una línea de política legislativa aislada o típicamen-
te penal, sino que engarza con la concepción del derecho c o m o
D e estas cuatro posibles variantes la más acertada es la que derecho reflexivo, concepto que se viene plasmando en una estrate-
entiende la culpabilidad de empresa c o m o defecto de organización, gia legislativa cada vez más importante en el terreno del derecho de
si bien esta disparidad de propuestas resulta m u y enriquecedora, en sociedades, del administrativo, medioambiental o de la prevención
cuanto que el resto de las variantes apuntan matices y contenidos de riesgos laborales 2 9 3 . La culpabilidad de la empresa y su responsa-
que ayudan a concretar qué debemos entender por defecto de bilidad representa por ello el sistema de cierre del conjunto de
organización. Pero antes que nada conviene perfilar alguna nota más demandas de autoorganización que se le formulan desde ámbitos
sobre este concepto. E n realidad, lo que se quiere señalar c o n este m u y diversos del sistema jurídico 2 9 4 . E n efecto, si muchas de estas
t é r m i n o es que la dirección de la empresa, al igual que adopta las normas, parcialmente consideradas, implican ya deberes de autoor-
medidas de management oportunas para lograr que la corporación ganización que sin lugar a dudas inciden en la evitación de c o m -
alcance sus objetivos económicos o de cualquier otro tipo, debe portamientos individuales defectuosos, la culpabilidad penal por
organizar la actividad empresarial para cumplir con las obligaciones defecto de autoorganización completa estas obligaciones extendién-
legales. Las técnicas de dirección n o son p o r lo demás sustancial- dolas a todos aquellos bienes jurídicos en los que el legislador c o n -
m e n t e diversas a las que operan en otros sectores: creación de cana- sidere conveniente implantar la responsabilidad penal colectiva. La
les de información, cuidar la formación y la selección de emplea- responsabilidad penal de las personas jurídicas es, pues, la ultima ratio
dos, dotar de recursos suficientes a las estructuras encargadas de de lo que hemos d e n o m i n a d o autorregulación coaccionada o a u t o -
conseguir estos objetivos, etc. La responsabilidad de la empresa sur- rregulación regulada y concreta el deber de las empresas de colabo-
ge, pues, de n o haber generado u n sistema preventivo destinado a rar con el Estado con el fin de asegurar la eficacia del derecho,
conjurar de forma razonable los riesgos derivados de la actividad redistribuyendo de alguna manera los costes que conlleva la perse-
empresarial. Estos riesgos p u e d e n ser de dos tipos: riesgos que cución y el enjuiciamiento de comportamientos delictivos 295 .
directamente surgen para bienes jurídicos colectivos o individuales, La exigencia de autoorganización, en el sentido indicado, redu-
incluso en aquellos casos en q u e n o es posible constatar u n c o m - ce por supuesto la libertad de empresa o si se prefiere la libertad de
portamiento individual reprochable, y riesgos que derivan de c o n -
ductas delictivas —dolosas o i m p r u d e n t e s — de sus empleados.
293
Supra § 2.
La fijación de la culpabilidad de empresa en los términos que 294
Vid. ya en este sentido N I E T O MARTÍN, El programa político criminal, op. cit.,
acaban de hacerse concuerda con los fines de política criminal que pp. 265 ss., y ampliamente injra § 6.
se intentan alcanzar con la implantación de la responsabilidad penal 295
Sobre la idea de que la culpabilidad colectiva implica una redistribución
de la empresa: la motivación a la autorregulación, que se concreta de cargas entre Estado e individuo vid. también con ulteriores referencias GÓMEZ-
en la exigencia de crear los mecanismos necesarios para la preven- JARA, La culpabilidad penal, op. cit., pp. 283 ss.
148 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 149

autoorganización empresarial296, mas estas restricciones son indiscu- control deben, ser rechazadas. Igualmente la razonabilidad debe apli-
tiblemente legítimas desde el punto de vista constitucional. Si en carse a los costes económicos de las medidas. Se trata de un criterio
otras culturas jurídicas han tenido que generarse términos como la de utilidad social, según el cual no debe exigírsele a la empresa la
responsabilidad social, con el fin de legitimar un nuevo interven- implantación de medidas excesivamente costosas y que no producen
cionismo, en el marco constitucional europeo la cláusula de Estado grandes resultados298. No existe responsabilidad de la empresa cuan-
social y la propia función social de la propiedad, en el caso de la do ésta ha implementado razonablemente controles preventivos, por
Constitución española, sirven para amparar la constitucionalidad de mucho que alguno de sus agentes haya cometido conductas delicti-
estas restricciones297. La función del legislador y después, sobre vas o, al igual que ocurre en la imprudencia, si se cumple con el
todo, de la política judicial a la hora de concretar las exigencias de deber objetivo de cuidado, su actividad haya generado la lesión de
autoorganización es ciertamente no sobrecargar a las empresas, exi- bienes jurídicos.
giéndoles sistemas de prevención de hechos delictivos excesivamen-
te costosos. Como después veremos (§ 6), estimo que una de las posibles
virtudes del modelo de responsabilidad que propongo es que las
Esta última es, sin lugar a dudas, una gran ventaja del modelo de exigencias de regulación no quedan en manos exclusivamente
culpabilidad de empresa frente al vicarial. La responsabilidad objeti- de las empresas o corporaciones. Un modelo no intervencionis-
va lo que viene a imponer es un deber de autoorganización máxi- ta de autoorganización enfrenta al juez con la difícil tarea de
mo, que al identificar culpabilidad individual con responsabilidad evaluar en el proceso penal la razonabilidad o eficacia del mode-
corporativa, no permite ningún tipo de distanciamiento de esta últi- lo de organización; lo que genera, además de la inseguridad jurí-
ma. Mas este deber de autoorganización supone probablemente una dica, que las exigencias puedan ser desmedidas o, por el contra-
restricción desproporcionada de la libertad de empresa. En efecto, rio, demasiado bajas (vid. infra § 5.3.2). Por eso se apostará por
desde el ángulo de la proporcionalidad, la culpabilidad propia es una mayores cotas regulación pública sobre el modo en que ha de
alternativa menos gravosa: con un grado menor de restricción de la ser autoorganizarse la empresa, intervención que debe tener
libertad es más eficaz, pues, como hemos visto a través del efecto lugar a partir de técnicas como la self compliance, la regulación
perverso, el modelo vicarial de culpabilidad genera una alianza entre cooperativa o el tripartism, mediante las cuales, de un lado, la
infractor individual o colectivo que entorpece aún más la eficacia administración no impone sino que dialoga y ayuda a la empre-
sa a encontrar su sistema de autorregulación óptimo y donde
del derecho penal. De hecho, la organización de la empresa sólo
además debe darse voz a los portadores de intereses colectivos
debe tender a disminuir razonablemente los riesgos delictivos o lesivos
afectados (stakeholders). Se trata por ello de una forma dialogada
que se desprenden de su actividad. Este límite resulta sumamente
y democrática de establecer el nivel de utilidad social al que
importante por dos razones. La primera es porque evidentemente el debe responder la autoorganización empresarial.
sistema policial empresarial no puede evitar riesgos de forma tal que
supongan costes excesivos o intolerables en la libertad individual de
Más como antes apuntaba, todos los conceptos de culpabilidad de
los agentes. Las exigencias públicas desmedidas en lo concerniente al
empresa a que antes se hacía referencia pueden integrarse y enrique-
cer de algún modo al que ahora se propone. En efecto, con indepen-
296
Vid. sobre este concepto, como equivalente a la libertad individual y, por dencia de que el concepto de cultura empresarial desviada sea com-
tanto, como fundamento de la responsabilidad colectiva, GÓMEZ-JARA, La culpabi- plejo de fijar, pese a la solera que éste tiene en los dominios de la
lidad penal, op. cit., pp. 278 ss. ética empresarial, la criminología o la sociología, en realidad una bue-
297
Como ya se expuso también supra § 2.6. Sobre la función social de la pro- na ética empresarial constituye parte necesaria de toda buena organi-
piedad y sus posibles implicaciones para el derecho penal, GARCÍA SÁNCHEZ, La
junción social de la propiedad en el delito de alzamiento de bienes, Comares, Granada,
2003. Vid. en este sentido GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 1-67.
150 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 151

zación empresarial en el sentido que aquí se mantiene. Para que una El derecho penal de autor y concepciones como la culpabilidad
empresa se acomode a las disposiciones de la ley en materia de medio por el carácter o la conducción de la vida son enteramente recha-
ambiente, protección del trabajador, corrupción, etc., no basta con zables en el derecho penal individual. Ni el Estado ni la sociedad
que establezca «asépticamente» controles o medidas de organización, pueden reprochar tener una determinada personalidad o haber lle-
sino que es preciso que en ella se instaure una auténtica cultura des- gado a ser toxicómano o mendigo. Estas circunstancias deben ser
tinada a fomentar en su actividad los valores que encarna la ley. Des- objeto de atención social, pero en ningún caso del derecho represi-
pués habrá lugar de ocuparse de esta cuestión (injra § 6), basta ahora vo, pues nadie es responsable enteramente de lo que es, ni tampoco
con señalar que compliance, esto es, respeto a la legalidad, y valores éti- de lo que llega a ser. El libre desarrollo de la personalidad impide la
cos se conciben como una relación de medio a fin. Ahora bien, el existencia de un derecho penal de autor individual. Estas reflexio-
papel que aquí se destina a la ética de empresa, a diferencia de lo que nes no son aplicables a las empresas que aunque gozan en su con-
ocurre en el CP australiano, no consiste en demostrar que su ausen- formación de espacios reservados a la autonomía de la voluntad y la
cia es lo que ha incitado o influido en el comportamiento delictivo libertad de organización, éstos no gozan de una protección consti-
individual. Demostrar este extremo resulta harto difícil. Dentro de la tucional semejante. Como ya he expuesto anteriormente 302 , aunque
culpabilidad de organización lo que ha de demostrarse es simple- el principio constitucional de culpabilidad debe encontrar un equi-
mente la ausencia de esfuerzos por parte de la empresa a la hora de valente funcional en el derecho penal colectivo, sin duda no puede
implantar una cultura de respeto a la legalidad. La falta de ética evi- derivarse de los mismos cimientos, como singularmente, el libre
dencia un defecto de organización299. desarrollo de la personalidad, que es el que veta constitucionalmen-
Igualmente las ideas de culpabilidad reactiva y los paralelismos te el derecho penal de autor.
con el derecho penal de autor ayudan a entender la distinta estructu-
Mientras que el Estado no tiene legitimidad para decir a los
ra temporal de la culpabilidad corporativa en relación con la indivi-
individuos cómo tienen que ser, cómo tienen que conformar su
dual. Ello queda patente por el simple hecho de que la culpabilidad
carácter u organizarse, sí que puede hacerlo en relación a las cor-
es a la vez proactiva y reactiva. Este solo hecho marca importantes
poraciones. De hecho numerosas normas jurídicas contienen debe-
diferencias con la culpabilidad individual donde el comportamiento
res de organización interna a las empresas {injra § 6), algo inimagi-
posdelictivo no incide sobre la culpabilidad, sino que tiene relevancia
nable en el derecho penal individual, donde el legislador no puede
tan sólo en atención a factores de política criminal300.
prohibir, o en cualquier caso no de un modo legítimo, beber o
El derecho penal colectivo constituye igualmente un derecho consumir drogas como medidas de organización de la personalidad
penal de autor, donde el comportamiento delictivo no es sino destinadas a no cometer delitos. Tradicionalmente el derecho ha
manifestación de una «personalidad defectuosa», consistente un sido bastante generoso en relación al modo en que internamente se
defecto en la organización permanente, no puntual. Esta afirmación no han conformado las empresas, pero eso no impide que se altere la
plantea ningún tipo de problema constitucional 301 , porque en reali- política jurídica y que se den directrices acerca de cómo organizar-
dad una representa una metáfora similar a la que supone emplear el se internamente para impedir out puts delictivos303.
término culpabilidad en relación a las corporaciones.
Con la descripción de la culpabilidad de empresa, en el sentido
de Heine o Lampe, como derecho penal de autor se quiere expre-
299
GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 1-39 ss. y 1-56 ss. sar que:
300
Vid. la fundamental monografía de D E VICENTE REMESAL, El comporta-
miento post delictivo, Universidad de León, Secretariado de Publicaciones, 1985.
301 302
FEIJOO SÁNCHEZ, Sanciones para empresas, p. 85, nota 85, y GÓMEZ-JARA, La Supra § 3. 2 (c).
culpabilidad penal, op. cit., p. 184: «El concepto de culpabilidad por el carácter (empre- 303
Vid. muy claramente este punto de vista en BRAITHWAITE, Corporate crime
sarial), en definitiva, peca de no poder integrarse en el derecho penal moderno». in the farmacéutica! industrie, London, Routledge & Kega, 1985, p. 309. r '
152 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 153

a) Tanto el comportamiento predelictivo como posdelicti- concreto delito realizado, sino en general q u e la empresa esté orga-
vo son relevantes para establecer el conjunto de exigencias que nizada para evitar ese tipo de comportamientos.
sustentan a la idea de culpabilidad.
b) Q u e el defecto de organización preventivo o posdelicti- Ejemplo 3 0 6 : en una empresa que se encuentra en una situa-
vo tienen que tener carácter permanente, no hay culpabilidad de ción económica difícil pero que siempre ha sido un ejemplo de
empresa y, por tanto, no hay responsabilidad, si el hecho aparece buena cultura corporativa, poseyendo un programa de cumpli-
de forma puntual. El comportamiento que motiva la responsa- miento, su administrador decide liarse la «manta a la cabeza» y
bilidad de la empresa no es, por tanto, la conducta de la perso- sobornar a un agente público extranjero para que la empresa
na física o la lesión de un bien jurídico, sino el déficit de auto- obtenga u n contrato, que le va a devolver la tranquilidad finan-
rregulación permanente 3 0 4 . ciera. El alto dirigente ha eludido conscientemente los controles
existentes aprovechándose de su especial posición. La empresa
c) Al igual que ocurre en el derecho penal de autor, el no debiera ser sancionada, pues el delito cometido no evidencia
hecho delictivo concreto evidencia la existencia de una organi- una organización defectuosa estable.
zación defectuosa previamente. El comportamiento delictivo
interesa como confirmación de la falta de organización. D e
hecho, sería posible una intervención del derecho penal — y Otra consecuencia de la distinta estructura temporal de la cul-
mucho mas aún del derecho sancionador administrativo— basa- pabilidad en el derecho penal colectivo reside en q u e n o es de apli-
da exclusivamente en la existencia de u n defecto de organiza- cación el principio de coincidencia, q u e exige, c o m o es sabido, q u e
ción 305 . D e hecho, y como ya se expuso (supra § 1), la misión la capacidad de culpabilidad se refiera, esté presente, en el m o m e n -
del derecho sancionador administrativo debiera ser reprimir el to del h e c h o 3 0 7 . Así, p o r ejemplo, la empresa n o podrá invocar q u e
nudo defecto de organización. cuando el autor individual realizó el c o m p o r t a m i e n t o delictivo n o
estaba en condiciones de prevenirlo, si ello es consecuencia de que
Este aspecto «temporal» de la culpabilidad de empresa tiene a d e - durante u n lapso de tiempo incumplió c o n sus deberes de organi-
más fines garantistas o limitadores de la intervención penal. N o bas- zación. A las empresas se les exige n o sólo el cumplimiento de las
ta para sancionar a la empresa q u e se haya cometido u n delito, sino normas de cuidado q u e se establecen ante determinadas situaciones,
que es preciso demostrar q u e ello obedece a una falta de organiza- sino q u e de ellas se requiere la realización de inversiones en seguri-
ción estable q u e necesita ser corregida. Ello entronca c o n el fin de dad c o n el fin de desarrollar u n know how relativo a los riesgos p r o -
la pena en el derecho penal de personas jurídicas: la motivación a la totípicos de la empresa y q u e les proporcionen una capacidad de
autorregulación. N o es el objetivo de la sanción q u e se evite el adaptación ante nuevos riesgos. H e i n e habla p o r ello expresamente
de Betriebsführungsschuld308.
304
Aunque se opone a esta concepción de la culpabilidad de empresa, en La estructura t e m p o r a l m e n te dilatada de la culpabilidad de
definitiva, GÓMEZ-JARA viene a reconocer que existe una dimensión temporal dis- empresa explica también las relaciones entre la culpabilidad reactiva
tinta, si no en la culpabilidad, en lo que él denomina el hecho de empresa «en vir-
tud de los fundamentos aquí expresados, se abre un entendimiento normativo del
306
hecho como configuración de un ámbito de organización, en el cual el mero dato Lo extraigo de DE VERO, La responsabilitá dell'ente collectivo, op. cit., p. 22.
307
naturalístico de un mayor lapso de tiempo no tiene per se relevancia alguna...» (La NIETO MARTÍN, El conocimiento del derecho, op. cit., pp. 38 ss. Como señalo
culpabilidad penal, op. cit., pp. 279 s.). La propuesta de TIEDEMANN, Die Bebussung, en este lugar, el principio de coincidencia es el encargado de impedir que en la
p. 1173, engarza también de algún modo con la diferente dimensión temporal: de imputación penal tengan importancia momentos anteriores a la comisión del
hecho acude a una forma de Vorverschulden como la actio libera in causa para expli- hecho. Lógicamente en el derecho penal colectivo, como han puesto de manifies-
car la culpabilidad de la empresa. to las propuestas de HEINE, LAMPE, FISSE y BRAITHWAITE, este principio carece de
305
Aunque desde distintos presupuestos manifiesta una idea similar SCHÜNE- importancia.
308
MANN, Pláyoder, p. 140. HEINE, Die strafrechtliche Verantworlichkeit, op. cit., p. 265.
154 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 155

y la proactiva. Al igual que ex ante las empresas están obligadas a Por esta razón carece, a mi juicio, de utilidad preguntarse si
desarrollar medidas de seguridad apropiadas, ex post, tras el compor- el defecto de organización constituye un acto de participación o
tamiento típico individual, deben reforzar su compromiso y dar de autoría en el hecho total310. Se trata, como ha podido com-
muestras de una restructuración rápida en el sentido exigido por el probarse, de dos responsabilidades que obedecen a fundamentos
ordenamiento. Un comportamiento posdelictivo adecuado y rápido distintos. La empresa, a través de su defecto de organización,
pone de manifiesto que el delito ha sido un suceso puntual, y que contribuye ciertamente a la causación del resultado lesivo; sin
existía una cultura corporativa, manifestada en medidas de organi- embargo, su culpabilidad no deriva del hecho del autor indivi-
zación concretas, contrarias al mismo. Estas actuaciones posteriores dual, el juicio de reproche tiene que ver con un marco más glo-
deben servir para atenuar la culpabilidad e incluso excluirla. bal: no haber adoptado medidas para prevenir comportamientos
de esas características.
Una consecuencia ulterior más es la no necesidad de distinguir
entre tentativa y consumación o autoría y participación. Lo impor-
tante no es el hecho, sino el defecto de organización y éste tendrá
4.3.2. ¿Culpabilidad dolosa e imprudente de empresa?
normalmente la misma importancia, ya esté el comportamiento
individual en fase de tentativa (salvo si la empresa ha evitado la
consumación), ya sea constitutivo de participación o de autoría. Se U n rendimiento importante del principio de culpabilidad
trata, en definitiva, de una consecuencia similar a la equiparación empresarial pudiera ser el describir en qué consiste el dolo o la
progresiva entre la pena tentativa y consumación que tuvo lugar imprudencia dentro de la persona jurídicas 311 . Así, por ejemplo, una
como consecuencia el proceso de subjetivización del derecho penal posible primera vía podría consistir en desarrollar la idea de cono-
durante los años treinta, y que aún puede constatarse en la atenua- cimiento colectivo 312 , que tal como indiqué, aunque nace del
ción sólo facultativa de la pena en los casos de tentativa, que esta- modelo de responsabilidad vicarial, encuentra una explicación más
blece el StGB. Esta equiparación, que resulta plenamente antiliberal coherente dentro de la culpabilidad de empresa.
y contraria al derecho penal del hecho que impera en relación al
individuo, no plantea las mismas objeciones en el marco de la cul- No obstante, el conocimiento colectivo supone una ficción
pabilidad de organización donde lo relevante es la existencia de un que a la postre conduce a un callejón sin salida. En efecto, si
defecto de organización permanente, del cual el hecho delictivo sumamos sin límite todos los «conocimientos» repartidos entre
individual, ya sea en grado de consumación o de tentativa, de auto- el personal de la empresa para afirmar un único conocimiento a
ría o participación constituye una idéntica expresión 309 . efectos de dolo, probablemente haya que concluir que todos los

309
En el ordenamiento italiano sí que se ha previsto expresamente la posibi- Lgs., vid. Relazione, op. cit., p. 475, quien curiosamente sólo se detiene en explicar
lidad de tentativa. En efecto, su art. 26 señala que las sanciones pecuniarias e inter- el aspecto del art. 26 que sí que resulta conforme con la culpabilidad propia de la
dictivas serán reducidas de un tercio a la mitad en relación a la consumación, en empresa, esto es, la no imposición de sanción alguna en los casos de «desistimien-
los casos de tentativa de delito. Igualmente se señala que el ente no responderá to activo», en que la empresa evita la comisión del delito o desbarata la realización
cuando voluntariamente impide la realización de la acción o la realización del de la conducta típica del autor individual.
310
evento. Esta regulación, a mi juicio, resulta incoherente con el principio de culpa- Vid. GÓMEZ-JARA, El modelo constructivista de autorresponsabilidad penal
bilidad de empresa que —al menos parcialmente— adopta el derecho italiano. En empresarial, op. cit., p. 38, donde intenta distinguir entre autoría y participación en
efecto, la idea de mitigar la pena porque el autor no haya concluido con su plan relación al comportamiento individual.
311
delictivo sólo tiene sentido en el modelo de transferencia de culpabilidad. Y es Vid. al respecto ZÚÑIGA R O D R Í G U E Z , Bases para un modelo, op. cit.,
que, en efecto, ¿por qué va a tener que beneficiarse la empresa del hecho que el pp. 236 s.
autor individual no estuviera especialmente acertado y no consiguiera culminar 312
§ 3, y LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 675, para quien esta teoría «es fun-
con éxito su plan delictivo? Al respecto de la regulación de la tentativa en el D. damental en el desarrollo de cualquier tipo de mens rea corporativo».
156 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 157

comportamientos empresariales son dolosos. Por ello finalmente, aspectos-posdelictivos y anteriores a la infracción (adopción de
según creo, el conocimiento colectivo sólo puede equivaler a un un programa de cumplimiento), en realidad para lo que está sir-
defecto de organización, algo que no tienen nada que ver con viendo es para que las grandes empresas escapen, a través de
lo psicológico. El conocimiento colectivo equivaldría a que los diversas estrategias, de las garras del derecho penal (más deteni-
canales de información en la empresa no han funcionado, razón damente infra § 5.3.2), debilitando la estricta responsabilidad que
por la cual no han llegado a la persona encargada de adoptar se les impuso a partir de Hudson River mediante el modelo vica-
una decisión, relativa a la protección de un bien jurídico, la rial. Con este telón de fondo, el trabajo de Laufer es una bús-
información necesaria para adoptarla dolosamente. queda del mens rea en las personas jurídicas, con el fin, de un
lado, de huir del sistema vicarial y buscar un sistema de culpa-
Una línea de investigación ulterior es la de establecer una serie bilidad propia que deje de lado la extraordinaria importancia
de indicadores, de circunstancias objetivas, a partir de los cuales esta- que en el Guidelines se da tanto a lo que ocurre antes como des-
pués de la comisión del delito. En contra, evidentemente de lo
blecer razonablemente la existencia de un dolo colectivo. En nuestro
que aquí se propone, para Laufer el derecho penal colectivo
país Laura Zúñiga ha sugerido este camino 313 . En la literatura anglo-
debe ser un derecho penal del hecho, donde la culpabilidad
sajona la idea de culpabilidad reactiva opera en realidad como un
debe referirse y estar presente en el momento de la realización
indicador de una política corporativa dolosa. Mas sin duda alguna es del hecho (principie of concurrence)iV.
William Laufer el que ha realizado la propuesta más acabada relativa
al tipo subjetivo en el derecho penal de la empresa314.
El «estado mental culpable» de la empresa se determinaría, se-
gún Laufer, mediante la prueba de elementos externos del hecho a
Laufer en realidad parte de un concepto de culpabilidad de partir de los cuales, mediante un juicio de inferencia basado en la
empresa amplio, como el que aquí se ha propuesto, que englo- razonabilidad, pueda derivarse la mens rea. Dicho de otro modo: se
baría tanto culpabilidad reactiva como la cultura corporativa. trata de situar al hombre razonable —la empresa razonable— para
Pese a este punto de partida, lo que viene a señalar este autor es que a la vista de las circunstancias determine el tipo subjetivo de la
que la culpabilidad, como criterio de medición de la pena (post
corporación 318 . Aparte del estándar normativo, la otra gran caracte-
trial culpability = Strafzummesungsschuld), es necesariamente dis-
tinta a la culpabilidad necesaria para imputar el comportamien-
to (pre-conviction culpability)315. Aunque su fundamentación es 317
Guilty Minds, op. cit., pp. 672 ss.
teóricamente muy consistente, su finalidad última es práctica316, 318
Guilty Minds, op. cit., pp. 677, 699 s. Resulta sorprendente que el proceso
en cuanto que para Laufer un sistema de culpabilidad, como el de normativización de los elementos subjetivos tiene su paralelo en la doctrina
existente en el Guidelines, donde se da gran relevancia a los penal norteamericana y procede nada menos que del Juez HOLMES y del utilita-
rismo inglés (objetive meanings qf mens rea, objetives states qf mina), donde se propo-
nía un modelo de mens rea basado en el hombre razonable: «una persona razona-
313 ble que realiza la acción X, dado el conjunto de circunstancias Y, debe tener el
Bases para un modelo, p. 237. Para ZÚÑIGA se trataría de observar el suceso
en clave «asociacional» y determinar si a la vista del riesgo que se deriva de la tipo subjetivo (state qf mind) Z» (op. et. loe. cit., p. 701). Es precisamente a partir de
actuación de la empresa, se podría decir que el riesgo se corresponde con un esta propuesta de objetivización de los elementos subjetivos a partir del cual LAU-
comportamiento doloso o imprudente. FER propone un concepto de criminal corporate state qf mind. Es decir, la base teóri-
314
Guilty Minds, op. cit., pp. 654 ss. Puede encontrarse también una detenida ca es similar a la propuesta entre nosotros por PvAGUÉs i VALLES, El dolo y su prue-
exposición del trabajo de LAUFER, en GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit., ba en el proceso penal, Bosch, Barcelona, 2000, el mismo, Überlegungen zum
pp. 94 ss. Vorsatzbeweis, «GA», 5/2004, pp. 257 ss.; o FEIJOO SÁNCHEZ, La distinción del dolo e
315
Guilty Minds, op. cit., pp. 669 ss. imprudencia en los delitos de resultado lesivo. Sobre la normativización del dolo, «CPC»,
316
Vid. sobre todo su último trabajo, donde condensa sus diversas investiga- n.° 65, 1998, pp. 269 ss., para quienes dolo o imprudencia son conceptos entera-
ciones sobre la responsabilidad de las personas jurídicas, Corporate Bodies and mente normativos que se determinan mediante el juicio de un espectador medio
Guilty Minds. The Failure qf Corporate Criminal Liability, op. cit., passim. a la vista de las circunstancias. Este criterio coincide además con el que se mane-
158 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 159

rística del tipo subjetivo constructivista es su multidimensionali- ficado en jas circunstancias en que se tiene lugar el hecho 3 2 2 .
dad 3 1 9 . La presencia de dolo, reckleness o imprudencia consciente se Finalmente, la imprudencia se produciría en aquellos casos en
determina a partir de una gran variedad de factores (indicios). E n los que una corporación inadvertidamente crea un riesgo sus-
tancial e injustificado del que debía haber sido consciente, y no
buena medida lo que critica este autor de la responsabilidad vicarial
lo ha sido debido a haberse apartado del cuidado exigido a una
es su pretensión de determinar la mens rea de la corporación a tra-
empresa media en su situación, que vendría determinada con
vés de u n solo indicio la culpabilidad del agente 3 2 0 .
una supervisión o control inadecuados por parte de los directi-
vos; por la ausencia de conocimiento de los managers de riesgos
Sentadas las bases metodológicas, Laufer construye los diver- que debían conocer, dadas las actividades de los trabajadores; por
sos estados mentales de la corporación en armonía con lo dis- no haber realizado los esfuerzos necesarios o adoptado las sufi-
puesto en el Model Penal Code que distingue entre Purposeful acts cientes precauciones para evitar hechos delictivos; por la no
(dolo de primer grado), KnouHngActs (dolo), reckless (dolo even- razonabilidad de los procedimientos y las prácticas de la empre-
tual) 321 , negligent (imprudencia). El modus operandi es siempre sas; o por la ausencia de una respuesta de la corporación a un
similar, tras definir en qué consiste el tipo subjetivo, señala una peligro previsible 323 .
serie de ejemplos que determinarían su existencia. La intención
o dolo de primer grado, definida como el acto de la corpora-
Entre nosotros, además del intento de Zúñiga, cabe destacar los
ción cuyo objetivo o finalidad es la realización de una actividad
esfuerzos de Gómez-Jara a la hora de encontrar u n concepto de
(engage in conduct) o la realización de un resultado, podría venir
dolo empresarial. Lo curioso de este autor es que si bien funda-
determinado por políticas empresariales y prácticas que explíci-
ta, implícitamente o a través de operaciones promovieran o menta la culpabilidad de la empresa a partir del constructivismo, y,
alentaran la ilegalidad; por los esfuerzos por ratificar o aprobar la p o r tanto, sobre cimientos metodológicos similares a los que utiliza
violación de la ley o por la existencia de una autorización, apro- Laufer para construir su mens rea, a la hora de construir el dolo de
bación, consentimiento o apoyo expreso o tácito a la ilegalidad. empresarial abandona el camino del normativismo, para, sobre bases
El dolo, caracterizado como consciencia de la naturaleza de la empíricas procedentes de la teoría de la organización, intentar fun-
conducta y de que ésta ocasiona normalmente u n determinado damentar la existencia de u n c o n o c i m i e n to p o r parte de la c o r p o -
resultado, vendría determinado por la tolerancia o permisión de ración — c o n o c i m i e n t o organizativo— distinto a la suma de las
la ilegalidad. La reckleness se determinaría — e n un criterio que «partículas individuales de conocimiento» y conformado p o r «las
recuerda enormemente al de Laura Zúñiga— tomando como relaciones y los modelos de vinculación entre estos elementos de
referencia si una empresa similar habría despreciado o hubiese conocimiento». D e este m o d o el dolo «sería el concreto c o n o c i -
sido indiferente ante la existencia de un peligro grave e injusti- m i e n t o organizativo del riesgo empresarial que se realiza en el
resultado típico» 3 2 4 .

ja en algunos Estados donde a los jurados para probar el dolo se les da una ins-
trucción como la siguiente: «The defendant's intention, recklessnes, knowledge or Reconociendo lo sugerente de su postura, y que el conoci-
belief at the time of the offense for which is charged may be inferred by the jury miento empresarial se asimilaría a fenómenos como el del know
from circunstances surrounding by this section, the jury my consider whether a hoWy considero que su fundamentación en el plano tiene un gra-
reasonable man in the defendant's circumstances at the time of the offense would do de complejidad tan relevante que la hace poco operativa en
have had or laked the requisite intention, recklessness, knowledge or belief» (vid.,
con más ejemplos, LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 695). 322
3,9
Guilty Minds, op. cit, pp. 707 s. y 715 s. Guilty Minds, op. cit., p. 721.
323
320
Guilty Minds, op. cit., pp. 712 s. Vid. resumidamente el cuadro sinóptico que aparece en Guilty Minds,
321
La equiparación, como es sabido, no es del todo exacta, vid. DÍAZ PITA, op. cit., p. 725.
324
Algunos aspectos del dolo eventual, «Actualidad Penal», n.° 1 y 2, 1988. El modelo constructivista de autorresponsabilidad empresarial, op. cit., pp. 139 ss.
160 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 161

el terreno práctico. Pero más allá de esta crítica, en realidad y tal miento, la .^aquiescencia, la tolerancia expresa o tácita por parte
como va a exponerse a continuación, creo que, al menos en el de los superiores, etc. Pues bien, como antes señalaba, ello sólo
modelo de responsabilidad que propongo, no es necesario ni equivale a un defecto de organización más grave, pero en modo
conveniente hablar de dolo o imprudencia empresarial. alguno esto tiene relación con un hecho subjetivo como es el
dolo326. Es cierto que los elementos subjetivos del delito están
Este repaso a los intentos de demostrar la existencia de dolo e experimentando un importante proceso de normativización,
imprudencia son suficientes para mostrar que en realidad dolo e pero eso no supone ni mucho menos la desaparición del subs-
imprudencia se convierten en el derecho penal colectivo en metá- trato psíquico de la responsabilidad. Otra cosa es que evidente-
foras o parábolas mediante las cuales en realidad se intenta describir mente el objeto de la valoración (la intencionalidad, la represen-
algo mucho más simple: la gravedad del defecto de autoorganiza- tación, etc.) haya merecido distintas valoraciones a lo largo del
ción 325 . El dolo o la imprudencia de las corporación, como mues- tiempo y que hoy se considere que el estado mental de repre-
tran los anteriores intentos, no son otra cosa que la falta de meca- sentación del peligro merece ya la pena del dolo, y otra bien
nismos de prevención, detección, reacción o la existencia de distinta que se prescinda de lo psíquico como referencia de la
políticas de empresa que inciten o hagan más fáciles la realización valoración327.
de comportamientos ilícitos por parte de personas naturales o en
otros casos —en lo que constituye un derivado de la teoría de la El intento de normativización radical del dolo reduciéndolo
identificación— la tolerancia o aquiescencia por parte de los supe- prácticamente a la existencia naturalística del peligro o a determi-
riores. Dicho de otro modo, el dolo o la imprudencia de la empre- nados hechos objetivos constituye además una equivocación desde
sa constituyen la gravedad del defecto de organización en concreta el punto de vista metodológico. Es cierto que los elementos subje-
relación a la conducta que ha realizado el particular o la lesión de tivos en el derecho penal individual se determinan a través de una
bienes jurídicos ocasionada por la actividad de la empresa. El pre- prueba indiciaría, pero este tipo de prueba no supone objetivar el
tendido tipo subjetivo no es, por tanto, sino la intensidad de la rela- elemento subjetivo. Dolo e imprudencia son hechos subjetivos rea-
ción entre el defecto de organización y el comportamiento del les. Precisamente uno de los peligros fundamentales de la prueba de
autor. No es posible hablar por ello de un tipo objetivo y otro sub- indicio en relación a los elementos subjetivos es convertir los indi-
jetivo en el injusto de empresa. Con todo y en realidad, probable- cios en reglas de prueba o en un sistema de prueba tasada328. El
mente estemos ante una discusión sin efectos prácticos relevantes. intento de buscar el dolo de la corporación muestra con claridad el
Lo que los partidarios del tipo subjetivo empresarial llaman dolo o peligro existente al intentar hormar la responsabilidad colectiva con
negligencia, aquí se denomina un defecto de organización más o
menos grave. 326
Expresamente LAUFER señala lo siguiente (Guilty Minds, op. cit., p. 693):
«resulta difícil imaginar a los tribunales capturando un estado subjetivo de la cor-
Lo que he denominado como núcleo de verdad de la teoría poración guiados únicamente por los modelos de culpabilidad de empresa, sin
de la identificación muestra con claridad lo que quiero señalar. referencia al comportamiento o las intenciones de sus representantes orgánicos. A
Si se observa, tanto en el Código penal australiano como en la la vista de estas referencias, la diferencia en el modelo subjetivo y el modelo vica-
propuesta de Laufer un ejemplo siempre de dolo es el consenti- rial de culpabilidad corporativa puede ser más aparente que real».
327
Cfr. DÍAZ PITA, La presunta inexistencia del elemento volitivo del dolo y su
imposibilidad de normativización, «RP», enero 2006, n.° 17, pp. 65 ss.
325 328
En la propuesta de ZÚÑIGA RODRÍGUEZ resulta especialmente claro: «las Críticamente contra los intentos de normativizar radicalmente el dolo,
actuaciones organizacionales, donde la actuación que denote mayor peligrosidad DÍAZ PITA, La presunta inexistencia del elemento volitivo del dolo y su imposibilidad de
objetiva del peligro para el bien jurídico dará lugar a la imputación dolosa y la normativización, op. cit., pp. 59 ss. Mucho antes se manifestó ya crítico con este pro-
actuación denote menor peligrosidad objetiva del peligro para el bien jurídico ceso DÍEZ RIPOLLÉS, Los elementos subjetivos del delito, Tirant lo Blanch, Valencia,
dará lugar a una imputación culposa», en Bases, op. cit., p. 238. 1990.
162 Parte II. Sistemas de imputación
§ 4. Culpabilidad de empresa 163

los criterios del derecho penal individual: la degradación de los bilidad de la empresa aumenta a medida que crece el grado jerárqui-
conceptos de imputación subjetiva tradicionales con el fin de que co de la personas individual responsable, por lo que los deberes de
puedan acomodarse a ambos tipos de responsabilidad. Se trata de autoorganización son mayores en relación a los comportamientos de-
una argumentación perversa: dado que no podemos convertir a las lictivos que realiza la cúspide empresarial que los de los subordinadas.
corporaciones en personas naturales, convirtamos a las personas Si los altos jerarcas realizan hechos delictivos es más fácil que dentro
naturales en corporaciones. de la empresa se propague la realización de conductas delictivas como
modus operandi ordinario; por otro lado, es conocido que el clima de
4.3.3. ¿Cuál es exactamente la relación entre la culpabilidad de la empresa cumplimiento de la empresa lo determinan en gran medida sus di-
y la del agente? rectivos {supra § 2.1). Asimismo las medidas de autoorganización son
poco creíbles cuando el propio vértice de la empresa las elude. En
aquellos delitos que se cometen para beneficiar a la empresa, a medi-
Sin lugar a dudas una de las cuestiones más importantes que hay da que se desciende en el nivel jerárquico es más fácil pensar que los
que resolver a la hora de establecer un modelo de responsabilidad empleados cometen delitos buscando en exclusiva su beneficio per-
penal de personas jurídicas es la relación que existe entre la culpa- sonal o que en cualquier caso si realizan conductas delictivas lo hacen
bilidad individual y la colectiva. Mientras que la teoría vicarial, en por presión del superior. Quien se encuentra en los escalones más
sus versiones más clásicas, identifica ambas, la seña de identidad de bajos no suele ser evaluado personalmente, sino de forma grupal, e
la culpabilidad de empresa es que prescinde de la idea de transfe- igualmente no es tan evidente que sus rendimientos tengan que ver
rencia y, por tanto, cree que puede prescindir totalmente del agen- directamente con la marcha de la sociedad. Por esta razón desaparece
te. A mi juicio, ambos extremos resultan claramente equivocados:
o se atenúa uno de los factores criminógenos estructurales del delito
que la culpabilidad no se transfiera, tal como propone el modelo
corporativo {supra § 1.1), y por este motivo también debe reconocer-
vicarial, no implica en modo alguno que quien sea el agente y el
se que se atenúa la responsabilidad social de la empresa a la hora de
grado de injusto o culpabilidad que presenta su comportamiento
evitar estos comportamientos delictivos331.
sean factores que deban despreciarse a la hora de medir la culpabi-
lidad de la empresa. Tan erróneo es desentenderse del agente como Igualmente, como acaba de analizarse en el epígrafe anterior, la
de las características de la empresa. relación entre dolo o imprudencia individual y culpabilidad colec-
Así, el nivel jerárquico del autor individual es un indicador bas- tiva muestra también con claridad la relación entre ambas magni-
tante fiable del grado de culpabilidad de la empresa329. Se trata de lo tudes: las medidas de prevención y control, que fundamentan la
que antes denominé como el núcleo de verdad de la teoría de la responsabilidad colectiva, deben ser distintas para la evitación de he-
identificación330. Existen razones empíricas que avalan que la culpa- chos delictivos e imprudentes, debido a la diferente estructura de
estos ilícitos y las diversas motivaciones individuales. Mas no sólo
distintas, sino que también las medidas de prevención que afectan a
329
En igual sentido, LAUFER, Guilty Minds, op. cit., pp. 686 s. Ahora bien, hechos dolosos, debido a la mayor peligrosidad que normalmente
como este autor señala después (op. et. loe. cit., pp. 706 s.), se trata sólo de un indi-
tienen este comportamiento, resultan más importantes —y, por tan-
cador, en una pequeña empresa el que actúe el administrador no significa que
exista mayor culpabilidad que si en la gran empresa actúa un ejecutivo medio.
330
Vid. supra § 3.1.1. Creo que esta interrelación es precisamente una seña de cabe más relevante en el D. Lgs. n.° 231 italiano, en cuanto que en realidad con-
identidad de las Guidelines donde la posición del autor individual tal como estu- tiene dos modelos de imputación distintos dependiendo de si la responsabilidad
diaremos tiene una repercusión enorme en la medición de la pena y, sobre todo, individual pertenece o no a la cúspide jerárquica de la sociedad. Para más detalles
determina las posibilidades de exculpación de la empresa en atención a un pro- sobre ambos modelos, vid. infra § 5.
grama de cumplimiento. N o existen posibilidades de exculpación si quien come- 331
Cfr. COFFEE, Foreword, en GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit.,
tió el delito es un directivo de la empresa. Quién sea el autor individual es aún si pp.V ss.
164 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 165

to, su ausencia más reprochable— que las relativas a comportamien- La interreláción que existe normalmente entre ambos tipos de
tos imprudentes. De este modo igual que la jerarquía del autor responsabilidad no impide tampoco que la culpabilidad por defecto
individual es un indicador —pero sólo un indicador— del grado de de organización subsista cuando no haya sido posible identificar al
culpabilidad de la empresa, el injusto doloso o imprudente cometi- responsable individual (problema de la identificación) o, más clara-
do por el individuo es también revelador de la entidad del defec- mente aún, cuando no exista ningún responsable individual (pro-
to de organización. El tipo subjetivo con que actúa la persona blema de la culpabilidad). De demostrar que esta alternativa —cul-
natural no determina el —inexistente— tipo subjetivo de la perso- pabilidad de empresa sin culpabilidad individual— es posible se
na jurídica, tal como propone la responsabilidad vicarial, pero es un encarga el modelo de Heine y el homicidio de la corporación. En
indicador relevante de la gravedad del defecto de organización. este tipo de responsabilidad de empresa lo que ocurre es simple-
mente que el defecto de autoorganización es distinto, aunque no
Estas conexiones muestran, en definitiva, que tanto la teoría de
necesariamente menor. Una lesión sin responsable individual supo-
la identificación como la vicarious liability tienen un núcleo de ver-
ne desconocer una norma de organización básica en toda organiza-
dad. La idea de transferencia de culpabilidad, rebajada a posible
ción colectiva, en virtud de la cual de cada proceso del cual pueda
indicio de la culpabilidad de empresa, puede considerarse como una
desprenderse resultados lesivos para tercero debe existir siempre un
primera aproximación a un modelo más depurado. Desde el punto
responsable individual. Si se realiza una actividad arriesgada sin que
de vista práctico o legislativo, la relación entre el injusto personal y exista, por ejemplo, un responsable que tenga toda la información
el colectivo implica que la gravedad entre ambas penas normalmente disponible para suspenderla o modificarla en caso de peligro, eso
debe guardar una relación proporcionada. No obstante, y dado que por sí solo representa un grave defecto de autoorganización 332 .
culpabilidad individual e injusto colectivo son entidades indepen-
dientes, tanto conceptual como prácticamente, es perfectamente
posible que el legislador o el juez independice la gravedad de las Este tipo de responsabilidad autónoma sirve a su vez como
consecuencias jurídicas tanto en uno como en otro sentido. sistema de cierre de una estrategia en auge en la última década,
como es la de obligar a las empresas a que establezcan responsa-
bles individuales en zonas de riesgo. Es el caso de la Sarbanes
Daré algunos ejemplos. Es posible que el legislador esté inte- Oxley Act que exige que un directivo se responsabilice de la
resado en reprimir una conducta típicamente dolosa que suele veracidad de las cuentas sociales o de la legislación medioam-
acaecer generalmente dentro del ámbito laboral como es el aco- biental alemana. Lo que vendría a sancionar la responsabilidad
so sexual. Este tipo de infracción tendrá, por tanto, como princi- colectiva autónoma es la infracción de este tipo de deberes de
pal destinatario y principal responsable a las personas naturales. autoorganización333.
Ello no impide, sin embargo, que pueda imponer obligaciones
subsidiarias de autorregulación a las empresas y sancionar su in-
cumplimiento, eso sí, con una pena considerablemente más baja. La necesidad de partir, como regla, del hecho del autor indivi-
Un ejemplo donde sería razonable una estrategia inversa es en la dual es además obligada por razones constitucionales. La existencia
evitación de accidentes de tráfico por parte de las empresas de y la gravedad del defecto de organización sólo se puede determinar
transporte: aunque el conductor asalariado de la misma es el procesalmente cuando se conocen los detalles del comportamiento
principal responsable por la conducción y el respeto de los tiem- individual. Proceder de otra forma, desentendiéndose del hecho
pos de descanso, el legislador podría arbitrar sanciones compara- individual, atentaría contra el principio de presunción de inocencia.
tivamente más graves contra las empresas de transporte, con el fin
de que adoptaran las medidas pertinentes para impedir la viola- 332
Vid. también las consideraciones de GRUNER, Corporate Criminal Liability,
ción de esta normativa. Instaurando la responsabilidad colectiva op. cit., pp. 2-20.
en estos casos el Estado comparte con las empresas las cargas de 333
Con ulteriores referencias en nota 28, N I E T O MARTÍN, El programa político
la prevención y el descubrimiento de este tipo de ilícitos. criminal, op. cit., p. 266.
166 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 167

La conexión, por regla general, entre ambos tipos de responsabilidad lias, meros instrumentos del sujeto individual para la comisión de
implica una consecuencia importantísima para el diseño del proce- hechos delictivos335. Estas razones constitucionales y de política cri-
so penal y es la necesidad de un único proceso en el que se diluci- minal justificarían por sí solas la instauración de la inimputabilidad
de la responsabilidad penal individual y la colectiva. Esta unidad colectiva, mas existen también argumentos teóricos que abonan la
viene avalada también por la importancia que tiene la culpabilidad razonabilidad de esta decisión. El primero, al que ya se ha hecho
reactiva de la persona jurídica. Si en la determinación de la sanción referencia, es la propuesta de culpabilidad constructivista de Gómez-
empresarial resulta de gran importancia su colaboración con la Jara. Persona, a los efectos del derecho penal de la empresa, puede ser
administración de justicia en orden a esclarecer el delito cometido tan sólo aquella que cumpla con la característica de la autorreferen-
por el particular, es imprescindible que ambas responsabilidades se cialidad, equivalente a la conciencia de las personas físicas336.
discutan en un mismo proceso. El comportamiento posdelictivo, en
las condiciones que después se estudiarán, da oportunidad a la cor- En el planteamiento de este autor una organización comple-
poración de distanciarse del comportamiento del agente. ja (imputable o mayor de edad) es aquel sistema en donde se
produce una acumulación de círculos autorreferenciales.Tres son
Pensando en la reforma del derecho español estas últimas los «círculos» que han de darse en una organización para que se
reflexiones muestran lo equivocado que resulta nuestra pretensión produzca la conciencia. El primero es el conformado por las
de mantener a toda costa el derecho penal colectivo, en el marco reglas internas que determinan la condición de miembro; el
del derecho sancionador administrativo. Esta solución, ademas dé segundo es el de los procesos mediante los que se establecen los
ser compleja de realizar en algunos sectores, por inexistencia de programas de decisión, los fines autónomos de la entidad, y la
administración competente (¿qué órgano de la administración forma de adoptar decisiones; el último círculo es el que propor-
resulta competente para sancionar a la empresa cuyo responsable ciona la identidad337.
practicó la corrupción o que distribuye pornografía infantil, etc.?),
no aprovecha la oportunidad que la responsabilidad de las perso- Aunque desde otros presupuestos distintos338, un sector de la
nas jurídicas tiene en orden a incrementar los niveles de respon- doctrina norteamericana proporciona argumentos que apuntan en
sabilidad individual, como consecuencia no sólo de la prevención, idéntica dirección; me refiero principalmente a Peter French 339 . Para
sino también de la colaboración {vid. ya supra § 2.3, sobre el papel
del derecho sancionador administrativo de las personas jurídicas, 335
GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. cit., pp. 241 ss.; el mismo, ¿Imputabi-
las consideraciones que se hacían en § 1).
lidad de las personas jurídicas?, en «Homenaje al Profesor Dr. Gonzalo Rodríguez
Mourullo», Thomson-Civitas, 2005, pp. 425 ss.
336
Cfr. GÓMEZ-JARA, La culpabilidad penal, op. cit., pp. 115 ss., 244-246. La
4.3.4. ¿Personas jurídicas inimputables (pequeñas sociedades y empresas importancia de la «conciencia» como requisito de la persona, jurídico penal, pro-
criminales)? viene del planteamiento de Günther JAKOBS. Para este autor la conciencia es la
cualidad que permite ser persona y por tanto culpable, vid. JAKOBS, ¿Punibilidad de
personas jurídicas?, op. cit., pp. 84 ss., de ahí que GÓMEZ-JARA intente buscar un
A lo largo de este trabajo nos hemos referido ya varias veces a la equivalente a la conciencia en las personas jurídicas.
posibilidad de que existan personas jurídicas inimputables. La inim- 337
Cfr. GÓMEZ-JARA, ¿Imputabilidad de las personas jurídicas?, op. cit., p. 438.
putabilidad corporativa atendería a solucionar dos problemas distin- 338
C o m o antes señalaba, la doctrina norteamericana que se ha ocupado del
tos. De un lado, el problema de non bis in idem. El argumento de que concepto de responsabilidad moral y culpabilidad de la empresa ha puesto el
en casos de sociedades pequeñas, dirigidas personalmente, existe un acento en la característica de la «intención» de la acción, como substrato mínimo
doble sujeto es inmantenible 334 . De otro, el de las sociedades panta- a partir del cual pueden efectuarse juicios morales. Demostrar la intención corpo-
rativa ha conducido a argumentaciones paralelas a las, a mi juicio, mucho más
complejas, de los sistemas autopoiéticos.
334 339
§ 3.2.1 (c). Vid. The Corporation as a Moral Person, «American Philosophical Quaterly»,
168 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 169

este autor, cuya propuesta está conectada con la teoría de la organi- Sentado lo anterior serían tres los supuestos de inimputabilidad
zación, las organizaciones sólo pueden ser consideradas entes mora- empresarial. El primero y más claro es el de las sociedades de pan-
les, cuando desarrollan estructuras internas propias para la toma e talla 342, con una actividad económica ficticia, y cuya principal fun-
implementación de decisiones empresariales; si no es así, únicamen- ción es servir de escondite al autor individual. El segundo supuesto
te existe una agregación de personas, donde los actos e intenciones sería del caso de pequeñas sociedades, que pese a tener una activi-
de la colectividad son reconducibles a sus miembros. Aparte de los dad perfectamente lícita, no han desarrollado una complejidad sufi-
procesos de toma de decisión, que determinan cuando una acción ciente en el sentido antes indicado.
puede considerarse como una acción corporativa, las características
de la organización imputable —capaz de realizar actos intencionales, En este caso el límite a partir del cual debe empezar a actuar
en su terminología— son las siguientes: el control estricto sobre las la responsabilidad colectiva debe establecerse tanto a partir de
estándares de conducta de los individuos y la diferencia de roles que los criterios teóricos anteriores, como de política criminal. Exis-
tiene asignados los miembros de la corporación, lo que produce que ten ya en este sentido algunas propuestas, dentro de la doctrina
el cambio de personas no afecte a su entidad. Estas estructuras, no norteamericana, que podrían ser tomadas en consideración. Así,
demasiado distintas a los círculos autorreferenciales descritos por por ejemplo, Leonard Orland en un conocido trabajo sobre el
Gómez-Jara340, son las que proporcionarían identidad propia a las Model Federal Corporate Criminal CodeM7> critica el modelo «uni-
tario» de responsabilidad empresarial por entender precisamente
organizaciones, distinguiéndolas de sus asociados.
que sólo las sociedades anónimas de capital disperso se corres-
Los criterios como los que acaban de referirse confirman lo ponden con el modelo de culpabilidad de empresa. Las peque-
razonable de una decisión normativa del legislador excluyendo a ñas sociedades son, en cambio, más individuos que corporacio-
determinadas empresas de la responsabilidad penal, si bien la difi- nes. En concreto, acogiendo la definición de sociedad anónima
cultad de indagar criterios como los apuntados aconseja, además, con capital disperso que se ofrece en los principios de gobierno
que sea la propia ley la que normativamente establezca los supues- corporativo del American Law Institute, propone restringir la san-
tos de inimputabilidad empresarial {vid. infra art. 2.3 de mi pro- ción a aquellas sociedades que «en la fecha de cierre del registro
puesta) 341. de socios de su más reciente junta general ordinaria de accio-
nistas, contaran con 500 o más titulares registrados de sus títulos
sociales y con cinco millones de dólares o más de activo total».
1979, pp. 207 ss.; el mismo, Integrity, Intentions and Corporations, «American Busines
Law Journal», Vol. 34, 1996, pp. 141 ss. Sigo la completa exposición que de su teo- Las consecuencias jurídicas previstas para los supuestos de
ría realiza GÓMEZ-JARA, La responsabilidad, pp. 13 ss. y 78 ss. inimputabilidad no tienen por qué ser necesariamente idénticas.
340
Vid. de hecho ¿Imputabilidad de las personas jurídicas?, op. cit., p. 443. Así, mientras que en el caso de empresas pantalla sería conve-
341
La formación de los jueces, y la necesidad de concluir el proceso penal en niente la disolución, un equivalente a la innocuización desde el
un tiempo razonable, hace poco menos que impensable una cláusula abierta de punto de vista de los fines de la pena, en los supuestos de
inimputabilidad, que obligara al juez caso a caso a ver si la estructura empresarial pequeñas empresas lo más adecuado es la no imposición de san-
posee la suficiente complejidad. Es cierto, no obstante, que una decisión legislati- ción alguna o alguna sanción de tipo estructural, como la cura-
va de «todo o nada» puede llevar a resultados injustos en supuestos en los que la
empresa pese a superar el umbral legislativo señalado (p. ej., más de 250 trabaja-
dores), en la práctica no ha desarrollado un sistema de organización como los des- 342
Q u e es al que se refería originariamente GÓMEZ-JARA, La culpabilidad
critos. Si los directivos de la empresa son sus propietarios y además incurren en penal, op. cit., p. 246.
responsabilidad penal personal se produce el problema de bis in idem al que ante- 343
Beyond Organizational Guidelines: Toward a Model Federal Corporate Criminal
riormente me refería. N o obstante, para evitar estos casos conviene establecer el Code, «Wash. U. L. Q.»,Vol. 17, 1993 (cito el trabajo por la versión que aparece en
principio de cuenta, lo que supone una solución, equivalente a la semiimputabil- el reading del propio ORLAND, Corporate and white collar crime: an anthology, op. cit.,
dad, que confiere cierta flexibilidad al sistema (vid. supra § 3). p. 229).
170 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 171

tela o las sanciones interdictivas. El primero sería, por ejemplo, régimen muy similar cuando propone la pena de disolución y la
el caso de la pequeña empresa, donde son frecuentes los acci- clausura definitiva de los locales.
dentes laborales y es precisa la intervención con el fin de esta-
blecer un plan de prevención de riesgos laborales; el segundo El tercer caso, con seguridad el más discutible, de empresas
comprendería casos como la alteración del precio en concursos inimputables son las empresas criminales. Lo complejo de este gru-
y subastas públicas donde no tendría sentido privilegiar a las po es que abarca situaciones muy dispares. En un extremo estaría el
pequeñas empresas. En realidad en estos casos, la interdicción supuesto, similar a las sociedades de pantalla, de organizaciones que
supone una segunda sanción contra la persona individual que únicamente tienen como finalidad contribuir a los fines de la orga-
dirige la entidad que habrá de reputarse proporcionada344. nización criminal, por ejemplo, blanqueando sus bienes. Hablar en
Pese a que teóricamente la propuesta de inimputabilidad estos casos de organización, habida cuenta de la dirección extrema-
resulta satisfactoria, no resulta sencillo pensar en su articulación damente personalizada que suele existir en estos supuestos, no res-
legislativa. Como acabo de señalar, inimputabilidad no significa ponde a la realidad. Un supuesto distinto es el de empresas, que
ausencia de respuesta jurídica. Siendo consecuentes con los ocasionalmente, entran en el círculo del crimen organizado, simple-
planteamientos que se vienen haciendo, la principal consecuen- mente porque éste las ha financiado. Entre ambos, finalmente, se
cia reguladora de la inimputabilidad sería que estas sanciones se encontrarían, empresas pertenecientes al crimen organizado, pero
imponen al sujeto individual y no a la persona jurídica345 y, por que participan en el tráfico económico legal {vgr., la actividad urba-
tanto, ésta carece de derechos procesales o éstos serían mínimos. nística), desarrollando una estructura y unos fines hasta cierto pun-
En definitiva, sería un régimen procesal muy similar, en lo par- to independientes 346 .
co, al que se prevé en el art. 129 del CP, tal como resulta ahora
o tras el Proyecto de reforma del CP, donde como ya expuse En el derecho comparado la cuestión de las empresas crimi-
(supra § 1) el legislador pensaba en empresas peligrosas y de nales, dentro de la responsabilidad de las personas jurídicas, se ha
fachada. Igualmente el art. 297 bis que se introduce en el Pro- planteado sobre todo en Italia y en Estados Unidos y en ambos
yecto de reforma, referente a las sociedades pantalla, aventura un caso con soluciones divergentes. Mientras que el legislador ita-
liano las trata con el mismo régimen de las empresas de econo-
344
mía legal347, el Guideline348 ha establecido un sistema de deter-
N o creo, por tanto, que se trate de una medida de seguridad contra la pro- minación de la pena de multa singular, que pretende la muerte
pia persona jurídica, pues si no tiene la complejidad organizativa necesaria para ser
por asfixia económica de la entidad.
«persona culpable» de manera distinta a las personas individuales que la dirigen,
tampoco tendrá la entidad suficiente como para ser «persona peligrosa», con inde-
pendencia de la culpabilidad de sus titulares. N o es posible, pues, un símil absolu- Aun reconociendo que las empresas criminales se acercan al
to con el sistema dualista del derecho penal de penas y medidas de seguridad; vid. modelo de las empresas inimputables, la variedad descrita aconseja
no obstante de otra opinión GÓMEZ-JARA, ¿Inimputabilidad de las personas jurídicas?,
op. cit., p. 445, que propone la creación de medidas de seguridad, y, por tanto, un
346
sistema dualista, paralelo al de la responsabilidad de las personas físicas. Resulta de interés acerca de las interrelaciones entre la economía legal y
La etiqueta que asignemos a las consecuencias que se imponen a personas el crimen organizado, FOFFANI, Criminalidad organizada y criminalidad económica,
jurídicas inimputables es de todos modos poco significativa. Así, por ejemplo, será «Revista Penal», n.° 7, 2001, pp. 55 ss.; vid. también Relazione, op. cit., p. 433.
347
necesario que la persona jurídica —con independencia de si es o no persona jurí- Relazione, op. cit., p. 433: «la elección del legislador delegante consiste en
dico-penalmente hablando— pueda defenderse y estar representada autónoma- no tener en cuenta, quizás sólo de un modo marginal, este tipo de eventualidad».
348
mente en el proceso penal, cuando sus intereses no se solapen absolutamente con § 8C1.1: «If, upon consideration of the nature and circumstances of the
el responsable individual. offense and the history and characteristics of the organization, the court determi-
345
En este caso sí que llevarían razón aquellos que, como FEIJOO SÁNCHEZ nes that the organization operated primarily for a criminal purpose or primarily
{Sanciones para empresas, op. cit., pp. 137 ss.), hablan de peligrosidad objetiva de la by criminal means, the fine shall be set at an amount (subject to the statutory
empresa, comparándola con el cuchillo del asesino. máximum) sufficient to divest the organization of all its net assets».
172 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 173

una vía similar a la del legislador italiano, consistente en no hacer razón de que se trata de una obligación mucho más novedosa y casi
distinciones. De un lado, las empresas auténticamente criminales, desconocida en los países del civil law350.
las que no tengan otra actividad que la ilícita, son similares a las
La solución para poner fin a esta falta de taxatividad, la aportan
empresas pantalla; en el resto, el juez puede dar una respuesta ade-
los modelos mixtos más importantes (Guidelines y D. Lgs. n.° 231)
cuada si tiene en su mano un abanico de sanciones lo suficiente-
mente amplio. Así mientras que en algunos casos la disolución será mediante la creación de compliance programs o modelos de organiza-
la respuesta más adecuada, en otros convendrá la supervisión judi- ción en los cuales las empresas, en colaboración con la administra-
cial con el fin de «limpiar» la organización y preservar los puestos ción y otros agentes sociales, han protocolarizado las medidas orga-
de trabajo. Por otro lado, la categoría de empresas criminales uni- nizativas351. Los compliance programs y su contenido serán objeto de
da a sanciones «exterminadoras», como las del modelo norteame- un análisis posterior que estoy convencido arrojará como resultado
ricano, puede dar lugar a abusos que harían peligrar la legitimidad la compatibilidad de la idea de culpabilidad de empresa por defec-
del sistema. to de organización con el principio de determinación penal en un
grado aún más aceptable que el deber de cuidado 352 . Más, por otro
lado y aunque la intervención del legislador es menor que a la hora
4.3.5. El problema de la taxatividad de fijar deberes de cuidado, en cada vez más sectores (medio
ambiente, protección del trabajador, gobierno corporativo, blanqueo
Cualquier intento de introducir la culpabilidad de empresa en de capitales, etc.) el derecho administrativo está generando y con-
«estado puro» debe contar con la crítica de la ausencia de taxativi- cretando deberes de organización que coinciden en su estructura
dad: ¿Qué es exactamente organizar bien a una empresa, en qué con las exigencias de los modelos de cumplimiento, y de los debe-
consisten los deberes de autoorganización? Esta carencia se eviden- res de la autoorganización empresarial a los que aquí nos referimos.
cia en el corporate killing e incluso en la propuesta de Heine 349 . Tal como después se mostrará con mayor detalle (§ 6) existe ya, al
Alguien podría contraargumentar señalando que el menoscabo del menos en estos sectores, un nivel de certeza considerable a la hora
principio de determinación es semejante al que existe en la impru- de responder a la pregunta qué es organizar bien una empresa. De
dencia. Mas este «mal de muchos» resulta un falso consuelo. La este modo la crítica al modelo de la culpabilidad, consistente en su
ausencia de taxatividad que afecta a los deberes de autoorganización falta de taxatividad, queda diluida siempre y cuando se ponga en
es mayor que la que concierne al deber de cuidado. En buena par- contacto con la existencia de una actividad administrativa determi-
te de los sectores del tráfico jurídico las obligaciones de cuidado se nada a fijar cuáles son esos deberes de autorregulación.
han ido fijando durante años, por lo que puede decirse que me-
diante la vía del derecho consuetudinario su grado de determina-
350
ción es aceptable; en otros son objeto de atención del derecho Vid. además las observaciones del propio HEINE, Die strajrechtliche Verant-
administrativo que contiene un sinfín de normas de cuidado o al wortlichkeit, op. cit., p. 266, señalando que la estructura temporal de la culpabilidad
menos de parámetros a partir de los cuales establecerla; en sectores de empresa incrementa la indeterminación.
351
Vid. expresamente el legislador italiano en la Relazione, op. cit., p. 445:
profesionales existe además una praxis o unos estándares que perfi-
«Piuttoso che sancire un genérico dovere di vigilanza e di contrallo dell'ente sulla
lan el grado de cuidado necesario. N o creo que pueda constatarse falsariga di quanto disposto dalla delega... si é preferito allora riempire tale dove-
un fenómeno similar a la hora de concretar los deberes de organi- re di specifici contenuti: a tal scopo, un modello assai utile é stato fornito dal sis-
zación empresarial, para impedir hechos delictivos, por la simple tema dei compliance programs da tempo funzionante negli Stati Uniti».
352 jyfQ c o m p a r t o por ello la crítica que hace contra el modelo norteamerica-
no tachándolo de falta de efectividad, DANNECKER, Das Unternehmen ais Good
349
Quien reconoce el problema, vid. La responsabilidad colectiva: una tarea pen- Corporate Citizen, ein Leitbild der europáischen RechtsentuHcklung?, en ALWART (hrsg.),
diente a la luz de la rédente evolución europea, en GÓMEZ-JARA (dir.), Modelos de auto- «Verantwortung und Steuerung von Unternehmen in der Markwirtschaft», M ü n -
rresponsabilidad penal empresarial, op. cit., pp. 182 s. chen und Mering, 1998, pp. 29-30.
174 Parte II. Sistemas de imputación § 4. Culpabilidad de empresa 175

Al lado de la posibilidad de intervención administrativa, con el responsabilidad penal, dependiendo del tipo de riesgo que genere su
fin de solucionar el problema de la taxatividad, existen otros cami- gestión. Si, como parece previsible, y está ocurriendo en algunos
nos complementarios. El primero es dar entrada, dentro del con- países europeos (Italia, Portugal, Suiza, España), la responsabilidad de
cepto de culpabilidad de organización, al filtro, procedente de la las personas jurídicas se establecerá sólo en relación a concretos
responsabilidad vicarial, según el cual la imputación sólo se produ- tipos delictivos, por existir una obligación internacional, resulta sin
ce cuando el autor obra por cuenta de la empresa. De este modo, duda una vía adecuada. En última instancia, las propuestas de Hei-
la culpabilidad por defecto de organización se referiría sólo a aque- ne y el homicidio de empresa del R U responden a esta técnica en
llos delitos relacionados con la actividad de la empresa. cuanto, como antes advertía, son modelos de Parte Especial de res-
ponsabilidad penal corporativa (vid. en este sentido arts. 1.1 y 2.2
Esta vía se ha seguido en Suiza. El art. 100 quarter 1, además de mi propuesta).
del defecto de organización, requiere que el delito se haya rea-
lizado dentro de su ámbito de actividad. Su función es limitar la
imputación de los excesos en que los trabajadores puedan incu- 4.3.6. Los efectos perversos de la corporate liability
rrir en el ejercicio de su función. No obstante, ya sabemos
cómo a la doctrina americana le basta una suerte de relación de Dentro de la doctrina norteamericana las críticas a la culpabili-
riesgo entre la actividad delictiva y la laboral para admitir la res- dad de empresa se deben más a razones de eficacia que a motivos
ponsabilidad. Basta con que el trabajo realizado aumente las constitucionales relacionados con el principio de determinación. El
posibilidades de cometer ese delito. En este sentido un impor- punto de partida es que, efectivamente, la culpabilidad de empresa
tante tarea de la dogmática penal consistiría en establecer en es un modelo eficiente para incentivar a las empresas a establecer
relación a cada figura delictiva de la PE qué tipo de empresas sistemas de detección y denuncia de hechos delictivos cometidos
tienen un deber de organización353. Cuando más adelante estu- por las personas naturales. Ello se hace además de una forma creí-
diemos los compliance programs veremos además que el primer
ble. Los empleados y directivos saben que la empresa se beneficia
paso en su elaboración es precisamente realizar una valoración
por la adopción de esta medida, por lo que la posibilidad de que no
del riesgo (risk assesment)i5* y fijar qué delitos y qué concretas
todo sea papel mojado es bastante alta355.
operaciones empresariales en relación a los mismos son las que
entrañan un mayor peligro de actividades delictivas en el tráfico Ahora bien, esta virtud viene acompañada de algunos inconve-
de la empresa. De este modo, ex ante un buen análisis del riesgo nientes importantes, que afectan a los fines de política criminal que
por parte de la empresa limita ya de forma razonable los ilícitos se pretenden con la introducción de la responsabilidad de las perso-
por los que puede hacerse penalmente responsable. En conclu- nas jurídicas. La primera crítica es la siguiente: la culpabilidad de
sión: creo que debe prescindirse de cláusulas como las que hacen organización no incita a las empresas a ser completamente eficien-
referencia al giro de la empresa, porque además de su indetermi- tes en la prevención de hechos delictivos, éstas sólo lo serán en la
nación, no aportan nada a una metodología mucho más desarro- medida de lo necesario para establecer el estándar' de culpabilidad
llada en la confección de modelos de organización. que el legislador o la jurisprudencia determinen. Si estos listones se
establecen demasiado bajos, en parte por la habilidad de las propias
Una segunda posibilidad es que el legislador en la parte especial empresas para presionar y convencer a los jueces —muy inexpertos
decida en relación a cada tipo penal las empresas que están sujetas a en esta materia— de que la autoorganización ha sido correcta, la
responsabilidad colectiva no cumpliría eficazmente con sus funcio-
353
nes. Éste es un defecto que no posee la responsabilidad vicarial, la
Por un camino parecido, aunque intentando ser más restrictivo, HEINE,
Das kommende, op. cit., pp. 34 ss.
354
§ 6. Cfr. ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 711 s.
176 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 177

strict liability, donde las empresas están obligadas a desarrollar méto- más adecuado.-Esta interacción entre regulador y regulado, a la vez
dos de prevención con la mayor eficacia posible. En este modelo el que evita la imposición de deberes de autoorganización muy eleva-
objetivo de la empresa es evitar radicalmente la comisión de hechos dos, y por tanto ineficientes, evita también el que la empresa se con-
delictivos y no evitarlos, como ocurre ahora, únicamente en la tente con un mero cumplimiento formal de estándares que resulta
medida que se requiera de acuerdo con el estándar de diligencia ineficiente. Sobre todo porque el intervencionismo de la administra-
fijado por la ley o el juez 356 . En este sentido se indica además que ción puede ir in crescendo, la confianza inicial puede verse sustituida
mientras el modelo vicarial es eficaz en la implementación de pre- por medidas de intervención mucho más drásticas que acaben, por
vención pero no en lo que concierne a la detección, en la culpabi- ejemplo, con la imposición a la empresa de un curador o supervisor
lidad de empresa tiene lugar el fenómeno contrario. La importancia que implante medidas organizativas fijadas por la propia administra-
de la culpabilidad reactiva y la colaboración permite relajarse en la ción. Estas nuevas técnicas de intervención administrativa además, y
prevención, pues finalmente la empresa siempre encuentra caminos tal como ya ocurre en el marco de la prevención de riesgos labora-
que le permiten distanciarse del comportamiento realizado por su les, permiten la participación de representantes de intereses colecti-
agente 357 . En el otro extremo, también se teme, que si el deber de vos, afectados por el desarrollo de la actividad empresarial, lo que
organización se coloca muy alto, y abarca precauciones innecesarias, garantiza aún más su efectividad, y pone a salvo de problemas como
a la empresa se le obligará hacer una inversión poco eficiente. La el de la capture, esto es, la habilidad de las empresas (vgr., a través del
culpabilidad de empresa como modelo de imputación tiene tam- lobby o la corrupción) para que la administración establezca las me-
bién, pues, su efecto perverso 358. didas que les resulten más convenientes359.
Mas todas estas críticas, sobre las que habrá de volver (infra
§ 5.3.2), con ser importantes no son decisivas. En primer lugar, § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto
pueden ser solventadas, conjuntamente con el problema de la taxa-
tividad, a través de un correcto diseño de los programas de cumpli-
miento en el que intervengan personas independientes, desvincula- Los modelos mixtos son aquellos que combinan el modelo de
das del poder empresarial. Como después veremos, la forma de imputación vicarial o de transferencia con la culpabilidad de
intervención administrativa que se esta generando en los últimos empresa. Existen, en lo que conozco, tres ordenamientos que han
años en sectores como la prevención de riesgos laborales, el medio acogido este sistema: USA, Italia y, muy recientemente, Austria360 .
ambiente o el buen gobierno corporativo dista mucho del regla- El art. 31 bis del Proyecto de reforma del CP español puede encua-
mentismo clásico; se trata de cooperar con la empresa, dejándole drarse también en sus filas.
marcos de cofinanza y de discrecionalidad relevantes, que pueden
ser recortados, para que encuentre su sistema de autorregulación Entre las regulaciones italiana y americana, a las que dedica-
remos nuestra atención, existen algunas diferencias importantes.
La primera es que la culpabilidad de empresa en Estados Unidos
356
Vid., por ejemplo, COFFEE, en GRUNER, Corporate Criminal Liability, entra en escena principalmente en el momento de la determi-
op. cit., pp. X s.: en un sistema de responsabilidad objetiva la empresa tiene interés
en implantar un sistema de prevención si (a) éste reduce efectivamente la posibi-
359
lidad de que se comentan delitos y si (b) la pena que se le impone supera el cos- Además de lo que se dirá infra § 6, vid. sólo AYRES/BRAITHWAITE, Res-
to del programa de prevención. Si, como ocurre en los sistemas de culpabilidad ponsive Regulation. Trascending the Deregulation Debate, Oxford University Press,
propia de la empresa, tener un plan reduce automáticamente la pena, la posibili- 1992.
360
dad de que el programa sea efectivo desaparece. Ley austríaca sobre responsabilidad de las agrupaciones por hechos delicti-
357
Cfr. ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 694 ss. vos, de 1 de enero de 2006. Dado que en este último caso la bibliografía es esca-
358
Cfr. ARLEN/KRAAKMAN, Controlling Corporate Misconduct, op. cit., p. 711, sa, y la experiencia práctica aún menor, lo dejaremos de lado, vid. en cualquier caso
con referencias en nota 56. el trabajo de ROBLES PLANAS, ¿Delitos de personas jurídicas?, op. cit., pp. 8 ss.
178 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 179

nación de la pena; en cambio, en Italia —siguiendo una idea Los sistemas de imputación se establecen en atención al tipo
más propia de un sistema puro de culpabilidad de empresa— de delito. En infracciones relacionadas con obligaciones que
opera también como causa de justificación o déjense que puede específicamente se dirigen a la empresa, ésta es responsable sin
invocar la persona jurídica para excluir su responsabilidad. En las más361. En aquellos delitos del common law, como la estafa o el
Guidelines siempre queda, como veremos, un resto de sanción, homicidio, que no contemplan expresamente la responsabilidad
procedente de la transferencia de culpabilidad del agent, a dife- de la persona jurídica, el MPC reduce los agentes que dan lugar
rencia de lo que ocurre en Italia, donde la ausencia de culpabi- a responsabilidad de la empresa en el sentido de la teoría de al
lidad de la empresa puede exculparla totalmente. Una segunda identificación. Sólo miembros del consejo de administración o
divergencia radica en que en el sistema italiano contiene una altos directivos (high managerial agent)*62.
regulación completa de la responsabilidad sancionadora: positivi-
za el modelo vicarial, que en los Estados Unidos continúa sien- Mas de entre estos modelos hay uno que es el que aquí nos
do una construcción doctrinal, y establece además un régimen interesa especialmente, el previsto para aquellos delitos en los que el
procesal específico. La tercera divergencia concierne al diseño de legislador requiere la culpabilidad de la corporación. En este caso el
las consecuencias jurídicas. Reparación, multa y prueba consti- punto de partida es la vicarious en su versión de agente más genero-
tuyen los arietes de las Guidelines. En el sistema italiano la repa-
sa, mas esta amplitud se compensa con la introducción de una déjen-
ración y la prueba se funden (art. 17) y aparecen como tipolo-
se en virtud de la cual la empresa puede eludir su responsabilidad si
gía de sanciones las interdictivas.
demuestra que los encargados de la supervisión realizaron correcta-
Frente a estos dos ejemplos la principal característica del mente su tarea en el área en que tuvo lugar la infracción363. En rea-
proyectado art. 31 bis es que sólo da eficacia atenuante, y no lidad, este modelo de imputación se acerca enormemente a las plas-
agravante, a la culpabilidad de empresa, en unión a otros crite- maciones más evolucionadas del modelo vicarial, donde el hecho
rios de atenuación que conectan con la reactive fault. El CP aus- de contacto no es sino un defecto de organización interna consis-
tríaco parte de presupuestos de imputación similares a los del 31 tente en la ausencia de supervisión por parte de un superior. N o
bis, esto es teoría relajada de la identificación, pero en la gra- obstante, aunque en el MPC tanto la imputación como la justifica-
duación de la sanción atiende tanto a factores de culpabilidad ción están absolutamente personificadas, su estructura responde más
proactiva («la agrupación ya antes del hecho haya tomado pre-
al modelo de culpabilidad de organización, pues la due diligence se
cauciones para impedir tales hechos»), como reactiva («la agru-
dirige más que a motivar al alto directivo, a motivar a la empresa
pación haya contribuido al esclarecimiento del hecho relevante-
mente», «la agrupación haya reparado las consecuencias del para que realice una supervisión adecuada364.
hecho», «la agrupación haya adoptado mecanismos para impedir
en el futuro hechos similares»). A continuación exclusivamente 361
Sec. 2.07 (1) (b).
me referiré en profundidad al Guidelines y el sistema italiano, 362
Sec. 2.07 (1) (c), vid. infra.
pues son sin duda alguna los sistemas más interesantes. 363
Sec. 2.07 (1) (a), en conexión con 2.07.5: «k shall be a defense if the
defendant proves by a preponderance of evidence that the high managerial agent
having supervisory responsibility over the subject matter of the offense employed
due diligence to prevent its commission».
5.1. Del Model Penal Code al Sentencing Guidelines
Para una exposición más detallada vid. en la doctrina europea GÓMEZ-JARA,
for Organizational Ofíenders
La responsabilidad penal, op. cit., pp. 38 ss.; el mismo, Corporate Criminal Liability,
op. cit., pp. 302 ss.; E H R H A R D T , Unternehmensdelinquenz, op. cit., pp. 11 ss.; Di
En 1962 tuvo lugar en EEUU una propuesta legislativa realiza- MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 23 ss. En la propia doctrina norteamericana vid. por
da por el American Law Institute que viene a compendiar práctica- todos Developments in the Law. Corporate Crime, op. cit., pp. 1251 ss.
364
mente todos los modelos de imputación existentes: la sección 2.07 La due diligence como defensa no era por supuesto nueva, poco después de
del Model Penal Code. Hudson River es invocada por las empresas, con el fin de intentar evitar la res-
180 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 181

Con este antecedente, una rica praxis jurisprudencial y, sobre Los basamentos de política criminal de las Guidelines podrían
todo, una reflexión teórica en cantidad y calidad muy superior a la reducirse a dos estrategias. La primera y más conocida es la gráfica-
europea en 1991 se publican las Sentencing Guidelines for Organiza- mente denominada «palos y zanahorias» (carrots and sticks): mitigar la
tional Offenders. Se trata, como su propio nombre indica, de algo tan sanción cuando la empresa colabora en la prevención y en el escla-
poco pretencioso como un sistema de determinación de la pena, recimiento del delito y aumentarla en caso contrario. A juicio de
cuya finalidad es ofrecer al juez las directrices a seguir en su medi- uno de sus redactores, el cambio de estrategia podría describirse
ción. Al igual que ocurría con las personas físicas, cuyas Guidelines con sencillez del siguiente modo: el derecho penal, y particular-
datan de 1984, la disparidad de Estado a Estado en la determinación mente el derecho penal de la empresa, ha obrado siempre con una
de la pena en las personas jurídicas era tan relevante que el legisla-
estrategia similar a la de los controles de velocidad. En este esque-
dor decidió armonizar la práctica judicial, ofreciendo estas directri-
ma se actúa bajo una estricta división de roles —policías v. infrac-
ces comunes. Existía además la impresión generalizada de que las
tores— e intereses contrapuestos, por ello el objetivo principal de
sanciones que se imponían a las personas jurídicas eran demasiado
suaves, por lo que se trataba de homogeneizar endureciendo. Tras las empresas es eludir y encubrir su responsabilidad y la administra-
esta modesta fachada se esconde, sin embargo, un monumental edi-
ficio de política legislativa, dotado de una refinada estrategia políti- Tras su aprobación las Guidelines fueron reformadas en 1988 y en el 2003, tras
ca criminal, que además ha alterado notablemente, hasta hacerlos los escándalos empresariales del cambio de siglo (Enron, Adelphia, HealthSouth,
irreconocibles, según algunos, los fundamentos de la vicarious liability Tyco, Worldcom), y, por tanto, dentro del mismo conjunto de medidas que ha
que toma como punto de partida 365 . dado lugar a la SOA. La finalidad de esta reforma, que no altera en absoluto su
estructura, está en armonía con el espíritu de la legislación post Enron que persi-
gue a través de diversas medidas incrementar la revelación por la propia empresa
ponsabilidad. Una historia muy similar a la que muchas décadas después se ha o sus empleados (Whistleblowers) de los comportamientos ilícitos de que tengan
producido en Francia; vid. LAUFER, Corporate Bodies and Guilty Minds, op. cit., noticia, por eso impide que la empresa obtenga reducciones en la pena cuando
pp. 17 ss. pese a conocer la infracción gracias a un programa de cumplimiento efectivo no
365
Sobre su fase prelegislativa, extensamente Di MAGLIE, Etica, op. cit., lo ha puesto en conocimiento de las autoridades, vid. sobre este particular y en
pp. 50 ss.; GÓMEZ-JARA, La responsabilidad penal, op. cit., pp. 51 ss.; el mismo, Cor- general sobre esta reforma, BUCY, Carrots and Sticks. Post-Enron Regulatory Initiati-
porate Criminal Liability, op. cit., pp. 309 ss.; STEINER/STEINMANN/OLBRICH, Die ves, «Buffalo Criminal Law Review», Vol. 8, 2004, pp. 302 ss.
U.S. Sentenáng Commission Guidelines, en ALWART (hrsg.), «Verantwortung und Las Guidelines, tanto de personas físicas como jurídicas, han tenido algunos
Steuerung», op. cit., p. 153. Dentro de la literatura norteamericana la versión oficial problemas de inconstitucionalidad. Algunos tienen que ver con el hecho de que
de su creación puede encontrarse, por ejemplo, en M U R P H Y , The Federal Senten- las directrices son derecho penal del ejecutivo, que aunque es generalmente admi-
cing Guidelines for Organizations: A Decade qf Promoting Compliance and Ethics, «Iowa sible en lo tocante a la determinación de la pena, para algunos en este supuesto se
Law Rev.»,Vol. 87, 2002, pp. 698 ss.; una visión más «real» en la que se indica que han acabado invadiendo competencias del legislativo, vid. en este sentido
el Guidelines, y su sistema, supuso una suerte de compromiso o cesión al lobby O R L A N D , Beyond Organizational Guidelines: Toward a Model Federal Corporate Crimi-
empresarial, que abogaba por un modelo de autorregulación nada intervencionis- nal Code, «Washington University Law Quarterly», Vol. 17, 1993, pp. 357 ss. (cito
ta, que se plasmó en la Déjense Industrie Iniciative, y el activismo contra el corporate por la compilación que hace el propio LEONARD, en Corporate and White Collar
crime emprendido por determinados movimientos sociales norteamericanos puede Crime, op. cit., pp. 227 ss.). Un segundo grupo de problemas constitucionales tie-
verse en LAUFER/GEIS, Corporate Crime and a new brand qf cooperative regulation, nen que ver con el hecho de que algunas de las circunstancias que sirven para la
«Cahiers de Defense Sociale», 2002, pp. 142 s.; LAUFER, Corporate Bodies and Guilty determinación de la pena no son discutidas ante el jurado, lo que para algunos se
Minds, op. cit., pp. 31 ss. considera contrario a la Sexta enmienda (trial by jury). Esta objeción, que tiene
Para ilustrar su proceso de elaboración y la filosofía punitiva en que descansa que ver con la estructura y peculiaridades del proceso norteamericano, no creo
es de gran interés igualmente el Vol. 10, 1988, de la Whittier Law Review, que edi- que mitigue en absoluto su validez como modelo, vid. al respecto de este proble-
tado por uno de los máximos especialistas en el derecho penal empresarial norte- ma, BOWMANN, Train Wreck? Or Can the federal sentencing system be saved? A pleafor
americano, Richard GRUNER, se dedica a la discusión del primer proyecto de las rapid reversal qf Blakey v. Washington?, «American Criminal Law Review», Vol. 41,
Sentencing Guidelines. 2004, pp. 217 ss.
182 Parte II. Sistemas de imputación 183
S* Modelo de determinación de la pena o mixto

ción de justicia no tiene otro cometido que descubrirla. Tras este por corresponsabüizar a la propia empresa en la prevención e investi-
aparentemente sencillo programa legislativo en realidad las Guideli- gación. En vez de pensar en corporaciones éticamente indiferentes, se
nes son tributarias de toda una nueva filosofía represiva, que par- parte de que la empresa es o puede ser un buen ciudadano que cola-
tiendo de la teoría de los juegos y sus posteriores aplicaciones en el bore con la administración de justicia, promoviendo activamente en
management empresarial, descansa en las posibilidades de pacto y la su interior los valores e intereses que tutela la norma penal. La good
cooperación (tit for tat)366, como decisiones más inteligentes (nego- citizen corporations369 obtendrá a cambio de su colaboración no sólo
ciated compliance)361. La segunda estrategia, la cooperate regulation, rebajas en sus sanciones, sino una mejor imagen y un margen de
constituye la síntesis de todo un debate legislativo y doctrinal que confianza para implementar autónomamente su sistema de preven-
se venía produciendo desde al menos los años cincuenta, entre ción y control. La justicia penal concentrará sus esfuerzos en la per-
intervencionismo y autorregulación, y que considera que la forma secución de las personas jurídicas «más perversas», menos cooperati-
idónea para encauzar el comportamiento empresarial es coaccionar, vas. Esta estrategia se refleja en la determinación de los fines de la
mediante sanciones positivas o negativas, a las empresas a que se pena. Si en las directrices de personas naturales primó la prevención
autorregulen eficazmente368. Ambos criterios inspiran las dos gran- general y la retribución, por el contrario en lo concerniente a las
des señas de identidad de las Guidelines, los compliance programs y la personas jurídicas prima la motivación a la autorregulación.
colaboración y el pacto con la administración de justicia como
garantía de atenuación, lenidad e incluso amnistía. A este primer escenario, importante para entender el signifi-
En efecto, para los autores de las Guidelines el modelo del control cado de las Directrices, debe agregársele un segundo en el que se
representa un sistema fracasado, que arroja una gran cifra negra por representa un «drama» complementario: el relativo a cuál debe
ser la sanción óptima para la empresa. Me refiero a la polémica
basarse en buena medida en el azar. Generalmente sólo son descu-
existente entre el Economic model, propiciado por el Law and Eco-
biertos los más despistados o torpes. La filosofía de las Guidelines pasa
nomics, que entronaba a la multa —o mejor: un determinado tipo
de multa— como reina de las sanciones y al Structural model que
366
Sobre la relación entre la cooperative regulation y la game theory, vid., por apostaba por sanciones diferentes como la intervención judicial o
ejemplo, SHOLZ, Voluntary Compliance and Regulatory Enforcement, «Law & Pol.», la prueba. Ambos modelos tienen tras sí dos arquetipos de
Vol. 6, 1984, p. 385. Una exposición para no iniciados de la teoría de los juegos, empresa bien diferentes: una empresa racional, cuyo objetivo
sus distintas facetas, aplicaciones y derivaciones puede encontrarse en POUNDSTO - monolítico es el incremento de los beneficios, y una empresa
NE, El dilema del prisionero, Alianza, Matemáticas, 2005, en especial sobre la coope- donde los distintos intereses individuales operan como fuerzas
ración vid. pp. 328 ss. irracionales que hacen más complejo el control. Mas ahora inte-
367
Vid. SWENSON, The Organízational Guidelines, «Carrol and Stick» Philosophy, resa sobre todo conectar este debate con la filosofía de las Gui-
and their focus on «effective» compliance, en «Corporate Crime in America: Streng-
thening the "Good Citizen" Coorporation, Procedings of the Second Symposium
on Crime and Punishment in the United States», september 7-8, 1995, Washing- 369
Sobre este concepto vid. con ulteriores referencias GÓMEZ-JARA, La res-
ton, D. C , pp. 29 ss. [el trabajo también puede encontrarse en AlWART (hrsg.), ponsabilidad penal, op. cit., pp. 65 ss., y La culpabilidad penal de la empresa, pp. 249 ss.
Verantwortung und Steuerung, op. cit., pp. 36 ss.]. Pese a la importancia que parece concedérsele a este concepto, en realidad equi-
368
Vid. infra § 6, donde abordaremos los orígenes y el contexto de éste, has- vale a que la empresa cumple satisfactoriamente con sus obligaciones de autorre-
ta cierto punto, cambio de paradigma, FISSE/BRAITHWAITE, Corporations, Crime, gulación, lo que le permite cumplir con la ley. Su diferenciación de otros con-
op. cit., pp. 158 ss., donde exponen su propio modelo; BRAITHWAITE, Enforced Self- ceptos más antiguos y elaborados como la responsabilidad social de la empresa no
Regulation: A New Strategy for Corporate Crime Control, «Michigan Law Rev.», está además del todo clara. Tampoco encuentro, por otro lado, un especial interés
Vol. 80, 1982, pp. 1466 ss. Para una descripción de los distintos ámbitos del dere- en la literatura norteamericana por estos aspectos conceptuales. En general, como
cho norteamericano donde se ha implantado esta estrategia vid. R H U N K A / B O E R S - después veremos infra § 6, creo que el resultado más importante es que no es posi-
TLER, Governamental Incentives for Corporate Self Regulation, «Journal of Business ble el cumplimiento con la ley si en la gestión de la empresa no se implantan
Ethics», feb. 1998, Vol. 17, pp. 309 ss. determinados valores y principios éticos (también supra § 4.3.1).
184 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 185

delines. Ambos modelos tienen en común que consideran que la verse considerablemente aumentada o reducida dependiendo del
finalidad de la pena del derecho penal colectivo es la autorregu- grado de culpabilidad de la corporación.
lación, pero mientras en las filas del Law and Economics se piensa
que nadie más eficaz que la propia empresa para autorregularse, Arlen/Kraakaman372 consideran que la forma de determina-
los partidarios del Structural model consideran que la autorregula- ción de la pena elegida por las Directrices se corresponde con
ción es más eficaz si es ayudada de algún modo desde afuera, por el modelo que ellos denominan composite regimens, en los que la
un curador o un oficial de prueba (vid. infra § 7). sanción se divide en dos tramos: el que valora el daño social
producido por la conducta típica y el relativo al grado de cum-
Descritos los cimientos de política legislativa de las Directrices, plimiento de sus obligaciones legales de prevención, investiga-
corresponde ahora analizar su funcionamiento positivo. Sabemos ya ción y comunicación de la actividad delictiva. Aunque en su
que las Directrices no contienen sistema de imputación alguno. Se estudio realizan algunas objeciones y proponen mejoras, se tra-
parte del sistema vicarial en la modalidad del respondeat superior, tal ta del modelo sancionador más idóneo para conseguir los obje-
como ha sido modelada por la jurisprudencia 370 ; de lo que se trata, tivos perseguidos al instaurar la responsabilidad de personas
simplemente, es de determinar la sanción. Aunque al lado de la mul- jurídicas (trasladar el daño social del delito a la empresa y pre-
ta, también la prueba y la reparación son consecuencias jurídicas, nos venir y detectar infracciones al más bajo coste posible). La dife-
rencia de este sistema de determinación de la pena con otros
centraremos principalmente sobre ésta, pues su medición refleja me-
donde también se da relevancia a la «culpabilidad de la empre-
jor el concepto de culpabilidad de empresa de las Directrices.
sa», es que aquí se obtiene una atenuación independiente por el
La idea clave, que confío no quede oscurecida por la exposición, cumplimiento de cada una de las obligaciones. Así, por ejem-
es que la cuantía de la multa es el resultado de multiplicar el daño plo, la atenuación que corresponde a la comunicación de la
social de la infracción por culpabilidad de empresa 371. De este infracción no depende de si el compliance program puede consi-
modo, la multa inicial prevista para un delito (daño social) puede derarse efectivo, y viceversa aunque no se haya descubierto una
infracción y, por tanto, no se haya comunicado, puede produ-
cirse una atenuación por el mero hecho de contar con un pro-
370
De él nos hemos ocupado ya infra § 3. Este punto de partida ha recibido grama de cumplimiento.
las críticas de autores como LAUFER, Guilty Minds, op. cit., p. 685, quien, como ya
sabemos, ha apostado dentro de la doctrina norteamericana por un modelo de Las Guidelines constituyen un sistema intermedio dentro de
culpabilidad de organización puro, en el que desde el principio la imputación del los composite regimens. Así, existen supuestos en los que a las
acto a la empresa no se derive de la vicarious liability, sino de una acción de la que empresas se les ofrece inmunidad en atención a la utilidad de la
propiamente pueda decirse que es un comportamiento propio de la corporación información que ofrecen para esclarecer determinados delitos.
(vid. p. 682).
371
Éste es el caso de los denominados Enuironmental Audit Privileges,
El comentario de introducción a las Guidelines expresan con gran claridad
que se ha extendido sobre todo al derecho penal de la compe-
esta idea: «Third, the fine range for any other organization should be based on the
seriousness of the offense and the culpability of the organization. The seriousness
tencia a través de los Leniency Programs, donde se ofrece inmu-
of the offense generally will be reflected by the greatest of the pecuniary gain, the nidad a cambio de información. Este modelo ha calado hondo
pecuniary loss, or the amount in a guideline offense level fine table. Culpability en el derecho sancionador de la competencia europeo, tanto
generally will be determined by six factors that the sentencing court must consi- comunitario373 como nacional374, donde se ofrece inmunidad o
der. The four factors that increase the ultímate punishment of an organization are:
(i) the involvement in or tolerance of criminal activity; (ii) the prior history of the
372
organization; (iii) the violation of an order; and (iv) the obstruction of justice. The Controling Corporate Misconduct, óp. cit., pp. 726 ss., 745 ss.
373
two factors that mitígate the ultímate punishment of an organization are: (i) the Comunicación de la Comisión relativa a la dispensa del pago de multas y a la
existence of an effective compliance and ethics program; and (ii) self-reporting, reducción de su importe en caso de cartel, DOCE C 45, de 10-02-02, al respecto vid.
cooperation, or acceptance of responsibility». T I E R N O CENTELLA y PEÑA CASTELLOT, La comunicación sobre la dispensa del pago de
186 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 187

fuertes rebajas en la multa de sanciones a las empresas que cibido. Pues permite que la multa no ponga en riesgo la super-
colaboren en el esclarecimiento de la infracción. A juicio de vivencia de la empresa, pero también por su imprecisión es un
Arlen/Kraakman, este tipo de estrategias resulta menos eficaz. concepto de «alta litigiosidad», quizás por ello la jurisprudencia
Si la inmunidad no se extiende a las personas naturales, siem- ha considerado que su determinación queda al arbitrio del tri-
pre existen razones para no cooperar y, por otro lado, si éstas bunal sentenciador379.
también se benefician la prevención general se reduce excesi-
vamente 375. Dentro de los composite regimens, en el polo opues-
Si la capacidad de pago es suficiente, se pasa a la segunda fase, la
to, se encontraría el modelo de Enviromental Guidelines que
atiende a criterios muchos más estrictos a la hora de dar rele- determinación de la multa base380; ésta se establece eligiendo el
vancia a la cooperación posdelictiva. La información de la valor que resulta más alto de los siguientes: a) nivel fijado por el
empresa y su colaboración no se tiene en cuenta aisladamente, legislador, b) ganancias obtenidas por el delito y c) pérdidas que se
sino sólo si es reflejo de un programa de cumplimiento eficaz, derivan de la infracción381. Si determinar estas últimas cantidades
lo que exige que además se produzca dentro de un plazo resulta muy complejo, se escoge la más sencilla.
determinado y de forma absolutamente voluntaria376.
Ejemplo: si el delito fiscal tiene prevista por el legislador una
En la primera fase de determinación de la multa, el juez debe multa de 100.000 $, pero la cantidad eludida ha sido 500.000 $ se
determinar ante qué tipo de empresa se encuentra y cuál es su gra- escogería obviamente esta última. Las Directrices contienen una
do de solvencia o capacidad de pago. Si se trata de una empresa cri- escala con 38 niveles de multas, a la cual remite el legislador al es-
minal el fin de la multa es producir su muerte por asfixia económi- tablecer la pena de cada delito. En nivel uno representa una mul-
ca. Dentro del máximo legal, la multa debe privar a la empresa de ta de 5.000 $, el superior —nivel 38— de 72.500.000 $382.
todos sus bienes. La innocuización es, pues, el fin de la multa que El sistema de los tres niveles constituye una regulación con
además cumple las funciones de la pena de comiso. Razón por la un notable grado de inteligencia a la hora de combinar pro-
que se introduce como límite el principio de buena fe. porcionalidad con prevención general, atendiendo a la gran
variedad existente de infracciones y los diferentes motivos que
Cuando se trata de empresas de economía legal, el primer pueden llevar a la corporación a su comisión. En delitos muy
factor a determinar es la capacidad de pago: si la empresa no tie- graves generalmente puede ser suficiente el nivel fijado por el
ne bienes limitados, se da preferencia a la restitución que cons- legislador. Esta cantidad, sin embargo, en delitos medios, pero
tituye una finalidad prioritaria de la responsabilidad corporativa; capaces de generar grandes beneficios (vgr., infracciones contra
si supera este umbral más sólo puede hacer frente a la multa en el derecho de la competencia), no sería eficaz. De ahí que para
su cuantía mínima, que incluso puede verse reducida377, el pro- alcanzar mayores efectos de prevención general se prevea aten-
ceso de determinación de la pena concluye en esta fase prelimi- der a las ganancias. Igualmente el tercer criterio es de interés
nar378. El criterio de capacidad de pago no debe pasar desaper-
379
Vid. Di MAGLIE, Etica, pp. 77 s.
multas y la reducción de su importe en los casos de cártel, en «Gaceta Jurídica de la CE», 380
§ 8 C2.4.
n.° 220, pp. 101 ss. 381
La determinación de la cuantía de la «pérdida» resulta al parecer altamen-
374
Vid. arts. 65 y 66 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la C o m - te complicada vid. BOWMAN, Revising the Definition qf Loss, en «Symposium on
petencia. Federeal Sentencing Policy for Economics Crimes and New Technology Offen-
375
Controling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 720 ss., 742 ss. ses», pp. 75 ss.
376 382
GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., 14-22 ss. Instructivo para comprender el m o d o de determinar la sanción,
377
§ 8 C2.2 y C3.3. BURRES/O'SULLIVAN, How the Organizational Guidelines Work: An Overview, en
378
§ 8 C2.2. «Corporate Crime in America», op. cit., pp. 7 ss.
188 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 189

para delitos de gravedad mediana, pero que pueden ocasionar directivo. En efecto, lo importante es que aunque subjetivamen-
graves pérdidas. te la ignorancia consciente equivalga a una imprudencia incons-
ciente, normativamente se equipara a una modalidad más de
Fijada la multa base, se entra en el momento más importante, la dolo o de conocimiento383.
determinación del grado de culpabilidad de la empresa (culpability La definición de las categorías de «personal de alto nivel» 384y
score). Este grado de culpabilidad constituye un factor multiplicador «persona con autoridad sustancial dentro de la empresa»385 es el
de la multa base. Se parte de un grado de culpabilidad 5 que se va segundo aspecto de interés, en cuanto que puede servirnos para
incrementando o reduciendo en atención a las agravantes. orientarnos en la conformación del concepto jurídico penal de
administrador, tanto de hecho como de derecho. Las directrices
El primer grupo de agravantes atiende al grado de implicación
son nuevamente generosas en este punto y no se ciñen a parti-
o de tolerancia por parte del superior en la actividad delictiva.
Sabemos que en el modelo vicarial americano el nivel jerárquico
del agente no influye en la imputación. Sin embargo, su cualifica- 383 £ n j a doctrina alemana recientemente ha apuntado esta posibilidad
ción constituye una agravante, por indicar un grado mayor de cul- JAKOBS, Vid. JAKOBS, Gleichgultigkeit ais dolus indirectus, «ZStW», n.° 114, 2002,
pp. 584 ss. La tesis principal de JAKOBS consiste en tratar como dolosos aquellos
pabilidad de empresa. Este grado es mayor cuanto mayor es la
casos en los que el autor demuestra que no conoce determinados aspectos del
empresa en la que actúa o la sección empresarial que ha realizado tipo relevantes para adoptar una decisión porque no le interesan lo más mínimo
el delito. Con esta previsión se acoge el núcleo de verdad de la teoría para adoptarla. Pese a su aparente novedad esta equiparación resulta parte de una
de la identificación: el tono ético de la empresa viene marcado por sus figura tan arraigada como el dolux ex re; vid. al respecto VOLK, Dolus ex re, en
directivos, por lo que un delito realizado, tolerado, consentido o «Festschrift für Arthur Kaufmann», zum 70. Geburstag, Heidelberg, 1993,
ignorado conscientemente por ellos resulta más grave {vid. ya supra pp. 611 ss. En otro contexto, la inclusión como elemento subjetivo en el delito de
calumnias e injurias español del «temerario desprecio a la verdad» responde a una
§ 4.3.3). La forma de concretar la gravedad evita además la crítica
lógica similar: se equipara al conocimiento doloso, si bien referido a un particular
principal que se esgrime en su contra, el perjudicar a las pequeñas elemento del tipo de estos delitos como es la falsedad de la imputación, una
empresas en favor de las grandes empresas (supra § 3.2.2). En las acción que subjetivamente es de desconocimiento, pero de un desconocimiento
Guidelines la importancia de la jerarquía como factor agravante se cimentado en la desconsideración, vid., no obstante, críticamente PAREDES C A S -
pone en relación con el tamaño de la empresa, de modo tal que las TAÑÓN, El «desprecio» como elemento subjetivo de los tipos penales y el principio de res-
pequeñas empresas no salen perjudicadas, pues en ellas la implica- ponsabilidad por el hecho, «Revista Penal», n.° 11, 2003, pp. 117 ss.
384
ción del superior en los hechos no supone una agravación tan «High-level personnel of the organization» means individuáis who have
notable. Mientras que en corporaciones de más de 5.000 trabajado- substantial control over the organization or who have a substantial role in the
making of policy within the organization. The term includes: a director; an exe-
res la actuación de un superior jerárquico tiene un coeficiente agra-
cutive officer; an individual in charge of a major business or functional unit of the
vante de 5. En empresas de entre 10-50 trabajadores la implicación organization, such as sales, administration, or finance; and an individual with a
de un superior da lugar únicamente a 1 punto. substantial ownership interest.
385
«Substantial authority personnel» means individuáis who within the scope
of their authority exercise a substantial measure of discretion in acting on behalf
Dos aspectos merecen subrayarse. El primero es que la con-
of an organization. The term includes high-level personnel of the organization,
ducta del superior puede consistir en realizar el comportamien-
individuáis who exercise substantial supervisory authority (e.g., a plant manager, a
to delictivo, pero también consentir, tolerar o ignorarlo delibe- sales manager), and any other individuáis who, although not a part of an organi-
radamente. Esta última forma, la willfull ignorant, es una figura sui zation's management, nevertheless exercise substantial discretion when acting
generis del derecho penal económico norteamericano, y repre- within the scope of their authority (e.g., an individual with authority in an orga-
senta a la vez tanto una forma de responsabilidad omisiva, como nization to negotiate or set price levéis or an individual authorized to negotiate
una clase específica de dolo, que equivale a «cerrar los ojos» or approve significant contracts). Whether an individual falls within this category
conscientemente para que la responsabilidad no pueda salpicar al must be determined on a case-by-case basis.
190 Parte II. Sistemas de imputación §5. Modelo de determinación de la pena o mixto 191

cipación de miembros del Consejo de administración. El crite- empresa, en cuanto que demuestran defectos especialmente graves
rio de personal de alto nivel es funcional o material. Lo decisi- en su organización, las circunstancias atenuantes reflejan una situa-
vo es que la persona tenga un control sustancial sobre la orga- ción en la que la empresa puede distanciarse del delito realizado
nización o que desempeñe un papel importante en el diseño de por uno de sus empleados. La estructura temporal de la culpabili-
la política empresarial. De este modo, el concepto comprende dad de empresa que antes describíamos encuentra reflejo en este
desde encargados de planta386 o directores de ventas, pero tam- punto, donde salvo la referencia al grado de implicación del supe-
bién a accionistas principales que tienen gran influencia en la rior jerárquico, todas las circunstancias, tanto atenuantes como
política empresarial. Con el fin de captar la complejidad organi- agravantes, se refieren a comportamientos previos o posteriores a la
zativa de las grandes empresas, el grado de culpabilidad de una comisión del delito.
infracción tolerada por el encargo de sección de una multina-
cional resulta más grave que la acción tolerada por administra- Contar con un compliance program efectivo puede suponer una
dor de una pequeña empresa. La discusión de quiénes son este rebaja de hasta 3 puntos. Lo que puede suponer una reducción de
grupo de personas, y sobre todo la personas con autoridad sustan- aproximadamente un 95 % de la multa base. Esta fuerte atenuación
cial, tiene por lo demás gran tradición en todos los países anglo- convierte a estos programas en la piedra angular de las Guidelines. A
sajones como consecuencia de la teoría de la identificación, pues ello debe añadirse que en el manejo del principio de oportunidad
uno de sus aspectos esenciales es la determinación, como ya procesal los fiscales atienden, como criterio importante, a su exis-
vimos, de los controlling officers [supra § 3.1.1.(a)]. tencia. Es el caso, por ejemplo, de los delitos contra el medio
ambiente, donde el Departamento de Justicia señala que la existen-
El historial criminal del grupo es la segunda agravante. Expre- cia de un programa inmuniza contra la acción penal, pero sobre
sado en términos del civil law se trata de un sistema de reinciden- todo de las directrices del Ministerio de Justicia en las que de san
cia, cuya gravedad depende básicamente del tiempo transcurrido las pautas para la aplicación del principio de oportunidad. La exis-
desde la infracción y de la gravedad de la misma. Si es menor tencia de un programa de cumplimiento junto con el comporta-
de 5 años, y la infracción cometida anteriormente fue grave, la miento posdelictivo de la empresa, especialmente la colaboración
cantidad a sumar es de 2 puntos, si es menos de 10 únicamente con la investigación, da lugar en muchos casos a que no se entable
un punto. Un tratamiento similar a la reincidencia recibe la vio- acción alguna.
lación de una judicial order o injuctions (2 puntos) o de una condi-
ción a la que la empresa ha sido sometida dentro de su régimen Los programas deben referirse a una concreta clase de deli-
de prueba (1 punto). tos y éstos han de determinarse por la empresa teniendo en
cuenta aquellas infracciones cuya comisión resulta más probable
Finalmente, la obstrucción intencionada a la administración de teniendo en cuenta su actividad. El historial delictivo de la
justicia a través de comportamientos activos destinados a entorpecer empresa es, por ello, de gran importancia para determinar aque-
la investigación, el proceso o la ejecución puede suponer una agra- llos sectores más criminógenos. Con ello se atiende igualmente
vación de hasta tres puntos. al «viejo problema» de la falta de taxatividad de la culpabilidad.
Los ejemplos son ilustrativos: «si una organización comercia con
Las circunstancias atenuantes consisten en disponer de un pro-
sustancias tóxicas, debe establecer medidas y procedimientos con
grama ético y de cumplimiento efectivo, así como la autodenuncia, el fin de asegurar que dichas sustancias son manejadas siempre
la cooperación y la aceptación de responsabilidades. Si las circuns- de modo correcto. Si una organización emplea personal de ven-
tancias anteriores expresaban el lado negativo de la culpabilidad de ta dotado de flexibilidad para fijar los precios, debe establecer
estándares y procedimientos con el fin de prevenir y detectar
§ 8 C2.5. «high-level personnel of a unit of the organization» means
386 prácticas colusorias. Si una organización emplea trabajadores con
agents within the unit who set the policy for or control that unit». flexibilidad para publicitar las características de un producto,
192 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 193

debe establecer medidas y procedimientos destinados a evitar el mínimo de. 0,05 y un multiplicador máximo de 0,20. Conviene
fraude». En el Manual se describen las características que han de recordar que una de las señas de identidad de las Guidelines es
tener estos programas para considerarse efectivos (implicación que un grado de culpabilidad de empresa igual a 0 no supone
en su implementación de altos dirigentes, sistemas de selección una ausencia de sanción.
de personal que evite las personas con prognosis delictiva,
El juez, lógicamente, no puede arbitrariamente acoger la
comunicación y adiestramiento de los empleados en el cumpli-
cantidad superior o la inferior, sino que se vuelven a ofrecer
miento del programa, sistemas de auditoria interna, protección
otra serie de indicadores. Que se corresponden con la necesidad
de wisthleblower, sanciones disciplinarias, etc.). Mas de este aspec-
de perseguir los distintos fines de la pena «la necesidad de que
to nos ocuparemos después con detenimiento (infra § 6).
la sentencia refleje la gravedad del delito, promueva el respeto a
la ley, retribuya los hechos, permita una disuasión adecuada y
La última de las atenuantes es la cooperación, autodenuncia y proteja a la sociedad de futuros delitos por parte de la corpora-
aceptación de responsabilidades. Si la existencia de un programa de ción». Otras agravaciones o atenuaciones de este segundo nivel,
cumplimiento sólo resultaba efectiva como atenuante vinculada a tienen que ver —por primera vez en el sistema— con el hecho
la autodenuncia, no ocurre a la inversa. Una corporación puede o, dicho en nuestro lenguaje, con el desvalor de la acción y del
beneficiarse de esta atenuante sin disponer de programa alguno. El resultado: «el papel desempeñado por la organización en el deli-
grado de culpabilidad puede verse disminuido en 5 puntos si antes to», «si el delito tiene como víctima a una persona desampara-
de que exista un peligro inminente de que los hechos van a hacer- da», «si el delito no ha causado ninguna pérdida económica». El
se públicos, y antes de que transcurra un plazo razonable después tercer grupo son circunstancias relacionada con las agravantes o
de haber descubierto la infracción, denuncia los hechos ante la las atenuantes: si el grado de culpabilidad es «menos cero» o
autoridad competente, coopera totalmente en las investigaciones y «mayor que diez», si alguna de las atenuantes o agravantes sólo
acepta claramente los hechos y la responsabilidad por su conducta. pueden aplicarse de manera incompleta, si alguno del high level
La cantidad baja a 2 puntos si únicamente existe cooperación y a personal tiene antecedentes penales. Finalmente se recoge una
uno cuando el comportamiento posdelictivo se limita al arrepenti- suerte de principio de cuenta de tal forma que el juez debe
miento y a la aceptación de responsabilidades. El criterio principal tener en cuenta si la empresa ha sido condenada a otras sancio-
para considerar una colaboración correcta es «si la información es nes de carácter punitivo.
suficiente para que los agentes encargados de la investigación pue- Con todo, se objeta que el juez sigue teniendo un margen
den determinar la naturaleza y la gravedad del delito y a la perso- de discrecionalidad considerable. Este margen de discrecionali-
na individual responsable de la conducta». No obstante, la no iden- dad aumenta aún más porque en ocasiones atendiendo a facto-
tificación del agente no implica la imposibilidad de aplicar la res especiales, el juez puede prescindir de los máximos y míni-
atenuación. mos que sirven de base al cálculo de la multa. Así, puede
sobrepasar el techo si el delito ha ocasionado riesgos para la vida
El sistema de atenuantes permite sumar hasta 11 puntos. de las personas (8C4.2), se ha puesto en peligro la seguridad
Mientras que las agravantes lo más que pueden aportar son 8 nacional (8C4.3), etc. Igualmente puede rebajar la pena más allá
puntos. Una vez establecidas las atenuantes y agravantes, y suma- del límite inferior si, por ejemplo, el compliance program fue
das o restadas al coeficiente inicial de 5 puntos, el resultado es el impuesto por el juez de modo específico (8C4.10). Una regla
grado de culpabilidad de la empresa. El legislador asigna a cada significativa es la siguiente: puede prescindirse del límite mínimo
grado un multiplicador máximo y mínimo. Ejemplo: un grado si las víctimas del delito son a su vez acreedores o socios de la
de culpabilidad de 10 tiene asignado un multiplicador mínimo persona jurídica, pues una sanción las afectaría doblemente
de 2 puntos y un máximo de 4 y en el extremo opuesto un (8C4.8, ejemplo: un sindicato se ha apropiado fraudulentamente
grado de culpabilidad de 0 puntos tiene asignado un múltiplo del fondo de pensiones, del que son titulares sus afiliados).
194 Parte II. Sistemas de imputación
§ 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 195

U n ejemplo muy sencillo puede aclarar más el funciona-


N o obstante, el ordenamiento jurídico italiano, de forma
miento del sistema y la importancia del culpability score3S7. Una
similar a lo que ocurre en nuestro país, por varios cauces fue
empresa ha defraudado 10 millones $ en un contrato al Estado,
estableciendo sanciones. El art. 197 del C P contempla un siste-
cantidad que se toma como multa base. En el proceso la orga-
ma de responsabilidad penal subsidiaria de las personas jurídicas
nización ha obstaculizado a la administración de justicia (+3) y
en relación a las multas que se ponen a sus empleados insolven-
ha violado un mandato judicial (order) (+ 2). Estas cantidades
tes 389. Aunque la práctica ignoró tradicionalmente este precepto,
sumadas al coeficiente (5) conforman un grado de culpabilidad
una regulación similar fue acogida posteriormente por el art. 6
de 10 puntos. Esto se traduce en un coeficiente multiplicador
de la Ley 869/81 de modificación del sistema penal, para el
que dé entre 2 y 4, por lo que la empresa podría recibir una
derecho sancionador administrativo 390 . En derecho sancionador
sanción que oscilaría entre los 20 y 40 millones $. El mismo
administrativo de la competencia (Ley de 10 de octubre
delito podría ser cometido por una empresa «menos culpable»
de 1990, n.° 287) se establecen sanciones administrativas simila-
que dispusiera de un programa de cumplimiento (- 3) y que la
res a las españolas para las personas jurídicas, al igual que en el
empresa acepta su culpabilidad (- 2). Ello supone un coeficien-
derecho del mercado de valores (art. 7 de la Ley de 17 de mayo,
te de culpabilidad de empresa de 0, lo que representa un coefi-
n. 157, sobre insider trading)m.
ciente multiplicador entre 0,2 y 0,05, esto es una multa que
puede oscilar entre 5 millones $ y 2 millones $. En suma, en un
mismo caso la culpabilidad de la empresa permite movernos El contexto doctrinalmente hostil en el que nace el D. Lgs.
entre una multa de 40 millones y 2 millones $. n.° 231 hace aún más encomiable la decisión del legislador de
introducir u n m o d e l o de responsabilidad fundamentado en la d o c -
trina y legislación más avanzada en esta materia. El texto legal está
5.2. Italia claramente inspirado en las Guidelines392. Su código genético es
similar: el m o d e l o vicarial, c o m o criterio de imputación, más la cul-
pabilidad de empresa. D a d o que el m o d e lo de imputación que esta-
D e n t r o de los países de la U E , Italia probablemente ha sido el blece ya ha sido comentado, abordaré únicamente la determinación
que más reticencias ha mostrado a la hora de superar el societas de la culpabilidad de empresa.
delínquete non potest. Este posicionamiento se cimentaba en los argu-
mentos manejados por la Ciencia penal europea, pero sobre todo N o obstante, y desde el punto de vista de un ordenamiento
en el art. 27 de la Constitución italiana, en el que se declara expre- — c o m o el nuestro— que quiere dotarse de un sistema de san-
samente el carácter personal de la responsabilidad penal 3 8 8 . ción de personas jurídicas, el Decreto Legislativo posee otros
datos de interés, como su parte procesal o el haber regulado deta-
387 lladamente el sistema de imputación. Cuando se carece totalmen-
El ejemplo procede de BURRES/O'SULLIVAN, How the Organizational Gui-
delines Work, op. cit., pp. 14 ss. te de cultura jurídica en un sector, la intervención puntillosa del
388
Para una exposición del debate italiano antes de la aprobación del D. Lgs. legislador resulta adecuada. Aunque las Guidelines y Ü. Lgs. n.° 231
n.° 231, vid. Di MAGUE, Etica, op. cit., pp. 303 ss. En él han existido sin duda dos
hitos significativos. El primero, el célebre trabajo de BRICOLA, II costo del principio
dedicaba un título completo a la responsabilidad de las personas jurídicas, renun-
societas delinquen non potest nell'attuale dimensione del fenómeno societario, «Riv. It. Dir.
ciando sin embargo a calificarlas de sanciones penales.
Proc. Pen.», 1970, pp. 951 ss., quien proponía la aplicación del comiso, como 389
Vid. Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 320 ss.
medida de seguridad a las personas jurídicas, cuya peligrosidad venía determinada 390
Op. et loe. cit., pp. 322 ss.
a través de la aplicación del modelo vicarial. Si el dirigente empresarial había 391
Op. et. loe. cit., pp. 324 ss.
actuado dentro del objeto social o dentro de la política de empresa, ésta podía ser 392
Se trata de una opinión muy difundida, vid., por ejemplo, PlERGALLlNl,
considerada peligrosa. El segundo es el proyecto Grosso de Código penal que sin
Societas delinquere et puniri non potest: la fine tardiva de un dogma, «RTDPE», 2002,
duda alguna es el antecedente del D. Lgs. 231. En efecto, en dicho Proyecto se
Vol. 3, 588.
196 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 197

comparten filosofía punitiva no debe olvidarse que el primero es lidad de empresa-en la versión italiana libera de sanción 397 . Si las
un sistema de determinación de la pena, mientras que el segundo Guidelines pretenden motivar a la autorregulación ofreciendo reba-
es una suerte de mini código penal para personas jurídicas393. jas sustanciales en las sanciones, el D. Lgs. n.° 231 lo hace sobre todo
Un aspecto que dejaremos de lado, pero que ha hecho ofreciendo la exculpación.
correr ríos de tinta, es el terminológico. El legislador considera
las sanciones un ilícito administrativo dependiente de una Esta diferencia, que a la hora de construir el modelo teórico
infracción penal (art. 1). Como indica la Relazione que acom- es importante, en la práctica es quizás menos importante de lo
paña al Decreto, más que obsesionarse en determinar exacta- que a primera vista pueda parecer. Ello es debido a que la exis-
mente la naturaleza jurídica en un sistema de lógica binaria: tencia de programas de cumplimiento es un criterio que, como
sanción penal-sanción administrativa, debe reconocerse que se se ha visto, los órganos de persecución norteamericanos mane-
trata de un tertium genus: naturaleza administrativa con garantías jan en su utilización del principio de oportunidad procesal, por
penales394. ello lo que ocurre en muchos casos es que por la vía de este
principio unida a la de los acuerdos procesales también se crea
Por mucho que los marcadores genéticos sean similares a las un importante espacio para la exculpación total-I 398
Directrices, el D. Lgs. n.° 231 tiene varias señas de identidad propias,
que afectan tanto al concepto como a las funciones de la culpabili- Asimismo debe subrayarse que la noción de culpabilidad de
dad de empresa. En primer lugar, la culpabilidad de empresa sirve empresa, y tras ella los modelos de organización italianos, son más
en el D. Lgs n.° 231, de forma paralela a la culpabilidad individual, preventivos que reactivos. En efecto, del D. Lgs. n.° 231 no ofrece
más para excluir la responsabilidad o fundamentarla que para medir ningún estímulo para que las empresas colaboren con la administra-
la sanción. Así su influencia en la determinación de la pena de mul- ción de justicia, cooperando con el procedimiento o denunciando
ta no es tan relevante como en el derecho norteamericano 395 ; si los hechos. Los modelos de organización se dirigen por ello sólo a
bien tiene mayor importancia a la hora de aplicar algunas sanciones, la prevención de hechos delictivos, pero no a su posterior descubri-
como las interdictivas o el nombramiento de curador 396 . La dife- miento 3 ". Esta diferencia es no sólo desde el punto de vista teóri-
rencia más significativa en este punto es que la ausencia de culpabi- co, sino también político-criminal de extrema importancia. La reac-
tive fault, descartada esta cooperación posdelictiva, se reduce en el D.
Lgs. n.° 231 a la reparación del daño y a la implantación de un mo-
393
Cfr. MANNA, La C.D. responsabilita amministrativa delle persone giuriche, delo organizativo antes de la apertura del juicio oral 400 .
op. cit., p. 507.
394
Relazione, op. cit., p. 439. Una seña de identidad más del D. Lgs. n.° 231, a la cual ya se ha
395
Más exactamente cabría señalar que el D. Lgs. 231 adopta una estrategia hecho referencia, es la importancia que otorga a quién sea el autor
de «sólo zanahorias» en cuanto que en su sistema de determinación de la pena
de multa sólo existen atenuantes (art. 12), en virtud de las cuales la cuantía de
397
la multa puede reducirse a 2 / 3 , con el límite de que no puede ser inferior Art. 6: «el ente no responde si prueba que... el órgano dirigente ha adop-
a 10.329 euros. tado y actuado eficazmente, antes de la comisión del hecho, modelos de organi-
396
Vid. art. 13, las sanciones interdictivas se aplican sólo cuando existe rein- zación y gestión idóneos para prevenir las infracciones penales de la clase que se
cidencia o el ente ha sacado un provecho relevante de la infracción, realizada ade- han verificado».
398
más por un sujeto en posición apicale. Si existe multirreincidencia, unida a la Aparte de lo que después se dirá sobre las Prosecuterial Guidelines, vid.
comisión del delito por un dirigente la sanción interdictiva puede aplicarse defi- LAUFER/STRUDLER, Corporate Intentionaliy, Desert, and Variations ofVicarious Liabi-
nitivamente. C o mo puede apreciarse la importancia que se otorga a la reinciden- liy, «American Criminal Law Rev.», Vol. 37, 2000, pp. 1285 ss., especialmen-
cia concuerda plenamente con la idea del derecho penal de autor empresarial. te 1302-1307.
Igualmente esta peligrosidad de la empresa es determinante para el nombramien- 399
Vid. art. 6.
to de un comisario judicial (art. 15). 400
Vid. art. 12.
§ 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 199
198 Parte II. Sistemas de imputación

Resulta finalrnente importante, a la hora de distinguir ambos


de la infracción. Bajo el paraguas común de la culpabilidad de
modelos, señalar su distinto ámbito de aplicación, pese a que ello
empresa y de los programas de cumplimiento, que constituyen la
sólo tenga que ver indirectamente con el concepto de culpabilidad
pieza clave del sistema, el legislador italiano ha diseñado dos subsis-
de empresa. El D. Lgs. n.° 231 se aplica únicamente a un número
temas de responsabilidad: uno para aquellos casos en que el delito es
muy limitado de delitos: el fraude en perjuicio de los intereses
cometido por un sujeto que está en el vértice de la entidad [sogget-
financieros de la UE, la corrupción en las transacciones internacio-
ti in posizione apicale, contenido en los arts. 5.1.a) y 6] y otro para
nales y, gracias a una modificación posterior, los delitos societarios.
los delitos cometidos por subordinados [soggetti sottoposti all'altri dire-
La opción del legislador ha sido, por tanto, extender la responsabi-
zione, art. 5.1.b) y art. 7] 4 0 1 . Si el autor forma parte de la cúspide
lidad colectiva a delitos dolosos que se cometen con el fin de bene-
jerárquica se produce, en primer término, una inversión de la carga
ficiar a la empresa, dejando de lado las infracciones imprudentes
de la prueba. Es el ente quien debe demostrar la existencia de un
que tienen que ver con el riesgo de empresa (medio ambiente, pro-
programa de cumplimiento eficazmente implementado, y que ade-
tección de la seguridad en el trabajo, responsabilidad por el produc-
más la persona natural cometió la infracción eludiendo fraudulenta-
to, etc.) 402.
mente el sistema de control (art. 6). Las condiciones que debe cum-
plir el «modelo de organización» son también más estrictas en el
modelo apicale; por el contrario si el responsable individual ha sido 5.3. Luces y sombras: en busca de un modelo propio (3. "parte)
un subordinado puede producirse la exención de responsabilidad
incluso sin que exista un programa de cumplimiento. El mensaje 5.3.1. ¿ Cuál es exactamente la relación entre culpabilidad de la empresa
que se lanza es que el modelo de organización es absolutamente y culpabilidad del agente? (y II)
necesario para evitar la responsabilidad si quien actúa es un supe-
rior, y es muy conveniente, aunque no absolutamente necesario, en
En un epígrafe anterior se estableció ya básicamente la relación
caso de subordinados.
existente entre la culpabilidad de la persona natural y la persona
jurídica (§ 4.2.2). La culpabilidad por defecto de organización, tal
En cualquier caso, de nuevo en este punto, las divergencias como aquí se ha enunciado, reconoce que tanto la teoría de la
con las Guidelines están probablemente más en la apariencia que transferencia de responsabilidad como la teoría de la identificación
en el fondo, pues, como hemos visto, aquí existen también con- poseían un núcleo de verdad. Quizás intuitivamente, habían repara-
cretas disposiciones muy significativas si quien actúa es un alto do en que el defecto de organización asociado a un hecho indivi-
directivo. Aparte de que esta circunstancia siempre incrementa la dual doloso es más reprochable que el que tiene que ver con uno
culpabilidad de la empresa, conforme al núcleo de verdad de la imprudente, pues la peligrosidad ex ante para los bienes jurídicos en
teoría de la identificación, la actuación de un alto dirigente veta el primer caso es mayor. Igualmente señalábamos que los deberes de
de cualquier posibilidad de atenuación a la existencia de un com- autoorganización son mayores para los altos directivos que para los
pliance program.
empleados. Por ambas razones el modelo mixto que acabamos de
estudiar señala el camino correcto.
401
C o mo ya se ha indicado (supra § 3), el origen de esta bipartición debe
buscarse en la normativa de la UE donde existen también dos niveles de imputa- 402
Vid., por ejemplo, dando cuenta del debate legislativo PIERGALLINI, Socie-
ción con distinta gravedad, dependiendo de la categoría que ocupe el sujeto
tas delinquere et puniri, op. cit., pp. 585 s. La «mutilación» se justificó por el Gobier-
infractor. Tal como indicábamos el segundo modelo de imputación, fundamenta-
no en razones de oportunidad: dada la novedad de la responsabilidad penal de las
do en una suerte de culpa in vigilando del dirigente es una suerte de modelo vica-
personas jurídicas, resultaba mejor que se fueran aclimatando progresivamente,
rial en tránsito hacia un modelo de culpabilidad por defecto de organización. Vid.
sobre la base de un reducido número de infracciones, para después ir extendien-
la explicación de este sistema en la Relazione, op. cit., y MANNA, La C.D. Respon-
do paulatinamente la responsabilidad.
sabilitá amministrativa, op. cit., pp. 508 s.
200 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 201

En efecto, los dos ordenamientos estudiados muestran claramen- permite tener en-cuenta la estructura descentralizada de las grandes
te cómo la posición directiva del agente aporta un marcador esen- sociedades y no perjudicar a las pequeñas empresas, introduciendo
cial para establecer la culpabilidad de empresa. El sistema italiano una agravación basada en la «teoría de la identificación»404.
introduce a partir de este factor dos regímenes de responsabilidad
distintos, inducido por el proceso de armonización de la UE. Con- Menos recomendable resulta, en cambio, la segunda conse-
vendría por ello que una futura regulación se orientara en este sen- cuencia que se otorga al modelo de culpabilidad de organiza-
tido, si bien para ello el camino más sencillo y depurado me pare- ción referido a altos directivos: descartar todo efecto atenuatorio
ce el de las Guidelines. Esto es, un sistema que parte de que o exculpador de los programas de cumplimiento, tal como ocu-
cualquier agente puede dar lugar a la responsabilidad colectiva, pero rre en las Guidelines, o invertir la carga de la prueba como hace
que posteriormente agrave la pena cuando el hecho ha sido realiza- el D. Lgs. n.° 23i405. Desde el punto de vista de la eficacia ello
do por el superior, modulando además tal agravación de acuerdo nos devuelve a la strict liability y a sus efectos perversos; desde el
con el tamaño de la empresa —cuanto mayor sea la empresa, mayor punto de vista constitucional esta opción resulta dudosamente
gravedad implica el que haya participado un alto directivo—, e compatible con el art. 24 de la CE que no admite en ninguna
igualmente introduciendo como variante no sólo el tamaño de la de las ramas del ius puniendo alteraciones a la presunción de
empresa, sino además sus distintas unidades organizativas403. Ello inocencia. En empresas grandes y organizativamente complejas
es además perfectamente posible que pese a la implicación de
403
un alto directivo, se haya contado con un programa eficiente de
Concretamente ésta es la regulación de las Guidelines:
prevención. Lo importante es demostrar en el seno del proceso
(1) Añada 5 puntos si (A) la organización tiene 5.000 o más empleados
y (i) un individuo dentro de la alta dirección de la organización participó en el penal que el modelo de organización ha dificultado notable-
delito, lo permitió o lo ignoró deliberadamente; o (ii) estaba generalizada la tole- mente la comisión del delito, añadiendo dificultades adicionales
rancia por parte de una persona con autoridad significativa; o (B) la unidad orga- que el autor debió sortear.
nizativa en la que se cometió el delito tenía como mínimo 5.000 empleados
y (i) un individuo dentro de la alta dirección de la organización participó en el De acuerdo con estas observaciones resulta también critica-
delito, lo permitió o lo ignoró deliberadamente; o (ii) estaba generalizada la tole- ble el art. 31 bis del Proyecto de reforma del CP. Donde no se
rancia por parte de una persona con autoridad significativa;
(2) Añada 4 puntos si (A) la organización tiene 1.000 o más empleados
404
y (i) un individuo dentro de la alta dirección de la organización participó en el Recuérdese que una de las críticas que se efectuaban contra la teoría de la
delito, lo permitió o lo ignoró deliberadamente; o (ii) estaba generalizada la tole- identificación era que perjudicaba a las pequeñas empresas, donde lógicamente
rancia por parte de una persona con autoridad significativa; o (B) la unidad orga- resultaba mucho más fácil localizar la responsabilidad en los directivos.
405
nizativa en la que se cometió el delito tenía como mínimo 5.000 empleados La inversión de la carga de la prueba obedece además a razones de efi-
y (i) un individuo dentro de la alta dirección de la organización participó en el ciencia tal como se indica en el punto. 3.4 de la Relazione al D. Lgs. La regulación
delito, lo permitió o lo ignoró deliberadamente; o (ii) estaba generalizada la tole- obedece, de un lado, a no complicar excesivamente el proceso penal y, de otro, a
rancia por parte de una persona con autoridad significativa. admitir que en organizaciones complejas, debido a la división horizontal del tra-
(3) Añada 3 puntos si tiene 200 o más empleados y (i) un individuo dentro bajo, la comisión del delito por un superior no implica necesariamente la culpa-
de la alta dirección de la organización participó en el delito, lo permitió o lo bilidad de la empresa.
406
ignoró deliberadamente; o (ii) estaba generalizada la tolerancia por parte de una En el derecho sancionador administrativo italiano, a diferencia de lo que
persona con autoridad significativa. ocurre en el español se admite la inversión de la carga de la prueba, como ocu-
(4) Añada 2 puntos si la organización tiene 50 o más empleados y un indi- rre, por ejemplo, con la prueba del dolo, vid. SANDULLI, La sanzioni amministrative
viduo dentro de la alta dirección de la organización participó en el delito, lo per- pecuniaria, Jovene Editore, Ñapóles, 1983, pp. 160-161. En todo el ius puniendi
mitió o lo ignoró deliberadamente. español: penal, administrativo, derecho penal de personas jurídica no resultan
(5) Añada 1 punto si la organización tiene 10 o más empleados y un indi- admisibles las inversiones de la carga de la prueba, vid. para el derecho adminis-
viduo dentro de la alta dirección de la organización participó en el delito, lo per- trativo sancionador con argumentos extrapolables, NIETO, Derecho administrativo
mitió o lo ignoró deliberadamente. sancionador, op. cit., pp. 334 ss.
202 § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 203
Parte II. Sistemas de imputación

la «identificación» y de la «culpabilidad» del agente individual408. Ni


entiende muy bien por qué se distingue entre dos supuestos de
imputación (actuación del superior, y actuación del subordinado la ausencia de identificación del responsable individual, ni la ausen-
debido a la infracción del deber de vigilancia del superior), pero cia de responsabilidad individual suponen la exclusión de la respon-
posteriormente no se establecen consecuencias jurídicas más sabilidad de la empresa. N o obstante, en lo tocante a la ausencia de
graves para el primer supuesto. De hecho, si lo que se pretendía culpabilidad individual convendría realizar alguna matización
era adaptar fielmente nuestro CP a las Decisiones marco euro- dependiente de la causa que da lugar a la ausencia de responsabili-
peas la diferente penalidad resulta el camino a seguir. dad. No es igual, por ejemplo, que la carencia de responsabilidad en
el autor individual se deba a la ausencia de dolo —provocada pre-
U n aspecto más que merece ser rescatado de la teoría de la cisamente por un defecto de organización—, que a la concurrencia
identificación, en sus versiones más evolucionadas 407, es la manera de una causa de justificación, como la legítima defensa.
en que el comportamiento del superior jerárquico debe tenerse en
cuenta para apreciar una mayor culpabilidad de la empresa. En Los casos de ausencia de un elemento subjetivo, como el
efecto, dentro de un modelo puro de transferencia de responsabili- conocimiento de la antijuricidad, son especialmente ilustrativos.
dad resulta indispensable que el superior jerárquico realice él mis- Existe culpabilidad de empresa si la persona que ha negociado
mo como autor el comportamiento prohibido. No ocurre lo mis- un acuerdo anticompetitivo es especialmente bisoña en estas
cuestiones y no se percata de su antijuricidad. La empresa es
mo en el marco de un modelo de responsabilidad por defecto de
responsable por haber puesto al frente de estas negociaciones a
organización. Si lo relevante es detectar mediante la conducta del
una persona individual con poca experiencia {vid. ya supra § 1).
superior un mayor defecto en la culpabilidad de organización, tan
Vincular la responsabilidad de empresa a la del agente indivi-
relevante como la comisión del delito es que haya omitido en rela-
dual supondría incluso alentar a que el ente designara a la per-
ción al mismo imprudentemente su deber de vigilancia o que sona natural atendiendo precisamente a su hipotética incapaci-
conscientemente haya querido no saber nada del asunto (ignoran- dad de culpabilidad. Esta argumentación es también aplicable a
cia consciente). los errores de tipo, y no sólo los de carácter normativo, donde
puede trasladarse sin más cuanto se acaba de señalar. También
Por esta razón las Directrices norteamericanas no exigen que un error sobre un elemento descriptivo por parte de la perso-
el superior jerárquico haya cometido la infracción, sino que na natural puede tener su origen en un defecto de organiza-
simplemente esté «envuelto» (involved) en la misma. Desde un ción del ente. Ejemplo: el encargado de obras no ha sido infor-
punto de vista técnico ello significa que el superior jerárquico mado acerca de los peligros más importantes y específicos que
no necesita ser el autor de la infracción, ni siquiera tiene por para la salud de los trabajadores conlleva ese tipo de activi-
qué tener algún tipo de responsabilidad penal. El D. Lgs. italiano dad409. Más compleja resulta la cuestión relativa a la antijurici-
pese a que parte explícitamente de la idea de culpabilidad de dad. En principio resulta difícil imaginar que una causa de jus-
empresa no ha sabido, a mi juicio, reflejar bien esta consecuen- tificación que afecte a la persona física no abarque también a la
cia. Su art. 5 exige que la persona natural haya realizado el deli- empresa —y viceversa—. No obstante, y sobre todo en relación
to («por las infracciones cometidas»). al estado de necesidad, cabe pensar en supuestos donde no es
así y en los que precisamente un defecto de organización de la
Un punto esencial, que muestra la validez del modelo de culpa- empresa ha colocado a la persona natural en un estado de
bilidad de empresa por defecto de organización permanente, es que
resuelve correctamente lo que he denominado como problemas de 408
§ 3 y § 5.
409
Vid. al respecto proponiendo una interpretación semejante para la respon-
4(17 sabilidad subsidiaria del CP suizo, HEINE, Das kommende, op. cit., pp. 30 ss.
§ 3.
204 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 205

necesidad que le ha obligado ha realizar un comportamiento segundo problema es que si la falta de identificación se debe al
antijurídico. E igual cabría decir en relación a la legítima defen- entorpecimiento de la investigación por parte de la empresa,
sa si la empresa precisamente tiene el deber de evitar al autor debe establecerse tal como proponen las Guidelines una circuns-
las agresiones antijurídicas. El D. Lgs. n.° 231 en su art. 8 con- tancia agravante. El Proyecto de reforma del CP español, de
templa exclusivamente la inimputabilidad como causa que deja manera desafortunada, no regula expresamente este supuesto, si
subsistente la responsabilidad del ente, por lo que debe enten- bien el art. 31 bis puede ser interpretado en el sentido de que
derse que tanto el error como la justificación exculpan a lo necesario es constatar que una persona física realiza el delito,
ambos. Este criterio tan tajante, conforme a cuanto se acaba de sin que tenga por qué determinarse su identidad.
indicar, no resulta correcto. Lo importante es que la empresa
esté o no obligada a evitar la concurrencia de la causa de justi- Una de las características del modelo mixto norteamericano
ficación o de exclusión de la culpabilidad individual410. Un
radica en que la culpabilidad de empresa nunca puede borrar la
grupo de casos especialmente claros, en lo tocante a la inde-
culpabilidad transferida. Siempre subsiste una multa residual, por
pendencia de la responsabilidad individual de la colectiva, son
lo que podría hablarse de una excesiva orientación del sistema al
lo que se contienen en el art. 81.b) del D. Lgs. n.° 231
[art. 81.b)]: prescripción, muerte del autor individual, etc. autor individual. Esta opción legislativa se debe, en parte, a crite-
rios de oportunidad política. Uno de los motivos de las Guidelines
El Proyecto de reforma de CP español señala en este punto fue precisamente comunicar a la opinión pública el incremento
que la concurrencia, en las personas que materialmente hayan de las sanciones contra personas jurídicas, ante la conciencia gene-
realizado los hechos o en las que los hubiesen hecho posibles ralizada de que existía una gran benevolencia 412 . N o obstante,
por no haber ejecutado el debido control, de circunstancias exi- también se esgrimen en defensa de esta opción argumentos técni-
mentes de la responsabilidad penal o de circunstancias que la cos. En su estudio acerca de la eficiencia de los distintos modelos
atenúen o agraven no modificaría la responsabilidad penal de las de responsabilidad de las personas jurídicas, Arlen/Kraakmann se
personas jurídicas (art. 31 bis.3). Esta previsión peca por defecto muestran partidarios de establecer siempre una multa residual
y por exceso. Por exceso, porque si por eximentes se refiere a
(residual fine) que no pueda ser compensada por la ausencia de
causas de justificación y exculpación, resulta injusto que deter-
culpabilidad de la empresa; ésta sería además una de las ventajas de
minadas causas de justificación no exculpen a la empresa. Y por
defecto, porque no tiene en cuenta los supuestos de error o de los modelos mixtos frente al modelo de la culpabilidad de empre-
infracción del deber objetivo de cuidado, que aunque excluyen sa. Suprimir la sanción residual supone liberar a la empresa de los
la responsabilidad individual no deben excluir la colectiva, si son costes sociales derivados del delito, además de que no incentiva a
imputables a un defecto de organización. la empresa a mejorar sus deberes de prevención, por encima del
nivel exigido. Con ello se conjuraría el peligro de que, en su caso,
Los supuestos de no identificación —existe una persona res- las empresas se acomodaran a exigencias de organización demasia-
ponsable objetiva y subjetivamente, simplemente no se ha podi- do bajas413.
do identificar— plantean dos problemas diferentes. El primero
tiene que ver con el derecho de defensa de la empresa que exi-
ge, tal como apunta el legislador italiano que el órgano de per- que no se ha podido identificar. Esto es, los supuestos de no identificación son
secución se esfuerce en identificar al culpable. La no identifica- aquellos en los que está clara la existencia de un delito en todos sus elementos,
ción del sujeto no puede deberse a la inactividad judicial411. El pero sin que se haya podido identificar a su responsable. La Relazione pone como
ejemplo una atribución de responsabilidad alternativa entre dos administradores
sin que se haya podido determinar cuál resulta responsable.
410 412
La Relazione (punto 4) reconoce que la previsión de la imputabilidad del Cfr. GrouHng the carrots: encouraging effective corporate compliance, «Harvard
sujeto dentro del art. 8 «tiene más un sabor teórico que práctico». L. R.»,Vol. 109, 1996, 1796.
411 413
Tal como se indica en la Relazione (punto 4) el autor, no el hecho es lo Controlling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 719 ss.
206 Parte II. Sistemas de imputación
207
§ 5. Modelo de determinación de la pena o mixto

Mucho más complejo es cómo determinar la residual fine


para que cumpla las funciones que acaban de indicarse. Para
5.3.2. Los efectos perversos de los programas de cumplimiento
Arlen/Kraakman esta sanción debe elevarse al monto total del
coste social del delito (lo que incluye daños distintos a los cau- [risk shifting, scapegoating, moral hazard, reverse
sados dolosa o negligentemente) partido por las posibilidades de whistleblowing (RWB), etc.]
descubrimiento existentes de ejecutarse de forma óptima las
medidas de prevención, investigación y comunicación del deli- Tras más de una década del funcionamiento de las Guidelines
to 414. Sólo una sanción así calculada, aparte de trasladar los cos- una parte de la doctrina está poniendo de relieve deficiencias y
tes sociales, induce a alcanzar el nivel de prevención óptimo. La
disfuncionalidades. De un modo muy plástico se habla del proble-
empresa tiene siempre un incentivo para mejorar sus sistemas de
ma de la cosmética, la búsqueda de chivos expiatorios (scapegoa-
detección, pues ello implica que va a rebajar la sanción residual.
Si, en cambio, la residual fine fuese determinada atendiendo a las ting), del reverse whistleblowing (RWB) o del deslizamiento del ries-
posibilidades de detección generales, este incentivo desaparece- go (risk shifting). El escándalo Enron, empresa modélica en lo que
ría415. Este sistema, como los propios autores reconocen, no es se refiere a programas de cumplimiento y prevención, ha sido el
tan sencillo de llevar a la práctica: ¿cómo calcula el juez la pro- detonante de una serie de críticas que ya se venían apuntando des-
babilidad de detección del delito?416. Por otro lado, en el cálcu- de hacía tiempo 418 .
lo de la multa residual habría que tener en cuenta también las
Tal como se advirtió en otro lugar, la historia de la responsabi-
posibles sanciones civiles, administrativas e incluso los costes de
mercado (publicidad negativa, etc.) que pueda sufrir la empresa. lidad dentro de la persona jurídica, es la historia del deslizamiento
Lo que, por un lado, no es fácil de calcular, y, por otro, implica del riesgo (infra § 2.2.2) 419 . Una suerte de roll playing que consiste
también que aunque no tan exactamente calculada siempre exis- en que todos los agentes implicados —accionistas, administradores,
te una sanción residual (formal e informal), que incita a la em- dirigentes medios, trabajadores— intentan pasarse unos a otros las
presa a mejorar su sistema «policial» aunque la multa penal sea consecuencias desfavorables que implica toda sanción. La responsa-
totalmente eliminada por la culpabilidad de empresa. bilidad penal de las personas jurídicas surge como un intento de
reequilibrar el riesgo entre socios y administradores, muy descom-
pensada cuando únicamente existe responsabilidad individual. Pues
Pensando en una solución para el derecho español es razonable
bien para algunos las Guidelines, dentro de este juego centenario,
suponer que resulta suficiente para lograr los fines de la multa resi-
supone una importante variación en los equilibrios establecidos, al
dual la responsabilidad civil de la persona jurídica (art. 120.4 del CP
ofrecer incentivos importantes para que los directivos, responsables
español), basada en un sistema de responsabilidad objetiva, que se
últimos de la conducta empresarial desviada, desplacen el riesgo
acomoda a las reglas de la responsabilidad vicarial, con un concep-
hacia los escalones inferiores de la jerarquía empresarial. Justo el
to amplio de agente (empleados) y que además prescinde de que el
deslizamiento, que llevamos advirtiendo durante años en Europa y
delito haya sido cometido con el objeto de beneficiar a la persona
que ahora pretendemos evitar (§ 2). Varias son las causas que con-
jurídica 417 .
tribuyen al fracaso de la responsabilidad corporativa.

418
El crítico más agudo es sin duda William LAUFER, además de los trabajos
414 que se citan a continuación, vid. sobre todo Corporate Bodies and Guilty Minds,
Controlling Corporate Misconduct, op. rít., pp. 762 s.
415 op. cit.,passim, y sobre Enron, pp. 99 ss.
Controlling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 728. 419
416 Cfr. LAUFER, Corporate Liability, Risk Shifting, op. cit.,passim. Un resumen de
Controlling Corporate Misconduct, op. cit., pp. 730 ss.
417 todas las críticas de este autor al modelo Guidelines puede encontrarse en
Vid., por todos, GÓMEZ BENÍTEZ, Curso de derecho penal de los negocios a tra-
GEIS/LAUFER, Corporate Crime a new brand of cooperative regulation, Cahiers de Den-
vés de casos, op. cit., pp. 72 ss.
se Sociale, 2002.
208 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 209

En primer término, podría destacarse que los efectos tan suma- neral como es éLrisk managent, y por eso consideran la sanción co-
mente perjudiciales que tiene para la empresa el que uno de sus mo un riesgo de empresa más, ante el que adoptan estrategias de
superiores este «envuelto» en el delito (imposibilidad de utilizar el aseguramiento del riesgo similares a las que adoptan en otros sec-
programa de cumplimiento como atenuante, paulatino aumento del tores. Dicho de un modo sencillo: desde esta perspectiva un pro-
culpability score...), sumado a la sustanciosa atenuación que se obtie- grama de cumplimiento constituye un producto no demasiado dis-
ne si se coopera delatando al autor individual, arroja como resulta- tinto a una póliza de seguro. Las empresas, medianas y grandes,
do un deslizamiento de la responsabilidad hacia empleados, ejecuti- adquieren costosos programas de cumplimiento, efectuados por un
vos y técnicos para que aparezcan como responsables de la sector empresarial emergente, la compliance industry, con el fin de
infracción. La empresa y los administradores tienen mucho que presentarlos ante los órganos de persecución penal y evitar así su
ganar si desplazan la responsabilidad hacia el nivel jerárquico más responsabilidad. En este contexto el comportamiento de la empre-
bajo posible. Es lo que Laufer ha denominado como el Whistleblower sa se acomoda denominado moral hazard, estudiado en relación al
a la inversa. Si la preocupación del legislador ha sido incentivar que aseguramiento del riesgo. Una vez «suscrita la póliza» y asegurado
dentro de la empresa los empleados descubran los ilícitos cometidos el riesgo, se desentiende de adoptar ulteriores precauciones. Cuan-
por sus superiores jerárquicos (Whistleblower), el fruto último de las do un riesgo se asegura totalmente existen menos razones para evi-
Guidelines es que los jerarcas de las empresas acaban denunciando a tarlo y ser prudentes 423 .
empleados. A veces con el consentimientos de éstos, a cambio de Un problema ulterior, que ha de apuntarse también en el debe
una determinada cantidad u otra compensación (consensual RWB), a de las Guidelines, es que no se ha comportado igual en relación a
veces sin el consentimiento (non consensual RWB). Lógicamente este empresas pequeñas que grandes. Las Directrices han traído consigo
deslizamiento del riesgo contemplado desde el prisma de las garan- un aumento de los procesos contra personas jurídicas, pero lo han
tías procesales del empleado imputado es inadmisible, sobre todo en hecho de forma muy desigual. En sus redes han caído más peces
el segundo de los casos 42°. Hace ya tiempo que se observó cómo en pequeños que grandes. Pequeñas empresas familiares, con estructu-
cualquier modelo de responsabilidad empresarial aparece la preten- ras sencillas han sido las más sancionadas, el 90 % tiene menos
sión de buscar chivos expiatorios (scapegoating) sobre los que descar- de 50 empleados. Las causas de esta sobrerrepresentación no son
gar la responsabilidad, con el fin de liberar al resto. El RWB no sería sencillas de establecer. A diferencia de lo que ocurre con las gran-
sino una manifestación más de este fenómeno 421 . des sociedades, los jueces y los fiscales tienen mayores posibilidades
de éxito en procesos contra pequeñas firmas. Una estructura orga-
Entrelazado con este problema se encuentra el de la cosmética422. nizativa menos compleja hace más rápida y sencilla la investiga-
Los programas de cumplimiento, en ocasiones, son mera fachada. ción. Por ello, mientras que con las grandes empresas suelen llegar-
Con ellos la empresa no intenta implantar un programa de actua- se a acuerdos procesales, a las pequeñas se las atosiga. Por otro lado,
ción ética dentro de la empresa, sino cumplir formalmente con un los fiscales ante empresas grandes no sólo se enfrentan con una
estándar legal. Para los administradores y los socios el problema del organización más compleja, donde es más complicado siempre
deslizamiento del riesgo no es sino una parte de una cuestión ge- decir que es un programa de cumplimiento efectivo, sino ante
excelentes equipos de abogados. Un buen acuerdo en estas cir-
420
Más detalles, LAUFER, Corporate Bodies and Guilty Minds, op. cit., pp. 139 s.,
cunstancias favorece a ambos. El proceso penal queda así reservado
quien resalta cómo el abogado de empresa en este contexto se ha convertido en para las pequeñas empresas donde una condena exige menos tiem-
un agente de policía, abandonando el papel de abogado de los empleados, con el po. Pero también, al lado de esta primera explicación, quizás lo que
fin de salvar la empresa. ocurre también es que las pequeñas empresas sean peores good citi-
421
LAUFER, Corporate Prosection, Cooperation, and the Trading of Favors, «Iowa
Law Rev.»,Vol. 87, 2002, pp. 648 ss.
422 Cfr. LAUFER, Corporate Liability, op. cit., pp. 1397 ss.
Cfr. LAUFER, Corporate Liability, op. cit., pp. 1402 ss.
§ 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 211
210 Parte II. Sistemas de imputación
En efecto, a la postre esta supercooperación o rendición in-
zens corporations. Como demuestran algunos estudios muy pocas de
condicional como contrapartida a la inmunidad penal está acre-
ellas han implementado programas de cumplimiento y ciertamente
centando la responsabilidad civil y administrativa de las empresas,
su tipo de dirección, más paternalista y autoritario, hace que se
además de dejar absolutamente desamparado el alto directivo que
propague con mayor rapidez una cultura empresarial propensa a la
se ha escogido como «chivo expiatorio». Y es que la inmunidad
ilegalidad424.
que se ofrece a las empresas en los pactos con el Fiscal afecta en
No obstante, y si de lo que se trata en esta obra, es de explo- exclusiva a las responsabilidades penales pero no a las civiles o
rar sistemas de responsabilidad foráneos con el fin de importarlos administrativas, ni tampoco a otras responsabilidades penales, que
al sistema español, debe advertirse que en buena medida todo el continúan subsistentes y facilitadas por las pruebas que han sido
sistema Guidelines está distorsionado, por una norma posterior, la aportadas voluntariamente por la empresa. Ante esta situación, en
Federal Prosecutors of Corporations de 1999, instrucción guberna- la cual la empresa tiene que elegir entre colaborar y evitar el pro-
mental mediante la que se establecen las directrices a las que debe ceso o no hacerlo y que esa misma no colaboración se considere
atenerse el Ministerio Fiscal en la utilización del principio de como agravante, la doctrina solicita que además de la inmunidad
oportunidad procesal en relación a las corporaciones 425 . Entre los penal, se conceda a la empresa un self evalúate privilegie que per-
criterios que se establecen figuran algunos que son a su vez parte mita que no sean utilizados en su contra los datos que aporta a la
del grado de culpabilidad de empresa según el sistema de agra- investigación y que proceden de auditorías internas426. Estos
vantes y atenuantes de las Guidelines. Este es singularmente el caso documentos y demás material probatorio deberían tener una
de la existencia de programas de cumplimiento, del mantenimien- consideración similar a lo que en el derecho procesal norteame-
to de una actitud cooperativa, la tolerancia de la infracción por ricano se conocen como attonery client privilege y work product doc-
parte del corporate managent, la reincidencia, etc. Esta doble posi- trine y que sirven para proteger no sólo las comunicaciones entre
ción de la compliance ha dislocado el sistema. Muchas empresas han cliente y abogado, sino el resto del material aportado por el
evitado ser perseguidas penalmente a cambio de hacer drásticos cliente que obra en su poder o que ha elaborado el abogado con
cambios en sus directivos más importantes y colaborar con el Fis- el fin de preparar la defensa427.
cal lo que ha sido denominado como una supercooperación. Esta
colaboración, que repito se enmarca en un estadio previo a la ini- No hace falta subrayar lo evidente. Aparte de los problemas
ciación del proceso como tal, está beneficiando sobre todo a gran- derivados de la utilización del principio de oportunidad procesal
des empresas, si bien a un precio que a veces puede ser cuestio- que acaban de referirse, que por ser específicos del derecho norte-
nable. Y es que, lógicamente, lo que acaece es que los principales americano no interesa en este lugar 428, las objeciones que pueden
interesados en la supercooperación son determinados administra-
dores, que no dudan en sacrificar a alguno de ellos con tal de sal-
426
var a la corporación. Esto acrecienta los peligros de scapegoating ya Cfr. Growing the carrots, op. cit., p. 1797.
427
comentados. Sobre todo lo anterior vid. SIMONS, Vicarious Snitching: Crime, Cooperation,
and «Good Corporate Citizenship», «St. John's Law Rev.»,Vol. 76, 2002, pp. 979 ss.
Acerca del attorney client privilege y la work product doctrine, vid., por ejemplo,
424 W E R B / T A R U N / M O L O , Corporate Internal Investigation, op. cit., §§ 6 y 7.
Vid. con ulteriores referencias en not. 201, LAUFER, Corporate Liability, 428
Debe advertirse además que tras las críticas anteriores y al socaire de las
op. cit., p. 1388.
425 distintas medidas adoptadas tras Enron, se ha aprobado el denominado Thomsom
Los criterios que utiliza la Fiscalía federal para procesar o formular escri-
Memorándum que incide sobre los criterios de persecución recortando la discre-
to de acusación contra una empresa pueden verse en GÓMEZ-JARA, La responsabi-
cionalidad del ME Tanto el Thomsom, como ya antes el Holder Memorándum,
lidad penal, op. cit., pp. 62 ss. Un estudio detallado de la aplicación del principio de
acompañan a una de las directrices de política legislativa más importantes de la
oportunidad por parte de los fiscales en GRUNER, Corporate Criminal Liability,
SOA, exigen de la empresa un cooperación mucho más activa a la hora de loca-
op. cit., pp. 14-9 ss., e igualmente con análisis de casos muy relevantes LAUFER,
lizar a los responsables individuales. N o se trata sólo de exigir a las empresas que
Corporate Bodies and Guilty Minas, op. cit., pp. 131 ss.
212 Parte II. Sistemas de imputación § 5. Modelo de determinación de la pena o mixto 213

dirigirse contra las Guidelines es que fenómenos como el RWB o la bido en su despacho dentro de la corporación. También habría que
utilización de material probatorio suministrado por la propia impedir que todo material aportado por el futuro acusado a la
empresa afectan seriamente a los derechos de defensa y, por tanto, empresa, fuera posteriormente utilizado por la empresa en su con-
tienen rango constitucional. En este sentido, cuando se compara el tra. La colaboración de empresa no puede consistir en una pseu-
texto americano con el Decreto italiano llama poderosamente la doinvestigación contra la persona natural rodeada de muchas menos
atención que los programas de cumplimiento, y si se quiere de for- garantías y que opere como sustitutivo de la investigación penal.
ma más genérica, la culpabilidad de empresa en Italia sólo se hace Mas, en segundo lugar, en el derecho penal material muchos de los
atendiendo a la prevención («modelos de organización y de gestión idó- inconvenientes señalados, pueden evitarse a través de una adecuada
neos para prevenir las infracciones penales»). Del comportamiento pos- construcción del sistema de atenuantes y agravantes o, como ocurre
delictivo o, si se prefiere, de la reactive fault, sólo se toma en cuenta en las Guidelines en materia de medio ambiente 430, admitiendo sólo
como circunstancia atenuante la reparación, tal como antes se ha la cooperación que deriva de un programa de cumplimiento eficaz,
subrayado. y eliminando aquella que resulta de un cálculo oportunista por par-
te de la empresa (por ejemplo, exigiendo que los hechos se revelen
Pensando en un modelo de regulación para el ordenamiento
antes de que comience la investigación, o antes de que transcurra
español, la solución italiana de eliminar la atenuación relativa al
mucho tiempo desde que son descubiertos por la propia empresa).
comportamiento posdelictivo me parece demasiado radical429, y
Se trata con ello de desplazar el reproche a la culpabilidad proacti-
echa por tierra uno de los objetivos que se pretendía alcanzar ins-
va o relativa al hecho.
taurando la responsabilidad penal colectiva: incrementar la eficacia y
reducir los costes del proceso penal. Las soluciones pasan, en primer
lugar, por el derecho procesal. La colaboración —delación— de la En este sentido, la propuesta que aquí se realiza es limitar la
empresa debe tener el mismo tratamiento que la de un coimputa- atenuante por colaboración a aquellos casos en los que el autor
do, por lo que debe ser valorada escrupulosamente por el juez. sea un alto directivo, teniendo además en cuenta el tamaño de
Igualmente la aportación de material probatorio por parte de la la entidad (vid. art. 8.2.2.°). Lógicamente la colaboración resulta
empresa está sometida a los límites que imponen los derechos fun- más valiosa cuanto mayores sean las dimensiones de la empresa.
Esta restricción por sí sola evita los efectos perniciosos del RWB
damentales. Así, por ejemplo, sería inadmisible que en el proceso
y, en general, de la utilización de «chivos expiatorios». Restrin-
penal pudiera usarse correspondencia privada (vgr., correo electró-
gir la colaboración a los supuestos de implicación de altos direc-
nico) del trabajador o directivo obtenida de forma ilícita por la
tivos presenta además un grado de conformidad mayor con el
empresa, o documentación que se tiene merced a un registro inde- principio de proporcionalidad constitucional. Lo que resulta
importante a la hora de enjuiciar la admisibilidad de un medio
ejerzan la due diligence para que no se cometa infracción; se trata además de que la probatorio, siempre peligroso para los derechos de defensa.
organización investigue agresivamente cualquier tipo de infracción que tiene lugar Como evidencia la práctica, los problemas de esclarecimiento, el
en su interior con el fin de revelar al organismo encargado de la persecución los estado de necesidad probatorio, existente en los delitos de
resultados, vid. al respecto BUCY, Carrots and Sticks, op. cit., 293 ss.
429
En este sentido se encamina la propuesta de modificación que propone
430
LAUFER (Guilty Minas, op. cit., pp. 728 ss.). La crítica que efectúa en este trabajo Vid. GRUNER, Corporate Criminal Uability, op. cit., pp. 14-54.10 s.; estos cri-
procede además de fundamentos teóricos y, por tanto, complementarios a los que terios, más estrictos utilizados en materia de medio ambiente, pueden encontrar-
maneja en los trabajos de la Iowa y la Vanderbildt L. Revs. En efecto, de acuerdo se en http://www.epa.gov/compliance/resources/policies/incentives/auditing/
con su modelo constructivista de culpabilidad que estudiamos con cierto deteni- finalpolstate.pdf; criterios más estrictos pueden también encontrarse en el derecho
miento en otro lugar, la magnitud más importante para calcular la culpabilidad de Antitrust y en el de la protección del trabajador (vid. LAUFER, Corporate Bodies and
empresa debe ser el estado mental de la corporación y no los criterios reactivos o Guilty Minds, op. cit., p. 238 not. 19, y p. 104, con una valoración positiva de estas
proactivos de culpabilidad. directrices especiales).
214 Parte 11. Sistemas de imputación

empresa se produce sobre todo cuando el responsable es un


administrador o una persona con poder sustancial dentro de la Parte III -
entidad. Este poder es con frecuencia utilizado para ocultar su
comportamiento delictivo y comprar complicidades. La restric- Modelos de organización y sanciones
ción de la colaboración aquí propuesta es un índice que aporta
generalmente una mayor credibilidad de la identificación reali-
zada por la empresa y de sus controles internos. Como ha des-
tacado Laufer, cuando la empresa señala como responsable a una
persona de nivel jerárquico medio o bajo, las posibilidades de
que sea simplemente un chivo expiatorio son mayores, y vice-
versa431. La limitación de la delación a los superiores en el peor
de los casos, es decir, si la empresa acaba consiguiendo una § 6. Los modelos de organización (complianceprograms)
imputación falsa, constituirá un supuesto de RWB consentido.
Pues es de suponer que el «igual» posea mayores facilidades para
negociar posibles compensaciones en caso de que sea elegido La responsabilidad penal de las personas jurídicas tiene como fina-
como «cabeza de turco». Tampoco puede desconocerse que su lidad motivar a que las empresas incrementen su nivel de autorregu-
capacidad de defensa y conocimiento de los asuntos internos de lación y establezcan los mecanismos necesarios de gestión, organiza-
la empresa son mayores por lo que resultará complejo que los ción y control para evitar la comisión de hechos delictivos,
demás, sin más, fabriquen artificialmente su responsabilidad. coadyuvando con la administración de justicia en su descubrimiento.
Desde el punto de vista de la valoración de la prueba estas con- En este cometido son claves los compliance programs o modelos de
sideraciones resultan esenciales. organización. A través de ellos el legislador, la administración, las
empresas e incluso diversos actores sociales concretan los niveles de
Para que la atenuante de colaboración en relación a superio-
res sea eficaz es preciso coordinarla con la agravante que antes autoorganización. Tal como advertíamos, la remisión genérica a los
proponíamos de intervención de un superior jerárquico. Lógica- deberes de organización empresarial, como fundamento de la culpa-
mente la empresa no tendrá ningún incentivo para colaborar si bilidad o responsabilidad de los entes colectivos, se consideraba una
tras ayudar a inculpar al alto directivo, después su sanción se idea demasiado vaga para cumplir con el principio de determinación
agrava, precisamente, porque el autor es un superior. Esta apa- penal, a lo que habría que añadir que deja al juez solo ante el peligro
rente contradicción puede salvarse estableciendo que la agrava- en el momento de determinar el grado de cumplimiento con los
ción por implicación del superior no se aplicará cuando su res- deberes de organización. Desde un punto de vista más pragmático, la
ponsabilidad se haya establecido gracias a la colaboración de la finalidad de los códigos de prevención sería atajar o compensar los
empresa (vid. art. 8.3.1 de la propuesta realizada infra § 8). factores criminógenos analizados en el § 2.1 y que provocaban la
En lo referente a la «cosmética» o el moral hazard, que aparición de conductas delictivas dentro de una organización.
entronca con el problema de la taxatividad al que nos referíamos Este capítulo tiene como cometido, en primer término, dar
en un epígrafe anterior, la solución pasa tal como allí decíamos cuenta de la experiencia norteamericana e italiana al respecto, con
y va a estudiarse seguidamente, por incrementar el control del
el fin de explicar con más detalle en qué consisten precisamente
legislador y de diversos colectivos en el diseño y la puesta en
estos instrumentos claves en los diseños más modernos de responsa-
marcha de los modelos de organización, e igualmente por la
auditoría externa de la eficacia de estos programas. bilidad penal de la empresa 432. Mas, en segundo lugar, la pretensión

432
De especial utilidad han sido para la confección de este capítulo las mode-
LAUFER, Corporate Liability, op. cit., p. 659.
los de organización italianos que han ido apareciendo. En concreto se han toma-
216 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 217

de las páginas siguientes es mostrar que estos modelos de organiza- la legislación sobre el blanqueo de capitales435; las normas de com-
ción o compliance programs no son nada nuevo en el ordenamiento y portamiento que deben elaborar las entidades que se dedican a la
en la gestión empresarial española. En realidad nos ocurre como intermediación financiera, para evitar conflictos de intereses con los
aquel famoso personaje de Moliere que habla en prosa sin saberlo. inversores436; las conocidas como «murallas chinas» a las que obliga
Como ya he explicado en otro lugar más detalladamente, la auto- la LMV a las empresas (vgr., bancos) que invierten y que prestan
servicios de inversión437; los códigos de prevención en materia de
rregulación, como nueva forma de control social, es una parte más
medio ambiente 438 o en defensa del consumidor 439 ; o el arsenal de
del proceso de americanización del derecho económico y penal
criterios de autorregulación que provienen del gobierno corporati-
económico europeo 433 . Los programas de prevención de riesgos
vo no son otra cosa que compliance programs, destinados a prevenir
laborales434; las medidas que deben adoptar los sujetos obligados por distintos comportamientos delictivos (insider tranding, administración
desleal, falsedad en los balances) blanqueo de capitales y, en general,
do en consideración los de FIAT, ENEL, Consip S.p.A. y los modelos de organi- lesiones contra el medio ambiente, los consumidores o los trabaja-
zación que han confeccionado C O F I N D U S T R I A y la Asociazione Bancaria Ita- dores. A estos supuestos en los que la autorregulación es una exi-
lina (ABI). Una lectura útil en este punto, pues comenta los distintos modelos de gencia del legislador (enforced self regulation o autorregulación regu-
organización y su metodología, es I modelli organizzativi ex. D. Lgs. 231/200Í. Eti- lada), habría que añadir aquellos otros en los que las empresas
ca d'impresa e punibilitá degli enti (a cura de MONESI), Guiffré, Milano, 2005. voluntariamente, y en el marco genérico de la responsabilidad
433
NIETO MARTÍN, ¿Americanización o europeización del derecho penal económico?, social, adoptan diversos códigos éticos, normas de conducta. Los
«Revista Penal», Vol. 19, enero de 2007, y Responsabilidad social, gobierno corporativo y
datos son significativos: la totalidad de las empresas del IBEX y
autorregulación, passim. Además de la bibliografía que se cita en el primer trabajo para
entender el proceso de americanización o globalización del derecho, vid. BRAITH-
el 70 % de las sociedades cotizadas afirman poseer códigos de con-
WAITE/DRAHOS, Global Bussines Regulation, Cambridge University Press, 2001. ducta 440 . La mayor parte de las grandes empresas españolas cuentan
434
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de seguridad e higiene en el trabajo.
Regula la prevención de riesgos laborales, Real Decreto 39/1997, de 17 de enero,
435
Servicios de prevención de riesgos laborales. Los programas de prevención de ries- Además de la normativa española, vid. la reciente Directiva 2005/60/CE
gos laborales proceden del sistema norteamericano de la Occupational Safety and del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de octubre, relativa a la prevención
Health Act de 1970, y dentro del Guidelines y de la compliance suponen un sector de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales y para la
caracterizado por su mayor seriedad y eficiencia, cfr. LAUFER, Corporate Bodies and financiación del terrorismo, DOCE L 309, p. 15, especialmente arts. 34 ss.
436
Guilty Minds, op. cit., pp. 104 ss. Vid. Viscusí, The Structure and Enforcemente qf Job Real Decreto 629/1993, de 3 de mayo, sobre normas de actuación en los
Safety Regulation, en «Law and Contemporary Problems»,Vol. 49, 1986, pp. 128 ss.; mercados y registros obligatorios.
437
WEIL, If OSHA is so bad, why is compliance so good?, «Rand Journal of Economics», Art. 83 bis de la Ley de mercado de valores.
438
Vol. 27, n.° 3, 1996, pp. 618 ss. Este modelo de autoorganización en materia laboral Vid. ya el Reglamento CEE 1836/93 del Consejo, de 29 de junio, por el
se ha unlversalizado a través de la Oficina Internacional del Trabajo, vid. Directrices que se permite que las empresas del sector industrial se adhieran con carácter
relativas a los sistemas de gestión de seguridad y la salud en el trabajo, Oficina Internacio- voluntario a un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambiental,
nal del Trabajo Ginebra. En España la asunción de la autoorganización en este sec- DOCE L 168, p. 1, y ahora la Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y
tor se debe al impulso de la legislación europea, vid. especialmente Directi- del Consejo, de 21 de abril de 2004, y la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Res-
va 89/391/CEE relativa a la aplicación de las medidas para promover la seguridad y ponsabilidad medioambiental.
439
la salud de los trabajadores. Mas detalles del desarrollo del derecho europeo en Sistema de Anáfisis de Peligros y Puntos Críticos que en materia de segu-
BALDWIN/DAINTITH, Harmonization and Hazard. Regulating Workplace Health and ridad alimentaria establece el R D 2207/1995, por el que se establecen las normas
Safety in the European Community, Graham & Trotinan, 1992, especialmente p. 204, de higiene de los productos alimenticios.
440
donde narra la historia de cómo en Gran Bretaña el Robert's Committee (1972) crea- Vid. sólo Informe de la subcomisión para potenciar y promover la res-
do por el gobierno laborista para estudiar las causas de los accidentes de trabajo, ponsabilidad social de las empresas, BOCG de 4 de agosto de 2006, Serie D:
señala a la ausencia de cultura preventiva en las empresas como primera causa. De General, n.° 424, p. 24. Igualmente es de gran interés la Comunicación de la
ahí que la Act británica de 1974, siguiendo los pasos del derecho norteamericano Comisión Europea sobre responsabilidad social C O M (2002) 347, donde ofrece
opta por incrementar la autorregulación (the voluntarist aproach). los contenidos mínimos que han de poseer los códigos de conducta.
218 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 6. Los modelos de organización (compliance programs) 219
ya con estos sistemas de autorregulación voluntaria, en donde con
la que hace referencia a la ética empresarial y la autorregulación
mayores o menores dosis de cosmética, con mayor o menor presen-
como alternativa a la intervención del legislador441. Expresada ele-
cia de los departamentos de marketing en su elaboración, se intentan mentarmente, la cuestión es la siguiente. Para el intervencionismo la
evitar conductas como la corrupción, la explotación del trabajo forma más correcta para controlar el comportamiento de las socie-
infantil o el respeto a los derechos laborales en todos aquellos luga- dades es la norma jurídica, acompañada de la intervención de la
res donde las empresas actúan, etc. administración a través de agencias muy inquisitivas con amplios
El desembarco de la autorregulación en nuestro ordenamiento y poderes normativos, de investigación y sanción. Esta estrategia con-
en la actividad empresarial implica que en realidad implantar un fía en que imponiendo una consecuencia jurídica desfavorable a
modelo de responsabilidad penal de las personas jurídicas cercano a una empresa, ésta modificará su organización y con en ello su com-
las Guideline, no supone importar un cuerpo legislativo extraño pro- portamiento en el sentido deseado. Para el intervencionismo no
cedente de otra galaxia jurídica. Al contrario se trata más bien de representa ningún tabú regular cómo debe organizarse internamen-
terminar de construir el edificio, una vez que tenemos ya preparados te la empresa.
el subsuelo y los cimientos. La responsabilidad de personas jurídicas Dado que en Europa nuestra tradición jurídica es básicamente
representa el mecanismo de cierre de todo un sistema de control intervencionista, nos resulta sobre todo sorprendente los plantea-
social que ya forma parte de nuestro ordenamiento. La culpabilidad mientos ligados a la ética empresarial442 o con otra terminología a
de la empresa por defecto de organización significa que no se han la responsabilidad social de la empresa. Esta posición tiene como
cumplido eficazmente las obligaciones de autorregulación que presupuesto una desconfianza o al menos escepticismo en la efica-
impone el derecho administrativo, a través del fomento de la auto- cia de la ley que se fundamenta en varias razones. Algunas son simi-
rregulación, y allí donde éste —todavía— no existe, como puede ser lares a las que veíamos en el primer capítulo de este trabajo al ana-
el caso de la corrupción, la responsabilidad penal de la empresa lizar la crisis de la responsabilidad individual, otras, y no menos
implica dar relevancia jurídica a los códigos éticos. Se trata con ello relevantes, tienen que ver con la sagacidad de la empresa para con-
de hablar en serio sobre responsabilidad social. Si se instaura un sis- seguir que cualquier regulación acabe beneficiándola, a través de
tema de responsabilidad penal de personas jurídicas eficaz, conforme diversas estrategias, como la corrupción o el lobby (capture theory)443,
al modelo que propongo, el mensaje que se envía a las empresas es
claro: en aquellas áreas donde se establezca la responsabilidad penal,
441
la responsabilidad social habrá dejado de ser marketing, pues de pro- Entre la inmensa bibliografía, vid. el primer capítulo de AYRES/BRAITHWAI-
TE, Responsive Regulation. Trascending the Deregulation Debate, op. cit., pp. 3 ss.; o mos-
ducirse una lesión para los intereses colectivos protegidos por el tipo
trando las implicaciones que esta polémica tiene para el derecho penal, y no sólo el
penal, los sistemas de autoorganización basados en la responsabilidad derecho penal económico, BRAITHWAITE, The new regulatory state and the transforma-
social serán examinados en el marco del proceso penal, y evaluados tion of criminlogy, «British Journal of Criminology», n.° 40, 2000, pp. 222 ss.
finalmente por el juez al establecer la responsabilidad colectiva. 442
En relación al origen y desarrollo de la ética empresarial vid. KLEBE T R E -
VIÑO/WEAVER, Managing Ethics in Business Organizations, Stanford University
Press, 2003, e igualmente SISÓN, Integrated risk management and global business ethics,
6.1. ElADN de los programas de cumplimiento «Business Ethics: A European Review»,Vol. 9, n.° 4, october 2002. Sobre la situa-
ción de la ética empresarial en Europa vid. WEBLY, Business ethics: a SWOT exerci-
6.1.1. Responsabilidad social, ética empresarial e intervencionismo público ce, «Business Ethics: A European Review», Vol. 10, n.° 3, july 2001, p. 267. Más
concretamente sobre su situación en España, ARGANDOÑA, Business Ethics in
Spain, «Journal of Business Ethics», Vol. 22, 1999, pp. 155 ss.; GUILLEN/MELÉ/
Como siempre ocurre, entender el significado de una figura M U R P H Y , European vs. American aproaches to institutionalisation of business ethics: the
Spanish case, «Business Ethics: A European Review», Vol. 11, n.° 2, april 2002,
jurídica requiere efectuar una inmersión en la historia. Una de las
pp. 167 ss.
discusiones más arraigadas en la cultura jurídica norteamericana es 443
Vid. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 54 ss.
220 Parte III. Modelos de organización y sanciones §6. Los modelos de organización (compliance programs) 221

o con la ineptitud de la ley para adaptarse a las peculiaridades de trata de estrategias complementarias, confluyentes, en el control del
cada empresa, al rápido progreso tecnológico 444 o, finalmente, a su comportamiento colectivo desviado 448 . En efecto, voluntarismo é
incapacidad de resolver la totalidad de problemas de índole moral o intervencionismo entran en liza por primera vez en los roostvelia-
ético que se presentan cotidianamente en la gestión de la empresa, nos años treinta, tras la convulsión de la gran depresión y los inten-
o a la incapacidad de la ley para adaptarse a las peculiaridades. La tos de regular el mundo de los negocios. Para la cultura jurídica de
ley no deja de ser porosa y vaga (¿debe la empresa explotar a su esos años toda la Securities Law, que encarna el espíritu del inter-
favor la ambigüedad legal?), puede ser ella misma amoral o inexis- vencionismo, suponía una auténtica revolución. No se olvide que
tente, como ocurre en muchos países del tercer mundo donde ope- desde principios del siglo XX el TS había impedido cualquier intro-
ran las compañías multinacionales 445. Fomentar en estos casos una misión del legislador en el ámbito económico. Cuestiones tan bási-
cultura de cumplimiento estricto de la legalidad resulta insatisfacto- cas como el salario mínimo o los derechos más elementales de los
rio desde el punto de vista ético 446. Se aduce también que mientras trabajadores habían sido consideradas inconstitucionales.
que la ley en relación a las personas físicas cuenta con el apoyo de
la educación, la socialización y la moral dominante, en relación al Los años 60 y 70 conforman la segunda época dorada del inter-
comportamiento colectivo la ley se enfrenta en solitario a la tarea vencionismo. Como consecuencia de la aparición de aceleradores
de controlar la conducta desviada. Por este conjunto de razones, la legislativos como el escándalo Watergate y su ambiente regeneracio-
ética jurídica propone, de un lado, incentivar una estrategia de coo- nista y, en definitiva, el espíritu de la época, se generó un incremen-
peración entre administración, órganos de persecución y empresas, to de la legislación de protección del consumidor o medio ambien-
alejada de una posición de choque o constante recelo entre ambos te. Por lo que aquí interesa, la pieza emblemática de aquellos años
frentes y, de otro lado, incentivar una cultura ética a través de la fue la Foreing Corrupt Practices Act (FCPA), que es todo un símbolo
promoción de la responsabilidad social de la empresa, la elaboración del intervencionismo 449. Primero, porque en realidad para lo que sir-
de programas éticos que fijen las pautas de actuación «cuando la ley vió fue para ampliar los poderes de la SEC y, segundo, porque anun-
se acaba», u otras formas de organización, como el nombramiento cia la línea de política legislativa que aquí interesa, al imponer a las
de consejeros independientes que den una «voz en el consejo» de empresas deberes de organización y control internos. La importancia
administración a los intereses colectivos —medio ambiente, consu- de esta ley es tremenda y su significado trasciende al de la lucha
midores, trabajadores447. Como puede apreciarse, los planteamientos contra la corrupción. En realidad este texto transformó profunda-
de la ética empresarial y del voluntarismo jurídico están sin duda mente la cultura empresarial norteamericana, determinando que las
alguna en el ADN de las Guidelines y más concretamente de los empresas invirtieran en la prevención de delitos y empezaran a
programas de cumplimiento. tomar en serio que la promoción en la ética y el respeto a la legali-
dad constituían elementos esenciales en la gestión empresarial. En
Llegados a este punto, debe indicarse que pese a que ambos cri- otras palabras: la estrategia legislativa que inaugura esta ley es que el
terios nacen como opuestos, en la actualidad puede decirse que se legislador obliga a las empresas a adoptar medidas que hasta ese
momento sólo descansaban en imperativos éticos450. Por esta razón,
444
Vid. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 110 ss. la FCPA debe contarse también entre los antepasados de los progra-
445
Vid., por ejemplo, claramente este punto de partida en el libro clásico de
STONE, Where the Law Ends. The Social Control of Corporate Behavoir, New York,
448
1975, pp. 30 ss. Ésta es la tesis de BRAITHWAITE, The New Regulatory State, op. cit., p. 224.
446 449
Sobre estas cuestiones vid., por ejemplo, OSTAS, Cooperate, Comply, or Eva- Vid. N I E T O MARTÍN, La corrupción en el comercio internacional, op. cit., passim;
de? A corporate Executive's Social Responsibilities with Regará to Law, «American Bus- W O O F / C R A A G , The US Foreing Corrupt Practicies Act: The Role of Ethics, Law and
sines Law Journal», Vol. 41, 2004. Self Regulation in Global Markets, en CRAGG (ed.), «Ethics Codes, Corporations and
447 the Challenge of Globalization», 2005, pp. 112 ss.
En este sentido vid. sólo las propuestas de STONE, Where the Law Ends,
450
op. cit., pp. 122 ss. Cfr. I z z o , en / Modelli, op. cit., p. 60.
§ 6. Los modelos de organización (compliance programs) 223
222 Parte III. Modelos de organización y sanciones

un sesgo claramente conservador, pues surge como un movimiento


mas de cumplimiento, como igualmente debe situarse entre sus des-
de oposición a la intervención del legislador en el mundo de la
cendientes a la Sarbanes Oxley Act, promulgada tras la tercera oleada
economía destinada a tutelar los intereses de las partes más débiles.
de catástrofes de la economía norteamericana, las crisis empresariales
En este sentido el voluntarismo, y la autorregulación, enlazan ideo-
del cambio de siglo. Este texto no hace sino profundizar en la ruta
marcada por la FCPA restringiendo la libertad de las empresas para lógicamente con corrientes neoliberales. La formulación primigenia
autoorganizarse e imponiendo concretos deberes de organización y de conceptos como la responsabilidad social de las empresas supone
control, tales como, por ejemplo, la necesidad de que un directivo se una crítica a la legislación intervencionista de los años treinta, e
responsabilice personalmente de la veracidad de las cuentas, los con- igualmente durante los ochenta, en el contexto de las políticas neo-
sejeros independientes, los comités de auditoría o la necesidad de liberales propugnadas por la Escuela de Chicago (Capture Theory) o
establecer códigos de buen gobierno, donde, por ejemplo, se esta- la Public Choice, y el eco que tuvieron entre políticos como Ronald
blezcan normas de conducta para los administradores en caso de Reagan («Goverment is the Problem. Not the Solution») o Margaret
conflicto de intereses. Obsérvese que la SOA no es sino ética por Thatcher se propugnan políticas desrreguladoras como alternativas a
decreto, en el sentido de que la ley hace suya medidas que antes des- las medidas de intervención adoptadas en los años anteriores. Un
cansaban simplemente en la ética empresarial o la responsabilidad buen ejemplo del espíritu de la época es que ante los escándalos de
social. Y es que, en efecto, muchas de las medidas que propone este insider trading de los años 80, la primera respuesta es la autorregula-
texto, habían sido ya anunciadas por mentores tan destacados de la ción y la adopción voluntaria de medidas internas de control, como
responsabilidad social y de la ética empresarial como Christopher las conocidas murallas chinas 454 .
Stone 451 o por piezas clave, dentro del proceso de aparición de los
modernos procesos de control, como especialmente el informe 454
En este contexto debe entenderse la fuerte polémica que PEARCE/TOMBS
COSO y la Treadway Comission de mediados de los años 80, donde en el Reino Unido mantuvieron con HAWKINS y la Oxford Compliance School.
se proponían ya —como después se verá— muchas de las normas de Ciertamente estos autores proponían dos modelos distintos de intervención penal:
control que hoy día figuran en la SOA, y se abogaba por incremen- la compliance strategies y la sanctioning strategies basados en una visión un tanto indul-
tar la prevención general a través del recurso al derecho penal, como gente de la criminalidad de empresa. La diferente perspectiva se derivaba del
herramienta imprescindible para consolidar las medidas de organiza- hecho que para estos autores la criminalidad de empresa no tenía tanto que ver
ción que allí se proponían 452 . con cálculos amorales, sino con una organizational incompetence. Vid., de un lado,
HAWKINS, Environment and Enforcement, Oxford, 1984; del mismo, Compliance Stra-
La convergencia de estrategias se debe igualmente a que ideoló- tegy, Prosecution Policy and Aunt Sally, «British Journal of Criminology», n.° 30,
1990, y de otro, PEARCE/TOMBS, Toxic Capitalism: Corporate Crime and the Chemi-
gicamente voluntarismo e intervencionismo no son posiciones
cal ¡ndustry, 1998.
necesariamente opuestas 453. Es cierto que el voluntarismo nace con Una versión aún más radical fue la que se impuso en los Estados Unidos, don-
de incluso se llegó a hablar de legitimar la desobediencia a la ley cuando ello afec-
451 taba a los beneficios (efficient brench of contract), vid. en sentido crítico WILLIAMS,
Basta para ello ver el Capítulo IV del libro de STONE, Where the law end,
Corporate Compliance with the Law in the Era of Efficiency, «N. C. L. Rev.», p. 1265.
op. cit., pp. 122 ss., donde se propone la aparición de consejeros independientes, los
N o obstante, si se contempla aquella época con cierta perspectiva también
representantes de intereses colectivos en la entidad y un buen número de medidas
debe reconocerse cómo la Insider Trading Santions Act de 1984 supone no confiar-
destinadas a que el interés general —la responsabilidad social— sea tenido en
lo todo en la autorregulación, e igualmente puede decirse de uno de los temas
cuenta en la toma de decisiones por parte de la empresa.
452 estrella de la política criminal norteamericana de los 80, el blanqueo de capitales,
Report, op. cit., pp. 14 y 63 s. Las relaciones entre la SOA y C O S O son
donde, como es conocido además de la intervención penal, se imponen obliga-
puestas de manifiesto por el nuevo responsable del Comité de organizaciones que
ciones a las empresas como la de conservación de determinada documentación o
sustenta las sucesivas versiones de COSO, RlTTENBERG (vid. «Internal Auditor»,
la de «conozca a su cliente», vid. BEARE, Voluntary Ethical Conduct: Anti Money
august, 2005).
453
Laundering and the Financial Sector, en CRAGG, «Ethics Codes, Corporations»,
Sobre la evolución vid. con numerosas referencias OSTAS, Cooperate,
op. cit., pp. 154 ss.
Comply or Evade?, op. cit., p. 562.
224 Parte III. Modelos de organización y sanciones §6. Los modelos de organización (compliance programs) 225

Mas intentando superar esta dicotomía hay quien entiende la son las normas más convenientes y eficaces. Con ello el Estado
ética empresarial, la responsabilidad social o la autorregulación aprovecharía, tal como ha recordado John Braithwaite, algo que ya
como un aliud o en cualquier caso como una estrategia que ha de había señalado Foucault, la capacidad de los regulados para regu-
fomentarse independientemente de las medidas sancionadoras. A lar su propio comportamiento, conformando una estrategia de
mediados de los 70 se empieza ya, por ejemplo, a señalar que la res- dominio indirecta, pero más sofisticada, a través de la cual el Esta-
ponsabilidad social de las empresas consiste precisamente en coope- do reconfiguraría las reglas de autorregulación de los sujetos a
rar con las agencias administrativas que en materia de medio derecho 457 .
ambiente, consumidores o salud laboral se encargan de velar por los
intereses colectivos (Public Interest Theory) 455. La estrategia de la coo-
peración se sitúa ya en los aledaños de lo que las Guidelines piden 6.1.2. COSO y el desarrollo del control interno
de las empresas y de lo que hoy se concreta en los programas de
cumplimiento. Desde este punto de vista, como ya se advirtió al Para conocer aún más detalles sobre el origen de los programas
hablar de la autorregulación, los Códigos éticos, la mejora de los de cumplimiento, conviene también analizar ahora las fuentes de las
sistemas de control interno, la creación de órganos independientes y que mana su contenido y estructura, pues lo cierto es que la auto-
en definitiva la responsabilidad social de la empresa no se plantean organización antes de incorporarse a la ley, poseía ya una metodo-
como alternativa a la ley; más bien al contrario, se trata de medidas logía propia, que procedía del desarrollo del denominado control
que deben ser fomentadas por el legislador. Los modelos de organi- interno 458 . De hecho en la práctica norteamericana el personal
zación han de enmarcarse dentro de esta última visión, más moder- encargado de este tipo de control es el que, normalmente, ha sido
na y mucho menos neoliberal del voluntarismo 456. En ella la ley, o hecho responsable de los compliance programs.
si se prefiere ya en nuestro ámbito, el derecho penal actúa moti-
vando a las empresas para que se autoorganicen. En otras palabras Tradicionalmente el control interno fue considerado como una
hetero y autorregulación son complementarias. Se trata de un parte de la dirección empresarial cuyo objetivo era asegurar que la
«intervencionismo a distancia» en la que existe una cooperación actividad de la empresa se desarrollara conforme a los objetivos y
entre los poderes públicos y los sujetos regulados, es decir, las cor- planes marcados por la dirección. Es decir, no tenía como elemen-
poraciones, pero también otros agentes sociales, acerca de cuáles to prioritario evitar que la empresa realizara en su actividad hechos
delictivos, si acaso como pone de relieve la evolución de las funcio-
nes de auditoría interna se trataba de evitar que los empleados rea-
455
Extensamente OSTAS, Cooperóte, Comply, or Evade?, op. cit., pp. 565 ss.
456
Tanto es así que para el pensamiento ortodoxo neoliberal y para los más
457
conservadores en materia económica, conceptos como el de responsabilidad social Vid. BRAITHWAITE, The New Regulatory State, p. 224, quien, incluso más
son criticados por representar una forma velada de socialismo (vid. SlSON, Integra- allá de pensar que nos encontramos ante una técnica más de intervencionismo,
ted Risk management, op. cit., p. 289). El más claro representante de este tipo de crí- señala que con esta unión ha nacido un «nuevo estado regulador»'que reemplaza
ticas es el premio Nobel Milton FRIEDMAN, The social responsability qf business is to tanto al keynesiano o intervencionista, como al neoliberal. Las razones de este
increase its prqfits, «New York Times Magazine», september, 1970 (el artículo puede nuevo tipo de regulación, reconducibles al aumento de la complejidad luhmania-
encontrarse en numerosos sitios de Internet), quien llegó a indicar que aquellos na son las que ya apuntábamos en § 2.2.5 y que ha expuesto extraordinariamen-
que mantienen la responsabilidad social son «marionetas de las fuerzas intelectua- te bien DARNACULLETA, Autorregulación, pp. 33 ss.
les» del socialismo. Una respuesta a estos planteamientos en STONE, Where the Law 458
Sobre la confluencia entre C O S O y las Guidelines, pese a que aparente-
ends, op. cit., pp. 74 ss. mente provienen de caminos independientes, vid. FIORELLI/ROONEY, COSO and
Que en Estados Unidos la filantropía empresarial no ha estado siempre bien the Federal Sentencing Guidelines, «The Inteirnal Auditor», n.° 54, 1997, pp. 57 ss.;
vista, lo pone de manifiesto las acciones de responsabilidad que algunos accionis- como indican estos autores, C O S O tiene un objetivo más amplio que las Direc-
tas en los años 20 plantearon contra Ford por dedicar fondos de la empresa a la trices, el control interno, pero todos los requisitos de los compliance programs pue-
«obra social». den ser explicados dentro del contexto COSO.
226 Parte III. Modelos de organización y sanciones 227
§ 6. Los modelos de organización (compliance programs)

lizaran comportamientos delictivos contra la empresa. Este entendi- través de las-últimas normas de gobierno corporativo de los
m i e n t o del control interno cambia paulatinamente, pero si hay que mercados financieros — c o n la Sarbanes Oxley a la cabeza—, cabe
señalar u n p u n t o de inflexión es a partir de mediados de los o c h e n - señalar: responsabilizar a un directivo de la veracidad de la infor-
ta, con la aparición de los informes C O S O , elaborados p o r la Tread- mación empresarial, quien debe además en un informe señalar
way Commission (National Commission on Fraudulent Financial Re- los controles efectuados y su opinión sobre el control interno de
porting) 459 . la entidad 461 ; necesidad de crear comités de control interno que
supervisen la eficacia de los controles, publicando el informe
Estos informes son importantes p o r varias razones. E n p r i m e r
correspondiente, y que además deben tener cierto grado de in-
término, porqu e consideran parte integrante y fundamental de los dependencia 462; procesos destinados a garantizar la independencia
sistemas de control interno la prevención y detección de hechos de los auditores externos 463 , como la creación de autoridades
delictivos realizados p o r la empresa, considerando además que la independientes que establezcan los estándares de auditoría.
compliance es una de las tareas que debe desempeñar la dirección.
Ello se traduce en algo que, para nosotros es esencial, y es que la
E n tercer lugar, la importancia y el éxito de C O S O reside en
ética empresarial pasa a formar parte, a través del control interno, que ha sabido sentar las bases metodológicas del sistema de control
del management empresarial. D e este m o d o , en numerosos Códigos interno, el cual se estructura a partir de cinco elementos:
de b u e n gobierno se señala que conseguir que la empresa desarro-
lle su actividad cumpliendo con la legalidad represente u n o de los (a) El control ético o control environment, en virtud del cual se
objetivos de los Consejos de Administración. E n segundo lugar, trata n o sólo de promover el respeto formal a la legalidad, sino de
porque supone la globalización-americanización de las normas de generar una cultura empresarial que asuma la ética c o m o criterio
control. Sus criterios de control se han acogido p o r el Auditing de gestión. C o m o antes señalábamos, el informe C O S O considera
Standard Board (ASB), cuyas normas aunque en principio afectan que los Códigos éticos son un instrumento de control interno más
exclusivamente a la auditoría norteamericana, acaban desplegando y da indicaciones bastante precisas en relación a los criterios que
su eficacia urbi et orbi460. éstos deben reunir.

La cultura de la prevención y la necesidad de unir ética y com-


C o m o ejemplos de técnicas de control, presentes en el infor-
pliance se aprecia muy bien, por ejemplo, en la legislación sobre
me C O S O , que después se han extendido no sólo en el diseño
riesgos laborales. Tal como señala su exposición de motivos: «la
del sistema de control interno, sino también legislativamente, a
protección del trabajador frente a los riesgos laborales exige una
actuación en la empresa que desborda el mero cumplimiento for-
459 mal de un conjunto predeterminado, más o menos amplio, de
Más detalles, además de los diferentes informes, especialmente el Raport qf
the National Comisión on Fraudulente Financial Statement (1987), que constituyó su deberes y obligaciones empresariales y, más aún, la simple correc-
primer objetivo, y el Internal Control. Integrated Framework (1992), pueden encon- ción a posteriori de situaciones de riesgos ya definidas»1. También en
trarse en http://www.coso.org/. El control interno según COSO puede ser defi- el informe Aldama se destacaba correctamente este extremo: «la
nido, «en sentido amplio, como un proceso realizado por el consejo de adminis- experiencia demuestra que ni las leyes más exigentes ni los códi-
tración y otro personal de la empresa, que tienen como objetivo asegurar gos mejor elaborados resultan suficientes para garantizar el buen
razonablemente la consecución de objetivos en estas tres categorías: efectividad y gobierno de las empresas. Éste exige... un comportamiento ético
eficacia de las operaciones, veracidad de los informes financieros y cumplimiento por parte de los administradores y gestores que impulse a buscar
con las leyes y regulaciones aplicables».
460
Creo que es buena prueba de cuanto acabo de señalar que Cofindustria (I
modelli, op. cit., p. 363) en el modelo de organización que propone para las empresas 461
Repon, pp. 36 s.
italianas considere que los códigos éticos son parte integrante del sistema de control 462
Report, pp. 14 y 63 s.
interno, haciéndose eco del environment control propuesto por el sistema COSO. 463
Report, pp. 49 s.
228 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 229

el bien de la empresa a largo plazo por encima de sus propios ethics than compliance based programs». Mejor incentivar a la ética,
intereses. La primera obligación de la empresa es el cumplimien- al asumir los valores que la ley propone, que al cumplimiento
to de su misión dentro del marco legal. No obstante, más allá del estricto de la legalidad466. Este punto, como tantos otros, fue
estricto cumplimiento de las leyes y de los deberes que su misión enunciado ya por Stone, quien consideraba que la posibilidad de
establece, recientemente se ha venido sosteniendo que la empresa controlar la conducta empresarial desviada no era posible si no
tiene otras responsabilidades sociales». se iba más allá del mero respeto «formal» a la ley y se interiori-
zaban por la empresa sus contenidos. Esta idea resume muy bien
Como puede apreciarse, aunque códigos éticos y modelos de
la tesis central del trabajo de Stone. La capacidad de la ley para
organización son conceptos diversos, ambos comparten un obje-
controlar a las corporaciones es menor que la que despliega en
tivo común, generar en la empresa una atmósfera de cumpli-
relación a las personas naturales. Pues mientras que en este caso
miento con la legalidad que facilite a los empleados la toma de
la efectividad de la ley se ve ayudada por otros controles socia-
decisiones de acuerdo con la ley464. En este sentido, no se trata
les y por toda una educación en valores del ciudadano, que en
de herramientas distintas sino complementarias, de forma tal
buena medida respaldan las normas de comportamiento que en
que parte integrante de todo programa de cumplimiento debe
ella se contienen, en relación a las personas jurídicas no existe o
ser un código ético465. Ningún modelo de organización resulta
no se produce este tipo de barrera. La ley, señala Stone, es una
eficaz si no está inmerso dentro de la consecución de un clima fuerza más entre otras muchas para determinar el comporta-
ético más general dentro de la empresa. El slogan de los últimos miento individual, lo que no ocurre en relación a las empresas.
años en la cultura empresarial es, precisamente, que «integrity or Por esta razón considera este autor imprescindible la creación de
valué based programs are more effective in promoting the message of una buena cultura corporativa467.

464
Mas detalles sobre las funciones de los Códigos éticos y su utilidad en • La valoración del riesgo o risk assement que obliga a las
MALEM SEÑA, Códigos éticos y lucha contra la corrupción, en A R R O Y O / N I E T O , «Frau- empresas a analizar sus procesos de producción y de gestión con el
de y corrupción en la UE. Eurodelitos de fraude y corrupción». En relación a la
fin de descubrir en ello los puntos débiles, sobre los que debe
elección de los principios éticos que han de inspirarlos y a su proceso de elabo-
ración vid. LOZANO, Proposal for a model for the elaboration of ethical codes based on
actuarse. La valoración del riesgo es, pues, el primer paso que hay
discourse ethics, «Business Ethics: A European Review», Vol. 10, n.° 2, april 2001, que dar con el fin de desarrollar un sistema de prevención y con-
pp. 157 ss.; B R I N K M A N N / K N U T , Good intentions aside: drafting a functionalist look at trol. El control interno engarza de este modo con uno de los tópi-
codes of ethics, «Business Ethics: A European Review», Vol. 12, n.° 3, july 2003, cos más importantes de la administración empresarial, la gestión del
pp. 265 ss. riesgo o risk management468. Esta técnica implica lógicamente que
465
De hecho algunos autores hablan de forma indistinta de programas de los códigos de prevención no deben ser omnicomprensivos, sino
cumplimiento y códigos éticos, vid. KLEBE TREVIÑO/WEAVER , Managing Ethics,
ceñirse a aquellos delitos que pueden aparecer con más frecuencia
op. cit., pp. 71 ss.
En él, desde otra perspectiva, distingue modelo de organización y código éti-
en el ámbito de la empresa, para lo que, como indican las Guideli-
co, aunque los presenta como instrumentos íntimamente relacionados. Las reglas nes, es de gran utilidad manejar el historial delictivo de la empresa.
de comportamiento establecidas en el Modelo no son sino parte del código ético Igualmente las empresas pueden optar por eliminar cualquier riesgo
singularizado en la evitación de los delitos cuya comisión da lugar a la responsa- o, si esto no es posible, reducirlo a niveles razonables.
bilidad de la empresa: «la regola di comportamento contenute nel presente Modello si inte-
grano con quelle del Códice Etico, pur presentado il Modello, per le finalitá che esso inten-
de perseguiré in attuzione delle disposizioni riportate nel Decreto, una portata diversa 466
Cfr. PAINE, Managing for Organizational integrity, «Harvard Business
rispeto al Códice stesso. Sotto tale profilo, infatti: il Códice Etico reppresenta uno strumen- Review», march-april, 1994, pp. 106 ss.
to adottato in via autónoma e suscettibile di applicazione sul piano genérale... il Modello 467
Vid. especialmente STONE, Where the Law end, op. cit., pp. 228 ss.
risponde invece a specifiche precizioni contenute nel Decreto, finalizzate a prevenire la 468
Vid. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., § 15.03, pp. 15-26 ss.;
comissione di particolari tipología di reati». SISÓN, Integrated risk management, op. cit., p. 290.
230 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 231

La evaluación del riesgo como metodología de la autorregu- con el fin de ser consciente, tan rápidamente como sea posible, de
lación aparece en casi todos los sectores del ordenamiento espa- que se cumplen los objetivos marcados, es uno de los epicentros de
ñol a los que nos venimos refiriendo. Así, por ejemplo, el Real la dirección empresarial.
Decreto 39/1997, en materia de prevención de riesgos laborales • Evaluación constante de la efectividad del sistema, en este pun-
le dedica toda una sección (arts. 3-7), y ofrece una definición: «la to además existe una tendencia a que la valoración se realice por
evaluación de los riesgos laborales es el proceso dirigido a esti- terceros independientes de modo tal que se instauraría un sistema
mar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evi-
semejante al de la auditoría de cuentas, con el fin de valorar la efec-
tarse, obteniendo la información necesaria para que el empresa-
tividad de los programas de cumplimiento. La heteroevaluación es
rio esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la
una técnica constante en materias como la prevención de riesgos
necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el
(arts. 29 ss. RD/1997) o el medio ambiente (art. 6 del Reglamento
tipo de medidas que deben adoptarse». Lógicamente la evalua-
CEE 1836/1993) 470 .
ción del riesgo debe ser constante (on going risk assesment) con el
fin de adaptar el modelo de organización a nuevos problemas o
detectar deficiencias469. El Real Decreto 39/1997 insiste también 6.1.3. ¿Cómo regular la autorregulación? (Responsive Regulation,
en este punto: «en todo caso, se deberá revisar la evaluación Tripartism, Enforced Self Regulation)
correspondiente a aquellos puestos de trabajo afectados cuando
se hayan detectado daños a la salud de los trabajadores o se hayan
detectado a través de los controles periódicos, incluidos los rela- Para acabar de perfilar totalmente los contornos de los sistemas
tivos a la vigilancia de la salud, que las actividades de prevención de autorregulación que llamamos programas de cumplimiento es
pueden ser inadecuadas o insuficientes» (art. 6). preciso detenerse finalmente, y con algo más de detalle, en las rela-
ciones entre estos sistemas y la ley, la administración o los grupos
• El control de actividades, tercer paso, se refiere a las medidas de sociales afectados por la actividad de la empresa471. Lo complejo de
control y procedimientos que van a adoptarse con el fin de asegu- esta relación radica precisamente en la variedad de formas que
rar que las decisiones de la dirección de la empresa tendentes a adopta, de modo tal que lo más sencillo es representarla como una
conjurar los riesgos se llevan adelante. Esto es, de igual modo que escala con diferentes niveles de intervención.
cualquier empresa asegura sus objetivos económicos instaurando En efecto, si nos fijamos en la experiencia norteamericana, las
determinadas normas de gestión, el control interno requiere tam- Guidelines ofrecen una serie de indicaciones generales acerca de los
bién adaptar la gestión al cumplimiento del objetivo del respeto a la contenidos de un programa de cumplimiento, dejando después
legalidad. Los instrumentos de control son varios desde comunica- libertad a las empresas para que lo concreten y confeccionen sus
ciones, autorizaciones verificaciones, obligaciones de documenta- propios programas. Lo que no empece a que en ámbitos determi-
ción, separación de poderes, normas de conducta y formación (vid. nados, como el medio ambiente, el mercado de valores, la protec-
más detalles infra § 6.2.2).
• La creación de sistemas de información que permitan a los res- 470
Sobre la evaluación de los compliance programs, vid., por ejemplo, GRUNER,
ponsables controlar la efectividad del sistema de control. Este punto Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 14.15 ss. Sobre la evaluación de la respon-
muestra claramente, por otro lado, cómo el control interno enten- sabilidad social que plantea problemas similares existen ya normas de auditoría
dido como risk management puede utilizar buena parte de las estra- internacionales, concretamente la SA800, elaborada por la Social Accountability
International, que evalúan los controles de la empresa destinados, por ejemplo, a
tegias de gestión empresarial. Asegurarse el flujo de información
asegurar la vigencia de derechos humanos básicos, vid. vvrww.sa-ind.org.
471
Para ulteriores consideraciones, DARNACULLETA, Autorregulación y derecho
Vid. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 14-44 ss. público, op. cit., pp. 396 ss.
232 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 233

ción del trabajador, las agencias administrativas (SEC, OSHA, EPA)


ofrezcan indicaciones más precisas y particularizadas acerca de
cómo deben desarrollarse los programas de cumplimiento o que se describe en esta directriz. Deberá asignarse una responsabilidad genérica por el
programa ético y de cumplimiento efectivo a determinado(s) individuo(s) dentro
igualmente el Fiscal, cuando llega a un acuerdo con la empresa, o el
del personal de alta dirección».
Juez, en su sentencia, realicen también objeciones y correcciones al C. Deberá delegarse a determinado(s) individuo(s) dentro de la organización la
programa de cumplimiento. Este tipo de «intervenciones» muestran responsabilidad por la ejecución diaria del programa ético y de cumplimiento efec-
el camino a seguir y suelen ser seguidas por las empresas472, de tivo. Los individuos que respondan de la ejecución deberán dar cuentas diariamente
hecho las Guidelines señalan que los programas de cumplimiento al personal de alta dirección y, en su caso, a la directiva o a un comité de la directi-
deben ser capaces de «incorporar y cumplir con la práctica empre- va, en torno a la efectividad del programa ético y de cumplimiento. Para desempe-
sarial o los estándares requeridos por una regulación gubernamental ñar dicha responsabilidad se dotará al individuo de los recursos adecuados, la autori-
susceptible de aplicación» 473. Esta previsión resulta, a mi juicio, deci- dad apropiada y el acceso directo a la directiva o al comité de la directiva.
3. La organización deberá realizar esfuerzos razonables para no incluir entre
el personal de la organización que tiene una autoridad significativa a ningún indi-
472 viduo de quien la organización conozca, o debería conocer si ejercitara una dili-
Vid. GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., pp. 14-47 ss.
473 gencia debida, que se ha involucrado en actividades ilegales o en otro tipo de
Los famosos «siete pasos» de las Guidelines, relativos a los contenidos de los
programas de cumplimiento, son los siguientes (tomo la traducción de GÓMEZ- conductas que sean contrarias al programa ético y de cumplimiento.
JARA, La responsabilidad penal de las empresas en los EEUU, op. cit., pp. 124 ss.): 4.
§ 8B2.1 Programa ético y de cumplimiento efectivo: A. La organización deberá adoptar medidas razonables para comunicar
a. Para tener un programa ético y de cumplimiento efectivo a los efectos del periódicamente, y de manera práctica, sus estándares y procedimientos, además de
subapartado (f) del § 8B2.5 (índice de culpabilidad) y del subapartado (c) (1) del otros aspectos de su programa ético y de cumplimiento, a los individuos que están
§ 8D1.4 (Condiciones recomendables para la Supervisión judicial — Organiza- referidos en el subapartado (B), llevando a cabo programas efectivos de entrena-
ciones), una organización deberá: miento y distribuyendo de otras maneras la información que resulte apropiada
1. Ejercitar la diligencia debida para detectar la conducta delictiva. para los roles y responsabilidades que corresponden a dichos individuos.
2. Promover a través de diversos instrumentos una cultura organizativa que B. Los individuos referidos en el subapartado (a) son los miembros de la
incentive la conducta ética y el compromiso de cumplir con el Derecho. Dichos directiva, el personal de alta dirección, el personal con autoridad significativa, los
programas éticos y de cumplimiento deberán estar razonablemente diseñados, empleados de la organización y, en su caso, los representantes de la organización.
implementados y sancionados, de manera que el programa sea efectivo, en térmi- 5. La organización deberá asegurar medidas razonables para:
nos generales, para prevenir y detectar la conducta delictiva. El fallo a la hora de A. Asegurarse de que se observa el programa ético y de cumplimiento,
prevenir y detectar el delito actual no tiene que significar necesariamente que el incluyendo controles y auditorías para detectar la conducta delictiva.
programa no sea efectivo en términos generales para prevenir y detectar la con- B. Evaluar periódicamente la efectividad del programa ético y de cumpli-
ducta delictiva. miento; y
b. La diligencia debida y la promoción de una cultura organizativa que C. Disponer de, y dar publicidad a, un sistema que pueda incluir mecanis-
incentive la conducta ética y el compromiso de cumplir con el Derecho requeri- mos que permitan el anonimato y la confidencialidad, de tal manera que los
rá como mínimo en relación con la relevancia del subapartado (a), las siguientes representantes y los empleados de la organización puedan informar o buscar con-
cuestiones: sejo en relación con conductas delictivas presentes o potenciales sin tener miedo
1. La organización deberá establecer estándares y procedimientos para pre- a posibles consecuencias.
venir y detectar la conducta delictiva. 6. El programa ético y de cumplimiento deberá promoverse y sancionarse
2. de manera coherente a lo largo y ancho de la organización mediante (A) incenti-
A. La directiva de la organización deberá tener conocimiento del contenido vos apropiados para actuar de acuerdo con el programa ético y de cumplimiento;
y la ejecución del programa ético y de cumplimiento, y deberá ejercer una super- y (B) medidas disciplinarias adecuadas por involucrarse en actividades delictivas y
visión razonable con respecto a la implementación y efectividad del programa éti- por no haber tomado las medidas adecuadas para prevenir o detectar la conducta
co y de cumplimiento. delictiva.
B. El personal de alta dirección de la organización deberá asegurarse de que 7. Tras la detección de la conducta delictiva, la organización deberá adoptar
la organización tiene un programa ético y de cumplimiento efectivo, tal y como las medidas oportunas para responder de manera adecuada a la conducta delictiva
234 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 235

siva, en cuanto que permite integrar en los modelos de regulación prevé la posibilidad de intervención del Ministerio de Justicia, quien
las previsiones más específicas que sabemos que existen en determi- de acuerdo con los Ministerios competentes, pueden formular dentro
nados sectores del ordenamiento. de treinta días observaciones sobre la idoneidad de los modelos para
prevenir infracciones penales. Igualmente se prevé la posibilidad de
que organizaciones empresariales puedan elaborar códigos modelos
En Italia, por ejemplo, donde, la personalidad de las personas
que orienten a las empresas del sector; en este sentido, y como ya
jurídicas se ha extendido también recientemente a los delitos
societarios resulta muy interesante observar cómo los Códigos sabemos476, los modelos elaborados por Cofindustria y por la Asocia-
de buen gobierno corporativo se consideran el programa de zione Bancaria Italiana han tenido una influencia muy notable.
cumplimiento de los delitos societarios, y se atribuye la respon- Dentro de la autorregulación administrativa española y europea
sabilidad de ejecutarlos y ponerlos en marcha a los órganos que los niveles de intervención de la ley o de la administración son muy
han sido creados por las empresas como consecuencia de las diversos. Así en algunas ocasiones se incentiva positivamente a la
últimas reformas de los mercados financieros474. autorregulación, mediante sistemas a los que las empresas volunta-
riamente pueden adherirse 477; en otras, como la ley de riesgos labo-
El D. Lgs. n.° 231 apuesta por un modelo parcialmente distinto de rales se ofrecen principios genéricos que las empresas han de desa-
regular la autorregulación. Pues si, de un lado, se ofrecen indicaciones rrollar, pero al igual que ocurre con el D. Legs. n.° 231, se incentiva
menos precisas, más genéricas que las norteamericanas 475, de otro se la participación de diversos agentes sociales (vgr., los sindicatos, las
organizaciones empresariales) y/o de una administración dialogan-
te 478; en otros casos se han creado comisiones de expertos para con-
y para prevenir ulteriores conductas delictivas similares, lo cual incluye tener
que efecutar las modificaciones que sean necesarias en el programa ético o de cretar las directrices básicas479; incluso finalmente se han utilizado
cumplimiento.
c. Al implementar el subapartado (b), la organización deberá evaluar perió-
3. Los modelos de organización y de gestión pueden ser adoptados, garanti-
dicamente el riesgo de que se cometan conductas delictivas y deberá tomar las
zando las exigencias previstas en el apartado 2, sobre la base de códigos de com-
medidas apropiadas para diseñar, implementar o modificar cada uno de los requi-
portamiento redactados por las asociaciones representativas de los entes, comuni-
sitos establecidos en el subapartado (b) para reducir el riesgo de que se cometan
cados al Ministerio de Justicia que, de acuerdo con los Ministros competentes,
conductas delictivas que se ha identificado a través de este procedimiento.
474 puede formular, dentro de treinta días, observaciones sobre la idoneidad de los
Es el caso del modelo de organización de la FIAT, vid. I modelli, op. cit.,
modelos para prevenir infracciones penales.
p. 331. 476
475 Vid. not. 432.
La traducción es de GUARDIOLA LAGO, Responsabilidad penal, op. cit., 477
Vid. art. 1 del Reglamento CE 1863/93 del Consejo, por el que se per-
pp. 148 ss.:
mite a las empresas del sector industrial que se adhieran con carácter voluntario al
Art. 5.2... los modelos previstos en la letra a) del apartado 1), deben respon-
sistema comunitario de gestión y auditoría ambientales.
der a las siguientes exigencias: 478
Sería el caso de Reglamento CE 852/2004, de 29 de abril, del Consejo y
a) Individualizar las actividades en el ámbito de las cuales puede ser come-
del Parlamento, DOCE L 30, de abril de 2004, n.° 139, y de las «guías de prácti-
tida la infracción penal;
cas correctas» (arts. 7 ss.), o en el caso de sistemas de prevención de riesgos labo-
b) Prever específicos protocolos dirigidos a programar la formación y la
rales, donde intervienen los representantes de los trabajadores y también la ins-
actuación de las decisiones del ente con relación a las infracciones penales que
pección de trabajo.
deben prevenirse; 479
Es el caso del Buen Gobierno Corporativo y las Comisiones de OLIVEN-
c) Individualizar modalidades de gestión de los recursos financieros idóneos
CIA y ALDAMA, que finalmente han dado paso a una propuesta por parte del orga-
para impedir la comisión de las infracciones penales;
nismo regulador —la Comisión Nacional del Mercado de Valores— que las
c) Prever obligaciones de información en relación con el organismo encar-
empresas cotizadas pueden tomar como referencia para cumplir con lo dispuesto
gado de vigilar el funcionamiento y la observancia de los modelos;
en el art. 116 de la LMV (vid. la distinta documentación en http://wrww.cnmv.es/
d) Introducir un sistema disciplinario idóneo para sancionar la falta respecto
index.htm).
de las medidas indicadas en el modelo.
236 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 237

técnicas de tanta raigambre administrativa como la autorización ex punto de vista de la legalidad penal 481 , este método de creación nor-
ante o la supervisión ex post del modelo de autorregulación creado mativa asegura que en la elaboración de los compliance programs, que
por la empresa480. en realidad equivalen al deber de cuidado que ha de respetarse en la
prevención y el esclarecimiento de delitos, intervengan colectivos
Esta variopinta gama de relaciones entre la ley, las administracio-
que representan a los intereses sociales. El tripartism constituye un
nes publicas, las empresas y diversos agentes sociales encuentra apo-
método de elaboración de las normas de cuidado muy interesante,
yo teórico en toda una serie de estudios doctrinales que desde hace
en cuanto que establece un camino intermedio entre utilizar con-
décadas vienen proponiendo este tipo de «legislación» con el fin de
ceptos cuya determinación se deja en manos del juez y la reglamen-
aprovechar las eficiencias de la propia regulación. De entre ellos,
tación detallada que además de estar sujeta al problema de la capture,
interesan especialmente los tres modelos reguladores propuestos por
siempre corre el riesgo de resultar ineficaz. El que, por ejemplo, la
Braitwaithe y Ayres en cuanto que sistematizan muy bien las dife-
comunidad que rodea a la empresa contaminante, en la cual trabajan
rentes técnicas de entablar un diálogo entre empresas, administra-
buena parte de sus miembros, participe en la ponderación entre ries-
ción (agencies) y representantes de intereses públicas.
go y beneficio que lleva la confección del programa de prevención
El primero de ellos es el denominado Tripartism, que consiste en de riesgos medioambientales, resulta una solución inteligente, que ya
dar entrada a portadores de intereses públicos (ONG, sindicatos, es además realidad, como antes se apuntaba, en sectores como la pre-
organizaciones de consumidores, etc.) en la confección de aquellas vención de riesgos laborales, donde existe el tripartism entre empre-
normas de organización que afectan a los intereses que representan. sarios, trabajadores y sus representantes, y administración482.
Su principal virtud es evitar uno de los problemas que plantea la
intervención pública, la capture theorie. Esto es, que el sector empre- El segundo modelo de intervención pública en la autorregula-
sarial, a través de determinados mecanismos, como la corrupción o ción es el denominado self enforcement o enforced self regulation 483 que
el lobby, influya en la administración o en el legislador, con el fin de otorga un gran margen de autonomía a cada empresa para que
que promulguen la normativa más favorable para la consecución de adopte el mecanismo regulador que estime más eficiente. Este siste-
sus intereses económicos. La posibilidad de caputure —en el fondo ma además de establecer normas de comportamiento adaptadas a las
una forma de cooperación «no deseable» entre administración y peculiaridades de la empresa, debe contener medidas internas de
sujeto regulado— es mayor cuando se repiten contactos entre supervisión y de sanción. En cierto modo puede decirse que el
determinados funcionarios y determinadas empresas, y además la Estado subcontrata estas funciones con la empresa o con asociacio-
administración, como ocurre en este caso, goza de un marco de dis- nes empresariales484, de ahí que la función de supervisión estatal se
crecionalidad considerable, lo que puede traer consigo la ineficien-
cia del sistema de elaboración en el caso de modelos de cumpli- 481
Que, debe recordarse, era uno de los problemas que nos preocupaban,
miento basados en una estrecha colaboración con los funcionarios § 4.3.5.
482
públicos encargados de la inspección o supervisión. La introducción AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 54>ss., vid. también
de una tercera parte que además representa a un haz de intereses a este respecto las consideraciones que se realizan en pp. 122 y 124.
483
Además de AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 54 ss.;
distintos, hace más complejo que se produzca una cooperación
vid. BRAITHWAITE, Enforced self-regulation: a new Strategyfor Corporate Crime Control,
ineficiente. Este tercer jugador puede desempeñar diversos papeles:
«Michigan Law Review»,Vol. 80: 1467 ss., june 1982.
observador, negociador o, incluso, policía con capacidad de denun- 484
El modelo no es nada extravagante o extraño; de hecho, en el mercado
cia de los incumplimientos del sistema de autorregulación. Desde el bursátil norteamericano es una asociación [National Association of Securities Dealers
(NASD)] la que inspecciona en la mayor parte de los casos las oficinas y la docu-
mentación financiera de sus miembros con el fin de descubrir si existen infrac-
480
Com o ocurre en el blanqueo de capitales o en los códigos de conducta de ciones a la Securities Exchange Act, vid. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation,
los intermediarios financieros, arts. 3.4 y 5 del Real Decreto 629/1993. op. cit., p. 104.
238 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 239

centra en autorizar ex ante la calidad del sistema y posteriormente las posibles deficiencias; si por el contrario la intervención resulta
supervisar su idoneidad. La función policial cambia de estrategia, no acertada, producirá un efecto imitación en el resto del sector.
se trata tanto de descubrir infracciones como de garantizar la efica-
cia de los sistemas internos y garantizar su correcto funcionamien- Los modelos descritos no son compartimentos estancos y, obvia-
to 485 . La administración tendría capacidad por ello para ejecutar mente, pueden mezclarse elementos de unos y otros, es más, tal
coactivamente o incluso sancionar la infracción de las normas del como ponen de relieve los sistemas ya existentes de autorregulación
sistema autorregulador 486 y, en su caso, proponer o imponer mejo- administrativa, lo más conveniente es adaptar el sistema autorregu-
ras. Esencial para que este modelo funcione es que la administra- lador a las características del sector. No en todos los casos es posi-
ble, por ejemplo, que intervengan representantes idóneos de intere-
ción disponga de una amplia paleta de medios coercitivos, de forma
ses públicos, como ocurre cuándo éstos son excesivamente radicales
tal que no se vea obligada, a las primeras de cambio, a responder
o intransigentes, e incluso debe tenerse en cuanta que éstos también
con dureza a cualquier infracción y le permita ir alcanzando solu-
están expuestos a los peligros de la capture489. Igualmente la self regu-
ciones reguladoras negociadas. El self enforcement pasa, por tanto, por
lation puede ser en ocasiones demasiado costosa para pequeñas y
conceder al órgano de supervisión un gran poder discrecional a la
medianas empresas sin capacidad técnica, ni económica para procu-
hora de elegir la sanción. La imagen es la de una pirámide de
rarse sistemas de autorregulación; también para la administración
medios de ejecución (enforcement pyramide)**1.
puede resultar demasiado costoso examinar una a una la idoneidad
El tercer grupo de modelos autorreguladores es la partial ins- de cada sistema490. Los problemas de la partial industry regulation con
dustry regulation4**, consistente en una estrategia selectiva mediante el principio de igualdad son evidentes, además de resultar poco efi-
la cual el Estado decidiría únicamente regular una o varias empre- ciente cuando la regulación versa sobre materias como el medio
sas dentro de un sector pero no la totalidad. Según Ayres/Braith- ambiente, parece dudoso que obligar a una empresa a no realizar
waite las ventajas de este modelo radican en que permiten aunar las vertidos produzca en las competidoras los mismos efectos491.
ventajas de la regulación, impedir el abuso y preservar intereses
públicos, evitando sus problemas, como son la falta de dinamismo, Teniendo en cuenta estas limitaciones, a la hora de diseñar la
la capture o la ausencia de competencia con el fin de generar solu- intervención pública en el sistema autorregulador de las empresas
ciones reguladoras más eficientes. En el caso de que la regulación destinado a la evitación y al descubrimiento de hechos delictivos,
sea poco eficiente, las empresas no reguladas sirven para alertar de considero que en primer lugar ésta debe respetar e integrar los dis-
tintos modelos de autorregulación regulada que ya existen en el
derecho administrativo, tal como, por ejemplo, se prevé en las Gui-
485
Lo cual es una decisión importante que ha de tomar el legislador. Así, por delines, cuando señala que los programas de cumplimiento «deben
ejemplo, el D. Lgs. 231/2001 italiano no obliga a las empresas a adoptar ningún incorporar y cumplir... los estándares requeridos por una regulación
modelo de cumplimiento. La ley sólo les da estímulos para hacerlo. Sobre la fun-
gubernamental susceptible de aplicación». La propuesta que aquí se
ción de la autorización en este momento AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regu-
laron, op. cit., pp. 57 ss., señalando que su objetivo no es garantizar la uniformidad,
realiza {vid. infra, § 8, art. 3.3) tiene, por tanto, carácter subsidiario,
sino la mejor solución autorreguladora para cada empresa de acuerdo a una serie y se aplicaría en aquellos sectores como la corrupción o los delitos
de criterios generales. contra la hacienda pública, carentes de normativa administrativa de
486
Sobre esta última cuestión, AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, fomento de la autorregulación. El método de elaboración normati-
op. cit., p 123. En el derecho penal europeo y, singularmente, español no es nada va que resulta más apropiado combina, de algún modo, el tripar-
extraño dar eficacia a normas procedentes de la autorregulación o de la autonomía
privada en sectores tan importantes para el derecho penal de la empresa como el
establecimiento del deber de garantía o la fijación del deber objetivo de cuidado. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 74 ss.
487
Infra § 7.1 y supra § 4.2. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 120 ss., 128 s.
488
AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 133 ss. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., p. 159.
240 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 241

tism492 con el self enforcement. La combinación atiende a distintas bio, reducir el Código de conducta a esta misión resulta equivoca-
fases de la vida del programa de cumplimiento. De este modo, do. Su fin principal debe ser promover un cultura dentro de la
mientras que en el momento de su creación se prevé la participa- organización que más allá de asegurar el cumplimiento de la ley,
ción de empresas, administración y representantes de intereses anime a que la actividad en general de la empresa se corresponda
públicos, con el fin de que diseñen sistemas de cumplimiento que con determinados patrones éticos. Si en un primer momento se
pueden servir de guía a las empresas; en el caso de que el modelo impuso la «laicidad»493, de modo tal que se optó por reproducir y
demuestre reiteradamente su ineficacia, a través de la figura del especificar las normas legales que debían ser cumplidas por la
supervisor judicial, es posible la imposición de determinados crite- empresa, hoy se tiende más a resaltar la importancia de los valores.
rios de organización interna (vid. supra Conclusiones, art. 9). En Prueba de ello es la última reforma de las Directrices donde se
determinados supuestos puede ser igualmente de utilidad la partial habla expresamente de un compliance and ethics program.
industry regulation. La probabilidad de infracción en materias como,
El añadido refleja un vivo debate a tenor del cual la existencia
por ejemplo, la corrupción en el comercio internacional (art. 445
de un clima ético o una cultura empresarial apropiada, que tras-
CP) no afecta de igual modo a la totalidad de las empresas, por lo
cienda el mero respeto a la legalidad resulta imprescindible, para
que la administración podría concentrar sus esfuerzos, regulando
evitar comportamientos delictivos. La importancia de lo ético resul-
con mayor detalle los modelos de cumplimiento, en el grupo de
ta correcta. Ya se advertía anteriormente que lo que diferencia a los
riesgo más importante.
programas de cumplimiento de un «gran Hermano empresarial» es
que su objetivo principal se marca dentro de un contexto más
6.2. Contenidos de los programas de cumplimiento o modelos amplio. Su finalidad es que los trabajadores asuman sus valores, de
de organización modo tal que se instaure en la empresa una cultura de respeto a la
legalidad, lo que no puede conseguirse fomentando únicamente el
cumplimiento estricto de la legalidad a través de un sistema policial
Una vez esbozados los contenidos esenciales de los programas
y sancionador interno. Es muy difícil que se instaure un clima de
de cumplimiento, el cometido de esta segunda parte es analizar con
cumplimiento si se descuida el ambiente de trabajo, la política de
algo más de profundidad algunos de sus aspectos.
promociones o de reclutamiento se basa en otros criterios, o la for-
ma de dirección es poco transparente y dialogante. Un Código de
6.2.1. Un Código de conducta difundido conducta que se limite a promover la legalidad no resulta tampoco
creíble, si se menoscaba el medio ambiente o se da trabajo a meno-
Los Códigos de conducta constituyen el tronco del sistema de res de edad en condiciones lamentables en terceros países, con el
organización interno, sobre él descansan el resto de contenidos. solo argumento de que allí resulta legal494.
Existen, como ya se ha resaltado, dos concepciones diversas relativas Existe igualmente acuerdo en que el Código de conducta debe
a qué es un Código de conducta. La primera, la más «laica», lo marcarse una serie de objetivos y prioridades. Si es demasiado
identifica con un conjunto de disposiciones que tienen como fina- amplio perderá eficacia y su implementación será mucho más
lidad reforzar los mandatos que se contienen en un texto legal. Es
lo que se conoce con el nombre de compliance. Para otros, en cam-
493
JOSEPH, Integrating Business Ethics, p. 317.
494
Entre otros muchos subraya la importancia del añadido KAPLAN, Sentencing
492
La intervención de representantes de intereses públicos se considera esen- Guidelines 2.0: The Next Generation in Compliance Programs, «The Corporate Advi-
cial por parte de la Unión Europea para garantizar la eficacia de los Códigos de sor», nov. dic. 2004, pp. 11 s. Es también muy ilustrativo, por describir distintas
conducta, vid. Comunicación de la Comisión europea sobre la responsabilidad experiencias prácticas, pese a ser anterior a la reforma, PAINE, Managingfor Orga-
social C O M (2004), 347. nizational integrity, op. cit., pp. 109 s.
242 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 243

compleja. Para diseñar estas prioridades obviamente debe tenerse importante este factor externo que la cultura empresarial o su his-
presente, en primer lugar, los delitos e infracciones que más afec- torial previo 497 .
tan a la empresa por su tipo de actividad. Incluso, tal como antes Los Códigos de conducta han sido generalmente tachados de
se proponía, sería conveniente que el legislador, con el fin de normativamente redundantes, en cuanto que repiten la necesidad de
incrementar la taxatividad, señalara, si se opta por un régimen de adoptar normas de comportamiento que son ya legalmente obliga-
responsabilidad limitado a determinadas figuras, qué tipos de em- torias. Igualmente, y ésta es la crítica más generalizada, se les ha
presas vienen obligadas. tachado como una parte más del aparato publicitario de la empre-
Además de estas consideraciones, en la personalización del sa. Lógicamente un mal Código ético puede quedarse aquí, mas en
Código resulta de gran importancia la historia previa (prior history) cualquier caso, que colateralmente la formulación de normas de
de la organización 495. Una empresa que no contrate habitualmen- conducta sirvan para aumentar la buena imagen de la empresa no
te con la administración es muy probable que no deba incluir en puede ser argumento para desprestigiarlo. Las funciones prioritarias
su Código normas relativas a la corrupción, pero sí si previamen- de un Código de conducta radican en que 498 :
te ha sido sancionada por esta infracción o si en su cultura cor-
— Refuerzan el mandato normativo, dejando bien claro que el
porativa es frecuente la realización de regalos suntuarios u otro
respeto a la ley es más importante que otros objetivos que en la
tipo de mecanismo para crear «buen clima» con determinados
cultura de empresa pueden resultar aparentemente prioritarios.
funcionarios públicos (vgr., miembros de los cuerpos de inspec-
ción). De hecho, el origen de la mayoría de Códigos de conduc- — Sirven también para especificar, concretar, las normas jurídicas,
ta se encuentra en un escándalo, consecuencia de un comporta- mostrando a sus destinatarios la forma en que debe actuar el emplea-
miento delictivo, que desprestigiaba el nombre de la empresa. Esta do ante una oportunidad delictiva o una situación de riesgo para
conexión con el pasado y con determinados aspectos de mala cul- determinados bienes jurídicos. Entre la elasticidad y la concreción, la
tura corporativa permite justificar mejor el Código ante sus desti- principal virtud del código de conducta debe ser que a la par que
natarios y ayuda posteriormente a planificar la forma en que debe ayude a sus destinatarios a cumplir con la legalidad, aclarándoles
desarrollarse 496. cómo han de comportarse en las situaciones delictivas que más fre-
cuentemente se les plantean, debe ser lo suficientemente abierto y
La necesidad de personalizar el Código implica también que en
grandes compañías muy diversificadas se implementan con frecuen- dinámico para que les permita solventar nuevas situaciones. En reali-
cia varios Códigos distintos, que atiendan a las diferentes situacio- dad, esta aspiración sólo es posible de alcanzar si se complementa con
nes, o que generalmente los Códigos han de reformarse cuando un entrenamiento adecuado y si sus contenidos, tal como se ha acon-
producto de una fusión, o cualquier otro tipo de concentración, se sejado anteriormente, se fijan de forma dialogada con sus destinata-
incorpora una nueva cultura empresarial. Tampoco puede olvidarse rios. En términos luhmanianos podría decirse que la función de los
el ambiente del sector a la hora de evaluar el riesgo. En un sector códigos de comportamiento es la reducción de la complejidad en
donde la corrupción esté asentada y sea habitual que las empresas, distintos sectores del ordenamiento donde la ley se muestra incapaz
por ejemplo, en sus licitaciones de obras públicas aporten una de regular pormenorizadamente determinados comportamientos, que
determinada cantidad de dinero a un partido político resulta más tiene que ver con características de los destinatarios de la norma.

497
495
Así lo señalan expresamente las Guidelines (§ 2. Comentario. 6) e igual- JOSEPH, Integrating Business Ethics, pp. 313 s.; vid. también LOZANO, Propo-
mente la jurisprudencia italiana se ha referido también a esta necesidad, vid. salfor a model, op. di., p. 161.
498
L U N G H I N I , L'idoneita e l'efficace attuazione dei modelli organizzativi ex d. Sobre las funciones de Códigos éticos vid. B R I N K M A N N / K N U T , Good
Igs. 23Í/2001, en «I modelli», op. cit., pp. 261 s. intentions aside, op. cit., p. 265; MALEM SEÑA, Códigos éticos y lucha contra la corrup-
496
JOSEPH, Integrating Business Ethics, p. 315. ción, op. cit., passim.
244 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 245

Tomando como ejemplo los sistemas de autorregulación entidad de. información privilegiada (art. 83 bis de la Ley de
existentes en el ordenamiento positivo español los Códigos de mercado de valores). Se trata, en definitiva, de resolver la com-
buen gobierno corporativo son un claro ejemplo de reducción plejidad técnica de tipo organizacional que plantean obligacio-
de la complejidad ética o legal y de concreción de un deber nes que la ley impone a determinadas empresas.
tan vago como es el deber de lealtad. En este sentido en el
Otras muchas normas de conducta tienden a reducir la
informe Olivencia, además de exigirse que «la normativa inter-
denominada complejidad técnica. Es el caso del Plan de preven-
na detalle las obligaciones que dimanan de los deberes genera-
ción de riesgos laborales (art. 2 del Real Decreto 39/1997), el
les de diligencia y lealtad», se adoptaban normas de compor-
Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos que en mate-
tamiento como abstenerse de asistir y de intervenir en las
ria de seguridad alimentaria establece el R D 2207/1995, por el
deliberaciones que afecten asuntos en los que existan conflictos
que se establecen las normas de higiene de los productos ali-
de intereses; el deber del Consejero de anticipar a la sociedad
menticios; o los sistemas de gestión ambiental del Reglamento
los posibles conflictos de intereses; la obligación de discreción
CEE 1836/93.
en relación a las deliberaciones del Consejo y la obligación de
no hacer uso de la información reservada de la compañía con
fines privados; el modo de establecer las remuneraciones, un — Comunican a quienes entren en contacto (clientes, adminis-
ámbito donde los conflictos de intereses son inevitables, etc. traciones públicas, etc.) con la empresa que «allí las cosas se hacen
Igualmente resuelven problemas éticos los reglamentos internos de una determinada manera». Los Códigos éticos tienen también
de conducta que deben elaborar las empresas que prestan servi- una importante función externa. Esta función, sin embargo, no tie-
cios de inversión y los emisores de valores con el fin de con- ne por qué entenderse exclusivamente de un modo reputacional.
cretar sus deberes de diligencia, lealtad y transparencia y que se Estas normas también pueden tener como destinatarios a terceras
elaboran a partir de lo dispuesto en el Real Decreto 629/1993, personas que se sitúan fuera del organigrama de la empresa. La
de 3 de mayo, sobre normas de actuación en los mercados y mayoría de los modelos de organización, además de contener este
registros obligatorios. tipo de normas de comportamiento, exigen expresamente en los
contratos de suministros o de prestación de servicios que su parte-
A reducir también la complejidad legal, tienden las normas
ner o socio respete su Código de conducta. Esta cláusula contrac-
de conducta que facilitan el cumplimiento de la empresa con
determinadas disposiciones legales. Este es el caso, evidentemen- tual permite extender el aparato disciplinario de la empresa sobre
te, de la normativa sobre blanqueo de capitales y financiación el tercero incumplidor, promoviendo, por ejemplo, la resolución
del terrorismo. Para que las obligaciones legales (conozca a su del contrato.
cliente, deber de examen, etc.) puedan cumplirse con efectivi-
dad, el art. 34 de la Directiva 2005/60 requiere que los sujetos La lucha contra la corrupción ofrece un ejemplo claro. Es
obligados establezcan políticas y procedimientos adecuados en muy frecuente que las empresas cuando van a realizar negocios
materia de diligencia debida con respecto al cliente, informa- en terceros países contraten con despachos de abogados o con-
ción, conservación de documentos, control interno, evaluación sultarías y deleguen en ellos la función de hacer contactos a
de riesgo, garantía del cumplimiento de las disposiciones vigen- cambio de una comisión de gestión. Las empresas utilizan estos
tes. Lo que lógicamente debe concretarse en normas de con- terceros para cerrar los ojos. Por esta razón en los Códigos éti-
ducta que indiquen, por ejemplo, a los empleados de la entidad cos deben aparecer normas relativas a la elección de los colabo-
cómo deben comportarse y qué pasos han de seguir ante ope- radores, con el fin de asegurarse de su honorabilidad o princi-
raciones sospechosas de blanqueo. Igualmente deben incluirse pios de control. Igualmente son frecuentes este tipo de cláusulas
dentro de las normas de conducta destinadas a cumplir con en relación a proveedores con el fin de impedir que los produc-
mandatos legales, las normas destinadas a establecer medidas con tos que suministran sean elaborados mediante el trabajo infantil.
el fin de impedir la utilización por parte de los directivos de la En el caso de la industria armamentística estas cláusulas hacen
246 Parte III. Modelos de organización y sanciones 247
§ 6. Los modelos de organización (compliance programs)

referencia a la obligación de exportación a terceros países, sobre principios de control (separación de poderes, necesidad de autoriza-
los que pesa una prohibición de embargo499.
ción, documentación, etc.) figuren también especificados en las nor-
El modelo de organización de Enel suministra nuevamente mas de conducta, al igual que otras normas internas de la empresa
algunos buenos ejemplos de cuanto acaba de señalarse. Así pro- instrumentales o de carácter deontológico. También es oportuno que
hibe: «efectuar prestaciones a favor de un socio que no pueden el Código contemple las normas que tienen que ver con el reparto
ser justificadas en el marco de la relación de asociación dicho de funciones y la organización interna de la empresa500.
socio» o «reconocer compensaciones a favor de colaboradores
externos que no encuentren una adecuada justificación en rela- La simple promulgación de un Código de conducta no sirve de
ción al tipo de encargo que debe desarrollar o a la praxis exis- nada si no va acompañada de un programa de difusión y comuni-
tente en el ámbito local». Igualmente contiene normas destina- cación adecuada. Publicación por escrito y distribución, utilización
das a la sección de los colaboradores y socios (punto 4.3). del correo electrónico, páginas de intranet, vídeos, afiches, etc., son
medios que se utilizan para darlo a conocer entre sus destinatarios.
— Mas los Códigos éticos no tienen lógicamente como función Igualmente han proliferado las ethics hot Une a través de las cuales el
exclusiva el reforzamiento del mandato penal o proveniente de cual- empleado puede realizar cualquier tipo de consulta, de forma anó-
quier otro sector del ordenamiento jurídico. Las normas de compor- nima y confidencial501. Más allá del recurso a estos medios de difu-
tamiento que en ellos se fijan pueden ir más allá. Así, pueden refe- sión, se apunta cómo la implicación de los trabajadores mediante
rirse a conductas o prácticas que se encuentran en los aledaños de la participación en mesas redondas, encuestas, seminarios o cursos, que
tipicidad o relativas al «comportamiento posdelictivo», señalando, por sirven tanto para difundir como para acabar de perfilar o corregir el
ejemplo, al empleado cómo debe comportarse si descubre que algún Código, resulta la forma más efectiva de difusión y de cerciorarse, a
superior o trabajador ha realizado alguna infracciones, especificando través del diálogo, cuál es el grado de implementación 502 .
su deber de colaborar con las investigaciones internas o públicas.
Señalar cuál debe ser el patrón de comportamiento en estas situa- En el último lustro los acentos se han puesto especialmente en
ciones, donde las presiones son múltiples, resulta esencial para una la necesidad de entrenar especialmente a los altos cargos de la
disminución de la reactive fault. En este sentido, el entendimiento del empresa en su cumplimiento. Lo que se ha reflejado incluso en la
control interno como control ético aconseja que los principales
500
Así, por ejemplo, lo hace el modelo de organización de Cofindustria,
499 pp. 366 ss.
Aunque no es éste lugar para ocuparse con más detenimiento de esta 501
JOSEPH, Integrating Business Ethics, pp. 342 s.
cuestión es conveniente comenzar a reflexionar sobre lo siguiente: hasta ahora no 502
JOSEPH, Integrating Business Ethics, pp. 333 s. y 339 s. En Italia, también
se ha planteado seriamente la responsabilidad penal de la empresa por el compor-
todo camina en una dirección similar en este punto vid. CAMPANELE, Sistema di
tamiento de terceros que contratan con la misma. La aseguración de estas normas
gestione e di controllo nella societa italiane e company governance rules statuniensi, en «I
de comportamiento se relega, pues, a los Códigos éticos. N o obstante, a la vista
modelli», op. cit., pp. 297 ss. Puede igualmente verse el modelo' de organización
sobre todo del déficit de eficacia del derecho que conlleva la globalización y las
de la Fiat, donde también se propone que la formación comience por los nive-
posibilidades de eludir la ley mediante la intervención de terceros conviene empe- les jerárquicos superiores, además de aquellos sectores de la empresa expuestos a
zar a plantear la responsabilidad penal de la empresa también en relación a estas mayores oportunidades delictivas, cfr. SANSONETTI, Valutazione dei rischi e l'adozio-
conductas. Hay ya reflexiones interesantes. De nuevo la Foreign Cormpt Practices Act ne di modelli e di misure di controllo: la soluzione di Fiat, en «I Modelli», op. cit.,
abrió el camino para hacer responsables a las empresas por los comportamientos pp. 339 ss., o el de Philips Morris Italia Spa, PIAZZOLLI, EGIDI, MONTERESI, Valu-
de las «consultoras» (vid. N I E T O MARTÍN, La corrupción en el comercio internacional, tazione dei rischi e l'adozione di modelli e di misure di controllo: la soluzione Philip
op. cit.); en otro lugar he propuesto igualmente una social disclousure que se integre Morris Italia S.p.A, en «I modelli», pp. 259 ss. En la autorregulación autorregula-
dentro del ámbito de la protección penal de la transparencia societaria con el fin da del ordenamiento español se insiste también en la formación, vid. art. 35 de la
de abarcar ámbitos como la prohibición de trabajo infantil (NIETO MARTÍN, El Directiva 2005/60 sobre blanqueo de capitales o arts. 18 ss. de la Ley de seguri-
programa político criminal, op. cit., pp. 269 ss.). dad e higiene en el trabajo.
248 Parte III. Modelos de organización y sanciones §6. Los modelos de organización (compliance programs) 249

reforma de las Guidelines503. Ello además de dar seriedad a la imple- dientes, que pese a desempeñar funciones públicas, son de
mentación del C ó d i g o genera lo que se conoce c o m o tone at the naturaleza privada (control externo privado). En este lugar
top504. Si, de acuerdo con lo que denominábamos c o m o el núcleo resulta básicamente de interés el control interno, pues de lo
de verdad de la teoría de la identificación, la participación de altos que se trata precisamente es de instaurar un modelo de organi-
directivos revela generalmente una mayor culpabilidad de empresa, zación que prevenga y detecte hechos delictivos. Ambos tipos
de control se encuentran, c o m o es natural, interrelacionados.
resulta necesario que el C ó d i g o de conducta ponga especial énfasis
Función del control externo privado es precisamente asegurar
en ser efectivo frente a las altas jerarquías.
la fiabilidad de los mecanismos internos. C o m o es conocido,
una de las lecciones de Enron fue asegurar esta característica de
6.2.2. Sistemas de control la auditoría externa. La independencia es difícil de conseguir
cuando existe una relación de clientela entre ambas partes, que
provoca que las empresas auditoras sean complacientes con sus
E n la actualidad los Códigos éticos, tal c o m o antes se indicaba, clientes. Para ello se han establecido diversos mecanismos,
deben entenderse integrados en el sistema de control de la e m p r e - c o m o evitar que las empresas auditoras realicen otro tipo de
sa, pues el cumplimiento con la ley es u n problema de agencia servicios, sobre todo de asesoramiento, que menguan más aún
semejante a cualquier otro c o n los que se enfrenta la dirección de su grado de independencia, o la creación de un órgano dentro
la empresa. Por esta razón la metodología n o es sustancialmente de la empresa, la Comisión de auditoría, que por su composi-
diversa. Si mediante el C ó d i g o de conducta la empresa define las ción tiene cierto grado de independencia a su vez frente al
conductas que se consideran adecuadas, el sistema de control arti- órgano de administración.
cula aquellas medidas que sirven para asegurar a la dirección que
éstas se cumplen 5 0 5 . El control interno está conformado, a su vez, por sistemas de con-
trol, en sentido propio, y otros de auditoría interna. La principal dife-
El control es una parte esencial y tradicional de t o d o sistema de
rencia es que estos últimos se realizan ex post. Su finalidad es verificar
organización empresarial y de gestión 5 0 6 . Las formas de control son
la corrección del sistema de control y en su caso detectar las posibles
variadas y existen múltiples clasificaciones. E n este m o m e n t o i n t e -
irregularidades que se hayan podido cometer. Los sistemas de control
resa simplemente establecer u n cuadro de conjunto que nos p e r m i -
tienen por el contrario un carácter preventivo, tienden ex ante a evi-
ta visualizar a qué nos referimos concretamente cuando hablamos
tar irregularidades y asegurar el cumplimiento de las instrucciones
de sistemas de control.
dadas por la dirección 5 0 7 . Su objeto son las actuaciones de los distin-
tos miembros de la organización y sus modalidades más importantes,
U n a primera división es aquella que distingue entre control a los efectos que aquí interesan, son el denominado control financiero y
interno y externo. Control externo es el realizado por la admi- administrativo u operacional. El control financiero es el que se centra en
nistración (control externo público) o por auditores indepen- los estados financieros y se efectúa sobre todo a través del control
documental. El control administrativo u operacional tiene u n objeto
503
JOSEPH, Integrating Business Ethics, pp. 329 s. distinto, se refiere a la ordenación de la producción, a la calidad de los
504
Cfr. SCHROEDER, Ethics from the top: top management and ethical business, productos (ISO), a las relaciones laborales, etc. 5 0 8
«Business Ethics: A European Review», Vol. 11 n.° 3, july 2002, pp. 260 ss.; SHE-
EDER, What Exactly is «tone at the top» and is ti really tha big qf a deal?, «Journal of 507
Health Care Compliance», may-june, 2005, pp. 35 ss. Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. cit., pp. 18 ss. y 28 ss. (relaciones con-
505
GRUNER, Corporate Criminal Uability, op. cit., pp. 1-63. ceptuales entre control y auditoría), pp. 157 ss., sobre la evaluación del control
506 interno.
Sobre el control interno, vid. POCH Y TORRES, Manual de control interno,
508
1989, pp. 24 ss. Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. cit., pp. 32 ss.
250 Parte III. Modelos de organización y sanciones §6. Los modelos de organización (compliance programs) 251

Los principios generales en que se inspira el control y las técni- La técnica más-importante y conocida en que se plasma el prin-
cas en que se plasman son de gran importancia en el diseño de un cipio de documentación es el control contable, que no es sino una
modelo de organización. El principio fundamental del control es la peculiar forma de control documental, que ha desarrollado meca-
separación de poderes, que se manifiesta de diversas maneras. Su forma nismos especialmente sofisticados de control como la partida doble,
más simple es que en un determinado acto —vgr., una operación de el repaso de asientos, la obligada existencia de documentos soporte
compra— deban intervenir sucesivamente diversas personas o depar- de todos los registros, etc. 512
tamentos de forma tal que su actuación se vaya controlando de for-
ma sucesiva. Aplicada en concreto a la supervisión, la separación de Finalmente, se menciona también en algunas ocasiones los prin-
poderes implica que necesariamente el responsable de una operación cipios de congruencia y coherencia en las operaciones como un princi-
(vgr., concesión de una autorización) deba ser persona distinta a la pio básico de control, con el fin de prohibir operaciones sin con-
que tiene la obligación de registrarla, y que a su vez quien tiene la trapartida o con una contrapartida excesiva.
obligación de registrar sea persona distinta de aquel que tiene enco-
mendada la custodia de los registros contables509. Ejemplos del principio de documentación, dentro de los mo-
delos de organización italianos: la obligación de que de cualquier
En el modelo de organización propuesto por Cqfindustria el operación de riesgo —por ejemplo, la solicitud de una subven-
principio de separación de poderes se expresa del siguiente ción pública, en relación al fraude de subvenciones— se docu-
modo: «Ninguno puede gestionar con autonomía un proceso mente en una Scheda di Evidenza en la que figura: la descripción
completo. El sistema debe garantizar la aplicación del principio del tipo de riego, con la descripción estimativa del monto de la
de separación de funciones, según el cual la autorización para cuantía, la administración pública que resulta competente, el nom-
efectuar una operación debe ser responsabilidad de una personas bre del responsable interno de la operación, el nombre de las per-
diversa a la que la contabiliza, realiza operativamente o controla sonas en las cuales el responsable interno haya podido delegar la
la operación. Igualmente debe garantizarse que nadie tenga atri- realización de funciones o colaboradores externos, la descripción
buidos poderes ilimitados; los poderes y la responsabilidad sean de las principales iniciativa y de las principales tareas realizadas en
definidos claramente y conocidos en el interior de la organiza- el desarrollo de la operación, etc.513 En la legislación española son
ción: los poderes de autorización y de firma sean coherentes sobradamente conocidas las obligaciones de documentación de la
con las responsabilidades organizativas asignadas». Ley de prevención del blanqueo de capitales (vid., por ejemplo,
arts. 30 ss. Directiva 2005/60/CE sobre blanqueo de capitales y
financiación del terrorismo) o la Ley de seguridad e higiene en el
Un segundo principio esencial es el de documentación o verificabi-
trabajo, cuyo art. 23 contiene la obligación del empresario de ela-
lidad que constituye la base del control documental al que antes se borar y conservar a disposición de la autoridad laboral informa-
hacía referencia. La obligación de documentación no abarca sólo a ción relativa al grado de cumplimiento de las obligaciones que se
las operaciones (p. ej., transmisión de órdenes o informaciones) o desprenden de la ley y que hace referencia a la evaluación de ries-
transacciones económicas de la empresa, sino que también se gos; a las medidas de protección; al resultado de los controles
extiende a la documentación de los controles 510 . Las labores de periódicos de las condiciones de trabajo y de las investigaciones
documentación se complementan a su vez con obligaciones de internas que se hayan producido cuando se haya dado un daño
conservación de determinada documentación, impuestas legalmen- para la salud de los trabajadores; a los resultados de los controles
te, y con el control sobre los archivos511. del estado de salud de los trabajadores, de los accidentes de traba-
jo y enfermedades profesionales, etc.
509
Cfr. POCH Y TORRES, Manual.., op. cit., pp. 39 s., 45 ss.
510
Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. cit., pp. 40, 86 ss. 512
Cfr. P O C H Y T O R R E S , Manual..., op. cit., p. 33.
511
Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. cit., pp. 90 ss. 513
Modello di roganizzazione, Enel, Parte Especíale A.
252 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 253

Al lado del control i n t e r n o , la organización empresarial actual se establece, -por ejemplo, la obligación de ser informado por
n o p u e d e entenderse sin u n sistema de información. A m b o s sistemas parte de los órganos de la empresa de cualquier tipo de evento
lógicamente están interrelacionados en c u a n t o que u n o de los que pueda dar lugar a la responsabilidad de la empresa (notifica-
fines del control consiste en aportar la información necesaria para ciones judiciales o policiales relativas a la comisión de delitos,
adoptar decisiones y, a la inversa, para garantizar la veracidad de las solicitud de asistencia legal por parte de algún empleado, noti-
informaciones y prevenir manipulaciones y alteraciones resulta cias relativas a procedimientos disciplinarios...). A caballo entre
necesario su control 5 1 4 . La d o c u m e n t a c i ó n p r o c e d e n te del sistema las normas de conducta y el diseño de los circuitos de informa-
de control, especialmente la contable, y la actividad t e n d e n t e a ción, se encuentra la obligación de aquellos que desempeñan
garantizar su veracidad forman parte del sistema de información una función de control sobre los pagos relacionados con una ac-
tividad de riesgo comuniquen inmediatamente cualquier situa-
que tiene c o m o fin principal la creación de circuitos informativos
ción de irregularidad o anomalía.
q u e p e r m i t a n que los datos circulen con agilidad dentro de la
empresa 5 1 5 .
J u n t o c o n el control strictu sensu y los flujos de información,
En los modelos de organización italianos la conexión entre dentro del sistema de control se insertan también normas de organi-
control y sistema de información se aprecian de manera extraor- zación. La n o r m a de organización mas important e de los últimos
dinariamente clara. Así, por ejemplo, en el modelo Enel el tiempos es la consistente en n o m b r a r responsables internos de
encargado de control interno está obligado a mantener abiertos determinados tipos de actividad. Esta n o r m a de organización, a u n -
una serie de canales de información y debe comunicársele obli- que evidentemente tiene orígenes más antiguos, fue considerada
gatoriamente otro tipo de información (punto 5): esencial p o r el informe C O S O 5 1 6 y, c o m o es conocido, ha sido
u n o de los aspectos claves en la reforma de la S O A , que exige que
• comunicación continua con el presidente del Consejo de
u n administrador de la empresa se responsabilice de la veracidad de
administración y comunicación periódica con otros órganos
colegiados, la d o c u m e n t a c i ó n societaria. E n Italia el m o d e l o de organización
Enel (punto A.4.1) requiere, p o r ejemplo, n o m b r a r u n responsable
• obligación de ser informado sobre las delegaciones exis- i n t e r n o p o r cada una de las actividades en las cuales, tras el o p o r -
tentes y actos oficiales, t u n o análisis de riesgo, se ha considerado c o m o posible la comisión
• obligación de ser informado continuamente sobre la evo- de hechos delictivos que generan la responsabilidad penal de la
lución de la actividad en las áreas de riesgo y de nuevas activi- empresa. Este responsable i n t e r n o diviene il soggetto referente e res-
dades que pueden suponer algún riesgo, ponsable dell'operazione a rischio y está obligado a realizar todas las
actividades de d o c u m e n t a c i ó n , con el fin de ponerla a disposición
• obligación de recabar información concerniente al funcio-
del órgano de control, al que además debe informarle del inicio de
namiento y la efectividad del modelo,
la operación de riesgo.
• libre acceso a toda información relevante.
Otras normas de organización tienen que ver con la instaura-
También el modelo Fiat dedica una parte expresa a regular
ción de controles u órganos de supervisión independientes, con la
los «flujos de información hacia el órgano de vigilancia». En él
ejecución del principio de separación de poderes en la realización
de las actividades de riesgo o con la ordenación de la delegación de
514
Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. rít., pp. 106 ss. funciones dentro de la empresa.
515
Cfr. POCH Y TORRES, Manual..., op. cit., p. 92: «el proceso mediante el cual
los datos se transforman en información, ésta se intercambia y se utiliza para tomar
decisiones, configura lo que se ha dado en llamar circuitos de información». Report, pp. 36 ss.
254 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 255

En los compliance programs italianos es posible encontrar una como Gran Bretaña 519 o Australia520. Ello no es de extrañar, pues
gran variedad de normas de organización que ejemplifican lo buena parte de los delitos económicos se descubren merced a
anterior: denuncias internas de empleados o de otras personas que se sitúan
dentro de la organización. Las intervenciones legislativas, cuya fina-
• Obligación del órgano de control para verificar periódica-
mente el sistema de delegación existente (Enel,AA.2). lidad ha sido proteger estas personas de posibles consecuencias per-
judiciales, causadas generalmente por sus superiores, ponen de
• En el modelo Fiat se prescribe en relación a la delegación manifiesto qué es en realidad un denunciante cívico y cuáles son
de funciones lo siguiente (punto 5.2): «el sistema de delegación los puntos más complejos en su regulación 521 . En efecto, en todas
y apoderamiento de funciones debe estar caracterizado por ele-
estas medidas existen siempre un conjunto de preguntas esenciales.
mentos de seguridad con el fin de la prevención de delitos ...y
La primera es determinar quiénes son. En este punto la opción más
al mismo tiempo permitir una gestión eficiente de la actividad
de la empresa». Igualmente se señalan expresamente los requisi- normal es incluir a parte de empleados, a socios, contratistas e
tos esenciales del sistema de delegación: necesidad de que ésta se incluso trabajadores autónomos que prestan sus servicios a la
realice de un modo formal; necesidad de que la delegación con- empresa. En cuanto al tipo de «empresa», la figura del denunciante
lleve poderes de gestión proporcionales a la responsabilidad y nace en la esfera de la administración, para de ahí extenderse a todo
una posición adecuada en el organigrama de la empresa; necesi- tipo de sociedades.
dad de que en la delegación se describan de forma específica e
La segunda cuestión radica en determinar el «compromiso con la
inequívoca los poderes del delegado; el superior jerárquico al
verdad» por parte del denunciante, en cuanto que no se trata de dar
cual debe informar; los poderes de gestión asignados, etc.

para comprender este movimiento es el de GLAZER/MIGDAL GLAZER, The Whistle-


5j7 blowers. Exposing Corruption in Goverment and Industriy, Basic Books, New York, 1989.
6.2.3. Whistleblowers o denunciantes cívicos
Entre nosotros, RODRÍGUEZ YAGÜE, La protección de los Whisdeblowers por el ordena-
miento español: aspectos sustantivos y procesales, en A R R O Y O / N I E T O MARTÍN, «Eurode-
En la última década los Whistleblowers son una de las figuras más litos de Fraude y Corrupción», op. cit.,passim, y RAGÚES I VALLES, ¿Héroes o traidores?
La protección penal de los informantes internos (Whisdeblowers) como estrategia político cri-
cuidadas por el legislador norteamericano 518 y el de otros países
minal, «InDret», n.° 364, julio de 2006 (http://www.indret.com). Para la doctrina
alemana vid. GRASER, Whistleblowing. Arbeitnehmeranzeigen im US-amerikanischer und
517 deutschen Recht, Peter Lang, 2000.
N o es sencillo buscar una traducción satisfactoria al castellano para el tér-
mino de Whistleblowers, literalmente no tiene sentido, y traducirlo por delator o Vid. más información interesante puede encontrarse en la pagina Web del
soplón sería añadirle una carga negativa que, por supuesto, el término no tiene. National Whistleblower Center. Existen numerosas asociaciones cívicas de apoyo a
Por ello he optado, en consonancia con lo que se ha propuesto en Italia, donde los denunciantes, con el fin entre otras cosas de acabar con el estereotipo de estas
las dificultades de traducción han sido semejantes, por el término más neutro de personas como chivatos y reivindicar su papel.
519
denunciante, al que se le añade, a través del adjetivo cívico, una connotación más Public Interest Disclousure Act, 1998
520
positiva. Otra posibilidad, más neutra, es la propuesta por RAGÚES I VALLES, Whistle Blower Protection Act, 1994.
521
denunciantes internos. En lo que sigue y para el derecho inglés me he servido principalmente del
518
Vid. especialmente Sarbanes Oxley Act § 806. N o obstante, en EEUU, y en trabajo de G O B E R T / P U N C H , Whistleblowers, the Public Interest, and the Public Interest
menor medida también en el RU, el fenómeno de los denunciantes había sido ya Disclousure Act 1998, «The Modern Law Review», Vol. 63, january 2000, p. 25,
objeto de regulación, si bien de carácter sectorial. En las leyes de protección de especialmente pp. 36 ss.; para la regulación norteamericana BRODSKY/CONNELLY,
medio ambiente, de salud del trabajador o en regulaciones relativas a funcionarios New Whistleblower Portection Liability Under the Sarbanes Oxley Act, «The Corporate
públicos la figura ya era conocida. La importancia que ha tenido en la SOA se debe Governance Advisor», january/february 2003, pp. 26 ss. STEINBERG/KAUFMAN,
en gran medida a que tanto en los casos Enron, como Worldcom aparecieron emple- Minimizing Corporate Liability Exposure When the Whistle Blows in Post Sarbanes Oxley
ados que colaboraron en el proceso. U n trabajo de cariz más periodístico, pero útil Era, «The Journal of Corporation Law», primavera de 2005, pp. 445 ss.
256 Parte III. Modelos de organización y sanciones §6. Los modelos de organización (compliance programs) 257

protección a la delación de cualquier tipo de rumor. El legislador Los denunciantes cívicos no son una medida ajena al orde-
suele decantarse, aunque después haremos algún tipo de precisión, namiento español. El art. 27 de la Directiva 2005/60 sobre blan-
por un estándar objetivo (reasonable believes) con lo cual se trata de queo de capitales y financiación del terrorismo exige a los Esta-
indagar si para un hombre medio los hechos tenían visos de veraci- dos miembros que adopten todas las medidas apropiadas a fin de
dad. Otro de los aspectos clave es ante quién pueden ser denunciados proteger frente a toda amenaza o acción hostil a los empleados
los hechos, cuestión que suele resolverse de forma amplia: superiores de las entidades o personas sujetas a lo dispuesto en la presente
directiva que comuniquen sus sospechas de blanqueo de capita-
o personas dentro de la empresa encargadas de recibir este tipo de
les o de financiación del terrorismo. Igualmente el Convenio
información (Ethics official u Ombudsman), administraciones competentes
sobre corrupción de Naciones Unidas (art. 8.4) o el Convenio
u órganos encargados de la persecución penal, órganos legislativos y de la OCDE sobre corrupción en las transacciones económicas
también medios de comunicación. El legislador inglés de un modo internacionales obligan a mejorar en nuestro sistema la protec-
bastante inteligente intenta ordenar de forma subsidiaria las posibles ción de los denunciantes cívicos523. En la Ley de prevención de
esferas de recepción de la administración. De este modo, mientras riesgos laborales el Whistleblowing se incentiva de un modo dia-
que en el caso de denuncias internas se conforma con que subjetiva- metralmente opuesto, consistente en la imposición de sanciones
mente el denunciante cívico crea que los hechos que relata son vera- administrativas a aquellos trabajadores que no cumplan con la
ces (buena fe), en las otras esferas va aumentando, a partir de criterios obligación de informar de inmediato a su superior jerárquico
objetivos, los deberes de veracidad. directo, y a los trabajadores designados para realizar actividades de
protección y de prevención, acerca de cualquier situación que, a
El último de las aspectos claves es el realtivo a las sanciones que
su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la segu-
se arbitran en caso de que existan presiones sobre el denunciante. ridad y la salud de los trabajadores (arts. 23 y 29.4)524.
Las respuestas son diversas. Mientras que en el derecho inglés se
contemplan formas de reparación de carácter civil o laboral, de
Pero, en este lugar, la regulación legal de los denunciantes cívi-
hecho la normativa inglesa está incardinada en la ley que tutela los
cos interesa sólo en cuanto parte de los modelos de prevención. Lo
derechos básicos del trabajador; en los Estados Unidos se ha optado
verdaderamente importante, en el marco de una investigación como
por una doble tutela civil y penal.
la presente, es destacar las relaciones entre ésta figura y la autoorga-
nización empresarial destinada a la prevención y el esclarecimiento
Probablemente una de las disposiciones más conocidas de la de delitos525 . La existencia de denunciantes cívicos es una suerte de
SOA es la que castiga con penas de hasta 10 años a quien tome sismógrafo bastante fiable para medir la cultura empresarial y supo-
algún tipo de represalias contra el denunciante, pudiendo ser ne además un ejemplo excelente de que la ética empresarial y la
autor de esta infracción tanto un superior como un tercero. intervención legislativa son estrategias, no opuestas, sino comple-
Procesalmente el asunto más interesante es la regulación de la
mentarias. Y ello por varias razones. La primera porque la conduc-
carga de la prueba. El denunciante debe demostrar sólo que pri-
ta del denunciante cívico no es fácil, son muchas las dudas que se
ma facie existe una relación entre la represalia o perjuicio que se
la ha infringido y su denuncia. El Whistleblowing en los EEUU
se incentiva también a través de estímulos como las denomina- 523
OCDE, Dirección General de Asuntos Financieros y de la Empresa. Espa-
das qui tam suits, regulados en la False Claims Act de 1986, que ña: Fase 2. Informe sobre la aplicación del Convenio sobre la lucha contra la corrupción de
permiten al denunciante ocupar la posición del Estado, y obte- agentes públicos extranjeros en las transacciones comerciales internacionales, y de la recomen-
ner cierto porcentaje de la sanción522. dación de 1991 sobre la lucha contra la corrupción en las transacciones comerciales interna-
cionales, 24 de marzo de 2006.
524
Críticamente sobre esta técnica de incentivar las denuncias, RAGÚES I
522
Vid. LAUFER, Corporate Bodies and Guilty Minds, op. cit., pp. 107 s.; RAGÚES VALLES, ¿Héroes o traidores?, op. cit., p. 8.
525
I VALLES, ¿Héroes o traidores?, op. cit., p. 8. En este sentido, STEINBERG/KAUFMAN, Minimizing, pp. 456 ss.
258 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 6. Los modelos de organización (compliance programs) 259
le plantearán, como el órgano de la empresa a quien puede acudir,
de la SOA 528 , obliga a los Comités de auditoría a que diseñen los
cuáles son las garantías, si tiene o no un nivel de certeza suficiente.
procedimientos oportunos para que los Whistleblower puedan actuar
En un plano más interno, la denuncia implica siempre un conflicto
con seguridad dentro de la empresa.
de intereses no fácil de resolver entre los lazos de solidaridad que
genera la pertenencia al grupo y el «deber cívico» de la denuncia.
Así, por ejemplo, en cumplimiento de este mandato, los
Incluso, a decir de la doctrina especializada, el momento más críti-
Oficiales de Etica u Ombudsman han sido designados expresa-
co que debe soportar el denunciante es el vacío al que después le
mente para admitir las denuncias, que además pueden gozar de
someterán sus compañeros o las dificultades para encontrar un tra-
algún tipo de anonimato a través de la instauración de hotlines,
bajo posterior, ya que las empresas rehuyen a este tipo de trabaja-
y realizar las oportunas investigaciones internas. Quien sabe
dores. Hay quien señala que las empresas para determinados puestos
dentro de una asociación que hay un protocolo en virtud del
delicados en los procesos de selección de personal utilizan tests psi- cual su denuncia debe llevar a la apertura de una investigación
cológicos con el fin de evitar las personalidades de las que más interna, es más fácil que se decida a ello. Igualmente, sólo la
fácilmente puede derivarse un denunciante. efectiva implantación de un Código ético en el que se aclaren
los dilemas que ha de soportar el denunciando, concretando las
No siempre, sin embargo, existe un conflicto de intereses situaciones en que puede actuar, o dejando bien claro que el
semejante. El Whistleblower no es en todos los casos una persona interés general prevalece sobre el interés de la empresa o los
idealista en busca del interés común. A veces simplemente lo lazos de solidaridad, puede evitar, o al menos paliar, los efectos
que persigue es venganza o autoprotección. Un efecto perverso perversos de esta normativa o generar una cultura empresarial
de esta normativa es que es buscada por personas que saben, por abierta y dialogante en la que este tipo de comportamiento de-
ejemplo, que van a ser despedidas por no tener un rendimiento ja de ser muy peligroso tanto para el denunciante, como para
laboral adecuado, y denuncian un hecho con el fin de proteger- los denunciados529.
se luego con esta normativa526.

En definitiva, como muy bien ha visto el legislador norteameri- 6.2.4. Institucionalización dentro de la empresa (Ethics officer)
cano, no hay denunciantes cívicos si a la par que se adoptan medi-
das de protección legal no se incentiva a que se adopten medidas de
autoorganización que terminen por facilitar este comportamiento. Desde hace tiempo se viene reflexionando acerca de la conve-
Por esta razón, las Guidelines incluyen expresamente este requisito niencia de una nueva tipología de directivos dentro de la empresa,
entre los «siete pasos» de los que debe estar compuesto un com- cuya finalidad no estriba en representar el interés social, entendido
pliance programs527. De modo aún más incisivo la SEC, en ejecución como interés de los socios, sino en salvaguardar determinados inte-
reses colectivos o de clase (consumidores, trabajadores, medio
ambiente, etc.). En realidad, se trata de un proceso de reconfigura-
526
Sobre todas estas cuestiones extensamente G O B E R T / P U N C H , WhistleblowerS, ción de las instituciones de las sociedades mercantiles que tuvo que
op. cit., pp. 25 ss.
527 ver entre nosotros con los intentos de reformular el concepto de
Concretamente § 8 Al.2.3 (k) (5): «The organization must have taken rea-
sonable steps to achieve compliance with its standards, e.g., by utilizing monito-
ring and auditing systems reasonably designed to detect criminal conduct by its se hace en el modelo de FIAT, Parte Genérale, 7.4, muy en consonancia con las
employees and other agents and by having in place and publicizing a reporting
medidas que a continuación se señalan.
system whereby employees and other agents could report criminal conduct by 528
Sarbanes Oxley Act of 2002 § 301 (m) 4.
others within the organization without fear of retribution». Algunos modelos de 529
Más detalles sobre este tipo de medidas en STEINBERG/KAUFMAN, Minitni-
organización en Italia han seguido el ejemplo, vid., por ejemplo, la regulación que
zing, op. cit., pp. 458 ss.
260 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 6. Los modelos de organización (compliance programs) 261

interés social —la empresa en sí—, y que en los USA guardó una ello nada mejor-que residenciar la responsabilidad por el correcto
estrecha relación con el debate generado por Berle y Bearns en los funcionamiento del mismo en las altas esferas.
años treinta, y la génesis del concepto de responsabilidad social. El
fruto más importante de este debate está ya maduro: el consejo de La argumentación de la sentencia Caremark, a la que antes se
vigilancia, en la tradición europea, sobre todo alemana, y los conse- hacía referencia, da muestra de los «nuevos tiempos» que se
jeros independientes en la norteamericana. viven en el derecho societario. El Tribunal toma como prece-
Al lado de este debate, en los últimos años ha sido también par- dente un caso de 1963 en el que se había planteado una acción
ticularmente intenso el relativo a la redefinición de las funciones de de responsabilidad similar. Entonces se señaló que salvo que
los miembros del Consejo de administración y de los altos directi- existieran sospechas de que los empleados estaban realizando en
el ejercicio de su actividad comportamientos delictivos, los direc-
vos. Si algo ha quedado claro es que entre sus nuevas tareas está la
tivos no tenían la obligación de instalar sistemas de prevención.
de actuar como un órgano de vigilancia, supervisando la dirección
El juez que expresa la opinión del tribunal considera que esta
de la actividad empresarial, sus objetivos financieros, la capacidad de
doctrina no puede mantenerse hoy y entre los motivos existen-
los altos ejecutivos, etc. 530 La asignación de nuevas funciones y la
tes para ello invoca precisamente las disposiciones de las Guideli-
aparición de nuevos «oficios» dentro de la empresa, como conse- nes, y la tendencia existente en el derecho de sociedades a incre-
cuencia de los modelos de organización, forma parte de este proce- mentar las funciones de vigilancia de los administradores. Si
so mucho más general. en 1963 podía decirse que los administradores no tenían respon-
En este sentido resulta especialmente revelador un caso que ya sabilidad si daban por supuesta la integridad de los empleados, en
nos es conocido, Caremark, que muestra cómo la obligación de con- la actualidad los administradores no cumplen con su obligación si
tar con modelos de organización, conjuntamente con la importan- no se aseguran que la empresa cuenta con un programa de cum-
cia de las funciones supervisoras de los administradores, arroja como plimiento efectivo, en virtud del cual cuentan con la suficiente
resultado la obligación de éstos de supervisar la corrección y la información acerca del grado de compliance con el que se des-
arrolla la actividad de la empresa. La sentencia resulta igualmen-
efectividad de los programas de cumplimiento. Descuidar esta obli-
te importante porque concreta el estándar de cuidado que han
gación constituye una infracción de sus deberes de representante
de cumplir los administradores a la hora de supervisar la efectivi-
leal y cuidadoso y, por tanto, da lugar a que se pueda plantear una
dad del programa. No se trata de que vigilen su eficacia de for-
acción de responsabilidad, si la comisión de un delito comporta
ma constante y diaria, sino que lo realicen de forma periódica.
perjuicios para la empresa. La reciente reforma de las Guidelines ha
Pues lo que se les reprocha es «sólo una omisión sostenida y sis-
servido igualmente para subrayar la importancia de la implicación temática en su obligación de supervisión».
de las altas jerarquías de la empresa en el desarrollo del modelo de
organización, recogiendo algo que ya señalaba el legislador italiano:
la responsabilidad debe situarse al más alto nivel531. Ello, aparte de Fruto de esta nueva tarea en algunas empresas ha nacido un
aumentar la eficacia del programa de cumplimiento, tiene gran comité de compliance o de ética. Su composición es' similar a los
importancia por su valor simbólico: para que el Código de con- comités de auditoría o retribuciones. Por ello es frecuente que apa-
ducta sea adoptado por los empleados y personal de la empresa rezcan en él además de administradores y ejecutivos, consejeros
como un criterio fundamental en el momento de adoptar decisio- independientes. En las propuestas más innovadoras se propone
nes, éstos tienen que percibir que se trata de algo importante, y para incluso dejar en buena medida la compliance en las manos de este
nuevo poder.
530
American Law Institute, Principios de Gobierno coorporativo. 3.02.a) Funciones Sin embargo, más allá de la existencia del deber de supervi-
y facultades del Consejo de administración. sión, es poco probable que exista un alto directivo encargado en
531
Cfr. KAPLAN, Sentencing Guidelines 2.0, op. cit., p. 11. exclusiva del día a día del modelo de organización. Esta tarea
262 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 263

requiere además un grado de especialización importante, prueba dos, proponer nuevas reformas en el modelo de organización y
de ello es el rápido florecimiento en los USA de una nueva figu- evaluarlo de forma constante, diseñar y programar la difusión del
Código de comportamiento y, en muchos casos, de llevar a cabo
ra, el genéricamente conocido como Ethics Officer o Compliance
las investigaciones internas. Es frecuente que allí donde exista un
Officer, encargado, de la implementación y ejecución de los mode-
comité de ética muchas de estas funciones resulten compartidas.
los de organización 532 .
A la hora de conformar las funciones del oficial de ética el
La figura del oficial de ética se está perfilando en la práctica, dilema esencial es no conformarlo como un «súper policía» de
por lo que varía con frecuencia de empresa a empresa, en mu- empresa, sino verdaderamente como un consejero en asuntos de
chos casos además no aparece ninguna persona con este nom- ética cuya misión es ayudar sobre todo a los empleados y direc-
bre, siendo desempeñada su función por las secciones de control tivos a que su comportamiento se acomode a lo dispuesto en el
interno 533 o, con gran frecuencia, por la asesoría jurídica. No Código de comportamiento. Por eso en algunas empresas se
obstante, algunos trabajos de campo muestran cómo es posible prefiere desvincularlo del ejercicio del poder disciplinario.
ofrecer ya un cierto retrato robot. El puesto suele ser ocupado En empresas grandes una discusión ulterior es si se opta por
generalmente por una persona que lleva bastante tiempo traba- un sistema de compliance centralizado o, en cambio, se crean
jando para la entidad y que tiene buena fama, como persona diversas unidades y comités de ética en las distintas dependen-
leal, entre los empleados. Esta circunstancia es más importante cias, plantas o secciones dotadas de cierta autonomía en relación
que su titulación efectiva, si bien predominan entre ellos las per- a las cuales el oficial de ética actuaría como coordinador. Ambas
sonas con formación jurídica. Lo que se debe a que en su ori- opciones tienen ventaja. La descentralización de la compliance
gen suele estar enraizado más que en la ética, en asegurar el res- promueve la participación de los empleados y su mayor impli-
peto a las normas legales. cación, lo que, como antes se señalaba, es fundamental para esta-
blecer una cultura empresarial basada en el respeto a la diversi-
Por lo que se refiere a su posición jerárquica la tendencia es
dad. Lógicamente la centralización promueve una mayor
dotar a este cargo de un poder de dirección efectivo. Particular-
uniformidad y unidad de criterio.
mente importante resulta además permitir que tenga relaciones
fluidas con el Consejo de administración de forma tal que pue- Curiosamente no están demasiado desarrolladas cuestiones
da comunicarle cualquier incidente o problema. El «director de tan importantes como el deber de confidencialidad o de secreto
ética» suele ser además el encargado de recibir las denuncias de del ethics officer, su posible participación en el juicio oral como
los Whistleblowers, de asesorar en asuntos de ética a los emplea- testigo, la protección que ha de darse a la documentación que
genere en su trabajo, la sanción que ha de darse a la revelación
532 de secretos de empresa que conozca como consecuencia del
Prueba del rápido florecimiento de esta nueva profesión tras la implanta-
ción de las Guidelines es que si en 1990 la asociación de Ethics Officer apenas si
ejercicio de sus funciones, etc. Lo más lógico sería ir contestan-
contaba con 20 miembros, en la actualidad tiene más de 1.200 afiliados a los que do estas preguntas trazando paralelismos con la figura del aboga-
pertenecen aquellos que desempeñan este puesto en las mayores empresas del país. do o del auditor.
Para un detallado análisis del trabajo real de los «encargados de ética», vid.
W E B E R / F O R T U N , Ethics and Compliance Officer Prqfile: Survey, comparison, and reco-
mendations, «Businness and Society Review», 100: 2, 97-115; JOSEPH, Integrating
§ 7. Las sanciones a imponer
Business Ethics and Compliance Programs: A Study qf Ethics officers in Leading Organi-
zations, «Business and Society Review», 107: 3, 308-347.
533
T O R R E S Y POCH, Manual, op. cit., pp. 79 ss., quien se ocupa de la figura del Cuando Cristina di Maglie, en su excelente estudio, revisa cui-
controller o director del control interno dentro de la empresa, señalando caracterís-
dadosamente no sólo el derecho positivo comparado, sino también
ticas acerca del mismo que coinciden con la del ethics officer, que en cierta medi-
da representa una ulterior evolución.
la discusión de política criminal existente en cada país, los resulta-
264 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 265

dos son ciertamente desalentadores en lo que se refiere al tipo de ello concuerda con lo que parece ser la communis opinio en la mate-
sanciones a imponer a las personas jurídicas 534 . Esta situación única- ria: la responsabilidad penal de las personas jurídicas aconseja una
mente es parcialmente distinta en los Estados Unidos, donde a fina- amplia paleta de sanciones540.
les de los años 60 se generó un intenso debate, que continuó hasta
la aprobación de las Guidelines y del que aún hoy quedan rescoldos. Mas antes de recalar en los posibles tipos de sanción, y analizar
Las propuestas de Schunemann 535 y Volk536, sin duda las más inte- pros y contras en relación a cada uno de ellos, es preciso sentar las
resantes en la discusión doctrinal europea, no hacen sino reflejar
algunos puntos del debate norteamericano. de 2002 destinada a reforzar el marco penal para la represión de la ayuda a la
entrada, la circulación y a la estancia irregulares; en el art. 6 de la Decisión marco
Mas como suele ocurrir en los últimos tiempos, el legislador ha de 22 de julio de 2003 relativa a la lucha contra la corrupción en el sector priva-
ido en este punto por delante del debate doctrinal. Basta para ello do; en el art. 7 de la Decisión marco de 22 de diciembre de 2003 relativa a la
con contemplar el art. 129 del CP español537, que aunque critica- lucha contra la explotación sexual de los niños y la pornografía infantil; en el
ble en lo relativo al diseño de los presupuestos de la imputación, es art. 9 de la Decisión marco de 24 de febrero del 2005 relativa a los ataques con-
tra sistemas de información.
bastante innovador en el terreno de las consecuencias jurídicas.
Determinadas decisiones marcos contienen además de estas sanciones, algún
También de gran interés es en este punto del Decreto ley italia- tipo de sanción adicional. En la Decisión marco del Consejo de 13 de junio
no 538 , e igualmente las decisiones marco de la UE establecen un de 2002 sobre lucha contra el terrorismo, aparece una quinta sanción (art. 8): e)
espectro bastante amplio de posibilidades sancionadoras 539. Todo cierre temporal o permanente del establecimiento que se ha utilizado para come-
ter el delito. Este catálogo de cinco sanciones se repite en el art. 5 de la Decisión
marco del Consejo de 19 de julio de 2002 relativa a la lucha contra la trata de
534
Etica, op. cit., pp. 161 ss. (Reino Unido), 171 ss. (Australia), 180 ss. (Cana- seres humanos.
dá), 183 ss. (Holanda), 212 ss. (Francia). La Decisión marco del Consejo de 27 de enero de 2003 relativa a la protec-
535
Pláyoder y Begrundung, ops. cits., passim. ción penal del medio ambiente, hoy anulada, introduce, además de las anteriores,
536
Zur Bestrajungs der Untemehmen, JZ, 1993, pp. 429 ss. la reparación como sanción: obligación de adoptar medidas específicas para evitar
537
Cuya similitud, en lo que se refiere al elenco de sanciones, y con exclu- las consecuencias de la conducta en la que se basa la responsabilidad penal (f). La
sión de la pena de multa, es notable con el C P francés (art. 131-39). medida judicial de liquidación pasa en esta Decisión marco a denominarse como
538
Vid. art. 9, que a salvo de las sanciones pecuniarias, contiene medidas tam- disolución judicial.
bién semejantes a las del art. 129 del C P español o al art. 131-39 del francés. Una nueva tipología de sanción, el comiso, resulta del art. 7 de la Decisión
539
En un primer momento las decisiones marco fueron bastante tímidas marco de 25 de octubre de 2004 relativa al establecimiento de disposiciones míni-
dejando la determinación del tipo de sanción prácticamente en manos de los mas de los elementos constitutivos de delitos y las penas aplicables en el ámbito
Estados miembros. Éstos tenían tanto en sus manos la conformación de la natura- del tráfico ilítico de drogas.
leza jurídica, como la elección de la sanción (pecuniaria, interdictiva, etc.). C o m o puede apreciare en ninguna de estas decisiones marco aparece la mul-
En una segunda fase que se inicia con la Decisión marco de 29 de mayo ta, que entra en escena con la Decisión marco de 12 de julio de 2005 destinada a
de 2000, sobre el fortalecimiento de protección por medio de sanciones penales y reforzar el marco penal para la represión de la contaminación procedente de
de otro tipo, contra la falsificación de monedas con miras a la introducción del buques. Su art. 6 contiene en primer término unas sanciones similares a las que
euro, se empiezan a establecer expresamente las sanciones a imponer, aunque existen en la Decisión marco sobre medio ambiente. Mas la «sorpresa» es que
dejando libertad en lo tocante a su naturaleza jurídica. Así, en su art. 9 se con- aparte de estas sanciones cuya introducción o no deja en manos de los Estados
templan ya cuatro sanciones: a) exclusión del disfrute de ventajas o ayudas públi- miembros, como ha sido la tónica en las Decisiones marco anteriores, obliga
cas, b) prohibición temporal o permanente en el desempeño de actividades expresamente a introducir la pena de multa (penal o administrativa) cuyo impor-
comerciales, c) sometimiento a vigilancia judicial, d) medida judicial de liquida- te cifra además siguiendo la técnica utilizada para la pena privativa de libertad,
ción. Estas cuatro sanciones son el elenco estándar de la mayoría de las decisiones esto es el límite mínimo del grado máximo. La multa más grave puede llegar
marco. Y así se repiten en el art. 8 de la Decisión marco del Consejo de 28 de a 1.500.000 €.
mayo de 2001 sobre la lucha contra el fraude y la falsificación de medios de pago 540
Por todos, HEINE, Sanctions in the Field qf Corporate Criminal Uability,
distintos del efectivo; en el art. 3 de la Decisión marco de 28 de noviembre op. cit., pp. 237 ss.
266 Parte III. § 7. Las sanciones a imponer 267
Modelos de organización y sanciones

ciones más importantes convergen en torno a una única finalidad:


bases del debate, en lo que bien podría denominarse el debate de los
la autorregulación. En torno a ella se discute cuál es el mejor cami-
fines de la pena y su traslación a la responsabilidad colectiva.
no, mas sin que ello dé lugar a ningún tipo de antinomia entre los
fines de la pena, pues aun los partidarios de una suerte de preven-
7.1. Los fines específicos de la pena en el derecho penal colectivo ción general consideran que ésta no es sino un medio para alcanzar
(modelo económico, modelo estructural y restorative justice) este objetivo. Existen en esencia tres hojas de ruta distintas544: los
partidarios del modelo económico confían en que la multa por sí sola
es capaz de generar autoorganización; los valedores del modelo estruc-
La discusión relativa a los fines de la pena aplicada a los entes
tural, por el contrario, piensan en que son necesarias sanciones más
colectivos es mucho más rica de lo que a simple vista puede pare-
incisivas y restrictivas de la libertad de organización empresarial que
cer, y resulta además independiente de la discusión relativa a los
la multa; la ejecución piramidal, dentro de los presupuestos de la justi-
fines de la pena en el derecho penal individual541. Así, por ejemplo,
cia restaurativa, considera finalmente que lo importante no son tanto
la prevención general negativa o la resocialización son términos que
las sanciones como el tempus, se trata de crear un clima de confian-
si se emplean con propiedad no deben aparecer en el debate relati-
za entre poderes públicos (Administración, jueces, ministerio fiscal),
vo a los fines de las sanciones contra entes colectivos.
en el que persuadir resulta mejor que castigar.

No obstante, sí que se podría hablar de prevención general Todo empezó en el mítico 68, año en el que G. Becker 545 for-
positiva como finalidad de la pena en relación a las personas muló su teoría económica del delito. Sus basamentos, en lo que
jurídicas. La confirmación de la vigencia de la norma que aquí interesa, pueden reducirse a tres. La pena de multa debe con-
comunica la imposición de la sanción penal puede lograrse vertirse en la reina de las penas, pues ahorra a la sociedad los cos-
indistintamente con independencia de quién es el destinatario tes de la prisión y además no priva de la capacidad productiva del
de la sanción542. Igualmente las Guidelines543 indican ya en su castigado. Cuando el delito se ha cometido en el seno de una or-
exposición de motivos cómo aparte de la retribución, también ganización es mejor sancionar a la empresa que al individuo, pues
la innocuización puede considerarse un fin válido de las sancio- aquélla a través de sus procedimientos disciplinarios se encargará
nes contra colectivo. No en vano ésta es la misión claramente de de «pasarle la factura» de la sanción. El tercer pilar hace referencia
medidas como la disolución o las sanciones interdicitivas. a la determinación de la pena de multa, lo que lógicamente es de
capital importancia. La multa debe igualar el daño que infringe a
Pero el aspecto más importante, en lo que concierne a los fines las víctimas más los costes que suponen su detección y su conde-
específicos de la pena del derecho penal colectivo, es que las posi- na. Por ello, al menos teóricamente, para reducir un delito el Esta-
do tendría siempre que elegir entre gastarse más en detección o
541 incrementar la multa.
Dejo de lado la antigua discusión relativa a que los fines de la pena care-
cían de sentido en relación a las personas jurídicas, que se derivaban además de
algo tan extraño a los fines de la pena en la actualidad como la incapacidad de las 544
La exposición de la pugna entre el structural y el economic model puede ver-
personas jurídicas para sentir dolor, vid. al respecto GÓMEZ-JARA, El modelo cons-
se, por ejemplo, en W R A Y , Corporate Probation Under the New Organizational Sen-
tructivista de autorresponsabilidad penal empresarial, pp. 27 ss.
542 tencing Guidelines, «The Yale Law Journal», Vol. 101, 1992, pp. 2019 ss.
Cfr. GÓMEZ-JARA, El modelo constructivista, op. cit., pp. 28 ss.; e igualmente, 545
Crime and Punishment: An Economic Approach, «Journal of political eco-
La culpabilidad penal de la empresa, op. cit., pp. 296 ss.
543 nomy», 76, pp. 169 ss. Sobre este trabajo ampliamente, vid. M O N T E R O S O L E R / T O -
Así en su Introducción se indica: «This chapter is designed so that the sanc-
RRES LÓPEZ, La economía del delito y de las penas. Un análisis crítico, Granada, 1998,
tions imposed upon organizations and their agents, taken together, will provide just
pp. 122 ss., y, en concreto, p. 128, sobre el «problema de la sanción óptima» que es
punishment, adequate deterrence, and incentives for organizations to maintain inter-
el que nos interesa en este lugar.
nal mechanisms for preventing, detecting, and reporting criminal conduct».
268 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 269

Tras Becker, quien por cierto no se detuvo especialmente en el la que tienen los economistas neoclásicos, puede ser compendiado
ámbito corporativo, uno de los capitanes del Law and Economic, del siguiente modo 547 :
Richard Posner, explicó más detenidamente la actuación de la mul-
La primera objeción es la denominada Deterrence Trap. Los efec-
ta 546 : si el fin de las sanciones contra corporaciones es que éstas se
tos preventivos generales de la multa de nada sirven cuando la
organicen de modo tal que prevengan la comisión de hechos delic-
empresa es insolvente. A una corporación pequeña el multiplicador
tivos, la multa es capaz de cumplir este objetivo de forma muy efi-
de la «probabilidad de sanción» le es indiferente, pues sobrepasado
ciente. A diferencia de los individuos, cuyas infracciones pueden
estar motivadas por fines irracionales, los delitos que se realizan en un umbral quizás no demasiado alto resulta incapaz de pago. Si a
las personas jurídicas obedecen a un fin racional, maximizar el ello le sumamos el atractivo de los delitos económicos, harían falta
beneficio. Por ello si a la empresa se le amenaza con una sanción cantidades astronómicas para conseguir efectos preventivos generales.
que equivale al menos al beneficio que va a obtener se abstendrá de El segundo escollo que empaña el ideal punitivo de la multa
realizar cualquier hecho delictivo. Esta fórmula se basa en dos ele- procede de las ciencias del comportamiento y de la sociología de la
mentos que es preciso explicar. El primero es que para que la auto- empresa. Posner concibe la empresa como una suerte de caja negra
organización funcione es preciso un cálculo correcto de la multa, lo donde por un lado entra el in put de la sanción y por otro sale el
que se basa en multiplicar las ganancias procedentes del delito, por las out put de la autoorganización. El funcionamiento del proceso
posibilidades de que éste sea descubierto. Cuanto mayor sea la cifra
motivador se basa en una cadena en la que los socios presionan a
negra, mayor habrá de ser la multa. La segunda condición para que
los administradores y éstos se encargan de mejorar la organización.
la multa motive a la autoorganización es que los socios, cuyas ganan-
Este engranaje, en realidad, no siempre existe. Desde los años trein-
cias son el blanco último de la sanción, presionen a los administra-
ta es sobradamente conocido que al menos en las grandes entidades
dores o incrementen el control sobre los mismos para que imple-
menten las medidas preventivas necesarias. Tras este planteamiento, y existe una escisión entre capital y gestión o dirección, y sabemos
la apuesta por la multa como sanción reina, subyace un argumento también que como producto de la misma los intereses de los agen-
cuyo sabor neoliberal resulta incuestionable: la autoorganización es tes no siempre coinciden con los intereses del principal 548 .
más eficiente que cualquier medida de organización impuesta por el En efecto, los accionistas, al menos en las sociedades abiertas
juez o la administración. Nadie mejor que la propia persona jurídica donde la escisión entre propiedad y control es considerable, no siem-
para saber cuáles son sus carencias y puntos débiles.
Esta cuasi perfecta visión de la pena de multa, y de la forma de 547
En este punto son esenciales COFFEE, Corporate Crime and Punishment: A
alcanzar la autoorganización ha sido duramente contestada. El arse- Non-Chicago View of the Economics of Criminal Santion, «Am. Crim. L. Rev.», n.° 17,
nal de críticas, que denota una visión menos racional del delito que 1980, pp. 420 ss.; el mismo, «Non Soul to Damm, No Body to Kick», an Unscandali-
zed Inquiry Into the Problem of Corporate Punishment, «Mich. L. Rev.», n.° 79, 1981,
pp. 386 ss.; C O F F E E / G R U N E R / S T O N E , Standardsfor organizational.probation: a propo-
546
Si bien significativamente, cree que la multa como única respuesta ante el sal to the United States Sentencing Commission, «Whittier Law Rev.»,Vol. 10, 1988,
delito sería sólo posible en los delitos económicos, lo que sin lugar a dudas con- pp. 77 ss.; KENNEDY, Criminal Sentences for Corporations: Alternative Fining Mecha-
duciría desde el plano valorativo a una justicia de clases, vid. este planteamiento en nisms, en «Cal. L. Rev.», n.° 73, 1985, pp. 443 ss.; Structural Crime, «Yale L. J.»,
relación a las personas físicas, en POSNER, Optimal Sentencesfor white collar criminal, Vol. 89: 333, 1979. U n amplio resumen del debate puede encontrarse también en
«Am. Crim. L. Rev.», 17, 1980, pp. 409 ss. En lo concerniente a las sanciones con- Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 40 ss.
tra personas jurídicas, vid. El análisis económico del derecho, Ed. Fondo de Cultura, 548
Me refiero a la fundamental obra de B E R L E / M E N S , The Modern Corporation
Méjico, 1998, pp. 213 ss. También es esencial dentro de esta corriente and Prívate Property, Brace & World, New York, 1932, que es fundamental no sólo
ELZINGA/BREIT, The Antitrust Penalities: A Study ofLaw and Economics, New Haven, en el desarrollo del derecho de sociedades, sino también como vemos en el corpo-
1976, y más recientemente PARKER, Criminal Sentencing Policy For Organizations:The rate crime.Y es que en esencia se trata de un mismo problema: el control del com-
Unifying Approach of Optimal Penalties, «Am. Crim. L. Rev.», 1989, pp. 513 ss. portamiento de los managers.
270 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 271

pre están en condiciones, ni además tienen el interés ni la capacidad multa calculada ¿ie acuerdo con los patrones mencionados, aparte
de presionar a los managers. Normalmente asumirán la multa como de que es compleja de determinar, puede ser ciertamente de bajo
un impuesto más y es posible incluso, si los resultados finales son coste, pero provoca importantes externalidades para terceros: los
positivos, que no perciban exactamente cuál ha sido el perjuicio cau- accionistas «inocentes», los acreedores, pero sobre todo los trabaja-
sado. Si ello es así, lógicamente no tendrán motivo alguno para pre- dores que en los puestos más humildes, pueden ver peligrar su
sionar a los managers, que a lo sumo sólo tendrán motivaciones indi- puesto de trabajo, sin que además a diferencia de los otros stockhol-
rectas para respetar la ley (pérdida de prestigio). A la apatía de los ders y accionistas hayan obtenido un beneficio injusto como conse-
accionistas para trasladar las consecuencias negativas de la multa a los cuencia de la infracción. Aparte de la injusticia que este efecto con-
altos directivos, deben sumársele dos factores más. Los intereses de lleva, tiene también repercusiones en la administración de justicia.
los administradores y en general, los altos ejecutivos, y la empresa o La lenidad de algunas sentencias y multas se explica, en parte, por-
los accionistas no siempre coinciden. Un alto ejecutivo, que desea que los jueces no desean causar este tipo de daños colaterales. Este
ascender aún más, puede considerar adecuado a sus intereses realizar último efecto es la nullification.
un hecho delictivo con el fin de encubrir un fallo en su gestión o
«jugárselo todo a una carta» y realizar un negocio ilícito que, aunque
En este punto, no obstante, debe aclarase que, de un lado,
compromete necesariamente a la empresa, si sale bien puede subirle
los críticos reconocen que toda sanción, ya sea a persona física
a la cima. El modelo económico funciona cuando los agentes son
o jurídica tiene externalidades550. Se trata simplemente de evi-
risk neutral, esto es, no corren más riesgos que los racionalmente
tar que éstas no sean excesivas. Por otro lado, también parece
necesarios, pero no cuenta con que en el mundo real no todos los
existir cierto acuerdo en rechazar el argumento de que el cos-
sujetos tienen una igual propensión al riesgo. Existen además indi- te de la multa se traslada a los consumidores. En un mercado
cios de que los individuos son más propensos a asumir riesgos cuan- eficiente, si las empresas hubieran podido subir el valor de su
do, como ocurre con frecuencia en la empresa, se trata de decisiones mercancía, resultando aún competitiva, lo hubieran realizado ya
colectivas. Pero no es sólo una cuestión de valoración o propensión antes551.
al riesgo procedente de la sanción. En ocasiones simplemente lo que
ocurre es que para el agente existen riesgos más serios y decisivos.
Entiéndase bien, las críticas al economic model no se dirigen con-
Por ejemplo, el técnico que ha descuidado la calidad de un produc-
tra la responsabilidad penal de las personas jurídicas, ni tampoco
to, tiene más temor ante el riesgo de ser despedido, si se descubre su
contra la pena de multa. No obstante, van dirigidas al corazón de la
error, que al riesgo de que la empresa sea sancionada y que esta san-
teoría de los economistas neoclásicos. De un lado, la posibilidad de
ción pueda repercutirle de algún modo, por eso no dudará en ocul-
calcular e imponer multas disuasivas que puedan ser abonadas por
tar su error aunque ello suponga un comportamiento ilícito. E igual-
mente, frente a una de las ideas basilares del modelo económico, sus destinatarios y que no provoquen más externalidades que las
según la cual el socio tiene menos aversión al riesgo, consistente en necesarias; de otro, la concepción de la empresa como un ser racio-
la comisión de un delito, que los administradores, la experiencia nal y calculador, como una suerte de delincuente algebraico.
muestra, sin embargo, que el caso más frecuente es aquel en el que
el administrador realiza el delito, en situaciones complicadas para la 550
Lo vimos supra § 3.
empresa, como alternativa a una correcta gestión 549. 551
Vid., por ejemplo, ya hace años en este sentido, TIEDEMANN, Poder Econó-
mico y delito, Ariel, Barcelona, 1985, pp. 169 s.; vid. también C O O T E R , Prices and
El tercer nubarrón que oscurece la eficacia de la pena de multa Sanctions, «Columbia Law Rev.»,Vol. 84, 1984, pp. 1523 ss., donde sale al paso del
es el conocido como overspill. Es el argumento con más solera. Una argumento de que las sanciones para el mundo de los negocios son asimilables e
intercambiables a precios públicos y, por tanto, equiparables a un coste más en la
producción, argumento sobre el que en definitiva descansa la idea de transmisión
Cfr. COFFEE, en GRUNER, Corporate Criminal Liability, op. cit., p.VII.
de la sanción-precio al coste final del producto.
272 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 273

Las críticas que acaban de referirse han generado propuestas que El argumento^ principal de esta teoría se describe fácilmente:
se mueven en varias direcciones. Unas, c o m o la equity fine, tienen dado que la empresa n o es una organización racional, el juez, u n
c o m o objetivo ofrecer otras posibilidades distintas del calculo de la curador o u n interventor judicial, debe señalar, con más o menos
pena de multa y de la conformación de esta pena, que solventen exactitud, los cambios necesarios en aras a conseguir una mejor
algunos de los problemas que acaban de enunciarse; otras tienden a autoorganización. Este tipo de medidas posee otras dos virtudes
promover nuevas sanciones c o m o las difamantes o las interdictivas. adicionales. D e u n lado, evita los daños colaterales que la multa oca-
Pero, orillando por ahora la cuestión relativa al diseño de la multas, siona a socios y stakeholders; de otro, intimida m u y eficazmente a los
las respuestas que aquí más interesan son aquellas que p r o p o n e n una directivos de la empresa. Las medidas de heteroorganización recor-
manera distinta de intervención, basada en sanciones que consisten tan su poder, su libertad de organización, algo que los administra-
en la reorganización de la empresa. Se trata del conocido c o m o dores t e m e n más que la pérdida de capacidad económica que e x p e -
Structural Reform Model y que se asocia a la ingeniosa aplicación que rimenta la empresa mediante la multa. Despliegan, por ello, una
los jueces norteamericanos habían venido realizando desde media- eficaz prevención general en relación al g r u p o de personas físicas a
dos de los años 70, del régimen de prueba a las personas jurídicas las que resulta más eficaz intimidar. Es decir, mientras que el m o d e -
(corporate probation).
lo e c o n ó m i c o pretendía ser preventivo generalmente eficaz contra
socios, para que éstos después «castigaran» a los administradores; el
En efecto, desde mediados de los años 70, algunos jueces structural model es m u c h o más directo: sus sanciones afectan directa-
comienzan a aplicar a las personas jurídicas el régimen de p r u e - m e n t e a los administradores, e incluso sólo a algunos, sin perturbar
ba que hasta el m o m e n to era patrimonio exclusivo del derecho a los socios.
penal individual. Básicamente se trataba de que a cambio de no
imponer una sanción pecuniaria, se exigía de las empresas que El cambio de paradigma no implica u n cambio sustancial en la
realizaran determinadas reformas en su organización 552 — p . ej., finalidad última de la sanción. Aparte de que el elemento clave sigue
nombrar un administrador independiente— con el fin de impe- siendo la autorregulación, los autores de propuestas estructurales
dir nuevas conductas delictivas en el futuro. Algo similar aconte- señalan que n o deben desdeñarse sus efectos preventivos generales,
ció en la SEC, quien en el marco de los casos de corrupción de tanto negativos c o m o positivos. U n a empresa puesta a prueba y que
mediados de los 70 acordó con determinadas empresas, a cam- aparezca en el tráfico c o m o tal, sufre en realidad una sanción difa-
bio de no entablar proceso alguno, la realización de investiga-
matoria, que puede tener importantes repercusiones económicas:
ciones internas en manos de comités nombrados ad hoc, con el
¿ C ó m o influiría en los mercados financieros que una gran compañía
fin de que dieran cuenta de las irregularidades cometidas. La
fuera puesta en supervisión? N i qué decir tiene que igualmente sus
publicación de estos informes, que en algunos casos se vendie-
ron como auténticos best seller, y la adopción por parte de la gestores perderían prestigio profesional, al ser considerados por una
compañía de importantes cambios internos para prevenir hechos autoridad judicial semiincapaces para dirigir una entidad 5 5 4 . C o n u n
como los ocurridos, suponían un modelo de reacción original e razonamiento cercano a la prevención general positiva, se arguye que
imaginativo a la conducta empresarial desviada 553 . la prueba aumenta la confianza de los ciudadanos en la administra-
ción de justicia. Mientras que la multa siempre corre el riesgo de ser
confundida por una tasa por la ciudadanía o por u n precio, que ape-
552
Vid., sobre estos primeros supuestos, GRUÑES, Let the Punishment Fit the nas significa nada para una gran empresa, el nombramiento de u n
Organization: Santioning Corporate Offenders throug Corporate Probation, «American
Journal Criminal Law»,Vol. 16, 1988; e igualmente además STONE, Where the Laws
End, op. cit., pp. 179 ss., donde da cuenta de los primeros casos en los que jueces por Me CLOY, The Great Oil SpilhThe Inside Raport, New York, 1976. La expe-
norteamericanos procedieron de este modo imponiendo a las empresas obligacio- riencia de este caso está bien presente en uno de los valedores principales del
nes como establecer administradores independientes. modelo estructural, como es COFFEE, NO Soul to Damm, op. cit., pp. 431 ss.
553 554
El caso más conocido fue el de la Gulf Oil, cuyo informe fue realizado Cfr. SCHÜNEMANN, Playoder, op. cit., p. 139.
274 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 275

interventor judicial o de un curador comunica mejor que la finali- tente entre el intervencionismo y el voluntarismo o la ética empre-
dad del derecho penal no es tanto encarecer la realización de delitos sarial558. Igualmente está en sus cimientos, el concepto de culpabili-
como de evitarlos555. dad reactiva que ya conocemos 559 , y un buen aprovechamiento de las
posibilidades de control que brinda el sistema disciplinario de la
Constitucionalmente, no cabe duda, las dificultades existentes empresa. Para estos autores, lo verdaderamente equivocado a la hora
para reorganizar una persona jurídica son lógicamente menores que de controlar el comportamiento empresarial desviado es una estrate-
las existentes para imponer coactivamente un tratamiento a una gia consistente en la desconfianza mutua y la persecución 560 . Dentro
persona jurídica. La libertad de organización empresarial, derecho de lo que ellos denominan como justicia penal dialogada561, se trata-
inherente a la libertad de empresa y a la propiedad, no tiene la mis- ría de persuadir a las personas jurídicas con el fin de que adoptasen
ma importancia constitucional que la dignidad humana o el libre las medidas internas necesarias para evitar hechos delictivos. No obs-
desarrollo de la personalidad y otros derechos fundamentales que tante, y ésta es también una idea central en su propuesta, la persua-
pueden verse lesionados por una resocialización forzada. sión necesita que el brazo armado del derecho penal se encuentre
Aunque no está ni mucho menos claro cuáles son todas las san- dispuesto a actuar cuando han fracasado otras alternativas.
ciones estructurales, como en parte ya se habrá adivinado existen
dos que sin duda lo son: la prueba y la cúratela o intervención judi- La eficacia de la enforcement pyramide se fundamenta por estos
cial, que algunos autores acompañan con otras como la publicación autores en la teoría de los juegos (titfor tai), donde nuevamente
de la sentencia, la multa (equity fine) o las sanciones interdictivas. la estrategia más racional suele ser la cooperación, si bien para
que ésta se produzca es necesario que el infractor sepa que de
un lado existe voluntad de diálogo y de aceptar la colaboración,
A medio camino entre el modelo económico y el estructu-
pero también que la infracción sistemática puede llevar consigo
ral se encuentran Pearce/Tombs. Coinciden con este modelo en
un aumento drástico de las sanciones. En segundo lugar, lo erró-
que consideran que la persona jurídica es un «criminal calcula-
neo de la estrategia de la persecución, se deriva de una visión
dor», por lo que la prevención general efectivamente funciona y
equivocada del hombre de negocios, quien en contra de lo que
debe ser el principal fin de la pena en el corporate crime. No obs-
pretenden los partidarios del modelo económico y de la rational
tante, reconocen que existen empresas no tan «racionales» sobre
cholee, no es una ser amoral, sino alguien que participa de los
las que hay que adoptar estrategias consistentes en la interven-
valores de la ética empresarial a quien molesta una estrategia de
ción. En este caso, la resocialización, fin de la pena al que
enforcement basada en la intimidación. A la larga este tipo de
conectan las sanciones estructurales, debe primar556.
comportamiento crea una subcultura de la resistencia a cual-
quier tipo de regulación, donde la elusión se convierte en un
Más cercana al modelo estructural que al económico es la deno- comportamiento loable. En definitiva, las estrategias puramente
m i n a d a c o m o enforcement pyramide o accountability model d e B r a i t h w a i - punitivas inhiben la self regulation562.
te, Ayres y Fisse557. Esta propuesta surge de un debate parcialmente
distinto y al que aquí ya se ha hecho referencia: la controversia exis- De acuerdo con este esquema de intervención, la comisión de
una infracción debe dar lugar en primer término a métodos de per-
555
Cfr. C O F F E E / G R U N E R / S T O N E , Standares for Organizational Probation, op. cit.,
p. 82; vid. no obstante, la opinión contraria de W R A Y , Corporate Probation, op. cit., 558
Vid. § 6.1.
pp. 2031 ss., para quien la multa es más apta que el régimen de prueba para cum- 559
plir con los fines tradicionales de la pena. Vid. § 4.1.2.
560
556
P E R C E / T O M B S , Toxic Capitalism: Corporate Crime an the Chemical Industry, Cfr. BRAITHWAITE, To Punish or to Persuade, pp. 142 ss.
561
op. cit., pp. 292 ss. Vid. BRAITHWAITE, Republican Criminological Praxis, op. cit., pp. 51 ss.
562
557
Corporations, Crime, op. cit., pp. 141 ss. AYRES/BRAITHWAITE, Responsive Regulation, op. cit., pp. 21 ss.

íit;
276 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 277

suasión informales y amonestaciones. El segundo escalón lo confor- que fue dentro del corporate crime donde dio sus primeros pasos565,
maría la imposición de sanciones administrativos; el tercero la reali- la justicia restaurativa es una forma de intervención que ante cual-
zación, de acuerdo con una autoridad o un tribunal o bajo su quier tipo de delito pretende favorecer la autorregulación dentro
supervisión563, de investigaciones internas y la imposición de res- del organismo en el que se ha producido la infracción y, por tan-
ponsabilidades individuales mediante procesos disciplinarios; el to, la autosolución del conflicto. La estrategia es similar con inde-
cuarto, la imposición de sanciones penales: multas, trabajos en pendencia de si el organismo donde se ha producido la conducta
beneficio de la comunidad, publicación de la sentencia, etc. El sex- desviada es una comunidad, una nación 566 o una corporación. En
to nivel lo conformarían las sanciones penales más graves, tales todos estos sectores se trata de fomentar que el organismo ponga
como las interdictivas o la disolución, que sería la sanción a impo-
las cosas nuevamente en orden a través de un proceso dialogado en
ner en aquellos casos en los que la prevención general no funcio-
el que las víctimas, los autores y cualquier parte con un interés
na debido a la incompetencia de los directivos de la entidad para
relevante debe participar. La restauración se entiende, de este
cumplir con la ley.
modo, de un modo amplio que incluye la reparación a la víctima,
pero también la modificación, a través de la autorregulación, de los
El modelo piramidal es de aplicación tanto a las personas factores criminógenos que han dado lugar al delito. Este modelo
individuales como a las personas jurídicas, en cuanto que con-
de justicia penal enlaza lógicamente con los planteamientos de la
sidera absolutamente necesario coordinar ambos tipos de res-
ponsabilidad. En las primeras fases del modelo, la sanción de las responsive regulation y del tripartism que se analizaban anteriormen-
personas físicas sólo se produce mediante el derecho disciplina- te 567. La intervención de la víctima y la comunidad, a través de una
rio. Ello supone que en el corporate crime únicamente la pena regulación comunitaria, después de cometido el delito, con el fin
privativa de libertad aparecerá en el cuarto de los escalones. de incidir en la autorregulación —en el modelo de organización—
Dentro de este modelo resulta también esencial la promulga- resulta esencial.
ción de unas Prosecution Guidelines que señalan a los órganos de
persecución penal y administrativa cómo ir subiendo por las
bajos e investigaciones de John BRAITHWAITE, que fue galardonado con el primer
gradas de la pirámide, y contenga además las instrucciones rela-
Stockholm Prais de Criminología en el año 2000 {vid. sólo su página web www.res-
tivas a cuándo debe ser perseguida la persona física, cuándo la torativejustice.com). Dentro de su extensa bibliografía en este punto resulta de
jurídica y en qué casos ambas. En la consecución de una mayor interés Restorative Justice and Responsive Regulation, Oxford University Press, 2002.
coerción debe huirse en cualquier caso de todo automatismo, 565
De nuevo hay que situarse a mediados de los 70, en el ambiente Waterga-
rechazando, por ejemplo, que de forma automática una segun- te. Cuando el derecho penal empresarial despierta nuevamente la atención de la
da infracción conlleve la obligación de subir un escalón dentro criminología, se constatan las diferentes formas de law enforcement que existen
de la pirámide. entre el street crime y el corporate crime. Mientras que en el primero la estrategia de
la represión siempre estuvo omnipresente, en el segundo las distintas agencias,
SEC, EPA y muy especialmente la dedicada a la prevención de riesgos laborales,
Mas probablemente, el aspecto más sobresaliente de la enforcement donde BRAITHWAITE realiza sus primeros estudios (7o Punish or Persuade: Enforce-
pyramide es que forma parte de un nuevo paradigma político crimi- ment of Coal and Mine Safety, Albany: State University of New York Press, 1985),
nal, la justicia restaurativa, propuesto por el Profesor Braithwaite y adoptan maneras más cooperativas, intentando llegar a acuerdos con los infracto-
cuya importancia trasciende al derecho penal de la empresa564. Aun- res. La justicia restaurativa, lejos de criticar esta forma de law enforcement, cree que
es la apropiada también para el street crime.
566
U n o de los ámbitos más importantes de desarrollo de la justicia restaura-
563
En su propuesta existe, en realidad un tercer escalón, donde las investiga- tiva es precisamente el de los procesos de paz (World Peacemaking), donde en defi-
ciones internas se realizan a instancias de una autoridad administrativa y un cuar- nitiva, se trata de construir formas de solución del conflicto alternativas a la repre-
to escalón, en el que intervendrían ya los tribunales penales. sión pura y dura, vid. BRAITHWAITE, Restorative Justice, op. cit., pp. 169 ss.
564 567
Aquí es imposible dar cuenta de la importancia y repercusión de los tra- Cfr. Responsive Regulation, op. cit., pp. 87 s.
278 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 7. Las sanciones a imponer 279

Cercano a este nuevo paradigma, y también dentro de la


interesante doctrina australiana, se sitúa la constitutive regulation de
7.2. Las sanciones en particular
Fiona Haine 5 6 8 . De hecho, parte de la propuesta de esta autora
constituye una suerte de crítica a la pirámide sancionadora.
Aunque Braithwaite y Fisse proponen un modelo muy flexible 12 A. Multa
de intervención, cuya concreción final dejan abierta, no es fácil
advertir que su principal escollo es que toman como imagen a La multa constituye sin lugar a dudas la pena reina del derecho
una empresa con una cultura corporativa aceptable y que está
penal colectivo 5 7 2 . Mas pese a ello n o son pocos los problemas que
dispuesta a cooperar 569 . Para Haine el entorno social y el proce-
plantea. D e u n lado su cuantía debe adaptarse al potencial e c o n ó -
so de concentración de capital, como ya predijera Marx, deter-
mico de la empresa, lo que resulta si cabe más complejo de deter-
mina enormemente la cultura corporativa de las entidades, por
minar que en el derecho penal individual, pues el espectro de situa-
lo que las sanciones deben trascender a la relación autoridad
judicial o administrativa y empresa y proponer cambios, por ciones patrimoniales es m u c h o mayor, hay más disparidades entre el
ejemplo, estructurales en el sector 570 . La investigación de Haine patrimonio de las personas jurídicas que entre el de las físicas, d o n -
se centra en los accidentes de trabajo, y muestra cómo la exis- de la igualdad es mayor; de otro, debe aspirar a causar los menores
tencia de una cultura respetuosa con la salud laboral es menor daños colaterales posibles a trabajadores y acreedores. Finalmente la
en pequeñas empresas (subcontratistas) debido a la lucha por la multa, a la par que disuasoria, debe ser proporcional a la gravedad
supervivencia en la que están inmersas. Escoger el camino de la del delito y, si se apuesta por la culpabilidad de la empresa, también
virtud en el capitalismo actual requiere cierto grado de p o - a ésta 573 . D e ahí que la multa constituya además el p u n t o de refe-
der 571 , por ello aparte de hacer cambios estructurales en las rencia de otras posibles sanciones alternativas. N i los trabajos en
empresas, la reducción de comportamientos delictivos no se beneficio de la comunidad, ni el régimen de prueba ni cualquier
pueden atajar si no se modifican las condiciones económicas, las otra sanción que se imponga, deben tener u n m o n t o superior. E n
relaciones de poder, en definitiva, que llevan a las empresas más este sentido su función recuerda bastante a la de la pena privativa
pequeñas por caminos lejanos a la virtud empresarial. de libertad en el derecho penal individual 5 7 4 .
El trabajo de Haine es importante igualmente porque de algu- Si la discusión en t o r n o a la responsabilidad de las personas j u r í -
na manera rompe con uno de los discursos más difundidos del cor- dicas era escasa en lo tocante a los problemas de la imputación, su
porate crime, según el cual la mayor tasa de delincuencia que se raquitismo, c o m o antes señalaba, es aún más preocupante en lo que
registra en las pequeñas empresas tendría que ver sobre todo con concierne a las sanciones, lo que se manifiesta singularmente a la
una aplicación selectiva del derecho penal, en el sentido de la teo-
hora de plantear soluciones para determinar su cuantía. Por ello en
ría del etiquetamiento. Haine considera por el contrario que exis-
bastantes ordenamientos la pena de multa a la persona jurídica se
ten factores estructurales que determinan una mayor criminalidad
considera simplemente que debía ser igual a la impuesta a la físi-
de las pequeñas empresas, por lo que no estarían tan sobrerrepre-
ca 5 7 5 . U n a corrección de este sistema es la que p r o p o n e el C ó d i g o
sentadas en las estadísticas criminales como usualmente se piensa.

572
568 Cfr. HEINE, Sanctions, pp. 237 s.
HAINE, Corporate Regulation: Beyond Punish or Persuade, Oxford University 573
Vid. sobre estos problemas en esencia la exposición de TIEDEMANN, Poder
Press, New York, 1997.
569 Económico y Delito, op. cit., pp. 168 ss.
HAINE, Corporate Regulation, op. cit., pp. 220 ss. Una crítica muy similar en 574
Cfr. Structural Crime, op. cit., p. 369. También atribuyen a la multa esta fun-
el sentido de que hay que tener menos paciencia es la que, por ejemplo, llevan a
ción en relación, por ejemplo, a los trabajos en beneficio de la comunidad, COF-
cabo PEARCE/TOMBS, Corporate Crime, op. cit., p. 299.
570 FEE/GRUNER/STONE, Standares for Organizacional Probation, op. cit., p. 87.
Vid. conclusivamente HAINE, Corporate Regulation, op. cit., pp. 229 ss. 575
571 Es el caso de Canadá (Di MAGLIE, Etica, p. 180), Holanda (ibidem, p. 183)
HAINE, Corporate Regulation, op. cit., pp. 17 ss., 132 ss.
o del art. 31.2 del Código penal español.
280 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 281

penal francés, donde se establece un coeficiente multiplicador de la que no resulte aplicable este criterio, hasta la mayor de las
multa individual576. Más ingenioso, pero aún dentro de estos humil- siguientes cantidades resultantes: El 5 % de los recursos propios de
des parámetros, ha sido el legislador italiano, quien ha acudido al la entidad infractora, el 5 % de los fondos totales, propios o aje-
sistema de días multa. De manera semejante a cuando se aplica a nos, utilizados en la infracción, o 50.000.000 de pesetas»).
personas individuales, el cálculo de la cuota trata de medir las con-
diciones económicas y patrimoniales del ente «con el fin de asegu- Esbozadas las soluciones legislativas, veamos ahora qué propues-
rar la eficacia de la sanción». La cuota está sujeta, sin embargo, a un tas teóricas existen con el fin de conseguir un grado adecuado de
límite mínimo (500.000 L = 258 €) y a un límite máximo prevención general. En este punto destaca, sin lugar a dudas, la pro-
(3.000.0000 L = 1.549 €) . El número de cuotas tiene que ver con puesta del Economic model que ya conocemos: la cuantía de la mul-
la gravedad de la infracción (arts. 10-12 y 24 ss. D. L. de 8 de junio ta debe ser la resultante de multiplicar daño social o ganancias pro-
de 2001). Finalmente, y como ya se ha descrito, el derecho nortea- cedentes del delito por un coeficiente que expresara la posibilidad
mericano establece unas cantidades para cada infracción según su que según el autor existe de ser descubierto. Con un ejemplo: si la
nivel de gravedad (entre 5.000 y 75.000.000 $), pero estableciendo empresa A realiza un fraude fiscal y evade 500.000 €, y el autor
que si las ganancias obtenidas o el daño causado es mayor que esta estima que la posibilidad de ser descubierto es de un 10 %. Sólo una
cantidad se aplicará la cantidad más elevada. La referencia a las multa superior a 5.000.000 € es preventivo generalmente eficaz.
ganancias obtenidas como límite mínimo de la multa aparece tam- Obviamente a este modelo puede criticársele que el grado de escla-
bién en el sistema de contravenciones alemán 577 . recimiento de delito —sobre todo si se mide subjetivamente— es
algo que no puede ser determinado con exactitud 579 . Una segunda
crítica, ya apuntada, tendría que ver con el principio de proporcio-
Tan interesantes o más que las propuestas procedentes del nalidad: infracciones no demasiado graves, pero poco visibles
derecho penal, son las que provienen del derecho sancionador (acuerdos restrictivos de la competencia), serían sancionadas con
administrativo, donde se han encontrado soluciones más depura- penas más elevadas que otras muy graves, pero mucho más fáciles de
das en orden a medir la capacidad económica de la empresa. Es el
descubrir (muerte imprudente de un trabajador, como consecuen-
caso del derecho sancionador de la competencia europeo donde
cia de no haber invertido lo necesario en seguridad) 58°. Las distan-
se establece una cuantía fija, cuyo límite puede elevarse hasta «el
cias se incrementan aún más si el parámetro elegido no es el daño
diez por ciento del volumen de negocios alcanzado durante el
social, sino las ganancias a obtener, como propone Posner581 .
ejercicio económico precedente» a aquel en que se hubiera reali-
zado la infracción578. Criterios que persiguen idénticos fines, los
encontramos en la Ley de disciplina e intervención de las entida- Estas críticas no resultan definitivas. En lo que concierne a la
des de crédito (art. 9 «multa por importe de hasta el 1 por cien segunda sólo se sostiene desde una visión retributiva de la mul-
de los recursos propios») o la Ley del Mercado de valores ta, ligada al grado de injusto, pero no sí se concibe ésta como
(art. 102: «multa por importe no inferior al tanto, ni superior al una suerte de «sanción-tasa», que aparte de poder cumplir de un
quíntuplo, del beneficio bruto obtenido como consecuencia de modo simbólico con ciertos fines retributivos, tiene como fina-
los actos u omisiones en que consista la infracción: o, en caso de lidad principal promover la autorregulación. Desde este punto
de vista, en realidad, el mensaje que se lanza a la empresa san-
cionada es que en sanciones de baja visibilidad tiene dos opcio-
576
Art. 131-8: «La cantidad máxima de la multa aplicable a las personas jurí-
dicas será igual al quíntuplo de aquella prevista para las personas físicas por la ley
579
que reprime la infracción»; una regla similar es de aplicación a las contravencio- Cfr. C O F F E E / G R U N E R / S T O N E , Standardsfor Organizational Probation, op. cit.,
nes, art. 131-41. p.79.
577 580
§ 17.4 OWiG. TIEDEMANN, Poder Económico y delito, op. cit., pp. 169 s.
581
578
Vid. más detalles en N I E T O MARTÍN, Fraudes comunitarios, op. cit., pp. 225 ss. POSNER, El análisis económico del derecho, op. cit., pp. 214 ss.
282 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 7. Las sanciones a imponer 283

nes: o crear los mecanismos de autorregulación oportunos, con perspectiva ex-ante, juegan a un cero sum game, saben que cuando
el fin de reducir el porcentaje de infracciones, o abonar al Esta- ellos ganan, porque el delito no se ha descubierto, otros accionis-
do una vez cometida la infracción los gastos que supone la per- tas probablemente pierdan. C o m o cualquier otro, este riesgo ade-
secución y sanción de un comportamiento de baja visibilidad 582 . más puede conjurarse a través de una correcta diversificación de
En lo referente al cálculo de la probabilidad de ser sancionado, su cartera. Por ello su posición es diferente a la de los trabajado-
existen posibilidades en muchos delitos de medir la cifra negra res o acreedores, quienes normalmente no obtendrán ganancia
a través, por ejemplo, de encuestas de victimización. E igual- alguna del delito y además no realizan ex ante un análisis similar
mente en aquellos ámbitos del derecho penal corporativo en los de riesgos. La sanción a los accionistas no sólo es necesaria, sino
que existe una inspección administrativa y programas de inspec- justa, en cuanto que si no se les permite jugar a un extraño j u e -
ción, éstos se diseñan teniendo en cuenta precisamente las difi- go en el que pueden tener todos los beneficios, patrimoniales, de
cultades existentes en el esclarecimiento, atendiendo y localizan- «un mundo con delito» y ninguno de sus inconvenientes.
do sus inspecciones en las zonas de riesgo, por lo que sí que
existe una evaluación.
Sin lugar a dudas la equity fine propuesta p o r el profesor J o h n
Coffee es el intento más c o n o c i d o 5 8 5 y original: la multa dejaría de
El segundo problema que apuntábamos es el relativo a los daños pagarse en dinero, y se concretaría en una reducción del valor
colaterales. E n este p u n t o , los esfuerzos se dirigen a confeccionar nominativo de cada acción, paralelamente p o r este m o n t a n t e la
tipos de multa que efectivamente afecten a los accionistas, pues, sociedad habría de emitir nuevas acciones que pasarían a ser p r o -
c o m o se ha visto, la clave de la efectividad de la multa es que ésta piedad de u n fondo estatal cuyo objetivo principal sería resarcir a
sea sentida por los accionistas, para que éstos a su vez se decidan a las víctimas del delito. Las bondades de esta propuesta resultan cla-
presionar sobre los managers. ras. D e u n lado, efectivamente, los daños colaterales a terceros i n o -
centes se reducen. Sólo los socios son «golpeados» y lo son además
El objetivo anterior tiene, claro está, como paso previo justi- de forma inteligente, pues los más afectados son los accionistas de
ficar por qué los accionistas deben ser precisamente los perjudi- control, que son los que en mejores condiciones están a la hora de
cados y por qué además la pérdida patrimonial que experimen- presionar a los administradores para que implementen medidas de
ten debe considerarse justa 583 . Aunque este debate se remonta a control. Mas, de otro lado, aparte de su valor e c o n ó m i c o la multa
los años 20, donde la multa se consideraba un m o d o de privar a afecta también al poder interno de la empresa, por eso la equity fine
los accionistas del beneficio injusto obtenido por la comisión del es el tipo de multa propia del m o d e l o estructural. E n efecto, si el
delito, es un conocido trabajo de Christopher Kennedy 5 8 4 el que delito es m u y grave y, por tanto, la multa o la empresa es reinci-
más ha profundizado en esta justificación. Dicho de forma breve: dente, la administración pasaría a tener u n paquete de acciones rela-
lo decisivo para justificar la disminución patrimonial es situarla
tivamente importante, que puede permitirle cierta influencia en la
en el análisis de riesgo que todo accionista realiza al invertir,
vida societaria; con ello la multa y la idea de cúratela c supervisión
donde figura las posibilidades de que una infracción le beneficie,
judicial se entrecruzan. La multa se traduce, en definitiva, en una
pero también las de ser descubierto. Los accionistas, desde esta
pérdida de pode r para los managers, lo que tiene igualmente i m p o r -
tantes efectos preventivos 5 8 6 .
582
El TC español ha admitido expresamente que en la determinación legal de Las pretensiones de que la multa golpee directamente a los
la pena se pueden tener en cuenta para apreciar la proporcionalidad criterios
accionistas es igualmente el objetivo de los modelos de sanciones
como el grado de esclarecimiento, vid., por ejemplo, entre otras, STC 55/1996,
de 28 de marzo.
583
Vid. ya § 2 y § 3. No Soul to Damn, No Body to Kick, op. cit., pp. 413 ss.
584
Criminal Sentences for Corporations; Alternative Fining Mechanisms, passim. Cfr. KENNEDY, Criminal Sentences for Corporations, op. cit., pp. 460 ss.
284 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 285

pecuniarias propuestas por Kennedy. El primero de ellos es el que tión «moral»- de la empresa, presionando a los socios589. Igual-
denomina Pass Through Fine587: de acuerdo con él cada accionista es mente tiene el problema de la nullification, la aversión de los tri-
responsable civil de una parte alícuota de la multa impuesta a la bunales de justicia a sancionar a los socios, y la consiguiente ten-
empresa, que se prorratea entre todos de acuerdo con sus acciones. dencia a la benignidad590. Un problema ulterior, no fácil de
controlar, es que las sociedades pueden intentar reembolsar a los
socios las cantidades que han debido abonar, con lo cual final-
Este modelo de multa resulta ideal para aquellas empresas
mente puede convertirse en una multa convencional.
cuyo valor de mercado es muy alto, pero que en cambio tienen
un capital social reducido. Además no afecta al valor nominal de
la acción, ni a sus dividendos, en cuanto que debe ser pagada con No menos innovador es el segundo modelo de multa: la supe-
el patrimonio del accionista. Sus costes sociales son por ello muy radded liability, en cuanto que rompe el principio básico del derecho
reducidos, pues no disminuye la capacidad competitiva de la de sociedades como es la responsabilidad limitada. De acuerdo con
empresa. Incluso Kennedy en su afán por excluir todo daño este esquema, que trata de atajar sobre todo los casos de insolvencia
colateral propone que los accionistas que han de pagar sean de la entidad o de escasos recursos, el valor de la multa que han de
aquellos que lo eran en el tiempo en el que se cometió la in- pagar los socios no está sujeta al valor de mercado de la firma, sino
fracción, liberando a aquellos que adquirieron sus acciones en un que puede ser superior. Para Kennedy, recogiendo una idea lanzada
momento posterior y, por tanto, en nada se beneficiaron. Solven- ya por Stone 591 , la limitación de responsabilidad se habría acogido
ta además un serio problema de la multa equitativa, cuya eficacia de un modo demasiado alegre en lo que a responsabilidades pena-
disminuye en empresas donde el capital social no es muy eleva- les se refiere.
do. Precisamente el límite de la multa es el valor de mercado de
la empresa, no el de liquidación, lo que contablemente se corres- Estos tipos de multa, desde la tradicional a las novedosas formas
ponde con un criterio tan asentado como el on going concern. que acabamos de reseñar, pueden y deben convivir en un mismo
Igualmente es más eficaz contra la apatía de los socios: «es más texto legal. Se trata de que el legislador o el juez pueda disponer de
fácil llamar la atención cuando se recibe una factura en el una u otra según la estructura de la empresa a sancionar. En caso de
buzón». Ahora bien, también plantea serios inconvenientes. Pri- pequeñas cantidades resulta más aconsejable la multa tradicional; la
mero, con ella se pierde la ventaja más importante de la multa superación de la responsabilidad limitada tiene sobre todo sentido
equitativa, pues no supone amenaza alguna para el poder de los en delitos, en los cuales debido a las enormes ganancias que pro-
directivos, ni permite la intromisión de un poder externo en la porcionan, necesitan de una multa tan alta que su imposición impli-
administración de la empresa. Segundo, y sobre todo, es mucho caría numerosos efectos colaterales (overspill). Parece también razo-
más costosa de ejecutar. La actividad judicial que debe desplegar- nable que estas multas alternativas se apliquen a empresas que se
se para cobrar a cada accionista su parte de multa es considerable encuentran en períodos de crisis. En cualquier caso, lo que parece
y plantea problemas de ejecución muy notables cuando los
accionistas, como ocurre con las grandes corporaciones, están
repartidos por todo el mundo588 . No obstante, también hay que 589
Vid. KENNEDY, Criminal Sentences for Corporations, op. cit., p. 477, propone
reconocer que en unos mercados financieros donde la inversión además otro camino muy interesante para mostrar cómo sus propuestas pueden
se realiza cada vez más a través de inversores institucionales, compeler a la autorregulación. En efecto, con los tipos de multa que propone sería
aumenta las posibilidades de que éstos se impliquen en una ges- lógico que las empresas proporcionaran seguros a sus socios para evitar este tipo
de pérdida, al suscribir la póliza las empresas aseguradoras se encargarían de com-
probar la bondad del sistema de control interno (op. cit., p. 477). Obtener un segu-
587
Cfr. KENNEDY, Criminal Sentencesfor Corporations, op. cit., pp. 468 ss. ro más barato dependería de estar mejor organizado.
588 590
Cfr. KENNEDY, Criminal Sentencesfor Corporations, op. cit., p. 471, reconoce Así también KENNEDY, Criminal Sentencesfor Corporations, op. cit., p. 472.
591
este inconveniente y señala que esta multa no es adecuada para escasas cuantías. The place of enterprise liability in the control of corporate conduct, «Yale L. J.»,
Igualmente señala los problemas con socios insolventes o aquellos «ilocalizables». n.° 68, 1980, pp. 74 s.
§7. Las sanciones a imponer 287
286 Parte III. Modelos de organización y sanciones

estar claro es que el principal objetivo de la multa no es otro que la prueba y la cúratela o supervisión judicial, variedad de nombres
espolear a los accionistas592. que en realidad responde más que a distintos contenidos a diferen-
cias entre la cultura jurídica europea y la norteamericana. A efectos
El tercer problema que ha de afrontarse en el diseño de la pena terminológicos es conveniente subrayar incluso que la utilización
de multa es precisamente cómo ha de reflejarse en ella la culpabili- del término prueba puede generar cierta confusión entre quienes
dad de la empresa. El sistema de dos fases en el cálculo de la pena estamos acostumbrados a identificar la prueba como una sanción
de multa acogido por el sistema norteamericano y en parte también alternativa a la pena privativa de libertad, que queda en suspenso o
por el italiano, parece el más aconsejable593. En el fondo se trata de a la propia emisión de la sentencia condenatoria. El régimen de
un mecanismo no diferente al existente en el derecho penal indivi- prueba empresarial no se corresponde totalmente con la noción
dual, y que ha sido ya acogido en nuestro país por la mayoría de la que opera en el derecho penal individual 595 .
legislación administrativa a la hora de graduar las sanciones pecu-
niarias. No obstante, esta similitud no debe llevar a equívocos. En el A la hora de analizar la conformación de la prueba en el dere-
derecho penal colectivo el sistema de atenuantes y agravantes que cho comparado, con vistas a una regulación futura en el derecho
miden la culpabilidad de la empresa son los «palos y las zanahorias», penal español, son dos las decisiones básicas que conviene analizar.
es decir, la herramienta principal para encauzar el comportamiento La primera es el grado de intervención o control de que va a dis-
del grupo, presionando para que adopte las medidas de autoorgani- poner el curador o interventor judicial sobre la gestión de la
zación queridas por el legislador. Dicho de otro modo: el mensaje empresa. La segunda es la finalidad a la que atiende este poder de
motivador del derecho penal colectivo no se contiene en la des- control o intervención. La posición que se adopte en relación al
cripción del tipo penal, sino precisamente en la descripción de las grado de poder del interventor depende lógicamente de la posi-
agravantes y atenuantes. Se trata por ello de un elemento medular ción que a su vez se mantenga en el debate relativo al intevencio-
en el diseño de la responsabilidad colectiva, cuya importancia tras- nismo v. autorregulación que ya conocemos. Asimismo la respuesta
ciende al problema de la graduación de la multa. a la segunda cuestión responde a si se es o no un firme partidario
del modelo estructural. En este caso la finalidad de los poderes de
control o intervención habrá de ser en exclusiva controlar o diri-
7.2.2. Probation, cúratela y supervisión judicial gir la reorganización de la empresa, es decir, su proceso de rehabi-
litación o resocialización. Si se adopta un punto de vista más flexi-
ble la prueba puede orientarse a diversas finalidades: a contribuir a
Aunque la multa puede comportarse como una sanción estruc-
que la empresa ejecute del modo más diligente y adecuado posible
tural en el caso de la equity fine, la sanción prototípica del modelo
la obligación de reparar el daño ocasionado por el delito; que
estructural es aquella que sirve al juez para intervenir directamente
cumpla con el pago de la multa que le ha sido impuesta; o, final-
en la organización de la empresa 594. Como ya hemos visto, éstas son
mente, en lo que constituiría sin duda alguna el modo de prueba
más genuinamente estructural, con el fin de controlar ó realizar los
592
KENNEDY, Criminal Sentences for Corporations, op. cit., p. 481. cambios que resultan necesarios en su organización en aras a evi-
593
Ya señalamos cómo entre ambos existen diferencias (§ 5). Mientras que las tar que en el futuro se cometan hechos delictivos. Como vamos a
circunstancias agravantes y atenuantes del Guidelines se centran exclusivamente en comprobar a continuación, estas dos coordenadas (grado de inter-
medir la culpabilidad de la empresa, en el Decreto legislativo italiano se contem-
vencionismo/ finalidad), independientes entre sí, permiten situar
plan también circunstancias relacionadas con la gravedad del hecho. A mi juicio,
resulta mucho más aconsejable el sistema norteamericano que no mezcla ambas
valoraciones. 595
594 En relación al derecho norteamericano, aunque en general podría exten-
Aparte de lo ya dicho supra, sobre la evolución de la corporate probation en
derse al resto de las propuestas que van a examinarse, GRUNER, Beyond Fines,
los Estados Unidos, vid. Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 57 ss.; W R A Y , Corporate Pro-
op. cit., p. 299.
bation, op. cit., pp. 2022 ss.
288 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 289

perfectamente los diversos sistemas que encontramos en el derecho prevalece en el diseño de la prueba por parte del juez es que la
comparado. empresa tome la iniciativa, y en una suerte nuevamente de juego (tit
for tai) entre ésta y administración de justicia, hacerle entender que
Las Guidelines corresponden sin duda alguna al modelo más fle-
cuanto más eficaz sean las medidas de autorregulación que volun-
xible, en lo que atañe a las finalidades a que puede obedecer la
tariamente adopte menos invasivo será el régimen de prueba al que
prueba y presenta además un grado de intervencionismo considera-
se verá sometida. Como puede apreciarse, esta estrategia se aleja de
ble 5% . Probablemente la seña de identidad más importante de la cor-
la conformación de la prueba como un sistema inequívocamente
córate probation es que supone un ordenado cajón de herramien-
intervencionista, dando gran importancia al comportamiento posde-
tas597 que atiende básicamente a dos finalidades: «la supervisión
lictivo de los managers que puede atenuar considerablemente las con-
judicial es una condena adecuada para las organización cuando sea
diciones de prueba si actúan con diligencia600.
preciso asegurar que otra sanción se implementará completamente
o para asegurar que se tomarán medidas dentro de la organización
para reducir las posibilidades de futuras conductas delictivas». La utilización de la prueba con una finalidad rehabilitado-
ra hace especialmente necesario, en primer término, la existen-
cia de un informe previo, acerca de cuáles son en concreto
Estas dos finalidades, la aseguradora de otra sanción y la pre- estas necesidades. Es la función del pre sentencing raport que en
ventiva, no impiden, sin embargo, que en casos excepcionales la el derecho norteamericano realiza el oficial de prueba o un
prueba pueda ser utilizada con el fin de lograr fines punitivos o experto nombrado por el juez. A partir de este informe el juez
preventivo generales, lo que resulta recomendable cuando la em- elije e impone las condiciones de prueba que considere más
presa por su situación económica no puede hacer frente a la convenientes601.
pena de multa598.
En lo que respecta a las condiciones enumeradas por las
Directrices en caso de «empresas corregibles», existe una divi-
Cuando la prueba tiene que ver con razones preventivas, debe
sión un tanto artificial entre las que se deben imponer y las que
imponerse si la empresa tiene más de 50 trabajadores y no posee un el tribunal puede imponer, de modo tal que en este punto la
programa de cumplimiento efectivo; cuando existe reincidencia o en regulación tiene sobre todo un carácter de recomendación602.
ella ha participado un alto directivo que además resulta reincidente; En general, la prueba utilizada como instrumento rehabilitador
o, en cualquier caso, «la prueba resulta necesaria para asegurar que se permite tres grandes tipos de configuraciones. La primera sería
efectúen cambios dentro de la organización»599. La estrategia que la elaboración e implementación de un compliance program. La
segunda forma de conformar la prueba, que en realidad sirve de
596
complemento a la anterior, consiste en que la empresa proceda
En la conformación de la prueba dentro de las Guidelines, creo que es pa-
a una suerte de investigación interna, donde pongan de relieve
tente la influencia de las orientaciones que se daban en Structural Crime, op. cit.,
pp. 367 ss. E igualmente la propuesta formulada por COFFEE/GRUNER/STONE, Stan-
las deficiencias y las causas que han llevado a la, aparición de
dardsfor organizacionál probation, op. cit.,passim. Acerca de su conformación positiva vid. hechos delictivos; este informe se comunica a accionistas y ter-
Di MAGUE, Etica, op. cit., pp. 89 ss.; GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 297 ss. ceras partes, a fin de que pueda ser tenido en cuenta posterior-
597
Utilizo esta expresión porque la prueba, aparte de tener como finalidad la mente a la hora de realizar cambios603; otra variante consiste en
prevención, enderezada a la autoorganización, y además de servir al aseguramien-
to de las sanciones pecuniarias, puede incluir sanciones como la restitución, la
600
remedial order, los trabajos en beneficio de la comunidad o esa especie de publica- Cfr. Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 93 s.; GRUNER, Beyond Fines, pp. 313 s.
601
ción de la sentencia que constituyen las orders to notice to uictims; sanciones que a Más detalles en GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 299 s.
602
su vez también pueden ser impuestas como sanciones independientes. § 8D1.4.
598 603
Cfr. GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 324 ss. Cfr. GRUNER, Beyond Fines, op. cit., p. 319. Se trata de un tipo de prueba
599
Vid. § 8Dl.l.a.3.4.5.6. que es especialmente útil cuando en el proceso penal no se han clarificado de for-
290 Parte III. Modelos de organización y sanciones 291
§ 7. Las sanciones a imponer

realizar una investigación interna destinada a dar cuenta al juez que como-antes señalábamos el comportamiento posdelictivo
del proceso de implementación del compliance program y las de la empresa, el grado de culpabilidad reactiva de los adminis-
reformas dirigidas a la prevención de futuros hechos delictivos. tradores, puede hacer variar notablemente la dureza e intensi-
La tercera posibilidad dentro de esta prueba preventiva especial dad de la prueba.
es la imposición de sanciones interdictivas, prohibiendo activida-
des en las que cabe esperar que la empresa puede cometer algún La única condición que resulta ineludible es aquella consis-
comportamiento delictivo. tente en que la empresa no vuelva a delinquir durante el perío-
do de prueba. Ahora bien, dado que se trata de un tipo de san-
Este amplísimo margen de apreciación que las Directrices ción independiente, con fines propios y que no actúa en
ponen en manos del juez tan sólo se encuentra genéricamente absoluto ligada a la idea de suspensión, en los casos de incum-
limitado por el principio de proporcionalidad 604 . La necesidad plimiento de la prueba o de sus condiciones —la no comisión
de conjugar flexibilidad con seguridad jurídica, gran reto de de un determinado delito, aunque no sólo, como después vere-
todo régimen de prueba, se resuelve en las Directrices, exigien- m o s — la consecuencia jurídica no implica el renacimiento
do que dentro de los amplios márgenes que concede la ley, el automático de la multa, sino que el juez puede optar por medi-
juez en la sentencia los concrete m u c h o más, de forma tal que das como la ampliación del plazo, un endurecimiento de las
la empresa no quede a merced de las apreciaciones discreciona- condiciones o una nueva sentencia, en la que la infracción del
les que el oficial de prueba puede hacer acerca del cumpli- régimen de prueba puede actuar como una causa de agravación
miento de la condición 6 0 5 . Igualmente debe tenerse en cuenta de la multa 606 . En general todo el régimen de incumplimiento
de las condiciones de prueba vuelve a estar basado en la estrate-
ma completa la totalidad de circunstancias que rodean el hecho, como conse- gia del titfor tat: si en un principio las condiciones pueden ser
cuencia del plea bargaining. Ciertamente desde el punto de vista europeo resulta poco incisivas y confiar en el self enforcement, el régimen de
sorprendente esta estrategia consistente en señalar que el proceso penal no va a incumplimiento supone una amenaza constante mediante la cual
investigar hasta el fondo, y que va a contentarse con un informe posterior de la se hace saber a los directivos de la entidad que los poderes de
empresa en el que se señale el grado de responsabilidad de los administradores, a intervención externos van a ir en aumento 6 0 7 . En empresas es-
fin de que, por ejemplo, la junta de accionistas o el propio consejo de administra- pecialmente peligrosas es igualmente posible que el juez fije de
ción adopte las medidas oportunas. Este tipo de prueba enlaza ciertamente con la antemano las sanciones, particularmente severas, a las que puede
sanción de publicidad, en cuanto que el informe de responsabilidad puede ir diri-
dar lugar el incumplimiento de las condiciones de la prueba. Es
gido al público en general o a los accionistas. No es de extrañar por ello que antes
de las Guidelines, la SEC utilizara este tipo de sanción que descansa en la creencia precisamente en este marco en el que los poderes de interven-
del poder de policía del mercado, pensando que serán los inversores o consumi-
dores quien se encarguen de «dar su merecido» a la empresa mal gestionada.
604 tan vagas a que estaba sujeta la prueba, dejaban en manos del oficial de prueba un
§ 8D1.3 (c). gran margen de discrecionalidad (¿cuándo puede decirse que realmente las conse-
605
Crítica la falta de determinación del Guidelines, WRAY, Corporate Proba- cuencias del vertido han sido paliadas?). En realidad este tipo dé sentencias mos-
tion, op. cit., pp. 2035 ss. Al igual que ocurre con la prueba en el derecho penal traban con gran claridad cómo la flexibilidad del régimen de prueba se aprove-
individual, uno de los asuntos más emponzoñados en la regulación de esta sanción chaba indebidamente para paliar posibles déficits de prevención general de la
es precisamente resolver la contracción entre cómo crear un régimen de prueba multa. Sobre este caso, vid. GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 302 y ss.; e igual-
que proporcione a la par seguridad jurídica y flexibilidad. Antes de la aprobación mente STONE, Where the Law End, op. cit., pp. 184 s., quien en sentido favorable,
de las Guidelines, bajo la vigencia de la Federal Probation Act fue éste uno de los en cambio, se hacía eco en 1975 de la posibilidad de utilizar este tipo de probation
principales problemas, tal como se muestra, por ejemplo, en el paradigmático Uni- dentro de su modelo intervencionista.
ted Status v. Atlantic Richfield Co. (1972), donde la Corte de Apelaciones del 9.° 606
Vid. § 8E1.1 (Infracción de las condiciones de la supervisión judicial) y
Circuito estimó el recurso planteado por una empresa que en un caso de conta-
§ 8C2.5 (d) donde la infracción de la prueba puede suponer un aumento de la
minación ambiental había sido condenada a una prueba consistente en la limpie-
culpabilidad de la empresa de 1 ó 2 puntos.
za del vertido en un plazo de 60 días. Tal como señaló el Tribunal las condiciones 607
Cfr. GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 317 s.
292 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 293

ción del oficial de prueba pueden ser mayores. Las Guidelines que los poderes" del oficial de prueba se reduzcan a lo imprescindi-
permiten concretamente el nombramiento de un administrador ble, lo que entraña que en grandes empresas pueda reducirse la
o agente fiduciario que sustituirá temporalmente a los managers cúratela a determinadas secciones613.
de la entidad608.
El grado de detalle de esta propuesta es además muy útil a la
La importancia instrumental de la probation en relación al pago hora de formular propuestas legislativas, sobre todo porque con-
de la multa o la reparación se evidencia en que el tribunal puede tiene regulaciones de una inteligencia notable. En concreto, la
imponer una restricción de movimientos a la empresa, obligándola prueba puede adoptarse en cuatro circunstancias distintas614:
a que, por ejemplo, no cambie de sede social609 o —dentro de las cuando los sistemas de control internos han resultado impropia-
condiciones facultativas— puede imponer obligaciones como que dos615; cuando en atención a las circunstancias del hecho la
remita informes periódicos acerca de su situación patrimonial, se empresa no haya sido capaz de aclarar mediante la correspon-
someta a inspecciones o comunique rápidamente cualquier cambio diente investigación interna616; como medida para asegurar la
en su situación financiera610. indemnización a las víctimas ya sea real o simbólicamente a tra-
La propuesta realizada por Coffee/Gruner/Stone 611 , regresando vés de trabajos en beneficio de la comunidad; o como medida
a nuestro eje de coordenadas, destaca porque puntúa más en inter- alternativa a la multa, cualquier otra sanción pecuniaria o traba-
vencionismo y algo menos en flexibilidad. En ella el fin de la prue-
ba se aproxima más a instrumento de la rehabilitación. De ella 613
N o obstante, la proporcionalidad es una característica común a todo régi-
subrayaría sobre todo el que muestra con gran claridad las distintas men de prueba, a la hora de establecer las condiciones, vid. Standards for organiza-
máscaras bajo las que puede actuar el oficial de prueba. Según el tional probation, op. cit., p. 80. El principio de proporcionalidad se recoge expresa-
grado de peligrosidad de la empresa, el oficial de prueba puede mente en el § 8D2. 4 (c) de la propuesta (op. ult. cit., p. 93).
convertirse desde un simple observador externo, pasando por un 614
Vid. El § 8D2.1 de su propuesta y el comentario al mismo, en Standards
supervisor-inspector, hasta un auténtico gestor con amplios poderes for organizational probation, op. cit., pp. 82 ss.
6,5
de intervención en la vida empresarial. La propuesta muestra igual- Resultan útiles los ejemplos que ofrecen estos autores (op. ult. et. loe. cit.)
mente el grado de parentesco que esta institución puede llegar a para concretar cuando un sistema de organización interno puede considerase como
inapropiado, en el sentido de que contribuye de alguna forma a la aparición del
tener con las medidas de seguridad. Por ello el principio de pro-
comportamiento delictivo. La reiteración, la implicación de un buen número de
porcionalidad desempeña una función esencial. Así la intervención empleados, la actuación de los directivos o el bloqueo de la información resultan
debe cesar cuando desaparece la peligrosidad de la empresa, esto es, indicios bastantes de una organización ineficaz. Como puede comprobarse, estos
desaparece el peligro de reincidencia612; resulta además necesario indicios muestran cómo la culpabilidad de la empresa tiene una dimensión tempo-
ral distinta a la individual y además que a la postre resulta un indicador relevante
la implicación de los directivos en los hechos.
608 616
GRUNER, Beyond Fines, op. cit., pp. 318 s. Standards for organizational probation, op. cit., p. 85. La posibilidad de adoptar
609
§ 8D1.3 (b). En realidad esta condición tiene que ver con el sistema fede- la prueba en estos casos persigue paliar la aparición de los chivos expiatorios o el
ral norteamericano, pues si la empresa cambia de lugar, es probable que el juez reverse whistleblowing. Como indican los autores, es frecuente que la empresa impu-
sentenciador pierda su jurisdicción para controlar la ejecución de la sentencia. Este te los hechos a un empleado, y llegue sobre este asunto a un acuerdo con el fis-
problema no debe considerarse lejano en el marco de la Unión Europea. cal. La posibilidad de adoptar la prueba en estos casos implica no cerrar el asun-
610
§ 8D1.4 (b). to, y al extraer consecuencias desfavorables de un caso que no se ha llegado a
6,1
Cfr. Standards for organizational probation, passim. investigar hasta sus últimas consecuencias. Los resultados de la investigación inter-
h12
Standards for organizational probation, op. cit., p. 88. Este paralelismo con la na que en estos casos la empresa está además obligada a realizar no pueden ser uti-
regulación de las medidas de seguridad aparece también en la propuesta de ScHÜ- lizadas en un posterior proceso penal, como medio de prueba, sino que su fun-
NEMANN que estudiaremos a continuación, vid. BEGRÜNDUNG , op. cit., p. 173, en ción es únicamente garantizar la implantación de medios de organización y de
concreto el § 2 (3) de su propuesta, y p. 177. prevención eficaces.
294 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 295

jos en beneficio de la comunidad cuando la empresa resulta inca- No menos importante es, finalmente, que la propuesta se
paz de cumplir con este tipo de sanción617. Como idea de polí- ocupe de aspectos de «intendencia» tales como quién ha de
tica legislativa resulta sobre todo importante la flexibilidad en el pagar al oficial de prueba —la empresa622— o qué calificación
diseño del régimen de prueba y de las funciones del oficial de profesional debe tener623.
prueba618. La propuesta de estos autores deja en manos del juez
las condiciones que pueden acompañar a la prueba, y únicamen- Dentro de las propuestas teóricas es de reseñar igualmente la
te a título de recomendación ofrece algunos ejemplos619.
medida de compliance program propuesta por Leonard Orland 624 . De
Como antes señalaba, es un rasgo importante de la propuesta, ella, por no abrumar con detalles prolijos, lo que interesa apuntar es
el que permite un alto grado de intervencionismo, cuyas cotas más que, de un lado, se corresponde más con el modelo estructural que
elevadas se encuentran en aquellos casos en los que ha existido una las propuestas anteriores, pues aunque se prevén distintas sanciones
gran implicación de los altos directivos de la empresa en la comi- entre ellas la multa, se indica expresamente que los tribunales deben
sión de un delito especialmente grave. Fuera de este caso, la pro-
dar prioridad al uso de sanciones que tengan como finalidad y efec-
puesta descansa básicamente en la estrategia de la selfcompliance,
to que el acusado cumpla con la ley en el futuro 625, y ésta es pre-
dando la iniciativa a la empresa para que sea ésta la que proponga
las medidas de organización que estime oportunas620. No obstan-
te, y de nuevo aquí resurge su carácter intervencionista, el oficial indiquen que su propuesta no contiene ningún tipo de interferencia en áreas legí-
de prueba puede tener en sus manos la autorización de actos de timamente discrecionales dentro de la dirección de la empresa. Resulta además
gestión tan importantes como la posibilidad de fusión de la em- interesante comprobar cómo en el § 8D2.4 (c) (op. cit., p. 93) de la propuesta se
presa, la venta de parte de su patrimonio, su disolución o liquida- opta por limitar negativamente los actos de intervención del oficial de prueba. Así
ción y ello con el solo fin de asegurar el pago de la multa (¡)621. se indica que no puede despedir o cesar al personal de la entidad infringiendo el
derecho de voto de los accionistas, o imponer condiciones que carguen o cons-
triñan excesivamente operaciones legítimas de la empresa como inversiones, aper-
617
En estos casos los jueces pueden imponer como condiciones de prueba tura o clausura de plantas, instalaciones, cambios en los productos, despedir em-
[vid. op. et. loe. cit., p. 92, y § 8D2.4.(b) (4)] la prohibición de operaciones a las pleados, etc. Obsérvese que aunque formuladas negativamente se trata de medidas
empresas o someterlas a autorización. Entre estas prohibiciones puede figurar el que sí que puede adoptar el oficial de prueba aunque sometidas al principio de
reparto de dividendos a los socios, contraer nuevas deudas, entrar en procesos de proporcionalidad. En este sentido, debe hacerse notar que una medida tan incisi-
fusión, disolución, liquidación, reorganización, solicitud de bancarrota, etc. va para la organización empresarial como es el cambio de directivos (removal qf
618
Standares for organizational probation, op. cit., pp. 81, 85 y concretamente en managers) aparece en otros ordenamientos, como singularmente el holandés, vid.
el § 8D2.4(b)(l) de su propuesta. HEINE, Santions, op. cit., p. 247.
622
6,9
Standards for organizational probation, op. cit., p. 90. En la propuesta de estos § 8D2.4.(6) —op. ult. cit., p. 9 3 — . Esta solución me parece especialmente
autores las capacidades de investigación del oficial de prueba se transforman en acertada. Dado que el diseño de un programa de cumplimiento implica lógica-
condiciones de prueba. Debido a la flexibilidad del modelo el juez podría así mente costes económicos, siendo normal acudir a asesores externos —la denomi-
someter a prueba a la empresa sin que necesariamente el oficial de prueba tuvie- nada compliance industry—, no veo razón alguna para que la empresa infractora
ra acceso a los locales o sin que tuviera que entregársele necesariamente toda deba beneficiarse con los servicios de un asesor gratuito, como sería el curador. A
aquella documentación que pidiera. La propuesta presenta en este punto una otra solución en este punto quizás habría que llegar si la figura del curador fuese
importante peculiaridad, pues permite modelos muy distintos de «oficial de prue- más la de un inspector o policía de empresa.
623
ba» o curador, desde el pseudopolicial de las Guidelines o incluso de la propuesta Vid. el § 8D2.5 Special probation officers (op. ult. cit, pp. 96 ss.).
624
de SCHÜNEMANN, hasta uno más incisivo y proactivo en lo concerniente a las O R L A N D , Beyond Organizational Guildelines: Toward a Moder Federal Corpora-
medidas de organización que deben ser adoptadas, pasando por un oficial de te Criminal Code, «Washington University Law Quarterly», Vol. 17, 1993,
prueba que podría parecerse más a la figura de un asesor externo de la entidad. pp. 357 ss. (cito por la recopilación que hace el propio ORLAND, Corporate and
620
Los detalles en el § 8D2.6 Procedures de la propuesta, donde se establece el White Collar Crime, op. cit., pp. 227 ss.). La propuesta adopta bastantes de los posi-
modo de actuar del oficial de prueba. cionamientos de la American Bar Association.
625
621
Por esta razón es difícil de entender que estos autores (op. ult. cit., p. 81) § 4 Authorized Sentences (op. cit., p. 230).
296 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 297

cisamente la finalidad de la sanción de compliance programs que es ción posible. Existe sólo una vaga resonancia preventiva general, y es
como el autor denomina a su propuesta de intervención judicial 626 . que Schünemann combina esta medida con una suerte de sanción
Por otro lado es mucho más intervencionista a la hora de confor- de publicidad adversa en virtud de la cual la empresa debe aparecer
mar los poderes del juez. Aquí sí que el juez señala expresamente a en el tráfico bajo la forma «bajo cúratela» 629. Aunque ciertamente un
la empresa que debe «cesar o modificar prácticas o actividades espe- modelo preventivo debiera llevar a aumentar los poderes del cura-
cíficas que han hecho surgir el comportamiento». Prueba de su dor, la propuesta de Schünemann es extraordinariamente tímida, en
carácter intervencionista es que sinceramente reconoce que el juez comparación con las anteriores: ni el juez ni el curador tienen capa-
a través de su compliance program sólo intervendrá en la menor medi- cidad, por ejemplo, para proponer medidas de organización, ni tan
da posible en las decisiones de carácter empresarial. siquiera pueden rechazar las propuestas por la empresa630. Expresa-
mente se indica que no pueda tomar ninguna decisión empresarial.
La orden del juez puede incluir la realización de una inves- El curador, no obstante, posee capacidades de inspección semejantes
tigación interna para localizar los errores e incluso proponer un a las que disponía el supervisor norteamericano 631 .
cambio en los directivos de la empresa. Cuando existe peligro
de reincidencia, un peligro grave para la salud, la infracción haya
Especialmente encomiable es la regulación de aspectos nada
sido grave o exista claramente una mala organización el juez
desdeñables como el nombramiento y cese del curador, su retri-
puede someter a la empresa a supervisión judicial. Esta puede
bución, su deber de secreto y que además contemple la posibi-
llevarse a cabo por diversos mecanismos: a través de informes,
lidad de que actúe como medida cautelar en el proceso penal.
controles de auditoría, un special counsel, o el nombramiento de
De gran importancia es asimismo que la cúratela, en los casos de
un staff system distinto al consejo de administración.
grupos de empresas pueda extenderse a otras empresas herma-
nas, filiales o incluso a la empresa madre632.
El modelo estructural más radical se encarna en la propuesta de
cúratela que ha realizado Schünemann, la cual, sin embargo, a la
Los recorridos por el derecho comparado siempre suelen ser
hora de conformar los poderes de intervención y control del cura-
tediosos, mas la paleta de medidas genuinamente estructurales no
dor es muchísimo más comedida y conservadora que todas las ante-
estaría completa si no se mencionara la introducida por el legislador
riores procedentes de Estados Unidos 627 . El objeto de la cúratela es,
italiano 633 . El art. 15 del Decreto legge 2001 regula la figura del
en efecto, puramente preventivo. Lo que se demuestra en el presu-
comisario judicial. Sus rasgos principales son, de un lado, lo enor-
puesto necesario para adoptar la medida, mucho más restringido que
en las propuestas anteriores y que recuerda aún más la lógica de las memente cauteloso que ha sido el legislador para que el juez pue-
medidas de seguridad: en la propuesta de Schünemann la cúratela da nombrar al comisario 634 ; de hecho la supervisión judicial tiene
sólo se impone a aquellas empresas con una alta posibilidad de rein-
cidencia, debido a defectos de organización628. La radicalidad del 629
Cfr. SCHÜNEMANN, Begrundung, op. cit., p. 175.
modelo se evidencia igualmente en que la cúratela es la única san- 630
Cfr. SCHÜNEMANN, Begrundung, op. cit., pp. 180 ss.
631
Cfr. SCHÜNEMANN, Begrundung, op. cit., p. 179.
632
Cfr. SCHÜNEMANN, Begrundung, op. cit., p. 178.
626
§ 6 Compliance Programs (op. et. loe. ult. cit.). 633
Vid., para más detalles, LOTTINI, II sistema sanzionatorio, en GARUTI (a cura
627
Cfr. SCHÜNEMANN, Playóder, op. cit., pp. 141 ss., y Begrundung, op. cit., di), «Responsabilita degli enti», op. cit., pp. 158 ss.; Relazione, op. cit., p. 466; Rossi,
pp. 173 ss. La sanzioni del ente, en «La responsabilita dell'ente», op. cit., pp. 83 ss.
628 634
Cfr. SCHÜNEMANN, Playóder, op. cit., p. 174, y Begrundung, pp. 177 s.: «El fin La figura del comisario aparecerá contadas veces en la vida práctica, pues
de la cúratela de la empresa consiste en supervisar si persisten las causas que han se contempla como una medida sustitutiva a las sanciones interdictivas. Por ello, al
llevado a la adopción de la cúratela», causa que consiste en el peligro de reitera- igual que ocurre con estas sanciones, tiene como presupuesto de aplicación bien
ción delictiva. el peligro de reiteración delictiva o la existencia de graves carencias organizativas,
298 § 7. Las sanciones a imponer 299
Parte III. Modelos de organización y sanciones

un carácter residual. De otro, sin embargo, llama la atención que sando en empresas criminales viables (vgr., promotora urbanística
una vez nombrado sus competencias pueden ser bastante incisivas. implicada en el blanqueo de capitales), es decir, con cierta activi-
dad legal, en las que para salvar los puestos de trabajo y no recu-
El comisario, cuyas funciones son determinadas por el juez, hace
rrir a la disolución o la clausura del establecimiento era preciso
algo más que supervisar. Se encarga de la adopción y actuación efi- nombrar un interventor judicial. Fin de la medida no es o no sólo
caz de los modelos de organización y control idóneos para prevenir reorganizar la empresa para que no se cometan hechos delictivos,
las infracciones. Su única limitación es que no puede realizar actos sino reflotarla o continuar con su gestión, cuando sus antiguos
de extraordinaria administración sin autorización judicial. El tercer administradores han sido absolutamente descalificados.
rasgo característico del supervisor judicial italiano es la combinación
con la confiscación como destino de las ganancias que la empresa
pueda obtener mediante la prosecución de su actividad. 7.2.3. Sanciones interdictivas

El análisis comparado del curador o el supervisor judicial per-


La inhabilitación es una sanción con indudable buena prensa en
miten hacer algunas consideraciones acerca del art. 129 del CP
lo que se refiere al derecho penal económico individual. Sus méri-
español, donde se contiene una sanción estructural, cuando se
tos, en relación sobre todo a la pena de multa, son de sobra conoci-
señala «la intervención de la empresa para salvaguardar los dere-
dos: posee un mayor carácter preventivo general intimidatorio, en
chos de los trabajadores». A la luz de cuanto se lleva visto es una
cuanto que el mal que infringe al autor individual no puede ser des-
medida ciertamente osada. No se trata de un supervisor, ni de la
plazado con tanta facilidad a la empresa, presta siempre a asumir el
longa manu del juez, ni mucho menos de un «convidado de pie-
importe de las multas de los empleados que actuaron a su favor.
dra» como ocurre en la propuesta de Schünemann, sino de un
Consigue igualmente mejores efectos preventivos generales positivos:
auténtico interventor. Alguien que va a tomar decisiones de
la inhabilitación supone necesariamente el cese del autor individual
carácter empresarial, en lugar de los administradores, pues de otro
y ello lanza el mensaje de que la comisión del delito no ha sido un
modo no se entendería cómo puede cumplir con el ambicioso
incidente más, semejante al pago de una tasa, en la vida de la empre-
cometido de «salvaguardar los derechos de los trabajadores». En
sa. Por si esto fuera poco, la inhabilitación de paso tiene un claro
virtud de esta conformación en realidad pienso que el legislador
efecto innocuizador, pues aleja del mercado a aquellos profesionales
de 1995 más que en una sanción estructural, quizás estaba pen-
poco capaces de cuya actuación sólo cabe esperar la puesta en peli-
gro de bienes jurídicos, ya se derive el peligro de su tendencia delic-
que se presumen defacto si el autor ha sido una persona en posición apicale, y que tiva, ya fluya éste de su falta de aptitud profesional635.
han de probarse cuando se trata de conductas realizadas por subordinados. Mas
con esto no basta. El comisario no puede nombrarse por el mero hecho de exis- La inhabilitación de la empresa debe tener, sin embargo, contor-
tir una «empresa peligrosa». Sólo resulta de aplicación a aquellas que prestan un nos distintos en el derecho penal económico colectivo. Ello se
servicio público, cuya suspensión puede ocasionar un grave perjuicio o en aque-
llos casos en que la medida interdictiva, como consecuencia de sus devastadoras 635
consecuencias, puede poner en peligro los puestos de trabajo. Esta utilización tan Vid., sobre lo anterior, M C D E R N O T T , Occupational Disquelification of Corpo-
restrictiva no se compagina curiosamente con lo dispuesto en la ley de bases (leg- rate Executives: an Innovative Condition of Probation, en «The Journal of Criminal
ge delega) que dio lugar al D. Lgs., donde se preveía su aparición en todos aque- Law & Criminology»,Vol. 73, n.° 2,1982, pp. 604 ss., especialmente pp. 614 ss. N o
llos casos en los que de la sanción interdictiva podían derivarse perjuicios para ter- obstante, no faltan voces muy cualificadas en la doctrina que consideran que las
ceros. En general debe indicarse que la doctrina italiana se ha mostrado bastante interdicciones profesionales, deben utilizarse como medidas excepcionales con
suspicaz en relación a esta medida, vid. con referencias Rossi, La sanzioni, op. cit., fines preferentemente preventivos especiales en relación sobre todo a autores mul-
p. 86. El gobierno ademas entendió que impedir la imposición de sanciones inter- lir reincidentes; éste es el caso de TIEDEMANN, Poder Económico y Delito, op. cit.,
dictivas por el mero hecho de que perjudicaran a terceros, supondría renunciar a p. 165. Esta orientación es la que, como veremos, prima en lo referente a la inha-
ellas casi siempre, vid. Relazione, op. cit., p. 464. bilitación de personas jurídicas.
300 301
Parte III. Modelos de organización y sanciones §7. Las sanciones a imponer

debe, sin duda, a que los posibles efectos preventivos generales que • La interdicción de participar en subastas y concursos
puede desempañar, los genera a costa de unos daños colaterales — e l públicos o ele contratar con la administración, que figura tanto
conocido efecto de overspill— excesivos para terceros, esto es, para en Italia [art. 9.2.c) del D. Lgs. n.° 231], en Francia (art. 1 3 1 -
los trabajadores, proveedores, acreedores e incluso para la propia 39.5 del CP) o en España (art. 262.1 Q .
sociedad. A u n q u e es frecuente encontrar opiniones que enfocan la • La prohibición de captar ahorro público (art. 131-36.6. a
inhabilitación c o m o una suerte de privación de libertad para perso- del Código penal francés); interdicción que abarca tanto a la
nas jurídicas 6 3 6 , en cuanto que restringe su libertad de movimientos posibilidad de solicitar inversiones — p o r ejemplo, a través de la
en el mercado, lo cierto es que más allá de esta comparación el emisión de obligaciones de empresa—, de actuar en bolsa o de
debate es el relativo a su finalidad: si ésta ha de ser la preventiva utilizar cualquier tipo de publicidad para la captación de ahorro.
general o la innocuizadora con el fin de impedir que empresas peli- • La prohibición de recibir subvenciones y ayudas públicas o
grosas puedan seguir participando en el mercado. E n suma, nueva- la revocación de las ya existentes, medida que se conoce en el
m e n t e en este caso nos encontramos ante el fenómen o de hibrida- D. Lgs. n.° 231 [art. 9.2.d)], en el derecho español y que ha sido
ción —¿penas o medidas de seguridad?— que caracteriza a las impulsada por el derecho comunitario en el ámbito de la pro-
sanciones aplicables contra personas jurídicas. tección de los intereses financieros637.
Esta alternativa n o p u e d e resolverse sin atender a la distinta • La prohibición de emitir cheques o utilizar tarjetas de cré-
tipología de sanciones interdictivas.Y es que, en efecto, es posible dito (art. 131-39 del Código penal francés) 638 .
encontrar dos grandes grupos: aquel d o n d e la interdicción se refie-
• La revocación o suspensión de autorizaciones, licencias o
re a una actividad o derecho m u y concreto, pero que p e r m i t e a la
concesiones que han sido funcionales a la comisión del delito
empresa seguir con su actividad, y el más genérico d o n d e lo que
[D. Lgs. n.° 231 —art. 9.2.d)—].
se veta es precisamente a la entidad que pueda desarrollar la acti-
vidad que hasta ahora venía realizando o una parte m u y sustancial
Existe una tendencia a incrementar el c o m p o n e n t e preventivo
de la misma.
general en las sanciones interdictivas específicas, referentes a activi-
dades m u y concretas, y a resaltar el peso de la innocuización en la
Las medidas de interdicción específicas son muy variadas. En
prohibición genérica de la actividad. El indicio más consistente del
un análisis somero de derecho comparado podrían enumerarse:
peso de la intimidación en el diseño de la sanción es su automati-
cidad. E n este sentido, el margen de maniobra que se deja al j u e z
636
En la jurisprudencia norteamericana la interdicción se ha asimilado a la
«prisión» de la empresa, porque metafóricamente supone la restricción de la liber- 637
tad. Al ser utilizada por los tribunales norteamericanos, como sanción que puede El entendimiento de esta interdicción en el derecho comunitario muestra
imponerse dentro del régimen de prueba, se ha hecho notar frecuentemente que: con extraordinaria claridad la dualidad de fines innocuizadores y preventivos ge-
«El corporate imprisontnent, a diferencia de la multa, prevé contraanálisis de costes y nerales de la medida. Así, mientras que la Comisión negó durante algún tiempo
beneficios que económicamente justifican la fijación de precios. Los dirigentes de que la interdicción tuvieran carácter de sanción, en cuanto que se trataba de una
la sociedad deben saber que si son descubiertos, la corporación tiene más que per- medida administrativa con fines profilácticos, destinada a proteger a la administra-
der que ganar», US v. Alleghny Bottling Co. 695, F. Supp. 856 (1988). Vid. esta ción de aquellos operadores que por haber realizado irregularidades, resultaban
decisión en HEINE, Sanctions, op. cit., p. 246. poco de fiar, algunos Estados subrayaban su carácter aflicitivo y su naturaleza de
También en Italia aunque la regulación acerca más a las sanciones interdicti- sanción. El Reglamento 2988/95, de protección de los intereses financieros, optó
vas a las medidas de seguridad que a las penas, el legislador en la Relazione, op. cit., por catalogarlas como sanción, lo que si bien puso fin a la polémica desde el pun-
p. 461, ha invocado razones de prevención general, lo que no le impide a conti- to de vista de cuál era el régimen jurídico a aplicar, no empece a que sus funcio-
nuación señalar {op. ult. cit., p. 462): «la disciplina establecida para las sanciones nes puedan seguir siendo ambivalentes.
638
interdictivas se plasma en términos particularmente preventivos especiales». Vid. Di MAGLIE, Etica, op. cit., p. 220.
302 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 303

en la imposición de una sanción interdictiva específica suele ser ciones no se^ consideren desproporcionadas, sólo se explica por
bastante menor que a medida que ésta afecta a la actividad de la los distintos fines que persiguen. Obedece también a una lógica
empresa en su conjunto, donde siempre tiene que evaluar y argu- de peligrosidad, la regulación de la interdicción definitiva, no
mentar con más detenimiento tanto la duración de la medida, den- temporal, que se contiene en el art. 16, como muestra el que la
tro del margen temporal que le permite la ley, como su necesidad condición de aplicación sea la multirreincidencia de la empresa640.
en concreto, habida cuenta de la peligrosidad de la empresa. Por Un dato más de la primacía de la prevención especial, frente a la
expresarlo de un modo gráfico: existe una línea continua, en la que retribución o la intimidación, es el carácter subsidiario que tiene
en uno de sus extremos se situarían las interdicciones claramente la aplicación de la sanción más grave, la de interdicción del ejer-
retributivas y preventivas generales, que miran al hecho realizado, y cicio de la actividad o que se solicite del juez que, a ser posible,
en el otro se situaría la interdicción que opera como una medida de la interdicción se refiera sólo al sector de la empresa donde se ha
seguridad, con un diseño de la medida que mira a la peligrosidad de realizado la actividad delictiva641. Dentro de la regulación italiana,
la empresa, en relación a la cual operará el principio de proporcio- el único dato que las distancia de las medidas de seguridad es que,
nalidad, restringiendo tanto el tiempo de duración como la grave- constatadas las condiciones de aplicación, el juez debe aplicarlas
dad de la medida, al mínimo indispensable para conjurar el estado inexorablemente. Sólo en el caso de la interdicción definitiva se le
peligroso colectivo. concede un margen de discrecionalidad642.
Un segundo ejemplo de interdicción-medida de seguridad,
He aquí algunos ejemplos que vienen a ilustrar lo anterior. lo ofrece sin lugar a dudas el art. 129.3 del CP español. Donde
la orientación de todas las sanciones es claramente preventiva:
El diseño de las sanciones interdictivas en el D. Lgs. italiano «las consecuencias accesorias estarán orientadas a prevenir la
se aproxima al extremo de la línea en el que se sitúa la inter- continuidad de la actividad delictiva y los efectos de la misma».
dicción como medida de seguridad. Ello se evidencia en las
Su objetivo es innocuizador643. Frente a esta conformación, y
condiciones de aplicación (art. 13). Las sanciones interdictivas
continuando con el símil de la línea al que antes me refería, sin
previstas en el art. 9 del D. Leg. únicamente puede adoptarse, en
duda alguna, mucho más cercana a las penas y con finalidad pre-
los casos previstos por la ley, y siempre que se produzca además
ventiva general, resulta la sanción interdictiva prevista en el
alguna de estas condiciones: (a) que la empresa sea reincidente,
art. 262.1 del CP español que obliga al juez («se impondrá») a
(b) que el delito haya sido cometido por un superior, lo que se
imponer la medida consistente en la prohibición de contratar
interpreta como un símbolo inequívoco de peligrosidad639,
con las administraciones públicas.
(c) si, de ser el autor un subordinado, la comisión del delito ha
sido favorecida por defectos en la organización. Es cierto que, En derecho norteamericano, donde las interdicciones for-
como condiciones negativas, también se hace referencia a la gra- man parte del régimen de prueba, tienen también un marcado
vedad del delito o a que éste no haya buscado prevalentemente carácter innocuizador. Su única finalidad reside en impedir nue-
el beneficio de la empresa. En ello puede verse ciertamente una vos hechos delictivos en la empresa. Dentro de esta orientación
unión no con la peligrosidad de la empresa, sino con la grave-
dad del hecho. Mas ello no empece a su orientación marcada- 640
mente preventiva especial. También las medidas de seguridad en Cfr. Relazione, op. cit., pp. 466 ss.
641
Cfr. Relazione, op. cit., p. 463. Esta orientación se plasma positivamente en
el ordenamiento español encuentran límites en el grado de
el art. 14.1, en donde de forma más comedida que en el art. 262 del CP, se ofre-
injusto del delito cometido {vid. art. 6 del CP). Igualmente abo-
ce la posibilidad de que la interdicción de contratar con la administración se res-
na su vocación preventiva el hecho de que la sanción interdicti-
trinja a determinados contrarios o sectores de la administración.
va sea compatible con la imposición de multas. Que ambas reac- 642
Cfr. Relazione, op. cit., p. 467.
643
Vid. con ulteriores referencias ECHARRI CASI, Sanciones a personas jurídicas,
op. cit., pp. 123 ss.; GUARDIOLA LAGO, Responsabilidad penal de las personas jurídicas,
Relazione, op. cit., p. 462.
op. cit., pp. 131 ss.
304 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 305

general, el juez tiene libertad para establecer el tipo de interdic- de banquillo» erg tanto o más temido que otras sanciones648. De
ción, limitado únicamente por la prohibición de suprimir en su aquí era fácil dar el salto a su utilización como sanción contra las
conjunto la actividad de la empresa644. corporaciones. La publicidad negativa altera el good unll de las
Aparte de este carácter mixto entre pena y medida de segu- empresas, lo que puede afectar a sus ventas en la era del consumer
ridad, existen otras dos variantes más que dificultan el estudio activism, e incluso retraer a posibles socios o afectar a los contratos
de las interdicciones. La primera es que actúan tanto como de la empresa649. La utilidad de la publicidad como medio de con-
pena, como medida cautelar en el proceso penal645; la segunda trol social resulta incuestionable. El salto se vio igualmente facilita-
es que las interdicciones penales, y esto ocurre también en el do porque desde el punto de vista constitucional la difamación de
derecho penal individual, se corresponden con medidas similares la empresa no es equiparable con la de una persona física. E inclu-
que adoptan las administraciones públicas. Así, es posible que la so, desde la teoría del poder, la publicidad encuentra legitimidad
prohibición de realizar una actividad pueda aparecer como san- como un medio preventivo frente a su abuso 650 .
ción penal, pero también puede ser normal que entre las condi-
ciones a las que el derecho administrativo somete la realización
Frente a la publicidad como pena, ha de señalarse que la dis-
de una determinada actividad, se encuentra la no comisión de
determinados hechos delictivos646. cusión sobre las reputational penalities en el círculo de autores

por el delito, desechándose la publicidad difamante por lo inapropiado desde el


7.2.4. Publicidad punto de vista de los valores democráticos de utilizar este tipo de publicidad.
En la literatura jurídica es de obligada referencia la importante monografía de
FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity on Corporate Offenders, State University
En los años 70 la doctrina norteamericana descubre el efecto of New York Press, 1983, especialmente pp. 285 ss.Ya antes, FISSE, The Use of Pu-
preventivo general de la sanciones difamantes en la delincuencia de blicity as a Criminal Sanction Against Business Corporations, en «Melbourne Univer-
cuello blanco, y la propone como una pena alternativa a la pena de sity Law Rev.», 1971, pp. 107 ss., había propuesto que el gobierno editara un
multa o a la prisión 647 . El temor al desprestigio social de la «pena periódico en el que publicara las sanciones contra personas jurídicas.
En la doctrina europea la sanción de publicidad apenas si ha recibido atención,
probablemente porque como advertía hace años TIEDEMANN, recuerda bastante a las
644
Cfr. GRUÑES, Beyond Fines, op. cit., pp. 311 ss. penas difamantes de la Edad Media, superadas sólo totalmente con la Ilustración, vid.
645
Para el derecho español, ECHARRI CASI, Sanciones a personas jurídicas, op. cit., TIEDEMANN, Poder económico y delito, p. 166. Vid., no obstante, últimamente el traba-
pp. 118 ss.; para el derecho italiano, PERONI, II sistema delle cautele, en GARUTI, j o de ENGELEN, Can Reputational Damage Restrict Begal Insider Trading?, «European
«Responsabilita degli enti», op. cit., pp. 243 ss. Journal of Crime, Criminal Law and Criminal Justice»,Vol. 11/3, 2003, p. 253, que
646
Cfr. HEINE, Sanctions, op. cit., p. 247. Esta diversa morfología también se propone la utilización de sanciones interdictivas y difamatorias, en consonancia con
encuentra en el derecho norteamericano, donde la doctrina, adopta una clasificación lo dispuesto en la nueva Directiva sobre insider trading y abuso de mercado, cuyo
que nos puede ser de utilidad para el estudio de las interdicciones: a) interdicción art. 14.3 recoge expresamente como sanción la publicación de la• sentencia.
648
como medida civil —por ejemplo, en procesos contra administradores— o, entre Vid. FEELEY, The Process is the Punishment, London, Russel Foundation,
nosotros en caso de concursos (quiebras) o administrativa, b) interdicción como 1990.
649
medida administrativa que se adopta tras una condena penal, c) interdicción como Vid. FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity, op. cit., pp. 248 ss.
650
una medida que pertenece al derecho del trabajo, d) interdicción como medida Vid., no obstante, FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity, op. cit., p. 247,
penal; vid. M C D E R M O T T , Occupational Disquelification, op. cit., pp. 622 ss. quienes señalan además que mientras que la publicidad en delincuentes comunes
647
El debate acerca de la publicidad como sanción nace con la propuesta de produce efectos estigmatizadores nada deseables, en el caso de delincuentes eco-
la Broum Commission encargada de la reforma del Derecho federal, que en 1970 nómicos y corporaciones crea en ellos la necesidad de defender su estatus y repu-
propuso la publicidad como sanción a aplicar a las corporaciones. Desde este pri- tación, lo que sólo trae beneficios desde el punto de vista de una democracia par-
mer diseño, y es algo que después veremos en la actual regulación norteamericana, ticipativa y saludable, en la cual los poderosos deben, como contrapartida al poder
la publicidad se utiliza especialmente para informar de la condena a los afectados que ostentan, hacer frente a las acusaciones de abuso de ese poder.
306 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 307

pertenecientes al Law & Economics tienen un significado distin- to, con el fin de facilitar la reparación 6 5 3 . U n a tercera forma de
to. N o se trata tanto de mostrar las virtudes de la publicidad entender la publicidad sería utilizarla c o m o forma de dar cuenta de
como sanción, sino de demostrar que existen determinados deli- los fallos de organización que ha tenido la empresa y, a la vez, p o n e r
tos, concretamente aquellos cuyas víctimas son los consumido- de manifiesto fallos de gestión individuales, cometidos por los
res, acreedores o trabajadores (related party crimes), cuyo coste directivos, que n o han llegado a tener relevancia penal.
económico para las empresas que los cometen es mayor, debido
a la publicidad negativa que supone para ellas. Esta pena de U n modelo de sanción de publicidad escorado hacia la difa-
mercado se debe a que los consumidores o cualquier otra per- mación y la prevención general es la sanción de reconocimien-
sona relacionada con la corporación la castiga dejando de com- to —acknowledgment santion— propuesta por Orland, cuyo obje-
prar sus productos. A partir de esta constatación, la propuesta de tivo es «promover el cumplimiento futuro con la ley, informar al
política legislativa es que en el cálculo de la sanción óptima público de las circunstancias que han dado lugar a que la cor-
debe tenerse en cuenta ya este daño colateral, lo que justificaría poración realice el comportamiento delictivo y actuar de mane-
un descenso en los niveles punitivos de los delitos que generan ra intimidatoria tanto para la propia corporación como para ter-
una pérdida de reputación. C o n ello se evitan los indeseables ceros». N o obstante, incluso en este modelo, la publicidad puede
efectos económicos que para los autores de Chicago ocasiona el tener como destinatarios no el público en general, sino a un
exceso de prevención general 651 . grupo determinado de personas 654 . En el derecho penal español,
donde la publicación de la sentencia no es desconocida en el
La confianza en esta sanción ha sido tan notoria que los partida- derecho penal individual (art. 288), ésta cumple también efectos
rios del structural model, aunque reconociendo sus limitaciones han ulteriores a los preventivos generales derivados de la propia difa-
abogado por utilizarla con mucha mayor profusión. Sus ventajas son mación, pues también su objetivo es advertir a los consumidores
notables: aparte de sus demostrados efectos intimidadores; reduce de la falsedad de un determinado producto.
considerablemente los daños colaterales que lleva aparejada la i m p o -
U n o de los objetivos de la sanción de reconocimiento (ack-
sición de sanciones pecuniarias; aporta u n mayor grado de flexibilidad
nowledgment santion) —informar de las causas que han llevado a
al reducido cuadro de sanciones posibles contra personas jurídicas; o
la comisión del delito— constituye el punto neurálgico de la
incrementa la confianza en la validez de la n o r m a c o m o modelo de
propuesta de Coffee, a la que se acercan también Fisse y Braith-
comportamiento, por su mayor fuerza comunicativa 6 5 2 . waite 655 . En este caso la publicidad trata de aprovechar las siner-
La publicidad pued e adoptar tres tipologías bien diferentes. La gias de los procesos disciplinarios que la empresa ha de poner
primera, la más clásica, y cercana a la pena difamatoria, la entiende tras la realización de un comportamiento delictivo. El modelo
c o m o una simple publicación del contenido, de t o d o o parte de la proviene del caso Gulf Oil, donde la SEC, tras un escándalo de
sentencia, en u n m e d io de comunicación (adverse publicity order). La corrupción, condenó a la empresa a realizar una investigación
segunda forma es la publicity order u order of notice to victime. Se trata interna, a cargo de una persona independiente, que después
de una publicidad restringida a las víctimas o afectados p o r el deli- había de ser publicada dando cuenta de los fallos y errores que

653
651
El trabajo más importante en esta dirección es el de KARPOFF/LOTT, The Vid. esta distinción ya en FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity,
Reputational Penalty Firms Bear from Committing Criminal Fraud, «Journal of Law op. cit., p. 287.
654
and Economics», Vol. 36, 1993, pp. 757 ss.; cuyos resultados han sido corrobora- Cfr. ORLAND, Beyond Organizational Guidelines, op. cit., p. 230, cuya pro-
dos empíricamente por ALEXANDER, On the Nature of the Reputational Penalty for puesta se deriva de la American Bar Association Standards, Sentencing Alternatives and
Corporate Crime: Evidence, «Journal of Law and Economics», Vol. 42, 1999, Procedures § 18-3.18. 3ed. 1993.
655
pp. 489 ss. COFFEE, NO Soul to Damn, op. cit., p. 211; FISSE/BRAITHWAITE; The Impact
652
Cfr. COFFEE, No Soul to Damn, op. cit., pp. 211 ss. of Publicity, op. cit., pp. 303 ss.
308 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 309

llevaron a la comisión del delito. Este tipo de sanción sería reco- rio considerable, sobre todo si se tiene presente la complejidad de
mendable cuando, por ejemplo, en el proceso no se ha logrado los delitos económicos. En este sentido, se arguye que la publicidad
establecer la responsabilidad penal de ninguna persona indivi- informal, realizada por los medios de comunicación, pueda ser más
dual relevante dentro de la estructura de la empresa, pero todo eficaz y temida que la publicación posterior de la sentencia. Y es
indica en que la gestión interna ha sido pésima o han existido que, entre otras cosas, el Estado a diferencia de los medios de co-
en ella graves errores. Este informe actuaría como pena difa- municación no puede valerse de cualquier tipo de lenguaje. Sería
mante para la entidad, pero también para sus directivos que, pese difícil entender, por ejemplo, la publicación de una sentencia con
a haber sido absueltos de toda responsabilidad, como gestores no el formato informativo de un «escándalo» periodístico. Igualmente
saldrían precisamente bien parados656. debe tenerse presente que la capacidad de impactar depende en
Frente a estas propuestas, en el derecho positivo norteameri- gran medida del tipo de delito cometido: mientras que es relativa-
cano la publicidad cumple, a través de la orden de reparación a mente sencillo que casos de delitos ecológicos o contra los consu-
las víctimas (notice to crime victims)657, fines que tienen que ver midores, sobre todo si hay víctimas, originen un gran interés e
principalmente con facilitar la reparación. Los destinatarios de la impacto, no es tan fácil que ello ocurra con infracciones que tute-
publicación son las víctimas a las que se las informa de cómo lan intereses más espiritualizados (mala quia prohibitia), como el insi-
deben ejercitar sus derechos u obtener la reparación, además de der trading, la falsedad en los balances, determinados delitos societa-
darles noticia del contenido de la sentencia. Es por ello espe- rios o contra la Hacienda pública.
cialmente idónea en delitos contra los consumidores o de vícti-
Ninguna de estas objeciones resultan desde luego definitivas659,
mas difusas en los que éstas pueden no haberse percibido de su
pero mucho menos lo son si además la publicación se conforma
carácter. Este tipo de medida rehuye todo carácter preventivo
como publicidad hacia las víctimas del delito y orientada a facilitar
general, como prueba el hecho de que el juez puede ordenar
que la noticia se dirija expresamente al domicilio de la víctima, la reparación. Tanto desde este objetivo, como desde el punto de
y que además se establezca un límite relativo a los costes de esta vista de los fines de la pena creo que un catálogo de sanciones con-
medida que no debe superar los 20.000 $. tra personas jurídicas no debería prescindir de la orden de comuni-
cación a las víctimas, al lado en su caso de la publicidad adversa que
debería aparecer de un modo algo más excepcional, en relación a
Pese a su bondad y las múltiples funciones que puede desem-
algunos tipos de delitos y eligiendo selectivamente a sus destinata-
peñar, la publicación plantea algunos problemas considerables.
rios, que no tienen por qué ser siempre y en todo caso el gran
Intentaré resumirlos 658 . Para afectar a la imagen de una empresa
público. Un uso excesivo de la sanción de publicidad adversa, lleva-
habría que encontrar un tipo de publicación que tuviera un
ría a una saturación de los canales de comunicación, que la haría
impacto semejante al de un anuncio publicitario. Es más que perder impacto 660 .
dudoso que la simple publicación de la sentencia, dotada de un
lenguaje incomprensible para el ciudadano medio, en un medio tan
659
poco atractivo como un diario oficial consiga un efecto difamato- Vid. sobre todo los comentarios de FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of
Publicity, op. cit., pp. 290 ss. en relación a las mismas.
660
Cfr. FISSE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity, op. cit., p. 294, también son
656
Este deslizamiento de la sanción de publicidad de la empresa a los mana- de interés en orden a fundamentar la excepcionalidad de la medida, las siguientes
gen resulta esencial, en aras a la efectividad de la sanción, para COFFEE, NO Soul to observaciones (p. 307): «A denunciatory publicity order would normally be appro-
Damn, op. cit., p. 212. priate only in the event of an inadequate corporate reaction, such as refusing to
657
Regulada en el 18 U S . C . § 2333, vid. fundamentalmente GRUNER, Beyond undertake satisfactory internal disciplinary action or failing to rectify poor stan-
Fines, op. cit., pp. 295 ss. dard operating procedures. Where adverse publicity help in reserve in this way,
658
Vid., en lo que sigue, COFFEE, No Soul to Damm, op. cit., pp. 212 ss.; Fis- corporations would be given the chance to indícate what they have done to
SE/BRAITHWAITE, The Impact of Publicity, op. cit., pp. 288 ss. achieve satisfactory compliance».
310 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 7. Las sanciones a imponer 311

regulación. Como-parte esencial de la culpabilidad reactiva, la repa-


7.2.5. Reparación ración voluntaria y pronta por parte de la empresa debe tener efec-
tos sobre las sanciones aflictivas. En Italia el legislador ha previsto,
La reparación, enmarcada dentro de la responsabilidad civil, ha por ejemplo, que cuando el ente ha reparado íntegramente el daño
sido la única consecuencia jurídica del delito que en los ordena- no pueden imponerse las temidas sanciones interdictivas (art. 17).
mientos europeos se ha impuesto tradicionalmente a las personas Lo que es tanto como decir que la reparación significa una presun-
jurídicas. Aunque su catalogación como sanción aflictiva pueda ser ción de iure de que la empresa ha dejado de ser peligrosa. La repa-
discutible, lo cierto es que al igual que ocurrió en el derecho penal ración del daño supone igualmente una reducción de extraordina-
individual, donde a través del Proyecto alternativo de reparación fue ria importancia (de un tercio, a la mitad) en la pena de multa
elevada a la categoría de sanción661, también en lo tocante a la res- (art. 12) 663 .
ponsabilidad colectiva se han difuminado los límites y suele hablar-
se de ella como un integrante más de la paleta de sanciones que Mayor originalidad existe en la regulación norteamericana 664 .
debe tener en su mano el juez penal. Donde debe destacarse el complejo sancionador que pueden formar
la reparación, la prueba, los trabajos en beneficio de la comunidad
y la publicidad. Y es que estas tres sanciones pueden ponerse al ser-
Esta textura de la reparación se aprecia con especial claridad
vicio de la reparación del hecho. La publicidad a través de las ya
si se atiende a sus orígenes, donde fue utilizada en la práctica
judicial norteamericana como alternativa a la pena de multa. conocidas notice to crime victims; los trabajos en beneficio de la
Concretamente a partir de los años 70 del pasado siglo, algunos comunidad con el fin de que sea la propia empresa la que lleve a
jueces, dentro de la aplicación del régimen de prueba a las per- cabo la reparación, lo que se recomienda especialmente en aquellos
sonas jurídicas, imponen medidas como el donar determinadas supuestos en los que la empresa, por sus especiales capacidades tec-
cantidades a entidades benéficas o la realización de trabajos en nológicas, es la mejor situada para llevar a cabo la reparación; y la
beneficio de la comunidad como una suerte de sustitutivo de la prueba con el fin de permitir al juez controlar que la empresa cum-
reparación cuando las víctimas no se habían podido identificar, ple adecuadamente tanto con el pago de la responsabilidad civil
o era imposible, debido a la incapacidad de pago de la empresa, como, en su caso, con la reparación del daño a través de los traba-
que éstas obtuvieran algún tipo de reparación. El delito ecológi- jos en beneficio de la comunidad.
co es probablemente el prototipo de delito que implica las
medidas de reparación. Lógicamente a este ensayo subyace nue-
vamente la desconfianza hacia la pena de multa, y el efecto de Aunque con afán simplificador menciono la reparación
nullification. Este tipo de donativos suponían una pérdida, pero al como si fuera una medida unitaria, en realidad bajo el nombre
mismo tiempo podían interpretarse también como un gasto en de reparación se engloban cuatro tipos de medidas distintas que
publicidad que compensaba, de algún modo, la mala imagen que el juez puede imponer: (a) el pago de una determinada cantidad
la empresa pudiera tener tras la comisión del delito662. de dinero a las víctimas (deferred restitution), (b) reparación del
daño que implica no sólo reparar el daño causado por el delito
strictu sensu, sino también medidas tendentes a reparar daños
Existen algunos contornos de la reparación, en el derecho com- derivados que puedan aparecer en el futuro. Así, por ejemplo, es
parado, que resultan de especial interés, pensando en una futura posible que el juez ordene la creación de un fondo fiduciario,

661
Cfr. Neue wege der wiedergutmachung im strqfrecht: Intemationales Strafrechtlicht- 663
Vid. LOTTINI, // sistema sanzionatario, op. cit., pp. 149 s.
«Kriminologisches Kolloquim in Freiburg i. Br.», 1990. 664
662
Donde aparte de las Guidelines resulta esencial la Victim and Witness Protec-
Vid. C O F F E E / G R U N E R / S T O N E , Standards for organizational probation, op. cit., tion Act of Í982. En lo que sigue vid. principalmente el trabajo de GRUNER,
p. 87. Beyond Fines, op. cit., pp. 267 ss.
312 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 313

con el fin de reparar a posibles futuras víctimas (remedial order). la posibilidad de aplazar el pago de la responsabilidad civil o
(c) En este sentido los trabajos en beneficio de la comunidad no establecer su pago a plazos, para lo cual es especialmente útil el
son sino un tipo especial en que se arbitra la reparación del régimen de prueba. Esta regla que se aplica cuando el deudor es
daño, de ahí que autores como Gruner señalen que en las direc- una persona jurídica, permite, de un lado, no perjudicar despro-
trices esta medida debe estar desprovista de cualquier connota- porcionadamente a accionistas, trabajadores o acreedores de la
ción preventiva general 665 , (d) Dentro de la restauración, final- entidad, pero también resulta interesante para la víctima. A dife-
mente, el juez puede decidir adoptar, como una cuarta medida rencia de lo que ocurre en el ordenamiento español, donde la
la notice to crime victims. C o m o puede apreciarse, lo que en reali- víctima debe convertirse en un gendarme perpetuo de la situa-
dad conforma las Guidelines son un conjunto de instrumentos ción económica del responsable civil, con el fin de detectar
que el juez puede utilizar con el fin de propiciar la reparación cualquier posible incremento patrimonial, la posibilidad de apla-
del daño. Estas cuatro medidas se ven a su vez completadas por zar el pago o permitir su fraccionamiento en cuotas anudada a
la posibilidad de someter la empresa a supervisión judicial, san- la aparición de un supervisor judicial, con poder para inspeccio-
ción a través de la cual lo que el juez busca esencialmente es nar y conocer el patrimonio, a la vez que es más realista descar-
que la reparación se ejecute correctamente. ga a la víctima de una labor que corresponde realizar a los
poderes públicos.

A la hora de regular la reparación, u n aspecto de gran i m p o r - La existencia de una ponderación entre intereses de la vícti-
tancia y que debe estar, según creo, presente en toda regulación ma y del responsable civil permite, en tercer lugar, establecer un
m o d e r n a es la necesidad de ponderar entre la capacidad de pago, la límite al m o n t o de las indemnizaciones a pagar. Lo que implica
supervivencia de la empresa y la reparación. D e acuerdo con la tra- que la indemnización puede variar atendiendo al tamaño de la
dición europea, el pago de responsabilidades civiles derivadas del empresa y a su capacidad de pago.
delito se concibe c o m o una suerte de fin absoluto, cimentada c o m o A esta misma preocupación responde igualmente lo dispues-
cualquier otro tipo de obligación civil en el art. 2.111 C C ; esto es, to en el § 8C2.2, a tenor del cual: «Cuando se puede compro-
en la necesidad de hacer frente al derecho de crédito con todos los bar claramente que la organización no puede pagar, y tampoco
bienes presentes y futuros. Este entendimiento de la responsabilidad es probable que pueda (ni siquiera con un calendario de pagos
civil supone sacrificar cualquier otro interés al resarcimiento de la fraccionados), la indemnización exigida conforme al § 8B1.1
víctima. Quizás en atención a la solera y tradición de esta valora- (Restitución-Organizaciones), no es necesario proceder a una
ción, resulta sorprendente la regulación de la reparación en los Esta- determinación de la directriz de la multa-marco debido a que, a
dos Unidos, pues en ella la reparación n o aparece c o m o u n fin tenor del § 8 C3.3(a), no se impondrá ninguna multa». Pese a su
absoluto, cediendo en ocasiones ante determinados intereses c o m o similitud con el art. 126 del C P español, en relación a las per-
singularmente el m a n t e n i m i e n to de la empresa o el b u e n fin del sonas físicas obsérvese que la opción del texto norteamericano
proceso penal. es más generosa. El impago de la multa trae consigo la imposi-
ción del arresto sustitutorio, mientras que aquí no se establece
ningún tipo de sanción alternativa. Esta regulación es expresión
Empezando por esto último. Aunque, al igual que ocurre en de la idea de just desert, como fin de la pena, que aunque a gran-
el proceso penal español, responsabilidad penal y civil van uni- des líneas suele identificarse con retribución, incluye también la
das, las Guidelines permiten prescindir de la responsabilidad civil reparación a la víctima como fin prioritario de la pena 666 .
si se prevé que ello va a complicar y alargar necesariamente el
proceso penal. N o hace falta ni subrayar el carácter puramente
pragmático de esta medida. N o menos realistas son reglas como

GRUNER, Beyond Fines, op. cit., p. 294. Vid. Di MAGLIE, Etica, op. cit., pp. 85 s.
314 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 315

va de la empresa que incremente el good uHll. Esta posibilidad


7.2.6. Trabajos en beneficio de la comunidad evita lógicamente las críticas del ouerspill o la nullification.
Además de cuanto se acaba de indicar, destaca frente a la
Ya se ha dicho que los trabajos en beneficio de la comunidad multa su mayor capacidad para incitar a la autoorganización, y
son alumbrados en el mismo momento que la reparación, por ello su posible conexión con los sistemas disciplinarios internos. Las
lógicamente son también hijos del mismo aire innovador que sacu- personas físicas responsables de la infracción, no sólo en el sen-
dió al corporate crime en la época post watergate en los EEUU. Imbui- tido estrictamente penal, podrían ser las encargadas de ejecutar-
dos de este espíritu algunos jueces aprovechando los espacios abier- los. Con ello se evitan los daños colaterales de la multa y su
tos del régimen de prueba, el margen de discrecionalidad existente conocida ineficacia para afectar a los sujetos verdaderamente res-
en la determinación de la pena o el principio de oportunidad pro- ponsables. Indudablemente la mayor implicación de la empresa
en la reparación del daño puede ser beneficiosa con el fin de
cesal comenzaron a establecer sanciones consistentes en aportar
cambiar actitudes dentro de la empresa. También se señala su
cantidades a entidades benéficas o crear centros de investigación.
mayor aptitud para cumplir con fines retributivos o preventivos
Esta creatividad judicial, que recibió incluso las duras reprimendas generales positivos. Mientras que la multa no hace sino poner
de un editorial del New York Times, fue recogida por el prelegislador un precio al delito, el valor simbólico de los trabajos en benefi-
australiano, quien a principio de los ochenta propuso una completa cio de la comunidad resulta mayor668.
regulación que aún hoy es la más detallada.

En este marco Brent Fisse publicó un conocido trabajo que aún


hoy puede considerarse como el principal alegato en pos de la 7.2.7. Disolución, cierre definitivo de la empresa y desús locales
introducción de los trabajos en beneficio de la comunidad como
sanción independiente contra personas jurídicas y no vinculada al
La disolución de la empresa es la sanción más radical que puede
régimen de prueba 667 . En lo que conozco, no obstante, ningún
establecerse contra una persona jurídica. Por ello su uso debiera
ordenamiento jurídico contempla esta posibilidad, siendo el régi-
reservarse a empresas que no tienen otra actividad que la puramente
men más avanzado el que acaba de estudiarse en las Directrices en
delictiva, al estar plenamente en manos de organizaciones criminales
el marco de la reparación. Quizás en ello influya el que es una san-
o terroristas669. En otros casos, es más que dudoso que esta medida
ción muy costosa de ejecutar y de supervisar.
sea constitucionalmente posible, en cuanto que afecta de forma des-
proporcionada a la libertad de empresa y al patrimonio 670 .
Los trabajos en beneficio de la comunidad constituyen una
sanción estructural que busca, de un lado, evitar los defectos,
668
que ya nos son conocidos, de la multa y, de otro, incrementar las FISSE, Community Service, pp. 1005 s.
669
posibilidades preventivas generales y retributivas de este modelo, La aplicación práctica del art. 129 del C P español confirma el carácter
excepcional de la medida de disolución, que hasta la fecha aún no se ha aplicado;
mermadas si la sanción reina se reduce a un régimen de prueba
sí que, en cambio, se ha utilizado en alguna ocasión la relativa al cierre de los
de orientación rehabilitadora. Mas su rasgo más sobresaliente es
locales de la empresa. Vid. SILVA SÁNCHEZ, La aplicación judicial de las consecuencias
su capacidad para combinar los efectos negativos que tiene el accesorias para las empresas, «InDret», 2/2006, p. 4. Es de gran interés, en relación a
coste de la sanción sobre la empresa, con la posibilidad de que los diversos problemas prácticos que plantean estas medidas, ECHARRI CASI, San-
el trabajo realizado sirva al mismo tiempo de publicidad positi- ciones a personas jurídicas, op. cit., pp. 307 ss.
670
Y en ocasiones a otros derechos fundamentales, cuando, por ejemplo, den-
tro del marco del terrorismo se aplica a entidades no involucradas directamente en
667
FlSSE, Community Service as a Sanction Against Corporation, «Wisconsin Law la lucha armada, sino que sirven, a través de una Editorial o una empresa perio-
Rev.», 1981, pp. 1007 ss. dística, a la difusión de las ideas del grupo.
316 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 317

Existe una clara equivalencia funcional con la forma de deter- en condiciones e a las que pone en peligro bienes jurídicos, y, en
minación de la multa que en las Directrices se realiza en relación a otros, por ejemplo relacionada con el tráfico de drogas, que los
empresas criminales destinada a «asfixiar» a la entidad. En realidad, locales de una empresa sean utilizados en la comisión de hechos
ambas sanciones plantean idénticos problemas, pues el aspecto más delictivos674. Su ubicación ideal es conjuntamente con las sanciones
complicado de la disolución, que deja sin resolver el art. 129 del interdictivas, de la que representa una variedad.
CP, es qué destino tienen los bienes de la empresa disuelta. Si, como
aquí se propone, la disolución se aplica básicamente a organizacio-
7.3. A modo de conclusión: líneas maestras de un posible sistema
nes criminales su destino no debe ser otro que el comiso 671 . En
de sanciones contra personas jurídicas
suma, sea a través de la asfixia o la disolución lo relevante, en últi-
ma instancia, como puede apreciarse, es la confiscación del patri-
monio delictivo. Existe acuerdo en que el diseño del aparato sancionador del
derecho penal colectivo debe, de un lado, estar dotado de una
En realidad, este entendimiento de la disolución hace que, a «amplia paleta» de sanciones y, de otro, que su orientación principal
mi juicio, no sea propiamente una sanción penal contra las per- es la autorregulación, sin que ello suponga excluir otros fines de la
sonas jurídicas, sino una medida contra los individuos del grupo sanción penal, como la reparación o la innocuización. Asimismo se
criminal similar al comiso. Esta afirmación es coherente con la ha comprobado que la configuración de las diversas sanciones pue-
existencia de personas jurídicas inimputables en los casos de cri- de ser bien variada. En este sentido hemos visto como la multa
minalidad organizada a la que antes se hacía referencia (§ 4.3.4). podía orientarse a la prevención general, pero también tener conte-
La sociedad disuelta es un mero instrumento en manos de los nidos estructurales o heteroorganizativos; e igual ocurría, por ofre-
miembros de la organización. La principal consecuencia práctica cer un ejemplo más, con las sanciones interdictivas que en ocasio-
que debe extraerse de estas consideraciones es que la disolución nes pueden adoptar una finalidad innocuizadora, pero también
debe desaparecer del catálogo de sanciones penales contra colec- pueden dirigirse a la consecución de fines preventivos generales.
tivos, y contemplarse entre las consecuencias accesorias. Pues bien, toda esta variedad, lejos de ser perjudicial, resulta
beneficiosa y debe ser aprovechada por el legislador. En el derecho
Mucho menos compleja es la sanción consistente en la clausura penal colectivo, tal como pone de manifiesto un esclarecedor traba-
de los locales o instalaciones672 que obedece a fines preventivos jo de Richard Gruner 675 , el aparato sancionador debe diseñarse con
especiales o innocuizadores 673 . La clausura temporal o definitiva el fin de posibilitar que el juez pueda desarrollar diferentes senten-
persigue, en unos casos, que no pueda desempeñarse una actividad cings polity. Lo decisivo e importante no es la sanción que el juez
elija, sino la orientación o finalidad que prioritariamente quiera
671
darle a la imposición de sanciones contra la persona jurídica. En el
ECHARRI CASI, Sanciones a personas jurídicas, op. cit., p. 309, piensa por el
derecho penal colectivo debe dotarse al juez de un considerable
contrario en un proceso de liquidación ordinario como el previsto en la legisla-
ción concursal. margen de maniobra a la hora de configurar los fines de política
672
Dentro del término instalaciones deben entenderse también la maquinaria, criminal que pretende alcanzar con su sentencia. Para ello en el
si ésta no está, por ejemplo, en condiciones de ser utilizada sin riesgo para terceros. diseño de las sanciones particulares debe aprovecharse la flexibilidad
Vid. además la Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona de 1-2-2000, que que antes se constataba, con el fin de que el juez pueda manejarla
versa sobre la clausura de un colector de vertidos.
673
La praxis judicial española está mostrando además una cierta confusión
674
entre esta sanción y la medida, puramente administrativa, de cierre de un local por Sobre su ejecución procesal, ECHARRI CASI, Sanciones a personas jurídicas,
no poseer las oportunas licencias, vid. SILVA SÁNCHEZ, La aplicación judicial de las op. cit., p. 307.
675
consecuencias accesorias, op. cit., pp. 5 ss. Beyond Fines, op. cit., passim.
318 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 319

como un instrumento idóneo a la hora de determinar el fin políti- usuales. No hay motivos, por tanto, para pensar que la multa deba
co criminal al que desea acogerse su sentencia. Dicho de otro ser destronada. No obstante, con el fin de evitar en la medida de lo
modo: lo relevante no es la sanción escogida, sino la orientación posible daños colaterales, el legislador debe establecer en aquellos
político-criminal que de forma preponderante reviste su sentencia. delitos donde resulte especialmente idóneas (vgr., infracciones con-
tra los consumidores o el medio ambiente) la posibilidad de adverse
En este sentido, básicamente el juez debe tener capacidad para publicity o sanciones interdictivas (delitos contra la Hacienda públi-
conformar cuatro tipos diferentes de sentencias que deben guardar ca o la seguridad social). En estos casos resulta necesaria una regla
relación con las peculiaridades de la empresa infractora e igualmen- que permita al juez atenuar o incluso, dependiendo de la gravedad
te con el tipo penal cometido: del caso, prescindir de la multa.
La sentencia preventiva general, tal como muestran las Guidelines,
a) Sentencia reparadora no excluye la posibilidad de utilizar la sanción de prueba, que como
puede comprobarse, es la medida más camaleónica de todas. La
En delitos de gravedad media, en relación a empresas pequeñas prueba o la cúratela es especialmente útil para comprobar la capaci-
y medianas y no reincidentes, la sanción puede consistir prioritaria- dad de pago de la empresa, o permitir una ejecución más segura de
mente en la reparación. Para ello el juez puede valerse de sanciones la multa en supuestos en los que se admita el fraccionamiento.
como la prueba, con el fin de conocer cuál es la verdadera capaci-
dad de pago actual y futura de la empresa. Igualmente la prueba
y) Sentencia rehabilitadora
puede acompañar a la reparación cuando ésta tenga lugar, por
ejemplo, a través de la actividad de la propia empresa. De este modo
se controla la efectividad de los trabajos en beneficio de la comuni- La sentencia rehabilitadora es la que se corresponde más fiel-
dad. La sanción de publicidad, en su variante de notices to crime vic- mente con el denominado structural model, y ha de imponerse
tims, constituye lógicamente otro de los materiales que el juez pue- cuando el juez prevea que la autorregulación no es posible, debi-
de utilizar en la conformación de una sentencia reparadora. do a los importantes defectos de organización que presenta una
empresa. Los supuestos más importantes para dictar una sentencia
rehabilitadora son aquellos en que en el delito está implicada la
fi) Sentencia preventiva general
cúpula empresarial o una parte tan sustancial de la misma, lo que
hace pensar que la autorregulación resulta muy compleja debido
Aunque el término preventivo general, como ya se ha indicado, al escaso clima ético que reina en la corporación. También ha de
es inapropiado o inexacto en el marco del derecho penal colectivo, imponerse una sentencia estructural, a empresas multirreinciden-
por sentencia preventiva general entiendo aquella que persigue la tes. La prueba o cúratela es lógicamente la sanción más importan-
autorregulación a través de la imposición de efectos desfavorables a te en este supuesto. A diferencia de lo que ocurre con la prueba
la empresa, encaminados a ocasionarle un perjuicio económico inde- en la sentencia rehabilitadora o en la preventiva general, aquí el
pendiente de la reparación. La sentencia preventiva general es el tipo curador, interventor judicial u oficial de prueba tiene como
de sentencia que debe dictarse en delitos graves a empresas peque- cometido observar y aprobar los cambios que en su organización
ñas y medianas no reincidentes y, en el caso de delitos de gravedad proponga la empresa. Si el grado de capacidad de autorregulación
media, a las empresas reincidentes. Debe ser la sanción usual contra de la empresa es muy bajo, la prueba debe convertirse en una
las empresas cotizadas, sea cual sea la infracción cometida. medida más invasiva, de forma tal que el curador pueda tomar la
La multa es lógicamente la sanción más importante dentro de iniciativa en lo concerniente a la reorganización de la empresa.
este tipo de sentencias, que, por otro lado, habrán de ser las más Dado que el fin de la sentencia rehabilitadora es exclusivamente
320 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 7. Las sanciones a imponer 321

que la empresa no vuelva a cometer hechos delictivos, no tiene ción pueda disminuir la sanción pecuniaria. Igualmente es útil una
sentido que el curador en este casos se inmiscuya en otros aspec- regla similar a la existente en el art. 126 del CP que estableciese lá
tos de la política empresarial. prioridad del pago de multa a la reparación.

d) Sentencia innocuizadora Las relaciones entre la multa y la reparación, al no contarse


claro ésta con la posibilidad del arresto sustitutorio, son, sin
embargo, más complejas en el derecho penal colectivo. Una
Parafraseando a Liszt: si las empresas delincuentes ocasionales posible vía de solución sería utilizar como medida sustitutoria
han de ser sometidas a sentencias preventivas generales, las corregi- de la multa en caso de impago, la publicidad o algún tipo de
bles a sentencias rehabilitadoras, las empresas incorregibles y peli- sanción interdictiva. No obstante, ha de reconocerse que esta
grosas han de ser innocuizadas. Ha de distinguirse claramente entre solución no es satisfactoria en todos los casos. Otra posibilidad
las sentencias innocuizadoras de empresas incorregibles y las relati- es establecer un régimen de aplazamiento de la pena de multa
vas a organizaciones peligrosas. o, en un sentido similar a las Guidelines, dar prioridad a la repa-
ración, y adecuar la pena de multa a la situación patrimonial
Este segundo supuesto es el de empresas que no pueden prose- resultante tras el pago de la responsabilidad civil. Si los daños
guir su actividad sin poner en peligro bienes jurídicos, como la colaterales del pago de la multa más la reparación son excesivos,
salud, colectiva o de los trabajadores, o el medio ambiente. Las san- tiene sentido renunciar a la imposición de la pena de multa. A
ciones más apropiadas para una sentencia innocuizadora de este tipo la hora de adoptar esta solución es importante tener en cuenta
es nuevamente la prueba, unida a sanciones interdictivas que parali- que la finalidad preventiva general, tanto positiva como negati-
cen la actividad de la empresa mientras ésta es reorganizada. A dife- va, ha podido ya alcanzarse mediante la imposición de las san-
rencia de lo que ocurre en el caso anterior, el curador o interven- ciones penales a personas naturales.
tor judicial no tendrá en este caso más remedio que inmiscuirse en
los aspectos de dirección empresarial que resulten necesarios para Tras cuanto se lleva dicho, no hace falta señalar que al igual que
conseguir una producción y actividad empresarial sin riesgos para existen sentencias reparadoras-preventivas generales, son posibles el
terceros. resto de combinaciones. La combinación rehabilitadora-preventiva
general, es, por ejemplo, la adecuada cuando una empresa cotizada
Las empresas incorregibles son las empresas criminales, creadas o
haya cometido delitos graves, en los que estén implicados sus direc-
gestionadas por la criminalidad organizada o que han sido creadas
tivos. Es posible la construcción de sentencias más complejas que
con fines delictivos. En este caso la innocuización a través de la persigan tres finalidades distintas. En el supuesto anterior nada
disolución o sanciones interdictivas de carácter definitivo son las impide construir una triada incluyendo la reparación. El juez, no
más recomendables, si bien, como ya se ha advertido, el lugar de obstante, está limitado por el principio de proporcionalidad. Un
estas sanciones debe ser el de las consecuencias accesorias. límite ulterior razonable que el legislador podría incluir es que,
Estos cuatro tipos de sentencias no son lógicamente autoexclu- dejando de lado la reparación y la innocuización, los fines preven-
yentes. El juez puede combinarlos. Así, por ejemplo, un tipo de sen- tivos generales y rehabilitadotes no implicarán un coste para la
tencia muy frecuente puede ser la reparadora-preventiva general. La empresa superior al máximo de la multa que podría haber sido
responsabilidad civil y, por tanto, la reparación, tal como ocurre en impuesta.
el derecho penal individual, resultan independientes del resto de los La conformación del sistema sancionador del derecho penal
fines de la pena. No obstante, con el fin de no imponer cargas colectivo que acabo de proponer, confirma la naturaleza sui gene-
excesivas a la empresa, sería conveniente establecer pasarelas entre ris de la responsabilidad de las personas jurídicas. Al igual que
ambas finalidades. Es razonable que una pronta y adecuada repara- ocurría con el sistema de imputación, basado en la culpabilidad
322 Parte III. Modelos de organización y sanciones §8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 323

por una organización defectuosa de la empresa, también en el


diseño del aparato sancionador existen aspectos que concuerdan Art. 1: Principio de legalidad.
con el derecho penal de autor. Qué duda cabe que esta forma de
determinación de la medida penal, aunque no abandona total- 1. La responsabilidad penal de las personas jurídicas se producirá
mente la proporcionalidad con el hecho, tiene mucho más en exclusivamente cuando así lo señale el legislador en relación a cada uno de
cuenta, en comparación con el derecho penal individual, la «per- los delitos o faltas previstos en los Libros II y III o en la correspondiente
sonalidad del autor». ley penal especial.

Resulta también fácil apreciar cómo las medidas penales contra 2. La responsabilidad penal sólo es posible si la acción u omisión rea-
personas jurídicas no se corresponden exactamente ni con las penas lizada por su representante (art. 2) ha sido tipificada como delito o falta, y
ni con las medidas de seguridad. Ni la resocialización tiene un con- además se ha establecido expresamente la responsabilidad penal de las per-
tenido idéntico, ni mucho menos la prevención general, que en rea- sonas jurídicas.
lidad es una forma de motivar a la autorresocialización o autoorga- 3. Tendrán efecto retroactivo las leyes penales que favorezcan a la per-
nización. La libertad que el juez tiene a la hora de configurar la sona jurídica, aunque al entrar en vigor hubiera recaído sentencia firme y se
sentencia recuerda de algún modo a otro supuesto de frontera, co- estuviera ejecutando la medida penal. En caso de duda sobre la determina-
mo es la determinación de la pena en los supuestos de semiimpu- ción de la ley más favorable será oído el representante de la entidad.
tabilidad, donde el margen de maniobra conferido al juez permite
también hablar de sentencing polity.
Comentario

§ 8. A m o d o de conclusión: una propuesta legislativa Este precepto pretende, en primer lugar, acoplar la vigencia del
principio de legalidad a la responsabilidad penal de las personas
Preliminar jurídicas, estableciendo algunas precisiones, que podrían ser fácil-
mente fijadas también por vía jurisprudencial. De este modo, el
La responsabilidad de las personas jurídicas debe incluirse en el Códi- apartado segundo está pensando en casos en que la responsabilidad
go penal como nuevo Título IV bis tras la regulación de las medidas de penal de la persona física es anterior al momento en que el legisla-
seguridad. De este modo se escenifica la idea de que se trata de una ter- dor considera existente la responsabilidad colectiva y el hecho se ha
cera vía, de una sanción de naturaleza penal, distinta a penas (Título III) cometido, por la persona física, antes de este momento. El apartado
y medidas de seguridad (Título IV). Otras opciones razonables serían tercero desvincula la aplicación de la retroactividad entre persona
incluir su responsabilidad en una ley penal especial, o la inclusión de los física y jurídica.
preceptos básicos de esta regulación en el CP, dejando las cuestiones de El apartado primero es el más importante, en cuanto que cons-
detalle en manos de una ley de medidas penales contra personas jurídicas. tituye un aspecto fundamental del modelo elegido. N o se establece
Una regulación similar a la propuesta debiera incluirse en la un modelo generalizado de responsabilidad de personas jurídicas,
Ley 30/1992 de Régimen jurídico de las administración públicas y pro- sino que el legislador en la PE o las leyes especiales decidirá en qué
cedimiento administrativo común, con el fin de coordinar las dos vertien-
infracciones resulta conveniente su sanción. Esta previsión debe
tes del ius puniendi estatal.
completarse con la prevista en el art. 2.2, en virtud de la cual una
vez seleccionado el delito sobre el que versará la responsabilidad de
las personas jurídicas, el legislador podría restringir esta responsabi-
lidad, de creerlo conveniente, a un tipo de industrias (ejemplo: esta-
blecida la responsabilidad colectiva en relación a los arts. 316 y 317
324 Parte III. Modelos de organización y sanciones § 8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 325

del CP, podría decidir que sólo las personas jurídicas que se dedican ca criminal. Aunque el defecto de organización puede estar presen-
a la construcción son responsables penalmente). te con antelación, la sanción penal contra la empresa sólo puede
plantearse cuando se ha realizado un hecho delictivo.
Art. 2: Culpabilidad. Aunque, tal como se señala en el art. 4, la responsabilidad indivi-
dual y la colectiva son independientes, conocer la gravedad del
1. La persona jurídica es responsable por la comisión de un hecho defecto de autorregulación de la persona jurídica requiere conocer
delictivo realizado por cualquier persona física que actúe por su cuenta cuan- quién es el responsable individual. Ambas responsabilidades no pue-
do no ha implementado o no lo ha hecho de manera eficaz un Código de
den desvincularse de un modo absoluto, por esta razón en la regula-
prevención con el fin de prevenir y descubrir la realización de ese tipo de
ción de las circunstancias agravantes y en la elección de las medidas
delitos. No existe responsabilidad penal si la persona jurídica cuenta con un
a imponer se tiene particularmente presente el lugar que ocupa den-
Código de prevención eficaz.
tro de la jerarquía de la empresa el responsable individual (vid. espe-
2. En relación a cada infracción penal en la que se establezca la res- cialmente arts. 6.2; 8.3.1.°; 9.1; 10.2). La comisión de un hecho
ponsabilidad podrá restringirse en atención al tamaño y actividad las perso- delictivo por un directivo denota una mayor gravedad del defecto de
nas jurídicas obligadas a establecer Códigos de prevención. organización y, por tanto, un mayor merecimiento de sanción.
3. No existe responsabilidad cuando la persona jurídica tiene menos La vaguedad de que adolece el concepto de culpabilidad de
de 50 empleados. En este caso el juez podrá ordenar, como consecuencia empresa, incluso si se concreta en la noción de autoorganización
accesoria a la pena, la supervisión de la empresa dirigida por el responsable destinada a la prevención y descubrimiento de infracciones, se
individual. remedia a través de la figura de los Códigos de prevención. Este es
4. No existe responsabilidad cuando la persona jurídica no realiza el estándar al que debe atender el juez a la hora de juzgar si las
ningún tipo de actividad comercial y tiene como única finalidad la comisión medidas de organización empresarial, con el fin de prevenir y des-
de hechos delictivos. En estos casos el juez ordenará la disolución de la cubrir hechos delictivos, resultan eficaces.
empresa, como consecuencia accesoria de la pena impuesta a los responsables
El concepto de culpabilidad en que se cimenta esta propuesta se
individuales.
completa con la instauración de un régimen de agravantes que
reflejan en buena media la estructura temporal de la culpabilidad de
Comentario empresa (art. 8).

El apartado primero consagra la culpabilidad por déficit de Los números 3.° y 4.° reconocen la existencia de personas jurí-
autorregulación permanente como criterio principal para establecer dicas inimputables, en los supuestos de pequeñas empresas o de
la responsabilidad de la persona jurídica. La culpabilidad de la orga- sociedades pantalla que son instrumentos delictivos. Desde un pun-
nización radica en no haber implementado, o haberlo hecho de for- to de vista procesal esta consideración implica el que la persona
ma ineficaz, un Código de prevención destinado a prevenir o inves- jurídica no se considera imputada en el proceso penal. Las medidas
tigar la clase de delito que se ha realizado. Como la responsabilidad de supervisión y disolución que se prevén respectivamente son par-
de la persona jurídica depende de su propia culpabilidad, no debe te de las consecuencias jurídicas impuestas a la persona individual.
ser sancionada cuando demuestra la implantación de un Código de
La definición de pequeña empresa atendiendo al número de tra-
prevención eficaz.
bajadores (50) coincide con la mantenida por la OIT en su infor-
La existencia del comportamiento individual equivale a una me sobre fomento de pequeñas y medianas empresas (Gine-
condición objetiva de punibilidad, que atiende a razones de políti- bra, 1986).
326 Parte III. Modelos de organización y sanciones §8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 327

Comentario
Art. 3: Códigos de prevención.
Este precepto parte de las conclusiones a las que, fundamental-
1. Los Códigos de prevención deberán establecerse por las personas mente, se ha llegado en el § 6. A la vista de la realidad española
jurídicas obligadas, de acuerdo con su tamaño y nivel de organización, cum- resulta conveniente dar unas pautas, de carácter esencial, tal como se
pliendo con las siguientes condiciones mínimas: hace en Estados Unidos o Italia, acerca de los elementos esenciales
de los Códigos de prevención. En todo caso, existen sectores, como
a) Un código de conducta en el que se determinen los principios la seguridad en el trabajo, el blanqueo de capitales, el medio
y reglas principales de actuación de empleados y directivos de la perso- ambiente o la actividad financiera en la que el legislador obliga ya
na jurídica con el fin de prevenir o descubrir la realización de hechos a adoptar normas de organización, que deben entenderse como
delictivos. complementarias de los Códigos de prevención.
b) Controles internos para prevenir y descubrir los comportamien- La elaboración de los Códigos de prevención se fundamenta en
tos delictivos realizados por cuenta de la empresa, como, por ejemplo, sis- la técnica de la valoración del riesgo (risk assesment) y lo que se ha
temas de comunicación que permitan a los empleados y directivos de dado en llamar regulación cooperativa o responsive regulation. De
todos los niveles comunicar, sin temor a represalias de ningún tipo, los acuerdo con el primer criterio, cada empresa debe realizar su pro-
hechos delictivos que tengan conocimiento realizados en la actividad de pio análisis de riesgo y establecer, tras examinar su actividad, en qué
la persona jurídica. sectores o momentos es más probable que aparezcan conductas
c) Un sistema disciplinario que sancione las infracciones al código delictivas. Los controles internos y el código de conducta deben
de conducta. diseñarse tras haber realizado este análisis. La regulación cooperativa
se plasma en el apartado tercero cuya finalidad es asegurar la parti-
d) Determinación del órgano o persona que dentro de la estructu- cipación del entorno social de la empresa en la elaboración del
ra de la persona jurídica responsable de la implantación y actualización Código de prevención. De este modo, la comunidad a la que per-
del modelo de organización. En todo caso este órgano o persona estará tenece la empresa, representada por la administración, los sindicatos
compuesto por superiores jerárquicos o sometido a su directa supervisión. u otras organizaciones, en diálogo con ésta, fijará el nivel de exi-
e) El Código de prevención será auditado al menos cada dos años gencia y, en definitiva, de responsabilidad social a la que cada per-
por una sociedad o persona independiente. Las sociedades cotizadas sona jurídica está sujeta.
harán público este informe de auditoría, que además necesariamente
La eficacia del Código de prevención, con independencia de sus
debe publicarse en su página web.
contenidos, depende de que las altas esferas estén implicadas en su
ejecución. En las sociedades de grandes dimensiones, esta responsa-
2. Al establecer la responsabilidad de la persona jurídica, en relación bilidad no puede delegarse totalmente existiendo un deber de
a cada figura delictiva, el legislador podrá realizar ulteriores especificaciones supervisión que debe recaer sobre uno de los top mañager.
de las condiciones mínimas de los modelos de organización. En cualquier
caso, los modelos de organización deben ser capaces de incorporar y cumplir De entre los distintos controles internos se menciona expresa-
con la regulación administrativa susceptible de aplicación. mente por su importancia la figura de los denunciantes cívicos, en
cuanto que la posibilidad de poner de manifiesto posibles irregula-
3. En relación a cada una de lasjiguras delictivas para las que se pre- ridades, sin temor a represalias, es un termómetro fiable de la efica-
vea la responsabilidad penal de los entes, las organizaciones empresariales en cia del Código de prevención y en general de la cultura preventiva
cooperación con las Administraciones públicas, organizaciones sindicales y de la empresa.
otras asociaciones interesadas establecerán sistemas de organización que
podrán servir como modelo a las personas jurídicas afectadas.
328 Parte III. Modelos de organización y sanciones §8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 329

El apartado segundo 4.2 evidencia también la independencia de


Art. 4: Independencia de la responsabilidad de la persona ambos tipos de responsabilidad. La regla es que en principio las
jurídica y natural. causas de justificación, de exclusión de la culpabilidad o incluso el
error impiden la responsabilidad de la persona jurídica. En determi-
1. La responsabilidad de la persona jurídica es independiente de la nados supuestos, sin embargo, esta regla debe exceptuarse (vgr.,
responsabilidad penal de la persona natural y subsiste aun cuando: error de prohibición o inimputabilidad).

a) Como consecuencia de la organización de la empresa, ningún


empleado o directivo resulta penalmente responsable por la lesión o Art. 5: Responsabilidad conjunta y principio de ne bis in
puesta en peligro de bienes jurídicos penalmente protegidos. idem.
b) La responsabilidad penal individual se haya extinguido confor- 1. Cuando la persona jurídica tenga menos de 250 trabajadores, si
me a lo dispuesto en el art. 130. El indulto del responsable individual por la misma infracción ha sido sancionada una persona natural que posea
del delito no será aplicable a la persona jurídica. una parte significativa del accionariado de la empresa, el juez o tribunal
podrán renunciar a imponer cualquier medida a la persona jurídica o tener
2. La concurrencia en la persona natural de circunstancias que exclu- en cuenta la medida impuesta en la medición de la pena del responsable
yan la responsabilidad penal previstas en el art. 20 del CP y en el art. 14, individual.
excluyen también la responsabilidad de la persona jurídica, salvo que ésta
hubiera debido evitar su aparición. 3. La imposición de sanciones disciplinarias contra el autor o cómpli-
ce del delito por parte de la persona jurídica, se tendrá en cuenta, como cir-
3. La responsabilidad penal de la persona jurídica subsiste aun cuan- cunstancia atenuante o a los efectos de lo dispuesto en las secciones 1.a y 2.a
do no ha sido posible identificar al autor o autores del delito o falta.
del Capítulo III del Libro I del Código penal, en el momento de la deter-
minación de la pena de la persona natural.
Comentario
El art. 4 confirma la independencia y el diferente fundamento Comentario
de la responsabilidad de empresa y la individual. La responsabilidad
de las personas jurídicas tiene como finalidad, precisamente, asegu- El sistema propuesto, tal como se ha señalado, parte de la res-
rar un mayor grado de responsabilidad individual. ponsabilidad conjunta de persona física y jurídica. Pese a este punto
de partida, los principios de proporcionalidad y ne bis in idem exigen
El art. 4.1.a) responde al que he denominado como problema
en personas jurídicas medianas tener presente que con frecuencia el
de la culpabilidad, la inexistencia de responsables individuales como
responsable individual es también la persona que va a sufrir, en bue-
consecuencia, precisamente, de defectos de organización interna.
na medida, los daños colaterales de la sanción a la persona jurídica.
Sin una previsión como ésta, el peligro de sobreexplotación del
Por ello se positiviza en el apartado primero el principio de cuenta, que
derecho penal individual, existente en la criminalidad de empresa
no desaparecerá, pese a la instauración de un sistema de responsabi- en el derecho sancionador administrativo comunitario ha sido tam-
lidad de personas jurídicas. Una previsión semejante se encuentra bién utilizado para solventar problemas de bis in idem.
en el derecho suizo, e igualmente en el Reino Unido, en el «homi- El número de 250 trabajadores responde al concepto más usual
cidio de la corporación». de mediana empresa. Si esta previsión se pone en conexión con la
En el número 4.3 se aborda el problema de la identificación que del art. 2.3, trasluce que existe un régimen especial para medianas y
obedece a casos distintos, en los que pese a ser cierta la existencia pequeñas empresas. Estas últimas sólo pueden verse afectadas por la
de un responsable individual, no se logra identificar al culpable. sanción de supervisión, que carece de finalidad punitiva y que
330 Parte III. Modelos de organización y sanciones
§ 8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 331
atiende a introducir mejoras en su funcionamiento. En las medianas
contra personas jurídicas es fundamentalmente de naturaleza pre-
empresas, el principio de proporcionalidad exige tener presente en
ventiva especial, se trata de conseguir un mayor nivel de autoorga-
su conjunto la responsabilidad penal y la colectiva.
nización, de compromiso de la empresa en la prevención y evita-
El tercer párrafo atiende a un problema de bis in idem de origen ción de hechos delictivos. Por ello, la consecución de este objetivo
diferente. El sistema de responsabilidad penal de las personas jurídi- requiere dotar al juez de amplia gama de sanciones, a través de las
cas elegido incita a la utilización de sanciones disciplinarias contra cuales pueda dictar distintos tipos de sentencias: reparadoras, pre-
las personas individuales responsables. Ello puede provocar en oca- ventivas generales, rehabilitadoras o innocuizadoras. El diseño de las
siones un nivel excesivo de consecuencias punitivas. De ahí que se sanciones que a continuación se realiza permite esta mezcla, con el
permita al juez tener en cuenta en la medición de la pena, la san- fin de imponer una sanción «a medida» de la persona jurídica san-
ción que se ha impuesto por el sistema penal privado de la empre- cionada y la gravedad del hecho.
sa. Una regulación más avanzada, y basada en el principio de opor-
tunidad procesal, podría consistir en prescindir del procesamiento
de la persona física. Art. 7: Concurso de delitos.

Se impondrá una sola multa cuando, antes de la iniciación del proceso, se


Art. 6: Medidas penales contra personas jurídicas. haya realizado la misma infracción u otra de naturaleza semejante, como
consecuencia de la no implantación de un Código de prevención o su implan-
1. La responsabilidad de la persona jurídica conforme a lo señalado tación deficiente. La multa se calculará a partir del delito más grave.
en el art. 2 implica la imposición de alguna o algunas de estas medidas:
• Multa. Comentario
• Supervisión judicial.
La culpabilidad de empresa se ha definido como un defecto de
• Interdicciones. organización permanente, por ello no tiene sentido imponer varias
multas cuando diversos comportamientos delictivos son expresión
• Publicación de la sentencia.
de un mismo defecto de organización. Se trata de una lógica simi-
• Reparación. lar a la existente en las infracciones imprudentes, cuando, como
consecuencia de la infracción de una misma norma de cuidado, se
2. Tras los informes que estime convenientes, el juez podrá imponer una
desprenden varios resultados.
o varias de estas medidas atendiendo a la gravedad del delito, el grado de par-
ticipación en él de la personas jurídica a través de sus directivos, el historial
delictivo de la persona jurídica, los beneficios obtenidos o perseguidos con la Art. 8: Multa y determinación de la multa.
infracción, su tamaño y naturaleza, y el peligro derivado de su actividad.
1. La cuantía de la multa se fijará a través de una cantidad porcentual,
3. La imposición de estas medidas no debe afectar a las posibilidades fijada en relación a cada delito donde se establezca la responsabilidad de las
de reparación del daño.
personas jurídicas, relativa al volumen de negocios de la persona jurídica en el
año en que realizó o finalizó la infracción. Si se tratara de entidades no lucra-
Comentario tivas, esta cantidad tomará como referencia el patrimonio de la empresa.

Cuando el comportamiento de una persona jurídica sea determinado por


El juez tiene en la imposición de medidas contra personas jurí-
otra, esta cantidad porcentual tomará como referencia el volumen de negocios
dicas un margen de maniobra muy amplio. El fin de las medidas
de la sociedad madre.
332 Parte III. Modelos de organización y sanciones §8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 333

2. La cantidad porcentual, a la que se refiere el apartado anterior, se 3." Hasta un cuarto si la persona jurídica deforma activa ha obs-
atenuará: truido la investigación.

1." Hasta una tercera parte si la persona jurídica cuenta con un 4. Si se produjeren conjuntamente circunstancias atenuantes y agra-
Código de prevención que, aunque no se haya implementado eficaz- vantes, se valorarán y compensarán racionalmente para la determinación de
mente para excluir la responsabilidad, haya dificultado la realización de la multa.
hechos delictivos similares al que se han cometido. 5. En aquellos casos en que la multa ponga en peligro la solvencia de
2. ° Hasta una tercera parte si el autor o cómplice del delito es un la persona jurídica, la estabilidad de los puestos de trabajo o la reparación
superior jerárquico y la persona jurídica ha colaborado en la investiga- del daño, una vez oído a su representante legal, a los representantes de los
ción aportando pruebas, en cualquier momento del proceso, decisivas para trabajadores y al Ministerio Fiscal, el juez podrá:
establecer su responsabilidad. Esta atenuación sólo será de aplicación a
las empresas de más de 250 trabajadores. i.° Fraccionar su pago durante un período de hasta 5 años. La
persona jurídica deberá permitir que un experto nombrado por el juez
3." Hasta una cuarta parte, cuando en supuestos distintos al ante- verifique su capacidad de pago, pudiendo para ello acceder a cuanta
rior, la persona jurídica colabore en la investigación aportando pruebas, documentación estime necesario.
en cualquier momento del proceso, decisivas para establecer la responsa-
bilidad individual. 2." En el caso de sociedades cotizadas, atendiendo a razones de
prevención general, ordenar a la persona jurídica que transfiera al Minis-
Las circunstancias previstas en los números 2." y 3.° no pueden terio de Economía y Hacienda un número de nuevas acciones por un
aplicarse cumulativamente. valor equivalente a la multa final. Las nuevas acciones se crearán redu-
ciendo proporcionalmente el valor de las antiguas. Los beneficios obteni-
4. ° Hasta una tercera parte si la persona jurídica, en la medida de
dos mediante la administración del fondo se destinarán a la reparación
sus posibilidades, ha reparado con prontitud el daño ocasionado, elimi-
del daño ocasionado por el delito.
nando las consecuencias dañosas o peligrosas.
5. ° Hasta una tercera parte si la persona jurídica ha implementa-
do antes de la apertura del juicio oral un Código de prevención eficaz. Comentario

6." La concurrencia de distintas circunstancias atenuantes no podrá La multa es la sanción principal del derecho penal de las perso-
suponer una cantidad inferior a una octava parte de la multa base. nas jurídicas. Los costes de ejecución de la medida de supervisión,
la severidad y los daños colaterales de otras sanciones como las
3. La cantidad porcentual, a la que se refiere el apartado primero, se interdictivas o las limitaciones a las que está sujeta la publicidad en
agravará: lo concerniente a su eficacia hacen de la multa la herramienta más
sencilla para forzar a la empresa a la autorregulación.
1." Hasta un tercio cuando un superior jerárquico haya sido autor, N o es fácil adaptar la multa a la gravedad de la infracción y a la
cómplice del delito, lo haya tolerado, ignorado conscientemente o infrin- capacidad de pago de la empresa. Por ello el sistema pivota sobre
gido sus deberes de control. Esta agravación no resulta de aplicación si
dos elementos: el volumen de negocios o patrimonio de la empre-
se aplica la atenuación prevista en el art. 8.2.2." o si la empresa tiene
sa, que atiende a su capacidad de pago, y una «cantidad porcentual»
menos de 250 trabajadores.
que atiende a la gravedad del delito cometido. De este modo, se
2." Hasta un tercio si, en el caso de que la infracción constituya pretende que la multa tenga una severidad similar e igualitaria, de
un delito grave, existe reincidencia o, en el resto de casos, cuando la per- forma similar a lo que ocurre con el sistema de días multa. Otros
sona jurídica haya realizado por tercera vez la infracción. criterios de determinación de la multa como las ganancias obteni-
334 Parte III. Modelos de organización y sanciones §8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 335

das o el daño ocasionado, tienen su reflejo en la aplicación del comi- dica en el establecimiento de un Código de prevención o supervisará su
so o en la reparación, por lo que no resulta conveniente incluirlas implantación. La supervisión sólo se impondrá cuando exista riesgo de rei-
como parámetro en la multa. teración delictiva; la reincidencia y la implicación de superiores jerárquicos en
el delito deben tenerse en cuenta para apreciar este riesgo.
Las agravantes y atenuantes tienen una importancia considera-
blemente mayor en el derecho penal de las personas jurídicas que 2. El juez determinará exactamente el contenido de la supervisión
en el individual, pues constituyen la herramienta principal para que se referirá en exclusiva a los fines antes mencionados, sin que deba
encauzar el comportamiento del grupo. Por eso es preciso otorgar inmiscuirse en otros ámbitos de la dirección de la persona jurídica.
al juez un mayor margen de apreciación, y permitir además que su La supervisión podrá afectar a la totalidad de la persona jurídica o limi-
repercusión en la medición de la medida penal tenga mayores con-
tarse a alguna de sus instalaciones o unidades de negocio.
secuencias.
3. El supervisor tendrá acceso a todas las instalaciones y locales de la
Tanto en las atenuantes como en las agravantes juega un gran empresa y a recibir cuanta información estime necesaria para el ejercicio de
papel los indicadores de la culpabilidad reactiva. De hecho, los
sus funciones.
Códigos de prevención, pese a su nombre, comprenden, al lado de
las medidas tendentes a impedir la comisión de hechos delictivos, 4. Si el juez decretó la medida de supervisión, sin imponer multa
las que se refieren a su descubrimiento. alguna, la obstrucción de la actividad del supervisor podrá dar lugar a la
imposición de la misma. Si la supervisión fue impuesta conjuntamente con
La otra gran variable en la determinación de la multa es el nivel la multa, la obstrucción podrá dar lugar al aumento de hasta un tercio de la
jerárquico del infractor que indica generalmente un mayor nivel de
multa impuesta.
culpabilidad de empresa. Los controles deben ser más estrictos para
impedir los comportamientos delictivos de la cúspide, y, por otro 5. La duración máxima de la supervisión será de cuatro años. En los
lado, cuando los altos dirigentes están implicados en la comisión de casos de obstrucción, el juez podrá también ampliar el plazo de supervisión
hechos delictivos cabe albergar dudas acerca de la eficacia de los inicialmente previsto sin que pueda superar el plazo anteriormente fijado.
modelos de organización. 6. El supervisor está obligado a guardar secreto. La infracción de esta
Un aspecto complicado de la cooperación es el reverse whistleblo- obligación será castigada conforme a lo señalado en los arts. 198, 199, 200
wing. Este efecto perverso se trata de limitar incentivando, en y 219 del CP.
empresas de más de 250 trabajadores, mucho más la colaboración 7. Reglamentariamente se determinará la retribución, cualificarían de
destinada a poner de manifiesto la participación de un superior aquellos que realicen labores de intervención, así como otros aspectos relacio-
jerárquico (8.2.2.° y 8.3.1.°), que la colaboración simple (8.2.3.°). nados con el ejercicio de su función.
El apartado 4 está destinado a evitar al máximo los daños co-
laterales, por eso adopta la propuesta de multa equitativa y la posi- Comentario
bilidad de fraccionamiento del pago. En este caso se prevé que la
persona jurídica tenga que someterse a una suerte de intervención La figura del supervisor tiene una morfología variable depen-
con el fin de acertar cuál es exactamente su capacidad de pago. diendo de las necesidades y los objetivos de la intervención. La pro-
puesta parte de este carácter necesariamente abierto y flexible. De
Art. 9: Supervisión. este modo, según los casos, el supervisor podrá ser simplemente una
suerte de observador o, desempeñando un papel más activo, quien,
i. La supervisión tiene como finalidad la prevención de nuevos deli- en estrecha colaboración con los responsables de la persona jurídi-
tos, para ello el supervisor colaborará con los responsables de la persona jurí- ca, revise, apruebe o diseñe un nuevo Código de prevención.
336 Parte III. Modelos de organización y sanciones 337
§ 8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa

En el derecho comparado la supervisión también puede servir a imposición de sanciones interdictivas requerirá también cierto gra-
la ejecución de la pena de multa o a asegurar la reparación. En la do de supervisión, por lo que debe ser frecuente la imposición con-
propuesta estos supuestos de supervisión impropia se regulan de junta de ambas sanciones.
forma independiente en relación a cada una de estas medidas (vid.
art. 8.5.1.°; art. 12.3). La interdicción de contratar con la administración o de obtener
subvenciones o ayudas tiene carácter preventivo general, de forma
similar a la pena de multa. No obstante, en su imposición pueden
Art. 10: Medidas interdictivas. también tener cierta importancia fines innocuizadores, como impe-
dir que empresas poco fiables puedan perjudicar a la administración
I. Las siguientes medidas interdictivas tienen exclusivamente como pública. Es además necesario que el legislador la prevea expresa-
finalidad la prevención de nuevos delitos:
mente en relación al delito realizado por la empresa.

1.a Clausura de los locales o establecimientos de la empresa.


Art. 11: Publicación y puesta en conocimiento
2. ° Suspensión de todo o parte de la actividad de la persona jurí- de las víctimas.
dica relacionada con el delito en cuyo ejercicio se haya cometido, favore-
cido o encubierto el delito. i. La publicación obliga a la persona jurídica a informar acerca de su
3." Prohibición de realizar en el futuro actividades, operaciones responsabilidad por el delito cometido. El juez determinará el contenido de
mercantiles o negocios de la clase de aquellos en cuyo ejercicio se haya la comunicación y la forma de hacerse pública.
cometido, favorecido o encubierto el delito. 2. Cuando existan una pluralidad de víctimas sin identificar, la publi-
cación necesariamente debe atender a que éstas conozcan su derecho a ser
2. El plazo máximo de duración de las medidas interdictivas es de indemnizadas.
dos años. Las medidas interdictivas sólo se impondrán cuando exista riesgo 3. Si, parcial o totalmente, la identidad de las víctimas es conocida, la
de reiteración delictiva y especialmente en lo que concierne a las medidas de
publicación consistirá también en informarles directamente sobre sus derechos.
clausura y suspensión cuando este riesgo afecte al medio ambiente o a la
salud y la vida de las personas; la reincidencia y la implicación de superio- 4. La publicación podrá realizarse una o varias veces durante un pla-
res jerárquicos en el delito deben tenerse en cuenta para apreciar este riesgo. zo no superior a seis meses tras la condena. En el mismo plazo de tiempo
El tipo de medida y su duración deben ser en cualquier caso proporcionados la persona jurídica debe ponerse en contacto con las víctimas a que se refie-
a la gravedad de la infracción realizada. re el número tercero.
3. La interdicción de obtener subvenciones y ayudas públicas o contra- 5. La persona jurídica asumirá los costes de la publicación y de la
tar con la administración, no atiende en exclusiva a impedir la reiteración puesta en conocimiento de las víctimas.
delictiva. El juez podrá imponerla cuando se haya previsto expresamente
como medida penal.
Comentario

Comentario El presente precepto se hace eco de las dos modalidades exis-


tentes de la publicación. La prevista en el párrafo primero tiene una
Las sanciones interdictivas tienen finalidad innocuizadora. Se finalidad preventiva general, de pena difamante, que, aplicada a las
imponen exclusivamente a aquellas personas jurídicas que no pue- corporaciones, tiene efectos similares a la multa. La contemplada en
den continuar su actividad sin poner en peligro bienes jurídicos, los números 2 y 3, en consonancia con el derecho norteamericano,
por el tiempo indispensable. En estas circunstancias normalmente la atiende a permitir una mejor reparación. La libertad de configura-
§ 8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 339
338 Parte III. Modelos de organización y sanciones

ción que se otorga al juez permite, por ejemplo, anudar esta medi- útil en infracciones de peligro, donde el daño no existe o no aso-
da a la realización de investigaciones internas y su publicación. ciado a la noción de reparación clásica.
Cuando la publicación tiene efecto preventivo general puede Tanto en este supuesto, como en el previsto en el apartado 2, la
ponerse en lugar de la multa. reparación comprende los trabajos en beneficio de la comunidad,
que por sus dificultades de ejecución no se han previsto como
Art. 12: Reparación. medida autónoma.

1. La medida de reparación comprende la responsabilidad civil confor- Art. 13: Definiciones.


me a lo establecido en el art. i 10 del CP. En aquellos casos en que se esta-
blezca la responsabilidad penal de las personas jurídicas conforme a lo indi- í. A los efectos de la presente ley se entiende por persona jurídica
cado en el art. 2, ésta será responsable civil directa. cualquier ente o asociación a la que el ordenamiento jurídico le reconoce per-
sonalidad jurídica independiente.
2. El juez o magistrado que conozca del caso, oído el Ministerio Fis-
cal y a las víctimas, puede autorizar que sea la propia persona jurídica la 2. Existe reincidencia cuando la persona jurídica haya sido condenada
que por sus propios medios realice la reparación. por el mismo delito o infracción administrativa o por un ilícito de naturale-
za similar durante los cinco años anteriores a su comisión.
En este caso, el juez, por sí mismo o a través de un experto nombrado
por él, supervisará la realización de los trabajos de reparación. Si éstos no 3. Por superior jerárquico se entiende toda persona que desempeñe en
se realizan de forma satisfactoria, el juez ordenará el pago de la responsa- la persona jurídica funciones de control o dirección, de hecho o derecho, con
bilidad civil conforme al régimen ordinario. un grado de discrecionalidad relevante. También se considera superior jerár-
quico quien realice estas funciones en una unidad organizativa dotada de
3. Si la persona jurídica no tiene medios suficientes para hacer frente autonomía financiera y funcional.
al pago de la responsabilidad civil tras la sentencia o si el pago pone en
peligro su continuidad y la estabilidad en el empleo, el juez de acuerdo con
la empresa deberá establecer un programa de pagos periódicos. La persona Comentario
jurídica deberá permitir que un experto nombrado por el juez verifique su
capacidad de pago, pudiendo para ello acceder a cuanta documentación esti- De este precepto conviene sobre todo explicar el concepto de
me necesario. reincidencia. En el derecho español, como es conocido, existe una
notable afinidad entre las infracciones situadas en el Código penal y
4. Si el delito no ha generado daños cuantificables o éstos son de muy otras ubicadas en la legislación administrativa. No tener en cuenta a
escasa cuantía en comparación con la gravedad del delito, el juez podrá la hora de medir la «peligrosidad» de la empresa, donde, por ejem-
imponer una medida de reparación simbólica que guarde relación con la plo, ha muerto un trabajador, que previamente fue sancionada repe-
infracción cometida. Su coste material no podrá ser mayor que la mitad de tidas veces por la administración es cerrar los ojos a la estructura de
la multa y en cualquier caso será proporcionado a la gravedad el delito. nuestro ordenamiento y además resulta incoherente con el funda-
mento de la responsabilidad de la persona jurídica. No puede
Comentario negarse que la comisión de infracciones administrativas sirve para
poner de manifiesto la gravedad del defecto de organización.
La reparación representa un concepto más amplio que el de res-
ponsabilidad civil. Tanto en el derecho comparado, como en el pro- El concepto de superior jerárquico coincide en líneas generales
pio derecho penal individual se ha abierto esta posibilidad, de utili- con el que de las distintas decisiones marco europeas, donde se con-
zarla como una sanción alternativa. Esta característica explica el templa la responsabilidad de las personas jurídicas. Al igual que ocu-
apartado 12.4, donde se contempla una reparación simbólica, muy rre en el derecho italiano y austriaco, se acogen también los supues-
§ 8. A modo de conclusión: una propuesta legislativa 341
340 Parte III. Modelos de organización y sanciones

formación en la entidad, tal como se hace en el derecho sane


tos de «superior jerárquico de hecho», que se corresponden con el
dor comunitario.' t a regulación propuesta es tributaria del I
concepto de administrador de hecho de nuestro ordenamiento. Del
ordenamiento norteamericano, se toma la idea de «unidad organiza- italiano de 8 de junio de 2001, donde los arts. 28 ss. regulan
tiva» que se corresponde además con la realidad organizativa de las Uadamente estos supuestos.
grandes empresas. Este concepto tiene además un gran significado
político criminal. En las grandes empresas es excepcional el que
pudiera establecerse la responsabilidad en alguno de los superiores
jerárquicos. La agravación que atiende a la implicación de los supe-
riores jerárquicos, pese a que sido corregida con el fin de no perju-
dicar a las pequeñas empresas, acabaría perjudicando desproporciona-
damente a las medianas, pero sería prácticamente inservible en
relación a las grandes empresas de carácter transnacional.

Art. 14: Alteraciones de la persona jurídica.

1. En el caso de transformación, fusión, absorción o escisión de la per-


sona jurídica, persiste la responsabilidad por los delitos anteriores al momen-
to de la transformación, en el ente o entes resultantes.

2. Si la medida es la multa, en los casos de transformación la persona


jurídica resultante responderá por el total de la cuantía. En el caso de escisión
los entes resultantes son responsables solidariamente del pago de la multa.
3. En los casos de disolución o liquidación la multa se trasmitirá a los
socios y partícipes en el capital que responderán solidariamente y hasta el
límite del valor de la cuota de liquidación que se les hubiera asignado.
4. Si se trata de cualquier otra medida el juez valorará atendiendo a
las finalidades que en cada caso se persigue su conveniencia. Para adoptar
esta decisión debe atender sobre todo a la continuidad sustancial de los
medios materiales y humanos y en la actividad desarrollada.

5. En los casos de transformación, fusión, absorción o escisión el juez


podrá apreciar la existencia de reincidencia en las personas jurídicas resultantes
por condenas anteriores a los entes anteriores atendiendo a la continuidad sus-
tancial de los medios materiales y humanos y en la actividad desarrollada.

Comentario

Aunque se ha acogido un concepto formal de persona jurídica


(art. 14), se adopta una visión factica para resolver los casos de trans-
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