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ISSN: 1690-7515
revistaenlace@gmail.com
Universidad del Zulia
Venezuela
Resumen
La presente investigación teórica tiene por objetivo demostrar la hipótesis; según la cual, el análisis de
los procesos de información y significación, objeto de las investigaciones semióticas actuales, es fundamental
para el análisis de los procesos cognitivos. Tales procesos, en su estructura profunda, tienen como base
operaciones semióticas que determinan la representación del objeto de conocimiento y la organización de los
métodos de conocimiento. Para argumentar esa hipótesis, se parte de los aportes de la Teoría Matemática de
la Información y de la Lingüística Estructural y en particular, de la Semiótica de C. S. Peirce.
Palabras clave: Información, conocimiento, significación, semiosis, signo, epistemología.
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The objective of this theoretical research is to demonstrate a hypothesis according to which the informatics
and signification processes, which are object of current semiotic research, are basic to the analysis of cognitive pro-
cesses. Such processes, in their profound structure, are based on semiotic operations which determine the repre-
sentation of the object of knowledge, and the organization of methods of knowledge. In order to argue this
hypothesis we base it on the mathematical theory of information, and on structural linguistics, particularly on the
semiotics of C. S. Peirce.
Key words: Information, knowledge, signification, semiosis, sign, epistemology.
Introducción
El ser humano vive en un continuo proceso de conocimiento. Desde todos los ámbitos donde
el hombre se encuentra recibe un flujo ininterrumpido de señales2 que sobresaturan sus capacida-
des perceptivas. Sin cesar, desde su nacimiento hasta su muerte, en todas las horas del día, incluso
en el sueño, el ser humano recibe una compleja, incesante, simultánea y avasallante serie de seña-
les visuales, olfativas, táctiles, auditivas y gustativas de las cuales, a menudo, le es imposible esca-
par. Peirce, en su teoría pansemiótica, afirmaba que “this universe is perfused with signs, if it is not
composed exclusively of signs” (1905-1906: 5.448). Ahora bien, ¿cómo operan esos procesos de in-
formación y significación y cómo discriminamos lo que vemos u oímos, lo que gustamos, olemos o
palpamos? ¿Cómo enfrentamos, sin perecer en el intento, ese caudal de información que nos viene
tanto del mundo interior como del mundo exterior? ¿Cuáles son los mecanismos semióticos que ri-
gen la constitución de significaciones, creencias y conocimientos? No nos interesan en esta investi-
gación teórica los procesos psicológicos que subyacen en los procesos cognoscitivos, aunque será
ineludible referirnos a ellos constantemente. Nos interesan, por el contrario, los procesos semióti-
cos en los que, según nuestra hipótesis, los procesos cognoscitivos se fundamentan.
2 Utilizaremos el concepto de señal como materialidad básica del signo y, en consecuencia, diferente de lo que
Saussure (1965:129) denominaba significante, constituido por la forma material del signo. El significante, por su
parte, se opone a lo que mismo autor denominó significado o forma conceptual.
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3 Según la teoría peirceana del signo, la primeridad (firstness) se define como el modo de significación de lo que es
tal como es, sin referencia a otra cosa (i.e. es una cualidad, una sensación, un sentimiento, la mera posibilidad de la
conciencia de algo aparte del yo) (Merrel, 1998:52).
4 Los ruidos físicos, en primera aproximación, no constituyen un código sistemático por dos razones fundamenta-
les. En primer lugar no son creados con un deliberado propósito comunicativo y, en segundo lugar, no están regi-
dos por reglas. No obstante, en una segunda aproximación, es innegable que la experiencia acumulada del
individuo le permite reconocer el origen de los ruidos y, en consecuencia, pueden aportarle significación.
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unidad de un sistema que se compone de dos Como puede deducirse, estos tres pro-
unidades con la misma probabilidad” (Marti- cesos, /percepción/, /información/ y /significa-
net, 1970:227). Sin embargo, es importante ción/, correlativos a /señales/, /significantes/ y
distinguir aquí entre información y significado. /signi-ficados/, constituyen las bases de los
Así, como dice Martinet (1970), si bien en la procesos cognitivos, pues ellos determinan
expresión “Antonio está e…” el grafema “e” las sucesivas operaciones intelectuales de
no comunica un significado, sí transmite, por simplificación, acumulación, abstracción,
el contrario, una información, en cuanto que análisis e interpretación. Por supuesto, los
permite deducir que el sujeto “Antonio” no procesos cognitivos no son procesos lineales
está, por ejemplo, “durmiendo”, “rezando” o ni simples, como tampoco lo son los
“trabajando”, pues el grafema inicial “e” au- procesos semióticos que tienen como carac-
tomáticamente excluye estas posibilidades. terística, entre otras, una disruptiva capaci-
Así, “es portador de información todo lo que dad polisémica. Esa capacidad polisémica,
tiene por efecto reducir la incertidumbre eli- como ha explicado la filosofía analítica, es
minando ciertas posibilidades” (Martinet, una de las limitantes fundamentales del len-
1970: 227). guaje verbal, para ser utilizado como lengua-
En tercer lugar, en ese continuo proceso je de las ciencias, aquel que tiene como
de evaluación de la multitud de señales que propósito describir e interpretar el conoci-
recibimos, una vez que éstas pasan nuestras miento. No obstante, salvo en el caso de los
fronteras perceptivas, decidimos, gracias a lenguajes de la matemática, la química y la fí-
nuestros códigos aprendidos, qué es perti- sica, y aún en tales casos de modo parcial, el
nente y qué no lo es5. De este modo se pro- lenguaje verbal es la base sobre la cual, a pe-
duce, en nuestros procesos perceptivos, un sar de las limitaciones y deficiencias, se cons-
cambio cualitativo, ya que se pasa del nivel truyen los metalenguajes científicos. La
de la materia física (señales) y de las formas fí- diferencia entre los signos del lenguaje ver-
sicas (significantes) a un nivel de las formas bal y los del metalenguaje puede representar-
conceptuales, los significados. se así:
5 El concepto de pertinencia fue creado por la Lingüística Estructural. Greimas la define como una regla de la des-
cripción científica, según la cual no deben tomarse en consideración, entre las numerosas determinaciones
posibles de un objeto, sino aquellas que son necesarias y suficientes para agotar su definición (1979:276). En una
definición más simple, los fonólogos de la Escuela de Praga definen la pertinencia como la capacidad que tiene un
rasgo de la señal para producir un consecuente cambio en el significado.
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- Signo verbal: Significante1 ® / Significado1/ raría todo el aparato sensorial, lo que podría
® / Significado2/ llevarlo al extremo de generar un stress inso-
® / Significado3/… portable. Por el otro, la información recibida
y, a un nivel de complejidad mayor, los signi-
- Metalenguaje: Significante1 ® / Significado1/
ficados construidos, implicarían un excesivo
esfuerzo memorístico, tanto en memoria ac-
Como puede verse, el signo verbal tiene tiva como en memoria pasiva.
como naturaleza propia la plurivocidad se- Las razones anteriores explican los su-
mántica (Sdo.1, Sdo.2, Sdo.3, …), mientras cesivos y continuos procesos de simplifica-
que el signo en los metalenguajes tiene como ción de la información (condensación,
propiedad la relación unívoca entre signifi- asociación, etc.); así como también, los pro-
cante y significado. Lo contrario dificultaría cesos de olvido deliberado que, en cierto
enormemente la comunicación exacta y pre- modo, contribuyen a liberar “espacio” en
cisa del mensaje científico. Los metalengua- nuestra capacidad cerebral. Esos mecanis-
jes de las llamadas ciencias sociales y mos de ahorro de energía son los mismos
humanas sufren en mayor grado la carencia que fundamentan el funcionamiento del
de univocidad significativa, si se las compara sistema de la lengua, principio que permite
con los metalenguajes de la Física, la Química que sistemas extremadamente complejos
o la Matemática. operen a partir de estructuras relativamen-
te simples. En el caso de las lenguas, por
El principio de economía ejemplo, la estructura fonológica, como de-
mostró la Escuela Lingüística de Praga, es
Estas continuas y sucesivas operaciones de una simplicidad asombrosa, pues con la
de selección perceptiva, analítica e interpre- combinación de un número muy reducido
tativa, se fundamentan en un principio de de fonemas es posible construir casi un nú-
economía. El cerebro, incapaz de manejar un mero infinito de enunciados. Los llamados
cúmulo tan enorme de informaciones, se ve rasgos distintivos de esos fonemas, funda-
obligado a ignorar buena parte de ellas, lo mentados en el modo y en el punto de arti-
que le permite una importante economía de culación y en la vibración o no vibración de
energía física y mental, pues el manejo de las cuerdas vocales, permite elevar expo-
tanta información y de los procesos que de nencialmente las posibilidades combinato-
ella se derivan consumiría un esfuerzo enor- rias, capaces de crear diferencias que, a su
me. Por un lado, el esfuerzo perceptivo satu- vez, generan significación.
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ciones mucho más complejas que el simple sis propias de los lenguajes de la vida cotidia-
conocimiento cotidiano como captación de na, las de las meras creencias, se transforman
información, interpretación, acumulación y en semiosis del lenguaje de las ciencias para
transmisión. En el Gráfico 1 se presenta un crear las condiciones del conocimiento cien-
bosquejo, de manera muy limitada, algunos tífico.
de los componentes del proceso cognosciti- Para transformar creencias en co-
vos, vistos desde una perspectiva semiótica nocimiento, es necesario cumplir con comple-
(Finol, 2004). Allí se hace énfasis, siguiendo a jos conceptos y sucesivas operaciones
Peirce (1958), en la dinámica semiótica que intelectuales (inducción, abducción, deduc-
caracteriza todo el largo y complejo proceso ción), capaces de validar un cúmulo de infor-
que va desde las sensaciones físicas hasta las mación y de significaciones que, al pasar por el
operaciones de abstracción y abducción. filtro de esas operaciones, en esa dialéctica de
Cuando el mundo exterior produce sensacio- “conjeturas y refutaciones” a las que se refiere
nes en el sujeto éste las organiza, en función Popper, se convierten en saber6. Ahora bien,
de sus órganos perceptivos y las estructura esos conceptos y esas operaciones son tam-
según códigos aprendidos, esas sensaciones, bién semióticos. ¿En qué sentido? En el senti-
producidas por señales físicas generadoras do de que unos y otros son lenguajes y, como
de información, se transforman en significan- tales, funcionan con los mismos principios de
tes; es decir, en elementos capaces de crear pertinencia y articulación significativa con los
significaciones más complejas que confor- que funcionan todas las semiosis.
man lo que Greimas (1979:197) y Eco
(1986:189) denominan isotopías, es decir, un Semiótica del discurso científico
conjunto de semas redundantes que garanti-
zan la homogeneidad del texto y facilitan una
¿Cuál es la especificidad del discurso
lectura común al reducir la ambigüedad. Son
científico? Ya hemos asomado previamente
esas isotopías las que articulan y configuran
una hipótesis que, grosso modo, puede partir
esos microconjuntos que llamamos experien-
de una definición del signo en el metalengua-
cia, los cuales implican ya no sólo acumula-
je científico, como aquel que se acerca más a
ción de información y de significado, sino
la relación de univocidad, es decir, aquel para
también incluyen elementos emocionales e
el cual, en un contexto específico, a un /signi-
ideológicos. Es a este nivel donde las semio-
ficante1/ corresponde un /significado1/. Si
6 Peirce va, incluso, más allá de Popper, al afirmar que Debemos conquistar la verdad adivinando, o de ningún
modo.
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