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Universidad del Valle.


Facultad de Humanidades.
Departamento de Filosofía.
Seminario: lógica y ciudadanía.
Estudiante: Santiago Cobo Martínez – 1630730

Del ataque personal como evasiva, como procedimiento de criminalización y como


forma de protesta. Una mirada a los usos del argumento Ad Hominem en el
debate Uribe-Coronell.

En el presente trabajo tengo como objetivo reconstruir los argumentos principales del
artículo de Farid Abud sobre el uso de la falacia Ad Hominem (contra el hombre) en el
debate que sostuvieron (el día 9 de octubre del 2007) el periodista Daniel Coronell y Álvaro
Uribe (el presidente de ese entonces). El debate grosso modo giró alrededor de los
“presuntos” nexos del ex presidente Uribe con el Cartel de Medellín y la situación de
persecución de los periodistas de ese entonces. Abud analiza el debate entre éstos y hace
énfasis en tres tipos de momentos en donde Ad Hominem es utilizado: i.) cuando se lo
emplea deliberadamente para evadir las preguntas y/o pedidos de aclaración, ii.) cuando
constituye un procedimiento dirigido a criminalizar a la parte contraria frente a la audiencia
y iii.) cuando se lo usa como una forma de protesta. Para Abud el análisis del uso de la
falacia es importante en cuanto que sirve para “comprender los conflictos y discursividades
que atraviesa una sociedad en un momento [determinado] de su historia” (Abud, 2013; 2).
Asimismo, cabe recalcar que el uso de las falacias es algo casi “natural” (generalmente) en
los discursos políticos dado que no se busca argumentar racionalmente sino que se busca la
persuasión y aceptación de una tesis vía las pasiones o emociones.

i.) Problemáticas en torno a los argumentos Ad Hominem

Comencemos por lo más básico. Si el articulo va a hablar de falacias Ad hominem, hay


que definir y caracterizar un argumento Ad Hominem. Veamos la definición que da Irving
Copi sobre la falacia Ad Hominem:

La expresión argumentum ad hominem significa literalmente 'argumento dirigido contra el


hombre' (…) Se la comete cuando, en vez de tratar de refutar la verdad de lo que se afirma,
se ataca al hombre que hace la afirmación. Está falacia tiene, por lo menos, dos maneras
diferentes de usarse:

A. Ad Hominem abusivo:
2

En las disputas violentas o contenciosas es muy común menospreciar el carácter de los


interlocutores, negar su inteligencia o racionalidad, cuestionar su integridad y así
sucesivamente. Sostener que las propuestas son malas o falsas porque las propone los
radicales es un ejemplo típico de la falacia ad hominem abusiva. [Este argumento es falaz,
porque el carácter personal [sexo, raza, ideología, etc] de un hombre carece de importancia
lógica para determinar la verdad o falsedad de lo que dice o la corrección o incorrección de
su razonamiento].

B. Ad hominem circunstancial:

Esta variante de la falacia se basa en la irrelevancia que existe entre las creencias que se
defienden y las circunstancias [reales] de sus defensores. (…) Las circunstancias del
oponente no son el punto a discutir cuando se argumenta seriamente. Las circunstancias del
oponente son usadas frecuentemente como si fueran razones suficientes para rechazar la
conclusión que sostienen. [Por ejemplo, que el razonamiento se excluya porque quien lo
enuncia hace parte de un grupo minoritario o de exclusión] (Copi, 2007; 133-135) 1.

Ahora bien, como bien lo muestra Abud, el último cuarto de siglo se vio enriquecido
enormemente (en el campo de la política) con el estudio y el análisis del lenguaje, del
discurso, de la retórica y de la argumentación. Este estudio permitió el análisis de los
discursos en la política colombiana (por ejemplo) mostrando el constante uso de las falacias
informales. Sin embargo, analizar esta clase de discursos fue sumamente problemático en
sus inicios dado que el modelo argumentativo que ha imperado en el siglo XX fue un
modelo argumentativo ideal en donde los individuos deliberan pulcra y racionalmente
hasta alcanzar el consenso. Para lograr esto se presupone, por ejemplo, la condición
“necesaria” y a priori de sinceridad (como plantea la pragma-dialectica de van Eemeren)
cosa que parece no satisfacerse completamente en los modelos reales de comunicación
(menos en la política y menos aún en la política colombiana). En los modelos reales de la
comunicación abundan las pasiones, las emociones y los sentimientos, los cuales nublan el
“recto juicio de la razón” haciendo perder de vista el “noble ejercicio de la política” como
Dussel expresa. Es por esto que autores como Fogelin y Amossy han girado la mirada a un
análisis del discurso y a una teoría de la argumentación basada exclusivamente en la
polémica y en el discurso refutativo2.

1
Me parece importante resaltar que los enfoques basados en la lógica suelen juzgar a las falacias Ad
Hominem como paralogismos en la medida que el carácter o la corrección moral de una persona resultarían
indiferentes frente al adecuado encadenamiento de sus argumentos.
2
Amossy, por ejemplo, plantea que si hay una teoría de la argumentación enfocada esencialmente en la
polémica, la falacia Ad Hominem será un componente fundamental en ésta. Para Amossy, el Ad Hominem no
debe entenderse como una falacia lógica informal principalmente (porque no está relacionada solamente con
el logos) sino que debe entenderse de manera diferente en tanto que está también relacionada con el éthos de
las personas.
3

Como bien lo expresa Abud, una de las razones por las que el discurso político está
contaminado de falacias es por el carácter constitutivo de éste. Generalmente se enfrentan
personas con tesis radicalmente opuestas y, en muchos casos, ambas tesis son
inconmensurables. De esta manera, los que disputan se enfrentan “agonísticamente”
viéndose como adversarios (llegando a atacarse personalmente). Es por ello que un discurso
político rara vez llega a buen término o un consenso donde ambas partes queden igualmente
satisfechas.

ii.) El debate Uribe-Coronell

La discusión entre ambos se había generado dado que el periodista Daniel Coronell,
publicó en la revista Semana un artículo titulado “los de las gafas”3 en donde comentaba un
libro (Amando a Pablo, odiando a Escobar) de la escritora Virginia Vallejo (amante de
Pablo Escobar y presentadora de noticias en Colombia en la década década 80 y 90). En
éste, Vallejo señalaba nexos entre Álvaro Uribe con el cartel de Medellín y con Pablo
Escobar. Coronell señalaba en su artículo otros informes de prensa en donde parecía
corroborar las afirmaciones que hacia Vallejo en su libro. Es por esto que Coronell le pidió
explicaciones públicas al presidente sobre estos hechos. Aparte de esto, Coronell estaba en
modo de protesta dado que “en los últimos días Uribe había acusado al periodista Gonzalo
Guillén de ser el supuesto autor encubierto del libro” (Abud, 2013; 6). Sin embargo –cuenta
Abud– la relación entre Uribe y Coronell ya era de larga historia. Coronell se había ido del
país por amenaza de muerte dado que escribió una serie de artículos en donde criticaba a
Uribe. “Cabe mencionar que en la investigación policial en torno a dichas amenazas
resultaron involucrados, entre otras figuras públicas, el exsenador Carlos Nader Simmonds
y los propios hijos de Uribe” (Abud, 2013; 6).

Como se mencionó reiteradamente, el debate fue llevado a cabo el día martes 9 de


octubre del 2007 en el noticiero matutino de la F.M. Uribe llamó telefónicamente a la
emisora radial y lo pusieron en comunicación con Coronell. El debate duró alrededor de
una hora en donde se tocaron más de 15 puntos y ninguno de ellos terminó en un consenso
o en buen término. El debate pasó a la historia colombiana puesto que el ex presidente
Uribe trato de “miserable”, “calumniador” y “mentiroso” a Coronell. Adicionalmente,
como la emisora tiene emisiones en vivo en Estados Unidos y Europa, el debate fue
escuchado en diversas partes del mundo. La prensa internacional no se hizo esperar para
dar su opinión al respecto.

3
El título del artículo de Coronell trae a colación una expresión coloquial colombiana, «hacerse el de las
gafas», la cual es corrientemente utilizada para referir la actitud de quien, a pesar de tener pleno conocimiento
de un hecho, se da por desentendido sobre éste. Coronell la utiliza, además, con un doble sentido: en su libro,
Virginia Vallejo afirmaba, entre otras cosas, que Álvaro Uribe era el único amigo de Pablo Escobar que
utilizaba anteojos, frente a lo cual Uribe reaccionó argumentando que para la época a la que se refería Vallejo
a él todavía no le había sido recetado el uso de estos.
4

Dado que el debate fue realizado por radio y no en televisión o personalmente, tiene
unas características y unos tintes particulares que afectan el análisis del discurso. Una de
ellas es que dado que el análisis se reduce solamente a la voz, se pierden características
importantes tales como la postura, las expresiones y los movimientos corporales (se pierde
el componente visual o físico). Es por ello que el análisis discursivo se centró en otras cosas
como la respiración, la dicción, la seguridad, la fluidez, el ritmo, entre otras. Asimismo, el
radio y el tiempo otorgado para el debate minimizaron el tiempo otorgado a cada
interlocutor y se volvió una lucha por el uso de la palabra.

Lo primero que cabe mencionar es que a lo largo del debate se pudieron encontrar un total
de 38 manifestaciones del argumento Ad hominem. Veamos en dónde y cómo fueron
usados algunos de ellos:

iii.) El uso del Ad Hominem en Álvaro Uribe:

iii.i) El Ad Hominen como estrategia evasiva

De los 38 Ad Hominems, 26 fueron utilizados por parte de Uribe a Coronell. Uribe


utilizo el Ad hominem “abusivo” o “directo” para cuestionar la personalidad o el carácter de
Coronel. También se sirvió del Ad hominem “circunstancial” mediante el cual le dice que
sus argumentos son incongruentes con su comportamiento y, sobretodo, hace mucho uso de
Ad Hominems por “argumento sesgado”4 a través de los cuales señala que “éste perseguiría
motivaciones e intereses personales” (Abud, 2013; 9). Todos estos Ad Hominems
comparten una misma finalidad: desacreditar al otro frente al auditorio con el objetivo de
evadir preguntas o pedidos de aclaración. El ejemplo que muestra Abud da cuenta de ello
(#: pausa corta, ##: pausa larga):

VD: Presidente # hace alusión en esta columna Daniel Coronell a un episodio que
supuestamente aparece en el díario El Mundo de Medellín que cuenta sobre el asesinato de
su papá ## y dice que # realmente # usted utilizó un helicóptero de Pablo Escobar para ir a
rescatar el cadáver de su papá y a su hermano Santiago que estaba herido.

AU: Vicky mire # yo quisiera que me lo dijiera [dijera] Daniel Coronell ## por favor # dile
que tenga valor civil y que pase ## es que él le ha mentido al país en muchas ocasiones ##
una de las ocasiones que es bueno que aclare # fue que él dijo hace dos o tres años que se
tenía que ir del país por amenazas ## mentiras ## tenía por allá una beca en una universidad
extranjera # y se fue para allá a hablar mal de Colombia y del gobierno # cuando aquí ha
4
Sobre este tipo de Ad hominem, Abud aclara que “a diferencia de otras clasificaciones (Cf. van Eemeren y
Grootendorst), Douglas Walton (1998b:11) ha reservado un tipo específico de Ad Hominem para las
situaciones en las que la parte contraria es acusada de perseguir intereses personales: el Ad Hominem por
«argumento sesgado»
5

tenido toda la protección ## entonces # que tenga valor civil y que pase ## yo creo que
enfrentar las cosas no es entrar en cólera # lo que pasa es que hay gentes que pueden
responder y otras que no pueden responder (Abud, 2013; 9)

En este caso se puede ver como Uribe desvía la pregunta sobre si uso o no el
helicóptero de Pablo Escobar hablando sobre Coronell (diciendo que es carente de valor
civil y que le ha mentido al país muchas veces). De esta manera, evade la pregunta. En este
caso, el Ad Hominem es usado a través de dos procedimientos: i.) cuando Uribe manifiesta
su deseo de escuchar la afirmación directamente de Coronell y ii.) al presentar un conjunto
de circunstancias que comprobarían las mentiras de éste. Sin embargo, a la hora de analizar
el argumento es irrelevante quien es la persona que lo enuncia y sus circunstancias (en este
caso, las circunstancias de la vida de Coronell no tienen relación alguna con el tema
tratado). En el argumento anterior Uribe utilizó varios Ad Hominems: uno directo (propone
como deficiente el carácter de Coronell diciendo ‘que tenga el valor y que pase y lo diga
él), uno circunstancial (es que Coronell le ha mentido al país en muchas ocasiones) y otro
directo “el cual es vehiculizado a través de la cita textual de un refrán ("hay gentes que
pueden responder y otras que no pueden responder"): con ello, Uribe condensa los ataques
anteriores aduciendo que Coronell carecería de la integridad personal necesaria para
presentar y defender posiciones” (Abud, 2013; 10). Por último, lo hace pasar como un
opositor del país (cuando Uribe dice: “se fue para allá a hablar mal del país”). El otro
ejemplo que se manifiesta en esta sección del artículo es el siguiente:

Fragmento 2:

DC: señor Presidente # la # la # la pregunta que yo le quiero formular respetuosamente


es otra ## usted dice que Pablo Escobar era una figura pública y que en ocasiones usted
lo vio # ¿cuáles fueron esas ocasiones?
AU: no+no # ninguna relación # una cosa es que hubiera +/.
DC: no+no # relación no &Pre # Presidente # ocasiones que usted lo vio.
AU: no+no+no+no # si # si Pablo Escobar era una figura que se veía mucho # yo no tuve
ni amista(d) [amistad] con él # ni fui a fiestas con él # <ni compromisos con él> [>] +/.
DC: <no Presidente # no Presidente> [<] # eso está # eso está claro # <pero usted dijo
que había coincidido en ocasiones> [>] +/.
AU: <ni &tu # ni tuve que # ni tuve que> [<] +/.
DC: <¿Cuáles son esas ocasiones?> [>]
AU: <si lo vi # lo vi de lejos> [<] # con Pablo Escobar no tuve ninguna relación # pero
esto lo vengo diciendo +/.
DC: ¿cuántas veces y en cuándo lo vio de lejos señor Presidente?
AU: no+no+no+no # hace mucho # mire # eso lo vengo diciendo hace muchos años y
vengo esperando que me prueben lo contrario # como lo dije la semana pasada # porque
usté(d) [usted] no oye sino lo que le conviene oír # la semana pasada dije # mire las
calumnias que me hicieron # y que le pedí a la procuraduría que investigara # y que la
procuraduría investigó fue ésta # que siendo yo alcalde de Medellín había construido con
6

Pablo Escobar el barrio Medellín sin tugurios # <falso> [>] +/.


DC: <no Presidente> [<] # yo no le estoy preguntando nada de eso # <xxx aclaraciones>
[>] +/ . (Abud, 2013; 11)

En este ejemplo Uribe no solo utiliza falacias Ad Hominems sino también la falacia
Ignoratio Elenchi, la falacia del hombre de paja, la manipulación de la ambigüedad y la
falacia Ad Verecundiam. La falacia Ignoratio Elenchi se comete cuando un argumento que
permite establecer una conclusión en particular se dirige a probar una conclusión diferente
(cfr., Copi, 2007; 141), la falacia del hombre de paja consiste en imputarle al oponente un
punto de vista ficticio o distorsionado (cfr., Abud, 2013; 11), la manipulación de la
ambigüedad consiste en usar deliberadamente una palabra que tiene más de un sentido y
aprovecharse de ella y la falacia Ad Verecundiam consiste en creer que la argumentación
que estoy sosteniendo es verdadera porque la dijo una autoridad (Aristóteles, por ejemplo).
La falacia se da porque el juicio de un experto no es una prueba conclusiva (puede que
Aristóteles o cualquier experto esté equivocado). En ese sentido, una autoridad es una
condición suficiente para un posible argumento pero no es una condición necesaria.
Veamos como Uribe utiliza todas estas falacias:

Coronell le pide a Uribe concretamente que especifique el momento en dónde vio a


Pablo Escobar en ciertas ocasiones. Uribe responde una explicación que se refiere al punto
en cuestión pero llega a una conclusión diferente. Uribe concluye reiteradamente que no
tendría ninguna relación con Pablo Escobar (uso de la Ignoratio Elenchi). Cuando hace
esto, manipula “la potencia polifónica de la negación” para distorsionar la pregunta de
Coronell quedando formulada como: ¿tuvo usted alguna relación con Pablo Escobar?
Cuando la pregunta era: ¿en qué ocasiones usted vio a Pablo Escobar? En este punto Uribe
hace uso de la falacia del hombre de paja porque tergiversó la pregunta de Coronell
mostrando (implícita o indirectamente) una pregunta distinta. Coronell se da cuenta de
cómo Uribe intenta persuadirlo y reformula la pregunta: ¿cuáles son las ocasiones en las
que usted vio a Pablo Escobar? A lo cual Uribe responde mediante una manipulación de
ambigüedad (de una manera muy ambigua y confusa): “si lo vi, lo vi de lejos”. Ante la
insistencia de Coronell, Uribe intenta volverse inmune frente a los argumentos y se apoya
sobre una garantía personal (variante de la falacia Ad Verecundiam): “esto lo vengo
diciendo hace muchos años” haciendo una referencia implícita a su trayectoria.
Posteriormente, Uribe genera una carga de la prueba sobre Coronell: “vengo esperando que
[alguien] pruebe lo contrario”. Por último, lanza un Ad Hominem contra Coronell: “usted
no oye sino lo que le conviene oír”. Con todas estas artimañas Uribe parece lograr su
pretendido: generar confusión, evadir las preguntas y pasar de ser el interrogado al
interrogador.

iii.ii) El Ad Hominen como procedimiento de criminalización


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Aparte de que Uribe busca evadir preguntas y persuadir también busca convencer a
un determinado público de que lo que dice es cierto (i.e que no conoció a Pablo Escobar o
que no tiene nexos con el narcotráfico). En ese sentido, en el debate ya no solo cobra
importancia Uribe y Coronell sino también el auditorio, es decir, la audiencia. Uribe intenta
acabar con la imagen de Coronell mostrando que éste tiene una deficiencia en su éthos
(hablando mal de él) y, al mismo tiempo, refuerza su propia imagen ante los demás. Busca
mostrar a Coronell ante los demás no solo como un “falso periodista” o como alguien que
atenta contra su integridad (un opositor político) sino que pone también en juego un
estereotipo con el cual criminaliza a los periodistas críticos del gobierno. Para hacer esta
crítica a los periodistas Uribe utiliza un discurso en particular: usa refranes comunes de la
idiosincrasia colombiana, utiliza un dialecto popular, un manejo moderado de la voz y una
subida de tono cuando es necesario. Todo esto lo hace de manera muy sutil.

Mediante su discurso Uribe deslegitima la postura de Coronell buscando que no


genere preguntas. Abud considera que Uribe utiliza dos tesis para hacer dicho movimiento:
i.) Uribe deslegitima los medios donde trabaja Coronell (en ese momento la revista
Semana) porque según Uribe no tienen la posición necesaria para ser considerados
legítimos o válidos y ii.) para Uribe, Coronell carece de “fuero legal” para interrogarlo.
Veamos lo que dice Uribe:

Fragmento 3:

DC: lo que yo quiero saber es cuáles son esas ocasiones en que usted vio de lejos a Pablo
Escobar.
AU: no+no+no # <es que usté(d) [usted] no es juez de la república> [=! subiendo el tono de
voz] ## mire # entre otras cosas uste(d) [usted] # uste(d) [usted] # uste(d) [usted] ignora las
cosas de fondo # a mí # recuerde cuando sacaron esas fotos de la revista Semana #
estuvieron buscando las fotos mías con Pablo Escobar # llevo veinte años esperándolas #
llevo veinte años esperándolas # y entonces # bien pueda siga # con todo lo que dijo doña
Virginia Vallejo # y no desestime lo de las gafas porque eso hace parte de todo el conjunto
de mentiras. (Abud, 2013, 13).

En este fragmento, Coronell sede ante Uribe y le pregunta cuales han sido las veces
que ha visto a Pablo Escobar de lejos (como Uribe menciona que lo ve). La salida de Uribe
para evadir la pregunta consiste en cuestionar el status institucional de Coronell, negando el
derecho de interrogarlo dado que no es un “juez de la republica” y, segundo, recordando
que la revista Semana estaba implicada en una falsa acusación en contra suya. De esta
manera, pone en tela de juicio la seriedad de la revista. Como si fuera poco, Uribe rechaza
la calidad de periodista que es Coronell todo el tiempo. Para Uribe, Coronell no tiene ética
periodística y por lo tanto no puede tener credibilidad. Uribe en la entrevista lo llama
reiteradamente “calumniador”, “confulador”, “chismoso”, “engañador”, “estafador”,
“cinico”, “canalla” y “miserable”. Uribe se aprovecha de su autoridad como presidente para
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salvaguardar su éthos personal, buscando mostrar solidez en su postura con cada pregunta
que realiza Coronell. Veamos el siguiente caso: Coronell le pregunta a Uribe sobre la
última vez que vio al señor César Villegas (“César Villegas trabajó en la Aeronáutica Civil
Entre 1980 y 1986, coincidiendo con Uribe entre 1980 y 1982, período durante el cual este
último fue director de dicha entidad. Allí, Villegas fue ascendido por Uribe al cargo de jefe
de planeación en abril de 1981. Posteriormente, Villegas fue procesado por la presunta
expedición irregular de licencias de vuelo a narcotraficantes y luego fue condenado a
cumplir 5 años de cárcel tras comprobarse que había recibido cheques de parte de los
cabecillas del «Cartel de Cali». Finalmente, Villegas fue asesinado el 4 de marzo de
2002”) (Abud, 2013, 15):

Fragmento 4:
DC: señor Presidente # ¿usted me podría decir cuándo fue la última vez que usted vio al
señor César Villegas?

AU: usted lo único que hace # usted lo único que hace # usted lo único que hace es #
escudarse en sus derechos de periodística para que # en mi caso # pueda a toda hora
agredirme con mentiras ## si yo visité a César Villegas en una cárcel # si estoy diciendo
una mentira de que jamás visité a un preso del proceso ocho mil # salvo la visita a Gustavo
Álvarez Gardeazabal # yo renuncio a la presidencia.

DC: por cierto señor presidente # ¿usted me podría decir # cuando fue la última vez que
vio al señor César Villegas?

le voy a decir cómo conocí yo a César Villegas # tenía &veinti # esto se lo he repetido al
país muchas veces # tenía veintidós veintitrés años # acababa de regresar al país # me lo
presentó el doctor Ernesto Samper en la presidencia de ANIR y me dijo # este muchacho ha
hecho un Master en economía del transporte aéreo en la Universidad de McGill # y me lo
llevé a la Aeronáutica por recomendación del doctor Samper y por ese Master # trabajó
conmigo año y medio # y se quedó los cuatro años del &gob # de la administración
presidencial subsiguiente en la Aeronáutica ## una de las cosas que dicen esos libros es que
yo &tuv # he tenido sociedades con César Villegas mentiras # ¿le tuve aprecio? # sí # ¿le
tuve aprecio? # sí ## me pareció un hombre muy inteligente # muy capaz # y # esa fue toda
mi relación con el señor César Villegas ## ahora # &dis # una de las # es que el libro de
Virginia Vallejo # que no lo leí # por lo que me han contado en lo que refiere a mí # dice
mentiras grandes y chiquitas # y una de las mentiras es lo de las gafas # lo de las gafas ## y
otra de las mentiras es que yo dejé mi sucesor en la Aeronáutica para que le entregara
aviones y pistas a los narcotraficantes # <¡cómo le parece!> [=! subiendo el tono de voz] #
cuántas # cuántas veces pedí yo que se investigara mi paso por la Aeronáutica # <y cuántas
veces eso quedó claro> [=! Subiendo el tono de voz] ## de todos esos aviones # de todos
esos aviones decomisados hubo diecisiete que se importaron cuando yo era director de
Aeronáutica # todos con certificado de estupefacientes # con visto bueno de la brigada
militar # <es que yo he sido honesto en mi carrera pública> [=! subiendo el tono de voz] ##
9

recuerdo # recuerdo que usted vino aquí # siendo yo presidente vino una noche aquí a la
presidencia # <y no me diga que estoy en cólera # no confunda la cólera con el valor civil>
[=! gritando] # deje # deje ese cinismo que usted mantiene detrás de su # que usted
mantiene detrás de su entre comillas ética periodística # usted vino una noche aquí a la
presidencia # <y oiga la perlita que me dijo> [=! gritando] # así como me acaba de decir
que fui en múltiples ocasiones a la modelo a visitar a César Villegas y acabo de decirle que
si eso es verdad me renuncio a la presidencia # ooiga [oiga] la perlita que usted me dijo
aquí # y como le contesté muy duro y usted se fue muy bravo # entonces ahí es donde dice
que hay cólera # vino a decirme que aquí en la presidencia se había hecho una reunión con
el procurador general de la nación para que yo apoyara la reelección del procurador y él
apoyara la mía# entoes [entonces] # <usted lo que vive es # en confabulaciones # en
chismes # procurando hacer daño> [=! subiendo el tono de voz] # usted frente a mí no ha
sido un periodista crítico # sino un opositor con calumnia.

Un ciudadano cuando escucha: “se lo he dicho al país muchas veces” es presa de su


“ignorancia” ante el tema y considera que lo que dice Uribe es verdadero aun cuando pueda
ser falso. Uribe hace uso de su investidura política para persuadir al auditorio. Por otro
lado, el grupo de ataques que le lanza Uribe a Coronell lo único que hace es minar el
discurso y la ética de Coronell, rompiendo con la credibilidad de éste. Uribe lo criminaliza
como “un opositor político con calumnia” mostrándolo como un enemigo del orden
establecido. Sin embargo, Coronell no es la única víctima de los Ad Hominems de Uribe.
Coronell es asociado por Uribe con un grupo de periodistas que nunca define. Habla de los
periodistas como de “ellos”, los que “publicaron los libros”, los que “se prestaron para
calumnias” entre otros. Algunos de los periodistas son nombrados con nombre propio,
como Gonzalo Guillen y Joshep Contreras. Estos periodistas solamente son aquellos que
han tenido postura crítica sobre el gobierno de Uribe. El ex presidente los muestra también
como enemigos frente al auditorio:

Fragmento 5:

DC: señor Presidente # ahora yo quisiera preguntarle cuáles son los libros que yo inspiré
# que usted me # me atribuye.

AU: bien # vaya pregúntele a sus amigotes # vaya pregúntele a sus amigotes.

Asimismo, Uribe cuestiona a Coronell por su conducta discursiva. Especialmente por


dos cosas: su humor y su insinuación. Cabe detallar que Uribe nunca detalla cuales son las
insinuaciones que le hace Coronell ni cuáles son sus usos “indebidos” del humor. Veamos
el fragmento en donde Uribe dice esto:

AU: ...y usted con # su humor # su humor para mentir # su humor para mentir usted # lo
subestima # y ese es un tema bien importante porque eso debería tener connotaciones
judiciales.
10

AU: uste(d) [usted] que miserablemente ha hecho tantas &in # insinuaciones contra mí
sobre paramilitarismo # camine deme un solo cargo de actividad paramilitar de mi parte!

DC: le pido señor Presidente que enumere cuáles son esas insinuaciones canallas que he
hecho sobre usted por paramilitarismo.

AU: muchísimas # muchísimas # y a lo largo de mucho artículos # mejor dicho +/


DC: cuéntemelos señor Presidente +/.
AU: si tiene otro cargo que tenga contra mí bien pueda hágalo! (Abud, 2013; 19)

Por último, el dispositivo usado por Uribe para criminalizar a Coronell es imputarle a
Coronell motivos o razones ocultas de sus preguntas. Si Coronell lo interroga es por algún
interés particular y personal. Uribe lo explicita cuando menciona “usted solo oye lo que le
conviene oír (…) ahí es donde viene su inquietud por periodística # que no es inquietud
periodística sino que es saña (…) Se lo explico claramente # para que deje usted de tejer #
donde no se debe tejer # para que deje usted de buscar calumnia”5 (Abud, 2013; 19).

iii.ii.i) El uso de los refranes, los distintos registros lingüísticos, el empleo del sociolecto
popular y la modulación de la intensidad de la voz: escenografías y éthos en el discurso de
Uribe

En este punto del artículo, Abud se detiene a analizar el uso de los refranes en la
retórica de Uribe puesto que es gracias a ellos que Uribe logra convencer o persuadir al
público. Los refranes son sumamente importantes dado que los refranes:

No se pueden negar (a menos que sea a través de otro refrán o proverbio), ni interrogar, ni
sirven para satisfacer completamente los pedidos de aclaración. Adicionalmente, la forma
impersonal de los refranes no solo le permite a Uribe atacar a Coronell (y a los demás
periodistas críticos del gobierno) sin hacerse cargo de las afirmaciones emitidas, sino que,
en la medida en que estos son presentados como principios universales aceptados por la
colectividad, también suponen una puesta en escena de la doxa y por tanto una manera de
interpelar al auditorio (Abud, 2013; 20).

Todos estos refranes tienen la característica de ser refranes populares, es decir, sacados
de la vida cotidiana y la religión predominante en Colombia: la católica. Estos refranes
tienen una adhesión bastante simple en el hombre o la mujer promedio de Colombia dado
que se sienten identificados con ellos. En ese mismo sentido, Uribe utiliza una voz
modelada por el dialecto popular. En el caso de Uribe, modelado por el acento paisa de
Medellín:

5
La expresión “para que usted deje de tejer donde no se debe tejer” funciona en el discurso de Uribe como
una advertencia o amenaza (falacia Ad Baculum)
11

por ej., el relajamiento y la pérdida de las consonantes /s/ y /d/ en posición intervocálica,
pronunciado /toos/ por /todos/, /contao/ por /contado/, /grabao/ por /grabado grabado/; y en
el caso particular de la /s/, su aspiración y pérdida en posición intervocálica tanto en el
interior de una palabra como en el enlace de unas voces con otras: /la emana/ por /la
semana/) y por la utilización de términos del sociolecto popular, en especial el de
sustantivos axiológicos ("amigotes", "perlita"), adjetivos y verbos subjetivos ("chismoso";
"me considero engañao [engañado] y estafao [estafado]") que suelen ser expresados
mediante gritos o subiendo la intensidad de la voz ("<y oiga la perlita que me dijo> [=!
gritando]") (Abud, 2013; 20).

Es así como Uribe crea (a través de su discurso) una imagen de sí mismo cercana al
pueblo, específicamente, la imagen del hombre empresarial antioqueño (nótese que su
apariencia física informal también es así: sombrero volteado y poncho).

iii.ii.ii) ¿Pueden validarse o justificarse los Ad Hominem de Uribe contra Coronell?

Creo que la pregunta se responde por sí sola. Sin embargo, Gauthier ha establecido tres
criterios para la evaluación del uso del Ad Hominem y con ellos, ver si son plausibles o no
en un discurso. Primer criterio: las afirmaciones que se exponen en el argumento deben ser
verificadas o, al menos, redimir a una fuerte certificada de confianza. Segundo criterio: en
el caso de no ser posible su verificación, deben ser justificadas a partir de alguna prueba o
dato. Tercero: aquello que dice una persona debe ser pertinente con el tema que se discute.
En el caso de Uribe (que ataca a Coronell por su uso del humor y insinuaciones en contra
de él) él no aclaró cuales fueron los usos del humor o insinuaciones de Coronell y las
respuestas de Uribe nunca estuvieron en contexto con lo que Coronell especificaba. El uso
de los argumentos Ad Hominem por parte de Uribe se da, más bien, sobre el ámbito de la
violencia verbal sobre Coronell:

No solo por el hecho de constituir una serie sistemática de ataques dirigidos sin
miramientos contra la persona del otro -en ocasiones a través de expresiones injuriosas e
insultos- sino porque configuran todo un dispositivo a través del cual se intenta eliminarlo
como interlocutor válido en la discusión, demonizando su discurso y el del grupo al que éste
pertenece (Abud, 2013; 22).

Cabe resaltar que, terminado el debate, Coronell recibió un correo electrónico por
parte de las Águilas Negras el cual decía que “quién ataca a nuestro presidente, firma su
sentencia de muerte”.

iv.) Los usos del argumento Ad Hominem por parte de Daniel Coronell: el ataque
personal como forma de protesta
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El uso por parte de Coronell de las falacias Ad Hominem no solo difiere en la cantidad
en que él los uso (12 de los 38) sino que en su discurso, el Ad Hominem fue usado con un
fin diferente: el de la protesta. Coronell pone en cuestión el éthos de Uribe para manifestar
su inconformidad ante el hecho de no “deliberar correctamente”, también para cuestionar si
Uribe comparte los valores establecidos por la democracia y para llamar la atención sobre
el uso indebido que Uribe hace sobre su autoridad.

iv.i) Ataques de Coronell a través de los cuales se protesta ante la inadecuada conducta
deliberativa

Este grupo concentra la mayor parte de los argumentos lanzados por Coronell a Uribe.
Estos Ad Hominem tienen como función vulnerar el éthos de Uribe en dos niveles: el
primero, el de su representación social y el segundo, el del individuo (manifestando que su
forma de expresión no es la expresión de un presidente). Veamos como los utiliza Coronell:

DC: haber señor presidente ## primero # yo le rogaría a usted que &con # que conserve su
postura de acuerdo con la investidura que ostenta # y que me obliga a mí todo el respeto ##
en segundo lugar señor Presidente # usted si me está haciendo acusación de haber
participado en la elaboración de unos libros debe hacerlo claramente # decirme qué libros
son y qué fue lo que yo hice ## en tercer lugar # yo me fui de este país por amenazas contra
mi vida que implicaban a personas muy cercanas a usted ## eso está probado judicialmente
# esas amenazas ## por lo demás señor Presidente # como usted dice # yo recibí una beca
por petición de Comisión Colombiana de Juristas y del Comité para la Protección de los
Periodistas # una organización internacional de periodistas que usted bien conoce porque
varias veces ha recibido a sus directivos en la Casa de Nariño ## además # le quiero decir
señor Presidente que me parece que # con esta misma estrategia de ponerse bravo # usted
evita cualquier escrutinio sobre su pasado # le encaanta [encanta] hacer énfasis en lo que le
gusta # por ejemplo # en lo de tener o no tener gafas # pero ahora en la descripción del
helicóptero hace una # una narración muy detallada de todos los hechos que lo rodearon #
menos del hecho palmario de que el aparato pertenecía a Pablo Escobar ## <usted> [>] +/ .

AU: <es mentira> [<] # es mentira lo que usted está mintiendo! ...

En este apartado, Coronell inicia protestando contra la violencia que Uribe ejerce para
que Coronell deje de ser un interlocutor válido pidiéndole que se comporte al nivel de un
presidente. Además, Coronell hace un reproche sobre una promesa que Uribe no ha
cumplido: “responder por cualquiera de los cargos en el libro de Virginia Vallejo o en otros
libros que usted (Coronell) ayudó a ilustrar”. Luego, Coronell despliega un Ad Hominem
directo y otro sesgado con los cuales cuestiona el carácter y las buenas intenciones de Uribe
dado que éste respondió mediante evasiones (Ignoratio Elenchi) a las preguntas que
Coronell hace sobre el helicóptero de Pablo Escobar (y que Uribe debería responder por
compromiso).
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iv.ii) ataques a través de los cuales se cuestionan los valores

En este apartado, Coronell muestra que Uribe no parece compartir valores de la


democracia como la libertad de prensa. Por ejemplo:

AU: # para ser periodista crítico hay que tener <valor civil> [>] !

DC: <así # así> [<] # ¿así entiende usted el ejercicio de la libertad de prensa señor
presidente? (Abud; 2013; 24).

iv.iii) Ataques contra la figura de autoridad

Coronell hace uso de la falacia Ad Hominem para cuestionar el uso que Uribe le está
dando a su autoridad como presidente dado que la utiliza para criminalizar e incitar a la
violencia. Para cuestionarlo, Coronell lo hace a través del humor, buscando caricaturizar la
autoridad de Uribe. Como Coronell lo hace en esta parte de la entrevista:

AU: si tiene otro cargo que tenga contra mí bien pueda hágalo.

DC: lo mismo le digo señor Presidente ## lo que pasa # lo que pasa es que yo soy un
reportero y usted es el Presidente de la República # <y una cosa es estar a pie y otra a
caballo ## usted # usted # usted puede recurrir a la # a la> [<] +/ .

AU: <no+no+no # deje de venir con esa humildad cínica que no se la cree> [<] !

DC: &e # usted puede recurrir a la enorme audiencia que le da su cargo # y desde su silla
condenarme como un Júpiter olímpico # y condenar como condenó a Guillén al exilio #
como por después de las # de éstas diferencias suyas públicas generalmente vienen
amenazas # como sucedió conmigo en el año dos mil dos # <pero Señor Presidente> [>] +/ .

AU: <Eso es mentira> [<] ! (Abud; 2013; 25).

iv.iii) Violencia verbal, éthos y escenografía en el discurso de Coronell

Si bien es cierto que Coronell no hace uso de la violencia, si hace uso de las metáforas, el
humor y la ironía llegando a ridiculizar a Uribe. Esto lleva a Uribe a llegar a posiciones que
el inicialmente no quería asumir o tomar. De esta manera, crea su propio modelo de
discurso. El debate se vuelve una entrevista al personaje el “presidente Uribe” cuyo fin es
esclarecer los hechos sucedidos alrededor de Pablo Escobar. Esto lleva a Coronell -como
era de esperarse- a hacer preguntas incomodas, obligando a Uribe a responder preguntas
que en un principio, al parecer, no estaba dispuesto a tocar.
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Y es aquí donde se revela el papel central del Ad Hominem en el discurso de Coronell: es a


través de éste que el periodista encarna su dimensión crítica, no solo al develar ante la
opinión pública aquellos aspectos problemáticos del discurso de Uribe (…) sino al protestar
contra ellos, revelándose contra una situación de coacción que no solo lo afecta a él como
individuo sino que atañe en general a todo el periodismo. Más aún, es a través del Ad
Hominem que Coronell identifica en Uribe todo aquello que autoriza al periodista a que
manifieste su opinión y tome el lugar de un sujeto activo en el contexto de una democracia,
esto es, el abuso del poder, de manera que al atacar a Uribe, Coronell no solo mantiene su
éthos como periodista sino que modela su propia imagen, más específicamente, como la de
un periodista crítico (Abud, 2013; 26).

v.) Conclusiones:

 El Ad Hominem como falacia, cumple un papel estratégico en los discursos políticos


siendo una herramienta que sirve para la evasión, la criminalización y la protesta.
Sobre el papel evasivo, se constituye un trabajo reprobable desde el punto de vista
argumentativo. Su empleo para la criminalización se caracteriza por ataques
esencialmente infundados y carentes de justificación por lo que constituye una
incitación al ejercicio de la violencia. Su empleo como forma de protesta solo puede
justificarse en el caso de que alguna conducta vaya en contra de un adecuado
desarrollo del ejercicio deliberativo siendo esencialmente una herramienta crítica y
emancipadora. Eso permite concluir que el Ad Hominem puede ser utilizado de
manera tanto positiva como negativa. Esto nos lleva a reivindicar su importancia y
su papel dentro de los discursos (y específicamente en los discursos políticos) en la
construcción de una sociedad democrática y participativa.

 El Ad Hominem sirve para modelar la figura que tenemos del Otro en la


argumentación y llegar a convencer al auditorio de que la persona es algo que de
hecho no es. Por lo tanto, el uso del Ad Hominem puede influir en la vida pública
de una persona de manera marcada (véase el caso de Petro, quien es estigmatizado
por haber pertenecido al M-19, por ejemplo).

 El Ad Hominem atraviesa no solo el logos de un discurso sino también el pathos.


Sobre el logos es usado con la intención de persuadir y sobre el pathos es usado con
la intención de reducir al otro a un interlocutor no valido. Ambos aspectos deben
tenerse en cuenta a la hora de evaluar un argumento Ad Hominem.

 El presente trabajó permitió ver el uso del Ad Hominem por parte de Uribe. Se
observó el uso deliberado de Uribe para obstruir el esclarecimiento de temas muy
importantes dado que él era el presidente de Colombia en ese momento. Mediante la
persuasión Uribe buscó silenciar la crítica periodística y bloquear los pedidos de
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aclaración. Actualmente Uribe está siendo investigado por más de 264 casos. Se
espera que el análisis del Ad Hominem sirva para el esclarecimiento de los hechos.
No solo se espera que sirva para el análisis de Uribe, sino de todo discurso
autoritario o de tintes dictatoriales.

 Debe tenerse muy en cuenta el uso del Ad Hominem como criminalización porque
puede convertir a sujetos inocentes en personas aparentemente peligrosas o nocivas
para la sociedad, manchando el nombre de las personas.

vi.) Bibliografía:

 Abud, Farid (2013). Del ataque personal como evasiva, como procedimiento de
criminalización y como forma de protesta. Una mirada a los usos del argumento Ad
Hominem en el debate Uribe-Coronell. Cuadernos del GESCAL, 1 (1) 307-338.

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