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médicos de empresa).
El derecho a la intimidad puede serperejilde muchas salsas jurídicas. Así, ha jugado un papel
dispar según se tratase de preservar la intimidad frente a los poderes públicos ( STC
110/1984 [ RTC 1984, 110] , intimidad frente al secreto bancario,Caso Garrido Fallay ATC
642/1986 [ RTC 1986, 642 AUTO] ,Caso Banca Matutes) o frente a los particulares, sean
éstas personas físicas o jurídicas ( STC 115/2000, de 5 de mayo [ RTC 2000, 115] ).También,
claro está, para proteger un ámbito deprivacidadajeno a la mirada ajena ( STC 134/1999, de
15 de julio [ RTC 1999, 134] ), como se hizo en la STC 37/1989, de 15 de febrero ( RTC
1989, 37) para preservar la intimidad frente a cacheos policiales, incluso de internos recluidos
en centros penitenciarios ( STC 57/1994, de 28 de febrero [ RTC 1994, 57] ) o para delimitar
la noción de acoso sexual ( STC 224/1999, de 13 de diciembre [ RTC 1999, 224] ), entre
otras.Hoy fijaremos nuestra atención en la proyección de la intimidad como derecho
fundamental en el ámbito laboral para preservar comportamientos privados ajenos a la
relación de trabajo. Nos referimos a la STC 196/2004, de 15 de noviembre ( RTC 2004, 196)
(Despido de trabajadora de Iberia por consumo de cannabis).Los hechos del recurso de
amparo estimado por el Alto Tribunal descansan en el despido de una trabajadora
concontrato temporalde Iberia y categoría de agente administrativo, cuya relación laboral se
iba renovando año a año. Vigente el contrato de 1 de mayo de 1998 a 1 de agosto de 1999,
la empresa dió por extinguida la relación laboral, tras alegar que no había superado el
período de prueba.La causa del despido, posteriormente acreditada, se debía a
lanosuperación del examen médico realizado para su contratación al habérsele detectado en
el análisis de orina uncoeficientedecannabisde 292 ng/ml,muy superioral 50 ng/ml recogido
en el protocolo elaborado por la empresa como máximo permitido para la contratación de un
trabajador de su categoría profesional.Formulada demanda por despido nulo, fue estimada
por Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 1 de Ibiza, de 6 de agosto de 1999, por
vulneración del derecho a la intimidad.Laratio decidendide la sentencia de instancia descansa
en que las pruebas médicas destinadas a averiguar el consumo de estupefacientes por parte
del trabajador exige, en todo caso, la autorización personal tras una previa información al
respecto, ya que los resultados que pueden obtenerse pertenecen al ámbito de su
intimidad.Recurrida la Sentencia en suplicación por Iberia LAE S.A fue revocada por
Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares, de
14 de enero de 2000 ( AS 2000, 392) . La Sentencia considera eldespido irregularpor lo que
declara su improcedencia, pero no considera vulnerado el derecho a la intimidad de la
trabajadora, al considerar elinterés de la empresaen conocer el estado psicofísico de los
trabajadores.Interpuesto recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional va a ser estimado
por STC 196/2004, que va a reconocer el derecho a la intimidad de la actora, anulando la
Sentencia del TSJ de las Islas Baleares, dando firmeza a la Sentencia de la Salaa quo. Con
dicho pronunciamiento, el TC confirma la nulidad radical del despido por violación de
derechos fundamentales (derecho a la intimidad).Hasta aquí, por tanto, los hechos. La STC
196/2004, se encuentra con un supuesto en el ámbito del derecho a la intimidad que se
proyecta sobre el contrato de trabajo. La pregunta que en último término debe contestar el TC
es: ¿Puede el empresario despedir a una trabajadora con contrato vigente por apreciarse en
un rutinario examen médico -en el quenose le advierte o informa de sus posibles
consecuencias-, unconsumo excesivo de cannabistras un test o análisis de orina?La
problemática que comportaal ámbito del reconocimiento médico derivado de contrato laboral,
me parece un exceso. Esta STC 196/2004 pretende escribir derecho con renglones torcidos,
pero incurre en los excesos propios de sentencias superadas de querer hacer delegislador
positivoen un recurso de amparo, al pretender condicionar la regulación del alcance y efectos
de los reconocimientos médicos en la legislación laboral.
2 Vid M. PULIDO QUECEDO El consentimiento informado en materia de salud: ¿derecho humano fundamental?, en
RTC Vol. I, Pamplona 2001, pgs. 1850 y ss. ( BIB 2001, 501) .