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SCARY

Aparece una pareja de jóvenes bien parecidos en una calle del centro en lo que parece ser una
inocente cita. Los dos son muy atractivos y se denota por la apariencia de ambos que el mundo
entero está a su merced; el futuro les pertenece.

Los dos retoños se conducen entre consecutivas bromas, besuqueos e inocentes jugueteos a la
búsqueda de un estímulo para resarcir su jovial estampa con un ocioso entretenimiento.

En ese proceso hacen la mención de adentrarse en algún establecimiento pero convienen en


seguir con la búsqueda y de ese modo se continua el inocente jugueteo.

La noche es oscura. La luminosidad de las luces artificiales incide en sus expresiones joviales
con la plasticidad de un film technicolor de los años 50; la pareja parece haber encontrado el
objeto de su resarcimiento.
Ambos se detienen frente al cartel luminoso que indica la ubicación de un local de mala
muerte pero acaso eso les resulta enormemente divertido y convienen entrar para así seguir
paseando su exultación.

Bajan las escaleras, recorren el pasillo interior iluminado con flexos y se adentran en la boca
del demonio cerrándose la puerta tras ellos.

Dentro prevalece el caos y la desolación. El choque que se produce entre su felicidad y el


horror con el que se encuentran raya lo absurdo y lo fantasmal; se encuentran
irremediablemente en una terrible escena de terror.

Al fondo hay un personaje que parece ser el maestro de ceremonias que declama palabras in
inteligibles atravesado por proyecciones de la matanza de Texas pero eso no es lo peor.
Nuestros dos retoños intentan escapar sin encontrar la salida. A su paso solo encuentran
presencias espantosas que les imposibilitan la huida y sus bellas expresiones van tornándose
paulatinamente en desgarradas contorsiones sardónicas….

si te gusta te escribo el resto.

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