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ÍNDICE
1. GEOGRAFÍA FÍSICA
1. RELIEVE
2. HIDROGRAFÍA
3. CLIMA
4. VEGETACIÓN
5. FAUNA
6. ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS
7. PAISAJES
2. GEOGRAFÍA HUMANA
1. POLÍTICA
2. SOCIEDAD
3. URBANISMO
4. ECONOMÍA
3. ACTIVIDADES RESUELTAS
4. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Tiene un Estatuto de Autonomía, aprobado por Ley Orgánica de 30 de diciembre de 1981. El actual
presidente de la Junta de Andalucía es Juan Manuel Moreno Bonilla (PP-A).
1. GEOGRAFÍA FÍSICA
1. RELIEVE
La orografía de la Comunidad Autónoma de Andalucía está definida por la depresión del valle del
Guadalquivir, que discurre entre dos cadenas montañosas: Sierra Morena, al norte, y las cordilleras
Béticas, al sur. El 50% del territorio andaluz es montañoso. Una tercera parte de las tierras andaluzas
están por encima de los 600 m. de altitud sobre el nivel del mar, con una gran altiplanicie y con más de 46
cumbres que sobrepasan los 1000 m. de altura. En Andalucía oriental predominan las zonas de montaña
y los altiplanos, mientras que en Andalucía occidental abundan las tierras llanas y de poca altura que están
situadas en la depresión del Guadalquivir.
En el litoral andaluz también se distinguen dos zonas bien diferenciadas cuyo punto de enlace es
el estrecho de Gibraltar: la costa atlántica y la costa mediterránea.
Por tanto, el relieve andaluz se puede dividir en tres grandes grupos: el relieve de montaña, el
relieve de llanura y el relieve de costa.
Sierra Morena se encuentra al norte de la Comunidad. Está formada por un conjunto de sierras de
mediana altura. Los conjuntos más destacados de oeste a este son la sierra de Aracena (Huelva), la sierra
de los Santos (Córdoba), sierra Madrona (Córdoba) y la sierra de Andújar (Jaén). Las mayores alturas se
sitúan en la provincia de Jaén, como es el caso de la Estrella, que con sus 1.300 m de altura es uno de los
picos más elevados. En Sierra Morena también se encuentra un importante puerto de montaña, el puerto
de Despeñaperros. Este puerto fue durante mucho tiempo el único que permitió el acceso a la Comunidad
Autónoma de Castilla-La Mancha desde Andalucía, o viceversa.
La cordillera Penibética se encuentra más al sur, muy próxima a la costa mediterránea y casi en
paralelo a la cordillera Subbética. Se extiende desde el estrecho de Gibraltar hasta la provincia de Almería.
En esta cordillera se sitúan las sierras más elevadas de Andalucía y de la Península. Entre las más
importantes destacan la Serranía de Ronda (Málaga), la sierra de Baza (Granada), la sierra de Gador
(Almería), la sierra de los Filabres (Almería) y, sobre todo, Sierra Nevada (Granada). En Sierra Nevada se
alza el pico más alto de la comunidad y también de la Península, el Mulhacén (3.478 m). Otras alturas
importantes de Sierra Nevada son Veleta (3.392 m) y Alcazaba (3.293 m).
El valle del Guadalquivir tiene forma triangular y está situado entre Sierra Morena, al norte, y las
cordilleras Béticas, al sur. El vértice más estrecho del valle se sitúa en la provincia de Jaén, desde donde
se expande hacia el suroeste hasta alcanzar su mayor amplitud en la desembocadura del río Guadalquivir.
Así pues, en las proximidades del nacimiento del río Guadalquivir, el valle es estrecho y el terreno
ondulado; en la parte central del valle se desarrollan las fértiles tierras de la campiña, que se ha formado
por la erosión fluvial sobre los materiales sedimentarios de la fosa del Guadalquivir y su afluente, el río
Genil; y al final del valle, muy cerca de la desembocadura del Guadalquivir, el terreno es tan bajo que se
inunda con las aguas del río y del mar, a estas llanuras se les conoce con el nombre de marismas.
En las llanuras andaluzas también podemos encontrar vegas y hoyas. Las vegas son terrenos llanos
muy fértiles, generalmente regados por un río. En Andalucía destaca la Vega de Granada, que está regada
por las aguas del río Genil. Las hoyas son llanuras que están rodeadas de montañas y que se forman en el
interior de las cordilleras. Las hoyas más representativas de la Comunidad son la hoya de Baza y la hoya
de Granada.
La costa Atlántica es una costa baja y arenosa, con grandes playas de arena blanca como las de isla
Cristina (Huelva) o las de Chipiona y Valdelagrana (Cádiz). En esta costa destacan la ría de Huelva, el
golfo de Cádiz, la bahía de Cádiz y el cabo de Trafalgar.
La costa Mediterránea es una costa alta y rocosa, debido a la proximidad de la cordillera Penibética,
aunque también cuenta con numerosas playas, de arena menos blanca y menos fina que la arena de
la costa atlántica. En esta costa los acantilados alternan con las playas, algunas de las cuales figuran
entre las de mayor interés turístico de España, como las de la Costa del Sol (Málaga), Almuñecar
(Granada) y Aguadulce (Almería). En la costa Mediterránea destacan la bahía de Algeciras (Cádiz), el
cabo Sacratif (Granada), el golfo de Almería y el cabo de Gata (Almería).
2. HIDROGRAFÍA
En Andalucía el agua ha dejado de ser un bien abundante y se han convertido en un elemento
escaso. Los recursos hídricos pueden ser superficiales y subterráneos: el agua de los ríos, embalses y
humedales supone la aportación más abundante; los recursos subterráneos son más escasos, los acuíferos
se encuentran repartidos por todo el territorio, pero son especialmente abundantes en la Depresión del
Guadalquivir y en el litoral mediterráneo.
Casi todos los ríos que recorren la Comunidad Autonómica de Andalucía son cortos y tienen un
caudal escaso e irregular. Los únicos ríos que no cumplen estas características son el río Guadalquivir, el
río Genil y el río Guadiana.
Los ríos andaluces desembocan en el océano Atlántico o en el mar Mediterráneo, por tanto, se
distribuyen entre dos vertientes: la vertiente atlántica y la vertiente mediterránea. La vertiente atlántica
recoge la mayor parte de las aguas que discurren por el territorio andaluz. Los ríos de esta vertiente son
más largos que los de la vertiente mediterránea. A esta vertiente pertenece el principal río de Andalucía,
el río Guadalquivir.
El río Guadalquivir es el río más largo y caudaloso de Andalucía. Nace en la Cañada de Aguafría,
en plena sierra de Cazorla, en la provincia de Jaén, a 1.340 m de altitud. Atraviesa las provincias de Jaén,
Córdoba y Sevilla y desemboca en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Es navegable desde la ciudad de Sevilla
hasta Sanlúcar de Barrameda. Históricamente ha desempeñado un importante papel económico; así, por
ejemplo, el puerto fluvial de Sevilla fue el centro del comercio con América durante los siglos XVI y XVII.
El afluente más importante del río Guadalquivir es el Genil. Otros afluentes del Guadalquivir son el
Guadalimar, el Jándula, el Guadiato, el Bembezar, el Viar, el Guadiana Menor, el Guadajoz y el Guadaira.
El río Guadiana es el menos caudaloso de los seis grandes ríos peninsulares y, en Andalucía discurre
por la provincia de Huelva.
La vertiente mediterránea está integrada por ríos que vierten sus aguas al mar Mediterráneo. En
Andalucía, todos los ríos que pertenecen a esta vertiente nacen en la cordillera Penibética, por tanto, son
A partir de los cursos de agua de los ríos andaluces se han construido varios embalses cuya agua
se utiliza para el consumo humano, el riego y la producción de electricidad. Los embalses más importantes
de la Comunidad Autónoma de Andalucía son los siguientes: el embalse de Iznájar, en el río Genil; el
embalse de Negratín, en el Guadiana Menor; el embalse de Tranco de Beas, en el Guadalquivir; el embalse
de Bornos; el embalse de Cuevas de Almanzora.
La mayor parte del agua que se usa en la Comunidad se destina a la agricultura, sobre todo en el
Valle del Guadalquivir. El uso urbano representa el segundo componente del gasto hídrico; el uso
industrial es poco importantes, abarca el 4% del consumo total.
3. CLIMA
Andalucía es una de las regiones más cálidas de toda Europa. Pero, además, es una comunidad de
importantes contrastes climáticos en la que se pueden diferenciar desde el clima de las montañas hasta
el clima subdesértico de la costa almeriense. La mayor parte del territorio andaluz tiene un clima
mediterráneo típico caracterizado por veranos secos y calurosos e inviernos suaves. Las precipitaciones
son escasas y se producen sobre todo en otoño. Generalmente, las temperaturas más bajas de invierno
no descienden por debajo de los 0 ˚C, aunque las diferencias son grandes de una zona a otra de la
Comunidad. En verano, las temperaturas sobrepasan los 20 ˚C y son notoriamente superiores en el eje
Andújar-Córdoba-Sevilla, donde superan los 40 ˚C. La primavera comienza a finales de marzo-principios
de abril. Además, la amplitud térmica del día a la noche es mayor en el interior que en la costa debido a
la influencia del mar. Uno de los rasgos más singulares del clima andaluz es su luminosidad, resultado del
gran número de horas de sol que tiene al año.
La zona climática andaluza más importante se corresponde con la depresión del Valle del
Guadalquivir. Esta zona está completamente abierta al Atlántico y, por tanto, recibe el influjo de sus
vientos húmedos. A medida que se remonta el río, esta influencia atlántica se traduce en un aumento de
las precipitaciones y en una bajada de las temperaturas, que se advierte sobre todo en las montañas más
occidentales de Sierra Morena, del Sistema Bético y de las sierras de Cazorla y Segura. En cambio, esta
influencia atlántica deja de sentirse en las zonas más orientales, donde se registran niveles de
precipitaciones sensiblemente inferiores, tal y como ocurre en el desierto almeriense de Tabernas. Por
otro lado, la cercanía del mar y la altitud permiten que montañas como Sierra Nevada mantengan sus
cumbres nevadas buena parte del año.
Por tanto, la gran extensión de los territorios andaluces y las características de su relieve favorecen
la existencia de grandes variaciones climáticas, como son: el clima mediterráneo continental, el clima
mediterráneo oceánico, el clima mediterráneo subtropical, el clima subdesértico y el clima de montaña.
4. VEGETACIÓN
La Comunidad Autónoma de Andalucía tiene una gran riqueza de vegetación, que varía de unas
zonas a otras en relación con el clima y el relieve. Junto a los típicos bosques y matorrales mediterráneos
se encuentran bosques de robles, abetos y pinos, característicos de mayores alturas, así como pastizales
Así pues, en Andalucía se distinguen zonas de bosque, sobre todo, mediterráneo (encinas,
alcornoques y pinos), que constituye la vegetación natural de la mayor parte del territorio andaluz; zonas
de matorral, donde dominan la retama, el romero, el tomillo, la aulaga y la jara; y zonas de prados, donde
abundan la avena loca, la grama y los tréboles. No obstante, cabe destacar que el bosque mediterráneo
andaluz ocupa cada vez menos extensión debido sobre todo a las tradicionales roturaciones de la tierra
para el cultivo y a los frecuentes incendios forestales de los últimos años.
5. FAUNA
La fauna de la Comunidad Autónoma de Andalucía presenta una gran variedad de especies y una
clara distribución zonal, aunque la mayor parte de los animales que habitan en las tierras andaluzas se
distribuyen entre las zonas de montaña, las llanuras y las riberas de los ríos. En las montañas viven aves
rapaces como los buitres y águilas imperiales, águilas reales, águilas perdiceras, halcones, el azor y el
gavilán; además de mamíferos como la cabra montesa, el jabalí, el ciervo, el zorro y el lince ibérico. En las
llanuras viven aves como milanos, grullas y cigüeñas blancas, y mamíferos como zorros, ginetas,
meloncillos, corzos, comadrejas y tejones, entre otros. En las orillas de los ríos y lagunas habitan
flamencos, patos, garzas, garcillas; además de buitres negros, águilas pescadoras, aguiluchos laguneros,
etc. En las aguas de los ríos podemos encontrar carpas, barbos y tencas.
Además de estas especies representativas de la fauna andaluza, esta comunidad acoge a multitud
de aves migratorias. Así, las marismas de Doñana o de Odiel son lugar de cría y descanso para gran número
de aves acuáticas que emigran cada año desde Europa hasta África. Abundan los flamencos, los ánsares y
los patos.
Doñana es hoy un laberinto de tierra y agua que da forma a marismas, lagunas y caños, cotos y
pinares, vetas y veras, dunas, playas y acantilados espectaculares. Bonanza, Gallega, Ribetehilos o el Lucio
del Cangrejo son claros exponentes de los complejos lagunares que dominan este espacio natural dando
cobijo a miles de aves.
Entre los variopintos paisajes que también forman Doñana, destacan el sistema de dunas en
movimiento que discurre entre Matalascañas y la desembocadura del Guadalquivir, más de 25 kilómetros
de playa virgen y arenas blancas; la duna fósil del Asperillo, con más de 30 metros de altura; o, ya en la
playa, el acantilado del mismo nombre formado por areniscas entre naranja y ocre debido a las aguas
ricas en óxido de hierro que manan por los chorritos.
Esta variedad vegetal y climática determina una gran riqueza fáunica. En la alta montaña se
contempla el vuelo del acentor alpino, los roqueros solitarios o las chovas piquirrojas. Permaneciendo en
silencio, entre las sombras del bosque de ribera, es posible que aparezca el mirlo acuático, la oropéndola
o el llamativo Martín pescador. La majestuosa águila real, en cualquier momento, también puede surcar
estos cielos. Al abrigo de la masa boscosa y del espeso matorral vive una amplia comunidad de mamíferos
como el jabalí, el zorro, el tejón, la jineta o la cabra montés.
7. PAISAJES
Andalucía cuenta con una gran diversidad paisajística, algunos de sus paisajes conservan su
carácter original, aunque en la mayor parte el ser humano ha intervenido sobre el medio modificándolo,
dando lugar a nuevos paisajes que constituyen un espacio de equilibrio en mayor o menor medida entre
2. GEOGRAFÍA HUMANA
1. POLÍTICA
En el año 2006 se aprobó un nuevo Estatuto de Autonomía que reformaba el de 1981 y donde se
reconoce a la Comunidad como una nacionalidad histórica dentro de la unidad de la nación española.
Constituye el marco de referencia para las instituciones autonómicas y sus competencias.
Andalucía se divide en ocho provincias, creadas por Javier de Burgos mediante Real Decreto de 30
de noviembre de 1833, que son las siguientes: Almería; Cádiz; Córdoba; Granada; Huelva; Jaén; Málaga;
Sevilla.
Las comarcas andaluzas no han estado nunca reguladas oficialmente como en otras comunidades
autónomas, pero son reconocidas por motivos geográficos, culturales, históricos o administrativos.
2. SOCIEDAD
La Comunidad Autónoma de Andalucía es la más poblada de España, con una población de
8.384.408 habitantes (2018) y una densidad de población de 96 hab/𝑘𝑚 . Podemos decir que la densidad
de población de Andalucía es algo superior a la densidad de población del Estado español. La tasa de
natalidad ronda el 8,3‰ y la de mortalidad el 8,6‰. La esperanza de vida es de 81,7 años. La población está
envejecida, si bien el proceso de inmigración está alterando favorablemente la inversión de la pirámide
de población. El 5,35% de la población es de nacionalidad extranjera, tres puntos porcentuales menos que
la media nacional. La nacionalidad predominante es la marroquí, seguida de la británica. Es elevado
también el porcentaje de inmigrantes procedentes de Latinoamérica. En general, los inmigrantes que
llegan a Andalucía pertenecen a dos grandes grupos: jubilados europeos por motivos de residencia -
establecidos fundamentalmente en la Costa del Sol-, y población inmigrante por motivos laborales,
procedentes en su mayoría de Europa del Este, América Latina, norte de África y China.
La población andaluza se distribuye de manera muy irregular. Algunas zonas como las áreas
costeras registran densidades de población superiores a los 166,55 hab/𝑘𝑚 (Cádiz); en cambio otras,
como las áreas de montaña, tienen alrededor de 51,27 hab/𝑘𝑚 (Huelva).
Las zonas más pobladas son el Valle del Guadalquivir, la Vega de Granada y la costa de Málaga,
además de las capitales de provincia y las ciudades gaditanas de Jerez de la Frontera y Algeciras, que
superan los 100.000 habitantes. También existen numerosas poblaciones que podemos calificar como
intermedias y que sobrepasan los 50.000 habitantes. Las zonas menos pobladas son Sierra Morena y la
cordillera Penibética, debido al clima y a las peculiaridades del terreno que dificulta el desarrollo rentable
de cualquier actividad económica. Las tres provincias más pobladas de Andalucía son Sevilla, Málaga y
Cádiz, y las menos pobladas son Almería y Huelva. También la población inmigrante se reparte de forma
muy desigual por el territorio: la provincia de Almería es la tercera con mayor porcentaje de inmigrantes
(15,2%) mientras que Jaén (con un 2,07%) y Córdoba (con un 1,77%) son las dos provincias con menor
porcentaje de extranjeros.
Las áreas urbanas presentan tasas de crecimiento similares, aunque se registra una mayor tasa de
crecimiento en las áreas urbanas de menor tamaño, a excepción de Jaén, lo que favorece la
consolidación de una amplia red de ciudades principales.
Las áreas litorales presentan la evolución demográfica más elevada de toda Andalucía, especialmente
en el litoral mediterráneo. Estas áreas de litoral se caracterizan por la mayor juventud de la población
y por la presencia estacional de residentes extranjeros. Además, debido a la fuerte implantación del
turismo, la población en los municipios costeros se triplica durante el verano.
Las áreas agrícolas interiores se caracterizan por la diferencia entre unas ciudades y otras. Así, por
ejemplo, las ciudades medias localizadas en las altas campiñas, altiplanicies y áreas de montaña
muestran una acusada tendencia al estancamiento demográfico, mientras que las ciudades situadas
3. URBANISMO
La población urbana es predominante en la Comunidad, con una tasa del 89%. En la actualidad el
mayor dinamismo urbano se localiza en: las capitales de provincia y sus áreas de influencia, que
concentran iniciativas industriales y actividades comerciales y de servicios; en el litoral, donde las áreas
de crecimiento intenso asociado en parte al turismo forman continuos urbanos con gran actividad
económica; en el interior, en ciudades medias o agrociudades, núcleos de gran viabilidad que reúnen a la
vez rasgos urbanos y rurales, donde destaca el sector agrario. La jerarquía urbana andaluza es bastante
equilibrada, basada en la existencia de: metrópolis regionales -como Sevilla y Málaga, con sus respectivos
ejes de expansión hacia el valle del Guadalquivir y el litoral mediterráneo hasta Almería-; metrópolis
subregionales -como Córdoba, Granada y la zona de Cádiz-Jerez-; y otros centros urbanos de importancia
-como Huelva, Almería, Jaén y los núcleos urbanos de la bahía de Algeciras-.
El emplazamiento de la ciudad de Sevilla se caracteriza por situarse en pleno valle del Guadalquivir.
El río atraviesa una parte importante de la ciudad y la divide en dos partes. En cuanto a la situación, la
ciudad, al estar en pleno valle, posee las ventajas de ser un terreno fértil y llano, además de la cercanía a
las campiñas sevillanas, zonas también muy fértiles para la agricultura. En el plano encontramos la división
en dos de la ciudad por el río Guadalquivir. Al este encontramos el casco histórico y el ensanche; al oeste,
una mezcla de ambos dada por la antigüedad del barrio de Triana junto a la creación de barrios más
recientes. En los bordes del plano, junto al ensanche, vemos parte de la periferia. En el casco
histórico encontramos un tipo de plano irregular. Ello viene dado por la antigüedad musulmana de la
ciudad, traduciéndose en una trama cerrada y con calles muy estrechas. Alrededor del casco comienza a
dibujarse el ensanche, fruto de la industrialización del siglo XIX, dando lugar a las primeras barriadas
obreras y zonas residenciales de clase media. El primer ensanche coincide con el CBD de la ciudad de
Sevilla y se localiza cercano a lo que es el casco histórico; sería toda la zona cercana al centro y el amplio
barrio de Nervión, donde encontramos vías más anchas y un plano más regular, con manzanas más
grandes con forma rectangular y trama cerrada. Encontramos aquí la zona de la ciudad con más variedad
de funciones -turística, comercial, residencial, administrativa, etc.-. También este ensanche lo veremos
reflejado en la otra margen del río, en la conocida zona de Triana, la cual conserva algunas calles estrechas
anteriores a la industrialización, pero el resto, así como barrios limítrofes al mismo, posee el carácter de
CBD fruto de los primeros ensanches. Respecto a la periferia, más allá de estas dos zonas comentadas
anteriormente en ambos lados del río, ha crecido sobre todo desde mitad del siglo XX, con población
procedente básicamente de los municipios rurales de la provincia.
La ciudad se encuentra emplazada en la llanura aluvial del río Guadalquivir, se concentra en uno
de los lados del río, el conocido barrio de Triana se localiza en el otro lado. El río cruza la ciudad con dos
brazos, uno de ellos, el más recto, un canal artificial. La ciudad crece alejándose del río formando una
especie de abanico siguiendo grandes avenidas como La Palmera, Avenida de la Paz, Avenida de
Andalucía, Avenida de Kansas City y la Calle Torneo.
El plano urbano, de tipo mixto, muestra rasgos irregulares en el casco histórico de la ciudad, que
denota su pasado musulmán, y que resultó de un crecimiento espontáneo de la urbe en torno a la zona
de la actual catedral ubicada sobre la antigua mezquita. También hay rasgos radiocéntricos, los cuales se
encuentran en la mayor parte del plano, teniendo como centro el casco histórico, y cuyos radios son las
grandes avenidas antes mencionadas. Finalmente, el plano también manifiesta una tendencia ortogonal
en zonas de la periferia, como la que se sitúa en torno a la Avenida de Andalucía. Las áreas residenciales
Granada se encuentra emplazada en la Vega de su mismo nombre, así como en varias colinas
situadas al este de la misma. Las funciones que originaron su fundación fueron militares (en la colina del
Albaicín por su fácil defensa), agrarias (junto a la feraz vega) y de abastecimiento de agua (Ríos Genil y
Darro, además de la Acequia de Aynadamar). Está integrada por 8 distritos (Zaidín, Genil, Centro, Albaicín,
Beiro, Norte, Chana y Ronda) donde se agrupan los diferentes barrios que integran la ciudad. La zona del
Albaicín, al noreste, es la más extensa pero también la menos poblada, constituye uno de los núcleos
antiguos de la Granada musulmana junto con la Alhambra, el Realejo y el Arrabal de Bib-Arrambla, en la
parte llana de la ciudad. Mantiene la trama urbana del periodo nazarí, con calles estrechas, en una
intrincada red que se extiende desde la parte más alta (San Nicolás) hasta el curso del río Darro. El distrito
incluye multitud de barriadas históricas, como El Barranco del Abogado, Las Angustias, San Matías, Santa
Ana, Magdalena o Gracia, entre otras, así como lugares emblemáticos como la Catedral, la Capilla Real, el
Ayuntamiento o la Alcaicería. Es la zona comercial más importante de la ciudad. El distrito de La Chana,
en la zona noroccidental alberga una intensa actividad hostelera, además de espacios universitarios. Los
límites de expansión de la ciudad vienen condicionados por la orografía montañosa del entorno; el distrito
de Genil recoge el crecimiento urbanístico hacia el sur, el de Ronda hacia el oeste.
El desarrollo urbanístico de la ciudad ha sido muy intenso a lo largo del siglo XX debido al aumento
continuo de la población, que supuso la aparición de nuevos y extensos barrios fuera del perímetro
histórico de la ciudad, especialmente a raíz del bienestar económico derivado de las fábricas de azúcar,
entre las últimas décadas del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, aunque el centro de la misma mantuvo
su carácter intrincado, con callejuelas y pequeños espacios urbanos, incluso a pesar de los grandes
ensanches y modernizaciones de esta época (apertura de la Gran Vía, trazado de la calle Ganivet...), que
eliminaron barrios históricos enteros. Este proceso ha supuesto que los actuales barrios de la ciudad sean
muy diferentes entre sí en tamaño y población.
En la imagen se observan dos tipos de plano: en el centro la trama urbana es irregular, propia de
una época preindustrial; ocupa relativamente un espacio considerable (Albaicín y alrededores). Este tipo
de plano se caracteriza por calles estrechas tortuosas, desiguales. En los límites del casco histórico,
comienza un tipo de plano de calles más geométricas, regulares, rectas, y, en definitiva, planificadas.
Cuanto más se alejan del casco histórico hacia el oeste, hacia el Camino de Ronda, más regulares, en
damero, se vuelven. Encontramos dos ensanches: la Gran Vía y el Camino de Ronda. La Gran Vía se habilitó
para residencia de la burguesía en el boom de la remolacha a principios del siglo XX; mientras que el
Camino de Ronda se debe a la expansión de la clase media granadina en las décadas de 1960 y 1970,
durante el desarrollismo. En los Barrios de Fígares o San Antón el plano también es regular, barrios que
dan cabida a clases medias.
La estructura de la ciudad exterior responde al Plan General de Ordenación de 1950 que dividía la
ciudad en tres franjas de orientación este-oeste. La primera entre el litoral y las vías del ferrocarril,
destinada a la industria e instalaciones portuarias, la segunda organizada a ambos lados de una gran
avenida que articularía la ciudad y donde se construirían servicios, viviendas y oficinas. La franja costera
quedaría para chalets, instalaciones turísticas y hoteles. Esa avenida principal que estructura el plano
alargado y lineal tiene en la actualidad varios nombres (avenida de Andalucía, Ana de Viya, Cayetano del
Toro y León de Carranza) y se desarrolla paralela a la línea del tren. El soterramiento posterior del
ferrocarril ha dado lugar a otra gran vía lineal paralela a la anterior hoy conocida como avenida Juan Carlos
I.
Desde el punto de vista administrativo la ciudad está dividida en 4 distritos y 11 barrios entre los
que destacan las barriadas históricas de El Mentidero, San Juan, El Balón, La Viña, Santa María, el Pópulo
o la más moderna zona de Astilleros-Zona Franca al sur.
Málaga es una ciudad costera emplazada a orillas del Mar Mediterráneo, en el fondo de una
extensa bahía encerrada en una hoya rodeada de montañas pertenecientes al Sistema Penibético. Se
encuentra dividida en dos por el cauce del río Guadalmedina -que se mantiene seco la mayor parte del
año-; su crecimiento hacia el oeste limita con el cauce del río Guadalhorce. Está dividida en 11 distritos
administrativos.
El centro histórico, al este del río Guadalmedina, está delimitado por la calle Carretería al norte, el
río al oeste, la Alameda Principal y el Muelle Heredia al sur, y el Castillo de Gibralfaro y la Alcazaba al este.
Se caracteriza por tener un trazado irregular, herencia de la época musulmana. Entre sus edificios se
mezclan las viviendas con varios siglos de antigüedad, con edificios decimonónicos y otros de reciente
construcción. Poseía en el pasado una relevante función política, como sede de diversas instituciones, que
ha perdido en beneficio de una importante función comercial, cultural y de negocios. En la zona este, con
excepción del barrio de La Malagueta, predominan las viviendas unifamiliares, que van desde casas
tradicionales de pescadores en las calles limítrofes a la costa, a viviendas exentas con jardín en los barrios
de Pedregalejo y El Limonar, herencia de la burguesía industrial del siglo XIX. En el extremo oriental se
sitúa el popular barrio de El Palo, viejo enclave de pescadores que conserva muchas de sus casas
modestas, tabernas y ambiente particular, manteniendo la imagen de la Málaga tradicional y marinera. A
la orilla oeste del Guadalmedina se situaba el arrabal urbano y la zona industrial donde obreros, jornaleros
Los principales problemas urbanísticos a los que se enfrenta la ciudad son el deterioro físico de
algunas zonas del casco antiguo, la marginalidad de determinadas áreas urbanas, la congestión urbana, y
los problemas derivados del tráfico.
La ciudad de Jaén está emplazada entre la campiña del Guadalquivir y la Cordillera Subbética, en
la falda del cerro de Santa Catalina. Fue un importante enclave romano, muy apreciado por la fertilidad
de las tierras de su entorno, la riqueza minera y sus buenas posibilidades de comunicación y acceso. En
época medieval, la construcción del Alcázar en la cima del cerro y de una nueva muralla definirá el
asentamiento definitivo de la ciudad hasta la actualidad. El primer crecimiento urbano se realizó hacia el
sur, rodeando el cerro de Santa Catalina, de modo que el antiguo centro musulmán, situado en la actual
Plaza de la Magdalena, se desplazó hasta lo que hoy es la Catedral. Tras la conquista de Jaén a manos de
castellanos, la ciudad fue objeto de sensibles cambios y de un gran crecimiento poblacional y urbano,
primero hacia la zona este y más tarde hacia el sur, rebasando los límites de la muralla medieval.
El área de influencia de la ciudad es amplia, pero menos que la de otras capitales andaluzas,
porque limita con zonas de núcleos importantes, como Linares, Andújar, Úbeda o Martos. Con todo, se
introduce en una parte de las comarcas de Mágina y Alcalá las Real.
A lo largo del siglo XIX la fisonomía urbana se fue sustancialmente modificada, el proceso de
hacinamiento en los barrios obreros de la ciudad trató de solucionarse mediante la construcción de
nuevas áreas residenciales acomodadas y la remodelación del casco antiguo, basada ésta en el
alineamiento de las calles y el acondicionamiento de plazas y jardines, que afectaron principalmente a los
barrios de la Catedral, del Hospital, San Pedro, La Coca (hoy calle de las Tiendas), calle de la Almedina y
calle Real. La intervención urbanística más importante de este siglo estuvo relacionada con el derribo del
recinto amurallado de la ciudad en 1855. Se descongestiona así el centro, reubicándose a la población en
la zona del puerto y la vega, y acometiéndose la construcción de plazas y avenidas por donde antes
discurrían las murallas (algunos ejemplos son la Puerta de Purchena, corazón de la ciudad, o el Paseo de
Almería, eje comercial y financiero de la provincia). A la par, se fueron diseñando barrios limítrofes para
la clase obrera, como La Chanca o el barrio de Los Ángeles.
En el nuevo siglo, los retos de la ciudad siguen centrándose en el rápido crecimiento urbano (sobre
todo en los barrios de La Pipa, La Vega de Acá, El Toyo y Retamar, La Cañada de San Urbano y El Alquián),
la necesidad de un buen acondicionamiento de estas nuevas y, a la par, en el deseo de integrar la nueva
ciudad con el casco antiguo, aún pendiente de un plan de remodelación integral.
4. ECONOMÍA
Según Eurostat en el año 2012 Andalucía poseía el mercado laboral más deprimido de la Europa
comunitaria, presentando la tasa de paro más elevada de toda la UE. En el año 2013, ese negativo dato
siguió incrementándose hasta alcanzar el 36,87% en el primer trimestre (la media de España es el 25,02%).
Si acudimos a la EPA para comprobar las cifras de desempleo actual en Andalucía, vemos que la
Comunidad cierra 2019 con un porcentaje de paro del 21,8%, una cifra que, si bien ha mejorado, sigue
siendo superior a la media nacional, lo que la sitúa como una de las comunidades autónomas con mayor
porcentaje de desempleados.
Su PIB es de 160.812 M.€ euros, lo que la sitúa como la 3ª economía de España por volumen de
PIB. En cuanto al PIB per cápita, que es un buen indicador de la calidad de vida, en Andalucía en 2018, fue
de 19.132 €, frente a los 25.730 € euros de PIB per cápita en España. Se encuentra en el puesto 17 respecto
al total de las Comunidades Autónomas, lo que indica que sus habitantes tienen un bajo nivel de vida en
comparación con la media de España.
La sociedad andaluza hasta hace pocas décadas ha sido mayoritariamente agraria, lo que explica
que el 45,74% del territorio andaluz sean tierras de cultivo. Los cultivos herbáceos de secano -cereales y
girasol-, extendidos por gran parte del territorio, destacan sobre todo en las grandes campiñas del Valle
del Guadalquivir y los altiplanos granadinos y almerienses -con un rendimiento sensiblemente menor y
enfocados a la cebada y avena-. Entre los cultivos herbáceos de regadío destacan el maíz, el algodón y el
La ganadería es una actividad con una larga tradición, aunque actualmente está en su mayoría
restringida a las adehesadas de las zonas montañas, con menor presión de los distintos usos del suelo.
Así, el sector ganadero ocupa un lugar semimarginal en la economía andaluza. La ganadería extensiva se
basa en el aprovechamiento de los pastos naturales o cultivados de montaña para el pastoreo de las
cabañas ganaderas. En este subsector ganadero se incluye gran parte del vacuno de carne, la totalidad
del ovino y del caprino, así como el porcino de montanera -destacan los productos derivados del cerdo
ibérico-. Las cabañas ovina y caprina autóctonas presentan grandes posibilidades dentro de Europa. La
ganadería intensiva se localiza principalmente en la campiña y se basa en el cultivo de especies forrajeras
para la alimentación del ganado.
Los espacios forestales en Andalucía tienen una gran importancia por su extensión -50% del
territorio andaluz- y por otros aspectos difícilmente cuantificables económicamente como la fijación del
suelo, la regulación hídrica, mantenimiento de flora y fauna, que tienen un gran interés ambiental, que
deben de ser potenciados y regulados para salvaguardar estos espacios de gran importancia ambiental.
La pesca es una actividad tradicional de las costas andaluzas que aporta un componente esencial
a la dieta alimenticia de los andaluces e incluso para la cultura gastronómica. La flota pesquera andaluza
es la segunda en importancia de la nación -tras Galicia y la primera en número de puertos pesqueros. La
pesca de bajura se realiza en las costas atlánticas y mediterráneas, con técnicas de arrastre, cerco y
palangre. Las principales capturas son los mariscos (gambas, langostinos, cigalas…), las sardinas y los
calamares. La pesca de altura se practica frente a las costas africanas del Sahara y en ella se capturan
crustáceos, sardinas y boquerones. La pesca de gran altura se realiza en costas de Senegal, Angola y
Mozambique fundamentalmente. Andalucía es además una de las principales productoras de España y la
UE en acuicultura marina.
A pesar de la baja rentabilidad y crisis generalizada en el sector, la minería aún tiene cierta
importancia dada la riqueza de la Comunidad en materias primas minerales. La producción minera
andaluza se centra en la extracción de cobre, sal marina, mármol, yeso e hidrocarburos. Si comparamos
el valor de las extracciones con el resto de España, se puede constatar que, en cuanto a las extracciones
metálicas, Andalucía aporta más del 50% de la producción nacional.
La red ferroviaria convencional permanece siendo similar a la de hace 100 años, con una
estructura centralizada hacia Sevilla y Madrid, careciendo de conexiones directas entre muchas de las
capitales de provincia. La Alta Velocidad andaluza fue pionera en España ya que el primer trayecto fue el
de Sevilla-Madrid en 1992. En 2018 la Línea de Alta Velocidad (LAV) llegó a Málaga (vía Córdoba) y a Cádiz
(vía Sevilla); en 2019 a Granada.
Los ejes principales de la red viaria se han convertido en autovía en buena parte, conformando
una extensa red. La E-05 (A-4) que va de Madrid a Sevilla y continúa hasta Cádiz, entra por Despeñaperros
y pasa por Bailén y Córdoba. Desde Bailén parte la A-44 (E-902) que tiene un ramal hasta Granada y Motril.
La comunidad autónoma es atravesada de este a oeste por la autovía A-92 que comunica Sevilla, Málaga,
Granada y Almería con la autovía A-49 Sevilla-Huelva y que sigue hacia el oeste hasta Portugal. También
Entre los puertos de interés general de Andalucía destaca, tanto en el transporte de pasajeros
como de mercancías, el Puerto Bahía de Algeciras, siendo el de mayor tráfico de España.
En 2018 Andalucía posee seis aeropuertos públicos, cinco internacionales y uno nacional
(Córdoba). El tráfico de pasajeros está muy concentrado, teniendo el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol
en torno al 60% de los pasajeros totales de la comunidad.
La actividad comercial supone en Andalucía una de las principales del sector servicios, esta rama
ocupa en la actualidad un 20% del empleo y un 19% del VAB de Andalucía. Sevilla y Málaga son las
provincias donde se concentra la mayor parte del comercio, seguidas de Cádiz, Granada y Córdoba.
Andalucía es la Comunidad Autónoma con mayor número de centros comerciales (106 de los 546
existentes en todo el territorio nacional). El pequeño comercio ha experimentado un notable cambio, con
la proliferación de calles comerciales, el aumento de los comercios regidos por extranjeros, que ofrecen
mayor amplitud horaria, y de establecimientos franquiciados. En el comercio exterior, los productos
agroalimentarios, especialmente el aceite de oliva y las frutas y hortalizas, concentran las mayores cifras
de ventas, aún así la balanza comercial es deficitaria, principalmente por el peso de las importaciones de
petróleo.
Podemos concluir diciendo que tras una larga trayectoria en la que la agricultura suponía la piedra
angular de la economía andaluza, la modernización de las últimas décadas ha modificado por completo el
panorama. La producción agrícola y pesquera aún mantiene una significativa cuota, superior a la de otras
regiones, en buena medida impulsada por la rentabilidad de los nuevos cultivos tecnológicos más que por
la persistencia de la agricultura tradicional, en progresivo retroceso. Otras importantes ramas de actividad
son la construcción, fomentada por el turismo y la industria, con una participación inferior a la que tiene
en otras regiones del norte de España y muy concentradas en áreas de Huelva, Sevilla y Cádiz. El sector
terciario representa, con gran ventaja el ramo productivo más considerable, con inclusión de los servicios
y especialmente el turismo, cuyo peso se hace patente al considerar la cifra de unos 20 millones de
visitantes anuales, en una constante tendencia al alza. Así hoy en día Andalucía aporta el 13,4% del PIB de
España.
3. ACTIVIDADES RESUELTAS
No tenemos precedentes en oposiciones de actividades de Geografía regional en Andalucía.
INTRODUCCIÓN
La imagen muestra un mapa corocromático que trata sobre la distribución de los diferentes climas
existentes en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
COMENTARIO
Como vemos en el mapa la mayor parte del territorio andaluz tiene un clima mediterráneo
subcontinental caracterizado por veranos secos y calurosos e inviernos suaves. Las precipitaciones son
escasas y se producen sobre todo en otoño. Generalmente, las temperaturas más bajas de invierno no
Por tanto, la gran extensión de los territorios andaluces y las características de su relieve favorecen
la existencia de grandes variaciones climáticas, como son:
CONCLUSIÓN
Andalucía es una de las regiones más cálidas de toda Europa. Además, Andalucía es una
Comunidad de importantes contrastes climáticos en la que se pueden diferenciar desde el clima de
montaña hasta el clima subdesértico de la costa almeriense. Los factores que condicionan esta diversidad
climática son principalmente la latitud, el relieve, la oceanidad (proximidad al mar), la continentalidad
(lejanía con respecto al mar) y la circulación general atmosférica.
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