Para López (2007): “El concepto de derechos fundamentales sirve para poner de manifiesto la naturaleza especial que dichos derechos posee: su consideración como elemento básico y pertinente del ordenamiento, frente a la naturaleza “ordinaria” que los demás derechos subjetivos poseen.” Para nuestro Tribunal Constitucional, en los seguidos por Manuel Anicama Hernández, ha precisado que, si bien el reconocimiento positivo de los derechos fundamentales es presupuesto de su exigibilidad como límite al accionar del Estado y de los propios particulares, también lo es de su connotación ética y axiológica, en tanto manifiestas concreciones positivas del principio-derecho de dignidad humana, preexistente al orden estatal y proyectado en él como fin supremo de la sociedad y del Estado.