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Los médicos del Perú cargamos hoy el dolor de la enfermedad y una profunda pena por nuestros
colegas que todos los días se contagian de COVID-19 y fallecen, enlutando así a la comunidad médica
nacional y dejando en la orfandad a sus familias, cuando han estado luchando por la vida de sus
pacientes, y lo más lamentable, como consecuencia de la incapacidad e insensibilidad de este gobierno
que tiene un doble discurso. Uno para los medios de comunicación comprados por la publicidad
estatal que enaltecen la respuesta ineficiente por parte de sus funcionarios de confianza en
los subsectores de salud en medio de las denuncias de corrupción; y otro, que corresponde a
la deplorable realidad a nivel nacional de los centros asistenciales, dónde los médicos mueren
abandonados por la falta de equipos de protección personal (EPP), ausencia de tratamiento oportuno
y óptimo, o esperando una cama en Cuidados Intensivos, un respirador o hasta oxígeno en los
hospitales nacionales de EsSalud.
Señor Presidente Martin Vizcarra, NO PUEDE SEGUIR PERMITIENDO que el mercado negro siga
ofreciendo lo que nos hace falta en los hospitales, y sean ellos los que decidan sobre la vida de
los pacientes y de los médicos que aseguran la continuidad de los servicios de salud a vista y
paciencia de los funcionarios de este gobierno. En nombre del libre mercado no se puede consolar
a las madres, a las viudas y a los huérfanos de los médicos fallecidos; la especulación es el
negocio de los que pretenden ser los nuevos ricos después de esta pandemia; y por todo lo que se
observa, cuentan con el apoyo de las altas esferas del poder. Nosotros los médicos
tenemos que comprar nuestros propios EPP, nuestros propios respiradores N95; y cuando
enfermamos nuestro propio oxígeno. Esta situación no puede continuar más, aun cuando este
Gobierno mantiene con planillas doradas a artistas de dudosa trayectoria y sigue consumiendo
nuestros recursos pagando costosas asesorías o consultorías.
Este Gobierno tiene que decidir entre la vida o la muerte, entre la salud o la enfermedad, entre su
personal de salud que está frente a la pandemia, o los mercaderes de la muerte. EL GOBIERNO
DEBE DECLARAR A LOS EPP (RESPIRADORES N95) Y FÁRMACOS USADOS EN ESTA
PANDEMIA, ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD, es su obligación aplicar un control de
precios estricto y sancionar drásticamente a los especuladores, tiene que actuar movilizando a
la Fiscalía, la Policía Nacional y el Poder Judicial, para incautar, decomisar, confiscar todo lo que proteja
a quienes protegemos la vida de la población.