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PREPARATORIA UNIPAZ

Filosofía

Filosofía moderna

Profesor: Guadalupe Vázquez Jacinto

Hecho por: Roxana Yannil Castro Gomez

6°A

San José del Cabo, B.C.S. Mes de Marzo del Año 2020.

Índice
1
Índice

Introducción……………………………………………………………………..3

La historia de la filosofía moderna……………………………………………4

Racionalismo……………………………………………………………………7

Principales autores y sus aportaciones………………………………………9

Fichas bibliográficas…………………………………………………………....13

Historia de la filosofía moderna………………………………………………..22

Anexos…………………………………………………………………………...26

Introducción

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La filosofía es una disciplina milenaria que se ocupa de indagar, para poder
resolver, los principales interrogantes que invaden al hombre, tales como la
existencia, la moral, la ética, el conocimiento, el lenguaje, entre otros. Se trata de
un área ciertamente abarcadora en cuanto a los campos de estudio en los que
interviene y asimismo recibe la influencia de otras ciencias y ámbitos tales como la
política y la religión.

En este trabajo se realizó un análisis con ayuda de diversas fuentes para


poder entender lo que es la filosofía moderna, una corriente más del área de la
filosofía.

La historia de la filosofía moderna

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La filosofía moderna es la corriente del pensamiento que representó un
cambio en la noción de que la religión correspondía al centro de la vida de los
individuos. Es decir, el hombre se interesó más por los temas humanísticos y
naturales, lo que implicó el desplazamiento de las ideas y creencias que había
impuesto la iglesia.

En el Modernismo se cambió la concepción del mundo ya que el hombre


sustituyó la posición centralista que, hasta entonces, había tenido la religión dentro
de los debates del pensamiento. Con este nuevo período, los asuntos
relacionados con la humanidad y la naturaleza de las cosas comienza a ser el
tema sobre el que los filósofos debaten para, así, poder alcanzar la auténtica
realidad. Se planteó que los seres eran sujetos racionales con la habilidad de
desarrollar sus conocimientos y establecer sus propias opiniones sobre la realidad
que los rodeaba.

Su surgimiento recae en la Edad Media, periodo en el que la religión


abundaba la sociedad y donde los aspectos religiosos eran el hilo conductor de
todo pensamiento humano. El hombre empieza a convertirse en el centro del
universo y, por ello, comienzan a aflorar diferentes corrientes filosóficas
encabezadas por pensadores que se han convertido en personalidades dignas de
estudio ya que renovaron la concepción del mundo y la de humanidad.

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Características:

 Supremacía del ser humano frente a la religión

En la Edad Moderna el hombre, las cuestiones humanas y naturales


empiezan a adquirir una gran importancia dentro del debate filosófico; esto hace
que los aspectos religiosos empiecen a formar un segundo plano pero sin llegar a
desaparecer del todo. Este cambio viene dado por la nueva ciencia promovida por
Galileo que aboga por una interpretación mecanicista de la realidad aportando
datos seguros e indudables.

  Teoría del conocimiento o gnoseología

Esto significa que la realidad primitiva y medieval de la ontología deja paso


a una nueva corriente en la que se reflexiona sobre la realidad, no se da por
hecho ni se acepta como tal, sino que se convierte en un objeto filosófico
abierto al debate y al intercambio de opiniones. Este es el motivo por el cual
muchos filósofos de la filosofía moderna empezarán a cuestionarse nuestras
capacidades sensoriales y cognoscitivas que nos permiten comprender
realmente nuestro entorno.

 Nuevo concepto de verdad


Anteriormente, la verdad era todo aquello que era real: la naturaleza, el ser
humano, etc. Pero en la Edad Moderna, esta concepción cambia porque la verdad
ya no es lo que hay en nuestro exterior sino que, ahora, la verdad se encuentra en
nuestra mente, en nuestro intelecto. Nosotros somos los que tenemos la
propiedad del conocimiento y, por tanto, tenemos la capacidad de alcanzar la
realidad suprema.

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Etapas de la filosofía moderna
 Racionalismo:
Bajo la designación de racionalismo surgió una teoría epistemológica cuyo
principio era el conocimiento. Esa teoría se refería solo al conocimiento que se
desarrollaba mentalmente y no a través de los sentidos, pues este último era de
inferior categoría. Entre sus filósofos destacó René Descartes.

 Empirismo:

Si para el racionalismo fueron primordiales las ideas, para el empirismo lo


relevante era la experiencia —ya fuese sensible o fáctica— para obtener el
verdadero conocimiento. En el empirismo se consideró que la certeza se
encontraba cuando el entendimiento se limitaba a las impresiones. Uno de los
representantes que más sobresalió fue Thomas Hobbes.

 Idealismo:

En cambio, el idealismo fue la expresión en la que se manifestó que las


ideas eran el principio del conocer y el ser. Además se enfrentó al materialismo
porque, según su teoría, los objetos no podían existir si no eran imaginados por
una mente que estuviese consciente de su tangibilidad. Entre sus precursores en
la modernidad estuvo Immanuel Kant.

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Racionalismo

El racionalismo es la corriente de la filosofía que defiende la primacía de la


razón para conocer la verdad. Comienza en el siglo XVII. El filósofo francés René
Descartes es su principal exponente.

El racionalismo es el movimiento filosófico que se inicia en la Europa


continental en el siglo XVII reivindicando la primacía de la razón para alcanzar la
verdad. Este movimiento filosófico impregnará toda la filosofía moderna y
contemporánea desde la aspiración por comprender el mundo a través de un
conjunto de leyes. A partir de ciertos principios innatos de la razón, el ser humano
puede enfrentarse al entendimiento y dominio de la naturaleza construyendo el
saber desde regularidades matemáticas.

De igual forma, el racionalismo nos presenta una derivada ética de primera


magnitud al afrontar cuestiones como la posibilidad del carácter innato de las
ideas morales o la evidencia de los principios de la religión, lo que hace
innecesario el designio divino de la revelación, como sucede en el deísmo.

El origen del racionalismo se halla en la revolución científica del siglo XVII,


que situó el problema del conocimiento en el centro del debate filosófico al
preguntarse tanto por el origen y fundamento del conocimiento verdadero como
por el método más adecuado para alcanzar la verdad desde las ciencias. En este
sentido, las dos grandes corrientes de la época, racionalismo y empirismo, tienen
en común la confianza en la nueva ciencia y en el método matemático y
experimental, pero se diferencian en su postura sobre el origen del conocimiento.

El principal exponente del racionalismo es René Descartes, quien decidió


estudiar en “el gran libro del mundo” en busca de un saber universal. Frente al
escepticismo, la corriente de pensamiento que afirma la imposibilidad de alcanzar
el conocimiento verdadero por la propia incapacidad de la razón, Descartes

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defiende exactamente lo contrario, convencido de la fortaleza de la razón humana
y de su potencial para lograr la verdad universal.

Para ello se propone construir un sistema de conocimientos en el que nada


sea aceptado como verdadero si no es indudable, lo que va a suponer renovar
completamente la filosofía y encontrar el método adecuado. De este modo, la
duda metódica y el cogito ergo sum se convertirán en el sostén del edificio
cartesiano, y la búsqueda de un método universal, en la parte central de su
programa, puesto que la razón es “una” y “la misma” en todos los seres humanos.

La repercusión de la obra de Descartes y del racionalismo ha sido definitiva


en la historia del pensamiento al situar la cuestión del conocimiento y la verdad en
el centro del debate filosófico, algo que perdurará en el siglo XX como muestra el
racionalismo crítico de Popper.

El racionalismo no solo pondrá en primera línea el tema del conocimiento,


sino que temas tan importantes como la relación entre cuerpo y alma, las pasiones
o la libertad alcanzarán una relevancia llamada a permanecer para siempre en la
diana de los asuntos filosóficos.

Al defender la autosuficiencia de la razón para explicar la realidad de modo


deductivo y valorar al sujeto frente al objeto, su influencia se extenderá por toda la
filosofía occidental hasta principios del siglo XX. Ni los existencialistas que
concebirán al ser humano como “ser en el mundo” ni los positivistas que
defenderán una realidad más allá del pensamiento permanecerán ajenos a la
influencia del racionalismo.

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Principales autores y sus aportaciones

Descartes (1596 -1650)

Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales


inductivos de la ciencia, y en concreto de las  matemáticas. Antes de configurar
su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se
basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades
reconocidas.

Rechazando este sistema, Descartes estableció: "En nuestra búsqueda del


camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no
podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la
aritmética y la geometría". Por esta razón determinó no creer ninguna verdad
hasta haber establecido las razones para creerla.

El único conocimiento seguro a partir del cual comenzó


sus investigaciones lo expresó en la famosa sentencia: Cogito, ergo sum, "Pienso,
luego existo". Partiendo del principio de que la clara consciencia
del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios,
según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el
todo de la realidad. Una clase era la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la
sustancia extensa, o física.

Spinoza (1632-1677)

La filosofía de Spinoza pretende una reforma del entendimiento, la religión y


la política. Si se lo tuviera que comprar con Descartes se diferencia de éste por
haberse ocupado de la política, excluyendo la problemática científica.

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Spinoza se inspira en manuales de geometría euclidiana, lo cual revela su
método: todo debe ser reducido geométricamente a partir de la idea de Dios, la
cual es una idea innata. Por otra parte, en claro panteísmo, todo procede de Dios
y todo permanece en él. La razón, es concebida como meramente deductiva
y matemática, aspecto en el cual es posible encontrar las mayores similitudes
respecto a Descartes. Spinoza es quizá, un místico maravillado por la razón, o
mejor, un racionalista inspirado en místicas intuiciones.

Malebranche (1638-1715) 

Malebrache es el primero que se enfrenta con el problema donde lo ha


dejado Descartes y, tratando de escapar al dualismo, concluye que -dada la
heterogeneidad esencial entre alma y cuerpo- es imposible una acción recíproca.
El cuerpo extenso capaz sólo de acción mecánica, no puede causar impresiones
en el alma espiritual, inextensa.

Las ideas, pues, no pueden provenir de los cuerpos; tampoco de la


imaginación. Entonces, ¿son innatas? Imposible: ¿cómo podríamos adquirir una
idea innata de cada detalle del universo? Nuestras ideas, según Malebranche, no
son producidas por las cosas exteriores, sino por una iluminación divina con
ocasión de las cosas exteriores. El conocimiento del hombre es, pues, una visión
de las cosas en Dios (ontologismo), esto es, Dios se hace patente a nuestra
experiencia. Vemos las cosas "en Dios".

Las ideas son objetivas, en el sentido de que son iguales para todos; no
son sensaciones subjetivas o variables. No es posible que la verdad (objetiva)
proceda de las sensaciones (subjetivas) ni de la persona singular. El
orden objetivo es ideal, las ideas existen en un mundo aparte, "el mundo ideal"
(platonismo), que se sitúa en la Mente divina. Vemos la extensión "ideal" en Dios y
a la vez vemos la existencia y naturaleza infinita de Dios. Por lo tanto, la evidencia
de la verdad es la evidencia de Dios. El hombre conoce al Ser infinito porque
conoce verdades objetivas.

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Malebranche tiene una idea tan alta de la verdad que la considera absoluta.
Si algo es verdad lo es eternamente. En consecuencia, todas las verdades que la
razón adquiere, como las matemáticas, por ejemplo, son indicio del acceso que la
razón tiene al Ser absoluto.

Leibniz (1646-1716)
El pensamiento de Leibniz es claramente ecléctico. En su obra pueden
encontrarse críticas a Descartes y a Spinoza con el objeto de descartar aquellos
aspectos difíciles de conciliar en una síntesis que fucione la escolástica y el
cartesianismo.

Condicionado por el contexto histórico (se buscaba en Europa un


"equilibrio de fuerzas", basado principalmente en el conflicto), la unidad de los
espíritus, respetando su pluralidad, será una preocupación central
del proyecto filosófico de Leibniz. El nuevo orden que propone se basa en la idea
de armonía en donde intereses contrapuestos pueden complementarse
solidariamente.

Al igual que Descartes y Spinoza, propone una unificación de todas


las ciencias, pero su intención va más allá: la unificación de la ciencia abrirá el
camino a la unificación de los espíritus. El método de Leibniz tiene también las
características deductivo-matemáticas características del racionalismo.

El objetivo de su matematización es la de analizar términos complejos para


llegar a otros más simples e indefinibles, los cuales serían simbolizados al punto
de crear un lenguaje universal que (al ser utilizado mediante claras reglas
deductivas), impediría la aparición de nuevas teorías. Contrariamente a Locke
intentará probar la existencia de ideas innatas. De acuerdo a su proyecto
filosófico, estas ideas serían las "semillas" que permitirían llegar .

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Kant (1724-1804)

La orientación crítica que el empirismo inglés había iniciado, reconociendo y


señalando los límites de la razón humana, y que la Ilustración había hecho suya,
se convierte en la obra de Kant en un hito decisivo de la historia de la filosofía. 

El objetivo de Kant es la creación de una filosofía esencialmente crítica, en


la cual se establecen de un modo autónomo los confines y posibilidades efectivas
de la razón humana. Este objetivo es el de un racionalismo que se proponga, en
primer lugar, la elaboración del concepto mismo de la razón.

La filosofía crítica de Kant se halla en sus tres obras fundamentales: "Crítica


de la razón pura"( Véase anexo 1), "Crítica de la razón práctica" (Véase anexo 2) y
"Crítica del juicio" (Véase anexo 3) Los elementos de este sistema los denomina
Kant "filosofía trascendental" o examen al que hay que someter a la razón humana
para investigar las condiciones que hacen posible el conocimiento a priori. Kant
afirma que para entender la experiencia es necesario tener conocimientos que no
provengan de la experiencia; aunque todo nuestro conocimiento empiece con la
experiencia, no por eso procede todo él de la experiencia, sólo así el conocimiento
empírico puede disponer de aquellas condiciones que exige el verdadero
conocimiento y que la sola experiencia no puede otorgar.

Esto equivale a un cambio de método y a afirmar que no es el


entendimiento el que se deja gobernar por los objetos, sino que son éstos los que
se someten a las leyes del conocimiento, impuestas por el entendimiento
humano. 

Dando por sentado que son posibles la matemática y la física puras, se


pregunta Kant si es posible la metafísica, a lo que concluye que todavía no se ha
encontrado un camino seguro. Esto le llevará a la reflexión de que el pensamiento
no conoce las cosas tal como son, pues "las cosas en sí" no se pueden conocer,
lo que se conoce es "las cosas en mí" o fenómeno, en oposición al noúmeno o
"cosa en sí". Esto es justamente lo que explora la Crítica de la razón pura.

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Fichas bibliográficas

Immanuel Kant

Nació Kant en la ciudad de Königsberg, el 22 de mayo de 1724. Sus padres


eran de extracción social humilde. El pequeño fue educado de forma que pudiese
recordar a sus padres y reconocer con la "mayor gratitud" que no hubiera podido
tener una mejor educación moral. Aprendió a leer y escribir en la escuela-hospital
de la periferia. Posteriormente, asistió al Collegium Fridericianum, donde, entre
otras materias, estudió latín (clásicos), griego (Nuevo Testamento) y
teología/religión, cuya permanente presencia en la enseñanza y la vida escolar le
resultaba opresiva, pese a que sentó las bases para su posterior religiosidad
personal, de orientación racional. A los 16 años (en 1740), Kant ingresó en la
Universidad de Königsberg (con influencias educativas de la filosofía de Leibniz).
En los años que siguieron, impartió enseñanza y se formó como
preceptor/profesor particular para niños de hasta 12 años.

En 1755 se licenció en Königsberg, y ese mismo año opositó a la docencia


con un trabajo sobre "Una nueva aclaración de los principios del conocimiento
metafísico". En su calidad de preceptor privado, se interesó por Newton, Hume y,
sobre todo, por Rousseau, a quien atribuye el haberle "enderezado" e iniciado en
una "revolución en cuanto al estilo de pensar". Su actividad de profesor auxiliar,
financiada en parte mediante un puesto de ayudante de bibliotecario en la
Biblioteca real de Königsberg, concluyó en 1770 al ser nombrado profesor titular
de lógica y metafísica (la tesis que presentó llevaba por título "Sobre la forma y
principios del mundo sensorial y del entendimiento").

La carrera docente de Kant le llevó a la cima de la lengua intelectual


alemana. A lo largo de su intensa vida de erudito (fue también rector de la
Universidad entre 1768 y 1788) redactó las obras filosóficas que marcarían la
pauta de su tiempo. Entre ellas cabe destacar: en 1781, Crítica de la Razón Pura
(seg. edición de 1787); en 1783, Prolegómenos a toda metafísica futura; en 1785,
Fundamentación de la metafísica de las costumbres; en 1788 (Véase anexo 4),
Crítica de la razón práctica; en 1790, Critica del juicio; en 1793 (Véase anexo 6),

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La religión dentro de los límites de la mera razón; en 1795 (Véase anexo 5), La
paz eterna; en 1797, Metafísica de las costumbres; en 1798, El conflicto de las
facultades (Véase anexo 7); y, en 1798, Antropología desde un punto de vista
pragmático. En discusión con los intelectuales más relevantes de la escena
cultural europea de la época redactó, en 1784, además de otras muchas
contribuciones menores, la famosa Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la
Ilustración?

En 1796 impartió su última clase. Falleció en 1804, pronunciando las


palabras: "Está bien". Se había liberado del temor a la muerte gracias,
básicamente, a su orientación religiosa teísta. Por una parte, en un intento de
positivización ilustrada de la razón humana, emprendió una autoevaluación
racional de las posibilidades de aquélla en el hombre, y de sus limitaciones. En
esta línea se halla la inmensa "modestia" crítica y la limitación a las experiencias
posibles de todo ser humano (fenómenos) de la Crítica de la razón pura, que
conduce al absurdo las aparentes pruebas ideológicas y considera inalcanzable el
conocimiento científico de la cosa en sí. Pero, por otra parte, Kant no se limitó a
una apreciación en todo momento comedida de la razón humana, sino que, por
encima de ella, abrió perspectivas a la dimensión reflexiva de la libertad, la
inmortalidad y la realización religiosa.

El propio Kant expresó una creencia "indefectible" en su Crítica de la razón


pura de 1781 (II. Doctrina trascendental del método. Capítulo II. Sección tercera:
La opinión, el saber y la creencia) en una "existencia de Dios y en una vida futura".
No obstante, según Kant la creencia en "Dios, la libertad y la inmortalidad" -que
hace feliz al hombre e instituye la paz en el mundo- no puede racionalizarse,
adoctrinarse o ideologizarse (volverse "dogmática"). De ahí que nos prevenga
críticamente contra una supuesta posibilidad de prueba en ese dominio. De no ser
así, no sería posible la libertad espiritual del hombre. En este sentido había
sometido Kant a crítica la razón en su prefacio a la segunda edición de la Crítica
de la razón pura (1787). "Tuve, pues, que suprimir el saber para dejar lugar a la
fe"; es decir, para preparar el camino a las correspondientes certezas morales en
el ámbito existencial humano.
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La razón pura ni abre ni cierra la "perspectiva hacia un artículo de fe". Con
ello, Kant ha expresado de forma rotunda la exigencia de la libertad humana, y ha
llamado la atención sobre su reconocimiento, en consonancia con la dignidad del
ser humano, en el ámbito de la subjetividad.

Aportaciones

Se dice que Kant no quiere ofrecer solo una teoría del conocimiento, sino
que propone la construcción de una nueva metafísica y en su libro Crítica de la
razón práctica, es decir, en la ética de esta teoría, sigue ideas completamente
diferentes de los caminos de los empiristas y él quiere cimentar mejor que la vieja
filosofía, los principios metafísicos y éticos. Con Kant, el concepto de
"modernidad" está relacionado con el de la Ilustración en una síntesis del espíritu
crítico.

Asigna a la Ilustración el carácter independiente por el cual el hombre deja


la custodia de la cual él mismo es responsable. El espíritu crítico aparece, además
de adverso a la autoridad: en una especie de demanda destinada a promover la
superioridad de la propia racionalidad sobre la detención externa, lo que permite la
autonomía del individuo. Con el pensamiento de Kant, el "debe ser" de la sociedad
adquiere fuerza, que es lograr una constitución política lo más perfecta posible,
con un ideal universal que comparta las ideologías con las que la especie humana
entera está de acuerdo. mantener un orden y un contrato en el que las personas
se sientan cómodas.

Menciona que la única forma de cruzar los límites de la libertad es la


independencia de la razón y habla de una élite iluminada, dándole el poder de
autoridad que debe ser obedecido porque puede aplicar la ley moral.
Históricamente, aunque el positivismo surgió a fines del siglo XVIII como una idea
de avanzar hacia la emancipación del hombre como ser social y de desentrañar
las "pasiones e intereses" de las clases dominantes, ocurre frente al desarrollo del
capitalismo. y con la consolidación del liberalismo en el siglo XIX, un predominio

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de la razón instrumental sobre la razón emancipadora, que se traduce en una
tendencia a preservar el orden establecido.

Podemos considerar entonces que desde este momento el pensamiento


conservador se desarrolla en el sentido de la justificación de lo establecido y, por
lo tanto, no es susceptible de ser modificado. La llegada del siglo XIX, considerado
el siglo de la "cuestión social", aparece con un problema tan grave que hace que
la sociedad se pregunte cuál es la base del vínculo social y trate de evitar la
desintegración social y la desaparición de la Nación. Luego, el Trabajo Social en
su institucionalización, en las primeras organizaciones donde encontramos los
antecedentes de la profesión (London Charity Organization, 1869) avanzó con un
carácter conservador, mediado por una alianza entre la burguesía, la Iglesia y el
Estado, aceptando el modo de producción capitalista. y pensar, a través de
prácticas de conductas moralizantes, alejándose del pensamiento de Kant y de las
aspiraciones del proyecto de modernidad sintetizado en las ideas de universalidad,
individualidad y autonomía. Se aplica el "debe ser", justificando el desarrollo y la
expansión del modo de producción del capitalismo y el poder de la burguesía,
generalizando la imagen del capitalismo como un régimen irreversible, justo y
adecuado.

Martin Lutero

El iniciador de la Reforma protestante fue educado con gran rigor en su


casa y en la escuela. El propio Lutero ha narrado como su madre le azotó hasta
hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso. Miembro de una familia
de agricultores, había nacido en la localidad sajona de Eisleben el 10 de
noviembre de 1483. La familia -sus padres se llamaban Hans Luther y Margarita
Ziegler - se trasladó a la región minera de Mansfeld donde, tras unos primeros
años de grandes esfuerzos, consiguió prosperar. Hans pudo dar a su hijo
primogénito una buena educación, estudiando en Magdeburgo y Eisenach antes
de iniciar la carrera de leyes en Erfurt.

En la universidad de Erfurt conoció el joven Martín a Erasmo y en el verano


de 1505, impresionado por una tormenta que le sorprendió en pleno campo,

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decidió hacerse monje, lo que no gustó al padre. Ingresó como novicio en el
convento agustino de Erfurt cuando tenía 22 años y empieza a enseñar filosofía al
tiempo que estudia teología. En 1506 pronunció los votos religiosos y al año
siguiente es ordenado sacerdote. En 1509 obtendrá el bachillerato en Teología en
Wittenberg e iniciará su magisterio en la recién creada Universidad de Wittenberg.
Será enviado a Erfurt como profesor de teología, interesándose por la reforma
monástica que se estaba desarrollando en aquellos momentos.

En 1510 se traslada a Roma para impedir el proyecto de unificación de los


conventos agustinos reformados con los no reformados. En la Ciudad papal no le
hicieron mucho caso pero consiguió importantes indulgencias y contempló el poco
ejemplar espectáculo de la Roma libertina del momento, impresionado por la
ostentación y la decadencia religiosa de la corte papal. A su regreso a Alemania
se doctora en Teología (1512) e imparte clases sobre el Antiguo y Nuevo
Testamento en la Universidad de Wittenberg. Sus clases tuvieron amplio eco entre
los estudiantes y el duque elector Federico de Sajonia se convirtió en su
incondicional protector.

Durante estos años va desarrollando sus teorías teológicas, fijando sus


tesis en 1517, ganando un amplio número de partidarios. Johannes Eck se
convierte en uno de sus principales detractores e intenta poner la opinión pública
en contra del reformador. Lutero y Eck se enfrentan dialécticamente en Leipzig
donde Lutero es tachado de hereje debido a su concepto de Iglesia y su opinión
de que la fe es lo único que justifica las acciones de los hombres, fe en el
testimonio de la Sagrada Escritura y en el testimonio del Espíritu Santo. Según
Lutero, la Iglesia con sus ceremonias y sus sacramentos no fomenta la fe,
admitiendo sólo tres: penitencia, bautismo y comunión. Su enfrentamiento con la
Iglesia romana sube de tono cuando condena el pecado de simonía cometido por
el Papa, que vendía indulgencias a cambio de limosnas y donaciones para
terminar la construcción de San Pedro del Vaticano.

En Alemania los dominicos defendían al Papa y amenazaron a Lutero. Éste


terminó por refugiarse en Wittenberg, bajo la protección del elector de Sajonia,

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Federico. Allí pudo al fin publicar sus 95 proposiciones (31 de octubre de 1517)
contra la autoridad del papa, los votos monásticos, el celibato, el culto a los
santos, dogmas como la transubstanciación, el purgatorio y la eucaristía.
Finalmente, expuso su teoría acerca de la justificación por la fe. En Roma, el papa
León X condenó a Lutero con la publicación de la bula "Exsurge domine" a lo que
éste contestó tildando de Anticristo al pontífice. La bula era quemada por el monje
el 10 de diciembre de 1520 y el pontífice le excomulgaba.

La división entre la Iglesia romana y Alemania estaba abierta. La


convocatoria de la Dieta de Worms en 1521 bajo la presidencia de Carlos V
intentó suavizar la tensión, llamando a Lutero a declarar ante el emperador el 16
de abril. El monje no se retractó de sus escritos ni de sus actitudes por lo que fue
declarado proscrito, ordenando que sus libros fueran quemados y enviándole a la
cárcel. Federico de Sajonia se convirtió en su máximo defensor y refugió a Lutero
en el castillo de Wartburg. Desde ese momento se dedicó a la traducción al
alemán de la Biblia, instrumento fundamental para su concepción religiosa.

Lutero abandonó a su protector y se refugió en la universidad de Wittenberg


donde continuó su enseñanza de la Biblia y orientó el movimiento reformista. En
1525 la reforma vive uno de sus más graves momentos debido al estallido de la
guerra entre campesinos y señores, motivada en parte por las tesis luteranas de
igualdad de la cristiandad. En un principio los campesinos recibieron el apoyo del
reformador pero Lutero pronto cambió de opinión y se puso del lado de los
príncipes, animando a la represión de la revuelta. El prestigio del monje cayó
muchos enteros y aparecieron nuevos líderes reformistas como Zwinglio,
Carlostadio, Münzer y Storch, provocando la escisión de la reforma luterana con la
aparición del anabaptismo.

Lutero se trasladó a Wittenberg para imponer el orden, saliendo fortalecido


del envite. Para dar ejemplo de la abolición radical del celibato en 1525 se casó
con una monja, Catalina de Bora -monja cisterciense veinte años más joven que
había abandonado el monasterio-, naciendo seis hijos de este enlace. En los
siguientes años predicó su reforma por toda Alemania, organizó su Iglesia por

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ordenanzas de los príncipes alemanes y aseguró su triunfo en el pacto de
Nüremberg de 1532, donde se concedía a la nueva religión el ejercicio público de
su culto. La convocatoria del Concilio de Trento por el papa León X será
contestada por Lutero con el escrito "Contra el Papado romano" al tiempo que
iniciaba una predicación contra el papado por todo el territorio alemán. Tradujo al
alemán la Biblia y la comentó. Escribió la "Exhortación a la paz", el "Catecismo
alemán", la "Misa Alemana" y la "Kirchenpostille" (Véase anexo 8) entre otras
obras. Cansado, con la salud muy debilitada - debido a una lesión en la artera
coronaria - y en parte decepcionado, los últimos años de Lutero le trajeron
enfrentamientos con sus seguidores. Sus energías se agotaron cuando viajó a
Mansfeld para mediar en las disensiones entre los señores de la ciudad. La
enfermedad del mal de la piedra le provocó el fallecimiento en Eisleben, en 1546.
En su entierro Melanchton pronunciaría su brillante elogio fúnebre.

Aportaciones

Se entiende que al exponer la teología de Martín Lutero estamos


definiendo, al menos en parte, qué es el protestantismo. Decimos en parte, porque
el protestantismo contiene muchas teologías particulares que, aunque comienzan
desde un punto común, con sus diferencias determinadas (y determinadas), el
origen y la existencia de varias iglesias protestantes. Una posible clave para la
interpretación de la teología de Lutero sería considerarla como agustinianismo
extremo, por un lado, y como una reducción de la teología medieval basada
principalmente en el tomismo, por otro.

Como dice Wolin con respecto a esto último, para Lutero "la verdad se
descubriría puramente al eliminar las complicaciones artificiales acumuladas con
el tiempo" Es claro y notorio que con la irrupción de las ideas de Lutero en la
política religiosa de la época se va a poner a sí mismo en cuestión (no por primera
vez, por cierto) el papel del supuesto representante de Dios en la tierra del papa, y
la necesaria intermediación del clero en la relación entre Dios y los hombres. De
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esto deriva la concepción luterana de la superioridad de Jesucristo como el
salvador de cada creyente individual.

Pensar cómo esto le quitará poder al clero puede llevarnos a reflexionar


sobre la compleja relación que existe entre un marcado crecimiento del
individualismo en el período histórico que estudiamos y este cambio en la
concepción teológica, con consecuencias que van más allá de la teología. mismo,
eso ocurrió principalmente en algunos estratos ilustrados de la comunidad, y que
no se proclamaron específicamente protestantes. No vamos a expandirnos en este
punto, ya lo hemos tenido en cuenta al tratar con los precursores de Lutero y las
influencias intelectuales que han recibido. Pero no solo el énfasis luterano en la
supremacía de Jesucristo cuestionará el liderazgo de la iglesia romana y sus
actores en todo el mundo cristiano.

El proceso va a ayudar mucho, el hecho de que el reformador alemán


presentará la Biblia como la máxima autoridad en asuntos teológicos para el
cristiano; relegando a la tradición y la patrística católica. La historia tradicional
considera a Martin Luther como el hombre que llevó la Biblia a la gente común al
traducir el Nuevo Testamento al alemán. Pero sería injusto no recordar el papel
similar que otros personajes jugaron en este trabajo, incluso antes, como vimos
anteriormente. Y sería un error olvidar que, además de ser traductor, Martín Lutero
fue un gran intérprete y comentarista de textos bíblicos; como se demuestra por
ejemplo en sus sermones. Para concluir con este punto, volvemos a Wolin, quien
nos dice que, según el monje alemán, “todo lo que se interpuso entre Dios y el
hombre debe ser eliminado; Los únicos mediadores verdaderos fueron Cristo y las
Escrituras. "Y es con una nueva interpretación de ciertos textos bíblicos cómo
Lutero llega a la doctrina central, en el punto nodal de su teología: el solfidismo o
la justificación solo por la fe. Un comentarista escribe que" la piedra angular de la
teología luterana y el punto de partida para todas sus reflexiones, incluida la
política, es la tesis de que solo la fe en Dios hace a los hombres justos ".

Es por eso que consideramos esta doctrina central no solo en el contexto


de la teología del monje alemán, sino también para comprender algunas de sus

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posiciones políticas que abordaremos más adelante. La raíz de esta concepción
teológica se encuentra, siguiendo a Quentin Skinner, en la angustia que siente
Martin Luther al pensar que nada de lo que el hombre puede hacer servirá para
justificarlo ante Dios y su implacable justicia, todo esto dentro del marco "de su
doctrina antihumana del hombre.

En este sentido, a menudo hemos escuchado todo lo que el hombre hace,


incluso si son buenas obras, son inútiles para lograr su justificación y
recuperación, recordando el título del libro que escribió en respuesta a él. libre
albedrío, de Erasmo, en 1525, la voluntad del hombre es esclavo del mal. Solo por
la gracia de Dios se logra la justificación por la fe. Esto, aparte del alivio que
significó para la vida del angustiado Lutero, será una declaración revolucionaria
para el cristianismo de la época, que sostuvo que las obras jugaron un papel
relevante en la justificación, una idea que se reflejó, entre otras prácticas, en la
vida y la disciplina monástica en que Martín Lutero termina rechazando y
condenando. Las obras fueron solo una consecuencia de la fe.

En su Von den Juden und ihren Lügen (Véase anexo 9) (Sobre los judíos y
sus mentiras), publicado en 1543, escribió que debían realizarse contra los judíos
acciones como quemar las sinagogas, destruir sus libros de oración, prohibir
predicar a los rabinos, “aplastar y destruir” sus casas, incautarse de sus
propiedades, confiscar su dinero y obligar a esos "gusanos venenosos" a realizar
trabajos forzados o expulsarlos “para siempre”. Según la opinión del Dr. Robert
Michael, parece que Lutero también aprobaba el asesinato de judíos.

Ciertamente, el tema puede estar sujeto a debate; sobre todo, por el


enorme peso histórico y religioso que la obra de Lutero posee. Sin embargo, es
innegable que para los filósofos del nazismo las ideas del reformador allanaron el
camino para la creación de los campos de exterminio. La recomendación luterana
de una “áspera misericordia” o scharfe Barmherzigkeit (Véase anexo 10) que en
términos llanos significó “intolerancia absoluta” como "medida profiláctica" contra
el judío fue tomada por los nazis como una apología para su visión del mundo.
Durante el juicio de Núremberg, el general de la SA, Gauleiter de Franconia y

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Editor del periódico Der Stürmer, Julius Streicher defendió su causa cuando se le
cuestionó por el antisemitismo de sus artículos, diciendo: “Publicaciones
antisemitas han existido en Alemania durante siglos. Por ejemplo, un libro que yo
tenía, y a la postre confiscado, fue escrito por el Dr. Martín Lutero. Si este libro
hubiera sido tomado en consideración por la fiscalía, seguramente hoy el Dr.
Martín Lutero estaría en mi lugar en el banquillo de los acusados. En este libro,
“Los judíos y Sus Mentiras”, el Dr. Martín Lutero describe a los judíos como hijos
de víbora y recomienda prender fuego a sus sinagogas y destruirlos.”

Historia de la filosofía moderna

Descartes

La intuición no el testimonio fluctuante de los sentidos, sino la concepción de una


mente pura y atenta y distinta, que en absoluto quede duda alguna sobre aquello
que entendemos.

La deducción es por la cual entendemos todo aquello que se sigue


necesariamente de otras cosas conocidas con certeza, aunque ellas mismas no
sean evidentes.

El pensar se refiere a una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega,
que quiere, que no quiere, que imagina también, y que siente.

La unidad numérica del cuerpo de un hombre no depende de la de su materia,


sino de su forma, que es el alma.

El espíritu no recibe ninguna especie corpórea, sino que la intelección pura de las
cosas ya sean corpóreas ya espirituales, se produce sin que se dé imagen o
especie corpórea alguna.

Thomas Hobbes

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El movimiento no produce otra cosa que movimiento.

Las mociones vitales son aquellas que comienzan en la generación y continúan


sin interrupción alguna a través de la vida entera. Digestión, flujo sanguineo o
respiración.

Las mociones voluntarias son aquellas que hayan sido imaginadas por nuestra
mente las cuales crean la habilidad de movernos, escuchar, mirar.

La voluntad es el último apetito en la deliberación.

La libertad de hacer las cosas porque uno quiere.

El estado es la multitud así unida en una persona.

Blaise Pascal

La conversión verdadera consiste en conocer que hay una oposición invencible


entre Dios y nosotros y que, sin un mediador, no puede haber comercio.

El alma considera las cosas perecederas como perecientes y aun ya perecidas

Los principios se sienten. las proposiciones se concluyen.

La razón no puede ahí determinar nada: hay un caos infinito que nos separa.

Baruch Spinoza

La razón o buen sentido es por naturaleza.

El alma es lo que representa el yo.

La muerte del cuerpo sobreviene cuando sus partes quedan dispuestas de tal
manera que alteran la relación de reposo y movimiento que hay entre ellas

Dios se entiende como un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que
consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e
infinita.

La substancia es aquello que es en sí y se concibe por sí.

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El atributo es aquello que el entendimiento percibe de una substancia como
constitutivo de la esencia de la misma.

G. W. Leibniz

Las proposiciones de hecho no siempre pueden ser probadas por nosotros, estas
se asumen como hipótesis.

Los términos posibles son seres reales, los imposibles son entes de razón.

La definición nominal consiste en la enumeración de las notas o de los requisitos


que son suficientes para distinguir una cosa de todas las demás.

Toda definición real contiene una afirmación por lo menos de la posibilidad del
objeto definido

Todo ser creado está sujeto a cambio,

John Locke

El entendimiento no conoce ninguna idea que no sea de las que recibe de uno de
esosdos orígenes: los objetos externos y cualidades sensibles.

La intuición y la demostración son los grados de nuestro conocimiento.

Nuestras capacidades son las adecuadas a nuestro estado y a nuestros intereses.

David Hume

A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia se les denomina
impresiones.

La idea de sustancia, no es sino una colección de ideas simples unidas por la


imaginación y que poseen un nombre particular asignado a ellas, mediante el cual
somos capaces de recordar.

La prioridad en tiempo es, otra circunstancia requerida en toda causa.

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Si hay alguna impresión que origine la idea del yo, esa impresión deberá seguir
siendo invariablemente idéntica durante toda nuestra vida, pues se supone que el
yo existe de este modo.

Anexos

Anexo 1

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Anexo 2

Anexo 3

26
Anexo 4

Anexo 5

27
Anexo 6

Anexo 7

28
Anexo 8

Anexo 9

29
Anexo 10

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