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El NPS sigue siendo un importante reto para todo médico implicado en su

estudio. La necesidad de que no quede sin diagnosticar lesión maligna alguna


hace que, en muchas ocasiones, se lleven a cabo exploraciones cruentas que
nunca están exentas de riesgo y que pueden originar complicaciones graves.
Por el contrario, también es posible que nódulos benignos se sometan a una
resección quirúrgica que quizá no era necesaria. Este dilema, lejos de
solucionarse, es probable que cada vez se plantee con más frecuencia en la
práctica diaria, sobre todo si se consolida la utilización de la TC torácica como
método de detección precoz del cáncer de pulmón en la población de riesgo.

Los nódulos pulmonares se diagnostican gracias a los programas de


diagnóstico precoz.

El programa de detección precoz de la Clínica Universidad de Navarra


lleva 15 años en funcionamiento y por él han pasado cerca de 4.000
pacientes.

Además de una entrevista médica, las pruebas que se hacen en el


programa son:

 TAC (escáner) de tórax de baja dosis de radiación: la dosis de


radiación es significativamente menor a un TAC normal e inferior a
la cantidad de radiación medioambiental que recibe una persona a
lo largo de un año.

Pruebas de función respiratoria.Dependiendo de los resultados de


las pruebas anteriores, puede ser necesaria alguna adicional.

En el TAC torácico se buscan nódulos pulmonares (pequeñas


formaciones redondas).

Aproximadamente un 40% de fumadores y exfumadores que se hacen un


TAC torácico tienen nódulos pulmonares benignos. En ocasiones, será
necesario repetir un TAC en 3 ó 6 meses para estudiar la evolución de
estos nódulos.

¿Cómo lo tratamos?
Una vez obtenida la biopsia y confirmado el diagnóstico de cáncer, es
preciso determinar la extensión de la enfermedad para decidir el
tratamiento adecuado.

El estudio de extensión no es igual en todos los centros, dependerá de


las técnicas tecnológicas disponibles.

En la Clínica Universidad de Navarra se realiza con frecuencia el PET


(tomografía por emisión del positrón). Esta técnica consiste en inyectar al
paciente glucosa radiactiva por vía endovenosa y ver cómo capta.

El plan de tratamiento se establecerá según el riesgo de malignidad y el


tamaño del nódulo encontrado.
 Si es de tamaño pequeño (< 5 mm de aspecto sólido o entre 5-9 mm
de aspecto no sólido) bastará con realizar un seguimiento realizando
un TAC con contraste cada año.
 Si es de mayor tamaño (> 10 mm) o crece rápidamente, se realizará
una biopsia y se resecará quirúrgicamente.

MÉTODOS DIAGNÓSTICOS

Dentro del arsenal diagnóstico las pruebas complementarias más


difundidas y utilizadas en la actualidad se encuentran la

Broncofibroscopía: Su uso es controversial. La rentabilidad en lesiones


periféricas menores de 2 cm oscila entre 10-50% dependiendo de las
características del nódulo, de los diferentes procedimientos
endoscópicos para abordar la lesión y de la habilidad para conseguir
muestras de calidad suficiente, pudiéndose aumentar el rendimiento al
ser guiado por fluoroscopía y TAC.

Punción-aspiración con aguja fina (PAAF): Ha presentado un avance


muy importante en el diagnóstico del NPS y su utilidad es
sustancialmente mayor que la fibrobroncoscopía. Puede realizarse bajo
control fluoroscópico , ultrasonográfico o guiados por TAC por su alta
Sensibilidad

Tomografía por emisión de positrones (PET): Es una técnica de imagen


no invasiva que utiliza isótopos emisores de positrones unidos a
compuestos metabólicos y mejora los resultados de las técnicas
convencionales de imagen en el diagnóstico diferencial del NPS,
obteniéndose una Sensibilidad de malignidad entre 80 y 100%,

Procedimientos quirúrgicos: La cirugía de resección es el “gold


standard” en el diagnóstico de un NPS y además puede ser terapéutica.

Los diferentes procedimientos quirúrgicos que permiten la obtención


de una muestra son la Toracoscopía Videoasistida (VATS) y la
Toracotomía, pudiéndose utilizar solas o en combinación. La VATS es
una técnica menos invasiva, con menos complicaciones
postoperatorias y menor estancia hospitalaria. Suele realizarse si el
NPS está localizado en el tercio externo del pulmón, es mínimamente
invasiva y tiene una Sensibilidad y Especificidad cercanas al 100% y
una mortalidad en torno al 1%. La toracotomía diagnóstica suele
realizarse cuando el nódulo no es accesible mediante VATS,
broncoscopía o PAAF.

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