Pensamiento sistémico

Cada persona se desarrolla en un sistema, que este, a su vez está dentro de otros sistemas,
cada sistema funciona de forma peculiar, por lo que están presentes en todo lo que hacemos,
es por ello, que debemos entender cómo funcionan para lograr tener mejor calidad de vida.
Asimismo, estos sistemas pueden estar compuestos de partes más pequeñas o pertenecer a
un sistema mayor, también se pueden dividir en sistemas complejos y simples; siendo nuestro
cerebro un gran ejemplo de sistema complejo y único, además, nuestro cerebro conforma el
mundo y al mismo tiempo lo percibe.

No obstante, nuestra vida depende del funcionamiento conjunto de las partes que nos forman,
cada fragmento influye en otras partes, tanto es así que, es relevante recordar que la relación
entre partes y su influencia mutua son más trascendentales que la cantidad de partes o el
tamaño de ellas. Y, cuanta más partes haya, más complejo será el sistema. Como ya se ha
mencionado un sistema funciona como un todo, las partes que la componen tienen
propiedades distintas, conocidas como propiedades emergentes, pues estás emergen cuando
un sistema se encuentra en acción, por eso depende del movimiento del sistema para que
estas propiedades existan.

En conclusión, cada sistema tiene su rol y función dentro de ella, puede ser un sistema cerrado
o abierto cuando se interactúa con el contexto y cuando no se interactúa con éste, por lo
tanto, si perturbamos el medio ambiente, ese equilibrio corre el riesgo de romperse.