Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lima – Perú
2014
I. INTRODUCCIÓN
Se calcula que más del 20% de todos los alimentos producidos en el mundo se pierden
por acción de los microorganismos. En vista de las cuantiosas pérdidas que significa
para la industria el deterioro de los alimentos, es que en la actualidad se cuentan con
diferentes métodos de conservación, uno de ellos es la elaboración de conservas, por
los cuales se puede prolongar la vida útil de un alimento.
En el caso de la elaboración de un producto que tiene una acidez por debajo de 4.5 en
la escala de pH, será suficiente hacerle una pasteurización, pero si es mayor a este
valor se hace una esterilización, todo esto con fines de prolongar el tiempo de vida del
producto elaborado y evitar la proliferación de bacterias, tales como el Clostridium
Botulinum, el cual prospera en ambientes con pH de valores entre 5 y 7.
Las conservas son productos alimenticios perecederos, de origen vegetal o animal, uno
de los procedimientos de conservación de alimentos más empleado es el que consiste
en envasarlos en un recipiente hermético y someterlos a un calentamiento que
asegure la destrucción o inactivación de microorganismos y enzimas, susceptibles de
alterarlos.
El uso del alcohol como conservante es adecuado para ciertos frutos como cereza,
melocotón, cítricos, etc. Al ponerlos en maceración con alcohol de alta graduación
(aguardiente) estos se impregnan y, a su vez, adquiere el aroma y sabor de las frutas.
En la siguiente práctica, se llevó a cabo la elaboración de “Peras al Vino”, este producto
es estable por un tiempo prolongado debido a ciertas características como el bajo pH
y el grado de alcohol dado por el vino, el tratamiento térmico, que en este caso por la
características de pH del alimento solo es una pasteurización, y el envasado al vacío.
II. OBJETIVOS
Los productos como las bebidas y las compotas deben ser pasteurizados calentándose
a 80 - 95 ºC, y mantenerse en esa temperatura por treinta segundos a cinco minutos
antes de verterlos (por lo general calientes) en frascos previamente esterilizados.
Productos como las frutas en almíbar y algunos encurtidos deben ser pasteurizados en
su propio envase. En el caso de frutas en almíbar, primero se vierte la fruta en los
frascos calentados y luego se rellena con el almíbar. Las tapas se cierran sin ajustar y
los frascos se acomodan en una gran cacerola de agua que se lleva a ebullición por diez
minutos o más, según el tipo de fruta y el tamaño del envase. Los frascos calientes se
retiran del agua y las tapas se cierran herméticamente (Rees y Bettison, 1994).
Por lo que se refiere al papel de las enzimas en la conservación de los alimentos, así
como, de su destrucción, se le ha dado una sustancial importancia en los diversos
métodos de conservación de alimentos (congelación, deshidratación, etcétera). En
este sentido, por lo que se refiere a la destrucción de las enzimas, en el enlatado de
alimentos se le ha dado relativamente poca. Se ha asumido que el proceso térmico
diseñado para matar los microorganismos es suficiente para inactivar todas las
enzimas. Aun cuando es cierto que el calentamiento a 80 0C inactivará muchas enzimas,
es sólo recientemente que se han emprendido estudios para evaluar la resistencia al
calor de las enzimas en los alimentos enlatados. (Lira, 2013).
Las soluciones de azúcar densas protegen a las enzimas de la inactivación térmica en
las peras y los duraznos. Las enzimas de los tomates no sufren alteración en su
resistencia al calor por la pequeña cantidad de sal añadida (Lira, 2013).
Operaciones tales como el pelado y la reducción de tamaño permiten que las enzimas
(clorofilasa, peroxidasa, polifenoloxidasa) y los sustratos entren en contacto,
principalmente en la superficie de los productos, originando reacciones enzimáticas
relacionadas al deterioro de color (FAO, 1995).
Los cambios de color más importantes son consecuencia del desarrollo enzimático y/o
no enzimático de sustancias pigmentadas marrones. Los tejidos de frutas dañados
expuestos al aire sufren un oscurecimiento rápido debido a la acción de las enzimas
peroxidasa y polifenoloxidasa, las que catalizan la oxidación de compuestos fenólicos
incoloros a o-quinonas que causan pigmentos marrones u oscuros por polimerización o
reaccionan con las antocianinas. El pardeamiento no enzimático es producto de
reacciones complejas que ocurren durante el almacenamiento y el procesamiento de
frutas (condensación de Maillard, caramelización de azúcares, reacción oxidativa de
ácido ascórbico) (FAO, 1995).
Los agentes desinfectantes deben utilizarse en los productos limpios. Debe eliminarse
la suciedad de los productos antes de la aplicación de un agente desinfectante. La
suciedad y los restos pueden proteger a los microorganismos frente al contacto con el
desinfectante, o reaccionar con el cloro y otros agentes, reduciendo su actividad anti-
microbiana. El agua es el medio de limpieza más frecuentemente utilizado para
eliminar la suciedad. Esta agua debe estar limpia, ya que las impurezas del agua
pueden alterar drásticamente la eficacia de un detergente o un desinfectante. El agua
utilizada para la desinfección debe ser potable y carecer de patógenos (Brenes, 2002).
Los agentes desinfectantes son sustancias químicas que pueden destruir o reducir
substancialmente las cantidades de microorganismos presentes en el agua de lavado y
enfriamiento, reduciendo así la contaminación cruzada.
También pueden reducir pero no eliminar los patógenos en la superficie del producto.
Los agentes desinfectantes y sustancias químicas no son eficaces si los patógenos se
han introducido en el producto (Brenes, 2002).
III.6. CLORO
El cloro reacciona con las impurezas del agua, como los minerales y sólidos orgánicos
de los productos que se lavan. La cantidad de cloro que reacciona se denomina
generalmente “demanda de cloro” del agua. Una vez satisfecha la demanda de cloro,
hay un punto de inflexión en el que las posteriores adiciones de cloro existirán en
forma de cloro residual libre. Una analogía comúnmente utilizada para explicar esta
reacción es suponer que la solución de cloro se añade a una esponja. La máxima
capacidad de retención de la esponja sería equivalente a la demanda de cloro del agua
de lavado. Después de este punto, la posterior adición de cloro se escurrirá de la
esponja. Esto sería equivalente al cloro residual libre. La suma de los dos sería el cloro
total añadido. Las propiedades desinfectantes son proporcionadas únicamente por el
cloro libre (Gavin y Weddig, 1995)
III.7. PERA
Es posible también utilizar las hojas del peral para preparar un té para casos de
infecciones urinarias, cistitis, y cálculos en las vías urinarias.
Una cura con peras puede extenderse entre 10 y 15 días, según el grado de avance de
los problemas mencionados hasta que note mejoría, con un espacio de 10 días entre
cura y cura. La cantidad mínima es de 2 peras por día en esos días de la cura.
IV.1. MATERIALES
IV.3. MÉTODOS
Materia prima: la pera es una fruta climatérica, tiene un pH que varía entre 3,7 y 4,5.
Su contenido de azúcar varía de 8 al 14 % y el de ácidos de 0,5 al 1,5%.
RECEPCIÓN: Las peras se colocaron en la mesa de trabajo para proceder a
manipularlas de acuerdo al flujo de operaciones establecido.
PESADO: Las peras fueron pesadas en una balanza electrónica para un control del
rendimiento de producto final.
SECADO: Esta operación se realizó luego de secarlos de las tinas con agua.
FIGURA 1. FLUJO DE OPERACIONES PARA OBTENER PERAS AL VINO
Peras
RECEPCIÓN
PESADO
SELECCIÓN/CLASIFICACIÓN
PELADO
TºC Ebullición
Ácido cítrico 0.2% BLANQUEADO QUÍMICO
t = 3’
*Líquido de gobierno:
Vino : 70% ENVASADO
Azúcar : 29.9%
Ácido cítrico : 0.1% pH -
3.5 CERRADO
TºC = 100°C
TRATAMIENTO QUÍMICO
t= 15 minutos
SELLADO
ENFRIADO
SECADO
Peras al vino
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
Según Sánchez (1976), la clasificación se llevará teniendo en cuenta los grados brix y el
color. Según Castillo (2006) la fruta cuanto más fresca y recién cosechada es mejor
para las conservas. En la elaboración de peras al vino se usó peras que no presentaban
un estado de madurez marcado, usando el método visual.
Según Castillo (2006) , para el pelado en la fruta empleada se realiza un cortado donde
se eliminan la cáscara y las semillas. En la elaboración del producto se realizó un
despedunculado y se realizó pelado manual.
El pH del líquido de gobierno fue 3.7 que según A.A.P.P.A. (2004), es considerado un
alimento con alta acidez, el pH 4.5 tiene suma importancia en la elección de las
condiciones del proceso debido a que algunas cepas del C. Botullinum pueden crecer y
producir toxinas a pH tan bajos como 4.6.
Para la selección de las condiciones de proceso se deben considerar el pH, sabor, carga
microbiana inicial, forma de transmisión de calor, tamaño, forma, material del envase
y la temperatura inicial del producto envasado (A.A.P.P.A., 2004).
El blanqueado sirvió para evitar el pardeamiento no enzimático, además se utiliza para
fijar el color, es el primer paso para la conservación del producto, ya que reduce el pH
y forma una barrera para el crecimiento de microorganismos, asimismo se evitan las
pérdidas de la tiamina, el ácido fólico y la vitamina C (Vásquez et al. 2005).
Con respecto al tratamiento térmico se utilizó una pasteurización que según A.A.P.P.A.
(2004), se define como el término empleado para identificar procesos térmicos
moderados que se dan a los alimentos, que por su naturaleza no permitirán el
crecimiento de microorganismos más resistentes al calor y que posteriormente serán
refrigerados, congelados o deshidratados para prevenir el crecimiento de
microorganismos termorresistentes.
Otro punto para resaltar es el vacío producido luego de la pasteurización en las tinas
con agua fría, este vacío se logra por el shock térmico producido, es decir el cambio
brusco de temperatura, este vacío inhibirá el crecimiento microbiano porque no habrá
oxígeno factor importante en el crecimiento microbiano (Vásquez et al. 2005).
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFÍA
a) AUTOCLAVE
1. Limpieza
2. Descontaminación
3. Inspección
4. Preparación y empaque
5. Esterilización
6. Almacenamiento
7. Entrega de materiales
Partes de la autoclave
Fuente: Zamora (2013)
c) Torre Hidrostática
También llamado sistema Hunnister. Es un carrusel que baja y sube los
ingredientes. Se calienta el centro y el calor desplaza el agua hacia los
extremos. A medida que se introducen en el carrusel, el agua está más caliente
según avanzan hacia la parte central que está a unos 135º C y hay una mayor
presión. A partir de la zona central, según va avanzando el material la presión y
temperatura disminuyen. Se pueden introducir en este caso botellas de vidrio
ya que el aumento de la temperatura y presión en muy gradual así como el
decrecimiento. Se le pueden añadir sistemas de movimiento y agitación, se
hacen deslizar los botes sobre una pared magnética por donde suben rodando
provocando agitación favoreciendo la transmisión de calor. Se hacen controles
de presión, tiempo, temperatura, etc. y se puede hacer que la cinta vaya más o
menos rápida.
a. Envases de vidrio
El vidrio es una sustancia hecha de sílice (arena), carbonato sódico y piedra caliza. No
es un material cristalino en el sentido estricto de la palabra; es más realista
considerarlo un líquido sub-enfriado o rígido por su alta viscosidad para fines prácticos.
Su estructura depende de su tratamiento térmico.
Características
Reutilizable y reciclable
Inerte e impermeable
Completamente hermético
Permite larga vida
b. Envases de cartón aséptico
Los envases de Tetra Pak están conformados por 6 capas que evitan el contacto
con el medio externo, y aseguran que los alimentos lleguen a los consumidores
con todas sus propiedades intactas.
Estos envases están compuestos de papel, aluminio y polietileno.
Posee seis capas protectoras
Primera capa. Polietileno: Protege el envase de la humedad exterior.
Segunda capa. Papel: Brinda resistencia y estabilidad
Tercera capa. Polietileno: Ofrece adherencia fijando las capas de papel y
aluminio.
Cuarta capa. Aluminio: Evita la entrada de oxígeno, luz y pérdida de aromas.
Quinta capa. Polietileno: Evita que el alimento esté en contacto con el aluminio
Sexta capa. Polietileno: Garantiza por completo la protección del alimento.
c. Envases de hojalata
Se define como un recipiente rígido a base de metal que se usa para almacenar
líquidos y/o sólidos, que puede además cerrarse herméticamente. Está
formado por una delgada capa de acero (dulce) de bajo contenido de carbono
recubierto de estaño. Tiene buena estanqueidad y hermeticidad. Opacidad a la
luz y radiaciones. Además tiene buena resistencia mecánica y capacidad de
deformación.
Colquichagua (1999) nos dice que se debe cumplir los siguientes patrones de calidad:
Usar frutos maduros, sanos, limpios y que no tengan sustancias extrañas (hojas,
insectos, tierra, semilla, cascaras, etc.)
La fruta no debe presentar ninguna alteración microbiológica, química, biológica
física.
EL almíbar debe ser incoloro o ligeramente amarillento, sin sabores u olores extraños.
Las frutas de cada envase deben ser uniformes (color, tamaño, consistencia).
El medio liquido puede ser almibares o jarabes de fruta, y al cabo de un mes de
almacenado su concentración debe oscilar entre 17-22ºB.
El peso de la fruta escurrida no debe ser menor al 60% de la capacidad del envase.
Las frutas en almíbar deben contener al menos cuatro frutas diferentes.
pH: 3.4-4
Acidez titularle (expresada como ácido cítrico): 0.45% como máximo.
Colorantes y esencias: solo los permitidos en caso de cerezas, guindas y otras frutas.
Envases de hojalata: están regularizadas los contenidos mínimos de plomo, arsénico,
cobre y estaño. Además, el nivel de vacío no debe ser menor a 180mm de mercurio.
Contenido de moho: 15 campos positivos como máximo.
Aerobios: 2/5 como máximo
Levaduras, hongos: Ausencia
Edulcorantes permitidos: azúcar refinada, dextrosa, jarabe de maíz.
BIBLIOGRAFÍA