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MENTALIDAD OLIGARCA EN LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA

Durante el siglo XX, entre los años 1895 a 1919, el Perú vivió ciertos momentos que iniciaron la
paz social y la estabilidad política pero a su vez,combinó la violencia con la exclusión de la
población indígena, dándose a conocer la República Aristocrática o la oligarquía que poseía un
poder muy cerrado que les permitió lograr el crecimiento económico del Perú,en esos tiempos la
ya consolidada oligarquía,contenía unas 40 familias compuestas por hacendados y gamonales,
que unidas a través de lazos de parentesco llegaron a practicar el nepotismo en su monopolio de
poder haciéndola más moderna y empresarial que nunca.

La mentalidad oligárquica no fue abierta ante las discrepancias que existían durante ese periodo,
tenía una cierta concepción de lo que era el mundo y el poder en ese entonces, además poseían un
estricto sentido al momento de compartir sus ideas, una de las características más importantes fue
la religión, el catolicismo en sí.
Los oligarcas tenían una relación muy fuerte con la religión, era un hecho de celebración presente
en los principales actos de la vida social, a través de esto se vinculan a los oligarcas con las clase
subalternas,construían capillas en las grandes haciendas costeñas, realizaban una fiesta anual en la
cual participaban los fieles creyentes. Lo cierto es que este cristianismo,a pesar de todos sus
componentes indígenas,fue uno de los pocos medios de ejercicio del consenso: ayudó a
estructurar el paternalismo y a difundir entre las clases subalternas, una concepción pesimista y
resignada de la sociedad y de la vida.
Otra característica fue el paternalismo, este era la derivación lógica de la privatización de la vida
política y existía gracias al débil desarrollo del Estado y de sus aparatos ideológicos o represivos.
Expresaba de una manera muy evidente el lugar privilegiado que tenían las relaciones personales
que posibilitaban la comunicación entre el propietario y sus trabajadores, impidiendo
paralelamente la comunicación en la base. Como ejemplo de ello, en el año 1925 ocurre un
conato de motín en la hacienda Picotani, ubicada en el departamento de Puno, provincia de
Azángaro. Los pastores piden que sea cambiado un administrador de nacionalidad alemana que
intentó introducir excesivas innovaciones en la crianza del ganado. Esta circunstancia motiva una
carta del propietario Eduardo López de Romana, de la cual extraemos un fragmento:

“Yo iré en abril y oiré las quejas de los que tengan algo que decir y haré justicia al que la tenga, y
trataré de mejorar su vida tanto en víveres como en casas y medicinas. Uds. no deben oír a los
que tratan de engañarlos. La carta que les han hecho firmar es un tejido de mentiras y tonterías.
Cuando se quejen deben decir: a tal pastor le han pegado o no le han pegado y nada más. Todo lo
demás se los escriben los que quieren ir a Picotani a engañarlos. Cuando vaya a Picotani en abril,
cada uno de Uds. hablará conmigo, y me dará sus quejas, yo les oiré, y como los quiero como
a hijos les haré justicia, pero no deben oír los consejos de los que tratan de engañarlos”.
Alberto Flores Galindo, Op. Cit., pp. 121-122.

La última característica de la mentalidad oligarca fue la intolerancia hacia la clase indígena y la


fuerte opresión que esta clase social poseía, pues no solían tener opiniones por temor a la
reducción de bienes económicos, los oligarcas quisieron constituirse en una clase dirigente; no
buscaron incorporar en sus proyectos a las clases populares, porque este proyecto no existía y
porque temían que cualquier concesión terminaría por ser el inicio del fin de ese mundo.

En conclusión, no estamos de acuerdo con la mentalidad que tenían los oligarcas durante la
República Aristocrática, ya que existió un alto margen de racismo y opresión hacia las clases
inferiores, además la mente cerrada que poseían los hacía más exclusivos y opresores.

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