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INTEGRANTES:
Yanileth Avilés.
Verónica Bustamante.
Mayte Gómez.
Josué Loja.
Fabiola Molina.
Ronald Peñarreta.
CURSO:
Quinto.
PARALELO:
“C”.
DOCENTE:
Mgs. Galo Bravo.
CÁTEDRA:
Psicodiagnóstico.
Introducción
La evaluación es una de las partes más importantes de la terapia, gracias a esta podemos
cuantificar en términos accesibles a la conducta del paciente, si una evaluación no se realiza de
forma adecuada, el terapeuta jamás conocería en realidad si su terapia dio o no resultado, el
proceso evolutivo es el que nos permite saber qué variables son las que están manteniendo la
conducta inadecuada, de esta forma la evaluación dirige a la terapia durante los primero
estadios, al estar mal realizada una evaluación, la terapia puede llevarnos por los senderos no
correctos y de esta manera no resolver el problema del paciente.
Este modelo está impregnado en el ámbito clínico, pone énfasis en las influencias de las
alteraciones morfológicas del Sistema Nervioso, en base a la raíz principal de los trastornos
mentales. Es por ello que este modelo prevalece en mencionar los factores de tipo orgánico en
el individuo como determinantes esenciales de la conducta humana (Caprara, 2016).
Debido a que tiene acogida en el campo de la psiquiatría se considera que quien presente
alteraciones en la conducta, padecería una enfermedad mental lo cual es evidenciada por signos
y síntomas; ya que se expresa que el principal objeto de estudio de este modelo llegaría a ser
el síntoma. Así mismo se expresa que su objetivo es el diagnóstico de la enfermedad que por
medio de la descripción de síntomas conjuntamente con el pronóstico y el tratamiento para
clasificarlo en una categoría determinada, buscando su etiología (Mikulic , 2007).
Existen diversas técnicas metódicas que se utiliza en este modelo entre las cuales están
evidenciadas las estrategias correlacionales, para implantar relaciones entre los síntomas
presentados al igual que las posibles causas de las mismas. De la misma manera se menciona
las técnicas establecidas que acogen este modelo entre ellas se destacan: pruebas neurológicas
que incluyen análisis de sangre, registros para medir los estilos de vida, entrevistas en la cual
es importante no dejar al lado la observación y los cuestionarios (Caprara, 2016).
Modelo de rasgos: Desde el comienzo de los años 60 este modelo destaca y predomina en
la evaluación psicológica. Se le define también modelo de atributos o psicométrico, recibe
diversos calificativos correspondientes a la función que se quiere resaltar. Este modelo expresa
en su teoría y considera que la conducta humana es influenciada por rasgos o atributos
intrapsíquicos o diferentes variables como pueden ser: habilidades, intereses o rasgos, los
mismos que se centran en diferenciar a un individuo de otro. Es por ello que su fundamentación
teórica es: C f (O), que expresa que la conducta se presenta por medio del organismo, que son
el conjunto diferentes atributos diferenciales (Mikulic , 2007).
La metodología que emplea este modelo se fundamenta en la correlación centrándose en
determinar las diferencias de manera individual y de tal manera situar al individuo en un grupo
respecto al rasgo o la dimensión cuantitativa a la que pertenezca. El objeto de estudio de este
modelo se centra en las variables intrapsíquicas que son estimadas por medio de test
generalizados elaborados por medio de estrategias teóricas y empíricas que se focalizan en una
firmeza en la conducta. Así mismo se exponen los principales objetivos de la evaluación, entre
ellos se mencionan: explicar las características relevantes de la conducta de un individuo
partiendo de datos que se obtienen en el análisis, clasificar la información organizada
correspondiente los criterios fijados y determinar cómo se establece una probabilidad de la
conducta estimada a futuro partiendo de la conducta actual (Mikulic , 2007).
Este modelo toma en cuenta los factores intrapsíquicos que subyacen la causa de la conducta
manifiesta, presentándose por medio de impulsos, deseos, conflictos y motivos. Su forma
teórica es: C= f (O), que expresa que la conducta parte del organismo, pero menciona que a
diferencia del modelo médico la “O” expresa un constructo interno de la psique (Mikulic ,
2007).
Según Ávila (1922) los objetos de estudio de este modelo proceden en base a procesos de
manera inconsciente con la finalidad de tener conocimiento en su dinámica al igual que en la
estructura de la psique del yo, los recursos con los que cuenta su servicio y el acceso del
individuo al tratamiento psicoanalítico. Así mismo se menciona el objetivo fundamental que
se basa en cooperar con el cambio terapéutico, restando valor a la comparación de manera
individual (Mikulic , 2007).
Los datos en este modelo se almacenan por medio de técnicas de entrevista clínica,
asociaciones de palabras, test de Rorschach, T.A.T de Murray, etc., con el objetivo de ayudar
al paciente a experimentar el inconsciente para que los conflictos salgan a la luz y poder
resolverlos de manera benéfica para el individuo (Caprara, 2016).
Encontramos la conducta como función de procesos mentales internos del individuo, en esta
se basa con los trastornos. De la cual la información teórica proviene de la psicología cognitiva,
lo que refiere este método es la implementación del tratamiento de acuerdo a una metodología
descrita. El modelo cognoscitivo incluye una fundamentación epistemológica, unos principios
teóricos y una metodología específica en la cual se da una recopilación de información
conocido también como un mapa cognitivo de la cual permite el análisis de la conducta
cognitiva del individuo, el modelo de terapia cognitiva se fundamenta con la idea de los estados
disfuncionales del paciente como la depresión, ansiedad e ira, llegan ser frecuentes con el
paciente, por lo que el terapeuta tendrá que intervenir con el sujeto de tal manera que le ayude
a reconocer sus pensamientos idiosincráticos y poder modificarlos mediante distintas
herramientas como una aplicación de evidencia y lógica (Riso, 2009).
El self se ha integrado como una definición usada para enunciar e intervenir en una terapia.
Vittorio Guidano postula que el self es una construcción enraizada en relaciones
interpersonales que pueden poseer un proceso fenomenológico. Por otra parte, están los
procesos de individuación de sentirse y verse apartado del mundo. En términos narrativos, la
construcción del self conlleva la secuenciación analógica de eventos significativos para el
sujeto a través de la conexión de experiencias de similar intensidad y tonalidad afectiva.
Además, la capacidad imaginativa y evocativa, los procesos de memoria y otros procesos
lingüísticos permiten combinar y recombinar experiencias de manera tal que la administración
emocional no depende directamente de la experiencia inmediata (Capella, 2013).
Existen varios métodos que son usadas con la finalidad de obtener un autoinforme,
ejercicios de enfoque, reconocimiento emocional, entre otras. El constructivismo se ha acogido
a la narrativa como un segmento de los modelos más comunes para una evaluación e
intervención. Existen varios aspectos a cerca de la temática constructivista de narrativa (Diaz,
2007).
Las neurociencias han indagado varias situaciones como el pensamiento narrativo que se
asocia al lenguaje, que se caracteriza por ser un proceso en la información sensorial, es decir,
los caracteres perceptuales impulsan a activar los caracteres mentales o del lenguaje y el
proceso de los marcadores somáticos básicos para la formación de emociones (Diaz, 2007).
Cabe la posibilidad que la narrativa es el fruto del desarrollo adecuado del self, ya que hace
referencia a los procesos de secuencialización analógica de las experiencias, este es un proceso
de ordenamiento de experiencias para mantener la coherencia. Existe un énfasis en la
coherencia organizativa de la narrativa más que en las etiquetas y denominaciones verbales
explícitas (Díaz, 2007).
Las variaciones emocionales intensas necesitan de una activación de la misma a través de
experiencias, lectura o cambios en su vida cotidiana de tal manera que aumente la actividad
sensorial para que una vez que esto se llevó cabo la reducción de estos niveles dañinos de
emociones. (Díaz, 2007).
Una evaluación crítica es fundamental por la razón de que el constructivismo social crea
testimonios epistemológicos acerca de nuestra comprensión sobre mundo y con asiduidad hacia
afirmaciones ontológicas sobre la naturaleza de este mundo (Fernández, 2010).
Uno de los aspectos más debatidos del constructivismo social es la posibilidad del
conocimiento basado en la experiencia de cada persona. De acuerdo a los constructivistas
sociales esta concepción es viable por el hecho de que fue construida basándose en la
experiencia de las personas. Es importante ir más allá de la posibilidad, por la razón de que
nuestra construcción del universo nos da una precisa evidencia para aceptar un estereotipo en
el cual reconocemos que la tierra que gira alrededor del sol (Fernández, 2010).
Eso disiente con lo que ocurre en el mundo científico. Un investigador no simplemente busca
la viabilidad entre el modelo (teoría) y la experiencia, sino la firmeza lógica, poder explicativo,
marco teórico, el constructivismo, la generalidad clásica de la verdad es reemplazada por la
noción de la viabilidad. El discernimiento científico se concibe para dar sentido a
investigaciones las cuales están encargadas de la teoría, es importante saber que no existe un
gran libro de la naturaleza que puede ser consultado para comprobar si los modelos o las teorías
corresponden a una cualitativa y el no uso de la estadística (Niaz, 2001).
Según Roberts (1996), “las dos metodologías, cualitativa y cuantitativa pueden facilitar la
construcción del conocimiento significativo”. Discernamos los informes de varios
constructivistas sociales. No cabe duda que para los constructivistas sociales lo fundamental es
la aptitud entre el conocimiento y la experiencia. Este aspecto hace a un lado lo primordial de
un transcurso científico, es decir, el esclarecimiento de la experiencia por medio de modelos
tentativos, y que una experiencia vivida no precisamente logra engañar una teoría (Niaz, 2001).
(Niaz, 2001): “El constructivismo social ha destacado la calidad para el científico de injertar
al salón de clase y prestar atención lo que ocurre en ese lugar, por medios de distintos medios
cámaras de video, grabadoras, entrevistas, entre otros para lograr obtener una información
concreta)”.
Según Erickson (1986): “La paradoja es que, para conseguir la revelación válida de
propiedades universales, es ineludible proteger y observar de muy cerca de los casos
concretos”.
Otra opción dentro del modelo narrativo podría ser una forma debido a las ideas y prácticas
informadas por las metáforas narrativas, atribuye a que las personas tengan un desarrollo de su
sentido de agencia personal, esto permite una mayor facilidad en la toma de acciones en sus
propias vidas para así lograr narrar la historia que estamos posibilitando a interpretar, hay que
dar sentido a lo que hacemos, aunque a veces la demanda no coincide con el problema
observable (García Martínez, 2013).
El material dentro de una formulación de caso narrativo son las historias de las personas que
consultan, Whine (2007) tomó en cuenta que gracias a estas historias que se encuentran bajo
los conocimientos particulares de la vida de cada uno permiten responder a los eventos de sus
vidas como las resoluciones de los problemas para llevar a cabo un mejor planteamiento esto
se da en el (análisis de la demanda) (Castillo, González, & Calzada, 2012).
Es interesante el terapeuta narrativo, porque debido a esto debe contribuir con la generación
de un contexto permitiendo que las personas tengan el acceso a sus historias de vida preferidas
colaborando a la persona a desarrollar de una manera más enriquecida una sensación de
fortaleza de identidad en cada uno de ellos (García Martínez, 2013).
Para (García Martínez, 2013), el terapeuta deberá poseer una serie de conocimientos y
destrezas para influir dentro del proceso terapéutico. Dentro de las importantes destrezas se
encuentra el escucha, siendo fundamental para traducir el conocimiento asociado a nuestras
vidas siendo multi historiadas en el trabajo con las personas.
Otra destreza para una mejor práctica narrativa es que debe tener relación con la idea de que
las personas son las expertas de sus propias vidas, es decir son las únicas que pueden saber con
mayor certeza que es importante para ellas. Los terapeutas necesitamos destrezas que nos
habiliten y faciliten una mayor visibilidad dentro de la situación para poder privilegiar la voz
de las personas como autores primarios (García Martínez, 2013).
Necesitamos saber cómo funciona el proceso de construcción así que para lograr esto, el
terapeuta necesita desarrollar destrezas vinculadas a la formulación de preguntas que den un
acceso a la acción de identidad debido a su curiosidad y el interés por influir en el desarrollo
de sus historias preferidas (García Martínez, 2013).
Como último conocimiento nos da conocer Whine (1989) con una frase “la persona no es el
problema, el problema es el problema", refiriendo a una compresión no estructuralista de la
identidad, sino más bien como una comprensión compleja de la vida de las personas. Esto es
una forma de diferente de entender la identidad y las relaciones que han requerido esfuerzos en
la conveniencia de nuestra forma de expresarnos (García Martínez, 2013).
Conclusión
La validez de test nos demuestra en qué clase de situaciones o problemas que se encuentra
el individuo. Podemos destacar que este punto es muy importante para una evaluación sobre el
tipo de conducta que tiene el paciente, y generalmente será de satisfacción cuando podemos
obtener los mejores resultados.
Por último, la evaluación y el tratamiento forman parte de un mismo proceso en el que cada
uno es, a su vez, causa y efecto del otro. De esta manera podemos concluir la importancia que
tiene, para la evaluación, conocer los antecedentes históricos y los fundamentos teóricos que
la sustentan, así como las garantías científicas de los instrumentos de medición, esto es, la
confiabilidad y la validez, con la finalidad de juzgar, utilizar y construir instrumentos de
medición psicológica.
REFERENCIAS
Caprara, M. [Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA]. (21 de Julio de 2016). Evaluación
psicológica: Modelos y Fases del proceso. [Archivo de video]. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=9Y8sqHb2EG8&t=1723s
Castillo, I., González, H., & Calzada, Y. d. (2012). Técnicas narrativas: un enfoque
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Capella, C. (2013). Una propuesta para el estudio de la identidad con aportes del análisis
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Díaz, R. (2007). EL MODELO NARRATIVO EN LA PSICOTERAPIA
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González, M., Hernández, A. I., & Hernández, A. I. (2007). El constructivismo en la evaluación
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