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El inicio del siglo 21 nos presenta un mundo a velocidad y cambios vertiginosos. Es como si la
constante evolución de la Humanidad, propulsadas por las tres revoluciones industriales y
tecnológicas que hemos presentado en lecturas anteriores, se hubiera acelerado de forma
exponencial, llevándonos a un estadio de enormes oportunidades, pero también de riesgos
difíciles de pronosticar y un fuerte sentimiento de miedo e incertidumbre extendido en todos los
rincones del mundo.
En la presente lectura, vamos a recorrer en qué consiste la llamada Cuarta Revolución
Industrial, poniendo énfasis en las similitudes y diferencias que podemos advertir con las tres
anteriores, teniendo en cuenta que es en esta Cuarta de la secuencia en la que estamos
inmersos y en la que tendremos que desarrollar gran parte de nuestra vida profesional.
Haremos un recorrido por las principales tecnologías convergentes que conforman este nuevo
salto tecnológico y, especialmente, el concepto de Industria 4.0 que emerge de forma holística y
presiona a las empresas y organizaciones en general a avanzar de forma acelerada en la
llamada transformación digital de sus procesos y culturas.
Referencias
LECCIÓN 1 de 4
La máquina de vapor, la energía eléctrica a gran escala y el ordenador en red (Internet), grandes íconos de
las revoluciones industriales y tecnológicas precedentes, necesariamente debían desembocar en una nueva
etapa de creaciones e integraciones tecnológicas de avanzada. La ley de Moore (la capacidad de los
microprocesadores se duplica cada 2 años) y demás principios vinculados a las tecnologías, creadas a
partir de los hallazgos científicos, tienen una lógica de optimización y multiplicación constante, que amplía
sus prestaciones, alcances y racionaliza sus costos. Todo hacía prever que lo mucho que ya habíamos
creado en materia de ciencia aplicada a la tecnología había puesto a la condición humana en un estadio de
ilimitadas posibilidades, cada día más cercano a las imaginaciones de la ciencia ficción.
De esta forma, esa Internet de expansión avasallante y los nuevos modelos de ordenadores con notables
mejoras en hardware y software se fueron erigiendo en plataformas de desarrollo y diversificación de un
conjunto de tecnologías para distintas finalidades que comenzaron a hacerse viables de diseñar y producir.
El llamado mundo de la digitalización ensanchó la instancia de lo posible y un nuevo paradigma de
singularidad y tecnologías inteligentes fue cobrando forma a la luz de las nuevas necesidades de producir y
vender en un mundo de creciente velocidad y globalización.
La Cuarta revolución industrial es hija de este proceso y es fruto del poder ilimitado de la digitalización. Fue
Klaus Schwab, Fundador y Director del Foro Económico Mundial de Davos quien conceptualizó de manera
explícita esta evolución tecnológica, presentándola como Cuarta Revolución Industrial en el libro de su
autoría que lleva este título y comienza diciendo:
V E LO C I D A D : A M PLI T U D Y PRO FU N D I D A D : I M PA C T O E N LO S S I S T E M A S :
Estamos en el terreno de la velocidad exponencial, todo lo demás fue más o menos lineal. Como dijimos
más arriba, la tecnología que ya disponemos tiene la capacidad de generar nuevas tecnologías de forma
fluida y en múltiples dimensiones. Todo ello configura un ritmo de avance y cambio nunca visto.
V E LO C I D A D : A M PLI T U D Y PRO FU N D I D A D : I M PA C T O E N LO S S I S T E M A S :
Múltiples tecnologías están en desarrollo e integración. Es un cóctel mucho más diverso que en épocas
anteriores, con múltiples variantes y ramificaciones. Además, no solo están transformando las actividades y
procesos que hacemos y cómo los hacemos, sino que están poniendo en jaque nuestra identidad como
seres humanos y revitalizando la reflexión filosófica de quiénes somos y cuáles son nuestros propósitos en
la vida terrenal.
V E LO C I D A D : A M PLI T U D Y PRO FU N D I D A D : I M PA C T O E N LO S S I S T E M A S :
Todos los sistemas políticos, sociales, empresariales, educativos, sanitarios, etc., están siendo desafiados
por este nuevo paradigma tecnológico, haciendo de la “transformación digital” uno de los conceptos más
utilizados y discutidos de nuestro tiempo.
Muchos otros pensadores y actores han reflexionado sobre esta gran disrupción que Schwab definió. Erik
Brynjolfsson y Andrew McAfee (2016), investigadores del MIT y autores de “La Segunda Era de las
Máquinas”, argumentan que los ordenadores son tan asertivos y potentes que es prácticamente imposible
predecir en qué aplicaciones podrán ser utilizados a corto plazo. Y Marc Benioff, Fundador y CEO de
Salesforce, expresa que “la convergencia de tecnologías digitales con avances en ciencias de materiales y
biología significa que estamos siendo testigos del surgimiento de nuevas maneras de vivir. En formas sutiles
y explícitas, la tecnología está cambiando lo que significa ser humano” (Salesforce Latinoamérica, 2018,
https://sforce.co/34KDgt9).
LECCIÓN 2 de 4
Siguiendo a Klaus Schwab (2016), hay tres grandes grupos de impulsores del creciente conjunto de
tecnologías que se desarrollan, interrelacionan e integran en el marco de esta revolución industrial:
A . FÍ S I C O S : B. D I G I TA LE S : C . BI O LÓ G I C A S :
Vehículos autónomos: autos, camiones, drones, aviones y barcos tienen la posibilidad cada vez más
concreta de ser conducidos a través de sistemas tecnológicos inteligentes. Múltiples pruebas
avanzan en el mundo, perfeccionando prototipos y sistemas a partir de la experiencia y los errores. Se
estima que en el año 2030 ya tendremos masivamente entre nosotros este tipo de vehículos, para lo
cual las regulaciones públicas deberán fijar marcos y límites.
Fabricación 3D: a diferencia de los métodos de fabricación sustractiva que se implementaban hasta
entonces, esta modalidad es aditiva, es decir, consiste en crear objetos mediante impresión capa por
capa, a partir de modelos digitales en 3D. Ya se utiliza en distintos sectores y aplicaciones (automotriz,
aeroespacial, médica, etc.) y tiene la capacidad de poder recibir personalizaciones de forma sencilla.
Las limitaciones de tamaño de las impresores, costos asociados y velocidad de impresión (como
siempre en las nuevas tecnologías) se van venciendo sostenidamente y hacen prever la futura
impresión de objetos más complejos, como circuitos y órganos humanos.
Robótica avanzada: Los robots expanden su campo de actuación de manera incesante: de tareas
muy controladas en industrias específicas hacia todos los sectores y en el marco de instancias de
colaboración con humanos cada vez más complejas y enriquecidas (robots). Son dispositivos cada
vez más adaptables y flexibles, y permiten tener acceso a información de forma remota en la nube,
aprender con el uso y conectarse en red con otros robots.
Nuevos materiales: hay una especial revolución en este campo, generando materiales más ligeros,
sólidos, adaptables y reciclables. Ya es posible crear materiales inteligentes con la capacidad de auto-
repararse, o auto-limpiarse, metales que vuelven a su forma inicial etc. Y todo el segmento de nano
materiales, recién en sus primeras etapas de evolución. Por ejemplo, el grafeno es doscientas veces
más fuerte que el acero, un millón de veces más delgado que un cabello humano y conduce de
manera eficiente el calor y la electricidad.
A . FÍ S I C O S : B. D I G I TA LE S : C . BI O LÓ G I C A S :
Internet de las cosas (IoT): consistente en la tecnología de sensores para que cualquier artefacto
pueda estar conectado a Internet. Sensores pequeños, accesibles e inteligentes están siendo cada
vez más y mejor instalados en hogares, ropa, accesorios, ciudades, transportes, redes de energía,
procesos de fabricación en general. Todo lo que creamos y usamos puede generar información,
transmitirse a la red, mejorar la capacidad de tomar decisiones y ser monitoreado a través de
métricas y tableros en pantallas digitales.
Blockchain: conocido a menudo como un libro de contabilidad distribuido, es una tecnología de amplia
aplicación a distintas necesidades que básicamente opera como un protocolo seguro por el cual una
red de ordenadores verifica colectivamente una transacción antes de que pueda ser registrada y
aprobada. Ningún usuario particular ni autoridad central controla este sistema de registración de
operaciones que puede ser inspeccionado en cualquier momento por cada usuario. Confianza digital
en su máxima expresión. Las monedas virtuales, como Bitcoin, son sus aplicaciones más expandidas
por el momento.
Plataformas de economía bajo demanda: tecnologías para uso fundamentalmente mobile que
permiten lograr arbitrajes más eficientes entre ofertas y demandas de cualquier tipo de mercados.
Estos dispositivos, como Uber, Airbnb, Taskrabitt u otros eliminan fricciones para que la demanda de
bienes y servicios pueda acceder rápidamente a mejores condiciones de oferta adaptada a sus
necesidades y los prestadores puedan ejecutar con costos decrecientes y unidades descentralizadas.
A . FÍ S I C O S : B. D I G I TA LE S : C . BI O LÓ G I C A S :
Genética: se han producido enormes avances en los últimos años en materia secuenciación genética
y de modificación de genes. Un genoma ya puede ser secuenciado por menos de mil dólares y en
pocas horas. Con estos conocimientos y la potencia de cómputo que las computadoras permiten, ya
es posible generar tratamientos particulares para variaciones genéticas específicas.
Neurociencias: las tecnologías para conocer, interactuar, reparar y emular el cerebro humano no paran
de crecer, a partir de constantes hallazgos que antes eran solo suposiciones y modelos teóricos, y
ahora pueden corroborarse a partir de las mejoras en las tecnologías para observar el funcionamiento
cerebral.
Figura 3. Biotecnología
Fuente: Infoagro, 2018, https://bit.ly/2ZdyuTN
No obstante, debemos aclarar que la estructura de tecnologías que están en marcha en esta nueva
revolución puede variar y ampliarse, según el criterio y la clasificación que cada autor o experto utilice a tal
fin. A esta reseña de Schwab en su libro “La Cuarta Revolución Industrial”, nosotros le agregamos las
siguientes tecnologías que creemos de alto impacto y merecen un apartado específico para su
consideración:
Computación cuántica:
–
Quizás una de las tecnologías más recientes, con mucho más de potencial que de realidad aún. Sin
embargo, forma parte de la naturaleza y dinámica de esta revolución tecnológica. Es tanto el impacto, que
los prototipos experimentales de esta tecnología ya permiten afirmar que cálculos y procesos que la
computación convencional podría hacer en años, con ordenadores cuánticos solo llevará minutos. Utilizar
los principios de la física cuántica para potenciar las computadoras será un capítulo en sí mismo del futuro
de la tecnología. Es a través de este tipo de computación que podrán realizarse cálculos y procesos
inimaginables hoy y capaces de ser usados para resolver problemáticas de escala global, como el
combate al cambio climático, la ampliación de la duración de las baterías o el diseño de materiales más
eficientes en el consumo de energías.
Nuevas energías, ampliación de capacidad de almacenamiento-transmisión:
–
Como hemos visto, la generación de energía es una actividad de presencia permanente en las sucesivas
revoluciones tecnológicas, dado que es fundamental para el progreso humano y el funcionamiento de las
sociedades y, siempre, nuevas tecnologías tienen mayor o menor impacto en la capacidad de generar y
distribuir energía. En esta cuarta revolución industrial, los avances en materia de energías alternativas,
como solar, eólica, bioenergía, etc., son enormes y están configurando un nuevo estándar en el que familias
e industrias pueden participar de una red de energía, consumiendo y aportando, según las prioridades y
capacidades de cada uno. Vamos a un mundo en el que el consumo energético es más fluido,
programable, medible y limpio.
Tecnologías de movilidad:
–
La creciente vida urbana ha llevado a las ciudades a procesos de agotamiento con alto impacto ambiental.
Esta cuarta revolución también incluye nuevas tecnologías capaces de dar respuesta a estas nuevas
necesidades de trasladarse en ámbitos urbanos, trascendiendo un legado de la revolución anterior: el
patrón autocentrista en la movilidad urbana. Bicicletas eléctricas, autos eléctricos de bajo porte o city-cars,
plataformas de mapas digitales con información abastecida por comunidad de usuarios, aplicaciones para
compartir y/o alquilar vehículos de manera ágil y accesible, drones para trasladar pedidos y encargos,
monopatines eléctricos en sus distintas versiones, etc., comparten la esencia de bajar la fricción y ahorrar
recursos en la movilidad de las personas. Y todos están basados en nuevos desarrollos tecnológicos
propios de esta revolución industrial.
Advirtiendo de forma creciente que las nuevas tecnologías digitales harían realidad el
principio de producir masivamente, pero con crecientes capas de personalización para
abastecer a segmentos de mercado específicos, Siemens direccionó buena parte de sus
esfuerzos e inversiones para llegar en 1996 a lo que denominó “Totally Integrated
Automation” (TIA), plataforma tecnológica para integrar todos los elementos de las
operaciones de producción en cualquier industria, colocando los aspectos de hardware y
software en un solo tablero. Es decir, Siemens hace posible que las empresas puedan
aprovechar al máximo las nuevas tecnologías digitales al ponerlas en un entorno
(plataforma) en el que es fácil gestionarlas y tomar decisiones en base a los datos que
generan acerca de todos los aspectos de la producción.
A partir de este hito de 1996, Siemens siguió mejorando su plataforma TIA y generando
innovaciones tecnológicas adicionales, hasta llegar a su hito más reciente: en 2016 crea
“MindSphere”, el primer sistema operativo de Internet de las Cosas (IoT) abierto y basado
en la nube. Con esta tecnología, una empresa puede conectar todos los artefactos dotados
de conectividad a través de sensores, en un solo tablero que permite su aprovechamiento y
optimización. Es decir, una de las tecnologías claves de la Cuarta Revolución Industrial,
como es la llamada Internet de las Cosas, vuelve a encontrar en Siemens un actor
protagónico capaz de ofrecer una solución que acerque esa tecnología al mundo de los
beneficios concretos para la productividad y rentabilidad de las empresas. Gerd Tacke, ex
CEO de Siemens, años atrás en una celebración de aniversario de la empresa, lo expreso
con claridad: “Para nosotros, la tecnología no es un fin en sí mismo. Medimos nuestro
desempeño técnico contra el progreso que ofrece a nuestros clientes y, más allá de eso, a
personas en muchos países del mundo”.
Como hemos visto en la lectura anterior, todo cambio tecnológico supone tensiones en las sociedades.
Hemos explicitado la relación dialéctica existente: nuevas ideas y prácticas culturales orientan
investigaciones científicas de las que surgen nuevas tecnologías. Y esas nuevas tecnologías modifican y, a
veces, transforman completamente las pautas, sistemas y procesos bajo los cuales sociedades y personas
viven y se desenvuelven.
La cuarta revolución industrial, al presentar la convergencia de tantas y tan potentes nuevas tecnologías
bajo un paradigma digital al extremo, potencia esta característica y genera múltiples transformaciones en
todos los ámbitos, que ya están en marcha con aditamentos específicos en los distintos países del mundo.
Como dijimos al comienzo, citando a Klaus Schwab (2016), estamos ante una revolución tecnológica
distinta de las anteriores en virtud de su velocidad, amplitud e impacto.
Podemos clasificar de la siguiente manera esos impactos y efectos que ya se están visualizando en las
distintas sociedades del siglo 21:
Negocios:
Las nuevas tecnologías de esta revolución digital ya no solo vienen a mejorar la performance y
productividad de las empresas de cualquier rubro, sino que las invitan a repensarse y transformarse
completamente. No hay sectores inmunes al cambio tecnológico y si bien hay muchas maneras y estilos
de incorporar tecnologías, no es una opción no hacerlo, si las empresas quieren seguir siendo
competitivas en los mercados. Y más aún, el verdadero incentivo es hacerlo repensando el negocio en su
integralidad, con foco en el valor agregado que es posible construir para los clientes en el mercado de la
sociedad digitalizada. Es decir, no se trata de comprar tecnología, sino de diseñar cómo se transforman
los procesos de negocios a partir de disponer de dichas tecnologías.
Mientras las empresas establecidas están embarcadas en los llamados procesos de “transformación
digital” e Industria 4.0, las nuevas empresas que nacen digitales tienen la absoluta libertad y agilidad
para diseñar sus operaciones de forma compatible con los paradigmas y posibilidades de esta
revolución. Pensemos en Uber, Airbnb, Apple, Facebook, Tesla, Amazon, Mercado Libre, Zipcar y tantas
otras compañías que nacieron en este tiempo y pudieron organizar su arquitectura de negocios basados
en la agilidad, la integración de los sistemas, la extrema usabilidad para los clientes a través de
artefactos móviles, la capacidad de funcionar con menor dotación de activos pesados y más alianzas y
redes y la omnicanalidad para promocionar y vender sus productos y servicios a mercados globales.
Claramente, en este tipo de compañías (ya sean nativas o transformadas), la cuestión digital deja de ser
un insumo más de la cadena de valor para funcionar de forma eficiente y pasa a ser un componente
central del modelo de negocios y la propuesta de valor que una empresa define para encontrarse con el
mercado en estos nuevos tiempos.
Trabajo / Empleos:
Mucho se está debatiendo actualmente sobre esta cuestión. Entre las versiones más optimistas y las
más pesimistas respecto de la generación de empleo para la gente en este nuevo paradigma
tecnológico, hay un abismo de posibilidades e interpretaciones.
Intentando ser ecuánimes, podemos decir que gran parte del impacto en este campo tendrá que ver con
la capacidad de gestión que cada sociedad tenga para reorganizar el mundo del trabajo con semejante
aportación de la tecnología, y de la eficacia con que cada una logre afrontar la transición desde el
paradigma anterior al actual. Suele suceder que la penetración de los nuevos artefactos y sistemas
avanzan a pasos firmes, mientras que la preparación de las empresas y la gente para adoptarlos y
apropiarse de ellos corre mucho más lentamente.
En líneas generales, las nuevas tecnologías nos permiten automatizar muchas de las tareas que aún
realizan los seres humanos (gran debate en torno al límite de estas posibilidades), pero también hay
fuertes evidencias de que las mismas generan nuevos roles y requerimientos que no existían o bien
existían marginalmente en el pasado. Más tecnología implica más necesidad de tareas humanas para
trabajar con ellas, configurándolas, programándolas, manteniéndolas, entrenándolas, aprovechándolas.
Profundizaremos este tema en el Tercer módulo de la materia, basta aquí con afirmar que los trabajos, en
forma asalariada o independiente serán cada vez más en danza con las tecnologías y basados en
actividades que pongan en valor nuestras habilidades más humanas y blandas: empatía, creatividad,
comunicación, negociación, etc. El dilema es si habrá trabajo para todos o estaremos obligados a pensar
nuevos modelos de organización del trabajo, las jornadas de tiempo laboral y los aportes de la sociedad
para los que no logran insertarse.
Política / Instituciones:
También en esta dimensión el impacto es significativo. Como tantas otras actividades humanas, la
política en general y la democracia en particular fueron organizadas para una sociedad industrial, propias
de la segunda y hasta la tercera revolución tecnológica. Pero ahora, con la velocidad de las
comunicaciones, la conectividad absoluta de la mayoría de los ciudadanos y las nuevas problemáticas
de un mundo conectado que requieren de entendimiento, regulación y resolución, la política está
sometida en todas las latitudes a nuevas presiones que la ponen en jaque.
Básicamente, el impacto se traduce en la agudización de las demandas ciudadanas, a partir de que las
personas tienen mayor información y son más conscientes de las desigualdades y las disponibilidades
de bienes y servicios en la economía a los que muchas veces se ven privados de acceder. Siempre la
política ha sido la actividad para organizar la vida en sociedad y los sistemas políticos (democracia el
más extendido) deben ser capaces de proveer soluciones para el progreso de las mayorías con costos
acotados y velocidad creciente. Y es allí donde la Cuarta Revolución Industrial exige que la política tenga
un gran salto en su capacidad de hacerlo.
Cultura, forma de vida y educación:
La sociedad digital nos desafía en nuestros vínculos, valores y actividades. Mucho se habla de las redes
sociales (cuya penetración no para de crecer) y su efecto sobre las relaciones cada vez más digitales y
despersonalizadas que tenemos, también de la fantástica oportunidad de vincularnos con personas de
inquietudes similares transcendiendo fronteras físicas. Para bien o para mal, los conceptos de familia y
comunidad están cambiando, haciéndose más líquidos, variables y laxos.
En ese marco, nuestras actividades y vocaciones suelen ser más efímeras, invitadas al cambio por la
velocidad de las comunicaciones y la cantidad de innovaciones que aparecen frente a nosotros. Y de la
mano de ese cambio incesante, la educación deja de ser un proceso con principio y fin estandarizado
para todos, asumiendo la condición de actividad permanente, a lo largo de la vida, como gran herramienta
humana para seguir la velocidad de los cambios incorporando las habilidades que se requieran en cada
momento y hagan sentido con las aspiraciones e inclinaciones de cada uno.
En síntesis, todos los ámbitos del quehacer humano están sometidos al influjo de esta cuarta revolución, en
un proceso que combina oportunidades y amenazas, en el marco de una creciente incertidumbre acerca del
futuro. Es nuestra responsabilidad individual y colectiva tomar las decisiones que hagan falta y lograr los
modelos de funcionamiento más aptos para aprovechar la convergencia digital haciendo de esta enorme
creación humana el portal que habilite una nueva era de progreso y dignidad.
Figura 5. Robótica
Fuente: World Energy Trade, 2019, https://bit.ly/2Zfc8RO
Referencias
Brynjolfsson, E; McAfee, A. (2016) La segunda era de las máquinas: trabajo, progreso y prosperidad en una
época de brillantes tecnologías. Buenos Aires, Argentina: Temas.
iProUP (2019) ¿Por qué las empresas comparten los datos recopilados por sus vehículos autónomos?: esta
es la razón. Recuperado de: https://www.iproup.com/innovacion/6930-waymo-google-tesla-El-porque-las-
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Valencia, R. (2019) Escuelas privadas mexicanas apuestan por la realidad virtual en sus aulas. Recuperado
de https://informefracto.com/arte-ciencia/escuelas-privadas-mexicanas-apuestan-por-la-realidad-virtual-
en-sus-aulas/
World Energy Trade (2019) Industria 4.0: la necesidad de gestionar la transición para afrontar el impacto de
las nuevas tecnologías. Recuperado de: https://www.worldenergytrade.com/index.php /m-articulos-
tecnicos/187-news-articulos-tecnicos-energias-alternativas/3841-industria-4-0-la-necesidad-de-gestionar-
la-transicion-para-afrontar-el-impacto-de-las-nuevas-tecnologias