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FACTORES DE RIESGOS

Es un agente de factor de riesgos o circunstancias que puede causar daño o sin


contactos. Pueden clasificarse como tipo de RIESGOS LABORALES, o riesgos
ambiental. Los riesgos físicos incluyen riesgo ergonómico, radiación, estrés por
color y frio riesgos de vibración y riesgos de ruido. Los controles de ingeniería a
menudo se san para mitigar los peligros físicos.
En el riesgo ambiental surge la probabilidad de daños a un grupo en el trabajo,
debido a las amenazas propias del ambiente y a la vulnerabilidad de los elementos
expuestos.
El ruido es aquel sonido no deseado y peligroso para la salud de los trabajadores.
El nivel está relacionado con la presión y la frecuencia a los sonidos graves y
agudos. Debemos llevar a cabo unas acciones preventivas como por ejemplo: Un
programa para eliminar el ruido, reducción inmediata, equipo de protección
individual…
Una mala iluminación pude provocar fatiga visual, algunos de los factores que la
pueden producir son: Un nivel de la iluminación deficiente, reflejos en la pantalla,
deslumbramientos directos, efectos de contraste sobre la retina…
La temperatura debe ser adecuada para no incomodar o molestar a los
trabajadores. La exposición al frío se considera peligrosa cuando la temperatura
del cuerpo es tan baja que se llegan a padecer temblores y alteraciones graves.
En cambio la exposición al sol puede dar mareos, vértigos y trastornos cardíacos.
En las radiaciones podemos encontrar dos tipos: Las ionizantes producidas por los
rayos X y las no ionizantes producidas por las radiaciones ultravioletas o los rayos
láser.
Las vibraciones se agrupan de la siguiente manera: Vibración trasmitida al sistema
mono-brazo que puede producir, trastornos al sistema nervioso, mareos, vómitos,
problemas vasculares.
RUIDO

La existencia de ruido en el ambiente de trabajo puede suponer riesgo


de pérdida de audición. Los niveles excesivos de ruido lesionan ciertas
terminaciones nerviosas del oído. Las fibras nerviosas encargadas de
transmitir al cerebro ruidos de frecuencia 4000 Hz son las primeras en
lesionarse, continuando progresivamente el resto. El individuo es
consciente de esta pérdida irrecuperable cuando son afectadas las
frecuencias conversacionales, lo que le perjudica su relación con los
demás.
Existen, no obstante, otros efectos del ruido, además de la pérdida de
audición. La exposición a ruido puede provocar trastornos
respiratorios, cardiovasculares, digestivos o visuales. Elevados niveles
de ruido pueden provocar trastornos del sueño, irritabilidad y
cansancio. El ruido disminuye el nivel de atención y aumenta el tiempo
de reacción del individuo frente a estímulos diversos por lo que
favorece el crecimiento del número de errores cometidos y, por lo
tanto, de accidentes. El riesgo de pérdida auditiva empieza a ser
significativo a partir de un nivel (L Aeq,d) equivalente diario de 80 dBA
suponiendo varios años de exposición.

El L Aeq,d es el promedio diario del nivel de presión sonora asignable


a un puesto de trabajo, en decibelios “A” (dBA). El dBA es la unidad en
la que se mide el nivel de ruido (presión sonora) en la escala de
ponderación A, mediante la cual el sonido que recibe el aparato
medidor es filtrado de forma parecida a como lo hace el oído humano.
VIBRACIONES

La O.I.T. ha definido las vibraciones como todo movimiento transmitido


al cuerpo humano por estructuras sólidas capaz de producir un efecto
nocivo o cualquier tipo de molestia. Técnicamente podemos definir la
vibración como todo movimiento oscilatorio de un cuerpo sólido
respecto a una posición de referencia, sin que exista desplazamiento
neto del objeto que vibra. Las vibraciones se transmiten por el interior
de un objeto y también a través de los puntos de contacto, entre
diferentes objetos. Las vibraciones se caracterizan por su frecuencia y
su amplitud; la frecuencia es el número de veces por segundo que se
realiza el ciclo completo de oscilación y se mide en Hertzios (Hz) o
ciclos por segundo.

Se dice que un cuerpo vibra cuando sus partículas realizan un


movimiento oscilante, respecto de una posición de equilibrio, o
referencia.

Estas oscilaciones pueden clasificarse según:

1.- La parte del cuerpo a la que afecten:

Vibraciones de cuerpo entero o globales que afectan al cuerpo en


todas sus partes.
Vibraciones locales que se transmiten a partes del cuerpo, siendo las
más importantes las vibraciones mano-brazo.
2.- Sus características físicas, en: deterministas (periódicas y no
periódicas) y aleatorias.
Las primeras se pueden describir mediante fórmula matemática, que
define la forma de variar con el tiempo el parámetro de la vibración
considerado, mientras que las aleatorias sólo pueden describirse a
través de parámetros estadísticos.

Vibraciones libres o periódicas, si no existen fuerzas externas que


modifiquen la amplitud del movimiento o la longitud de las sucesivas
ondas, repitiéndose el suceso una y otra vez al cabo de un cierto
período de tiempo. Podemos clasificarlas en sinusoidales o complejas.

Vibraciones no periódicas, los choques o aquellas que son


consecuencia de impactos extemporáneos.

Vibraciones aleatorias, donde sí actúan las fuerzas externas,


experimentándose en las partículas un movimiento irregular que nunca
se repite exactamente. Es la más habitual en la naturaleza y consta de
muchas frecuencias dentro de un intervalo amplio, dividiéndose en
estacionarias y no estacionarias.

3.- Su origen:

Vibraciones generadas en procesos productivos de transformación .


Las interacciones originadas entre las piezas de la maquinaria y los
elementos que van a ser conformados, producen choques repetidos
que se materializan en vibraciones de materiales y estructuras, cuya
propagación se efectuará directamente, o a través de medios de
transmisión adecuados. Como ejemplos más frecuentes, pueden
citarse las desarrolladas en prensas, tronzadoras, martillos
neumáticos, y algunas herramientas manuales.
RADIACIONES NO IONIZANTES

Es la energía que transmiten. En el caso de las primeras, esta energía


es capaz de ionizar la materia, es decir, de arrancar electrones de la
corteza de los átomos y, por tanto, es capaz de producir daños
irreversibles en los tejidos. En cambio, las radiaciones no ionizantes
no emiten la energía suficiente como para producir tales
modificaciones en el átomo, pero sí que pueden tener efectos nocivos
sobre la salud de los trabajadores.
Radiaciones ultravioletas: existen distintos tipos y pueden llegar a ser
ionizantes. Pero, centrándonos en las no ionizantes, estas están muy
presentes en el sector sanitario para esterilizar herramientas médicas,
pero también en la industria (por ejemplo, ciertos equipos de soldadura
las emiten). Puede producir daños en la piel como quemaduras,
erupciones e incluso provocar cáncer de piel.
Radiaciones de tipo visible: proceden sobre todo de aparatos como
láseres. Este tipo de maquinaria es capaz de concentrar la energía en
una zona muy reducida y, de esta intensidad concentrada, nacen los
principales riesgos. Afectan sobre todo a los ojos, por lo que es
obligatorio usar los láseres con protección óptica. Dependiendo del
tipo de láser manejado, los riesgos laborales asociados varían Este
enlace se abrirá en una ventana nueva.
Radiofrecuencias y microondas: en el ámbito médico, son las
máquinas de diatermia las que producen este tipo de radiaciones no
ionizantes. Su efecto directo es el aumento de la temperatura de la
piel.
RADIACIONES IONIZANTES

Se define una radiación como ionizante cuando al interaccionar con la


materia produce la ionización de la misma, es decir, origina
partículas con carga eléctrica (iones). El origen de estas radiaciones
es siempre atómico, pudiéndose producir tanto en el núcleo del
átomo como en los orbitales y pudiendo ser de naturaleza corpuscular
(partículas subatómicas) o electromagnética (rayos X, rayos
gamma (γ)).
Las radiaciones ionizantes de naturaleza electromagnética son
similares en naturaleza física a cualquier otra radiación
electromagnética pero con una energía fotónica muy elevada (altas
frecuencias, bajas longitudes de onda) capaz de ionizar los átomos.
Las radiaciones corpusculares están constituidas por partículas
subatómicas que se mueven a velocidades próximas a la de la luz.
Existen varios tipos de radiaciones emitidas por los átomos, siendo las
más frecuentes: la desintegración, la desintegración "β", la
emisión "γ' y la emisión de rayos X y neutrones. Las características de
cada radiación varían de un tipo a otro, siendo importante
considerar su capacidad de ionización y su capacidad de penetración,
que en gran parte son consecuencia de su naturaleza. En la
figura 1 se representan esquemáticamente estas radiaciónes.
RIESGOS QUIMICOS

El riesgo químico es aquel riesgo susceptible de ser producido por una


exposición no controlada a agentes químicos la cual puede producir
efectos agudos o crónicos y la aparición de enfermedades. Los
productos químicos tóxicos también pueden provocar consecuencias
locales y sistémicas según la naturaleza del producto y la vía de
exposición.

En muchos países, los productos químicos peligrosos son literalmente


tirados a la naturaleza, a menudo con graves consecuencias para los
seres humanos y el medio natural al provocar un riesgo químico.
Según de qué producto se trate, las consecuencias pueden ser graves
problemas de salud en los trabajadores y la comunidad y daños
permanentes en el medio natural. Hoy en día, casi todos los
trabajadores están expuestos a algún tipo de riesgo químico porque se
utilizan productos químicos peligrosos en casi todas las ramas de la
industria.
Inhalación
Las partículas muy finas, los gases y los vapores se mezclan con el
aire, penetran en el sistema respiratorio, siendo capaces de llegar
hasta los alvéolos pulmonares y de allí pasar a la sangre. Según su
naturaleza química provocarán efectos de mayor a menor gravedad
atacando a los órganos (cerebro, hígado, riñones, etc.). Y por eso es
imprescindible protegerse. Las partículas de mayor tamaño pueden
ser filtradas por los pelos y el moco nasal, donde quedarán retenidas.
Algunos de los gases tóxicos que actúan por absorción inhalatoria:
Monóxido de carbono
Ácido cianhídrico
Sulfuro de hidrógeno
Vapores de mercurio (véase envenenamiento por mercurio)
Otras intoxicaciones pueden ser producidas por absorción de vapores
procedentes de disolventes como:

Benceno
Metanol
Nitrobenceno
Absorción cutánea
El contacto prolongado de la piel con el tóxico, puede producir
intoxicación por absorción cutánea, ya que el tóxico puede atravesar la
barrera defensiva y ser distribuido por todo el organismo una vez
ingresado al mismo. Son especialmente peligrosos los tóxicos
liposolubles como los insecticidas y otros pesticidas...

Sustancia o materia química peligrosa


Es todo material nocivo o perjudicial, que durante su fabricación,
almacenamiento, transporte o uso, puede generar o desprender
humos, gases, vapores, polvos o fibras de naturaleza peligrosa, ya sea
explosiva, inflamable, tóxica, infecciosa, radiactiva, corrosiva o irritante
en cantidad que tengan probabilidad de causar lesiones químicas y
daños a personas, instalaciones o medio ambiente.
TOXICIDAD

Definición, objetivos y alcance de la Toxicología y de la Química


sanitaria en Salud ocupacional El trabajador contemporáneo se
encuentra sometido hoy, por concepto de su actividad laboral diaria, a
una amplia variedad de factores y procesos potencialmente lesivos
para su salud. Estos factores y procesos de trabajo difieren
sustancialmente en cuanto a su naturaleza y magnitud, pudiéndose
clasificar de la manera general siguiente: • Factores y procesos de
naturaleza física • Factores y procesos de naturaleza química •
Factores y procesos de naturaleza biológica • Factores y procesos de
naturaleza ergonómica • Factores y procesos de naturaleza
psicosocial Todos estos factores y procesos concomitan e interactúan
necesariamente sobre el organismo del trabajador, teniendo en cuenta
su permanencia en el entorno laboral durante la jornada diaria y
durante toda su vida de trabajo. En particular, la contaminación del
ambiente ocupacional por sustancias químicas se produce en los
procesos de trabajo como consecuencia directa o indirecta de la
manipulación, empleo, transportación y(o) almacenamiento de
materiales y productos que generan o dispersan gases, vapores y(o)
partículas sólidas o liquidas en el aire. El contacto del hombre con
estas sustancias químicas posibilita su entrada al organismo por
diferentes vías, provocándole o no, de acuerdo con la dosis absorbida,
enfermedades u otras alteraciones en su estado de salud. Las
enfermedades y demás eventos de salud producidos específicamente
por las sustancias químicas en el trabajador, determinaron
históricamente la necesidad de estudiar sistemáticamente los agentes
etiológicos correspondientes, sus propiedades y mecanismos de
acción en el organismo, y el control y la prevención imprescindibles de
su presencia en el ambiente laboral. La diversidad de sustancias
quimiotóxicas y los diferentes estados de agregación en que se
manifiestan en el aire, así como los efectos diversos que producen en
el hombre que trabaja y se expone a los factores de riesgo, han
propiciado la aparición y desarrollo de toda una serie de disciplinas
que hoy confluyen, se complementan e integran en una especialidad
mucho más amplia y abarcadora que se ocupa de la atención.

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