Está en la página 1de 19

TRABAJO

PRÁCTICO
FINAL
OBLIGATORIO
(EJE 1 Y 2)

LINGÜÍSTICA – COMISIÓN K
UNLP – PSICOLOGÍA

INTRODUCCIÓN
En las siguientes páginas realizaremos un análisis de discurso de dos textos tomados
del corpus dado por la cátedra de Lingüística General de la Facultad de Psicología de la
UNLP. Estos textos, uno oral y otro escrito, tratan sobre el diagnóstico de Síndrome de Hubris
a la Presidenta de la República Argentina que hizo el doctor Nelson Castro en contexto de una
situación de tensión económica del país a fines del año 2014, y la polémica que esto desató
entre la ciudadanía y los medios de comunicación.

El marco teórico-metodológico con el cual analizaremos estos discursos son,


principalmente, la teoría de la enunciación propuesta inicialmente por Bajtín, y las posteriores
recapitulaciones que hacen de él autores como Calsamiglia y Tusón, y Benveniste.
Pretendemos dar cuenta tanto del contenido de estos discursos como de su contexto, y la
relación que guardan con los otros discursos contemporáneos.

El objetivo se llevará acabo mediante la puntualización de distintos aspectos que


marcan a un enunciado, y una vez realizado el extenso trabajo de detallar cada rasgo
individual de éstos, unir estos aspectos de tal forma que podamos descifrar el sentido de cada
texto, entender cómo se inscriben los enunciadores en ellos, y qué estrategias usan para llegar
a la finalidad a la que apuntan.

Por último, aunque quizás el lector pueda ya tener conocimientos previos sobre las
características de un discurso y le parezca repetitivo, se hacen pequeñas menciones de los
conceptos y las definiciones utilizadas para clarificar el tema que se está tratando y así
facilitar la lectura del análisis incluso si no se está relacionado a sus metodologías. Si bien
reconocemos que puede llegar a ser un análisis muy general, creemos que ilustra bien los
pasos a seguir para realizar un análisis discursivo válido y representativo de la realidad.

DESARROLLO EJE 1
Punto 1)

Por discurso entendemos una práctica social, una forma de acción entre las personas
que se articula a partir del uso lingüístico contextualizado, ya sea oral o escrito. Construye
piezas textuales orientadas a unos fines y que se dan en interdependencia con el contexto, o
sea, pone en funcionamiento formas lingüísticas para construir forma de comunicación y de
representación del mundo (Calsamiglia y Tusón 1999). Sirviéndonos de esta definición que
nos brindan estos autores, podremos determinar por qué el corpus seleccionado para analizar
son en efecto discursos, qué tipo de discursos son, y cuáles son las estrategias que utilizan
para llegar a esos ‘fines’ que en definitiva, orientan y modelan la totalidad de sus
enunciados.

La primer situación de comunicación que ponemos en la mesa (1), se da por parte de


Nelson Castro, médico y periodista argentino, en el programa "El juego limpio" emitido por la
señal televisiva de TN. Consiste en un discurso porque el enunciador, Nelson Castro (quien se
inscribe en la situación como una referencia del campo de la medicina), efectúa un acto
lingüístico dirigido a un enunciatario, aquellos televidentes que lo ven, en un lugar y
momento determinado, el 15 de agosto de 2014 en el estudio de la cadena de TN, brevemente
después de que la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner,
hiciera declaraciones públicas en el marco de la inestable situación financiera del país. Sólo
dando cuenta de este contexto podemos decir de que se trata de un discurso y no simplemente
texto. Lo realiza de manera oral, por lo que tiene cierto grado de espontaneidad, pero la forma
en la que está esquematizado el discurso y la naturaleza del ámbito en el que se desarrolla da a
entender que fue un discurso previamente ideado. Hablamos de ‘naturaleza del ámbito’
porque se da en el ámbito periodístico, tanto el programa como el canal tienen una finalidad
informativa, y se regula según una serie de normas y características propias de los medios de
comunicación informativos. Si bien es un discurso oral, al ser televisado, se hace in absentia
del enunciatario, solamente el enunciador interviene en el discurso, éste habla y el
enunciatario se limita a escuchar y a reconstruir mentalmente el mundo que el enunciador
narra, como también interpretar sus gestos. Una característica importante para que esta
situación que analizamos sea un discurso, es que tiene una finalidad, hay algo que se dice que
intenta tener cierto efecto en el enunciatario que está de antemano definido (aunque pueda
cambiar en el transcurso del discurso). Para lograr esa finalidad, hará uso de estrategias y así
orientar a las personas a construir el mundo de la forma que él quiere que lo construyan, como
queda en evidencia en la estructura y los elementos deícticos que usa, así como los recursos
de los que se sirve. Como veremos más adelante, todo su discurso apunta hacia una dirección
que se construye mediante distintos recursos que el enunciador elige para darse a entender, así
como también el hecho de inscribirse a sí mismo como médico para validar su opinión sobre
una temática de esa disciplina y aprovechar las concesiones que otorga la sociedad a quien
pertenece a un campo científico.

La segunda situación de enunciación que presentamos (2), tiene lugar en un portal de


noticias digital llamado Diario Registrado, y fue escrito el 03 de octubre del año 2014. Al
igual que la situación anterior, se trata de un discurso, ya que aunque el autor físico del
discurso permanece desconocido (anónimo), quien soporta la responsabilidad y autoría del
discurso es Diario Registrado, que se dirige a su vez a los lectores de la página web. Se da en
el mismo contexto que la situación anterior, cuando la incertidumbre sobre la estabilidad
financiera del país y la capacidad del gobierno actual para asegurarla estaba en duda. Sin
embargo, este discurso se da dos meses después que el primero y, como veremos más
adelante, nace en respuesta de éste; de hecho es una presentación y análisis de él. Como ya
hemos dicho, este discurso no es oral si no que es escrito, por lo que se trata de una
interacción diferida tanto en tiempo como en el espacio. El escritor y el lector actúan de
manera independiente y autónoma, sin que haya una interacción entre ambos. Es una
modalidad mucho más formal y tiene un mayor grado de preparación que el anterior discurso.
Pero aún así comparte con él la práctica periodística; es en efecto una noticia publicada en un
periódico digital, con lo cual sigue las características y normas de ese ámbito, como en puntos
siguientes veremos. Las características extra verbales del discurso son bastante reducidas y
simples como la mayoría de los periódicos, intentando que el lector se centre en la
información verbalmente presentada; aunque se incluye un video digital junto a sus párrafos,
relacionado al discurso oral (1). La finalidad del discurso, como veremos en el siguiente
punto, es opuesta a la del discurso anterior, por lo que desarrollará toda una estrategia
discursiva orientada a la desvalorización de éste y la valorización de la propia postura. Toda
la estructura de la noticia sirve a esta estrategia, así como también lo es la forma en la que el
enunciador se inscribe en el texto.

Punto 2)

El discurso oral (1), como ya hemos dicho, se da por parte de Nelson Castro, médico y
periodista argentino, en el programa "El juego limpio" emitido por la señal televisiva de TN el
15 de agosto de 2013. De este dato podemos identificar la situación de enunciación del
enunciador con respecto a los enunciantes. No hay una participación simultánea por parte de
ambos interlocutores, de hecho no hay diálogo. Dado que los enunciatarios están en sus casas
mirando y escuchando la televisión, no tienen posibilidad de intervenir en el discurso, es decir
que éste se da in absentia del enunciatario, que está en otro lugar (y quizás en otro momento,
si la reproducción del enunciado no es en vivo si no que es una repetición). Por lo que esta
enunciación asimétrica priva al enunciatario de respuesta y convierte el enunciado en un
monólogo.

Con respecto al análisis de los elementos no verbales de la oralidad, definidos por


Calsamiglia y Tusón como los elementos circunstanciales de la actividad verbal oral y dentro
de los cuales se pueden distinguir los elementos que tienen que ver con el espacio de la
situación discursiva (proxémicos) y aquellos que hacen referencia a los movimientos
corporales comunicativamente significativos (cinéticos), podemos decir varias cosas. El
enunciador se encuentra parado solo, en el medio del plató de filmación del estudio de TN.
Está vestido formalmente y posee en sus manos un documento el cual en un momento
determinado de su discurso lee, haciendo referencia a la definición del síndrome de Hubris.
Aunque en ningún momento se mueve del lugar en donde está, constantemente hace
ademanes con su mano derecha mientras que con la otra sostiene el documento. Estos
ademanes, que siempre están acompañados de un arqueamiento de cejas, se ven a lo largo de
todo su discurso, demostrando mucha confianza (¿quizás arrogancia?) en la coherencia de sus
enunciados, como si se tratase de algo evidente lo que él está diciendo. Si bien los momentos
particulares en los que hace estos gestos están denotados en la trascripción más abajo provista,
los intensifica cuando dice que "la conducta hubrística está presente en momentos de
exaltación" y hace referencia a los momentos de "oleada de Hubris". Casualmente, los
momentos en los que habla de la exaltación de la Presidenta, es cuando él se muestra más
exaltado también.

Hablando de los elementos paraverbales de la oralidad, o sea aquellos respecto a la


calidad e intensidad de la voz del enunciador, consideramos que es tranquila y segura a lo
largo de todo su discurso, actitud que también se evidencia en la falta de vocalizaciones
(sonidos producidos vocalmente comunicativamente significativos) que desvíen o interfieran
con el entendimiento de su discurso. Pronuncia con mayor intensidad y pausadamente las
palabras 'Hubris'. Pese a esta estabilidad que posee fonéticamente su discurso, hay tres
momentos en los que hace ligeras variaciones en su voz: el primero cuando se refiere a las
oleadas de denuestos que recibe a causa de sus afirmaciones, en cuyo momento cambia su
entonación y demuestra cierta indiferencia y desprecio a la misma vez. El segundo sucede
cuando habla de la oleada de Hubris de la presidenta, donde levanta la entonación,
acompañado de los gestos descriptos en el párrafo anterior. Por último, en su oración final,
plantea con tono interrogativo si queda alguna duda que la presidenta sufre de síndrome de
Hubris. Lo hace con un tono específico que denota que esa pregunta es retórica, él
implícitamente está dando la respuesta: no queda ninguna duda de que es así.

En un último apartado del análisis de la situación de enunciación, se puede decir que


maneja una estructura morfosintáctica y un nivel de léxico muy extendido y cotidiano,
acompañado de varias pausas, lo que hace que su discurso sea capaz de ser entendido por la
gran cantidad de personas que, él sabe por el hecho de estar en un programa de televisión, lo
ve. Al ser la breve presentación de un argumento previo a la lectura de una definición que la
sostiene, no hay lugar para demasiadas complicaciones. Sin embargo la utilización de la
palabra "denuestos" para referirse a las injurias de las cuales es víctima, y la utilización de un
término que hace referencia a un cuadro clínico para explicar una serie de comportamientos,
dejan en evidencia la posesión de ciertas características socioculturales, y la posesión de un
saber médico que lo diferencia del resto de las personas 'comunes'.

Como nota adicional al contexto, no fue la primera vez (ni tampoco sería la última)
que esta persona hace manifiesto su argumento de que la Presidenta padece el síndrome de
Hubris en un medio comunicativo.

Transcripción del discurso:

[...]{Agitando su mano abierta en el aire, mirando a la cámara} La Presidenta padece


claramente el síndrome de Hubris. Cada vez que digo yo esto... {hace un silencio y levanta
las cejas momentáneamente} tengo obviamente la oleada {al mismo tiempo que dice esto
último levanta la voz y mueve la mano de derecha a izquierda, simulando una 'ola', luego
vuelve a bajar la voz} de denuestos en las redes sociales Kichneristas. Pero {hace un silencio,
arquea las cejas y baja la comisura de los labios momentáneamente, como justificando la
siguiente acción que va a relatar} lo digo con la tranquilidad de la realidad. {hace una pausa
y mira el documento que tiene en sus manos, al mismo tiempo que se muerde los labios}

{Exhala fuertemente y mira a la cámara} El martes fue un ejemplo fenomenal ¿no?


{moviendo la mano y levantando momentáneamente las cejas}.

{Vuelve a mirar la hoja, luego retoma a la cámara}Y yo quiero compartir para que ustedes...
evalúen {a partir desde este momento empieza a mover reiteradas veces la mano} este
objetivo que tiene que ver con esta conducta "hubrística" {hace énfasis en esta última
palabra} de la presidenta que {deja de mirar a la cámara momentáneamente, luego retoma}
está presente a veces en momentos de exaltación. Hay momentos en donde hay una oleada de
Hubris. {Con voz más tranquila y relajada que anteriormente dice lo siguiente} El martes fue
una de ellas. {el movimiento de la mano se detiene, hace una pausa y mira el documento
momentáneamente}

{Retoma a la cámara} Entonces la definición {enfasis en la última palabra, una breve pausa
le sigue} del sindrome de Hubris... {mira la hoja, luego retoma a la cámara} y la descripcion
dice lo siguiente: {baja la mirada para leer el documento con voz neutra} "Los politicos
víctimas del Hubris tienen una propensión narcisista a ver la realidad como una arena en la
que puedan ejercer el poder {hace un silencio, mira a la cámara, arquea las cejas y baja la
comisura de los labios momentáneamente, como haciendo notar la siguiente acción que va a
relatar} y buscar la gloria.{Baja la mirada para leer, y luego la vuelve a levantar} Se
comportan de manera impulsiva, {repite la acción anterior} creen ser infalibles. [...]

[...]{Mirando a la cámara, hace silencio, arquea las cejas y baja la comisura de los labios
previo a lo que va a decir a continuación} ¿Cabe alguna duda que la presidenta padece el
Síndrome de Hubris? {dice esto último aún con las cejas levantadas, y afirmando levemente
con su cabeza a cada palabra que pronuncia}.

Punto 3)

Siguiendo a Reyes (1999) y a Bajtín (1986), podemos definir los géneros discursivos
como un conjunto de textos, que se expresan en forma de hechos comunicativos en un
contexto social determinado y en común, cumpliendo funciones sociales similares y que
tienen ciertas características formales compartidas. A su vez, siguen algunas normas y
convenciones que se adecuan a ciertos fines específicos.

Teniendo esto en consideración, nos damos cuenta de que tanto el discurso oral (1)
como el discurso escrito (2) están dentro del mismo género discursivo, a saber, el género
periodístico, ya que comparten a grandes rasgos los mismos temas y estilo, rasgos que Bajtín
propone como claves para determinar el género discursivo de un enunciado, y se dan en el
mismo ámbito (el de los medios de comunicación). Por eso es que decimos que forman parte
del mismo género, aunque hay que hacer una distinción: el discurso oral (1) es un análisis de
opinión, mientras que el discurso escrito (2) es una noticia. Ambos tienen como fin informar
al enunciatario en torno a un tema específico, la tesis de que la Presidenta Argentina padece
de síndrome de Hubris. Sin embargo, tienen intereses contrarios, tomando posturas contrarias
sobre esta tesis, y abordan la temática de manera diferente. Analizaremos ambos discursos en
base a cómo se insertan en el género discursivo, considerando el tema (aquello de lo que
tratan), el estilo (la forma lingüística en la que se da), y su estructura (el modo en que se
organizan sus enunciados), para luego intentar dar cuenta de cuál es la intención de los
enunciadores en cada discurso.

El discurso oral (1), como ya hemos dicho, aborda la temática del diagnóstico por
parte de su enunciador del Síndrome de Hubris a la Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, y lo hace mediante una estructura al principio de argumentación y luego de
explicación, distintiva del género periodístico, más particularmente del periodismo de
opinión. Si bien se propone la temática desde la subjetividad, se da cuenta de una realidad
aparentemente objetiva, y el autor expone sus pensamientos sobre ella. Se da en un programa
televisivo de noticias y su objetivo es informar sobre la enfermedad, opinar sobre el
diagnóstico y sostenerlo. Consta de pocos párrafos, presentados en aproximadamente dos
minutos, con lo cual es un discurso muy breve. Sin embargo, se alcanza a observar rasgos
estilísticos como un vocabulario bastante coloquial, el uso de la referencia discursiva al citar
una definición, el uso de metáforas como ‘oleadas’ y el cierre con una pregunta retórica, lo
cual evidencia la seriedad del género periodístico pero con los matices subjetivos de un
análisis de opinión.

El discurso escrito (2) consta de título, copete y cuerpo, sumado del elemento
paratextual del video del discurso oral al que hace referencia, con lo cual podemos sin duda
alguna incluírlo en el género periodistico y más particularmente, decir que es una noticia. Se
basa en la estructura de la narración para exponer la temática del diagnóstico hecho por el
discurso oral (1). Su objetivo es informar sobre el diagnóstico y desacreditarlo. El cuerpo
consiste en cuatro párrafos muy cortos, con lo cual, al igual que el discurso que critica, resulta
muy conciso, con la diferencia de que usa un vocabulario más reducido y directo, rasgo
estilístico característico de las noticias.

En el discurso oral(1), cuyo enunciador es Nelson Castro (médico y periodista, anti


kirchnerista), se empieza con una declaración polémica presentada de manera objetiva, a
saber, que la Presidenta padece del síndrome de Hubris. El hecho de que él sea médico le
otorga un privilegio en la esfera social para hablar sobre temas relacionados a la medicina, y
por eso su tesis tiene mucho peso. Además, que sea algo elucidado en un medio de
comunicación nacional por el conductor de un programa de interés público, suma a su derecho
de realizar tal enunciación. El enunciador sabe esto y hace uso de sus dos cualidades para
reclamar la razón sobre el asunto. Recurre a la ejemplificación de esto a los sucesos dados el
martes anterior a su momento de enunciación. Para explicar su posición recurre a una
definición escrita sobre el síndrome de Hubris, con la intención de que este deje en evidencia
la veracidad de su juicio. El recurso de un diccionario es otro recurso de peso que sirve para
fortalecer su posición. Luego de esto plantea la pregunta de si queda alguna duda sobre la
calidad de enferma de la Presidenta. Aquí hace uso de la retórica, él sabe que ya ha presentado
todo el material necesario para que su argumento tome validez y los deja a disposición del
enunciatario para conectarlos, le abre la puerta a la única conclusión posible a partir de sus
premisas: la presidenta sufre de síndrome de Hubris. Es una estrategia cuya intención no es
únicamente dejar en evidencia un padecimiento, si no también que la Presidenta es una
persona ambiciosa con excesivas aspiraciones de poder, y así afectar de manera negativa su
imagen pública. Entonces, su objetivo en verdad no es el de presentar un análisis médico
sobre la Presidenta ni asignar un cuadro clínico, si no que estos son métodos que usa para su
objetivo real: defenestrar públicamente a la Presidenta y poner en duda que posea las
cualidades necesarias para dirigir un país.

En el discurso escrito(2), cuyo escritor hemos determinado en el punto 1 como Diario


Registrado (medio de comunicación, pro kirchnerista), entendemos que, en un primer
momento, la intención es la de informar sobre un suceso, concretamente el diagnóstico que da
Nelson Castro sobre la Presidenta Argentina. Esto parece ser así en los dos primeros párrafos
de la noticia (2A-2B). Ya en el tercer párrafo(2C), si bien se mantiene la objetividad de la
noticia, se pone en duda la veracidad de lo que dice Nelson Castro. Esto queda marcado en la
siguiente oración: “[…]luego leyó la definición de la supuesta enfermedad, aunque sin citar
ninguna fuente.[…]”. El hecho de añadir la palabra ‘supuesta’ ya hace dudar de la
credibilidad del hablante, como si existiera la posibilidad de que esa enfermedad no exista, y
luego remata esta duda afirmando que no citó la fuente de dicha definición. Es un claro
intento de desacreditar al hablante. Por último, en el cuarto párrafo(2D), ya se deja de lado
cualquier relación con la noticia y lo que se plantea es llanamente una opinión: expone lo que
quiere hacer parecer objetivamente como la intencionalidad de la personalidad que critica, y
luego pone en ridículo su argumento al atribuirle hacer la relación de que algo tan noble como
“defender la soberanía y el interés nacional” es consecuencia de “padecer una enfermedad”.

Punto 4)
El concepto de dialogicidad es un concepto central en la teoría de la enunciación de
Bajtín. Él niega que hablar sea un acto individual, si no que propone un “yo” esencialmente
social, cuya voz está relacionada y entrelazada con los dichos de otros enunciadores. Esta
manera de concebir la funcionalidad del lenguaje y de inscribir al “yo” en el acto del habla,
implica también una modificación en el entero concepto de qué es un discurso y el papel de
los interlocutores en este. Los hablantes toman la palabra de otros discursos, apropiándose de
ella y adaptándola a la propia semántica, a sus propios contextos y a sus propias intenciones.

A partir de esto podemos comprender que en los discursos analizados, no estamos


tratando con voces individuales, si no que con varias voces al mismo tiempo que se mezclan
entre sí. Así, el discurso de Nelson Castro está en estrecha relación con el discurso de la
medicina, al apropiarse de los saberes de dicha disciplina para efectuar un diagnóstico sobre la
Presidenta; está en relación con el discurso de la Presidenta misma, al ser su opinión sobre
ella y su diagnóstico el resultado de la comprensión que tiene él sobre el papel de la
Presidenta en el contexto político social en el que se encuentra y los mismos dichos que hizo
en la anterior cadena nacional; también está en relación con el discurso periodístico al
presentar su opinión en un formato acorde al análisis informativo; y con el discurso de todas
las personas que lo ven, ya que el objetivo de su exposición es hacer que los televidentes se
apropien del suyo. Podríamos seguir ejemplificando ya que las esferas sociales están
infinitamente relacionadas y todo acto social influye sobre los demás, pero preferimos dejar
por entendido que para aprehender un discurso no podemos aislarnos a la única voz que lo
enuncia, si no que esta es producto de una cadena histórica de apropiaciones y
resignificaciones en la que no es ni el primer ni el último eslabón, como queda excesivamente
evidenciado en el hecho de que para entender el discurso escrito de nuestro corpus (2)
tenemos que tener conocimiento del discurso oral al cual refiere (1).

DESARROLLO EJE 2
Punto 1)
A fines de conseguir un entendimiento completo sobre los discursos que analizamos,
nos vemos en la necesidad de detallar el género discursivo de ellos, dando cuenta de esto
principalmente al caracterizar los contextos en los que se dan. Hacemos esto porque los actos
de enunciación son imposibles de interpretar si sólo se conoce el enunciado empleado y se
ignoran las circunstancias de la situación. Entendiendo “contexto” como el entorno
lingüístico, físico o de situación del cual depende el sentido y el valor de los fragmentos
analizados, haremos uso de la aproximación de Otaola Olano (2006), Charaudeau (2009) y
Maingueneau (2009) sobre la reconstrucción del contexto, dando cuenta de los cuatro
aspectos de éste que los autores proponen para cada uno de los discursos que analizamos, al
mismo tiempo que intentaremos evidenciar en qué género discursivo se dan. Estos son: el
aspecto interaccional-situacional, que hace referencia a la identidad de los interlocutores, el
momento y el lugar en que se enuncia el discurso; el cotexto, referido al entorno textual
inmediato del discurso; el aspecto interdiscursivo, entendido como el conjunto de relaciones
explícitas e implícitas que mantiene un discurso con otros; y el aspecto sociocultural, que
describe el conjunto de saberes previos a la enunciación que nos permite entender el discurso.
Cabe destacar que, aunque mencionamos los aspectos del contexto de manera diferenciada,
están en estrecha relación los unos con los otros, y que no es la suma de éstos los que forman
el contexto, si no la relación que tienen entre sí.

· Contexto interaccional-situacional: El discurso audiovisual (1) es enunciado por Nelson


Castro, médico y periodista argentino, en el programa de análisis periodístico "El juego
limpio" emitido por la señal televisiva de TN el 15 de agosto de 2013. Cabe destacar que él es
el conductor de dicho programa, que se reconoce a sí mismo como "de los más críticos al
gobierno", y que la señal que lo emite es un canal periodístico, propiedad del Grupo Clarín,
que está abiertamente en contra del gobierno kirchnerista. Su discurso está dirigido a los
televidentes del programa, que si bien no es un grupo claramente delimitado, corresponde en
su mayoría con la ciudadanía Argentina en general. Fue enunciado durante la presidencia de
Cristina Fernández de Kirchner, pocos días después de que ésta diera un discurso por cadena
nacional. En esta situación, el enunciador se pone en el papel (y a su vez es reconocido
socialmente) de periodista y médico, retomando el discurso de la medicina, y por tanto
elevando el valor de lo que dice por sobre la opinión de un ciudadano común, presuntamente
más ignorante sobre el tema que él. En esta relación asimétrica entre el médico periodista y el
ciudadano argentino (asimétrica en términos de conocimiento y de participación en el
discurso) se pone en medio un enunciado en el cual se apoya Nelson Castro, que es el del
enunciado referido directo a una definición textual del Síndrome de Hubris, aunque no se
nombra la fuente de esta cita (queda en duda la intencionalidad de este hecho).

El discurso escrito (2) se presenta en un portal de noticias digital, Diario Registrado,


acompañado del video del discurso oral que critica. Fue publicado el 03 de octubre del año
2014, en el marco de las recientes declaraciones de Nelson Castro sobre su diagnóstico de
Síndrome de Hubris en la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El escritor no está
explicitado como una persona (ser empírico anónimo). Sin embargo, al ser publicado en el
portal de noticias Diario Registrado, es éste quien asume la autoría de dicho discurso, en tanto
se sobreentiende que quien lo escribió lo hizo en nombre de este diario. Aún así, Diario
Registrado no es más que un medio de comunicación de masas, que a su vez es propiedad
única de Diego Gvirtz, propietario también de los programas de televisión “6, 7, 8” y
“Televisión Registrada”. Teniendo en cuenta esta cadena de relaciones, podemos determinar
que si bien el autor responsable es Diario Registrado, este funciona bajo los intereses de
alguien más, que son los mismos en todos sus medios de comunicación: el beneficio al actual
gobierno Kirchnerista y a partir de esto, el suyo propio. Con respecto al lector, no está
incluido en el enunciado tampoco. Aún así, tanto por su contenido como por el medio por el
cual se hace manifiesto, se entiende que el discurso está dirigido a un público especial: gente
que comparte la misma ideología o interés por los temas tratados, a saber, simpatizantes del
gobierno kirchnerista. Otro dato que puede parecer obvio pero no es menor, es que al ser
publicado en un portal digital, está destinado a personas que tienen la posibilidad de tener
acceso a una computadora y servicio de Internet. En medio de esta relación se trae como
coenunciador mediante enunciados referidos directos a Nelson Castro, citándolo textualmente
constantemente.

· Cotexto: El discurso audiovisual (1) se da inmediatamente después de un debate/entrevista


mantenido en el programa entre Nelson Castro y un tercero, sobre las posturas ideológicas
sobre ciertos aspectos de la política del gobierno argentino. Más destacablemente, se da
algunos días después del discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por cadena
nacional. En los días y meses siguientes continuaría hablando de este tema. Entender que se
da en un contexto de enunciaciones cargadas de tinte político, de carácter crítico hacia los
funcionarios del gobierno argentino en ese momento, y en respuesta a los dichos y/o acciones
recientes de estos, es fundamental para comprender el sentido del enunciado. Dentro del
discurso hay dos únicas referencia contextual anafórica: “cada vez que digo yo esto”, después
de “la Presidenta padece claramente Síndrome de Hubris”; y “el martes fue una de ellas”
después de “hay momentos en los que hay una oleada de Hubris”.

El discurso escrito (2) tiene lugar entre las notas periodísticas y de opinión del Diario
Registrado, de clara orientación oficialista. Sin embargo nace como una respuesta a los dichos
de Nelson Castro detallados en el discurso audiovisual (1), el cual pone en video en el
encabezado del discurso. Este tipo de discursos que analizan y critican la postura de Nelson
Castro se seguirían dando con la misma constancia en que Nelson Castro siguiera hablando,
durante los meses siguientes, del mismo tema.

· Contexto interdiscursivo: Ambos discursos (1 y 2) ponen en la mesa diversos discursos


que se relacionan entre sí y pueden ser vistos a la distancia como fragmentos en una historia
discursiva en la cual son el resultado de lo anteriormente enunciado y son base de lo que se
enunciará. Estos discursos se relacionan con el discurso médico, al ser este el apoyo
ideológico para la declaración sobre la validez o invalidez de un diagnóstico de Síndrome de
Hubris (o la existencia misma del Síndrome). También se relacionan con los discursos
oficialistas y opositores del gobierno, los cuales chocan e intentan restarle mérito al otro, por
lo que el discurso escrito (2) al mostrarse a favor del discurso oficialista, también se muestra
en contra del discurso opositor, que hace lo mismo de manera inversa como lo hace el
discurso audiovisual (1). Ambos son el resultado de un largo y repetitivo historial de intentos
de defenestrar la opinión del otro y validar la propia, que se da entre aquellos que están a
favor del gobierno y en contra de este.

· Contexto global o sociocultural: Ambos discursos (1 y 2) construyen sus enunciados en


base a la suposición de que el enunciatario sabe que Cristina Fernández de Kirchner es la
Presidenta de la República Argentina y que ésta recientemente habló por medio de la cadena
nacional tocando temas relevantes para la nación. Se da en un contexto de tensión entre partes
que favorecen al gobierno (2) y partes que están en contra de él (1), tensión que divide al país
en el momento de enunciación, realzado por el debate sobre el pago de las deudas a los fondos
buitres por parte de la Nación al cual hace referencia el discurso escrito (2). El discurso
audiovisual (1) señala actitudes por parte de la Presidenta en tiempos recientes mientras que el
discurso escrito (2) nace en respuesta de los dichos por el discurso audiovisual (1). Ambos
discursos poseen una gran influencia sobre la ciudadanía argentina por el valor que esta le da,
lo cual da lugar para manipular la opinión del enunciatario y fortalecer la propia posición.

Puntos 2 y 3)

Benveniste (1885) expone la teoría de la enunciación para poder identificar cuál es la


posición del enunciador frente a lo que está enunciando. Concibe la organización de los
elementos lingüísticos indiciales (aquellas formas vacías que nos remiten a los participantes
como así también a algún elemento espacio-temporal de la situación de comunicación) como
la clave para revelar la presencia del locutor en lo que está diciendo. Estas huellas, entre otras,
son los índices de persona (que marcan a los partícipes de la conversación y hacen referencia
a ellos, y evidencian la postura del enunciador frente a estos), los índices espacio-temporales
(que señalan el lugar y el tiempo inherentes a la situación enunciativa), y los tiempos verbales
(que indican el momento de la enunciación a partir del presente como eje, y a raíz de los
cuales se puede entender mejor cómo se posiciona el enunciador frente a los eventos).
Daremos cuenta de estas huellas en los discursos correspondientes para así poder entender
mejor su sentido en base al contenido de estos.

· Índices de persona: En el discurso audiovisual (1) podemos ver cómo se da la inscripción


del “yo” (la expresión de la subjetividad en el lenguaje, según Benveniste) en el hecho de que
predomina el uso de la primera persona gramatical en singular (“yo quiero compartir” siendo
el ejemplo más explícito). La inscripción del “tú” queda explícita por los apelativos que usa,
particularmente “ustedes” (segunda persona gramatical) para referirse a los televidentes que lo
ven, y “la presidenta” (tercera persona gramatical) para referirse a la Presidenta Cristina
Fernández de Kirchner. En cierta forma se intenta generar como una especie de cercanía entre
los interlocutores.

En el discurso escrito (2) la inscripción del “yo” aparece borrada por el autor, de tal manera
que se intenta generar el efecto de objetividad. Lo mismo sucede con la inscripción del “tú”
en referencia al enunciatario. Esto se condice con el formato de la noticia, que intenta eliminar
los rastros de la subjetividad. Sin embargo, sí hace referencia a otra persona: Nelson Castro,
llamándolo “el ‘doctor’ de TN”, “el periodista”, o por su propio nombre (tercera persona
gramatical). Podemos decir que el hecho de usar comillas a la hora de otorgarle el título
‘doctor’ tiene un carácter predicativo de duda, mostrando inseguridad ante la cualidad de
doctor de la persona a la que se hace referencia. También se nombra con un vocativo a
“aquellos que atacan al país”, presuntamente haciendo referencia deíctica al juez Thomas
Griesa y a la cámara de apelaciones de Nueva York que dio el fallo en contra de la república
Argentina sobre el pago de los fondos buitres, dada la situación de enunciación.

· Índices de espacio y tiempo: El discurso audiovisual (1) cuenta con dos índices temporales:
“el martes” (usado varias veces) para referirse a un evento del pasado, presuntamente el
discurso de la Presidenta por cadena nacional; y “cada vez que digo yo esto” (que también es
una referencia cotextual anafórica) para referirse a cuando el enunciador dice que “la
Presidenta padece claramente Síndrome de Hubris”. No hace uso de índices espaciales.

El discurso escrito (2) da un índice de espacio al referirse al “programa Juego Limpio”


y explicar que allí fue donde Nelson Castro dio su discurso (1), y da índices de tiempo al
relatar la sucesión de eventos que tuvieron lugar en ese programa (marcados por comas o por
la palabra ‘luego’, seguido de acciones que presuntamente realizó el conductor)

· Índices de organización temporal: En el discurso audiovisual (1), el enunciador se ubica


frente al mundo comentándolo en presente simple, salvo cuando narra lo sucedido en eventos
anteriores al discurso, puntualmente el discurso de la Presidenta, en donde elige distancia
usando el pretérito perfecto simple. Esto denota que si bien toma una posición más cercana a
los eventos del presente, que guardan una relación más fuerte con él, se aleja de los hechos
que elige narrar presentándolos de manera más objetiva, como si fueran indudablemente
concordantes con la realidad. Al narrar los eventos pasados como algo indiscutible, hace que
sus enunciados actuales, al derivarse de la solidez de estos hechos, también tomen ese carácter
irrefutable.

El discurso escrito (2) propone un mundo narrado para describir lo sucedido casi dos
meses atrás en el programa de Nelson Castro usando el pretérito perfecto simple en tres de los
cuatro párrafos de su extensión. De esta manera consigue tomar la distancia y objetividad
narrada del género periodístico. Sólo en el último párrafo, el enunciador se acerca a los
eventos comentados al utilizar el presente simple, lo cual se aleja de lo objetivo de la noticia y
se acerca a lo subjetivo de la opinión. Si bien este cambio termina tajantemente con las
supuestas intenciones de imparcialidad que llevaba la noticia, el hecho de acercarse a los
temas tratados y emitir un juicio en el presente sobre lo sucedido, termina de cerrar la
estrategia del locutor de transmitirle al lector una idea fija basada sobre lo narrado (en este
caso particular: que los dichos de Nelson Castro no son veraces y defenestrar su figura).

Punto 4)

Al servirnos de la teoría de la enunciación de Benveniste para analizar los discursos,


debemos tener en cuenta que un discurso no es únicamente individual, si no que incorpora
diferentes voces y entra en un juego con otros enunciadores con los cuales se relaciona de
diversas maneras. Este uso de distintas voces en un mismo discurso se llama polifonía, y
resulta indispensable no sólo dar cuenta de esas voces de manera individual, si no entender la
forma en la que se relacionan entre sí, para tener una comprensión más completa de un
discurso. Al mismo tiempo, las voces que se elije incorporar, y la forma en que esto se hace,
representa otro rastro de subjetividad que nos posibilita comprender la postura del enunciador
frente a lo que enuncia. Por eso, a continuación detallaremos las características polifónicas de
los discursos seleccionados, basándonos más que nada en la distinción que hace Ducrot sobre
la existencia de tres entidades polifónicas vinculadas con el hablante: el sujeto empírico
(quien produce la acción psicofísica del enunciado), el locutor (la entidad que soporta el
enunciado), y los enunciadores (otras voces que participan en la enunciación).

En el discurso oral (1), la entidad polifónica del sujeto empírico es Nelson Castro, él
es quien pronuncia el enunciado. Aunque signifique que se desdobla en sí mismo, también es
el locutor, pues él es también el autor intelectual de su discurso; sin embargo no ocupa él solo
este lugar, si no que el programa Juego Limpio y la cadena televisiva TN también responden
como locutores de dicho discurso. Sobre esta base decide incorporar varias voces a su
discurso: la principal que podemos nombrar es una referencia discursiva a una definición del
Síndrome de Hubris, orada en forma de cita directa de reliquia, lo que intenta provocar el
efecto de veracidad infalible y adhesión automática al leer una típica ‘definición de
diccionario’, pese a que olvida nombrar la fuente de dicha definición (con lo cual podría
llegar a caer en la categoría de plagio). Podemos nombrar una segunda voz que aparece en el
discurso, que es una metáfora: “hay momentos donde hay una ‘oleada’ de Hubris”. Es un
mecanismo argumentativo con doble sentido, ya que no se refiere a olas en el sentido literal,
si no que hace referencia a una repetición de un evento con una gran fuerza, e incorpora este
recurso para ilustrar mejor y de manera más concisa lo que quiere expresar. Al mismo tiempo,
hace que su discurso sea más rico a nivel literario.

En el discurso escrito (2), la entidad polifónica del sujeto empírico está borrada, no se
sabe quién escribió ese enunciado. El sujeto empírico ha decidido tomar una postura anónima.
Sin embargo, el locutor, a quien se le atribuye la responsabilidad del enunciado, es Diario
Registrado. Con esto de base, se incorporan voces al enunciado: la primera es la de Nelson
Castro, constantemente citado de manera directa (“[…] Castró mencionó una ‘conducta
hubrística de la Presidenta’[…] “). El autor hace esta referencia a otro discurso para tomar una
posición ante éste (en este caso, exponerla al mismo tiempo que desvalorizarla), y elige la
forma de cita directa (cita textual, con comillas, sin modificaciones) para dejar en evidencia
que no está tergiversando los dichos. Es propio que lo use puesto que es un recurso común en
el género periodístico. La segunda voz que se incorpora se contrapone con la del sujeto
empírico: hace uso de la palabra ‘aunque’ para oponer dos ideas en un mismo enunciado,
contrastando una conclusión en un primer momento con la invalidación de dicha afirmación.
Hace esto cuando dice que Nelson Castro “leyó la definición de la supuesta enfermedad,
aunque sin citar ninguna fuente”. El autor hace esto para, si bien concederle a Nelson Castro
el mérito de haber dado una definición formal, restárselo (e incluso en mayor medida) al
denotar que no citó una fuente fiable, y así restarle también creebilidad.

Punto 5)

Reconocemos que toda unidad léxica (sustantivos, adjetivos, adverbios o verbos) tiene
una carga afectiva. Es decir que la forma en que nombramos y nos referimos a las cosas del
mundo se apoya en elecciones, la lengua se construye según un sentido de valores subjetivos.
Así, se hacen manifiestas las evaluaciones acerca del mundo, y la posición hacia éste, que
toma el enunciador (Marín 2008). Esto implica un rasgo de subjetividad que, como los
mencionados en otras partes del análisis, merece ser tenido en cuenta para entender qué es lo
que nos dice el enunciador, por qué nos lo dice y por qué elije decirlo de esa forma.
Analizaremos este rasgo de las cargas valorativas del léxico en los subjetivemas, que es, como
ya hemos dicho, una palabra o elemento léxico que adquiere rasgos afectivos o evaluativos
con los cuales podemos reconstruir una imagen del enunciador. Debemos recordar que para
identificar estas valoraciones, tener en cuenta el cotexto y el contexto de enunciación es algo
fundamental.

Catherine Kerbrat-Orecchioni propone una clasificación de subjetivemas en la que


estos pueden ser nominales ó verbales. Un subjetivema es nominal cuando implica una
evaluación en forma de sustantivo o adjetivo. A su vez, puede dividirse en:
- Afectivo: manifiestan la actitud emocional del enunciador
- Evaluativo: aplica un juicio de valor, si es en bases cuantitativas el subjetivema es no
axiológico, y si es en base a una adjetivación o al nombramiento mediante un
sustantivo, es axiológico.

Un subjetivema es verbal cuando la valoración que se hace, se hace mediante un


verbo. Salvo marcadas excepciones, todos los verbos implican una toma de posición por parte
del hablante, un juicio, una descripción.
La autora advierte que el hecho de usar una u otra palabra está relacionado con la
pragmática, es decir con los efectos argumentativos que se quieran crear. También deja en
claro que esta clasificación de subjetivemas se puede entrecruzar, debido a las sutiles
diferencias de matiz entre una forma y otra, por lo que la clasificación de un subjetivema no
es una tarea sencilla. Sin embargo, intentaremos dar cuenta a grandes rasgos de las cargas
valorativas del léxico en los discursos que analizamos:

En el discurso oral (1) el enunciador se construye mediante un discurso subjetivo, es


decir que asume explícitamente su opinión. Queda claro, por ejemplo, en las primeras dos
oraciones del discurso: “La Presidenta padece claramente el síndrome de Hubris”, “cada vez
que digo yo esto tengo obviamente la oleada de denuestos en las redes sociales Kichneristas”.
‘Padece’ es un subjetivema verbal, y denota una actitud peyorativa, puesto que si es algo que
se padece, es algo negativo, e implica tildar a la Presidenta de enferma. ‘Oleada’ es un
subjetivema nominal evaluativo axiológico, al igual que ‘denuestos’, y dejan en evidencia la
concepción de Nelson Castro de que es constante y consistentemente insultado por los
Kirchneristas, tomando distancia de ellos, encasillándolos en el grupo de ‘los que insultan’

En el discurso escrito (2) el enunciador se construye mediante un discurso objetivo, o


sea que se reconoce implícitamente como fuente evaluativa de la información. Se puede
analizar la carga valorativa de los subjetivemas de las siguientes citas textuales: “el periodista
se atrevió a realizar un análisis psicológico, y lanzó: ‘La presidenta padece claramente el
síndrome de Hubris, y el martes fue un ejemplo fenomenal’.”, “Castró mencionó una
‘conducta hubrística de la Presidenta’. “ Los tres subjetivemas son subjetivemas verbales, lo
que implica evaluaciones sobre las acciones que Nelson Castro realizó. Excluyendo el hecho
de haber llamado a Nelson Castro ‘atrevido’ de manera indirecta, los subjetivemas son de
difícil recomposición, en tanto no queda en claro por qué el autor eligió esos verbos a la hora
de redactar el texto, pero siguen siendo rasgos en los cuales se resalta la elección subjetiva de
los verbos y la arbitrariedad del léxico usado.

Punto 6)

Como fenómeno discursivo, la modalidad es una de las formas como la subjetividad


de quien habla se manifiesta en el enunciado, y la última entre todas las que hemos nombrado
hasta ahora. Es la manera como se dicen las cosas, es decir, la actitud que el hablante adopta
en relación con la interacción comunicativa o con el mismo enunciado. Es en este sentido que
retomamos a autores como Maingueneau y Benviste.

Lo que llamamos ‘modalidad de enunciacion’ corresponde a la relación interpersonal


entre enunciador y enunciatario. Una frase no puede recibir más que una modalidad de
enunciación, pudiendo esta ser: declarativa, interrogativa, imperativa, o exclamativa. Lo que
llamamos modalidad de enunciado no se enfoca en la relación entre enunciador y enunciatario
sino en la manera como el enunciador se posiciona frente a lo que enuncia, en relación con las
modalidades lógicas (verdad o falsedad, certidumbre o duda, verosimilitud, probabilidad) y
las modalidades apreciativas (juicios apreciativos, lo bueno, agradable, útil). En los discursos
que analizamos podemos identificar las modalidades de la siguiente forma.

En el discurso oral (1) corresponde a la modalidad de enunciación exclamativa. En


cuanto a las modalidades lógicas del enunciado, podemos decir que se posiciona en torno a la
posibilidad de que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner ‘padezca’ Síndrome de
Hubris, lo cual da como algo indudablemente cierto, y adopta también una modalidad
apreciativa del enunciado como algo útil y digno de comunicar a los televidentes, pero con
connotaciones negativas en cuanto a lo que el padecimiento del Síndrome de Hubris refiere.

El discurso escrito (2) hace uso de una modalidad de enunciación declarativa.


Hablando sobre las modalidades lógicas del enunciado, se basa en poner en duda la veracidad
de los dichos de Nelson Castro, orientando el discurso de tal forma de que lo que Nelson
Castro dice nos parezca falaz y hasta fuera de lugar. Hace un juicio apreciativo negativo sobre
Nelson Castro y sus puntos de vista, y aprovecha la ocasión para hacer un juicio apreciativo
positivo sobre la Presidenta al final del último párrafo.

Punto 7)

Benveniste propone que la lengua tiene una forma de construcción de sentido que
conjuga un sistema referencial y un mecanismo de inclusión de valores subjetivos. Si bien
hasta ahora hemos analizado casi en exclusividad el uso del sistema referencial que hacen los
discursos de nuestro corpus, el análisis es inútil si a partir de todos los rasgos observados no
somos capaces de entender cómo se incluyen los valores subjetivos y qué posición toman los
enunciadores en lo que ellos dicen.

A partir del análisis individual de los índices de persona, los índices espacio-
temporales, los tiempos verbales, la polifonía, los subjetivemas, y las modalidades, podemos
realizar una conclusión integradora de análisis, relacionando todos estos aspectos del discurso
y así entender tanto el contenido de éste como su contexto. Teniendo esto podemos
comprender las estrategias que usaron los enunciadores, y los fines a los cuales apuntaban. Es
decir, podemos comprender el sentido de los textos analizados, dejando lo más en claro
posible la intención del enunciador: ¿por qué dice lo que dice?

Consideramos que ambos textos del corpus utilizan los medios de comunicación
masiva de manera no casual, si no que lo hacen porque quieren tener una influencia sobre el
pensamiento de la gente sobre un tema puntual, a saber, el concepto de la Presidenta Cristina
Fernández de Kirchner.

El hecho de que una persona use su status de médico para dar un diagnóstico
psicológico sobre otra persona en un medio de comunicación, aún sin haber estado siquiera
cerca, y que ese diagnóstico sea negativo para la imagen de quien lo padece, resulta ser un
evidente oportunismo por parte de Nelson Castro para injuriar a la Presidenta y, más allá de
que el diagnóstico sea certero o no, la intención de dar una imagen negativa atribuyéndole
aspectos mal vistos socialmente como la vanidad, el egocentrismo y el hambre de poder está
claro.

Por otro lado, poner en duda la calidad de médico de una persona, tildarlo de atrevido
y de carente de sentido común, es también otra forma de injuria en la cual se disfraza el texto
de Diario Registrado, el cual no sólo quiere defender la imagen de la Presidenta al desmeritar
los dichos de quien la ataca, si no que encuentra lugar para insinuar que la Presidenta defiende
los intereses nacionales, alzando su imagen.

Nos parece obvio que si bien ambos textos se sirven de una apariencia periodística e
informativa, en la cual quieren parecer objetivos, los rasgos de su subjetividad dejan en
evidencia (y sin mucho esfuerzo notable) que esta sólo es una estrategia para hacerle llegar al
lector o televidente habitual de los medios de comunicación, de forma disfrazada y formal,
comentarios y opiniones sobre la Presidenta Argentina a fines de darle o restarle apoyo
popular. Esto es parte de un largo juego de intereses políticos y personales en relación al
gobierno de la República Argentina, en la cual los medios de comunicación también se
posicionan para modificar la realidad de los ciudadanos y a fin de cuentas, controlar su
opinión. No es coincidencia que Diario Registrado sea propiedad de funcionarios
kirchneristas, y Nelson Castro trabaje para el Grupo Clarín, opositor del gobierno
kirchnerista.

CONCLUSIÓN
Todos los aspectos hasta aquí trabajados son el resultado de varias horas de análisis
puntilloso, pero por lo general las personas en el día a día interpretan el sentido de los
discursos y enunciados de otras personas de manera instantánea e inconsciente. Esto puede (si
no es lo que más suele) terminar en una fácil maleabilidad de la opinión de las personas y la
forma en la que captan la realidad. Es irreal esperar hacer un análisis completo por cada
pequeño enunciado que percibamos, pero analizar al menos a grandes rasgos aspectos clave
en el contenido y el contexto de ellos sin duda no sólo es muy importante para asegurarse la
correcta comprensión del mundo, si no también es vital para evitar ser engañado.

Así como hemos podido, a grandes rasgos determinar el sentido de los dichos de
Nelson Castro y Diario Registrado, también hemos podido entender la relación que guardan
entre sí y con otros discursos también. Pero hay algunas cosas que no podemos comprender
de manera tan efímera, como tampoco podemos meternos en las cabezas de los locutores.
Pero sí podemos ir juntando de a poco las piezas de los discursos de las partes que nos hablan,
a través del tiempo y de distintas situaciones. Esta labor empírica de la comprensión de
discursos disfrazados a lo largo del tiempo inevitablemente termina en concepciones muy
variadas sobre los mismos discursos. Por eso, aunque tendríamos que preguntarnos qué es lo
que han dicho las partes a lo largo del tiempo y en qué contexto lo han hecho, también
tendríamos que saber preguntarnos hasta qué punto está bien tomar posiciones de seguridad
frente a lo que interpretamos de nuestro entorno lingüístico.

Podríamos hacer este ejercicio con el análisis realizado preguntándonos por qué cada
parte quiere defender o atacar a la Presidenta, a quién beneficiaría que la Presidenta siga en el
poder o deje de estarlo, por qué han elegido explicitar sus puntos de vista en medios de
comunicación masivos. No podemos hacer esto sin adentrarnos muy profundo en la
subjetividad, lo cual escapa a este análisis. Pero sin tomar partido por ninguno, podríamos
preguntarnos: ¿por qué nos dicen todas estas cosas de manera disfrazada, siendo que
claramente quieren decírnoslas, en vez de hacerlo de forma directa? ¿hasta dónde es culpa del
lenguaje que las intenciones estén disfrazadas? Me temo que estas preguntas no favorecerían a
ninguna de las partes.

BIBLIOGRAFÍA
CALSAMIGLIA, H. y A. TUSÓN ([2008]1999) Las cosas del decir. Manual de análisis del
discurso. Madrid, Ariel. Cap. 2 y 3. Adaptación como documento de estudio de Cátedra.

MAINGUENEAU, D. (2009) Análisis de textos de comunicación. Buenos Aires, Ed. Nueva


Visión. Cap. 4

ARNOUX, E. (2006) Cap. 1. “El análisis del discurso como campo interdisciplinario”. En:
Análisis del discurso. Modos de abordar materiales de archivo. Buenos Aires, Santiago
Arcos. Adaptado como documento de estudio de Cátedra.

FREUD, S. (1980) “El Moisés de Miguel Ángel”. En: Obras Completas. Volumen XIII,
Tótem y tabú, y otras obras (1913-1914). Buenos Aires/Madrid, Amorrortu. Selección de
fragmentos.

ARNOUX, E., M. DI STEFANO y C. PEREIRA (2010) “Materiales clínicos y supervisión:


escritos del campo psicoanalítico”. En: PARODI, G. (ed.) Alfabetización académica y
profesional en el Siglo XXI: leer y escribir desde las disciplinas. Santiago de Chile, Academia
Chilena de la Lengua, Editorial Ariel. Adaptación como documento de estudio de Cátedra.

BAJTIN, M. ([1985] 1976) “El problema de los géneros discursivos”. En: Estética de la
creación verbal. México, Siglo XXI, pp. 245-290.

CALSAMIGLIA, H. y A. TUSÓN ([2008]1999) Las cosas del decir. Manual de análisis del
discurso. Madrid, Ariel. Cap. 2 y 3. Adaptación como documento de estudio de Cátedra.
BENVENISTE, E. ([2010]1971) Cap. XV “De la subjetividad en el lenguaje". En: Problemas
de Lingüística General. México, Siglo XXI. Tomo I, pp. 179-187.

BENVENISTE, E. ([2008]1977) Cap. V “El aparato formal de la enunciación". En: Problemas


de Lingüística General. México, Siglo XXI. Tomo II, pp. 82-91.

OTAOLA OLANO, C. (2006) Análisis Lingüístico del discurso. La lingüística enunciativa.


Madrid, Ediciones Académicas. Cap. IV, pp. 127-148.

MAINGUENEAU, D. (1989) Cap. 3 “La enunciación”. En: Introducción a los métodos de


análisis del discurso. Buenos Aires, Hachette, pp. 137-144.

MAINGUENEAU, D. (1989) Cap. 3 “La enunciación”. En: Introducción a los métodos de


análisis del discurso. Buenos Aires, Hachette, pp. 125-133.

MARÍN, M. (2008) Lingüística y enseñanza de la lengua. Buenos Aires, Editorial Aique. Cap.
III.

ANEXO
(1) Discurso audiovisual elegido: http://youtu.be/pTnH80Tzcz8
Video extraído del programa “El juego limpio” conducido por Nelson Castro y emitido por la
señal TN. Fecha de emisión: 15 de agosto de 2013. (0:30 – 1:42, 2:19-)

(2) Discurso escrito elegido: Nota de Diario Registrado


http://www.diarioregistrado.com/politica/103519nelsoncastroinsisteendiagnosticaracristinaco
nelsindromedehubris.html

a) Nelson Castro volvió a hacer uso de sus conocimientos médicos para operar políticamente.
Mirando a cámara, en su programa El Juego Limpio, volvió a insistir con el “síndrome de
Hubris” que, según el ‘doctor’ de TN, padece la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

b) A raíz del discurso de la mandataria, el periodista se atrevió a realizar un análisis


psicológico, y lanzó: “La presidenta padece claramente el síndrome de Hubris, y el martes fue
un ejemplo fenomenal”.

c) Castró mencionó una “conducta hubrística de la Presidenta”, explicó que “hay momentos
en que hay una oleada de hubris y el martes fue una de ellas”, y luego leyó la definición de la
supuesta enfermedad, aunque sin citar ninguna fuente.

d) En definitiva, para el doctor de TN, defender la soberanía y el interés nacional de aquellos


que atacan al país, es consecuencia de padecer una enfermedad.

También podría gustarte