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Los animales, como las personas, también son sociables. Sin embargo, a su juicio
carecen de la natural propensión humana hacia la racionalidad reciproca, una
característica básica que permite el establecimiento de ciertas relaciones genuinas
implicadas en la felicidad de la sociedad y sus individuos. (Genovesi, 1785, p.20-23)
Al parecer se nos olvido que somos seres sociables y que por naturaleza necesitamos
los unos de los otros no solo para desarrollar relaciones, sino que a partir de esas
relaciones podamos mantenernos y salir adelante. Para eso existe la ética, para
brindarnos unas pautas que puestas en practica nos ayudan a ver que el individualismo
no es una característica propia del ser humano; sino más bien una práctica adoptada
por situaciones coyunturales.
Desde hace algunos años, nos hemos visto inmersos en una crisis económica,
gubernamental y por ende social y humana; esto se debe a la falta de ética y moral en
el proceder de muchos individuos con obligaciones políticas y sociales, lastimosamente
también es una consecuencia que la familia como célula principal de la sociedad ya no
educa en valores y principios y su estructura se ha deteriorado. Teniendo en cuenta
esto, nuestra sociedad está a punto de colapsar pues si su base, su núcleo más
pequeño, pero quizás el principal no tiene buenos cimientos, no podemos esperar
absolutamente nada de una sociedad que ha retrocedido y sus integrantes nos
comportamos como animales incapaces de pensar, razonar y mantener una actitud
ética rica en valores que nos permitan vivir en comunidad de forma prospera.
Lo anterior nos lleva a reflexionar en la importancia que tiene la ética para poder vivir en
sociedad, pues se ha visto que ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no
adoptan una postura ética, con una gran escala de valores, con principios morales bien
fundamentados que nos lleven a buscar el bienestar de todos; precisamente todos los
conflictos que sobrellevamos a diario se generan por la carencia de la ética.
La moral entra con los valores de igualdad y justicia social, así como con los
de libertad real, democracia efectiva y dignidad humana (Sánchez Vásquez,
2003, p. 278).
En este sentido, la ética tiene un papel fundamental debido a que sobre ella
recae exponer un modelo de conducta humana que integre la igualdad de
condiciones, la libertad mas no el libertinaje y la justicia social; cuando a las
personas se nos olvida comportarnos como seres racionales integrantes de una
sociedad y como tal debemos aportar al beneficio de ella, cuando actuamos de
manera individualista buscando el bien propio, ahí se pierde la dignidad humana;
y cuando esto sucede, lamentablemente se pierde ese valor inherente del ser.
La ética no se puede separar de la vida humana, necesitamos recapacitar sobre
nuestras acciones y sus consecuencias además de los efectos que se generan
en la sociedad.
Por no realizar este ejercicio tan simple es que estamos inmersos en una
sociedad que de seguir así causara daños irreparables a las generaciones
futuras, donde la conciencia moral no va a existir y me atrevería a decir que
hasta causaremos nuestra propia autodestrucción.