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Lactuca sativa, la lechuga, es una planta herbácea propia de las regiones semitempladas

que se cultiva con fines alimentarios. Debido a las muchas variedades que existen y a su
cultivo cada vez mayor en invernaderos, se puede consumir durante todo el año.
Normalmente se toma cruda, como ingrediente de ensaladas y otros platos, pero ciertas
variedades, sobre todo las de origen chino, poseen una textura más robusta y por ello se
emplean cocidas. Planta con raíz pivotante y ramificada de unos 25 cm. El crecimiento se
desarrolla en roseta; las hojas se disponen alrededor de un tallo central, corto y cilíndrico que
gradualmente se va alargando para producir las inflorescencias, formadas por capítulos de
color amarillo (parecidos al diente de león) reunidos en corimbos. Según las variedades los
bordes de las hojas pueden ser lisos, ondulados o aserrados. Las semillas están provistas de
un vilano plumoso.

Son hierbas anuales, con savia lechosa; tallos erectos, solitarios o pocos, glabros, 0.3–1 m de
alto. Hojas basales o caulinares, roseta basal densa, ovadas u orbiculares, enteras o
runcinado-pinnatífidas. Capitulescencias de densas panículas corimbosas; capítulos ligulados,
erectos; filarias cilíndricas, con varias series de brácteas caliculadas, imbricadas, las series
exteriores más cortas; receptáculos planos y desnudos; flósculos 10–20, perfectos, 5-
dentados, amarillos. Aquenios angulados, fusiformes, rostrados, lenticular-oblongos; vilano de

Cerdas finas

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