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JDO. 1A.INST.E INSTRUCCION N.

2
ZAMORA

SENTENCIA: 00090/2019
C./ EL RIEGO N.5 2º
Teléfono: 980559490,
Fax: 000000000

Equipo/usuario: TR1
Modelo: N04390
N.I.G.: 49275 41 1 2018 0001628

ORD PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000233 /2018


OTRAS MATERIAS
DEMANDANTE D/ña. FRANCISCO JAVIER IGLESIAS PELAEZ

Procurador/a Sr/a. ISABEL AFONSO RODRIGUEZ


Abogado/a Sr/a. MARTA FLOR NUÑEZ GARCIA
DEMANDADO D/ña. HERMANN TERSTSCH DEL VALLE LERSUNDI
Procurador/a Sr/a. FRANCISCO ABAJO ABRIL

SENTENCIA N.º 90/19

/16

JUEZ QUE LA DICTA: D. MANUEL GARCÍA SANZ. Lugar: Zamora.


Fecha: 29 de mayo de 2019.PARTE DEMANDANTE: D. FRANCISCO
JAVIER IGLESIAS PELÁEZ.
Abogada: D.ª Marta Flor Núñez García.
Procuradora: D.ª Isabel Alfonso Rodríguez.

PARTE DEMANDADA: D. HERMANN TERTSCH DEL VALLE-LERSUNDI.


Abogadas: D.ª María Reina Amarillas y D.ª Carmen Fresneda
Sánchez.
Procurador: D. Francisco de Sales José Abajo Abril.

MINISTERIO FISCAL

OBJETO DEL JUICIO: INTROMISIÓN EN EL DERECHO AL HONOR

Vistos los presentes autos de Juicio Ordinario 233/18 seguidos


entre las partes anteriormente enunciadas, se ha dictado la
presente resolución sobre los siguientes,

Firmado por: MANUEL GARCIA SANZ


31/05/2019 09:39
Minerva

Código Seguro de Verificación E04799402-MI:tP97-Qhpw-eQXc-RwUx-Y Puede verificar este documento en https://www.administraciondejusticia.gob.es


I.- A N T E C E D E N T E S D E H E C H O

PRIMERO: Por la procuradora D.ª Isabel Alfonso Rodríguez, en


nombre y representación de D. Francisco Javier Iglesias
Peláez, se presentó escrito promoviendo demanda de Juicio
Ordinario contra D. Hermann Tertsch del Valle-Lersundi, en
virtud de los hechos que en ella se exponen y en la que, tras
invocar los fundamentos de derecho que se estiman de
aplicación, se solicita que previo el trámite legal
correspondiente en su día se dicte sentencia por la que
estimando íntegramente la demanda:

1) Se declare que el contenido del tweet escrito por Hermann


Tersch y publicado en su cuenta de Twitter el día 5 de marzo
de 2018 donde se afirma que entre los detenidos después del
asesinato de un policía en 1973 se encontraba el padre de
Pablo Iglesias constituye una intromisión ilegítima y una
vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia
imagen del actor don Francisco Javier Iglesias Peláez, todo
ello al amparo de la LEY Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, y de
conformidad con el artículo 18,1 de la Constitución Española.

2) Se condene al demandado a emitir y publicar a su costa la


Sentencia íntegra condenatoria que se dicte en el presente
procedimiento, en los mismos medios utilizados para vulnerar
la imagen del demandante, es decir a través de su publicación
en su cuenta de twitter y, además, en los diarios ABC y El
País, tanto en versión digital como impresa.

3) Se ordene retirar a su costa de su cuenta de Twitter y de


los buscadores de Internet, en particular Google y Yahoo, y de
la memoria caché de las correspondientes páginas web, los
siguientes mensajes injuriosos:

“Del nombre de este policía tampoco se acuerda nadie. José


Antonio Fernández Gutiérrez asesinado por el FRAP, grupo
terrorista comunista, el 1 de mayo de 1973. Entre los miembros
detenidos después estuvo el padre de Pablo Iglesias. Como
llegó la amnistía nunca fue acusado nadie”.

“Las decisiones sobre matar o no matar policías se toman


antes. Además, yo no he dicho que el padre de Iglesias fuera
uno de los autores materiales del asesinato de aquel policía
de 21 años. Sino que no ayudó a esclarecerlo. Nunca fue
aclarado ese crimen porque se dio la amnistía.”

4) Se condene al demandado a cesar en dicha intromisión


ilegítima en los derechos fundamentales del actor.

5) Se condene al demandado a satisfacer al señor Francisco


Javier Iglesias Peláez la cantidad de CINCUENTA MIL EUROS
(50.000 €), en concepto de daños y perjuicios, más el interés
legal del dinero incrementado en dos puntos desde el día que
se dicte sentencia.

6) Subsidiariamente, para el caso de que el juzgador


considere que la indemnización solicitada no se acomoda a los
parámetros establecidos en el artículo 9.2 y 9.3 de la LO
1/85, pondere en equidad la misma, determinando la cuantía
indemnizatoria.

7) Se ordene al demandado para que se abstenga de cualquier


actividad vulneradora del derecho al honor de mi representado,
así como la intromisión en su derecho a la intimidad.
8) Se condene al demandado al pago de la totalidad de las
costas procesales causadas en el presente procedimiento.

SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, y emplazada en legal


forma el Ministerio Fiscal y la parte demandada, por el
Ministerio Fiscal se solicitó que se dicte sentencia con
arreglo al resultado que ofrezcan las pruebas practicadas.
Asimismo, por el procurador D. Francisco de Sales José Abajo
Abril, en nombre y representación del demandado Sr. Tertsch,
se formuló contestación, oponiéndose a la demanda y
solicitando su desestimación con imposición de costas al
actor.

TERCERO.- Citadas las partes para la celebración de la


audiencia previa, comparecieron ambas, y no siendo posible
alcanzar un acuerdo propusieron prueba, admitiéndose la que se
estimó útil y pertinente y señalándose día para la celebración
del juicio.

CUARTO.- El día señalado comparecieron ambas partes,


practicándose la prueba propuesta y admitida, ratificándose en
sus pretensiones iniciales la parte demandante y la demanda, e
interesando el ministerio fiscal la estimación de la demanda,
quedando a continuación los autos conclusos para sentencia.

II.- F U N D A M E N T O S J U R Í D I C O s

PRIMERO.- Objeto del pleito


No constituyen hechos controvertidos entre las partes que D.
Hermann Tertsch del Valle-Lersundi, conocido periodista y
columnista que ha ejercido su profesión en varios medios de
gran difusión, publicó el 5 de marzo de 2018 en su cuenta
personal de Twitter un comentario en el que alude al
demandado, padre del también conocido político D. Pablo
Iglesias Turrión: “Del nombre de este policía tampoco se
acuerda nadie. José Antonio Fernández Gutiérrez asesinado por
el FRAP, grupo terrorista comunista, el 1 de mayo de 1973.
Entre los miembros detenidos después estuvo el padre de Pablo
Iglesias. Como llegó la amnistía nunca fue acusado nadie”. A
dicho tweet se adjuntó por el demandado extractos de noticias
de la época relativos al desgraciado suceso.

Como consecuencia de alguno de los comentarios a dicho tweet


que ponían en duda que el demandante estuviera implicado en
tales hechos el demandado publicó a continuación que “Las
decisiones sobre matar o no policías se toman antes…yo no he
dicho que el padre de Iglesias fuera uno de los autores
materiales…sino que no ayudó a esclarecerlo”.

En la demanda se alega que el demandante ninguna relación tuvo


con dichos hechos, hasta el punto de que cuando se cometió el
asesinato estaba privado de libertad, desde el 28 de abril de
1973 hasta el 10 de junio de 1973, acusado de haber repartido
propaganda ilegal, por lo que la información publicada por el
demandado, que no constituía una artículo periodístico, era
inveraz y, además, injuriosa y calumniosa, suponiendo un
atentado contra el derecho al honor de D. Francisco Javier
Iglesias Peláez, pretendiendo al mismo tiempo dañar la imagen
pública de su hijo D. Pablo, con la agravante de que el Sr.
Tertsch ya había sido condenado anteriormente por sentencia
del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción n.º 3 de Zamora, de
28 de junio de 2017, por la publicación de un artículo el 17
de febrero de 2016 en el Diario ABC titulado “El abuelo de
Pablo”, en el que se aludía
a una falsa condena por asesinato contra el padre del
demandante.

A la vista de tales hechos, y tomando en consideración tanto


la relevante difusión del mensaje por los numerosos seguidores
del Sr. Tertsch en Twitter y la publicación en varios diarios
digitales(eldiario.es, periodistadigital.com, elplural.com),
como el plus de responsabilidad que conlleva la acción dada la
condición de profesional de la información del demandado y su
presumible conocimiento de su código deontológico profesional,
se solicita en la demanda que se declare que tal mensaje
constituye una intromisión ilegítima y una vulneración del
derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen D. D.
Francisco Javier Iglesias Peláez y se le condene al pago de
50.000 euros o, subsidiariamente, la cantidad que el juzgador
pondere en equidad.

Se opone la parte demandada a la demanda aduciendo que la


finalidad del tweet no fue difamar al demandante, sino
recordar y homenajear a un joven policía que fue asesinado, no
afirmándose en ningún momento que el demandante estuviera
implicado en el asesinato, sino que, siendo miembro del FRAP,
fue detenido por hechos relativos a la convocatoria de los
actos por este grupo terrorista relativos al uno de mayo,
grupo que posteriormente reivindicó como un éxito la muerte
del policía, como tampoco se afirma que el demandante eludiera
su responsabilidad penal por la posterior amnistía, sino que
nadie fue imputado por estos hechos por la misma, añadiendo
que como respuesta a alguno de los comentarios de los tweets
publicados el demandado publicó otros el día siguiente, para
evitar malinterpretaciones, con el siguiente contenido:
“A las 1:05: Para la jauría que no descansa: Nunca he dicho
que el padre de Iglesias fuera el asesino del policía el 1 de
mayo de 1973. He dicho que ese asesinato lo cometió el FRAP,
que había órdenes de matar y que el padre de Iglesias era
miembro del FRAP. De lo que Pablo presume.

A las 1:20: Es cierto que he relacionado al padre de Pablo


Iglesias con los crímenes del FRAP. Porque era miembro de la
banda terrorista del FRAP cuando la banda terrorista del FRAP
cometió los asesinatos. ¿Les parece poca relación?

A las 1:10: Volvemos a lo mismo. No se puede hablar de lo que


hizo el abuelo ni lo que hizo el papá. Solo se puede mentir
sobre mi padre, sobre los policías, sobre ministros, sobre
Fraga o Aznar, sobre mí, sobre cualquiera que no sea de su
banda, en este caso la izquierda, no el FRAP”.

En la contestación se pone además especial énfasis en que el


demandante es una persona pública, como padre de D. Pablo
Iglesias y por su participación en la actividad política en el
ámbito de Zamora, así como que en ningún momento se ha
pretendido dar mayor difusión al tweet, como lo demuestra el
hecho de que no contenía hashtag alguno, no pudiendo ser en
modo alguno el demandado responsable del hecho de que sus
tweets sean publicados en los medios de comunicación,
considerándose asimismo la indemnización solicitada como
improcedente y en todo caso como excesiva a la vista de las
circunstancias concurrentes. Por todo ello se solicita la
desestimación de la demanda.

SEGUNDO.- Intromisión ilegítima en el derecho al honor del


demandante
Como ponen de manifiesto ambas partes la conducta del
demandado fue ajena a su actividad como periodista, al
tratarse de la emisión de opiniones a través de una cuenta
privada de la aplicación Twitter. La libertad de expresión de
que goza el demandado conforme al artículo 20 de la
Constitución Española, tiene un campo de acción más amplio que
la de información, como han señalado las sentencias del
Tribunal Constitucional números 104/1986, de 17 de julio, y
139/2007, de 4 de junio -, porque no comprende, como ésta, la
comunicación de hechos, sino la emisión de juicios, creencias,
pensamientos y opiniones de carácter personal y subjetivo.

El derecho al honor protege, frente a atentados, la reputación


personal, entendida como la apreciación que los demás puedan
tener de una persona, independientemente de sus deseos -
sentencia del Tribunal Constitucional número 14/2003, de 28 de
enero-, e impide la difusión de expresiones o mensajes
insultantes, insidias infamantes o vejaciones que provoquen
objetivamente el descrédito de aquella -sentencia del Tribunal
Constitucional número 216/2006, de 3 de julio-.

Dice la sentencia del Tribunal Supremo de 14 de septiembre de


2016 que “En caso de conflicto entre el honor y la libertad de
expresión, la prevalencia en abstracto de la libertad de
expresión (fundada en que garantiza un interés constitucional
relevante como es la formación y existencia de una opinión
pública libre, condición previa y necesaria para el ejercicio
de otros derechos inherentes al funcionamiento de un sistema
democrático) solo puede revertirse en el caso concreto, en
función de las circunstancias concurrentes, atendiendo al
mayor peso relativo del derecho al honor, para lo que deberán
tomarse en cuenta dos parámetros o presupuestos esenciales
(dejando al margen el requisito de la veracidad, solo exigible
cuando está en juego la libertad de información): si las
expresiones, opiniones o juicios de valor emitidos tenían
interés general y si en su difusión no se utilizaron términos
o expresiones inequívocamente injuriosas o vejatorias,
innecesarias para lograr transmitir aquella finalidad
crítica.”

Si se examina el contenido de los tweets objeto del pleito


resulta que, en primer lugar, se alude a la muerte violenta de
un policía, para a continuación afirmar que “Entre los
miembros detenidos después estuvo el padre de Pablo Iglesias”,
con lo que se pretende claramente asociar la detención con el
asesinato y, por tanto, la implicación del demandante en el
mismo, añadiéndose inmediatamente a continuación que “Como
llegó la amnistía nunca fue acusado nadie”, apuntándose con
ello a que como consecuencia de la amnistía no llegó a
investigarse un asesinato por el que el Sr. Iglesias Peláez
había sido detenido. No consta tampoco probado que el
demandante haya sido amnistiado, lo que en su caso tendría que
haber acreditado la parte demandada”.

Tal mensaje señala claramente al demandante como implicado en


el asesinato del policía. A continuación, y ante el comentario
de un usuario de Twitter, que ponía de manifiesto que el
demandante no podía estar implicado en el asesinato porque
estaba detenido desde días antes, el demandado publicó otro
tweet en el que afirmó “Las decisiones sobre matar o no
policías se toman antes…yo no he dicho que el padre de
Iglesias fuera uno de los autores materiales…sino que no ayudó
a esclarecerlo”. Es decir, frente al hecho puesto de
manifiesto de que el demandante no podía estar en el lugar y
momento en que se produjo el asesinato responde el demandado
que la decisión de cometer el delito se adopta con
anterioridad, distinguiendo entre la autoría material y la
ideación del delito, con lo que se vuelve a incidir en la idea
de que el Sr. Iglesias Turiel estaba implicado.

Tales comentarios suponen una evidente lesión al honor del


demandante, al implicarle sin prueba alguna en un delito
grave, no existiendo constancia de que el actor realizara
otros actos que dar publicidad a la convocatoria de una
manifestación en la que se produjo la muerte de un policía.

Estos tweets no persiguen simplemente informar sobre el hecho


de que el demandante perteneciera al Grupo FRAP, como se dice
en la demanda. Tal y como dijo en juicio el demandante en
aquella época, en la que contaba con 19 años, formaba parte de
organizaciones pro FRAP, añadiendo que cuando se constituyó
éste formalmente lo abandonó por desacuerdo. Por el contrario,
se alude a su pertenecía al FRAP para de dicho dato extraer la
consecuencia de que estuvo implicado en un asesinato, lo que
en modo alguno consta probado.

Y la pretendida proyección pública del demandante no permite


asumir que puedan efectuarse manifestaciones que insinúen su
implicación en hechos tan execrables, más aún cuando realmente
no es la relevancia pública del demandante la que le hace
destinatario de los mensajes del Sr. Tertsch, sino su
condición de padre de D. Pablo Iglesias, contra quien
realmente van dirigidos los mensajes, lo que demuestra el
hecho de que se identifique al demandante como “padre de Pablo
Iglesias”, y como viene a reconocer el propio demandante en el
hecho sexto de la contestación cuando alude a la campaña de
descalificación contra su padre, al que personas que se
consideran como del entorno de D. Pablo Iglesias, califican de
“nazi”, para justificar la existencia de un “animus
retorquendi”. Pero lo cierto es que no consta que el
demandante haya proferido expresiones similares sobre el
demandado o su familia.

Como señala el Tribunal Supremo en sentencia de 7 de enero de


2014 “El derecho al honor, según reiterada jurisprudencia, se
encuentra limitado por las libertades de expresión e
información. La limitación del derecho al honor por la
libertad de expresión o de información, tiene lugar cuando se
produce un conflicto entre tales derechos, el cual debe ser
resuelto mediante técnicas de ponderación constitucional,
teniendo en cuenta las circunstancias del caso - sentencias de
13 de enero de 1999 , 29 de julio de 2005 ,21 de julio de
2008, RC n.º 3633/2001,2 de septiembre de 2004, RC n.º
3875/2000,12 de noviembre de 2008, RC n.º 841/2005,19 de
septiembre de 2008, RC n.º 2582/2002,5 de febrero de 2009, RC
n.º 129/2005,19 de febrero de 2009, RC n.º 2625/2003, 6 de
julio de 2009, RC n.º 906/2006 ,6 de noviembre de 2009, RC n.º
1261/2006,8 de noviembre de 2010, RC n.º 845/2008, entre
otras.

La ponderación debe respetar la posición prevalente que


ostentan los derechos a la libertad de expresión e información
sobre el derecho al honor, por resultar esenciales como
garantía para la formación de una opinión pública libre,
indispensable para el pluralismo político que exige el
principio democrático - sentencia de 11 de marzo de 2009, RC
n.º 1457/2006“.

Ahora bien, tal posición prevalente de la libertad de


información no alcanza a conductas como las que se enjuician,
inequívocamente injuriosas e innecesarias, en las que se ponen
de manifiesto hechos claramente deshonrosos, como la
participación de alguna forma en la toma de la decisión de
asesinar a una persona, y partiendo de una información
inveraz, repercutiendo directamente en la dignidad del
demandante.

TERCERO.- Protección del derecho al honor


Según el art. 9.2 de la LO 1/82 la tutela judicial frente a
las intromisiones ilegítimas en los derechos a que se refiere
la presente Ley comprenderá la adopción de todas las medidas
necesarias para poner fin a la intromisión ilegítima de que se
trate y, en particular, las necesarias para:

a) El restablecimiento del perjudicado en el pleno disfrute de


sus derechos, con la declaración de la intromisión sufrida, el
cese inmediato de la misma y la reposición del estado
anterior. En caso de intromisión en el derecho al honor, el
restablecimiento del derecho violado incluirá, sin perjuicio
del derecho de réplica por el procedimiento legalmente
previsto, la publicación total o parcial de la sentencia
condenatoria a costa del condenado con al menos la misma
difusión pública que tuvo la intromisión sufrida.

b) Prevenir intromisiones inminentes o ulteriores.

De otro lado, como señala la Sentencia del Tribunal Supremo de


18 de febrero de 2015, el art. 9.3 de la Ley Orgánica 1/1982
prevé que “la existencia de perjuicio se presumirá siempre que
se acredite la intromisión ilegítima. La indemnización se
extenderá al daño moral que se valorará atendiendo a las
circunstancias del caso y a la gravedad de la lesión
efectivamente producida, para lo que se tendrá en cuenta en su
caso, la difusión o audiencia del medio a través del que se
haya producido. También se valorará el beneficio que haya
obtenido el causante de la lesión como consecuencia de la
misma”.

Por lo expuesto debe estimarse la demanda en cuanto a la


inmediación por el daño moral producido, para cuya
cuantificación debe atenderse, como exponen las sentencias del
Tribunal Supremo n.º 551/2017 de 11 de octubre y n.º 53/2017,
de 27 de enero, a las circunstancias concurrentes y a la
gravedad de la lesión efectivamente producida, para lo que se
tendrán en cuenta, en su caso, la difusión o audiencia del
medio a través del que se haya producido. En tal sentido, en
la ponderación de la lesión moral habrá que atender a
cuestiones como (i) el grado de difusión alcanzada; (ii) la
gravedad de los calificativos; (iii) la aportación de imágenes
a la noticia;(iv) el lugar que ocupe la noticia en el conjunto
de la publicación o programa; (v) la posibilidad de difusión
digital; y (vi) la falta de beneficio económico para el medio
a resultas de la publicación, lo que, en su caso, aminoraría
la indemnización.

En el caso los mensajes fueron publicados en Twitter, teniendo


el demandado miles de seguidores, siendo susceptibles tales
mensajes de ser difundidos por las redes sociales, llegando
incluso al publicarse en algún periódico digital. Asimismo,
debe valorarse la gravedad de los hechos imputados al
demandante, como antes se expuso. No puede sin embargo tomarse
en consideración la anterior sentencia de condena del
demandado por expresiones contra el padre del demandante, al
no constar la firmeza de la sentencia. Por último, debe
tomarse también en consideración el hecho de que ningún
beneficio económico ha obtenido el demandado, y de que, a
fecha 5 de julio de 2018, los tweets a los que se refiere este
juicio había sido retirados de la red social Twitter por el
titular de la cuenta @hermanntertsch o por los administradores
de la red social, como pone de manifiesto el informe pericial
aportado junto con la contestación a la demanda.

A la vista de las circunstancias expuestas se entiende


procedente fijar una indemnización de 15.000 euros,
estimándose asimismo el resto de pronunciamientos solicitados
por la parte demandante, a excepción de la publicación en los
diarios ABC y El País, pues sólo es exigible al demandado
dicha publicación en el mismo medio que utilizó para publicar
los textos de contendido atentatorio contra el derecho al
honor del demandante. Por tal motivo la publicación deberá
realizarse en la cuanta del actor en Twitter, debiendo
limitarse el contenido de la publicación al fallo.

CUARTO.- Costas
Debe entenderse sustancialmente estimada la demanda y, en
consecuencia, procede imponer al demandado las costas
causadas.

Por todo lo expuesto,

III.- F A L L O

Que estimando sustancialmente la demanda interpuesta por el


procurador D.ª Isabel Alfonso Rodríguez, en nombre y
representación de D. FRANCISCO JAVIER IGLESIAS PELÁEZ, contra
D. HERMANN TERTSCH DEL VALLE-LERSUNDI:

1) Declaro que el contenido del tweet escrito por D. Hermann


Tersch y publicado en su cuenta de Twitter el día 5 de marzo
de 2018 donde se afirma que entre los detenidos después del
asesinato de un policía en 1973 se encontraba el padre de
Pablo Iglesias constituye una intromisión ilegítima y una
vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia
imagen del actor D. Francisco Javier Iglesias Peláez, todo
ello al amparo de la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, y de
conformidad con el artículo 18,1 de la Constitución Española.

2) Condeno al demandado a emitir y publicar a su costa el


fallo de esta sentencia a través de su publicación en su
cuenta de twitter.

3) Ordeno retirar a su costa de su cuenta de Twitter y de los


buscadores de Internet, en particular Google y Yahoo, y de la
memoria caché de las correspondientes páginas web, los
siguientes mensajes injuriosos:

“Del nombre de este policía tampoco se acuerda nadie. José


Antonio Fernández Gutiérrez asesinado por el FRAP, grupo
terrorista comunista, el 1 de mayo de 1973. Entre los miembros
detenidos después estuvo el padre de Pablo Iglesias. Como
llegó la amnistía nunca fue acusado nadie”.

“Las decisiones sobre matar o no matar policías se toman


antes. Además, yo no he dicho que el padre de Iglesias fuera
uno de los autores materiales del asesinato de aquel policía
de 21 años. Sino que no ayudó a esclarecerlo. Nunca fue
aclarado ese crimen porque se dio la amnistía.”

4) Condeno al demandado a cesar en dicha intromisión


ilegítima en los derechos fundamentales del actor.

5) Condeno al demandado a satisfacer al señor D. Francisco


Javier Iglesias Peláez la cantidad de QUINCE MIL EUROS (15.000
€), en concepto de daños y perjuicios, más el interés legal
del dinero incrementado en dos puntos desde el día que se
dicte sentencia.

6) Ordeno al demandado que se abstenga de cualquier actividad


vulneradora del derecho al honor del demandante, así como la
intromisión en su derecho a la intimidad.

8) Condeno al demandado al pago de la totalidad de las costas


procesales causadas en el presente procedimiento.

Notifíquese la presente resolución a las partes haciéndoles


saber que no es firme y que contra la misma cabe interponer
recurso de apelación el cual deberá ser interpuesto en la
forma que establece el artículo 458 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil en el plazo de veinte días en este
juzgado para ante la Audiencia Provincial de Zamora.

No se admitirá a trámite el recurso de apelación a la parte


demandada si previamente no acredita tener satisfecha o
consignada la cantidad líquida a que se contrae la sentencia
condenatoria. La consignación de la cantidad no impedirá, en
su caso, la ejecución provisional de la resolución dictada.
(Art. 449 de la Ley de Enjuiciamiento Civil)

Así por esta mi sentencia, lo pronuncio, mando y firmo

Conforme a la L.O. 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de


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documentación adjunta son confidenciales, estando prohibida su transmisión o
comunicación por cualquier medio o procedimiento y debiendo ser tratados
exclusivamente para los fines propios de la Administración de Justicia

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