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La evolución humana ha necesitado de un gran número de mutaciones que han afectado a un gran
número de genes, lo que ha dado como fruto un proceso único realizado en un periodo de tiempo
que ha sido mucho más corto de lo habitual como consecuencia de un proceso selectivo muy
diferente con respecto a los procesos habituales de adquisición de características biológicas.
Por otro lado, entre los primates, la aceleración de la evolución proteica era más prominente en
los humanos. En lo que se refiere a los genes relacionados con el cerebro, el ritmo de evolución de
la raza humana también ha sido mucho más rápido que el de las otras especies.
La investigación sugiere que el hecho de que los humanos se hayan convertido progresivamente
en especies más sociales es lo que ha provocado que las capacidades cognitivas sean cada vez más
ventajosas.
El género Homo apareció hace 2 millones de años. La expansión importante del cerebro comenzó
hace aproximadamente medio millón de años y la aparición de seres humanos anatómicamente
modernos surgió hace 150.000 años. Esta rápida evolución se debió a un fuerte proceso de
selección genética.
Comúnmente, se llega a pensar que el tamaño del cerebro está relacionado con la capacidad de
razonar y la inteligencia; un ejemplo de que no es así es la comparación que se hará a
continuación. La ballena azul tiene un cerebro de aproximadamente 7 kilos, en cambio el cerebro
del ser humano en promedio pesa 2 kilos; con estos datos se podría llegar a pensar que como
mayor es el peso, mayor capacidad tiene el mamífero de razonar. En biología lo que permite
calcular una posible inteligencia es la Cociente de Encefalización, que es la relación entre el
tamaño del encéfalo que se encuentra en la parte central del cerebro que se ocupa de las
funciones voluntarias, y la masa corporal. También, hay que sumarle la cantidad de neuronas
existentes en el cerebro del mamífero y la extensión del neocórtex, que son las capas de neuronas
que recubren los lóbulos frontales y prefrontales. Un ejemplo de ello es el chimpancé, el cual tiene
alrededor de 6.000 millones de neuronas; sin embargo el ser humano se aproxima a las 20.000
millones, lo que demuestra el porqué de la capacidad de toma de decisiones y superioridad frente
a otros seres vivos.