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Seis noticias para comenzar el día bien informado.
HISTORIA CONTEMPORÁNEA
Guerras, alianzas contra natura y acuerdos de paz
Ucrania, de la independencia de
Rusia a la invasión soviética de
1919
Territorio encajonado entre los imperios ruso, austrohúngaro y alemán,
pasó de mano en mano de unos a otros hasta que en 1918 declaró su
independencia de Moscú
La aventura solo duró tres años, pero explica parte de lo que sucede hoy
Columna de tanques ucranianos en Donetsk El Mundo
FRANCISCO HERRANZ
Actualizado: 05/02/2015 10:35 horas
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Como dijo Kant "la guerra es nefanda, porque hace más hombres malos que los que
mata". Este adagio es perfectamente aplicable a los protagonistas, anónimos o no, del
conflicto armado que se está desarrollando en el este de Ucrania entre las tropas
regulares ucranianas y las milicias prorrusas secesionistas establecidas en Donetsk y
Luhansk.
Una de las causas más evidentes de esta guerra es la propia historia contemporánea
de Ucrania, un territorio buffer encajonado entre distintos imperios europeos
-Austria-Hungría, Rusia, Alemania, la Unión Soviética- que ha ido pasando de mano
en mano de unos y otros a lo largo de los años, fruto de guerras, alianzas contra
natura y acuerdos de paz.
Pueden observarse paralelismos entre los acontecimientos
actuales y el período de 1917 a 1922.
Examinando el tumultuoso periodo que se extiende desde 1917 hasta 1922,
podemos entender un poco mejor sus antecedentes históricos e incluso apreciar
curiosos paralelismos con los acontecimientos actuales.
Cuando arranca la nueva centuria, la región oriental de la actual Ucrania forma parte
del Imperio Ruso, mientras que una gran parte de la Galitzia -el territorio occidental
de la moderna Ucrania, cuya capital se asienta en Lviv (en ucraniano) Lvov (en ruso),
Lwów (en polaco) y Lemberg (en alemán)- pertenece a los austro-húngaros, quienes
a su vez la habían 'heredado' de los polacos en el XVIII. El reino de Galitzia y
Lodomeria, cuyos límites ahora se reparten, además de Ucrania, también Polonia y
Rumanía, ya había disfrutado de cierto grado de autonomía en relación con el
Gobierno de Viena.
Con la I Guerra Mundial como violento telón de fondo y espoleados por la Revolución
de Febrero de 1917 en Rusia, que supone la abdicación de Nicolás II, los ucranianos
de Kiev exigen de Petrogrado más independencia, y en marzo de ese año constituyen
la Tseltralnaya Rada (Rada o Parlamento Central), una cámara legislativa
ucraniana controlada por grupos socialistas. Mientras paralelamente se liquidan los
órganos del poder zarista y se forma el embrión del Ejército nacional ucraniano, la
Rada Central da algunos pasos normativos fundamentales.
La Tercera Proclama Universal constituye la República Popular
de Ucrania.
Así, la Primera Proclama Universal (del 23 de junio de 1917) establece la autonomía
de Ucrania dentro de Rusia. Pero en Petrogrado se desata un golpe de Estado: es la
Revolución de Octubre.
Los bolcheviques toman el poder en algunas ciudades ucranianas del frente y
comienza una guerra civil entre los simpatizantes del poder soviético y los partidarios
del gobierno provisional ruso.
Al principio la Rada Central se declara neutral, pero pronto opta por desempeñar un
papel mucho más activo y consigue mantener bajo su control a la mayoría de las
regiones de Ucrania. En línea con la creación de un Estado propio, la Rada establece
el 20 de noviembre de 1917 la Tercera Proclama Universal, que crea la República
Popular de Ucrania, aún sin romper los lazos federativos con Rusia.
También se establecen una serie de principios democráticos como la libertad de
expresión, prensa, credo, reunión, asociación y huelga; se deroga la pena de muerte y
la propiedad privada de la tierra que pasa a ser nacionalizada; se decreta una jornada
laboral de ocho horas diarias. Dentro de su territorio se configuran nueve gubernias,
sin incluir la península de Crimea.
"Agresión" bolchevique
Estériles guerrillas
A principios de 1919, los bolcheviques lanzan una nueva y potente ofensiva en el este
y el centro del país. Kiev vuelve a caer en manos del Ejército Rojo en febrero,
donde se restaura la República Socialista Soviética de Ucrania ya en marzo.
Viéndose perdido, el Directorio ucraniano se vuelve hacia sus antiguos adversarios,
esta vez los polacos, con quienes firman en 1920 un acuerdo militar para atacar de
forma conjunta a las fuerzas soviéticas. Así, logran recuperar Kiev en la abril de ese
año.
Entre el 12 y el 25 de agosto se produce la batalla de Varsovia, decisiva en la guerra
ruso-polaca, pues los soviéticos sufren a las puertas de la ciudad un aparatosa
derrota que aseguraría la independencia de Polonia y delimitaría sus fronteras en el
periodo de entreguerras.
A principios de 1919, los bolcheviques lanzan una nueva y
potente ofensiva en el este y centro del país.
Finalmente, los bolcheviques piden una tregua a los polacos gracias a un cúmulo
de circunstancias: la terrible crisis económica interna que padece Rusia, las derrotas
en el campo de batalla y, sobre todo, el ataque lanzado en Ucrania por las tropas
blancas que aún luchan en la guerra civil rusa.
El 18 de marzo de 1921 Polonia rubrica el Tratado de Paz de Riga con la Rusia y la
Ucrania soviéticas, obteniendo amplias zonas nuevas en la actual Bielorrusia. Por otro
lado, eso deja a los pies de los caballos a la República Popular de Ucrania. Víctima
del destino, derrotado y traicionado, el Directorio se lanza a una guerra de guerrillas
estéril hasta que sus últimas unidades son destruidas en noviembre.
De esa manera concluye la breve pero intensa etapa de independentismo ucraniano
que sólo resurgirá 70 años después, con los mismos signos de identidad de antaño
(bandera y escudo), a raíz del colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas fundada en 1922.