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Es una red de organizaciones y procesos del negocio para conseguir

materiales en bruto, transformarlos en productos y distribuirlos a los clientes”, o


esta otra: “Es una coordinación de los procesos del negocio para incrementar la
velocidad de la información, la velocidad de creación de productos, para que
los fondos fl uyan dentro de una cadena de manera que reduzcan tiempo,
esfuerzo redundante y costos de inventario”. Aunque estas definiciones estén
totalmente ajustadas a la realidad de las cadenas de abastecimiento y de los
negocios globalizados, llevarlas a la práctica y entender el fondo de lo que
dicen, resulta todo un cambio de paradigma para las empresas de hoy.

Vivimos en un mundo globalizado donde básicamente cuatro aspectos


fundamentales del negocio han hecho que cambie la manera como se concibe
la cadena de suministros: 1) Los ciclos y tiempos de entrega entre proveedor y
cliente son cada vez más cortos; 2) los vínculos comerciales entre proveedor y
cliente son cada vez más estrechos; 3) el comercio electrónico crece a pasos
agigantados y 4) la integración de los sistemas productivos pasó de ser
regional a volverse global. Estos factores explican la importancia que se le da
en las empresas a la logística de la cadena de abastecimiento, y ejemplo de
ello es que las compañías a nivel mundial han pasado de considerarla un área
más de la organización, a verla como la “gerencia de la cadena de
abastecimiento”

Hoy por hoy, en los países latinoamericanos y más aún en Colombia, una de
las barreras para ser más competitivos en un mundo cada vez más globalizado
son las defi ciencias en la considerada “macro logística”. Esta basa sus
cimientos en qué tan fuerte es cada país en términos de infraestructura de
puertos, aeropuertos, carreteras, vías férreas, seguridad, costos de
combustibles, entre otros aspectos.

Según cifras del Latin American Logistics Center el costo logístico con respecto
al PIB de países desarrollados es en promedio del 8,5% comparado con países
latinoamericanos donde puede ser del 19% en promedio. Para el caso de
Colombia el costo logístico puede pasar del20% en algunas regiones del país,
donde esta “macro logística” no ayuda a mejorar los niveles de rentabilidad y
competitividad de los sectores económicos de la región, al contrario, desmejora
las condiciones de estos factores.

Mejorar sustancialmente esta realidad será posible en el mediano y largo plazo;


a corto plazo, las acciones deberán centrarse en la “micro logística”. Esta basa
sus estructuras en aspectos que involucran una correcta gerencia de la cadena
de abastecimiento, donde se incluyan los aspectos internos de los procesos del
negocio y sea una función de la cadena de abastecimiento la integración de
todos los procesos empresariales.

Es el gerente de la cadena de abastecimiento quien realmente alimenta e


interpreta indicadores como: crecimiento; rentabilidad; creación de valor y
retorno sobre los activos, dejando de ser un tema solo del gerente financiero en
las estructuras verticales. Si alguien tiene que entender el proceso macro de la
organización es el gerente de la cadena de abastecimiento, pues este logra
dimensionar el proceso desde la adquisición de la materia prima hasta la
posventa, en otras palabras, es el verdadero integrador de todo el negocio.

Empresas multinacionales como el caso del líder del retail, la norteamericana


Walmart, centran parte de su éxito en posicionar dentro su compañía una
correcta gerencia de abastecimiento y cambiar su estructura organizacional de
la verticalidad a la horizontalidad; han entendido la logística de la cadena de
abastecimiento como el eslabón de la cadena que integra todo el proceso
empresarial.

Así las cosas, a la hora de evaluar el potencial logístico de un país no es


suficiente con cuantificar y cualificar si tiene buenos puertos, aeropuertos, vías
terrestres o unas robustas líneas férreas, a esto se debe sumar también cómo
se encuentran sus procesos logísticos internos; para ello, un diagnóstico de sus
cadenas de abastecimiento puede ser un buen indicador, con aspectos a
observar como: sus sistemas de aprovisionamiento, sus modelos de
almacenamiento, su manejo de inventarios, sus redes de distribución y hasta
revisar la oportunidad en las entregas a clientes y la política del manejo de
posventa.

A partir de la premisa “la globalización no subsidia ineficiencias”, las empresas


deberán invertir realmente en la logística de la cadena de abastecimiento y dar
la importancia que esta área empresarial requiere, de otra forma, encontrarán
grandes desventajas a la hora de competir en mercados mundiales.

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