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Lengua y literatura[editar]
En los orígenes del Imperio bizantino existió una situación de diglosia entre el latín y el griego. El
primero era la lengua de la administración estatal, en tanto que el griego era la lengua hablada y
el principal vehículo de expresión literaria. La Iglesia y la educación utilizaban también el griego. A
esto debe añadirse que algunas regiones del Imperio empleaban otras lenguas, como el arameo y
su variante el siríaco en Siria y Palestina, y el copto en Egipto.
Con el tiempo, el latín fue definitivamente desplazado por el griego, que se convirtió también en
la lengua de la administración imperial. Es significativo que ya en época deHeraclio el título
de Augustus, en latín, haya sido sustituido por el de basiléus, en griego. El latín, sin embargo,
continuó apareciendo en inscripciones y en monedas hasta el siglo XI.
La literatura bizantina cuenta con un poema épico en griego popular, el de Digenis Akritas, y con
líricos de primer orden como Teodoro Pródromo. Posee unos géneros característicos, como
los bestiarios, volucrarios, lapidarios y las novelas bizantinas (Estacio Macrembolita: Los amores
de Isinia e Ismino; Teodoro Pródromo, Los amores de Rodante y Dosicles; Nicetas Eugeniano, Las
aventuras de Drusilla y Caricles y Constantino Manasés, Aventuras de Aristandro y Calitea). Fue
especialmente fecunda en escritores teológicos (como, por ejemplo, Eneas de Gaza), cristológicos
y hagiográficos. Repercutió en particular en la literatura occidental la historia de Barlaam y
Josafat, divulgada por todo Occidente, en la cual se encuentran alusiones a la vida de Buda.
Arquitectura[editar]
Escultura[editar]
El estilo bizantino quedó definido a partir del siglo VI. Anteriormente dominaba el estilo romano
tardío, aún en la misma Constantinopla, según lo evidencian diversas estatuas erigidas por toda la
ciudad. No obstante, otros monumentos de la época iniciaban ya el gusto bizantino, como Disco
de Teodosio de Madrid que ostenta en bajorrelieve las figuras del emperador y su corte (393).
El estilo bizantino en escultura debe considerarse como una derivación del romano, bajo la
influencia asiática. Le caracterizan, en general, cierto amaneramiento, uniformidad y rigidez o
falta de naturalidad en las figuras junto con la gravedad la cual suele consistir en esmaltes, en
imitaciones de piedras y sartas de perlas, en trazos geométricos y en follaje estilizado o
desprovisto de naturalidad.
Cultivó el arte bizantino muy poco el bulto redondo pero abundó en relieves sobre marfil, plata y
bronce y no abandonó del todo el uso de camafeos y entalles en piedras finas. En los relieves,
como en las pinturas y mosaicos se presentan las figuras mirando de frente.
Mosaicos[editar]
De esa habilidad alcanzada con respecto a los mosaicos resurge el interés de los vidrieros de
Bizancio por la imitación de las piedras preciosas, con lo que llegaron a alcanzar una habilidad tan
grande que resultaba bastante difícil poder distinguirlas de las auténticas.
Pintura[editar]
Música[editar]
Legado[editar]
El imperio bizantino se caracterizó por el lujo, los despliegues del poder imperial y la vida
urbana, aunque predominaba en su economía la actividad agrícola ya que la comercial estaba
dificultada por la presencia de los árabes en las rutas. Fue característica la diversidad cultural
con predominio de lo griego, pero con influencia romana, oriental y cristiana.
La educación, con gran influencia de la iglesia bastión de la lucha contra el Islam, estaba
destinada a la formación de elites, que ocuparían los cargos dirigentes. Los aprendizajes
consistían en un principio en la lectura de Homero y la Biblia. En el año 1054 la iglesia
bizantina se separó de la católica romana al ocurrir el Cisma de Oriente, conformándose una
iglesia propia, ortodoxa. Desde principios del siglo XIII fueron los monasterios los encargados
de impartir enseñanza. El latín fue reemplazado paulatinamente por el idioma griego.
Al principio la literatura estuvo vinculada a la patrística griega, aunque también hubo aportes
propios, como una enciclopedia de 200 volúmenes ordenada por Constantino VII.
El arte bizantino se desarrolló en la ciudad de Bizancio entre los siglos IV y VI, y luego de la
caída de Constantinopla se plasmó en el arte de los íconos y en la arquitectura con influencia
religiosa de los Balcanes y Rusia. Fue Cristo el tema central del arte pictórico y arquitectónico
bizantino. Fueron destacadas sus obras arquitectónicas, con proliferación de cúpulas, de
influencia asiática, siendo representativa la basílica de San Marcos de Venecia del siglo XI y
la de Santa Sofía de Kiev, en Rusia. También se destacaron las iglesias en forma de cruz
griega, con gran uso de arcos. A fines del imperio predominó el uso del ladrillo.
La pintura estuvo regulada por la iglesia, siendo los pintores sometidos a ayuno y a
ceremoniales. La iconografía religiosa estaba totalmente reglada. Eran imágenes estáticas.
Los retratos debían ser idénticos, inmutables.
Luego del siglo IX, con los monarcas macedónicos, se inició el período medio, con estilo
único y refinado, y rasgos lineales.